Comisión Nacional de Liturgia - Conferencia Episcopal de Costa Rica

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Comisión Nacional de Liturgia
T e l é f o n o : ( 5 0 6 ) 2 2 2 3 - 6 53 5 - F a x : ( 5 0 6 ) 2 2 3 3 - 2 9 2 7
C o r r e o e l e c t r ó n i c o :c o n a l i @ i g l e s i a c r . o r g
A p a r t a d op o s t a l : 5 9 - 1 0 0 5( B a r r i o M é x i c o ) S a n J o s é , C o s t a R i c a .
de Liturgi¡
COMUNICADO ACERCA DEL SERVICIO QUE DESEMPENAN
LOS MONAGUILLOS O SERVIDORES DEL ALTAR
EN LAS CELEBRACIONES LITÚRGICAS
INrnonuccróN
'1,.
De acuerdo con su naturaleza sacramentall, la Iglesia ha buscado siempre
manifestar que la salvación no es una realidad que poseamos por nosotros
mismos, sino un don que nos viene de Dios. Por eso, a 1o largo de la historia se
han desarrollado diversos servicios y ministerios que animan y enriquecen los
distintos espacios de la vida eclesial.
2. En el ámbito de la liturgia, además de ser canales de la gracia santificante/ esos
servicios y ministerios también deben ayudar a todos los que asisten a las
celebraciones para que "[...] participen consciente, piadosa y activamente en la
acción sagrada"2.Por eso, " [...] cada cual ministro o fiel, al desempeñar su oficio,
debe hacer todo y sólo aquello que le corresponde según la naturaleza de la
acción y las normas litúrgicas"3. No por una escrupulosa observancia de la
normativaa ni por una desproporcionada preocupación estéücas;sino para que
manifestándose el Misterio de la Iglesia6, se realice entre nosotros la salvación7.
3. Conscientes, entonces, de la importancia de los diversos servicios y ministerios
que intervienen en la liturgia, nos referimos ahora a los monaguillos o servidores
del altar; respecto de los cuales damos algunas orientaciones tanto para recordar
la normaüva universalmente vigente como para señalar su adecuada aplicación
entre nosotros.
r Cf. CoNcIuo EcuvrÉ¡ucoVeuceNo II, " Constitucióndogmática LumenGenüumsobrela Iglesia",n.
'lEdiciónbilingüepatrocinadapor
Decretosy Declaraciones.
ConcilioEcuménicoVaücanoIL Consütuciones,
Madrid: Bibliotecade Autores Cristianos,20W,p.21 (en adelantese
la ConferenciaEpiscopalEspañola,
abreviará con la siglas" L.G." mas el numeral al que se hace referencia).
z CoNcluo EculvrÉx¡coVATICANoII, " Constitución Sacrosanctum
Conciliumsobrela sagradalTturgj{' ,
Eüción bilingíiepatrocinada
n. 48:ConcilioEcuménicoVaücanoII. Consütuciones,
Decretosy Declaraciones.
por ln Conferencia
EpiscopalEspañola,Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 200G, p.245 (en
adelante se abreviará con la siglx " 5.C." más el numeral al que se hace referencia).
3 S.C.,n. 28.
4 Cf . 5.C.,n. 22-?3,26,3740.
s Cf. S.C.,n. 34.
6 Cf. S¿N JUANPABLoII, "Caúa apostólica Vicesimusquintus annus en el XXV aniversario de la
n. 9: Andrés Penoo, Documentación
litúrgica.Nueao
Constitución conciliar Sacrosanctum
ConciLium",
XVI, Burgos:Monte Carmelo,20082,p.197.
Enquiriüon.De sanPíoX (1903)aBenedicto
7 Cf.5.C.,n.7.
<Linrgia lesu Christi sacerdotalismuneris exercitatio)
Cf. SacrosanctumConcilium, no 7
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Comisión Nacional de Litursia
T e l é f o n o : ( 5 0 6 ) 2 2 2 3 - 6 5 3 5- F a x : ( 5 0 6 ) 2 2 3 3 - 2 9 2 7
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de Litwgi¿
Nerun¡.r¡zA Y DENoMTNACTóN
4. Los hombres o mujeres, de edades diversas, que colaboran con el sacerdote
asistiéndole en el desarrollo de las acciones liturgicas cumplen una misión de
gran importancia. Sin embargo, debe tenerse claro que no se trata de un
"ministerio", sino de un "servicio ht6tg¡co" o tarea temporal confiada a algunos
laicoss.
