9 § El título de este texto es un juego de palabras que se refiere a un relato del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, “The Tell-Tale Heart”, traducido por Julio Cortázar como “El corazón delator” (POE, E. A.: Cuentos I. Alianza: Madrid, 1992). En este caso, la traducción literal sería: la exposición o el espectáculo que cuenta relatos. tripa 01.indd 9 Prologue EN CASA. THE TELL-TALE SHOW§ Manuel Segade 18/09/11 17:27 10 En Casa. The Tell-Tale Show El ahora… es la cosa menos experimentada que existe. 01 BLOCH, E.: The Principle of Hope. MIT Press: Harvard, Massachusetts, 1995, pp. 292-293. tripa 01.indd 10 — Ernst Bloch 01 18/09/11 17:27 11 02 POZUELO, J. M.: “El pacto narrativo: Semiología del receptor inmanente en el Coloquio de los Perros” en: Anales Cervantinos, xx-vii. Ministerio de Cultura: Madrid, 1978, pp. 147-176. Manuel Segade Narrar es la facultad de intercambiar experiencias. Cualquier forma de relato lanzada sobre una audiencia supone necesariamente un lenguaje de transmisión común. Desde el momento en que alguien comienza a contar, se establece un pacto narrativo02: incita al oyente a aceptar una retórica que mantiene en suspenso su incredulidad y asegura su complicidad con respecto a esa comunicación de una experiencia ajena que, por tanto, deviene en cierta medida propia, como vivida en otro grado, como una memoria compartida de un tiempo indefinido pero común, que es posible volver a contar y hacer suya. De hecho, contar cuentos es una de las formas de asimilación cultural o un proceso de socialización elemental en la historia de la humanidad. De ahí esa imagen primigenia del que cuenta al círculo de oyentes en torno a una hoguera. A lo largo de la primera década del siglo xxi, hemos asistido en el arte contemporáneo al ascenso de la pulsión narrativa como un aspecto central para comprender sus formas de producción: los artistas jóvenes han recuperado la narración como el modo de articulación básico a través del que vertebrar sus propuestas. La tesis de la que parte este proyecto es que el retorno de las prácticas performativas, desde el aquí y ahora del relato oral, es el caso de estudio, como grado elemental del narrar, que permite comprender las razones de sus potencialidades en el ejercicio de la representación. El ciclo de En Casa planteó entre 2010 y 2011 una serie de cuatro eventos narrativos que han tenido exposiciones como su consecuencia natural, vertidas primero en las salas a modo de display y ahora en el espacio de este libro al modo de otra evolución expositiva en formato papel. Como este texto mostrará, se trataba de una exposición entrecortada y diferida que intentó dar cabida a procesos narrativos que, desde la enciclopedia —Rubén Grilo—, la ciencia ficción —Bestué y Vives—, la historia —Tris Vonna-Michell— o la tradición oral —Alexandre Singh—, ofrecieron un atisbo de la complejidad con la que el rearme narrativo está teniendo lugar. tripa 01.indd 11 18/09/11 17:27 En Casa. The Tell-Tale Show 12 El rearme narrativo 03 BENJAMIN, W.: “El narrador” en Para una crítica de la violencia. Iluminaciones iv. Taurus: Madrid, 2001, pp. 111-134 (publicado originalmente en 1936). 04 ADORNO, Th. / HORKHEIMER, M.: Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos. Trotta: Madrid, 2009 (concebida originalmente en 1944). 05 Íd., p. 59. 06 07 Íd., p. 63. Íd., p. 68. Insisten después: “La antítesis corriente entre arte y ciencia, que las separa entre sí como ámbitos culturales para convertirlas como tales en administrables, hace que al final, justamente en cuanto opuestas y en virtud de sus propias tendencias, se conviertan la una en la otra. La ciencia, en su interpretación neopositivista, se convierte en esteticismo, en sistema de signos aislados, carente de toda intención de trascender el sistema: en aquel juego, en suma, que los matemáticos hace tiempo declararon ya con orgullo como su actividad. Pero el arte de la reproducción integral se ha entregado, hasta en sus técnicas, en manos de la ciencia positivista. En realidad, dicho arte se convierte una vez más en mundo, en duplicación ideológica, en dócil reproducción”. Íd., p. 72. 08 tripa 01.indd 12 Si comprendemos el arte contemporáneo como un territorio de conocimiento sobre la representación y el rearme narrativo es un hecho en su campo, estamos obligados a comenzar a discutirlo en los términos de la tradición de la crítica filosófica. A comienzos del siglo xx, como en muchos otros territorios donde detectó la decadencia de la experiencia del mundo, Walter Benjamin certificó el ocaso de la narración03. Su ensayo clásico sobre Leskov ha sido utilizado desde entonces como el tópico crítico desde el que poner cerco a la narración como una modalidad más del arte industrializado del régimen del capitalismo avanzado. Los filósofos de la Escuela de Frankfurt Theodor Adorno y Max Horkheimer, cercanos a Walter Benjamin durante los años 20, escribieron una crítica incisiva a la cultura contemporánea en la Dialéctica de la ilustración04. Para ellos, “el programa de la Ilustración era el desencantamiento del mundo. Pretendía disolver los mitos y derrocar la imaginación mediante la ciencia”05. La Ilustración es una fuerza totalitaria que sigue una lógica formal: “ha sido la gran escuela de la unificación. Ella ofreció a los ilustrados el esquema de la calculabilidad del mundo. […] El mito quería narrar, nombrar, contar el origen: y con ello, por tanto, representar, fijar, explicar. Esta tendencia se vio reforzada con el registro y la compilación de mitos. Pronto se convirtieron de narración en doctrina. Todo ritual contiene una representación del acontecer, así como del proceso concreto que ha de ser influido por el embrujo”.06 La abstracción era para ellos lo que distanciaba objeto y sujeto: “La abstracción, el instrumento de la Ilustración, se comporta respecto de sus objetos como el destino cuyo concepto elimina: como liquidación. Bajo la niveladora dominación de lo abstracto, que convierte en repetible todo en la naturaleza, y de la industria, para la que aquélla lo prepara”07. La abstracción es la fuerza que permite la intelección de lo repetible, de lo real administrado según la lógica científica de la producción industrial08. La institucionalización de las representaciones es su condena a la repetición identitaria: en consecuencia, los relatos que discurren en sociedad no son más que formalizaciones de esa tendencia abstracta que convierte todo en lógica y, por tanto, reduce la experiencia a una forma de alienación, lo ya vivido. 18/09/11 17:27 13 09 Citado en: CADAVA, E.: Words of Light. Theses on the Photography of History. Princeton University Press: Princeton, New Jersey, 1997, p. xxii (originalmente publicado en 1934). 10 DEBORD, G.: La sociedad del espectáculo. Valencia: Pre-textos, 1999, p. 37. 11 BREA, J. L.: “I’m Not There, This Isn’t Happening”. http://salonkritik.net/0910/2010/06/im_not_here_this_isnt_happenin.php [consulta: 29/5/2011] En la página se contextualiza: “Este texto constituye la base de la participación de su autor en el ciclo de conferencias que sobre la performance audiovisual se celebrará el 4 de Junio en el MNCARS, como parte del festival LaptopsRus”. tripa 01.indd 13 Manuel Segade La clave que une el pensamiento de Benjamin sobre el destino de la narración y el principio ilustrado de la mismidad según Adorno y Horkheimer, la aporta otro filósofo crítico de la misma época, Ernst Jünger. Este escribía sobre el acontecimiento: “En un alto grado, se ha convertido en un objeto […] el evento no está ligado a su espacio determinado ni tampoco a su tiempo, ya que puede ser reproducido en cualquier lugar y repetido cualquier número de veces. Esto son señales que apuntan a una gran distancia”09. Estos principios críticos han sido las bases de la construcción del pensamiento político fundamental para la construcción del paradigma posmoderno, como en Guy Debord; sólo hay que recordar el arranque de La sociedad del espectáculo: “Todo lo directamente experimentado se ha convertido en una representación”10. Los nuevos comportamientos artísticos de finales del siglo xx se entrelazaron con este legado teórico en su desarrollo: la llamada posmodernidad se efectúa tanto en el pensamiento como en la representación y la consabida crisis de los grandes relatos ha venido a certificar esa crisis de la experiencia. Esta atadura conceptual lleva a que los criterios de valoración del arte se confundan con sus presupuestos filosóficos. La nueva tradición performativa se ha visto cuestionada usando los mismos registros conceptuales que han constituido su caldo de cultivo. En uno de sus últimos textos, José Luis Brea escribía: “El éxito reciente de la performance es fruto en realidad —es decir, en su institucionalización— de una alianza de moribundias: la del arte con el teatro o las «artes» escénicas, y refleja cómo dos prácticas que habitan tiempo prestado se acucian mutua —y promiscuamente— a la búsqueda de una legitimidad asistencial de la que ni asistido ni asistente gozan ya. […] Esto que llamamos arte tendría de verdad que ver únicamente con la radical negativa a hacerse cómplice de todo esto: del empobrecimiento generalizado de las formas de la experiencia, de los modos del conocer, de las formas de habitar los mundos de vida. Por lo tanto: sólo con un programa tensionado y extremadamente riguroso y exigente de revocación absoluta de la prevalencia de la representación… efectuada desde su mismo espacio”11. La tesis que pretendo desgranar consiste precisamente en la defensa de estas prácticas preformativas desde su propia significación como experiencia y ya no como un metarelato autorreferencial en los límites de la representación: el evento narrativo es una intensificación con efectos sobre las subjetividades de la comunidad de atención que concita; y es, más que una esperanza, una constatación de la singularidad del significado de la experiencia estética hoy. 18/09/11 17:27 14 12 Por eso este mismo catálogo introduce las obras como intervenciones de los artistas en el espacio del libro, no como una simple traducción. En Casa. The Tell-Tale Show El evento excede: es un exceso por encima de una imagen o de una forma de documentación12. Si bien es verdad que el riesgo de anclar la subjetividad está en toda construcción representativa, la crisis de lo privado, la construcción pública de la intimidad, la crisis de los valores y la crisis de la historia, el ascenso imparable de la contaminación micropolítica, de las acciones subjetivas de corto alcance, estimula la producción narrativa: son la hipertextualidad y la promiscuidad de representaciones y formas de vida del presente las que propician el despliegue de una textualidad viral sin precedentes. Esta relación entre arte y texto es un emplazamiento fundamental, una posición desde la que construir una práctica. Aunque el giro lingüístico fue, desde las vanguardias históricas, uno de los desplazamientos capitales que han producido los códigos que utiliza el arte contemporáneo, es después de la introducción del pensamiento feminista y de las teorías performativas queer, cuando lo representacional y las formas de vida tejen una cadena de historias que, si bien dispares y solapadas, hacen de los efectos subjetivos su centro de actuación. La lógica del relato es la del poder preformativo del lenguaje: la ficción es factual y produce lo real. Ese era el índice de su condena crítica, pero también constituye el factor político que la refuerza. Y la sutura entre lo real y la ficción comienzan en el lugar donde el evento transcurre, en el escenario del proyecto que es la propia institución. La inscripción institucional 13 Se trata de la etapa entre 1969, cuando adoptó su cabecera actual y finales de los años 70. Hoy mantiene una periodicidad anual editada por Oxford University Press. 