El síndrome de despersonalización – desrealización en ex adictos

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Sirvent y Fernández, J Addict Res Ther 2015, 6:2
http://dx.doi.org/10.4172/2155-6105.1000225
El síndrome de despersonalización –
desrealización en ex adictos
Carlos Sirvent1* y Laura Fernández2
1
Fundación Instituto Spiral Madrid, España
2
Departamento de Psicología Diferencial Universidad de Oviedo, España
*Correspondencia con el autor: Carlos Sirvent, Psiquiatra, Fundación Instituto Spiral Madrid, Spain, Tel: 985 111
111; Fax: 985 116 163; E-mail: [email protected]
Recibido Marzo 27, 2015; Aceptado Mayo 04, 2015; Publicado May 11, 2015
Citar como: Sirvent C, Fernández L (2015) Depersonalization Disorder in Former Addicts (Prevalence of
Depersonalization-Derealization Disorder in Former Addicts). J Addict Res Ther 6: 225.
Resumen
doi: 10.4172/2155-6105.1000225
Copyright: © 2015 Ruiz CS, et al. This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons
Attribution License, which permits unrestricted use, distribution, and reproduction
Muchos ex-adictos que llevan tiempo alejados del consumo de sustancias sufren el
denominado síndrome de despersonalización-desrealización (DPD- DR) consistente en una
peculiar sensación de irrealidad y extrañeza del entorno, algo así como “estar viviendo un
sueño permanente” que no consiste en un estado de conciencia alterado sino en una
consciencia diferente del mundo, de manera que el sujeto se convierte en espectador virtual
de una vida que unas veces le parece real y otras ilusoria. Casi todos los estudios sobre el
binomio despersonalización- adicción se refieren a drogodependientes en activo, no
encontrándose estudios en ex adictos.
adictos.
Objetivo: Averiguar la prevalencia del síndrome DPD- DR entre la población de ex
Método: 68 ex adictos fueron comparados con 59 sujetos del grupo control. Se
aplicaron las escalas CDS (Cambridge Depersonalization Scale) en la versión CDS-11; y la
DES (Dissociative Experiences Scale de Bernstein & Putnam).
Resultados: Prácticamente un 25% de los adictos deshabituados (ex adictos) padecen
o han padecido síndrome de despersonalización severo (escala DES). En grado leve la cifra
asciende al 43,55 % (escala DES), o al 19,38% (escala CDS-11). Aclaremos que la
prevalencia DPD- DR entre la población general es del 1,5%.
Conclusiones: El síndrome de despersonalización-desrealización sorprende tanto al
ex adicto como a sus allegados e incluso al profesional que frecuentemente desconoce el
fenómeno, interpretándolo como añoranza del ambiente de consumo, ¿Cuántos adictos
deshabituados o ex adictos habrán sufrido el error de un terapeuta? Mediante una intervención
adecuada puede superarse el síndrome DPD- DR en 3-6 meses desde su debut.
Consideramos importante que los profesionales de la salud conozcan este fenómeno.
Palabras Clave: prevalencia, despersonalización, desrealización, adicción, evaluación,
deshabituación, rehabilitación, ex adicción.
J Addict Res Ther
ISSN:2155-6105 JART an open access journal
Volume 6 • Issue 2 • 1000225
Citation: Sirvent y Fernández L (2015) Depersonalization Disorder in Former Addicts (Prevalence of Depersonalization-Derealization Disorder in
Former Addicts). J Addict Res Ther 6: 225. doi: 10.4172/2155-6105.1000225
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Introducción
Las experiencias disociativas son
relativamente comunes en la población general,
distribuyéndose por igual entre mujeres y
hombres, tendiendo a ser menos frecuentes
con la edad [1, 2]. La clasificación CIE-10
(OMS) asigna el proceso a la familia de las
neurosis, como fenómeno secundario a
situaciones de estrés, agrupando en una única
categoría, el síndrome de despersonalizacióndesrealización (DPD-DR). Sin embargo la
clasificación DSM-5 [3] es más explícita,
reflejando que la característica esencial de
este trastorno consiste en la vivencia de
extrañeza o de distanciamiento de uno mismo;
el afectado se siente como un observador
externo de sus procesos mentales, del propio
cuerpo o de una parte de él, como si estuviera
ajeno, muerto o vacío, como si fuera un
autómata o viviera en un sueño o en una
película. [4]. Se suele describir el trastorno de
despersonalización como experiencias de
irrealidad, de distanciamiento o de ser un
observador externo respecto a los pensamientos, sentimientos, sensaciones, el
cuerpo o las acciones de uno mismo mientras
que
la
desrealización
consistiría
en
experiencias de irrealidad o distanciamiento
respecto al entorno [5, 6].
