Ponencia MARIA TUSSY

Estrategia Europea de Discapacidad: Una década
para la inclusión en la UE
Ciclo de Conferencias organizado por el CERMI
SALA EUROPA DE LA OFICINA DEL PARLAMENTO EUROPEO EN MADRID Y DE LA
REPRESENTACIÓN EN ESPAÑA DE LA COMISIÓN EUROPEA,
Madrid, 31 de mayo de 2012
Los Fondos Estructurales: una herramienta básica para la
inclusión social de las personas con discapacidad.
Maria Tussy, Jefa del Departamento de Programas
Europeos. Fundación ONCE.
La Política Regional es un instrumento de solidaridad
financiera y una poderosa herramienta de cohesión e
integración tanto social como económica.
En este contexto, una de las principales herramientas para
mejorar
la
discapacidad
calidad
y
de
de
sus
vida
de
familias
Estructurales de la Unión Europea.
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las
son
personas
los
con
Fondos
Desde sus inicios, han sido varias las iniciativas dedicadas
específicamente a la promoción de la formación y el
empleo de las personas con discapacidad.
Las más importantes fueron, en el periodo 1994-1999, las
Iniciativas denominadas HORIZON, que tenían como
objetivo potenciar las condiciones de acceso al mercado de
trabajo, a través de la formación profesional y de la
adaptación de las infraestructuras a las necesidades
específicas de las personas con discapacidad y en el
periodo 2000-2006, la iniciativa EQUAL, cuyo objetivo era
establecer una cooperación transnacional para promover
nuevos
medios
de
combatir
todas
las
formas
de
discriminación y todas las desigualdades en el mercado de
trabajo y en la que se abordaba la discriminación a la que
se enfrentan las personas con discapacidad en el mercado
del trabajo de forma más completa.
Pero fue en el año 2000 cuando, siguiendo la estela de la
Europa más social que se estaba fraguando, los Fondos
Estructurales que hasta entonces se habían centrado
principalmente en el desarrollo económico, la creación de
infraestructuras y la formación para el empleo, optaron por
un enfoque más inclusivo y abierto.
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Ello posibilitó en el caso español, que por primera vez un
Estado
miembro
aprobase
un
Programa
Operativo
temático, dirigido a la lucha contra la discriminación de
colectivos en riesgo de exclusión, entre los que se
encuentran las personas con discapacidad y que también,
con carácter absolutamente innovador y único en toda la
UE, se designase como entidades gestoras a entidades
privadas con amplia experiencia en el trabajo con grupos
especialmente vulnerables.
Este programa, denominado Programa Operativo de Lucha
contra la Discriminación, ha sido reconocido por la
Comisión Europea como un ejemplo de buena práctica,
cuyo modelo es susceptible de ser exportado a otros
Estados miembro.
La
Fundación
ONCE
es
uno
de
los
Organismos
Intermedios de dicho programa, gracias al cual y desde el
año 2000, se han beneficiado más de 160.000 personas
con discapacidad, se han formado cerca de 48.000, logrado
un contrato de trabajo más de 37.800 y hemos apoyado
cerca de 600 proyectos de emprendimiento para personas
con discapacidad. Es decir, que gracias a la gestión de las
ayudas del FSE, cuyos objetivos convergen plenamente
con los nuestros, hemos podido multiplicar por 3 nuestros
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resultados
sociales
y
llegar
a
más
personas
con
discapacidad.
Los logros no han sido solo cuantitativos, que desde luego
no son desdeñables, sino también cualitativos.
Hemos podido hacer estudios que nos han permitido
encauzar mejor nuestras actividades de formación y de
orientación al empleo, tanto desde el punto de vista de la
persona usuaria de nuestros servicios, como de las
empresas con las que trabajamos.