14 Lacan lo utilizó tan sólo en un seminario del año 1965, pero se convirtió en concepto de teoría fílmica a través de un artículo de Jacques-Alain Miller impreso en Screen: “Suture (Elements of the Logic of the Signifier)” (nº 18, 1977-78, pp. 24-35). El psicoanalista criticó luego el abuso de su término: para él la sutura era un proceso abierto, ya que jamás puede ser cosida una completa formalización del sujeto. 15 LACAN, J.: “El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal y como se nos revela en la experiencia psicoanalítica” en: Escritos 1. Siglo XXI: México, 1984, pp. 86-93. 16 He desarrollado más ampliamente estas ideas en: SEGADE, M.: “Afecciones fílmicas” en: Clemens von Wedemeyer presenta. Xunta de Galicia, CGAC: Santiago de Compostela, 2008. tripa 01.indd 14 El psicoanalista Jacques Lacan entendía que la constitución del sujeto se produce en el flujo inagotable entre sí mismo y la significación. Los teóricos postestructuralistas del medio cinematográfico de los años 70, agrupados en torno a la revista británica Screen13, aplicaron una concepción de la subjetividad lacaniana a la comprensión del medio cinematográfico. Un término tomado de Lacan14 es central en el pensamiento posterior sobre el cine, fundamental para explicar la relación entre el sujeto y la cadena significante: la sutura. El psicoanálisis teorizó la formación del yo en el proceso llamado estadio del espejo, aquel momento de la infancia en que el niño se identifica con su reflejo, con su ego, al tiempo que sufre la decepción de reconocerse fuera de sí, como otro. Para Lacan, la decepción forma parte inextricable del transcurso de la constitución de la subjetividad15. La sutura es el proceso en el que se proyecta esa ilusión de plenitud imaginaria que encubre una falta inherente a la constitución del yo en la psique16. 18/09/11 17:27 15 Manuel Segade Referida al cine, la sutura es aquel proceso mediante el que la audiencia se cose a la matriz del evento fílmico a través del que el espectador se proyecta y alinea con el punto de vista de la cámara. Como forma de espectáculo, como medio de comunicación de masas, la consabida magia del cine depende de la suspensión de la incredulidad del público. Mirar una película conlleva necesariamente una instancia de identificación, porque sin identificación el significado no puede ser generado por el sujeto. El espectador, ante la pantalla en el interior de la sala de proyección, mantiene, a través de la trama y el espacio ambiente en que se desarrolla y a través de los personajes y los actores que la interpretan, la misma modalidad de juego permanente de identificación sin la que no habría posibilidad de vida social. Por eso las cadenas significativas del relato fílmico se instituyen en una forma de lo público: una sutura con otros, una inestabilidad ambigua en la sujeción. Si desplazamos esta teoría fílmica a la crítica institucional, si sustituimos la experiencia del cine por la experiencia cultural y la pantalla por marco institucional, comprenderemos que un proyecto como En Casa, proyectado sobre las múltiples audiencias que recorren cada día La Casa Encendida, constituye un programa concebido como un modo de poner en movimiento su propia identidad. Cada una de las exposiciones y actividades realizadas desde su apertura produce un residuo continuo: la serie de citas que se producen a lo largo del año van definiendo la institución, su pantalla pública, al tiempo que crece y se multiplica la comunidad de escucha y lectura que produce el centro mismo. Esa era la intención de trabajar desde el evento, desde artistas que lanzan un relato sobre la institución y su público, integrándose en los intersticios y espacios de transición, vertiéndose como memorias posibles actualizables ahora en las páginas de un libro que también representa otro espacio, otra pantalla que figura la propia institución, para calibrar sólo a posteriori sus consecuencias de apertura, desestabilización y producción de conocimiento abierto que caracteriza un centro de arte contemporáneo privado que apuesta por apoyar un campo del arte en sentido amplio, extendido a la emergencia artística más radical. Un emplazamiento donde no sólo se entreteje el público, sino donde calienta la hoguera que sirve para hacer hablar y ser escuchada a la propia escena del arte. tripa 01.indd 15 18/09/11 17:27 16 En Casa. The Tell-Tale Show Discontinuidad relacional Esta tesis se desarrolla en: Bourdieu, Pierre: Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario. Anagrama: Barcelona, 2002, pp. 208 y ss. 17 Pierre Bourdieu pensaba que la estética contemporánea estaba basada en la polisemia de la obra de arte, de tal modo que esta nunca podría ser reducida a un ejercicio de exégesis17. Para el sociólogo francés, esto se había desarrollado como una estrategia dentro del campo del arte, para liberar al artista del dominio de la escritura que marcaba la estética clásica a través de la máxima Ut pictura poesis (así como la pintura, la poesía). Desde el giro conceptual, los artistas han producido objetos mudos, que los extraían de una relación estructural de inferioridad con respecto a los productores de metadiscursos críticos. Esta explicación desde el interior de la tradición artística parece colocar las prácticas narrativas completamente al margen de una genealogía conceptual, cuando en realidad son parte de su consecuencia lógica. Desde los años 90, las actitudes que surgieron de la estética relacional otorgaron la posibilidad de poner el significado social del evento artístico al frente de las políticas institucionales. Hoy sabemos que lo relacional ha dejado su poso más fértil en el diseño de las instituciones, en la relajación de sus protocolos y en la apertura de posibilidades en sus usos. Por eso, en el ámbito entrelazado entre la institución y su público y entre la institución y las prácticas artísticas contemporáneas, los artistas pasan a negociar su propia voz. Se trata de una conciencia de la propia historia, que traba experiencias personales y autorrepresentaciones para performativizar un lenguaje que afecte a las audiencias de un modo radical. La relación con la tradición tiene hoy más variables y adquiere una complejidad inimaginable para el campo del arte que Bourdieu intuyó, sobre todo a partir de las acciones comisariales. The Tell-Tale Show constituyó un despliegue narrativo. En lingüística, un tell-tale es aquella palabra o serie de caracteres que acontece sólo en el interior de un lenguaje o en el de un grupo de lenguajes: un lector que descubre un tell-tale puede estar completamente seguro de qué lenguaje está leyendo. Así, las obras que se han sucedido constituyeron marcadores significativos sobre la naturaleza del lenguaje artístico; derivando de diferentes tradiciones, ocurrieron como modos de comunicación pedagógicos, teatrales, literarios o performativos. tripa 01.indd 16 18/09/11 17:27 17 Manuel Segade Enciclopedismo El título de la intervención de Rubén Grilo (Lugo, 1981), en una de las aulas del centro, expresa exactamente aquello que ofrecía: Obra informacional: viaje psicodélico por Wikipedia. Malinterpretando ‘Rock Series #1’ (1968) de Donald Burgy. Se trataba del reenactment de una obra del artista conceptual estadounidense Donald Burgy en formato perfromativo. En sus trabajos, mostraba su fascinación por datos pseudicientíficos llevados a un extremo de análisis y clasificación que reducía sus materiales de investigación al absurdo. Rubén Grilo tomó una piedra del suelo del barrio en el que vivía en Berlín, Kreuzberg, y compuso una performance a modo de conferencia donde, a partir de los datos que ofrece Wikipedia y a modo de hiperenlaces solapados expuestos a partir de una presentación en Power Point, desgranó toda la información posible que podría obtener de dicha piedra. En su instalación posterior, en otra aula del centro, el espectador podía contemplar la sucesión de la proyección, la piedra misma, como un fetiche sobre la mesa de despacho, bajo un flexo de oficina que la iluminaba, y también leer, como había hecho el propio conferenciante, el texto de la presentación en la pantalla a medida que se sucedían las imágenes y textos aprovechando los recursos estéticos que permite el software informático canónico para la comunicación universitaria o empresarial. 18 “El demonio de la analogía” es un préstamo de Stéphane Mallarmé. 19 BENJAMIN, W.: The arcades project. Cambridge, Massachusetts, and London: The Belknap Press of Harvard University Press, 1999, p. 205. tripa 01.indd 17 Por una parte, llama la atención la tendencia a la abstracción, la posibilidad de obtener el todo a partir del objeto banal y también desconocido que es una vulgar piedra. La obsesión cosmogónica o el demonio analógico18 permite acercarse a cualquier otra cosa a partir de las relaciones establecidas desde un pequeño fragmento del mundo. Lo social, lo político, lo geológico, la historia, la geografía, la magia… todo es posible de extrapolar a partir de cadenas de información extraídas de un único elemento. Lo informacional es el flujo mismo de los modos de relación en sociedad y Rubén Grilo colecciona diferentes posibilidades y las ordena y clasifica en el relato que compone su pieza final. “Para el verdadero coleccionista —escribió Walter Benjamin—, cada objeto único en su sistema se convierte en enciclopedia de todo el conocimiento de la época, el paisaje, la industria; y de su poseedor. Es el más profundo encantamiento del coleccionista clausurar el objeto particular dentro de un círculo mágico, donde […] se vuelve de piedra. Todo recordado, todo pensado, todo consciente, deviene zócalo, marco, pedestal, sello de su posesión. […] Los coleccionistas viven un pedazo de vida soñada”19. 