Salamanca 23 de Marzo de 1903 A&oXXXI üúm. 2 D E m .jm mmm mmmtmm Revista deosnal pedagógica y adminisirativa del ramo, árgano de la asociación de esta provincia oonstantemonte consagrada á defender los intereses de los maestros y de las escuelas PEBM1ADO GOH DIPLOMA DE i* GLASE EH LA EXPOSiCIOH ESCOLAR DE TALLADOLSED1894 Se publica ios días 5,15 y 25 de cada mis PUNTOSDE3 U S C R I P C I Ó N • a l a . \ d m i n i s t r a c i ó u , i m p r « i i t £ d e este poríódicoy oaáa de los s e ñ o r e s Delegados d é l a H a b i l i t a c i ó n d e primera e n s e ñ a n z a de asta provincia, Dirección y Admon.: Dr. Riesco 25 T E L É F O N O N Ü M . 26, donde d e b e r á n hacerse los p a g o s i i r e c t o s y todas las r e c l a m a c i o n e ? . El Asilo de Mwfanos de! iagistsm Ha mucho tiempo que, como á todos ios que de amantes de los Maestros se precien, á n o s otros nos ha interesado é interesará el importante asunto para nuestros queridos c o m p a ñ e ros que e n t r a ñ a el epígrafe con que encabezamos estas l í n e a s . No echamos en olvido, ni mucho menos la realización de pensamiento tan salvador y plausible, y en prueba de ello, vamos á dedicar gastosos las columnas necesarias de nuestro BOLETÍN á dar á conocer, como la ha hecho otro colega del ramo, las atinadas bases presentadas al Congreso pedagógico de 1892 por nuestro respetable y querido amigo, Uon Luis Rodríguez Miguel, ilustrado Catedrático d é nuestra Universidad y una de las personas que en nuestro país acostumbra á ocuparse, con mejor sentido, de las cuestiones que pueden interesar al Profesorado español. • E estudio meditado y minucioso, y por mas de un concepto digno de aplauso del señor R o dríguez Miguel, es como sigue: B A S E S presentadas al Congreso Hispano^Portugués^ Americano para la Unión del Profesorado Sspañol^ con el fin primordial de crear Colegios de Huérfanos» »Kj willfc f-yj y oii4wd<»»i»~i«iU* .Vi <iip ?>);.rr.'.'fí sol Precedieron á estas bases un pequeño diseur0 saludando al Congreso, ensalzando el hermoso PRECIOS D E SUSCRIPCIÓN En la P e n í n s u l a é i s l á s adyacentes, po? semestre, 2 pesetas y s c é n t i m o s . Por un año, 5 pesetas 50 c é n t i m o s . Ultramar, por imano, 8 pesetas. espectáculo que ofrecía la reunión de tantos hombres notables españoles y extranjeros,, pidiendo que se terminaran las tareas con la creación de Colegios de Huérfanos, siguiendo el ejemplo que con estrecha unión y decidido propósito nos han dado las clases militares en sus diferentes institutos, tanto más necesaria entre los que se dedican á la enseñanza, porque no cuentan con la protección oficial que se dispensa á los militares, no tienen derechos pasivos, y carece del espíritu de clase que tantos vínculos crea ea el porvenir de las familias. Se hacía ligeia enumeración d é l a s dificultades inherentes á toda empresa, enumerando, entre otras, la apatía de nuestro carácter, la inesperiencia de los grandes provechos de la asociación; recomendando para resolverlas, tener fe en la idea, dar eso elocuente ejemplo á ¡España de lo que valen, son y pueden, á los que se tiene olvidados, sin la estimación, protección é importancia que merecen; siendo preciso romper con la rutinaria y v u l gar tradición de pedirlo todo y esperarlo todo de los gobiernos, aconsejando en estaocasión, se prescinda por completo de 1^ intorvención oficial y de la colectiva de los partidos y hombres políticos, con otras consideraciones que del momento se le ocurrieron al autor de la proposición, siendo las principales las que quedan en sustancia referidas. IB . A . S E S 4." Se establece una Asociación de todas las personas dedicadas á la enseñanza en sus diferentes grados. 2. ' Esta Asociación se colocará dentro dé las leyes con el fin de que tenga los derechos y deberes jurídicos que los vigentes códigos determinen. 3, * Podrán formar parte de esta Asociación: ti Los maestros de primera enseñanza. 63 BOLETIN D E P R I M E R A ENSEÑANZA entusiasmo que nuestra unión sea elocuente ejetn. pío de lo que enseñamos; llegando al verdadero patronato del extraviado, del desgraciado que se haya apartado de la senda del bien, faltando á su¡ deberes, recostituyéndole moralmente, salvándole de las garras del usurero, apartándole del abismo de su deshonra; alentando al que trabaja y n© tiene medios de llegar á la publicidad de sus trabajos, estimulando en congresos y asambleas las iniciativas provechosas, y por lo pronto, llevando un infinito consuelo al padre de familia que con mezquinos medios fie subsistencia, ve negrísimo el porvenir de sus hijos, horrorizándole el desamparo y miseria en que quedarían el día que los deje solos en este pais tan poco apreciador de los m é ritos y misión de los encargados de suministrar e! pan cuotidiano del espíritu que rediiri« á los pueblos de ¡a esclavitud y la miseria. Para estos fines, se establece en la primera base una asociación tan amolla que quepan deatm de ella desde el maestro rural de la más miserable aldea, hasta el catedrático de la central, en disposición de llegar á los uiás elevados puestos. La asociación parcial de uno solo de los elementos que componen el organismo de la enesfiaoza, será provechosít, pero no responderá á los altos fines á que debe aspirarse; uniéndose más que con el vínculo rn íteriiil, con el moral é intelectual, que no pueda lograrse ínterin no sé diversifiquen para el progreso, las diferentes partes del todo que trata de formarse. Hay que acabar con la rutina que supone roto el hilo de la educación al pasar de unos gra901) Madrid 12 de Octubre de 4 892. dos á otros. Si el maesiru educa y enseña bien, el Luis RODRÍGUEZ MIGUEL. catedrático de instituto tiene andado la mjtad del isfili bOíl O U í camino, y el de Universidad ó escuela especia!, las bases para la altura é intensidad con que deba exponer los conocimientos. Sin esa unión material prosentada por el autor de las Bases y Proposición de los asociados para lili fin cualquiera, no se vepara la Asociación de! Profesorado y establecirá, no se tocará de cerca la necesidad de esa unid». miento de Colegios de Huérfanos. moral é intelectual de todo el magisterio, j ,0119 r>i) r u b í n q no '(. ,üidi*u.-M.| y 'lub.-.vlsg üfiJ I. i -fioon gftuisukrj éítd •etM>\iiii# i m i ' m b •> aom«* La falta de vínculos tanlo intelectuales como morales, han hecho que en España el profesorado Careciendo en España, como carecemos, de carezca de ese espíritu de clase que tanto contrileyes protectoras que amparen y defiendan la asobuye á la mejora, poder é influencia de todo orgaciación, es preciso colocarse dentro de las leyes nismo social; vivimos los que nos dedicamos á la que rigen para las sociedades libres., comerciales, enseñanza en el más perfecto aislamiento, particide s^gur^s, de ferrocarriles, minas, empresas, pando de la vulgar preocupación de pedirlo todo y etc'' §8ni^lu 9 ^e adquirir los derechos jurídicos esperarlo todo de los poderes públicos, llegando que amparen y d e f i « n d a d | ¿ «ida y pongan á cuá la insensatez de creer que no es viable ninguna bierto la integridad de sus fondos, llegando íiast* institución, si la iniciativa de su creación, su estael menor detalle para la independecia de la Socieblecimiento y desarrollo, no aparece en la Gaceta dad, y pl-eveer todos los casos en que quede á saly está calcada en los moldes viejos y defectuosos vo de toda'intervención de los poderes públicos sil con que los Gobiernos achican y desnaturalizan régimen yhadáiinistración, no olvidando tampoco cualquier iniciativa útil ó pensamiento elevado. E l Jas responsabilidades que debea exijirse á los qt** Profesorado no puede, ni debe hacerse cómplice ; manejen fondos ó tengan facultades para su inverde tan errada opinión, sopeña de confesar carecer - s'l^nP *,? i i £ r r de la altura suficiente para desempeñar su misión; Do'orosa experiencia ha demostrado que 1'* las grandes ideas que han trasformado las socieda- - que se fía. á la movible y .veleidosa dirección de des partieron siempre de los intelectuales, como gobiernos, está destinado á Contar pocos días ahora se dice; si hasta este momento no se han envida, de aquí que se recomiende muy encarecidasayado los poderosos efectos de la Asociación, á mente prescindir de la intervención de los Minis ios maestros de la juventud, á los educadores de tros y funcionarios públicos, en el sentido de qo* los hombres del porvenir corresponde la iniciatila asociación tenga carácter oficial, sin negar qu» va, nunca mejor empleada; unirse con tan estrelos auxilios que presten el gobierno v los altos pochos vínculos intelectuales, morales y materiales deres, del Estado, han de ser auxiliar poderosa que formemos un cuerpo homogéneo, cou tal fe y ( para la vida y prosperidad de U Asociación. II. Los profesores de las Escuelas Normales. III. Los catedráticos de Instituto. IV. Los de las Uaiversidades. V. Los profesores de las escuelas especiales y establecimientos de enseñanza oficial, cuyo profesorado tenga el carácter de permanente. VI. Los que se dediquen á la enseñanza en establecitnlento público ó ejerzan privadamente su magisterio. 