El fenómeno DPD-DR o extrañamiento
debido a los efectos fisiopatológicos directos de
una sustancia se diferencia del trastorno de
despersonalización convencional por el hecho
de que dicha sustancia (p. ej., drogas,
medicamentos,
incluso
comportamientos
adictivos)
se
considera
etiológicamente
relacionada con el fenómeno de extrañamiento
[7]. En la intoxicación aguda o en la abstinencia
de alcohol o de otras sustancias puede
aparecer
la
despersonalización
como
síndrome. Por otro lado, el consumo de drogas
puede intensificar los síntomas de un trastorno
de despersonalización preexistente.
La mayor parte de estudios sobre el
binomio
despersonalización-adicción
se
refieren a drogodependientes en activo o a los
efectos inmediatos de las sustancias. En uno
de ellos [8] se comparaban sujetos adictos
(sobre todo a cannabis y alucinógenos) con no
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adictos que padecían despersonalización.
Ambos grupos presentan un curso y
deterioro análogo con tendencias suicidas y
una respuesta limitada al tratamiento. Otro
estudio similar [9] comparaba pacientes con
trastorno de despersonalización inducido por
consumo de drogas y pacientes con trastorno
de
despersonalización
simple,
no
encontrando diferencias clínicas significativas
respecto al trastorno.
El síndrome de DPD-DR no solo se
presenta durante la etapa de consumo activo
de sustancias, también reaparece cuando se
abandona la droga. El fenómeno es
extensible tanto a drogas como a
psicofármacos y otros comportamientos
adictivos como la ludopatía [10, 11]. Algunos
estudios aseguran que los ex alcoholicos
presentan
niveles
más
altos
de
despersonalizacion [12] que otros ex adictos
(cocaína). Sin embargo, ambos grupos
presentan altos niveles de DPD-DR en
función de los años de abuso de las
sustancias. Las experiencias disociativas
pueden ser un efecto residual crónico del
abuso de sustancias.
Prevalencia
Hasta hace relativamente pocos años no
se
empezaron
a
efectuar
estudios
epidemiológicos del síndrome de DPD-DR.
Casi todos los investigadores aluden al
infradiagnóstico como algo connatural a la
misma.
Se
ha
referido
que
la
despersonalización es la tercera experiencia
psicopatológica más común tras la ansiedad
y la depresión [13]. La incidencia y
prevalencia es difícil de determinar por la
falta de consenso y la dificultad de una
medición fiable, pero no suele diagnosticarse
y episodios aislados de despersonalización
son frecuentes incluso entre la población
normal [14]. Estudios concurrentes [11],
estiman la prevalencia del trastorno de
despersonalización en un 2.5% de la
población. En un estudio epidemiológico con
1.567 sujetos (Michal et als., 2010) realizado
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en Alemania, se encontró una prevalencia del
1-2%. Michal et als [15] realizaron un estudio
con una muestra de 1287 sujetos entre 14 y 90
años encontrando un total de 1,9% dentro del
rango de importancia clínica. En conclusión la
prevalencia del síndrome de DPD-DR para la
población general oscilan en torno al 1,5%.
En un trabajo precedente [11], se describía
el
síndrome
de
despersonalización
–
desrealización del ex adicto o adicto en
deshabituación por los siguientes síntomas
diana:


Vacío existencial: consistente en
insatisfacción, decepción, desilusión y
vacío emocional.
Crisis de identidad: interrogantes
existenciales acerca de la propia
identidad que le puede conducir a
identificarse con su pasado, con el
personaje que fue, en choque frontal
con el nuevo yo que lucha por abrirse a
un mundo nuevo y desconcertante.

Alteraciones de la memoria y cognición:
sensación
subjetiva
de
haberse
deteriorado,
de
haber
perdido
facultades intelectivas.