18/09/11 17:27 18 20 Íd., p. 206. 21 Íd., p. 883. En Casa. The Tell-Tale Show Benjamin vinculó la idea de la memoria como función del tiempo, que el filósofo Henri Bergson propuso a finales del siglo xix, con la acción de coleccionar: la finalidad de su deseo, hacer las cosas presentes, se alcanza con el método de “representarlas en nuestro espacio (no representarnos a nosotros en su espacio)”20. Por eso el canon de la memoria involuntaria es el del coleccionista, donde la relación se multiplica a través de “un saber todavía-noconsciente de lo que ha sido: su ascenso tiene la estructura del despertar”21. La enciclopedia psicodélica que compone el artista es un despliegue de maniobras de coleccionista, donde cada definición invoca nuevas representaciones en nuestro espacio, donde el juego de referencias que transita por el interior del lenguaje se despliega diferente en la intelección de cada lector. Psicodelia significa aquello que manifiesta la psique y remite a estados psicotrópicos de incremento de percepción y confusión de lo real. En este caso, es la cultura y su herramienta de comunicación legitimada como un código, lo que hace que el flujo de la información sea una experiencia psicodélica, que se acerca a lo común en tanto que saber al alcance de todos y en cuanto que difundido a modo de un instrumento pedagógico cotidiano que permite la sucesión continua. Esa hipertextualidad viral, que podría continuar hasta el infinito, es una forma de hermenéutica, de interpretación, en la que el espectador tiene finalmente el lugar del actor, el lugar del que ostenta la palabra, donde la enciclopedia está disponible a todos y el viaje es un acceso en un click. Grilo viene a estimular el virus por el cual todos los relatos del mundo están incluidos en la posibilidad misma de que cada cosa pueda obtener todo significado posible y donde cada espectador tenga la capacidad de incorporar sobre sus mecanismos de lectura todas las referencias posibles. Como la obra de arte abierta, el proceso por el que ésta adquiere significado es por viscosidad: su relato es la construcción de un lugar de experiencia desde el que poder evidenciar cómo la construcción de sentido en el arte se produce en el mismo flujo de asociaciones, el mismo movimiento del pensar, que provoca cualquier acercamiento vital a lo desconocido. El artista ofrece un relato que no es más que la formalización por medios tecnológicos de la estructura misma del pensamiento en acto. tripa 01.indd 18 18/09/11 17:27 19 Manuel Segade La ficción prospectiva David Bestué (Barcelona, 1980) y Marc Vives (Barcelona, 1978) realizaron con Plato de ostras aún vivas una obra en vivo de ciencia ficción: desde el patio hasta la terraza de La Casa Encendida, pasando por lugares habitualmente intransitables para el público de la institución, el comisario/guía fue explicando una serie de escenas compuestas a partir de modelos cubiertos con pintura corporal que representaban el ciclo de vida del hombre el futuro, desde el nacimiento hasta la muerte en manos del dios creador, interpretado por los propios artistas, transformados en un criatura bicéfala que revelaba su control sobre la cosmogonía que había sido presentada. El título Plato de ostras aún vivas es una referencia a un pintor del barroco holandés, Osias Beert, que reproducía con tal pericia los bivalvos que todavía parecían vivir en el cuadro: remite precisamente a esa ruptura que el body painting articula en la representación, donde el cuerpo es desplegado como herramienta representacional pero, al tiempo, no abandona nunca esa condición de en vivo que hace que el modelo sea el modelo y esté ahí a pesar de toda la representación pintada y de todas las palabras que se imponen sobre él. La evolución del relato, en ascenso, se produce en contra de toda fuerza lógica: su propia metodología y el poder de la interpretación, el del lenguaje y el de la voz, se revelan, como el mago de Oz, como algo que desaparece en el momento en el que aparecen los propios creadores como actores de su obra. La revelación del momento final extermina toda posibilidad de mitología y termina convirtiéndose en el propio ceremonial inaugural de un evento artístico. Y lo mismo ocurre cuando el papel del que habla, de la voz comisarial, se convierte en el que come ostras para romper la cuarta pared, el límite de la representación. El género de la ciencia ficción ha servido en la alta cultura como un revulsivo, una forma de hablar del futuro para recomponer una lectura distanciada y crítica sobre el presente. El pasado, desde el futuro, se convierte en un potencial, como en el film canónico de Chris Marker La Jetée. En el caso de Bestué y Vives, el cuerpo del futuro permite trabajar con otro grado de historicidad. Los recursos estéticos de citación sobre cuerpos masculinos modélicos acercan la experiencia del espectador a la del kitsch: en él, el futuro es siempre retro, se configura a través de proyecciones de lo que vendrá desde otro pasado anterior. Como lo define Celeste Olalquiaga, el tripa 01.indd 19 18/09/11 17:27 20 22 OLALQUIAGA, C.: El reino artificial. Sobre la experiencia kitsch. Gustavo Gili: Barcelona, 2007, p. 23. En Casa. The Tell-Tale Show kitsch es “mercancía fallida que habla de todo lo que dejó de ser”22. De algún modo, el kitsch está en contra de los objetos y esa es una constante en la formalización de las obras de esta pareja de artistas, concitando a través del humor índices monstruosos del subconsciente del tardocapitalismo avanzado. Walter Benjamin insistía en que el objeto mercantil contenía la unión dialéctica de lo vivo con lo inorgánico. De hecho, en un capítulo seminal en la historia de los objetos modernos, el estilo Liberty o el Art Nouveau transformaron el material muerto en criatura orgánica. Los objetos de consumo masivo son mercancías fallidas que hablan de todo lo que han dejado de ser. El desplome de los objetos es el desplome de un orden de uso y de las relaciones materiales y sociales que los producen. De ahí el kitsch, una experiencia melancólica residual, que restaura la ficción de una genealogía truncada a partir de una estrategia fetichista: la referencialidad fantasmagórica a una transformación de la materia que ya no representan. En Plato de ostras aún vivas esa visión se permeabiliza en el cuerpo, como corpus muerto, como imagen muerta, como representación y nunca como vivencia: un cuerpo cultural sobre el que se emiten representaciones y máscaras y que debajo no es nada más que un líquido vital, una materia primigenia que puede ser transformada en cualquier cosa, como una fantasía de la ilimitada capacidad de la creación artística. 23 FREUD, S.: El chiste y su relación con el inconsciente. Alianza: Madrid, 2004, p. 180. Este vocabulario estético se completa con una estética de gag. El chiste, lo cómico, es la estrategia lingüística que permite hacer legible la capacidad transformadora del arte. “El chiste es la más social de todas las funciones anímicas encaminadas a la consecución del placer”, escribía Sigmund Freud23. Los actos lúdicos provocan combinatorias mediante el recurso al absurdo que activan reacciones de identificación emocional. Una nueva audiencia se crea cuando el arte funciona como un mecanismo dentro de redes de comunicación íntima, lo que hace posible experimentar nuevas conexiones potenciales y nuevas síntesis sociales. Los trabajos de Bestué y Vives son formas de comunicación que exigen reacción. Los procesos de identificación o rechazo inmediato son evidentes en el chiste, ya que su efectividad es siempre o directa o nula. Por eso esta modalidad de participación en la construcción del sentido es una posición dialéctica abierta al antagonismo, es decir, explicita, como la gamberrada, una naturaleza política. Esa doble naturaleza política de la estructura lingüística del gag cómico sumada a una formalización kitsch acerca sus trabajos, tripa 01.indd 20 18/09/11 17:27 21 Manuel Segade sobre todo este, vehiculado a través del cuerpo, a las estrategias queer: Plato de ostras aún vivas es un metacomentario sobre la historiografía y la economía libidinal, imprimado sobre el cuerpo convertido en escultopintura a través del discurso hablado; el placer de la contemplación se entrecorta, lo inapropiado de la incorporación del presente, revisan poco a poco lo real para llegar a los artistas como monstruo. Lo histórico parece ser leído a través de relaciones de deseo, del futuro como deseo y como control del propio trabajo como trayectoria. Ese sueño de una forma mecánica para el futuro habla en realidad del deseo de diferencia, de la repetición con diferencia, de la copresencia engañosa de los tiempos históricos, los momentos sociales y los placeres. Los cuerpos se revelan al final transitivos, como lienzos en blanco. Los tropos corporales cambian en superficie y en sus testigos, en una simultaneidad sincopada con el público. El grado cero de la productividad que plantean, la transformabilidad infinita de la perfección es queer también. Y lo es ese límite inestable de la pareja de artistas que ofrecen un trabajo generoso desde una posición de continua negociación en donde nada se valida sino es a partir precisamente del pacto entre dos, un pacto que aquí incluyó al comisario como otra negociación más, obligándolo a ser el transmisor del discurso de los artistas, haciendo visible su papel de mediación como enunciador mismo del relato asumido con el riesgo del convencimiento propio. Historicidad 24 tripa 01.indd 21 Citado en: CADAVA, E.: Words of Light. Theses on the Photography of History. Princeton University Press: Princeton, New Jersey, 1997, p. 242. Tris Vonna-Michell (1982, Rochford, Reino Unido) realiza un tipo de performances caracterizadas por el trabajo con una técnica vocal que recupera una tradición performativa que había sido dejada a un lado en el transcurso de la historia de arte reciente, representada