4. a E l fin primordial de esta asociación por ahora, será la creación y sostenimiento de Colegios de huérfanos para sus asociados. 5. a El régimen de esta asociación así como la administración y gobierno de los colegios que se creen, será independiente de la acción oficial y se regirá por reglamentos propios. ti." Con el título de Protectores y Bienhechores, figurarán en la Sociedad y entre los que contribuyan al sostenimiento de los Colegios: S. M . el R«;y, la Reina Regente y personas reales, el Ministro de Fomento, Director de Instrucción pública, y todas las personas que por sus donativos o servicios á la instrucción quieraa figurar con esos títuios. 7.a Para la ejecución de estas bases y su dosarrollo, se nombrará por !a Asamblea del Congreso Pedagógico, una comisión en la que estén representadas todas las clases de profesorado, con la obligación de constituir la sociedad y colegios de Huérfanos en el improrrogable plazo de tres meses, BOLETÍN D E P R I M E R A Tiimbién debe estudiarse y meditarse muy sernmcnle la forma de regirse la sociedad, sin atenvl preocuparse en lo más mínimo de (as corrientes de la oponión en materia de gobierno, «unido como somos los españoles poco dados á lo i,('áctico, aquí debemos exrepcioiiar nuestro ca-:: ráctt'r, lie^a'ndb hasta los más insignllícantes d e - ' talles etí materia de elección de cargos y renova ción de los mismos. III ni a* Expuesto en nuestro preámbulo el principio f.spual que iniorman las bases, y repetido ya al trillar de la primera en esta Memoria, muy pocas son las razones que debemos alegar para gustificar las seis clases de socios que enumeramos pueden formarla Asociación del FrofeseradoEspañol, s c ú n se pide en la base 3.a Queda dicbo que sepe'isigue un fia altamenle sociológico, un nexo morai que vivifique la raquítica vida de aislamien• to en que viven las cbses del Magisterio, no existiendo razón ninguna que se oponga á la asociación de todos los que se dedican á la enseñanza, siendo así que no existe hasta ahora, ni sombra (íe institución alguna del Magisterio que con unos ú otros ünes existiera anteriormente y cuyos derechos se lesionaran por lo que ahora se intenta esl; blecer. Siendo esto así con las prudentes limitaciones que deben hacerse constar en el reglamento ó:reglamentos, no hallamos ni se nos alcaaia excepción alguna que pueda ¡nvocs-rse para excluir de la Asociación las seis clases que enume'itfUaqfe ui-JvAiyit.-úi al; itii i. JWUi V Ihiiitn t - v " En los tiempos que vivimos, tres son los grandes resortes que dan viria á un organismo: el uúinero de los individuos que le forman; sus medios económicos; y su organización. Si así es, forzoso será reconocer que los dos primeros se logran más fácilmente con la amplitud de; base para.qutí haya muchos asociados, y lo último, se logrará decididatnemte por la cooperación de poderosas inteligencias. . - ¡ c r s MÍ-.,. 01.1 .idRr...fi?í!tb«.ni.ü4« • • ' ' i *i« ¿¿.a fcftttáé&'H» • - -••••.•ai; (d tífcíM* OM óipa Si por fortuna para el Profesorado y aun para España, lográramos unirnos, solo por el momento para la creación y sostenimiento de Colegios d,e Huérfanos, ciertamente que la fecha del Congreso sería memorabie. No se concibe sin apreciar el estado social de la peníosula, teniendo en cuenta el número de analfabetos que en ella existen, cuenc o ios institutos del ejercito con cuatro colegios Par huérfanos, y queden en la indigencia, en el arroyo, y sin otros auxiios que la miseria y la mendicidad, ios hijos de los que constituyen el ejercito más aguerido y valiente que pelea sin cesar contra la ignorancia, enemigo más formidable que ^dos los qe han reñido batalla desde que la h u manidad existe. Merced á ese enemigo, precisamen|e. se mantienen los ejércitos, que vivirán a n i q u í ando las naciones, mientras los maestro no descerren la ignorancia y venga el equilibrio moral de os pueblos, en el que no serán posibles otras arijas que Us de la razón. ¡Triste realidad! mientras Ministerio de Guerra se alza orgulloso con su stensión y suntuosidad, enfrente del otro edifi0 que representa el poder del dinero, el Banco de ENSEÑANZA España, el Ministerio de Fomento so alberga en ruinoso caserón que, como albergue de lo que no tiene importancia, se reservó el Estado en el Convento de la Merced (1). Si los maestros y los catedráticos no son menos en n ú m e r o que los militares, ¿por qué no tienen colegios de huertanos? Esta preganta nos llevaría muy lejos, para darla cumplida contestación, basta saber que faltó al profesorado el espíritu de que clase sedesborda y manifiesta en los militares en toda ocasión y momento; no tiene el m .gisterio los prestigios y valimento en el país que iogra el militar, y además sin derechos pasivos la mayar parte, con mezquinas retribuciones, vive anonadado y empequeñecido en su escasez, sin que tenga alientos ni medios para abrirse paso ante la torcida opinión que supone de más necesidad á ia nación el cuartel que ia escuela. El día que se rectifique esa opinión, aprendiendo el elocuente bjétriplo de los Estados Unidos y de Alemania, donde primero se hicieron trabajadores, activos, instruidos y ricos, alcanzando después poder con su ejército y su marina, que se forman, no en las Academias militares, sino en la escuela, en e! taller, en la Universidad. Resuíta que la mayor dificultad para asociarse y crear colegios de Huérfanos, es el concepto de nuestra propiapequeñéz, y casi resulta cierto cuando se considera que existiendo en España escuejlas dotadas con 4 50, 200, 225 pesetas, cuariilo se pagan, se venga á pedir, á los continuamente agobiados por las necesidades de la existencia, en l u cha perpetua, tengan ánimo para pensar en el porvenir de sus hijos; de la condición en que viven, á la de jornalero ó mendigo no queda más que úu paso. Ademas es muy cruel pensar que á esos maestros no puede pedirse ni un solo céntimo, como lo es también el no redimirles de esa esclavitud en que viven, dándole el consuelo de que sus h i jos podrán alcanzar otra vida mejor suavizanuj las amarguras de su espíritu con el báls-'.mo que cura la herida abierta por la presión continua del negro porvenir de esos pedazos de su corazón, mal alimentados y vestidos cuando vivo el padre, y hambrientos y desnudos cuando se quedan huérfanos. No es capricho el pintar con tan negros colores la situación de esos maestros, es la realidad que puede comprobarse á poca costa. Hacer el bien á todos, supliendo aquello de que carecen unos, con lo que sin gran perjuicio pueden soportar otros, debe ser el principio que informe ¡a creación.de los colegios, dejando al r e glamento determinar la cantidad poca ó ninguna, con que deben contribuir ciertos maestros y los derechos que deben concedérseles respecto á la educación y aspiraciones de sus hijos. E-<te a l truismo, no ;es filantropía de baja ley, sino oro contrastado, que puede pasar como moneda legítima de la caridad. No queremos dejar sin tratar una cuestión que será una de las más difíciles de resolver, t r a t á n d o (r) C u a n d o se e s c r i b i ó esta M e m o r i a en 1892, a s í s u c e d i » hoy por fortuna, tiene la mitad de um suntuoso edificio que primitivamente se c o n s t r u y ó para Ministerio de Fomento y se dest i n ó d e s p u é s á los de Obras P ú b l i c a s , Agricultura é I n s t r u c c i ó n P ú b l i c a y Bellas A r t e s . 