20 Justificación Basta con dar una mirada a los diarios locales y

Justificación
Basta con dar una mirada a los diarios locales y observar las noticias
nacionales y del mundo para darnos cuenta que la violencia es uno, si no el mayor
de los problemas social que tenemos hoy en día, donde las madres se convierten
en homicidas de sus hijos y los jóvenes realizan comportamientos agresivos y
deliberados en contra su propia familia, amigos o compañeros.
Los datos
presentados por las distintas instancias sólo son una aproximación a la magnitud
del problema, ya que las instituciones sólo registran los casos denunciados y
comprobados, aunque sabemos de antemano, que probablemente sean más los
casos que no salen a la luz. El mundo entero está evolucionando en ciencia y
tecnología pero no puede dar marcha atrás en todos aquellos comportamientos
que ponen en riesgo la existencia misma de la raza humana.
Mediante una encuesta conducida por el INEGI en el Distrito Federal, se
indicó que el 30% de las familias han sufrido algún tipo de violencia, como el
maltrato emocional, intimidación o abuso físico o sexual por algún miembro de la
familia (Violencia y Maltrato, México, 2006). Otro estudio más indicó que en
México, el 70% de las mujeres
reportan algún tipo de violencia domestica.
(Violencia Doméstica, 2006).
UNICEF y el Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas en el 2006, tras
hacer una división por regiones del mundo, obtuvieron que en el Caribe y
Latinoamérica había entre 11.3 y 25.5 millones de niños expuestos a violencia
doméstica, mientras que en el mundo había un estimado de 133 a 275 millones.
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En México, El Programa de Prevención del Maltrato Infantil (DIF-PREMAN)
recibió, en el 2004, 38 554 reportes de abuso infantil, confirmándose 22 842 de
ellos. En el 2005 se reportaron 39 542 casos de los cuales 24 748 fueron
confirmados y para el 2006 la cifra de casos reportados descendió a 36 032 de los
cuales 22 437 fueron confirmados (INEGI, 2009). Aunque para el 2006 el número
de casos descendió, siguen siendo cifras poco alentadoras de un fenómeno que a
pesar de todo sigue en crecimiento.
Por otro lado en Sonora, DIF-PREMAN registró, en el 2004, 1 734 reportes
de abuso infantil de los cuales 1 084 fueron confirmados y para el 2007 el número
ascendió a 1 384 de los 1 779 reportados (INEGI, 2009).
En relación con la violencia en la pareja, los datos no son más alentadores.
Jayaraman (2004) establece que al menos una de cada tres mujeres ha
experimentado violencia doméstica (por sus esposos o algún miembro de la
familia) en su vida. En México, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de
las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2006, el
47.7% de las mujeres
declararon haber padecido eventos violentos en su contra por parte de su
compañero conyugal, mientras que en el 2011, el 46.10% refirieron haberlos
padecido (INEGI 2012), aunque aparentemente el porcentaje de mujeres
violentadas disminuyó, sigue siendo un porcentaje alto de mujeres de 15 o más
años que experimentan este tipo de comportamientos con sus parejas. En el
Estado de Sonora en el 2006 el 49.8% de las mujeres habían experimentado al
menos un incidente violento por su pareja sexual durante los últimos 12 meses,
dato revelado por INEGI, (2007), cifra que para el 2011 aumentó al 53.66%
colocándose por encima del porcentaje nacional (INEGI 2012)
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Si bien es cierto los datos mostrados en relación a la pareja corresponden a
la violencia ejercida del hombre hacia la mujer, cabe señalar que aunque no se
tengan registros públicos de reportes de violencia hacia los hombre, hoy en día es
un fenómeno que está tomando cada vez mayor fuerza, lo cual nos indica que
eventualmente la violencia familiar se ejercerá de una manera equitativa en la
pareja. Por ello es necesario tener un mayor conocimiento del fenómeno, los
factores que probabilizan, modulan y pueden llegar a reducir la incidencia de
violencia familiar y más importante aún, analizar el contexto físico en el que se
desarrolla dicha problemática para de esa manera desarrollar programas,
intervenciones y diseños pertinentes para una mejor calidad de vida de las
familias.
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