por aristas como Henri Chopin and Bob Cobbing. La decisión de construir una genealogía propia para un modo de hacer remite precisamente al significado que transmiten sus acciones preformativas: como Benjamin escribió, “es el presente el que polariza el acontecimiento entre el pasado y la historia futura”24. En balustrade/enfolds Tris Vonna-Michell realiza un proceso de trabajo que lo refiere a un momento preciso de su trayectoria: después de algunos años trabajando en sus performances orales donde los textos se enuncian con un depurado spoken word, ahora se enfrenta a un lento proceso de contemplar su recorrido a lo lejos, desde una posición de contemplación, como una balaustrada 18/09/11 17:27 22 En Casa. The Tell-Tale Show permite atisbar una línea de horizonte, como un punto de vista y una distancia física. Los trabajos anteriores se amalgaman, resumen, fragmentan y contaminan, envolviéndose —enfolding— como una forma de dar paso a otra cosa, a un futuro construido como un necesario paso atrás en la propia historia. El proceso de trabajo, partiendo de que sus performances se producen necesariamente en su inglés original, se inició con la fabricación de pequeños fragmentos textuales que iban a ser proyectados en diapositivas, como un fondo sobre el que la intervención oral tuviese lugar. Constituirían pequeños anclajes para el público, referencias que permitieran al oyente seguir en cierta medida la narración en curso. En el transcurso de la composición de la pieza, los textos en castellano fueron cobrando una presencia grande, casi como si se convirtiesen en los hechos destacados o recursos mnemotécnicos que obligarían a la historia en curso a remitirse a sí misma y no a su experiencia. Así, finalmente los textos fueron desmembrados, ocultados, tapados con barniz negro para dejar sólo ciertos apuntes, ciertas palabras, algunos borrones, convirtiéndose en referencias ambientales y mezclados con las imágenes también testimoniales que las repeticiones y gestos orales del artista devolvían una y otra vez a la circulación a través de su oralidad. Ese proceso de trabajo sobre los recursos indiciales que se despliegan sobre el escenario para el acontecer de sus performances está relacionado con ese momento de su trayectoria, pero también con la propia materialidad discursiva de su trabajo: a través de su forma de contar, los acontecimientos del pasado revelan su potencialidad, más allá de lo meramente posible, y, al mismo tiempo, irreducibles a lo actual. La teoría literaria distingue tres formas posibles de narrador: el homodiegético, que da información adquirida por su propia experiencia en la historia, porque la ha presenciado o la ha vivido como un testigo directo; el autodiegético, un héroe de la historia que cuenta, el motivo central de la propia historia que cuenta; por último, el heterodiegético, que relata una historia de la cual nunca ha formado parte. Tris Vonna-Michell genera un sistema de relato donde todas ellas se entrelazan a través de la evacuación oral, pero que en su intermitencia revela su verdadero centro de cohesión: el trabajo sobre la historia, siempre al tiempo recibida, personal y ajena. Hablar de historia es citar la historia, del mismo modo que tomar una fotografía es citar la memoria de lo vivido, o resumir un texto a un par de palabras es devolverle una condición abierta de posibilidad. tripa 01.indd 22 18/09/11 17:27 Manuel Segade 23 25 26 27 tripa 01.indd 23 Íd., p. 3. Íd., p. 15. NANCY, J.-L.: “Finite History” en: The Birth to Presence. Stanford University Press: Stanford, 1993, p. 166. La metodología de Tris Vonna-Michell responde en cierto modo a esa condición fotográfica: las técnicas de memorización, de los materiales que se inscriben en el relato en capas, como golpes de obturador; el modo de traer las cosas al presente, volverlas simultáneas por el acto del habla, la inmediatez y la presencia, como una sucesión de imágenes en diaporama… Para Walter Benjamin la historia era un complejo estado de emergencia que responde también a lo fotográfico25. En uno de sus símiles favoritos, repetía que el conocimiento nos llega en golpes de luz, como los flashes de una cámara: la historia como una sucesión de momentos de iluminación y de ceguera. De ahí que en las instalaciones y en las performances de Tris Vonna-Michell la imagen haya de ser entendida como estructural, como una dimensión necesaria de la intensidad del relato que está siendo contado. La fotografía es una memoria imposible: el olvido está inscrito en la imagen fotográfica, como también lo está en el texto que es también imagen. Como recuerda Eduardo Cadava, la historia se inauguró con la fotografía misma: la reproductibilidad es imposible en el discurso acelerado, en la experiencia irrepetible de la performance26. Era la reproductibilidad lo que para Benjamin o Jünger apartaba el acontecimiento del ritual, de la ceremonia. El trabajo de concreción y abstracción, los sucesivos ejercicios de Tris Vonna-Michell devuelven, por el contrario, el relato y la historia a su circularidad permanente, a su posibilidad de multiplicación por intensidad. Una continua dialéctica con la memoria histórica y el yo que enuncia su memoria, un ejercicio de historia materialista que niega su propia originalidad a través del continuo con todos los relatos experimentado como único. El filósofo francés Jean-Luc Nancy escribió: “El trabajo del historiador —que nunca es un trabajo de memoria— es, en muchos sentidos, un trabajo de representación, pero es representación con respecto a algo que no es representable y que es la historia misma. La historia es irrepresentable, no en el sentido de que sería alguna presencia oculta en la representación, pero porque es el venir a la presencia, como evento”27. La audiencia de una de las performances de Tris Vonna-Michell percibe precisamente esa condición paradójica. La decisión de, a posteriori, mostrar en la biblioteca del centro el vídeo del registro documental del acontecimiento como un residuo pedagógico, como un estadio diferido que permita de nuevo una forma de balaustrada, un punto de visión distanciado, un nuevo lugar desde el que volver a interpretar y construir otra presencia nueva en una cadena de potencialidades. 18/09/11 17:27 24 En Casa. The Tell-Tale Show Tradición oral Los trabajos de Alexandre Singh (Burdeos, 1980) son tácticas modélicas de relato, propuestas que devuelven posiciones discursivas de la cultura contemporánea a un territorio experiencial basado en la comunicación y que el arte contemporáneo parecía haber abandonado a favor de una ley no escrita regida por un principio de abstracción. La experiencia de una performance como The Alkahest. Chapter One es la síntesis del pacto narrativo: los espectadores, concentrados en círculo en torno a un proyector de opacos, atienden a la evolución del propio artista, convertido en actor de una performance que teatraliza un texto, un verdadero ejercicio literario, que, a medida que va siendo emitido, transforma el ambiente en que se produce en una atmósfera en el límite de lo contado. El alcalí es el disolvente universal en la alquimia. Hace reaccionar a todos los elementos para restaurar su orden primigenio. El uso de la teatralidad en Alexandre Singh es una traslación metodológica de este elemento fantástico: a través de su palabra y sus gestos, la historia va desplegándose en la sala, sobre su audiencia, en una sucesión de colores pautados como una transformación de la materia del relato. El color, materia base de la codificación pictórica del mundo, que permitió satisfacer las ansias escópicas de occidente desde el Renacimiento al siglo xx, se vuelve en The Alkahest. Chapter One un acontecimiento, un tono de lo real ligado a la representación sólo a través de la palabra. La fantasía, de género épico, que narra Alexandre Singh pasa por la busca del Santo Grial, por la tradición judía, por el artista Yves Klein en una selva brasileña, por la imaginación de Kurt Schwitters en un Merzbau hiperbólico que recorre el interior de la ciudad de Hannover… El texto es un sistema de referencias donde el arte es una cita cultural sumida en otras tradiciones posibles. La narración reivindica la magia de la oralidad, de la experiencia misma de ser transportado a otro lugar donde el tiempo y el espacio se confunden, de la mediación por el arte a través de la experiencia irónica del pasado como presente continuo. Para Alexandre Singh todo material es legítimo y válido para una narración que es comunicación sancionada por la posición cultural del arte como lugar que lo concita todo. Su estrategia no es más que el hechizo del cuento y de cómo la oralidad se transforma en conjura. Su propuesta resume la historia como actualización continua, la capacidad de quebrar la re- tripa 01.indd 24 18/09/11 17:27 25 FRIED, M.: “Arte y objectualidad” en: FANEGO, P./SEGADE, M. (ed.): La construcción del espectador. Fundación Luis Seoane: A Coruña, 2000 (publicado originalmente en Artforum en 1967). 