Hemos podido hacer campañas de sensibilización para ir
derribando poco a poco barreras y estereotipos que
impedían a las personas con discapacidad gozar de sus
plenos derechos. Para los que no lo conozcáis os invito a
ver
el
documental
Capacitados,
en
la
web
www.capacitados.org y la campaña de marketing viral, con
un video publicado en Youtube, un joven con síndrome de
Down que se hace llamar Luis Castro se dirige sin
complejos a los empresarios para pedirles una oportunidad
laboral. Nada más publicarse, el video se empezó a
propagar a velocidad de crucero a través de emails, redes
sociales y blogs. En tan sólo cuatro días y sin necesidad de
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enviar nota de prensa, el video alcanzó las 100.000
descargas.
Estas actuaciones, que hemos podido llevar a cabo en el
marco de estos 12 años ya de alianza con la UE, se han
traducido en cambios paulatinos en las políticas y en las
mentalidades,
tanto
de
las
propias
personas
con
discapacidad, que no se atrevían o no podían trabajar,
como de la sociedad en general y del mundo empresarial,
que cada vez aprecia más el talento de las personas con
discapacidad y las ventajas competitivas que supone contar
en sus plantillas con gente que aporta valores de
diversidad, ilusión y motivación en el lugar de trabajo.
Estos cambios se hicieron más patentes en la política
regional a partir de 2007 cuando, fruto de la movilización de
las organizaciones de la sociedad civil que representan a
las personas con algún tipo de discapacidad y sus familias,
así como a los demás grupos vulnerables, los Fondos
Estructurales modificaron su marco legislativo incorporando
la perspectiva de la discapacidad a través de la inclusión
del artículo 16 del Reglamento General de los Fondos
Estructurales 1083/2006.
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Los fondos se convirtieron así en un instrumento de política
pública para la erradicación de barreras físicas y sociales
para las personas con discapacidad.
Desde entonces, los Fondos Estructurales deben asegurar
la accesibilidad para las personas con discapacidad, siendo
éste uno de los criterios fundamentales que deben
observarse al decidir operaciones cofinanciadas por los
Fondos y que debe tenerse en cuenta durante las diversas
etapas de ejecución de dichas operaciones.
Lamentablemente, en este periodo, se está prestando más
atención al control financiero que al cumplimiento por parte
de
los
gestores
de
los
fondos,
de
los
principios
proclamados en los Reglamentos y de los resultados
alcanzados.
Por ello, es esencial que, en este momento en el que se
están negociando las perspectivas financieras así como el
marco legislativo de los Fondos para el periodo 2014-2020,
los Fondos Estructurales sigan siendo la herramienta
fundamental para la inclusión de los colectivos más
vulnerables,
en
particular
de
discapacidad.
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las
personas
con
El Comité Económico y Social Europeo así lo está
recomendando en diversos dictámenes:
En lo relativo al Fondo Social Europeo, los dictámenes
SOC/391 y SOC/433, de los que Miguel Ángel Cabra de
Luna fue co-ponente, afirman que el FSE es el instrumento
privilegiado para apoyar la aplicación de la Estrategia
UE2020 y la Estrategia Europea de Empleo y que por ende,
ha de estar dotado de más recursos en línea con los
mayores desafíos a los que tendrá que hacer frente.
Además, el CESE reclama que la ejecución de las
prioridades financiadas por el FSE deberán contribuir a
luchar contra la discriminación por razón de discapacidad y
favorecer
el
cumplimiento
de
las
obligaciones
contempladas en la Convención de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad por
lo que se refiere, en particular, a la educación, el empleo y
la accesibilidad.
El propio CESE reclama que debe concederse prioridad a
la creación de empleo de calidad y a la inclusión en el
mercado de trabajo y en la sociedad de los grupos sociales
vulnerables, como son las personas con discapacidad.
Respecto a las Disposiciones generales relativas a los
Fondos Estructurales, el dictamen del CESE ECO/314,
elaborado por Yannis Vardakastanis, reitera, entre otros, la
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importancia de incorporar el acceso a los fondos y la
accesibilidad
para
las
personas
con
discapacidad,
conforme a lo dispuesto por la Convención de las Naciones
Unidas, a la vez que aboga por una mayor involucración de
las organizaciones de la sociedad civil en todas las fases
de ejecución de los Fondos.Los Fondos Estructurales
deben mantener y mejorar en el futuro las disposiciones en
materia
de
accesibilidad
para
las
personas
con
discapacidad, no solo como principio transversal, sino
como prioridad de gasto específica.
