Presión de grupo. PRESIÓN DE GRUPO DAVID VILLEGAS DE MIGUEL ZULEMA GONZÁLEZ GUTIÉRREZ VICTOR G. LINARES GONZÁLEZ MARTA ABASCAL, GARCÍA AROA COBO GARCÍA ANDREA VILLAR URBISTONDO SARO COBO, EMILIO * (Profesor Coordinador) I.E.S. Zapatón Avda Constitución nº 7 39300 Torrelavega (Cantabria) Tfno 942 888 181 Fax 942 835 098 [email protected] RESUMEN Pretendemos reproducir el experimento de Solomon Asch de 1956 sobre influencia social. Cómo un sujeto experimental se deja influenciar por un grupo de desconocidos, en este caso se trata de una tarea de comparación de la longitud de unas líneas. También que remos ver si hay diferencia entre sexos en cuanto a conformidad social. Palabras clave: influencia social, conformidad social. ABSTRACT We try to reproduce the experiment that Solomon Asch carried ot on social influence in 1956. How an experimental subject lets himself be carried along by a group of strangers, in this case it is a comparison task which won´t taka very long. We also want to see if there is s difference between male/female sex as far as social conformity is concerned. Kay words: social influence, social conformity. INTRODUCCIÓN APPC V Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología — Santander — 2006 1/7 Presión de grupo. Todos sabemos que en la sociedad que vivimos actualmente existe la democracia y la libertad individual de derechos, pero normalmente no nos percatamos de que estamos sometidos continuamente a una influencia social. Esto se demuestra históricamente, por ejemplo, cuando el dictador Adolf Hitler llega al poder de manera legal y con una aplastante mayoría absoluta, y es que, Hitler o su partido nazi seguramente tenían algo para convencer a un país entero para que los apoyaran. Pero tampoco hace falta llegar a esa situación para estar influenciado por la sociedad; como por ejemplo, cuando se enciende el primer cigarrillo suele ser por miedo a no quedar fuera o marginado del grupo, normalmente en la preadolescencia. Y otro ejemplo más sería la moda. Si nos queremos comprar un chándal o unas playeras mejor que sean “Adidas” o “Nike”, si queremos comprar una chaqueta mejor que sea “Columbia”, o igual, “la Spyder” que es más cara y por ello mejor. Y para gente más mayor que le gusta vestir elegante, seguro que él eligirá la marca con la que se viste George Clooney, y ella con la que viste Cindy Crawford, o quien sabe, doña Leticia Ortiz, que para gustos los colores. Y es que, ¿somos verdaderamente nosotros nuestros propios amos? Seguro que creerás que sí, que todo el mundo es libre, que sopesan las alternativas y realizan sus elecciones de modo racional. En realidad ésta es sólo una creencia occidental, que niega totalmente este fenómeno fundamental de la vida social que llamamos influencia. Este es uno de los conceptos más importantes de la psicología social. La influencia social se comenzó a investigar a finales del siglo XIX, en esa época, se consideraba que la influencia resultaba de una sugestión hipnótica bajo cuyo efecto uno se transformaba en algo semejante a un robot. Tarde creía que los individuos e encuentran en estado de sugestión hipnótica siempre que se reúnen. Para Le Bon, la apertura a la influencia mutua, acompañada de una pérdida del sentido de la responsabilidad y de las capacidades intelectuales normales, causa una difusión de ideas a través de la emoción, generando la unidad mental del grupo. El planteamiento de Le Bon no fue bien recibido en los Estados Unidos, donde la psicología social que estaba desarrollándose era optimista y realista; y de ese país salieron grandes investigadores de esta rama tan poco estudiada de la psicología, como Sherif (investigó experimentalmente de qué modo los grupos construyen reglas y normas compartidas) y Asch. APPC V Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología — Santander — 2006 2/7 Presión de grupo. Así pues, para comprobar la influencia social en las personas hemos querido realizar un experimento parecido, pero no igual, al que en su día hizo Solomon Asch. Asch, fue un psicólogo que nacido en Varsovia se educó en Nueva York y se doctoró en filosofía. Aunque fugitivo del nazismo demostró que la influencia no tiene necesariamente poder de sugestión. Trabajando de profesor conoció al psicologo guestaltista Wertheimer, quién influyó profundamente en él. La