28 Manuel Segade presentación, la imaginación vuelta enciclopedia, construida a la luz de las referencias de una biblioteca. El simple despliegue preformativo de todas las posibilidades de evocación de un texto construido desde una voz subjetiva y la magia de su recepción no provocan un simple espectáculo que posiciona al oyente en un mundo paralelo a lo real, sino que permiten deslizar otros códigos en la experiencia del mundo: lo teatral ya no contrapuesto a la literalidad formal28 sino como una posibilidad inherente a la representación, anterior al debate posmoderno. Como el alcalí de la mitología alquímica, su narración devuelve los poderes de la representación, con una confianza ciega, al emplazamiento de la práctica artística. Restos Este texto transcurría primero por la comunidad posible de escucha de un narrador de historias, para mostrar cómo las propuestas fueron solapándose como un riesgo institucional: una experimentación sobre el qué está pasando supuso también el aprendizaje en tiempo real de cómo gestionar un evento de estas características desde el campo del arte. Una acción comisarial independiente no tiene lugar sin gestión institucional: esta ha obligado a utilizar todas las fuerzas disponibles en una institución múltiple como La Casa Encendida. Además del esfuerzo de coordinación de Yara Sonseca y de la impecable producción de María Nieto, ha sido necesaria la experiencia en el trabajo desde artes escénicas de Jorge Álvarez como una pieza fundamental. Por otra parte, el trabajo de interpretación de ferranElOtro en esta publicación implica otro diálogo a mayores y una suma de fuerzas más. Un evento narrativo lanzado sobre el público es un ofrecimiento generoso con un destino colectivo, pero no podemos olvidar que un proyecto de estas características es comunitario desde su origen: de nuevo, de un lado al otro de la pantalla escénica, los trazos de esa suma de fuerzas son el índice de su verdadero tener lugar. tripa 01.indd 25 18/09/11 17:27 tripa 01.indd 26 18/09/11 17:27 27 The title of this essay is a play on the title of the famous story “The Tell-Tale Heart” by the American author Edgar Allan Poe. § tripa 01.indd 27 Prologue EN CASA. THE TELL-TALE SHOW§ Manuel Segade 18/09/11 17:27 28 En Casa. The Tell-Tale Show The Now… is the most inexperienced thing that there is. 01 BLOCH, E.: The Principle of Hope. MIT Press: Harvard, Massachusetts, 1995, pp. 292-293. tripa 01.indd 28 — Ernst Bloch 01 18/09/11 17:27 29 02 POZUELO, J. M.: “El pacto narrativo: Semiología del receptor inmanente en el Coloquio de los Perros” in: Anales Cervantinos, xx-vii. Ministerio de Cultura: Madrid, 1978, pp. 147-176. Manuel Segade Narration is the ability to share experiences. Any kind of story addressed to an audience necessarily implies the existence of a common language of communication. From the moment someone begins to tell a tale, a narrative pact takes effect:02 listeners agree to accept a rhetoric that keeps their incredulity at bay and guarantees their complicity in that relaying of another’s experience, which thus becomes their own to a degree—like something experienced at a different level, like a shared memory of an indefinite yet common time, which listeners can retell and make their own. In fact, storytelling is one of the most basic forms of cultural assimilation or processes of socialisation in the history of humanity; think, for example, of the familiar, primitive image of the storyteller spinning a tale for a group of listeners gathered around a bonfire. Throughout the first decade of the 21st century, we have witnessed the rise of the narrative impulse in contemporary art as a central aspect for understanding its forms of production: young artists have revived narration as the essential bond for articulating their proposals. The theory behind this project is that the return to performative practices, based on the here and now of the oral narrative, is the case study which, as an elemental level of storytelling, allows us to understand the reasons for its potential in the exercise of representation. In 2010 and 2011, the En Casa cycle offered a series of four narrative events which have naturally evolved into exhibitions, first as displays in the galleries and now in this book, another expository stage in paper format. As this essay will show, this was a laboured, staggered exhibition that attempted to encompass narrative processes which, through the encyclopaedia (Rubén Grilo), science fiction (Bestué and Vives), history (Tris Vonna-Michell) and oral tradition (Alexandre Singh), offered a glimpse of the complexity that characterises the current narrative rearmament. tripa 01.indd 29 18/09/11 17:27 30 En Casa. The Tell-Tale Show The Narrative Rearmament 03 BENJAMIN, W.: “El narrador” [The Storyteller] in Para una crítica de la violencia. Iluminaciones iv [Illuminations]. Taurus: Madrid, 2001, pp. 111-134 (first published in 1936). 04 ADORNO, Th. / HORKHEIMER, M.: Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos [Dialectic of Enlightenment: Philosophical Fragments]. Trotta: Madrid, 2009 (first version released in 1944). 05 Idem., p. 59. 06 07 Idem., p. 63. Idem., p. 68. 08 They later insist: “The prevailing antithesis between art and science, which rends the two apart as areas of culture in order to make them jointly manageable as areas of culture, finally causes them, through their internal tendencies as exact opposites, to converge. Science, in its neopositivist interpretation, becomes aestheticism, a system of isolated signs devoid of any intention transcending the system; it becomes the game which mathematicians have long since proudly declared their activity to be. Meanwhile, art as integral replication has pledged itself to positivist science, even in its specific techniques.” Idem., p. 72. tripa 01.indd 30 If we understand contemporary art as a territory of knowledge about representation, and if narrative rearmament is accepted as a fact in this field, then we must begin to discuss it in terms of the tradition of philosophical criticism. In the early 20th century Walter Benjamin certified the impending doom of the narrative,03 something that was occurring in many other fields where the decadence of the experience of the world was detected. His seminal essay on Leskov has been used ever since as the critical justification for pigeonholing narration as just another form of the industrialised art of the late capitalist regime. The Frankfurt School philosophers Theodor Adorno and Max Horkheimer, whose views were close to those of Walter Benjamin in the 1920s, wrote an incisive critique of contemporary culture called Dialectic of Enlightenment.04 In their opinion, “Enlightenment’s programme was the disenchantment of the world. It wanted to dispel myths, to overthrow fantasy with knowledge”.05 The Enlightenment is a totalising force that obeys a formal logic which “was the high school of unification. It offered Enlightenment thinkers a schema for making the world calculable. [...] Myth sought to report, to name, to tell of origins—but therefore also to narrate, record, explain. This tendency was reinforced by the recording and collecting of myths. From a record, they soon became a teaching. Each ritual contains a representation of how things happen and of the specific process which is to be influenced by magic.”06 For them, abstraction was what distanced the object from the subject: “Abstraction, the instrument of enlightenment, stands in the same relationship to its objects as fate, whose concept it eradicates: as liquidation. Under the levelling rule of abstraction, which makes everything in nature repeatable, and of industry, for which abstraction prepared the way, the liberated finally themselves became the ‘herd’”.07 Abstraction is the force that permits the intellection of the repeatable, of the real administered according to the scientific logic of industrial production.08 The institutionalisation of representations is what condemns them to an identity-based repetition; consequently, the stories that circulate in society are nothing more than formalisations of that abstract tendency to turn everything into logic, and therefore reduce experience to a form of alienation, that which has already been experienced. 18/09/11 17:27 31 09 Quoted in CADAVA, E.: Words of Light: Theses on the Photography of History. Princeton University Press: Princeton, New Jersey, 1997, p. xxii (first published in 1934). 10 DEBORD, G.: La sociedad del espectáculo [The Society of the Spectacle]. Valencia: Pre-textos, 1999, p. 37. 11 BREA, J. L.: “I’m Not There, This Isn’t Happening”. http://salonkritik.net/0910/2010/06/im_not_here_this_isnt_happenin.php [retrieved on 29/5/2011]. The web page offers the following note: “This text is the basis of the author’s participation in the series of lectures on audiovisual performance to be held on 4 June at the MNCARS, in the context of the LaptopsRus Festival.” For this reason, this catalogue introduces the works as interventions of the artists in the space of the book rather than mere translations. 12 tripa 01.indd 31 Manuel Segade The key that links Benjamin’s ideas on the fate of storytelling and the enlightened principle of sameness posited by Adorno and Horkheimer is provided by another critical philosopher from the same period, Ernst Jünger. On the subject of the event, Jünger wrote: “To a great degree, it has turned into an object. [...] The event is bound neither to its particular space nor to its particular time, since it can be mirrored anywhere and repeated any number of times. These are signs that point to a great distance.”09 These critical principles have been the building blocks of political philosophies that were fundamental for the construction of the postmodern paradigm, such as that of Guy Debord; recall, if you will, the opening lines of his Society of the Spectacle: “Everything that was directly lived has receded into a representation.”10 As they developed, the new artistic conducts of the late 20th century intertwined with this theoretical legacy: “postmodernity” is effected in both thought and representation, and the famous crisis of the great narratives has confirmed that crisis of experience. This conceptual bond has led many to confuse the evaluation criteria of art with its philosophical suppositions. The new performative tradition has been challenged using the same conceptual registers that spawned it. In one of his latest texts, José Luis Brea writes: “The recent success of performance art is in reality—in other words, in its institutionalisation—the product of an alliance of dying factions, of art with theatre or the performing “arts”, and it shows how two practices living on borrowed time mutually (and promiscuously) plague each other in pursuit of a welfare-aid legitimacy which neither the aided nor the aide now enjoy. [...] This thing we call art should really only be concerned with the radical refusal to be an accomplice to all this: to the widespread impoverishment of forms of experience, of modes of knowledge, of the ways of inhabiting the worlds of life. Therefore, it should only be concerned with a taut, extremely rigorous, demanding programme of absolute revocation of the prevalence of representation... conducted on its own terrain.”11 The theory I am attempting to set forward here is actually a defence of these same performative practices based on their own significance as experience, not as a self-referential meta-story on the outer limits of representation. The narrative event is an intensification that affects the subjectivities of the community of listeners it targets; and, more than a hope, it is an affirmation of the singularity of the significance of the aesthetic experience today. The event exceeds: it is an excess beyond an image or a form of documentation12. Although it is true that every representative construction runs the risk of anchoring subjectivity, the crisis of the 18/09/11 17:27 32 En Casa. The Tell-Tale Show private, the public construction of intimacy, the crisis of values and the crisis of history, the unstoppable rise of micro-political contamination, of short-range subjective actions, all stimulate narrative production: the hypertextuality and the promiscuity of present-day representations and ways of life foster the development of an unprecedented viral textuality. This relationship between art and text is a fundamental platform, a position from which to construct a praxis. Although the linguistic twist has been, since the time of the historical avantgardes, one of the primary shifts that have produced the codes used by contemporary art, it was only after the introduction of feminist thought and queer performative theories that the representational and ways of life began to weave a chain of stories which, although disparate and overlapping, make subjective effects their centre of activity. The logic of the story is that of the pre-formational power of language: fiction is factual and produces reality. That was the basis of its critical rejection, but it is also the political factor that reinforces its. And the suture between reality and fiction begins where the event transpires, on the project stage that is the institution itself. Institutional Conscription In the period from 1969, when it adopted its current masthead, to the late 1970s. Today the journal is published annually by Oxford University Press. 