5. Este servicio liturgico recibe diferentes denominaciones dependiendo del país en
el cual se estée.En nuestra Provincia Eclesiástica de Costa Rica ha de mantenerse
la costumbre de llamarlos "monaguillos" o "servidores del altar"; dos
expresiones que pueden emplearse de manera alternaüva, sin establecer
diferencia alguna entre ambas. Y en cualquier caso, deben distinguirse
claramente de los acólitos; pues aunque los monaguillos asuman algunas de sus
funciones, el acolitado sí es un ministerio y tiene caracterlsticas muy propias.
6. Los "monaguillos" o "servidores del altat" serán habitualmente niños o jóvenes
que se encuentren entre los siete y los dieciocho años. Pero si en una determinada
celebración liturgica no hay personas de esa edad que puedan currrplir con las
diversas tareas asociadas a este servicio litúrgico, la totalidad de esas funciones
o algunas de ellas podrán ser asumidas por alguna persona adulta
adecuadamente capacitada; que actuará movida sólo por la generosidad y el
espíritu de servicio eclesial. Por eso, en todo se ajustará a 1o que establece el
presente comunicado, consciente de que se estará desempeñando como un
monaguillo más.
V¡srrounes LmiRGICAS
7. Al pensar en la vestidura litúrgica de los monaguillos debemos culüvar una
comprensión espiritual. De manera semejante a lo que sucede con los ministros
ordenados e insütuidos, podemos decir que el traje liturgico de los monaguillos
sirve para que la atención no se concentre en la persona que ejerce el servicio
liturgico, sino en el misterio que se celebra, que en última instancia es siempre el
8Cf. CoNcREc¡.qóNpeneerCrrno - CoNcnsclcróNpenaraDocrraxeonreFs
- CoNcnsceclóN
- CONCN¡C¡.CTÓN PENE LOS OBISPOS .
PARA EL CUTTO DTVINO Y LA DISCPLINA DE I-OS SRCNEiT,TENTOS
reRe Los Ixgrm-rtos os
oB Los PrEBLos- CoNGREGAcTóN
CoNcnscaoóN p¡n¿. re EvANGELrzAcróN
y
CoNSElo
PARALo6 LAIcos Vlo¡ CoNSecRADA res SrcmoeDESDEVIDA Aposróuce PoN[Frcro
Instrucción
sobrealgunas
oe Los TEXrosLEGISLATIVo6,
PoNTFICIoCoNssJorARALA INTERnRETACIóN
art.'L:
de losfelcs laicosen eI sagradoministeriode los sacerdotes,
cuestionesacercade la colaboración
Burgos:
aBenedictoXVl,
sanPíoX(1903)
AndrésPenoo,Documentaciónlitúrgica.NueooEnquiriüon.De
p.1292-1294.
Monte Carmelo,20082,n. 53L0-5313,
eCf. JoséAroezÁser, Vocabulariobásicode liturgia, Barcelona:Centre de Pastoral Liturgica, colec.
"Bibliotecaliturgica" 3, 2002?,p. 246.
<üturgia lesu Christi sacerdotalismuneris exercitatiot
Cf. SacrosanctumConcilium, no 7
Comisión Nacional de Liturgia
"'@
T e i é f o n o : ( 5 0 6 \ 2 2 2 3 - 6 5 3 5- F a x : ( 5 0 6 ) 2 2 3 3 - 2 9 2 7
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d€ Liturgla
mismo Jesucristo. Al mismo tiempo, esas vestiduras recuerdan que todos los
crisüanos están llamados a revesürse con los mismos sentimientos del Señor10.
8. Al lado de esasconsideraciones que alimentan la vida espiritual, debe tenerse en
'de
ministerios se manifiesta
cuenta que también "1...f la diversidad
de las vestiduras
ert
la
diversidad
exteriormente, al celebrar la Eucarisú.a,
sagradas' "11. As7,por ejemplo, en la hltima edición del Misal Romano se ha
aclarado que el alba es tan sólo la "[...] vesüdura liturgica común para todos los
ministros ordenados e instituidos [...1"r2. No está previsto su uso por parte de
monaguillos u otros servidores liturgicos ni tampoco el emplearla como la
"vesüdura blattca" propia de la iniciación cristiana.