Cambios de humor y labilidad afectiva:
la culpabilidad es habitual, así como un
sentimiento reiterativo de claudicación.

Desrealismo: o sensación de que este
mundo es irreal.

Rememorar sensaciones y sentimientos
ya superados: recuerdos que reviven
con inusitada fuerza emocional, tanto
que en ocasiones puede dispararse una
recidiva.
Objetivos de investigación
El principal objetivo de la investigación
era conocer la prevalencia del síndrome de
despersonalización-desrealización (DPD-DR)
entre la población de ex adictos comparada con
el grupo control cotejando los datos aportados
por
los
instrumentos
de
valoración
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seleccionados. Dadas las características del
síndrome DPD-DR, cabe establecer un plan
de intervención y de prevención del mismo si
los datos así lo sugerían.
Como objetivos secundarios se
analizarían la incidencia de subsíndromes
asociados y su peso específico dentro del
proceso de DPD-DR. Nos referimos, entre
otros, al vacío existencial, las alteraciones
mnésicas y cognitivas, los cambios
humorales, las crisis de identidad y la pseudo
identificación con el yo del consumo. El
último objetivo recoger los elementos
aportados por la propia estructura de las
escalas evaluativas utilizadas: la amnesia
disociativa, la absorción asociativa y la propia
despersonalización/desrealización recogida
en la escala DES.
Instrumentos de evaluación
Existen 3 tipos de instrumentos para
medir la despersonalización: 1) Escalas de
cribado, entre las que se incluyen la
Dissociative Experiences Scale de Bernstein y
Putnam (DES) [16] y la A-DES para
adolescentes y el Cuestionario de Disociación
Somatoforme de Ellert Nijenhuis (SDQ) [17].
2) Escalas diagnósticas como Cambridge
Depersonalisation Scale (CDS) [18], en sus
dos versiones de 28 y 11 ítems y el Inventario
Multidimensional de Disociación (MID) [19]. 3)
Entrevistas estructuradas, como el Examen
del Estado Mental para Disociación de
Loewenstein [20], la Entrevista de Trastornos
Disociativos de Colin Ross (DDIS) y la
Entrevista Clínica Estructurada para la
desrealización-despersonalización Spectrum
(SCI-DER)
Para la investigación se seleccionaron
dos
instrumentos:
la
Cambridge
Depersonalisation Scale (CDS-11) y la
Dissociative Experiences Scale de Bernstein y
Putnam (DES).
La escala autoadministrada CDS-11
(Cambridge Depersonalisation Scale) mide la
frecuencia y duración de los síntomas de
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despersonalización en los últimos 6 meses. Los
ítems describen experiencias que afectan a
diferentes modalidades sensoriales. Hay una
versión de 28 ítems y otra reducida de 11
ítems que es la que hemos utilizado en el
estudio
La
escala
DES
(Dissociative
Experiences Scale) es un test autoadministrado
de 28 items que parece tener validez predictiva
respecto a los trastornos disociativos. Tiene 3
subescalas: experiencias de amnesia o lagunas
en la continuidad de la conciencia;
despersonalización, desrealización y absorción
(“absorción
imaginativa”
o
“síntomas
disociativos comunes”) y alteración de la
identidad. Dichos factores o subescalas
describen de forma aproximada la severidad de
una sintomatología para cada uno de estos
dominios y no conlleva un diagnóstico
incuestionable. El factor amnesia disociativa
implica un déficit en el recuerdo que impide
recuperar la información almacenada. El factor
absorción imaginativa hace referencia a la
experiencia de estar inmerso en eventos
internos como pensamientos e imaginación,
llegando el individuo a estar desconectado del
entorno.
El
factor
despersonalización/
desrealización supone la presencia de
periodos persistentes de distanciamiento de
uno mismo y puede emplearse como
instrumento para el despistaje del trastorno de
despersonalización propiamente dicho.
Método
Participantes
El estudio se realizó en los centros de
atención en adicciones de la Fundación
Instituto Spiral situados en Madrid, Vañes y
Oviedo. Los criterios de inclusión en el grupo
de pacientes era: ser mayor de 16 años, estar
diagnosticado de adicción (trastorno por uso de
sustancias o comportamiento adictivo), haber
seguido tratamiento de deshabituación y
permanecer abstinente un mínimo de 6 meses
desde el alta, y tener la capacidad intelectual
suficiente como para responder a los
instrumentos de evaluación.