64 BOLETÍN D E PRIMERA. se de los colegios de Huérfanos, suscitando diticultades por la falsa orerincia que algunos tienen de ser la población favorecida con esta clase de establecimientos la que obtiene mayor n ú m e r o de ventajas. Nos referimos al editicio ó edilicios y población donde hayan de instalarse estos colegios. E a primer lugar debea ser dos los colegios: uno de niñas y otro de niños, debiendo añadir que, si fuera posible, estuvieran eu distinta población ó provincia. Los tibios, los pesimistas y los que en todo ven dificultades enormes, creerán lo dicho un disparate, añadiendo: «¡gracias que se encuentre; un editicio, cuanto más d:>s\» A. pesar de esto insistimos en lo propuesto. Las provincias desean adquirir importancia, restando algo de la absorbente centralización, y es seguro que liabrá m á s diticultad en elegir, sin herir sasceptibilula les ó celos de la patria chica, que la falta de oferta, en e! monaeato que se hag<t público ei deseo de no acudir á Madrid, ni á las g r a d e s capitales. Nuestra aspiración ssría en este puntu tan ámplia, que no dos colegios, uno de niños y otro de niñas en dis tintos puntos, sino uno de cada clase en cada región de España, tanto por las dificultades de a c l i matación, como por satisfacer los deseos de las l o calidades y provinciaSj así habría menos internos, obviando ios inconvenientes que lleva consigo para el régimen y disciplina un internado demasiado numeroso. í aquí debemos exponer una o p i nión que quizá se distancie consiilerabiemsíite de la que profesen la generalidad de los congresistas, pues entendemos que no deben esiaulecerse esos colegios en grandes poblaciones, sino en poblaciones rurales, en sitios donde la campiña se preste á que lus niños adquieran la robustez, energías y salud que presta un aire puío y el ejercicio al aire libre, que la mayor pane de los niños acostumbrados á la vida rural, echarían muy de menos, sentando mejor á los acostumbrados á la vida de las ciudades, el aire puro y la vida del campo, modificando favorablemente su organismo. Hoy que se lamenta la degeneración de la raza, antes que los discutibles beneficios de una gran población, están la higiene y la salud; la vida del campo, los espectáculos de la naturaleza, vivifican el ánimo que decae y se afemina con ias concupiscencias que despiertan ciertas costumbres, el lujo y la molicie; Siendo misión civilizadora engendrar aficiones á la agricultura, y en lugar mo lesto y apartado del bullicio de las grandes ciudades, son más fáciles de crear. El gobierno, las provincias, los municipios y los particulares, es casi seguro ofrecerán edificios ó terrenos en condiciones para establecer los Colegios. ¿Han de faltar para los maestros lo que el Estado, un generoso magnate y varias provincias, ofrecen á cada paso á los militares? No es de creer, pero aunque así fuera, confiando en dias mejores para la Patria, que lo serán también para la enseñanza, existen otros medios para que no se dilate la constitución de la Asociación, como son el p a tronato directo al huérfano, ejercido de diversas maneras, bien confiando al huerfanito á pariente, qae de él se hicieran cargo mediante un auxilios pensionando á los impedidos que no puedan ingresar ea los colegios sostenidos por el Estado de sor- ENSEÑANZA dosr-mudos y ciegos, el ingreso de los completa mente desamparados con, ó «in remuneración en los colegios de instituciones 4 sostenidos por lo particulares. En una palabra, lo urgente es cons tituir la Asociación, contar con fondos, después como lógica consecuencia, vendrán resueltas Ug que ahora se creen insuperables ddícutades; pensar en que surjan como obra de magia esos'colegios es sueño de calenturiento; esos colegios fundados y sostenidos pur el profesorado, no aeoen parecerse á los establecimientos de beneficímcia pública, amontonando niños en lugares sin condicioiles, deficientes en su org&niisación, por ello muchas veces semillero de malas pasiones, donde se fomenta U vagancia; nosotros estamos obligados á montar esos colegios con todos los adelantos que la higiene y la pedagogía reclaman, si jndo verdaderos modelos en todos sentidos. Se dirá que por ese camino tarde ú nunca se llegará á con!tar con esos coiegios; preferible es, á rumiarlos mal, pero no porque no se tengan esos colegios, entendemos que debe dejarse continúe el estado actual de tantos infelices sumidos en la más espantosa miseria por su orfandad, cootando con la fe, el entusiasmo con que debe suponerse á los que por su ministerio y sus conocimientos, constituyen el núcleo principal de la clase ilustrada del país; si con decisión se acomete la empresa, DO han de faltarle el apoyo de las demás clases sociales. Reásumiendo esta base, desde el día que se constituya \SL Asociación del Profesorado, ]os huérfanos en una ú otra torma, deben contal' con el apoyo moral y material de los asociados, s'rti cejar un momento en la empresa de obtener edificios para establecer dos colegios en buenás condiciones. ^oL'n'rCi ' V . • : ' ' V V ! ^yl^'.i^wSí fN0 por espíritu de odio creemosíque la administración y régimen de la Asociación del Profesorado y la de sus Go egios, debe tener vida independiente de la administración pública; algunas razones quedan apuntadas ya, debiendo añadir ahora, que solo en el caso de establecerse en España un M i nisterio de i n s t r u c c i ó n Pública (1), ideal que se persigue hace mucho tiempo, figurando entre las cuestiones que se han tratado y propone como conclusiones este Congreso, en cuyo ministerio todos los servicios, estuvieran á cargo de é m p i dos técnicos, habría metivos para desear y i>edir la intervención oficial, pero esto, como hoy por hoy no sucede, hay que evitar que la burocracia diticulte con sus laberínticos rodeos el bb'8 ejercicio de nuestra actividad, y sobre todo, q1"5 en lo referente á los colegios v patronato de huérfanos, impere la recomendación, el caciquismo 1 los males que en la actual organización admi""4trativa impera. ¡Buena la haríamos si nos cave'* un delegado regio ó se entrometiera laad(nin|S.' tración central en el nombramiento de cargos, o ' ' rección y empleados de los colegios! Nosotros penetrados de las razones de in iependeocia, «•* í *1 (i) H o y h a llegado ese caso, pero aun asi como no se cumplido las d e m á s condiciones, insistimos ea la comple" epen eacia. , «»' BQLE1IN DE PRIMERA j u n t a m o s al pfirseguir ft'ste ideal, que por cosi„«fhrfi fuerza tiene. tumbre tradicional traaiciuuai tanta lauta lucida ucuo. ¿Será [posible en España fundar una Asociación sin fines p o líticos ó religiosos, tan independiente y libre? S i L quiere, sí; acojámonos á las leyes, no persigamos otros fines que los que caen de lleno dentro de nuestra misión, aspiremos á regenerar la clase, regenerando los vínculos morales; demos pruebas í ^ q u e reconociendo los males que nos afligen, somos los primeros en aplicarles el remedio, y de seguro llegaremos más lejos de lo que el m á s o p timista pudiera apetecer. Cuando la sociedad nos vea caminar con decisión, cumplir con seriedad y honradez lo que nos proponemos, cuando esa sociedad vea que le devolvemos en los huérfanos, ciudadanos sanos de alma y cuerpo, instruidos y laboriosos, no podrá menos de admirarnos primero, de imitarnos después, y devolvernos la estimación y prestigios que hoy nos escatima porque nos considera sin energías, formando parte del lasti> moso coro de plañideras que lamentan los males sin oponerles el oportuno remedio; no se olvide que el ejemplo ha sido la suprema ratio de todos los argumentos. Volviendo la vista á la realidad preguntaremos, ¿se pondrán obstáculos por alguien á la Asociación de todos los que se dedican á l a