obra de Asch ha sido seminal en el estudio de la conformidad y de la formación de impresiones, y le interesó el modo en que las personas le dan sentido a la información que reciben. En 1938 describió varios estudios sobre los juicios acerca de personas presentadas en fotografías, de políticos, de grupos profesionales y de lemas políticos. Y llegó a la conclusión de que “cuando el sujeto tiene algún conocimiento objetivo de una situación…[esto]… produce una actitud más estable y más resistente al cambio”. Y del experimento que nos hemos inspirado de Asch que lo realizó en 1956, fue el siguiente: Asch encontró personas que estaban dispuestas a seguir las orientaciones de un grupo de extraños, incluso cuando los otros dicen algo que ellas pueden percibir claramente como falso. Los grupos estaban compuestos por un solo sujeto y un conjunto de falsos participantes. La tarea era simple e inequívoca; por turno cada miembro tenía que decir cuál de tres líneas claramente diferentes tenía la misma longitud que la línea que servía de estimulo. En pruebas señaladas, todos los falsos participantes daban la misma respuesta errónea. Más o menos el 75 por ciento de los sujetos dieron una respuesta incorrecta. Los sujetos control no sometidos a ninguna influencia, prácticamente no cometieron errores. Al ser interrogados más tarde, algunos de los que habían dado su conformidad dijeron que sencillamente habían mentido para no parecer inferiores, aunque otros manifestaron que les había faltado confianza y que sintieron que su percepción tenía que ser errónea. En estudios subsiguientes del mismo tipo, Asch demostró que la presencia de alguien que disentía de la mayoría reducía la conformidad, aunque esa persona tampoco eligiera la línea correcta. PLANTEAMIENTO APPC V Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología — Santander — 2006 3/7 Presión de grupo. Haremos un experimento parecido al que hizo el psicólogo social Solomon Asch, para causar una influencia social sobre veintiocho sujetos que estarán al margen de dicho proyecto. Nosotros, los alumnos de psicología de primero de Bachiller, seremos los que intentaremos causar esa influencia. Tendremos que comparar una línea modelo, que estará pintada en un cartón, con cuatro líneas, pintadas en otro cartón. Las líneas de influencia irán ordenadas alfabéticamente de la A a la E. La línea exactamente igual a la modelo es la línea B, pero sobre la que trataremos de causar, todos nosotros, influencia es la línea D. Uno a uno diremos la línea D, hasta llegar al sujeto, que proviene del exterior y no sabe nada. Si dice la D habremos causado influencia, si no, el experimento no habrá tenido éxito. Después de decir que línea se parece más a la de estímulo, el sujeto responderá a la pregunta de por qué dijo esa línea. Cuando le acabemos de interrogar, iremos a por otro sujeto y repetiremos todo el procedimiento, así hasta que hayamos entrevistado a veintiocho sujetos. MATERIAL Y MÉTODOS Para la realización de este experimento necesitamos tan solo dos piezas de cartones, un rotulador, una regla y una cámara de video para comprobar los resultados y para poder enseñar el proyecto a otras personas. Pero, sobre todo, nos harán falta alrededor de 28 sujetos que no sepan de que va el asunto. Lo primero de todo, realizaremos sobre un cartón una línea que nos servirá de modelo para compararla con las demás líneas que haremos posteriormente. Dichas líneas, pintadas en otro cartón, serán ordenadas alfabéticamente de la A a la E. La línea que será exactamente igual a la modelo será la línea B. Las otras serán de un tamaño que no dejarán lugar a dudas de que son de distintita medida. La A será dos centímetros más pequeña que la original, la C será claramente la más larga y la E claramente la más corta de todas las líneas representadas. Y la línea que nos servirá de estímulo y de “gancho” va a ser la línea D que es más pequeña a la modelo por aproximadamente tres centímetros. Así que, después de pintar los dos cartones con sus correspondientes líneas, se elegirá el o la maestro/ a de ceremonias. Su función será decir una mentira (le dirá que estamos realizando un APPC V Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología — Santander — 2006 4/7 Presión de grupo. trabajo de percepción visual) y hacer una pregunta en general a todos