Cicerón, Marco Tulio - Lelio o de la amistad

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Marco Tulio Cicerón
Lelio o de la amistad
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potest. Quae enim domus tam stabilis, quae
tam firma civitas est, quae non odiis et
discidiis funditus possit everti? Ex quo
quantum boni sit in amicitia iudicari potest.
discordias, Pues ¿qué casa es tan estable, qué
ciudad tan firme que no pueda ser derribada desde
los cimientos por los odios y divisiones? A partir de
esto puede juzgarse cuánto bien hay en la amistad.
[24] Agrigentinum quidem doctum quendam
virum carminibus Graecis vaticinatum
ferunt, quae in rerum natura totoque mundo
constarent
quaeque
moverentur,
ea
contrahere amicitiam, dissipare discordiam.
Atque hoc quidem omnes mortales et
intellegunt et re probant. Itaque si quando
aliquod officium exstitit amici in periculis
aut adeundis aut communicandis, quis est qui
id non maximis efferat laudibus? Qui
clamores tota cavea nuper in hospitis et
amici mei M. Pacuvi nova fabula! cum
ignorante rege, uter Orestes esset, Pylades
Orestem se esse diceret, ut pro illo necaretur,
Orestes autem, ita ut erat, Orestem se esse
perseveraret. Stantes plaudebant in re ficta;
quid arbitramur in vera facturos fuisse?
Facile indicabat ipsa natura vim suam, cum
homines, quod facere ipsi non possent, id
recte fieri in altero iudicarent.
Cuentan incluso que un tal docto varón agrigentino
vaticinó en versos griegos que las cosas que
permanecían juntas en la naturaleza de las cosas y
en todo el mundo y las cosas que se movían, las
estrechaba la amistad, las disipaba la discordia. Y
esto, ciertamente, todos los mortales lo entienden y
lo aprueban de hecho. Y así, si alguna vez algún
deber de amigo se manifestó en afrontar o
compartir los peligros, ¿quién hay que no divulgue
esto con máximas alabanzas? ¡Qué clamores en
toda la gradería del teatro recientemente en la nueva
obra de mi huésped y amigo M. Pacuvio, cuando,
ignorando el rey cuál de los dos era Orestes, Pílades
decía que él era Orestes, para que fuera matado en
lugar de aquél, y, en cambio,Orestes, como así lo
era, insistía en decir que él era Orestes! Estando de
pie aplaudían en una cosa fingida; ¿qué pensamos
que habrían hecho en una verdadera? Fácilmente, la
propia naturaleza indicaba su fuerza, cuando los
hombres juzgaban que se hacía rectamente en otro
aquello que ellos mismos no podían hacer.
Hactenus mihi videor de amicitia quid
sentirem potuisse dicere; si quae praeterea
sunt (credo autem esse multa), ab iis, si
videbitur, qui ista disputant, quaeritote.
Hasta aquí me parece que he podido decir qué
sentía sobre la amistad; si hay algunas cosas
además (pues creo que hay muchas), preguntadlas a
aquellos que tratan de esas cosas, si os parece.
[25] Fannius: Nos autem a te potius;
quamquam etiam ab istis saepe quaesivi et
audivi non invitus equidem; sed aliud
quoddam filum orationis tuae.
Fanio: En cambio, nosotros mejor te las
preguntamos a ti; aunque también a ésos
frecuentemente pregunté y los oí no a disgusto
ciertamente; pero el hilo de tu discurso es otro.
Scaevola: Tum magis id diceres, Fanni, si
nuper in hortis Scipionis, cum est de re
publica disputatum, adfuisses. Qualis tum
patronus iustitiae fuit contra accuratam
orationem Phili!
Escévola: Dirías esto todavía más, Fanio, si hace
poco hubieses estado presente en los jardines de
Escipión, cuando se trató sobre la república. ¡Qué
gran defensor de la justicia fue entonces contra el
cuidado discurso de Filo!
Fannius: Facile id quidem fuit iustitiam
iustissimo viro defendere.
Fanio: Para un varón justísimo, esto, defender la
justicia, fue ciertamente fácil.
Scaevola: Quid? amicitiam nonne facile ei
qui ob eam summa fide, constantia
iustitiaque servatam maximam gloriam
ceperit?
Escévola: ¿Y qué? ¿Acaso defender la amistad no
será fácil para aquel que ha alcanzado máxima
gloria por haberla guardado con suma fidelidad,
constancia y justicia?
[26] Laelius: Vim hoc quidem est adferre.
Quid enim refert qua me ratione cogatis?
cogitis certe. Studiis enim generorum,
praesertim in re bona, cum difficile est, tum
ne aequum quidem obsistere.
Lelio: Esto ciertamente es hacerme violencia, Pues
¿qué importa de qué manera me obliguéis?
Ciertamente me obligáis. Pues no sólo es difícil
sino también ni siquiera justo oponerse a los deseos
de los yernos, especialmente en una cosa buena.
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