ISSN: 0366-3272 Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016, 47-51 Aproximación paleoambiental al yacimiento neolítico de La Draga (Banyoles); estudio de los restos de briófitos Paleoenvironmental approach to the Neolithic site of La Draga (Banyoles); study of the remains of bryophytes Anna Franch1, Llorenç Saéz2,3 y Raquel Piqué1. 1. Departamento de Prehistoria. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Autónoma de Barcelona. Edificio B, 08193 Bellaterra. [email protected], [email protected] 2. Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología. Facultad de Biociencias, Universidad Autónoma de Barcelona, Edificio C, 08193 Bellaterra. [email protected] 3. Societat d’Història Natural de les Illes Balears (SHNB). C. Margarida Xirgu 16. E-07003 Palma de Mallorca Recibido: 9 de diciembre de 2015. Aceptado: 9 marzo de 2016. Publicado electronicamente: 15 de marzo de 2016. Palabras clave: Arqueología, Prehistoria, Neolítico, Paleoecología, Leptodon smithii, Leucodon sciuroides, La Draga (Banyoles), península ibérica. Key words: Archaeology, Prehistory, Neolithic, Iberian Peninsula, Paleoecology, Leptodon smithii, Leucodon sciuroides, La Draga (Banyoles), Iberian Peninsula. Resumen Las extraordinarias condiciones de conservación de la materia orgánica del yacimiento neolítico de La Draga (Banyoles), datado en 5300-4900 cal BC, han permitido recuperar restos de musgos adheridos a un tronco de roble utilizado como pilar. En este trabajo se presentan los resultados de su estudio y se discute el entorno paleoecológico en que se desarrollaron, así como sus aportaciones a la interpretación del yacimiento. Los restos recuperados se han identificado como musgos pleurocárpicos, concretamente Leucodon sciuroides (Hedw.) Schwägr. y Leptodon smithii (Hedw.) F. Weber & D. Mohr. Estas especies son típicas actualmente de regiones mediterráneas húmedas, donde viven en ambientes poco o moderadamente lluviosos pero con elevada humedad, rocío o nieblas frecuentes. Los datos palinológicos y antracológicos del yacimiento han permitido documentar que estos musgos se desarrollaron en bosques densos de robles. Así mismo los musgos aportan datos sobre las áreas de explotación de las maderas. Abstract Neolithic site of La Draga (Banyoles), dated to 5300-4900 cal BC, have an extraordinary conditions of conservation of organic material. Recent studies have recovered remains of mosses adhered to an oak trunk used as a pillar. In this paper the results of their study are presented and paleoecological environment in which they were developed, as well as their contributions to the interpretation of the site is discussed. The recovered remains have been identified as pleurocárpicos mosses, specifically Leucodon sciuroides (Hedw.) Schwägr. and Leptodon smithii (Hedw.) F. Weber & D. Mohr. These species are currently typical in humid Mediterranean regions, live in environments where light to moderate rain but with high humidity, dew or frequent fog. Anthracological and palynological field data have documented that these mosses were developed in dense oak forests. Also the mosses provide data about exploitation wood areas. 1. Introducción El conocimiento sobre el paleoambiente prehistórico está limitado por las características de conservación de los contextos arqueológicos de zonas templadas. En estos contextos la conservación de la materia orgánica generalmente es limitada, ya que solo se conservan los restos de madera y semillas carbonizados y/o las partes resistentes a la descomposición como el polen o los fitolitos. Excepcionalmente, los restos no carbonizados como la madera se pueden conservar en ambientes con poca oxigenación y saturación de agua, donde las actividades bacterianas son bajas o nulas (Piqué, 2006). En la península ibérica estas condiciones de conservación se dan en pocos yacimientos arqueológicos, entre los que destacan el yacimiento de La Draga (Bosch, et al., 2006, 2011) y pozos de cronología romana (Carrión & Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 48 Rosser, 2010; Piqué, et al., 2015). Sin embargo en estos contextos no se han descrito hasta la fecha hallazgos de restos de briofitos. El yacimiento de la