para despistar al sujeto, que no sabe evidentemente en lo que consiste nuestro trabajo y que tampoco sabe que todos los que estamos allí sentados diremos la línea D para causarle influencia. La pregunta que nos formulara la maestra de ceremonias será: ¿Qué línea de estas cinco (señalando al cartón) se parece más a la línea modelo (señalando al otro cartón)? Por lo tanto nos sentaremos todos los del grupo que queremos causar influencia en una especie de semicírculo y dejaremos un hueco para que se siente un solo sujeto que provenga del exterior. Cuando haya venido a nuestra clase nuestro profesor contará a los que estamos sentados y dirá “Bien, ya estamos todos así que podemos empezar” pareciendo que nadie se conoce y que no sabemos lo que ocurrirá. Todos los que estamos diremos uno a uno que la línea D dejando al sujeto en un asiento alejado de la persona que responda primero a la pregunta para causarle la necesaria influencia, a poder ser en el penúltimo lugar. Si no dice la línea D nuestro experimento fracasará porque no hemos causado ninguna influencia, por el contrario, si dice la D sí habremos causado la influencia esperada. Después de responder, el profesor solo con él, hará una nueva pregunta: ¿Por qué dijiste esa línea? Sin importar que línea dijese. Cuando hayamos acabado con ese sujeto el profesor irá a por otro y repetiremos el experimento; siempre sin que sepa nada en ningún momento de lo que realmente tratamos de averiguar. Aunque parezca sencillo, el trabajo será muy interesante en el modo que las personas nos dejamos influir por el ambiente social y concretamente de los 28 alumnos (15 chicos y 13 chicas), que serán entrevistados, de diferentes cursos, edades y sexos en el Instituto Zapatón de Torrelavega. Y nosotros mismos, los alumnos de la clase de psicología de primero de Bachiller, seremos los que intentemos influir en estos sujetos. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los resultados no dejan margen de dudas. La línea B que era la correcta y de la misma medida que la línea modelo, solo la dijeron 4 (3 chicos y una chica) de 28 Sujetos, tan solo un 14% del total. Incluso se APPC V Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología — Santander — 2006 5/7 Presión de grupo. nombró mas la línea A, 7 (4 chicos y 3 chicas) un 25% del total. Un chico dijo la línea C, 4 % del total. Y la E no tuvo ningún apoyo. Al final la línea D, sobre la que teníamos que causar influencia, resultó victoriosa porque fue dicha por más ni menos que 16 sujetos (7 chicos y 9 chicas) un 57% del total. Al responder a la segunda pregunta la cual la realizó el profesor: ¿Por qué dijiste esa línea? Los sujetos en su gran mayoría pensaron que era la línea D porque era la que tenía un mayor parecido según ellos. Aunque algún que otro respondió “porque los otros lo dijeron”, pero tan solo dos sujetos. También hubo respuestas para todos los gustos, como: “no se parece ninguna”, “me parece clarísimo que tiene que ser la línea C” o “he dicho la D pero no he entendido lo que me habían preguntado” Los datos que parecen más relevantes son los particulares del género: de 15 chicos entrevistados dijeron la línea D un 47% y de 13 chicas entrevistadas la dijeron un 69%. Ante estos porcentajes se puede observar en este trabajo objetivamente que las chicas son bastante más influenciables que los chicos. Y la conclusión general que podemos sacar con estos datos y con las respuestas de los 28 sujetos cuestionados sería que nadie está libre de ser influenciado y que muchas personas son claramente más influenciables que otras, ya sea por su personalidad, su sexo, sus genes o porque en un momento determinado sufres una serie de circunstancias que te hacen estar influenciado por las presiones de ciertos grupos sociales. BIBLIOGRAFÍA Asch Salomon, Social Psychology, Prentice Hall Inc. Englewood Cliffs, Nueva Jersey, 1959, 5ta. edic. (Trad. cast., Eudeba, Buenos Aires, 1964, págs. 585-587). Burt, Los Factores de la mente. Nueva Cork: Cambridge University Press Anderson, N. H. 1962: Application of and additive model to impresión formation. Science 138, 817 -18. Robert A. Baron, Psicología Social, Pearson Educación. APPC V Jornadas Nacionales de Investigación en Psicología — Santander — 2006 6/7 Presión de grupo. 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