GOLPE DE ESTADO EN PARAGUAY BOLETÍN ESPECIAL Año 1 - Nº 3 / 1ra quincena de julio - 2012 Art. 138 de la Constitución Nacional: Se autoriza a los ciudadanos a resistir a dichos usurpadores, por todos los medios a su alcance. En la hipótesis de que esa persona o grupo de personas, invocando cualquier principio o representación contraria a esta constitución, detenten el poder público, sus actos se declaren nulos y sin ningún valor, no vinculantes y, por lo mismo, el pueblo en ejercicio de su DERECHO DE RESISTENCIA a la opresión, queda dispensado de su cumplimiento. Pasen y vean el golpe Por Ramón Corvalán.........................................................................2 El espejo paraguayo Por Raúl Zibechi................................................................................3 Un golpe dirigido a la región a través de Paraguay Por Abel Irala.....................................................................................5 Sobre el “Juicio Político” al Pdte. Fernando Lugo Méndez Por Luis Lezcano Claude .................................................................8 Vamos errados en la consigna. La defensa no es a Lugo, se defiende la democracia Por Magali Casartelli.........................................................................12 Movilizaciones en todo el país y la respuesta temporal del gobierno golpista Por Abel Irala y Vidal Acevedo..........................................................13 Desobediencia civil ¿qué es? ¿Amerita en este contexto? Entrevista a Vidal Acevedo................................................................15 Pasen y vean el golpe Por Ramón Corvalán Seguro que la semana pasada, si aún vivía el ge- mayoría) que va a complementar el Mecanismo neral Andrés Rodríguez, no hubiera podido “salir Europeo de Estabilidad. Ambas instituciones báside sus cuarteles” y hacer lo que hizo. Desde el camente son poderosas tecnocracias que no escaso Honduras, al menos en la región, asistimos tán obligadas a rendir cuentas a los ciudadanos, a una modalidad de apropiación del aparato esta- independientes del Parlamento Europeo y de los tal que no pasa por los acontecimientos que sole- Parlamentos nacionales, sus locales y archivos mos asociar, por ejemplo, con lo ocurrido en Chi- son inviolables y nunca podrán ser enjuiciados, y le cuando Pinochet lleva a cabo el golpe. Hoy ni el sus Comisiones coordinan acciones, por ejemplo, Pentágono habla oficialmente de “asesinato” sino con el Fondo Monetario Internacional. de “supresión táctica del enemigo” porque el len¿Esto configura un golpe de Estado? Al menos guaje político acoge los códigos de la publicidad los Parlamentos nacionales ya no deciden sobre y el capital es un todo sensible a las perturbaingresos y gastos, los banqueros controlan lo que ciones sociales producidas por el despliegue de se llama “decisiones políticas” y ellos (con sus tanques, tropas, muertes. Si lo mismo se puede corporaciones) son los beneficiarios de este nuelograr apelando al mantenimiento formal de las vo escenario y no las poblaciones…que sí siguen reglas de la democracia, cargando las tintas en la siendo invitadas a votar en elecciones que se valegalidad pero desplazando la legitimidad y mejociaron de contenido. rando incluso lo de Honduras mediante los votos Los códigos han cambiado, enmayoritarios del Parlamento, lo más recomendable es evitar en El mundo ya no se tonces. Rigen nuevas reglas de juego y de formas de ejercer polo posible el retorno del golpe al maneja con esos der y de establecimiento de alianviejo estilo. De paso, queda un precedente bastante inquietante códigos de guerra a zas. Quizás por esta razón es que para todo lo que ahora presenlos que Hollywood una de las empresas mencionadas, vía equipo de Federico Franciaremos en actos donde se imnos acostumbró. co, que invertiría en el país será plique aquello de aplicar la ley. la transnacional canadiense, Rio El mundo ya no se maneja con Tinto Alcán. Seguro que Federico esos códigos de guerra a los que Hollywood nos Franco podrá explicar cómo una empresa que tieacostumbró. Ahora mismo, en Europa, un golpe ne pendiente en la Corte de EEUU de América, de Estado, frente al cual el nuestro es un petisón novena Corte de Apelaciones, nro. 02-56256, una hecho a los apurones, está en marcha. La prensa causa penal en la que, entre otras cosas, la refenos narra lo de Europa como si todo se redujera rida empresa es acusada de conspirar para impoa una enorme y compleja crisis financiera que con ner un bloqueo en Papúa Nueva Guinea, isla de dificultades y decisiones duras, se podrá gestionar Bougainville y que resultó en la muerte de unos y resolver adecuadamente; sin embargo, asistimos 10 mil civiles hasta 1997, puede tener relaciones a un rápido desmantelamiento de instituciones de- comerciales con el Estado paraguayo. Por allí la mocráticas y de desmontaje de los modelos so- Cancillería podría consultar también con el gobierciales europeos de protección por una coalición no de Noruega para que éste explique cómo es de banqueros y corporaciones financieras. Pero que le ubicó a Rio Tinto Alcán en una lista negra ninguno de sus realizadores se presenta públi- por atentar contra el medio ambiente y los derecamente anunciando: estamos haciendo un feroz chos humanos. golpe de Estado a nivel de la Unión Europea. El mercado es bastante bueno para poner límites a Por allí estas cuestiones son cosas menores en el la irracionalidad que sí puede quedar a sus an- marco de las nuevas reglas; quizás, por eso, Fedechas en esos programas de televisión tipo reality, rico Franco, con el apoyo de los medios de comunicación comerciales, nos invita a pasar y mirar el de chismes de farándulas o baila conmigo. golpe. Bienvenidos/as a este nuevo mundo, donde En esos términos la cosa no sale en la prensa. los denominados titulares del Poder Ejecutivo son Ella