414 B O L E T Í N DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA rra F i r m e , en poder de los indios caribes frecheros, hay unos perrillos pequeños, gozques que tienen en casa, de todos los colores de pelo que en E s p a ñ a los hay, algunos bedijudos y algnos rasos, y son mudos, porque nunca j a m á s ladran, ni gañen, ni aullan, ni hacen señal de gritar o gemir, aunque los maten a golpes, y tienen mucho aire de lóbulos, pero no lo son, sino perros naturales» , y a ñ a d e : «y j a m á s ladran ni hacen cosa alguna más que comer y beber, y son harto más esquivos que los nuestros, excepto con los de la casa donde están, que muestran amor a los que les dan de comer en el halagar con la cola y saltar regocijados, mostrando querer complacer a quien les da de comer y tienen por señor». E n su Historia, en el libro de los Depósitos, d i c e : «assi como en Sta. M a r t a e en N i c a r a g u a e en el g o l f o de Orotiña, todos los perros que son naturales de la tierra no ladran (de los cuales y o he visto muchos)» ", y hablando de la h u t í a : « M a t á b a m o s con los perros pequeños que los indios tenían domésticos, m u d o s , que no sabían ladrar» , y en la misma obra, libro X I I , capítulo V : «Perros gozques domésticos se hallaron en aquesta Isla Española y en todas las otras islas que están en este golpho (pobladas de Chripstianos), los cuales criaban los indios en sus casas. A l pressente no los h a y : e quando los o v o los indios tomaban con ellos los otros animales todos ... y eran estos perros de aquellos colores que hay perros en E s p a ñ a ... A l g u n o s bedijudos, otros sedeños, otros r a s o s ; pero los m á s destos acá son entre sedeño e raso, y el pelo de todos ellos más áspero que tienen los nuestros, é las orejas a v i v a d a s e a la alerta, como la tienen los lobos» todos eran mudos, si bien «algunos gañen o gimen b a x o quando les hagen mal» . 6 8 9 E n su primera expedición a A m é r i c a , en 1 5 1 4 , refiere cómo al desembarcar en Santa M a r t a y después de una guacábara con los indios, cogieron a éstos tres o cuatro de tales gozques mudos , y más tarde, en sus interesantes expediciones por N i c a r a g u a , cita estos perros de nuevo, que allí debían de ser, por entonces, relativamente abundantes y los indígenas denominaban xulos, cuenta cómo dejada la cecina de estos perros al alcance de los que él llevaba consigo la olieron sin comerla, y se apartaron de ella, «la cual cortesía o comedimienlo no usan aquellos indios con la carne humana, pues se comen unos a otros» . P a r a no fatigar al lector me limitaré a decir que de los mismos perros se habla en otros lugares de la obra ovetense . P e r o bueno será ahora comparar las afirmaciones de O v i e d o con las 1 0 11 12 fl O v i e d o : Sumario de la natural ¡lisiaría de las Indias, cap. X X V I . O v i e d o : Historia gen. y nat. de las indias, edición de 1852, vol. I, pág. 2K>. O v i e d o : Historia, vol. i, pág. 389. O v i e d o : Historia, vol. 1, pág_ 300. O v i e d o : Historia, vol. 11, pág. 355. O v i e d o : Historia, vol. iv, pág. 108. Buscando otros nombres indígenas con raíces o prefijos parecidos he hallado los de xoloitzcuintli aplicado a C. lupus L. por los mejicanos, según Hernández, y el de ehnlomuco o tulomuco para Galictis barbara L., por los costarriqueños. O v i e d o : Historia, vol. 1, pág. 408; vol. 11, pág. 331, al hablar de V e n e z u e l a ; vol. n i , pág. 603, al tratar de Panuco y R í o H e r m o s o ; v o l . iv, respecto a N u e v a Castilla, pág. 233, y Quito, pág. 338. 7 8 9 1 0 1 1 1 2