9. Además, en aplicación de la normativa universal citada, serla un contrasentido
que los monaguillos se revistan de un modo que se preste a confusiones; sobre
todo cuando se trata de aquellos que ya no son niños y cuyas vestiduras los
asemejasen incluso a los sacerdotes que ejercen el servicio de maestro de
ceremonias, monitor, animador del canto u otro. Pot eso, asumiendo también la
práctica más habitual y difundida entre nosotros, todos los monaguillos de la
Provincia Eclesiásüca de Costa Rica deben emplear como única vestidura
liturgica la sotana roja (de diseño muy sencillo) acompañada del roquete o
sobrepelliz (cuyo color, por su naturaleza, es siempre blanco)13.
to Cf. Joseph RATzINGE& "El espíritu de la liturgia": Obras Completas,tomo XI: Teologíade la liturgia,
Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2012, p.125.
11 CoNGREGIcIóN pARA EL cur-To DtvINo y LA DISCpLINA DE ros SecnavreNtcF, Instrucción
"Redemptionis Sacramentum" sobre algurcascosasque se deben obseraaro eaitar acercaile la Santísima
'R.5."
Eucaristía,San José:Editorial CECO& 2004, n.121., p.35 (en adelante se abreviará con la siglas
más el numeral al que se hace referencia).
12"Institución General del Misal Romano", n. 336: Misal Romano. Renoaadopor decretodel C.oncilio
EcuménicoVaücanoII, promulgadopor Ia autoridad del Papa Pablo VI y reoisadopor el Papaluan Pablo IL
Edición típica para México según la terceraeüción típica laüna, aprobadapor la Conferenciadel Episcopado
Mexicano y reconocidapor Ia Congregaciónpara el Culto Diaino y Ia Disciplina de los Sacramentos,México:
Obra Nacional de la Buena Prensa" 2013, p.83 (en adelante se abreviará con las siglas" I.G.M.R." más
el numeral al cual se hace referencia).
Respecto del uso del alba, debe notarse que en la segunda edición del Misal Romanotan sólo se decía
que la "[...] vestidura sagrada común para todos los ministros de cualquier grado es el alba [...]"
("Ordenación General del Misal Romano", n.298: Misal Romano.Reformadopor mandato del Concilio
Ecuménico Vaücano lI y promulgado por Su Sanüdad eI Papa Pablo VI, Madrid: Coeditores Litrírrgicos,
2006,p.86). La precisión de que se trata de "ministros ordenados e instituidos" , d{a claro que el alba
no debe ser empleada por todos los que ejercen algrin servicio liturgico; ésta fue una interpretación
inadecuada que ya ha sido corregida.
13Esto corresponde a un acuerdo con el que la Conferencia Episcopal de Costa Rica aplica la
normativa universal a la realidad de nuestra Provincia Eclesiastica. Dicho tema fue tratado en la
Sesión n. CL celebrada entre los días 03 a707 de agosto del año del Señor 2015.
<Liturgía lesu Christi sacerdatalismunerisexercitatio)
'7
Cf. SacrosanctumConcilíum, no
*"ffi
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de Liturgia
UsrcecróN
DENTRo DEL PRESBITERIo
10. El Concilio Vaticano II había recordado ya que aunque "I...f Ia sagrada liturgia
es, principalmente, culto a la Divina Majestad, contiene también una gran
instrucción para el pueblo fiel [pues hasta los] mismos signos visibles que la
sagrada liturgia utiltza para significar las realidades divinas invisibles han sido
elegidos por Cristo o por la Iglesia"la. Por eso, "[...] la disposición general del
edificio sagrado conviene que se haga como una imagen de la asamblea reunida
[al mismo tiempo] que facilite un proporcionado orden de todas sus partes y que
también favorezca la perfecta ejecución de cada uno de los ministetios" 15y
servicios.
LL. Asimismo, para todos es claro que ya no üene sentido ubicar a los distintos
ministros y servidores en el presbiterio según el principio de precedencia, es
decir, buscando resaltar cargos y honores. Pues aunque debamos reconocer con
dolor que ese criterio fue empleado en otro üempo, la reflexión del Concilio
Vaticano II nos ha ayudado a comprender que la Iglesia es un misterio de
comunión. En consecuencia, en nuestros dlas la distribución de los distintos
lugares dentro del presbiterio ha de manifestar que somos una comunidad
donde la diversidad de carismas, ministerios y servicios no existe para establecer
diferencias de dignidad o importancia entre los bautizados, sino para asegurar
la adecuada atención a las diversas necesidades de la evangelización16.
l2.Paraque la liturgia sea,entonces, expresión sensible de la diversidad de servicios
y ministerios con los que todos los bautizados contribuimos al anuncio del
Evangelio, las normas liturgicas actualeslT establecen con claridad que cerca del
sacerdote (obispo o presbítero) que preside sólo deben de estar ubicados los
diáconos, cuyo ministerio es la asistencia al presidentels. En cambio, tanto los
1aS.C.,n.33.