nos cuenta del Tratado de Estabilidad, Co- tan parecidos a los directores de marketing de una ordinación y Gobernanza en la Unión Económi- empresa. Hasta empresas estadounidenses retoca y Monetaria (TSCG), firmado el 1 de marzo marían los trabajos de perforaciones de pozos en de 2012 por 25 de los 27 Estados de la Unión el Chaco en busca de petróleo. Europea (casualmente también aquí una amplia 2 El espejo paraguayo Por Raúl Zibechi Un golpe de Estado es una acción desde arriba para interrumpir un proceso político. No importa quién la realice ni los métodos que utilice. Los golpes al estilo del que derrocó a Salvador Allende cayeron en desuso por el alto costo internacional que tienen. El golpe de Estado que apartó a Fernando Lugo de la presidencia de Paraguay se inscribe dentro de la nueva modalidad inaugurada con el derrocamiento de Manuel Zelaya en Honduras, en junio de 2009, por la Suprema Corte de Justicia. Es un “nuevo” tipo de golpe que comenzó a implementarse luego del estrepitoso fracaso del golpe al “viejo” estilo contra Hugo Chávez el 12 de abril de 2002. Cuando los sectores populares aprendieron a desbaratar el golpe clásico, aparece esta nueva modalidad de “golpe institucional”. En los últimos 20 años los únicos golpes exitosos al “viejo” estilo sucedieron en Haití: en 1991 el general Raoul Cedrás derrocó a Jean Bertrand Aristide y en 2004 sucedió algo similar pero con la participación de tropas de Canadá, Francia y Estados Unidos. En 13 de los 15 casos en los que un presidente latinoamericano no pudo terminar su mandato fue porque la presión popular forzó la dimisión. Lo destacable es que el “método” de la destitución por organismos del Estado es idéntico en los casos en que se hace a favor y en contra de los sectores populares. En Ecuador, Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez fueron destituidos por el Congreso en medio de levantamientos populares. Por eso no sirve focalizarse en las formas, sino en los procesos. El nuevo golpismo puede repetirse en cualquier país de la región ya que las clases dominantes retomaron su ofensiva y se ponen al servicio de un Pentágono deseoso de desestabilizar. La caída de Lugo, como toda crisis política, desnuda los cambios que se están produciendo en la región desde que Barack Obama definiera la Nueva Estrategia de Defensa. 3 En primer lugar, la masacre de Curuguaty y el golpe contra Lugo fueron posibles por la alianza entre el agronegocio, los terratenientes “propietarios” de tierras malhabidas durante la dictadura de Stroessner, las mafias del contrabando y el narcotráfico, con sus ramificaciones en los medios de comunicación, el Estado y las iglesias. La gira regional del secretario del Pentágono, Leon Panetta, en abril pasado, parece haber sido una “señal” que activó a las derechas (La Jornada, 18 de mayo de 2012). En la década de 1990, en democracia, el movimiento crece y gana visibilidad pero se fragmenta. Aún así, la lucha por la tierra se intensifica y el movimiento irrumpe en la crisis política de 1999 por el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, creando un hecho político trascendente como el Marzo Paraguayo que provocó la primera derrota de los herederos “demócratas” de la dictadura. El golpista Lino Oviedo huye a la Argentina y el vicepresidente Raúl Cubas se asila en Brasil. El Pentágono tiene una larga experiencia en la aplicación de la “doctrina del shock” que pasa por la destrucción de naciones enteras para reconstruirlas al servicio del capital y de la potencia hegemónica. La decadencia de los Estados Unidos hace que la única estrategia viable sea la dominación sin hegemonía, que sólo necesita la fuerza militar, por eso la “nueva estrategia” instala la violencia golpista en el centro del escenario político. En 2002 la unidad de acción de todo el sector campesino-popular en el Congreso Democrático del Pueblo, donde confluyeron 60 organizaciones, impidió la privatización de empresas estatales y frenó la aprobación de una ley antiterrorista. Pese a las divisiones los movimientos fueron capaces de volver ingobernable la “democracia de baja intensidad” y derrotar el modelo neoliberal. En segundo lugar, el modelo económico extractivo, asentado en la minería a cielo abierto, los monocultivos y las megaobras de infraestructura, fortalece a las clases dominantes y al imperio, debilita a los sectores populares, pone en riesgo a los movimientos y las libertades democráticas. Los gobiernos que han optado por profundizar este modelo se están enajenando el apoyo popular y, a la vez, están dando vida a sus propios sepultureros, como sucedió en Paraguay, donde el crecimiento exponencial de los cultivos de soya no hizo más que fortalecer a los usurpadores de tierras y a los asesinos de campesinos. En tercer lugar, el movimiento campesino de Paraguay recorrió en medio siglo un camino del que algo podemos aprender para enfrentar el nuevo escenario. En la década de 1960 se crearon las Ligas Agrarias impulsadas por las comunidades eclesiales, un impresionante movimiento de base que cambió la historia de los de abajo. A mediados de la década de 1970 fueron salvajemente reprimidas por el régimen de Stroessner. En 1980, sobre sus cenizas, se crea el Movimiento Campesino Paraguayo. Hasta aquí la trayectoria habitual bajo dictaduras: organización-represiónreagrupamiento. 