El cuidado paternal de Dios Por: Pascal Denault Traducido por: Ana Karina Neira Este es el cuarto mensaje sobre las bendiciones de nuestra adopción. Hasta ahora hemos visto: nuestra incorporación a la familia de Dios, nuestra relación personal con Dios como Padre; y ahora veremos: nuestro disfrute por el cuidado paternal de Dios (su protección y corrección). Vamos a releer el párrafo de la Confesión de Fe: “Todos aquellos que son justificados, Dios digno, y a causa de su hijo único Jesucristo, les vuelve participantes de la gracia de la adopción, por la cual ellos son añadidos al número de hijos de Dios, y gozan de las libertades y de los privilegios que este título les reconoce; su nombre es puesto sobre ellos, ellos reciben el Espíritu de adopción, tienen acceso al trono de la gracia con seguridad, y pueden grita “Abba Padre”. Ellos son el objeto de la compasión, de la protección, del socorro y del castigo de Dios como un Padre, sin ser jamás rechazados, ya que ellos son sellados para el día de la redención, y herederos de las promesas como herederos de la salvación eterna” 1 En este contexto, vamos a ver cuatro puntos importantes: Nosotros somos el objeto de la compasión, de la protección, del socorro y del castigo de Dios como un Padre. 1) Somos el objeto de la compasión de Dios como un Padre Cuando decimos que somos el objeto de la compasión de Dios como un Padre: ¿qué texto de la biblia se nos viene a la mente? Veamos el Salmo 103 principalmente el versículo 13 en donde encontramos una hermosa afirmación sobre la compasión de Dios. En una búsqueda de las raíces de la palabra compasión en el texto en hebreo nos topamos con los siguientes versículos: 1 La confession de Foi Baptiste de Londres de 1689, pag. 28-29 Génesis 20:18; Génesis 29:31; Jeremías 1:5 Al principio no entiende la palabra compasión en estos versículos pero si analizamos la raíz de esta palabra en hebreo que es: (râham) vemos que tiene la misma raíz que (rêhêm) que quiere decir: entrañas, útero, seno maternal. Estos versículos están ligados con la compasión ya que tienen que ver con la esterilidad o el nacimiento en el seno maternal. Entonces vemos que hay una relación entre la compasión y las “tripas del estómago”. En la cultura hebraica, los sentimientos se sienten a nivel de las vísceras, por ejemplo cuando sentimos las emociones, lo sentimos directamente en el estómago (cuando estamos enamorados sentimos mariposas en el estómago o cuando estamos con ansiedad lo sentimos en el vientre). La escritura sitúa la idea de que la sede de la compasión está en las entrañas: Génesis 43:30 (José en frente de Benjamín su hermano). Ese tipo de amor intenso que podemos sentir es compasión y una emoción viva. En Proverbios 23:15-16 (Un padre frente a la conversión de sus hijos). Es la alegría de un Padre al ver que sus hijos caminan en los caminos de Dios. En el amor entre esposos también se emplea la expresión entrañas traducida como “corazón” en español: Cantares 5:4 En el amor de Dios por su pueblo también se utiliza la palabra entrañas. Jeremías 31:20 ¿Tenemos una compasión visceral por nuestros hijos? No hay nada más instintivo que el amor por nuestros hijos. El amor por la pareja no es tan instintivo como el amor por nuestros hijos, que es natural, puro, interno y nuestro corazón se conmueve por ellos antes mismo de que nazcan. Y es así que las escrituras nos dicen que Dios nos ama, por lo que en el Salmo 103:10-14 vemos la compasión de Dios en todos los sentidos: cuando somos indefensos o vulnerables y también cuando pecamos, cuando le desobedecemos o transgredimos su ley; ya que no importa cual sea la circunstancia, sus entrañas se conmueven siempre por nosotros. Una hermosa imagen que ilustra ese amor está en el nuevo testamento en la parábola del Hijo Pródigo Lucas 15:20. El nuevo testamento estaba escrito en griego entonces no se utiliza el verbo (râham) sino el verbo: splagchnizomai que significa: movido a misericordia 2. Se trata de una compasión que produce un efecto: levanta o revuelve. Es exactamente la acción de que el padre se levanta y corre hacia su hijo por que es movido en misericordia y compasión por él. Esta expresión: “movido a misericordia” es utilizada exclusivamente por Jesús, y cada vez que leemos esto, es Jesús el que siente esta misericordia por nosotros. Es importante recalcar que esto no es solamente una emoción, sino un acto: Dios probó su amor por nosotros al enviar a su propio hijo Jesucristo a salvarnos, a morir por nosotros en la Cruz, aun siendo nosotros pecadores, tal es la compasión de Dios por los que le temen (que son los creyentes, es decir por sus hijos). 