enseñanza, temiendo que algún día constituya una fuerza que rechace las imposiciones y arbitrarios desmanes, con que se viene tratando á los maestros y á la enseñanza? Será posible, es lo probable; ú n i c a m e n te convencidos de que es indispensable asociarnos, por lo menos, para socorrer á los indigentes huérfanos, arrollaremos á los encubiertos y solapados enemigos, viendo entonces si esas palabras tan halagadoras que á diario salen de las asambleas políticas, de los ateneos y llenan las c o l u m nas de los periódicos, son algo sustancial que se traducán en hechos, pues en ese caso el Profesorado encontrará para los huérfanos apoyo en las Cámaras; en los ateneos, paladines de nuestra causa; y en la prensa de todos los matices, el vín culo de propaganda que mantenga vivo e! fuego del entusiasmo. ¿Corresponderán todos los que á la enseñanza se dedican á este llamamiento? Sin ilusiones de ningún genero puede asegurarse que no h^brá unanimidad, ni siquiera mayorta absoluta. Hace falta mucha vocación profesional para interesarse por estas cosas, y no estamos pletóricos de altruismo Desde luego venolrán los menos favorecidos por la fortuna los primeros, seguirán los que previsores quieran asegurar el porvenir, y se retraerán los más descontiados, entendiendo que ahora, y para os maestros, no llegará ía hora de la excepción de la regla general de lo ocurrido con tantas otras asociaciones creadas en España, que debido á d i sientes causas, todas ellas por nuestra viciosa organización social, han muerto de muerte natural ó violenta. Nosotros excitamos á todos los que estén c o n vencidos de los poderosos efectos de la asociación, a que sin temor ni perjuicios se asocien; pocos ó ®u<mos, si la vida social se realiza en buenas condiciones, Tendrán á ella los que recelosos ó indifeentes no fueron los primeros en suscribirse tanto mas que en la forma que proponemos todos los asolados han de tomar parte activa en la administra- ENSEÑANZA 65 ción, régimen y gobierno de la Asociación y de los Colegios. VI La base de que nos vamos á ocupar, constituye el a, b, c, de toda asociación benéfica, con aspiraciones más ó menos útiles á la sociedad civil. La Asociación de los profesores españoles, contará con seguridad, con Prolectores que, en cuantas ocasiones se acuda á ellos, se prestarán gustosos á facilitar el camino que se intenta seguir; estos proctectores nacerán tanto de los hombres ilustrados como de esas otras personas cuya fortuna sa hizo en la ignorancia lamentando la desdicha de carecer de ilustración. De otro orden, debe contarse como Protectores en primer término, á S. M . el Rey, que como niño > huérfano, debe ser su m á s legitimo protector; la Nación le amparó en sus derechos y él seguramente no escatimará su óbolo á la empresa de amparar, recocer, educar y preparar para las luchas de la vida á tanto huérfano que de otro modo quizá no fueran hombres útiles para la patria; su augusta madre la Reina Regente después, en cuyo corazón repercutirán con fuerza los ecos lastimeros de tantos huérfanos. Agregándose toda la familia real española resida ó nó en España. Los ministros de Fomento, Directores de I n s trucción Pública, deben figurar entre los protectores, por su cargo, y p rsonalmente; siendo una de las primeras gestiones que deben practicarse la de obtener una subvención anual del presupuesto del Ministerio de Instrucción pública. El Banco de España, instituciones de otro orden, pueden y deben figurar como protectores permanentes; recibiendo ese título otras personas que por servicios eminentes á la institución, se les otorguen por voto u n á n i m e . Bienhechores podrán ser tantos como personas alleguen medios para asegurar la existencia de los colegios ó auxilios á los huérfanos. Si ahora son escasas las donaciones, las mandas y legados testamentarios para fomentar la iostrucción, es sin duda porque todavía no se ha comprendido que esos servicios prestados á la causa de la instrucción pública, son fuente inagotable de riqueza permanente, que aumenta sin alterar el bienestar de los individuos, y quizá también, por el recelo de que, lo absorbente de la administración pública, desnaturalice esos legados v donaciones; descon^ fianza que desaparecerá el día que se tenga la absoluta confianza de que los bienes legados en favor de los huérfanos del magisterio, se emplean exclusivamente en el fin á que se destinan; debiendo intentarse que sean libres de todo impuesto los legados y herencias para de los huérfanos del p r o fesorado. No de otro modo los favorecidos por la fortuna de Inglaterra, Alemania, y sobre todo en los Estados Unidos, destinan cuantiosas sumas para el tomento de la instrucción y mejora de las clases docentes. VII La parte m á s delicada, de la que depende el éxito del pensamiento, está en la base séptima. L a vieja semilla de nuestras divisiones no se ha extinguido por completo, caminamos á paso de tortuga por la senda que nos conduce á ese estado de cuU 60 BOLETÍN D E P R I M E R A ENSEÑANZA susceptibles de mayor perfección y desarroyo si tura que atiende á lo útil y provechoso, dejando^ los mjéiubros del Congreso se dignan prestarles uti lado las opiniones políticas, sin abdicar de la atención y estudio que asunto de tan vital inteellas; y todavía se imterpone como muro infranres m e r e b . queable las ideas religiosas para unirnos con los Madrid 12 de Octubre de 1892. de agenas creencias en la practica del bien. Afortunadamente, el talento, la actividad y la honraLuis Rodríguez Minuel dez, no son prendas tan raras entre los españoles, I ftáMlo íil'ttíl^ílliáj^l B COlUwi'qob .(KirVilfl PlJstii(j jjl. imponiéndose estas cualidades, subyugarán á los NOTA. Si hoy se hubieran redactado estas bahombres ilustrados, de recta conciencia, aplacanses y el adjunto reglamento, el autor de ambos do en los demás ios instintos pasionales, el amor proyectos, hubiera extendido más sus razonapropio y el egoismo. Necesitamos esos hombres mientos. inteligentes, activos, desinteresados, con fe en la UQ idea que se va á plantear, y como lo son todos los que asisten á este Congreso, de entre sus m i e m 'uin .ni; ¡mi bros será fácil escoger tantos individuos como clases del profesorado estén en él representado^ y PROYECTO aenn los primeros que se suscriban como socios, encoméndándoles la misión de recoger las adhesiones del resto del profesorado. Hallándose aquí representados todos los organismos de la enseñanza, desde luego, si entre los De l a Asociación del Profesorado Español con el adheridos consocios hay un catedrático de Univerfin de ejercer el Patronato de Huérfanos y Creasidad, otro de Instituto, otro de las Escuelas Norción de Colegios p a r a los mismos. males de Maestros y Maestras, un profesor de las .>.0Jfi'tcnu^'t« gol escuelas profesionales, un maestro de escuela pública y una maestra, un profesor con titulo de esCAPÍTULO I cuela de primera enseñanza de carácter privado, y un representante de la prensa profesional, éstos De la Asociación del Profesorado deben formar la junta organizadora. Esta junta, | « H p }!,W.Jj B/liJití'fit. i «ib üí'ijif; *'(!p 0b09Íf!19l dando la debida publicidad al pensamiento, consART. I.0 Forman la Asociación todos los que tituirá á medida que tenga noticia de las adhesioen E s p a ñ a se dediquen á la Enseñanza en sus dines juntas de igual número ríe individuos en las ferentes grados, así del profesorado oficial como capitales del distrito universitario y éstas deben de los profesores libres. organizar las de las provincias que de él depenART. 2.