Draga se localiza en el margen este del lago de Banyoles (Fig. 1). Una parte de los niveles arqueológicos ha permanecido por debajo del nivel freático, desde el Neolítico, permitiendo la conservación de los elementos constructivos, artefactos de madera y las plantas acumuladas por procesos naturales o por factores antrópicos (Bosch, et al., 2000, 2006, 2011; Palomo, et al., 2014). Entre los restos orgánicos conservados en el yacimiento se han recuperado restos de briófitos adheridos a uno de los postes de sustentación. Estos restos constituyen el objeto de estudio de este trabajo, que se ha centrado en la identificación del material briofítico y la discusión de sus posibles implicaciones a nivel paleoambiental y paleoeconómico. La conservación de la materia orgánica permite que la Draga tenga un marco incomparable para la interpretación de los contextos ambientales de una comunidad neolítica en la zona mediterránea de la península Ibérica. El estudio de los briófitos de La Draga pretende contribuir a una reconstrucción más completa del medio ambiente neolítico del entorno de Banyoles. Este yacimiento ha sido objeto de diversos estudios paleoambientales en base a macrorrestos vegetales y restos polínicos Figura 1.Localización del yacimiento de la Draga en la península ibérica (Palomo, et al., 2014) — Location of the site of La Draga in the Iberian Peninsula (Palomo, et al., 2014). Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 A. Franch, L. Saéz y R. Piqué. (Caruso & Piqué, 2014; Burjachs, 2000; Pérez Obiol, 1994; Piqué, 2000; Revelles, et al., 2014), por lo tanto, el estudio de los briófitos permitirá aportar nuevos datos para completar la imagen del entorno y, a su vez, aportar datos para caracterizar el entorno paleoecológico en el que vivieron las comunidades neolíticas. La procedencia de los briófitos también puede aportar información sobre los procesos de obtención de los postes de madera, la localización de las áreas explotadas, además de los procesos de transformación y consumo de estos elementos constructivos. 1.1. Historia de las investigaciones sobre briófitos en arqueología Los análisis sobre briófitos en arqueología se iniciaron en la década de los 70 del pasado siglo, y se enfocaron sobre dos cuestiones: paleoecología y paleoeconomía. Desde el principio se planteó la posibilidad que los briófitos fueron utilizados por las sociedades prehistóricas, y se destacó su potencial para obtener datos paleoambientales (Dickson, 1973). Destacan los trabajos realizados por Williams (1976) en numerosas excavaciones en las Islas Británicas, como por ejemplo Stilbury Hill (Wiltshire) con una datación de 2145±95 BC, donde evidenció que a partir de la ecología actual de las especies de briófitos identificadas, se podían obtener indicadores de las condiciones ambientales del neolítico. También se han realizado diversos trabajos orientados a resolver problemáticas paleoeconómicas (Saatkaup, et al., 2011). Se ha documentado el uso de musgos como aislante de suelo y paredes, como en el caso del yacimiento neolítico de Chalain (Francia), donde se propone el uso de Neckera complanata (Hedw.) Huebener, N.crispa (Hedw.), Anomodon viticulosus (Hedw.) Hook. & Taylor, y Leucodon sciuroides (Hedw.) Schwägr. (Bailly, 1997). También se ha documentado su uso para impermeabilizar embarcaciones durante la edad del bronce, como por ejemplo en los botes de Briggy North Ferriby (Islas Británicas) (Seaward & Williams, 1976). Incluso se ha documentado el consumo humano de musgos durante el neolítico. Concretamente con la descubrimiento de la momia del hielo, Ötzi, en 1992, se llevaron a cabo numerosos análisis que permitieron identificar Neckera complanata en el intestino y el recto de la momia (Dickson, et al., 2005 y 2009). Como consecuencia del aumento de los hallazgos de briófitos en contextos de cronologías heterogéneas, desde el neolítico hasta la época moderna, se ha identificado su uso como elementos de vestuario, aislamiento, añadidos para la cerámica, etc. (Constatin & Kuijper, 2002; Saatkaup, et al., 2011). Actualmente, los briófitos ya son parte de los estudios sobre medio ambiente en arqueología. La Paleoambiente del yacimiento neolítico de La Draga (Banyoles); estudio de los restos de briófitos aparición de datos de este tipo de materiales en manuales de métodos y técnicas de arqueología permiten aportar más información en este ámbito de estudio (Reitz & Shackley, 2012). 