$I.G.M.R., n.294.
16Cf . L.G., n. 9-12, 1,8-29.
17A pesar de que esta normativa estaba ya impllcita en una adecuada aplicación del Ceremonialde los
Obispos,su recepción no se realizó de manera tan clara. De ahí que encontremos indicaciones más
directas en la tercera edición de la I.G.M.R. y en: CoNGREGACIóNpene er Culro DIvnso v r¿.
DISCIrLINADE Lo6 S,qcn¡NreNncF.,Guía para grandes celebraciones,13de junio de 20'L4(en adelante se
abreviará con las siglas "G.G.C." rnás el numeral al que se hace referencia).
18Cf. I.G.M.R., n. 310; G.G.C., n. X) L.G., n.29.Y enraz6n de ese carácter asistencial del ministerio
que se les ha confiado, los diáconos acompañan siempre aI Obispo, sea que éste se desplace, esté en
la sede, en el altar o en cualquier otro sitio durante la liturgia (Ctremonial de los Obispos.Renoaado
según los decretosdel SacrosantoConcilio VaücanoII y promulgadopor Ia autoridad del Papaluan Pablo II.
VersióncastellanaparaAméricaLatina,Bogotá: CELAM-DEL,19912,n.26.1,28.13'1.L53,entre otros (en
'C.E.'
más el numeral al que se hace referencia).
adelante se abreviará con la siglas
<üturgia lesu Christi sacerdatalismuneris exercitatio>t
Cf. SacrosanctumConcilium, no 7
"ffi
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de Liturgia
concelebr¿u:rtes
como los otros ministros y servidores deben ubicarse en un lugar
distinto al de la sede, aunque dentro del presbiteriole.
L3. Entonces, en cuanto a los monaguillos, debe mantenerse el principio de que la
ubicación ha de expresar la naturaleza de su servicio y facilitar el desarrollo de
sus tareas. Por eso, tendrán su lugar dentro del presbiterio, pero no deben
ubicarse al lado del sacerdote presidente ni de los eventuales concelebrantes, sino
en un lugar diferenciado desde el cual se puedan desplazar con facilidad para el
cumplimiento de los diversos servicios que se les encomiendan, sin asumir
posturas o actitudes que les hagan pasar por ministros o les confundan con otros
servidores.
TARnes ENCoMENDADAS
A Los MoNAGurLLos20
14. Aunque de alguna manera deban suplir la ausencia de acólitos instituidos, los
monaguillos no pueden asumir todas las tareas de aquellos, mucho menos las
que son propias de los diáconos. Pero además, se debe tener en cuenta que en
presencia de diáconos y acólitos,los monaguillos deben dejar que éstos cumplan
con todos los servicios ligados a su ministerio. No por razones de mayor
dignidad o importancia, sino por la responsabilidad prioritaria que recae sobre
ellos en razón de la ministerialidad; y porque los servicios que se le encomiendan
'[...]
a los monaguillos
no [están previstos] para asegurar una plena
participación [. ..1"21,sino para garanlzar el buen desarrollo de una celebración
aun cuando no se cuente con toda la variedad de ministerios.
L5. Durante la procesión de entrada, los monaguillos podrán llevar el incensario o la
naveta (recipiente con el incienso), o bien ejercer el servicio de cruclfero (quien
lleva la cruz procesional) o ceroferario (quien lleva el cirio). Pero además, en una
liturgia presidida por el Obispo podrán ejercer el servicio de sostener la mitra o
el báculo en los momentos en que aquélno los emplea.