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De un total de 724 sujetos dados de
alta en los 3 últimos años que cumplían las
anteriores condiciones se seleccionaron al
azar 68 ex adictos que llevaran un mínimo de
6 meses y un máximo de 3 años sin
consumir sustancias (media de 9 meses)
para ser comparados con 59 sujetos del
grupo
control (no adictos)
elegidos
aleatoriamente entre la población general
procedente
de
estratos
sociales
diversificados y similares al grupo de
pacientes. En la tabla 1 se describen algunas
variables sociodemográficas de la población
estudiada.
En la muestra de no adictos, de
acuerdo a la adscripción por género, hay un
44,06 % de mujeres (55,94% varones), con
edades comprendidas entre los 17 y los 70
años
(media=41,27,
SD=11,137),
predominantemente solteros (66,4%, n=38),
con estudios universitarios cursados (Grado
Medio, 20,3%, n=12; Grado Superior, 18,6%,
n=11), de nivel socioeconómico medio
(81,35%, n=48), de entornos familiares con
tres o menos miembros (72,9%, n=43).
En la muestra de ex adictos, de
acuerdo a la adscripción por género, hay un
64,7% de mujeres (35,23% varones), con
edades comprendidas entre los 19 y los 70
años
(media=40,86,
SD
=12,142),
predominantemente solteros (69,1%, n=47),
la mayoría ejerce la profesión de obrero no
cualificado (36,76%) y cualificado (32,3%,
n=22) y nivel socioeconómico percibido
medio (66,17%, n=45). El 25% (n=17) de los
adictos que integran la muestra han tenido
tres o más parejas, y el 36,7% (n=25) ha
cursado estudios primarios, como principales
datos sociodemográficos de interés.
Variables investigadas
Se utilizaron las escalas CDS
(Cambridge Depersonalization Scale) en la
versión CDS-11; y la DES (Dissociative
Experiences Scale de Bernstein & Putnam).
Respecto a la escala CDS- 11,
puntuaciones iguales o superiores a 22,5 se
consideran
positivas,
siendo
severas
aquellas que superan 30 puntos
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Respecto
a
la
escala
DES,
puntuaciones iguales o superiores a 30 se
consideran positivas y severas las que supera
40 puntos (aplicable tanto para las escala
general como para los factores)
En la tabla 2 podemos observar la
distribución de la muestra según instrumentos
aplicado
Análisis de Datos
Los datos se analizaron con el paquete
estadístico SPSS versión 21.
Escala CDS-11 La fiabilidad de la
escala CDS en su versión 11, estimada
mediante el coeficiente α de Cronbach, fue de
0’85. Con el objetivo de estudiar las diferencias
entre pacientes y controles se aplicó la prueba t
de Student para muestras independientes, los
resultados se muestran en la tabla 3 y se
puede
apreciar
que
hay
diferencias
estadísticamente significativas entre los dos
grupos.
Escala DES. Se analizaron las
correlaciones entre los factores absorciónimaginativo, amnesia y despersonalización /
desrealizacion, (tabla 4). Allí comprobamos las
elevadas correlaciones entre las dimensiones y
sus escalas, lo que indica una alta
discriminación de los factores. La fiabilidad de
la escala y la de sus tres factores, estimada
mediante el coeficiente α de Cronbach, es alta:
0’939 (total), 0,792 (absorción), 0,822
(amnesia) y 0,881 (despersonalización) Con el
objetivo de estudiar las diferencias entre
pacientes y controles, por cada factor, se aplicó
la prueba t de Student para muestras
independientes, pudiéndose observar que hay
diferencias estadísticamente significativas
(ver tabla 5).