2. Material y Métodos 2.1. El poblado neolítico de la Draga El yacimiento de la Draga se encuentra en el municipio de Banyoles (Pla de l’Estany, Catalunya), en la ribera este del lago. Sus coordenadas geográficas son 42º 7’ 35’’ latitud norte, y 2º 45’ 35’’ longitud este, a una altitud de 172 m (Fig.1). El yacimiento fue descubierto en 1990 y ha sido objeto de diversas campañas de excavación hasta la actualidad. El poblado ocupa unos 8000 m2 de los que se han excavado apenas un 10%, (Bosch, et al., 2000, 2006, 2011; Palomo, et al., 2014; Tarrús, 2008). Se ha intervenido en tres sectores (Fig.2). El sector A corresponde a la zona más alta del yacimiento, donde el nivel arqueológico ha quedado por encima del nivel freático. En este sector los restos vegetales solo se conservan carbonizados, con la excepción de las puntas de los postes que están clavados en el nivel de la creta lacustre que sí que se encuentra 49 bajo el nivel freático. En el sector B y D, el nivel arqueológico se encuentra por debajo del nivel de las aguas freáticas, por lo que los restos vegetales se conservan también sin carbonizar. Finalmente el sector C se sitúa actualmente bajo las aguas del lago, por lo que también aquí la conservación de los restos vegetales es excepcional. Las especiales circunstancias de conservación del yacimiento se deben a que el nivel arqueológico quedó incluido en el nivel freático desde el neolítico, lo que ha permitido recuperar un conjunto singular de objetos de madera, entre estos más de un millar de postes y diversas herramientas, fibras vegetales y millares de semillas. Las dos fases de ocupación documentadas hasta la fecha han sido datadas entre 6270±40 BP y 6130±40 BP (5320–4980 cal BC, fechas calibradas antes del presente mediante el programa OxCal 4.2.3 de Bronk Ramsey 2013) (fase I) y 6180±40 BP y 6010±40 BP (5210–4800 cal BC) (fase II) (Palomo, et al., 2014). Las investigaciones realizadas hasta la fecha han permitido documentar que el asentamiento fue ocupado por una de las primeras comunidades agrícolas y ganaderas de la región, que practicaban una agricultura cerealística, además de criar ovejas, cabras, cerdos y vacuno. Figura 2. Límites del yacimiento de La Draga y localización de los sectores excavados (Palomo, et al., 2014). — Boundaries of the site and localization of excavated sectors of La Draga (Palomo, et al., 2014). Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 A. Franch, L. Saéz y R. Piqué. 50 2.2. Procedencia de las muestras Las muestras estudiadas proceden del sector B. Estaban adheridas en la corteza de un poste clavado en la creta lacustre, que fue extraído durante la campaña del año 2013. Los briófitos se encontraban en la porción del poste que estaba dentro de la creta (Fig. 3a y 3b), por lo que permaneció allí desde que el poste fue clavado durante la ocupación neolítica, para ser usado como pilar o sustentación de las estructuras habitacionales, hasta el momento de su extracción durante la excavación arqueológica. El poste (P1137) está confeccionado a partir de un tronco de roble (Quercus subg. Quercus) que conservaba la corteza, si bien presenta un extremo que se ha trabajado para obtener una forma apuntada. No se sabe la longitud original del poste, ya que la parte superior que se encontraba por encima del nivel freático se ha descompuesto. En el momento de su excavación se había conservado una porción de 1,8 m aproximadamente. Una vez en el laboratorio, se extrajeron los restos de briófitos adheridos a la corteza, esta extracción se llevó a cabo manualmente con la ayuda de unas pinzas y una lupa binocular con una magnificación de 8 a 40 aumentos. Los restos de briófitos, una vez extraídos, se guardaron en eppendorfs etiquetados, con una mezcla de agua destilada, glicerina y alcohol, en una proporción de un tercio de cada. Esta composición permite que la muestra no se degrade. A continuación se realizó una primera observación, con la ayuda de una lupa binocular, de la morfología y los aspectos generales de los restos para determinar que se trataba de musgo, y no de hepáticas o de algún otro tipo de planta. Finalmente, las muestras (filidios y algunos caulidios) se prepararon en un portaobjetos con agua destilada y glicerina. Se observaron mediante un microscopio óptico (Olympus BX41) de luz transmitida con una magnificación de 140 a 900 aumentos. Para la determinación de los musgos se ha utilizado Casas, et al. (2001). 