4 Ese escenario creado desde abajo tapizó el camino de Lugo a la presidencia en 2008. Los movimientos más importantes, no todos, optaron por crear partidos, o sea “institutos del Estado financiados por el presupuesto”, según el feliz aserto de Adolfo Gilly (La Jornada, 27 de junio). Se profundizaron la división y la atomización. Después de 2008 una parte de los mejores dirigentes se convirtieron en funcionarios y se instalaron en la capital, convencidos de que es el camino para adquirir más fuerza. Hoy, salvo excepciones, los movimientos sufren su mayor debilidad en décadas. Medio siglo de movimiento campesino, el principal movimiento antisistémico del Paraguay, muestra que no hay atajos que puedan sustituir el conflicto de clases. Que la presión internacional por sí sola no puede modificar la relación de fuerzas. Que hay varios tipos de derrotas. Que la derrota por represión no es tan destructiva como la institucionalización. Que sólo podemos frenar la ofensiva del capital y del imperio en calles y plazas, y que lo demás es un espejismo, necesario para sobrevivir dicen algunos, pero espejismo al fin. Un golpe dirigido a la región a través de Paraguay Por Abel Irala (*) “La oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar, y si parece que están resignados esta apariencia es enteramente engañosa” Atilio Borón La masacre de Curuguaty el pasado 15 junio pasado ha sido el inicio de un sombrío plan de desestabilización a nivel nacional y regional, impulsado por sectores de los partidos tradicionales de derecha. Las primeras víctimas fatales de este plan fueron seis policías del GEO (Grupo Especializado de Operaciones) y once campesinos, aunque en el caso de los campesinos lo más probable es que nunca se sepa con exactitud el número de bajas que se dio en la balacera ya que pobladores de la zona aseguran que algunos de los cuerpos asesinados por la policía se hicieron desaparecer. El objetivo final de lo acontecido en Curuguaty quizá no era precisamente el juicio político a Lugo, pero sí crear un ambiente de suma violencia, debilitar al gobierno, preparar el terreno propicio para reabrir la política represiva contra los movimientos sociales de la mano del Ministerio del Interior y el Poder Judicial -con el asesoramiento colombiano-, además de garantizar en estos últimos meses que le tocaba gobernar a Lugo, el giro del gobierno para que retome una política aún más represiva de la que tuvo a sus inicios. Con la amenaza del juicio político la derecha tendría el control sobre las acciones del Ejecutivo, como ya lo venía haciendo prácticamente desde el año 2008 en que asumió Fernando Lugo. Con esto se habría logrado por lo menos dos objetivos: uno de carácter nacional y electoral que consistiría en debilitar el Frente Guazú y fraccionar a los partidos de izquierda, alejar al gobierno de Fernando Lugo del apoyo popular con miras a las elecciones próximas del 2013, deslegitimar sus acciones y asediarlo para que responda (*) Lic. en trabajo social, investigador del SERPAJ PY 5 exclusivamente a los intereses económicos y políticos de la derecha paraguaya aliada con el capital nacional e internacional. El segundo objetivo sería de carácter imperial. En este punto es preciso tener en cuenta que nos encontramos en un momento en donde el Pentágono desarrolla una política de profundización y expansión de su presencia militar en la región. Con mayor fuerza y agresividad en Centroamérica y Colombia, como parte de la expansión hacia el Cono Sur, en el mes de abril se inauguraba en Chile un centro de entrenamiento militar del Comando Sur y en el Chaco argentino se intentó instalar una base militar disfrazada de un centro de ayuda humanitaria la cual fue rechazada por los movimientos sociales y luego contó con el aval del gobierno argentino para la no concreción de la mencionada base. Por lo tanto, el país más apto y cercano para mudar la base es Paraguay, como plus ya cuenta con una en Mariscal Estigarribia, Chaco, esperando ser reactivada. Un clima de violencia y fragilidad democrática facilitaría su reactivación con la explicación de que colaboraría en la restitución del orden democrático, la seguridad y la lucha contra el terrorismo, etc. De hecho, desde el año pasado entre los representantes de Washington y el Congreso paraguayo se vienen retomando las conversaciones para ello. Los hechos violentos y la aparición de una supuesta guerrilla en Paraguay a través del EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo) son algunos de los condimentos necesarios para lograr una mayor injerencia de los Estados Unidos, no con la mira puesta precisamente en Paraguay, sino en la región, extender el conflicto tipo Honduras al Cono Sur lo cual le permita explayar su política militarista, introducir una palanca de contrariedad en la UNASUR y debilitar al bloque que cuestiona el imperialismo norteamericano. Dado los hechos de Curuguaty, la Unión de Gremios del Paraguay (UGP) exigió el juicio político a Lugo; no es raro ni la primera vez que los gremios de la derecha realicen este tipo de declaraciones, sin embargo los diferentes partidos políticos de derecha no estaban tan seguros de enjuiciarlo y pedían unánimemente la destitución del entonces Ministro del Interior, Carlos Filizzola, pedido que no tardó en ser concedido por el presidente Lugo. Todo esto cambió cuando Fernando Lugo anunció la constitución de una Comisión para in- 6 Esa reciente comisión habría logrado descubrir aspectos que ya sabemos que la fiscalía y el poder judicial no lo harían, ni lo harán vestigar los hechos ocurridos en Curuguaty. En paralelo, corrían las versiones de que esto había sido un montaje de algunos sectores del poder y la hipótesis de que tanto los policías como campesinos fueron llevados a una muerte segura iba cobrando fuerza. Esa reciente comisión habría logrado descubrir aspectos que ya sabemos que la fiscalía y el poder judicial no lo harían, ni lo harán. Pudo haber confirmado esas versiones que aseguran que la matanza que se dio en el departamento de Canindeyú fue parte de una conspiración con participación de ciertos sectores conservadores y de derecha. Anunciada la Comisión, casi instantáneamente el pre candidato a presidenciable por el Partido Colorado, Horacio Cartes, el político con mayor poder económico y sindicado como una de las personas clave de la mafia y el narcotráfico, fue el primero en