El trabajo doméstico remunerado en América Latina y el Caribe Pasos para la Ratificación del Convenio 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos. Rebanadas de Realidad - OIT-Ginebra, 14/12/11.- Desde 1919, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha mantenido y desarrollado un sistema de normas internacionales del trabajo que tiene por objetivo la promoción de oportunidades para hombres y mujeres, con el fin de que éstos consigan trabajos decentes y productivos, en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad. Informaciones de la OIT/ACTRAV editadas en Rebanadas: La estructura tripartita, única de la OIT, garantiza que estas normas sean respaldadas por los gobiernos, por los empleadores y por los trabajadores. En consecuencia, las normas internacionales del trabajo establecen las normas sociales mínimas básicas acordadas por todos aquellos que participan en la economía global y ofrece una plataforma desde la cual se puede promover el trabajo decente para todos los hombres y las mujeres. El sector del trabajo doméstico siempre ha sido uno de los sectores con más déficit de trabajo decente y de protección laboral en las legislaciones nacionales en todo el mundo. Es por eso que el Convenio 189 tiene el objetivo de garantizar que las trabajadoras y los trabajadores domésticos, como los demás trabajadores, puedan disfrutar de condiciones justas de empleo, para lo cual reiteran las normas existentes de la OIT sobre trabajo forzoso, discriminación y trabajo infantil, la libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva. Fundamentalmente, el Convenio proporciona un marco para garantizar que los trabajadores domésticos gocen de condiciones dignas de empleo al igual que el resto de los trabajadores. La adopción de este Convenio por parte de la Conferencia de la OIT constituye un avance decisivo para la agenda de desarrollo y el trabajo decente. Es la culminación de un largo proceso de lucha de las trabajadoras domésticas y sus organizaciones por sus derechos. El amplio margen por el cual se adoptó es una demostración de la importancia que hoy se atribuye al trabajo doméstico remunerado para el funcionamiento de los hogares y la sociedad. Las normas internacionales de la OIT Las normas internacionales del trabajo son instrumentos jurídicos elaborados por los mandantes tripartitos de la OIT (gobiernos, empleadores y trabajadores) que establecen estándares mínimos en el trabajo. Estos pueden tener el carácter de: 1. Convenios: son tratados internacionales jurídicamente vinculantes que normalmente establecen los principios básicos que deben aplicar los países al ratificarlos. 2. Recomendaciones: sirven como directrices no vinculantes y complementan al Convenio, proporcionando lineamientos más detallados sobre cómo se podría aplicar para avanzar en la implementación de los derechos y principios anunciados en el Convenio. Pasos a seguir después de la adopción del Convenio 189 por la Conferencia Internacional del Trabajo El artículo 19 de la Constitución de la OIT estipula que los Países Miembros de la OIT tienen la obligación de someter un Convenio adoptado por la Conferencia Internacional de Trabajo (CIT) a las autoridades nacionales competentes en el transcurso de los 12 meses siguientes de la adopción por parte de la CIT para que promulguen la legislación pertinente o adopten otras medidas, incluida la posibilidad de ratificación. Una vez estudiadas las disposiciones del Convenio en relación con las legislaciones pertinentes, el país puede comenzar con el trabajo de ratificación. 1. Preparación de la ratificación El primer paso es que el Ejecutivo somete el Convenio a consulta tripartita con las organizaciones más representativas de los trabajadores y los empleadores. Este es un paso indispensable para aquellos países que han ratificado el Convenio 144 de la OIT, acompañado por la Recomendación 152, sobre Consulta Tripartita pero también recomendable para aquellos que no lo han ratificado. Las consultas tripartitas permiten a los actores sociales (trabajadores y empleadores) expresar su opinión sobre la conveniencia de enviar al Parlamento la solicitud de ratificación. Después, se inicia el proceso de ratificación, a través del envío de un proyecto de ley al Parlamento por parte del Ejecutivo. En América Latina y el Caribe, un proyecto de este carácter usualmente va patrocinado por los Ministerios de Trabajo y Relaciones Exteriores. En América Latina y el Caribe, algunos países ya han iniciado los pasos a seguir para la ratificación. Por ejemplo, en Costa Rica y Uruguay los gobiernos ya iniciaron las consultas tripartitas con los sectores sobre la ratificación del Convenio. En Paraguay, el anteproyecto de Ley de Empleo Doméstico se ha elaborado en concordancia con lo establecido por el C.189 y otro proyecto de ley -específicamente para ratificar el C.189- ya se encuentra con el Presidente. En Brasil, el Ministerio de Trabajo y Empleo inició los estudios para la ratificación. Dentro de los Países Andinos, varios gobiernos han manifestado su interés por ratificar el Convenio. En Perú, por ejemplo, los Ministerios de Mujer y Desarrollo Social y de Trabajo y Promoción del Empleo declararon recientemente su apoyo a la ratificación. Un escenario similar se observa en República Dominicana, donde los Ministros de Trabajo y de la Mujer ya han iniciado el proceso y se ha enviado la solicitud de ratificación a la Presidencia de la República. En países como Guatemala, Jamaica, Trinidad y Tobago, entre otros, las organizaciones de trabajadoras domésticas han lanzado campañas para promover la ratificación. En Bolivia, por otro lado, la Central Obrera Boliviana, COB, envió una nota al Presidente, demandando la ratificación del C.189 por parte del Estado boliviano. 