A fecha de hoy, los borradores de Reglamentos, en la
propuesta presentada por la Comisión Europea, prevén
entre sus objetivos la inclusión social de las personas con
discapacidad, como uno de los grupos prioritarios a los que
se deben destinar los fondos comunitarios.
También prevén el respeto y la puesta en práctica de la
Convención de la ONU sobre los derechos de las personas
con discapacidad como una condición previa que los
Estados miembro han de cumplir para acceder a los
fondos; asimismo, los borradores proponen que se dedique
un 20% del presupuesto del FSE a la lucha contra la
pobreza y la exclusión social.
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Parlamento Europeo y Consejo tendrán la última palabra.
Aunque el Parlamento está mostrando su apoyo a muchas
de las reivindicaciones de distintos grupos sociales, hay
varias voces en el seno del Consejo contrarias a estas
disposiciones. Será vital pues recordar a todos los Estados
miembro las obligaciones legales que han adquirido al
ratificar la mayoría de los Estados miembro la Convención
de la ONU. Pero el camino es largo, y habrá de mantenerse
alerta hasta el final de la negociación.
CONCLUSIONES:
Uno de los elementos que de forma más determinante
contribuye al desarrollo y a la estabilidad social y personal
es el acceso al ámbito del trabajo. El tipo de empleo, sus
condiciones, su salario y, en general, las oportunidades
laborales, definen de manera muy directa los estilos de
vida, como también afectan al modo en el que la sociedad
percibe y valora a los individuos. Así, las personas con
discapacidad tienen el derecho, pero también la especial
necesidad, de lograr una integración plena en el mercado
de trabajo, pues disponer de un trabajo enaltece a las
personas, y las hace sentir útiles para el desarrollo de la
sociedad. La UE no ha dado la espalda a esta realidad y
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así lo ha plasmado en los diversos planes y normativas que
ha aprobado al efecto.
Pero es hora de pasar de las palabras a la realidad. Es
ineludible que en el presupuesto comunitario para el
próximo septenio 2014-2020, en particular el de los Fondos
Estructurales, se dediquen recursos económicos suficientes
para la inclusión social por medio del empleo y la lucha
contra la discriminación de las personas con discapacidad,
y que no se consagre ni un solo euro a crear más barreras
que impidan una vida digna y autónoma para las personas
con discapacidad. No es solo una cuestión de derechos
humanos, es también económica, pues las personas con
discapacidad y sus familias, son consumidores. No contar
con ellos significa perder una cota de mercado de 80
millones de personas en toda la UE.
Si se quedan en meras declaraciones de principios,
reflejadas en el papel pero no se traducen en hechos, los
avances seguirán quedando en el ámbito de lo virtual.
Lo cierto es que a día de hoy sólo el 40% de las personas
con discapacidad tiene un empleo, que un 52% están
inactivas, frente al 28 % de las personas sin discapacidad y
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que el riesgo de pobreza de las personas con discapacidad
se ha estimado en un 70% por encima de la media.
Estas
cifras
demuestran
que
las
personas
con
discapacidad, aunque experimenten dificultades a la hora
de
encontrar
inexplorado
un
de
empleo,
talento
constituyen
para
un
un
mayor
potencial
crecimiento
económico y por ende, para cumplir con los ambiciosos
objetivos que se ha marcado la UE en su estrategia
UE2020 en términos de empleo, educación y reducción de
la pobreza. Por eso, los Fondos Estructurales deben
tenerlos entre sus prioridades. Y el papel de las
plataformas europeas y nacionales es fundamental. La
campaña emprendida por una serie de ONG a escala
europea y liderada por el EDF, se está tornando cardinal.
Invertir en políticas activas no es un gasto sino una
inversión, máxime en esta sociedad globalizada, en la que
si la UE quiere seguir siendo un actor a escala mundial,
debe
seguir
apostando
por
los
valores
caracterizado nuestro modelo productivo.
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que
han