1eCf. I.G.M.R.,n. 310;G.G.C.,n. 19 y 21..8nefecto,esaubicaciónde los presblteroscorrespondea la
naturaleza de su ministerio; pues como rniembrosdel segundogrado del ministerio sacerdotal,los
presbíterostienen la misión de prolongar el ministerio del Obispo allí donde ésteno pueda estar; por
eso,no sedebenubicar en torno a la sede,sino en un lugar separado(cf. L.G.,n 28;PonüficalRomano.
y delos üáconos.Reformado
por mandatodel ConcilioVaticanoII,
Ordenacióndel Obispo,de lospresbíteros
por Su Santidadel PapaPabloVI y reuisado
por Su SantidadeI Papaluan Pablo11,Barcelona:
promulgado
CoeditoresLiturgicos. 20033,n. 131,,p.107).
20Esta secciónse fundamenta en C.E.,n. 1,-170;I.G.M.R.,n. 91-111;G.G.C.,n. 15-22.Pero cuando
alguna observacióno disposiciónlo requieraen razón de su particularidad, sehará menciónexplícita
de Ia fuente de la cual se extrae.
21R.S.,n. 151,cf. n. 40.
<üturgia lesu Christi sacerdatalismuneris exercitatio>
Cf' SacrosanctumConcilium, n" 7
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de Liturgia
L6. Cuando el acto penitencial es sustituido por el "rito de bendición y aspersión de
agva", los monaguillos podrán portar el acetre (o caldereta) o el libro en el
momento de bendecir el agua. Se quedarán en el presbiterio mientras el sacerdote
recone las naves del templo haciendo la aspersiónz.
LT.Prala oración colecta, la oración poscomunión,la oración universal de los fieles
o cualquier otro rito que se realice en la sede, los monaguillos podrán portar el
libro de donde el sacerdote ha de leer las oraciones que debe pronunciar.
1,8.Para la proclamación del Evangelio en una Misa solemne, podrán desempeñarse
como ceroferarios, turiferarios (quien lleva el incensario o tuúbulo) o naveteros
(quien lleva la naveta) acompañando como corresponde la procesión con el
Evangeliario.
19. En la presentación de dones, los monaguillos pueden ayudar a trasladar 1o
necesario desde la credencia al altar: el Misal, elcáhz,los copones y las vinajeras.
También pueden colaborar en la reahzactón de1 lavabo. Además/ en una
Eucaristía solemne pueden colaborar sirviendo el turlbulo (o incensario) y la
naveta; e incluso, en ausencia del diácono o el acólito, los monaguillos podrán
realizar la incensación de quien preside la Eucaristía, de los concelebrantes y de
los demás miembros de la asamblea. Pero no deben acompañar al sacerdote
durante la incensación del altar, pues esto es un servicio propio del diácono y
eventualmente del acólitozs.
20. Durante la plegaria eucarlsüca y los ritos de comunión, los monaguillos
permanecerán en sus siüos habituales en el presbiterio y no cerca del altar, ya
que esa ubicación es propia del ministerio del diácono y del acólito. Por eso, son
sólo estos dos ministros (diáconos y acólitos) quienes deben asistir al sacerdote
Los monaguillos,
en el uso del Misal y en los otros servicios propios del aTtarz+.
en cambio,podrénrealtzar el oficio de ceroferarios, turiferarios y naveteros para
la incensación durante la Plegaria eucarística.
21. Eventualmente, los monaguillos se acercarán a darle la paz al sacerdote que
preside. Y si éste lo considera oportuno, en los lugares donde se tenga la
costumbre, le podrían asistir con la patena durante la distribución de la
Comunión.
?1.Los monaguillos también colaboran en la purificación de los vasos sagrados, sea
que ésta tenga lugar durante la Misa -en la credencia o en un extremo del altar22Cf. C.E, n. 133;I.G.M.R.,n 174,189y 100.
% Cf. C.E.,n.1-49;I.G.M.R.,n 178,190y 100.
24Cf. C.E.,n. 153;I.G.M.R.,n 179,189y 100.
<ünrgin lesu Christi sacerdatalismuneris exercitatiot>
Cf. SacrosanctumConcilium, no 7
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de Liturgia
o una vez concluida la celebración. En el primer caso, los monaguillos servirán
al diácono, acólito o sacerdote llevándole la vinajera con el agua y trasladando
los vasos sagrados del altar a la credencia. En el segundo caso, los monaguillos
recibirán de manos del diácono, acólito o sacerdote los vasos sagrados que
fevarán a la credencia o a otro lugar apropiado.
23. Enla procesión de envío, los monaguillos pueden realtzat la función de cruclfero.
24.Enla celebración de los demás sacramentos y en las otras celebraciones litúrgicas,
los monaguillos asistirán al sacerdote asumiendo las indicaciones de los diversos
libros liturgicos. Pero siempre tendrán especial cuidado de no asumir las tareas,
los gestos o las posturas propias de los diáconos o acólitos.