14 Lacan only used this term once, at a 1965 seminar, but it became a film theory concept thanks to an article by JacquesAlain Miller in Screen: “Suture (Elements of the Logic of the Signifier)” (issue 18, 1977-78, pp. 24-35). The psychoanalyst later criticised the abuse of this term: for him, the suture was an open process, as it would be impossible to stitch a complete formalisation of the subject. 15 LACAN, J.: “El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal y como se nos revela en la experiencia psicoanalítica” [The Mirror Stage as Formative of the Function of the I as Revealed in Psychoanalytic Experience] in: Escritos 1. Siglo xxi: Mexico, 1984, pp. 86-93. 16 I have explored these ideas in greater depth in: SEGADE, M.: “Screen Affections” in: Clemens von Wedemeyer presents. Xunta de Galicia, CGAC: Santiago de Compostela, 2008. 13 tripa 01.indd 32 The psychoanalyst Jacques Lacan believed that the subject is constituted in the endless flow between himself and signification. The post-structuralist film theorists of the 1970s, clustered around the British journal Screen,13 applied a Lacanian notion of subjectivity to their understanding of the cinematographic medium. A term borrowed from Lacan,14 the suture, was central to later film theory and fundamental for explaining the relationship between the subject and the signifying chain. The psychoanalyst theorised that the ego was formed in a process called the mirror stage, that moment in childhood when the child recognises his own reflection, his ego, and is simultaneously faced with the disappointment of recognising an external image of himself, an alien other. For Lacan, disappointment is an inextricable part of the process of the constitution of subjectivity.15 The suture is the process whereby that illusion of imaginary wholeness is projected to cover up an inadequacy inherent to the constitution of the ego in the psyche.16 In the field of film, the suture is the process whereby the audience stitches itself to the matrix of the filmic event in which the 18/09/11 17:27 33 Manuel Segade spectator projects himself and adopts the camera’s point-of-view. As a form of spectacle, as a medium of mass communication, the well-known magic of film depends on the audience’s willingness to suspend disbelief. Watching a movie entails an act of identification, for without identification the subject cannot generate significance. The spectator seated before the cinema screen remains, through the storyline and the ambient space in which it transpires and through the characters and actors that bring it to life, in the same permanent identification game mode without which social life would be impossible. For this reason, the signifying chains of the film story adopt a public form: a suture with others, an ambiguous instability in the attachment. If we transfer this film theory to the realm of institutional criticism, if we substitute cultural experience for the film experience and the institutional framework for the screen, then we will understand that a project like En Casa, targeted at the multiple audiences who wander through La Casa Encendida each day, is a programme conceived as a way of mobilising its own identity. Each of the exhibitions and activities offered since its inception produce a constant residue: the series of events held throughout the year gradually define the institution, its public screen, while also increasing and multiplying the listening and interpreting community that the centre itself produces. This was the intention: to work from the event, from artists who reel out a story about the institution and its audience, filling the transitional spaces and interstices, now flowing like possible updateable memories across the pages of a book that also represents another space, another screen that shapes the institution itself, only later stopping to gauge the consequences of openness, destabilisation and open knowledge production which characterise a private contemporary art centre that aspires to promote a field of art in the broadest sense, expanded to include even the most radical emerging art. This place not creates an interwoven audience but also fuels the blazing campfire that helps the art scene find its voice and be heard. Relational Discontinuity 17 This theory is set out in: Bourdieu, Pierre: Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario [The Rules of Art: Genesis and Structure of the Literary Field]. Anagrama: Barcelona, 2002, pp. 208 ff. tripa 01.indd 33 Pierre Bourdieu believed that the contemporary aesthetic was rooted in the polysemic reality of the work of art, and that therefore the artwork could never be reduced to an exercise in exegesis.17 In the French sociologist’s opinion, this had developed as a strategy in the field of art to free the artist from the ascendency of writing 18/09/11 17:27 34 En Casa. The Tell-Tale Show dictated by classical aesthetics according to the maxim of ut pictura poesis (as is painting, so is poetry). Since the conceptual shift, artists have produced mute objects which extricated them from a structural relationship of inferiority with the producers of critical metadiscourses. This explanation from within the artistic tradition seems to situate narrative practices completely outside of a conceptual genealogy, when in reality they are a part of its logical consequence. Since the 1990s, the attitudes that emerged from relational aesthetics offered the possibility of situating the social significance of the artistic event at the forefront of institutional policies. Today we know that the most productive legacy of the relational is found in the design of institutions, in the loosening of rules and procedures, and in the willingness to explore new uses. For this reason, in the overlapping space between the institution and its audience and between the institution and contemporary artistic practices, artists have decided to negotiate their own voice. Through this awareness of history itself, they weave personal experiences and self-representations to performativise a language that has the ability to radically affect audiences. Today the relationship with tradition has more variables and acquires a complexity that would have been unimaginable for the field of art which Bourdieu intuited, particularly through curatorial actions. The Tell-Tale Show constituted a narrative showcase. In linguistics, a “tell-tale” is a word or string of characters that only occurs in one language within a group of languages: a reader who discovers a “tell-tale” knows with absolute certainty which language he is reading in. The works in the show are therefore signifying markers which indicate the nature of the artistic language used; stemming from different traditions, they emerged as pedagogical, theatrical, literary or performative modes of communication.. Encyclopaedism The title of the intervention devised by Rubén Grilo (Lugo, 1981), in one of the centre’s classrooms, described exactly what it offered: Obra informacional: viaje psicodélico por Wikipedia. Malinterpretando ‘Rock Series #1’ (1968) de Donald Burgy [Information Piece: Wikipedia Phychedelic Trip. Misreading Donald Burgy’s Rock Series #1 (1968)]. Grilo created a re-enactment of a work by American conceptual artist Donald Burgy in performance format. tripa 01.indd 34 18/09/11 17:27 35 Manuel Segade In his works, he revealed a fascination with pseudo-scientific data taken to an extreme of analysis and classification that reduced his research materials to absurdity. Rubén Grilo took a stone from the ground of the Berlin district where he lived (Kreuzberg) and came up with a lecture-like performance in which, using information supplied by Wikipedia to create a PowerPoint presentation of overlapping hyperlinks, he extracted every possible bit of information he could from that stone. In a later installation in another room at the centre, spectators could contemplate the progress of the projection, the stone itself, like a fetish on the tabletop illuminated by a reading lamp, and they could also read, as the lecturer-artist himself had done, the presentation text on the screen as the images and texts flashed across it, taking advantage of the aesthetic resources of this standard computer software designed for university or business presentations. 18 “The demon of analogy” is a phrase borrowed from Stéphane Mallarmé. 19 BENJAMIN, W.: The Arcades Project. Cambridge, Massachusetts, and London: The Belknap Press of Harvard University Press, 1999, p. 205. tripa 01.indd 35 20 Idem., p. 206. 