1 Dictamen de la Contraloría General de la República Salud

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Fundación Jaime Guzmán E.
Dictamen de la Contraloría General de la República
Salud incompatible, licencia médica y cese de funciones de docente
Se ha dirigido a esta Contraloría General profesional de la educación, ex
dependiente de la Municipalidad de Vitacura, reclamando en contra de dicha
entidad edilicia por haberle declarado vacante el cargo que servía en el colegio
Antártica Chilena, por salud incompatible con el desempeño de su función, ya
que, a su juicio, no procedía aplicar esa medida mientras se encontraba
haciendo uso de licencia médica. Asimismo, reclama la falta de tramitación de
las licencias médicas presentadas con posterioridad a esa declaración de
vacancia.
Además la peticionaria, mediante una presentación posterior -de fecha 24 de
julio de 2007-, también alega que para los efectos de aplicar la causal de cese de
funciones enunciada se consideraron licencias médicas otorgadas por
enfermedades profesionales, lo que no resultaría procedente.
Al respecto, la Municipalidad de Vitacura a través del Oficio N° 4/355, de 2006,
ha remitido el Memorándum N° 328, del 2006, de la Dirección de Asesoría
Jurídica de ese Municipio, mediante el cual se informa que a la recurrente le fue
declarado vacante el cargo por salud incompatible, atendido lo dispuesto en el
artículo 148 de la Ley N° 18.883, pues, entre el 13 de diciembre de 2004 y el 27
de agosto de 2006, hizo uso de más de 180 días de licencia médica por
enfermedad común.
Sobre el particular y en primer término, cabe tener presente que según lo
dispone el artículo 72, letra g), de la Ley N° 19.070, los profesionales de la
educación que forman parte de una dotación docente del sector municipal,
dejarán de pertenecer a ella, entre otras causales, por salud irrecuperable o
incompatible con el desempeño de su función, en conformidad a lo dispuesto
en la Ley N° 18.883.
A su vez, la Ley N° 18.883, en su artículo 148, establece que el alcalde puede
considerar como salud incompatible el haber hecho uso el funcionario de
licencias médicas, en un lapso continuo o discontinuo superior a seis meses en
los dos últimos años, sin mediar declaración de salud irrecuperable.
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El inciso segundo del artículo 148 citado añade que no se considerarán para el
cómputo de los seis meses señalado en el inciso anterior, las licencias otorgadas
en los casos a que se refiere el artículo 114 de ese Estatuto y el Título II, del
Libro II, del Código del Trabajo.
Resulta pertinente consignar que el citado artículo 114 regula los derechos
funcionarios derivados de los accidentes en actos de servicio y las
enfermedades producidas a consecuencia del desempeño de las funciones, y, en
lo que interesa, entiende que estas últimas son aquellas que, según dictamen de
la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez de la respectiva Secretaría
Regional Ministerial de Salud, tengan como causal directa el ejercicio de las
funciones propias del empleo. La norma precisa que su existencia se
comprobará con la sola exhibición de ese dictamen.
Al respecto, cabe anotar que de acuerdo con el criterio sustentado por la
jurisprudencia administrativa -contenida en el dictamen N° 21.076, de 1996,
entre otros-, para que la autoridad pueda ejercer la facultad de declarar vacante
un cargo por salud incompatible, basta que el funcionario de que se trate haya
hecho uso de licencias médicas por enfermedad común en los últimos dos años
por el período, continuo o discontinuo, de seis meses, sin que se requiera al
efecto de un pronunciamiento expreso de la Comisión de Medicina Preventiva e
Invalidez.
Ahora bien, en la especie, conforme a los antecedentes tenidos a la vista, consta
que efectivamente la recurrente hizo uso de 190 días de licencia médica en los
dos últimos años, lo que, de acuerdo con la disposición legal antes citada,
facultaba al Alcalde para que, en su calidad de máxima autoridad del servicio y
teniendo en consideración las necesidades del mismo, pusiera término a la
respectiva relación docente por salud incompatible.
En tales condiciones y según aparece de la documentación adjunta, la
Municipalidad de Vitacura efectuó la correspondiente declaración de salud
incompatible, mediante el decreto N° 10/2285, de 2006, a contar de la fecha de
notificación del mismo, acto administrativo que fue registrado, sin
observaciones por esta Contraloría General, el 28 de septiembre de 2006.
Así, y no obstante que, según es posible apreciar, han concurrido los supuestos
que el legislador exige para que haya podido ponérsele término a la relación
laboral de la profesional de la educación recurrente, es menester referirse
someramente a las alegaciones que ésta invoca para impugnar esa medida.
En primer término, en cuanto a lo sostenido en orden a que la circunstancia de
estar haciendo uso de licencia médica impide hacer efectiva la causal de cese de
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que se trata, cabe precisar que, según lo ha manifestado la jurisprudencia
administrativa de esta Contraloría General -contenida, entre otros, en el
dictamen N° 54.918, de 2005- el goce del beneficio aludido no confiere a los
funcionarios municipales una inamovilidad especial y, por ende, no obsta a que
opere una causal legal de término de la relación laboral, como ha acontecido en
la especie.
Enseguida, en lo que atañe a la alegación que formula la ocurrente en el sentido
que las licencias médicas que sirvieron de base a la declaración de vacancia de
su empleo por salud incompatible no se otorgaron por enfermedades comunes
sino profesionales, cabe señalar que al tenor del citado artículo 114 de la Ley N°
18.883, para acreditar la existencia de una enfermedad producida a
consecuencia del desempeño de las funciones es menester que la Comisión de
Medicina Preventiva e Invalidez así lo dictamine, pronunciamiento que no
consta que haya sido solicitado en su oportunidad por la interesada.
Finalmente y en otro orden de consideraciones, en lo que respecta al reclamo
que formula la afectada en contra del municipio respecto de la falta de
tramitación por parte de éste de las licencias médicas que se le otorgaran
después de su desvinculación laboral, cabe anotar que para que una
municipalidad se encuentre obligada a tramitar una licencia médica se requiere
que ella se encuentre referida a una persona que tenga la calidad de funcionario
a la fecha de su presentación, supuesto que no concurre en relación con las
licencias a que alude la peticionaria, cuyas fechas son posteriores a su cese de
funciones (aplica criterio contenido en el dictamen N° 36.800, de 1995, entre
otros).
En consecuencia y atendido lo expuesto, no cabe sino concluir que la actuación
del Municipio en la materia se encuentra ajustada a derecho.
Dictamen Nº 42.389, de fecha 20.09.2007
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