anunciar que su partido impulsaría el juicio político a Fernando Lugo. Logró consenso en la cúpula partidaria y así fue, los liberales hicieron lo mismo casi con la misma rapidez; a pesar de las fuertes fracciones en las que se encontraban los partidos de derecha como nunca en tan poco tiempo cerraron filas, acuerdos y se congregaron alrededor del “sí al juicio político”. Se sumaron los otros partidos, UNACE y Patria Querida, con una convicción tal de llevar esto hasta las últimas consecuencias, como si existiera una fuerza externa que los apuntalaba en las decisiones que iban a tomar y que, de tratarse de un plan, era demasiado perfecto para creer que un sector de la derecha paraguaya lo haya pergeñado sin asesoramiento de expertos en desestabilización. La gente salió a las plazas frente al Congreso Nacional, se sabía que sólo una gran fuerza movilizada en todo el país podría parar el juicio político que de juicio tuvo poco o nada. Los cancilleres de la UNASUR llegaron al país para interiorizarse de lo que estaba ocurriendo y ser testigos de un juicio que terminó siendo un Golpe de Estado parlamentario. Los obispos pedían a Lugo que presente su renuncia, al tiempo el mismo pedido lo 6 realizó la embajada de los Estados Unidos. Algunos dirigentes de izquierda creían ingenuamente que con negociaciones se podría revertir la posición de algunos parlamentarios y se avocaron a esa tarea que no tuvo el mínimo efecto sobre la decisión que ya estaba tomada, destituir al Presidente de la República. La movilización popular no alcanzó a desarrollarse a lo largo del país y no tuvo el número ni la fuerza suficiente para frenar el golpe parlamentario que terminó de consumarse en mucho menos de 48 horas; parte de esa misma derecha con la que Lugo y su equipo había gobernado en los últimos años, se despojaba de todo rasgo de progresismo y asumía su entera hipocresía para derrocarlo. Los parlamentarios escucharon a la defensa de Lugo, esta rebatió todos los argumentos presentados en su contra, se tomaron cinco minutos de cuarto intermedio para luego leer la sentencia que encontraba “culpable” al presidente y procedieron a su destitución. En su reemplazo fue nombrado su vicepresidente Federico Franco del Partido Liberal. Ya al mando del ejecutivo, cabe destacar dos de las primeras decisiones de Franco: una fue dejar sin efecto la comisión que investigaría los hechos acaecidos en Curuguaty y dos el nombramiento del nuevo ministro del interior Carmelo Caballero, hombre que meses atrás se desempeñaba como vice ministro del interior del gobierno de Lugo. Caballero junto con Rafael Filizzola (ex ministro del interior) implementó una política de seguridad con el pleno asesoramiento del gobierno Colombiano, impulsaron fuertes operativos militares y policiales en diferentes departamentos del país en contra de las organizaciones campesinas y han estado a cargo del primer estado de excepción en el año 2010 en cinco departamentos del país, con la excusa de atrapar a los integrantes del EPP, pero sin lograr ese objetivo. Con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos se equiparon y montaron un centro de operaciones especiales en Hugua Ñandú, departamento de Concepción y se inició la formación de un nuevo grupo de élite de la policía nacional denominado COR (Comando de Operaciones Rurales), por lo tanto no es difícil imaginar qué tipo de acciones tomará Caballero como encargado de la seguridad del país. El golpe no acabo con la destitución de Lugo, se prolongará sobre el movimiento social paraguayo y sobre la integración de los gobiernos regionales. Lo acontecido en Paraguay arroja varias enseñanzas para la izquierda y el movimiento popular, pero no obstante es necesario entender que el golpe está siendo encaminado en contra del proceso democrático del país y contra la integración regional. El golpe no acabo con la destitución de Lugo, se prolongará sobre el movimiento social paraguayo y sobre la integración de los gobiernos regionales. Por ahora se visualizan tres alternativas para las fuerzas populares en Paraguay: a) una izquierda que se disponga a unificarse y fortalecerse electoralmente, superar las contradicciones internas, para una buena participación en las próximas elecciones generales, b) se retome la organización y movilización en todo el país, con amplia participación de las bases, promoviendo ocupaciones de tierras, huelgas y manifestaciones pacíficas como forma de resistencia y desconociendo la figura de Federico Franco como presidente o c) el desarrollo de una lucha que contemple ambas estrategias, en base a un análisis de correlación de fuerzas, que fortalezca un proyecto electoral sin abandonar la acción directa, las movilizaciones, conquistando el apoyo de todos los sectores progresistas a nivel nacional e internacional. 7 Sobre el “juicio político” al Pdte. Fernando Lugo Méndez Publicado en http://luislezcanoclaude.wordpress.com/2012/06/27/sobre-el-jui-2/ Por Luis Lezcano Claude (*) Introducción Como advertencia previa, debe señalarse que el tema, por sus características e implicancias, exige alusiones no sólo jurídicas sino también políticas para su cabal comprensión. El denominado “juicio político” llevado a cabo entre el jueves 21 y el viernes 22 de junio ppdo., fue un acto de barbarie, brutalidad y prepotencia de las cámaras legislativas, decidido previamente a nivel de los principales partidos políticos con representación en las mismas. Fue un acto manifiestamente arbitrario por su desconocimiento del ordenamiento jurídico y, por ende, contrario al Estado de derecho, realizado bajo el ropaje de las formas previstas en la Constitución para el juicio político. Por ello, bien puede ser calificado como un “golpe de estado legislativo”. Todo el procedimiento apareció impregnado de la soberbia y de la idea de impunidad de poder llevarlo a cabo de cualquier forma y a cualquier costo, al tener el control fáctico de la situación. Las acusaciones inconsistentes, la pobrísima presentación de las mismas por los fiscales acusadores, los plazos brevísimos, la falta de discusión previa al dictamiento de la sentencia, demuestran el carácter absolutamente arbitrario de un procedimiento basado exclusivamente en una decisión política sustentada en contar con los votos necesarios para formular la acusación y dictar la sentencia condenatoria. 