° E l fin primordial de la Asociación es dan, y en cada provincia su junta organizará otras el de ejercer el Patronato de los Huérfanos de en los partidos judiciales, entendiéndose que donlos profesores, y fundación, cuando haya medios, de no haya Universidad faltará ese representante en la Junta, lo mismo qüe el catedrático de Instide colegios para los mismos. tuto en muchas de las de partido. Todas las j u n ART. 3.0 L a Asociación no t e n d r á carácter tas, al constituirse, deberán elegir su presidente. oficial y se regirá y administrará por los mismos Secretario, Vicepresidente y recaudador de las asociados. cuotas. ART. 4.0 L a Asociación no alcanzará ni poEstas cuotas no deben nunca centralizarse, drá invocarse para otros fines que los que se recon el fin de que sin nuevos giros se pueda atenlacionan con lo establecido en el artículo anterior. der á las necesidades del distrito la provincia, la capital ó partido: aconsejándose se depositen en I t A11^ 5- N o obstante lo dispuesto en los artículos 3 y 4, la Asociación podrá solicitar la p r o el Banco, Cajas de Ahorros, según se determinará en el Reglamento. tección y auxilios de! Estado, sin que por esto se Los trabajos de¡ estas juntas se desempeñarán entienda abdica de su carácter de Asociación gratuitamente y los gastos que por correo, etc., se particular. ocasionen, se sufragarán por los mismos i n d i v i ART. 6. L a Asociación, deberes y derechos duos durante este primer periodo de la vida de la por ella creados, comprende á los dos sexos. sociedad, que pudiéramos llamar constituyente, r 8»ioMV<>iq s>up «ul tiíiiifj^a .-o-.-íiTíisq ?.ol BÍUIIWI hasta tanto que sea ley el reglamento. C A P Í T U L O II Desde luego se notará que entre los individuos iba»} 113 ,8oi.)BÍÍao»8»b ^¿«J que consideramos como socios ó que pueden ser- I s i s q / ts'ioili{ sui,De los Socios lo, faltan dos clases de personas como son los InsART. 7. Podran pertenecer á la Asociacioa ectores de primera enseñanza y los Maestros que del Protectorado de Huérfanos: an ejercido y actualmente no desempeñan n i n I.0 Los Maestros y Maestras de Escuelas púgún cargo en la enseñanza. Respecto á los primeros, no los hemos incluido poique el cargo de blicas de 1 / E n s e ñ a n z a . Inspector es destino de nombramiento oficial y 2.° L o s Profesores y Profesoras de Escuelas amovible, y respecto á los segundos, pueden figuNormales. boq 2 í 9b 80b¡iM*$| rar como protectores, aunque su cuota sea insig3-° L o s Catedráticos de Instituto. nificante, pero siempre sin derecho á gozar de las 4 ° L o s Catedráticos de Universidad. venfaj ts del Colegio de huérfanos. 5.° Los profesores de Escuelas Profesionales. Tales son en nuestro senUr la extensión v com6. ' L o s profesores con título que se dedique» prensión que debe darse á las bases propuestas. á la enseñanza en establecimientos privados. ! REGLAMENTO E BOLETÍN D E P R I M E R A ENSEÑANZA Los Inspectores de 1.a Enseñanza. 8, L o s comprendidos en el artículo anterior se denominarán socios activos, y p a g a r á n la cuota mensual que en este reglamento se determina, y tendrán derecho á disfrutar de los be neácios que en favor de los huérfanos en el mismo se establecen. ART. 9- A d e m á s de los socios activos h a b r á tres clases de socios: 7- Protectores, Bienhechores y Honorarios. ART. 10. Serán socios Protectores, los Reyes, Personas Reales, Ministijos, Directores Generales y Autoridades. ART. IT.- Se denominarán socios Bienhechores, á los que hagan donativos, legados, ó se s u s c r i ban sin pertenecer al profesorado, y las Corporaciones que cedan en usufructo, edificios, terrenos ó hagán cualquier beneficio de carácter permanente en favor d é los fines de la Asociación. ART. 12. Se entenderán por Socios honorarios: i.0 Los que hayan dejado de pertenecer á la Sociedad por no ejercer la profesión de la Enseñantzá ó por jubilación ó continúen pagando la cuota mensual, sin derecho á las plazas del P r o tectorado de huérfanos 2.° L o s que hayan prestado por razón de su cargo ó servicio personal tan útiles y positivos servicios á los huérfanos particular ó colectivamente, que se hagan dignos de esta distinción, que debe otorgarse en casos muy espaciales. ART. 13. L a cuota mensual se satiisfará con arreglo á las siguientes categorías: 1.a Maestros y Maestras con sueldos anuales dénmenos de 500 pesetas,. 2 a de 500 á IO0O pesetas, 3.a D e I.IOO á 2000 pesetas, 4.a 2.200 á 3.00 pesetas, 5.a 3-100 á 4.000 pesetas, 6.a De 4.100 á 5.000, 7.ai)e 5.500 á lo.ooo, que es el sueldo m á x i m o á que puede llegar un profesar español. d s i 3ÍJ| _ ART. I4. Las cuotas mensuales no p o d r á n ser inferiores á veinticinco céntimos, ni exceder, de « « r co pesetas. ART. 15. Los Socios que por ejercer libreMente el profesorado, no puedan ser incluidos en •as categorías anteriores, pagarán una cuota roensual de dos pesetas. ART. 16. T o d o , socio á su ingreso p a g a r á la cuota de entrada con arreglo á su categoría, la ^ e se fijará en cinco pesetas como mínimum y Quince pesetas como máximum, que p o d r á satisfacer en diferentes plazos mensuales durante el a ñ o , Pnmero de su ingreso. •^RT. 17. Cuando algún socio por causas agenas á su voluntad no pudiera satisfacer la cuota MQRsual, justificando la, causa, continuará perte^ l e n d o á la Asociación deraute tres meses y el P*£ro de la^ cuotas atrasadas podrá hacerlo duel año en diferentes plazos, lo T •'^0 P0^1"^11 ingresar en la sociedad s profesores in articulo mortis, ni lo? que pa20311 eíifermedad crónica de próximo fin, ni los 67 mayores de sesenta años que á esa edad, contraigan matrimonio. .íwiniot ART. 19. Para gozar de los beneficios del Protectorado de Huérfanos, es preciso llevar seis meses de socio activo y hallarse al corriente del pa-,, go de las cuotas mensuales y de entrada. ART, 20. t Todos los socios, cualesquiera que; sea su categoría ó cuota que satisfagan, e s t á n obligados á desempeñar los cargos para que fuerán elegidos y al cumplimiento de las comisiones y servicios que se les encomiende, no admitiéndose la renuncia ó excusa, sino en los casos de impedimento físico. ART. 21. S i bien por el carácter de solidariidad de clase y el fin altamente humanitario que la Asociación tiene, no es posible presumir haya faltas que corregir en los socios por lo que respecta al cumplimiento de sus deberes dentro de . la Asociación, pero si hubiere algo que corregir se someterá á la amonestación fraterna, y en c a sos en que fuese preciso á la expul?ión de la Asociación y castigo de los tribunales, para lo que se constituirá por los asociados tribunales de honor, cuyos fallos, fundados en los artículos del reglamento, son inapelables. C A P I T U L O III ¡enoe Del Gobierno y Administración de la Asociación ART. 22. Para el régimen y administración de la Asociación, habrá un Consejo superior, diez juntas de Distrito universitario, una junta provincial en cada provincia y t á n t a s juntas de partido como los que en la división administrativa existan en cada provincia. < e ART. 23. E l Consejo y las juntas de D i s t r i t o universitario provinciales y locales se elegirán por sufragio entre los asociados. 3i;P ART. 24. E l Consejo, lo mismo que las d e m á s juntas, no podrán constar de más de siete individuos ni menos de cinco. ART. 25- E l Consejo se elegirá por las juntas d é l o s diez distritos universitarios; estas juntas de distrito por las provinciales de las provincias que formen el distrito, y las provinciales por los r e ipresentantes de las juntas de partido en su respectiva provincia. .£IOÍO£ÍDO¿A Í;1 ab 33U;Ü o b a e m o l naünijnoo CAPITULO IV Del Consejo Supremo ART. 26. E l Consejo supremo es la autoridad superior de la sociedad, y sus resoluciones las decesivas en todo> aquellos casos que las juntas no estuvieren conformes. i n q sb c i ? m u n ART. 27- Llevará la representación con todos los poderes del Estado y ejercerá la inspección sobre todos los demás organismos de la A s o lf|ft||i^Bo ÍIÜLJ.