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Tabla 1: Características sociodemográficas de la muestra
Grupo de estudio
No adictos
Adictos
Totales
N=
59
68
Género Válidos
Hombres
Mujeres
33
26
24
44
Edad
Rango de edad
17-70
19-70
Media
41,27
40,86
Tabla 2: Instrumentos aplicados y distribución de la muestra
Grupo de
studio
Totales
N= 127
59
68
No adictos
Adictos
Válidos
CDS-11
59
68
DES
59
62
Tabla 3: Estudio de diferencias pacientes-controles
Grupo de estudio
Adictos-No adictos
t
-5,636
gl
92,455
Bilateral
0,000
Tamaño del Efecto
0,86
Tabla 4: Correlaciones entre los factores de la DES
Factor
Puntuación
Absorción
Correlación
Pearson
Sig. (bilateral)
Correlación
Pearson
Sig. (bilateral)
Correlación
Pearson
Sig. (bilateral)
Amnesia
Despersonalización
Absorción
de
de
0,788*
de
0,837*
Amnesia
Despersonalización
0,788*
0,837*
0,000
0,834
0,834*
*La correlación es significativa a nivel de 0,01 (bilateral)
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Tabla 5: Estudio de diferencias pacientes-controles
Factor
Grupo de estudio
T
Gl
Sig.
(bilateral)
Size Effect
Absorción
AddictosNo addictos
AddictosNo addictos
AddictosNo addictos
-5,855
93,832
0,000
0,89
-5,959
116,927
0,000
0,91
-5,858
87,180
0,000
0,88
Amnesia
Despersonalización
Tabla 6: Prevalencia de la despersonalización aplicando CDS-11 para puntos de corte de 22,5 y 30
Grupo de estudio
N
PC >22,5
PC >30
No adictos
59
0,00%
0,00%
Adictos
68
19,35%
12,31%
Tabla 7: Porcentajes acumulados según puntuación
Puntuación
No adictos
Adictos
5,00
10,00
15,00
20,00
25,00
30,00
35,00
40,00
50,00
55,00
75,00%
15,38%
7,69%
1,92%
0,00%
0,00%
0,00%
0,00%
0,00%
0,00%
30,77%
15,38%
13,85%
12,31%
15,38%
3,08%
4,62%
1,54%
1,54%
1,54%
Tabla 8: Prevalencia despersonalización DES
Grupo
estudio
No adictos
Adictos
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de N
59
62
Corte>30
Corte >40
5,08%
43,55%
1,69%
20,97%
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Resultados


Escala CDS-11: La prevalencia de la
despersonalización en esta escala, para
un punto de corte de 22,5 es de un 0,00%
% para el grupo de no adictos y de un
19,35% para el grupo de adictos. Si
elevamos el punto de corte a 30 veremos
que la despersonalización severa alcanza
un 12% en el grupo de pacientes (ver
tablas 6 y 7 y gráfica 1)
Escala DES: La prevalencia de la
despersonalización en esta escala, es de
un 5,08 % para el grupo control (no
Tabla 9:
adictos) y de un 43,55% para el grupo de
adictos. Si elevamos el punto de corte a 40
veremos que la despersonalización severa es
de un 1,69% en el grupo control y un 20, 97%
en el grupo de pacientes (ver tabla 8 y gráfica
2). Estas últimas puntuaciones nos parecen
más precisas.

Atendiendo a los factores que proporciona
la escala DES, observamos que el factor
absorción es inferior al punto de corte, en
tanto que el factor despersonalización es
ligeramente superior. Sin embargo el
factor amnesia es claramente superior
(Ver tabla 9).
Estudio de medias por factores
Grupo de estudio
No adictos
Absorción Amnesia
(>30)
(>30)
Despersonalización
(>30)
26,87
31,08
15,9
Adictos
23,12
37,49
16,35
No adictos
STADÍSTICAS DESCRIPTIVAS CDS11
Adiictos
80,00%
70,00%
60,00%
50,00%
40,00%
30,00%
20,00%
10,00%
0,00%
5,00
10,00
Descriptivos
15,00
20,00
25,00
30,00
35,00
40,00
50,00
55,00
Punto de corte 22.5
Gráfica 1: Prevalencia para puntos de corte de 22,5 y 30 según escala CDS-11
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ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DES
No adictos
Adictos
40,00%
35,00%
30,00%
25,00%
20,00%
15,00%
10,00%
5,00%
0,00%
10,00
15,00
20,00
Descriptivos
25,00
30,00
35,00
40,00
45,00
50,00
55,00
60,00
Punto de corte 30
65,00
Gráfica 2: Prevalencia para puntos de corte de 30 y 40 según escala DES
Conclusiones y Discusión
En ambas escalas la prevalencia de la
DPD en ex adictos era superior al 20%. Más
concretamente, la escala DES daba cifras de
un 43,55%, mientras la escala CDS-11 se
reduce al 19, 38%. Elevando los puntos de
corte, observamos que la despersonalización
severa asciende al 12,31% (escala CDS-11) o
al 20,97% (escala DES).