1. Desarrollo del juicio político El jueves 21, por una amplia mayoría, la Cámara de Diputados resolvió formular la acusación. Votaron a favor no sólo los diputados del Partido Colorado-ANR, el Partido Liberal Radical Auténtico, el Partido UNACE y el Partido Patria Querida –ideológicamente conservadores o de derecha, y que controlan el 93% de las bancas en dicha cámara- sino también la única diputada del Partido Democrático Popular, en teoría afín al Pdte. Lugo en lo ideológico. La acusación se basó en los siguientes puntos: El acto político partidario realizado en el Comando de Ingeniería. El caso Ñacunday (invasiones de tierras en del departamento de Alto Paraná). La creciente inseguridad. La subscripción del Protocolo de Montevideo, Ushuaia II. La matanza en Curuguaty (aproximadamente veinte personas entre campesinos y policías). 8 Posteriormente, se hizo la presentación oral del libelo acusatorio ante la Cámara de Senadores, por parte de los fiscales acusadores (cinco diputados). La superficialidad y extraordinaria brevedad de esta presentación, así como la inconsistencia de las causales alegadas, ponían de manifiesto que se trataba del mero cumplimiento de un trámite cuyo final estaba asegurado. En relación con todos los hechos mencionados, a lo sumo se podía alegar una responsabilidad general e indirecta del Presidente Lugo, aunque ninguno de ellos era de entidad suficiente como para justificar una sanción de tanta gravedad como la separación del cargo. Entre las causales se destaca la referente a la subscripción del Protocolo de Montevideo, Ushuaia II. Se trata éste de un acto jurídicamente inexistente. Al respecto, lo actuado por el Poder Ejecutivo está encuadrado dentro de sus atribuciones. Además, el protocolo aún no fue sometido a la consideración del Congreso, oportunidad contemplada constitucionalmente para que este órgano ejerciendo su facultad de control sobre este tipo de actos, lo perfeccione al aprobarlo, o impida definitivamente su existencia, al no aprobarlo. Es éste el procedimiento previsto al respecto y no el de considerar el hecho como una causal de mal desempeño de funciones que autoriza la realización de un juicio político y la destitución del titular del Ejecutivo como ha acontecido en este caso. La Ley Suprema establece que “los tratados, convenios y acuerdos internacionales, aprobados y ratificados… integran el derecho positivo nacional …” (Art. 137 Cn.). Agrega luego que “los tratados internacionales válidamente celebrados, aprobados por ley del Congreso, y cuyos instrumentos de ratificación fueran canjeados o depositados, forman parte del ordenamiento legal interno con la jerarquía que determina el Artículo 137 (Art. 141 Cn.). Se requiere, pues, que el protocolo sea aprobado por el Congreso y ratificado por el Poder Ejecutivo para que sea incorporado al ordenamiento jurídico paraguayo. Hasta hoy se trata de una causal inexistente, muestra categórica de la arbitrariedad en la génesis del procedimiento.[1] El viernes 22 de junio se llevó a cabo el “juicio” propiamente dicho, ante la Cámara de Senadores. Según el reglamento aprobado por la misma, la defensa –notificada de la acusación en la tarde-noche del día anterior- debía hacer su presentación oral a partir del mediodía (12:00) y por un tiempo que no excediera las dos horas. Luego la Cámara de Senadores debía proceder a la admisión o no de las pruebas. A partir de las 15:30, en un tiempo de treinta minutos para cada una, las partes debían realizar la presentación de sus alegatos. Finalmente, el tribunal juzgador debía deliberar y dictar sentencia, lo cual estaba previsto para las 16:30. [1] Más datos sobre este tema se pueden encontrar en el artículo de mi autoría denominado “Sobre del Protocolo de Montevideo, Ushuaia II”, que puede ser consultado en el sitio: www.luislezcanoclaude.wordpress.com 9 Desde el comienzo del “juicio político” en la Cámara de Diputados, hasta el dictamiento de la sentencia respectiva por la Cámara de Senadores, transcurrieron aproximadamente 32 horas, incluidas las de la noche y madrugada de los días de inicio y finalización del procedimiento. Esto amerita sobradamente la denominación de “juicio político exprés” que le han dado algunos medios periodísticos. 2. Acto manifiestamente arbitrario y, por ende, inconstitucional Por varios motivos, el llamado “juicio político” al Presidente Lugo, aunque haya seguido el procedimiento previsto en el artículo 225 de la Constitución, constituye un acto manifiestamente arbitrario y, por ende, inconstitucional. En la Cámara de Diputados se observa una deficiencia de carácter substantivo o de fondo: las acusaciones formuladas no constituyen mal desempeño de funciones. En efecto, si bien es cierto que cuando se trata de una causal de este tipo, es admisible cierto margen de discrecionalidad, ello debe darse dentro de criterios de racionalidad. En otras palabras, el admitir cierta discrecionalidad no significa que se autoriza la arbitrariedad. Sin embargo, parece ser que las cámaras del Congreso entendieron lo contrario, lo cual se aprecia con claridad meridiana, en particular, en el caso más claro, no controvertible y categórico, del Protocolo de Montevideo, Ushuaia II, al que aludimos más arriba. 