21 Idem., p. 883. The tendency towards abstraction, the possibility of obtaining the whole from one prosaic yet unfamiliar object, an ordinary stone, is quite striking. The cosmogonic obsession or the analogous demon18 allows us to approach anything through the relationships established in a small fragment of the world. The social, the political, the geological, history, geography, magic... anything can be extrapolated from chains of information extracted from a single element. The informational is the very flow of social modes of relation, and Rubén Grilo collects different possibilities and orders and classifies them in the story that is his finished piece. “For the true collector,” Walter Benjamin wrote, “every single thing in this system becomes an encyclopaedia of all knowledge of the epoch, the landscape, the industry, and the owner from which it comes. It is the deepest enchantment of the collector to enclose the particular item within a magic circle, where [...] it turns to stone. Everything remembered, everything thought, everything conscious becomes socle, frame, pedestal, seal of his possession. [...] the collector lives a piece of dream life.”19 Benjamin associated the idea of memory as a function of time, proposed by the philosopher Henri Bergson in the late 19th century, with the act of collecting; his end goal of his desire, to make things present, is achieved by choosing to “represent them in our space (not to represent ourselves in their space)”.20 For this reason, the collector’s canon is that of involuntary memory, where the relationship is multiplied by a “not-yet-conscious knowledge of what has been [...] a becoming aware, one that has the structure of awakening.”21 The psychedelic encyclopaedic compiled by the artist is a series of collector’s manoeuvres, where each definition invokes 18/09/11 17:27 36 En Casa. The Tell-Tale Show new representations in our space, where the game of references played within language is perceived in a different way by each reader’s intellect. Psychedelia is a term that means manifestation of the soul or psyche, and it conjures up images of psychotropic states of heightened perception and confusion of reality and fantasy. In this case, it is culture and its tool of communication legitimised as a code which makes the flow of information a psychedelic experience, one that is close to the ordinary in the sense that it is knowledge available to everyone and disseminated in the manner of a commonplace teaching tool that permits continual succession. That viral hyper-textuality, which could continue to infinity, is a form of hermeneutics, of interpretation, in which the spectator finally occupies the place of the act, the place of the word, where the encyclopaedia is available to everyone and the journey is a one-click access. Grilo stimulates the virus whereby every story in the world is included in the very possibility that each thing can take on all possible significances and where each spectator has the ability to incorporate all possible references in their reading mechanisms. Like an open work of art, the process by which it acquires meaning is viscosity: its story is the construction of a place of experience where it becomes apparent how the construction of meaning in art occurs in that same stream of associations, the same motion of thought, which facilitates any vital approach to the unknown. The artist offers a story that is nothing more than the technological formalisation of the very structure of thought in action. Prospective Fiction With Plato de ostras aún vivas [Plate of Still-Living Oysters], David Bestué (Barcelona, 1980) and Marc Vives (Barcelona, 1978) created a live work of science fiction. From the courtyard to the terrace of La Casa Encendida, passing through areas that are usually off limits to visitors, the curator/guide explained a series of scenes featuring models covered with body paint that represented the life cycle of the man of the future from birth to death in the hands of the creator-deity played by the artists themselves, who were transformed into a two-headed creature that finally revealed its control over the cosmogony that had been unveiled. The title of the work is an allusion to a Dutch baroque painter, Osias Beert, who depicted these bivalve molluscs with such skill tripa 01.indd 36 18/09/11 17:27 37 Manuel Segade that they seem to live on in the painting. It refers to the rupture that body painting creates in representation, where the body is used as a representational tool but, at the same time, never renounces the live nature that makes the model a model and a physical reality despite all the painted representation and all the words imposed upon him. The forward evolution of the narrative occurs in defiance of all logic: its own methodology and the power of performance, of language and of the voice, are revealed—like the Wizard of Oz—as something that disappears at the moment the true creators appear as actors in their own work. The revelation of the final moment exterminates any possible mythology and ultimately becomes the inaugural ceremony of an artistic event. The same thing happens when the character who is speaking, the curatorial voice, becomes the character that eats oysters, thus tearing down the fourth wall, the boundary of representation. 22 OLALQUIAGA, C.: El reino artificial. Sobre la experiencia kitsch [The Artificial Kingdom: On the Kitsch Experience]. Gustavo Gili: Barcelona, 2007, p. 23. In haute-culture circles, the science fiction genre has served as a salutary experience, a way of discussing the future in order to recompose a distanced, critical vision of the present. The past, from the perspective of the future, becomes potential, as in Chris Marker’s seminal film La Jetée. In Bestué and Vives’s case, the body of the future allows them to work with another degree of historicity. The aesthetic recourse to citation on exemplary male bodies makes the spectator’s experience rather kitsch: in it, the future is always retro, defined by projections of what is to come from an earlier past. According to Celeste Olalquiaga, kitsch is “a failed commodity that continually speaks of all it has ceased to be”.22 In a way, kitsch is opposed to objects, and this is a constant in the formalisation of the works by these two artists, who use humour to conjure up monstrous indices from the late capitalist subconscious. Walter Benjamin insists that the commodity contained the dialectic union of the living with the organic. In fact, in a seminal chapter in the history of modern objects, the Liberty or Art Nouveau style transformed dead matter into an organic creature. Objects of mass consumption are failed commodities that speak of all they have ceased to be. The downfall of objects is the collapse of a regime of use and of the material and social relationships that produce them. So kitsch, a residual melancholic experience, restores the fiction of a truncated genealogy by adopting a fetishist strategy: the phantasmagorical referentiality of a transformation of the matter they no longer represent. In Plato de ostras aún vivas, that vision becomes permeable in the body, as a dead corpus, as a dead image, as representation and never as experience: a cultural body on which representations tripa 01.indd 37 18/09/11 17:27 38 En Casa. The Tell-Tale Show and masks are projected and which, under the surface, is nothing more than a life-giving liquid, a primordial ooze that can transform into anything—a fantasy about the unlimited capacity of artistic creation. 23 FREUD, S.: El chiste y su relación con el inconsciente [Jokes and Their Relation to the Unconscious]. Alianza: Madrid, 2004, p. 180. This aesthetic vocabulary is rounded out by a gag aesthetic. Joking or humour is the linguistic strategy that renders art’s transformative capacity legible. Sigmund Freud once wrote, “A joke […] is the most social of all the mental functions that aim at a yield of pleasure”.23 Playful acts give rise to combinatorial analyses through recourse to the absurd, which produce reactions of emotional identification. A new audience is created when art functions as a mechanism within networks of private communication, making it possible to experience new potential connections and new social syntheses. The creations of Bestué and Vives are forms of communication that demand a reaction. The processes of immediate rejection or identification are obvious in the joke, as their effectiveness is always either direct or nonexistent. Consequently, this form of participation in the construction of meaning is a dialectical position that invites antagonism—in other words, like hooliganism, it has an explicitly political nature. This dual political nature of the linguistic structure of the comic gag, combined with a kitsch formalisation, reveals a certain affinity between their creations—particularly this one, which uses the body as its vehicle—and queer strategies. Plato de ostras aún vivas is a meta-commentary on the libidinal economy and historiography, stamped on the body which the oral discourse has turned into a sculpture-painting; the pleasure of contemplation comes and goes, and the inappropriateness of the incorporation of the present slowly revises reality in order to reach the artists-cummonster. History seems to be read through the lens of relations of desire, of the future as desire and as a check on the work itself as trajectory. That dream of a mechanical form for the future actually speaks of the desire for difference, of differentiated repetition, of the deceptive co-presence of historical times, social moments and pleasures. In the end the bodies reveal themselves as transitive, as blank canvases. The corporeal tropes change their surface and their witnesses, in syncopated simultaneity with the audience. The zero degree of the productivity they propose, the infinite transformability of perfection, is also queer. And so is that unstable boundary of the pair of artists who offer a generous work from a position of constant negotiation, where nothing is validated but is rather achieved by a two-party pact—a pact which in this case included the curator as yet tripa 01.indd 38 18/09/11 17:27 39 Manuel Segade another negotiation, forcing him to be the mouthpiece of the artists’ discourse and revealing his mediatory role as the enunciator of the tale, a role accepted at the risk of being convinced himself. Historicity 24 Quoted in CADAVA, E.: Words of Light: Theses on the Photography of History. Princeton University Press: Princeton, New Jersey, 1997, p. 242. Tris Vonna-Michell (1982, Rochford, United Kingdom) creates performances that are characterised by the use of a vocal technique which revives a performative tradition that has been overlooked in the course of recent art history, exemplified by artists like Henri Chopin and Bob Cobbing. The decision to construct a personal genealogy for a working method has much to do with the meaning conveyed by his performative actions. As Benjamin wrote, “It is the present that polarizes the event into fore- and afterhistory.”24 In balustrade/enfolds, Tris Vonna-Michell engages in a working process associated with a specific moment in his career. After several years working on his oral performances, where the texts are enunciated in polished spoken-word format, now he faces a slow process of contemplating his trajectory from afar, from a distant vantage point, like a balustrade from which a horizon line can be glimpsed, a point of view and a physical distance. The previous works are amalgamated, summed up, fragmented and contaminated, “enfolded” in this piece in order to make way for something else, a future constructed as a necessary step back in history itself. As his performances are logically produced in his native language (English), the working process begins with the creation of small text fragments to be projected in a slide-show, forming the backdrop against which the oral performance will take place. These texts serve as tiny anchors for the audience, points of reference that allow listeners to follow—to a certain degree—the story being told. As the piece was being put together, the texts in Spanish began to loom large, almost as if they were becoming highlights or mnemonic devices that would force the history that was unfolding to refer back to itself rather than its experience. Thus, in the end the texts were dismembered, hidden, covered with black varnish to leave only certain notes, certain words and a few erasures, becoming situational references mixed in with the testimonial images which the artist’s repetitions and oral gestures put back in circulation over and over again thanks to their oral nature. tripa 01.indd 39 18/09/11 17:27 40 En Casa. The Tell-Tale Show This process of working with the indicative resources that unfold on the stage in the course of his performances is related to that moment of his career, but also to the discursive materiality of his work: his narrative style causes the events of the past to reveal their potentiality rather than their mere possibilities, though these events are also irreducible to the present. Literary theory identifies three different kinds of narrators: the homodiegetic narrator, who provides information acquired from his personal experience of history, because he has witnessed it or lived it; the autodiegetic narrator, who is the hero of his own tale, the main character in the story he is telling; and the heterodiegetic narrator, who tells a story in which he has played no part. Tris Vonna-Michell generates a narrative system where all three are intertwined through oral evacuation, but whose intermittency reveals the true centre of cohesion: work on history, always received, personal and alien at the same time. To speak of history is to quote history, just as taking a photograph is the same as citing the memory of past experience, and just as summing up a text in a few words is equivalent to restoring its full range of possibilities. 25 26 tripa 01.indd 40 Idem.., p. 3. Idem., p. 15. Tris Vonna-Michell’s methodology has something of that photographic nature: the memorisation techniques, the materials applied to the story in layer after layer, like clicks of the shutter; the way of bringing things into the present, making them simultaneous through the act of speech, immediacy and presence, like a series of images flashing by in a photographic slideshow... For Walter Benjamin, history was a complex state of emergency, which corresponds with the photographic event.25 In one of his favourite similes, he repeated that knowledge comes to us in sudden bursts of light like camera flashes: history as a succession of moments of illumination and blindness. Therefore, in Tris Vonna-Michell’s installations and performances the image must be viewed as structural, as a necessary dimension of the intensity of the story being told. The photograph is an impossible memory: forgetting is inscribed within the photographic image, just as it is inscribed within the text that is also image. As Eduardo Cavada reminds us, history was inaugurated by the photograph: reproducibility is impossible in an accelerated discourse, in the unrepeatable experience of the performance.26 For Benjamin and Jünger, reproducibility was what distinguished the event from ritual or ceremony. In contrast, the work of concretion and abstraction in Tris Vonna-Michell’s successive exercises returns the story and history to its permanent circularity, to its potential 18/09/11 17:27 41 Manuel Segade for multiplication by intensity. A continuous dialectic with historical memory and the ego that enunciates its memory, an exercise in materialist history that denies its own originality through the continuum of all stories experienced as one. NANCY, J-L.: “Finite History” in: The Birth to Presence. Stanford University Press: Stanford, 1993, p. 166. 27 The French philosopher Jean-Luc Nancy wrote: “The historian’s work—which is never a work of memory—is a work of representation in many senses, but it is representation with respect to something that is not representable, and that is history itself. History is unrepresentable, not in the sense that it would be some presence hidden in the representation, but because it is the coming into presence, as event.”27 During a performance by Tris VonnaMichell, the audience perceives that paradoxical condition. The video recording of the event was later shown in the centre’s library as pedagogical residue, a deferred state that once again facilitates a kind of balustrade, a distanced point of view, a new place from which we can reinterpret and construct another new presence in a chain of potentialities. Oral Tradition The creations of Alexandre Singh (Bordeaux, 1980) are exemplary storytelling tactics, works that return discursive positions of contemporary culture to an experiential territory based on communication, a territory that contemporary art seemed to have abandoned in favour of an unwritten law governed by the principle of abstraction. The experience of a performance like The Alkahest. Chapter One is the synthesis of the narrative pact: the spectators gathered in a circle around an opaque projector witness the evolution of the artist himself, who becomes an actor in a performance that dramatises a text, a true literary exercise which, as it issues forth, transforms the surrounding ambiance into an atmosphere on the fringe of oral narrative. In alchemy, alkahest is the universal solvent which causes all elements to revert to their most basic, elemental order. Alexandre Singh’s use of theatricality is a methodological translation of this hypothetical element: through his words and gestures, the story unfolds in the room, washing over his audience in a succession of ruled colours like a transformation of the story’s matter. Colour, that basic element of the pictorial codification of the world which has allowed the West to satisfy its scopic desires from the Renaissance tripa 01.indd 41 18/09/11 17:27 42 En Casa. The Tell-Tale Show to the 20th century, in The Alkahest. Chapter One becomes an event, a tone of reality linked to representation solely by the word. The epic fantasy narrated by Alexandre Singh touches upon the quest for the Holy Grail, Jewish tradition, the artist Yves Klein in a Brazilian jungle, the imagination of Kurt Schwitters in a hyperbolic Merzbau running through the city of Hannover... The text is a system of references where art is a cultural event submerged in other possible traditions. Storytelling reaffirms the magic of oral communication, of the experience of being transported to another place where time and space are blurred, of art’s mediation through the ironic experience of the past as a continuous present. For Alexandre Singh, all material is useful and valid for a narration, which is communication sanctioned by the cultural position of art as a place that attracts everything. 28 FRIED, M.: “Arte y objectualidad” [Art and Objecthood] in: FANEGO, P./ SEGADE, M. (ed.): La construcción del espectador. Fundación Luis Seoane: A Coruña, 2000 (first published in Artforum in 1967). His strategy is simple: he harnesses the bewitching power of the story and the ability of oral communication to weave a spell. His project sums up history as a constant renewal, the ability to shatter representation, imagination transformed into an encyclopaedia, constructed with the aid of library references. The simple performative deployment of all the evocative possibilities of a text conveyed from a subjective point of view and the magic of its reception do not create a mere spectacle which positions the listener in a universe parallel to reality; rather, they allow other codes to slip into the experience of the world. Theatricality no longer stands in contrast to formal literalness;28 here it is a possibility inherent to representation, prior to the postmodern debate. Like the alkahest of alchemical legend, his narrative returns the powers of representation, with blind trust, to the territory of artistic praxis. Remains This text first examined the potential community of listeners of a storyteller to show how the proposals have gradually overlapped one another as an institutional risk: an experiment with what is happening also provided a real-time learning experience of how to manage such an event in the field of art. An independent curatorial project cannot be fulfilled without institutional management, and this has required the use of all the resources at the command of a multiple institution like La Casa Encendida. In addition to the coordination efforts of Yara Sonseca and the impeccable production work tripa 01.indd 42 18/09/11 17:27 43 Manuel Segade of María Nieto, we also required the performing arts experience of Jorge Álvarez, an essential ingredient in this process. Meanwhile, the interpretation work of ferranElOtro in this publication entailed another dialogue on a larger scale and yet another joint effort. A narrative event aimed at the general public is a generous offering with a collective purpose, but we must not forget that a project of this nature is a community effort from its inception: once again, from one side to the other of the stage screen, the traces of that joining of forces are the indicators of its true taking-place. tripa 01.indd 43 18/09/11 17:27