Rauri comprando caballos de fuerza y buen parecer, haciendoobras de consideración para el adorno y seguridad de la plaza, y disponiendo el servicio de ella cual DO se ha vislo en ninguna de las corridas que se han veriflcado basta ahora en esta ciudad. Todos los objetos que han de servir en los citados dias, se Ua lian colocados ea el mejor orden en un local íi propó-ilo situado cn dicha plaza, á donde acuden incesantemente mu:tiiud de gentes á satisfacer la natural curiosidad. A ella ha dado pábulo también la cabeza, que ha eslado espuesta al páblico durante dos ó tres dias, de uno de los toros de Veraguas, muerto de resultas de una herida que recibió en riña con otro loro de la misma ganadería. Nos consta que el empresario, mas que hacer una especulación, se ha propuesto con las próximas corridas, acreditar la plaza; pero á juzgar por el afán con que son solicitudes las localidades, le presagiamos el éxito mas lisongero. J[8,51. Jugadores no vaciléis f áño ganar e s l e e s t r a d o 90 y 2, P A R T E ambo da, y e n la 11 estraccion s e p r e senta en propiedad y para la presente el terno señalado 41 _ está—73—43.— Old, cofrades constantes—26 22 de la rica loteria, 43 escuchad la opinion mia tan autorizada 4o ya: No os dejéis llevar cn brazos ^ 26 de vuestra loca ignorancia tras la dudosa ganancia 4 8 que fortuna nunca os da: 2 2 — S e g u i d los consejos mios, que abezado y a en la suerte, d e s p u é s de mi infausta muerte"' 23 escritos os dejo aquí: 50. 4 3 — T o m a d si bien os parece el catorce al n u e v e unido y ambo será bien sabido: 73 y combinado esto asi íriF^l 4—lomareis dos u n i d a d e s , - 2 3 - 5 0 m a s con ciertas cualidades que aclararos qp es preciso p a r a formar terno liso. 55 D e s p u é s de haber arreglado el ambo y terno espresado, tomareis, sin dilación, el veinte y dos, y en su union e l treinta y s e i s , que así unido formarán como es sabido, sin que se ponga en cuestión, LOTERÍA ^ PjtlMITIVA. 5 4 l a s u e r t e de esta estraccion. 4 5 — 989 K ú i n . 13.—lia Muerte. 99 Para la estraccion déciiña tercera del y de que las facciones del niño, que e x a minaba y que comparaba en su imaginación con otras ficciones que conservaba en su memoria, eran en efeclo las de su pobre hermana. No articulaba ma» que csclamaciones rápidas y entrecortadas que se dirigía á si misma. - —¿Es esta su frente algo redonda, y separada asi por este piieguecito que mi madre llamaba el nido de mis labios? —[Si! se respondía á si misma, y besaba la frente blanca y tersa del niño en el m i s mo silio en que tantas veces habia besado la de Pepila. tra lámpara? í-^ri Dice El Clamor público: Acaba de .inventarse en esta corte un aparato muy sencillo, económico y de poco volumen, destinado á beneficiar los minerales. Según los informes que hemos adquirido, llena cumplidamente los deseos de cuantos le han visto y es un adelanto en el ramo de mineria, pues viene á resolver el problema de fundición tan deseado por los que se dedican á la esplotacion de las minas. Kl aparato, de un solo cuerpo de hierro fundido, pesará unas treinta arrobas y puede beneficiar de 1200 á 1500 de mineral en veinticuatro horas. El de dos cuerpos pesará 60 arrobas, y beneficia 3000 en el mismo tiempo. Se trasporta con la mayor faiilidad, desmontándose todas las piezas: tiene un diámetro de cuatro pies por tres y medio de elevación; la fuerza motriz que necesita para funcionar es casi insignificante y le basta una arroba de combustible por hora poco mas ó menos, que puede ser de carbón ó de leña. El invento es puramente español, y se ha formado una sociedad para espletarlo bajo el tí—Invento útil. leando hasta su espalda? ¡Ohl ¡Sí, sí! —jOb, sil esta es aquella forma y aqnoi Y diciendo eslo, quitaba la lia trasparencia. corbata al niño, examinando atentamente su cuello ¡>ef Y estrechaba contra su pecho la cara def muchacho. delante, por detras, por uno y otro lado, y besándolo en lodas partes, —¿Es esta aquella boca, cuyos dos e s tremos, hundidos en sus megillas, se levan- ' labaa cuando estaban alegres y volvían á caer asi cuando tenia ganas do llorar? — l ü h l ¡Si, sí! So me figura que Pepila va á hablar, y á llamarme. Y unía sus manos delante de los labios tímblorosos y próximos á llorar dol niño. —¿Son estos sus ojos —¿lis esta su nariz un poco levantada b&cia su puuta, con dos ventanas fioas á través da las cuales se trasparentaba por la noche la claridad de color de rosa de nues- IIVTERESANTE. en punto^ del mismo azul j — Después, lanzando un grito mas fuerte, y vciviéudosc hacia mi señalándome algo con el dedo: —0Ы mirad, mirad, señorl lodo! todol hasta la setlal que Pepila tenia en el mismo silio ев quo sn cuello se unia con s" pecho, como si los ángeles le hubies^n^jjg'jg lo al venir al mundo u n • - ; ? xi.va.K en e'—'"i'^"»" del seno! iWadI señorl Oh! que no т е ' ' ' о ^ ч ha, partida con el mismo boyito? ¿E» este"] que no es ella! Dando estos gritos de sorpresa ydealosu cuello redondo, blanco, un poco inclinagria entreabrió uo poco la eami.' d^ ' e b do, por donde bajaban sus trenzas serpeaque el cielo en invierno? ;.E« o"'» su bar- . . . « b o r t i e v p r i i - í ti-uio,