10 lo endeble de los medios probatorios obligó a presentarlas como casos de mal desempeño de funciones. En la Cámara de Senadores se constatan deficiencias tanto formales como substantivas o de fondo, que determinan el carácter de acto manifiestamente arbitrario y, por ende, inconstitucional que revistió el denominado “juicio político”. Una deficiencia substantiva vinculada con lo formal, es el hecho de que a Cámara de Senadores no tiene facultad para reglamentar, por sí sola, el juicio político (Art. 225 Cn.), aunque fuera únicamente en la parte del mismo que le concierne. En efecto, aunque así fuera, se está ante la reglamentación de un artículo constitucional, lo cual debe ser realizado por ley del Congreso. No existiendo esta ley, debió aplicarse la legislación vigente, en forma supletoria. Precisamente la reglamentación del juicio político en la forma que corresponde, es decir, por ley del Congreso, hará posible que en este punto exista seguridad jurídica para los eventuales afectados por el procedimiento. La relativa estabilidad de las normas que lo regulen, la objetividad de las mismas al ser dictadas sin tener enfrente a un afectado concreto, y su previsibilidad, eliminarán la posibilidad de que la Cámara de Senadores las establezca para cada caso particular, en una forma unilateral y caprichosa que ha alcanzado su expresión más patética, arbitraria, irracional y arrogante en el caso que nos ocupa. Igualmente de relevancia substantiva es el hecho de que en la presentación oral de los diputados que actuaron como fiscales acusadores, se afirmara que no se aportaban pruebas, por tratarse de hechos de pública notoriedad, o que se pretendiera darle el carácter de tales a meros recortes de diarios. Era necesario probar la vinculación directa del Presidente de la República con tales hechos, en forma particular y concreta. Una supuesta responsabilidad general y difusa derivada de su carácter de tal o de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, no era suficiente. En cuanto a deficiencias formales, se aprecia que el plazo para preparar la defensa fue indiscutiblemente exiguo. No se puede pretender que entre la notificación de la acusación (realizada en la tarde-noche del jueves 21) y las doce del mediodía del día siguiente, existiera suficiente tiempo. Esto afecta el adecuado ejercicio del derecho a la defensa en juicio, consagrado también para este tipo de procedimiento (cf. Art. 17, incisos 7 y 8). Lo apropiado o inapropiado de los plazos otorgados, debe ser apreciado comparándolos con otros juicios políticos y con los establecidos en el procedimiento de conocimiento sumario o en los procedimientos especiales. Llama la atención también que todas las acusaciones fueran presentadas como casos de mal desempeño de funciones y no como casos de comisión de hechos punibles que algunas de ellas hubieran constituido si fueran verdaderas. Tal vez Asimismo, el tiempo otorgado para presentar la defensa oral, fue exiguo. La limitación a dos horas, como máximo, constituye un desconocimiento de la garantía del debido proceso. Igualmente, el plazo previsto para preparar los alegatos y luego para presentarlos oralmente ante la Cámara de Senadores (treinta minutos), fue ínfimo hasta el punto de determinar la irrelevancia de esta etapa. Otra deficiencia de carácter substantivo lo constituyó el hecho de que la Cámara de Senadores, constituida en tribunal juzgador, no estudió (no hubo debate al respecto) lo alegado y probado por las partes, antes de pronunciarse acerca de la culpabilidad o inocencia del enjuiciado. La deficiencia substantiva o de fondo más importante fue que la sentencia condenatoria tomara como fundamentos las inconsistentes acusaciones formuladas por los fiscales acusadores, cuyas extremas limitaciones ya han sido apuntadas más arriba.[2] En consecuencia, la resolución de la Cámara de Senadores en virtud de la cual se declaró la culpabilidad del Presidente de la República, Fernando Lugo Méndez, y se lo separó del cargo, es un acto manifiestamente arbitrario y, por ende, inconstitucional. 3. Situación de Federico Franco Federico Franco asumió la presidencia de la República como resultado de un acto inconstitucional del Congreso (en particular, de la Cámara de Senadores). En consecuencia, Franco no tiene legitimidad de origen (en cuanto Presidente de la República) y, en la terminología constitucional (Art. 138 Cn.), es un usurpador de la titularidad del Poder Ejecutivo. Por tanto, contra su gobierno se puede ejercer el derecho de resistencia a la opresión en las dos formas previstas en la Ley Fundamental (cf. Art. 138 Cn.). [2] Votaron a favor de la sentencia de condena, los senadores del Partido Colorado-ANR, el Partido Liberal Radical Auténtico, el Partido UNACE, y el Partido Patria Querida, todos partidos conservadores de derecha, divergentes en lo ideológico con el Presidente Lugo. Votaron por la absolución: Luis Alberto Wagner, Carlos Filizzola, Sixto Pereira y Alberto Grillón. Son de destacar los votos de Desirée Masi, del PDP, en Diputados; y de Blas Llano, Efraín Alegre y Enzo Cardozo, en Senadores. Estos tres fueron ministros de F. Lugo y votaron por la condena. El último de ellos lo fue hasta el jueves 21, día en que renunció; el viernes 22 reasumió su banca en la Cámara de Senadores para votar en el sentido indicado. 