- 1 IÍ-XÍJ i _ sioalíb í l JiifanaJ v fibeJiv ART. 28. E l Consejo se domiciliará allí donde 68 BOLETÍN D E P R I M E R A residan el mayor número de individuos que le formen. ART. 29. En la elección de Consejeros se procurará se hallen representadas todas las clases de socios, y deberá recaer en personas de cierta notoriedad científica y moral, que hayan demostrado su amor por la enseñanza y la institución, de la que deben ser socios activos. ART. 30. Se compondrá de siete individuos y sus cargos durarán cinco años. ART. 31. Si durante los cinco años ocurriera alguna vacante en el Consejo, se elegirá el nuevo vocal en la misma forma que lo fué todo el Consejo. ART. 32. Los cargos de Presidente, Secretario, tres Vocales, un Patrono y un Depositario, se elegirán entre los mismos individuos del Consejo en la primera reunión que celebren. ART. 33. E l Consejo se reunirá una vez al mes y tantas veces en junta extraordinaria como crea necesario el Presidente* ART. 34. En ausencia ó por enfermedad, desempeñarán los cargos de Presidente y Secretario los Vocales que para estos cargos se elegirán con la denominación de vices, no pudiendo ser sustituidos los demás por la responsabilidad personal que llevan sus cargos. ART. 35. Son atribuciones del Consejo: I.' Resolver las dudas, dando interpretación á las disposiciones de los reglamentos ó estatutos de la Asociación y de los Colegios cuando los haya; 2.a Entenderse directamente con las juntas de distrito en todas las cuestiones que afecten á la vida de la sociedad; 3.a Formar una Memoria anual en vista de las que les remitan las juntas de distritos y la cuenta general de fondos de la Asociación; 4.a L a declaración definitiva del Patronato sobre los huérfanos prévio el examen de los datos que estime convenientes; 5.a La imposición de las penas y declaración de los premios á que se hagan acreedores los huérfanos acogidos al patronato; 6.* Girar visitas de inspección á los lugares donde se eduquen los huérfanos y á los colegios cuando se hallan establecidos; 7.a Promover y gestionar los asuntos que fomentan y den mayor vida á la sociedad; 8.a Amonestar á las juntas y socios que no cumplan con sus deberes, 9.a Declarar separados á los socios que no convenga continúen formando parte de la Asociación. Del Presidente ART. 36. E l Presidente del Consejo supremo es la más genuina representación de la sociedad y debe recaer en persona que por su posición edad, ciencia y virtud se vea rodeada del mayor número de prestigios y acreedor á las debidas consideraciones y respetos. ART. 37. Llevará la representación de la Asociación en todos los actos públicos á que sea i n vitada y tendrá la directa comunicación con los Gobiernos y entidades del Estado. ENSEÑANZA ART. 38. Presidirá las juntas y las convocará firmando las actas con el V.0 B.', y autorizará con el mismo las cuentas generales. ART, 39- Procurará por cuantos medios le sugiera su celo y prudencia el bien de la sociedad" de sus individuos y sobre todo de los huérfanos' Del Vice-presidente ART. 40. En los casos que sustituya por enfermedad al Presidente, tendrá sus mismas atribuciones y obligaciones. Del Secretario ART. 41. Las obligaciones del Secretario son: citación á junta cuando se lo ordene el Presidente, levantar acta que autorizará con su firma de todos los acuerdos, llevar Id correspondencia con las demás juntas y centros administrativos y custodia de cuantos documentos se dirijan al Consejo. ART. 42. Redactará la Memoria anual ó si no se encargará de su redacción, suministraxá los datos y apuntes necesarios para redactarla, intervendrá los documentos del Depositario, autorizando con el Presidente las cuentas generales que se rindan en cada a ñ o . Del Depositario ART. 43. E l Depositario censurará las cuentas que le remitan la Junta de Distrito y de todas ellas una vez aprobadas por el Consejo, formará una general. ART. 44. Los fondos sobrantes de todas las Juntas, ingresarán en el Banco de España á nombre de la Asociación, con la intervención del Presidente y el Secretario. ART. 45. Informará las peticiones de fondos que le hagan las Juntas de Distrito y propondrá todas las medidas conducentes al manejo, aumenr to y distribución de fondos. Del Patrono ART. 46. En la primera junta que celebre el Consejo se designará de entre los individuos que le formen, uno que por su honradez acrisolada y celo en el cumplimiento del deber, sea apto para desempeñar con acierto este difícil é importantísimo cargo destinado á ponerse en inmediato contacto con los huérfanos, y sustituir en nombre de la Asociación á los padres naturales. ART. 47. Designado el Patrono, se publicara su designación en los periódicos políticos y pf°' fesionales, comunicándose á la vez á las Juntas Distrito que á su vez lo harán á las provinciales y éstas á las locales; y si pasados dieciseis días hubiera ninguna oposición al nombramiento 0 , ^ ra de escasa importancia, el Consejo procederá nombramiento definitivo. ART. 48. E l Patrono designado por el Cons' jo y nombrado después de los trámites presenp BOLETÍN D E PRIMERA en el art. 47i es el Jefe de los Patronos no nbrados por ías dem^s junt<iS y con e^os se entenderá directamente, procurando con tino y prudencia xesolver las dudas, dificultades y divergencias que Se susciten entre los Patronos y las Jui>tas de los Patronos y huérfanos. ART- 49- Será obligación del Patrono: I.0 Informar sobre las condiciones de la familia de los huérfanos, medios de subsistencia con que cuenta, edad del huérfano, proponiendo según los casos, los auxilios con que debe acudir la Asociación para suministrarlos y forma en que deben suministrarse. 2.° Vigilar á las nodrizas, tutores ó encargados del huérfano, ya sea de la familia del mismo ó extraños. 3.0 Suministrar mensualmente los bonos ó papeletas con que se haga efectiva la pensión de orfandad. 4.0 Vigilar á los niños cuando hayan de asistir á las escuelas ó establecimientos docentes donde se hallen. 5.0 Estudiar las condiciones de carácter y aptitudes de los niños y niñas, proponiéndoles para recompensas, y ejercitando sobre ellos la autoridad cariñosa que modifique sus inclinaciones. 6.° Proporcionar á los huérfanos después de la primera educación, la ocupación ó medios de vida, según su condición, aficiones y resistencia. 7-0 V i g i ar su conducta y proporcionar la asistencia en casos de enfermedad. 8.° A y u d a r á los jóvenes con sus consejos para que perseveren en las buenas costumbres, interesándose con sus amos, maestros de oficios ó talleres y profesores si llegara á cursar aiguna carrera, informándose frecuentemente de su conducta. 9.0 Proporcionar al h u é r í m o hasta la mayoría legal ó hasta que contraiga estado civil, cuantos auxilios sean necesarios para que no caiga en los riesgos que por desamparado suelen caer, como lo haría un cariñoso padre para que sea el huérfano un individuo digno y honrado en la sociedad. ART. 50. E l patrono llevará una hoja ó expediente donde se anote cuanto concierne á cada huérfano, con el fin de poder conocer en cualquier tiempo la vida y vicisitudes del mismo. Los Vocales ART. 51. Los Vocales del Consejo serán i n dividuos del mismo, con voz y voto, y se les asignará á cada uno un cargo con el carácter de V i c e . Sesiones ART. 52. Para celebrar sesión se citará con veinticuatro horas de anticipación. ART- 53- Todos los acuerdos serán por m a yoría relativa, no pudiendo celebrarse las juntas ni tomar acuerdos sin la asistencia de tres indiviuos por i0 menos, entre los que deben hallarse dos con cargo, y un vocal. CAPÍTULO IV De las Juntas de Distrito ART- 54- E a cada distrito universitario se ENSEÑANZA 69 constituirá una junta compuesta de siete individuos con los mismos cargos y obligaciones que los asignados en el Consejo. ART. 55. E s t a Junta será la superior en el distrito universitario y se entenderá directamente con el consejo y con las provinciales que formen el distrito. ART. 56. L o s cargos d u r a r á n cinco años y solo se sustituirán los que vaquen por causa de defunción. ART. 57. L a junta de distrito será elegida por las Juntas provinciales entre los individuos asociados que residan en la capital del distrito universitario. ART. 58. T e n d r á obligación de redactar una Memoria y formar la cuenta general del distrito. ART. 59. L o s individuos de la Junta de distrito, tienen la representación de la sociedad dentro del distrito y en la capital del mismo, y el deber de informar é investigar el funcionamiento de las Juntas provinciales. ART. 60. E l patrono se n o m b r a r á en los mismos términos y con idénticos t r á m i t e s que el del Consejo y t e n d r á con las obligaciones que éáte se asignare la suprema inspección sobre los P a tronos de las Juntas provinciales y de los huérfanos qúe residan en la capital. CAPÍTULO V De las juntas provinciales ART. 6 l . L a s juntas provinciales serán las que se constituyan en las capitales de provincia y constarán de cinco individuos, y de é s t o s se elegirán el Presidente, Secretario, Depositario y P a trono, sustituyendo el vocal á los ausentes por cualquier causa. ART. 62. L a Junta provincial ejerce la autoridad, sobre las juntas de partido que existan dentro de la provincia, y se e n t e n d e r á directaraerte con la junta de distrito. ART. 63. L a s responsabilidades, derechos y obligaciones, serán los mismos que coresponden al Consejo y Junta de distrito en ios respectivos cargos, cuya duración serán también de cinco ^ i n Q S í . . . . ¡ f.., .Aj/;q -I-J.