3. Resultados Los taxones identificados en la corteza del P-1137 pertenecen al orden de las Leucodontales, se trata de musgos pleurocárpicos, con caulidios primarios prostrados, irregularmente ramificados y caulidios secundarios tumbados o erectos. Esporófitos con cápsula erecta y perístoma. Hemos podido determinar que las muestras pertenecen a la clase Bryopsida, orden Leucodontales, familia Leucodontaceae: Leucodon sciuroides (Hedw.), y a la familia de la Leptodontaceae: Leptodon smithii (Hedw.) F. Weber & D. Mohr. 3.1. Leucodon sciuroides Figura 3. (a) Imagen del poste de Quercus subg. Quercus. (b) detalle de la corteza con los restos briofíticos. — (a) Image of the Quercus subg. Quercus. (b) detail of bark with remains of bryophytes. 2.3. Metodología de análisis El material briofítico que procede de ambientes húmedos o saturados de agua, se mantuvo en una atmósfera húmeda para evitar su descomposición. Por este motivo, una vez extraída la corteza del tronco con los restos de briófitos de la matriz sedimentaria, se procedió a su conservación en un contenedor cerrado con abundante agua. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 Morfología: Presenta caulidios primarios reptantes, de los cuales nacen caulidios secundarios de 10 a 30 mm, erguidos o arqueados, diversas veces bifurcados o simples. Los filidios presentan varios pliegues longitudinales y son ovato-lanceolados, acuminados y sin nervio. La células de los filidios son redondeadas en los laterales y alargadas en el centro (Fig. 4a y 4b). Las cápsulas pueden ser ovoides, elipsoidales o cilíndricas, y presentan una seta largada (Casas, et al., 2001; Guerra, et al., 2014). 3.2. Leptodon smithii Morfología: La segunda especie identificada es Leptodon smithii: se trata de un musgo de tamaño medio, con caulidios primarios prostrados adheridos al substrato, que emiten caulidios secundarios pinnados, subcomplanados, circinados en seco. Los filidios son ovados, redondeados en el ápice y el margen es curvado (Fig. 5a y 5b). El nervio es simple, y en general no sobrepasa la mitad del filidio (Fig. 4a). Las Paleoambiente del yacimiento neolítico de La Draga (Banyoles); estudio de los restos de briófitos Figura 4. (a) Filidio de Leucodon sciuroides. (b) parte del gametófito de Leucodon sciuroides. — (a) One of the leaves of Leucodon sciuroides. (9) part of the gametophyte of Leucodon sciuroides. células son ovadas, lisas y de paredes gruesas. Las cápsulas son elipsoidales y de seta corta (Casas, et al., 2001; Guerra, et al., 2014). 3.3. Ecología Los dos musgos identificados actualmente son propios de zonas de clima mediterráneo y/o submediterráneo (Fuertes, et al., 1997; Guerra, et al., 2014). En altitudes bajas se asocian a una vegetación de carácter perennifolio y caducifolio con un estrato arbustivo muy desarrollado, y un estrato arbóreo alto, donde Quercus ilex (encina) es la especie dominante, mientras que los Quercus sp. caducifolio (roble) se encuentran en zonas sombrías y de mayor altitud. En altitudes medias de clima submediterráneo, donde se registra un grado mayor de humedad, se asocian a una vegetación dominada por árboles de hoja caduca, predominantemente Quercus sp. caducifolio (roble), aunque también prospera vegetación mediterránea más o menos resistente al frío como Quercus ilex L. (encina). A menudo aparecen con otras especies de briófitos, Frullania dilatata (L.) Dumort., Zygodon 51 Figura 5. (a) Filidio de Leptodon smithii. (b) parte del gametófito de Leptodon smithii. — (a) One of the leaves of Leptodon smithii. (b) part of the gametophyte of Leptodon smithii. rupestris Schimp. ex Lorentz, Orthotrichum diaphanum Schrad. ex Brid., Syntrichia laevipila Brid., Pterygynandrum filiforme (Hedw.) y Porella platyphylla (L.) Pfeiff. (Casas, et al., 2001). Estos taxones aparecen juntos de forma recurrente en rocas o árboles vivos. Cuando se encuentran adheridos en árboles, se localizan, por lo general, hacia la parte basal del tronco, debido a que la cercanía con la humedad del suelo favorece su desarrollo. Pueden encontrarse rodeando todo el tronco cuando los árboles se localizan en bosques húmedos y cerrados con poca luz. En cambio, en espacios o bosques abiertos, estos briófitos ocupan las zonas más sombrías. 4. Discusión de los resultados 4.1. Origen de los briofitos Uno de los aspectos de interés de la presencia de los musgos en las maderas de La Draga es comprender cómo y dónde se formaron. El origen Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 52 y proceso de conservación de los restos puede aportar datos sobre el proceso de construcción de las estructuras de madera, concretamente sobre el origen de las materias primas utilizadas. Se descarta totalmente el crecimiento de los musgos en el lugar donde se encontraba el poste en el asentamiento. El tronco fue talado en el bosque circundante y transportado al asentamiento para ser utilizado como poste. Con este fin se apuntó uno de sus extremos, pero no se extrajo la corteza ni se llevó a cabo ninguna otra modificación. El poste fue clavado en el suelo hasta alcanzar la creta lacustre, donde se hundió más de un metro, y allí permaneció hasta su excavación. Una vez fue clavado el tronco en la creta lacustre, la parte basal del pilar habría quedado totalmente cubierto y en condiciones anaeróbicas. En este contexto se puede descartar totalmente el desarrollo in situ de los musgos ya que este ambiente no permitiría el crecimiento de este tipo de plantas. Así los musgos debieron colonizar el árbol en el bosque donde se talaron los troncos. En el momento de la extracción del tronco durante la excavación se pudo constatar que los musgos conservaban el color original, por lo que se puede afirmar que apenas se degradó. 4.2. Paleoecología del yacimiento de La Draga. A partir de las características ecológicas actuales de los taxones y su contextualización con los datos paleoambientales obtenidos partir de otros estudios realizados en el yacimiento de La Draga se llevará a cabo una discusión sobre el contexto en que se desarrollaron los musgos de La Draga. Los registros paleoambientales existentes en el yacimiento de La Draga y Banyoles han proporcionado datos relevantes sobre el paisaje y su evolución durante el Holoceno que permiten contextualizar el entorno en el que vivieron los musgos. Según se observa en los registros polínicos de los sedimentos lacustres del lago de Banyoles (Pérez-Obiol & Julià, 1994), el bosque caducifolio de roble se expandió en la región a inicios del Holoceno. La vegetación característica del Pleniglaciar, dominada principalmente por Pinus sp. (pino), Artemisia sp. y Poaceae (gramíneas), fue reemplazada por una vegetación arbórea dominada por Quercus sp. caducifolio (roble) y Corylus avellana L. (avellano). En la secuencia holocena se observa una rápida colonización causada por una mejora de las condiciones climáticas, que permitió que Quercus sp. sustituyera a Pinus sp. Los datos paleoambientales del yacimiento de la Draga permiten caracterizar el paisaje vegetal en el momento de la ocupación del asentamiento, y por lo tanto conocer la composición de los bosques circundantes en los que se desarrollaron los musgos. Cabe señalar que los restos de maderas Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 A. Franch, L. Saéz y R. Piqué. y carbones recuperados en el yacimiento reflejan con toda probabilidad las especies locales ya que la recolección de leña y madera para diferentes finalidades generalmente se realiza en un radio cercano al asentamiento. Los datos provienen, mayoritariamente de los análisis polínicos (Burjachs, 2000) y antracológicos (Caruso& Piqué, 2014; Piqué, 2000) y de los restos de semillas (Antolin, et al., 2013). Según estos estudios en el área donde se sitúa el yacimiento, en el margen del lago, crecía un bosque de ribera compuesto por: Laurus nobilis L. (laurel), Ulmus sp. (olmo), Fraxinus sp. (fresno), Corylus avellana (avellano), Salix sp. (sauce), Alnus glutinosa L. (aliso), Sambucus sp. (sauco), Populus sp. (chopo), Clematis vitalba L. (clemátide) y Cornus sanguinea L. (cornejo). En este entorno lacustre crecían otras especies acuáticas e higrófilas como las ciperáceas (Cyperaceae), los juncos (Juncus sp.) y eneas (Typha sp.), propias de estos humedales. A continuación se situaría un robledal, en el que también prosperarían Acer sp. (arce), Buxus sempervirens L. (boj), Tilia sp. (tilo), Prunus sp., Pinus tipo sylvestris/nigra (pino albar o negral) y Taxus baccata L. (tejo). Estas especies arbóreas y arbustivas ponen de manifiesto la presencia de un robledal que gracias al régimen de temperaturas y humedad se desarrollaría en cotas más bajas que en la actualidad. En un ambiente más seco, se desarrollaría un bosque mixto con especies de carácter mediterráneo, aunque la presencia de las especies propias de ambientes mediterráneos en el yacimiento es marginal, lo que permite suponer que estos bosques se situarían en zonas más alejadas o tendrían una extensión más restringida. Las coníferas, sobretodo abetos, aunque también se ha documentado la presencia de pino (Pinus tipo sylvestris/nigra) y tejo, podrían crecer en zonas más elevadas (Antolín, et al., 2013; Burjachs, 2000; Caruso & Piqué, 2014; Piqué, 1996, 1998, 2005). De acuerdo al registro polínico de la excavación subacuática del yacimiento de la Draga, se ha podido constatar la existencia de una cobertura arbórea importante (media del 85,3%), y en la que el bosque de ribera tendría una presencia más restringida (media de 8,5%) (Burjachs, 2000). El dominio del robledal a baja altitud denota que durante la ocupación del asentamiento el clima era más húmedo que el actual. Cabe mencionar que los recientes análisis isotópicos realizados por Aguilera et al. (2011), sobre los anillos de Quercus pubescens y Quercus petraea del yacimiento de La Draga permiten plantear que durante la ocupación del yacimiento las temperaturas eran ligeramente inferiores y la disponibilidad del agua era mayor (Aguilera, et al., 2011). En este robledal denso podríamos situar los musgos que hemos identificado en este trabajo, ya que el nivel de humedad y la proximidad del lago permitirían su aparición y desarrollo. Paleoambiente del yacimiento neolítico de La Draga (Banyoles); estudio de los restos de briófitos 4.3. Aportación de los briófitos a la interpretación del yacimiento En el yacimiento de la Draga se han documentado hasta la fecha más de un millar de postes. El roble fue la especie más utilizada para elaborar los postes, representan el 95% de los postes analizados (Bosch, et al., 2000; López, 2015). Leptodon smithii y Leucodon sciuroides suelen colonizar árboles vivos y rocas (a menudo calizas) situadas en zonas sombrías, ya que requieren ambientes húmedos para desarrollarse, aunque en algunas zonas son capaces de soportar la desecación durante un largo periodo de tiempo. Los musgos recuperados en el poste P-1137 es una caso extraordinario, únicamente se han registrado e identificado briófitos en este tronco objeto del presente estudio. Entre el millar de troncos extraídos hasta la fecha no se había registrado nunca la presencia de musgos en sus cortezas. Esta ausencia de restos no puede ser atribuida a la falta de conservación de la corteza, ya que en los pilares estudiados entre 1990 y 1998 la tasa de conservación de ésta es altísima (Bosch, et al., 2000). Por lo tanto, se tienen que considerar otros factores para poder dar respuesta a su ausencia en el registro. A continuación planteamos dos posibles hipótesis que podrían dar respuesta a esta cuestión. La primera hipótesis permite plantear la diversidad de procedencia del roble. La ausencia de briófitos en los otros postes podría deberse a que estos estaban ausentes originalmente en el bosque. Los pilares fijados donde no se ha documentado briófitos podrían provenir de áreas abiertas y soleadas, y por lo tanto de una zona más periférica del robledal. En cambio, el roble con restos de briófitos podría haber sido extraído de una ambiente más cerrado y húmedo, en un lugar del robledal más denso. Siguiendo esta hipótesis, el roble con restos de