Estos resultados nos parecen más
adecuados. Si se comparan estos datos con
los estudios de prevalencia de Michal et als
[21] con amplias muestra de población general,
que cifraban en un 1,9% la prevalencia para la
población general dentro del rango de
importancia clínica, dicho porcentaje se
correspondería con un 23,4% de la población
adicta siguiendo la proporcionalidad. En
consecuencia, parece razonable decir que
prácticamente un 25% del grupo de ex adictos
padecen
un
notable
nivel
de
despersonalización.
Un estudio de Simeon, D., Hwu, R., &
Knutelska, M. [22] de 2007 con una muestra
análoga (52 pacientes y 30 control) concluía
que la experiencia de la desintegración
temporal en el sujeto despersonalizado no está
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directamente relacionada con los síntomas
principales
de
despersonalizacióndesrealización, pero existe cuando la
experiencia despersonalizada implica una
absorción más prominente. En nuestro caso
es el factor amnesia el que mejor discrimina
la condición DPD del sujeto adicto.
El dato invita a la reflexión: un 25% de
ex
adictos
padece
síndrome
de
despersonalización-desrealización,
un
síndrome ignorado por la mayoría de la
población general y poco conocido también
para los profesionales, al decir tanto de
expertos, como de la propia clasificación
DSM. Lo peor es que dicha ignorancia puede
conducir al frecuente error de confundirlo con
involución terapéutica o nostalgia por la vida
de consumo; es decir con una pre-recaída,
cuando en realidad es una crisis identitaria
existencial de adaptación al nuevo entorno.
Los ex adictos que sufren este problema en
realidad no saben si su referente es este
nuevo mundo que están descubriendo o el
anterior relacionado con la vida de consumo.
Esto sorprende tanto al ex adicto
como a sus allegados e incluso al profesional
que frecuentemente desconoce el fenómeno,
interpretándolo como añoranza del ambiente
de
consumo,
¿Cuántos
adictos
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Citation: Sirvent y Fernández L (2015) Depersonalization Disorder in Former Addicts (Prevalence of Depersonalization-Derealization Disorder in
Former Addicts). J Addict Res Ther 6: 225. doi: 10.4172/2155-6105.1000225
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deshabituados o ex adictos habrán sufrido el
error de un terapeuta? Mediante una
intervención adecuada puede superarse el
síndrome despersonalización- desrealización
en 3-6 meses desde su debut.
Respecto al tratamiento, debemos
aclarar
que
la
despersonalizacióndesrealización es un trastorno disociativo, no
una psicosis, ya que la experiencia disociativa
no implica una desconexión con la realidad. En
definitiva, el exadicto se siente extraño pero
conserva perfectamente el juicio de realidad.
No
recomendamos
tratamiento
psicofarmacológico a menos que los síntomas
sean graves o debidos a otra causa. Los
fármacos antipsicóticos pueden ser más
inductores que neutralizadores del trastorno.
Lo más prudente es la actitud
expectante, acompañar al sujeto interviniendo
activamente sobre los síntomas cardinales si
éstos son severos, por ejemplo, con técnicas
cognitivo conductuales si las alteraciones
afectivo emocionales o las vivencias de
extrañeza le hacen sufrir demasiado.
En conclusión, prácticamente una
cuarta parte de los adictos deshabituados (ex adictos) padecen o han padecido síndrome de
despersonalización en notable magnitud. Si
nos atenemos a sintomatología más leve, la
cifra supera el 40% de experiencias
despersonalizantes en esta importante y
delicada población. En cualquier caso
consideramos importante que los profesionales
de la salud conozcan la existencia de este
frecuente síndrome de despersonalizacióndesrealización que padecen tantos adictos en
deshabituación o ya deshabituados.
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