11 Vamos errados en la consigna. La defensa no es a Lugo, se defiende la democracia Por Magali Casartelli El problema no es ni fue el “juicio político” pues es una figura válida y constitucional, el problema es cómo fue prostituido y, al hacerlo, se le despojó de sus dos atributos fundamentales: legalidad y legitimidad. A Lugo lo han destituido valiéndose de la manipulación de herramientas legales y constitucionales, y esto sienta precedentes para que en el futuro se mande al traste la voluntad popular. El debate entre el diputado Óscar Tuma y el abogado defensor de Lugo, Adolfo Ferreiro, un día antes del juicio, y el juicio mismo, fueron rotundos; la contundencia con que Ferreiro rebatió cada punto del “libelo acusatorio”, del torcido proceso, del tiempo otorgado para la preparación de la defensa y para la defensa misma, se impuso. (*) El vaticinio general no erró, el resultado estaba cantado, jamás importaron los argumentos ni la evidencia pública de cuán burdo puede ser un proceso. Con indignación, pero también con buena dosis de sabiduría, dijo un oyente radial en estos días: El voto no vale nada. Cómo se pedirá a la gente que no venda su voto si su voto no vale nada. Posturas de esta índole hicieron que los intereses que destituyeron a Lugo, pretendan instalar el mensaje de “luguistas” o “zurdos”. El asunto no es “defender a Lugo”, esta crisis va más allá de una persona, se defiende la democracia. Aclarar que no es Lugo es una cuestión estratégica para el objetivo y la responsabilidad que tenemos hacia esta democracia. Si se personaliza en él, quien cometió tantas pifiadas, se allana el camino al montón de gente que se abraza sin criterio al mensaje que difunden los medios que, en menor o mayor medida, apañan o desconocen el golpe. Los conceptos no están claros, es necesario que nos preguntemos ¿Qué es un golpe de estado, qué es lo legal, lo legítimo? Y ante la insistencia de que el Congreso usó herramientas constitucionales para separar del cargo a un presidente que se desempeñó mal en su función, es necesario volver a repreguntar ¿cómo fue el proceso? ¿Qué tal la función de quienes juzgaron? ¿Es posible manipular la ley? Y las respuestas deben buscarse con rigurosidad y ánimo de comprender a fondo, sino seguiremos tragando sin deglutir análisis amañados. Rigor y análisis profundo, inevitablemente llevan a comprender que este es un gobierno ilegal porque asumió manipulando herramientas constitucionales y, además, ilegítimo que al fin de cuentas es lo que más pesa. (*) Las 4 partes del debate Parte 1 http://www.youtube.com/watch?v=TaOBx9kEsbk&feature=relmfu Parte 2 http://www.youtube.com/watch?v=Pn3ScEcTyWM&feature=relmfu Parte 3 http://www.youtube.com/watch?v=NZpG0u0M4Sg&feature=relmfu Parte 4 http://www.youtube.com/watch?v=q5YLN-SIu7I&feature=relmfu 12 Movilizaciones en todo el país y la respuesta temporal del gobierno golpista Por Abel Irala y Vidal Acevedo Las movilizaciones y protestas contra el gobierno ilegítimo de Federico Franco han cobrado fuerza en todo el mundo, en países vecinos como Uruguay, Brasil y Argentina se dieron las principales concentraciones de protesta, también se han manifestado en países Europeos como en España, Francia, Suecia. No sólo paraguayos y paraguayas se movilizan sino de personas de distintas nacionalidades que repudian el actuar dictatorial de Congreso Paraguayo. En Paraguay las fuerzas sociales urbanas y campesinas también se mantienen movilizadas a una semana del golpe parlamentario; el inicio de las movilizaciones tuvo lugar frente a la TV Pública, cuando todos/as estábamos bastante desanimados/as y sin mucha fuerza apareció el “micrófono abierto” como un bastión de resistencia, defendiendo el legitimo derecho a la libertad de expresión y defensa de la democracia. Además sirvió como espacio de catarsis, pero esta fue dando un giro hacia las movilizaciones permanentes, generando un hecho político donde la ciudadanía convirtió esa resistencia en manifestación multicolor de muchos sectores. Por otro lado, los medios de comunicación masiva no daban noticias de lo que estaba pasando frente a la Tv Pública. De ahí la importancia de los comunicadores/as alternativos que se encargaron de comunicar a los medios de países vecinos que ocurrió un golpe de estado por parlamentarios y que no todo está bien y en calma, como quieren hacer creer los medios corporativos de comunicación. La resistencia frente a la Tv Pública es pacífica, no violenta y, sobre todo, es por la defensa de la DEMOCRACIA. En las ciudades fronterizas con Brasil y Argentina, Ciudad del Este y Encarnación respectivamente, también se han registrado importantes acciones de protesta, como las más resaltantes podríamos mencionar el corte intermitente de los puentes internacionales que unen estas ciudades con los países vecinos. En otros departamentos las movilizaciones de las organizaciones campesinas también denuncian y desconocen al gobierno de Franco. En los departamentos de Caazapá, Caaguazú, Misiones, San Pedro, Alto Paraná y Concepción se mantienen varios días de protestas y cortes intermitentes de las principales rutas del país, los últimos reportes mencionan que más de dos mil campesinos realizan movilizaciones en la zona de Pirapey y en Ciudad del Este. Al momento en que escribimos este artículo se realiza un nuevo corte del Puente de la Amistad con miles de manifestantes en coordinación con organizaciones sociales del Brasil que activamente se acoplan a la medida de fuerza. 13 ¿Cómo responde el nuevo gobierno? Ante las diversas manifestaciones populares en contra del actual gobierno liberal la estrategia parece ser esperar el desgaste de las movilizaciones y apostar a que las mismas se vayan debilitando. Los medios de comunicación empresariales informan poco o nada del descontento popular, en el ámbito mediático las movilizaciones totalmente minimizadas. Sin embargo, podríamos decir que la estrategia gubernamental en contra de las manifestaciones está entrando en una segunda fase, esta consiste en descabezar al movimiento popular a través de la detención y apresamiento de dirigentes. Ante esta afirmación mencionamos que ayer, jueves 28, fueron apresados Eulalio López, dirigente campesino de la Liga Nacional de Carperos en el Departamento de San Pedro y en Asunción el dirigente Sin Techo Gilberto Cáceres. Esta medida represiva se irá extendiendo a otros dirigentes de diferentes organizaciones sociales y populares si no se logra cortar a tiempo, la disputa de los apresamientos en realidad no se encuentra ahora en un plano jurídico, sino en un plano político y tiene que formar parte de la resistencia del pueblo. En la medida en que las movilizaciones vayan perdiendo fuerza, la persecución contra los sectores populares irá recrudeciéndose, es fundamental mantener las manifestaciones para evitar una arremetida aún más brutal. El gobierno acude a este tipo de medidas ya que en estos momentos no le conviene la represión directa ni la dispersión de las movilizaciones por la fuerza; no sería una acción prudente tener un enfrentamiento directo con las fuerzas populares por lo que opta por un trabajo de amedrentamiento mediante apresamientos selectivos y así instalar miedo y debilitar las resistencias en el país. Si el gobierno logra desactivar las movilizaciones entrará en una siguiente fase mucho más violenta y represiva para el movimiento popular utilizando a la fiscalía, el Ministerio Público y la Policía Nacional, para seguir imputando y deteniendo a luchadores sociales, se reavivará la excusa de la Lucha contra el EPP para perseguir y criminalizar a organizaciones, comunidades indígenas y campesinas, paralelamente se utilizarán otras estrategias pacíficas de desactivación de las protestas y movilizaciones apelando a los programas sociales de transferencias monetarias condicionadas para incidir y controlar a una buena parte de la población y debilitar la organización. 14 Desobediencia civil ¿qué es? ¿Amerita en este contexto? Vidal Acevedo del Servicio de Paz y Justicia responde algunas consultas y deja en claro que la desobediencia a leyes injustas es un deber de todo ciudadano/a y es una forma democrática de resistencia. ¿Qué es la desobediencia civil? Nos podemos remitir a la explicación que da Norberto Bobbio. Él dice que es una forma particular de desobediencia llevada a cabo con la finalidad inmediata de mostrar públicamente la injusticia de la ley y la finalidad mediata de inducir al legislador a cambiarla. En síntesis, es entendida como un acto público, no violento, consciente y político, que busca un cambio en la ley o en los programas de gobierno. ¿La desobediencia civil está en contradicción con el deber de cumplir la ley? Por un lado existe un deber ético de obedecer al derecho pero por otro lado existen buenas razones morales para desobedecerlo. El deber de obediencia al derecho no es absoluto y puede ser dejado de lado por puntos de vista superiores u obligaciones morales más importantes. La desobediencia civil es un concepto que, tal vez por desconocimiento, está mal visto por sectores que lo consideran un “desacato” a lo legal, ¿cómo revertir esa mirada? En esto días aciagos para nuestro país y la Democracia, más que nunca se han pronunciado varias palabras que pocas veces son utilizadas, resistencia, acciones directas noviolentas y, entre otras, la desobediencia civil. Debemos recordar que hace tiempo existen desobedientes a la ley, uno de ellos son los objetores de conciencia al 15 servicio militar obligatorio y mucho antes, “en la guerra del Chaco, hubo iniciativas antimilitaristas, entre las que se pueden mencionar la de los “antiguerreros” cuyas estrategias consistían en la no colaboración y deserción de los ejércitos, tanto de Bolivia y Paraguay, al entender que esa guerra, respondía a intereses políticos y comerciales de grandes multinacionales petroleras” 1. Así mismo los campesinos, desde hace mucho tiempo desobedecen la ley, para muchos/as la más sagrada de todas: la de la propiedad privada. Utilizan como método la ocupación, esta acción es pública, las organizaciones campesinas dan a conocer la acción y generalmente antes de entrar al terreno se hacen campamentos frente al lugar a ocupar. Lógicamente esta acción es pacífica y también de resistencia, aunque ha costado más de un centenar de muertes en la lucha por el legítimo derecho a la tierra. La desobediencia a leyes injustas es un deber de todo ciudadano/a y es una forma democrática de resistencia. En el contexto actual del Paraguay, en que mucha gente cree que hubo un golpe de Estado parlamentario y decide no asumir como legítimo el gobierno actual, cuál es tu opinión respecto a la práctica de la desobediencia civil. Que hoy más que nunca, todos/as somos objetores de conciencia a este golpe de estado parlamentarios y quienes estamos resistiendo y desconociendo a este gobierno - fraudulento e impuesto por los grandes intereses económicos transnacionales y un poder legislativo que solo obedece a estos intereses- somos desobedientes civiles y estamos resistiendo con marchas pacíficas y otros tipos de estrategias y acciones ciudadanas a esta imposición por parte de legisladores que muy poco de autoridad moral tienen. No reconocer a este gobierno ya es una práctica de desobediencia civil, también debemos practicar otros tipos de acciones No-violentas, como la No colaboración, escraches públicos a legisladores golpistas, boicots etc. Por ejemplo, no comprando en sus supermercados o no comprando gasoil de sus estaciones de servicios. Aunque es difícil señalar la distinción entre la desobediencia civil y la objeción de conciencia, podemos encontrar algunos elementos que nos permitirán distinguirlas entre sí. La desobediencia civil es de carácter público por su propia naturaleza, mientras que la objeción de conciencia se mantiene en la esfera privada e individual. La desobediencia civil protesta contra cierta normatividad jurídica con el fin de lograr una modificación de ella porque se considera injusta, inmoral e ilegal. La objeción de conciencia respeta la ley, pero no se somete a ella porque atenta contra su conciencia. 1 Rois Juan Carlos, Valiente Hugo, Yuste Juan Carlos. La objeción de conciencia al servicio militar; régimen constitucional, Serpaj-Py, año 1996 Tte. Prieto 354 e/ Tte. Rodi y Dr. Facundo Insfrán. Asunción - Paraguay Tel.: + 595 21 481333 [email protected] Serpaj - Py 16 @serpaj_py