25.5i fuera necesario, un monaguillo con la adecuada formación podrla asumir el
servicio de maestro de ceremonias; que realtzará atendiendo de manera
parücular la discreción que requiere esta tarea. Por ello, se acercatá a quien
preside sólo en los momentos en que sea estrictamente necesario, no suplantará
el rol de ningún otro ministro o servidor y tendrá la misma vestidura liturgica de
los demás monaguillos; entre los cuales se ubicará habitualmente en el
presbiterio.
26. Adenás, al organizar el grupo de monaguillos que asisürá a una determinada
celebración, debe recordarse que un oficio liturgico no es un medio de dar
parücipación a los fieles2s.Por eso, en cada celebración estarán únicamente los
monaguillos necesarios para las tareas litúrgicas que se requieran en ese
momento; debe superarse la práctica de revesür monaguillos tan sólo para que
estén presentes en el presbiterio sin desempeñar ninguna función, pero también
debe evitarse que un mismo monaguillo acapare las tareas que corresponden a
diversos roles liturgicos. Sin embargo, es evidente que cuando se cuente con un
número insuficiente de servidores, éstos deberán multiplicarse en sus tareas para
asegurar todos los servicios necesarios.
GuÍe y FoRMACTóNDELos MoNAGUILLoS
27.81grupo de los monaguillos debe contar siempre con la coordinación de una
persona adulta, sólida en la fe, con fuerte sentido apostólico y de gran testimonio
cristiano por su moral probada. Esta persona no sólo se encargará de aspectos
organizativos, sino que también animará todo cuanto tiene que ver con la vida
del grupo y buscará los medios para asegurar la formación de cada uno de sus
miembros.
2sCf. R.S.,no 40. 151.
<Linrgia Iesu Christi sacerdotalísmuneris exercítatio))
Cf. SacrosanctumConcilium, no 7
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Comisión Nacional de Liturgia
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de Liturgia
28.La formación de los monaguillos no se limitará únicamente a los aspectos
específicos de su servicio liturgico. A1 contrario, sin pretender suplantar los
procesos parroquiales de catequesis, se le dará especial énfasis a los aspectos de
formación crisüana y al fomento de la vida espirituaf aprovechando de manera
parücular todos los elementos con los que la liturgia en general y, de manera
particular, los sacramentos enriquecen la vida espiritual.
29.En la formación específicamente litúrgica debe evitarse a toda costa caer en una
perspecüva ritualista; y para ello es necesario asumir al menos dos principios
fundamentales. En primer lugar, es muy importante enseñarle a los monaguillos
el sentido de los distintos ritos en los que participan y colaboran: que no sólo
sepan ayudar al sacerdote en lo que se está haciendo, sino que sean capaces de
entender -según su edad- el sentido de esos gestos litúrrgicos que se están
viviendo; de tal forma que participando con una sana devoción de los ritos
liturgicos puedan alimentar con ellos su vida espiritual. Como segundo
principio, debe enseñárselesa actuar de manera muy natural en el desarrollo de
sus diversas tareas litúrgicas, pues el arte de celebrar del que participan a su
manera todos los fieles laicos no debe confundirse con una teatralidad exagerada
y deshumanizante que impide la vivencia espiritual.
CoNcrusróu
30. Al concluir esta comunicación, queremos dirigir una palabra de agradecimiento
a todos los hombres y mujeres de distintas edades que ejercen el servicio de
monaguillos. Éste reviste una gran importancia para que la Iglesia realice su
labor de santificación en el mundo de hoy; por eso, hemos querido ofrecerles
estas orientaciones, testimonio claro del aprecio y gratitud que les profesamos.
Que estas observaciones les ayuden a perfeccionar cada día más el servicio que
tan generosamente prestan a sus hermanos.
Dado en la Sede de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, a los 11 días del mes de
octubre del Año del Señor 2015, en el vigésimo octavo domingo del Tiempo
Ordinario.
r FunNÁNprz
Obispo de Puntarenas
Presidentede la ConferenciaEpiscopalde CostaRicay
de la Comisión Nacional de Liturgia
<Liturgia Iesu Christi sacerdatalismuneris exercitatiott
Cf. SacrosanctumConcilium, n" 7