- íK'-ab .-lof. *• bud CAPÍTULO V I Juntas de Partido ART. 64. Estas Juntas son las m á s importantes y en las que se funda el porvenir de la A s n ciación; deben tener en ella representación todos los maestros asociados desde la m á s humilde a l dea hasta la cabeza de partido. ART. 65- Constará de tres individuos por l o menos ó cinco lo más, y deben tener representación los dos sexos, á no ser que por ser muy grande el n ú m e r o de asociados que puedan constituirse dos juntas, una de maestros y otra de maestras. ART. 66. Elegirán de su seno los cargos de BOLETIN D E PRIMERA 70 Presidente, Secretario, Depositario y Patrono, y allí donde por ser corto el número de asociados o difíciles las comunicaciones, podrá ejercer el Patronato el mismo Presidente de la junta que debe residir en la cabeza de partido, siendo las mismas sus obligaciones, derechos y deberes que asignados a los cargos en la Junta provincial. ART. 67. Su duración será de cinco a ñ o s . CAPÍTULO VII De los huérfanos ART. 68. L o son para obtener el patronato de la Asociación, todos los hijos legítimos de los socios ue ambos sexos que al fallecimiento de sus padres no hayan cumplido veinte y un a ñ o s las mujeres, y dieciocho los hombres. ART. 69. Para obtener los derechos del patronato serán preferidos: primero, los huérfanos de padre y madre; segundo, los de padre, si éste fuera asociado, y tercero, los de madre que haya sido asociada y pruebe el padre que no tiene medios para sostener al huérfano. RRT. 70. E n el o? den que se expresa en el artículo 68, serán preferidos siempre los menores de edad ó sea de la lactancia á los siete años, y d e s p u é s á los m á s necesitados dentro del orden establecido. ART. 71- Eos hijos huérfanos de los Asociados que tuvieren familia pudiente ó quedasen con medios para atender á su subsistencia, tienen derecho á pedir y ponerse bajo la protección y amparo de la Asociación, tanto para la Administración de sus bienes, fiel cumplimiento de los deberes de sus tutores y curadores, como para que el Patronato les preste todo género de apo y o moral y material en sus aspiraciones legítimas. ART. 72. L a s pensiones que pueden obtener los huérfanos estarán en relación con los fondos de que disponga la Asociación y se distribuirán segúa las circunstancias del huérfano y la localidad en que resida. ART. 73. Desde la lactancia hasta los siete años, esté, ó no se halle establecido el internado en los colegios, la educación y cuidados de los huérfanos debe ser paternal y podrá confiarse á los parientes m á s cercanos, nodrizas ó personas que perteneciendo al profesorado, si fuera posible, tenga las condiciones de carácter y moralidad que son necesarias para los cuidados que el niño requiere en esta primera infancia. ART. 74. Desde los siete años hasta los doce, el Patronato cuidará de que además de la educación doméstica reciba el huérfano sólida instrucción, confiándoie á los maestros y maestras m á s celosos y calificados ó procurando su ingreso en instituciones que existan dentro de la provincia ó la región. ART. 75. A l cumplir el huérfano los 12 años, previos informes de los Patronos locales, provinciales y de distrito, con vista de los que suminis- ENSEÑANZA tren los maestros encargados ó directores de i establecimientos donde el huérfano haya perm^ necido, y consultada su vocación, se dedicará á un arte ó profesión teniendo en cuenta sus aptitudes y parte física. ART. 76. Colocado el huérfáno en talleres, fe. bricas ó dependencias, continuará bajo la dependencia y vigilancia del Patrono de la junta donde resida, proporcionándole la Asociación dentro de lo que requiera su oficio ó profesión los medios de instruirle y perfeccionarse asistiendo á las escuelas nocturnas ó cursos especiales que se hallen establecidos en la localidad . ART. 77. Cuando el huérfano llegue á obtener remuneración por su trabajo, este salario se tendrá en cuenta para dotarle con lo que faite á decorosa subsistencia, pero no más cantidad. ART. 78. S i por su aplicación ó especiales aprovechamientos el huérfano gana lo suficiente para sostenerse, dejará de percibir la pensión aunque no alcance á la edad prefijada en el art. 67, pero se le auxiliará con lo que fuese preciso para la curación de sus enfermedades naturales, ñolas adquiridas, viajes, adquisición de libros, herramientas, maestros particulares para la perfección de un arte ó profesión, a d e m á s de los consejos y dirección que constantemente ha de tener del Patrono. ART. 79. Cuando existan colegios por los maestros ó directores de los mismos y mientras tanto por los encargados de la educación ó instrucción de los huérfanos si alguno demostrara especiales condiciones para un arte, ó talento y aplicación bastante para indicar una inteligencia superior se p r o p o n d r á por el Protector, de acuerdo y previos informes de las Junta de quien dependa, al que tan singulares condiciones indique, para seguir estudios especiales ó una carrera, entendiéndose que si durante un a ñ o no diese el alumno los resultados que se esperaban, se le dirigirá por otro camino; prefiriendo siempre aquellas carreras cortas donde por sí se adquieran lo más pronto posible los medios de subsistencia. ART. 80. Interin se establecen los colegios, las juntas procurarán agrupar en una ó varias locaadades los huérfanos, con el fin de ejercer la vigilancia y proporcionar el mayor bien moral é intelectual á los mismos. ART. 81. E n la hoja ó cartilla que debe formarse á todo huérfano, c o n s t a r á n todos los datos aun los más insignificantes á fin de poder conocer en todo tiempo las buenas ó malas cualidades o méritos especiales del protegido. ART. 82. N o se i m p o n d r á por los encargados de los huérfanos en sus diferentes fases de vida y educación, otros castigos que aquellos que Pfter" nalmente aconseje la prudencia de sus inmediato» encargados á Protectores. ART. 83. L o s premios han de ser de carácter tan positivo que sin alhagar la vanidad, nl.cS mular el orgullo, se traduzcan en el raejoramícn- BOLETIN D E PRIMERA ial del individuo, siendo conducentes á este fin viajes, los libros de recreacción, el pase de un / u á otro, de oficio á estudios, adquisición de oficio d » , • i •' i • -truaientos de trabajo, etc., en relación con los medios que para lograr este fin disponga la sociedad. ~~ "" ". . ART. 84- Si alguno de los huérfanos durante el tiempo que la Asociación ejerce sobre él su nitroiiaío, heredase bienes, éstos serán administrados por el patronato, sufragando á título de anticipo los gastos precisos para la adquisición de la herencia y para este objeto se colocará desde su establecimiento la Asociación en las condiciones jurídicas para ejercer en todos los casos la tutoría legal, pudiendo por este medio reclamar y gestionar todos los derecbor, y ejercitar todas las acciones que en los tribunaies sean precisos. ART. 85. Los bienes heredados se administrarán por el patronato con entera independencia de los de la Asociación, descontando ios gastos que el huérfano haga,, sin que se graven los fondos de la Asociación ni se menoscabe la cuantía de lo heredado. ART. 86. E l huérfano cuyos bienes heredados sean suficientes, p