musgo adherido, se encontraría en una zona interior del robledal, y sería explotado cuando la parte periférica ya había sido talada. Una interpretación alternativa considera un tratamiento diferencial de los pilares una vez talados. Los troncos sin restos de briófitos fueron talados en grandes cantidades y acumulados para su posterior uso, causando la degradación de los restos vegetales adheridos. Esto plantearía una tala masiva del robledal para la construcción del poblado. Y situaría el tronco con restos de briófitos como un pilar de reparación o anexado posteriormente, talado y fijado en un periodo de tiempo corto, que permitió la conservación de Leptodon smithii y Leucodon sciuroides. No obstante, algunos estudios recientes (Táborská, et al., 2015) indican que algunas especies de briófitos pueden mantenerse durante períodos relativamente largo sin degradarse, mientras la corteza se conserve en buenas condiciones. Estos estudios se han centrado en otras especies 53 leñosas distintas, Fagus sp. y Abies sp., por lo que sería necesario ampliar nuestro conocimiento sobre cómo afectan a los briofitos los procesos de degradación de la corteza en el caso de Quercus sp., que es la especie sobre la que se encontraban los restos de briofitos de La Draga. Por el momento no es posible profundizar en estas cuestiones, para poder contrastar estas interpretaciones, sería necesario considerar los análisis dendrocronológicos de los pilares, todavía en curso, que permitirían determinar los momentos de tala de los postes y su posible contemporaneidad. 5. Conclusiones Destacar la importancia de los estudios de briófitos, aunque no se trata de un material arqueológico registrado de forma recurrente, permite plantear cuestiones sobre la formación de los conjuntos arqueológicos y aportar datos paleoecológicos a nivel local. El estudio permite determinar que los musgos se desarrollaron en un ambiente con una densa cobertura arbórea donde los robles y el bosque de ribera constituirían la vegetación dominante. Estos bosques crecerían a baja altitud, en un ambiente más húmedo que en la actualidad. Este bosque sería explotado para la obtención de materia prima para el levantamiento de viviendas. En este proceso se transportaron los musgos al yacimiento, donde se han conservado debido a su rápida inclusión en la creta lacustre y a las condiciones anaeróbicas. El estudio efectuado permite plantear la necesidad de un buen conocimiento de los procesos de formación del conjunto briológico y arqueológico para su interpretación. Agradecimientos Trabajo realizado en el marco del proyecto “Organización social de las primeras comunidades agrícola-ganaderas a partir del espacio doméstico. Elementos estructurales y áreas de producción y consumo de bienes. Arquitectura en madera y áreas de procesado y consumo de alimentos”(HAR201238838-C02-01 y HAR2012-38838-C02-02), financiado por Ministerio de Economía y Competitividad - Subdirección General de Proyectos de Investigación, y del Proyecto “La Draga en el procés de neolitització del nordest peninsular” (437 K117), financiado por el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. Raquel Piqué y Anna Franch son miembros del grupo de investigación AGREST (2014SGR1169), financiado por AGAUR. Agradecemos al equipo de La Draga el apoyo para la realización de este trabajo. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat. Sec. Biol., 110, 2016 A. Franch, L. Saéz y R. Piqué. 54 Bibliografía Aguilera, M., Ferrio, J.P., Araus, J.L., Tarrús, J. &Voltas, J.2011. Climate at the onset of western Mediterranean agriculture expansion: Evidence from stable isotopes of sub-fossil oak tree rings in Spain. Paleogeography, Paleoclimatology, Palaeoecology, 299: 541-551. Antolín, F., Blanco, A., Buxó, R., Caruso, L., Jacomet, S., López, O., Marlasca, R., Palomo, A., Piqué, R., Saña, M. & Terradas, X. 2013. The Application of Systematic Sampling Strategies for Bioarchaeological Studies in the Early Neolithic Lake shore Site of La Draga (Banyoles, Spain). Journal of Wetland Archaeology, 13(1): 29-49. Bailly, G. 1997. Determination des mousses de Chalain 3. In: P. Pétrequin, Ed. 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