2) Somos el objeto de la protección de Dios como un Padre Salmo 91:1-16. No hay nada que nos pueda pasar, vamos a estar siempre de pie porque el Señor siempre nos protegerá. Esta cita bíblica se aplica primeramente al Mesías (Jesús) pero también a nosotros. Sin embargo, si no comprendemos bien el sentido de la protección de Dios, nosotros estaremos perplejos, sobre todo cuando las pruebas vengan. En ciertos lugares se enseña que Dios va a librarnos de absolutamente toda desgracia y si pasamos por ejemplo por una enfermedad, estas personas dicen que no es la falta de Dios sino de nuestra falta de fe (supuestamente es porque no creemos que Dios nos puede sanar). Esto provoca una gran confusión ya que 2 Tranducción al inglés (move by compassion) ponemos en duda la fidelidad de Dios y sus promesas. Cuando hablamos de la protección de Dios debemos comprender dos cosas: i) No nos pasará ninguna desgracia que no sea parte del Plan de Dios y sobre el cual Dios no tenga el control; La biblia no nos dice que no habrán pruebas sino que de todas las pruebas que vengan ninguna será mayor al poder de Dios, Dios está al control de todas las situaciones por más dolorosas o desesperadas que parezcan; ii) No nos pasará ninguna desgracia que triunfe sobre la protección de Dios. No son las pruebas ni las desgracias, ni la muerte que tendrán la última palabra, sino Dios. Hay dos versículos que nos hablan de estos dos puntos: Romanos 8:28 (Aquí dice que todo lo que nos pasará, será para nuestro bien). Romanos 8:35-36 (Ningún dolor, ninguna persecución, ninguna angustia nos separará del amor de Cristo y todo lo que venga será para nuestro bien según el Plan de Dios). Entonces todas las cosas por las que atravesamos están en la mano y bajo el control de Dios (Dios es soberano). Esto nos da una seguridad frente a las pruebas: saber que todo es parte de su plan divino. Romanos 8 concluye con esta promesa: Romanos 8: 37-39 (somos más que vencedores gracias a la protección y al amor de Dios) 3) Somos el objeto del socorro de Dios como un Padre ¿Cuál es la diferencia entre la protección y el socorro de Dios? 1 Pedro 5:7 La protección de Dios nos garantiza que nada que esté fuera de la voluntad de Dios va a alcanzarnos y que nada ni nadie nos separarán del amor de Dios. En cambio el socorro es la confianza que tenemos en Dios cuando atravesamos las pruebas, sabiendo que el Señor nos ayuda a caminar con fe, con confianza, con seguridad y además nos acompaña y nos consuela. 4) Somos el objeto del castigo de Dios como un Padre El castigo de Dios por sus hijos no es una punición, sanción o retribución por el pecado. Nosotros ya estábamos sancionados por el pecado. La biblia nos dice que Dios nos castiga (nos corrige) y que esta es una prueba extraordinaria del hecho de que somos sus hijos e hijas (filiación) y del amor de Dios por nosotros. Hebreo 12:6-8. Es una falta de paternidad cuando no se ejerce la autoridad sobre los hijos, por eso Dios dio a sus hijos dos personas para criarlos, y el rol es criarlos y corregirlos para que sean capaces de vivir en sociedad con las otras personas. La marca de que somos hijos de Dios es que Dios nos corrige y esta una marca extraordinaria de su amor y de que somos parte de su familia. Hebreo 12:11. Es difícil corregir aun hijo pero se hace por amor. Proverbio 13:24. No querer molestar a los niños, ni contrariarles, no es en realidad una prueba de amor, sino una prueba de que no son amados verdaderamente. Ahora bien, ¿Cómo nos corrige Dios? Dios nos ha dado una conciencia y El nos corrige y nos exhorta a través de nuestra conciencia por su palabra: Cuando Dios nos corrige, se produce en nosotros el arrepentimiento de lo que hicimos, el miedo por la autoridad y la vergüenza de nuestros actos. Cuando es la palabra de Dios que nos muestra nuestros errores, nos sentimos culpables y eso es una bendición ya que reconocemos lo que hicimos y la palabra dice que cuando confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y la sangre de Cristo limpia nuestra conciencia y nos reconcilia con Dios. Por esta razón no debemos quedarnos en la culpabilidad ya que Dios nos ha liberado con su perdón. Un ejemplo de exhortación es la carta a los Hebreos en la cual el autor de esta carta finaliza diciendo que esto escribió de la parte de Dios porque Dios les ama. Así nos damos cuenta que Dios nos corrige, exhortándonos a través de su palabra, y por eso el autor de la carta a los Hebreos (Hebreos 4:7) dice que si escuchamos hoy su voz, no endurezcamos nuestro corazón, es decir que no debemos resistirnos a la corrección de Dios. En conclusión, en este estudio hemos visto otra bendición de nuestra adopción: el ser objetos de la compasión incondicional de Dios (Dios nos ama desde sus entrañas porque somos sus hijos y ni nuestros pecados pueden obscurecer su amor por nosotros), el ser objetos de su protección (nada nos separará de su amor), el ser objeto de su socorro (El estará con nosotros en todas las pruebas por las que atravesemos), el ser objeto de su castigo (el nos corrige como a sus hijos porque nos ama). Lectura complementaria: Salmo 103:8-22