¿Porqué pedimos un buen manejo en la lactación? Marcel Morales Adell. Departamento Alimentación Animal. Comercial (Asesor vet. de rumiantes) La Lactación es una fase corta pero muy importante para la salud digestiva de los rumiantes. Malos hábitos pueden ocasionar lesiones a nivel de la pared mucosa del aparato digestivo, alterando durante toda la vida del animal su eficiencia digestiva y provocando un mal aprovechamiento de los nutrientes, con el consecuente retraso en el crecimiento. NECESITAMOS UNA MÍNIMA NOCIÓN DE LA FISIOLOGÍA DE LA DIGESTIÓN EN RUMIANTES. ESTOMAGOS Y PRE-ESTOMAGOS DEL ANIMAL ADULTO De todos es conocido que los rumiantes poseen un aparato digestivo particular, un estómago verdadero y 3 pre-estómagos: el rumen o panza seria el saco donde se almacena el alimento y se produce la digestión fermentativa; el retículo o redecilla actuaría como calibrador de materia permitiendo el paso hacia el estómago de la materia fina y devolviendo al rumen la materia grosera; el omaso o librillo que se encarga de absorber el exceso de agua que lleva el contenido ruminal, y por último el abomaso o estómago verdadero donde se inicia la digestión enzimática o glandular propia de cualquier animal. Esta estructura digestiva permite a los rumiantes comer rápidamente y después con calma y tranquilidad regurgitar el alimento grosero y masticarlo y salivarlo convenientemente, cualquier alteración en el funcionamiento de estos preestómagos nos dará unas patologías concretas, pero éstas serán objeto de comentario en próximos artículos. Cuando el ternero nace es lactante estricto, su aparato digestivo está adaptado a una dieta exclusivamente láctea pues no tiene aun convenientemente desarrollados los pre-estómagos. Éstos empezarán a ser funcionales a partir de las 3 semanas y a partir de la 8 semanas ya permitirán la digestión fermentativa propia de los rumiantes. En este punto hay que mencionar la llamada gotera esofágica. Es un repliegue muscular a modo de surco o canal que impide que la leche al ser ingerida por el ternero pase al rumen, lo que causaría fermentaciones anómalas y problemas digestivos en general. Este canal se origina en el esófago, atraviesa el retículo y llega hasta el omaso, de esta forma la leche pasa directamente al estómago. El cierre o formación de esta gotera esofágica responde a un reflejo que se origina como respuesta a distintos estímulos: externos, internos, mecánicos, químicos, ambientales, periféricos o centrales. “PEDIMOS UN BUEN MANEJO EN LA LACTACIÓN, PARA PROVOCAR UNA BUENA ESTIMULACIÓN DE LA GOTERA ESOFÁGICA” Factores que influyen positivamente o negativamente en una correcta estimulación de la gotera esofágica: - El observar la preparación y distribución de la leche inician el reflejo. - Un maltrato o un manejo estresante, por liberación de adrenalina, inhibe este reflejo. - Ambientes excesivamente fríos o calurosos o mal acondicionamiento de la instalación inhiben también el reflejo por estrés ambiental; el animal debe sentirse cómodo. - El volumen de leche debe ser adecuado al tamaño del ternero; un excesivo volumen de leche provocará una distensión excesiva del abomaso que inhibirá el reflejo dando lugar al paso de leche al rumen; por este motivo es aconsejable que a terneros muy pequeños se les administren 3 tomas de leche. - La concentración de la leche no debe ser demasiado baja, en primer lugar para que el ternero no pase hambre, pero por otro lado en la faringe hay unos receptores que responden a los componentes químicos de la leche, i si la concentración es baja no se estimulan convenientemente (la leche de la vaca tiene aprox. un 14% de concentración). - La temperatura es otro factor a tener en cuenta; demasiado caliente puede provocar quemaduras o rechazo y demasiado fría puede no estimular la gotera esofágica, pasando entonces la leche a rumen y provocando graves alteraciones digestivas. Es importante regular la temperatura de preparación y la cantidad preparada para que no haya más de dos grados de diferencia entre el primero y el último en tomarse su ración. Normalmente se prepara la leche entre 42 y 44 ºC para la toma entre 38,5 y 40ºC. Para terminar, solo recordar tres aspectos fundamentales: 1. El agua de preparación de la leche debe ser potable. 2. El material que usamos en el proceso de preparación y administración debe estar limpio y desinfectado. 3. El tipo de leche y la pauta de administración las debemos adecuar al peso y edad del mamón, al consumo de pienso y a la época del año. Bibliografía - Gráficos modificados de Moran 2002 - Artículos de fisiología de a digestión Relling y Mattioli. Cátedra de fisiología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la U.N.L.P. - Estudio del desarrollo de los estómagos de los rumiantes de F.Correa de la Universidad de Granma.