o d r á elegir una carrera ó profesión á su gusto, siempre que sean suficientes á sufragar los gastos ó los bienes de que dispone. ART. 87. Las diferencias entre huérfanos y Patronos se resolverán en primera, instancia por la junta superior inmediata y en último término por el Consejo. ah 1 CAPÍTULO VIII Da la recaudaciói y manejos de fondos ART, 88. L a s cuotas se ingresarán directamente por los socios en las juntas de partido y en eiraes mismo en que se ingresen, las tramitirá ala junta provincial y ésta las ingresará en una caja de ahorros ó en el Banco de E s p a ñ a , dando cuenta de lo ingresado á ia Junta de Distrito, la que antes de fin del mismo mes participará al Consejo la cuantía de lo ingresado. ART. 8g. Cuando en la localidad ó pueblos f a partido haya una pensión de huérfano ó va^ftsi se descontará de la cantidad recaudada antes de remitirla á la capital de provincia, pero ^conipañando como documentos de data ¡o sat'sfecho; y si por el contrario le faltase fondos, 03 reclamafá en la misma forma, de 1 T' ^aS Jun,:as provinciales distribuirán j 'os fondos sobrantes de las recaudaciones de °s Partidos, lo que falten de unos á otros y recla_ aran de la Junta de Distrito lo que les faltase Para el socorro de sus huérfano*. j0sf.RT- 01 • Las Juntas de Distrito distribuirán ^ ondos recaudados con trasferencias de los soes de unas provincias á otras. l - 92. E l Consejero distribuirá los fondos 7< ENSEÑANZA de unos distritos á otros siempre que las necesírdades se hallen al corriente y satisfechas en los mismos. ART. 93. Cuando haya donativos, si la condición del donante no los domicilia en una especial junta provincial ó localidad, los distribuirá equitativamente entre todos los distritos. ART. 93. Si afortunadamente todas las juntas tuvieran remanente se colocará en fondos públicos aplicando su reata al fomento de la Sociedad. Disposiciones Transitorias 1. a Discutido y aprobado este reglamento por la Asamblea ó Comisión permanente del C o n greso Pedagógico, se publicará en los periódicos profesionales. 2. * Trascurridos dos meses de la publicación, tiempo durante el cual podrán constituirse con los que se asocien las juntas de partido, funcionarán desde luego, sean pocos ó muchos los asociados, pues el bien ni admite demoras, ni las necesidades se remedian siempre á gusto y medida de nuestros deseos. 3. a Las Juntas pueden formarse independiente de maestros y maestras, pudiendo coexistir ambas de un mismo distrito. 4. * Si por el Estado, la provincia, Municipio ó un particular, se ofreciera un edificio ó edificios para instalar el internado, se a c e p t a r á desde luego y hasta tanto que se instale funcionará el p a tronato sobre los huérfanos en la forma que se establece en este reglamento. 5. a E n cada provincia ó localidad donde se establezca la Asociación, podrán arbitrarse recursos con espectáculos, rifas, etc, etc., que se aplicarán en primer término para el sitio donde se adquieran. 6. a L o s huérfanos de Maestros que no puedan gozar directamente de los beneficios que se c o n signan en el reglamento, podrán solicitar de los Patronos el apoyo y ayuda, que no se les negará nunca, por la solidaridad de clase que debe ser el principio capital de la vida social. Luis Rodríguez Miguel, Catedrátict de la Universidad de Salamanca Madrid 16 de Octubre, 1892. 2SCCI0H DS A S 0 : i A C I 0 M S Primera Sección d¡ Asociación de Maestros del partido judicial de Sequeros. CONVOCATORIA Compañeros: Para cumplir coa la circular que la Comisión permanente de nuestra Asociación provincial nos ruega el 9 del presente, espero que el día 8 del p r ó x i m o A b r i l , y á las diez de la m a - 72 T . m FTTN D E P R I M E R A ñaña, concurriréis, con la puntualidad acostumbrada, al local-escuela de vuestro indigno Presidente, amigo y compañero Benjamín Montero. SEC2I0K DE HOTICIAS Ha fallecido doña Encarnación Gálvez R o d r i gez, maestra que fué de la escuela pública de n i ñas riel «Ateneo Salmantino» de esta ciudad. Reciba su distingida familia nuestro sincero pesmiip y este segura que á la par que de todas veras tomamos parte en su dolor, pedimos á Dios póreí eterno descanso de la finada. Se ha concedido rehabilitación para volver á la enseñanza á doña Asunción Clemente Díaz. Ha sido trasladada, á su instancia, á la escuela pública de niñas del Ateneo Salmantino de esta Capital, vacante por defunción de la Profesora que la desempañaba, D.a Isabel Herrero y Herrero, en virtud del derecho que la concede la Real Orden de '26 de octubre de 4895. NOMBRAMIENTOS INTERINOS.—Don Manuel Cuadrado Vicente, para la escuela de ambos sexos de Ahigal de Villarino, don José Fuentes Diaz, para la de igual clase de Ejeme. ACADEMIA. —Como preparatoria para los alumnos, así oficiales como libres, que se propongan practicar los ejercicios del grado de Licenciado en Derecho, la han establecido en esta Capital, p l a zuela de San Benito, número 1.°, nuestros buenos amigos don Baldomcro Gabriel Galán y don Alfredo Moyano, celosos y competentes Abogados del Estado en la Delegación de Hacienda de esta p r o vincia. La Junta de Instrucción pública de Avila ha acordado que el inspector de primera enseñanza gire una visita extraordinaria á la escuela de n i ñ a s de Villafranca de la Sierra. Doña Eustaquia Delgado, ha sido nombrada por traslado, profesora numeraria de la Sección de L e tra^ de la Escuela Normal Superior de maestras de Burgos. Los Ayuntamientos de Sato Tomé de Zabarcos, Encinares y Horcajo de la Ribera (Avila), han pedido que sus escuelas, hoy vacantes, se provean en maestros. Han sido nombrados maestros, en propiedad, en virtud del decreto de gracias. De Valdefuentes, con 825 pesetas, don Diego de la Vallina y Cañedo. De Lagunilla. don Sinforiano Ramos del Arco. Da Valdelosa, doña Adelina Roda Boneo. ENSEÑANZA Ha sido nombrada secretaria de la escuela nor mal de maestras de Cáceres, doña Luisa Marcos Losada. CORMSPQMDMCIA Y CONSULTAS Pozos de Hinojo. Sr. D. J . M.—Recibida SU lijtima y documentos. Guadapero. Sr. D. A. H.—Idem. Se hará lo que desea. Galinduíte. Sr. D. F . R.—Idem. Morasverdes. Sr, D. t. 11.—Idem. Valdefuentes. S r . D. M . L.—Recibida su última y documentos que se entregaron en su destino. Robleda. Sr. D. M . P. G.—Se le contesta por el eoneo. Muzarbez. Sra. D a E . L.—Se cumplimentó su encargo. Santa Olaya. Sr. D. T. P.—Se le contesta por el correo. Espadaña. Sr. D . M . R.—Recibida su última y documentos. Tremeial. Sra. D.a M . R . — I d e m . Serradilladel Llano. S r . D. P . J . M.—Se cum plimentó su encargo. Puebla de Yeltes. Sr. D. E . P.—Idem. Sahelices el t h i c o . Sra. D.a y V.—Recibidos los documentos Ahigal de los Aceiteros. Sra. D.* fi. H . C—Se !e contesta por el correo. Fuente de San Esteban. Sr. D. A . G.—Se recibieron los justificantes. Barbalos Sr. D . J . M . S.—Recibidos los documentos y entregados en su destino. Nava de Béjar. Sra. D." A . E.—Recibí su última y documentos que llegaron tarde. E l material ignoramos cuando se pagará. Arabayona de Mójica. Sra. D.a P . A.—Recibida su última y documento. Sexmiro. Sra. D.a A . G.—Se cumplimentó su encargo. Mozai bez. Sra. D.a E . L.—Recibida su última y documentos que se entregaron en su destino. Peralejos de Arriba Sra. D.a E. C.—idem. Aldehuela de la Bóveda. S r . D. V . G. G—MeraRobliza de Cojo. Sra. D.a J . E.—Idem. Espadaña. Sr. D. M . R.—ídem, idem. Villarino. Sr. D . A . P. A.—Recibido el documento. Garcibuey. Sr. D. B . M.—Queda complacido. Barreras. Sr. D . M . V . - S e le contesta por el correo. Casillas de Flores.- -Queda cmplimentado su encargo. Sorihuela Sr. D . B . M . — S e le contesta por el correo. Sepulcro Hilario. Sr. D. P, S. L.—Idem. Cabeza del caballo. Sr. D. F . B.—Se le contesi» por el correo. Gallegos de Argañan. Sr. D. J . F . C.—Idem- Gejuelo del Barro. Sr. D. C. A.—Recibida última y documento. (re, Villaflores. Sr. D. M . H . M.—Idem y se eoir garon en su destino. Descargamaría. Sra. D.* S. G.—Idem. San Muñoz. Sr. D. J . S.—Idem. Imp. S a l m a n t i c e n s e . — A r r o y o del C a r m e n , 15