2. Someter los convenios y recomendaciones a las autoridades competentes En países en que el Parlamento está compuesto por dos cámaras, como la mayoría en el continente, el proyecto de ratificación ingresa a través de una de ellas y requiere contar con la aprobación de ambas cámaras para su ratificación. El proyecto normalmente va acompañado de un mensaje o indicación de motivos, a través del cual el Ejecutivo señala las razones por las cuales propone su ratificación. Una vez que ha ingresado a una de las cámaras, el Convenio es estudiado por las comisiones pertinentes, usualmente las de Trabajo, Legislación y Relaciones Exteriores (y de Equidad de Género si existe). El proceso de discusión en el Parlamento puede tomar tiempo. Es importante que las organizaciones de trabajadores y empleadores cuenten con el máximo de antecedentes para hacer oír su voz y participar en las consultas tripartitas iniciales del proceso. 3. La ratificación Una vez que el Senado y la Cámara de Diputados lo han aprobado, el Convenio queda ratificado y el país tiene la obligación de implementarlo. El Ejecutivo debe enviar a la OIT la comunicación oficial de la ratificación, luego se registra y el Convenio entra en vigor 12 meses después de la fecha de ratificación. Cabe destacar que las disposiciones del Convenio son presentadas en términos generales, dando a los Estados ratificantes una oportunidad de revisar y fortalecer en forma continua sus legislaciones nacionales. Lo fundamental es que el Convenio establece un piso mínimo, por lo que si existen normas nacionales más favorables para los trabajadores domésticos, éstas siempre prevalecen. "En virtud del artículo 19 de la Constitución de la OIT, el Estado que ratifica un convenio se compromete a adoptar las medidas necesarias para hacer efectivas las disposiciones de dicho convenio. La obligación no consiste únicamente en incorporar el convenio al derecho interno, sino que entra también la necesidad de velar por su aplicación en la práctica y darle efecto mediante la vía legislativa o por cualquier otro medio que esté en conformidad con la práctica nacional, tales como los previstos por el convenio (por ejemplo: decisiones judiciales, laudos, convenios colectivos)" (OIT, 2006, Manual sobre procedimientos en materia de Convenios y Recomendaciones Internacionales del trabajo). 4. Obligación de informar a la OIT sobre el estado de las medidas adoptadas Cuando un país ratifica un Convenio, su Gobierno hace un compromiso formal de aplicar todas las obligaciones establecidas en él, y periódicamente informar a la OIT sobre las medidas adoptadas en este sentido. Los países miembros quedan también sujetos al sistema de control regular de la OIT para garantizar su aplicación. Según el artículo 22 de la Constitución de la OIT, cada uno de los miembros son obligados a presentar a la Oficina Internacional del Trabajo "una memoria anual sobre las medidas que haya adoptado para poner en ejecución los convenios a los cuales se haya adherido". Las memorias deben ser redactadas y contener los datos que indique el Consejo de Administración. Bajo los actuales acuerdos decididos por el Consejo de Administración, los Estados deberán entregar los informes sobre el Convenio 189 cada 5 años. Sin embargo, los órganos de control de la OIT también pueden pedir a un Gobierno, según se considere necesario, que presente información sobre la aplicación del Convenio durante ese periodo. De acuerdo con los procedimientos de la OIT, el nuevo Convenio 189 para las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos estará vigente 12 meses después de que dos Países Miembros lo hayan ratificado. En este momento, varios países en la región de América Latina y el Caribe ya han manifestado su interés en iniciar este proceso. Normas mínimas establecidas por el Convenio 189 Derechos básicos de las trabajadoras y los trabajadores domésticos: respeto y protección de principios y derechos fundamentales en el trabajo. Protección efectiva contra todas las formas de abuso, acoso y violencia. (Artículos 3, 4, 5 y 11) Información sobre los términos y condiciones de empleo: información entregada de una manera que sea comprensible fácilmente, de preferencia a través de contrato escrito. (Artículo 7) Horas de trabajo: medidas destinadas a garantizar la igualdad de tratamiento entre los trabajadores domésticos y trabajadores en general. Período de descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas. (Artículo 10) Remuneración: salario mínimo establecido. Pago en especie bajo ciertas condiciones. (Artículos 11, 12 y 15) Seguridad y salud: derecho a un trabajo seguro y un ambiente laboral saludable. (Artículo 13) Seguridad social: condiciones que no sean menos favorables que las aplicables a los demás trabajadores, incluyendo prestaciones de maternidad. (Artículo 14) Las normas relativas a trabajo doméstico infantil: obligación de fijar una edad mínima. No se les debe privar a los trabajadores y las trabajadoras adolescentes de la educación obligatoria. (Artículo 4) Trabajadores y trabajadoras "puertas adentro": condiciones de vida digna que respeten la privacidad. Libertad para decidir si reside o no en el hogar. (Artículos 6, 9 y 10) Trabajadores y trabajadoras migrantes: un contrato por escrito en el país de empleo, o una oferta de trabajo escrita, antes de salir de su país. (Artículos 8 y 15) Agencias de empleo privadas: reglamento de la operación de las agencias de empleo privadas. (Artículo 15) Solución de conflictos y quejas: acceso efectivo a los tribunales u otros mecanismos de solución de conflictos, incluyendo mecanismos de denuncia accesibles. (Artículo 17) REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS OIT, 2006, Manual sobre procedimientos en materia de convenios y recomendaciones internacionales del trabajo, (Departamento de Normas Internacionales del Trabajo, OIT, Ginebra) OIT, 2005, Las reglas del juego, (Departamento de Normas Internacionales del Trabajo, OIT, Ginebra) OIT 2005, "Memorando sobre la obligación de someter los convenios y las recomendaciones a las autoridades competentes" El presente material se edita en Rebanadas por gentileza de Carmen Omaira Arismendi, Directora del Departamento de la Mujer y Familia de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV)