Principios no regalados - Colectivos de Jóvenes Comunistas

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PRINCIPIOS NO REGALADOS,
Breve historia de la Peretroika
(Artículos y discursos)
Nina Andreeva
Escaneado y corregido por: Juan Nogueira (CJC)
Libre reproducción, siempre y cuando se señale CJC como fuente.
Los CJC no se hacen responsables del contenido de los artículos. Las
afirmaciones y opioniones que en ellos se vierten son únicamente elaboraciones
propias del autor del artículo o de instituciones o partidos ajenos al nuestro. Los
reproducimos por el interés histórico y análitico de los mismos.
ÍNDICE
Prólogo
- ¿Recuerdo del futuro?
- No puedo ceder en los principios
- Carta al escritor A. N. Rybakov
- Carta abierta a la XIX conferencia nacional del partido
- Carta abierta a M. A. Ulianov
- Sobre algunos aspectos de la crisis y las tareas de la asociación "Edinstvo"
- Discurso en la conferencia constitutiva de la Asociación de Toda la Unión
"Edinstvo". 18 de mayo de 1989
- ¿Quién es usted, Nina Andreeva?
- Respuestas a las preguntas del periódico "Kupchinskie novosti"
- ¿Continúa la crisis?
- Respuestas a las preguntas del "Vecherni
- Novosibirsk"
- No ha sido ahogada la aspiración a la verdad
- Camino a la verdad, pero no la verdad en sí misma
- Detener el deslizamiento de la Patria socialista hacia la catástrofe
- Informe en el seminario-conferencia de Toda la Unión Soviética. 24 de enero de
1990
- Apoyamos la perestroika, pero, ¿cuál?
- Charla con periodista del "Sovietski patriot"
- Informe a la II Conferencia Nacional de la Asociación "Edinstvo-por el leninismo y
los ideales comunistas"
- ¡Socialismo o muerte!
- Entrevista con el periódico "Komsomoletz"
- Chelyabinsk
- Caprichos históricos
- ¡Detener el deslizamiento hacia la catástrofe! ¡A responsabilizar a los liquidadores y
sepultureros de nuestra Patria socialista!
- Discurso en la III Conferencia de la Asociación de Toda la Unión "Edinstvo".
- El anticomunismo, camino a la reacción y el fascismo
- Síndrome de la complicidad
- Reflexión acerca del contenido de la conversación de E.K.
- Ligachov con el corresponsal de "Sovietskaya Rossiya"
- Levántate, país inmenso
- Discurso en la Conferencia de Toda la Unión de la Plataforma Bolchevique dentro
del PCUS.
- Un torbellino hostil sopla sobre nuestra cabeza
- Informe en la conferencia de la organización de Leningrado de la Asociación de
Toda la Unión "Edinstvo".
- ¡Oh, Rusia, mi Rusia...!
- El momento actual y nuestra tarea
- Informe en el Congreso constitucional del Partido Comunista Bolchevique de Toda
la Unión.
- Discurso en el mitin en Leningrado
- En la encrucijada política
- Discurso en un mitin de las organizaciones patrióticas
- La reorganización de las fuerzas y su perspectiva
- ¿Es necesario hacer renacer el PCUS?
- Discurso en el mitin de Bruselas
- Discurso pronunciado en el acto festival del Partido del Trabajo de Bélgica
- El antistalinismo, caballo de Troya en el movimiento comunista de la segunda mitad
del siglo XX
- Discurso pronunciado en Bélgica.
- Discurso en un mitin de Leningrado
- Algunas lecciones de la derrota temporal del socialismo en la Unión Soviética y el
movimiento comunista internacional
- Sobre la situación del movimiento comunista y obrero internacional en la etapa
actual
- Discurso en el Pleno de junio (1992) del CC del PCBTU
- Bancarrota del reformismo, o ¿dónde está la luz en el fin del túnel?
- El oportunismo de derecha y la restauración del capitalismo en la URSS
- La fuerza de los comunistas está en su unidad y en la irreconciliabilidad con el
oportunismo
- Es invencible la causa del socialismo. Conferencia ante los profesores, empleados y
estudiantes de la Universidad Kim II Sung.
- Epílogo
PRÓLOGO
Estimado lector, el camino hacia esta colección de obras fue difícil. Los llamados
“glasnost” y “pluralismo” daban luz verde, en los medios de información masiva,
sólo a los "arquitectos" de la perestroika y del período post-perestroika. Miles y
millones de obras de los disidentes y de los que "andan por el poder" llenan los
estantes de las librerías y los puestos al aire libre de los vendedores de libros. El
objetivo de ellos es muy claro: justificarse ante la historia y las generaciones
venideras, encubrir sus actos de traición, oportunismo y apostasía, con el método de
entretener a los lectores con los detalles de los "secretos del Kremlin".
De otro género es esta colección. La mayoría de los artículos y discursos que
contiene son conocidos por los camaradas correligionarios y muchos otros
ciudadanos soviéticos. Algunos aparecen por vez primera ya que en esta sociedad
pluralista no pudieron abrirse camino en las páginas de las revistas y periódicos. Pero,
es imposible cerrar el acceso a la verdad.
En diciembre de 1991, en pleno apogeo de los acontecimientos destructores para la
Unión Soviética, el periódico "Pravda", junto al Centro humanitario de tecnologías
sociales, realizó un sondeo de opinión de lectores para seleccionar a la "persona del
año". Entre los primeros diez estuvo Nina Aleksandrovna Andreeva, Secretaria
General del Comité Central del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión. En
el resumen de este sondeo "Pravda" escribió: "Nina Andreeva se declaró sobre sí
misma de una vez y para siempre. Algunos la comprenden y apoyan, otros siguen
dudando que tenga razón. Su convicción no cambia. Esta característica personal, que
es la principal en ella, provoca simpatía y motivación incluso en aquellos que no
comparten su opinión. Ven en ella a una persona no sólo de principios sino también
de acción consecuente, una persona honesta, sincera, abierta, leal y sociable."
Hay que indicar que esta firmeza de convicción y tenacidad en la defensa de los
principios vitales repercuten positivamente. Esta "persona del año" nació en una
familia obrera de Leningrado e, igual que muchos de sus coetáneos, perdió en 1941 a
su padre que cayó en el frente. Con medalla de oro terminó la escuela secundaria y se
graduó del Instituto Superior Tecnológico con notas sobresalientes y se hizo
Licenciada. Militante del Partido Comunista de la Unión Soviética desde 1966.
Muchas veces entró en conflicto con la dirección burocrática del Partido en demanda
de que no se permitiera la disparidad entre palabra y acción, por lo cual dos veces
intentaron quitarle el carné del partido. Al final, esas mismas personas abandonaron
sus propios carnés en los años de la perestroika.
En publicaciones se conservan testimonios sobre la solidez de la convicción de
Nina Aleksandrovna en aquel entonces. El periódico "Leningradskaya Pravda" del Io
de agosto de 1970 en su artículo "Un paso a la vera del camino" se refiere al conflicto
entre la comunista Andreeva y la putrefacta dirección del Instituto de Cristal de
Cuarzo en el que ella trabajó después de defender su licenciatura. "No hace mucho
que esta joven comunista vino al Instituto. No obstante, Andreeva vio muchas cosas a
las que estaban acostumbrados y cerraban los ojos. Pero ella no quiso callarse.
Comenzó a expresar su opinión públicamente en las reuniones partidistas. Y osó
criticar. En una palabra, dio un paso a la vera del camino transitado por los
investigadores científicos para consolidar su posición de trabajo en el Instituto." Por
esto comenzaron a tratar de expulsarla del PCUS. Sin embargo, en su defensa se
levantaron los trabajadores comunistas del Instituto y fueron corrompidos los que
tuvieron que ser destituidos como dirigentes.
Nina Andreeva es quimicotecnóloga, profesora de fisicoquímica, autora de
centenares de artículos publicados en revistas y compendios científico-técnicos.
En otras palabras, es una especialista en un "campo reducido". Esto hizo que los
críticos dudaran de que fuera realmente la autora de la famosa carta "No puedo ceder
en mis principios" publicada el 13 de marzo de 1988 en el periódico "Sovietskaya
Rossiya". Incluso, se la atribuyeron a E.K. Ligachov, miembro del Buró Político y
secretario del CC del PCUS de aquel entonces. Nadie habría previsto que en el campo
comunista, abrumado por la crisis del espectro político de la sociedad destruida
empezaran a aparecer gentes de nuevo tipo que no seguían el camino trillado de
capitulacionismo, oportunismo y espíritu de conciliación de los partidícratas. Los
ulteriores artículos de Andreeva y sus discursos ante un auditorio masivo hicieron
disipar la sospecha respecto a la autoría de la referida carta.
En los artículos y discursos de Nina Andreeva están claramente descritos el
dramático curso de la perestroika gorbachoviana y la trágica restauración del
capitalismo en la Unión Soviética. La autora no es una observadora ajena a los
críticos procesos, sino una activa luchadora en aras del socialismo y los intereses de
los trabajadores. Asimismo, esta colección constituye los anales singulares de los
acontecimientos contradictorios de los últimos cinco años en Rusia, una cronología
analítica y crítica, escrita de acuerdo con la filosofía marxista-leninista, libre de
vulgarizaciones revisionistas de la "nueva mentalidad política".
La primera prueba de la capacidad de Nina Andreeva como comentarista en el
campo político fue un corto artículo en el periódico "Leningradski Rabochi", cerrado
este por los restauracionistas. El original enviado a la redacción era tres o cuatro
veces más largo y se titulaba "Pensamiento sobre el futuro". Era en parte su opinión
sobre una entrevista al escritor A. Projanov publicada en el periódico "Leningradski
Rabochi" el 24 de julio de 1987. En esa entrevista se trataron los acuciantes
problemas de la vida en la perestroika. El escritor hizo valoraciones originales y
expuso algunas ideas interesantes, aunque discutibles, que desencadenaron una
animada polémica. Además, tocaban filosóficamente muy diversos problemas. La
redacción del periódico, al publicar la opinión de Nina Andreeva, la tituló "¿Recuerdo
del futuro?", pero no reflejaba el contenido del comentario.
¿RECUERDO DEL FUTURO?
Leí con gran interés la entrevista de Aleksandr Projanov. Yo había pensado precisar
de inmediato mi posición respecto a los problemas planteados, sin embargo, cuando
analicé el sentido del texto me surgieron muchas ideas. Después de intercambiar
opiniones con parientes y amigos tuve que profundizar más mi reflexión sobre lo
publicado en el periódico. El resultado fue "Pensamiento sobre el futuro".
Aleksandr Projanov me es cercano no sólo por ser coetáneo e ingeniero, sino
también, por ser un escritor cuya pluma se dedica a la gente soviética que crea y
defiende la sociedad socialista. Su novela "Árbol en el centro de Kabul" la considero
como una de las mejores de la literatura de nuestro país de la presente década. En la
entrevista expresa ideas que se distinguen claramente de la manida mentalidad. Eso
me obligó a pensar profundamente, una vez más, sobre el destino de nuestra Patria.
Comparto enteramente la inquietud de Projanov frente a algunos síntomas de
debilitamiento del papel rector del Partido, la agudización de las contradicciones
sociales y ante los fenómenos que objetivamente socavan la amistad entre los pueblos
y la unidad político-moral de la sociedad y destruyen el Estado. Estoy de acuerdo con
la opinión de que el compromiso en el campo de la ideología y la cultura, resolver los
problemas del desarrollo socio-económico con improvisaciones, el peligro de perder
la "idea de justicia social" y la erosión pacifista de la "conciencia defensiva" formada
durante muchos años de construcción socialista, no nos prometen nada bueno. Eso no
quiere decir que estoy de acuerdo con todas las conclusiones y valoraciones del
escritor.
Lo valioso de su posición radica, en mi criterio, en que es un pensamiento
motivado por un dolor sincero, que exhorta a un diálogo abierto, nos hace reflexionar
y que despierta en nosotros el deseo de llegar a conocer la verdad. Gracias por esto.
Projanov escribe: "La conciencia social y la prensa están dirigidas a atacar con
pasión a Stalin y el gran Estado de marca creado por él en otro tiempo". Tiene razón.
¿Acaso, no tenemos de verdad hoy otros problemas más palpitantes y de actualidad
que la discusión sobre los fenómenos contradictorios y que no caben en una palabra,
que se produjeron hace medio siglo? A la vez se difama el período de transición al
socialismo que es el más complejo en la historia del país y las inmortales hazañas de
toda una generación de soviéticos.
El escritor tiene razón cuando dice que nos hemos convertido en un país "que
estudia poco a Marx". Es verdad. En una serie de publicaciones periódicas de nuestro
país empieza a echarse al olvido el término "marxismo-leninismo". En aquellos casos
en que recurren a los fundadores del marxismo-leninismo, no asumen una posición en
estrecha concordancia con su desarrollo e integridad, sino extraen fragmentos
divorciados del contexto, e, incluso, no les añaden ninguna valoración. Así, ¿qué cosa
es imposible de "demostrar"? Se olvidan por completo de lo más importante del
Marxismo-Leninismo: la teoría sobre la misión histórico-mundial de la-clase obrera.
Se olvidan de eso precisamente cuando los imperialistas amenazan la existencia de la
humanidad y ha crecido y se ha fortalecido infinitamente la importancia y carácter
universal de esta misión. Yo, a veces, pienso: ¿son sinceros realmente los que
consideran que, sin la rígida centralización de los procesos de la gestión de la
economía, sin la consolidación ideológico-política y apoyándose en los principios de
la economía de mercado, hubiéramos podido lograr, en tan corto plazo, crear una
industria moderna y una industria militar y preparar con las propias fuerzas el país
para una defensa enérgica cuya vitalidad fue comprobada en la lucha contra el
fascismo?
Simpatizo con las reflexiones del escritor sobre el problema ruso. Es absolutamente
correcto que "sólo un bobo o provocador puede repetir las palabras sobre la
superioridad de la nación rusa". Pero, no hace falta tener gran inteligencia u honradez
para perder el orgullo nacional de los rusos. ¿Sólo con pérdidas, daños y dolores
nacionales se puede explicar el hecho de que en nuestro país la idea nacional marcha
a la retaguardia y en defensiva? Igual que ocurre en una familia, en la comunidad de
los soviéticos que hablan distintas lenguas, vinculada con consabidas pérdidas y
daños, el papel del hermano mayor es incompatible con el egoísmo nacional y racial
y la idea de la especialidad nacional.
No sé cómo, pero nos avergonzamos de decir que precisamente el proletariado ruso
llevó a cabo las "tres revoluciones rusas" (Lenin), que en la vanguardia de la lucha de
la humanidad contra el fascismo estuvieron los pueblos eslavos (rusos, ucranianos,
polacos, bielorrusos, eslovacos, yugoslavos y otras nacionalidades), que el brindis de
Stalin "por el pueblo ruso"1 en el banquete de los generales de 1945 no representó una
coyuntura política sino un profundo acto de justicia histórica.
En su entrevista el escritor planteó otro problema más, que se entiende que es de
importancia extraordinaria para el destino del socialismo. "Hace falta—dice él—que
1 Discurso del camarada Stalin en el banquete en honor de los comandantes de las tropas del Ejército Rojo, 24 de
mayo de 1945.
Camaradas, permítanme proponer un brindis más, el último brindis. Quisiera hacer este brindis por la buena
salud de nuestro pueblo soviético, y ante todo, del pueblo ruso. (estruendosos aplausos y gritos de “hurra”) Tomo, ante
todo, por la salud del pueblo ruso, porque él es la nación más destacada de todas las naciones que forman parte de la
Unión Soviética.
Propongo este brindis por la salud del pueblo ruso porque él mereció en esta guerra el reconocimiento de todos
como la fuerza rectora de la Unión Soviética, entre todos los pueblos de nuestro país.
Propongo este brindis por la salud del pueblo ruso no solamente porque él es el pueblo rector, sino porque
posee una clara inteligencia, carácter fuerte y paciencia.
Nuestro gobierno cometió no pocos errores. Tuvimos momentos de situaciones desesperadas en los años 41 y
42, cuando nuestro ejército retrocedió abandonando nuestras queridas aldeas y ciudades de Ucrania, Bielorrusia,
Moldavia, región de Leningrado, las regiones Bálticas y la República de Karelia finlandesa. Retrocedieron porque no
tenían otra salida. Otro pueblo hubiera dicho a su Gobierno: “Ustedes no satisfacieron nuestras expectativas. Váyanse.
Pondremos otro gobierno que irá a concluir la paz con Alemania y nos asegurará tranquilidad.” Pero el pueblo ruso no
hizo eso. Como confiaron en la justeza de la política del Gobierno, salieron a consagrarse para lograr la derrota de
Alemania. Esta confianza del pueblo ruso hacia el Gobierno Soviético constituyó la fuerza decisiva que hizo posible la
histórica victoria sobre el enemigo de la humanidad: el fascismo.
Gracias al pueblo ruso por su confianza.
¡Por la salud del pueblo ruso! (estruendosos aplausos que continúan por largos momentos)
si nuestra sociedad se llena de ideas, se creen emporios y banco de ideas y se
intercambien. Que haya diálogo y lucha de ideas." Tiene toda la razón. El desarrollo
ideológico y los pensamientos teóricos deberían adelantarse al avance socioeconómico. Para esto tenemos condiciones en nuestro país. Queda una sola pregunta:
¿sobre qué ideas? El autor continúa: "Hay que crear las mejores condiciones para las
ideas socialistas, hacerlas crecer." Quiere decir, en el emporio ideológico del país se
pondrán a competir las ideas socialistas y capitalistas. Pienso que el pluralismo
ideológico de ese tipo (sueño sagrado de los anticomunistas) no traerá nada bueno.
Hay que recordar qué precio tan alto tuvimos que pagar por la consolidación de la
sociedad que se propone abandonar tan fácilmente dejando a los enemigos de clase el
campo de batalla. Sin la consolidación ideo-política no tendrán sentido la unidad
político-moral de la sociedad, ni la amistad de los pueblos ni el mismo socialismo2.
NINA ANDREEVA Licenciada en Ciencias Tecnológicas, Profesora del Instituto
Tecnológico "Lensoviet" "LeningradskiRabochi" 9 de octubre de 1987, pág. 4
2Después de la discusión, Projanov apareció el 2 de enero de 1988 en “Leningradski rabochi” en su segunda entrevista,
donde siguió manteniendo sus puntos de vista, entre ellos, algunos evidentemente incorrectos. A la redacción, llegaron
después un montón de cartas. Nina Andreeva envió su opinión escrita de 18 páginas. La redacción decidió no
publicarla. Ella continuó participando en la discusión de los problemas de actualidad de la perestroika y envió copias de
sus opiniones a las redacciones de los periódicos "Pravda", "Leningradskaya Pravda", "Literaturnaya Gazeta" y
"Sovietskaya Rossiya"...
El 23 de febrero la llamaron por teléfono de la redacción de "Sovietskaya Rossiya" y le propusieron preparar
un articulo para el periódico utilizando materiales de sus dos anteriores. Plantearon una serie de condiciones e indicaron
el plazo. Nina Andreeva reelaboró los materiales y los redujo en una tercera parte.
El 9 de marzo llega a Leningrado V.N. Denisov, redactor del periódico. Le es presentado el artículo. Con una
mínima enmienda y reducción el artículo fue preparado para la prensa.
El 13 de marzo, en la columna de discusiones se insertó el artículo en forma de caita del lector a la redacción
bajo el título "No puedo ceder en los principios". Pronto fue reeditado en 937 periódicos a nivel de repúblicas, regiones,
ciudades y esferas, sin contar muchos boletines de fábricas y periódicos de unidades militares.
En Leningrado, en la Casa de Cultura "Carlos Marx", se discutió con la participación de los corresponsales de
"Sovietskaya Rossiya" y la mayoría de los que hablaron apoyó la posición de Nina Andreeva.
NO PUEDO CEDER EN LOS PRINCIPIOS
Decidí escribir esta carta después de largas reflexiones. Soy química, profesora del
Instituto tecnológico "Lensoviet" de Leningrado. Al igual que muchas otras personas,
me encargo de un grupo de estudiantes. En nuestros días, después de un período de
apatía social y dependencia intelectual, los estudiantes poco a poco empiezan a
contagiarse del ímpetu de los cambios revolucionarios. Naturalmente, surgen
discusiones sobre el camino de la perestroika y sus aspectos económicos e
ideológicos. Glasnost, apertura, desaparición de zonas exentas de críticas,
emocionado fervor en las conciencias de las masas, en particular, de la juventud,
frecuentemente se revelan en los planteamientos de problemas que, de una manera u
otra, son aventados por las de estaciones radiales de occidente o por aquella gente de
nuestro país que no tienen una firme creencia de la esencia del socialismo. ¡En las
conversaciones se tocan de hecho todos los temas! Sobre el sistema pluripartidista, la
libertad de proselitismo religioso, la salida del país para vivir en el extranjero, el
derecho a discutir ampliamente los problemas sexuales en la prensa, la necesidad de
una dirección descentralizada sobre la cultura, la abolición del servicio militar...
Especialmente entre los estudiantes provoca mucha discusión el problema
relacionado con el pasado del país.
Naturalmente, nosotros, los profesores, tenemos que responder a las más agudas
preguntas lo que, además de honestidad, requiere profundos conocimientos,
convicción, alto nivel cultural, serias reflexiones y evaluaciones sopesadas. Claro,
esas cualidades son necesarias para todos los educadores de la juventud, y no sólo
para los docentes de las cátedras de Ciencias Sociales.
El lugar más amado para nuestro paseo junto con los estudiantes es el parque
Petergofe. Andamos por las avenidas nevadas, disfrutamos de los famosos palacios y
las estatuas y discutimos. ¡Discutimos! Las mentes jóvenes arden de un gran deseo de
llegar a comprender todas las complejidades y determinar su camino hacia el futuro.
Miro a mis jóvenes interlocutores y pienso: cuan importante es ayudarlos a discernir
la verdad, formar una concepción exacta de los problemas de la sociedad en que
viven y a la cual tienen la tarea de reestructurar, y cómo hacerles entender
correctamente nuestra historia pasada lejana y no lejana.
¿Pero dónde reside la preocupación? He aquí un ejemplo simple: Nos parece que
sobre la Gran Guerra Patria y el heroísmo de sus participantes se ha hablado y escrito
mucho. Sin embargo, hace poco, en uno de los albergues de los estudiantes de nuestro
Instituto se realizó un encuentro con el Héroe de la Unión Soviética, coronel retirado
V.F. Molozev. Entre otras cosas le preguntaron sobre la represión política en el
ejército. El veterano respondió que no había chocado con la represión política, que
muchos de los que comenzaron junto a él en la guerra, al final, eran altos
comandantes de tropas... A algunos la respuesta los desencantó. El tema de la
represión que siempre se discute ahora llenó de sobra la percepción de una parte de
los jóvenes y obstaculiza la comprensión objetiva del pasado. No son pocos los
ejemplos de ello.
Claro, nos alegra el hecho de que hasta los estudiantes de tecnología se interesan
vivamente por los problemas teóricos sociales. Pero, han surgido demasiado tales
cosas que no puedo aceptar ni consentir. Abuso de las palabras "terrorismo",
"esclavización política del pueblo", "una vida social vegetativa sin alas", "nuestra
esclavitud espiritual", "terror general" e "influencia de brutos en el poder"...
Frecuentemente sólo con estos calificativos se describe la historia de nuestro país en
el período de transición al socialismo. Por eso no hay que sorprenderse, por ejemplo,
ante el hecho de que entre una parte de los estudiantes crezca la mentalidad nihilista,
confusión en las orientaciones políticas y omnivorosidad ideológica. A veces oímos
alegar que es hora de llevar a juicio a los comunistas que, según dicen, "han
deshumanizado" la vida del país después de 1917.
En el Pleno del Comité Central en febrero, una vez más se subrayó la urgente
necesidad de "hacer que los jóvenes posean una concepción clasista del mundo y
comprensión de la relación entre los intereses universales y de clases. Entre ellos, la
comprensión de la esencia clasista de los cambios que tienen lugar en nuestro país".
Esta concepción del mundo y de la actualidad es incompatible con las calumnias
políticas, chismorrería barata y fantasías encantadoras, con las cuales nos
encontramos frecuentemente.
Leo y releo los artículos que causan mucho ruido. ¿Qué más podrían dar, fuera de
desorientación, el descubrimiento de que hubo "contrarrevolución en la URSS a
comienzos de la década de 1930" y de la "culpa" de Stalin por la llegada al poder del
fascismo y Hitler en Alemania? O, ¿la "cuenta" pública del número de "stalinistas" en
las diferentes generaciones y grupos sociales?
Por eso, nosotros, la gente de Leningrado, hemos visto con gran interés el buen
filme documental sobre Kirov que se puso hace poco. Pero, el texto que lo acompaña,
en algunas partes no sólo divergía de las escenas sino les daba un doble sentido. Por
ejemplo, mientras muestran la erupción del entusiasmo, optimismo y el auge
espiritual de la gente que construye el socialismo, en palabra técnica el narrador se
refiere a represiones, carencia de información...
Al parecer, no soy la única en notar que los llamamientos de los dirigentes del
Partido a que la atención de los "descubridores" se vire hacia los éxitos reales en las
diferentes etapas de la construcción socialista parecen sólo despertar, como si fuera
por una orden, nuevas y nuevas llamaradas de "descubrimientos". Un fenómeno
relevante en este fondo estéril lo constituyen las piezas de M. Shatrov. El día de la
apertura del XXVI Congreso del Partido pude ver la pieza teatral "Raíces azules en
las hierbas rojas". Recuerdo la reacción de los jóvenes en el episodio cuando el
secretario de Lenin intenta echarle el agua de la tetera en la cabeza, confundiéndola
con el modelo de la escultura de arcilla no terminada. Además, cierta cantidad de
jóvenes vino con pancartas preparadas de antemano, cuyo propósito era enfangar el
pasado y presente de nuestro país... En "la paz de Bretsk", Lenin, según la voluntad
del dramaturgo y el director, se pone de rodillas ante Trotski, que es la interpretación
simbólica de la concepción del autor. Ella tiene mayor desarrollo en la pieza "¡Más...
más... más!...". Claro, una pieza no es un tratado de historia. Sin embargo, ¿no es que
en las obras de arte la verdad es asegurada nada más que por la posición del autor? En
particular, es así en el teatro político.
La posición del dramaturgo Shatrov ha sido analizada detalladamente y con
argumentos en las críticas de científico-historiadores publicadas en los periódicos
"Pravda" y "Sovietskaya Rossiya".3 Quisiera exponer mi opinión. En particular, no
puedo menos que estar de acuerdo con las aseveraciones de que Shatrov se ha
apartado sustancialmente de los principios del realismo socialista. Tratando el período
más responsable de la historia de nuestro país, él absolutiza el factor sujetivo del
desarrollo social, y claramente ignora las leyes objetivas de la historia, que se reflejan
en las actividades de las clases y masas. El papel de la masa proletaria y el partido de
los bolcheviques es arrojado al "suelo" donde se despliegan acciones de los
politicones irresponsables.
Los críticos, apoyándose en la metodología marxista-leninista para estudiar los
concretos procesos históricos, demostraron convincentemente que Shatrov tergiversa
la historia del socialismo en nuestro país. Cosa que no le gusta a Shatrov es el Estado
de la dictadura del proletariado, sin la contribución histórica de la cual hoy no
tendríamos ni qué reestructurar. Más adelante, el autor acusa a Stalin de asesinar a
Trotski y a Kirov y del "bloqueo" a Lenin enfermo. Pero, ¿acaso, se pueden hacer
acusaciones tendenciosas, imaginarias contra personalidades históricas sin tener las
pruebas?
Desgraciadamente, los críticos no lograron demostrar que, pese a todas las
3 En su artículo “¿Qué deseamos ver en el espejo de la revolución?”, los doctores en Ciencias Históricas Gorbunov y
Zhuravlev escribieron que en la pieza de Mijail Shatrov “¡Más... más... más...!” sobre el Partido de Lenin, “no se
demuestra el papel histórico de este Partido como fuerza rectora de la revolución en la construcción del socialismo...
Hay algunos cuadros dirigentes del Partido que sólo cometen errores, discrepan unos contra otros, intrigan unos
contra otros y se acusan entre sí. Toda actividad positiva de la vanguardia de los trabajadores que hizo posible la
histórica victoria mundial de la Revolución de Octubre y en los frentes de la Guerra Civil, construcción del
socialismo y su defensa sin parangón en la Gran Guerra Patria, y después la reconstrucción del país sobre las cenizas
y escombros, todas esas cosas, quedaron fuera de la vista del autor”.
“Shatrov con obstinación mantiene la idea -subrayan los críticos- de que Stalin, con una personalidad
demoniaca, supo contraponerse a las leyes naturales y las demandas de la construcción socialista, descarrillar el país
del gran camino de la historia y degenerarlo, cuyo resultado fue que la voz de la revolución 'se deprimió hasta
hacerse apenas audible'. Es difícil ponerse de acuerdo con tal interpretación de las leyes fundamentales del
desarrollo social”. (Sovietskaya Rossiya”, 28 de enero de 1988).
En su artículo “No se puede enjuiciar la verdad”, los profesores de Historia, G. Gerasimenko, O. Obichkin y B.
Popov indican que en las obras teatrales de Mijail Shatrov “toda la construcción socialista en nuestro país es
presentada como una discusión de oficinas en un contexto extremadamente oscuro donde no existen ni enemigos, ni
aliados, ni justos, ni culpables -sólo bolcheviques juzgados y sus jueces- generales blancos, mencheviques y
eseristas”. “Mezclando exprofeso cronología lógica para lograr penetrar en la esencia de los acontecimientos de
hace 70 años, el autor no ve que en esta mezcla en la urdimbre artística de la pieza se combinaron aspectos que no
concuerdan con la historia, lo que se ve claramente en el intento de poner en boca de Lenin la valoración sobre los
acontecimientos de los días actuales." ("Pravda", 15 de febrero de 1988)
pretensiones del autor, el dramaturgo no logró ser original.
Me pareció que en la lógica de valoración y argumentos, son muy parecidos a los
del libro de B. Suvarin, publicado en París en 1935. En su pieza, Shatrov pone en
boca de los protagonistas de su obra lo que ios enemigos han venido sosteniendo
sobre cómo se desenvolvió la revolución, el papel de Lenin en ella, las relaciones
entre los miembros del Comité Central en las distintas etapas de la lucha interna del
Partido... Tal es la esencia del "nuevo modo de leer" a Lenin de Shatrov. Agrego, que
el autor de "Niños de Arbat", A. Rybakov también reconoció francamente que
algunos temas fueron tomados por él de las publicaciones de la emigración.
Sin haber leído todavía la obra "¡Más... más... más!..." (no ha sido editada), ya leí
la repercusión alabadora sobre ella en diferentes publicaciones. Y ¿a qué se debe tal
prisa? Después, supe que se prepara con rapidez la puesta en escena de la pieza.
Pronto, después del Pleno de febrero, en "Pravda" apareció la carta "¿Por un nuevo
círculo?" firmada por ocho figuras del teatro de nuestro país. Ellos advierten contra
las posibles, según su opinión, demoras de la puesta en escena de la última pieza de
Shatrov. Esta conclusión se basa en las valoraciones críticas hechas respecto a la
pieza, que aparecieron en los periódicos. No sé por qué, pero los autores de la carta
ponen a los autores de las valoraciones críticas fuera del paréntesis de los "que aman
a la Patria". ¿Concuerda eso con el deseo de ellos de discutir aguda y
apasionadamente los problemas de nuestra historia del pasado lejano y cercano?
¿Sólo a ellos se les permite tener opinión propia?4
En las numerosas discusiones que hoy día se realizan virtual-mente de todos los
problemas de la sociología, a mí, como profesora universitaria, me interesan ante
todo aquellos que directamente influyen en la formación ideológico-política de la
juventud, su salud moral y su optimismo social. Conversando con los estudiantes y
reflexionando junto a ellos sobre agudos temas, llego inconscientemente a la
conclusión de que en nosotros se han acumulado no pocas torceduras y
unilateralidades que evidentemente hace falta se rectifiquen. Sobre algunas de ellas
voy a hablar.
Tomaré el asunto del lugar que Stalin ocupa en la historia de nuestro país.
Precisamente con su nombre está vinculada la obsesión de todos los ataques críticos
4En la carta "¿Por un nuevo círculo?" K. Lavrov, M. Ulianov, G. Tovstogonov, M. Zajarov, A. Goncharov, V. Rozov,
A. Gelman y O. Efremov escribieron: "A la perestroika y la glasnost el país de verdad llegó después de mucho
trabajo, por lo cual cualquier intento de revertir el proceso, por muy altas que sean las consignas que disfracen,
causan una profunda preocupación. Precisamente tal preocupación despertó la campaña crítica contra la nueva pieza
de Shatrov '¡Más ... más ... más...!' A diferencia de algunos historiadores, nosotros pensamos que en las obras
artísticas Lenin no sólo puede, sino debe, valorar el socialismo contemporáneo y todo lo que hacemos nosotros".
("Pravda", 29 de febrero de 1988)
En el artículo de la redacción, haciendo un resumen de la discusión, consta: "'Pravda' apoya la actitud más
respetuosa y cortés hacia las creaciones artísticas de la intelectualidad y, también, el derecho de la sociedad soviética
a expresar públicamente su opinión."(Ibid)
la cual, en mi opinión, está vinculada más con la complejidad del período de
transición que con la misma personalidad histórica. Un período vinculado con la
inmortal hazaña de toda una generación entera de soviéticos, quienes hoy poco a
poco se alejan de las actividades laborales, políticas y sociales activas. En la fórmula
del "culto a la personalidad" se mezclan forzosamente la industrialización, la
colectivización, la revolución cultural, que pusieron a nuestro país en la fila de las
grandes potencias mundiales. Todo esto se pone en duda. Las cosas llegaron a tal
extremo que de los "stálinistas" (en cuyo número se puede incluir a cualquiera)
empezaron a exigir insistentemente "penitencia"... Con muchas ganas ensalzan las
novelas y películas que atacan duramente a la época de tormentas e impulso que se
describe como la "tragedia de los pueblos". Es verdad que a veces tales intentos de
elogiar el nihilismo histórico no dan buenos resultados. Por lo cual, en ocasiones, la
película alabada por los críticos es recibida muy fríamente por la mayoría de la
población pese a los anuncios sin precedentes de la prensa.
Aquí, quisiera indicar de antemano que ni yo, ni los miembros de mi familia tienen
relación alguna con Stalin, ni con las personas cercanas a él o sus alabadores. Mi
padre fue un obrero del puerto de Leningrado, mi mamá, montadora en la fábrica
Kirov. Allí trabajó también mi hermano mayor. El, mi papá y una hermana murieron
en la batalla contra los hitlerianos. Uno de mis parientes fue reprimido y después del
XX congreso del Partido fue rehabilitado. Junto a todos los soviéticos, comparto la
indignación y rencor respecto a las represiones masivas que tuvieron lugar en los
años 30 y 40, por la culpa de la dirección del Partido y Estado de aquel entonces. Sin
embargo, el sentido sano se opone resueltamente a pintar con un mismo color a todos
los acontecimientos contradictorios que es un fenómeno que comienza a prevalecer
hoy en algunos órganos de prensa.
Apoyo el llamamiento del Partido a defender el honor y dignidad de los
predecesores del camino del socialismo. Pienso que, partiendo precisamente de esta
posición clasista y partidista debemos valorar el papel histórico de todos los
dirigentes del partido y país, inclusive a Stalin. Al hacerlo, no debemos concentrarnos
sólo con los aspectos "palaciegos" y las moralejas abstractas de la gente distante tanto
de ese período terrible como de los que vivieron y trabajaron en aquel tiempo. Aún
hoy, cómo ellos trabajaron constituye un ejemplo inspirador para nosotros.
Para mí, al igual que para mucha gente, papel decisivo en la valoración de Stalin
juegan los testimonios personales de sus contemporáneos que tuvieron contactos con
él, tanto los de nuestro lado de la barricada como los del otro. Son interesantes
precisamente los testimonios de los últimos. Tomemos por ejemplo a Churchill quien
en el año 1919 se enorgulleció de su contribución personal a la organización de la
intervención militar de los 14 Estados extranjeros en la joven República Soviética y,
sin embargo, exactamente 40 años después, se vio obligado a caracterizar con las
siguientes palabras a Stalin, uno de sus rivales políticos temibles:
"Fue una destacada personalidad que se imponía a nuestro tiempo cruel en que
transcurrió su vida. Stalin fue una persona de energía extraordinaria, erudición y
fuerza de voluntad indoblegable, aguda, despiadada y cruel tanto en las acciones
como en las palabras a lo cual yo, educado en el parlamento inglés, no podía
contraponer nada... En sus obras sonaba una fuerza titánica. Esa fuerza era tan grande
en Stalin que parecía el único entre todos los dirigentes de todos los tiempos y
pueblos... Su influencia sobre la gente era irresistible. Cuando entraba en la sala de
conferencia de Yalta, todos nosotros, como por una orden, nos levantábamos. Y ¡qué
cosa más extraña!, manteníamos las manos pegadas a las costuras del pantalón. Stalin
poseía una inteligencia profunda, lógica y razonada, libre de toda clase de miedo. El
era un maestro sin par en lograr las salidas de las situaciones cerradas... Fue un
hombre que aniquilaba a sus enemigos con las manos de sus enemigos. El nos obligó,
a quienes llamaba abiertamente imperialistas, a luchar contra los imperialistas... El
heredó una Rusia con sólo arados y dejó una Rusia llena de armas nucleares." De
hipocresía o coyuntura política no podéis interpretar tal valoración y reconocimiento
de parte de un leal defensor del Imperio británico.
Aspectos fundamentales de esta caracterización se pueden encontrar también en las
memorias de De Gaulle, en las memorias y correspondencia de otros políticos de
Europa y América que tuvieron relaciones con Stalin como aliado militar o enemigo
de clase.
Materiales significativos y serios para reflexiones sobre este problema, dan los
documentos que están incluso al alcance de todos los que deseen. Por ejemplo, los
dos tomos de "Correspondencia del Presidente del Consejo de Ministros de la URSS
con el presidente de EE.UU. y el primer ministro de Gran Bretaña durante el período
de la Gran Guerra Patria de 1941-1945", publicados por el Politizdat (Editorialpolítico) en 1957. Estos documentos nos hacen enorgullecemos de nuestra
superpotencia, su lugar y papel en el mundo tempestuoso y cambiante. Viene a mi
memoria la colección de informes, discursos y órdenes de Stalin en los años de la
pasada guerra en los que se educó la generación heroica de los victoriosos sobre el
fascismo. Aquella colección sería bueno que se reeditase, incluyendo los documentos
que en aquel tiempo eran secretos como fue el caso de la dramática orden No. 227.
Esto es planteado con insistencia por algunos historiadores5. Esos documentos son
desconocidos para los jóvenes. Especialmente importantes para la formación de
conciencia histórica, son las memorias de los generales Zhukov, Vasilevski,
Golovanov, Shtemenko y el constructor de aviones Yakovlev, que conocieron a Stalin
5En agosto de 1988 apareció en la prensa soviética la Orden No. 227 del Comisario de Pueblo de Defensa de la
URSS, fechada 28 de julio de 1942. En ella se señala en particular: "El enemigo echa en el frente más y más fuerzas
frescas, sin contar sus grandes pérdidas y entra más en la profundidad de la Unión Soviética, ocupa nuevas regiones,
saquea nuestras ciudades y aldeas, viola y asesina a nuestra población soviética...
¡Ni un paso atrás! Tal debe ser ahora nuestra llamada principal. Hay que defender con persistencia y hasta la
última gota de sangre cada posición y cada metro del territorio soviético y detener al enemigo hasta la última
posibilidad. Nuestra Patria vive días difíciles. Nosotros debemos detener, después rechazar y aniquilar al enemigo,
cueste lo que cueste. Los alemanes no son tan fuertes como les parecen a los que tienen pánico. Ellos tensionan sus
últimas fuerzas. Ahora hay que detener sus golpes, en los próximos días venideros, eso significará asegurar nuestra
victoria."
Y tal victoria, como es sabido, llegó en las cercanías de Stalingrado.
no de oídas.
Claro, ese fue un tiempo muy arduo. Pero, al mismo tiempo, es cierto que la
modestia personal, que llegaba hasta el ascetismo, todavía no se avergonzaba de sí
misma y todavía no salían a la luz los potenciales millonarios soviéticos en el silencio
de las oficinas supernumerarias y las bases comerciales. Además, no fuimos tan
hábiles y pragmáticos que preparamos a la juventud no para la delicadeza del
consumo de los bienes ganados por los padres, sino para el trabajo y la defensa, sin
remover el mundo espiritual de los jóvenes amenazado por las obras maestras
llegadas desde otro lado de la frontera y las producciones domésticas de la cultura
masiva.
De las largas conversaciones francas con los jóvenes interlocutores podemos sacar
la conclusión de que los ataques al Estado de la dictadura del proletariado y los
líderes de nuestro país de aquel tiempo tienen, además de las causas políticas,
ideológicas y morales, su terreno social. No son pocos los interesados en ampliar el
campo de estos ataques. Y no sólo por aquel lado de nuestra frontera. Junto a los
anticomunistas profesionales del Occidente que hace mucho tiempo escogieron la
consigna democrática (según ellos dicen) del "antistalinismo", viven y prosperan los
descendientes de las clases derrocadas por la Revolución de Octubre, muchos de los
cuales están lejos de olvidar las pérdidas materiales y sociales de sus antepasados. A
ellos se suman los herederos espirituales de Dan y Martov, otros del campo de la
social democracia rusa, los seguidores espirituales de Trotski y Yagod y los
descendientes de nepmanes, basmaches y kulaks, resentidos por el socialismo.
Cualquier personaje histórico, como saben, se forma por las condiciones socioeconómicas e ideo-políticas concretas, las cuales ejercen una influencia determinante
en la selección objetiva y subjetiva de las personalidades llamadas a resolver estos u
otros problemas sociales. Llevada a la escena de la historia, tal personalidad para
"mantenerse flotando" ha de satisfacer las demandas de la época y de las principales
estructuras sociales y políticas y encarnar en sus actividades las leyes objetivas
dejando inevitablemente la "huella" de su personalidad en los acontecimientos
históricos. En resumidas cuentas, por ejemplo, hoy son pocos los que se agitan por la
cualidad personal de Pedro el Grande, pero, todos recuerdan que fue en su gobierno
que nuestro país alcanzó la altura de gran potencia europea. El tiempo ha condensado
el resultado que en el presente yace en la valoración histórica de la personalidad del
emperador Pedro. Las flores invariables en su sarcófago en la Catedral de la fortaleza
Petropavlovsk reencarnan el respeto y reconocimiento de nuestros coetáneos que
están lejos del absolutismo.
Pienso que, por muy contradictoria y compleja que fuere una u otra figura de la
historia soviética, su papel verdadero en la construcción y defensa del socialismo,
tarde o temprano, recibirá su valoración objetiva y definitiva. Naturalmente, ser
definitiva no significa unilateralidad que justifica o reúne eclécticamente los
fenómenos contradictorios que hace crear con las falsas acusaciones cualquier tipo de
subjetivismo, "perdonar o no perdonar", "dejar o botar" de la historia.' Definitivo,
significa ante todo la valoración concreto-histórica fuera de las coyunturas, en la cual
se manifestará, según los resultados históricos, la dialéctica de concordancia de la
actividad de la personalidad con las leyes fundamentales del desarrollo de la
sociedad. En nuestros países esas leyes han estado ligadas con la solución del
problema "¿quién es quién?", tanto en los aspectos externos como internos. Si
seguimos la metodología marxista-leninista para el estudio de la historia, ante todo,
según las palabras de M.S. Gorbachov, hay que indicar claramente cómo vivieron,
trabajaron y en qué creyeron millones de gente, y cómo se juntaron la victoria y el
fracaso, descubrimientos y errores, lo luminoso y lo trágico, el entusiasmo
revolucionario de las masas y la violación de la legalidad socialista, y a veces, delitos.
Hace poco una alumna mía me dejó perpleja al plantear que la lucha de clases es
un concepto obsoleto, como lo es el papel dirigente del proletariado. Sería bueno si
ella fuera la única la que alegara esto. Pero, por ejemplo, una agria discusión fue
provocada por las aseveraciones recientes de un respetado académico de que las
actuales relaciones entre los Estados de los dos diferentes sistemas socioeconómicos
no tienen un contenido de clases. Supongo que el académico no consideró necesario
explicar por qué él, durante varias décadas escribió sobre algo completamente
opuesto, o sea, que la coexistencia pacífica no es otra cosa que una forma de lucha de
clases en la arena internacional. Así que, resulta que el filósofo ahora se limitó a esto.
Claro, puntos de vista se pueden cambiar. Sin embargo, según mi opinión, el deber
principal del filósofo le ordena que, por lo menos, explique a los que estudiaron y
estudian con sus libros: ¿es cierto que hoy día la clase obrera internacional ya no se
contrapone al capital mundial a través de sus órganos estatales y políticos?
En el centro de las discusiones de nuestros días, según pienso, está el mismo
problema: ¿qué clase o capa de la sociedad constituye la fuerza rectora y
movilizadora de la perestroika? Sobre esto, en particular, se habló en la entrevista del
escritor Projanov publicada en el periódico de nuestra ciudad, "Leningradski
rabochi". Projanov parte del hecho de que la particularidad del actual estado de la
conciencia social se caracteriza por la existencia de dos corrientes ideológicas, o
como él dice, "columnas" alternativas, las cuales desde diferentes direcciones tratan
de superar en nuestro país al "socialismo construido en batallas". Exagerando la
importancia y la agudeza de la oposición mutua de estas "columnas", el escritor, pese
a todo, correctamente subraya que "ellos coinciden sólo en la azotaina de los valores
socialistas". Sin embargo, las dos, como aseguran sus ideólogos, apoyan la
"perestroika".
La primera, la más activa corriente ideológica que se declaró en el curso de la
perestroika, aspira al modelo de un tal socialismo intelectual izquierdoliberal, según
dicen, de humanismo más genuino y "limpio" de estratificación de clases. Sus
seguidores contraponen al colectivismo proletario "el valor superior del individuo"con las búsquedas modernistas en el campo de la cultura, las tendencias
supersticiosas, los ídolos tecnocráticos, el sermón sobre los encantos "democráticos"
del capitalismo contemporáneo y el servilismo ante sus éxitos reales y falsos. Sus
representantes mantienen que nosotros, según dicen, no hemos construido aquel
socialismo que teníamos que construir y que, sólo hoy, "por primera vez en la
historia, se formó la alianza de la dirección política y la intelectualidad progresista".
En un tiempo, cuando millones de personas de nuestro planeta mueren de hambre,
epidemias y por las aventuras militares del imperialismo, ellos demandan la
elaboración de los "códigos jurídicos de defensa de los derechos de los animales",
dotan a la naturaleza de razón extraordinaria y sobrenatural y sostienen que el
intelecto no es una cualidad social sino biológica heredada genéticamente de padres a
hijos. Explíquenme, ¿qué significa todo esto?
Precisamente los partidarios del "socialismo izquierdoliberal" son los que tratan de
falsear la historia del socialismo. Ellos nos inculcan que el pasado real del país sólo
es de errores y delitos, al mismo tiempo, que callan los grandes éxitos de antes y
ahora. Arrogándose toda la verdad histórica, sustituyen el concepto socio-político del
desarrollo de la sociedad con categorías éticas. Tengo mucho deseo de saber ¿a quién,
y por qué, hace falta denigrar y desacreditar a todos los altos dirigentes del CC del
Partido y Gobierno soviético después que dejan el puesto, relacionándolos con reales
o falsos errores y cálculos fallidos al solucionar los más complejos problemas en
condiciones históricas tan difíciles? ¿De dónde sacan tanta pasión en nuestro país
para destruir el prestigio y dignidad de los dirigentes del primer país socialista del
mundo?
Otra particularidad de la concepción de los "izquierdoliberales" es la tendencia
cosmopolita, abierta o encubierta, un cierto "internacionalismo" anacional. No me
acuerdo dónde, pero leí en alguna parte, que después de la revolución, a Trotski
"como judío", en Petrosoviet, le vino a ver una delegación de comerciantes y
fabricantes demandando a los soldados rojos por los vejámenes. Entonces éste les
señaló que él "no era un judío, sino, un internacionalista", dejando así perplejos a los
visitantes.
Para Trotski la concepción de lo "nacional" era algo incompleto y limitado
comparado con lo "internacional". Por eso subrayaba la "tradición nacional" de
Octubre, escribía sobre lo "nacional" de Lenin y sostenía que el pueblo ruso "no
recibió ninguna herencia cultural", etc. No se sabe por qué, pero nos cohibimos de
decir que precisamente el proletariado ruso, al cual los trotskistas tildaban de
"atrasado e inculto", cumplió, según las palabras de Lenin, "tres revoluciones rusas" y
que en la vanguardia de la lucha de la humanidad contra el fascismo estaban los
pueblos eslavos.
Claro está que lo dicho no significa empequeñecer de alguna manera la
contribución histórica de otras naciones y pueblos. Esto, como hoy suelen decir, sólo
posibilita la plenitud de la verdad histórica... Cuando los estudiantes me preguntan
cómo pudo ocurrir que arrasaron miles de aldeas de Nechernozemia y Siberia, yo
respondo que esto también es parte del alto precio de la Victoria y la rehabilitación
postbélica de la economía nacional, como lo que la pérdida irrecuperable de una gran
cantidad de monumentos de la cultura nacional rusa. Y aún sigo convencida: el
empequeñecer la importancia de la conciencia histórica engendra la erosión en paz de
la conciencia patriótica y defensiva asimismo la tendencia de inscribir las más
pequeñas expresiones de orgullo nacional de los rusos en la columna del chovinismo
de gran potencia.
He aquí otra cosa que me inquieta: con el belicoso cosmopolitismo está vinculada
la práctica de renunciar al socialismo. Desgraciadamente, nosotros nos acordamos
repentinamente de esto sólo ahora cuando sus neófitos, con sus escándalos fastidian
ante el Smolny y las paredes del Kremlin. Además, de una manera u otra, ellos poco a
poco nos acostumbran a ver en los mencionados fenómenos sólo un tipo de cambio
de "lugar de residencia" casi inofensivo, y no una traición a clases y a la nación de las
personas, la mayoría de las cuales terminaron en las universidades y cursos de
preparación de profesores y científicos a expensas de los fondos de todo el pueblo. En
general, algunos tienden a ver en el "abandono" cierto tipo de expresión de
"democracia" y "derecho del hombre", cuyo talento el "socialismo estancado" ha
impedido florecer. Pero, si allá, en el "mundo libre", no apreciaran el fervoroso
espíritu de iniciativa y la "genialdad", y los servicios especiales del occidente no
estuvieran interesados en el comercio con la conciencia, podrán volver atrás...
Como es sabido, en dependencia del papel histórico concreto, Marx y Engels
llamaron a unos Estados, en una etapa determinada de su historia, como
"contrarrevolucionarios"—subrayo—, no las clases ni capas sino precisamente los
Estados. En base a un enfoque de clases, ellos no se inhibieron para caracterizar
agudamente a una serie de pueblos, entre ellos el ruso, polaco, y también las naciones
a que ellos pertenecían. Es como si los fundadores de la concepción científica del
mundo nos recordaran que, en la comunidad fraternal de los pueblos soviéticos, cada
nación y pueblo debe saber "apreciar su dignidad desde joven" y no permitir ser
arrastrados por las provocaciones hacia ideas nacionalistas y chovinistas. La dignidad
y orgullo nacionales de cada pueblo deben fundirse orgánicamente con el
internacionalismo de la sociedad socialista.
Mientras que los "neoliberales" se orientan hacia el Occidente, la "columna
alternativa", según la expresión de Projanov, de "conservadores y tradicionalistas"
aspira a "superar el socialismo retrocediendo". En otras palabras, retornar a la
formación social de la Rusia prerrevolucionaria. Los representantes de este original
"socialismo de campesinos" están obsesionados por tal imagen. Según su opinión,
hace cien años, se perdieron los valores morales acumulados en las tinieblas de siglos
de la comunidad de campesinos. Los tradicionalistas tienen un mérito insospechable
en el desenmascaramiento de la corrupción, la solución justa de los problemas
ecológicos, la lucha contra el alcoholismo, la defensa de los monumentos históricos y
la contraposición a las influencias de la cultura masiva a la cual definen
correctamente como psicosis de consumismo...
Al mismo tiempo, en los puntos de vista de los ideólogos del "socialismo de
campesinos" se encuentran la incomprensión del significado del Octubre para el
destino del país, una valoración unilateral de la colectivización como "horrible
arbitrariedad respecto al campesinado", una opinión carente de espíritu crítico sobre
la filosofía místico-religiosa rusa, las viejas concepciones zaristas en las ciencias
históricas del país. Y falta de deseo de ver la estratificación del campesinado después
de la revolución y el papel de la clase obrera.Con relación a la lucha en el campo, por
ejemplo, aquí frecuentemente se mencionan los "comisarios" rurales que les
"disparaban por la espalda a los campesinos de nivel medio". En un grandioso país
agitado por la revolución, naturalmente hubo todo tipo de comisarios. Sin embargo, la
dirección principal de nuestra vida, pese a todo, era determinada por aquellos
comisarios a quienes les disparaban. Precisamente de las espaldas de ellos se les
recortaban estrellas, y eran quemados vivo. La "clase atacante" tuvo que pagar por las
vidas de comisarios, chekistas, campesinos bolcheviques, miembros de comités de
campesinos pobres, los "veintemilenarios", primeros tractoristas, mensajeros rurales,
muchachas maestras, komsomoles rurales y de otras decenas de miles de
combatientes desconocidos que lucharon por el socialismo.
La complejidad de la educación de la juventud se profundiza todavía más debido a
que en el cauce de la idea de los "neoliberales" y "neoeslavófilos" se crean
organizaciones y coaliciones no formales. Ocurre que en las direcciones de estas
organizaciones están ganando terreno los elementos extremistas, motivados por la
provocación. En los últimos tiempos se perfila la politización de estas organizaciones
de aficionados sobre la base del pluralismo, que está lejos de ser socialista.
Frecuentemente, los líderes de estas organizaciones hablan de "división del poder",
sobre la base del "sistema parlamentario", "sindicatos libres", y "autonomía de las
casas editoriales", etc. En mi opinión, todo esto permite sacar la conclusión de que el
problema principal y cardinal de las discusiones que se realizan en el país es:
reconocer o no el papel rector del Partido y la clase obrera en la construcción
socialista, quiere decir, en la perestroika. Naturalmente, junto a las conclusiones
teóricas y prácticas para la política, la economía y la ideología que de ello emanan.
Lo que se deriva de esta clave concepción socio-histórica del mundo, es el
problema sobre el papel de la ideología socialista en el desarrollo espiritual de la
sociedad soviética. A propósito, este asunto era ya agudo a finales de 1917. Kautski
señala en uno de sus folletos dedicados a la Revolución de Octubre que el socialismo
se caracteriza por la planificación férrea y la disciplina en la economía y la anarquía
en la ideología y la vida espiritual. Esto causó júbilo entre los mencheviques, los
eseristas y otros ideólogos pequeñoburgueses, pero encontró la resuelta resistencia de
Lenin y sus camaradas de lucha quienes, como decían en aquel tiempo, defendieron
la "estatura dirigente" de la ideología científica del proletariado.
Recordemos que cuando V.I. Lenin chocó con las manipulaciones de entonces
famoso sociólogo, Pitirim Sorokin, con las estadísticas de los divorcios entre la
población de Petrogrado y los escritos religioso-conservadores de Vipper (los cuales
comparados con los que se publican en nuestros días parecen completamente
inocentes), explicó la aparición de tales cosas en las publicaciones como resultado de
falta de experiencia de los trabajadores de los medios de información masiva, hizo
constar que "la clase obrera de Rusia supo ganar el poder, pero no ha aprendido a
utilizarlo". Si no fuera así, indicó Vladimir Ilich, a aquellos profesores y escritores
que "son peores que los conocidos estupradores que sirven como vigilantes de las
escuelas para los menores" ellos los hubieran "expulsado cortésmente" del país. A
propósito, de los 164 deportados a fines de 1922 por la lista del Comité Central
Ejecutivo de Rusia, muchos, después, volvieron y sirvieron honestamente a su
pueblo. Entre ellos estuvo también el profesor Vipper.
Como se entiende, hoy la cuestión sobre el papel y lugar de la ideología socialista
ha tomado una forma muy aguda. Autores de los artículos especuladores, bajo la
égida de "limpieza" moral y espiritual borran los límites y criterios de la ideología
científica y manipulando la glasnost, siembran el pluralismo no socialista, lo que
objetivamente frena la perestroika en la conciencia social. Especialmente doloroso se
refleja esto en la juventud, lo que, repito, sentimos claramente nosotros, los
profesores de la universidad, maestros de las escuelas y todos aquellos que se dedican
a los problemas de la juventud. Como dijera Mijail Gorbachov en el pleno de febrero
del CC del PCUS, "nosotros debemos, en la esfera espiritual también, o puede ser,
aquí ante todo, actuar guiándonos por nuestros principios marxistas-leninistas.
Principios, camaradas, que no podemos ceder bajo ningún concepto".
Insistimos e insistiremos en esto. Los principios no son cosas que nos regalaron,
sino son valores obtenidos con muchos sufrimientos en los virajes de la historia de
nuestra Patria.6
6El artículo despertó una reacción muy variada en la sociedad y en el PCUS. Como escribe B. Legostaev, un alto ex
funcionario del CC del Partido, A.N. Yakovlev que se encontraba en Mongolia "allí mismo decidió entregar al
Secretario General del CC del PCUS su renuncia". El 15 de marzo, en el Secretariado del CC, Ligachov dijo: "El
domingo 'Sovietskaya Rossiya' publicó un interesante artículo de Andreeva, de Leningrado. Este material no es algo
casual. Pido a los compañeros redactores responsables prestarle atención." Los días 23 y 24 de marzo, a solicitud de
Gorbachov, el Buró Político "posponiendo importantes asuntos de Estado, se ocupó de Nina Andreeva... Al final, el
Secretario General logró que, de una manera u otra, cada participante se desligara de los postulados del artículo de la
total desconocida Nina Andreeva... El trabajo preparado por Yakovlev para 'Pravda', titulado 'Principios de la
perestroika: carácter revolucionario de la mentalidad y acción', apareció el 5 de abril de 1988" (periódico "Den" No.
16, agosto de 1991, Pág. 3)
En este artículo, después llamado de redacción, no se indicaron los apellidos ni de la criticada Andreeva ni del
autor-crítico que era el secretario del CC del PCUS, Yakovlev. En este material ideológico del PCUS ejecutado
brillantemente se señaló que "No puedo ceder en los principios" planteaba serios problemas y de tal sentido que sólo
se podían llamar plataforma ideológica y manifiesto de las fuerzas contra la perestroika... Al parecer, el lector por
primera vez habrá visto en esta "Carta a la redacción", en una forma muy concentrada, no una búsqueda o reflexión,
ni expresión de perplejidad ante los complejos y agudos problemas presentados por la vida, sino una incomprensión
de la misma concepción de renovación, una expresión severa de una posición muy determinada, una posición, en
esencia, conservadora y dogmática. Por esencia, dos tesis fundamentales intercalan todo el contenido: ¿para qué
toda esta perestroika? ¿No es que hemos ido demasiado lejos en los asuntos de la democracia y la glasnost? El
artículo nos llama a corregir y enmendar problemas de la perestroika, porque de otra manera, el "poder" tendrá que
salvar el socialismo...
Para el beneficio de su concepto, la autora se dirige a Churchill en busca de apoyo. Señalamos que el elogio a
Stalin citado en el artículo de ninguna manera pertenece a Churchill. Algo parecido dijo Doicher, un famoso
trotskista británico. Pero, en todo caso es muy lógico preguntarse: ¿es correcto dirigirse a las fuentes burguesas para
"Sovietskaya Rossiya " 13 de marzo de 1988, Pág. 2
las valoraciones de los dirigentes de nuestro Partido y Estado?
En la explosión de inspiración por el pluralismo, el secretario del CC del PCUS no sólo cambió
irresponsablemente a Churchill por Doicher, sino que también tergiversó la única cita hecha por él del artículo
criticado de Andreeva, la cual fue introducida en su "documento del CC del PCUS".
CARTA AL ESCRITOR A.N. RYBAKOV7
Estimado Anatoli Naumovich:
Por encargo de la redacción del "Sovietskaya Rossiya" tengo el honor de responder
a su pregunta relacionada con mi carta-artículo "No puedo ceder en los principios"
que concitó un análisis textual tan riguroso y una reacción tan inesperados para mí.
Espero que usted tenga la amabilidad de perdonar mi bajo nivel profesional,
considerando que no soy una literata ni crítica sino sólo una profesora, e incluso
lectora de sus primeros libros, los que leí mucho en mi niñez al igual que muchos de
mis coetáneos. Así le hablaré sobre la novela "Niños de Arbat" donde, según mi
opinión, ocurren "copias parciales de temas de publicaciones de la emigración".
1.
El asunto de que desde el comienzo de la década de 30, Inglaterra,
Francia y Japón eran hostiles hacia la URSS, pero Alemania no era considerada por
Stalin como un potencial enemigo (no se preparaba para la guerra con esta) se
encuentra en los "Boletines de la Oposición" publicados por Trotski en Estados
Unidos en los años 1932-1935.
2.
La afirmación de que Stalin tenía un archivo especial de documentos
que comprometían a Voroshilov, Yagoda, Kalinin y otros dirigentes es de Trotski
("Boletines de la Oposición". No. 73, 1939). Esto fue reflejado también en los libros
"Conciencia de la revolución. Oposición comunista en la Rusia soviética" de D.
Robert, (Inglaterra, 1960), "Biografía política de Bujarin" de S. Cohén (EE.UU., ed.
1973 y 1980), "Memorias de Trotski" (EE.UU., 1970) y otros.
3.
Las características de las cualidades personales de los miembros del
CC del Partido Comunista de Toda la Unión (Bolchevique) de los años 30 son
similares o coinciden con las caracterizaciones dadas por Trotski en su libro "Mi
vida" y artículos publicados en "Boletines de la Oposición". Ellas fueron repetidas,
con distinto grado de exactitud, en los libros antes mencionados de D. Robert, S.
Cohén y también en "Stalin" de Suvarin e "Historia de la Unión Soviética" de D.
Boffa. De allí parten la valoración de Stalin como "destacada mediocridad del
partido" y calificación de Kirov como "bobo", "persona poco instruida" y muchos
otros.
4.
La interpretación del asesinato de Kirov coincide con los
planteamientos de Trotski, hechos primero en el artículo "Stalin y burocracia"
("Boletines de la Oposición", enero-febrero de 1935). Más tarde, en 1939, Trotski
cambió su versión y acusó a Yagoda, Zaporozhtsa y otros responsables de la
Comisaría del Pueblo de Asuntos Internos de ese asesinato. Estas informaciones
7En mayo de 1988, A.N. Rybakov le dio a conocer a la redacción de "Sovietskaya Rossiya" que la llevaría a juicio por
la "difamación" que, según alegó, daba lugar la carta de Nina Andreeva "No puedo ceder en los principios". La
Redacción se lo informó a la autora de la carta, proponiéndole precisar su posición y responder al escritor. Después que
Rybakov recibió la carta, la acusación judicial fue retirada por él.
sobre las fuentes de dichas versiones se encuentran en las conferencias y artículos
de la investigadora científica del Instituto de la Historia del Partido en el Comité
Regional de Leningrado del PCUS, y de la candidata a Doctora en Ciencias
Históricas, A. A. Kirilinaya.
5. El tema de Kirov como rival de Stalin se expone no sólo en el artículo
mencionado de Trotski y el referido libro de Suvarin, sino también en los libros de
Roi Medvedev "A juicio de la historia. Génesis y consecuencias del stalinismo"
(EE.UU. 1974. editado en nuestro país por particulares en la década de 60) y el de I.
Doicher "Biografía de Trotski" y otros.
Se podría hablar de otros temas más que coinciden con fuentes extranjeras, pero
antes de la publicación de mi carta eso ya fue hecho por el crítico D. Urnov que
aseveró, en particular, que "la caracterización de Stalin en 'Niños de Arbat' en algunos
casos coincide textualmente con la dada por Trotski". ("Literaturnaya Gazeta" No. 4
del 27 de enero de 1988, Pág.3). No hace falta citar la corroboración de tales
valoraciones en las publicaciones después del 13 de marzo de 1988.
En un programa de televisión del otoño del año pasado, cuando la discusión sobre
las obras de temas de la historia reciente del país, uno de los participantes dijo que, en
el encuentro con los lectores moscovitas: Usted no había negado haber utilizado
fuentes extranjeras. Al parecer, este participante y los televidentes, entre ellos yo, no
lo comprendieron bien del todo. Por eso le pido me disculpe por tal error, lo cual, está
claro, se vincula con mi insuficiente conocimiento de las particularidades de la
creación literaria y haber aplicado a ella las reglas y tradiciones de la creación
científica donde tomar prestado algo sin mencionar su fuente suele llamarse plagio
con todas las consecuencias que de ello emanan.
Le deseo nuevos éxitos en su actividad.
Nina Andreeva
CARTA ABIERTA A LA XIX CONFERENCIA NACIONAL DEL PARTIDO8
El 13 de marzo de este año en el periódico "Sovietskaya Rossiya" fue insertada mi
carta "No puedo ceder en los principios" por la cual en el artículo de fondo de
"Pravda", del 5 de abril, "Principios de la perestroika, carácter revolucionario de la
mentalidad y acción" fui declarada como creadora de la "plataforma ideológica y del
manifiesto de las fuerzas opuestas a la perestroika", "dogmática ciega, obstinada y
convencida" y "conservadurista" y fui premiada con otras jugosas etiquetas de
semejante género. Y todo esto sólo porque, en la medida que me permiten mi
conocimiento y capacidad, intenté aclarar el significado para la perestroika de tales
principios reconocidos del marxismo-leninismo como la concreta posición histórica
incompatible con la interpretación de la historia como política volcada al pasado,
principio de clases en la valoración de los fenómenos sociales y cosas tales como la
unidad dialéctica de lo nacional y lo internacional, lo clasista y lo universal, el papel
rector del partido y la clase obrera en la perestroika de la sociedad y algunos otros.
Convencida estoy de que abandonar estos principios o inscribirlos a una serie de
"dogmas" y "estereotipos" puede servir sólo de desviación del fundamento teórico del
marxismo-leninismo sobre la misión histórico-mundial del proletariado.
Pienso que sólo sobre este fundamento y otros principios básicos del marxismoleninismo se puede hablar acerca de la consolidación ideológico-política de la
sociedad que es tan necesaria hoy día y al margen de la cual es difícil fortalecer la
continuidad de las generaciones, la conciencia defensiva y patriótica, la unidad moral
y política, la genuina amistad entre los pueblos en todas las etapas de la perestroika y
el desarrollo socio-económico del socialismo. En la evaluación del extraordinario
pasado revolucionario del país, yo partí y parto de que, pese a todas aquellas cosas
dramáticas y trágicas los pueblos soviéticos, bajo la dirección del partido fundado y
templado por Lenin, cumplieron una hazaña histórica mundial: abriendo brecha en el
sistema mundial del imperialismo, construyeron la sociedad libre de explotación y
opresión, erigieron su Patria de obreros y campesinos y la defendieron frente a los
frenéticos ataques de los enemigos internos y externos. Y nadie puede arrebatarnos
las conquistas alcanzadas a precio de sangre y desviarnos del camino escogido.
El desarrollo de los acontecimientos en la vida ideológica del país durante los
pasados tres meses ha confirmado mi preocupación y, sólo me queda agradecer a
"Pravda" que me hizo posible comprender y dilucidar aún mejor que, en las
condiciones de ampliación de democracia y glasnost, en nuestro país claramente se
perfilaron grupos cuyas demandas sociales divergen claramente de los intereses
arraigados de la clase obrera y otras capas de la población y quiere decir, de la
perestroika, no importa con qué tipo de palabras ellos la elogien. Mi opinión la
comparten ahora más de 1 500 autores de cartas que me han llegado al Instituto, los
8La carta a la XIX Conferencia Nacional del Partido se publica por primera vez, pese a que Nina Andreeva envió copia
de ella, a "Pravda" y otros periódicos centrales del Partido. En la misma conferencia, con relación a este asunto,
Gorbachov, en su respuesta al discurso de Ulianov, declaró: "Mijail Aleksandrovich, ella envió la carta. Ha llegado a
nosotros. La pasé. Los miembros del Presidium la leerán. Ella mantiene lo suyo." ("Pravda", 30 de junio de 1988, Pág.
7) Andreeva no ha recibido respuesta de su carta.
cuales ocupan un 85 por ciento de los que personalmente me expresaron su opinión.
Ellos no solamente apoyan mis puntos de vista y conclusiones, sino que los
enriquecen con hechos de la vida personal y de la biografía familiar, testimonios de
los participantes y testigos de los acontecimientos, citando prestigiosas fuentes, las
cuales en el tiempo actual no son permitidas en nuestra prensa. Entre alrededor de
doscientos autores de las opiniones que rechazan los principios y valoraciones
mencionados por mí, la mayoría son parientes de kulaks liquidados, de reprimidos y
víctimas de persecusiones que se quedaron sin resarcir su humillación social. Desde
el punto de vista humano su posición es comprensible, pero hay que subrayar que un
número mucho mayor de las víctimas apoyan mi punto de vista. El resto, acogiendo
con agresividad mi carta en "Sovietskaya Rossiya", según sus respuestas, pertenece a
los nacionalistas enfurecidos, en su mayoría los sionistas, o gente que de principio
negaron el socialismo en el pasado, lo niegan en el presente y lo negarán en el futuro.
Los "argumentos" fundamentales que ellos tienen es la "factura" tomada de aquellos
"maestros espirituales" cuyas publicaciones, según la expresión de M. S. Gorbachov,
nos "empujan a otro camino".
Desgraciadamente, la inconsecuencia e imprecisión en la interpretación de los
principios del marxismo-leninismo muchas veces confirmados a través de la
experiencia histórica de la comunidad de países socialistas caracterizan la Tesis del
CC del PCUS para la XIX Conferencia Nacional del Partido. Además en mi opinión,
en este documento se observan los conocidos retrocesos del Programa del PCUS y
decisiones del XXVII Congreso del Partido, los cuales no se justifican ni se
argumentan de ninguna manera. Voy a mencionar sólo algunos de ellos que me
parecen los más importantes.
Ante todo, en la Tesis no fue fijada la perspectiva comunista del país. Sin embargo,
nuestro Partido es el Partido Comunista de la Unión Soviética y de ninguna manera
es el Partido de la perestroika de la Unión Soviética. Pienso que no podemos ir por la
dirección de la concepción de Bernstein y sus seguidores que se reflejó en la fórmula
"el objetivo final no es nada, el movimiento lo es todo". Es conocido que, en la
solución de cualquier problema de la transformación revolucionaria de la sociedad,
V.I. Lenin invariablemente demandó ver el único y general objetivo: el comunismo.
Al actuar así él veía en el comunismo no solamente un objetivo final lejano,
orientación general histórica y de clases en las actividades creadoras de los
trabajadores, sino también el criterio de los comunistas en la solución de las tareas
morales, ideológicas y culturales. En otras palabras, es aceptable y útil sólo aquello
que sirve a la perspectiva comunista del país.
En la Tesis señala "lo revolucionario de la creación", "renovación ideológica" y
"educación de las cualidades civiles de los individuos" pero ni una sola palabra sobre
la necesidad de la educación comunista de todas las clases y capas en el curso de
lucha frente a las ideologías pequeñoburguesas y burguesas. Sin embargo, de verdad,
ahí es donde está la esencia de la actitud partidista y de clases hacia la solución de los
problemas de las actividades ideológico— educativas del Partido. En los últimos
tiempos, los órganos de prensa comenzaron a dar una importancia suprema al
"pluralismo real de opinión" que refleja la existencia de la división socio-política de
la sociedad en el curso de la perestroika y se expresa, por ejemplo, en las prédicas a
organizar "partidos alternativos" al PCUS. Cosa paradójica, pero no son raras las
ocasiones en que los militantes del PCUS se presentan como trovadores del "sistema
político pluriparti-dista en la URSS". Pienso que es más correcto plantear el problema
de la diversidad y el multicolorido punto de vista sobre la base de una plataforma
única de correligionarios-comunistas y no hacer incursiones con el término
"pluralismo", empleado por los revisionistas. V.I. Lenin siempre se pronunció por la
unidad sobre la base de la diversidad de ideas y opiniones, pues sólo a través de ella
es posible asegurar éxitos en las acciones políticas masivas.
Como me escribiera Mechislav Kvasnetski (Polonia), la destrucción constante de
la unidad del Partido Obrero Unificado de Polonia en las condiciones del ataque de
sus adversarios llevó a que en Polonia en 1988 quedaran "sólo vestigios del
socialismo". Esto hizo posible al ex asesor de Gierek, profesor Bozhik, plantear la
cuestión de dividir al POUP en el Partido Socialista de Igualdad y el Partido
Socialista Liberal. Tal curso de acontecimientos no sólo puede traer grandes tragedias
a los trabajadores polacos descarrilados del camino socialista por los revisionistas y
oportunistas, sino también puede servir de base para destruir la posición militar
estratégica de los países del Tratado de Varsovia, quiere decir, de todas nuestras
condiciones de lucha común por la paz y la seguridad de los pueblos.
En la Tesis no se les dio cabida a los aspectos fundamentales del movimiento
internacional comunista y obrero contemporáneo, no se consideró el peligro de
ataques oportunistas de derecha contra el proceso revolucionario mundial en cuya
vanguardia han estado hasta ahora nuestro país y el PCUS.
Considero como una deficiencia seria y de principio el hecho de que en la Tesis se
reflejó de manera unilateral e insuficiente la estructura social de nuestra sociedad.
Durante el periodo de estancamiento, en nuestro país aparecieron millonarios, los
cuales hoy día, según los datos de la prensa, llegan a decenas de miles. Uniéndose
con los burócratas corrompidos, ya forman una capa social especial que se distingue
por sus propios intereses, demandas, psicología, moral e ideología. En la ideología se
les presentan objetivamente como los representantes del liberalismo burgués, cuya
influencia crece en nuestros días. Los millonarios soviéticos, en el curso de la
perestroika, consolidan sus posiciones en la sociedad, legalizan el modo de vida
burgués, estimulan la desideologización, desmoralización y desestabilización de la
conciencia social y cultura, despiertan los recelos nacionalistas, se involucran en la
actividad de cooperativas que frecuentemente sirve para legitimar el dinero
exprimido ile-galmente, recrean el culto al lucro, claman por rebaja de porcentaje de
impuesto en la ley sobre la herencia, aproximan a través de sus teóricos la creación de
"alianzas democráticas" y "frentes populares" que aspiran a un papel de partidos
políticos, declaran que el problema fundamental de la perestroika es la cuestión del
poder, y dan consejos de a quién hay que "arrebatarle" el poder y a quién "dárselo".
Los representantes del liberalismo burgués ruidosamente luchan por la disolución del
PCUS entre el pueblo y distintas organizaciones de masas. En una de las cartas que
me enviaron, por ejemplo, a los estudiantes los llaman a la "libertad sexual", a la
lucha por abrir casas públicas (primero en Moscú y Leningrado), a la permisión de la
salida libre a Israel y los países capitalistas, a rechazar el servicio militar, a salir del
Komsomol, etcétera.
Parece mentira, pero entre los millonarios están militantes del PCUS. Con relación
a esto, sin abandonar el problema de atestación socio-política de los militantes del
partido, propongo la introducción del máximum del partido que podría servir de
barrera para evitar el atascamiento de sus filas. En otro tiempo, junto a las purgas del
partido, la introducción del máximum en el Partido bolchevique jugó un papel
positivo como la de eliminar la tendencia al enriquecimiento personal de las figuras
de la dirección. Es conocido que la retribución por la publicación de informes,
discursos, artículos y colecciones de obras de Stalin, Kalinin, Kirov, Molotov, y otros
dirigentes iba al fondo del partido. Los premios Stalin se pagaban con los honorarios
de Stalin, pero desde fines de la década del 50 comenzó a financiarse con el tesoro
público. Claro, el máximum del partido debe ser pragmáticamente alto, suficiente
para no frenar la realización de los intereses materiales en el trabajo, pero debe ser
limitado razonablemente para evitar la conversión de los miembros del PCUS en
millonarios, que tienen su propio modelo de "comunismo".
Para los millonarios y los nuevos ricos que prosperaron en el auge de los
cooperativistas, el problema sobre el alza del precio de los productos comestibles
fundamentales no constituye una cuestión de sustancial importancia. Pero el caso es
otro para las amplias capas de trabajadores cuyo nivel de vida baja constantemente en
los últimos años. Por eso, hace falta confirmar y cumplir las decisiones del XXVII
Congreso del PCUS sobre la elevación de la capacidad adquisitiva del rublo, cosa
imposible bajo una constante alza de precios. Por eso, es inconveniente discutir el
problema sobre la "revisión de los precios minoritarios" en la Conferencia del partido
antes de llevarlo a la discusión con todo el pueblo.
En los medios de información masiva y, ante todo, en publicaciones como
"Ogonyok", "Sovietskaya Kultura", "Moskobskie Novosti", "Novy Mir" y algunas
otras, frecuentemente no se establece una clara diferencia entre los ataques
oportunistas y antipartido y opiniones revisionistas exentas del carácter de clases, por
un lado, y las críticas justas y preocupaciones fundamentadas de los comunistas y los
no militantes del partido en relación con las deficiencias acumuladas en nuestra
sociedad, por otro lado. A causa de esto se debilitan y se enturbian los aspectos
clasistas de la lucha ideológica y el trabajo de educación. Fue echado al olvido el
estratégico curso del revisionismo contemporáneo cuyo objetivo es "no la liquidación
del comunismo, sino su transformación", y no se toma en cuenta la amarga
experiencia del conato contrarrevolucionario en Hungría de 1956 y la
contrarrevolución en Checoslovaquia de 1968.
Hace más de un siglo Carlos Marx advirtió que el compromiso con lassalistas y
otros elementos pequeñoburgueses va acompañado de compromisos "con toda una
banda de estudiantes inmaduros y doctores superinteligentes que se proponen la tarea
de dar al socialismo una dirección 'más alta e ideal', quiere decir, reemplazar su base
materialista (que demanda un estudio objetivo antes de valerse de ella) con la
mitología contemporánea, con sus diosas de igualdad, libertad, justicia y hermandad"
(t. 34. Pág. 234). ¿No es cierto que aparecieron en los medios de información masiva
de nuestro país los "maestros del espíritu" que proclamaron ingenua y
ambiciosamente la "libertad", "liberalización" y "democracia" fuera de las clases?
¿No son ellos los que utilizan la "lucha" contra el estancamiento y dogmatismo para
atacar el socialismo, su historia, teoría y práctica, aspirando a apoderarse del supremo
papel de intérpretes autónomos e irresponsables de la política del PCUS, su Programa
y las decisiones básicas? ¿No son ellos los que en nuestros días camuflaron la
confrontación entre los elementos socialistas y no socialistas como una lucha entre
los partidarios y los enemigos de la perestroika?
Son especialmente peligrosos, en mi opinión, los numerosos intentos de utilizar la
crítica al culto a la personalidad, dogmatismo y conservadurismo para la destrucción
de la confianza de los soviéticos en el partido, el leninismo y el camino recorrido por
el país. Un ejemplo claro lo constituye el artículo de V. Selyunin, "Fuentes",
publicado en el número de mayo de "Novy Mir". El autor y sus partidarios
convirtieron la teoría del socialismo científico y las ideas fundamentales de Marx,
Engels y Lenin en objeto de ataque "de los intelectuales", científicos y literatos, que
proclaman la contraposición de la ciencia e ideología, teoría y política, artes y su
dirección del Partido y Estado. Frecuentemente en nuestra prensa, la democracia y
glasnost se observan no como método o medio para la solución de los problemas del
desarrollo de la sociedad socialista, sino como el objetivo independiente y prioritario
de la perestroika.
Muchas discusiones, en particular, se realizan sobre la limitación de tiempo de
trabajo de los comunistas en las posiciones partidistas elegidas, desde los comités
regionales hasta el CC del PCUS. Pienso que la cuestión fundamental radica aquí no
en cuántas veces consecutivas se puede elegir a un comunista al comité del partido
sino en cuan capaz es el elegido para cumplir las tareas de manera creadora, dirigida
hacia un objetivo, competente y de principio. No podemos menos que preocuparnos
ante las propuestas sobre la elección separada de los miembros del comité del partido
y secretarios en las reuniones, conferencias y congresos. Tal orden, que finge ser
democrático porque el secretario es electo en una forma más amplia, en su esencia,
hace que las "primeras personas", poseyendo un status especial no estén sujetos de
hecho a los comités, lo que objetivamente limitaría el carácter colectivo del trabajo de
los órganos elegidos, en otras palabras, de la democracia interna del partido. Para
destituir a un secretario regional, por ejemplo, se tendría que convocar a la
conferencia del partido que lo eligió para ese puesto y no simplemente a los
miembros del comité regional. Para reelegir al Secretario general, en tal caso, haría
falta no el pleno del CC del PCUS, sino un congreso extraordinario cuya
convocatoria sería muy improbable que él favorezca.
Después del artículo de fondo de "Pravda", el 5 de abril, comenzó el
"desenmascaramiento" total de mis "actividades anti-perestroika". Los muy
"ofendidos" de la pandilla charladora de "maestros espirituales" hace cuatro meses
que llevan a cabo por todo el país actividades públicas "de explicación" pidiendo a
los delegados de la Conferencia expresar "cuál plataforma ellos respaldan:
gorbachovia-na o ninandreeviana", organizan "mesas redondas", llamamientos a
excluirme del partido y despedirme del trabajo. Para esto se movilizaron todos los
medios de información masiva y los "mejores cerebros". Por teléfono constantemente
me envían las más burdas humillaciones y amenazas de abuso físico, artificialmente
se buscan fantásticas coartadas y la inexistente "oposición a la perestroika" en
Leningrado y el Instituto donde trabajo, se multiplican las etiquetas calificativas
contra mi persona. ¿De qué manera concuerdan semejantes fenómenos con la
glasnost socialista y la democracia soviética? ¿Qué demuestra este strip-tease político
y moral en grupo?
La redacción de "Pravda" se calla ante mi petición de que aparezca mi respuesta a
la crítica del artículo de la redacción y otros publicados por ella. Tampoco publica
centenares de cartas de los lectores que comparten mi posición y que me mandaron
copias de las enviadas a "Pravda", entre ellas, de compañeros de la RDA y Polonia. Y
lo que es más difícil de comprender es el hecho de que, pese a que una serie de
revistas extranjeras y de nuestro país ponen en duda mi autoría de la carta "No puedo
ceder en los principios", nadie refuta la falsedad que significa acusarme de plagio.
Pido a la XIX Conferencia Nacional del Partido examinar, con espíritu partidista,
los problemas presentados en mi carta a "Sovietskaya Rossiya" y en esta, y dar una
objetiva valoración política a la situación.
10 de junio de 1988
NA. Andreeva
Ciudad de Leningrado
CARTA ABIERTA A M.A. ULIANOV
Le vi por la TV, en la tribuna de la Conferencia Nacional del Partido y leí en
"Pravda" su discurso.9 Me dan mucha lástima todos ustedes "sorprendidos",
"aturdidos", "amedrentados" mortalmente, por aquellos "que se congelaron y
esperaron indicaciones" y "temblaron pero pacientemente, sumisamente y
resignadamente esperaron" al dedo indicador de la "pobre química-alquimista" y de
usted que es incapaz de comprender "quién es blanco y quién es rojo". Claro, para
aquellos que fervorosa y apresuradamente "expulsan de sí mismos al esclavo" tal
miedo es comprensible. Pero, ¿cómo usted, un famoso y, según pienso, talentoso
actor que encarnó en las pantallas a las imágenes inolvidables de los representantes
heroicos de nuestro pueblo, se confundió así tanto?
Yo pensaba que jugar el papel de héroe en el escenario, significa, aunque fuere
muy poco, serlo en la vida.
Todo parece indicar, como vemos, que el heroísmo en la escena y el miedo animal
en la vida son cosas plenamente compatibles en los casos de algunas personas.
Partiendo del deseo de que, para su salud, en el futuro no sufra tal daño porque
alguien publique de nuevo algo "amargo y horrible", yo no rechazaría una
conversación personal en la ribera del Neva para examinar con usted eso que lo
estremeció tanto.
Naturalmente, "sin estiramientos de manos por las costuras" ni "el maldito temor
que está en nuestros genes"10.
3 de julio de 1988
Nina Andreeva
C. Leningrado
"Moskovskie Novosti" No. 33, 14 de Agosto de 1988.
9En su discurso en la XIX Conferencia Nacional del Partido, el presidente de la junta de la Unión de artistas teatrales
del RSFSR, artista del pueblo, M.A. Ulianov declaró: "El artículo de Nina Andreeva nos cogió desprevenidos. Muchos,
no todos, pero muchos, ya estiraron las manos por las costuras y esperaron las subsiguientes órdenes... Pero la cosa no
está en eso, sino en nosotros, en que nos amedrentamos de esta carta. He aquí lo que es horrible (aplausos)... Pese a que
les dolía el corazón, la absoluta mayoría se congeló y esperó las indicaciones. Y comprendían que no era correcto, pero
esperaban, se aturdieron, esperaron obedientemente y resignadamente...
Nos aturdió por cierto tiempo este artículo. Ahora, hombres, comprendan: quién es "blanco" y quién es "rojo".
Es muy complejo (aplausos).("Izvestia", 30 de junio de 1988)
10En su entrevista con la televisión, Ulianov, Héroe del Trabajo Socialista rehusó el encuentro con Nina Andreeva, sin
embargo, no entró más en polémica.
Cuanto más ataque provocara el artículo "No puedo ceder en los principios",
tanto más mensajes de apoyo recibió la autora de parte de los soviéticos
preocupados por la situación del país. Miles y miles de cartas de obreros,
campesinos, científicos, militares, trabajadores partidistas, periodistas, estudiantes y
jubilados llegaron al instituto. Muchos autores, temiendo a la persecusión, no
escribieron sus direcciones. En la mayoría de las cartas se cristalizaba gradualmente
la demanda de realizar un encuentro colectivo para la creación de una organización
socio-política en defensa del socialismo.
La propuesta de crear una sociedad fue apoyada por una serie de trabajadores del
Comité Regional de Leningrado del PCUS en Smolny, quienes ayudaron a
multiplicar materiales y les introdujeron las informaciones del Partido sobre la
situación del país y de la arena internacional. Surgió el plan de convocar la
conferencia de fundación en Leningrado en febrero de 1989, fue tomada la propuesta
de llamar la sociedad "Edinstvo-por el leninismo y los ideales comunistas" y se
redactaron su Estatuto y Reglamentos. Sin embargo, en los momentos finales, los
partócratas de Smolny cambiaron su idea y tuvieron que trasladar la conferencia de
fundación a la capital, superando grandes dificultades organizativas.
Los días 18 - 20 de mayo de 1989, en Moscú, se celebró la conferencia de
fundación en la cual fue creada la Sociedad de Toda la Unión "Edinstvo-por el
leninismo y los ideales comunistas" fueron adoptados los Estatutos y el Reglamento,
fue elegido el Consejo de Coordinación, y fueron señaladas las direcciones
fundamentales del trabajo. Como presidenta del Consejo de Coordinación, después
llamado Comité Ejecutivo Político, fue elegida N. Andreeva.
En los Estatutos de la sociedad "Edinstvo" aparece: La "Asociación 'Edinstvo'-por
el leninismo y los ideales comunistas" constituye una asociación voluntaria de
personas leales a la Patria socialista. El objetivo principal de la Sociedad es la
cohesión de la clase obrera, el campesinado koljosiano, los intelectuales
trabajadores, de todos los pueblos de la Unión Soviética en la lucha por el
socialismo y la perspectiva comunista del país, el mantenimiento y consolidación de
la integridad estatal de la URSS y la defensa de los intereses vitales de los
trabajadores. "Para su actividad 'Edinstvo' se guiará por el marxismo-leninismo,
enfoque clasista en la valoración de la realidad y proseguirá las tradiciones del
bolchevismo."
En la conferencia fundadora Nina Andreeva pronunció el informe "Sobre algunos
aspectos de la crisis y las tareas de la Sociedad 'Edinstvo'".
SOBRE ALGUNOS ASPECTOS DE LA CRISIS Y LAS TAREAS DE
LA ASOCIACIÓN "EDINSTVO"
Discurso en la conferencia constitutiva de la Asociación de Toda la Unión
"Edinstvo"
Moscú, 18 de mayo de 1989
El problema de mayor actualidad hoy día es la cuestión sobre la situación creada
en nuestra sociedad. ¿Podemos estar satisfechos de la dirección y los resultados de la
perestroika, las reformas económica y política? Esta pregunta tiene distintas
respuestas. Es diferente la opinión de cada uno de nosotros. Me permito exponer mi
punto de vista.
En la Revolución de Octubre, en cuatro años fue que el victorioso país desarticuló
a la guardia blanca y los intervencionistas, cuatro años necesitaron los soviéticos para
derrotar totalmente el fascismo alemán y el militarismo japonés. Más o menos el
mismo plazo se necesitó para rehabilitar la economía destruida por la guerra y lograr
en la producción industrial el nivel de preguerra. Sin embargo, ya llevamos cuatro
años completos sumergidos en la perestroika, socavando no solamente el prestigio
internacional del país, sino también la fe de la gente en la capacidad creadora del
socialismo. Está a la vista la más aguda crisis económica, política e ideológica de la
historia del país, lo que demanda tomar medidas cardinales inmediatas. ¿En qué
radica la esencia de esta crisis?
Ante todo, esta crisis no nació hoy. Sus fuentes están en el período posterior a
Stalin que culminó con el período de estancamiento. Las raíces de la crisis están en la
esencia de las reformas económicas ejecutadas en los años 60-80. Aquí se esconden
las causas de por qué prácticamente todas las transformaciones económicas de la
perestroika fracasaron. Con esta evaluación está de acuerdo mucha gente.
Como es sabido, la eficiencia del trabajo de cada empresa se determina por el
aumento de la ganancia. Cuanto más alta es la ganancia, tanto más alta es la
evaluación de la empresa. Sin embargo, el aumento de la ganancia se realiza por dos
caminos. Primero, a través del perfeccionamiento de las bases técnicas, economía de
materias primas y recursos, quiere decir, a través del crecimiento de la productividad
del trabajo y la reducción del costo de producción de los productos. Segundo, a través
del aumento de la ganancia por el alza de los precios de las mercancías que pueda
lograrse, y por las manipulaciones sospechosas. Por ejemplo, si uno pinta en una taza
una flor por el valor de centavos se aumenta su precio dos-tres veces. Así se
cumpliría el plan y recibiría el premio con toda seguridad.
En la primera etapa de nuestra historia, en el período de Stalin, en la base del
cálculo económico estaba la reducción del costo de producción de los productos y los
precios, lo cual se ejecutaba sistemáticamente. En la época posterior a Stalin en la
base del cálculo económico fue puesta la ganancia, hecho que conllevó a que
desaparecieran los productos baratos y se alzaran los precios de las mercancías y los
servicios. La actual reforma económica vinculada con la perestroika legitimó
definitivamente el segundo camino, liberándolo de las inconsecuencias de las
reformas jruchovianas y brezhnevianas y haciendo que lograra más ganancia a costa
de lo que fuese el objetivo de las actividades económico-productivas. "Está permitido
todo lo que no está prohibido por la ley."
Hay que indicar que un gran número de economistas no comparten la opinión de
los creadores y encubridores de la actual, así llamada, "radical reforma económica",
cuyos protagonistas son Aballan, Zaslabskaya, Agangebyan, Bunich, G.Popov, Latsis
y muchos otros economistas, conocidos por su "alta capacidad de pasar de un campo
a otro" y adaptarse a la coyuntura política. Los llaman "mercadistas" y
"mercantilistas". Ahora a ellos se les dio un amplio corredor para sus actividades,
ocuparon los puestos claves en la economía y los órganos de planificación y tienen
sus representantes en el Buró Político (V.A.Medvedev). A los partidarios de un punto
de vista opuesto a ellos como son Deryabin, Eremin, Efremov, Yakushev,M. Popov y
muchos otros, no se les permite salir en las publicaciones, son despreciados y
silenciados. Estos demuestran que ganancia hay que obtener en una serie de
indicadores del autofinanciamiento, reemplazarla con la reducción del costo de
producción y del precio de los productos. Son los más consecuentes opositores al alza
de precio de los productos alimenticios. A diferencia de los mercadistas a ellos los
llaman "planistas" o "antimercantilistas".
¿Qué nos ha traído realmente la actual reforma económica?
1.
Mayor atraso de desarrollo de las bases material y productiva, las
cuales pueden construirse sólo sobre pilares de la técnica y tecnología más
modernas. Este atraso nos lleva al aumento del retroceso de nuestro país en
comparación con los países capitalistas desarrollados y la conversión del nuestro en
un apéndice de suministro de materias primas para ellos. Según datos de prensa,
¡menos de un 10% de la producción del complejo de construcción de maquinarias
de 1988 concordaba con el nivel mundial! Si siguiera así, la perestroika llamada a
llevar a nuestro país al nivel de los países desarrollados puede prolongarse por unos
cien años.
2.
Crecimiento de la economía sumergida, mercado "negro" cuya
circulación, según los datos de los economistas, supera los 50 mil millones de
rublos.
3.
El desarrollo en el país de la esfera de ampliación de los ingresos no
ganados con el trabajo y el renacimiento de la explotación del hombre por el
hombre. Bajo rótulos de cooperativistas, frecuentemente actúan los empresarios
privados con mano de obra asalariada y se legalizaron las empresas privadas.
4.
Renunciamiento al dominio de las dos formas fundamentales de
propiedad bajo el socialismo, fijadas por un sistema único de planificación estatal
de la economía. Comenzó el desmembramiento de estas dos formas de propiedad
social en un sin número de empresas productivas, complejos, cooperativas,
empresas privadas y arrendadores aislados, autogestionados, independientes uno de
otro y del Estado. Su paso a la total autogestión, completo cálculo económico,
autofinanciamiento y organización autónoma de pago de salario significaría la
diversidad de propiedad de la economía que se sale del marco del socialismo. Esta
descentralización de la producción social y el desmembramiento de la propiedad
estatal sacrilegamente se da por "restauración de los puntos de vista leninistas sobre
el socialismo".
5.
El socavamiento del monopolio estatal sobre el comercio exterior (en
su tiempo intentaba hacerlo Bujarin) y la salida independiente de las empresas y
cooperativas al mercado mundial ya trajeron la desaparición de los productos
indispensables para el país (fertilizantes minerales, materias químicas, televisores,
etc.), la entrada de capitales occidentales en la explotación de los recursos naturales,
materiales, laborales e intelectuales del país, el fortalecimiento de la especulación y
el crecimiento de la arbitrariedad en la economía.
6.
El crecimiento sin precedentes del déficit presupuestario estatal (100
000 millones de rublos en 1989) y la deuda estatal externa (más de 50 mil millones
de rublos), los cuales piensan ingenuamente liquidar por medio de la rebaja de los
gastos de defensa y la construcción capital.
7.
La inflación galopante y devaluación del rublo, que nos llevan a los
estantes vacíos, al decrecimiento del nivel de vida de los soviéticos, decenas de
millones de los cuales ya hoy día viven por debajo del límite de pobreza. Por el
cálculo de los economistas, según pronósticos, el número de tales personas llegará a
unos cien millones, entre los cuales se preven unos 12-15 millones de
desempleados. Por debajo del límite de pobreza, para nuestra vergüenza, se
pondrán, ante todo, los pensionados y desvalidos, cuyas manos y trabajos
construyeron y defendieron el socialismo. Por dondequiera que vaya dicen: "¡se
hizo peor!".
8.
Legalización de los millonarios crecidos en el país quienes a
comienzos de 1988 eran más de 130 mil, pero ahora mucho más. Incluso según un
cálculo muy incompleto, más de la mitad de todos los depósitos en las cajas de
ahorro pertenece a un 3% de depositantes. La suma total de circulante de los
millonarios soviéticos superó los 200 000 millones de rublos, los cuales, entrando
en la economía soviética como un factor heterogéneo, la deforman, y desorganizan
el cambio, distribución y consumo en la sociedad; engendran el caos y la
arbitrariedad en el comercio; se hacen fuente de compra del aparato de gestión;
llevan al Crecimiento de la corrupción y destrucción de las normas legales, etc.
Sobre la base de los intereses de los "dueños de la vida" criados en el país se forman
los cuadros y la estructura política de las fuerzas antisocialistas a través de "uniones,
democráticas", "frentes populares", "memoriales", etc. Las voces de sus ideólogos
resonaron con particular fuerza en la pasada campaña de elecciones.
9.
La admisión de capital monopolista (norteamericano, japonés,
alemanoccidental) de ninguna manera fortalece la actual economía soviética
desorganizada. Los capitalistas entran en el país no para sacarnos de la crisis, sino
para sustraernos los jugos vitales, sacar de la URSS millones de ganancia, explotar a
los soviéticos y saquear nuestras riquezas naturales.
10.
En los últimos cuatro años aumentaron los daños al medio ambiente,
creció el número de catástrofes ecológicas. Fueron descentralizados, desmembrados
y cerrados empresas y complejos. Obsesionados con la carrera para obtener más
ganancia no manifiestan deseo de defender la naturaleza frente a los desechos
perjudiciales de la producción. La mentalidad de conseguir ganancia a toda costa
lleva frecuentemente a atentar contra la ecología y dañar la vida y salud del hombre.
En nuestra prensa frecuentemente encontramos aseveraciones tales como que
nosotros hemos construido un socialismo "de tipo cuartelario", "capitalista de estado"
o "feudal" de lo cual hay que pasar a un socialismo "humano", "humanitario", "libre"
para lo cual, según dicen sirve la reforma económica. De hecho, esta reforma, como
muchos hoy comprenden claramente, lleva al socialismo de mercado, de cooperativas
y de comerciantes, a la reproducción de la libre competencia premonopolista como
una forma transitoria para la restauración del poder del capital en nuestro país. Antes
que nosotros a este abismo "corren" a porfía Polonia y Hungría y nos apresuramos a
empujar hacía ello a Checoslovaquia y la RDA, pero hasta ahora no hemos tenido los
éxitos deseados.
Acaso es necesario sorprendernos ante el hecho de que en conexión con la reforma
en nuestro país se eliminó prácticamente la perspectiva comunista, la cual
reemplazaron con el lema de supervivencia: "La salvación de los hundidos que se
haga con las manos de los propios sumergidos en el agua". Esto, de hecho, significa
abandonar el progreso social que es el camino amplio por el cual se llega a la
civilización comunista.
La caída del nivel de vida del pueblo y el estado crítico de la sociedad, se reflejan
en las graves consecuencias sociales y moral-ideológicas y la destrucción de la
unidad moral y política de la amistad entre los pueblos. Gigantescamente .crece el
crimen que amenaza a todos, bandolerismo armado, narcomanía, toxicomanía,
prostitución, alcoholismo, robo masivo de las propiedades estatal y personal, suicidio
en lo cual nuestro país ocupa el tercer lugar en el mundo. Todo esto, a manera de
bumerang, ejerce una influencia negativa en la economía y profundiza la crisis
económica. En particular, se refleja en el crítico debilitamiento de la disciplina
laboral, administrativa, militar y social. Se multiplican las huelgas económicas a
través de las cuales la clase obrera y otros trabajadores expresan su protesta
espontánea a la reforma económica.
Siembran la tensión social los numerosos elementos antisocialistas de diferentes
pelajes que se enmascaran como "ardientes partidarios de la perestroika". Cada día
ocurren decenas y centenares de incendios extraños, mueren cientos de cabezas de
ganado, se ha producido un gran número de catástrofes de transporte, se echan a
perder productos alimenticios, se hace compleja la situación ecológica en una serie de
ciudades. No cesan los intentos neotrotskistas para clavar cuña entre la joven y vieja
generaciones. Se debilitó el prestigio de los trabajadores honestos. Las deformaciones
en la economía socialista constituyeron una de las causas fundamentales de la
agudización de las relaciones entre las nacionalidades y la activación del
nacionalismo que traen trágicas consecuencias como los incidentes en Tbilisi de abril
de este año, y lo que es fundamental, el fortalecimiento de las tendencias centrífugas
y separatistas en una serie de repúblicas que llegan incluso a clamar por la salida de
la URSS.
El papel rector de la clase obrera y su Partido Comunista constituye la garantía
para el desarrollo del modo de producción socialista que pasó la rigurosa prueba
histórica en los años de la Gran Guerra Patria. Precisamente este papel rector se
convirtió en el principal objetivo y diana de los ataques más crueles de parte de las
fuerzas antisocialistas apoyadas por los revisionistas en diferentes niveles de la
dirección del Partido. Ellos aprovecharon, en particular, el hecho de que, después del
XXII congreso, el Partido comenzó a desvincularse gradualmente de los intereses de
la clase obrera y de todos los trabajadores. Un papel protagónico comenzó a jugar el
aparato hinchado y enfermó por decenios de la afanaduría comunista, burocratismo,
carrerismo y oportunismo que comenzó a perseguir sólo su propio beneficio y se
divorció en gran medida de las masas de militantes del Partido y el resto de los
trabajadores.
Los primeros ataques al papel rector del PCUS se comenzaron en la esfera de la
historia. Las "lagunas" de la historia que se anunciaron tanto, pronto se convirtieron
en "período negro" de la etapa posterior a Octubre. Bajo el pretexto vistoso de lograr
esclarecerla así llamada "toda la verdad" se lleva a cabo la revisión unilateral de las
valoraciones de la guerra civil, la nueva política económica, la industrialización, la
colectivización, la revolución cultural y la Gran Guerra Patria. Se ataca de
irresponsables a los miembros de los grupos de choque, los staj ano vistas, la gente de
tipo Papanin, y los que estuvieron en el naufragio del "Chelyuskin", los aviadores
héroes y los miembros de las guardias de jóvenes. No cayó fuera de su atención
incluso Pablik Morozov que fue asesinado por su abuelo-kulak, y lo tildan de
"traidor", "delator", "víctima del stalinismo", etc. Se puede decir de esto junto al
poeta Victor Kochetkov:
Nosotros a los treinta años de victoria y tragedia los convertimos en letrina...
Los enemigos ideológicos del socialismo consideran como una de sus tareas
principales "poner al descubierto" a los dirigentes del Partido Comunista
(Bolchevique) y Gobierno soviético. Son objetos de diferentes tipos de ataques, los
camaradas Zhdanov, Voroshilov, Molotov, Orzhonnikidze, Dzerzhinski, Kirov,
Kalinin y otros. Con particular furia, hostilidad y crueldad "denuncian" a Stalin. Ante
los lectores, televidentes y oyentes jóvenes de nuestros días lo presentan como
"agente de la guardia Zarista", "sadista", "libertino", "antisemita" y "criminal de todos
los tiempos y pueblos". Parece que se reúnen y utilizan toda la fantasía provocadora
sin precedentes, rumores, chismes e inventos difamatorios fabricados por los guardias
blancos deportados, trotskistas, vlasovistas y sus herederos, y otros detritos
antisoviéticos. Se apresuran a contribuir a la lucha contra el "stalinismo" los "hijos",
"nietos", "últimas mujeres", "yernos", "sobrinos" de los políticos conocidos por su
oportunismo.
En contrapeso a los genuinos dirigentes del período más responsable de nuestra
historia después de Octubre y bajo el rótulo de la infame "verdad histórica", en el
primer rango se ponen los que ahora son rehabilitados políticamente, y loados como
"verdaderos leninistas" y "guardia leninista del partido": Zinoviev, Kamenev, Bujarin,
Pyatakov, Ryutin y muchos otros de la oposición. Se levanta el alboroto por la
rehabilitación política de Traidor-Trotski.
El soviétologo norteamericano Stiven Cohén y el activista de la IV "Internacional"
trotskista Isaac Doicher son presentados como consultantes políticos en la
problemática de nuestra historia. Con ellos compiten los seudohistoriadores de
nuestro país como Roi Medvedev, Antonov-Ovseenko, Afanasiev y otros quienes tan
activamente infligen daños al régimen soviético; ante sus actos quedan boquiabiertos
incluso los conocidos antisoviéticos extranjeros. Siendo tal el caso, no hay que
sorprenderse de que "Alianza democrática" y "Partido nacional-democrático de
Letonia" están preparando la celebración del aniversario de la creación de la "Legión
letona voluntaria SS", 50 000 miembros de la cual, junto a los hitlerianos, murieron
en la lucha armada contra el "stalinismo".
Para todo el mundo está muy claro que los ataques infames contra Stalin sirven de
biombo para encubrir los ataques a Lenin, la revolución, el socialismo e, incluso,
nuestra gran Victoria en la Guerra Patria. En relación con esto, en mi opinión,
revisten una gran importancia las voces que suenan en las publicaciones en demanda
de la recuperación de la verdad histórica. El pasado injuriado, el presente de crisis y
el futuro obscuro e imprevisible, ¿acaso pueden servir de fuente y fuerza motriz para
el desarrollo de la sociedad y la solución de las tareas de la perestroika? A la par del
revertimiento anticomunista de la historia, las fuerzas antisocialistas atacan así el
llamado "poder del Partido" y el papel de vanguardia de la clase obrera. Si durante
los últimos 2-3 años al PCUS lo igualaban sólo al "aparato burocrático", ahora, como
se mostró en los tres días de debates de los candidatos en la televisión leningradense,
es definido simplemente como "mafia". Pienso que en las últimas elecciones
fracasaron muchos dirigentes no por su personalidad sino por sus ocupaciones.
"Alianzas democráticas" y "Frentes populares" salieron con las plataformas
anticomunistas y llevaron a cabo las campañas preelectorales de acuerdo con las
leyes occidentales de espectáculos electorales sin avergonzarse de usar etiquetas y
expresiones vulgares. En una serie de lugares estos han sido muy unidos e
influyentes.
Si analizamos seriamente el chorro infinito de crítica que sale de los medios de
información masiva, podemos convencernos fácilmente de que el común
denominador y el objetivo principal aquí son el pasado, el presente y el futuro del
PCUS. Es indiscutible que desvincularse resueltamente de los revertidos y
revisionistas constituye el problema de mayor actualidad para el Partido. Sin
embargo, "lavar" el partido de ellos puede ser igual, en efecto, como dice un
aforismo, a botar al niño junto al agua con que lo bañó. Críticas demagógicas, en
particular, nihilismo, independientemente de las mejores intenciones, pueden debilitar
a nuestro Partido que hoy por hoy es la única fuerza política de nuestra sociedad
capaz de guiar a las masas por el camino del socialismo y progreso. Pienso que aquí
debemos siempre tener en cuenta ese límite detrás del cual están la anarquía y el caos
—cosas que por largo tiempo esperaron los antisovietistas.
Uno de los objetivos de ataque de los anticomunistas y revisionistas criados en el
país son los principios leninistas de construcción del partido tales como el
centralismo democrático, a lo cual ellos declaran caduco. En el presente defender la
oposición y fraccionalismo se hizo una moda. Desgraciadamente, algunos cuadros del
partido tragaron este anzuelo. En su entrevista, frente a defensa del fraccionalismo,
Eltsin, popular entre los moscovitas, no mantuvo su posición. Yo pienso que tales
posiciones constituyen las realizaciones de los testamentos de uno de los padres de la
apostasía contemporánea, Ernst Fisher, quien llamó a la intelectualidad de los países
socialistas a "mullir el poder comunista estatal desde arriba y desde adentro". Esto lo
está haciendo, no sin éxitos, cierta parte de nuestra intelectualidad del partido y fuera
del partido bajo los lemas de la perestroika.
La propaganda del pluripartidismo que ahora tiene lugar, independientemente de
las intenciones subjetivas de los participantes, persigue objetivamente, primero,
desligar al PCUS de la dirección política de la sociedad, después, convertirlo en un
club de discusiones y liquidarlo completamente de la dirección. Todo es expresión de
la creciente inestabilidad política en la sociedad y la caída del prestigio de la
dirección del Partido y el Estado. A esto contribuye el hecho de que las leyes y
decretos que se adoptaron después de largas discusiones infructuosas resultan ser mal
redactados y se hacen objeto de críticas generales en los medios de información
masiva o frecuentemente son derogados. Se crea una situación de inseguridad e
inconsistencia que es aprovechada por los enemigos del socialismo para elevar su
posición.
La adopción de la Ley sobre las elecciones, en mi opinión, es un paso de retroceso
en el desarrollo de la democracia soviética. Tuvo lugar el abandono de las elecciones
generales, directas y equitativas, a pesar de que la mayoría de los diputados se
eligieron sobre la base alternativa, (quiere decir, los electores tenían opción.
Nosotros, por ejemplo, elegimos a uno de 34 candidatos, cuyas fotografías y
programas estaban colgados en los lugares de elecciones de todo el país.) Sin
embargo, una tercera parte de los diputados del pueblo de la URSS no fue elegida por
votación directa. Por ejemplo, mientras que a un diputado le hacían falta más de 5
millones de votos, otro necesitaba sólo 600 o incluso menos. Bajo la égida de las
organizaciones sociales se formaron grupos élites de escritores, artistas, directores
cinematográficos, etc., mientras que miles de colectivos laborales de las fábricas
conocidas en todo el país no pudieron lograr la elección ni de un solo diputado suyo.
Sin embargo, la redacción de la revista "Neva" que tiene menos de veinte empleados
envió a Granin y Nikolski. Y así resultó que en la actual composición de los
diputados del pueblo de la URSS los obreros ocupan menos del 18% y el resto es
enteramente ocupado por la élite. ¿Es que los trabajadores también tenían que
organizar sus propias "organizaciones" de montadores, torneros, metalúrgicos y
mineros? En todo caso, la clase obrera y el campesinado vieron perjudicados sus
derechos.
La nueva Ley sobre las elecciones hizo posible que las fuerzas antisocialistas
lograran muchos objetivos. En el congreso de los Soviets, formaron, como ellos
dicen, una "fuerte minoría democrática" (20% de la composición de los diputados)
encabezada por el académico A. Sajarov. El objetivo de esta minoría es cambiar el
sistema existente, y hacer "que el poder pase del Buró Político al Soviet Supremo",
donde ellos tienen más influencia que en el congreso de los Soviets. Los Karyakines,
Gelmanes y otros reciben la posibilidad de ponerse en la alta tribuna y "mullir"
constantemente el socialismo, destruir una tras otra las funciones del Estado
Soviético, demandar el paso a la propiedad privada, el sistema pluripartidis-ta, al
ejército asalariado, desacreditar más y más al PCUS y demandar hasta su disolución.
En las elecciones locales, ellos, los degenerados, quieren ofrecer una derrota
importante al Partido y sus cuadros fieles al leninismo, organizando el fracaso de
aquellos que no vienen a gusto con los antisoviéticos de nuestro país y el extranjero.
Después se podrá promover a Sajarov para la "presidencia". Claro, si no frenamos a
tiempo sus aspiraciones reaccionarias.
¿Cómo determinar las coordenadas socio-políticas que fijan la situación creada en
nuestro país hoy con la perestroika? Esto es una cuestión no sólo difícil sino también
extremadamente dolorosa. En mi opinión, hay todo un fundamento para considerar
que las fuerzas antisocialistas que se activan con la ayuda de los elementos
revisionistas desplegaron en el curso de la perestroika un proceso que, en su esencia
clasista, es similar a los acontecimientos húngaros de 1956 y checoslovacos de 1968.
Tomando en consideración la experiencia de sus desafortunados predecesores
utilizaron astutamente la necesidad histórica de la perestroika y las consignas
enarboladas por ella. Como en los países mencionados, como fundamento para iniciar
sus ataques al socialismo utilizaron la dificultad económica que es dramatizada
exprofeso y de manera extrema y la incapacidad de la dirección del Partido y Estado
para resolverla exitosamente. La fuerza impulsora fueron los grupos antisocialistas y
antisoviéticos que crearon sus estructuras políticas y que gozan del apoyo de
Occidente y el respaldo de los revisionistas. Ya hoy declaran que "los de abajo no
desean, los de arriba no pueden vivir a la vieja moda", subrayando el carácter
contrarrevolucionario de la situación.
Los seudopartidarios de la perestroika (como en Hungría y Checoslovaquia)
encargan el papel de "fuerzas de choque" a la juventud y estudiantes que no tienen
ninguna experiencia de la vida ni temple político. No es casual que vociferen por la
desideologización de la educación y provoquen a los estudiantes a rechazar el estudio
del marxismo-leninismo.
Tanto en Checoslovaquia como en nuestro país el punto de partida y "enredo" de
los procesos antisocialistas fueron los congresos de los escritores. Su "mérito"
consiste en que hizo que la demagogia social deviniera tarjeta de presentación para la
mayoría de nuestra prensa. Carentes de base masiva en el país, ellos se orientan hacia
la manipulación de la conciencia social, engaño al pueblo, divulgación del culto al
lucro, inseguridad en la justeza del camino escogido en Octubre de 1917 y la
desvinculación de la gente de la solución de las tareas del desarrollo socio-económico
del socialismo. Desarrollo hacia la sociedad de economía unitaria gestionada por la
razón del hombre, hacia la sociedad de distribución humana de los bienes materiales,
hacia la sociedad capaz de superar definitivamente las barreras mercantil-monetarias
en el camino de las fuerzas productivas. El socialismo no es simplemente una de las
posibles alternativas de la historia sino una etapa inevitable en el desarrollo de la
humanidad. Y sea quien sea, el que se levante para cerrar este camino asume la más
pesada responsabilidad ante el pueblo.
Considero que la situación del país demanda medidas extraordinarias e
impostergables. No nos queda tiempo. La historia no ama a los negligentes. Pienso
que maduró la cuestión sobre la convocatoria del XXVIII Congreso extraordinario de
PCUS con las amplias discusiones preliminares, las cuales permitirán desligarnos
decididamente de los que no están por el camino del socialismo junto al pueblo y
unirnos.
La tarea fundamental de la sociedad creada por nosotros consiste, en mi opinión,
en ayudar al país a salir de la profunda crisis. Es necesario hacer conocer que "¡la
Patria socialista está en peligro!". Hay que ayudar a la gente a liberarse de la ilusión
de que todo se resolverá por sí solo. Aquí también la última palabra pertenece a los
trabajadores. Nosotros debemos utilizar todas las posibilidades cercenadas por los
demócratas seudopartidarios de la perestroika para revertir los procesos
contrarrevolucionarios.
(se imprime por primera vez)
*
*
*
La creación de Asociación de Toda la Unión"Edinstvo-por el leninismo y los
ideales comunistas" y la organización de sus comités en las ciudades, regiones y
repúblicas atrajeron de nuevo la atención de los medios de información masiva sobre
Nina Andreeva. Famosos periódicos de EE.UU., Gran Bretaña, España, Italia y otros
países publican entrevistas con ella. La prensa progresista soviética no quiere
quedarse atrás de sus colegas extranjeros y sus artículos son dados a conocer en
revistas patrióticas y colecciones de obras. Crece el prestigio de la sociedad
"Edinstvo".
¿QUIEN ES USTED, NINA ANDREEVA?
Respuestas a las preguntas del periodista M. Belousov
Esta pregunta se la hizo nuestro corresponsal cientos de veces (de una manera u otra)
a quien todos conocían y desconocían al mismo tiempo, a quien en el quincuagésimo
año de su vida escribió su primer artículo para el periódico...
El 13 de marzo de 1988, cuando se despertó, ya sabían de ella todos los suscriptores
de "Sovietskaya Rossiya" que habían leído por la mañana el nuevo número del diario.
Al mediodía su artículo-carta "No puedo ceder en los principios" se multiplicó con
prisa en los organismos más importantes. Y unos días después lo reprodujeron cerca
de mil periódicos de la Unión Soviética.
Así, muchos llegaron a conocer a Nina Andreeva. Para ser más exactos, no a ella
misma sino lo que piensa, siendo una licenciada, una simple profesora del Instituto
Tecnológico de Leningrado y no una escritora ni una ministra, ni secretaria del
comité regional; lo que opina sobre nuestro tiempo, sobre las lecciones de la historia,
sobre la perestroika y los caminos futuros por los que ésta avanzaría.
Primero le pedí que recordara cómo vio la luz su artículo.
—Mi artículo tiene una larga historia -me dijo- alrededor de tres años atrás a mi
marido, Vladimir Ivanovich, profesor y jefe de la cátedra de Filosofía de nuestro
instituto, le propusieron trabajar en Afganistán. El tenía experiencia: había estado en
Checoslovaquia inmediatamente después de los acontecimientos de agosto de 1968,
preparó a aspirantes checos para la defensa de tesis y dio clases en el instituto de
marxismo-leninismo de aquel país. Me preguntó qué pensaba respecto al trabajo en
Afganistán. Le respondí: "vamos". Y comenzamos a prepararnos. Me empapé de todo
lo que estuviera relacionado con Afganistán para habituarme a las nuevas
condiciones. Y cuando vi el libro de Aleksandr Projanov, "Árbol en el centro de
Kabul", sincero y escrito con maestría, lo leí y aprendí de memoria muchas cosas de
él. Cuando se decidió que no iríamos a Afganistán, cambió drásticamente la situación
en el mundo. Y después de algún tiempo, de repente vi en el periódico
"Leningradskaya Rabochi" la entrevista con Projanov y no pude dejar de expresar mi
opinión sobre ella. Yo siempre he actuado de esta forma: si alguna cosa, un
acontecimiento o comentario sobre ello, me hería, quería expresarme y aunque pedía
que no se publicara enviaba mi opinión a la redacción. Un día, por ejemplo, de
"Pravda" me llegó una respuesta cálida y notable. Pero ni "Pravda", ni
"Leningradskaya Rabo-chi" publicaron mis opiniones. Después, "Leningradskaya
Rabochi" insertó un trozo de mi carta. Poco más tarde, el 1 de enero de 1988 en el
mismo periódico salió un artículo del mismo Projanov y yo tomé otra vez la pluma.
Tampoco fue publicado. Pero estas dos cartas mías me sirvieron más tarde.
Aprovechando la ocasión, las envié a "Sovietskaya Rossiya", "Pravda" y
"Sovietskaya kultura". En esos periódicos habían salido diferentes artículos, y mis
cartas podían servir para continuar los diálogos. Me respondieron sólo de
"Sovietskaya Rossiya". Esto fue el 23 de febrero. Telefoneó el periodista Denisov y
dijo que la redacción estaba interesada en mis cartas, propuso unificarlas en una de
unas 20 páginas, sin hacer mención a Projanov. Consentí. El 6 de marzo me llamaron
de nuevo y conversamos. Y después de la fiesta Denisov vino a Leningrado y dedicó
todo el día a mi artículo. Me pidió eliminar muchas citas y nombres e indicaciones de
las fuentes. Yo estaba de acuerdo. Se necesitaba un comienzo "más periodístico"Denisov se puso a escribirlo él mismo...
—Precisamente el comienzo aturdió a muchos leningradenses por que hablaba de
cómo usted paseaba con los estudiantes por el parque Petergofsk y disfrutaba de las
esculturas. Así puede escribir sólo una persona que nunca ha visto el parque
Petergofsk en invierno: en ese tiempo las esculturas están conservadas en las casetas.
"Pienso que entonces hubieran podido dar a conocer otras cartas que recibió
'Sovietskaya Rossiya'. De hecho, eran muchas. Sobre esto habló Denisov que había
venido a Leningrado, cuando en marzo en la Casa de Cultura Carlos Marx fue
discutido mi artículo y donde leí cartas que me llegaron al instituto. Las más disímiles
personas expresaron sus opiniones incluso contrarias. Pienso que tal discusión era por
aquel tiempo muy necesaria para la perestroika. Sé muy bien que mis cartas no fueron
las primeras en llegar a 'Sovietskaya Rossiya', 'Pravda' y 'Sovietskayakultura'.
Muchos escribieron antes que yo. Lo demuestran las copias de las cartas que me
enviaron sus autores después de ser publicada la mía. Así que mi carta fue pura
casualidad. Es verdad que no olvido que la casualidad es una forma de expresión de
la necesidad."
—¿ Quiere usted decir que la división de la conciencia social, o sea, sentimiento
psicológico e ideológico, fue tan madura para esa época que cualquier artículo similar
en el contenido hubiera podido despertar semejante reacción?...
—El artículo publicado en "Sovietskaya Rossiya", pienso, obligó a muchos a
descubrir su esencia. Tal es el significado que le doy. Obligó a hablar de cosas sobre
las que muchos no querían expresarse y a descubrir todas las cartas. La división de la
sociedad ya había ocurrido. Sólo faltaba hablar de ella. Más nada. Esto es confirmado
por las cartas enviadas a "Sovietskaya Rossiya" y las que he recibido, las discusiones
en la prensa y la televisión, en la literatura y la vida social; por ejemplo, esto es visto
claramente en las reuniones electorales...
Los primeros días llegaban 20-30 cartas. Pronto fueron 100 diarias. De repente todo
se interrumpió- toda una semana sin una sola misiva. Fue al correo y al comité del
partido en el Instituto. Siete días después comenzaron a recibirse de nuevo. Pero las
de aquella semana desaparecieron sin dejar rastros. La oficina de correos nada tiene
que ver con esto. Llegan cartas incluso con la inscripción: "Unión Soviética,
Leningrado, a Nina Andreeva". Al principio, más o menos 85 de cada cien eran de
aquellos que están de acuerdo con la posición de Nina Andreeva respecto a la
mayoría de los problemas planteados por ella. Las 15 restantes estaban dirigidas
contra ella y no contra su punto de vista sobre la vida. En esas cartas hubo
humillaciones continuas: estupideces, amenazas, dibujos obscenos. En unas, incluso,
se hablaba de condenas y en otras la ejecución de tales veredictos continuamente se
postergaba por dos meses. Era ocasión para dirigirse a la policía. Pero, Nina
Andreeva no lo hizo. Considera que tales cartas son del mismo género de lo que se
publican contra ella, o sea, lobos de la misma carnada. La diferencia consiste sólo en
que los últimos son escritos con mucha rigurosidad y los primeros son redactados por
trasmanos, no tiene el olor del idioma ruso. La paternidad se esconde entre líneas, no
hay ninguna firma, ni direcciones de los remitentes.
—No soy un Sherlock Holmes para investigar quién me escribe tan pesadamente. A
veces se nota la misma escritura y más o menos el mismo texto de amenaza, aunque
con firmas distintas. De Leningrado acumulé 17 de tales cartas. Una redacción
afectada y nerviosa: "¡Vete a la cárcel! ¡Al campo de concentración!"
—¿Nadie en el presente año trató de protegerla?
—¿Proteger? ¿Públicamente? Conozco sólo un caso, el del periódico "Rigasbals" que
publicó la respuesta a uno de los autores de esas cartas. Eso es todo. Pero tengo
muchas enviadas por juristas que con sinceridad me proponen sus servicios en el
tribunal. Inclusive, uno vino y entrando me dijo: "Voy a defenderla". Yo le respondí:
"No hace falta defenderme a mí, lo que hay que defender son nuestros ideales y
nuestra juventud, ella es la que más sufre por la escisión de la conciencia social y la
que más sensiblemente percibe las críticas derrotistas a las cuales prácticamente no se
les hace ninguna resistencia enérgica". Comprendo claramente que no me golpean a
mí sino a mi modo de pensar y a mi mundo ideológico, hostiles para alguien; ha sido
así desde antes de 1917. Pero recuerdo sobre qué escriben. Y recuerdo que las cartas
sufrieron cambios. Ahora no son 85 cartas entre cien las que apoyan mi posición sino
noventa. Esto también me ayuda …
—Después de todo, ¿quién es usted, Nina Aleksandrovna?
—Nací en 1938 en Leningrado. Fui bautizada en la Iglesia Nikolski. Mis padres
fueron creyentes, duros campesinos que por hambre tuvieron que abandonar Seliguer
donde habían vivido todos mis antecesores. Mi mamá se hizo montadora en la fábrica
Kirov y trabajó allí hasta pasar a retiro, cuando no podía más. Mi padre cargó barcos
en el puerto de Leningrado. Nosotros vivíamos en Fontank 77, a dos pasos del Gran
Teatro dramático cuyo repertorio me lo conocía de memoria. Verdad que nunca pude
sentarme en platea sino en la gradería por tres rublos- las actuales 30 kopecks. En la
familia habían 5 niños. En 1941 mi padre murió en un ataque artillero cerca de
Leningrado. En 1943, en la batalla del Donbass cayó mi hermana mayor. En la batalla
de Berlín fue mutilado y muerto mi hermano mayor... Yo terminé con medalla de oro
la escuela No. 322 en Borodinskaya. Después me gradué con "diploma Rojo" en el
Instituto Tecnológico. Pronto defendí mi tesis de Candidata en Ciencias, con un tema
que me había atraído mucho.En 1966 ingresé en el Partido. En el año de defensa de la
tesis para candidata me casé con Vladimir Ivanovich, quien es también Candidato en
Ciencias. Tengo una hija, Svetlana, y un nieto, Vitali, llamado así en honor de Vitali
Bonivur...
—Sé que no sólo el año pasado sino durante los últimos veinte años usted ha tenido
muchos disgustos, todo tipo de conflictos, discordias, destitución del trabajo e incluso
exclusión del Partido. ¿Dónde está la causa? ¿En usted, en sus principios? ¿Es posible
que tal parte no apareciera en su biografía?
—Mi vida sin nubes (si es que se puede llamar así a mi vida con mamá, con poco más
de cien rublos al mes) terminó en 1969, después de defender la tesis. Vine al Instituto
del vidrio de cuarzo, deseando sinceramente dedicarme a las investigaciones
científicas. Pero, no pude quedarme "en un rincón con los libros". En las reuniones
del partido traté de romper ese telón de silencio que era cosa acostumbrada en aquel
tiempo. A causa de mis críticas, en especial a las personas de primer rango del
instituto, fui de repente excluida de la organización. La decisión fue del buró del
partido. Sin embargo, por muy grande que pudo haber sido el esfuerzo de ellos, la
reunión no la apoyó. Hicieron cuatro votaciones, pero sin resultado. En esencia, no
resultó un mudo apoyo a mis críticas sino, en todo caso, una protesta contra los
abusos sobre mí. Pronto la comisión aclaró la situación y fueron castigados aquellos
que habían organizado ese abuso. Me apoyó entonces "Leningradskaya Pravda". Si
no es por eso, habrían preparado una quinta votación... Trabajar allí ya no era
cómodo. Y volví a mi Instituto Tecnológico. Me eligieron vicesecre-taria del buró del
partido y presidenta del grupo de control popular. En 1978 se desencadenó la
tormenta que continuó por dos años. Durante esta etapa me destituyeron del trabajo y
rehabilitaron dos veces. Me expulsaron del partido. Y sólo la intervención del Comité
de Control del CC del PCUS hizo que retiraran todas las acusaciones. Esta tempestad
ocurrió por las cartas que yo había intentado infructuosamente hacer llegar a la
oficina de Breznev. Las tres primeras las firmé con mi nombre, pero, en las tres
siguientes me identifiqué simplemente como "químico-tecnólogo". Yo no sabía
entonces que todas las cartas eran devueltas a Leningrado y caían en las manos de
aquellos a los que yo criticaba. Esto jugó un papel nefasto. Mientras llegaron con mi
firma simplemente no me respondieron. Sólo cuando recibieron las que estaban "sin
firma", a pesar de que tenían un mismo contenido y estaban hechas con la misma
vieja máquina de escribir. Inmediatamente entraron "en acción". Me acusaron de
fabricación de anónimos. Y sólo los trabajos de la comisión confirmaron que actué
correcto. Además, se conocieron los desordenes que ponían al descubierto a aquellos
a quienes yo criticaba. Pero, taparon el asunto porque coincidía con el 150 aniversario
del Instituto y muchos de los "investigados" o de "los que no llegaron a pasar por la
investigación" hacía poco que habían recibido condecoraciones del gobierno y, para
colmo, habían sido elogiados positivamente en la prensa por Romanov, primer
secretario del Comité de la región de Leningrado del Partido de aquel tiempo. La
echaron tierra el asunto pero de mí no se olvidaron. También mi esposo fue castigado
"por haber educado mal a la esposa", y estuvo sin trabajo dos años. De la ciencia sólo
me quedaba soñar. Me permitieron únicamente el trabajo pedagógico al que me he
dedigado hasta ahora con mucho gusto. Pero, aquellos que en 1980 sufrieron por mí,
aunque sea poquito, utilizaron el actual artículo mío publicado, tan altamente
criticado, para poner término a lo que ellos iniciaron en 1978. Claro, tengo la culpa.
Tengo la culpa de no retroceder, no callarme, y no amedrentarme.
—¿ Usted considera que la siguen persiguiendo ?
—No sólo a mí. Me negaron el trabajo con los estudiantes en las horas libres. A ellos
los llamaron varias veces al comité del Partido y trataron de persuadirlos para que me
rechazaran como.pedagoga, ellos no lo hicieron. Pero no estoy ya como encargada
del grupo, en eso sí que no tienen poder los estudiantes. Hace poco, por ejemplo,
organizaron una reunión abierta del partido invitando incluso a la gente de la calle y
prestando atención también a la prensa en esta ocasión. Sin embargo, hasta los de las
organizaciones no formales que "penetraron" en ella por ejemplo, los de la llamada
"Unión Democrática", a los cuales considero mis rivales ideológicos, se enojaron por
el modo de realizar la reunión. Yo diría que no sólo me persiguen a mí. Exactamente,
un día después del comentario de la televisión dedicado en parte a mi entrevista con
el periódico "New York Times", mi esposo fue separado del trabajo. Lo hicieron sin
ninguna explicación; decían que no había pasado en el concurso. En el claustro de
profesores le hicieron una sola pregunta "¿Usted consultó con Nina Andreeva?". El
respondió: "Sí". Mi hija fue obligada a abandonar Leningrado...
-¿No significa esto que tanto el Instituto Tecnológico como Leningrado se desligan de
usted, una heterodoxa que ni en su casa tiene paz?
—Sólo en parte, porque el desligamiento del Instituto de mí tuvo lugar en la etapa de
estancamiento y no de perestroika. Sólo en parte, porque aquellos que tratan de saldar
cuentas conmigo, las viejas cuentas, "en nombre de la perestroika", lo hicieron mucho
más activamente "en nombre del estancamiento". Discutiendo, yo comprendo muy
claramente lo que hago.Tendría que decir que soy demasiado audaz si mantuviera que
mi opinión es algo absoluto. Esto no me lo permito. Repito: quise expresar mi
opinión y que no fuera publicada. La verdad nace en las discusiones, así me
enseñaron. Recuérdese de nuestro primer gobierno soviético. En aquel tiempo era el
más educado en el mundo. Y ¿no es verdad que ellos discutían mucho? Discutían. Y
no siempre Lenin ganaba. El aprendía y de él también aprendían. Sin embargo, ellos
tenían un solo objetivo, querían buscar una solución general aceptable. Y ¿cuáles son
los objetivos de los que me están atacando? Crear entre la gente, el pueblo, una
ilusión de uniformidad en la solución de nuestros problemas cuando en eso existe
variedad y contradicciones. Es decir, ¿quieren engañar al pueblo?... En la unidad y
lucha de contrarias está la esencia tanto de la naturaleza como de la sociedad.
¿Porqué nos olvidamos de esto tan pronto pasamos el examen de filosofía?
—Oí que usted en el verano pasado visitó el Cáucaso, Gori, donde nació Stalin...
—Es verdad: quise ver al director del museo Stalin y precisar las palabras de
Churchill, que utilicé en mi artículo y las cuales, no sé por qué, pero mis críticos las
atribuyeron al trotskista Isaac Doicher. De ningún modo: en la revista "Aliado
Británico" de 1959, la cual después de la "guerra fría" comenzó a llamarse
simplemente "Inglaterra", esta cita aparece sin ninguna mención a Doicher. En las
bibliotecas de Moscú y Leningrado precisarlo fue imposible. Allí no existía ese
número de "Aliado Británico" que me hacía falta.
—¿Qué usted desea hoy?
—Quiero trabajar, encontrarme con los estudiantes no sólo en las lecciones de
Química Física. Quiero responder las cartas que me llegan y conversar sin prisa con
todos los que vienen. Hace poco estuvo de visita un obrero de Ural. Muy agitado,
juró que iba a salir del partido: así lo obligan las cosas de la fábrica, me explicó.
Conversamos largo tiempo. Le dije: "Si en cada ocasión de enojo y perplejidad
echáramos a la mesa el carnet de militante del partido, hace mucho que hubiéramos
dejado de respetarnos a nosotros mismos. Somos militantes de un partido no de
mártires sino, de luchadores." Y después llegó la carta de Ural. En ella, felizmente, no
había ni una sola palabra sobre el carné del partido ni sobre ese momento de
debilidad. Reconozco que yo había esperado esa carta con preocupación. En general,
de las cartas y gente que llegan hasta mí, aprendo mucho. Yo misma, incluso, parece
que cambié...
"Kupchinskie Novosti" No. 26-27 Septiembre de 1989, Págs. 2-5
¿CONTINUA LA CRISIS?
Respuestas a las preguntas del "Vecherni Novosibirsk" Para un lector instruido no
hace falta introducción sobre Nina Andreeva, pues hasta incluso la reciente
transmisión de "Vzglyad", esta personalidad era percibida casi como mística. Y aquí
está ella, delante de mí, enemiga tangible y viva de la perestroika. Es interesante,
¿qué piensan respecto a las ciencias sociales los que no quieren ceder en los
principios?
—¿ Cómo usted valora la situación en general?
—Como de crisis. Además, en la sociedad, se refleja que la crisis continúa
promoviéndose y profundizándose. En primer lugar pondría la "degeneración" de los
profesores de ciencias sociales. La acumulación de "mediocridad" avanzó bajo las
acciones de los fenómenos de estancamiento y aquí la perestroika empeoró la
situación. En el pasado, los profesores de ciencias sociales, veían como su tarea el
comunicarse directamente con los estudiantes. Ahora, -en primer plano-, se presentan
las disertaciones, las cuales nadie lee. Nosotros simplemente sacamos a los
estudiantes del marxismo-leninismo en lugar de introducirlos al laboratorio creador
de sus fundadores. Y, por último, la ampliación del derecho de los estudiantes a la
opción de los profesores y cursos deben ir acompañada con el fomento del orden y
disciplina de estudio en las universidades. No hay libertad sin responsabilidad. La
última escasea en las universidades de nuestro país."
—¿Qué puede despertar interés por las ciencias sociales?
—Cuanto más profunda se haga la crisis, tanto más crecerá la demanda de conocer
sus causas y consecuencias. Aquí radica la razón de que el interés por las ciencias
sociales va a crecer. La salida de la crisis se abre a través de la lucha ideológica y
política, la cual, a fin de cuentas, reflejará la confrontación clasista entre los
elementos socialistas y antisocialistas. Por eso, las llamadas a desideologi-zar las
ciencias sociales están diametralmente opuestas al curso objetivo de las cosas. Porque
se trata de la satisfacción de la demanda social. Hace falta leer a los clásicos del
marxismo-leninismo. En verano leí de nuevo las obras de Marx y Engels, sus análisis,
brillantes y maestros sobre las clases, el partido, aplicación magistral de la
explicación dialéctico-materialista de la historia.
—¿ Qué piensa sobre las reformas ejecutadas por el Comité estatal de educación
popular?
—Me parecen incompletas y revisionistas, abren el camino a la desideologización de
las ciencias sociales. En particular, ponen en el mismo lugar a la dialéctica, el "vivo
espíritu del marxismo", con la antidialéctica. La conversión de la historia del PCUS
en historia socio-política del siglo XX podría saludarse, pero me parece más
razonable unir la historia del PCUS no con la politología sino con los problemas del
movimiento obrero y comunista mundial, comenzando desde la I Internacional.
—¿Cuál es, en su opinión, el lugar de las ciencias sociales en el sistema de educación
?
—A las ciencias sociales debe dársele uno de los lugares más importantes en los
centros de educación superior, independientemente de su especialidad. Pienso que la
necesidad de fortalecerla crecerá, pues los problemas de educación civil y política se
agudizarán. Por eso, la anulación de exámenes, paso de curso obligatorio a
facultativos no serán beneficiosos para nosotros. Aquí no cabe jugar al ganapierde. El
mejoramiento de las clases de ciencias sociales, en mi opinión, podrá realizarse sólo
sobre la base teórica del marxismo-leninismo como concepción del mundo, integral y
en desarrollo, de la clase obrera internacional y todas las fuerzas genuinamente
socialistas de nuestra época. Es importante que ellas no se utilicen para el
desmantelaje del socialismo en nuestro país encubriéndose bajo las consignas de la
perestroika11! Es más perjudicial que nunca, me parece, la adaptación a la coyuntura a
la que se atan los sociólogos.
"Vecherni Novosibirsk" 7 de diciembre de 1989, Pág. 3
11En su carta a la redacción de la Revista "Molodaya Gvardiya" para la sección "Problema de todos" Nina Andreeva
escribió: En importante especialista de la historia de nuestro partido se convirtió hoy el "historiador marxista" Roi
Medvedev quien, sin haber sacudido el polvo aunque sea de una sola carpeta de archivo, se atrevió a publicar en los
últimos decenios en el occidente casi treinta libros. El rector del Instituto de Archivo Históricos de Moscú, Yu.
Afanasiev, en sus discursos se caracteriza por declaraciones y valoraciones concentradas que socavan el régimen
soviético y humillan a nuestro pueblo, con lo cual deja perplejos hasta los más conocidos antisoviéticos extranjeros. En
el mismo tema trabaja Yu. Karyakin, investigador del Instituto del Movimiento Obrero Mundial e inventor del "líquido
zhdanoviano". (Yu. Karyakin llamó a Nina Andreeva "Líquido zhdanoviano" insinuando "delicadamente" la profesión
de ella de química).
¿Quisiera saber cuándo es que ellos, los rectores e investigadores científicos, trabajan por sus salarios
propiamente, si incesantemente andan por las ciudades y aldeas y sin disminuir la atención al extranjero? Sus
"sensacionales" materiales publicados por las revistas y comentados en las lecciones públicas organizadas por los
cooperativistas los llevan no solo al honor entre la gente sino también favorecen el super éxito financiero de los
"iniciadores" que es muy, muy impresionante. (Revista "Molodaya Gvardia", No. 7, 1989, Pág. 276)
NO HA SIDO AHOGADA LA ASPIRACIÓN A LA VERDAD
En nuestro país, hoy día, todos -del Secretario General a los secretarios de las
organizaciones de base, del ministro al obrero, del académico a la asistente de un
laboratorio-, de manera intangible examinan su lealtad al marxismo-leninismo. No
todos los que ocupan las altas posiciones, grados y títulos académicos, laureados o
ganadores de las condecoraciones estatales pasan con éxito la prueba. No es raro que
muchos, acostumbrados a jurar vanamente lealtad a la concepción científica y
proletaria del mundo se paren objetivamente en el lado opuesto de la barricada
histórica que yace entre los trabajadores y los holgazanes. Se encontraron bastante de
tales personas que buscan el socialismo en Dinamarca y Suecia, quienes
"ennoblecen" el hitlerismo, poniendo el signo de igualdad entre él y el "socialismo
feudal". El pluralismo muy poco socialista abrió la esclusa a través de la cual salen en
torrentes conceptos ideopolíticos destructores, preñados de calamidades para la gente
de trabajo. Seria preocupación por el destino de la patria sienten muchos y muchos
soviéticos, una parte de ellos se dirige a mí. Siendo imposible responder a cada uno
(pese a que quisiera hacerlo), me vi obligada a enviar una carta, en abril de 1989, a la
redacción de la revista "Molodaya Gvardia"12! que salió en el número 7 de este año.
Sé bien que no pudo ser fácil para los editores, de esa revista juvenil decidirse a
publicarla, considerando la experiencia del periódico "Sovietskaya Rossiya".
Inmediatamente sobrevinieron reacciones de "Ogonyok", "Moscovskie Novosti",
radio "Libertad" y una serie de órganos de prensa occidentales. Responder a esas
críticas lo considero mi deber civil y partidista.
Entre los primeros en expresar su opinión respecto a mi carta aparecida en
"Molodaya Gvardiya" estuvo el diputado del pueblo, doctor en Ciencias Económicas
Gennadi Lisichkin conocido "arquitecto" de la actual reforma económica. En su
artículo "Nina Andreeva Pro y Contra", publicado en "Moskovskie Novosti" (No 33,
13 de agosto de 1989), hizo intentos interesantes de analizar las causas de la "justeza
del optimismo" de los partidarios de mi punto de vista. Desgraciadamente, el
eminente sabio mantuvo aseveraciones que no lo ennoblecen.
Pero, lo que es mucho más importante en Lisichkin es que se puede estar de
acuerdo con muchos de los planteamientos de su artículo. En lo que a mí se refiere,
incluso podría suscribirme a algunos de ellos. ¿Quién, por ejemplo, se pondría a
refutar al Doctor en Ciencias Económicas cuando dice "que la experiencia mundial
demuestra que bajo estrategia y táctica de desarrollo económico correctamente
elegidas los resultados son visibles inmediatamente"? O, ¿quién niega la añoranza
que apareció hace mucho tiempo en nuestro país "por políticos que posean propia
cara y opinión en todos los asuntos importantes y que no las cambien cuando surge
12En la carta "La glasnost obliga", Nina Andreeva pregunta: "¿No es tiempo pam detener la actividad de los
seudopartidarios de la perestroika?". Es poco probable qik; ellos se limitaran a hacer "bombardeos con boletines" en las
campañas electorales. Sobre esto hacen reflexionar los acontecimientos de las repúblicas soviéticas del Báltico,
Armenia y Georgia. ("Molodaya Gvardiya", 1989, No. 7, Pág. 277)
una oportunidad cómoda"? Semejantes coincidencias de la autora de la carta
publicada en "Molodaya Gvardiya" y su crítico podrían continuarse enumerando,
pero más importante es detenernos en las cuestiones problemáticas planteadas por él.
Es comprensible el rechazo del creador del modelo del "socialismo de mercado" al
tradicionalismo de los "antimercadistas". Hoy, como a los últimos no les permiten
salir en la prensa no se corre ningún peligro atribuirles igualdad injustificada,
infundada denigración de arrendamiento y cooperativistas y muchas otras cosas que
son incompatibles con la "ciencia alta", la cual durante estos cuatro años hizo
bastantes esfuerzos para convertir "algunos fenómenos de crisis" del período de
estancamiento en una profunda crisis económica, social, política e ideológica del
presente. Además, la ocasión dio al Doctor Lisichkin la posibilidad de ajustar cuentas
científicamente con igualdad de derechos, con los puntos de vista del
"antimercadista" Yakushev, cuyo interesante artículo "¿Hace falta el Comité
Extraordinario de Toda-Rusia para la perestroika?" fue publicado en el mismo
número de la revista que mi carta.
El diputado del pueblo me acusó de que yo ennoblezco no sólo el pasado sino
también el presente, sacando un extracto de mi carta aparecida en "Molodaya
Gvardiya" abreviada de antemano. A esta conclusión contribuyó el hecho de que dado
que era larga para la "plaza" de la revista, la Redacción, con mi consentimiento,
extractó un poco mi carta. En particular, esa parte abreviada tocaba las carac-urísticas de ciertos aspectos de la "revolución nacional" en Hungría en 1956 y de la
"primavera de Praga" en Checoslovaquia en 1968.
Este ardiente "soldado de choque de la perestroika" claramente se pasó de la raya
al aseverar que propongo no dramatizar la crisis económica que ahora es bastante
seria. Asimismo, habiendo "dramatizado" de manera maestra la situación económica,
Lisichkin demanda a los lectores que comprendan "que todas esas insuficiencias son
resultado no de la perestroika sino de cosas acumuladas en los quinquenios
anteriores". Pero ¿qué hacer con la aseveración suya de que bajo una estrategia y
táctica de desarrollo económico elegidas estrictamente, los resultados se hacen
visibles inmediatamente"? Según el calendario, estamos en el quinto año de la
perestroika! De ahí sus intentos de salvar frente a las críticas a sus colegas
economistas cuyas recomendaciones, según parece, "no se realizan o es que se
realizan de tal manera que desacreditan la misma idea". En otras palabras, toda la
culpa la tienen el Consejo de Ministros, el Comité Estatal de Planificación, los
ministerios y los órganos económicos, los cuales no se apresuran en hacer realidad
los proyectos de oente como Shmelev, Aballan y Zaslabski. Y quizás, los dirigentes
ele la industria, agricultura y ciencia y de órganos de gestión, que no perdieron el
sentimiento de responsabilidad por el destino de la patria, al sentir en la práctica lo
funestos que son para el país los proyectos de los actuales economistas-reformadores,
no permiten a experimentados jurados destruir definitivamente las cosas, hacer
descarrilar definitivamente la economía del país y, de paso, la esperanza del pueblo
sobre el éxito de la perestroika socialista.
Con gran interés, los lectores de "Moskovski Novosti" supieron por el artículo de
Lisichkin que hoy por hoy, la deuda estatal en nuestro país llega a 312 000 millones
de rublos (!). Pero, desgraciadamente, el autor no señaló que una tercera parte de esta
suma gigantesca constituye el "logro" del último año de la perestroika aunque la
acumulación del déficit de los presupuestos anuales comenzó desde los comienzos de
la década de 1980. Es muy curioso el intento del respetado erudito por defender el
honor de los representantes de la "economía de mercado" pretextando las represiones
de los años 30. Esta tendencia, subraya él, "fue perseguida, como fueron perseguidas
en su tiempo la genética y la cibernética, dado que los burócratas necesitaban no a los
eruditos, sino a los aduladores-lacayos de ciencia". Sin embargo, desde entonces ha
transcurrido medio siglo. ¿No es que los honorables profesores y académicos
economistas tratan de imitar a aquella vieja del proverbio popular que hasta los 80
años de edad siguió diciendo que era una huérfana? Si el diputado del pueblo
considera que la economía de "socialismo de mercado" representada por él y sus
colegas, por alguna razón, no pasa de ser diletantismo con pantalones cortos,
entonces, ¿por qué en calidad de "precursores" con sus recomendaciones inducen al
gobierno y pueblo a errores?
Estoy plena y totalmente de acuerdo con el diputado del pueblo cuando escribe:
"No hay nada de que alegrarse si me dijeran de una catástrofe el mismo día que
ocurre y no dos o tres meses después... Todos podrán alegrarse si después de la
constatación secreta de los hechos negativos se toman medidas rápidas y efectivas".
Aquí se presenta la cuestión sobre los efectos prácticos de la glasnost, cuyo
significado es difícil exagerar. Pienso que estamos muy lejos de una posición de
resolver este problema. En mi carta a "Molodaya Gvardiya" se planteó la cuestión
sobre el valor informativo de la glasnost en sus aspectos gnoseológicos (ser fiel a la
verdad, autenticidad, capacidad de demostración) y morales (responsabilidad social),
las cuales, en nuestras condiciones, son asuntos de extraordinaria actualidad para
algunos de nuestros órganos de prensa. Desgraciadamente, mi estimado crítico
consideró posible eludir este punto que me parece muy importante.
En conclusión, me queda agradecer al doctor en Ciencias Económicas y a la
Redacción de "Moskovski Novosti" por la atención dispensada a mi carta en
"Molodaya Gvardiya". Sólo con gusto se puede señalar que el diputado del pueblo
Lisichkin no se denigró a sí mismo usando etiquetas infundadas contra la autora
criticada aunque mantiene posiciones "diametralmente opuestas a las de la gente que
fortalecen a Andreeva y sus partidarios".
Completamente de otro carácter es el artículo "Enfurecida Crítica a Gorbachov"
insertado en el número 33 de "Ogonyok". Con el agradabilísimo objetivo de "poner
fin a los chismes y puros inventos", S.M. Lyamkin, que preparó este artículo agradece
con humildad al corresponsal del "Washington Post", David Remnick, "que
transmitió el texto de la conversación mencionada". Todavía es difícil juzgar a quién
pertenece esta manera de cowboy si al propio entrevistador o a los traductores o
redactores de "Ogonyok"13. Es difícil decir aquí quién tomó prestado de quién un sin
número de fantasías que lo tergiversan todo, incluso mis datos biográficos,
envileciendo una conversación seria hasta un nivel de sensaciones infundadas y me
atribuyen aseveraciones inhabituales y que se consideran en nuestro país indecorosas,
aunque en la prensa norteamericana se usan ampliamente. El propósito de semejante
escrito, en mi opinión, puede ser sólo uno: presionar y liquidar moralmente a una
persona. Es característico que David Remnick que me pidió varias veces que le
concediera una entrevista, en su primer trabajo sobre esta única entrevista mía con él
"Nueva organización política soviética que se pronuncia por el retorno a los ideales
comunistas" ("Washington Post" 28 de junio de 1989) en lo fundamental presentó
objetivamente los puntos de vistas de su interlocutora14.
Negar, corregir, precisar la infinidad de inventos, tergiversaciones y amaños del
artículo de "Ogonyok" no sólo carece de perspectiva y sentido, sino también resulta
innecesario. La mentira, si es verdad que la única cosa que se puede hacer es
asesinarla, tiene la peculiaridad de que muere sola dado que no tiene bases vitales en
la realidad. Sin embargo, para que al lector de "Ogonyok" no le surja la impresión de
que en la entrevista se habló sólo sobre rock-and-roll, arte culinario, "espías
cosmopolitas", opiniones secretas de "líderes de Kremlin", "animalidad sexual" de los
hombres y el infame "problema judío" en la URSS y que el "tema superior" fue la
cuestión de que "Estado es ante todo orden", considero necesario hacerle conocer
ahora algunas de mis respuestas a las preguntas presentadas la víspera por teléfono
por el corresponsal norteamericano. Esas respuestas fueron grabadas por él.
Conociéndolas será posible que los que deseen puedan formular su opinión sobre el
contenido del artículo de "Ogonyok" y juzguen su objetividad. Aquí están las
preguntas y respuestas.
—¿ Cómo usted valora la situación en el país y los resultados del primer Congreso
de diputados del pueblo de la URSS?.... ¿Se puede considerar el actual curso de la
perestroika como aceleración del desarrollo de la sociedad soviética?
—Considero que no. Más bien ocurre lo contrario. Nuestros éxitos de perestroika
son tan pequeños y miserables que sobre ellos no se habló en los discursos
pronunciados por los diputados del pueblo en el Congreso. En lugar de éxitos, se
habló de fracasos, errores y la agitación causada por ellos, y fueron analizados, desde
todos los aspectos y con bastante frecuencia, incluso con regocijo.
De hecho, acaso, ¿pueden no desilusionar a la gente un mayor atraso del desarrollo
de la base material y técnica por la introducción de nuevas técnicas y tecnologías, el
13El periódico "Novoye ruskoye slovo" (Nueva York) publicó el 4 de agosto de 1989 la traducción del artículo de D.
Remnick como "conversación del corresponsal norteamericano con la principal stalinista soviética", lo cual permitió
juzgar que los traductores y redactores de "Ogonyok" se esforzaron tesoneramente para intensificar el estilo denigrante
del señor Remnick.
14Como se conoció más tarde, sobre la base de esta única conversación, David Remnick, pudo participar en el
congreso sionista en Moscú un mes después, el 18 de julio de 1989, de su segundo artículo "Enfurecida crítica a
Gorbachov".
crecimiento de la "economía sumergida", de mercado "negro", especulaciones,
ampliación de esferas de ingresos no ganados con el trabajo y deformaciones en la
construcción de las cooperativas un déficit del presupuesto estatal no visto ni en los
años de guerra y la gran deuda externa, inflación galopante, pérdida de valor del
rublo, rebaja del nivel actual de vida de los soviéticos, de los cuales 43 millones
viven por debajo del límite de pobreza, la legalización de los llamados "millonarios
socialistas" y hombres de negocios, cuyos medios de circulación financiera penetran
en las esferas de prioridad estatal y deforman la economía?
En los últimos años, nosotros claramente contribuimos a la crisis del movimiento
mundial obrero y comunista, y complicamos la situación en el sistema socialista de
otros Estados. Están sumergidas en profunda crisis Polonia y Hungría donde, como
indicara correctamente el secretario del CC del Partido Comunista Checoslovaco, Yan
Poitik, se enterraron no sólo a Imre Nagy, sino también, el comunismo. A tal seudoperestroika nos apresuramos objetivamente a empujar a la RDA, la República
Socialista de Checoslovaquia y Bulgaria.
Todo esto trae como resultado que el PCUS gradualmente pierde el papel de
vanguardia en los movimientos revolucionarios y comunistas del mundo. Intentamos,
según parece, traspasar ese papel al Partido Comunista de China cuyos líderes desde
hace tiempo aspiran a esto. Pienso que particular declaración de ellos sobre esto ha
sido la supresión resuelta de las acciones contrarrevolucionarias en Pekín, destitución
de la dirección china y denuncia a aquellos que mostraron mucha indulgencia a las
acciones ilegales destructivas en la plaza Tiananmen.
La situación en nuestro país confirmó lo justo de la aprensión expresada por mí en
relación al sentido de la aseveración de Gorba-chov que dijo que en el proceso de la
perestroika primero nosotros debemos "sacudir el árbol viejo, después arrancarlo de
raíz, cultivar un nuevo bosque y recibir las frutas" ("Pravda", 25, 9, 1988). Tal
señalamiento de sacudir el socialismo y "desarraigar" su raíz, por lo visto, estimuló a
O. Shabada, un sovietólogo norteamericano, a declarar en la "mesa redonda" de la
revista "Ogonyok" que "si Gorbachov triunfa, en la URSS triunfa el capitalismo". El
redactor de la revista y sus colegas ni trataron de objetar tal interpretación de la
perestroika, la cual resultó que les vino al pelo.
De esta manera, con la perestroika en nuestro país se formaron y aparecieron dos
procesos que son contrapuestos y que se excluyen por su contenido, esta
contraposición determina el carácter y perspectiva de la situación política y socioeconómica en el país. Y no sólo en el nuestro.
Repito, es precisamente contraposición y no coexistencia, no consolidación, no
armonía, no "enriquecimiento recíproco" como aseveran nuestros "neoliberales
burgueses". Nuestros "maestros espirituales" subrayan la contradicción de los
procesos y tendencias de la perestroika pero, haciendo esto, tratan de encubrir a las
fuerzas realmente contrapuestas, borrar el contenido social en ellos, reemplazar este
contenido con la contraposición de "stalinistas" y "antistalinistas", sionistas y
antisionistas, rusófilos y rusófobos, "conservadores" y "revolucionarios",
"demócratas" y "burócratas", "izquierda" y "derecha", nacionalistas y chovinistas,
etcétera.
En realidad, en la escena de la lucha socio-política en el país, por un lado, están las
fuerzas antisocialistas que son relativamente poco numerosas, pero bien organizadas,
hábiles en la demagogia y que tienen apoyo del extranjero y de los elementos
revisionistas en todos los niveles del aparato del partido y el Estado; y por otro, las
grandes masas de gente para las cuales son valiosas la opción socialista y la
perspectiva comunista del país.
Los últimos constituyen la mayoría absoluta, pero están dispersos, no organizados,
y son objeto de las presiones ideológicas de los propagandistas de la plataforma
antícomunista que ocuparon una parte significativa de los medios de información
masiva. Son desorientados además por las posiciones inconsecuentes del aparato
partidista-soviético desmoralizado. Protesta espontánea de la "mayoría callada" no
son solamente las acciones masivas contra los cooperativistas, sino también las
numerosas huelgas en casi todas las regiones del país, que frecuentemente se
convierten en huelgas políticas, lo que se expresó en especial en las repúblicas
bálticas, en las cuencas carboníferas del país y en las actividades de interfrentes.
Me permito agregar algo a la respuesta dada al corresponsal norteamericano.
Nuestros "precursores de la perestroika" aman flirtear con la dialéctica,
reemplazándola con frecuencia por vulgar evolucionismo. Del "vivo espíritu del
marxismo" ellos eliminan sigilosamente aquella ley que Lenin llamó núcleo y esencia
de la dialéctica: precisamente, la ley de la unidad y lucha de contrarios.
Tomemos a la perestroika como una etapa regular del desarrollo de nuestra
sociedad. En los primeros dos años el proceso marchó como una corriente única, que
prácticamente no conocía adversarios, contradicciones ni dudas. Sin embargo, para
los finales de 1987 aparecieron las diferencias en los puntos de vista en particular en
lo concerniente a la valoración del pasado socialista del país. En adelante, esas
diferencias comenzaron a tocar la actualidad y revistieron un carácter muy esencial,
despertando inquietud y aprensión de los soviéticos. Las aprensiones se reflejaron en
mi carta insertada el 13 de marzo de 1988 por el periódico "Sovietskaya Rossiya".
Los acontecimientos subsiguientes confirmaron que no han sido de ninguna
manera infundadas. Usando la terminología filosófica, se puede decir que las
diferencias surgidas en el seno de la perestroika, ahora "se agudizaron hasta
convertirse en contraposiciones" que revisten un carácter antagónico y de mutua
exclusión. Son incompatibles el mayor desarrollo del socialismo y la instauración de
cualquier forma de capitalismo, los intereses de los millonarios criados en el país y de
los nuevos ricos cooperativistas con los de las amplias masas trabajadoras; los.
explotadores y explotados, opresores y oprimidos, nacionalismo e internacionalismo;
patriotismo y cosmopolitismo, y muchas otras cosas que trata de hacer aquella gente
que se autodeno-mina presuntuosamente como seguidores y discípulos de Lenin. Sólo
la lucha ideológica y sociopolítica determinará por qué cauce avanzará la corriente de
la perestroika. Esta misma batalla emerge objetivamente como la fuente y fuerza
motriz de las transformaciones en nuestra sociedad, y fundamento para la perspectiva
de su ulterior desarrollo. Sin embargo, basta con las teorías... pasemos al texto de la
entrevista del 24 de junio de 1989.
Las tendencias antagonistas del proceso de la perestroika que se tergiversaron por
los medios de información masiva se reflejaron de la misma manera tergiversada en
los debates del primer Congreso de los diputados del pueblo de la URSS. Ya cuando
se preparaba este congreso la llamada "fuerte minoría democrática" se formó y
elaboraba su programa. En ella entraron fundamentalmente los diputados de Moscú,
Leningrado, de la región báltica, Moldavia y algunas otras regiones. Algunos de ellos,
para intercambiar experiencias con el parlamentarismo burgués lograron visitar antes
del congreso a otros países y recibieron en el occidente "deseos" merecidos. Al pie de
la letra, desde el primer momento del congreso se esforzaron, no sin éxitos, para
tomar las riendas de la iniciativa. Lograron ocupar el 60 % del tiempo de debate, lo
que, naturalmente, no concordaba ni con el número de ellos en el congreso ni con la
base social de la sociedad que representan.
La ironía del destino consistió en que nuestros medios de información comenzaron
a llamar "izquierda" a los ideólogos "de la fuerte minoría democrática". Sin embargo,
es sabido que en el movimiento obrero y comunista internacional, a las figuras que
traicionan a su clase, que se alejan de las posiciones científico-proletarias y se
pronuncian por el modo de vida y relaciones burguesas, las han calificado siempre
como oportunistas de derecha y revisionistas. A ellas pertenecen aquellos líderes que,
de una manera u otra, con sus posiciones "flotantes" muestran mucha indulgencia a
los renegados.
Como se ve, estos criterios no son palabras sino hechos y, a fin de cuentas, el
vector de aspiraciones socio-políticas. Por eso la "fuerte minoría democrática", la
cual Sajarov prometió convertirla pronto en mayoría, por sus orientaciones es de
oportunismo de derecha. Calificar de "derecha" a la mayoría del congreso que
defiende el socialismo y las orientaciones comunistas de la perestroika, en esencia, es
provocador. ¿Cómo se puede llamar "derecha", por ejemplo, al ex soldado
participante en Afganistán, al secretario del comité del Komsomol en la ciudad de
Cherkasld, al diputado Ser-guei Cherbonopiski, cuyo principio vital es "Potencia,
Patria, Comunismo"? A Eltsin, sí que se puede incluir con toda seguridad en las filas
de los de derecha y el llamado "eltsinismo" engendrado por él calificarlo de
politiquería aventurero-demagógica y autoritaria.
—¿ Cuál de las dos tendencias contrapuestas logró la victoria en el primer
Congreso de diputados del pueblo?
—Pienso que ninguna de las dos logró una completa victoria. A simple vista la
"fuerte minoría democrática" obtuvo muchas cosas. Utilizó con éxito la más alta
tribuna del país para la propaganda de sus ideas restauracionistas. Presionados por
ella sufrieron cambios "a la derecha" algunas formulaciones políticas, y sus
integrantes ocuparon puestos en el Soviet Supremo, sus comisiones y en el gobierno.
Sin embargo, no tuvieron suficiente energía cinética para un cambio substancial
planeado a la derecha. La energía potencial del socialismo en las masas en su
conjunto resultó ser insuperable para los "precursores". Y esto no es casual. Pese a
todas aquellas pérdidas, los setenta años posteriores a Octubre han creado una nueva
"calidad de masas", a la cual es imposible superar fácilmente con la manipulación de
la conciencia de la gente de trabajo.
La experiencia histórica demostró que el paso de la propiedad individual de los
medios de producción a la propiedad social, es posible sólo a través de la dictadura
del proletariado, Estado obrero-campesino que se presentó, se presenta y se
presentará en las más diversas formas. Es ingenuo pensar que el retorno de la
propiedad a manos privadas es posible sin las estructuras políticas cuya esencia es la
dictadura neoburguesa, del interior del país, cuya formación ahora en nuestro país
avanza exitosamente. Los "maestros espirituales" perfeccionan también la plataforma
ideológica del nuevo sistema político anatematizando la propia concepción de
ideología. Todo parece indicar que esperaban que el Congreso de diputados populares
de la URSS celebraría el paso a la dictadura de ellos, la cual podría ser de forma
democrático-burguesa o autoritaria. La última les infunde temor no sólo porque
puede tomar formas extremas sino por la nebulosa respuesta a la pregunta: ¿en manos
de quién caerá el poder? Este temor frecuentemente se hizo sentir en los discursos de
ellos. (Se observó mucho este temor además en los subsiguientes mítines
presuntuosos de los "frentes populares" y "uniones democráticas").
En otras palabras, la "minoría liberal", a simple vista, parece haber ganado, pero,
no logró su principal objetivo estratégico, lo que lamentan tan emocionadamente sus
representantes. Me permito presentar aquí una analogía histórica con la batalla de
Borodino de 1812, la cual a fin de cuentas fue la victoria del ejército ruso pese a que
retrocedió y abandonó a Moscú. Pienso que se puede valorar de la misma manera el
Congreso de diputados populares donde la victoria fue de las fuerzas socialistas sanas
de la sociedad a las cuales de todas maneras no pudieron lograr imponer las
concepciones "neoliberales" de restauración del capitalismo. Además, en la
conciencia social de los soviéticos en todas partes ocurrió un viraje en sentido de
comprender el peligro que se cierne sobre el socialismo y la perspectiva comunista
del desarrollo de la humanidad.
Primero que otros se percató la intelectualidad de Moscú sensible a la coyuntura,
que puso en circulación palabras tales como "abalkanización" y "señor-popovización"
de la economía, y "gelmanización" y "grossmanización" de la cultura. Se despertaron
del letargo los cuadros del partido y soviet, se activaron los teóricos de la economía
antimercado, a quienes no se permite expresarse en la prensa. Pero, las amplias capas
del pueblo comenzaron a comprender que de nuevo el país va hacia una lucha de
principios de ¿quién es quién? Como fue en los primeros decenios del poder
soviético. De ahí que cambien las preguntas que se presentan en las aulas, las
valoraciones de los políticos y los contenidos de las cartas que se envían a las
redacciones. Aparecen nuevas sociedades como Frente unido de trabajadores y la
Sociedad de toda unión "Edinstvo-por el leninismo e ideales comunistas". Se liberan
de las "enfermedades infantiles", se reestructuran y maduran las sociedades y
asociaciones patrióticas.
Esto y muchas otras cosas hacen hoy posible declarar: la restauración del
capitalismo en la URSS no se sostendrá y la contrarrevolución trepadora no pasará.
¿En qué me basé, al hablar sobre todo esto a mi "huésped" David Remnick,
corresponsal en Moscú del influyente periódico norteamericano con el cual consentí
encontrarme después de su obstinada petición en cuatro ocasiones? Ante todo, en el
crecimiento agitado de la conciencia política de los trabajadores quienes hoy
reflexionan seriamente sobre las perspectivas inmediatas y de largo alcance del
desarrollo de su país. Máximo Gorki amaba repetir: "tan sólo que la gente comience a
pensar, siempre llega hasta la verdad".
C. Leningrado, "Molodaya Gvardiya", No. 2, 1990.
*
*
*
La cátedra de periodismo de la Escuela Superior del Partido en Moscú se dirigió a una serie de políticos, científicos
y escritores con las siguientes preguntas:
1.¿Cuál es su posición personal con respecto a la glasnost? ¿Cómo usted la comprende? ¿Cuáles son, en su opinión, las
señales, los criterios e indicadores de ella? ¿Basándose en qué fundamentos se puede juzgar el estado actual de la
glasnost?
2.¿Qué puede decir sobre el desarrollo de la glasnost después de abril de 1985? ¿Avanza uniformemente o no? ¿Se
puede hablar de algunas etapas en su desarrollo? Si su respuesta es positiva, ¿en qué radica su peculiaridad?
3.¿Cuáles son los nuevos aspectos que revistió la glasnost después de la XIX Conferencia Nacional del Partido? ¿Tuvo
algún efecto real la Resolución de la Conferencia del Partido sobre la glasnost? ¿Cuál es el papel de los órganos del
Partido, entre ellos los supremos y, en general, del Partido, en el desarrollo de la glasnost?
4.¿Hacen falta hoy para la glasnost algunas limitaciones o es que ésta es algo tan bueno que no puede causar ninguna
pérdida? ¿Es posible que la gente pueda utilizar la glasnost en perjuicio de sí misma? ¿No es que tienen lugar
semejantes fenómenos en algunas regiones del país? ¿Cuál es la tendencia general del desarrollo de la glasnost en
nuestra sociedad? ¿Cuáles son sus perspectivas? ¿Qué hay que esperar, en qué hay que confiar, preocuparse de qué?
5.¿Cuáles son las posibles garantías para asegurar la irreversibili-dad en el desarrollo de la glasnost? ¿Cuándo, en qué
condiciones, más o menos en qué año, la glasnost podrá hacerse realmente una norma de vida en nuestra sociedad?
Respuestas de 64 figuras importantes fueron publicadas en la colección "Destino de la glasnost - destino de la
perestroika". Entre ellas estuvieron las respuestas de Nina Andreeva "Camino a la verdad, pero no la verdad en sí
misma".
CAMINO A LA VERDAD, PERO NO LA VERDAD EN SI MISMA
Antes de expresar mi punto de vista sobre las cuestiones presentadas, considero
indispensable señalar que en estas preguntas el problema de la glasnost aparece de
manera abstracta, distante de los asuntos cardinales económicos y otros de la etapa
actual de la perestroika y prácticamente no está ligado con la interpretación leninista
de la democracia socialista. De esta manera, quiera o no, se elude el problema de que
la glasnost es en esencia un fenómeno de superestructura, ante todo, de carácter
moral-político lo que es siempre condicionado, a fin de cuentas, por los procesos de
base. Pienso que la actitud abstracta en la comprensión de la glasnost posibilita
alejarse de los aspectos alternativos a la interpretación liberal-burguesa y científicoproletaria de la glasnost, los cuales constituyen la esencia de la cuestión discutida.
Semejante actitud puede hacer que la glasnost pierda el carácter clasista-partidista
que siempre le ha sido inherente en las diferentes etapas de la vida histórica de la
gente. Teniendo en cuenta estos elementos me per-mi lo responder someramente,
según las posibilidades, a las preguntas.
1. Pienso que la glasnost constituye el elemento de mayor importancia en
cualquier sistema democrático y juega la función de medio, modo e instrumento de
solución de los problemas socio-económicos e ideo-políticos. Glasnost significa
plenitud, profundidad y amplitud de información de la gente, pluralismo de opinión
que permite comparar, cotejar y valorar sus posiciones y opiniones, libertad de
palabra, ausencia de "temas prohibidos" y "zonas cerradas" para crítica y autocrítica y
la aspiración de liquidar "lagunas" en la historia y el presente. La importancia de todo
esto es difícil de sobreestimar. Sin embargo, considero que, después de todo esto, no
puede existir la glasnost para la glasnost. La glasnost hace falta para lograr mejores
resultados en la solución de los problemas sociales concretos. Pienso que los
resultados en la solución a tales problemas, constituyen el indicador de la eficiencia
de la glasnost.
2. A mediados de los años 80 en nuestra sociedad se habían acumulado
fenómenos que amenazaban el ulterior desarrollo del socialismo. Sobre sus causas
repetidas veces se habló en los documentos del partido, entre ellos, las decisiones del
XXVII congreso del PCUS. Una de ellas fue la insuficiencia de glasnost en nuestra
sociedad, la cual tenía no sólo marcos hechos artificialmente por el estancamiento
sino un carácter sumamente parcial y unilateral. En otras palabras, no favorecía a los
éxitos en la elaboración y toma de decisiones en los campos de la economía, la
política, la cultura, la ciencia y la ideología. Después de abril de 1985, comenzó una
nueva etapa en la historia del país, y la plena realización de la glasnost fue
proclamada
como
uno
de
sus
objetivos.
¿Hace falta distinguir algunos períodos y etapas peculiares en el desarrollo de la
glasnost después del pleno de abril del CC del PCUS (1985)? Creo que no. El plazo
fue demasiado corto. Aunque pienso que se podrán distinguir algunos jalones en ese
camino de glasnost. Una muestra, junto a otras cosas, es mi experiencia personal y las
de otros camaradas que habían caído en situaciones semejantes a la mía.
El 13 de marzo de 1988 salió mi carta en el periódico "Sovietskaya Rossiya", en la
que intenté expresar mi angustia respecto a una serie de fenómenos ocurridos en la
sociedad. Hoy, con toda responsabilidad puedo decir que me apoyé en los principios
del marxismo-leninismo comprobados por la experiencia de los pueblos (necesidad
de un enfoque clasista y partidista, concreto e histórico, a los fenómenos del presente
y el pasado, del papel decisivo de la clase obrera y su partido leninista en la
construcción socialista y la perestroika, de dialéctica de lo clasista y lo universal, de
lo nacional y lo universal, etc.). Me apoyé en los documentos básicos del partido y el
Estado, discursos de los camaradas Gorbachov, Ligachov, Chebrikov, Yakovlev y
otros
dirigentes.
Dos días después de publicada la carta, "No puedo ceder en los principios", me llamó
por teléfono uno de los directores del filme sobre S. M. Kirov mencionado en ella
("Tiempos de esperanzas"), A. Dinkevich para decirme que me iban a echar una
"reprimenda a través del periódico central 'Pravda' y que 'Sovietskaya Rossiya' se
desligaría de mí". Traté con ironía esta declaración pero pronto resultó inútil. El 5 de
abril apareció en "Pravda" el artículo, "Principios de la perestroika: carácter
revolucionario de mentalidad y acción", en el cual, siguiendo a las emisoras
occidentales me declaraban creadora "de la plataforma ideológica y manifiesto de las
fuerzas anti-perestroika" y me ponían muchas otras etiquetas expresivas. Semejantes
calificativos eran claramente un exceso para caracterizar la carta de una simple
profesora de universidad, que se decidió por primera vez a compartir con los
compatriotas en el periódico central el dolor, la angustia y las dudas.
Un día después de la publicación del artículo en "Pravda", A. Dinkevich me
telefoneó de nuevo para ver si "yo estaba desmoralizada o no". Al recibir una
respuesta negativa y bastantes preguntas, Arkadi Abramovich precisó que ellos, o sea,
según me dijo, él, Shatrov, Rybakov, Geliman, Samsonov, Tovstonogov, y otros
representantes de la intelectualidad élite habían "organizado" su carta a "Pravda", la
cual se hizo armazón del así llamado artículo de la Redacción. Para que no me
desanimara, el director de cine me calmó diciendo que "no me irían a encarcelar". No
obstante, después del 5 de abril comenzaron el pleno "desenmascaramiento" de mis
"actividades anti-perestroika". Así es que desde hace dos años los "maestros
espirituales" utilizan diversas tribunas, incluso las más altas, para difamarme y
humillarme. Habiendo perdido todo sentido de realidad, incluso demandaron a los
delegados de la Conferencia Nacional del Partido y los candidatos a miembros del
Soviet de diputados del pueblo de la URSS que expresaran "qué plataforma ellos
apoyan: gorbachoviana o ninandreeviana". Fue más lejos el escritor Viktor Konetski
quien en su éxtasis de alocusión ante millones de televidentes me llamó "mujer de la
casa pública". Juzguen ustedes mismos, qué tipo de "glasnost" y el nivel de
moralidad de sus principales heraldos en los medios de información masiva.
Después que salió en "Sovietskaya Rossiya", se divulgaron extrañas versiones en
relación con la paternidad de carta. Y nadie se esforzó en refutar los inventos pese a
que esos textos míos yacían en una serie de redacciones, entre ellas, en la del
periódico "Pravda". En relación con esto me sorprendió su redactor principal quien en
el programa de televisión dedicado al Día de la Prensa "descubrió" que "esa mujer",
pese a todo, es real. Pienso que dado que en la redacción tenían mi dirección y el
número de teléfono no habría sido difícil convencerse de que la autora de la carta
crítica enviada a "Sovietskaya Rossiya" no era un mito. Todos mis esfuerzos para
lograr que se publicara mi respuesta al artículo de "Pravda" resultaron inútiles. No me
respondieron. A pesar de que se trataba de la tergiversación de la única cita que hice
en mi carta y de la aclaración de que las caracterizaciones de Stalin mencionadas por
mí pertenecían realmente no al trotskista, Isaac Doicher sino a Winston Churchill,
hecho testimoniado por "Britanski soyuznik" y otras publicaciones, ellos no
respondieron.
El debate sobre el artículo de "Pravda" revistió un carácter unilateral. Recibí más de
seis mil cartas de los lectores diametralmente opuestas a su contenido, entre las
cuales hubo más de 700 copias de artículos escritos para los periódicos centrales, que
exponen una posición semejante a la mía. En ellos no habían ni llamamientos al
sistema pluripartidista, ni a la disolución de los koljoses y sovjoses ni a la propiedad
privada ni a la salida de la URSS. Sus autores eran veteranos de guerra, jóvenes,
fundidores, mineros, ingenieros y científicos, generales y almirantes, héroes de la
Unión Soviética y del trabajo socialista participantes activos en la perestroika. Pienso
que el artículo "Principios de la perestroika: carácter revolucionario de mentalidad y
acción" no sólo demostró el bajo nivel teórico de sus autores sino que también se hizo
un jalón significativo en el despliegue de la orientación de la glasnost. Otro jalón
semejante fue la XIX Conferencia Nacional del Partido.
3. Apoyo y comparto todas las posiciones de la resolución de la Conferencia del
Partido "Sobre la glasnost". Gracias a ella pude lograr responder a través de
"Moskovskie Novosti" a los ataques críticos (por no decir otra cosa) de M. Ulianov y
A. Dinkevich. Verdad que no pude eludir ir a pasar a los "cestos" de las redacciones
donde no tanto negaban mis conclusiones como creaban nuevos embustes y chismes.
Y parece que no fue casual que más tarde M. Ulianov se preguntara en el periódico
"Volzhski abtostroiteli": "¿qué hacer con Nina Andreeva y los que son como ella?".
¡Lo tienes merecido, Glasnost! "Smena" de Leningrado, sin quedarse satisfecho con
la aplicación de fabulosas etiquetas sobre mí publicó un tríptico provocativo. En el
centro se puso mi retrato ampliado. A la izquierda, una multitud de jóvenes con las
consignas de perestroika y glasnost atacan el Palacio de Invierno. A la derecha, un
almacén de cosas inútiles con las banderas caídas y un retrato pequeño de Gorbachov
en la pared, y debajo un estante con flores. De esta manera, como saben, adornan en
las instituciones a los retratos de los difuntos.
Hace poco, el periódico "Leningradski universitet" insertó un artículo dedicado a
mi discurso ante los estudiantes donde tergiversó todo lo que se podía tergiversar y se
osó criticar la posición tergiversada. El artículo comienza así: "Nos dijeron “¿por qué
tú vas a escribir sobre Nina Andreeva? Solo vas a hacer un esbozo de su persona y
sus ideas... Con tales publicaciones, incluso las negativas, respecto a la autora del
artículo sobre principios, le harás el juego a los stalinistas”. Es característico que
cuando reprodujeron el mencionado artículo de "Leningradski universitet" en otras
publicaciones juveniles, fueron omitidos todos los elementos objetivos, que ya eran
muy pocos. De esta manera, como se ve, la alta calidad de la resolución "Sobre la
glasnost" no garantiza una genuina glasnost en la realidad.
4. Pienso que la glasnost tiene sus fronteras y límites. Interpretar la glasnost como
posibilidad de difundir públicamente cualquier cosa o sobre cualquier cosa es un
absurdo. De lo contrario, debería reconocer al hospital psiquiátrico como el modelo
ideal de glasnost. La glasnost no es ilimitada. Como es sabido, ella no se puede
aplicar a los secretos estatales y militares ni a los secretos económicos y científicotécnicos. Sin embargo, los límites de la glasnost no significan la limitación sobre la
libertad de palabra, el rechazo al pluralismo de opiniones, el llamamiento al
renacimiento de "zonas prohibidas" y la perpetuación de "lagunas" en la historia. Se
trata de otra cosa.
Ya los pensadores de la Grecia antigua conocían que como la democracia la
glasnost sin límites es inefectiva desde el punto de vista social, y buscaban recetas
para encauzarla hacia los intereses de las castas gobernantes. Ahora, por algunos
medios de información masiva, en calidad de modelo, es impuesta la comprensión
liberal-burguesa de glasnost y democracia, que fue rechazada después de 1917 por la
mayoría de la población del planeta. Palabrería de siglos en Hide Park, en Londres,
provoca risas a la gente de experiencia. En nuestro país también se encuentran tales
"marxistas" que sueñan con sembrar la glasnost "mitinera" de los de Hide Park en
casi todas las ciudades. Y se emocionan de escenas de la "democracia" callejera como
si no se dieran cuenta que en muchas regiones, como resultado de tales cosas, se
derrama ya no palabra, sino sangre.
En el congreso de los diputados populares se señaló que la glasnost en nuestro país
fue monopolizada por algunos grupos políticos e intelectuales, lo cual evidencia
nuestra incapacidad de utilizar las posibilidades del socialismo, donde los medios de
información masiva no son propiedad de grupos sino de toda la sociedad. Nosotros
observamos que de un periódico a otro, de una revista a otra y de un programa a otro,
frecuentemente sólo se cambia el lugar y se mastican los mismos chicles, lo que
frecuentemente provoca repugnancia e indignación de mucha gente. Al hacer esto, las
cosas importantes y de principio se van a pique en medio de los efectos ruidosos de
los individuos que en ella buscan ganar popularidad saldando cuenta con sus colegas
o con el régimen social. Aquí llegamos muy de cerca a los límites filosóficos y
morales de la glasnost. ¿En qué radican estos?
Pienso que el límite filosófico de la glasnost es la objetividad, la veracidad, la
autenticidad y la demostración de cualquier información. Antípodas de ellas son el
subjetivismo, la mentira, la falta de autenticidad, la falsificación y el nihilismo. Desde
el punto de vista gnoseológico es importante evitar unilateralidad en la glasnost, lo
cual no es fácil lograr considerando el carácter de infinita estratificación de los
fenómenos y posiciones sociales por las cuales se evalúa ella. Es sabido que en la
diferenciación de lo importante y lo superfluo, lo substancial y lo insustancial, lo
inevitable y lo casual, influyen las posiciones sociales y las convicciones políticas de
la gente. Estos, más que otras cosas, suelen divorciar a la gente de la verdad.
Responsabilidad de "qué repercusión despierta nuestra palabra" constituye el jalón
moral de la glasnost. Su antítesis es demagogia, irresponsabilidad, liberalismo y
oportunismo. Estas son cosas particularmente peligrosas cuando se tratan las
relaciones entre las nacionalidades y los conflictos sociales. Desgraciadamente, hay
que reconocer que en la etapa actual de nuestro desarrollo democrático predominan
los antípodas y antítesis de la genuina glasnost en las revistas "Ogonyok", "Yunosti",
los periódicos "Moskovskie Novosti", "Smena" y otros, que son llamados por la gente
"prensa amarilla" cuyas redacciones aspiran a jugar el papel de corresponsales
colectivos de "Libertad" y otras estaciones de radio extranjeras que no son amistosas
hacia nosotros.
La más aguda discusión provoca hoy el problema sobre los límites políticos de la
glasnost. Pienso que siempre hubo, hay y habrá tales límites mientras existan los
Estados. Las ilusiones liberales sobre una glasnost absoluta en las circunstancias
donde existen dos sistemas socio-económicos diferentes, son irreales. Cuando
hablamos sobre la glasnost socialista nosotros aseveramos implícitamente que es
impermisible entregar los medios masivos de prensa del Estado soviético a la gente
que objetivamente destruye el socialismo y que procura la restauración de los órdenes
capitalistas. Hay que reconocer que los grupos antisocialistas cohesionados ahora
sobre la base de la plataforma anticomunista y que se pronuncian bajo la máscara de
"ardientes partidarios de la perestroika" son mucho más hábiles que las
organizaciones del Partido, en la utilización de la resolución de la Conferencia del
Partido "Sobre la glasnost".
Para poder jugar debidamente su papel purificador, el río socialista de glasnost
debe ser profundo y limpio. La corriente ilimitada del liberalismo burgués es siempre
poco profunda y turbia y capaz de convertirse en un pantano hediondo o un sucio
charco. En realidad, ocurre también otra variante-esta corriente turbia repentinamente
puede engendrar calamidades y anarquías incontrolables preñadas de horrorosas
tragedias y conmociones sociales.
Pienso que una glasnost carente de límites y fronteras sociales puede convertirse en
un freno para el progreso social y jugar un papel perjudicial para la sociedad15. Tal es
la dialéctica de nuestra contradictoria época. En mi opinión, el peligro principal
radica hoy en que en nuestro país la glasnost se asemeja a un "juego con una sola
puerta" y una "calle de una dirección". Además, esta "avenida" no nos lleva al
Templo en el cual las más grandes inteligencias de la humanidad concibieron el
comunismo sino nos hace alejarnos de él.
5. Y, por último, garantía para la glasnost genuinamente socialista es el PCUS, el
cual debe fortalecer la dirección sobre los medios de información masiva, garantizar
la información de la sociedad, sobre todo, respecto a los problemas vitales de los
trabajadores, materializar consecuentemente la línea clasista en las cuestiones de
propaganda y agitación y ofrecer una resistencia más resuelta a la expansión
ideológica de los enemigos internos y externos del socialismo y el movimiento
comunista internacional.
Colección de obras "Destino de la glasnost-destino de la perestroika".
15¿Acaso no es un ludibrio -escribe Nina Andreeva en "Molodaya Gvardiya"- ese "regalo" que presentó a los
participantes en la Gran Guerra Patria con motivo del Día de la Victoria el poeta A. Mezhirov en el No. 5 de "Novy
Mir" de 1988? ¿Por qué tú lloras ruina vieja, Dónde está ella, la sagrada tuya? ¿Fe en la revolución y Stalin, en la
esencia clasista de la vida? En una serie de medios de información masiva se hizo una regla no escrita anatematizar los
valores morales y estéticos que son apreciados en cualquier sociedad. ("Molodaya Gvardiya", No. 7, 1989, Pág. 276)
Ed. Politizdat de Moscú. 1990, Págs. 35-42
DETENER EL DESLIZAMIENTO DE LA PATRIA
SOCIALISTA HACIA LA CATÁSTROFE16
La última década del siglo XX la gente soviética la acogió y la comenzó en una
situación de crisis sin precedente que se propagó a todas las esferas de las actividades
del Estado y del PCUS. Gana terreno la rama contrarrevolucionaria de la perestroika.
Surgió una amenaza directa a las conquistas fundamentales de la Revolución de
Octubre. Están a punto de ser liquidados los pilares principales del socialismo
logrados en las batallas del proletariado ruso, fortalecidos por el trabajo gigantesco y
defendidos en los encarnizados combates de las generaciones pasadas. La aceleración
del desarrollo socioeconómico del país, proclamado por M.S. Gorbachov a todo el
mundo, después de cuatro años se tornó catástrofe social, situación caótica nunca
vista en la economía, parálisis del complejo económico de la Patria, las huelgas, la
drástica caída del nivel de vida y la pauperización de los trabajadores, los sangrientos
choques entre las nacionalidades, quebrantamiento de la moralidad, discordia
ideológica sin precedentes, aparición incontenible de la creciente criminalidad y los
sufrimientos de millones de personas inocentes. La crisis que golpeó la sociedad
alcanzó el Partido Comunista. Perplejidad y aturdimiento predominan en los
colectivos laborales y la educación media y superior está en ruinas. El progreso
científico-técnico se metió en un callejón sin salida. El potencial intelectual se
traslada para la competencia por el lujo y por el enriquecimiento personal a costa de
la sociedad. Los politicastros y negociantes cebados están medio locos por vender al
Occidente cualquier cosa, desde las islas Kuriles y los tanques ultramodernos hasta
los valores artísticos y las muchachas de conducta dudosa, las cuales con su franca
desvergüenza dejan sorprendidos a los editores de las revistas pornográficas. A
cambio, recibimos las jeringuillas desechables, los preservativos, el SIDA, las viejas
computadoras y los automóviles usados.
Por fin, se destruyó el monopolio sobre el comercio exterior. Las "zonas libres" y
sectores de negocios económicos, atracción a las firmas extranjeras, no sólo
persiguen abrir brecha en nuestro sistema de defensa aduanera para que puedan robar
sin ningún obstáculo nuestras materias primas, sino también, ampliar la esfera de
explotación por el capital extranjero de las ciudades y regiones soviéticas enteras.
Esto inevitablemente trae consigo el aumento de daños al ambiente natural y la
conversión de nuestro territorio en un basurero mundial de desechos industriales
nocivos.
Las causas reales de los choques entre las nacionalidades en las repúblicas, en mi
opinión, radican en que las fuerzas antisocialistas consolidadas económicamente
convirtieron el nacionalismo, el egoísmo nacional y la idea de la superioridad
nacional en un factor fundamental de la política restauracionista y en la bandera bajo
la cual lograron atraer muchas capas de los trabajadores. Con esto, han levantado la
16El discurso “Detener el deslizamiento de la Patria socialista hacia la catástrofe” hecho por N.A. Andreeva en el
Seminario-Conferencia de Toda la Unión bajo el título "la perestroika y el crecimiento de las actividades social-políticas
de los trabajadores" el 24 de enero de 1990 en Moscú.
plataforma anticomunista de los regenerados nacional-burgueses por la esencia de la
perestroika. De ahí la introducción demostrativa del sistema pluripartidista en las
repúblicas bálticas y de Transcaucasia, la demanda de acelerar- el retomo a la
propiedad privada sobre la tierra, instrumentos y medios de producción, agitación
furiosa por la salida de la URSS y la transformación de los partidos comunistas de las
repúblicas en base a la social-democracia y nacional-comunismo.
En la actualidad, las llamaradas de los conflictos étnicos parecen ser tan bien
coordinadas en espacio y tiempo que se hace complejo tomar las contramedidas. Se
realiza constantemente entre las organizaciones un intercambio de "experiencia" de
las actividades nacionalistas ilegales. La agudización de la situación comenzada en
una república inmediatamente se propaga a la otra y a una tercera. Se amplía el
espectro de métodos de lucha. Parece realizarse una internacionalización de los
excesos y escándalos nacionalistas.
Un importante papel en el avivamiento de las discordias nacionales en las
repúblicas y de la mentalidad rusofóbica jugó la actividad provocadora de Afanasiev,
Korotich, Karyakin y una serie de otros "maestros de la perestroika", quienes se
juntaron con los nacionalistas locales sobre la base de la persecución de los
"ocupantes", humillación a los soldados del Ejército Soviético, incineración de las
banderas rojas y mofa a los símbolos proletarios. En esto no se quedan atrás sus
amigos extranjeros. En el verano en Riga tuvo lugar una conferencia internacional
donde uno de los delegados extranjeros, un miembro del Congreso norteamericano
abiertamente abogó por la salida de las repúblicas bálticas de la URSS y saludó como
si fuera un gran logro a las banderas de las repúblicas burguesas del pasado que se
enarbolan en los edificios del gobierno y partido.
Sería justo plantear las siguientes preguntas en relación con esto. Si en San
Francisco se celebrara una conferencia internacional dedicada a un problema vital de
ese estado y allí, por ejemplo, el huésped soviético, diputado del pueblo V. Korotich
se pronunciara con la demanda o consejo de separar este estado de EE.UU., ¿cómo
habría reaccionado el presidente Bush o el Congreso? O, por ejemplo, si en el estado
de Illinois bajaran la bandera nacional de EE.UU. y la reemplazaran con las banderas
y escudo de la Gran Bretaña, su ex-metrópoli, ¿cuál habría sido la valoración de la
sociedad norteamericana? O ¿si en Bonn los jóvenes sobornados por alguien
quemaran la bandera de la RFA y después un monigote de soldado del bunderswer?
O, aún peor, ¿si comenzaran a violar las tumbas de los soldados alemanes muertos en
la pasada guerra? ¿Quién puede tener dudas respecto a las consecuencias de tales
"acciones"? Pero en nuestras repúblicas tales acciones tienen lugar con la
participación de los dirigentes del partido y Estado. ¡Ni las condenan! Puede ser que
se indignen los periódicos de interfrentes y de las regiones militares... Pienso que no
es tiempo de indignarse, sino, levantar la voz resuelta de protesta y de demanda de
aplicar el poder. ¿Qué ocurre? ¿Es que no tenemos leyes o no hay a quién aplicarlas?
Hay que subrayar que todos los procesos de la tensión entre las nacionalidades
fueron estudiados profundamente. Ese estudio se realizó por distintos caminos pero
no podemos pasar por alto uno de los últimos "acuerdos" que es la adopción en el II
Congreso de diputados populares de la URSS de la decisión "Sobre la valoración
política y legal del Tratado Ruso-Alemán sobre la no agresión de 1939". Puede ser
que para la mayoría de los diputados populares la votación por esta decisión
constituyó un error, en particular, si se considera el hecho de que les presionaron a
votar tres veces. Sin embargo, en el caso del autor del "informe brillante", el miembro
del Buró Político, historiador A.N. Yakovlev y sus colegas de la comisión, esta
"acción" puede ser evaluada con toda seguridad como un delito a lo cual en Rusia
desde hace mucho han calificado como traición, pues se trata de un documento que
ocupa una posición especial no sólo en la historia de la diplomacia soviética. Este
tratado, como la paz de Brest, determinó el destino del Estado soviético en los
momentos más críticos de su historia.
Recordamos con qué maestría la discusión de los diputados era separada de los
grandes problemas políticos del pasado y presente para estancarse en la cuestión de si
existió o no el protocolo secreto. Una cuestión distraída y abstracta en su esencia. El
diputado Yakovlev emocionado, aseveraba que las conversaciones de agosto de 1939
en Berlín pudieron limitarse con el propio tratado, así que el protocolo hay que
considerarlo como "transacción", "ambiciones imperiales", etc. Pienso que no hace
falta ser doctor en ciencias históricas para comprender que sin los acuerdos secretos
el propio tratado no habría valido ni como pedazo de papel.
¿A quién favorece la revisión de la valoración política del Tratado Ruso-Alemán
sobre la no agresión? ¿A la verdad? Lo dudo. Particularmente beneficiosa es la
revisión de esas valoraciones para lisonjear a los nacionalistas de las repúblicas
bálticas que buscan un fundamento legal inexistente para la destrucción de la
federación de las repúblicas socialistas soviéticas. Además, la verdad nunca se
determinó y no se determina por el número de votos recibidos, incluso en el caso de
que sean votos de los respetados diputados populares de la URSS. Los votos de los
diputados sólo pueden reflejar más o menos correctamente la distribución de acentos
y fuerzas políticas que deciden un problema político, y, de ninguna manera, pueden
determinar la verdad histórica.
Pienso que los resultados de tal reevaluación de la historia los aprovecharán mejor
que nadie los revanchistas y neonazis alemanes, los herederos de los "valores" de la
Polonia de los panski, de la Rumania de los boyardos, de la Finlandia de los
mannerheim y, naturalmente, los más abiertos nacionalistas de las repúblicas bálticas
que aspiran a la restauración del capitalismo y separación de la URSS. Quieran o no
esto, los diputados que votaron a favor del proyecto de decisión propuesto por la
comisión de Yakovlev, objetivamente hicieron el juego a la reacción interna y externa
y a los abiertos enemigos de Rusia y el socialismo. Que los anticomunistas y
antisovietistas de todos los matices no se apresuren a festejarlo, olvidándose de que la
última palabra en la solución de tales problemas pertenece a los pueblos, los
verdaderos defensores de los valores históricos y morales de nuestra potencia
socialista. ¡Contrarrevolución y nacionalismo no pasarán! Cohesionada en la Gran
Rusia, la Unión inquebrantable de las repúblicas libres se renovará y se consolidará.
¡En esto se mantuvieron y mantienen los soviéticos!
La crisis en la URSS engendrada por las tendencias restauracionistas de la
perestroika se reflejó como un espejo en los países de la comunidad socialista. Los
historiadores llamarán a 1989 como el año más negro en la historia del movimiento
obrero y comunista revolucionario internacional. Año en que en los países socialistas
de Europa ocurrió un abandono general del socialismo, su crisis y debilitamiento.
En lo que se refiere a la democratización, como es sabido, ella puede ser socialista
en los intereses de los trabajadores por las mejores condiciones de vida y trabajo.
Pero, la democratización puede ser también burguesa que persigue, a fin de cuentas,
asegurar la dominación de los ricos sobre los pobres, de los explotadores sobre los
explotados y de los opresores sobre los oprimidos. Los renegados reemplazan esos
conceptos. Sin embargo, ese truco, tarde o temprano, se descubrirá y se
desenmascarará por el pueblo mismo. En lo que se refiere a la revolución, por muy
deformado que haya sido el socialismo, su capitalización objetivamente revestirá
siempre un carácter contrarrevolucionario, no importa qué inventan los "precursores"
y "arquitectos" de semejante equilibrismo. Esto se refiere a Gorbachov, con Yakovlev
y Shebardnadze.
El capitalismo, su economía de mercado, sus valores, sus medios y métodos de
solución de los problemas sociales, pese a que puedan tener algunos aspectos
universales, en principio no pueden ser la dirección para sacar el socialismo de sus
actuales dificultades y errores del pasado y el presente. Es sabido que las fuentes y
causas de nuestras dificultades no son solamente nuestros propios errores sino
también la constante actividad destructiva del imperialismo y su utilización de los
métodos económicos y políticos más efectivos y sofisticados en las condiciones
modernas. Por ejemplo, monopolización de casi todas las riquezas y las tecnologías
más avanzadas en el mundo como resultado del saqueo "pacífico" de los estados
dependientes, la explotación de mano de obra y recursos naturales baratos, asimismo,
la intensificación de la "fuga" de inteligencia de los países socialistas y los en
desarrollo.
Comenzada desde 1917 la lucha del imperialismo contra el socialismo
constantemente ha cambiado su fisonomía y se ha corregido, pero, los planes de esta
lucha nunca se han abandonado, incluso ahora no se quitan de las mesas de trabajo de
los gobiernos y estados mayores de los países capitalistas. Desde la aparición del
sistema socialista de estados en la mayoría de éstos se perpetraron repetidas veces los
intentos de desmontar el socialismo. En tales casos, la contrarrevolución interna y
externa se unía de forma emocionante. La historia y los últimos acontecimientos
indican que las fuerzas contrarrevolucionarias aprendieron a sacar mejores lecciones
de sus fracasos y derrótaselo que no se puede decir de la otra parte, la cual después de
vencer a los restauracionistas frecuentemente se duerme en los laureles sin extraer las
debidas conclusiones para sí misma.
La peculiaridad de la actual crisis del socialismo en Europa consiste en que abarca
al país más fuerte e influyente en la comunidad socialista -la Unión Soviética. La
influencia de nuestra crisis sobre los acontecimientos en los países socialistas
europeos es muy evidente para cada observador sin prejuicio. Recordamos que al
principio la perestroika, que se precipitó por el camino de capitalización del
socialismo en la URSS, despertó júbilo sólo en Hungría y Polonia. En otros países
socialistas esta corrección del socialismo por el capitalismo fue acogida con reserva y
angustia. Y en la RDA incluso prohibieron la venta de las más odiosas publicaciones
de nuestra prensa "amarilla". No pienso que esa discreción de ellos haya sido
saludada por nuestros "arquitectos". En la prensa se oían voces desencantadas. Es
imposible que todo esto no fuera notado por la contrarrevolución, la cual sabía bien
hacia dónde podía virarse la democracia y la glasnost anunciadas en la URSS.
Es evidente que en los acontecimientos de noviembre-diciembre en Bulgaria,
RDA, Rumania y Checoslovaquia funcionó el mecanismo objetivo de imitación
social que siempre tiene lugar con los procesos tanto revolucionarios como
contrarrevolucionarios. Porque los reformistas y "revolucionarios" usaron no sólo la
forma "mitinera" de cambio, utilizaron la explosión del individualismo y consumismo
de la juventud e incluso, la fraseología socialismo "humano" y "democrático" con
"fisonomía humana", llamamientos a "expulsar de sí mismo al esclavo", invitación al
poder a la intelectualidad élite que, según dicen, fue engañada por los beneficios del
socialismo, las demandas de sacar del poder a la clase obrera, y desligar del poder e
incluso disolver los partidos marxistas-leninistas. Eran comunes la propaganda del
anticomunismo y antisovietismo, demanda del pluri-partidismo no socialista,
exclusión de la ideología del marxismo y leninismo y de los símbolos revolucionarios
y proletarios de la vida espiritual, y la supresión y aniquilamiento de los órganos de
seguridad estatal que han sido los más consecuentes en la posición clasista. Una de
las acusaciones principales contra los dirigentes derrocados fue la de no haber
aceptado las ideas y políticas de la perestroika en la URSS.
Vamos a tomar el caso más complejo. Yo nunca he sido una admiradora de
Ceaucescu, de Rumania, por sus aires de gran señor de los dirigentes y su pasión por
el lujo y los honores. Sin embargo, recordemos ¿cuándo se produjo el cambio en
Rumania? Precisamente cuando se había logrado aumentar en 120 veces la
producción industrial, pagar más de 20 mil millones de dólares de la deuda externa,
aumentar en 3,3 veces el salario mínimo y, disminuir la diferencia entre el ingreso
más alto y más bajo a una proporción de 1 a 4,7 ("Komsomolskaya Pravda", 15 de
nov. de 1989). Un cambio "espontáneo" ocurrió después de que Ceaucescu en el
pleno de octubre del CC del Partido Comunista de Rumania declarara que los países
que entraron en el camino de la economía de mercado inevitablemente chocarían con
la inflación, el crecimiento de especulaciones y la rebaja del nivel de vida del pueblo.
Este camino, según sus palabras, debilita la posición del socialismo mundial y abre
el camino a la restauración del capitalismo. El abandono del papel dirigente de los
partidos comunistas en Hungría y Polonia, Ceaucescu lo vinculó, no sin fundamentos,
con la introducción de la "economía de mercado" que evaluó como capitulación ante
las dificultades. Para corregir la situación, propuso convocar una reunión de los
dirigentes de los países socialistas para discutir los problemas de la crisis en la
comunidad socialista.
Aproximadamente un mes después, Nicolae y Elena Ceaucescu fueron fusilados
prácticamente sin instrucción judicial después de un juicio que nada tenía en común
ni con la más primitiva acción de los tribunales. Los "revolucionarios" que llegaron al
poder se apresuraron a prohibir el Partido Comunista de Rumania, a través de la
princesa comenzaron las conversaciones con el rey Mijai y se esforzaron en dar
marcha a la rueda de la persecución política. Y muy parecidas acusaciones les hacen
apresuradamente los "revolucionarios" y reformistas a todos los demás dirigentes de
los países socialistas, entre ellos, a Erich Honecker quien estuvo prisionero en un
campo de concentración hitleriano. ¿Quién no sabe cómo la contrarrevolución sabe
vengarse y fabricar acusaciones? Y no hubo ni una sola expresión de solidaridad de
parte de nuestros "leninistas". Al parecer, todo esto en aras de los éxitos de la
"economía de mercado".
El retroceso del socialismo en los países de Europa oriental llevó a un profundo
atolladero al movimiento comunista y obrero internacional. Los obreros que están en
confrontación con el capital declaran que antes los habían traicionado los socialdemócratas y ahora los comunistas.
Y entonces, surge la pregunta ¿por qué de repente, sí las transformaciones en los
países socialistas de Europa oriental revisten un carácter revolucionario, carácter de
renovación y desarrollo del socialismo, por qué estas transformaciones reciben tan
caluroso apoyo de Bush, Thatcher, Kohl, Mitterrand y otros líderes del mundo
capitalista? ¿Desde cuándo los capitalistas empezaron a saludar a las revoluciones? El
Presidente Bush, por ejemplo, en una de sus declaraciones se calificó a sí mismo
como el primer defensor de las doctrinas de la perestroika en los países socialistas. Y
¿qué decir sobre aquellas alabanzas, condecoraciones y elogios que se vierten sobre
los "arquitectos" de la perestroika y las atenciones sensibles por el bienestar y éxito
de ellos?
Pienso que los acontecimientos ocurridos en Europa oriental confirman que la
fuente principal de la crisis en los estados socialistas radica en la deformación de los
partidos gobernantes de allí. Debilitamiento y conocida degeneración de los cuadros
dirigentes que llevaron a que el Partido Comunista de Checoslovaquia, Partido
Socialista Unificado de Alemania, Partido Socialista de Trabajadores de Hungría,
Partido Comunista de Rumania y el Partido Obrero Unificado de Polonia no
superaran los fenómenos pequeñoburgueses y empezaran su deriva hacia la
socialdemocracia (menchevismo) y nacionalcomunismo.
El Partido Comunista de la Unión Soviética se sumerge en una profunda crisis
donde es evidente la división ideológica. Objetivamente, nuestro partido ya no
constituye la unión de los correligionarios. Las divergencias dividen a todos sus
órganos y estructuras. Discordia y vacilación llegaron a un nivel crítico. En el PCUS
ahora renacen y actúan todos los grupos pequeñoburgueses rechazados por la historia
(mencheviques, anarco-sindicalistas, nacionalcomunistas, trotskistas, etc.). La crítica
y autocrítica fueron reemplazadas por el pluralismo burgués. Se ignora el principio de
centralismo democrático, se debilitó la disciplina del partido, comenzó la salida
masiva de las filas del PCUS y se perfila un alejamiento entre la dirección y las
masas de miembros y el pueblo soviético. El XX Congreso del Partido Comunista de
Lituania fijó la división de la organización del partido de la República y decidió salir
del PCUS. El viaje de una semana de Gorbachov, Medvedev y una serie de miembros
del CC del PCUS a Lituania, como era de esperar, no tuvo éxitos, descubriendo así la
debilidad de la posición conciliatoria de la dirección central.
En el PCUS aparecieron miembros que consideran posible dedicarse ellos mismos
a las actividades antisocialistas y antisoviéticas. Los partidarios de U. Afanasiev
abiertamente declaran su abandono al marxismo y leninismo, sin embargo,
prefiriendo seguir llevando el carné del Partido. El CC del Partido no asesta golpes de
rechazo a los renegados, los oportunistas y los divisionistas. La división del Partido
ellos tratan de fijarla organizativamente a través de la libertad de fracciones y grupos
y se preparan para llevarla al Programa y Estatutos del PCUS. Gran parte de la prensa
del Partido, pasada a manos de los revisionistas y nacionalcomunistas no refleja los
intereses de los trabajadores, y bajo el rótulo de "valores universales", siembra la
ideología y moral burguesas y falsifica la historia del Partido y el Estado soviético.
Pérdida de la posición comunista de ataque en la dirección y la pasividad de los
comunistas socavan el Partido desde adentro, privan a los trabajadores de la unidad
política y organizativa y los dejan indefensos frente a los restauradores del
capitalismo que atacan bajo los estandartes nacionales y universales.
Para la salida del PCUS de la crisis, los revisionistas proponen terminar por
completo la unidad ideológica y política del Partido y eliminar de raíz de los
Estatutos el principio del centralismo democrático. Así, por ejemplo, el miembro del
CC del Partido Comunista de Lituania, fundado de nuevo, Checuolis propuso
considerar comunista a cualquiera que compre el carné del partido. Creo que hasta
ahora nadie había llegado a pensar hasta en comerciar con los carnés del partido, ni
en los partidos socialdemócratas. Del centralismo democrático no queda nada,
incluso para hablar en un partido obsesionado por las relaciones de mercado
simplemente eso no hace falta.
¿Para quién resulta ventajoso esto? Es sabido que un partido que no se basa en los
principios del centralismo democrático se disuelve fácilmente ante la primera
dificultad. Ese tipo de Partido no constituye ningún peligro para el anticomunismo, se
diluye con facilidad en las masas y puede servir de apéndice a los juegos de las
fuerzas políticas ciegas. A tal tipo de partido el enemigo de clase le puede poner fin
fácilmente, dado que no es capaz de hacer acciones serias. Precisamente aquí, para
los nacionalcomunistas se abrió un camino directo a la restauración del capitalismo y
salida de la URSS. En conexión con esto considero que es incorrecta la práctica de
exhortación. En mi opinión es indispensable un nuevo registro de las organizaciones
del Partido de Lituania y expulsión de sus filas de todos los promotores de la
división.
Hoy se hace claro para muchos que la crisis del PCUS dicta la necesidad de la
creación, en la RSFSR, del Partido Comunista Ruso. El renacimiento del Partido
Comunista Ruso fortalecerá al PCUS. Sin embargo, tal partido en el nivel de
república no debe tener un Buró de títeres parecido a lo aseverado en el Pleno de
diciembre del CC del PCUS de 1989, sino su propio Comité Central elegido por el
congreso sobre una base alternativa. Precisamente un partido como ese, libre de los
degenerados, renegados, nacionalistas, sionistas y revisionistas será capaz de
cristalizar las fuerzas genuinamente revolucionarias y marxista-leninistas sobre la
base teórica del socialismo científico en todo el país. La realización de tal congreso
de los comunistas rusos debe ser lograda en el plazo más corto, antes de las
elecciones de los soviets locales, lo que no comprenden el Frente Unido de
Trabajadores y algunas organizaciones patrióticas que tienen una posición
conciliadora respecto al grupo de Gorbachov, Yakovlev, Shebardnadze y Medvedev.
Es necesario organizar en todas partes los comités en apoyo al congreso fundador de
los comunistas de Rusia.
El periódico "Sovietskaya Rossiya" del 30 de diciembre de 1989 publicó las bases
de la plataforma electoral del bloque de los movimientos sociales patrióticos de
Rusia. Nosotros apoyamos enteramente todos los postulados de esta plataforma
patriótica. Sin embargo, en nuestra opinión, este documento hay que completarlo con
la demanda de creación del Partido Comunista Ruso, así como la materialización
consecuente de la idea del papel de vanguardia de la clase obrera rusa que ocupa la
gran parte de la población de la república y sin la cual es'imposible cualquier
renovación de la sociedad socialista.
En definitiva, sin la participación activa de los obreros, que ahora están ofendidos
por las tendencias restauracionistas de la perestroika, es imposible cualquier
renovación de la sociedad o perestroika. La contrarrevolución oportunista comprende
esto y comienza la lucha para ganar a la clase obrera intentando comprarla con
aseguramientos de divisas, dividir y dispersar por signos nacionales y regionales,
echarla bajo la influencia de los sindicatos reaccionarios norteamericanizados y
empujarla al camino de "solidaridades". Precisamente desde este ángulo hay que
observar la visita del grupo de dirigentes sindicales y de los comités de huelga a los
Estados Unidos donde les dieron un recibimiento ruidoso y se les ofreció la prensa, la
televisión, etcétera. Pienso que el Consejo Central de los Sindicatos de la URSS no
comprende plenamente que la lucha por ganar a la clase obrera soviética comenzó en
el campo político de nuestra Patria. Y de su resultado final depende no sólo la
existencia del mismo Consejo Central de Sindicatos de la URSS sino otro mucho más
grande.
Amedrentados por el ataque de los desastres sociales, los burócratas preguntan
provocadoramente a los trabajadores agobiados por el déficit: "¿qué prefieren,
socialismo hambriento o capitalismo rico?", negando completamente la posibilidad
del socialismo rico, en aras del cual nuestros abuelos en 1917 realizaron la revolución
de Octubre, y los padres la defendieron en la horrible guerra. De ahí sale otra
consigna provocadora: "el Partido de los bolcheviques estando en el poder setenta
años llevó al país al actual atolladero". Partido, esto es millones de comunistas que
sinceramente cumplieron y cumplen su deber. Al país lo llevaron a la crisis los
revisionistas de la dirección que no supieron resolver la renovación y desarrollo del
socialismo y crearon todavía más problemas nuevos y agudos. No se ha cumplido ni
una sola tarea presentada por el XXVII Congreso del PCUS. Pienso que el CC del
PCUS tiene todo el fundamento para obtener la renuncia del grupo oportunista de
derecha de Gorbachov-Yakovlev, y fortalecer el Buró Político con los dirigentes que
mantienen las posiciones del leninismo y patriotismo soviético.
El 15 de enero de este año, en el programa de televisión de Leningrado "Quinta
rueda" aparecieron los diputados populares de la URSS Sobchak y Denisov. Estoy
enteramente de acuerdo con la valoración de la situación del país hecha por el
diputado Sobchak quien declaró que "el prestigio de los máximos dirigentes cae
catastróficamente". Esto, en mi opinión, concuerda con la realidad. Otro diputado, el
profesor Denisov, expresó una opinión opuesta, llamando a todos a apoyar "más que
nunca" el prestigio de Gorbachov. Considero que el prestigio de cualquier dirigente
no está en sus pantalones, como dijera Mayakovski. No hay que apoyarlo
artificialmente ni creer en él ciegamente. Pienso que los estimados diputados
populares no se han liberado del síndrome de la ideología zarista que, como saben,
trajo no poca tragedia a nuestro país.
Considero que a cualquier dirigente político hay que valorarlo no por sus palabras,
exhortaciones o buenas intenciones sino por el trabajo real y resultados de la política
materializada por él. Anteriormente ya hemos analizado esos resultados. Solo queda
agregar que ni una de las decisiones importantes se cumplió hasta el fin durante los
cinco años pasados. Muchos acuerdos tuvieron que ser anulados por no responder a
los intereses del trabajo. Otros fueron tomados demasiado tarde, como por ejemplo en
Karabaj, Lituania, Bakú, lo que agudizó la situación extremadamente infligiendo
daños al prestigio del poder central.
Con relación a esto, no puedo aceptar ese mito habitual de que hoy no hay
alternativa ni sustituto del actual jefe del partido y Estado Gorbachov. Primero, nunca
ha habido, y no hay ni habrá, gente insustituible. Segundo, en un país tan rico en
personas capaces, maduras y creadoras como lo es nuestra Patria, decir semejante
cosa es irrisorio. Creo que tal persona se puede encontrar entre los miembros del
Comité Central del PCUS. Tercero, quizás es tiempo que pasemos a una genuina
dirección colectiva que excluirá la concentración de una serie de importantes puestos
en una sola persona. ¿Por qué no introducir, en particular, un Consejo de secretarios
del Comité Central y orden sucesivo de presidencia en el'Buró Político? En ese caso
se incrementará la responsabilidad, madurez y seriedad en las decisiones políticas,
cosas que el país extraña.
Los revisionistas y renegados que llevaron a nuestra Patria a este bochornoso
atolladero echando toda la culpa al "stalinismo", están gozando de prestigio entre los
caudillos del imperialismo. Ellos aseveran que no hay otra alternativa que el ala
restauradora de la perestroika. Esta es pura mentira. Nuestros economistas
incriticables como Aballan, Popov, Shmelev, Zaslavskaya, Tijonov y otros, hace
mucho monopolizaron la ciencia económica y la prensa, bloqueando la entrada de sus
oponentes. Nosotros demandamos la publicación en los medios de difusión del
partido y de la ciencia las propuestas y planes alternativos que hayan en los órganos y
secciones del partido. Demandamos divulgar el creciente disgusto de los trabajadores
por el actual curso de la perestroika.
En las elecciones de los diputados populares de la URSS, los "frentes populares",
"uniones democráticas", "memoriales" y otros, vanguardias de la restauración del
capitalismo, logran victorias en ciertos lugares gracias a su barata demagogia, con
infundada promesa a los electores y acciones para desacreditar a los candidatos que
no les gustan. Sin embargo, el triunfo fundamental de los restaurcionistas consiste en
que entre los diputados populares elegidos sólo el 18 % lo ocupa la clase obrera y un
porcentaje ínfimo los campesinos cooperativistas, que son las dos terceras partes de la
población del país. Esto trajo como resultado que los congresos y sesiones del Soviet
Supremo se convirtieran en "chocarrería nacional" donde por semanas y meses los
miembros del gobierno, dejando su trabajo, tenían que oir infinitas peroratas y
"disparates" de los diputados que hacían alarde de su elocuencia y carácter
oposicionista. Pero, sin el mínimo resultado en la legislación.
Nos alarma que el número de los obreros promovidos ahora a los soviets locales
disminuyó a la mitad. Se observan apatía y tedio de la población de los torneos
electorales de los charlatanes. Muchas reuniones de los electores fracasan. En estas
condiciones las organizaciones patrióticas deben aprovechar toda su influencia cuanto
más sea posible para promover candidatos de las fábricas, koljoses y sovjoses.
"Maestros de la perestroika" se preocupan —y hace falta que sus preocupaciones no
sean vanas— y es necesario que lleguen a diputados la menor cantidad posible de
demagogos, falsos prometedores, proyectistas de cosas irrealizables y aventureros.
Hace falta que, aunque sea en los órganos locales y republicanos del poder, hayan
muchos más trabajadores genuinos, personas sinceras, modestas y confiables. Todas
estas organizaciones deben trabajar en la campaña electoral junto a los sindicatos,
apoyando nuestros candidatos comunes.
Con el objetivo de desmontar exitosamente el socialismo, los "maestros de la
perestroika" demandan formar en la URSS una clase especial de políticos, un
"parlamento profesional", reclutado del 4 % de los "particularmente activos", y
compuesto con el "intelecto de la nación", quiere decir, con los académicos, juristas,
periodistas y otros representantes de la intelectualidad élite. Si tenemos en cuenta que
por cada 1 000 rusos, según el último censo, 76 son intelectuales, y 52 en el caso de
los ucranianos, pero esa proporción entre los judíos llega a 434, no es difícil adivinar
a quiénes quieren ellos imponernos como gobernantes.
"Parlamento profesional", "intelecto de la nación", estos son astutas jugadas del
sionismo que aspira a llegar al poder en nuestro país. Por eso hay que apoyar la
demanda de aquellas organizaciones patrióticas que se pronuncian por la
representación proporcional de las nacionalidades en todos los órganos del poder, en
la Academia de ciencias, uniones de los artistas y otras organizaciones. Sólo en ese
caso se puede asegurar una genuina igualdad de derechos de diferentes razas y
nacionalidades.
Y, para terminar, no debemos aflojar los ataques ideológicos del socialismo contra
los capitalizadores, por muy distintas que sean sus incriminaciones. Ni uno solo de
sus ataques en los medios de información masiva debe quedar sin recibir respuesta.
Pronto tendrá lugar una serie de referendos sobre la propiedad y otros problemas
cardinales. Hay que multiplicar nuestra actividad y, donde sea posible, tenemos que
salir en la prensa.
Tenemos que reservar todas nuestras discusiones que nos puedan dividir.
Recuérdese, aquellas son nada comparadas con la gran amenaza que surge para
nuestra Patria Socialista. Fidel Castro, terminando su discurso en el acto de despedida
a los soldados internacionalistas caídos en África, en nombre de todos los comunistas
y el pueblo de Cuba proclamó:
"¡Socialismo o muerte!", "¡Patria o muerte!"17. Estas consignas tan patrióticas son
vitales hoy también a los soviéticos.
(Publicase por primera vez)
.
17Participando en el mitin fúnebre en Cacahual, el 7 de diciembre de 1989, Fidel Castro Ruz pronunció:
"Los comunistas cubanos y los millones de combatientes revolucionarios que integran las filas de nuestro
heroico y combativo pueblo sabremos cumplir el papel que nos asigne la historia, no sólo como primer Estado socialista
en el hemisferio occidental sino también como inclaudicables defensores en primera línea de la noble causa de los
humildes y explotados de este mundo. Nunca hemos aspirado a que nos entreguen la custodia de las gloriosas banderas
y los principios que el movimiento revolucionario ha sabido defender a lo largo de su heroica y hermosa historia, pero si
el destino nos asignara el papel de quedar un día entre los últimos defensores del socialismo, en un mundo donde el
imperio yanki lograra encarnar los sueños de Hitler de dominar el mundo, sabríamos defender hasta la última gota de
sangre este baluarte." (Fidel Castro. Nuestra elección al socialismo. Ed. "José Martf', La Habana, 1990. Pág. 64)
APOYAMOS LA PERESTROIKA, PERO, ¿CUAL?
Charla con V. Saranchev, periodista del "Sovietski Patriot"
—La crítica sobre usted ha sonado mucho. A estas alturas, ¿cómo piensa en cuanto
a su escrito publicado en el periódico "Sovietskaya Rossiya"?
—Podría decir que la carta titulada "No puedo ceder en los principios" es el saldo
de una prolongada reflexión y polémica, de una serie de empeños para dar a conocer
mi pensamiento en otras publicaciones precedentes. No apruebo la insistencia de que
es un "manifiesto de las fuerzas antiperestroika". ¿Acaso he exhortado a la anulación
del artículo 6 de la Constitución de la URSS, he agitado a los obreros al paro y he
causado la discordia nacional? ¿Es, acaso que he contado la separación de las
repúblicas federales de la URSS y sus partidos comunistas del PCUS? ¿Es, acaso, que
he exigido la restauración del capitalismo y la sustitución de la posesión de todo el
pueblo por la privada, y alentado la inmoralidad en la vida y el arte y censurado
nuestras fuerzas armadas? No, en absoluto. Entonces, ¿por qué casi todas nuestras
publicaciones entablaron contra mí una farsa de opinión universal por medio del
monólogo colectivo y con ayuda del "pluralismo", bajo la acusación de "stalinismo",
"antisemitismo" y otras quimeras inimaginadas? De hecho, en mi carta no hubo ni el
famoso "stalinismo" ni el "antisemitismo".
—¿Por qué usted no respondió de inmediato? Para colmo, como afirma
"Ogonyok", usted ha expulsado a periodistas del umbral de su casa.
—La verdad es que todas aquellas personas que me escupieron, no quisieron
encontrar el tiempo para entrevistarse conmigo, ni siquiera para conocer cuan
malévola es esa Andreeva. Aún peor, ningún organismo publicitario aceptó mis
respuestas a los artículos que me difamaban.
La situación no ha cambiado después de haberse aprobado la resolución sobre las
publicaciones en la XIX Conferencia del Partido. Parece que han procurado hacer
constatar que hoy la verdad pertenece a los que publican muchos libros...
Como es conocido, la perestroika acogida con emoción por nuestro pueblo, mostró
ya en el verano de 1987, dos actitudes diferentes, que se expresaron principalmente
en la valoración del pasado de nuestro soviet. El informe conmemorativo de M.S.
Gorbachov tuvo por objetivo eliminar esas diferencias y apaciguar el fervor de la
polémica. Sin embargo, las contradicciones siguieron agudizándose. Mi carta al
"Sovietskaya Rossiya" y el artículo publicado como repercusión en "Pravda" del 5 de
abril de 1988 pusieron al desnudo estas contradicciones, las dos tendencias en la
perestroika, socialista y restauracionista. Las divergencias entre ellas se agudizaron
hasta tal punto que se repelen una a la otra en contraposición. Todos nosotros
apoyamos la perestroika. Pero, ¿cuál? Yo estoy en pro de la tendencia socialista y en
contra de la restauracionista.
He aquí precisamente la esencia de las contradicciones. Es inadmisible la
restauración del capitalismo.
Pienso que apoyar la tendencia socialista de la perestroika y lanzar el contraataque
a los restauracionistas del capitalismo y sus estructuras políticas e ideológicas es la
noble obligación patriótica de cada individuo.
—Usted acabó de mencionar el deber patriótico ... Pero, el término "patriota" va
desapareciendo en el vocabulario de muchos funcionarios del Partido y trabajadores
del sector ideológico. ¿No es así?
—Debo decir que es cierto. La situación imperante no necesita alguna explicación
o prueba al respecto, porque está más que claro. Lo que importa más es por qué esto
ha acontecido al quinto año de la perestroika, que ha excitado el entusiasmo político
de las masas, desgraciadamente sin atribuirle el carácter constructivo en la mayoría
de los casos.
Siempre para nosotros el patriotismo estuvo unido con la conciencia de soberanía
nacional y el régimen estatal, con la Revolución de Octubre, que hizo aparecer, como
dijo Alejo Tolstoi, una "esquina roja de la historia". El patriotismo soviético nunca
revistió entre los trabajadores un carácter abstracto, manilovista ni ostentoso.
Tampoco tenía nada que ver con el acto tan absurdo como desgarrarse la camisa en
presencia de mucha gente para mostrar el crucifijo dentro de la ropa interior, ni el
alarido desesperante que inspira el amor por el gran país "ocupado" por las fuerzas
oscuras durante 70 años. El patriotismo soviético se expresa no con palabras, sino en
acciones prácticas. Se verifica cotidianamente a través del trabajo,, el oficio, el
estudio y la vida social. El patriotismo socialista, según mi parecer, es como la
brújula espiritual de cada persona, que siempre señala el camino hacia los intereses
de los trabajadores de su país, los intereses de los países de la comunidad socialista y
los intereses de los pueblos liberados del yugo del imperialismo y el colonialismo.
La patria no se vende, no se compra, no se elige, no se intercambia ni tampoco se
regala. La fidelidad a la patria, una vez arraigada en el corazón, perdura toda la vida.
El amor a la patria no es jamás una noción condicional que accede a la necesidad de
los "seres creadores" que buscan el "disfrute y enriquecimiento" en lejana tierra
foránea. Expreso especial desprecio a los que en los años críticos se marchan al
"paraíso terrenal", embaucados por astutas artimañas y a instancia de otros. En
períodos difíciles es imperioso defender la patria aun a riesgo de la vida, como lo
hicieron los soviéticos más de una vez en su milenaria historia. No pueden recibir
respeto los "ciudadanos del mundo" y los neófitos de la "casa común de Europa".
Estos tratan de aprovechar su profesión, digamos, programador, adquirida en la
"casa" soviética, en el lugar donde se paga alta remuneración, olvidándose que para
su instrucción profesional de nivel mundial el pueblo costeó 200 mil dólares...
Tampoco se puede respetar a aquellos exponentes de la cultura que gastan sus
honorarios en la compra de la vivienda o villa lujosa en Viena, en pintorescas riberas
y se apresuran a mudar a sus hijos y familiares para que "no les ocurra nada
desagradable".
El patriotismo soviético es incompatible con el nacionalismo y el cosmopolitismo,
cualquiera que sea su disfraz. El amor a la patria es superior al odio y ajena a la
malevolencia. Sin embargo, acompaña inevitablemente, además de la resistencia a la
maldad, el resentimiento hacia los enemigos del socialismo, los restauracionistas de
las relaciones capitalistas, y los nacionalistas que queman delante del pueblo nuestra
bandera nacional y el uniforme del Ejército Soviético y derrumban monumentos a los
soldados caídos en combates. ¿Cómo considerar a los que visitan las tumbas de los
verdugos SS, para recordar a los servidores ejemplares de la "unidad ratviana SS" y la
20 división Estonia SS, que se mancharon con la sangre de los campesinos de Pskov
y Bielorrusia? Y, ¿cómo a los que elogian por todos los medios a los traidores, los
sobrevivientes de la banda de Blasov y Banzelov, los vampiros de la camarilla
"Hermanos de la selva", que llevan a cabo manifestaciones y huelgas de hambre en
demanda de privilegios como participantes en la Gran Guerra de la Patria? ¿Cómo
ver a aquéllos que en la televisión central propagan la adoración a Adolfo Hitler y su
"ideal" fascista?
Ellos nos aseguran que todo esto es la "revolución" (!) y lo encubren profanamente
con el rótulo de perestroika. El "nuevo pensamiento", apropiado por los medios de
información masiva de carácter "democrático", suprime, adrede, el patriotismo
socialista.
¿Cuántos de ellos llaman a Rusia "perra" y propagan que la patria es donde se paga
mucho? ¿Cuántos de ellos suben a costa de denigrar sin piedad a la patria,
exteriorizan en medio del caos de la perestroika el odio a la Revolución de Octubre y
a Lenin, conducen el timón de la "economía negra" entrenando a los "caudillos" de la
delincuencia organizada, y difunden la inmoralidad y el antipatriotismo? ¿Podemos
permanecer como meros espectadores? ¿Se puede conciliar con aquellos que califican
el sentimiento patriótico de caduco, innecesario e ineficaz?
El vivo patriotismo socialista se necesita más que nunca en el período de seria
crisis en que se encuentra nuestro país. Por eso considero imperioso asestar un golpe
decisivo a toda forma de perestroika de la conciencia patriótica. De no hacerlo así, es
imposible defender la vía de la transformación socialista ni detener el desafío
restauracionista de los anticomunistas y traidores.
—Un artículo de repercusión de "Pravda" escribe que ustedes no confían en
nuestros jóvenes. ¿Esto tiene cierto fundamento? Siendo como es profesora, usted se
encuentra siempre entre los estudiantes. Por tanto tiene buena condición para
comparar a los jóvenes del presente con sus coetáneos en el período universitario. ¿A
quién favorece esta comparación?
—Las viejas generaciones siempre tienen deseos de comparar su juventud con los
jóvenes del presente. El resultado es generalmente desfavorable para éstos. Yo no
quiero cometer tal error. Ya Marx dijo que si los hijos resultan menos inteligentes que
sus padres, el progreso social cesa. Puedo afirmar que vivo siempre entre los
estudiantes universitarios.
La absoluta mayoría de mis discípulos son jóvenes modestos y prudentes. En
comparación con mis coetáneos, tienen desarrollo intelectual más alto, dignidad más
fuerte, emancipación emocional, se caracterizan por la amplia dimensión de sus
intereses y por sus demandas más grandes y son independientes en el juicio y la
acción.
No obstante, los estudiantes de hoy carecen del sentido de obligación y
laboriosidad. En alguna medida, se han "hartado" de informaciones propagandísticas
y empapado en cierto modo de malos hábitos, les faltan la responsabilidad de sus
actos y la disposición para vencer obstáculos y dificultades, y se han contagiado
mucho con el espíritu de vivir a favor de otros. Pero, la mayoría de mis
condiscípulos, vivieron de becas y tuvieron otros ingresos en horas extraclases.
Prefiero añadir que la mayoría de nosotros, éramos más democráticos y patrióticos,
dispuestos a ayudar y apoyar a los cama-radas en situación difícil.
—Ahora prestamos mucha atención a nuestro pasado y liquidamos "problemas
pendientes" en la historia. A veces, la mayoría de nuestros logros del pasado se dudan
al socaire de la resucitación de la verdad. Aún peor, en la revista "Ogonyok" No. 32
de 1989, B. Kostikov, en el artículo titulado "Botas de piel con dibujos ", ha criticado
en todos los aspectos, la Revolución de Octubre, alegando falta de democracia, y el
fracaso del proyecto revolucionario. Algunos periodistas, revisando nuestra historia,
persuaden a los lectores de que el trotskismo, en sí, no existía entre nosotros, pero
Trotski mismo fue un hombre genial y víctima desafortunada del stalinismo. Para
colmo, suenan voces difamatorias sobre Lenin. Dicen que si éste exigió que fueran
crueles y despiadados con el enemigo, Stalin se limitó a continuar su obra...
—La época actual es la descendencia del pasado y a la vez la madre del futuro.
Cualquier acto destinado a denigrar a los padres y los mayores de edad causó siempre
consecuencias ruinosas tanto en la familia como en la sociedad humana. Pregunto, ¿a
quién favorece la calumnia de nuestro pasado revolucionario? ¿Quiénes se atrevieron
a sacar de ello el peligroso provecho ideológico y político? ¿Para qué transforman la
"mancha blanca" de la historia soviética en la "franja negra"? No se pueden pasar por
alto. La historia es el fundamento del patriotismo incluyendo el socialista.
Efectivamente, hoy la campaña antistalinista transita hacia la anticomunista y
antileninista. El antistalinismo resultó insuficiente, por quedar Lenin, la Revolución
de Octubre, que constituye la máxima cumbre de la historia de la Patria. Hoy, para
nosotros el tema más corriente es el "stalinismo", que se trata en monografías,
literatura periodística, novelas y películas. Pienso que lo más útil es analizar y evaluar
las consecuencias del antistalinismo. Esto es porque su influencia nociva en nuestro
país y el movimiento comunista internacional es más grande que el conjunto de las
consecuencias del todo el culto a la persona. Esto es un tema de trascendencia
especial.
Son múltiples las difamaciones a V.I. Lenin. En el periódico "Litgazet", el famoso
dramaturgo Gabrilovich protestó justamente por la pomposidad y la santificación en
la descripción de Lenin. No obstante, no subrayó la lógica y la integridad de sus
palabras y su obra, sino la "complejidad, la contradicción y la irreconciliabilidad con
todas las personas opositoras". Los partidarios de Gabrilovich calumnian a Lenin por
su represión brutal, cruel, apartando sus actividades del período de la aguda lucha
clasista en que todo se envolvía en llamas. Ahora, dirijámonos al propio Lenin. "Yo
quiero decir clara y categóricamente, —expresó él—, ¿qué es lo correcto, encarcelar
a decenas o cientos de agitadores, sean delincuentes, conscientes e inconscientes o
perder a miles de soldados rojos y obreros? Lo justo es lo primero. No importa que
por esto me imputen cualquier crimen grave y la privación de la libertad. Yo
reconozco mi delito. Pero el interés de los obreros ganará"(V.I. Lenin, Obras
Completas, T.38, Pág.295)
¿Cómo habríamos procedido? ¿Hubiéramos optado por el camino de sacrificar a
miles de obreros y soldados rojos?
Ciertamente, los opositores al leninismo nos separan de la idea esencial de Lenin.
Como dijo Gorki, el pensamiento de Lenin, cualquiera que sea, siempre se inclina al
lado del interés clasista del proletariado y todos los trabajadores. ¡Cuan lejos nos
hallamos hoy de Lenin!
En cuanto a la historia, a mi juicio, no está lejos el día en que los jóvenes lectores
se disgusten de leer "obras maestras" escritas con malevolencia por seudo
historiadores. Estos no dijeron en resumidas, cuántos esfuerzos sobrehumanos se
realizaron para que en los 15 años del período histórico de preguerra el país avanzara
lo que correspondía a un siglo entero y qué hizo que los "esclavos del stalinismo"
salvaran a la humanidad de la perspectiva de salir solo por las chimeneas de
Oswiecim y Maidane. Los ricos conocimientos y el entusiasmo de la gente soviética,
en especial, los jóvenes, permitirán ante todo, según mi parecer, a muchos de ellos,
pasar de engullir por entero la chapucería de la coyuntura, compilación y la referencia
comentada de nuestro pasado a estudiar y asimilar obras originales de Lenin, Stalin,
Ordzonikidze, Molotov, Kalinin, Kirov, Frunze, Kuibuichev, así como trabajos de
Trotski, Zinoviev, Kamenev, Bujarin, Preobrazenski y otros autores de la
documentación especial. Esto favorecerá la emancipación del molde y la estampa de
la "nueva" publicidad, y permitirá a cada uno sacar su conclusión independiente de
"quién es quién".
El fervoroso interés por Trotski no se reviste sólo del carácter académico, dado que
el trotskismo durante más de tres decenios se opuso al leninismo. ¿Qué nos quisieron
insinuar? El problema no está sólo en la "mano punitiva de la revolución", que hizo
perder a decenas de miles de los participantes en la revolución. De eso se escribió
mucho. Observemos el criterio de Trotski acerca del patriotismo. Este lo objetó
febrilmente calificándolo de una invención de la burguesía, porque, según sus
palabras, el proletariado no tiene su propia patria. La patria para éste es todo el
mundo. Trotski siempre imbuyó en esta idea a los lectores y oyentes.
El se disgustó también de lo nacional, que significa para él algo insuficiente,
restauracionista y atrasado, al que opuso lo internacional, interpretado según el
espíritu cosmopolitista como no nacional. El puso lo nacional en el primer plano al
caracterizar al pueblo soviético por su incultura. Rusia, dijo, fue instruida solo por
vare-gos, suecos, alemanes como Knop, Yuz, Rothschild, y el gran internacionalista
Mendelssohn, genio del mercado de acciones y "vikingo de los vikingos". En su obra
"Siluetas políticas" se presenta un gran contingente de "intemacionalistas" desde
Shumayer y Kautski hasta Glazman, taquígrafo personal del comisario del pueblo de
la marina.
Diga lo que se diga, considero que un gran mérito de la dirección partidista
después del fallecimiento de Lenin, es haber eliminado el trotskismo, capaz de causar
grandes calamidades al país, dejando intacto a Trotski. Yo quiero apoyar la opinión de
muchos obreros y comunistas de que Stalin cometió un error al haber permitido la
salida de Trotski al extranjero, con muchos documentos de archivo, reliquias
históricas "confiscadas" y obras artísticas y abastecido de la divisa estable y el
pasaporte soviético, que usó por más de dos años. La actuación intrigante de Trotski
continuó hasta 1940, quitando la vida de mucha gente inocente. Por eso, llamarlo
"desgraciada víctima del stalinismo" es una burla al hecho histórico.
—David Remnick se refiere al grupo "Edinstvo". ¿Qué grupo es éste? ¿Quiénes lo
integran?
—La Asociación de Toda la Unión "Edinstvo-por el leninismo y los ideales
comunistas" fue organizada en Moscú en mayo de 1989. La asociación incorpora en
su seno a los ciudadanos soviéticos, a partir de los 16 años de edad,
independientemente de la pertenencia partidista, nacionalidad, creencia religiosa y
estado social y profesional. Como está estipulado en el Reglamento, la asociación
"Edinstvo" admite a todas las personas que se preocupan por la crisis creada en el
país. Sólo considera el Partido Comunista, limpio de renegados, burócratas y
revisionistas, como la garantía principal, única fuerza político-social, capaz de dirigir
el renacimiento del socialismo, atribuir el dinámico y prolongado carácter a su
progreso y asestar golpes a las fuerzas antisocialistas del interior y el exterior. Su
fundamento ideológico es el marxismo-leninismo, científica y revolucionaria doctrina
de la clase obrera internacional y todas las fuerzas socialistas de la época actual.
En el número 49 de "Veterana" leí un artículo informativo del periodista de TASS,
A. Komrakov, quien escribió descaradamente y para mi gran asombro, como si
"Edinstvo" exhortara a la "implantación de la dictadura" como parte inseparable de la
lucha clasista y quisiera introducir los métodos usados por los enemigos internos y
externos, al margen de los cuales, quizá "será imposible la lucha clasista por el
socialismo".
En cuanto a los enemigos del socialismo, no hay porqué buscarlos ni en el interior
ni el exterior, porque existen ante nuestros ojos. Ellos son vanguardias de la
"economía sombría", nuevos ricos-cooperativistas, nuevos "burgueses del soviet",
"gatos cebados" de las empresas ilegales, y quienes en mítines y manifestaciones
gritan: "¡Ataquemos con la perestroika al comunismo!", "Partido, vire el timón", y
más abiertamente, "¡Abajo el PCUS!". ¿No es que Komrakov los considera como
activistas de la perestroika? ¿Dónde cogió el periodista de TASS ese material de que
exhortamos al establecimiento de la dictadura?
Los miembros de la asociación "Edinstvo" participan con entusiasmo en la
perestroika socialista, en la liquidación de fenómenos negativos en nuestra vida, en la
resistencia al anticomunismo, al nacionalismo y a la tentativa de la descomposición
moral de la sociedad.
Así se efectuó la conversación. Por supuesto, no es indiscutible ni mucho menos
todo lo dicho por Nina Alexandrovna, pueden no consentir con ella en algún
problema, y debatir. Pienso que los lectores determinan por sí solos su posición en
relación a los principios de ella. La vida lo exige: Cada cual debe conocer con
claridad su sitio en la lucha por la renovación del país, por la perestroika.
Sin duda, suscita el respeto espontáneo el que N. Andreeva se preocupa
sinceramente por la situación creada en el país, con ganas de ejercer influencia activa
sobre la marcha de los acontecimientos, sin permanecer sentada en un rincón
silencioso, en espera de lo que sucedería en el futuro.
Su punto de vista se distingue de los otros. Recordemos cuan largo tiempo
estuvimos todos nosotros con el único punto de vista de todo lo sucedido en nuestro
contorno, igual a lo que dicen desde "arriba". Conocemos bien adonde nos llevó esto.
En la disputa nace la verdad. Que ese debate no sea infructuoso.
"Sovetski patriot", No.2, 1990, Págs. 11-lí
En los días 14 y 15 de abril de 1990 tuvo lugar en Moscú la II Conferencia de la Asociación de Toda la Unión
"Edinstvo-por el leninismo y los ideales comunistas", en la que se discutieron la situación creada en el PCUS y el país,
los problemas del mayor perfeccionamiento de las actividades y estructuras organizativas, su estado financiero, los
preparativos del XXVIII Congreso del PCUS, la redacción del Estatuto, el Programa y la instrucción para la formación
de las organizaciones inferiores y la creación del órgano directivo de la asociación.
El informe en la conferencia estuvo a cargo de N. Andreeva, presidenta del consejo coordinador.
La resolución aprobada en la conferencia indica que según el resultado del XXVIII Congreso del PCUS efectuará la
reorganización de la Asociación de Toda la Unión "Edinstvo":
1.En el caso de la división del PCUS en el congreso, en la condición de la implantación del pluripartidismo burgués,
comenzar la organización del partido leninista de tipo bolchevique con la asociación correspondiente en su seno.
Determinar el nombre del partido por medio de la discusión en las localidades y el congreso constitucional.
2.Si no sucede la división del PCUS y se realiza el paso al bolchevismo, preparar y efectuar la transición de "Edinstvo"
como asociación autónoma a la organización política, llamada a funcionar en la base del centralismo democrático.
INFORME A LA II CONFERENCIA NACIONAL DE LA
ASOCIACIÓN "EDINSTVO-POR EL LENINISMO Y LOS
IDEALES COMUNISTAS"
Moscú, 14 de abril de 1990
¡Estimados camaradas!
Hoy nos reunimos en nuestra Segunda Conferencia Nacional para discutir la
situación del país, el trabajo de nuestra sociedad "Edinstvo" y determinar las tareas
que nos competen como organización socio-política. Hace casi 11 meses, cuando nos
reunimos en la Conferencia de fundación, nos conocíamos poco unos a otros,
desconocíamos nuestras posibilidades y prácticamente no teníamos ninguna
experiencia del ejercicio de influencia en los procesos sociales. Durante este corto
plazo de tiempo han cambiado muchas cosas. Se han perfilado fundamentales ideas,
en diversas regiones se establecieron determinados métodos de trabajo de "Edinstvo",
se produjo el conocido deslinde entre los camaradas que participan en nuestro
movimiento.
Todo esto demanda valoración, discusión, intercambio de experiencia y concretar
las tareas que tenemos y que deberán realizarse en forma colectiva. Para este
encuentro se preparó y fue enviada a más de 300 direcciones la tesis "Sobre el
momento actual"18. Terminó el quinquenio de la perestroika, el primer quinquenio de
18 En la tesis para la conferencia de abril “Sobre el momento actual” se indicó en particular:
El 13 de marzo de 1990, en la sesión nocturna del III Congreso extraordinario de los diputados del pueblo de la
URSS se estableció el cargo de presidente, y al día siguiente para él fue elegido apresuradamente M.S. Gorbachov, a
cuyo favor votaron en las elecciones sin alternativa, sólo el 59% de los diputados. La historia juzgará este espectáculo
bien montado. Hoy tenemos que analizar y valorar la nueva situación en que está el país.
Pese a todas las aseveraciones de los restauracionistas y revisionistas, la introducción del gobierno presidencial
significa de hecho el socavamiento del poder soviético.
La presidencia constituye la expresión política de la etapa decisiva de la contrarrevolución y capitalización del
socialismo...
La presidencia objetivamente confirmó lo acertadas de las previsiones de V.I. Lenin y I.V. Stalin sobre la
posibilidad de la agudización de la lucha de clases en las diversas etapas durante la construcción socialista...
crisis en la historia de la URSS, lo que era radicalmente diferente no sólo con los
quinquenios cruciales del tiempo de Stalin, sino también con los del período de
estancamiento. Faltan dos meses para que se celebre el XXVIII Congreso del PCUS,
que deberá determinar los destinos del Partido y el país.
Aquí no hay necesidad de hablar sobre las numerosas manifestaciones de la actual
crisis, que provocó la tendencia antipopular y contrarrevolucionaria en la perestroika.
La crisis que es una amenaza directa a las conquistas fundamentales y está a punto de
quebrantar las vertebras fundamentales del socialismo.
La dirigencia oportunista de derecha ha puesto al borde de la destrucción la
sociedad socialista, el Estado soviético y el Partido Comunista. Pienso que tenemos
todo derecho, a hablar sobre el comienzo de la segunda etapa decisiva de la
contrarrevolución, cuyo resultado puede ser la conversión de la URSS en una
semicolonia suministradora de materias primas a los imperialismos norteamericano y
japonés y a OTAN.
Los más cercanos consejeros económicos del presidente, los académicos Shatalin,
Petrakov y otros, insisten en que se realice la reforma de los precios en breve tiempo
en cuanto a los alimentos fundamentales, los cuales se alzarán en 2-3 veces y
arrojarán a más de 100 millones de nuestros compatriotas por debajo del límite de
pobreza y 10-15 millones se convertirán en desempleados. Y todo esto, como dicen,
"para el bienestar del hombre".
Según parece, en este caso también, los revisionistas que llegaron al poder van a
atribuir todos los resultados de su incapacidad y debilidad a Stalin que murió hace 37
años y al imaginario "sistema burocrático de ucase".
¿En qué radican las características peculiaridades de la etapa actual de la
restauración del capitalismo en la URSS?
I. Profundización de la crisis y sus causas
En primer lugar, el proceso restaurador de capitalización del socialismo va
exteriorizándose como un fenómeno social y abarca todas las esferas de la vida
económica. Como resultado del cual el pueblo soviético cayó a merced de la llamada
"economía sombría", de los millonarios soviéticos criados en el país, cooperativistas
y otros saqueadores y especuladores, y de los criminales organizados.
Los muy alabados democracia, glasnost y pluralismo trajeron a la vida no sólo los
garrotes de la policía, las tropas especiales del Interior, la introducción de estado
extraordinario y "administración especial", sino también obligaron a la gente
“Presidente por encima del Partido”, hace falta para lograr el pluripartidismo no socialista, llamado a asegurar
el paso al capitalismo...
soviética a pagar con centenares de asesinados, miles de mutilados y centenares de
miles de refugiados. ¡Y todo esto en tiempo de paz!
No es casual que los "arquitectos" y "maestros" de la perestroika dejaran de hablar
de la "luz al final del túnel" y declaren que el apogeo de la crisis vendrá en 1993.
Segundo, la restauración del capitalismo en la URSS se desenvuelve bajo la
protección ideo-política. Los renegados organizaron en los medios de información
masiva una fuerte campaña anticomunista que revistió un carácter y forma de histeria
anti-Stalin. Uno de los objetivos de esta campaña fue la preliminar difamación de las
etapas más heroicas y fructíferas del desarrollo del Estado soviético para paralizar
toda resistencia de los soviéticos.
Se formó un gran torrente de palabrería y acciones bajas y difamatorias cuyo
epicentro se hizo, a fin de cuentas, el anticomunismo. Los oportunistas de la
sociología, filosofía, economía política, y ciencias históricas comenzaron a competir
con las estaciones de radio "Libertad", "Europa Libre", "La Voz de Israel" y otros
centros de propaganda extranjeros del imperialismo en el tema de desacreditar y
vulgarizar la contribución histórica del socialismo a la civilización mundial, a la
salvación de la humanidad de la peste del fascismo.
Como resultado de esta campaña ideológica el pueblo soviético se encuentra en un
completo cerco ideológico, de hecho desarmado ideológicamente e incapaz de ofrecer
una eficaz resistencia a la capitalización del socialismo. Particularmente en difícil
estado se encuentra la juventud soviética, a la que depravan con pornografía,
narcótico, alcoholismo, obras de la cultura masiva del occidente, y se le inculcan el
culto a la arbitrariedad, el lucro y la violencia. A nuestra juventud la privan de
ideales, quiere decir, del futuro.
Tercero, el principal medio y condición de la restauración del capitalismo en la
URSS lo constituyen las premeditadas maquinaciones de los "promovedores" de las
crisis mortalmente peligrosas. Destruyen todo lo que crearon los soviéticos durante
los 70 años posteriores al Octubre: desde la producción social hasta los escalones
superiores de la superestructura de la sociedad moralidad e ideología. El objetivo que
persiguen con esta destrucción premeditada es empujar al pueblo soviético hacia el
abandono del socialismo y retornar el país al camino capitalista.
Cuarto, ahora comenzó la formación política de la segunda etapa de la restauración
del capitalismo. Los Soviets, inmersos en el juego de las fuerzas políticas ciegas, se
convierten en órganos para un golpe de Estado de los reaccionarios.
La introducción de la gobernación presidencial significa el virtual socavamiento
del poder de los Soviets. Ese poder que fue conquistado por los trabajadores en
Octubre de 1917. Los legisladores se olvidaron que el pueblo no ha dado a nadie el
mandato al golpe de Estado presidencial en la superestructura política de la sociedad
socialista. Este problema pudo haber sido resuelto sólo por la vía de un referéndum
de todo el pueblo. De nuevo se comprobó en la práctica que si para la transición del
capitalismo a socialismo fue imprescindible el Estado de dictadura del proletariado,
el abandono del socialismo y la restauración del capitalismo es imposible sin la
dictadura de la neoburguesía, reyes de la economía sombría que crecieron con la
burocracia corrompida y la intelectualidad de élite. Precisamente para ellos es
preferible el autoritarismo presidencial. Como dijera el diputado Chobanu, "para
corregir la situación nos hace falta de nuevo un Zar, no importa como se llame". Es
característico que el Consejo presidencial creado, según las palabras de Gorbachov,
incluye solamente a sus seguidores y las personas fieles a él. Este Consejo está
llamado a reemplazar, en un futuro cercano, al Buró Político y de esta misma manera
desligar al presidente del control político y la crítica de principio.
En la capitalización del socialismo en la URSS toman paite directa o
indirectamente los círculos gobernantes de las potencias imperialistas que se han
convertido en vehementes apoyantes de la perestroika. No es casual que la prensa
occidental compara el encuentro en Malta, después del cual comenzaron los
conocidos acontecimientos en Europa oriental, con la confabulación de Munich.
Surgió la amenaza de la esclavización del pueblo soviético, esa misma esclavización
que fue prevenida por la dirigencia de Stalin en los años de la Segunda Guerra
Mundial.
Quinto, una de las peculiaridades de la actual contrarrevolución es su protección
bajo la social-democrácia. Los renegados y capitulacionistas hoy ya temen llamar
capitalismo la actualidad, que lo es. Ellos farisaicamente lo llaman como socialismo
humanitario, socialismo democrático, calificando el nuestro, creado en combates, de
socialismo como "de cuartel", "feudal", "burocrático", etc. Callando, claro está, que el
régimen socialista al que ellos critican tanto les ha permitido ser académicos,
profesores, laureados y generales.
La dirección de Partido en el período de la perestroika y sus representantes en las
localidades hasta ahora se niegan a registrar nuestro "Edinstvo", al mismo tiempo que
crean condiciones favorables para la formación de partidos burgueses a los que
gradualmente se pasa el poder estatal. Al abrigo de la demagógica perestroika, estos
partidos abiertamente entran en la lucha política por el poder, atacan el socialismo
destruido por el capitulacionismo. Haciendo esto, ellos rechazan la emulación y
cooperación con los comunistas, en las cuales ponían sus esperanzas los autores de la
Plataforma del Comité Central del PCUS para el XXVIII Congreso. Ya hoy suenan
las amenazas: "¡Poner a los comunistas fuera de la ley!"
Se divulgan octavillas con llamamientos: "¡Llevar a los comunistas a la horca!"
Según todos los indicios, comenzó la preparación de las fuerzas hostiles al socialismo
para la abierta liquidación de los comités del partido, órganos de la seguridad estatal
y del orden jurídico.
Sexto, una de las direcciones decisivas de la restauración del capitalismo
constituye el nacionalismo burgués. Por primera vez en la historia de la URSS sin la
menor ceremonia se presenta la cuestión de la caída de nuestra superpotencia
multinacional. Las causas verdaderas del antagonismo entre las nacionalidades hay
que buscarlas no en los llamados errores de la política de las nacionalidades, de
Lenin, que fomentó en nuestro país la amistad entre los pueblos y las relaciones
fraternales de ayuda mutua.
Precisamente para la burguesía nacional que renace y la intelectualidad nacional
que le sirve, el socialismo se convirtió en un obstáculo para la ejecución de su
ambición, su aspiración al lucro y su politiquería aventurera. Al surgimiento del
nacionalismo y separatismo favorecieron las palabras del A.N.Yakovlev y otros
líderes de la perestroika, quienes comenzaron a flirtear con los "frentes populares" y
llamaron a las repúblicas bálticas como baluarte y vitrina de la perestroika.
Hay que subrayar que la separación de las repúblicas de la URSS no tiene el
objetivo de la renovación o fortalecimiento del socialismo en ellas sino el de la
conversión de las repúblicas socialistas en Estados burgueses, junto con todas las
consecuencias para los trabajadores que de ella emanan.
En el fondo de la actual perestroika, la RSS de Lituania fue la primera en salir e
iniciar la competencia por la restauración del orden burgués. En ella no sólo
comenzaron a pagar compensaciones por confiscación de la propiedad a la vieja
burguesía y los lacayos hitlerianos, sino también proclamaron la así llamada
"privatización" de la propiedad estatal sobre los instrumentos y medios de
producción. En otras palabras, desnacionalización de la industria, o sea, su paso a
manos privadas. Los nuevos propietarios serán el punto de apoyo de la "Lituania
independiente". Por el mismo camino salen Estonia y Georgia donde inventariaron la
propiedad socialista. Estas acciones son acompañadas de provocaciones políticas y
desórdenes.
Voy a citar un hecho que evidencia que la degeneración en nuestro país llegó muy
lejos. El 18 de marzo, llegaron a Batum los mencheviques de Tbilisi, con chaquetas
antibalas y armados con ametralladoras, y bajo el azuzamiento de centenares de sus
partidarios locales derribaron del pedestal la estatua de Lenin que se encontraba
frente a las ventanas del Comité regional del PCUS, en la plaza central de la ciudad.
La escultura fue destruida en presencia de "padres" de la ciudad, del ministro del
Interior y de secretarios del Comité regional. La cabeza la arrastraron a los pies de la
dirección de Partido de Adzhariya, escupieron y orinaron sobre ella, pero aquellas
personas se fueron a Tbilisi. Por orden del Comité Central y el Gobierno de Georgia
la policía y la unidad militar radicada muy cerca no intervinieron para detener los
actos de vandalismo y profanación. Es difícil suponer que este bochornoso acto de no
intervención no fue aprobado por Moscú. En "Literaturnaya Gazeta" y otras
publicaciones "amarillas" los autores sólo dijeron que eso no ha ocurrido con las
estatuas de Stalin que quedan en Georgia.
Al parecer, no es casual que en los países occidentales y también en Turquía e Irán,
los descendientes de los explotadores y parásitos expulsados en el pasado esgriman
los certificados de la propiedad móvil e inmóvil confiscada como las parcelas de
tierra, haciendas, los alquileres de casa, etc. Ellos están seguros de que pronto van a
poder saldar cuentas con los trabajadores de futuros llamados "Estados
independientes" surgidos en lugar de las repúblicas de la Unión.
Si analizamos, la salida de las repúblicas soviéticas de la URSS reviste un carácter
no tanto nacional como social y de clases que todavía no comprende una parte
importante de las capas de la población. Y hace falta que ellos comprendan esto antes
de que las fuerzas antisocialistas materialicen su complot. Y explicar esto a nuestra
sociedad de toda Unión es una de las tareas más importantes de "Edinstvo". Para esto
hace falta actuar en común con los interfrentes, el grupo parlamentario "Soyuz" y
otras organizaciones y asociaciones patrióticas.
Séptimo, me parece que el cálculo económico regional y la auto-financiación tan
anunciados por los "arquitectos" de la perestroika llevarán a la "competencia" en
capitalización del socialismo no solamente a las repúblicas nacionales sino también a
otras regiones del país. No es casual que en la prensa se escribe mucho sobre el
egoísmo local, de ciudad y regional. Esto es el resultado del socavamiento de la ley
fundamental: la planificación de la gestión y el desarrollo de la economía en el
socialismo. La economía de mercado significa la erupción del regionalismo y el
egoísmo.
Octavo, la restauración del capitalismo en la URSS se refleja directamente en los
países de la comunidad socialista donde tuvo lugar el retroceso del socialismo, su
debilitamiento y crisis. El desmontaje del socialismo en Europa oriental a su vez
fortalece las tendencias restauracionistas en la URSS.
La irresponsabilidad, debilidad y, en algunos lugares, la degeneración
pequeñoburguesa de la dirección en los Estados de Europa oriental y Mongolia, el
fortalecimiento de las capas revisionistas y oportunistas de derecha en los partidos
gobernantes, y al mismo tiempo la despolitización, aislamiento y desinformación de
los trabajadores, las dificultades económicas, la incapacidad de la dirección del
partido y el Estado para resolver a tiempo esas dificultades, fueron utilizados por las
fuerzas antisocialistas internas y externas. Esas fuerzas encauzaron el justo
descontento de los pueblos hacia anticomunismo, antisovietismo, rusofobia y
restauración del capitalismo.
Estas revoluciones "populares" que se produjeron en los países socialistas de
ninguna manera fueron espontáneas, como se esfuerza en convencernos la prensa
conquistada por los revisionistas. Ellas de antemano fueron bien preparadas,
coordinadas en tiempo, lo que los analistas occidentales no se avergüenzan al afirmar.
En cada país se observaron la estricta coordinación de acciones de las fuerzas
políticas exteriores, la emigración, el clero, los escondidos representantes de las
clases explotadoras derrocadas, nacionalistas, sionistas, y los comunistas renegados.
Al llegar al poder, la contrarrevolución se apresuró a organizar la persecución de
los comunistas y sus partidarios; restauró los partidos burgueses reaccionarios; se dio
a fabricar falsas acusaciones contra los comunistas, llevarlos a juicio, obligarlos a
suicidarse, etc. También, simplemente los liquidaron como ocurrió en Rumania.
Para nuestros dirigentes "internacionalistas" constituye un bochorno imborrable
que Erih Honecker, ex-prisionero en los campos de concentración fascistas, y su
esposa durmieran en un banco de la calle cuando fueron liberados por la ausencia
total de delito. Pero ¿no es cierto que al lado de ellos se encontraban la embajada y
consulado nuestros? Se percibe como igual mofa la "misericordia" de aceptar en el
hospital militar soviético local al activista del movimiento comunista internacional,
Erih Honecker, cuya enfermedad requiere tratamiento médico en una clínica
especializada.
Siguiendo nuestros ejemplos, en Checoslovaquia la contrarrevolución inició la
mofa contra los muertos. Fue vilipendiado no sólo Clement Gotwald sino también el
héroe de la resistencia antifascista, ejecutado por los hitlerianos, Yulius Fuchik quien
dejó su último testamento: "¡Gentes, estén vigilantes!".
Es justo recordar cómo nuestra dirección soviética tan profanada por los líderes de
la perestroika salvó a G. Dimitrov, W. Pick, D. Ibaruri y otros activistas de los
partidos comunistas hermanos. ¿No hace pensar todo esto en la complicidad directa
de Gorbachov y sus seguidores con los imperialistas en la organización de los
acontecimientos contrarrevolucionarios en los países de Europa oriental?
Noveno, la tendencia contrarrevolucionaria de la perestroika empeoró agudamente
la política exterior y la posición estratégica de la URSS. Privado del contenido de
clases y destruido el escudo del socialismo en Europa, prácticamente desapareció la
Unión de los Estados del Pacto de Varsovia. De hecho se arruinó el Consejo de Ayuda
Mutua Económica. Comenzó la salida de todas las tropas soviéticas de los países de
Europa oriental en condiciones de fortalecer en la práctica el bloque entre EE.UU. y
OTAN.
No es sorprendente que tal desarrollo de acontecimientos suscita el ardiente apoyo
de Bush, Kohl, Thatcher, Mitterrand y otros líderes del mundo capitalista; sin
consultar con ellos Gorbachov y Shebardnadze temen mover un dedo, incluso en su
propia casa soviética.
Ahora nuestros "mejores amigos" tratan de lograr de la URSS, bajo el alboroto de
la defensa de los derechos humanos, el cese de la ayuda internacionalista a Cuba,
Etiopía y los palestinos. Al mismo tiempo Estados Unidos que tanto vocifera sobre la
"independencia" de Lituania y Estonia, llevó a cabo una bandidesca intervención en
Panamá, hizo subir al poder la reacción en Nicaragua, presta ayuda militar al régimen
genocida en El Salvador, a las bandas de UNITA en Angola, a los dushmanes de
Afganistán y otros "humanistas" semejantes.
Quisiera que recordaran que en el pasado en Europa no pocos elaboraron planes
para la "europeización" de la agresiva Alemania. Que Alemania también muchas
veces intentó germanizar a Europa. El renacimiento ahora de una poderosa Alemania
en el centro de Europa llevará claramente a un drástico cambio de la situación
política en el mundo. Por la historia nosotros sabemos que mm fuerte Alemania
unificada reconocerá a su alrededor sólo a los satélites y no la famosa "casa de toda
Europa", por la cual nuestra propaganda derrocha ilusiones.
Dicen que en su tiempo Stalin advirtió que la reserva de solidez de la paz no es
ilimitada, sino limitada a medio siglo. ¿Es que no fue cierta su previsión?
Pienso que el incremento de la inestabilidad de los mercados de divisas, la anarquía
diplomática pueden sólo reforzar la mentalidad revanchista de los alemanes y
empujarlos a la forzosa creación del "nuevo orden" en Europa a la manera de Hitler.
En qué terminará esto para los pueblos de Europa y los propios alemanes, todos lo
saben.
Parece que Bush y otros actuales amigos de Gorbachov decidieron movilizar a
Alemania, apoyar moralmente en ella la debilitada idea del pangermanismo y armarla
como un potente puño armado. Precisamente entonces cuando sobre las ruinas del
Pacto de Varso-via sea liquidada la OTAN por resultar innecesasia, la Alemania
unificada en condición de inquilina del complejo militar-industrial de la OTAN
tomará para sí la misión de cortina de hierro occidental no sólo anticomunista sino
también antieslava... Con esto, junto al desmontaje del socialismo y el Pacto de
Varsovia, se logrará el balance de fuerzas político-ideológicas a favor de Occidente.
Por eso, pienso que en Europa es determinada la revisión de las fronteras. Son tales
los "éxitos" en el campo de la política exterior del grupo oportunista de derecha de
Gorbachov-Yakovlev-Shebardnadze.
Haciendo un analítico recuento de los aspectos internos y externos de la perestroika
señalamos lo cierto de la previsión de Lenin, que fue subrayada muchas veces por
Stalin, de que a medida que avance el país hacia el socialismo la lucha de clases
puede agudizarse y tomar una forma extremadamente peligrosa para los trabajadores.
Esta conclusión, que con tanto fervor rechazaban los "verdaderos leninistas",
comenzando por Kruschev y Suslov, ahora se confirma por completo en todo el
proceso de desarrollo de los acontecimientos en la URSS y demás países de la
comunidad socialista en Europa.
Todos estos procesos no pueden dejarse de reflejar en la actividad de nuestra
sociedad "Edinstvo". Vamos a pasar a analizarlos.
II. Direcciones fundamentales de la actividad de "Edinstvo "
Cuando se analizan todos los aspectos del trabajo de la sociedad aparecen dos
aspectos contradictorios.
Primero, nuestros compañeros han hecho una extraordinaria cantidad de trabajos,
muy diversos, en defensa de los ideales del socialismo, la lucha en contra de la
falsificación y denigración de nuestra historia, para analizar los procesos de la vida
ideológica y política del país.
Se puede decir que junto con "Edinstvo" surgió una completa tendencia del
movimiento social que es reconocida ahora no sólo por nuestros partidarios, sino
también por los adversarios del campo de "frentes populares", "uniones
democráticas", "memoriales", etc.
Segundo, quisiera subrayar el descontento con lo que fue hecho y está haciéndose y
la angustia por no resolver a tiempo muchos problemas. Lo más importante, no
supimos crear una organización suficientemente masiva, pese a que en los últimos
tiempos creció visiblemente el aflujo hacia nuestras filas.
En la Conferencia de fundación, en mayo del año pasado, acordamos que la forma
básica de nuestro trabajo sería la investigación de los problemas actuales de la
historia y del presente, su discusión pública en los colectivos, organización de
conferencias, mítines, demostraciones y aparición en los medios de información
masiva, envío de declaraciones y demandas a los órganos sociales y estatales,
participación en diversas campañas (electorales, ecológicas, patrióticas y otras).
Todas estas formas se aplicaron en nuestro trabajo.
Así, en "Pravda", "Izvestiya" y otros periódicos y revistas se publicaron muchos
extractos de las cartas de nuestros compañeros. Muchos lograron que se insertaran en
periódicos-fábricas de gran tirada.
Según me parece, se realizó exitosamente en la Universidad de Moscú la
conferencia científica-práctica dedicada al 110 aniversario de natalicio de I.V. Stalin.
En la organización de esta conferencia participaron activamente nuestros camaradas
jóvenes Balajvantsev, Kirsanov, Lapin. Significativo entusiasmo demostraron
nuestros compañeros en la organización de actividades de rechazo a diferentes tipos
de falsificación de la historia, denigración del socialismo hechos por la prensa
"amarilla". En relación a esto quisiera indicar grandes trabajos de los comités de
Orlov, Sverdlov, Rostov, Batum, Feodos, Kiev y otros de "Edinstvo". Hace falta que
este trabajo se intensifique y los camaradas no se desanimen por lo muy dificultoso
que es salir en la prensa.
El punto débil de nuestra actividad es la incapacidad de organizar y realizar mítines
y manifestaciones masivas. Tal experiencia la tiene sólo el comité de Moscú, el que
merece reconocimiento y divulgación.
Quiero decir algunas palabras sobre nuestra situación financiera. No se puede decir
que es buena, pese a que nuestra tesorera A.G. Soboleva hace grandes esfuerzos y
defiende con firmeza los intereses financieros de "Edinstvo". Breve balance hará ella
misma. Yo quisiera indicar que estamos lejos de que todos los comités contribuyan
con la parte acordada de sus cuotas a la finanza central. Aquí, ante todo, se tienen en
cuenta a Toliatti, Moscú, Leningrado, Batum y algunos otros lugares donde han
aparecido un considerable número de organizaciones. Parece que hace falta tomar con
más audacia medidas necesarias.
La situación en el país cambia con rapidez. Nosotros debemos ser capaces de
sincronizar nuestros pasos con tales cambios. A este respecto surgen problemas de
interrelación con otras organizaciones masivas de trabajadores. En particular, en
Moscú, Novgorod y otras localidades se organizó el trabajo conjunto con el Frente
Unificado de Trabajadores. Desafortunadamente, en algunas partes el FUT
evoluciona en la línea de histeria anti-Stalin, la lucha oportunista por el poder, charlas
escolásticas no científicas, y la conciliación en los problemas de principios con la
parte cobarde del aparato partidista y la dirección oportunista de derecha del PCUS.
El líder del FUT, diputado del pueblo Yarin entró en el consejo presidencial y
declaró en una de sus entrevistas que el FUT debe entrar en la composición de los
sindicatos independientes. Por eso, en la cooperación con esta organización, nosotros
debemos tener en cuenta hacia dónde va esta organización. Haciendo esto no
debemos perder el propio status político radical.
Como aparece en nuestros Estatutos, en su artículo 2, párrafo 5, "los miembros de
la sociedad pueden participar en inter-movimientos, en el trabajo de otras
organizaciones no formales cuyos objetivos, consignas y acciones prácticas no
contradigan las tareas básicas de "Edinstvo". Lo importante es tener en cuenta los
intereses de quién va a representar y defender el miembro de la sociedad "Edinstvo":
defender intereses de "Edinstvo", dentro de la sociedad donde trabaja, o al contrario,
los de esta sociedad dentro de "Edinstvo". El primero es deseable, y el segundo,
pienso, es impermisible.
En los últimos tiempos aparecieron no pocos que quieren subordinar a su
dependencia a "Edinstvo", desorganizar su trabajo, sembrar división en las
actividades de algunos comités de ella. En particular, esto se refiere al comité
leningradense donde ese papel asumió G.I. Turetski quien manifiesta especial interés
hacia las listas, direcciones y finanzas de nuestra sociedad y se dedica a divulgar
rumores extremadamente extraños. Además él se considera activista leningradense
del FUT.
Algunas palabras con respecto al ingreso en determinada asociación. Es imposible
que la "Edinstvo" se convierta en una organización amorfa ideológicamente o
concesionista políticamente con las organizaciones oportunistas. Si entramos, además
colectivamente en alguna parte, nosotros ataremos nuestras manos a las decisiones de
alguien en cuanto a los problemas ideológicos y políticos. Para nosotros es más
aceptable la alianza, la elaboración de documentos conjuntos, organización de
acciones conjuntas siempre que se mantenga la plena independencia de "Edinstvo".
En los últimos tiempos adquieren gran peso las organizaciones patrióticas masivas,
muchas de las cuales son cercanas a la posición socialista. Su fuerza está en la
masividad, de la cual carecemos tanto nosotros como el FUT. En las condiciones
actuales, cuando crece el prestigio de la consigna: "Por una sola Patria" pienso que va
a crecer la influencia de los patriotas. Por eso, considerando la inaceptabilidad, a la
luz de principios de la tendencia nacionalista y anti-comunista que tienen algunos de
los dirigentes de esas organizaciones patrióticas, es necesario establecer contactos
con la juventud que se agrupa allí, organizar acciones conjuntas contra el adversario
común: los restauracionistas del capitalismo, separatistas, sionistas y renegados. Hay
que subrayar que el trabajo conjunto con ellos requiere gran paciencia, dominio de sí,
calma y persistencia.
En el trabajo conjunto con las organizaciones patrióticas debemos superar el
sectarismo, el aislamiento, aprender a diferenciar y rechazar lo reaccionario de
algunos de sus líderes de la masa joven en estas organizaciones que
inconscientemente se paró bajo banderas falsas.
Pienso que este trabajo de máxima importancia debe ejecutarse con paciencia y
perspicacia no sólo en la RSFSR, sino también en Ucrania, Bielorusia y otras
repúblicas donde existe la tendencia antipatriótica de empujar a la juventud al regazo
del nacionalismo.
Nuestra sociedad es rica en alta potencialidad intelectual y gente que tiene gran
experiencia del trabajo con las masas, que son capaces de liderear a la juventud que
ahora está confundida entre decenas de miles de organizaciones no formales y
partidos.
Sin embargo, repito, en ningún caso nosotros debemos separarnos de las posiciones
de principio. Nosotros ya somos reconocidos como organización política radical que
mantiene la fundamental pla-taforma del marxismo-leninismo.
Por otra parte, con las sociedades de orientación socialista de tipo FUT, "Stalin",
"Partido de obreros-marxistas", podrá haber una alianza estrecha y también la
participación de nuestros camaradas en sus trabajos, pero tal forma de trabajo
conjunto es todavía prematuro con la mayoría de organizaciones patrióticas.
Además de esto, el tiempo planteó ante nosotros la seria cuestión sobre los caminos
del desarrollo ulterior de la propia sociedad "Edinstvo". A fin de cuentas, esto es un
problema relacionado con el PCUS y con los procesos que en él tienen lugar.
Y también tiene relación con la cuestión del pluripartidismo que se ha puesto sobre
el tapete en la URSS. A estos problemas vamos a referirnos.
III. La Asociación de Toda la Unión "Edinstvo " y la crisis en el PCUS
La crisis de la sociedad soviética y la crisis del PCUS están interrelacionadas
orgánicamente, se entrelazan y complementan mutuamente.
En la etapa posterior a la muerte de Stalin el Partido rector gradualmente se deslizó
de la posición científico-proletaria a la peque-ñoburguesa, social-demócrata y
trotskibujariniana, trabando nudos de crisis en la sociedad. Ya en los años 60 con la
salida y expulsión del partido y de los Soviet de la masa de cuadros templados en la
lucha por el socialismo y en el aniquilamiento del fascismo, infundadamente
adscriptos a las filas de los "stalinistas", trajo el proceso de degeneración burocrática,
nacionalista y socialdemócrata de los cuadros activos.
La dirección de Stalin luchó con métodos despiadados contra el peligro interno de
vanagloria y degeneración, previendo la aparición de actos como el de Churbanov,
etc. Después, bajo las fanfarrias de victoria esta lucha gradualmente se extinguió y
después cesó del todo, lo que hizo posible la contaminación del Partido hasta su
mismo corazón.
Como resultado de las reformas de los años 60, en la economía apareció el
desequilibrio crónico que abrió el amplio camino a los fenómenos espontáneos y de
estancamiento. De ahí el continuo incumplimiento de los planes quinquenales, el
decrecimiento del ritmo de desarrollo de la producción y del bienestar de los
trabajadores. Se interrumpió la rebaja anual de los costos que fue reemplazada por el
alza de ellos. Además de eso, la política estatal resultó incapaz de establecer límites
razonables para el propio aparato del partido y de gestión económica. Como
consecuencia, el aparato comenzó a inflarse y creció ahora en tres veces en
comparación con el período de Stalin. Esto conllevó al divorcio y alejamiento del
aparato del pueblo, lo que se reflejó en la caída del ritmo de crecimiento de la
productividad del trabajo, su disciplina, pérdida de estímulos morales, se reflejó en el
robo masivo, despilfarro, en el incremento de la irresponsabilidad, la falta de
disciplina y otros fenómenos semejantes.
Los "arquitectos" de la perestroika, de manera especulativa ponen el signo de
igualdad entre el sistema estatal soviético y el aparato burocrático, separó el Estado
de la economía "desideologi-zada", e hizo imposible el funcionamiento del sistema
estatal socialista. Ese sistema se hizo imposibilitado no sólo para gestionar
exitosamente la economía, sino también para asegurar a los trabajadores los
productos básicos de alimentación y artículos de primera necesidad.
Objetivamente ahora en el PCUS no está la unión de los correligionarios.
Divergencias en todos los problemas desgarra a todos sus órganos y estructuras. En él
se recrearon y actúan todos los grupos y fracciones (mencheviques, anarcosindicalistas, nacional-comunistas, trotskistas) rechazados por la historia. Crítica y
autocrítica se reemplazó por el pluralismo ilimitado. Abiertamente se ignora el
principio de centralismo democrático, se debilitó la disciplina partidista y se produce
la salida masiva de las filas del PCUS. Ocurrió la ruptura entre la dirección
oportunista de derecha, las masas partidistas y el pueblo soviético. En el PCUS
aparecieron miembros del Partido que consideran posible dedicarse a las actividades
antisocialistas y antisoviéticas. Los correligionarios de Yu. Afanasiev, B. Eltsin y de
toda "Rusia Democrática" declararon abiertamente su renuncia al marxismoleninismo, pero prefirieron llevar los carnés del Partido con la esperanza de repartir
en el futuro cercano la "herencia" del Partido (las finanzas, bienes inmuebles,
editoriales etc.).
La pérdida de la posición comunista ofensiva en la dirección del país socava el
PCUS desde el interior, deja a los trabajadores indefensos ante los restauradores del
capitalismo y los insolentes antisoviéticos, empuja ciertas capas de ellos al regazo de
los anticomunistas de los "frentes populares" y las "uniones democráticas". Surge el
conflicto entre la dirección del partido tendente a la perestroika y millones de
comunistas quienes comenzaron a comprender que el grupo oportunista de derecha de
Gorbachov-Yakovlev-Shebardnadze, habiendo violado las decisiones del XXVII
Congreso del PCUS, de manera mañosa impuso a los soviéticos la reforma
económica restauracionista. De esta manera el Partido quedó desacreditado entre el
pueblo. Los anticomunistas tienden a echar la responsabilidad por la crisis, sobre
todo, al Partido, el cual, según dicen ellos, "queda retrasado al ritmo de la
perestroika". En otras palabras, al ritmo de la restauración del capitalismo.
Ahora tiene lugar la reedición soviética de los aspectos destructivos de la
revolución cultural china. En Tyumen, Volgogrado, y una serie de otras ciudades se
abrió el "fuego al estado mayor", a los comités regionales y de ciudades del partido,
cuyos dirigentes no se dedican con fervor a la transformación del socialismo en
capitalismo. Considero que los problemas de dirección de las organizaciones
regionales y de ciudades del Partido los tienen que decidir los comunistas en las
conferencias y plenos de los comités del Partido sobre la base del análisis objetivo y
valoración de principio de las actividades de sus dirigentes. Aquí no se debe seguir a
la multitud embargada del humor de la glasnost mitinero. Los restauracio-nistas se
habituaron a llevar bajo seudoconsignas a las masas a una posición anticomunista.
Todo esto fue posible sólo con el apoyo directo de los dirigentes renegados de los
escalones más altos del poder.
Hay que tener en cuenta que el puesto de Secretario General sí lo tuvieron que
dejar al Presidente Gorbachov, para que pudiera, con la ayuda del espolón
socialdemócrata, destruir finalmente el socialismo, llevar al PCUS al bajo nivel de
partido pequeño burgués parlamentario. Incluso la convocación de la conferencia de
fundación para la creación del Partido Comunista de Rusia es rodeada de tales
condiciones que privan de las esperanzas de que renazca libre de regenerados,
arribistas, revisionistas, oportunistas y de otros lastres.
Recordemos cómo comenzó el juego estéril con el Buró de la Federación de Rusia.
Este exiguo vastago de la "independencia" de Rusia además fue limitado por el hecho
de que el Buró lo encabezaba el Secretario General del CC del PCUS. ¿Cómo, por
ejemplo, habrían reaccionado los comunistas de Lituania y Moldavia si al cargo de
primer secretario del CC de los Partidos Comunistas de sus repúblicas se hubiera sido
designado Gorbachov? ¿Y es posible que el Secretario General que no supo cumplir
con sus atributos básicos de nivel de unión tomara para sí las funciones responsables
del dirigente a nivel de RSFSR?
La socialdemocracia que hoy une a todas las tendencias por su esencia políticoideológica antileninista en el PCUS, está representada por dos plataformas:
"Plataforma del CC del PCUS para el XXVIII congreso" y "Plataforma democrática
en el PCUS". De estas la primera es declarada farisaicamente como alternativa a la
segunda. En realidad entre ellas la diferencia es puramente de carácter externo,
superficial y no esencial. Ambas se fundamentan en la posición común de la
economía pluriforme o sea restauracionista, y confrontan por igual la sociedad
socialista con el Estado, la economía con la política. En esencia la diferencia entre las
plataformas son sólo a nivel de camuflaje de actos renegados, de capitulación y
retroceso del marxismo-leninismo.
La genuina alternativa a ambas plataformas menchevistas sólo puede ser el
bolchevismo como corriente ideo-política y científico-proletaria del pensamiento y la
acción socio-política que superó las más crueles pruebas del tiempo. Si el XXVIII
congreso sepulta en los regazos menchevistas al Partido y al marxismo
revolucionario, entonces se pondrá en el orden del día la cuestión de la necesidad del
renacimiento del Partido Comunista de Toda la Unión de los bolcheviques-leninistas
en las nuevas condiciones, llamado a derrocar el oportunismo de derecha, sacar al
país del estremecimiento de la crisis al camino de desarrollo genuinamente socialista.
La sociedad de toda la Unión "Edinstvo" puede hacer su contribución a la
bolchevización del PCUS y el deslinde de los marxistas-leninistas con los
socialdemócratas, mencheviques y nacionalcomunistas. Nosotros podemos y
debemos promover la aceleración de la liberación de la conciencia de los trabajadores
de los mitos burgueses y pequeñoburgueses de la economía de mercado y la
democracia no clasista, de la idealización del modo de vida burgués que son
impuestos por los restauradores y renegados. Y con esto fomentar el descontento por
la perestroika gorbachoviana.
Claro está, para detener la contrarrevolución se necesita trabajo teórico y
organizativo de envergadura, el cual debe ir, en mi opinión, en las siguientes
direcciones:
-al retorno a la economía planificada renovada y fortalecimiento de la propiedad
socialista sobre los instrumentos y medios de producción;
-a la distribución de los bienes vitales no según el capital o privilegio sino por la
calidad y la cantidad de trabajo de cada uno, luchando decididamente contra las
injusticias sociales en la sociedad socialista;
-al fortalecimiento del papel dirigente de la clase obrera en la superación de la
crisis y la renovación del socialismo, a las formas genuinamente democráticas y
humanas del Estado de la dictadura del proletariado;
-a la combinación correcta de los intereses de clases, nacionales y sociales;
-al fortalecimiento de las iniciativas patrióticas e internacionalistas en la vida de la
sociedad y sus regiones; al fortalecimiento de la federación sin debilitamiento de las
estructuras de unión y de super-potencia;
-a la concepción del mundo marxista-leninista liberada del revisionismo y
dogmatismo, que se desarrolla y se enriquece constantemente en base a las
experiencias del movimiento comunista internacional y de la construcción socialista;
-a la cohesión y unidad de acciones de todas las fuerzas socialistas y patrióticas del
país.
En la etapa actual "Edinstvo" no puede estar a la altura de las tareas enumeradas.
Ella vive ahora un período de "círculo". En particular, este carácter de círculo radica
en que muchos en lugar de trabajar en vivo con la gente se concentraron en trabajo
papelero, se dedicaron interminablemente a la copia de materiales los cuales después
se quedaban en los archivos personales. Muchos de ellos constituyen una colección
de citas que no responden a las demandas del momento actual, de lucha por el
socialismo, otros se dedicaron a hacer competencia en usar frases sonoras, términos
agudos y humilladores incluso, los cuales sólo ahuyentan de nuestra sociedad a la
gente.
Algunos camaradas se entregan a los problemas excesivamente históricos, escriben
libros voluminosos de centenares de páginas que son imposible editar hoy, por
importantes que sean esos, sin embargo, desgraciadamente, no pueden ser actuales en
la situación presente. En una serie de casos es extraordinariamente grande la atención
y la fuerza dedicada a un gran número de juicios, a los cuales tratan de someternos
con vejaciones los renegados, esperando que de esta manera "nos desinflemos" y
alejemos del trabajo.
Hoy con toda agudeza se presenta la pregunta: ¿en qué dirección deberá
desarrollarse en lo adelante la sociedad "Edinstvo"? Es un problema extremadamente
complejo y esto genera otros muchos. Algunos consideran que debemos quedarnos
como sociedad autónoma, que debe registrarse pronto. Otros parten de que
"Edinstvo" debe crecer como un partido político. Hay propuestas sobre cómo podría
llamarse ese partido. Partido Comunista de Toda la Unión de bolcheviques-leninistas
o Partido de Renacimiento de Bolchevismo, o de alguna otra manera en el mismo
espíritu de bolchevismo como contrapartido al menchevismo en el PCUS.
Todo esto hace falta discutirlo. Es importante sólo la esencia, que consiste en que
nuestro partido19 como su base fundamental social debe tener a la clase obrera y todos
que se mantengan en su posición; como su ideología al marxismo-leninismo
desarrollado de manera creadora. Claro está que "Edinstvo" puede plantearse la tarea
de organizar tal partido que sería el heredero directo de las tradiciones bolcheviques
del PCUS. Pero, en mi opinión podremos empezar este trabajo, si nos decidimos.
Por eso en la solución del problema del futuro de nuestra sociedad de toda unión
"Edinstvo" nosotros, en mi opinión, podemos discutir tres caminos:
Primero, después del XXVIII congreso del PCUS la creación de un partido en que
puedan ingresar todos que divergen de la plataforma socialdemócrata, menchevique
del actual PCUS, si tal plataforma fuera adoptada. Hay que tener en cuenta que aquí
nos esperan grandes dificultades. Al margen de este partido pueden quedar los
compañeros que por una u otra razón no puedan inmediatamente salir del PCUS, y
como miembros del partido no tienen derecho a afiliarse en otros partidos al mismo
tiempo.
Segundo, "Edinstvo" se quedará en las posiciones de la sociedad politizada, sin
pretender el status del partido construido por el principio de centralismo democrático.
Puede ser que sólo en este caso podremos liberarnos del carácter de círculo,
anormalidad y desorden que es tan característico en nuestra sociedad autónoma.
Tercero, podemos detenernos en una variante de compromiso. Crear un partido de
tipo leninista ("kominterniano"), en donde entrarán los compañeros dispuestos a
acatar sus Estatutos y Programa. Al mismo tiempo, puede funcionar sobre la base
ideo-política bolchevique una sociedad politizada con un nombre pertinente. Ella
puede jugar el papel de reserva del partido, ser útil para aquellos a los que las
circunstancias no les permiten salir del PCUS.
Aquí pueden haber otras variantes que requieren un examen serio.
Si consideramos posible comenzar el trabajo por la preparación para la
organización del partido, hoy debemos elegir las comisiones para la elaboración de
19 El 15 de abril de 1990, N.A. Andreeva tuvo en Moscú el encuentro con el redactor de la “Revista Histórico-Militar”,
mayor general V.I. Filatov, a quien le entregó el original del artículo “Caprichos históricos de la nueva mentalidad”.
Desués de reducciones insignificantes, la redacción lo publicó bajo el título: “Caprichos históricos” en la columna
de “Puntos de vista, juicios, versiones”.
los Estatutos y el Programa de este partido, para el orden de constitución de las
organizaciones de base y los órganos directivos, para la redacción de modelos de
documentos partidistas.
Pienso que el éxito nos esperará sólo en aquel caso que nosotros sepamos, sin
meternos en nuestra propia cascara, establecer contactos serios con las organizaciones
de partido locales y miembros del CC del PCUS, camaradas Brovikov, Rafailov,
Sivets, Chikin, Anafrieva y otros participantes de los plenos de febrero y marzo del
CC del PCUS, con los comunistas inteligentes y con experiencia política, con los
exdirigentes de partido y los trabajadores políticos del ejército.
Aquí cabe subrayar que nuestra sociedad "Edinstvo" no procura el poder. Sin
embargo, no vamos a seguir al oportunismo, al que su política antipopular
camuflagea con pseudo-democratismo y pseudo-pluralismo.
Para terminar quisiera subrayar que V.I. Lenin nos enseñó a encontrar el eslabón
básico en la cadena de acontecimientos y problemas, y si uno lo agarra puede
arrastrar toda la cadena, en otras palabras, resolver todos los demás problemas.
Pienso que hoy ese eslabón lo constituye la eliminación del grupo oportunista de
derecha de la dirección del partido y país; sin hacerlo es imposible salir de la crisis y
consolidar en base a la plataforma del socialismo científico, patriotismo soviético e
internacionalismo socialista todas las fuerzas sanas de la sociedad.
Independientemente de nosotros, hoy, más y más gente llegan a tal conclusión. La
gente para quienes se hizo muy actual la consigna: "¡Socialismo o Muerte!".
"Interdvizhenie Litvi", 1990.
No. 4, Págs. 1-4
¡SOCIALISMO O MUERTE!
−
Está claro ahora que el Gobierno hizo que fracasara el programa de reformas
económicas, adoptado unos meses atrás. ¿Considera usted que ahora debe renunciar
el Gobierno? ¿Cómo usted imagina la nueva composición del Gobierno?
−
Esa justa valoración del programa gubernamental de reformas económicas no
deja ninguna duda. Sin embargo, pienso que esto es una parte, un fragmento, un
episodio del todo en el cual emergieron los procesos más sustanciales y profundos
que se llevan a cabo en el país. Evidentemente fracasó todo el quinquenio de la
perestroika. En lugar de "renovación del socialismo" y "aceleración del desarrollo
socio-económico" el país se puso al borde de la catástrofe, la más profunda crisis
económica arrasa la economía, producción, política, cultura, moral e ideología.
En los últimos años miles de personas murieron y decenas de miles quedaron
mutiladas, en tiempo de paz, debido a los conflictos entre las nacionalidades;
centenares de miles se convirtieron en refugiadas en su propio país. Aprovechando la
victoria del grupo oportunista de derecha en la dirección del PCUS, los
restauracionistas del capitalismo llevaron a la perestroika a la vía anticomunista, lo
que, en mi opinión, constituye la causa principal de la crisis y la depauperización
indetenible de los trabajadores.
Los renegados en la dirección del partido y el país comprendieron que la "terapia
de choque" con la aguda alza de precios, les va a costar no sólo su puesto y se aferran
a la búsqueda de un camino de rodeo para la capitalización del socialismo. Por eso
considero que deben renunciar no el Gobierno de Ryzhkov-Abalkin, sino todo el
grupo de oportunistas de derecha: Gorbachov, Yakovlev, Shebardnadze, Eltsin,
Medvedev, los cuales llevaron el país a la catástrofe.
La nueva composición de la dirección debe renunciar el paso a la economía de
mercado, rechazar las tendencias contrarrevolucionarias de las fuerzas antisocialistas,
cesar la destrucción de la superpo-tencia multinacional, la descomposición y el caos
en el país. Esto será posible si nos apartamos resueltamente del mito de "no alternatividad" de los actuales dirigentes oportunistas y revisionistas, bajo cuya dirección
este mito es sembrado por los medios de difusión masiva.
Algunas palabras sobre lo "alternativo" de M.S. Gorbachov y B. N. Eltsin. Tal
alternativa simplemente no existe. Ambos están en el mismo barco oportunista de
derecha. Sólo que el primero ante el timón pide al segundo que reme hacia la costa
del paraíso capitalista más despacio para que no se zozobre el barco. Las disputas
entre ellos tienen un carácter profundo. El primero tarde o temprano va a estar en las
posiciones del segundo, el cual al comienzo puede permitirse lo que es "inaccesible al
que está al timón". La "oposición" a Mijail Sergueyevich le permite a Eltsin "ganar
popularidad" entre los adversarios de Gorbachov y la gente de espíritu mezquino. La
crítica en el país puede permitir al Presidente su espíritu de partido del que se
divorció francamente Eltsin, ex portador del carné de partido. Es esto todo lo que
parece empezaron a comprender en Occidente.
−
¿Considera usted necesario para Rusia adquirir el statu quo estatal?
− La RSFSR no ha perdido su status estatal, pero en comparación con otras
repúblicas era limitada (no ha tenido su partido comunista, academia de ciencias,
etc.). Esto con particular fuerza se sintió cuando en las repúblicas vecinas se
desarrollaron las tendencias nacionalistas y separatistas, cuando las fuerzas
centrífugas en el Estado multinacional comenzaron a prevalecer más y más sobre las
fuerzas concéntricas, cuando en algún lugar, por un lado, surgían tendencias a
convertir la RSFSR en una vaca lechera y? por otro, en la responsable directa por
todo lo negativo que tuvo y tiene lugar en nuestro país.
Lo último es particularmente peligroso. Ahora chocamos con la nueva campaña, y
muy especialmente malsana, de provocación de odio a Rusia, al pueblo ruso. Y esto
se lleva a cabo, a diferencia del pasado, no sólo en el exterior sino también en el
interior del país. Coligándose estas dos furiosas olas de campañas engendraron un
fenómeno malsano y preñado de amenazantes desgracias, lo que se llama ahora
rusofobia. La gente de tipo Voinovich, Sinyabskiterts, Roí Medvedev, Pompeev, Arro,
Zolotuski, Grossman, Rybakov, Epshtein, y otros que odian y calumnian a Rusia, con
frenesí presentan al pueblo ruso como un pueblo esclavo, siervo, bárbaro,
desordenado, cruel, tendente a sangrientos revueltos. Pese a esto, los herederos
ideológicos de Trotski difaman a un pueblo que, a diferencia de otros "fecundados de
libertad" de Occidente, nunca capituló ante los conquistadores.
A diferencia de otros, el pueblo ruso no se puso de rodillas ante las pandillas de
Mamaevi, no bajó la cabeza ante los Siguismundus ni Karlami, no cayó a los pies de
Napoleón, ni se dobló ante Hitler. Incluso, en los tenebrosos días del yugo tátaromongol este pueblo no sólo supo preservarse él mismo, preservar su cultura, religión,
idiosincracia, sino también su estructura de Estado. Y esto fue cuando el Occidente se
ponía de rodillas sin cesar ante los conquistadores de éxitos mediocres. Ahora es que,
a raíz de los desdichados acontecimientos en las relaciones entre las naciones,
comenzaron a hablar con insistencia sobre la soberanía de Rusia. El Soviet Supremo
de RSFSR adoptó la Ley sobre soberanía. Esto, claro está, es bueno. Sin embargo,
reconozco que me es difícil imaginar que nuestra república tenga derecho a separarse,
salir de la URSS. Es dudoso que sirvan a la histórica idea del "principio colectivo"
(misión reunificadora) el principio de superioridad de las leyes de la república sobre
las leyes de la Unión Soviética, el derecho de sus órganos de poder a reconocer o
rechazar las leyes de la Unión.
La aspiración de B. Eltsin y sus partidarios en el Soviet Supremo de la RSFSR a
oponerse como sea posible al "centro", salir de su jurisdicción, pienso que no puede
conducir a nada bueno. Estas cosas, tomadas de los nacionalistas de las repúblicas
soviéticas bálticas contradicen por completo al papel de Rusia, históricamente
presente en la URSS no sólo como la persistente guardia de la potencia sino también
como el eslabón que une a las repúblicas hermanas. Objetivamente ellas estimularon
los resquemores separatistas en Ucrania y otras repúblicas, el egoísmo nacional y el
debilitamiento del poder central. ¿A quién favorece esto?
-Muchas veces he oído a los representantes de "Edinstvo" hablar sobre la llamada
"culpa de los judíos" ante el pueblo ruso (o más ampliamente, soviético). ¿Quépiensa
usted, existe en realidad?
-Yo me opongo a poner una etiqueta sobre toda una comunidad, por mucho que la
hayan denigrado sus propios representantes. Hay que preguntar concretamente por
cada persona y por acciones concretas. De lo contrario, haremos renacer la "cacería
de brujas" a nivel nacional y vamos a jugar en las manos de los nacionalistas. Al
mismo tiempo considero que la desgracia de los judíos radica en que ellos, mientras
que mantienen una posición de rechazo al nacionalismo y chovinismo de otras
naciones, son muy leales a la patrimonialidad en sus propias filas. Y lo son, sobre
todo, al sionismo que frecuentemente lo identifican con el nacionalismo hebreo.
Claro que todos los sionistas son hebreos, y no todos los hebreos son sionistas.
Sionismo es el nacionalismo hebreo, recargado de racismo, como está indicado en
una de las resoluciones de la ONU. Nacionalismo muy peligroso ya que hace mucho
revistió el statu de organización internacional y no está localizado territorialmente en
nuestro país, como, por ejemplo, el nacionalismo lituano, armeniano y otros tipos.
El peligro de sionismo se agudiza con el hecho de que sus representantes se
infiltran fácilmente en las organizaciones no formales de carácter antisocialista, de
manera magistral utilizan nuestra prensa "amarilla". Es necesaria la vigilancia y el
decisivo rechazo a todas las expresiones sionistas sin caer en el antisemitismo, que
sería como el mejor regalo para los sionistas.
Ahora surgen muchas organizaciones sionistas, como Irgun Sioni; se editan
muchos periódicos sionistas, etc. Las fuerzas socialistas y patrióticas deberán
organizar una resistencia a sus actividades.
-¿ Cómo usted ve la situación en las repúblicas bálticas y cómo será, en su opinión,
el desarrollo ulterior de los acontecimientos?
-La RSS de Lituania, la primera en salir al inicio de la competencia por la
restauración de los órdenes burgueses, ignorando en la práctica las decisiones del
Soviet Supremo de la URSS, del Congreso de los diputados de pueblo, de los
decretos del Presidente, se portó como la esposa irrazonable y de vida ligera que,
seducida por las promesas de un "protector rico", expulsa a su esposo rompiendo de
una vez la unión de medio siglo, con la esperanza de que en adelante lo volvería a
"ordeñar". Sin embargo, para los "protectores" que con júbilo aceptaron a la
"chiflada" en su propia casa, resultó que no les era favorable romper las relaciones
con los parientes de ella. Por eso todas las esperanzas de los nacionalistas lituanos
pueden convertirse en ilusiones inútiles, en un proceso inacabable de divorcio. Pienso
que de sus consecuencias nadie se beneficiará, pese a que gente del tipo Eltsin,
Sobchak y otros parecidos, aspiran a sacar beneficios de ella.
-Aseveran (por lo menos ahora) que los bolcheviques representaban el ala de
extrema derecha de la socialdemocracia al comienzo de 1917. ¿Considera usted que a
tales posiciones hay que retornar para "restablecer el orden" en el país?
− Ante todo el bolchevismo reflejó la posición y los intereses de los obreros, del
campesinado más pobre y de los braceros, o sea, de las capas más bajas de las
amplias masas de la ciudad y el campo. Por eso constituyó la fracción de más
izquierda entre las fuerzas social-demócratas de Rusia. El menchevismo se presentó
como representante de los intereses de las capas pequeñoburguesas de la ciudad, de la
aristocracia obrera e intelectualidad. En este aspecto constituyó el ala derecha de la
socialdemocracia.
El terror no es la creación de los bolcheviques. En los primeros meses de la
revolución, ellos pusieron en libertad a los enemigos de la revolución, arrestados en
flagrante delito, bajo "palabra de honor". Este humanismo les costó caro. El terror
rojo entró en acción sólo después del atentado a Lenin. Esto fue una medida
extremadamente forzosa del Estado de la dictadura del proletariado, en respuesta a las
acciones hostiles de sus enemigos. La revolución tenía que defenderse. De lo
contrario ella no significaría nada.
En cualquier Estado, donde existan clases antagónicas, el poder siempre toma la
forma de dictadura de la clase dominante. Esta dictadura es sólo el contenido de clase
de la política del Estado, y de ninguna manera, medio y método de ejecución del
poder. Este método puede ser infinitamente humano y democrático si nadie
amenazara el poder de la clase dominante (ante todo económicamente). Y al contrario
puede revestir aspectos de crueldad y coerción si surgiera tal amenaza.
Señalamos que para Gorbachov la presidencia fue necesaria cuando la tendencia
restauracionista de la perestroika comenzó a chocar con la resistencia y resbalar. Y
precisamente los iniciadores de la presidencia fueron restauradores del capitalismo. A
este le comenzaron a llamar "socialismo humanizado", bajo el cual ya apareció la
repugnante faz de los hombres empresarios-mafiosos que crearon miles de medios de
saqueo de los soviéticos.
− Usted toma una posición crítica hacia los procesos de democratización en el
país. ¿Por qué?
− Yo apoyo y saludo plenamente la democratización socialista y me enfrento
críticamente a los procesos de democratización no socialista. Es sabido que el
crecimiento de la violencia y la crueldad en el mundo, generalmente, está vinculado
con las consignas "libertad", "igualdad", "democracia", "humanidad" y otros valores
universales. Todo vil, como regla, se justifica y se camufla como sublime y sagrado.
Dígame, ¿acaso estos valores los perciben por igual, por ejemplo, los nuevos ricos
cooperativistas y otros especuladores, los nuevos hombres de negocio por un lado, y
los obreros industriales conscientes y koljosianos, por otro? Está claro que para
ambas partes los conceptos de "democracia", "glasnost", "humanidad" tienen
significado extremadamente distinto. La nueva burguesía y sus sirvientes ideológicos
en calidad de publicistas, economistas y juristas, utilizan asimismo criterios de
justicia social completamente diferentes a los de los 43 millones de soviéticos que
están bajo el límite de pobreza. De ahí, echar al basurero de la historia el concepto de
democracia socialista es no sólo prematuro sino también peligroso.
Hablando sobre la democratización socialista, yo parto de que la democracia por
democracia es el camino directo a la anarquía y el caos, o al oscurantismo-poder de la
multitud, a la destrucción de la sociedad y del Estado. La democracia es ante todo el
medio, el modo, el instrumento político para solucionar los problemas
socioeconómicos y científico-ideológicos, y no es un objetivo en sí. En ella radica su
esencia universal y clasista. Ella es necesaria para el logro de los resultados óptimos
en la solución de los problemas concretos del progreso social. El nivel de efectividad
de tales soluciones constituye el indicador integral de las formas y métodos de la
democracia.
¿Qué sentido tiene si, por ejemplo, en el Soviet de Leningrado, por meses
discutieran el problema de la ayuda a la agricultura de la región, pese a que los
sembrados de hortalizas se cubren de yerbas y se aran? ¿A quién hace falta tal
"democracia"? No es casual que en calidad de criterio de diferenciación de lo
democrático y seudo-democrático V.I. Lenin utilizó la pregunta simple: "¿A quién
esto favorece?" ¿Al socialismo o capitalismo? Pienso que nos hace falta hacernos esta
pregunta.
− En los últimos tiempos más y más jóvenes se dirigen al regazo de la religión
(la gente busca salida y satisfacción espiritual). ¿Dónde cree usted que está la salida
para la juventud?
− La juventud es el futuro del país. Por ello se hacen grandes esfuerzos para
desorientar la joven generación. La depravan con la pornografía, la prostitución, el
culto al lucro y la crueldad. De todo ello resulta el crecimiento de la criminalidad
juvenil. En el país para la juventud se crean nuevos "héroes de nuestro tiempo""dueños de la vida", supermanes que difunden los principios de que "todo es
permisible", "el dinero no apesta". Así que no sólo la juventud busca
sino que también la "buscan".
Entre tales "buscadores" no ocupa el último; lugar la iglesia. El crecimiento de las
personas socialmente desamparadas, su inseguridad en el mañana constituyen el
caldo de cultivo para la intensificación de las ideas místicas que resultan religiosas.
La fe en las propias fuerzas cede poco a poco su lugar a la fe en los milagros, en la
visión fantástica del mundo qpe es precisamente la droga, sólo que es de orden
espiritual. Pero la fantasía sólo puede calmar temporalmente a la gente, reconfortar
espiritualmente, lo que tarde o temprano desaparece al chocar con las contradicciones
del mundo real.
En los medios de información masiva ahora cesó la propaganda del ateísmo
científico, y su lugar lé ocupó el sermón religioso. "Komsomolskaya Pravda" y otros
periódicos de la juventud están llenos de fotografías de matrimonios religiosos y
servicios en las iglesias. Pese a respetar la libertad de consciencia y el derecho de
cada hombre a difundir cualquier religión y compartir convicciones ateístas,
considero irresponsable el llevar a la gente a expensas del Estado a la obscuridad
nublada de ideología medieval, para distraerla de los problemas de la actualidad, del
peligro mortal que se cierne sobre la patria.
Alternativas a tal carñino hay más que suficientes. Pienso que una es la
participación directa de la juventud en la solución de los problemas que determinan
los destinos de la humanidad: ¿volver al pasado capitalista o ir por el camino de Gran
Octubre?
Este camino nunca fue llano y liso. Hoy este camino es peligroso, ya que ir por él
no sólo significa entrar en la lucha contra los capitalizadores del socialismo
camuflados con la toga de "demócratas", los que ahora no esconden sus intenciones,
sino también denunciar a la dirección oportunista de derecha del PCUS, sin cuya
cooperación los restauradores del capitalismo no hubieran podido lograr ni una de sus
victorias sobre el socialismo. (Es posible que el lápiz del redactor se aplique a estas
líneas, pero queda la esperanza de que; en este caso triunfe el pluralismo socialista de
opiniones.)
− ¿Cómo usted y sus cantaradas de la sociedad "Edinstvo por el leninismo y los
ideales comunistas" valoran el XXVIII congreso del PCUS? ¿No tienen ustedes
deseos de salir del Partido?
− Pienso que el congreso no atenuó, al contrario, hizo más confusa la ya
compleja situación en el Partido y el país. La contradicción entre las fuerzas
socialistas y las antisocialistas no fueron resueltas, sino encubiertas, postergadas y
más escondidas. En el proceso de paso a la economía de mercado, la propiedad
privada sobre los instrumentos y medios de producción, el pluripartidismo no
socialista, la erupción del anticomunismo e histeria antileninista, los términos
"socialismo", "opción socialista", etc., en el informe y los docmnentos adoptados en
el Congreso sirven de camuflaje a la verdadera disposición de las fuerzas. El
Congreso no supo rechazar al oportunismo de derecha, socialdemocracia,
menchevismo y nacional-comunismo, pese a que en muchos discursos de los
delegados estos recibieron críticas arrolladuras. Parece que a algunos les conviene
más la posición conciliadora y ambigua.
Considero particularmente peligrosa la aguda rebaja del papel del Buró Político en
la dirección, lo que se evidencia no sólo por su composición actual sino también por
la concentración de los renegados principales en el Consejo presidencial. Parece que
el secretario general tiene, además del disponible Consejo presidencial, un buró
político, un órgano consultivo incapaz de oponerse lo suficiente a la capitalización
del socialismo.
Junto a esto el XXVIII congreso del PCUS, en pos del congreso de fundación del
Partido Comunista Ruso, hizo crítica de principios al oportunismo de derecha en
nombre de sus representantes principales. Desgraciadamente esta crítica valiente no
estaba madura en lo organizativo. Sin embargo, a los renegados les hicieron falta el
"lavado de cerebro" de esos representantes, sin precedente en la historia de los
congresos del PCUS, repetidas votaciones por una misma cuestión, la campaña
difamatoria contra los "conservaduristas", la presión de los "demócratas" organizada
desde afuera sobre el congreso y muchas otras maniobras de carácter "parlamentario".
El propio Secretario General se destacó como maestro extraordinario en hipocresía
y compromisos sin principios. Sin embargo, pese a todos los esfuerzos de los
restauradores y revisionistas, prácticamente, casi una tercera parte de los delegados al
Congreso votaron contra la economía de mercado viendo justamente en ella el
camino hacia el capitalismo y el modo de vida burgués. Otra tercera parte, o más de
una tercera parte, de modo particular, los de las localidades alejadas, evidentemente
no comprendieron lo que entraña la propaganda de los "precursores", creyendo por
inercia en las palabras de los líderes de la perestroika. De ahí que haya que esperar la
intensificación del "lavado de cerebro" a toda la población en el espíritu de cambio
del socialismo por el capitalismo.
Un golpe duro, en mi opinión, asestó el XXVIII congreso del PCUS al movimiento
obrero y comunista internacional, el que ya se encuentra en una profunda crisis. Este
golpe es comparable con la traición, acerca de la cual ahora hablan abiertamente
muchos destacados revolucionarios y comunistas extranjeros. Allí donde se lleva a
cabo la lucha directa contra el imperialismo y el neocapitalismo, se encuentran
muchos deseosos de predicar la convergencia del capitalismo y el socialismo, la
socialización de los explotadores imperialistas, la supremacía de los intereses
universales (léase, burgueses) sobre los intereses de clases de los explotados y
oprimidos. Por eso sólo gente del tipo de Bush o Thatcher loa sin reserva a nuestro
rees-tructurador dirigente y los "éxitos" de su política.
Pienso que los imperialistas y nuestros restauradores del capitalismo, criados en el
país, cometen un grave error si consideran que obtuvieran una victoria. Esta es
pírrica, desde arriba, que no posee en sí misma una base social seria y se basa en la
demagogia y el engaño a las masas. Sin embargo, el engaño no puede ser eterno, por
mucho que lo camuflan. La práctica de la vida lo pondrá al desnudo. Los trabajadores
-la fuerza productiva fundamental de la sociedad-, sin lugar a dudas llegarán a
comprender qué significará para ellos el paso al mercado capitalista. Después de 70
años de predominio de las formas de relaciones socialistas, incluso suponiendo que
fueran atrasadas, es dudoso que ellas se sometan al yugo de los explotadores criados
en el país y los extranjeros. Hace falta el conocimiento directo de las leyes
capitalistas en la producción, la política y la vida social. Las generaciones que
conocieron el capitalismo desaparecieron y a las generaciones actuales las seducen
con palabras melosas los activistas.
El avance de la economía de mercado y de la propiedad privada inevitablemente
intensificará la resistencia de los trabajadores, los cuales tarde o temprano
comprenderán qué les espera. Y nos espera la agudización de las luchas de clases en
ciudades y campos. Entonces los antisoviéticos y anticomunistas tratarán de desviar
el justo descontento de los trabajadores con los oportunistas de derecha que llevaron
el país a un callejón sin salida, hacia el Partido para enterrar el socialismo junto con
él y destruir la superpotencia al dividirla en principados separados.
Desgraciadamente, el congreso no pudo revertir los acontecimientos a favor de la
renovación y el fortalecimiento del socialismo.
Del CC del PCUS ahora salen los portadores de carnés del partido, la gente del tipo
de Eltsin, Sobchak, Popov, Tijonov, y otros, los que durante largo tiempo encubrieron
sus demandas anticomunistas. ¿Quién ayudará al Partido a superar el oportunismo de
derecha en su dirigencia? ¿Quién aniquilará el anticomunismo que anidó en los
soviets con ayuda de los renegados? Preguntas poco agradables. En el otoño, la
"Edinstvo" convocará su conferencia ordinaria, la cual puede convertirse en el
congreso fundador del partido renacido de bolcheviques-leninistas.
Hoy es temprano para hablar de esto. Los acontecimientos avanzan a gran
velocidad. Las contradicciones se agudizan no por día, sino por horas; se agudizan los
conflictos entre las nacionalidades; entre la gente maduran los racimos de rencor. Los
alaridos de los restauradores y renegados sobre "la paz civil" evidentemente quieren
decir que el país se desliza hacia la guerra civil. Garantía de su prevención puede ser
sólo la renuncia a la capitalización del socialismo en todos lineamientos, para lo cual
no está preparada todavía la dirección oportunista de derecha. La lucha se lleva a
cabo en todos los lugares por la clase obrera, su partido leninista, el ejército, la flota,
la juventud. Tiene lugar la lucha entre el bolchevismo y el menchevismo, entre el
internacionalismo y el nacionalismo, entre el patriotismo y el cosmopolitismo, entre
el leninismo y el trotskismo. Nadie puede estar fuera de esta lucha. ¡Socialismo o
muerte!
" Komsomolets", Chelyabinsk 17 de agosto de 1990, Págs. 6-7. 10.
CAPRICHOS HISTÓRICOS20
Al entrar en la vieja Memel (Klaipeda) donde sucedieron muchos hechos
históricos, las tropas soviéticas encontraron la ciudad desierta; sus habitantes como
ciudadanos del "Reich milenario", habían sido evacuados a Alemania para continuar
la "guerra total", ya irreversiblemente perdida. En toda la ciudad, la comandancia
soviética encontró a unas cuantas familias y huérfanos con nombres y apellidos
lituanos, sin embargo decían obstinadamente que eran alemanes. Al terminar la
guerra a ellos se les dio la posibilidad de salir hacia Alemania occidental, la que fue
aprovechada por la mayoría. Tales cosas son el evidente resultado de la realización
del "complejo programa" de germanización de los lituanos, planteado como objetivo
por los guerreros en el siglo XV y culminado el 22 de marzo de 1939 con la
ocupación de la región de Klaipeda por los hitlerianos.
El hitlerismo deparó a todos los pueblos bálticos la misma suerte. Este lúgubre plan
lo formuló uno de los ideólogos del Reich, Alfredo Rosenberg: germanizar a los
bálticos que se asemejan en aspecto étnico y deportar en grandes envergaduras a los
elementos no deseables. Muy estimulados por la euforia de las primeras victorias que
parecían irreversibles, el Fhürer, que se encontraba en la "madriguera de lobos", en
julio de 1941 declaró patéticamente a sus subordinados que toda la región báltica
debía pasar a ser parte de Alemania. En lo referente a los "elementos indeseables"
tales como los judíos, gitanos, eslavos, comunistas, antifascistas y todo tipo de
"intelectuales", todos ellos, hasta el fin de la guerra, continuaron "deportándose" a la
atmósfera a través de las insaciables hogueras de Oswiecim y Maidanech. Y ¿quién
pudo imaginar en aquel tiempo cuándo iba a terminar este "traslado" de los llamados
pueblos "no arios"? Nadie podía preverlo...
Las olas del tiempo indetenible pasan por la mente de las viejas generaciones,
quienes con sus combates sin parangón y trabajo abnegado supieron detener la
marcha de los acontecimientos, salvar a la humanidad de la peste parda. Si la
coalición antifascista no hubiera vencido, estoy convencida que nadie podría discutir
sobre la estructura estatal, soberanía, derechos humanos, cultura nacional, idioma
estatal, perestroika, etc. El profesor de la Universidad Tusón, Alex de John, autor del
libro "Stalin", recién publicado en Estados Unidos, llegó a la conclusión, de que "si
Hitler hubiera vencido a la URSS, ya no habrían rusos21. Ni habrían, ya no franceses,
ni ingleses ni norteamericanos". Se puede proseguir la enumeración del historiador
norteamericano: no habrían ucranianos, ni georgianos, ni lituanos, ni estonianos ni
otros pueblos. Tal es el significado de nuestra victoria en la Gran Guerra Patria, lo
cual algunos quieren revisar.
Como tal revisión es cosa difícil, buscan toda clase de rodeos. Uno dé ellos es
hacer ver que era ilegal el tratado soviético-germano sobre la no agresión, del 23 de
20 “Nash Sovremennik”, 1987, Nº5, pág 157
21 XVII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (b), 26 de enero – 10 de febrero de 1934: recuento
taquigráfico, M.Politizdat, 1934. Págs. 127-128.
agosto de 1939, lo que les da la razón a algunos "camaradas" para señalar a la Unión
Soviética como partícipe de ese tratado "ilegal" con el nazismo y calificar la guerra
justa del pueblo soviético como la lucha entre rivales por el pillaje internacional.
Incluso el semanario "Argumenty y fakty" en su mensaje de año nuevo a los lectores
se interesó por la resolución del II Congreso de los diputados del pueblo de la Unión
Soviética que condena la "política" de agresión de la dirección stalinista. ¡Cuantos
papeles se mancharon para difundir esta monstruosa estupidez! El I Congreso de los
diputados del pueblo creó una comisión para la valoración de este tratado, la cual
encabezó el miembro del Buró Político, secretario del CC del PCUS, A.N. Yakovlev.
Quisiera exponer mi opinión sobre los resultados del trabajo de la comisión. No
sólo en mi nombre sino también en el de mi padre, hermano y hermana mayores y
otros allegados que murieron en la guerra por nuestra Patria Socialista.
El Recihstag, que fue quemado por los hitlerianos, ya en 1933 mostró claramente
la esencia agresiva del fascismo y la inevitabili-dad de una guerra en el futuro. Esa
inevitabilidad hizo imprescindibles los esfuerzos en la preparación total del país para
rechazar la agresión, alejar lo más posible la amenaza que se acercaba, el logro de
aliados en un mundo de ninguna manera amistoso, realización de negociaciones
diplomáticas con el objetivo de crear una coalición antihitleriana. Cada una de estas
tareas fue excesivamente compleja para el país que entró en la plena construcción del
socialismo en condiciones del hostil asedio capitalista.
En uno de los discursos en el XVII Congreso del Partido Comunista de la Unión
Soviética (bolchevique) se citó una parte de "Mi lucha" donde Hitler escribía:
"Nosotros terminamos el eterno movimiento de alemanes hacia el sur y oeste de
Europa y cambiamos nuestro horizonte hacia tierra del oriente. Nosotros vamos a
terminar con la política de repartición colonial y a pasar a la de conquista de nuevos
territorios. Y cuando hoy hablamos de nueva tierra en Europa, podemos pensar sólo
en Rusia y las minorías a ella sometidas en zonas fronterizas. El propio destino
parece señalar este camino. Al poner a Rusia en poder del bolchevismo separó del
pueblo ruso a la intelectualidad que hasta ese tiempo creaba y garantizaba las
riquezas del Estado22 ¡Qué clara estaba su aspiración abierta a dominar el mundo! ¡Y
después de esto se lamentan junto a A. N. Yakovlev de que los "ideales mundiales de
justicia y humanismo no se compenetraron con la conciencia social, en particular, con
la estatal"! Que interpreten como les dé la gana los "elementos profundos de la cosmovisión democrática en su conjunto" o "convicciones éticas de la sociedad". ¿Qué
dejaron en los años 30 las realidades concretas de los antagonismos sociales a esos
"ideales", "cosmovisión" y "convicciones"? Pienso que la respuesta es una sola: nada.
El congreso de los diputados populares de la URSS reconoció que el Tratado rusoalemán sobre la no agresión, fechado 23 de agosto de 1939, no violó ninguna ley
interna ni las normas internacionales. Sin embargo, al hacer esto se hizo hincapié en
sus consecuencias negativas. Está claro que cada tratado, entre ellos este, es resultado
22 “Pravda” 23 de septiembre de 1939
de compromisos. En este caso el compromiso entre el agresor y su futura víctima.
Los términos del tratado con suficiente base los analizaron nuestros especialistas.
Son otro problema los protocolos secretos adjuntos al tratado, sobre los cuales se
callaron ex profeso en nuestro país. Sin embargo, el contenido de los problemas
planteados nadie los escondió. El Gobierno soviético prácticamente no guardó secreto
de sus acuerdos con Alemania. Todos esos mapas, las líneas de demarcación
fronteriza, por los cuales el congreso de diputados del pueblo se pasmó, los conoció
todo el mundo un mes después de la firma del Pacto. Ya el 23 de septiembre de 1939,
"Pravda" escribió: "El Gobierno de la URSS y el de Alemania establecieron las líneas
de demarcación entre los ejércitos alemán y soviético, las cuales pasan por el río Tis
hasta su desembocadura en el río Narev, más allá por el río Narev hasta su
desembocadura al río But, más allá por el But hasta su desembocadura en el río Visla,
más lejos por el río Visla hasta la desembocadura del río San en él y más lejos por el
río San hasta su fuente."23 Por estos acuerdos fueron detenidas las divisiones
hitlerianas, las cuales después de la derrota de Polonia ardían por avanzar hacia
nuestras fronteras...
Pienso que las discusiones programadas de antemano en el Congreso sobre el
problema, existieran o no estos documentos, sirvieron para distraer la atención de los
diputados y de la opinión pública de los problemas más candentes que tienen no sólo
interés histórico. En mi opinión, el diputado popular A.N. Yakovlev se equivocó al
aseverar que en 1939 las negociaciones con Berlín podían limitarse al tratado y
considerar como "confabulación", "ambiciones imperiales", todo el resto secreto.
Pero, en ese caso, ¿no se habría convertido el mismo tratado sobre la no agresión en
un pedazo de papel recibido a cambio de serias concesiones económicas, políticas e
ideológicas de nuestra parte?
En los protocolos secretos se trataba de la formación del frente soviético-alemán de
la Segunda Guerra Mundial, de ganar tiempo hasta el momento de la agresión a la
URSS. Pienso que sería igual a esperar la muerte con brazos cruzados, esperar el
ataque de los hitlerianos a las regiones Harvy, Puskov, Minsk, Kiev, Nikolaev o al
suburbio leningradense de Belostrov, del cual se encuentra el Smolny a dos horas de
avance de los tanques alemanes. Los hitlerianos constantemente obstaculizaron la
realización del tratado. Se necesitaron nuevas concesiones nuestras, el tratado
soviético-alemán sobre la amistad y frontera entre la URSS y Alemania del 28 de
septiembre de 1939. Parafraseando una famosa frase de uno de los reyes franceses:
"París bien vale una misa", se puede decir tajantemente que Rusia, el socialismo, la
existencia de la propia humanidad necesitaron cualquier tratado, cualquier acuerdo
secreto y sus protocolos adjuntos. Y la historia no se puede hacer "con la política
retro-vertida hacia el pasado". De lo contrario, la tendrán que reescribir innumerables
veces.
A fin de cuentas el agresor nos dio el horrible golpe el 22 de junio de 1941, 25023 “
Pravda” 19 de diciembre de 1941
350 kilómetros más al occidente de nuestra vieja frontera, donde tuvieron lugar los
primeros combates infructuosos del Ejército Rojo. Independientemente de cómo los
valoren, en el curso de aquellos combates fue que se ganaron las dos primeras
semanas de entre seis-ocho dadas al ejército alemán según el plan "Barbaroja" para la
"guerra relámpago". Estas dos semanas nos permitieron reunir las fuerzas y
prepararnos para las batallas en las líneas de Lug, de alrededores de Smolensk, Kiev,
Odesa, Murmansk, las cuales les quitaron a los ocupantes 4-5 semanas más de su
valioso tiempo de verano y obligaron al agresor a alargar las vías de comunicación,
experimentar la guerra popular guerrillera en su retaguardia y desperdigar las fuerzas
antes de las batallas decisivas por Moscú y Leningrado.
Si no hubiéramos ganado ese tiempo, no habríamos podido frustrar ese intento de
batalla relámpago, ni obligar a los hitlerianos a pelear en las condiciones invernales
*1: El 15 de abril de 1990, N.A. Andreeva tuvo en Mosc? el encuentro con
para las cuales no estaban preparados. Entonces,
el otrora
jefe de
pelotón demayor
brigada
el redac?tor
de la "Revista
Hist?rico-Militar",
general V.I. Filatov, a
quien habría
le entreg? tenido
el original que
del art?culo
"Caprichosahist?ricos
de infantería marina, Aleksandr Yakovlev,
levantar
los de la nueva
mentalidad". Despu?s de reducciones insignificantes la redacci?n lo public?
combatientes a su último ataque no en la estación
Pogostre, cerca del río Voljov, sino
bajo el t?tulo: "Caprichos hist?ri?cos" en la columna de "Puntos de vista,
juicios,
Sovremennik", 1987,
No. 5,
P?g. 157
en algún lugar de contrafuerte de los Urales,
conversiones".
todas *2:
las"Nash
consecuencias
que
ella
*3: XVII Congreso del Partido Comunista de la Uni?n Sovi?tica (B) 26 de
hubiera causado a él y al país.
enero-10 de febrero de 1934: recuento taquigr?fico, M. Politizdat, 1934. P?
gs. 127-128. *4: "Pravda". 23 de septiembre de 1939 *5: "Pravda". 19
de diciembre deahora
1941
Hablando sobre el "Pacto Ribbentrop-Molotov",
frecuentemente omiten
*6: En el informe "Antistalinismo-caballo de Troya en el movimiento
algún elemento importante. A fin de cuentas,comunista
el tratado
ayudó
adquirir
futuros
en la nos
segunda
mitad a del
siglo XX",
le?do en el Centro
Internacional
Prensa, enhasta
Bruselas,
elt 2 de
mayo de 1992,
aliados en la coalición antihitleriana, muchos
de losdecuales
1939
aspiraban
a Nina Andreeva
indic?: "... como premisas econ?micas del antistalinismo se presenta en la
enrumbar la agresión alemana hacia el oriente.
Gracias al pacto, el imperialismo
URSS ante todo la incapacidad de la direcci?n de Kruschef, Breznef y
Gorbachov
para lasuperar
las dificultades
objetivas
del crecimien?to
de la
mundial no logró la coalición antisoviética, pese a que
agresión
de Hitler
contra
la
producci?n socialista, inserci?n de elementos capitalistas en la econom?a
URSS fue apoyada por tropas de Rumania, Italia,
Hungría, Finlandia y España. Como
socialista, lo que la convirti? en despilfarradora y no eficiente. En la esfera
resultado de este Pacto el Japón militarista nosocial
se decidió
a comenzar
la guerra,
lo que
las ra?ces de
antistalinismo radican
en la aparici?n
de la neoburgues?
a
"sumergida",
y
su
crecimiento
gradual;
la
aparici?n
en
nos permitió evitar la guerra en dos frentes. Acaso, ¿esto no es una brillante victorialas filas de los
de nuestra diplomacia de preguerra, la que hizo una contribución significante a la
victoria sobre el fascismo? ¿Tiene derecho a perder de vista esto la "nueva
mentalidad política" exaltada por los principios morales universales? ¿Esa misma
"mentalidad" que en el "brillante informe" del diputado Yakovlev vulgarizó la moral
clasista de los defensores del primer Estado obrero-campesino en el mundo como
infame "Stalinismo"?
Haciendo uso de palabra en el mitin masivo en Boston en diciembre de 1941, el ex
embajador norteamericano en Moscú, Davis valoró altamente la dirigencia soviética y
su clarividencia "en la purga del país de la traición, fabricación de miles de tanques y
aviones, en un tiempo cuando las potencias democráticas estaban adormecidas por el
falso sentido de la seguridad"24 Y su llamado a ayudar la URSS en la lucha justa se
24 En el informe “Antistalinismo – Caballo de Troya en el movimiento comunista en la segunda mitad del siglo XX”,
leído en el Centro Internacional de Prensa, en Bruselas, el 2 de mayo de 1992, Nina Andreeva indicó: “...como
premisas económicas del antistalinismo se presenta en la URSS ante todo la incapacidad de la dirección de
Kruschev, Brezhnev y Gorbachov para superar las dificultades objetivas del crecimiento de la producción socialista,
inserción de elementos capitalistas en la economía socialista, lo que la convirtió en despilfarradora y no eficiente. En
la esfera social, las raíces del antistalinismo radican en la aparición de la neo-burguesía “sumergida” y su
crecimiento gradual; la aparición en las filas de los trabajadores de la ciudad y campo de capas parasitarias; la
inflación del aparato burocrático de gestión y el divorcio de la intelectualidad élite de las masas populares. En la
insertó en muchos periódicos de Estados Unidos y Gran Bretaña.
El pisoteo de la personalidad y actividad de Stalin y sus seguidores constituye un
tema muy amplio. Sobre este tema existen libros, poemas, monografías científicas,
artículos de prensa, teatros, filmes, etc. Pienso que vendrá el tiempo de analizar y
valorar sin prejuicio los resultados de la campaña antistalinista, ya que sus
consecuencias para nosotros, el movimiento obrero y comunista internacional, los
países del socialismo mundial son más fatales que la tergiversación de todos los
cultos y cultitos. El antistalinismo se presenta ahora como camuflaje, como biombo
de anticomunismo y antisovietismo25.
Ante los participantes del acto de despedida de duelo a los internacionalistas caídos
en África, Fidel Castro dijo que el Estado soviético "prestó servicios tales a la
humanidad como derrocar al fascismo e impulsar decisivamente el movimiento de
liberación de los países todavía colonizados. Todo eso se quiere olvidar hoy. Es
repugnante que muchos se dediquen ahora, en la propia URSS, a negar y destruir la
hazaña histórica y los méritos extraordinarios de ese heroico pueblo".
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba recalcó
que no es posible tratar de cobrarles ahora a los dirigentes del primer Estado
socialista el precio de haber hecho la revolución, derrotado el nazismo y logrado el
progreso social.
¿A quién favorece la revisión de la valoración política del Tratado ruso-alemán de
no agresión? ¿A la verdad? Lo dudo; porque son demasiado fuertes las premisas
coyunturales. Además, la verdad nunca fue determinada ni es determinada por el
número de votos a favor de ella, ni aun cuando ese voto fuere de los estimados
diputados populares de la URSS. Pienso que los resultados de esta revisión de
historia, quienes mejor los utilizarán son los recalcitrantes nacionalistas de las
repúblicas bálticas que arden por restaurar el capitalismo y separarse de la URSS.
Pienso que los señores aquí se apresuran demasiado, olvidando que la última palabra
la tiene el pueblo, genuino defensor de las tradiciones históricas y morales de la
esfera de la política se arraigan en el aislamiento de la clase obrera de la dirección del país; en el debilitamiento del
poder de los obreros y campesinos en el Estado; y en la degeneración oportunista de la dirección del partido. En la
política internacional esto es subestimación del contenido de clases de la coexistencia pacífica de los Estados de
diferentes sistemas socio-económicos. En la esfuera ideológica, la premisa para el antistalinismo fue la incapacidad
del PCUS para desarrollar el marxismo-leninismo en las nuevas condiciones históricas.
La experiencia de tres-cuatro últimas décadas de la historia soviética demostró claramente que el rival principal
de la dirección de Stalin, el oportunismo, necesariamente se desenvuelve en abierta restauración del capitalismo. La
histeria antileninista jugó el papel de biombo para la intensificación de la campaña antileninista y anticomunista en
su conjunto, y después fue utilizada por la contrarrevolución no sólo en la destrucción del socialismo, sino también
en la demolición de la poderosa superpoten-cia soviética. El antistalinismo es el caballo de Troya en el movimiento
comunista internacional, que llevó a la ruina y regeneración de los Estados de la antigua comunidad socialista, los
cuales ciegamente copiaban la línea del PCUS.
Más y más gentes de la URSS comienzan a comprender esto, se dirigen a las obras de I.V. Stalin, crean
sociedades que llevan su nombre, editan el periódico "¡Por la Patria, por Stalin!".
25"Moskva". No. 11 de 1989, Pág. 19
potencia. En relación con esto quisiera citar a uno de los poetas más leídos por mí,
Félix Ghuev, a quien no quieren mucho nuestros anticomunistas criados en el país,
restauradores, nacionalistas y todos sus servidores ideológicos actuales.
Si alguien lograra confundir
la mentira con la verdad,
el cuerpo de oficiales del Estado
dirá su palabra de peso.
El futuro acepto con el corazón
sin matar, sin embargo, el pasado
y hoy, querido ejército,
otra vez depositamos toda esperanza en ti.26
Objetivamente en mi opinión, independientemente de las intenciones personales,
aquellos diputados que votaron a favor de la resolución del Congreso sobre el tratado
ruso-alemán de 1939, quieran o no, ayudaron a los que aspiran a opacar de todos
modos la luz inextinguible de nuestra Victoria de 1945, restarle grandeza en la
conciencia de la gente, minimizar su significado, como casual, secundario, a los que
quisieran tachar su significado para el destino del mundo, borrar nuestra Victoria de
la memoria de la humanidad. Se dio el paso de repintar la historia de la Segunda
Guerra Mundial y la Gran Guerra Patria según las recetas de los historiógrafos
occidentales. Las consecuencias negativas de tal decisión se verán sin tener que
esperar mucho.
"Revista Histórico-Militar" No. 6, 1990, Págs. 10-16
26 “Moskva”. Nº11 de 1989, Pág. 19
*
*
*
El 27 y 28 de octubre de 1990 en Leningrado se celebró la III Conferencia Nacional de la sociedad "Edinstvo- por el
leninismo y los ideales comunistas". En las sesiones de la conferencia tomaron parte 276 delegados y 92 invitados, en
representación de todas las repúblicas de la Unión y las repúblicas autónomas, y 36 territorios y regiones del país.
En la conferencia se escuchó y discutió el informe de N.A. Andreeva "¡Detener el deslizamiento hacia la catástrofe!
¡A responsabilizar a los liquidadores y sepultureros de nuestra Patria socialista!"
La conferencia ratificó los Estatutos de la sociedad y en lugar del consejo coordinador eligió el Comité ejecutivo
político de "Edinstvo". Como su presidenta fue elegida N.A. Andreeva.
En la resolución adoptada "Sobre el descrédito político del secretario general del CC del PCUS, M.S. Gorbachov" se
expresó la necesidad de convocar el Congreso XXIX extraordinario del PCUS con las siguientes cuestiones:
1.Sobre la destitución de todos los cargos del partido a M. Gorbachov y sus seguidores más ardientes en el
desatamiento de la contrarrevolución burguesa en la URSS, y sobre su separación de las filas del Partido Comunista
de la Unión Soviética.
2.Revocación de M. Gorbachov y sus lacayos del cuerpo de diputados, a donde entraron sólo porque eran funcionarios
partidistas.
3.Sobre la salida inmediata de la URSS de la crisis no por el camino de la restauración del capitalismo sino de la
limpieza y renovación socialista total.
4.Sobre la investigación de las causas y mecanismos políticos que condujeron a la actual situación de crisis del Estado
soviético, sin precedentes en su agudeza y peligro en los años 1985-1990 y el examen de la responsabilidad partidista
y otra de los culpables.
En la conferencia fueron adoptados los llamamientos de "Edinstvo": "A la clase obrera, el campesinado koljosiano y
todos los trabajadores de la Unión Soviética", "Al pueblo soviético, comunistas y soldados de las fuerzas armadas", "A
los jóvenes estudiantes".
La conferencia de "Edinstvo" se celebró en el salón de actos de la escuela superior militar de navegación submarina
de Leningrado "Leninski Komsomol". El jefe de esta escuela, el famoso submarinista soviético, Héroe de la Unión
Soviética, vicealmirante E.A. Tomlco fue objeto de ataques del alcalde "demócrata" Sobchak y, al final, presionado a
renunciar, por haberlo permitido.
¡DETENER EL DESLIZAMIENTO HACIA LA CATÁSTROFE! ¡A
RESPONSABILIZAR A LOS LIQUIDADORES Y SEPULTUREROS
DE NUESTRA PATRIA SOCIALISTA!
¡Queridos camaradas!
Durante los cinco meses transcurridos desde la II conferencia nacional de
"Edinstvo" en Moscú, de manera creciente se ha ido profundizando la crisis de todas
las esferas del Estado, la sociedad y el Partido. "La reacción en cadena de la
desaparición de los vínculos económicos, —se constata en la resolución del último
Pleno del CC del PCUS—, ya disminuye el volumen de la producción, del ingreso
nacional. En el país prevalece el déficit, se intensifica la especulación, se alzan los
precios. No se calman las hogueras de las disputas y los conflictos entre
nacionalidades, creció el delito. Se multiplican los actos de vandalismo, en la
marejada de antisovietismo y nacionalismo se destruyen los monumentos a Lenin, se
profanan las tumbas de los soldados soviéticos. Se intensifican la difamación y
persecu-sión de los comunistas". Se puede continuar sin fin la enumeración de estos
bochornosos "logros de la perestroika" después del pleno del CC del PCUS. Sin
embargo, pienso que hoy no es esto lo principal. Es más importante analizar y aclarar
los condicionantes principales de la situación contrarrevolucionaria que se ha creado
en el país, examinar los posibles caminos de salida de la crisis y las tareas de la
sociedad de toda la Unión "Edinstvo por el Leninismo y los Ideales Comunistas" en
la actual espiral de la restauración del capitalismo en la URSS.
1. Estrategia de acciones y las fuerzas motrices de los sepultureros del
socialismo
Si usamos el análisis histórico, la situación creada en nuestro país, de cierto modo,
se parece a la del verano y otoño de 1942, cuando las hordas hitlerianas se acercaban
a Leningrado y Stalingra-do, tomaron Ucrania y Bielorrusia y querían ocupar el
Cáucaso y Bakú; los militaristas japoneses repicaban con armas en el Lejano Oriente;
nuestros aliados occidentales perseguían sólo su propia seguridad porque habían
perdido confianza en la capacidad de resistencia de Rusia. Sin embargo, en aquellos
trágicos días de pruebas, nosotros contamos con el frente unido para la lucha contra el
enemigo de clase y nacional, frente que unía las posiciones de combate, covachas
guerrilleras, talleres de fábricas, campos koljosianos, oficinas de proyectistas y
laboratorios científicos. Nosotros estábamos armados con el patriotismo soviético, la
unidad política-moral y la amistad de los pueblos. En la misma fila iban juntos el
movimiento obrero y comunista internacional, la resistencia antifacista de los países
europeos ocupados, pueblos y ejércitos aliados. Organizador de la lucha de todo el
pueblo fue el monolítico Partido Bolchevique, bajo la más prestigiosa dirección de
I.V. Stalin. Las fuerzas armadas valientes que habían crecido en los combates eran
guiadas con una avanzada ciencia militar y las teorías socio-políticas del marxismoleninismo. Estas fuerzas armadas eran guiadas hacia la victoria por la brillante
pléyade de generales y almirantes de la escuela de Stalin.
Afiora la situación es completamente diferente. La sociedad no está unida,
desapareció el frente unido para la lucha contra los restauradores del capitalismo, la
dirigencia del partido está desorganizada por las derrotas y pierde prestigio entre las
masas, tienen lugar dilapidación y el pillaje de las riquezas acumuladas con el trabajo
del pueblo, la Potencia unida es convertida en un conglomerado de principados
hostiles, el PCUS perdió la unidad de sus filas, el Estado fue "desideologizado" y
perdió su gran potencialidad económica, fue socavado el prestigio del Ejército y la
Flota. Tienen lugar la ruina del campo de los aliados socialistas traicionados por la
dirección gorbachoviana, la crisis del movimiento comunista internacional, el
embrutecimiento de la juventud y enfurecimiento de la población. En estas
condiciones, el enfrentamiento con los liquidadores del socialismo revistió un
carácter espontáneo, incontrolado y esporádico.
De ahí que la tarea de primer orden sea crear un frente unido para la lucha contra
los sepultureros del socialismo y los capitulacio-nistas, unir sólidamente las fuerzas
socialistas y patrióticas en las posiciones bolcheviques.
En los Soviets Supremos de la URSS, RSFSR y otras repúblicas se llevan a cabo
ruidosos debates de los programas de paso a la economía de mercado. Fueron
presentados varios de ellos. Fue adoptado el propuesto por el presidente. Sin
embargo, todos, en su esencia, son idénticos. Estos son programas de retorno al
capital premonopo-lista a través del mercado, la depauperización de las masas, el
desempleo, la especulación, la explotación, etc. Pero, Gorbachov no se cansa de
repetir que esto es un camino nuevo y no hay otra alternativa, más que esta, para
nuestro país.
En realidad este camino es conocido desde hace mucho y sus autores no son gente
de tipo como Shatalin, Bunich, Petrakov, Abal-kin, Yavlinski, etc. Todo lo que ellos
sacaron a la discusión en los Soviets Supremos es el "programa de estabilización" del
FMI, conocido hace mucho tiempo, elaborado ya en los años 70 para los países
subdesarrollados; que prevé una brusca alza de los precios minoristas, la congelación
de los salarios, la devaluación de la moneda nacional, la "destatificación" de la
economía, la reducción de las inversiones en la esfera social y la cultura, la creación
de las máximas condiciones favorables para las actividades del capital privado
nacional y extranjero. Todo esto permite llegar a la conclusión de que la perestroika
gorbachoviana lleva no sólo a la restauración de las caducas formas del capitalismo
por las que ha atravesado la historia sino también a la conversión del país, que hace
poco era la segunda superpotencia del mundo, en un apéndice de materias primas,
desmoralizado y destruido a causa de la confusión política y social, del imperialismo
yanqui, Japón, ,y OTAN.
De esta manera la oligarquía financiera transnacional prepara el "espacio
geográfico" para el nuevo colonialismo del siglo XX. Su objetivo es arrastrar a los
países socialistas y los en desarrollo a la situación de esclavos adeudados,
convertirlos en reservas de mano de obra barata, en su almacén de recursos naturales
estratégicos, en terrenos de ubicación de industrias antiecológicas y tumba de
desechos tóxicos, en mercado de venta de sus mercancías y servicios excedentes de
segunda clase. Al mismo tiempo la "ayuda" a la perestroika resulta ser para el
occidente la salvación de sí mismo de la crisis económica.
Como saben ustedes, este verano el Soviet Supremo de la RSFSR aprobó la Ley
sobre la soberanía de la república y con esto declaró la supremacía de las leyes
republicanas sobre las de la Unión, se desencadenó la nueva ola de pasiones
nacionalistas en Ucrania, Bielorrusia, Georgia y otras repúblicas, las cuales superaron
a la Federación Rusa en la misma tendencia separatista. La visita de Eltsin en su
nuevo papel a las repúblicas bálticas, que fue acompañado, según palabras de
camaradas lituanos, de una catarata de diversiones, cacerías y banquetes, sirvió para
fortalecer allí el nacionalismo y la enemistad hacia los "ocupantes". Es característico
que este "estafador político" y "payaso burdo" según las palabras de Gus Hall, se
entrevistó allí y discutió problemas con los nacionalistas y antisoviéticos
exclusivamente. Ese "demócrata" se negó rotundamente al encuentro con el frente
internacional, con la dirección de las organizaciones de población de habla rusa, con
los veteranos de guerra y laborales y con órganos locales del partido. En lugar de
esto, con la gente como Landsbergis, Ryuitel, Gorbunov con gusto discutió la
creación del "frente unido" contra el "centro", que no significaba de ninguna mañera
Gorbachov, que todavía es altamente considerado por los chovinistas bálticos, sino la
URSS, la potencia socialista unida. La ruina de ella después dé la introducción del
mercado es el segundo peligro horrible que se cierne sobre nuestra Patria.
Hoy, más que nunca gira la rueda de la destrucción de la propia Federación Rusa.
Después de la visita de Eltsin a Povolzhie, Siberia y el Lejano Oriente, se
intensificaron las tendencias nacionalistas centrífugas en Tataria, Bashkiria, Buriato,
Yakutia, que se declararon repúblicas. Además, ese ex-portador de carné de partido,
ese "populista" Eltsin, que no se da cuenta de qué tipo de simpatía le tienen ni cómo
debe proceder, y vendió los Kuriles e intereses sociales de los trabajadores de Rusia,
declaró en un discurso en el instituto politécnico Ural que "en el territorio de la
RSFSR después del referendum pueden formarse 7 repúblicas rusas: Rusia central,
del Norte, del Sur, Povolzhie, Ural, Siberia y Lejano Oriente". Aquí hay que agregar
"zonas de empresas libres", protectorados contemporáneos del neocolonialismo, las
cuales son engendradas por los Soviets Supremos y locales. Todo esto se realiza sin
esperar ningún referéndum.
Claro, el salto de las tendencias centrífugas y separatistas tiene en nuestros días su
base económica: el paso al mercado, autofinanciamiento, autoabastecimiento,
completo "cálculo económico" republicano,- etc. Sin embargo, ¿quién no comprende
claramente que el cálculo económico es una cosa en las unidades de producción y
completamente otra en las grandes regiones nacionales y administrativas? En el
primer caso, es el camino hacia el progreso, y el segundo, al encierro, egoísmo,
individualismo, y menoscabo de intereses comunes. En las condiciones de crisis esto
es una variante del lema "Sálvese quien pueda". La lógica del desarrollo de este
proceso evidencia que en las repúblicas el no se detiene, sino va más lejos, hasta los
soviets rurales y microregiones urbanas.
Algunas palabras sobre la "Unión de Estados Soberanos", constituida por la
perseverancia de Gorbachov, Eltsin, Primakov y sus partidarios. El tratado entre las
repúblicas de la Unión, en preparación, está llamado a dividir y esparcir a la URSS en
estados separados. En las actuales condiciones en que se manifiestan a sus anchas el
nacionalismo y el chovinismo, la desestabilidad general y la degradación, todo
intento de acelerar la firma del tratado constituye un paso consciente hacia la
desintegración de nuestra Patria multinacional. Todos ellos planean crear no una
confederación vetusta sino una unión económica de las formaciones estatales del tipo
de CAME, donde puede entrar y salir en cualquier momento cuando algo parezca
desventajoso, como en el mercado capitalista donde buscan sólo a la contraparte
ventajosa.
Si el "mercado libre" nos arrastra en calidad de apéndice de materias primas al
sistema imperialista mundial, el tratado de "Estados soberanos" en las condiciones
actuales inevitablemente socavará la independencia nacional y política de la Unión
Soviética. Parece que esto es lo que esperan con suficiente fundamento los
anticomunistas y antisovietistas de nuestro país y extranjeros. Es sintomática que para
el desmontaje del socialismo y la potencia multinacional, en nuestro país no exista
suficiente número de especialistas capaces, inteligentes, o en los que se pueda confiar
enteramente. De ahí Eltsin incluyera en su Consejo coordinador económico a cuatro
extranjeros. ¿Es que tiene garantía y seguridad de que los "ayudantes" invitados por
él al volante estatal y a las arcas del Soviet Supremo, no figuren en la lista de pago de
la CÍA, y de la Mosad de Israel y otros organismos semejantes?... Y por lo general, es
sorprendente la afluencia a nuestro país de los "especialistas" extranjeros, hombres de
negocio, soviétologos, entregadores de la cultura, economistas y otros que quieren
ayudar la perestroika de Gorbachov y Eltsin. Para colmo, según asevera nuestra
prensa, lo hacen "desinteresadamente".
Un fragmento: el verano pasado Gorbachov y nuestros financieros consultaron con
el director del Banco Federal de la Reserva de EE.UU., el señor Grispan. Después de
estas consultas el dólar en los bancos soviéticos comenzó a aceptarse diez veces más
caro en comparación con la tasa oficial. Pienso que esto no sólo dio a EE.UU. una
ganancia directa, sino también convirtió el capital norteamericano en el "gerente"
secreto de las actuales operaciones financieras en nuestro país. Cosas parecidas
provocan la ira, incluso, de nuestros ex-compatriotas, que emigraron al extranjero.
"Hace falta— escribe uno de ellos— ser un ingenuo político o un consciente
americanófilo que no valora la existencia de su propio país como unidad
políticamente independiente, para caer a los pies de la gente que trabaja con tesón
para desangrarle."
En nuestros días está muy claro para todos que la perestroika de antemano la
prepararon los anticomunistas de toda laya con la bendición y ayuda de sus
protectores extranjeros. Sobre esto informaron no sólo las estaciones de la radio, sino
también los "padres de la perestroika" a través de la red de nuestra prensa "amarilla"
y "que se pone amarilla" a la luz de la democracia y glasnost no socialista. Ellos ya
no encubren cómo coordinaron los procesos en espacio y tiempo, cómo tuvieron que
"reservar" euforia en las primeras etapas para no ser víctimas de su propia "audacia".
Hay que darles lo que ellos merecen. Ellos, de manera maestra, engañaron y
embaucaron el Partido y el pueblo en lo referente a sus objetivos capitalistas, y
mucha gente sólo ahora comenzó a darse cuenta de la horrible provocación, a la que
continúa sirviendo como rehén. Desgraciadamente esta luz avanza demasiado lenta.
Una de las causas de esto es la conquista por las fuerzas contrarrevolucionarias del
arma contemporánea más poderosa: los medios de información masiva, los cuales
fueron convertidos por los restauradores en el arma de desinformación y engaño a la
población, ante todo, a la juventud.
La situación de hoy demanda renunciar a las concepciones caducas sobre la
perestroika, las cuales hemos mantenido muchos de nosotros hasta hace muy poco y
que se reflejaron en los documentos de "Edinstvo". Ahora está claro que no existía
ninguna competencia en las vertientes socialista y antisocialista de la perestroika.
Nadie se disponía a "renovar el socialismo" y "acelerar su desarrollo
socioeconómico". Hubo sólo camuflaje seudosocialista para la restauración del
capitalismo en nuestro país, la restauración que revestía en aquel tiempo el carácter
de alta traición. Claro, si partimos de la Constitución, de aquellas leyes que estaban
vigentes a mediados de la década de los 80.
En lo que se refiere a la "opción socialista", "perspectivas comunistas", "centro
fuerte", no nos engañemos otra vez. Que los asustados que ocupan sillones en los
aparatos partidistas, aprovechen, si quieren, la falacia que dijo Gorbachov en sus
"plataformas", "programas" y "resoluciones". No por gusto el Secretario General
puso hace poco a su perestroika el adjetivo "gran", y por ese mérito recibió la
alabanza generosa del Occidente en forma de Premio Nobel.
Es mejor oir a aquellos que no salen a decir palabras huecas en las tribunas de los
congresos, conferencias y plenos del Comité Central, sino con certeza y calma hacen
su trabajo restaurador. "Aceptar el mercado —escribe Shatalin— significa pasar a la
economía capitalista". Para eso lucha este académico cumpliendo la secreta orden
político-social. En esto lo ayudan Abalkin, Aganguebyan, Petrakov, Bunich y otros
del "centro cerebral" gorbachoviano, mientras que su jefe juega con el "socialismo
humano, democrático"... Podemos recordar que en semejantes situaciones históricas
las masas frecuentemente demandaron la renuncia de su adorado, junto con su
cabeza...
Es sabido que la victoria de la restauración del capitalismo es imposible sin la
existencia de la situación contrarrevolucionaria, todos sus indicios objetivos y
subjetivos formulados en su tiempo por V.I. Lenin están madurando en nuestro país.
Ellos son:
Primero, prácticamente se crea la situación en que "los de abajo no quieren vivir a
la vieja moda", precisamente bajo el socialismo, como nos aseveran. Para los
restauradores, para la confirmación de esto, es indispensable echar el país en el
remolino de la economía de mercado, propiedad privada, ruina general. Con este
objetivo los "arquitectos" y "maestros" de la perestroika llevan a decenas de millones
de personas a la pobreza, inseguridad en el día de mañana, al descontento general, de
los cuales echan la culpa al socialismo, la revolución, el PCUS, a los 70 años del
Poder Soviético. Para esto les inculcan a los soviéticos indiferencia al régimen social:
que sólo quieran estar satisfechos "a cualquier precio". ¿No es en espera de esto que
los anticomunistas y los oportunistas durante treinta años se dedicaron a la
destrucción y degeneración del socialismo y lo comprometieron como pudieron?
Segundo, en el país se creó la situación en que "los de arriba no pueden". Los
intentos de curar la "crisis del poder" con intensificación de los poderes
presidenciales no ha traído nada. El Presidente, los Soviets Supremos de la URSS y
de las repúblicas publican decretos y leyes, pero nadie los cumple. Se buscó un
pretexto: que no hay mecanismos concretos para la aplicación de las leyes. ¿Antes
habían? Pienso que no más que ahora. En las leyes está expresada la voluntad de la
clase dominante. Realizar esta voluntad es la tarea más importante del Estado.
Los restauradores y oportunistas por años destruyeron el Estado socialista,
socavaron sus bases económicas, lo hicieron carente de vitalidad, débil en lo material,
incapaz de defender a los trabajadores de los especuladores-saqueadores,
cooperativistas-explotadores, los criminales organizados y el bandolerismo armado,
del auge sangriento del nacionalismo burgués, incapaz de poner coto a la anarquía, la
corrupción, el burocratismo. No hay que sorprenderse que tal Estado se haya
divorciado del pueblo, haya perdido su fuerza y confianza, sea incapaz de asegurar la
legalidad, controlar la situación política y la que provoca delitos.
En el presidium del Consejo de Ministros de la URSS la crisis de los de arriba fue
caracterizada por N.I. Ruzhkov y sus ministros como "parálisis del poder",
"destrucción del sistema de gestión estatal". En el país en un año y medio pasado se
registraron 1.5 millones de crímenes no descubiertos (de 3 700 mil) y al mismo
tiempo el 20 por ciento de los investigadores están ocupados de la revisión de" casos,
de las "represiones stalinistas". No tendré nada que explicar.
Tercero, según las palabras de V.I. Lenin, el indicio indispensable de la situación
contrarrevolucionaria es la "agudización superior a lo normal de la carencia y
desgracia". Pienso que aquí no hacen falta comentarios en particular. La mano
huesuda del hambre está sobre nosotros. Los escaparates vacíos de las tiendas, el alza
loca de los precios, 50 millones de personas que viven bajo los límites de pobreza, las
revueltas "de tabaco" y "de pan", 600 mil refugiados que perdieron su región natal en
tiempo de paz, etc.
Cuarto, está claro ese indicador de la crisis como "significante elevación de la
actividad de las masas". No puedo por menos que señalar la consolidación de la base
social y de fuerzas motrices de los procesos contrarrevolucionarios. Si antes sólo se
refería a los hombres negociantes de la economía sumergida, a los especuladores y
los burócratas corrompidos que se ligaron a ellos, ahora aquí se incluyen ya los
representantes de los aparatos económicos, de soviets y de partido, que cambian "el
poder por dinero". El director de una fábrica que se incluye en la dirigencia de la
cooperativa organizada en esa fábrica, el rector de la universidad que se enriquece en
la ciencia "sumergida", el dirigente de Soviet local que organiza, de ninguna manera
desinteresadamente, el régimen de "máxima hospitalidad" a la cooperativa
saqueadora y al empresario aprovechado, los "cabecillas" del Komsomol que se
ensucian sus manos con la depravación y degradación de la juventud en los salones
de video, los dirigentes de partido que hacen negocio con las cuotas de los miembros,
esto es una enumeración incompleta de los actuales candidatos a las filas de la
neoburguesía soviética en formación.
"La corrupción -dice el ministro Bakatin-, contagió a todas las esferas de gestión
estatal". Un rublo de cada tres en circulación tiene origen "sumergido", uno de cada
cuatro ladrones de las riquezas del pueblo en el país es dirigente de empresa u
organismo. El espíritu de lucro y comercio abarca todo el país. Los testaferros de la
gente de negocio criada en el país atacan los órganos de Estado, la prensa, las
sesiones de los Soviets supremos y locales.
Se agiliza la marcha del golpe de Estado contrarrevolucionario. En sus filas se
integra la creciente cantidad de parásitos, gamberros, alcohólicos, narcomanos,
prostitutas, contrabandistas, desertores militares, pequeños estafadores, chantajistas,
holgazanes y otros elementos fuera de su clase. Conducidos por manos maestras,
ellos se vierten a las calles y plazas, revolotean en innumerables mítines, reuniones,
demostraciones, en las campañas de "desobediencia civil". Dondequiera se ven sus
lemas anticomunistas, nacionalistas y antiejército. La activación de estos "desviados"
del ritmo normal del trabajo es estimulado por alguien. Por cierto, Sasha Bogdanov,
habiendo recibido el permiso de salir para Israel, de repente rehusó la autorización de
salida y pronto "apareció" como editor y redactor de "Antisovietskaya Pravda", la
cual se vende con viveza en la avenida Nevski.
Las condiciones objetivas mencionadas hoy se complementan con el factor
subjetivo de la contrarrevolución, en el cual se incluye la "capacidad de fuerzas
efectivas capaces de generar acciones masivas" y la disposición de los partidos
políticos para levantarlas en un golpe de Estado. En los últimos tiempos en el país
aparecieron 11 mil sociedades y uniones, de las cuales 20 se declararon como
partidos políticos. De ellos más del 90 por ciento es de carácter nacionalista,
antisocialista y anticomunista. Desde socialdemócratas y anarquistas hasta sionistas y
monarquistas. En los centros políticos de la actual contrarrevolución pueden incluirse
también los Soviets Supremos de la RSFSR, repúblicas bálticas, Moldavia, Georgia,
Armenia, Moscú, Leningrado y otros órganos del poder urbano y regional. En el
Soviet Supremo de la URSS este papel lo cumple el grupo "interregional", compuesto
por diputados "demócratas". Evidentemente, aquí, el provocativo bandidismo político
de Ivanov y Gudlyan, exjueces ordinarios, y de Kaluguin, general del CSE jugó un
rol y, según mi parecer, ellos tienen una indulgencia secreta a largo plazo de
Gorbachov y Yakovlev.
A todo vapor marcha la elaboración de las ideas políticas de la contrarrevolución,
las cuales podrían unir bajo su bandera todas las fuerzas antisocialistas del país. Una
de ellas se manifestó en el "Programa de acciones 90" que hace dos meses levantaba
ruidos, el cual constituye el plan político de golpe contrarrevolucionario pseudoizquierdista. Según la opinión de sus autores, los Soviets, incluso los que están llenos
de sus partidarios, ya gastaron toda su vida y en la etapa actual no pueden asegurar
los intereses socioeconómicos de la burguesía soviética compradora y los
inversionistas extranjeros. De ahí las consignas: "¡Disolver los Soviets!", "¡Todo el
poder a la Asamblea Constituyente!". Para realizarlo recomiendan huelgas generales
políticas, campañas de desobediencia civil, incautación de las propiedades y edificios
del PCUS, nacionalización de las propiedades de los sindicatos, frustración de los
alistamientos en el ejército y muchas otras cosas que se salen de los límites de las
normas constitucionales.
A jugar el papel de fuerzas de choque del golpe de Estado están llamados los
estudiantes, alumnos, jóvenes nacionalistas, piquetes de niños y otros grupos y capas
de la juventud, a los cuales por receta de Trotski les pertenece "abrir fuego al estado
mayor".
En el camino de los golpistas, los obstáculos fundamentales son las Fuerzas
Armadas y los órganos de mantenimiento de orden judicial, contra los cuales hoy se
despliega la más desenfrenada acción de hostigamiento. Los soldados en servicio en
términos finos son azuzados contra los oficiales, los comandantes contra los
trabajadores políticos, el cuerpo de oficiales contra los generales, el pueblo contra el
ejército; se difunde todo tipo de rumores provocadores. Para dividir las filas de los
oficiales se hacen promesas de crear en un tiempo cercano un ejército de
profesionales, donde los militares asalariados serán remunerados "no peor que en el
ejército de EE.UU". En el bacanal anti-ejército toman parte "Komsomolskaya
Pravda" y otros "periódicos de los jóvenes" donde se especializa en este objetivo una
pandilla entera de desertores que pasan por pacifistas. Debido a la reducción del
presupuesto que se realiza de manera irresponsable se amina la esfera de la industria
de guerra, baluarte y garantía de la seguridad del país. El presupuesto de las Fuerzas
Armadas en 1991 fue reducido en un 20 por ciento. Si las cosas van a seguir así, dijo
hace poco el ministro de defensa, "dos años después no tendremos ejército".
Las Fuerzas Armadas, que varias veces han salvado el país, hoy necesitan que las
defiendan como uno de los bastiones del socialismo todavía no destruido por los
restauradores. AI igual que en todas las contrarrevoluciones anteriores, el ataque
contra el régimen socialista se mezcló con el ataque al "personal armado". Hoy
defenderlos es tarea de todos nosotros. Nuestra sociedad de toda Unión puede hacer
aquí muchas cosas para el fortalecimiento de la unidad entre el ejército y el pueblo.
Tales son en línea general las características, condiciones, indicadores,
circunstancias y hechos de la situación contrarrevolucionaria que vive hoy el país,
situación que amenaza la potencialidad e integridad, honor e independencia de la
potencia.
Terminando el análisis de esta cuestión, señalamos que el resultado general y más
esencial de la restauración consiste en que esta lleva nuestra Patria a la ruina, a esa
ruina que planificó el imperialismo ya en el período de la Segunda Guerra Mundial,
pero que fue evitada por la clarividente política de la dirección del Partido y el Estado
de aquel entonces y el heroísmo del pueblo soviético, demostrado en la construcción
socialista y en la guerra contra el hitlerismo. El análisis demuestra que todo lo que
ocurre en nuestro país no es sólo de carácter nacional, sino también adquiere forma
internacional de la lucha entre el imperialismo aliado y el socialismo. Dicho en otras
palabras, la perestroika en nuestro país reviste un carácter antisocialista mundial.
Como declarara Bush, "la perestroika en la URSS surgió no en el vacío, sino en el
contexto del renacimiento de las fuerzas norteamericanas".
Si hasta mediados de la década de los 80, el medio básico de la lucha imperialista
contra la URSS fue la "guerra fría" y el chantaje nuclear, ahora se hace con las
fuerzas antisocialistas internas como arma fundamental de destrucción del sistema
socialista. Esto fue posible gracias a la "nueva mentalidad política" de nuestra
dirección perestroikana. Si después del encuentro de Bush y Gorbachov en Malta,
vertiginosamente se derrumbaron la comunidad socialista en Europa y el Pacto de
Varsovia y el CAME, después del último encuentro en Finlandia los "dos grandes"
comenzaron a hablar sobre el "nuevo orden mundial", el cual pronto se tradujo en
acciones conjuntas de la URSS y EE.UU. en el Cercano Oriente para la defensa de
los intereses del imperialismo occidental e Israel.
Todo eso no pudo dejar de reflejarse en el PCUS, lo cual comenzó a arrastrarlo a la
segunda fase de su crisis y degeneración.
2. El PCUS y la perestroika restauradora
Como es sabido, la perestroika en el partido no comenzó de inmediato, lo que le
permitió a los "maestros" hacer ataques con motivo del conservadurismo del PCUS.
Inicialmente se llevó a cabo la preparación ideológica, antistalinista en forma y
antisocialista en contenido, bien planeada y organizada, la cual pronto cobró
dimensión estatal. En la segunda etapa le tocó el turno a la "perestroika" en las
estructuras estatales, apresurando la privatización capital de la economía. Y sólo
después de eso vino la etapa de reestructurar el partido. Su culminación fue el
XXVIII Congreso del PCUS, sobre cuyo significado se discute ahora tanto.
Considerando las tradiciones históricas, profundas raíces ideopo-líticas de la
herencia leninista, de este congreso esperaron muchas cosas. En las filas de la
militancia del partido se acumuló la inquietud que se traducía en la pregunta: "¿a
dónde nos llevan?". Eso se estimuló por la agudización de las contradicciones en la
sociedad. En el propio PCUS aparecieron quienes abandonaban el marxismoleninismo, ignoraban la disciplina del partido, profanaban la historia del partido y el
socialismo. En las repúblicas bálticas aparecieron partidos comunistas paralelos.
Comenzó la persecusión a los comunistas por sus ideas socialistas. Todo esto requería
minuciosidad y valoración, cosas que esperaban del congreso del partido.
El XXVIII Congreso del PCUS no satisfizo la esperanza, de principio no respondió
ninguna de las preguntas planteadas por la vida, no atenuó sino más bien complicó la
ya compleja situación en el partido y país.
El grupo oportunista de derecha de Gorbachov, Yakovlev, Shevardnadze que
lidereó en los congresos —XXVIII y Constituyente del Partido Comunista de la
RSFSR—se puso en el camino de la abierta negación de las victorias del socialismo
en la URSS, confundido por completo al valorar a V.I. Lenin, la Revolución de
Octubre y la Victoria sobre el fascismo. Ambos congresos eluden la cuestión sobre la
clase obrera como la base social del partido. En las circunstancias en que se ha
tornado aguda la lucha clasista, la clase obrera pierde sus partidos políticos y se
encuentra indefensa en la lucha contra los burgueses soviéticos. El mismo PCUS
pierde su fuerza y se queda desamparado socialmente.
El partido fundado por Lenin como partido de la clase obrera, partiendo de su
objetivo y misión de completar el socialismo ha sido definido por los oportunistas
como el "partido que protege socialmente a la gente". Mas, ¿cómo lo puede hacer
bien en las condiciones en que el capitalismo se ha restaurado y el país se ha
convertido en una neocolonia del imperialismo? Y, ¿de qué manera amparar a los
desempleados, hambrientos, mendigos y sin hogar cuando el poder renunció a las
palancas económicas? Justificando el paso hacia la economía de mercado, el
congreso declaró que los pueblos soviéticos deben ser "dueños" y "recobrar la
laboriosidad". Pero, ¿cómo es posible que los 40 millones de desempleados lo hagan?
Los renegados han disuelto por completo el PCUS en las organizaciones socialpolíticas, y en este momento se lamentan hipócritamente de la decadencia de su
autoridad. La capa superior de la perestroika tomó la decisión de separar el partido de
las actividades estatales y económicas, y ha consentido con la "despolitización" y
"despar-tización" de los órganos estatales. El PCUS va perdiendo el prestigio como
partido gobernante, por lo cual va perfeccionándose la plena ruptura entre él y el
socialismo científico. Ha admitido el multipartidismo, e incluso multipartidismo no
socialista, transmitiendo así el poder a los partidos y grupos burgueses y
pequeñoburgueses. Gran parte de los diputados del Soviet Supremo de la RSFSR, aun
teniendo en sus bolsillos el carné del partido, adoptan resoluciones anticomunistas.
Por lo visto, para apaciguar esta inconformidad, Eltsin, miembro del CC del PCUS,
en un gesto demostrativo en el Congreso devolvió su carné, que le sirvió fielmente
para hacer carrera.
Cuando se evidenciaba que el Soviet de Moscú y el de Leningrado se
transformaban en locomotoras del capitalismo, bajo la guía de G. Popov y A.
Sobchak, la "capa superior" cambió y entregó las direcciones de las organizaciones
partidistas de estas dos ciudades a Prokofiev y a Gidaspov, quienes anunciaron en
entrevistas que son en todo caso, "técnicos" escasamente experimentados en la
política. Los restauradores del soviet municipal han obtenido plena libertad para sus
actividades y los comités del partido de grandes centros juntaron las manos para
buscar concenso con ellos.
En la declaración programática del XXVIII Congreso "Al socialismo humanista y
democrático" se indica que "el PCUS, en calidad de partido gobernante asume la
responsabilidad política y moral sobre la situación creada en el país". En otra palabra,
sobre la destrucción general de la economía, el Estado y la ideología del marxismoleninismo. Pero, quienes lo permitieron, dicho mejor, lo organizaron, no son los
millones de comunistas soviéticos, sino la capa superior de la perestroika, que engañó
a los pueblos soviéticos, pregonando "perestroika revolucionaria" que no era otra
cosa que la liquidación del socialismo y la restauración del capitalismo. Esto es lo
primero. Segundo: el PCUS, hace ya mucho tiempo que no es el partido gobernante.
Los renegados lo separaron de la administración de la edificación socialista que
pasaron a los enemigos del socialismo, anticomunistas. Tercero: declarar que la
"responsabilidad política y moral" de la actual catástrofe real cae no sobre la capa
superior de la perestroika, sino sobre el partido, significa dar al "frente popular", la
"unión democrática", "ruj" y "sayudis" el pretexto para exigir la prohibición del
PCUS y la organización del terror contra los comunistas, que hoy acomete la
contrarrevolución. La manipulación de los cuadros en la dirección del partido en el
XXVIII Congreso le permitió a Gorbachov mover la aguja del barómetro político al
lado de los elementos socialdemócratas y mencheviques en el PCUS.
Hoy se necesita un "presidente superpartidista" para la seguridad del
multipartidismo antisocialista, sin el cual es imposible el paso al predominio de
propiedad privada. Actualmente en la URSS están prohibidos los partidos y las
organizaciones que tienen como objetivo "incitar la discordia social". ¿Cómo es esta
discordia? ¿Entre los explotadores y explotados, opresores y oprimidos, entre trabajo
asalariado y capital, entre los especuladores y trabajadores? Así, por la enmienda de
Gorbachov a la Constitución los trabajadores de la URSS han perdido todo lo que les
había "concedido" ya antes el mundo capitalista, y nuestro Secretario General se ha
puesto en una fila con tipos como Pinochet.
En el XXVIII Congreso, de las filas de la alta dirección del partido se han retirado
E.K.Ligachov y algunos otros activistas políticos, cuya posición no coincide en las
concepciones de los capituladores, restauracionistas. El error de estos políticos reside
en que intentaron oponerse de manera sistemática a los renegados, en la "capa
superior", y no prestaron atención a la militancia del partido para conservar la
"unidad del partido", que ya no existía. Sus adversarios políticos, haciéndose de la
vista gorda ante elementales normas, organizaban las campañas calumniosas más
desenfrenadas y les achacaban todos los errores del secretario general. Con su derrota
política estos miembros del partido subjetivamente conscientes confirmaron
claramente el verdadero valor de los principios partidistas, la audacia, la
intransigencia, el apoyo en las masas de los comunistas, la falta de confianza en su
"líder" en la divergencia fundamental de las posiciones políticas. Este fracaso
aseguró, además, lo dañosa que era de la neutralidad o la mínima admisión de la
histeria antistalinista, que se ha transformado legalmente en el perverso
anticomunismo y la campaña antileninista.
Hoy para I.K. Polozkov, primer secretario del CC del PC de la RSFSR y sus
camaradas es particularmente importante sacar provecho de estas lecciones políticas.
La bandera del bolchevismo, abandonada por los renegados y capituladores, debe ser
alzada con manos fuertes. Si imperan los empresarios e industriales, todos nosotros
seremos objeto de odio y desprecio por parte de muchas generaciones de trabajadores
y de los revolucionarios del mundo entero.
El grupo de Gorbachov en la dirección del PCUS "cumplió" con honestidad el
pedido social de los enemigos de la Revolución de Octubre y el bolchevismo, y ahora
puede desaparecer tranquilo, con sentimiento de haberlo ejecutado en la década de la
historia perniciosa. Sin embargo, como se ve, ellos no se apresuran a hacerlo todavía.
Como muchos me escriben, no todas las cuentas secretas en las arcas de los bancos
de Suiza se han abierto. Pensamos que hoy sobra ya calificar a esos núcleos
representantes sólo de oportunistas de derecha y revisionistas, quienes no saben de lo
que hacen. En el presente, muchas personas han llegado a la conclusión de que
Gorbachov y su grupo tienen la culpa de: la grave crisis en todas esferas de la vida y
las actividades de la sociedad soviética; el desmoronamiento de las bases y
superestructuras del socialismo; el desmembramiento del país multinacional y del
sistema socialista mundial; la crisis de los movimientos internacionales obrero y
comunista; la degeneración del PCUS en partido parlamentario, social-democrático y
menchevique con orientación ideo-política de Trotski-Bujarin. La culpa es grande,
irrefutable e imperdonable. Esto demuestra que los "arquitectos de la perestroika" se
disponen a entrar en el camino próximo a la traición.
Todo esto, a mi parecer, permite a la actual conferencia de la sociedad "Edinstvo"
de toda la unión adoptar una resolución para exigir al CC del PCUS llamar la
atención a M.S. Gorbachov por la responsabilidad partidista, excluirlo del partido y
dimitirlo de diputado popular de la URSS del PCUS. Es preciso insistir que este
problema se examine en asambleas abiertas del Partido de toda la Unión, en la cual
puedan discutir todos los comunistas del país.
Nuestra tarea es participar activamente en estas discusiones y organizaciones de
tales reuniones partidistas y de otras análogas, mítines, manifestaciones,
intervenciones de los comunistas y los sin partido, por medio de la información
masiva. En primer plano se debe plantear la consigna: "¡A juzgar a los liquidadores
del partido leninista y sepultureros de la Patria socialista!". Ha llegado el tiempo de
desenmascarar la mentira de la perestroika sobre la "inalterna-tiva" de Gorbachov y
Eltsin. La salida de la crisis del PCUS reside en la verdadera dirección colectiva
partidista, cuya mínima infracción debe ser sancionada por su gravedad.
Los políticos experimentados pueden buscar la acción al unísono de las fuerzas
políticas en el parlamento. Será más complicado lo grar el balance político en el paso
directo al capitalismo, que comenzará dos meses más adelante. Aquí la correlación
política será acaso muy diferente a la del Soviet Supremo y el Congreso del PCUS,
porque se les aplicarán los intereses de los trabajadores no sólo inmediatos, sino
también de largo alcance, sus auténticos intereses clasistas. Todo esto será realizado
no en los altercados de los diputados y delegados, sino en reales combates clasistas,
en sus leyes inviolables, que se apresuraron a sepultar con palabrería los
anticomunistas domésticos y forasteros. En realidad, ellos, por supuesto, temen
seriamente el cataclismo clasista, llamando a la "paz ciudadana" y "armonía social", e
intentan, periódicamente, "dejar salir el vapor" al descontento popular.
Debemos preparamos en lo político» ideológico y organizativo frente al futuro
combate social. Con la resolución y la irreconciliabilidad en la lucha por el
socialismo, al decir figurativamente debemos levantarnos idénticos con nuestros
legendarios abuelos, "Budyonmii", quienes cortaban como viento y rayos en los
ataques de sables hasta las sillas del teniente Golichin y del coronel Obolenski, que
defendían entonces su "Nido de nobles" y su rica vida parasitaria a costa del pueblo.
Asustadizos intelectuales: ¡no nos acusen por la "incitación a la discordia social" y
la ferocidad! Somos los más resueltos y consecuentes protestantes de que en el orden
del día de la actual oposición social-política "se levanten las bayonetas". Pero no
queremos cederle a nadie las conquistas de la Revolución de Octubre. Aceptamos
cualquier forma de lucha que la contrarrevolución nos imponga. He aquí
precisamente el sentido de las consignas: "¡Socialismo o Muerte!", "¡Patria o
Muerte!" Como para los combatientes del frente de Stalingrado en 1942 no estuvo la
tierra más allá del río Volga, hoy también "no está para nosotros la tierra" en la
"ribera" capitalista, adonde los restauracionistas nos llevan con astucia.
Pensamos que la actual tarea global del partido y todos los marxistas y leninistas
consiste en bolchevizar todas las vertientes de las actividades del partido, darles el
carácter científico, clasista y proletario y restablecer el verdadero leninismo que no se
ha debilitado, ni se ha falsificado por los revisionistas. Es erróneo pensar que hoy el
PCUS se ha reducido a la miedosa unidad de los renegados y conje-turadores, a los
burócratas disfrutadores de privilegios y corruptos pancistas, revisionistas y
oportunistas. El PCUS es representado por aquellos, quienes hoy bajan al pozo, se
ponen ante los hornos Martin y laminadores, quienes obtienen difíciles cosechas y
cumplen sus tareas militares en las pizarras de mando de cohetes estratégicos, en el
estrecho camarote de un submarino y la cabina de un avión de caza, quienes curan a
la gente y enseñan a los niños. Son diferentes sus concepciones sobre el pasado y el
presente, pero son idénticos sus intereses.
3. La labor de la "Edinstvo " y nuestra tarea en la etapa actual
La situación que nos rodea cambia, y se puede afirmar que por doquier crece el
interés por nuestro movimiento social-político. En el último mes recibimos más de
mil cartas, en las que gran parte de los autores solicitan inscribirse como miembro de
"Edinstvo". Algunos escriben en nombre de un enorme grupo de sus camaradas.
Algunos de ellos participan hoy en nuestras labores. En el período de preparación de
la conferencia llegaron a nosotros casi cien programas y plataformas distintas para la
economía, política, historia y la salida de la crisis. Todas estas son diferentes, pero se
conjugan en una aspiración común: qué nos ocurrió y cómo arreglarlo.
Otro testimonio del crecimiento de la autoridad de la "Edinstvo" es la aparición de
muchos de nuestros camaradas en las publicaciones y otros medios de información
masiva. Si en la II conferencia podía enumerarse por el nombre a los autores de los
comentarios, las entrevistas, los artículos, las cartas enviadas a las publicaciones,
ahora son cientos, de lo cual me hablan recortes de periódicos y revistas que me han
enviado. La sociedad "Edinstvo" publica cuatro periódicos en los mismos lugares
(Moscú, Orel, Ashjabad, Dnepropetrovsk). Esto no es más que nuestro primer paso y
no todas las publicaciones son profesionales, pero la sinceridad y el febril afán de los
editores, autores y redactores llenan el vacío abierto en las informaciones por nuestras
publicaciones seiidopluripartidtstas y corrigen faltas de las primeras experiencias.
Quiero referirme a la creciente calidad del periódico "Edinstvo", que aprovecha
ampliamente todos géneros.
El interés por nuestro movimiento político se ha intensificado también en el
extranjero, especialmente en los hermanos partidos comunistas, cuyas relaciones
adoptan el carácter práctico y camaraderil. Esto, ante todo, atañe al partido comunista
de Japón» que nos envía sistemáticamente su periódico "Akahata", donde se publican
documentos de nuestra sociedad. La iniciativa ha surgido de los directores del
departamento de relaciones internacionales del secretariado del CC del PCI y el
filósofo Kagawa Giro. Con los compañeros italianos colaboramos por primera vez a
través del periódico "Nueva Unita", que insertó muchos de nuestros materiales, entre
ellos los Estatutos y el reglamento de "Edinstvo". En agosto, "a fin de establecer
relaciones de colaboración internacional" nos escribió Domeniko Savio, director del
famoso semanario "L. Ugiligliancha, económica e sochiale" (Igualdad Económica y
Social). Este es el influyente órgano marxista-leninista de Italia que pugna por
reconstruir el Partido de los Comunistas Italianos, después de haber sido
desorganizado por los oportunistas el PCI y transformado en el partido socialdemócrata que renuncia al marxismo-leninismo.
Hace tiempo se realizó un encuentro con el grupo de activistas del Partido Obrero
de Bélgica, uno de los partidos marxista-leninistas de ese país, quienes visitaron la
URSS, Leningrado, como miembros sindicales del grupo turístico. La charla de seis
horas terminó y con el acuerdo de intercambiar informaciones y materiales, junto con
sus revistas, cuyo redactor figuro entre los miembros del grupo. Llegaron a la
asombrosa identidad de conceptos sobre la situación en la URSS y del movimiento
comunista internacional, donde la autoridad de nuestros perestroikistas se ha perdido
definitivamente. En cartas y llamamientos los camaradas japoneses, italianos y belgas
pidieron transmitir a toda la sociedad "Edinstvo" su cálido sentimiento de solidaridad
proletaria internacional y desean éxitos en la lucha por el marxismo-leninismo y el
socialismo.
Ahora nuestros vínculos con los comunistas de los países occidentales llegaron a
tal dimensión, que no me arreglo con la avalancha de problemas surgidos. El asunto
no se detiene sólo en la complejidad de traducción, especialmente del japonés. Pienso
que ha llegado el momento de constituir un grupo especial, que incorpore en la labor
a competentes traductores y desarrolle a su debido tiempo y con visión de futuro los
lazos internacionales de "Edinstvo". Aquí no puede continuar más la artesanía. El
fortalecimiento de la autoridad política y moral de "Edinstvo" se explica también por
el cambio del carácter de las cartas, que me envían los extranjeros. Si se exceptúan
las cartas de los que se unen casi espiritualmente, lo fundamental del restante se
dedicó antes a la temática religiosa. En estos días cambia la tonalidad y no menos
interesante es que empiezan a escribir los disidentes, que se fueron de nuestro país.
Voy a citar el razonamiento de dos de ellos.
Nonna Osipova, disidente que fue para EE.UU. en la década de los 70 y contribuyó
no poco en Moscú, según se dice, a acelerar la perestroika, me dice en su carta:
"Ahora, cuando Eltsin notificó pasar todas las viviendas en Rusia a la propiedad
privada, me he indignado hasta no más. Usted sabe un poco sobre la superioridad de
la vida en la URSS, pero no conocerá el 90 por ciento de lo que yo allanaba con mi
propia experiencia en este país, donde el dinero lo es todo, el hombre no es nada." A
continuación, Osipova indicó que su pensión equivale a 475 dólares (al llevarlo al
nuevo valor del rublo es más que el salario de nuestro presidente). Pero con eso, dice,
no puede "pagar el techo que nos cabija en Nueva York", porque el alquiler de su
habitación en Harlem llega a 300 dólares. Más aún, el dueño procura elevarlo un 30
por ciento sin hacerle caso, e incluso alquila hasta bandidos. Esta, antes disidente,
pidió le mandaran en privado una invitación para visitar la URSS, en la que a través
de los órganos de información masiva, dice, puede adivinar lo que amenazará pronto
a los soviéticos.
Boris Bernshtein, autor de la carta enviada hace tiempo desde Israel no pide nada y
dice que él está de acuerdo con "Edinstvo" en todos los aspectos y sólo se refiere al
problema de los judíos, para él completamente distinto a cuando estaba en su patria.
Escribió al país, por el que su padre, como otros soviéticos, salvándolo del fascismo
"¡Por la Patria!", "¡Por Stalin!" llegó a Berlín. Expresó que el judío "se quedará como
hombre de no traer la malicia hasta cuando no le crecieran los dientes del sionismo".
Según sus palabras, él, engañado por los sionistas, percibió esta verdad sólo después,
cuando fue "esclavo de los que adoran a la mamona (dios de la riqueza) - oro, se
enriquecen ilimitadamente con la bebida, comida y la prostitución". Israel "es una
agrupación de bandoleros, 'prudentes', 'competentes', 'sabios' y 'modernos'. Todos los
judíos son, sin excepción, los que tienen mente satánica, corazón pétreo sin ningún
sentimiento, ni amor ni conciencia. Su sabiduría se dirige a la maldad sobre otros". El
emigrado termina su carta con las palabras: "Los rusos, de veras son un ejemplo ante
todos los pueblos de esta planeta en la paciencia, miseria y el dolor. Dios ayudará a
Rusia llena de dificultades, honesta e inocente." El mismo autor de la carta no espera
nada, ni tampoco quiere combatir para buscar la tranquilidad en el cristianismo.
Si recuerdo aquí estas cartas, esto no es para compadecer a estos pobres emigrados,
sino para mostrar lo paradójico e imprevisto de los cambios que se realizan en la
conciencia de las personas que sobreestiman el valor a partir de la realidad. Como se
ve, nuestra actividad, no importa cómo se aprecie, no se efectúa sin rastros. Su causa,
a mi parecer, consiste en la justedad, radicalidad y el principio de nuestra posición,
que cada vez atrae la simpatía de mayor número de personas. Debemos aprender a
expresar esta posición con certeza, calma y argumentación, sin la expresión
insultante, que aún desgraciadamente se ve en nuestras octavillas y declaraciones.
No puedo menos que recordar la necesidad de conservar la unidad e integridad de
nuestro movimiento político. Más aún cuando en un periódico de Moscú apareció la
noticia del fin de "Edinstvo". En torno nuestro, gira un movimiento vago y
contradictorio. Se produce la metamorfosis en todas las dimensiones de las
estructuras políticas y sociales, se dividen y se unen organizaciones, frentes y
partidos per-meados de la espontaneidad pequeñoburguesa. La introducción de la
división en el campo opositor para muchos hombres fue la táctica de combate. Han
surgido vertiginosamente nuevas organizaciones políticas. Hace poco por la
televisión se ha mostrado la "reunión" del partido de los "conservadores-demócratas".
Nos sorprendió que este grupo llevara una insignia con la efigie de Stalin,
manifestando ideas diametralmente opuestas a las de él. Han proliferado los partidos
monárquicos que se forman de dos polos opuestos del espectro político: los
pseudodemócratas y los patrióticos de la derivación de "Pamyati". Se han unido los
extremos. Su base ideológica común es el anticomunismo, y la social, la unión de
cosacos renacidos, el liberalismo burgués, la nobleza y la iglesia que están en los
antípodas con la unión de la clase obrera y de los campesinos koljosianos.
Es de imaginar que actualmente se crea un ambiente en el que, con el cambio de la
situación política bajo las llamas de la severa crítica, la dirección oportunista de
derecha intenta obtener el "consenso" más amplio. La bandera de derecha en este
acuerdo la sostienen los anticomunistas de "Rusia Democrática" acoplados con
nacionalistas extremistas de las repúblicas, y la de izquierda, algunas fuerzas
patrióticas y socialistas junto con OFT e "iniciadores", en cuya dirección son
suficientes cadete-socialistas, quienes pueden morder en el anzuelo conciliatorio, para
ocupar los "lugares" adecuados en ella. Ellos ya capitularon ante la apreciación de
Gorbachov sobre la colectivización y de todas nuestras historias del socialismo, y se
pegaron al antistalinismo.
"Edinstvo" no está exceptuada de la ruptura. Todos nosotros participamos desde
hace poco en la política y nos falta todavía mucho. Pienso que en el interior de
nuestra sociedad no hay quien desee su división. Si existen tales, es como en
cualquier otro lugar. Nuestras dificultades surgen, a mi parecer, de corto pensamiento,
la inexperiencia, la carencia de autocontrol, duda extrema, etc.
A veces olvidamos que algún desacuerdo en el cambio de concepciones no debe
conducir a la disgregación. Hay que tener en consideración también que en la
discusión, la confrontación de los argumentos no siempre conduce a la verdad. La
última instancia de ésta es la práctica y la labor que es su criterio. Si partimos de los
intereses del trabajo la verdad está de nuestro lado, y no hay lugar para la división y
el portazo.
La segunda conferencia "Edinstvo" planteó el problema de las posibles variantes
para la bolchevización de nuestro movimiento, incluida su plena reorganización en
partido de los bolcheviques-leninistas. Hicimos encuestas verbales y escritas entre los
miembros de "Edinstvo" y conocimos que el problema es más severo de lo que
presuponíamos. En especial, casi el 15 por ciento de los encuestados al respecto
consideran que hace falta proclamar de inmediato la fundación del partido
bolchevique. La mayoría de ellos son los que antes no militaban en el PCUS, que
salieron del partido en diversos tiempos, incluso en los últimos años, y comunistas
del báltico donde la situación es específica. La razón principal de estos camaradas es
que en la hora actual se retiran del PCUS muchos marxistas-leninis-tas, y el partido
fundado por nosotros los debe absorber con la bandera del bolchevismo en alto. El
argumento tiene importancia, requiere atención.
Otra gran parte de los que contestaron y expusieron sus opiniones supone que es
necesario bolchevizar desde principio la "Edinstvo" y más tarde proclamarla como
partido. ¿En qué se basan estos camaradas?
Primero, aun hallándose en la vacilación y desintegración, el PCUS es y será la
mayor organización masiva de los trabajadores. Por tantto hay que librar un combate
dentro del PCUS para su bolchevización y liberación de los social-demócratas,
neomencheviques, el grupo de la plataforma democrática y los descompuestos que no
están claros en el lugar donde deben estar y permanecen en él sólo con la esperanza
de repartir sus bienes y finanza. Además de esto, ellos dejan muy fácil las filas del
partido. Los partidarios de la razón en cuestión se guían por la idea de Lenin de que
los bolcheviques deben trabajar allí donde se encuentran las masas, y en el PCUS
están todavía los trabajadores más activos y de mayor autoridad.
Segundo: incorporándose en el partido bolchevique, deben abandonar el PCUS
conforme al reglamento. Además en los momentos más difíciles de su historia,
"¿cómo me juzgarán más tarde los vivos o muertos que me avalaron y admitieron en
el Partido, en el frente después de pasar el río Dniéper?", me escribió un veterano de
la guerra. Podemos entenderlo.
Tercero: saliendo del partido nos oponemos objetivamente a él, donde están
millones de comunistas honestos que defienden el socialismo y luchan contra los
restauracionistas y capituladores en sus organizaciones. Sería justo, como piensan los
camaradas, si planteamos la plataforma de combate por la bolchevización del PCUS,
empezamos a ganar a nuestra parte las organizaciones territoriales y productivas,
admitir por su conducto en el partido a las personas de nuestro lado y darles
influencias bolcheviques en los aparatos del partido. ¡Idea interesante!
Cuarto: Algunos camaradas indican que antes de denominarnos partido
bolchevique, es preciso realizar la bolchevización de la misma "Edinstvo". La
transformación en un verdadero movimiento bolchevique se efectúa no con palabras
o consignas, sino cuando hace todo lo que está al alcance para la bolchevización del
PCUS, y sólo proclamándose después como partido lo seguirán los trabajadores. En
otras palabras, nos corresponde la responsabilidad histórica como protectores y
herederos de las tradiciones bolcheviques y leninistas. Nosotros no somos demócratas
cristianos y nos compete proteger y heredar. Hoy, según la opinión de muchos, al
llamarnos ahora partido bolchevique nos limitaremos a cambiar sólo el letrero.
Para terminar, algunos camaradas han señalado que no formamos justamente la
composición de la actual conferencia. De hecho, sólo eligimos delegados en dos o
tres ciudades, y el resto ha venido como invitado. Recuerdo que en la anterior
conferencia fueron elegidas las comisiones para la elaboración del programa, los
estatutos y las instrucciones para la preparación y realización de la reunión inaugural
(el orden de preparativos, norma de representativos, el documento de delegados, etc.).
Están los proyectos de la plataforma y los estatutos. La instrucción no la tenemos
preparada, aunque lo advirtiera dos veces a los responsables correspondientes.
Junto con esto, quiero subrayar que resolver el problema al respecto no
corresponde al consejo coordinador ni a las comisiones, sino a la misma conferencia.
He reconocido que mi tarea es avisar a los camaradas dicha labor y cómo marcha su
preparación. Todo será como decidió la conferencia. Por principio todos nosotros
somos idénticos, respecto a los problemas de la bolchevización de nuestro
movimiento y, también a los de la fundación del partido de los bolcheviquesleninistas. La divergencia reside sólo en el plazo, el tiempo, las condiciones, el
método, etc. El centralismo democrático debe ayudar a que la conferencia adopte una
resolución justa.
El último sábado, en el cine "Rusia" de Moscú se realizó la reunión conjunta de
"Rusia Democrática". Los reformadores combinan sus filas sobre la base común del
anticomunismo. Ha llegado el tiempo para todos los que se ponen en la posición
socialista y patriótica, de salvaguardar la integridad de la patria, de defender derechos
legales de los soviéticos, y de fortalecer el Estado socialista, en contra de la economía
de mercado. Hoy no importa cómo denominar esta unidad "unión" o "frente" o
"asociación". Lo importante es que cada organización que la forma pueda dar cuerpo
a su fuerza a través de la ayuda mutua y la acción común en el frente principal contra
la ofensiva reaccionaria, sin perder su cara, su originalidad y característica. En tal
unificación será posible llevar a feliz término el intercambio de informaciones y
materiales, el planteamiento conjunto de los problemas teóricos y documentos
políticos, la ayuda y el apoyo mutuos en las actividades publicitarias, y la
organización de acción conjunta. Si en la conferencia de la sociedad denominada
"Edinstvo" se pone la primera piedra de tal unificación, teniendo en cuenta que en
ella participan muchos dirigentes de las sociedades y frentes de las repúblicas, esto es
lo mejor.
Así, con la orientación general en las acciones de nuestro movimiento en el
próximo período deben contar su bolchevización y la unidad con las organizaciones
socialistas, internacionalistas y patrióticas. A partir de esta principal estrategia de la
acción debemos discutir y elaborar los procedimientos tácticos sobre el
fortalecimiento de la labor de las organizaciones en los principios del centralismo
democrático, en conformidad con los nuevos Estatutos y Plataforma, la
intensificación del combate contra el anticomunismo, el revisionismo, y las prácticas
oportunistas restauracionistas, la renovación y el fortalecimiento del Consejo
Coordinador, la formación de la estructura en él, necesaria para la labor entre las
masas y el desarrollo de nuestros vínculos con las instituciones socialistas y
patrióticas del país y con los partidos comunistas en el extranjero. El tiempo es
complicado, la labor es más complicada, la cantidad de trabajo es enorme, no hay
hora para dedicarse a la plática general, el enemigo es peligroso y astuto, y no "se
cae" si el pueblo "no lo tumba".
Unos días después toda la humanidad progresista va a celebrar el 73 aniversario de
la fundación de nuestro Estado Soviético.
¡Camaradas, les felicitamos por la fiesta próxima!
¡Nos guiará en nuestra labor la bandera triunfal de la Gran Revolución Socialista
de Octubre!
Por más sombrío que sea hoy el alma, la ley de la historia estará al lado del
socialismo. ¡Nuestro trabajo es justo! ¡La restauración del capitalismo no triunfará!
¡Nuestra casa común soviética se mantendrá socialista! ¡Valdrá la pena guardar el
recuerdo sagrado de sus defensores y creadores!
¡La victoria será nuestra!
"Interdvizenie Litvi" No. 4, 1990. Págs. 1-4
EL ANTICOMUNISMO, CAMINO A LA REACCIÓN Y EL
FASCISMO
Hoy asistimos a la agudización al máximo de las contradicciones clasistas y
nacionales en nuestra sociedad. Cada año, más de 40 mil personas se hacen víctimas
de los crímenes políticos, económicos y nacionalistas, y centenares de miles son
heridos, invalidados y pierden la salud y la capacidad laboral. El trágico precio que se
paga cada año por la "perestroika-desorganización", supera muchas veces a la pérdida
de vidas en varios años de la guerra de Afganistán. El retorno al capitalismo en las
relaciones económicas les ha costado a los hombres soviéticos mucho más que la
Gran Guerra Patria. No es casual que la prensa "amarilla" trate de manchar y
tergiversar la victoria del pueblo soviético en dicha guerra.
La lucha entre las fuerzas socialistas y antisocialistas en el país asimila cada vez
más el contenido y método de la guerra civil. Todos los esfuerzos de M. S.
Gorbachov y sus allegados para evitar, esterilizar, "civilizar" o "humanizar" esa lucha
son inconsecuentes, pues los realizan mirando a hurtadillas al Occidente, que nos
chantajea con la disminución de la entrega de cereales y la "ayuda a la perestroika".
En todas las esferas sigue derramando la sangre. Se profundiza el proceso de la
desintegración de la potencia. Todo esto se está llevando a cabo en circunstancias en
que la mayoría de hombres soviéticos no se han dado cuenta ni mucho menos
analizan la temblé provocación a la que sirven como rehenes, y la ley del retorno al
dominio del capital sobre el trabajo no actúa aún plenamente.
La agudización en extremo de las contradicciones en nuestra sociedad permite
analizar con profundidad la situación política. Ante todo, sabemos que el
encubrimiento seudodemocrático de la "perestroika" no trajo resultados deseados
incluso a sus propios "proyectistas" y "conductores de obras". Por eso, el
anticomunismo llegó a campar por sus respetos, los intelectuales se lamentaron en
una entrevista con el Presidente de que desapareció el orden, se paralizó el poder y se
imperaba la miseria general; los militares expresan abiertamente su descontento, y
van cundiendo e} caos y vacilación en los soviets de Moscú, Leningrado y otras
locomotoras principales de la "perestroika" que hace poco destruyeron juntos el
Partido, el ejército y el Comité de Seguridad del Estado de la Unión Soviética. Una
prueba de esto es el "proyecto constitucional" de Eltsin encaminado a cambiar el
poder soviético por el presidencialismo y el belicoso y burocrático tono de los
discursos de Sobchak y otros democráticos radicales. El cambio en la conciencia de
los ideólogos del restauracionismo y capitulacionismo muestra que la
contrarrevolución atraviesa por una crisis, y, en mi opinión, ya no puede mantenerse
camuflada ni aferrarse a su forma "civilizada".
La práctica demuestra que la Unión Soviética es diferente a Polonia, Hungría,
Checoslovaquia. El potencial del socialismo en nuestro país es más fuerte, más
profundo y más sólido que el de los países de Europa del Este. La mayoría de los
trabajadores están dormitando, y por su costumbre de decenas de años de confiar
incondicionalmente en los "superiores", creen que tarde o temprano todo "se
arreglará", y espontáneamente, "se llevará por un cauce correcto". Considero que esto
es una de las premisas de la apatía social, el "tedio" de la nación eslava y de la
determinada pasividad. En esto se sustenta el cálculo de los oportunistas, los esbirros
de la burguesía doméstica emergente y los directores del exterior de la perestroika
restauracionista. Pienso que en definitiva tal cálculo no pasa de ser un castillo sobre
la arena. Es inalterable la ley de la lucha de clases. Lenin y Stalin predijeron que, a
medida que avanzara el socialismo, la lucha de clases no sólo cambiaría de forma,
sino también, en determinadas condiciones se agudizaría en extremo en su forma
clásica.
La polarización social, que se efectúa bruscamente en la URSS, permite sacar la
conclusión de que existen dos salidas reales de la profunda crisis: el camino de
bolcheviquizar el Partido Comunista de la Unión Soviética, derrotar a la
contrarrevolución y fortalecer el Estado de la clase obrera y sus aliados (la anterior
dictadura del proletariado) o el de pasar a la dictadura burguesa de tipo absolutista y
fascista. Dicho en otras palabras, el socialismo o el fascismo. No hay otro camino. El
"joven capitalismo" de nuestro país exprimirá del pueblo hasta el último centavo. En
una entrevista del Presidente con trabajadores de cultura, el actor A. Batalov,
comparando ese "joven capitalismo" con el "capitalismo esposado" del Occidente,
exhortó con razón que fabricara para el nuestro tales "esposas jurídicas". Según su
expresión, es indispensable contar con una ley que obligue a.los empresarios a
respetar a las personas. ¿Existen límites entre la ingenuidad política y la virginidad
ideológica de nuestra intelectual de alta categoría que humildemente esperaba sacar
del Presidente un "compromiso sagrado"? A esos renombrados representantes de la
intelectualidad se podría preguntar: ¿quién fabricó esas esposas para los llamados
"bandidos refrenados", los capitalistas del Occidente? ¿No las produjo la clase obrera
de Europa y América en medio de la lucha contra la represión social? ¿No fue el
sistema mundial del socialismo de medio siglo una "herrería" que las fabricó? ¿No
fue el marxismo-leninismo una "tecnología" científica probada en la práctica de la
lucha de clases que enseñó de modo más excelente el método de moldear esas
"esposas" para los opresores? Y eso en las circunstancias en que a los fieros
imperialistas internacionales se les salieron dientes de cohete atómico. Mas, dejemos
aquí el "análisis" de alcance mundial de la existencia socio-política. Volvamos a la
situación interior.
¿En qué dirección se desarrolla el proceso político en nuestra Unión Soviética?
Hoy este problema atrae atención de todas las personas no sólo del país sino también
del extranjero. A mi juicio, últimamente la aguja del barómetro político de la
transformación democrática viró rápidamente hacia la derecha, o sea hacia la
reacción y el fascismo. El anticomunismo, que está fortaleciendo su posición, abre
ahora un camino recto a la fascistización de la vida social y estatal. Es decir, abre
camino a la liberación de todo tipo de elementos burgueses y liberalistas creados con
la perestroika de la ideología y política anteriores. Las publicaciones que predican la
perestroika consideran generalmente que las dificultades en este aciago proceso se
deben a las tradiciones nacionales de Rusia, a la psicología y moral sociales, a la
incultura y el atraso que se heredan desde antaño. Pero en mi opinión, tienen otra
causa. Es difícil amarrar a nuestros trabajadores con la cadena de las relaciones
económicas capitalistas. Las fuerzas productivas principales formadas por éstos
revisten todavía el carácter socialista, pero la perestroika pretende ir hacia la
"sociedad de empresarios libres". He aquí las dificultades. Como es sabido, el retorno
a las relaciones capitalistas demanda la dictadura de los "empresarios" de índole cruel
y absolutista. A esta clase social no le gusta nunca la sentencia utópica. Actualmente,
los que apoyan la capitalización del socialismo, los burgueses domésticos
emergentes, los estafadores, los de economía negra, y los especuladores de divisas,
experimentan con hechos reales la inhumana conclusión de que es nefasto seguir a las
quimeras de toda laya por el bienestar general. Les gusta mucho el mundo dividido en
ricos y pobres, explotadores y explotados, amos y esclavos.
¿Cómo se manifiesta esta tendencia reaccionaria? Se expresa, ante todo, en que
difunde la forma extremada del nacionalismo y chovinismo, enfrenta a las naciones y
las minorías y divide a las personas en superiores y aptas para "dominar" e
"inferiores" y humildes. La esencia de ese concepto del mundo reside en la negación
del carácter secundario de "los problemas de las naciones" respecto al conflicto
clasista entre los explotadores y los explotados. Al lograr que los habitantes hechos
apolíticos en el período de estancamiento crean que las demandas nacionales de los
que están en el poder son más importantes que los intereses clasistas de los
trabajadores, los nacionalistas han podido aplicar la traicionera política separatista
que lleva al derrumbe la Unión Soviética.
En la práctica, esta peligrosa tendencia reaccionaria se hace sentir más en los
países ribereños del Báltico, donde los aborígenes están enfrentados con los que usan
el idioma ruso y los nacionalistas les imponen a éstos condiciones de vida
insoportables. En esas repúblicas los fascistas, los esbirros de Hitler, los SS locales, y
los asesinos gestapistas de otro tiempo, son respetados como "víctimas de la
persecución de la época stalinista", se llaman héroes nacionales, o se dan por
participantes en la Gran Guerra Patria. Ahora tratan de devolverles las tierras y otros
inmuebles que habían abandonado cuando avanzaba el ejército soviético.
Los nacionalistas de las repúblicas a las riberas del Báltico, Moldavia, el Cáucaso
y la Asia Central han perpetrado crímenes sangrientos al causar daños en varias
ocasiones al ejército soviético y a los trabajadores de varias naciones. Por su culpa se
rompieron los nexos económicos entre las repúblicas y se fomentan dificultades
idiomáticas y antipatías nacionales. Esos ideólogos revisan la historia desde el punto
de vista de democracia burguesa, rectifican las fronteras entre las repúblicas y
siembran antipatías contra las naciones vecinas. Se establecen y fortalecen de modo
planificado bases de la lucha armada, llegan al extremo las histerias anticomunistas y
antisoviéticas y se provocan diversas formas de guerra civil.
Otra prueba de que nuestro país se torna reaccionario es que en diversos lugares
surgen grupos fascistas e incrementa la influencia de las organizaciones de carácter
monárquico. Lo extraño es que en el país que había perdido a más de 20 millones de
ciudadanos en la lucha antifascista hayan surgido hombres que andan ufanos con
uniformes de los SS y brazales con cruz nazi. Teniendo en cuenta los esfuerzos
realizados en la educación política, por nada se puede explicar todo esto. Para ciertas
personas es muy necesario que en los enfervorizados partidarios de la perestroika y
los jóvenes degenerados por éstos se infiltre la idea fascista misantrópica. En la
actualidad esto queda todavía como un "plan de reserva" de los reaccionarios, de
carácter ficticio. Pero, ¡quién sabe cómo va a desarrollarse en adelante? Cerrar los
ojos ante tales fenómenos significa traicionar a quienes dieron la vida en la lucha
antifascista.
En el país han surgido legítimamente organizaciones monárquicas encubiertas con
la careta de seudopatriotismo, después de recibir cortos retoques en los medios de
información masiva. En este proceso los "demócratas" antisoviéticos más
"izquierdistas" se vincularon con las corrientes más reaccionarias de la ya destruida
organización "Pamyati". Hace poco, sobre la base zarista, antisoviética y
anticomunista se realizó la impresionante alianza entre los sionistas nacionalistas y
los chovinistas de la gran potencia como si se hubieran olvidado de la muy
estrepitosa confrontación que existía entre los grupos proraso y antiraso.
Los que hoy apoyan, junto con poderosos organismos de prensa, las monárquicas
"ideas blancas", no son solamente el extranjero y las "catacumbas", sino también la
iglesia ortodoxa oficial que está acumulando méritos en el escenario político de la
"perestroika". Se podría considerar ridículo que los neomonárquicos, ajetreándose
alrededor del heredero del trono de Rusia, exigieran en el banquete del Soviet
Supremo que se les llamaran señores. Podemos colegir que la iglesia rinde culto al
sistema monárquico para defender a quienes pretenden ser nuevos terratenientes y
capitalistas. Tal vez el recuerdo de la historia llevó a ciertas personas a pensar que el
régimen absolutista no era el peor para asegurar el poder de los señores de Rusia. Se
olvidaron totalmente de los incesantes crímenes sangrientos del régimen absolutista
de zar que había convertido al país en un patrimonio del capital extranjero.
Por último, una expresión de la seudoderecha del extremo autoritarismo y el culto
es la puesta en práctica del presidencialismo. Los "demócratas" de la perestroika no
ponen reparos en argumentar que es indispensable un "zar" para asegurar la victoria
sobre el "sistema de mando administrativo". Saben intuitivamente que con el caballo
blanco del soviet no podrían llegar al paraíso del capitalismo, porque puede funcionar
sólo como órgano del poder de los trabajadores. Lo que puede desempeñar en esto el
papel del caballo de Troya es únicamente un caballo enclenque, y como tal, puede
servir la musgosa Asamblea constituyente, o, según la opinión de Boris Eltsin,
"profeta vivo", el presidente y sus gobernadores locales. Podríase decir, desde luego,
que el presidencialismo, una forma del gobierno y el poder, tiene varios contenidos
sociales. Es cierto. Pero, si avanza el proceso antirrevolucionario, ese tipo de Estado
puede llenarse sólo de contenido anticomunista, autoritarista y reaccionario. Así será
aun cuando tome la presidencia el "líder" del Partido Comunista de la URSS.
Considero que el paso al presidencialismo en nuestro país fue un golpe político
"palaciego" que se efectuó evitando astutamente la expresión de las opiniones de los
amplios sectores de la población, sin un referéndum y serias discusiones. Al
empeorar- la situación interna después de implantado el presidencialismo, el Soviet
Supremo de la Unión Soviética fortaleció el mandato del presidente, y luego, a finales
del 1990, con la demagogia y la discusión política se inició el paso integral al sistema
de gobernación estatal de forma presidencialista. En los proyectos de las
constituciones de la Unión Soviética y Rusia redactados recientemente está reflejada
la idea de la Declaración de independencia de Estados Unidos (!) que niega las
conquistas délos obreros y campesinos en Octubre de 1917. El poder del Presidente
significaba el inicio del fin del poder soviético y la dessovetización del régimen
político.
Alarmados ante el fomento de la resistencia de los trabajadores a la capitalización
de la sociedad, los burgueses emergentes "democráticos", los neoburócratas del
"soviet" de Eltsin-Sobchak y los partocratas oportunistas de derecha, confirieron un
poder absolutista completo al hipócrita Secretario General-Presidente, quien ocupa el
lugar superior entre todos éstos bajo la bandera roja de hoz y martillo. Nunca se
podrán imaginar mayores ironías sobre la "resurrección del socialismo",
"transformación comunista", "el poder soviético" y la "democracia completa". Y
nadie trata de concebirlas. El historiador A. Kiva, recalcitrante opositor al
"fundamentalismo marxista" afirmó en "Izvestia": "En la etapa actual de nuestro
movimiento, es imposible pasar fácilmente a la economía de mercado, sin el Partido
Comunista de la URSS y sin cataclismos."
También para los restauracionistas son necesarios ahora el emblema del
proletariado y la fraseología socialista. ¿No se apresuran esos señores en considerar a
la clase obrera y su partido como niños ingenuos?
Independientemente de quién ocupa el trono del Presidente-Secretario General,
considero que la actual forma del presidencialismo conducirá irrevocablemente la
perestroika anticomunista de las fuerzas restauracionistas a provocar desde "arriba"
un golpe de estado militar. Sus síntomas ya han aparecido en las publicaciones. El
comentarista del periódico "Chas Pik" escribió: "Algunos demócratas, hechos presa
del radicalismo, nos exhortan a eliminar las estructuras democráticas del Estado sin
ningún procedimiento democrático." ¿Dónde está la garantía para que después de
desbarratado el soviet perestroiko de estilo "Lux-Sausist" o "G. Popov-Sobchak", no
sea derrambado el mismo "presidencialismo absolutista con todas las nuevas
estructuras políticas"? No existe, ni puede existir. El proceso del retorno al
capitalismo en nuestro país se torna cada vez más antagónico y morboso a pesar de
toda forma de lamentaciones por el "humanitarismo" y de clamores por la "paz civil"
y la "armonía social".
Hoy, el más importante baluarte del socialismo lo constituyen el ejército, el
ministerio interior, el Comité de Seguridad del Estado y las instituciones. Una
expresión de la forma ultrarreaccionaria que va adquiriendo el proceso
restauracionista es el incremento de ataques provocativos contra los objetivos de
guerra y los asesinatos de militares no sólo en Nagoni Karabaj y las repúblicas a la
ribera del Báltico, sino también en algunas regiones de la Federación de Rusia. Si no
se aplastan a tiempo los grupos litigiosos de los elementos extremistas es posible que
la lucha entre las fuerzas socio-políticas se convierta en llamaradas de guerra civil
fratricida en determinadas condiciones. ¿No será más fácil impedir que aparezcan
tales grupos contrarrevolucionarios?
Con su participación directa en apretar los peligrosos nudos de la nueva crisis
internacional, la "nueva mentalidad política" agrava y "enriquece" más y más la
bancarrota de la vida política del país en proceso de la perestroika. Es decir, en el
Cercano Oriente la comunidad internacional se enfrenta al peligro de una gran guerra,
cuyas consecuencias no se pueden prever en absoluto. Sin embargo, Shevardnadze,
ministro del exterior, ardiendo de impaciencia, se esfuerza para que la Unión
Soviética pierda completamente su papel como gran potencia, garantizadora de la
seguridad mundial y la paz. Junto con Estados Unidos aprobó en el Consejo de
Seguridad el uso de las fuerzas armadas contra Iraq, lo cual no sólo destruirá la
prolongada amistad de la Unión Soviética con los pueblos árabes sino también el
conjunto de nuestras relaciones con el mundo islámico. En esto fuimos más cortos de
visión que los chinos que se abstuvieron en la votación.
El "nuevo orden mundial" que difunden Bush y Gorbachov constituye un peligro
mortal para los países del Tercer Mundo y para todo el resto de la humanidad. Por
ejemplo, en el IV congreso extraordinario de los diputados populares de la Rusia
federada más de 150 "representantes del pueblo" procedentes de entre los
"demócratas" más activos aprobaron la posibilidad de movilizar nuestras fuerzas
armadas en las acciones bélicas en el Cercano Oriente destinadas a defender los
intereses de Estados Unidos e Israel.
Como es sabido, la participación del país que "optó por el socialismo" en la
aventura internacional del imperialismo no sólo es una traición a la lucha liberadora y
antimperialista de los pueblos, sino también redunda en el paso de la política exterior
a la reacción y al establecimiento de la dictadura absolutista.
Actualmente muchos soviéticos se han percatado del carácter reaccionario de la
perestroika, mas para la abrumadora mayoría todavía es inaceptable en absoluto, e
incluso se les parece ofensiva, la posibilidad de la fascistización. En virtud del
recuerdo de la historia, la imagen del fascismo es idéntica para nosotros al nazismo
alemano o a su variante. Huelga decir que hoy no puede ocurrir el retorno directo a la
"joven" forma de los ignominiosos fenómenos socio-políticos como lo eran "Führer"
en Alemania, "Duche" en Italia y "Caudillo" en España. Sin embargo, pueden existir
muchas otras variantes modernas, aunque en su esencia no se difieran.
Como es sabido, el fascismo es la ideología, la política y la práctica del colectivo
más aventurero, vandálico, extremista y terrorista de la burguesía imperialista,
basadas en el racismo, el chauvinismo nacionalista y la idea misantrópica. Se deja
sentir mucho en la situación caótica, a causa de la demagogia social, la anarquía y el
caos. Le facilitan la victoria, en general, los "demócratas", quienes, posteriormente,
junto con los miembros del partido comunista y obreros e intelectuales progresistas,
"terminan por eliminarse" en cárceles o en lugares de concentración.
En nuestro país se vive una crisis contrarrevolucionaria, y el anticomunismo ha
ocupado su posición. Sin embargo, los demócratas radicales arribados al poder, a la
vez que sienten una satisfacción seductora, se dan cuenta de que no tienen en
absoluto la capacidad de dirigir. La parálisis del poder estatal amenaza con llegar al
extremo. Están formando una unidad de "infantería" con picaros jóvenes separados
del trabajo regular a causa de la perestroika. Esta unidad no sólo desestabiliza la
situación del país, sino que, además, puede facilitar la toma del poder por los que
sean incompatibles con el criterio liberal burgués de los actuales restauracionistas del
capitalismo en cuanto al concepto del mundo, la ambición política y la acción
práctica.
Si permanecemos impasibles hasta el fin ante el peligro real, puede que una fiera
política entrenada por las fuerzas exteriores se nos abalance encima. Lo que importa
hoy desde el punto de vista de principios no es saber quién va a desempeñar el papel
de "Führer" ni quién castigaría "con mano de hierro" a los comunistas y los
demócratas. Lo importante es que él saldrá a la escena cuando los burgueses
emergentes sientan imperiosamente la necesidad de recibir ayuda de ese "Führer".
Puede existir su "candidato" y ya existe. Lo que le queda por hacer es
"perestroikarse". Esto es probable. Mas, no hagamos deducción, pues es inútil. No
tenemos derecho de no reaccionar ante la aparición de la tendencia reaccionaria
extremista, no hacer todo lo posible para prevenirla y excluir del orden de día el
desarrollo de las cosas.
Hace año y medio, la organización de Toda la Unión, "Edinstvo por el Leninismo y
los Ideales Comunistas" advirtió en un documento que "¡la Patria socialista está en
peligro!". Desde entonces nos llaman "huérfanos del socialismo", "stalinistas",
"conservaduristas", "antisemitas", etc. Nos han atacado de modo más avieso
Yakovlev y Medvedev, abanderados ideológicos de la perestroika y miembros del
Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética; los
atemorizados funcionarios de los organismos del partido, los intelectuales que bailan
bajo la luz de la perestroika, los sionistas, los seudo patriotas, los cadetes-socialistas
domésticos que tergiversaron totalmente el marxismo-leninismo en sus tesis; los
nacionalistas chauvinistas de toda laya. ¿Cuántos papeles y tinta de imprenta
derrocharon entonces para negar la realidad diáfana?
Hoy esta idea se expresa en diversas formas en las palabras de las personalidades
de derecha del partido y el Estado, en las declaraciones de los integrantes del consejo
de ministros y los exponentes de cultura, en los discursos de los delegados a las
reuniones del partido y los diputados populares. Los anticomunistas y antisoviéticos,
las publicaciones "amarillas" y los especialistas extranjeros en los asuntos de la
URSS se afanan día y noche para presentar algo, pero su resultado no sirve nada más
que para confirmar nuestras advertencias anteriores. Con un implacable odio al
socialismo ellos arguyen con afán que en el proceso de la perestroika restauracionista
se deben acabar con los "remanentes" del socialismo. No deberán proceder de ese
modo con nuestra advertencia sobre el peligro real del surgimiento del absolutismo
reaccionario y la fascistización de la vida política del país.
Comparto el sufrimiento y las inquietudes de Umalatova, diputada popular y
miembro del Partido Comunista, quien en una sesión del reciente congreso presentó
la ponencia de desconfianza política en el Presidente. Ella dijo a éste: "Las gentes
perdieron la confianza en el mañana y no hay nadie que las pueda proteger. Usted
debe retirarse en bien de la paz y la tranquilidad de nuestro país martirizado."
Lamentablemente, sólo una cuarta parte de los diputados participantes en el congreso
reconocieron la necesidad de discutir esa ponencia esencial, y otros políticos
retrocedieron.
Ha llegado la hora para preguntar por la responsabilidad, según la ley y la
conciencia, a quienes han llevado a nuestro país a la humillación y vergüenza de hoy,
destruyendo la muralla burocrática de la carencia del sentido de responsabilidad
partidista y estatal, a los que han hecho de la perestroika una palanca anticomunista
para derrumbar la potencia, y a los que abrieron ancho camino a la tendencia
antisoviética, al extremismo, al anticomunismo y al fascismo.
"Interdvizenie Litvi" No. 1, 1991. Págs. 2-3
SÍNDROME DE LA COMPLICIDAD
(Reflexión acerca del contenido de la conversación de E. K. Ligachov con el
corresponsal de "Sovietskaya Rossiya" del 6 de febrero de 1991)
Desde hace tiempo esperé con impaciencia esta entrevista con Egor Kuzmich
Ligachov, sobre quien hoy día se ejerce una presión tan persistente: "¡Que se calle y
se retire del escenario social!".
Dicho con franqueza, la lectura de algunos capítulos de las memorias del ex
miembro del Buró Político, publicados en "Argumentos y hechos" y algunos otros
periódicos locales, no me causó impresión esperada. Puede ser, porque las memorias
con el carácter incoherente se han "ahogado" demasiado en los detalles, si no puede
ser porque, a diferencia de las memorias de Eltsin, las suyas no adoptaron a tiempo
un agudo estilo de publicista que pudiera provocar una sensación política. También es
posible que el autor de las memorias haya aplicado demasiado rectamente su
preferida fórmula de Guertsen "Mirar atrás y marchar adelante", que podría
interpretarse en diversos sentidos. Y puede ser, quizás, que las memorias, a diferencia
de artículos publicitarios o entrevistas, no son tan vitales en medio de la actual
confrontación ideológica, que, sin duda, de ningún modo pierde su gran valor en la
historia.
En este aspecto la publicación de la conversación de E. K. Ligachov en el
periódico "Sovietskaya Rossiya", parece, superó mucho las limitaciones de las
memorias, actualizó las opiniones del autor, permite juzgar con mucha precisión su
interpretación teórica y apreciación política del tiempo actual. Al desenvolver los
problemas, que interesan ahora a los soviéticos, Egor Kuzmich exhibió su
característica de teórico que sabe plantear, como siempre, cuestiones maduras de
modo muy correcto y claro, de político capaz de formular con precisión los
problemas más acuciantes de la actualidad. Sus formulaciones pueden ser aceptadas o
rechazadas, pero no ignoradas.
Así, por ejemplo, Ligachov es absolutamente justo cuando afirma que resulta
realmente inútil la rectificación de los errores cometidos en la política si no se niegan
teóricamente los postulados de toda laya, tales como la prioridad de los intereses y la
valoración de toda la humanidad sobre los clasistas; el aporte de nuestro mundo
contradictorio a la "integridad y unidad"; la degradación del socialismo como un
régimen social al nivel de una vaga "idea socialista", la pretención de como si poco
antes de la muerte V. I. Lenin hubiera cambiado radicalmente su punto de vista sobre
el socialismo, y muchos otros que se imponen a la conciencia social en nombre de los
"nuevos modos de pensar".
Haciendo un análisis del proceso de la perestroika desde una posición clasista y de
modo creador, Ligachov afirmó lo siguiente:"La implantación de la economía
planificada constituyó un éxito magnifícente, un gran aporte al desarrollo de la
civilización de la humanidad. Al destruir la economía planificada, los vínculos
económicos planificados, hemos empujado al país a un estado desastroso". El
considera que en esto radica la principal causa del fracaso de la perestroika, que se
creía comenzó con mucho éxito. Egor Kuzmich busca otra causa en la falta de la
constancia y la continuidad en la política del Partido Comunista de la Unión
Soviética, en su falta de voluntad y de habilidad de consolidar el socialismo en el
pasado.
Todo esto muestra, según el parecer de Ligachov, que nosotros, "de hecho,
absolutamente carentes de preparativos... comenzamos a introducir el mecanismo del
mercado en el sistema de la economía planificada", lo que la destruyó. No obstante,
la misma planificación posee muchos aspectos de valor y de enseñanza, sobre todo en
las cuestiones relacionadas con el desarrollo proporcional de la economía nacional, el
progreso científico-tecnológico, la concentración de las fuerzas y los fondos en
importantes ramas y la previsión de las transformaciones sociales. La "absoluta falta
de preparación", la falta de preparativos "organizativo, económico y jurídico" para la
reforma, admitidas por la dirección de la perestroika, consideradas en virtud de todos
los cañones practicados en la historia mundial, no son errores de Abalkin, Zaslavsky,
Shatalin y sus cómplices, sino crímenes a nivel estatal cometidos por los gobernantes
reformistas ante el pueblo. O sea, son crímenes que no pueden calificarse de tal
"subjetivismo" ni cual "voluntarismo". Porque sus consecuencias son: más de 40 mil
víctimas anuales del bandidaje económico, político y étnico; cientos de miles de
heridos e inválidos; y millones de desempleados y personas sin casas. La historia de
nuestro país no ha conocido hasta ahora semejante pesadilla en el tiempo de paz.
Y aquí el problema no está sólo en que ese horroroso experimento, denominado
"Gorbastroika" por los partidos comunistas fraternales, se efectuó de manera
artificiosa, por encima de casi trescientos millones de soviéticos que confiaban en los
líderes del Partido Comunista de la Unión Soviética, sino que también en el hecho de
que la perestroika capitalista en la URSS tuvo como consecuencias la "gran derrota
del socialismo mundial" en Europa Oriental, la aparición en la cercanía de nuestras
fronteras de la Alemania unificada con la bomba del revanchismo y el neonazismo al
anexar a la República Democrática de Alemania, el autodesmantelamiento del
Tratado de Varsovia, escudo de confianza europeo de nuestra seguridad y el
fortalecimiento de las fuerzas imperialistas y de la OTAN. No se excluye, que estos
"graves altibajos" en el desarrollo de la civilización mundial pueden constituir el
inicio de los preparativos de la tercera guerra mundial que comenzó a desatar el
imperialismo con su invasión a la zona del movimiento de liberación nacional en el
Cercano Oriente.
En contraste con los actuales "arquitectos" y "encargados" de la perestroika, E. K.
Ligachov subrayó con fundamentos que la "lucha de clases es la cruel realidad de
nuestra época". La destrucción del modo de producción socialista, el detrimento de la
propiedad social, fundamento de nuestro régimen, el debilitamiento de la alianza de
la clase obrera, el campesinado y la intelectualidad trabajadora, cimiento social del
Estado soviético y la conversión de los soviets supremos y los órganos de poder
locales en diversas repúblicas en terrenos de anticomunismo, de protección de la
restauración capitalista, promovieron para la dominación económica y la primera
línea política a la "clase de los explotadores y los sombríos que cuentan con sus
políticos, ideólogos y portavoces en el parlamento".
Exhortando a los soviéticos a mantenerse vigilantes para no dejarse engañados,
Egor Kuzmich demostró de modo claro que hoy día el problema ya no está en la
división entre la izquierda y la derecha, entre los radicales y los conservadores, sino
en la confrontación directa social-política entre las fuerzas socialistas y las
antisocialistas. Y vio justamente que la persecución contra los "conservadores" no es
sino una "maniobra calculada para desviar la atención del partido del principal
peligro a otra parte, hurtar la opinión pública y colocar el detonador para
descomponer la Unión Soviética y derribar el cimiento del PCUS". Hay que
reconocer que en el escenario de estas deshonrosas actividades se ganó mucha fama
el principal piloto de esta "maniobra", el ex miembro del buró político A. N.
Yakovlev.
Con la ley electoral, urdida con prisa y la manipulación de la conciencia social los
seudodemócratas destruyeron la base política de nuestra sociedad, el soviet, del cual
apartaron de modo consecuente a los representantes de los obreros y los campesinos,
y en diversas regiones los soviets, convirtiéndose en parlatorios parlamentarios,
dejaron de proteger los intereses de los trabajadores, lo que hizo que el Estado
soviético perdiera el anterior apoyo de éstos. Por otra parte, los soviets se tornaron
inservibles como órganos de restauración del capitalismo. Con prisa fueron
completados en forma de administración presidencial, la cual cobrando pronto el
carácter "autocrático" sirve de una de las formas de desovietización del sistema
político.
Un mérito indiscutible de Ligachov consta en que sin titubear ni retroceder, a
diferencia de los actuales "arquitectos" de la perestroika, plantea directamente el
problema de la legitimidad de la instauración de los comités y los soviets que
protegen los derechos y libertad de los hombres y la propiedad social de los medios
de producción, es decir, los fundamentos de la Constitución Soviética. "Defender la
constitución -reitera él-, no sólo es el derecho sino también el deber de cada
ciudadano." Egor Kuzmich rechaza con certeza la crítica de los seudodemócratas y
los nacionalistas burgueses de que la creación de los comités de trabajadores y los
soviets constituye un desafío a la democracia y los órganos de poder elegidos
legítimamente. "¿Por qué no se oyen las voces de protesta de esos defensores de la
democracia cuando se constituyen fuerzas armadas ilegales, se anulan los efectos de
la Constitución y están agredidos los derechos de millones de personas?"
Desplegando su pensamiento, el ex miembro del buró político y secretario del CC
del PCUS subrayó de modo justo que en los "colectivos laborales están apareciendo
en el marco de las leyes nuevas organizaciones sociales para proteger los derechos
humanos y las propiedades sociales . Esto no es la sustitución de los soviets ni su
negación sino una labor común que hará posible solucionar con rapidez y efectividad
problemas de importancia vital y otros pendientes." Aquí se propone una muy
importante idea acerca de la posibilidad de crear bajo ciertas condiciones
organizaciones paralelas para encauzar los soviets hacia la defensa de las conquistas
de la Revolución de Octubre. La impotencia de los comités de salvación nacional en
las repúblicas litorales del Báltico se debe, a mi parecer, a que no se apoyaron
suficientemente en las agrupaciones políticas de las masas de capas de base que
representan intereses directos de los trabajadores. Por esta razón, dichos comités
carecieron de confianza y decisión y los nacionalistas burgueses se aprovecharon de
esto para sus fines.
En las respuestas a las preguntas del corresponsal de "Sovietskaya Rossiya"
Ligachov formalizó algunas otras ideas valiosas. Si Gorbachov, Yakovlev,
Shevardnadze, Eltsin y algunos otros ex colegas del buró político no quieren recordar
sus "errores" y tratan de rehuir sus responsabilidades personales, Egor Kuzmich
reconoce los suyos y habla con franqueza que estuvo involucrado en los "sucesos
destructores que acarreó en estos años" la política de perestroika. Esto,
indudablemente, eleva la confianza y respeto hacia él como comunista y estimula a
expresar opiniones pro o contra las suyas sobre la perestroika.
En especial, en esta conversación publicada, se apunta que cuando estaba en el
buró político él hizo no pocos esfuerzos para que la política de perestroika tuviera, en
la medida de lo posible, menos consecuencias destructoras. Además, según afirma él,
tomó una "medida realmente atrevida" como era dirigir cartas al CC del Partido, no
estando de acuerdo con algunos aspectos de esa política. En ellas hizo saber su
posición en cuanto a problemas sobre la situación política creada en el país, las
relaciones interétnicas y las relaciones políticas internacionales, incluyendo el Este de
Europa.
Hoy, Egor Kuzmich expresa su pesar de no haber logrado convencer a la dirección,
el buró político y los miembros del CC del Partido de la necesidad de debatir estos
problemas en gran escala partidista. Aquí se presentan las siguientes preguntas: ¿Por
qué él, siendo entonces "segundo hombre" en el partido, no exhortó directamente a
las masas de comunistas, a millones de soviéticos, vitalmente relacionados con esos
problemas? ¿Por qué se limitó a discutir en secreto, en el estrecho círculo del comité
central? ¿Esto fue por la falta de confianza en las masas o por no querer revelar las
basuras del sótano? Seguramente, este secreteo de la capa superior favoreció que la
politización de la población completamente apolitizada y estancada, fuera realizada
no por las fuerzas sanas y leales dentro del partido, sino por los "derimócratas"
(término usado hoy por el pueblo como "no parlamentario") que acapararon en sus
manos los medios de información masiva. En los últimos tiempos, saltando "de
Kolchak a Sovchak", sin distinguir las expresiones, fulminan al socialismo, el PCUS,
el soviet y la Unión unitaria, se burlan del ejército, el ministerio de asuntos interiores,
el Comité de Seguridad del Estado y otras instituciones de protección del Estado y
difaman a los veteranos y a todos otros que no comparten su opinión.
En 1987, tuve una conversación con un miembro del CC del PCUS, que
actualmente no está en vida. Cuando le planteé mi preocupación por ciertos aspectos
sospechosos de la perestroika, él dijo que en el buró político trabajaba Egor Ligachov,
militante siempre confiable, leal, firme y de principios. Lo que hoy me sorprende
lamentablemente es entrever en la lectura de las memorias no un eminente activista
del movimiento comunista, sino un ex trabajador del partido de alto rango
desanimado ante la injusticia e impotente ante la profundización del proceso de
restauración del capitalismo. Es un político que no tiene en cuenta que hoy se
necesitan no explicaciones o justificaciones a través de las memorias sino acciones
concretas para organizar y aglutinar a los trabajadores.
Creo que a causa de su "responsabilidad y complicidad" E. K. Ligachov no pudo
mantenerse consecuente hasta el fin para la solución de los problemas presentados.
En mi opinión, el análisis crítico de la restauración del capitalismo en nuestro país no
es apropiado a la primera parte del período de 5 años de perestroika. En especial,
quedan insuperadas fraseologías seudocientíficas del tiempo de la perestroika junto
con maldición contra el "sistema de administración-mandato" y el "stalinismo", y con
alabanzas a la tristemente famosa "economía planificada y de mercado", la cual,
como señalara con acierto el académico Shatalin, en esencia no puede existir. Desde
el principio, los adeptos de la perestroika consideraron la palabra mercado como el
mercado capitalista.
Creo que para reconstruir el país hay que "retroceder" no al año 1987, sino, por lo
menos 30 años. Por supuesto, no de manera simple y mecánica sino dialécticamente,
conservando todo lo valioso que se acumuló en esta trayectoria. En otras palabras,
hay que ir en forma espiral, de modo que en cada rueda se relacionen
inseparablemente la continuidad y la renovación. Tendríamos que "retroceder" para
encontrar en el pasado las llamas y no las cenizas.
La esencia de la situación, según nuestra opinión, está realmente en el hecho de
que nuestro mecanismo económico a finales de la década de los años 50 sufrió
debilitamiento en sus nudos estructurales que suelen llamarse mercados. Dicho en
otras palabras, es la esfera de funcionamiento de las relaciones mercancía-dinero. El
principal defecto del actual funcionamiento de estas relaciones no está en el hecho de
que en nuestro país el "mercado" no funcione de acuerdo con las condiciones
capitalistas sino que en el hecho de que no trabaja en conformidad con las
condiciones socialistas. En este sentido, fue necesario que el mercado fuera
perfeccionado en el período posterior al de estancamiento, cuando se violó
gravemente el principio de distribución según el trabajo.
Además, E. K. Ligachov aclaró de modo profundo la actual oposición clasista en la
sociedad, pero lamentablemente no llevó el reconocimiento de la lucha de clases
hasta la necesidad de la dictadura proletaria, es decir, de un estado de la clase obrera
y de sus aliados que desafían abiertamente a la reviviente burguesía soviética.
Problema este no es sólo teórico, inspiración legada por Lenin, sino que también es
práctico-político. Debemos prevenir que los hombres crean equivocadamente que
nuestro país iría rectamente del socialismo al capitalismo del modelo liberal-burgués
de Suecia, Dinamarca y Holanda, y perspectivamente se convertiría en un tal híbrido
"sociedad global". De efectuarse realmente este "paso", el resultado será, al contrario,
que en nuestro país se establezca un régimen profascista de totalitarismo de derecha.
Variantes de tal poder "se están estudiando" en las regiones litorales del Báltico y en
otras, donde los restauracionistas ya hicieron que los soviéticos experimentaran qué
duro es el yugo de las relaciones sociales capitalistas. La fuerza capaz de conjurar las
consecuencias restauracionistas es únicamente el poder estatal de los trabajadores,
sobre todo la clase obrera, que tienen mayor interés por el aspecto "humano" y
"humanitario" del poder estatal.
Por último, parece que Egor Kuzmich perdió la objetividad cuando pasó desde los
análisis generales de las causas de la situación catastrófica en las esferas económica,
política e ideológica al problema del hombre directamente culpable por esta tragedia
del gran pueblo. Como antes él regañó paternalmente a Gorbachov a quien, según sus
palabras, el liberalismo y la falta de firmeza y constancia le impedían cumplir con
éxito sus deberes presidenciales. ¿Acaso aquí está el problema? "El problema sobre el
firme curso, la audacia y la resolución, -señaló Lenin-, no es personal, sino un
problema sobre una determinada clase que pueda mostrar la audacia y la resolución. ..
La audacia y la resolución del poder y su firme curso no es otra cosa que la dictadura
proletaria."27 Hoy, muchas personas, aunque tragaron el mal de la perestroika, no ven
la esencia del problema, depositan su esperanza en alguna "dictadura" que permita
que los trabajadores resuelvan de modo seguro, conforme a sus intereses, todos los
problemas de la sociedad. Digamos, una que ponga fin resueltamente a que los ricos
de la perestroika saqueen las riquezas del país.
Una encuesta recién realizada en una escala muy amplia mostró que en nuestro
país más de 89 % de los interrogados calificaron de totalmente negativas las
actividades de Gorbachov. La mayoría de los restantes desaprobaron sólo su política
interna. Esto demuestra que el porcentaje de apoyo al presidente continúa cayendo
hacia el cero y que no está lejos el día en que en la fila de sus partidarios quede sólo
Raisa Maximovna. Se presenta la pregunta de si la calificación negativa para las
actividades de Gorbachov no se transferiría automáticamente a todo el partido que él
representa como secretario general. Este pequeñoburgués, encima de estar rabioso,
exigió descaradamente a todos los comunistas a arrepentirse y lamentarse. Esto no
pasa de ser, al parecer, un lado del problema.
Otro lado radica en que la afirmación de Ligachov de que "es un disparate recelar,
sobre todo acusar al Presidente por practicar la dictadura" es, por lo menos,
prematura. Lo que debo mencionar es que el sistema de presidente "autócrata" que le
27Lenin, Ob. Escogidas, T. 34, Pág.206
concede ilimitadas facultades y derechos a escoger y colocar libremente a cuadros en
todos los importantes puestos del Estado, está creando objetivamente premisas
necesarias y suficientes para la implantación en nuestro país de dictaduras
totalitaristas de derecha de todos los matices, hasta fascista. Sería otro problema si el
actual presidente aprovechara esta peligrosa posibilidad o ésta fuera arrebatada por la
"mano de hierro" de alguien que reparta con más resolución los territorios en
"disputa" a los vecinos y sin temer a "ensuciar la mano" restaure él capitalismo para
satisfacer los deseos egoístas de los bienhechores extranjeros.
Desgraciadamente Egor Kuzmich pasó de largo otros problemas muy importantes,
directamente relacionados con él hasta hace algún tiempo, cuando como secretario
del CC del PCUS, se encargaba de la ideología junto con Yakovlev. A mediados de
enero el Secretario General pronunció un discurso en una sesión de la comisión de
preparación del nuevo Programa del partido. El discurso se titulaba "Sobre una nueva
visión del progreso social". En este documento Gorbachov enmascara hipócritamente
su desviación del marxismo-leninismo con la "solución innovadora", la cual consiste
en reconocer la propiedad privada de los medios de producción y la explotación del
hombre por el hombre, en rechazar la división del mundo en el socialista y el
capitalista, en negar el real antagonismo histórico entre el socialismo y el capitalismo
como la fuerza motriz del progreso social, en rehusar ver en el capitalismo
monopolista la principal fuerza reaccionaria contemporánea que ya en varias
ocasiones arrastró a la humanidad al borde de su autoaniquilamiento a causa de
cohetes nucleares.
En lo esencial el Secretario General expuso el contenido principal del nuevo
Programa. Pero ya no era de un partido leninista sino de uno liberal-burgués o de uno
social-demócrata de derecha que niega al marxismo. Por supuesto, el derecho a
elegir, de modo definitivo, uno de los dos "modelos" arriba mencionados, se lo
concedió democráticamente a la comisión y el congreso. Esta "innovación" de
Gorbachov releva una vez más la bochornosa y traidora trayectoria del oportunismo
de derecha para degradar al PCUS, partido bolchevique, a la situación de un "partido
de todo el pueblo" y, a la larga, pasando por la social-democracia y el
neomenchevismo, a la de un partido de los liberalistas burgueses y de intelectuales
privilegiados. Está aclarándose con qué propósito Gorbachov ocupa hasta ahora el
importante puesto en el partido. Sin cambiar socialmente la orientación del partido y
destruir su base científico-proletaria, es imposible salvar la "gorbastroika", que en
medio del remolino de la discordia intestina puede enterrar al país y a su presidente.
Es interesante también saber la opinión de Egor Kuzmich, quien no aceptó el
"fraccionalismo" y "preserva el título de comunista", acerca de la pregunta: ¿quedaría
junto con el secretario general en el nuevo partido liberal-burgués o sería fiel a la
bandera del marxismo-leninismo, al glorioso pasado bolchevique del PCUS? El
nuevo programa plantea ante muchos hombres esta pregunta nada simple. Desde
luego, esta es una tragedia y la salida de ella, creo yo, está en la lucha por
bolcheviquizar al PCUS y, en el caso necesario, en la rehabilitación del Partido
Bolchevique. Esta pregunta está examinada actualmente por los comunistas.
No sé si E. K. Ligachov se conformaría con nuestra posición, pero la severa verdad
de hoy está en el hecho de que es absolutamente imposible consolidar la unidad de
los soviéticos desde la posición "perestroika-rastroika (reforma-debastación)". La
primera condición para activar y unir las fuerzas sanas en el partido y el pueblo es
demandar el paro inmediato e incondicional de la perestroika burguesarestauracionista, alejar de la dirección a Gorbachov, Eltsin, Pavlov y su "equipo" y
resolver el problema de su responsabilidad por haber causado el saqueo del país, la
desorganización del movimiento obrero y comunista internacional, las lágrimas y la
sangre derramadas por inocentes soviéticos y la tragedia sufrida por cientos de miles
de comunistas. Es demasiado insuficiente mirar hoy la perestroika como una cadena
accidental o natural de errores, deficiencias, pérdidas y fracasos. El proceso
contrarrevolucionario, de matiz burgués-restauracionista cuenta con su base
ideológica de anticomunismo belicoso, centros de dirección y coordinación en y fuera
del país y numerosos habituales "arquitectos" y "encargados de trabajo" que
reorganizan de continuo sus filas. Su objetivo estratégico no es sólo restaurar el
capitalismo de forma históricamente pasada, del siglo XIX, sino que también
convertir el país, que fuera hasta algún tiempo atrás una superpotencia del mundo, en
un país desmoralizado y sacudido por cataclismo político-social y que suministre
materias primas al imperialismo. Con este objetivo precisamente el país de los soviets
se arrastra hacia la tiniebla de la esclavitud del mundo del capital.
Ir por este camino significa traicionar no sólo al pasado sino también al presente y
al futuro. ¡Esto es intolerable!
"Edinstvo" No. 6, 11-17 de marzo de 1991.
Riga
Durante los 13-14 de julio de 1991, en Minsk se efectuó a nivel de Toda la Unión la conferencia de los partidarios
de la Plataforma Bolchevique del PCUS. En la conferencia de Minsk participaron delegaciones de comunistas y de
bolcheviques sin partido, provenientes de toda la Unión Soviética. En el trabajo de la reunión tomaron parte 553
delegados con voz decisiva y 303 invitados y observadores. A la conferencia asistieron representantes de 12 repúblicas
de la Unión: Azerbaidzhán, Bielorrusia, Georgia, Kazajstán, Kirghizia, Letonia, Lituania, Moldavia, RSFSR,
Uzbekistán, Ucrania, Estonia, y también de 9 autonomías, del extremo Krasnodarsk y de 27 provincias de Rusia.
En la conferencia a nivel de toda la Unión se adoptó una declaración, en virtud de la cual se constituyó la
Plataforma Bolchevique en el PCUS. Esta se declaró a sí misma genuina continuadora y heredera de los lincamientos
leninistas, revolucionario-proletarios dentro del PCUS.
El informe de la reunión, titulado "Levántate, país inmenso", fue leído por N.A. Andreeva, presidenta del Comité
Político-Ejecutivo de la Asociación de Toda la Unión "Edinstvo-por el leninismo y los ideales comunistas".
La conferencia a nivel de toda la Unión de los partidarios de la Plataforma Bolchevique en el PCUS llamó a
convocar el XXIX congreso extraordinario del PCUS a finales del presente año, constituyó el comité organizador del
congreso integrado por 17 comunistas y le encargó comenzar de inmediato el trabajo organizativo para efectuar
reuniones del partido para la elección de los delegados del evento. Adoptó una decisión sobre la creación de una
comisión de elaboración del programa del PCUS sobre la base de la plataforma bolchevique dentro del PCUS, las
resoluciones "Sobre la desconfianza política para M.S. Gorbachov, secretario general del CC del PCUS" y "Acerca de la
revocación de los diputados del pueblo del PCUS" y los llamamientos "A todos los comunistas y los bolcheviques sin
partido" y "Al Soviet Supremo de la URSS y los Soviets Supremos de las repúblicas".
LEVÁNTATE, PAÍS INMENSO
Discurso en la conferencia de los partidarios de Toda la Unión de la Plataforma
Bolchevique dentro del PCUS 13 de julio de 1991. Ciudad de Minsk
Camaradas; Nos hemos reunido en la Conferencia de Toda la Unión de la PB
dentro del PCUS para discutir la situación crítica del país y la inmediata cuestión
relacionada con la preparación del XXIX Congreso del Partido, que al adoptar un
nuevo Programa según la propuesta de M.S. Gorbachov, pondría fin a la existencia
del PCUS como Partido de Lenin, en fin, lo colocaría sobre la órbita socialdemocrática derechista o liberalista burguesa. Hoy, en esto, los contratistas que
ayudan al Secretario General mediante el Movimiento "Para la unidad de las fuerzas
democráticas y reformistas" son A. Yakovlev, E. Shevardnadze, A. Volski, A. Ruzkoi
y sus compañeros, quienes poco antes decidieron construir un alternativo
"superpartido" junto con G. Popov, A. Sovchak, S. Shatalin y otros amigos
poseedores del antiguo carné del Partido, así como con los miembros de la "Rusia
Democrática" guiada por N. Travkin, republicanos de Rusia y social demócratas.
En nuestra Conferencia están presentes los representantes de las organizaciones
partidistas de las repúblicas, de las provincias y de las regiones del país y numerosos
delegados de la Alianza de las fuerzas izquierdistas que nace en medio del gran
sufrimiento, de las asociaciones y los movimientos, de los clubes políticos y los
seminarios, y de las organizaciones patrióticas y el Frente Internacional. Todos son
personas que luchan decididamente contra el anticomunismo y el nacionalismo
burgués, y por el triunfo del socialismo y la integridad de nuestra Patria Soviética.
En la preparación de nuestra Conferencia del Partido y la confección de sus
resoluciones no han participado sólo comunistas de la misma idea. Al igual que en los
años de guerra, también hoy, cuando un peligro se cierne sobre nuestra Patria
socialista, gran número de compatriotas, aunque no tienen en el bolsillo el carné del
Partido, se presentan como auténticos bolcheviques leninistas que saben salvaguardar
con su dignidad y honor las conquistas de Octubre y la perspectiva comunista del país
marxista-leninista; saben defenderlas no sólo con palabras sino también con prácticas.
La activa y sincera participación de estos compañeros en el trabajo común constituye
otro testimonio de la verdadera Unidad del Partido y el pueblo. ¿Por cuántos años ya
maniobraban frenéticamente los anticomunistas y antisoviéticos de toda laya para
destruir esa unidad que ellos mismos consideran, no en ausencia del fundamento,
como fuente de la fuerza y la justeza histórica del bolchevismo?
En la actualidad, evidenciar cómo el país pasa por la crisis total y catástrofe
nacional es tan fácil como forzar la puerta abierta.
Acerca de aproximarse una tragedia a nuestro lado, no sólo gorjean los gorriones
de la prensa "amarilla", sino que también grita a voz en cuello el mismo Presidente,
que ha realizado, de veras, y sin duda, un mérito en escenificar esa tragedia. La
contrarrevolución en el país no la ven sólo quienes no lo quieren o lo consideran
injusto. La consigna "¡Todo al soviet!", que los promotores de la economía
"sombría", especuladores y saqueadores cooperativistas levantaron para ocupar
cargos importantes, en conspiración con "agentes influentes" especiales del
Occidente, está ahogada hoy en el archivo de la perestroika. Tiene lugar un rápido
tránsito a la "gobernación individual", que ofrece una "buena época a grandes
personalidades" de nuevo tipo antisoviético que han declarado inservible el poder
soviético. Por doquier, hablan ruidosamente de ello los seudodemó-cratas.
En el proscenio político se presentan a porfía los "presidentes", "prefectos",
"gobernadores generales", "gobernadores", "alcaldes" y otros intermediarios
derechistas del poder "soviético" neoburgués. En pos de Ruzkov, el Primer Ministro
Pavlov y sus amigos ministros se ven condenados a jugar un rol como "muchachos en
espera del golpe". Ignominiosamente, también se despiden del "dolor" seudodemocrático el actual Soviet Supremo de la URSS y el Congreso de los Diputados
Populares, que se esforzaron para colocar el tren blindado contrarrevolucionario
sobre las ferrovías principales de Gorbachov. Es como decir que "mi asunto se
resolvió ya y tú puedes retirarte". Ahora, el turno le tocó a los soviets de las
repúblicas y demás homólogos suyos, repletos de los "políticos elegidos por fuerza",
totalmente desvinculados de los electores. Se necesitó otro drama llamado traición a
la sociedad, que hoy engendra un "principio autoritario". Algún tiempo antes, sonó
como un balbuceo de niños la justa advertencia de los camaradas Yazov, Pugo y
Kruchkov de que si hubiera otro "éxito" de la perestroika, desaparecería para siempre
la Unión Soviética como Estado soberano.
Una oleada de la restauración burguesa y del desmoronamiento general del país
crea con frecuencia un humor espantoso. Sobre todo, después de las elecciones
presidenciales de la RSFSR se abrió de par en par el camino que conduce a la
reacción y a la dictadura autoritaria derechista. Los hombres no se han librado aún de
la ilusión de que todos los sucesos actuales no pasarían de ser un horrible sueño de
corta duración. Imagínense cómo nuestros compatriotas habían reaccionado cuando
se derrumbaba la estatua de Lenin y se profanaban las tumbas de soldados soviéticos
y guerrilleros, y las memorias sobre ellos; cuando en Ocetsia meridional se abría el
vientre de los rehenes; cuando Bukovski, Voinovich, Baklanov, Adamo-vich y otros
parecidos, malgastando finanzas del Estado, peroraban por televisor que "el
socialismo de Stalin es peor que el naciosocia-lismo de Hitler"; cuando en los mítines
de los profascistas gritaban: "¡Los comunistas a la horca!"; cuando se levantaban los
memoriales a los S.S, a Banderi y a "hermanos silvestres"; cuando se burlaban de los
veteranos soldados y trabajadores y se llamaba a los defensores de la Patria "detrits
de la sociedad"; cuando el pueblo ruso se censuraba como "promotor de infortunios
globales del siglo XX", acusándose a confesar ante el mundo; cuando los
diplomáticos comunicaban el hecho de que Bush, director de la CÍA, estableció
relaciones con Gorbachov, mucho antes de ser elegido éste Secretario General del CC
del PCUS.
Mientras el patriotismo se sustituye gradualmente por el cosmopolitismo, los
seudodemócratas convierten su antipatriotismo en el odio hacia su país. El sexenio de
la perestroika que escupía contra sí misma transforma al nuestro en el más
anticomunista Estado de la Comunidad. Los hombres soviéticos, llenos de
indignación y odio, protestan,' aunque ingenuos de vez en cuando, a los bandidajes
antisoviéticos que no sólo se toleran, sino que también se organizan con astucia.
Evidentemente, es tiempo para aclarar que todo esto no se limita a cualquier
desviación, o error, sino se debe a la esencia de la gor-bastroika. Ahora es cuando
debemos comprender, sin asombrarnos, que delante de nosotros existe el enemigo
clasista verdadero, que, sin escatimar nada y bajo el activo apoyo del Occidente,
maniobra con obstinación para establecer su dominación económica y su poder
político. Su propósito no consiste sólo en "renovar al socialismo" o hacerlo
"democrático y humanitario".
Subrayo una vez más con énfasis: nos enfrentamos a los enemigos clasistas, que
odian bestialmente a los comunistas, tildándolos de "cojinetes" o "animales de tiro"
que aportaban a mover al Estado Soviético, y que hoy en día están listos para cometer
cualquier delito. No habrá necesidad de buscar con empeño a los enemigos del
socialismo en cualquier otro lugar. Hace mucho tiempo que su verdadera faz fue
revelada con claridad en el proceso de la perestroika. Sólo se necesita separar de ellos
a los que echan lazos a sus cuellos con propias manos, y que existen entre nosotros.
Algunos intelectuales sustentados por el enemigo del socialismo ya han preparado
un "espacio ideológico común" donde se reproducen gran número de biorobotsejecutores y consumidores primitivos nunca vistos en la historia. A fin de cuentas, la
cultura, el arte, las enseñanzas pública y superior se entregan a reproducir modelos
del "hombre futuro del capitalismo". Todas estas campañas se han planificado en
detalle, y de antemano. Implican una revancha socio-política del imperialismo a su
fracaso ignominioso en la confrontación con los trabajadores y con el socialismo
mundial.
La contrarrevolución ataca. Consideramos que la situación cambia bruscamente
por razón de los acontecimientos acaecidos con motivo de la reciente confección del
Tratado de la Unión. Al reemplazarse en este tratado el nombre de República
Socialista por el de Estado Soberano, la llamada elección socialista de la perestroika
dejó de existir de manera traidora cuatro meses después que pese a las maniobras
perversas de los antisoviéticos, el 76 % de los electores de la URSS adoptaron una
actitud de apoyar la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. Gorbachov,
Eltsin, Nazarbaev y otros reformistas sustituyeron con fraudulencia la naturaleza
socialista de la soberanía aclarada en la Declaración de 1922 sobre la formación de la
URSS, por el nacionalismo burgués que es la base de la política republicana, el cual
se opone directamente al internacionalismo proletario y socialista.
Para evitar la equivocación, preciso: el internacionalismo proletario no tiene
ninguna relación con un supuesto "internacionalismo de una nación", trotskistasionista que tiene camuflado con astucia el nacionalismo transburgués israelita.
La fraternidad internacional del pueblo soviético, inspirada por el leninismo,
permitió a nuestras poderosas multinaciones resistir a la prueba más severa de la
Segunda Guerra Mundial, en que se derribaron varios Estados e imperios. Sin
embargo, en los años de la perestroika la "soberanía" de Gorbachov y Eltsin se
manchó con sangre de los trabajadores y engendró una ridicula discordia nacional,
que hoy se ha transformado en la guerra sin declaración entre las repúblicas. La
"rehabilitación del pueblo reprimido" causó una gran provocación de los
anticomunistas y los renegados, y esto ha agudizado aún más la situación.
El nuevo Tratado de la Unión no sólo se ha inclinado a acabar con las
"supervivencias del socialismo", sino también derribar a nuestra Patria multinacional,
casa común de todo nuestro pueblo tan preciosa que nuestros antecesores nos testaron
con mayor énfasis que la defendiéramos y salvaguardáramos. Pese a ello, este
Tratado que hoy está impuesto a nuestro país, no satisface a la dirección nacionalista
burguesa de las seis repúblicas. Los de Landsberguis, Gamsahurzi, Snegur, Ruitsel,
Gorbunov y Tse-petroshian, inclinándose, sin duda, a establecer un régimen
profascista y una "integración" más estrecha con el imperialismo internacional bajo la
ayuda de numerosos individuos como Bush y Mitterrand, tratan de deshonrar la
soberanía estatal de la URSS, e incluso, llevar nuestro problema interno al conflicto
internacional con participación de las "fuerzas de la ONU".
No es asombroso que al plan separatista de los nacionalistas burgueses expresa su
"interés" y comprensión el Occidente que amenaza con "castigar" a la URSS con el
"método para Irak", si Moscú intenta "conquistar Pribaltik". ¿Por qué procede así? La
verdad es simple: según datos de la ONU, en el subsuelo de nuestra Patria yacen más
del 60 % de riquezas naturales y de recursos de materias primas y energía del mundo.
En vista de su agotamiento global en la Tierra, siempre pueden existir sujetos que
tienen codicia de apoderarse de nuestros recursos naturales. Ellos dicen que no se
necesitaría dudar de su explotación, porque serían de calidad todos los medios de los
"civilizadores" y "defensores de los derechos humanos" en la época actual. Esto es
como decir que deben conocer esto aquellos que insisten en el desarme unilateral y la
conversión de la industria de guerra en una civil, presentando, aludidos desde afuera,
un miserable argumento: "¿para qué servirán nuestra pobreza y abiertos mostradores
vacíos?"
Hoy, a los imperialistas ni siquiera se les necesita la URSS semejante a un "coloso
sobre los pies de barro". Parece que ellos comprenderían esa lección que enseñamos a
Hitler. Su división en "Estados soberanos" les será más favorable para poder
manejarlos a su antojo según el principio de "dividir y gobernar". Para peor, los
dirigentes y emisarios de una serie de las repúblicas andan día y noche por los
capitales de "países civilizados", exhortándoles a hacerse sus aliados que
intermediarán o respaldarán su conflicto con el "centro". He aquí un fragmento del
verso de un poeta soviético del tiempo de preperestroika:
Ellos heden de natural y piden ayuda al hueste enemigo. Preciosa dictadura
nuestra, ¡que no apresúrate a debilitarte y desaparecer!
La conversión de las repúblicas en "Estados soberanos" se impulsa
aceleradamente, animada por el Occidente y según el regulamento de Gorbachov:
"Lo que tengo ganas de hacer, es, precisamente, la ley". Pronto llegará el tiempo en
que sea imposible la aplicación de la política unitaria en toda la Unión.
No es casual que el secretario de Estado de EE.UU. Beiker volara a Yugoslavia, y
aconsejara a los separatistas de Eslovenia y Croacia que corrieran "más ligeros en el
recodo", porque de lo contrario, podía espantarse Gorbachov cuando hiciera cuenta
del proceso de la perestroika ante Bush en el próximo encuentro entre dos "cumbres".
Y para que en las conversaciones soviético-norteamericanas el Presidente de la URSS
fuera más obediente, lo opuso intencionadamente al actual Presidente de la RSFSR,
"elegido por todo el pueblo por primera vez en la historia milenaria de Rusia". Tan
pronto como se concluyera la votación, el Presidente de la RSFSR empezó a trajinar
para expresar su respeto humilde al "tío Sam". E incluso no vaciló en censurar a la
dirección militar soviética, diciendo que ésta engañó a los militaristas de Estados
Unidos en cuanto al asunto coheteril-nuclear de la URSS. Semejante vergüenza
nacional la tiene Rusia por primera vez después de la era tártaro-mongol.
Es obvio que nuestra Conferencia no pueda ejercer su influencia sobre la
conclusión del Tratado de la Unión. Pero, nosotros debemos dar a conocer al pueblo
por qué éste se necesita a los restauracionis-tas burgueses y sus compañeros
extranjeros. Consideramos que para librarnos de la crisis creada hemos de retornar a
la Declaración renovada sobíe la formación de la URSS, que enseña: "Sólo en las
condiciones de la dictadura del proletariado que aglutinó en su torno a una mayoría
de habitantes, era posible eliminar del todo la opresión nacional, crear un ambiente de
confianza mutua y echar una base de la cooperación fraternal entre todo el pueblo."
¿No es, acaso, que hoy se presenta la misma tarea ante el Partido y el pueblo? Como
resultado de la "revolución de terciopelo" que surgió sincrónicamente en los países de
la anterior comunidad socialista, levantaron la barra del poder político los gobiernos
anticomunistas "sombríos", creados de antemano en la clandestinidad, que pronto
contraían deudas de 140 mil millones de dólares, deudas de que nunca pueden
exentarse en la condición del supuesto "nuevo orden mundial". Ni desilusiones
amargas y descontentos de las masas, ni huelgas e indignaciones, ni tampoco huevos
putrefactos que se descargan sobre las cabezas de nuevos gobernantes de los países
de Europa oriental, servirán de ayuda para cambiar la situación imperante.
También nuestro Estado se encuentra en la misma situación. Según las fuentes
extranjeras, la URSS ha contraído la deuda financiera de unos 70 mil millones de
dólares y su situación es tal que ni siquiera puede pagar el interés cada día creciente.
Una gran parte de esta deuda se formó después de 1985. Como consecuencia, la
independencia política del Estado es amenazada por los monopolios transnacionales.
En la actualidad, los "jefes" de la perestroika y los viajeros cómicos como Yavlinski
"están superando" la línea de deuda de 150 mil millones de dólares. Según el cálculo
del dólar por el valor del mercado libre, el total de la deuda contraída con el
Occidente alcanza a una cifra astronómica de 5 ó 6 billones, de rublos, cifra que
permitirá a los capitalistas extranjeros apoderarse de casi todas las bases productivas
de materiales principales y mayor parte de recursos naturales de nuestro país.
Inevitablemente, debemos pensar hoy no sólo en derrotar a los restauracionistas
burgueses, sino también en liquidar las consecuencias catastróficas causadas por los
delitos de los restauracionistas y capitulacionistas del interior y el exterior del país.
Creo que nuestra Conferencia ha de declarar que la PB dentro del PCUS renuncia a
pagar a todos los acreedores y recaudores extranjeros que prestaban a la
contrarrevolución. Hágase que se imponga el pago a los simpatizantes o a los
"beneficiados" de gorbastroika.
Ahora, paso a mencionar que los restauracionistas burgueses actúan bajo la
consigna de la libertad, la democracia y la publicidad, en conveniencia con los
representantes de sus intereses político-ideológicos, que existen en el PCUS, en los
órganos del poder y en la prensa.
Tempranamente, Engels advirtió: "después de la toma del poder por los proletarios,
todos sus adversarios y las fuerzas reaccionarias se unirán bajo la consigna de la pura
democracia." ¿Puede existir, entonces, una democracia pura en la sociedad dividida
en clases antagónicas por la propiedad privada?
¿Es posible, por ejemplo, que el desempleo y la pobreza de las masas, revelados en
el tiempo de la perestroika, se consideren "libertad económica"? Esta es la libertad
que permite a nuevos bolsistas, industriales, empresarios y especuladores saquear y
explotar a su antojo. La tristemente famosa privatización recién legalizada ha
convertido a millones de trabajadores en víctimas de los intereses de fraudulentos y
saqueadores con "iniciativa". Y para distraer la atención, ellos hacen que los
trabajadores participen en repartir la propiedad de todo el pueblo.
Sin embargo, como enseñó Ivan Vasiliev, este patrimonio no pertenece a los
promotores de la privatización-"expoliadores". "Son bienes de la nación, así que
privatizarlos no quiere decir repartir los suyos, sino saquear a los descendientes."
Por extrañeza, en nuestro país la propiedad de todo el pueblo, base económica del
socialismo y del Estado soviético, está completamente exenta de la protección. La
mayor parte de ella no se heredó del absolutismo anterior, ni es fruto de la
expropiación. Fue creada por el trabajo abnegado colectivo del pueblo, y pertenece,
desde el principio, a todo éste. Por tanto, nadie tiene derecho a convertirla en
propiedad privada. No obstante, este derecho "se concedió" a los de Sobchak y
Popov, y a toda forma de comisiones y subcomisiones. El publicista Vasiliev tiene
razón: La privatización es, precisamente, un acto de saquear no sólo a los
descendientes sino también a los trabajadores que son auténticos dueños de la
propiedad de todo el pueblo. ¿Con qué derecho Sobchak puede vender la isla en el
centro de Leningrado a la compañía francesa por espacio de 99 años? Esto es un acto
de colonización.
En el plano político, la "democracia pura" de la perestroika se convirtió en la
política ciudadana (Poder de muchedumbre) y produjo la arbitrariedad y la anarquía,
y en el dominio de relaciones nacionales privó a decenas de miles de hombres de su
derecho a la existencia. En la sociedad se cultiva en gran escala el amoralismo, que
da lugar a la aparición de una "generación depravada" entre los jóvenes. Ya durante 6
años, éstos se educan en la falsificada historia soviética y en el espíritu anticomunista
y se empapan en un agua negra y pornográfica; quedan aturdidos por obras maestras
de poca ley de la "cultura masiva" extranjera; se contagian por el individualismo y la
codicia, y se alientan a luchar contra la vieja generación.
Entregados al servilismo y lisonja, la prensa y el arte de la perestroika presentan
como héroes de la época, ante los jóvenes, a los traidores, renegados, superpotentes,
prostitutas internacionales, desertores del ejército y violadores de la ley. A
consecuencia de ello se ha escenificado una tragedia de carácter prolongado, que hoy
los de Eltsin y Ziurinov aprovechan con eficacia.
Valiéndose de los medios de información tomados por los anticomunistas, ellos nos
insuflan una idea de que los restauracionistas son capaces personalidades que apresan
el alma de la gente, disfrutan del apoyo del pueblo que durante 70 años aspira con
ardor al sistema capitalista y la monarquía, y así por el estilo. Para confirmarlo, ellos
toman por ejemplo la campaña electoral y el resultado del análisis de la opinión
pública. Pero, en las elecciones presidenciales de la RSFSR apenas participaron 65 %
de electores. Esta es una muestra de la muy baja actividad de los hombres soviéticos
en anodinos juegos electorales. Por ejemplo, como era confuso el contenido de la
papeleta electoral, los ciudadanos de Leningrado no conocen ni comprenden hasta
ahora a favor de qué votaron, o sea, si lo hicieron para Leningrado o para SanPetersburgo. Al respecto, la prensa del Partido advirtió varias veces a los electores
que ello era una "engañifa despreciable" fraguada por Sobchak y el soviet de
Leningrado "democrático", pero ahora muy pocas personas la leen.
Los modernos medios de información masiva de la actualidad son plenamente
capaces de manipular la conciencia social y conducirla a cualquier lugar. Todo tipo de
"promotores de la capitalización" utilizan muy bien esos medios que desempeñan el
papel del "cuarto poder" en la sociedad.
Le suma la estadística social que divide las tendencias políticas por modelos, según
la vocación de sus "inventores". También el pronóstico social desempeña el mismo
papel para los restauracionistas: persigue el objetivo de "conquistar el espíritu" de los
hombres habituados a confiar sin ton ni son en las palabras ajenas. Es decir, se
pronostica y predice "lo pedido" por las actuales autoridades. Esto crea una impresión
de que los manipuladores disfruten del apoyo de todo el pueblo.
Pienso que cómo los hombres soviéticos tratan realmente la perestroika y su
esencia, a sus "arquitectos" y "maestros de construcción", es un problema relacionado
con su actitud hacia la ley sobre el trabajo y el deber social, los decretos del
Presidente y los bienes del Estado y del pueblo. Hoy, esta actitud se manifiesta
objetivamente en la caída de las disciplinas productiva, social, laboral y militar, en el
incremento de los crímenes y vandalismo, y en el aumento de la indiferencia social y
de la protesta masiva. Hoy, éstos son todavía inconscientes y espontáneos, pero, a
medida que la crisis se profundiza, la grave inflación monetaria se repite y el
desempleo y pobreza se incrementan, su carácter se alterará indudablemente y la
protesta social-política adquirirá un carácter organizativo y consciente. De aquí la
febril invención del "amortiguador social" y del "freno" por los parlamentos, y el
ataque reaccionario de la prensa "amarilla" contra los comunistas y los patriotas.
Si hoy, con participación de los "agentes influyentes" y los órganos de inteligencia
extranjeros, destruyen y desmantelan de manera organizativa e intencionadamente el
fundamento económico, político e ideológico del régimen constitucional, esto
resultará que daña los intereses de todos los comunistas y honestos hombres
soviéticos no influenciados por la propaganda anticomunista. Sin duda, se trata de un
problema relacionado con los trabajadores de los órganos de protección del derecho y
los chekistas, que en cualquier circunstancia adversa deben tener presente la misión
político-clasista legada por Lenin y Dzerzinski. De hecho, el problema que se
presenta hoy no se limita a cualquier "heterodoxia", sino consiste en que se alaban
concretos actos antiestatales de las bandas de B anderov, Vlasov, y Basmachi, los
nacionalistas burgueses y de los herederos de la política actual. ¿Es posible asegurar
que unos de ellos no actúan según el programa de los órganos de espionaje
extranjeros?
Los chekistas soviéticos tienen su emblema: "Escudo y Espada", ampliamente
conocido por todo el mundo, y que simboliza la protección de las conquistas de la
gran Revolución de Octubre y el régimen socialista por ella nacida. Repito: simboliza
defender no el "honor de un individuo", sino el régimen social-político constitucional.
Lo es tanto más cuanto que se considera que ese "honor" se ha desacreditado por el
Olimpo político en que hoy los dirigentes dignatarios tributan sigilosamente una
máxima alabanza al "paraíso" capitalista. Es inadmisible que "Escudo y Espada" del
socialismo se convierta en un accesorio. Aún más, es intolerable que los
multiplicados presidentes anticomunistas lo utilizan en su objetivo antipopular.
Como quiera que la seguridad del país está relacionada directamente con la
política, creo, no es imaginable un chekista que se encuentra fuera de ella. A este
respecto, la "despartización" significa el primer paso hacia la "despolitización" del
ejército y de los órganos del KGB de la URSS. Quien aboga más obstinadamente por
ella es Eltsin. Entrar en este camino quiere decir, a última instancia, seguir al
exgeneral Káluguin y su antecesor Shevardnadze, seudo-chekista del órgano del
poder, éste último que en el tiempo de su gobernación cazaba animadamente a
pequeños peces de la economía sombría en Georgia, pero no tocaba ni una escama de
los tiburones que, junto con los de Gamsajurzi y los disidente-antisocialistas,
gestionaban empresas clandestinas.
Según informaciones, en Bulgaria y otros exaliados nuestros los chekistas
comunicaron abiertamente los datos documentales para exhibir dólares, esterlinas y
marcos que el grupo de los "demócratas", opositores, recibió en vísperas del golpe de
Estado contrarrevolucionario. Opino que tampoco estaría mal hacerlo en cuanto a
nuestra seudodemocracia primitiva. Además, debe quitarse la cortina de las
actividades "secretas" efectuadas por los de Solzenitsin y de Antonov-Obseenka y
otras afortunadas "víctimas de la persecución de Stalin", así como la de las
actividades de los cómplices que no sólo presentaban fuentes de falsas informaciones,
sino que también violaban las leyes socialistas. Esto se necesita no por satisfacer una
vana curiosidad, sino para buscar una correcta solución en las circunstancias en que
se agudiza el antagonismo entre las fuerzas socialistas y las antisocialistas.
Si no se hubiera disuelto el PCUS como un partido leninista de la clase obrera y
sus aliados, no habría resultado que en la URSS se desmantelaba el régimen
socialista. El Partido empezó a desorganizarse al principio de la década de 1960,
cuando, retirado de la posición clasista del proletariado, se orientaba hacia el
oportunismo derechista y la social-democracia. El "equipaje" político-ideológico de
Trotski-Bujarin, que dejó de existir en otros tiempos por los leninistas, recobra su
vida por segunda vez. La conversión del PCUS en un "partido de todo el pueblo" se
declaró, precisamente cuando nació y funcionaba la economía "sombría", cuyo valor
total de circulación equivale al presupuesto del Estado.
La perestroika desenfrenó el proceso de restauración y le concedió la legitimidad y
la perfección lógica. El "partido de todo el pueblo" empezó a convertirse en un
partido pequeñoburgués neomen-chevique y apoyarse en la propiedad privada, el
capital y en el mercado del trabajo asalariado, y en varias formas de actividades
empresariales ajenas al socialismo. El XXVIII congreso del PCUS, utilizando
fraseologías marxistas, definió como tal o cual orientación los documentos carentes
de la lógica. Fue legalizado el derecho del Secretario General a seleccionar y elegir
en persona a los candidatos a altos puestos del partido. Y según el "principio de
aprobación unánime" se eligieron el impotente Comité Central y el Buró Político. Se
crearon todas las condiciones para identificar con el PCUS entero y millones de sus
militantes a los degenerados que deshonraban el ideal del socialismo y el comunismo.
Partiendo de su convicción, los comunistas consideran muy difícilmente que son
militantes del Partido guiado por tal Dirección. Muchos de ellos devuelven sus
carnets, derramando las lágrimas.
Toda la tragedia se debe a que la política gorbastroika de carácter antipopular se
aplica hasta ahora en nombre del PCUS. Por eso, la responsabilidad de la devastación
económica, el derrumbe de la gran potencia y la creación del desorden y caos
universales se achaca a los comunistas. Siempre que se reúnen, los "demócratas"
gritan: "Los comunistas han arrastrado al país hasta el actual estado". Es una lástima
que incluso "Pravda", aunque conoce bien quién del CC del PCUS es el promotor de
esta tragedia catastrófica, no quiere aclarar la verdad. También lo conocen esos
famosos "círculos democráticos". El académico Amosov, extasiado en la politiquería,
exclamó: "Quiero levantar un monumento a Gorbachov durante su vida por un solo
mérito que realizó al derribar una gran potencia comunista tan firme como roca". Le
pregunto: si no hubiera existido esta gran potencia, ¿hubiera sido posible, acaso, que
un tal Amosov se hubiera hecho quirúrgico y escritor tan renombrado como el actual?
A lo mejor, hubiera pastado cerdos de un conde alemán. Igual hubiera pasado con el
actual Presidente.
Los "adversarios" de la dirección de Gorbachov no son "demócratas" que se
oponen al comunismo, ni señores empresariales por ellos respaldados, sino las masas
militantes, el mismo Partido, a que ellos temen, considerándolo como un obstáculo
principal para la ejecución de su política capitulacionista, y destruyen como locos. En
otras palabras, es, precisamente, que tienen miedo al partido, a cuya cabeza se han
situado ellos mismos, abusando hipócritamente de la "autoridad de sus puestos".
En el futuro próximo, se publicará el proyecto del Programa del PCUS, que al cabo
de una semana se discutirá con urgencia en el pleno de su Comité Central. El
Secretario General comunicó que la comisión correspondiente ya preparó cinco
proyectos del Programa. A los comunistas se les dio a conocer sólo el primer
proyecto, que alude a la conversión del PCUS en un partido liberal-burgués o en un
partido burgués-liberal. No se sabe qué propósito persigue el quinto proyecto. Sin
embargo, creo que éste se asemejaría a tres variantes del Tratado de la Unión, cuyo
carácter reaccionario se tornaba más patentizado cada vez que se sustituían, y se
reflejaba claramente hasta en sus titulares. Es decir, el "Tratado de la Unión",
publicado en noviembre de 1990, fue reemplazado por el "Tratado de la Unión de las
Repúblicas Independientes" en marzo de 1991 y por el "Tratado de la Unión de los
Estados Independientes" en junio del mismo año. Estas diversas variantes tendieron a
convencernos de que la URSS debería dividirse, inevitablemente, en algunos
territorios grandes con diferentes regímenes social-políticos. El resultado fue que
nuestro país debió pasar por la etapa del golpe de Estado, planificado de antemano e
intencionadamente, problema que durante mucho tiempo sería discutido por los
historiadores. La Constitución viene a ser el código fundamental para todas las
naciones. No existe una ley superior que ella. La Constitución de Estados Unidos sige
en pie no menos de 200 años, pero se mantiene invariablemente. Pero, nuestra
Constitución se modifica y completa periódicamente, sin embargo, no se respeta, sino
se viola, principalmente, por los superiores. En resumen, el último proyecto del
Tratado de la Unión estipula que la Constitución se somete al "Tratado de la Unión de
los Estados Independientes", lo cual no revela nada más el propósito de desorganizar
por completo el Estado soviético. Además, establece que la observancia del Tratado
de la Unión y la Constitución de la URSS se garantice por el Presidente, quien, como
lo muestra la realidad, no lleva a vías de hecho ninguno de centenares de decretos
publicados en nombre suyo. ¿A quién beneficia acaso esto?
Si el Tratado de la Unión es para derribar al Estado soviético, el nuevo Programa
del Partido persigue el objetivo de desmantelar al PCUS, partido leninista, en fin, el
de meter al archivo la ideología científica de la clase obrera aprobada a través de la
lucha clasista de varios años. Pero esto no es porque el marxismo-leninismo fue
vencido completamente por la crítica, sino porque es, simplemente, una cosmovisión
ajena a los intereses de los "dueños de una nueva vida", adaptados al cambio de la
situación. El hecho de que el nuevo proyecto del Programa del PCUS tiene diversas
variantes, atestigua que se retira poco a poco de su Programa adoptado cinco años
atrás. Entonces, ¿por qué este Programa formulado bajo la dirección del actual
Secretario General se ha hecho viejo tan fácilmente? ¿Era incapaz su "elaborador
principal"? ¿Valdrá, acaso, un Programa del partido, si es para modificarse una vez
por cinco años? Opino que en el próximo pleno del CC del Partido alguien, no
importa quién sea, debe someter al debate este problema.
Los estrategas de la burocracia de perestroika describen como si la presentación de
varios proyectos del Programa del Partido fuera una comprobación de la "nueva
democracia en el Partido" y de los "derechos de las organizaciones partidistas de las
instancias inferiores", pero esto no pasa de ser un designio de cansar a los oradores,
envolviéndolos con asuntos detallados y secundarios, con términos y palabras
particulares, y luego, hacer pasar sin dificultad y sigilosamente la cuestión esencial.
Esto es: es para llevar a la aprobación el plan de convertir a Gorbachov y sus amigos
en verdugos del socialismo y destructores del PCUS, y a los participantes en la
reunión del Partido en sus cómplices. Este método seudodemocrático es muy
seductor y, al mismo tiempo, viable. Por ejemplo, en la última etapa del Congreso de
iniciativa se analizaron tres proyectos parecidos del Programa del PCUS, que apenas
no nevaron la discusión al callejón sin salida, ni rompieron el Congreso. Resultó así,
aunque no existía una condición objetiva.
El presentimiento de que no existiría perspectiva en el Partido en que ingresé, va
haciéndose realidad del futuro no lejano. El amojonamiento ideológico se inició ya en
el PCUS. En reflejo del antagonismo entre las fuerzas socialistas y las antisocialistas,
que se agudiza en la sociedad, se presenta hoy en el primer plano el problema de
aclarar la diferencia de los criterios políticos. Esto se necesita porque en el Partido se
va profundizando y agudizando más y más la lucha de los comunistas leninistas
contra los social-demócratas de derecha e izquierda, liberalistas burgueses,
nacionalistas y social-traidores. Pero, el amojonamiento de las posiciones ideológicas
no se ha hecho a tiempo, sino demorado indefinidamente ex profeso, debido a lo cual
la fracción de Gorbachov anticomunista sigue manteniendo su poder,
enmascarándose con andrajosas fraseologías socialistas.
La PB28 en el PCUS, que se examina en nuestra Conferencia, debe servir a elevar
la posición de los marxistas-leninistas. Actualmente, la PB constituye una de cinco
corrientes principales, junto con el grupo de "Iniciadores", el grupo del Programa
Marxista, el grupo de partidarios del Programa del PCUS de Gorbachov y el
"Programa Democrático". Nuestro criterio, aunque sea más firme y consecuente, se
identifica en muchos aspectos con el del grupo del Programa Marxista, y sobre todo,
con el del grupo de "Iniciadores". Esto espanta a sus líderes y teóricos, propensos al
viejo espíritu de capitulación o a las maniobras en los asuntos de principios.
Hoy, nosotros comprendemos la necesidad objetiva de la unidad de todas las
fuerzas izquierdistas que aspiran al marxismo-leninismo. La PB dentro del PCUS da
un nuevo impulso al fortalecimiento de esa unidad, que no significa la unidad
ordinaria, sino la unidad política acompañada de todas las singularidades de las
corrientes arriba mencionadas.
Sin embargo, la PB dentro del PCUS asume uña posición totalmente diferente al
comunismo "flotante" y camuflado del grupo del "Programa Democrático" y de la
fracción de Gorbachov. Nuestra posición político-ideológica es incompatible con las
suyas y no puede existir una "aprobación unánime". Nosotros iremos desplegando
una lucha por el retorno del Partido comunista a la posición leninista y bolchevique.
La PB dentro del PCUS apoya activamente la resolución de la Conferencia de Toda la
Unión de la Asociación"Edinstvo-por el leninismo y los ideales comunistas" (Octubre
28 El objetivo de la creación de la PB del PCUS consiste en devolver a éste la fisonomía organizativo-político y el
papel ideológico-espiritual como destacamente de vanguardia de los trabajadores de nuestro país que luchan para
realizar los intereses clasistas histórico-objetivos, o sea, para construir la sociedad socialista y comunista. Al hacerlo,
pienso, podríamos aglutinar y consolidar todas las fuerzas sanas y progresistas, socialistas y patrióticas de nuestra
sociedad en el momento actual, y oponer así una resistencia decisiva a la contrarrevolución burguesa que arrastra
nuestra Patria socialista hacia la situación cada vez más peligrosa y dramática.
La PB dentro del PCUS
de 1990) y la del Congreso del Movimiento de Iniciativa de los Comunistas (junio de
1991), las cuales exigen convocar el XXIX Congreso extraordinario del PCUS hasta
finales de este año para destituir a la fracción de Gorbachov anticomunista de la
dirigencia del Partido y del Estado y preguntarle la responsabilidad partidista y otras.
Pienso que hoy, al prestar principal atención a los preparativos de este Congreso
extraordinario29, debemos impedir que la fracción de Gorbachov lo convierta en un
foro de los renegados como antes lo hizo varias veces.
En las correspondencias y conversaciones con algunos países exsocialistas y con
comunistas de una serie de países capitalistas, se presentó por su iniciativa el asunto
de formar una alianza mundial de los marxistas-leninistas en el movimiento
comunista internacional. Esto es: la reconstrucción de la Komintern en las
condiciones actuales en que se recrudece la ofensiva de la reacción y la
contrarrevolución en el perímetro de la contradicción internacional. Se trata de una
cuestión muy complicada que exige estudiar y meditar con prudencia: de dónde él
recibiría la asistencia financiera, sobre todo, en qué país se establecería su sede, cuyo
papel lo desempeñó la Unión Soviética hasta antes de 1943. Nos hemos acordado en
entablar conversaciones bilaterales. Sería bueno que también este asunto se discutiera
en la presente Conferencia de la PB dentro del PCUS. Agrego que el proyecto de este
programa se reedita por los comunistas extranjeros.
He aquí otro problema: decidir en esta Conferencia si someteríamos al debate de
todo el Partido nuestro proyecto del Programa del PCUS que dentro de poco tiempo
se elaborará, principalmente, por la PB dentro del PCUS, o si apoyaríamos desde el
punto de vista táctico el proyecto del programa muy difícilmente nacido en el reciente
Congreso de Iniciativa. Muchos camaradas que participaron en ese Congreso
expresan que dicho proyecto merece aceptarse por nosotros. Una serie de asuntos
29En el proclama: "A todos los comunistas y los bolcheviques no militantes", llamamiento adoptado en la Conferencia,
está escrito como sigue:
Los comunistas que representan al Partido en el Congreso extraordinario deben tener capacidad de cumplir las
tareas de:
-Rechazar gorbastroika, calificándola de una política antipopular y capitulacio-nista, que ya ha conducido al
país hacia la catástrofe de toda la nación y que en un futuro cercano persigue el objetivo de dividir a la URSS en
"Estados soberanos como feudos" y convertir nuestra Patria en una semicolonia del Occidente.
-Preguntar la responsabilidad partidista a M.S. Gorbachov y a sus compañeros, por haber derribado al PCUS y
el Estado soviético y traicionado a la causa de Lenin, la causa de Octubre y la causa del movimiento comunista y obrero
internacional.
-Apreciar desde la posición partidista y clasista la situación interna del Partido y del país, así como establecer
sobre la base científica una nueva política de principios del PCUS que refleje los intereses fundamentales de los
trabajadores, política que pueda salvar a nuestra Patria de la crisis definitiva, recuperar el poderío del anterior Estado
multinacional y asegurar el éxito del socialismo en la emulación mundial con el sistema capitalista.
-Elegir una nueva Dirección del PCUS, capaz de cumplir la política del Partido que presentará el XXIX
Congreso extraordinario del PCUS.
-Condenar, -para dar lecciones a los descendientes-, a todos los traidores, los renegados, los veletas pasados al
campo anticomunista, sobre todo, a los exmiembros del Buró Político: A. Yakovlev, E. Shevardnadze, E. Primakov y B.
Eltsin.
detallados podrían aclararse algo más en el curso del debate.
Además, deberíamos constituir aquí el Comité Organizativo con los camaradas
comunistas seleccionados, competentes, activos y comunicables, el cual no sólo
cumplirá una enorme tarea de preparar el XXIX Congreso del Partido, sino que
también coordinará diversificadas actividades de la PB dentro del PCUS.
Gorbastroika dividió en ricos y mendigos a los hombres soviéticos. Deberíamos
impedir que, más adelante, ella nos divida en vivos y muertos. Actualmente, el
porvenir del Partido, del país y del socialismo mundial depende, en muchos casos, de
si mantenemos o no la posición bolchevique de principios y la actividad. Somos
nosotros mismos, y no la fracción de Gorbachov, quienes pueden heredar las
tradiciones revolucionarias bolcheviques del PCUS. Debemos levantar a los
trabajadores de nuestro país en la contraofensiva a los destructores de la Patria
socialista, e impedir que los seudodemócratas y restauracionistas jueguen libremente
con el destino de ellos. Los militantes leninistas deberán contraatacar de manera
organizativa y tajante a todas las maniobras de la contrarrevolución. ¡Que hagamos
del XXIX Congreso del PCUS un congreso de la victoria de la justicia histórica de la
causa revolucionaria de Octubre! ¡El socialismo siempre triunfó y triunfará en el
enfrentamiento mundial al capital internacional!
¡Por muy difícil que sea la situación actual, delante de nosotros está erguido
nuestro Stalingrado! ¡Es justa nuestra causa! ¡El futuro pertenece al comunismo!
¡Triunfaremos bajo la inmortal bandera de Lenin!
El 21 de septiembre de 1991 tuvo lugar en Krasnoe Celo (en la cercanía de Leningrado) la Conferencia de la
organización de Leningrado de la Asociación de Toda la Unión "Edinstvo- por el el leninismo y los ideales comunistas",
con la participación de los miembros del Comité Organizativo de la Plataforma Bolchevique en el PCUS, y los
representantes de Moscú, Bielorrusia, Ucrania, Kazakstán, Siberia, Vladivostok y otras regiones del país.
En la conferencia fueron discutidos el problema de la agudización de la situación política en el país después del
acontecimiento de agosto de 1991 en Moscú y las tareas para la aceleración de los preparativos del Congreso
constitucional del partido bolchevique-leninista.
La conferencia escuchó y discutió el informe de la presidenta del Comité Organizativo de la Plataforma
Bolchevique, N. A. Andreeva, titulado "El torbellino hostil sopla sobre nuestra cabeza..." y aprobó la resolución de
efectuar el Congreso constitucional del partido bolchevique a mediados dé noviembre de 1991.
UN TORBELLINO HOSTIL SOPLA SOBRE NUESTRA
CABEZA...
Informe en la conferencia de la organización de Leningrado de la Asociación de
Toda la Unión "Edinstvo" 21 de septiembre de 1991
Los dramáticos acontecimientos ocurridos entre el 19 y el 21 de agosto, que
constituyeron la culminación de la crisis pannacio-nal en la URSS, han convertido la
futura catástrofe de una posibilidad en una creciente realidad legítima. En el presente,
se efectúa por doquier la discusión de la esencia, el carácter y la causa de dichos
acontecimientos. Pienso que para nosotros también ha llegado el momento de hablar
al respecto. Nos obligan, en especial, el mito de la propaganda oficial y la prensa
"amarilla", que tergiversan la verdad.
Nos imponen la opinión de que entre el 19 y 21 de agosto se llevó a cabo el
arrebatamiento del poder, golpe de Estado e incluso golpe militar. ¿Concuerda esto
con la realidad? Creo que es completamente incongruente. ¿Cómo se puede hablar de
arrebatamiento del poder cuando los miembros del Comité Estatal para el Estado de
Emergencia y sus partidarios en la dirección del país ya tenían prácticamente el poder
ilimitado antes del 19 de agosto? En efecto, casi todos aquéllos integraban el Consejo
de Seguridad de la URSS. Entre ellos figuraban el vicepresidente, entonces sustituto
del cargo del Presidente, el primer ministro, el presidente del Soviet Supremo,
importantes ministros... En otras palabras, para unos y otros no había necesidad de
arrebatar el poder. Solo se podrá hablar del aprovechamiento del poder.
Tampoco se ve la intentona de golpe de Estado por parte de ellos. El documento
publicado por el "octeto" prueba que sobre la perestroika se cernía un peligro real, ya
que se encontraba en apuros por "una serie de causas ".¿Quién puede replicar hoy sus
confirmaciones de que "el desarrollo del país no debe asegurarse al precio del
descenso del nivel de vida de la población"? ¿No se debe frenar "toda tentativa de
hablar con nuestro país en tono dictatorial", y resistir a la violación de "nuestra
soberanía, independencia e integridad territorial"? ¿Dónde está la infracción de la
Constitución? Pienso que el plan de acción para salvar el país de la crisis, propuesto
por el CEEE en su primer decreto, puede considerarse solo como la corrección de la
perestroika sin alteración de su esencia restauracio-nista y capitalista. De ahí proviene
la afirmación de ese Comité para el Estado de Emergencia en la conferencia de
prensa en cuanto al retorno de Gorbachov a su anterior cargo en el futuro no lejano...
Antes de usar el término "rebelión", recordemos reales rebeliones, y cómo
arribaron al poderel general Franco en España y Pinochet en Chile. En los
acontecimientos de agosto no hubo en absoluto importantes momentos que siempre
acompañan al golpe de Estado, independientemente de dónde se desarrolle.
En primer lugar, no fueron neutralizados los enemigos políticos, ni bloqueado el
sistema de comunicación entre la "Casa Blanca" y otras fuentes potenciales de
resistencia. Eltsin, Popov, Sobchak y otros comparecieron sin obstáculos en los
medios de información masiva, y condenaron abierta y severamente al CEEE.
En segundo lugar, las fuerzas armadas introducidas en la capital para reprimir la
demostración no tenían municiones y mostraron su inercia30.
En tercer lugar, los mismos miembros del CEEE actuaron sin sistema y con
vacilación, dilatando las acciones, como si esperaran la directiva de alguien desde la
espalda.
En cuarto lugar, dejaron toda la escolta a disposición del "derrocado" Presidente en
"reclusión". La residencia en Foros estaba tan protegida desde la tierra y el mar, como
cuando iba allí el Presidente. No hubo ningún bloqueo de la misma. Según el
testimonio de los mayores de la Guarnición Fronteriza, Degtsiarev y Alimov, en esos
días pudieron ver a Gorbachov y sus familiares bañándose en el mar.
En quinto lugar, cuando la "acción" empezó a decaer, los integrantes del CEEE
tenían la posibilidad de huir al extranjero como los instaron los "demócratas", pero se
dirigieron sin temor y con seguridad al Presidente en Foros con el "informe de
trabajo".
En sexto lugar, el periódico "Komersant" subrayó correctamente que aún estaba
30Algún tiempo después, con relación a este problema, N. A. Andreeva dijo: “El general Makasov calificó la acción de
los militares de Moscú de 'demostración de la técnica bélica de los pioneros'. El 20 de agosto un reportero televisivo
preguntó a un soldado en la calle si tenía balas, a lo que respondió que no. Entonces, ¿por qué los defensores de la 'Casa
Blanca' fingieron la tensión de 'combate'? A mi parecer, auténticos héroes, modestos al estilo ruso, permanecieron en
carros blindados chamuscados para cumplir la orden de no usar las armas. Por muy caprichosa que sea la diosa de la
historia, no podrá hacer caer sus nombres en el olvido, y los soviéticos llegarán a conocerlos y hacer justicia...
Ante mis ojos aparece aún un teniente mayor de la división de Taman, que he visto en la pantalla de televisión.
El dijo que para su tránsito a la 'Casa Blanca', le propusieron mucho dinero, una suma que no podría ganar en toda la
vida si bien sirviera hasta obtener el grado de mariscal. En la actualidad, cuando los oficiales están sin dinero, él lo
rechazó. A mi parecer, fue expresión de máximo valor militar: insobornable fidelidad al Juramento... No todos actuaron
tal como el mencionado oficial de la división de Taman. La historia de la pasada guerra muestra que en ciertas aldeas
unos fueron a las guerrillas y otros a servir en la policía alemana."
Revista "SovietskiBoin", No. 3-4, 1992, Pág. 7
lejos hasta el fracaso del 21 de agosto; el CEEE no se hallaba en una posición
insalvable, el "octeto"controlaba la situación, el país no condenó sus programas, y el
llamamiento de Eltsin y Sobchak a la huelga indefinida no disfrutaba del apoyo de
nadie.
Entonces, ¿por qué capitularon? Parece, escribió el periódico, que los "estadistas
obedecieron una orden". ¿Quién les ordenó?
En séptimo lugar, el 18 de agosto todos los jefes de departamentos y la mayoría de
los secretarios del CC del PCUS estuvieron a la vez de vacaciones, a pesar de que la
complicada situación del país no se ajustaba al descanso masivo de la dirección
partidista. ¿Es posible ese descanso colectivo sin el permiso del Secretario General
del CC del PCUS? Lo dudo.
La situación se explica también por las circunstancias concretas creadas el 19 de
agosto. Como es conocido, para el 20 de agosto estaba programada la firma del
tratado de la "Unión de Estados soberanos" (en su esencia, tratado de la disolución de
la Unión), que ha convertido al Presidente de la URSS en algo parecido al rey Lear de
Shakespeare, que resultó inerme y se convirtió en mendigo al repartir el poder y las
haciendas a las repúblicas hermanas. La dirección de la Unión, llamado "centro", no
podía menos que prever esa catástrofe de la Potencia y sentir la histórica
responsabilidad de las consecuencias. De ahí que trataran de frenar el proceso centrífugo y restauracionista mediante la introducción del estado de emergencia.
Además, causa asombro el porqué el Presidente, un día antes de la conclusión del
tratado fatal, pudo descansar con tranquilidad en Crimea.
Otra característica la constituye el XXIX Congreso del Partido, programado para
noviembre bajo la presión de las masas militantes, y que podía despojar a Gorbachov
del cargo de Secretario General. El estado de emergencia aplazó la fecha del
congreso, dando la posibilidad de evitar la amplia discusión del proyecto del nuevo
Programa, destinado a convertir el PCUS en un ordinario partido liberal burgués. En
otra palabra, la actividad del CEEE estuvo encauzada al interés del PresidenteSecretario General, que, como dicen diputados populares de Rusia, fue insumergible
en medio de cualquier dramático desarrollo de los acontecimientos. En cuanto a su
inmiscusión en los hechos, callarse es útil hoy para los "demócratas", porque en caso
contrario se sacudiría todo el fundamento formal de sus afirmaciones del "crimen del
CEEE", y la opereta del golpe de Estado del 19 al 21 de agosto aparece como fachada
para encubrir la revuelta realmente anticonstitucional en el país.
Tal vez, la política de la perestroika dejó de satisfacer los intereses de la
neoburguesía del "soviet" por el fortalecimiento de su posición. Y ésta le puso punto
final, sin palabrería inútil, aprovechando la tradicional cualidad de su principal
"arquitecto". De ahí que Yakovlev, Shevardnadze y otros poseedores del anterior
carné intimidaran a los pancistas con una próxima dictadura, La opereta de
"transición" a tal dictadura fue ejecutada por los magistralmente engañados y fieles
integrantes del CEEE. Repito que ésta fue para encubrir la real revuelta socialpolítica, ocurrida dos semanas después para quitar completamente el poder de las
manos de los trabajadores.
Hoy puedo afirmar que todo el proceso de desarrollo de los acontecimientos de
agosto-septiembre concuerda con el interés de los reaccionarios del interior y el
exterior. En el extranjero se elaboraron desde hace mucho y con persistencia los
planes para sepultar el socialismo en Rusia y suprimir el poderío de la superpotencia,
fruto de grandes esfuerzos y sacrificios de los trabajadores. A través de la
"gorbastroika" el capital internacional realizó su oprobioso plan y pudo detener la
ampliación de la crisis económica interna que se expresa por la reducción de la
producción y el aumento de los desempleados en una serie de prósperos países
capitalistas. Por medio de la "gorbastroika" se ha podido desintegrar la Unión, hacer
pelearse a sus naciones, inculpar a Lenin y el socialismo con la calamidad especial
engendrada por los restauracionistas, y convertir una sexta parte de la Tierra en fuente
de mano de obra barata y materias primas para los países "civilizados", en sepulcro
mundial de nocivos residuos de la producción. Así, un fuerte golpe fue asestado al
movimiento obrero y comunista internacional, y se dejó perder su principal baluarte,
el socialismo mundial, que sufre el más serio fracaso en la historia.
Este fracaso se debe a que como consecuencia del acceso de los anticomunistas a
la dirección en la URSS se formaron bloques de las fuerzas sociales y políticas, que
bajo los rayos de la perestroika de Gorbachov maduraron antes de la abierta salida
contra el socialismo y sus instituciones políticas. Entre estas fuerzas hay que
mencionar ante todo a las burguesías nacionalistas de las repúblicas, que han tomado
los organismos del poder estatal en colaboración con los nacional-comunistas. La
"guerra de la soberanía" y la "guerra de las leyes" crearon las condiciones necesarias
para el desmoronamiento gradual de la URSS, que fue poderosa en un tiempo. El
separatismo recibió de inmediato el fuerte apoyo del Occidente. Es conocido, por
ejemplo, que después de la Segunda Guerra Mundial los aliados occidentales
reconocieron la frontera oeste de la URSS, formada como resultado de nuestra
victoria, y algunos de ellos la legitimidad de la admisión en la Unión de las
repúblicas a orillas del Báltico. Hoy, en violación del acuerdo, ellos incitan con
tenacidad a los nacionalistas a la salida de la URSS.
En los acontecimientos de agosto, la neoburguesía rusa, que desempeñó el papel
decisivo en el "aplastamiento del golpe de Estado", hizo la primera declaración
abierta, descarada y agresiva sobre sus intereses egoístas y antipopulares. El 19 de
agosto el infame Banco de Comercio Internacional destinó millones a las futuras
víctimas de la "defensa" de las barricadas, no ocupadas por nadie. En otras palabras,
planeó y pagó la sangre futura. "Kurant" de Moscú afirmó que desde el punto de vista
militar no existía la necesidad de víctimas. Pero, sí la había desde el punto de vista
político. ¿Dónde está el límite del cinismo de los "nuevos dueños de la vida"?
El análisis hace constatar que el guión de los hechos fue preparado en el
extranjero, la dirección estuvo a cargo de Gorbachov, tal vez, no sin asistencia de
Eltsin, los personajes y ejecutores fueron miembros del CEEE y "demócratas", y su
resultado fue la tragedia de 300 millones de habitantes soviéticos. Pensamos y
esperamos que la verdad puede aclararse solo en un juicio público con la amplia
introducción de los medios de información masiva y los círculos sociales. Tanto más
cuando en Moscú corre el rumor de que tres de los integrantes del CEEE no pueden
llegar vivos al juicio...
Al son de la falsa denuncia, en el Congreso extraordinario de los diputados
populares de la URSS la contrarrevolución logró consolidar el resultado político del
golpe de Estado anticonstitucional, eliminar el PCUS, destruir las fuerzas de defensa
del país multinacional en estado de descomposición, y empezó a liquidar los baluartes
del sistema constitucional social-político como las fuerzas armadas y los organismos
protectores de leyes. La perestroika fue enterrada con honor. El país perdió el
gobierno confederal, fueron promovidos al trono del poder "cuadros perspectivos" de
tipo Yablinsky, cuya incompetencia e irresponsabilidad estatal aumentaron la
inquietud de millones de personas. Se ha abierto otra etapa de la crisis del poder y el
Estado. La farsa política continúa.
Es preciso en especial referirse al PCUS. Hace poco más de tres años Gorbachov
dijo: "Nosotros vamos al nuevo mundo, el mundo comunista. Nunca nos desviaremos
de este camino". "Sin el partido, armado con la teoría marxista-leninista... no existirá
ni el socialismo ni nuestra gran potencia". Si fue enterrado el socialismo y
desintegrada lá potencia, el partido también debe eliminarse. En la historia de todos
los países y pueblos no se podrá encontrar una traición más vil que la cometida por
Gorbachov contra millones de comunistas soviéticos. Esta traición tiene su historia.
La perestroika de Gorbachov fue engendrada por el oportunismo de derecha,
anidado en el PCUS en la década de los 60. Este dio inicio a la degeneración del
partido. De los "nacidos de la década del 60" e "hijos del XX Congreso" han salido
hoy los más "limpios" demócratas. Su cuna común fue el PCUS. Eltsin allanó el
camino de su salida del PCUS, y organizó la difamación del Socialismo, de Lenin y
de todo ante lo que se inclinaba hasta hace poco y usó el alcance de su carrera como
famoso burócrata del partido. A partir del 20 de julio de este año, en la RSFSR se
puso en práctica el decreto de Eltsin sobre la neutralización del partido en las
empresas e instituciones, que empezaron a ejecutar con premura algunos cuadros de
los comités partidistas.
El CC del PCUS negó la evaluación socialista de esta acción anticomunista, y la
calificó solo de "violación de la legitimidad", lo cual prueba la deficiencia de la
reciente composición del buró político y el secretariado del CC del PCUS.
Objetivamente, sus actos pusieron al partido aún más al servicio de la rama
profascista y restauradora del capitalismo. La Plataforma Bolchevique en el PCUS
exhortó en su declaración a los militantes-leninistas a un decisivo contraataque a los
provocadores anticomunistas y sus esbirros en la dirección del partido.
Cuando el alcalde de Moscú G. Popov cerró todos los comités regionales y el
comité municipal de la capital, en contra de la constitución y la legitimidad, los
comités del partido no hicieron ninguna protesta, llamamiento a la huelga ni otras
formas de lucha constitucional. Este "globo de prueba" del infame anticomunismo
hizo que Gorbachov, sin temer a la complicación, propagara la decisión de G. Popov
en todo el país. Por doquier comenzó el embargo de los edificios de los organismos
del partido, la "toma" de sus finanzas, y el cierre de sus periódicos. Se desencadenó el
terror moral contra los comunistas. Solo la extrema inmoralidad puede explicar la
pasividad de las masas militantes. Nadie acudió a proteger los comités, periódicos,
editoriales, museos y escuelas del partido. No había necesidad de disolver las
organizaciones partidistas. La mayoría de éstas se desintegraron por sí solas. Eso
puede ocurrir solo en un partido situado en la última etapa de desorganización y
dirigido por una corrupta capa superior.
La asociación "Edinstvo" y los partidarios de la Plataforma Bolchevique no se
perturbaron ni ante la persecusión insensata contra los defensores del socialismo. El
25 de agosto de 1991 declaramos que nos proclamábamos herederos y verdaderos
continuadores de la línea leninista del Partido Comunista de la Unión Soviética. La
Plataforma Bolchevique en el PCUS llamó a sus organizaciones, los comunistas y los
bolcheviques aún no militantes a la unidad y la preparación del congreso
constituyente del partido. En la actualidad, por doquier surgen las organizaciones de
la Plataforma Bolchevique, que admiten en sus filas a sus partidarios, listos para unir
su vida y actividad con el partido de tipo leninista.
A pesar del derrumbamiento y vacilación, el Comité Organizativo de la Plataforma
Bolchevique aprobó: "Expulsar al ex Secretario General del CC del PCUS, Mijail
Serguevich Gorbachov de las filas del PCUS por traición a la obra de Lenin y la
Revolución de Octubre, alevosía al movimiento obrero y comunista internacional, por
el derrumbamiento de la potencia socialista, la eliminación del partido leninista,
apostasía y dualidad, engaño de los trabajadores y demagogia". Una decisión similar
sobre B.V. Gidaspov fue adoptada por el buró organizativo de la Plataforma
Bolchevique en Leningrado. Aunque esa resolución no reviste carácter de reglamento
riguroso, tiene, según nuestro parecer, gran sentido político, porque refleja la posición
actual de las amplias masas militantes, y contribuye a la apreciación partidista y
clasista de las actividades de los restauracionistas y renegados. Lo comprueban
centenares de cartas, telegramas y llamadas telefónicas, que nos llegan diariamente,
apoyando unánimemente nuestra valoración y resolución.
Lo que se refiere a la responsabilidad directa de los burócratas del partido sobre la
situación actual del país, la sangre y las lágrimas de los soviéticos, sobre el derrumbe
y desacreditación del PCUS, se debe tratar concretamente, sin desliz emocional.
Efectivamente, los burócratas del partido pro-Gorbachov cayeron en una posición
antisocialista al mencionar en la resolución del XXVIII Congreso que en el país no
hay otra alternativa que el mercado capitalista. La culpa de los burócratas del partido
es que desde antes de los acontecimientos de agosto prohibieron, por ejemplo, la
publicación de materiales de los partidarios de "Edinstvo" y la Plataforma
Bolchevique en la prensa partidista. Ellos tergiversaron y falsificaron el marxismoleninismo, privándolo de su fundamento proletario y clasista.
En medio del torbellino de la historia, en la capa superior del partido han aparecido
numerosas personas que se preocupan sólo por su carrera y privilegio, ninguna de
ellas llega a ser defensor político de los auténticos intereses de los obreros,
koljosianos y trabajadores intelectuales. Los ideólogos progorbachovistas del partido
han convertido "Pravda" en un periódico social-democrático sin dientes, y se
extraviaron de la tradición leninista del partido. Ahora el redactor jefe Frolov, hombre
político camaleón recomienda a los comunistas que envíen las cuotas a su periódico,
tal vez, como remuneración por la falta de principios de "Pravda". Paradójicamente,
el cese de la actividad de la "oficina" del partido pro-Gorbachov permitió que los
comunistas-leninistas desataran la iniciativa con la convicción de que el destino del
partido depende directamente del destino del país.
Al mismo tiempo, sacando esta desagradable conclusión, no debemos inclinarnos
al otro extremo, ni mucho menos ver a toda la dirección del partido como "clase
explotadora", que realizó la revuelta contrarrevolucionaria junto con "traficantes
sombríos", nacionalistas y especuladores. Al apoyar a Gorbachov, Yakovlev,
Shevardnadze y otros renegados, los burócratas del partido ayudaron objetivamente a
la maduración de la crisis social y la hicieron favorable a la burguesía doméstica.
Pero, la mayoría absoluta de ellos no esperaba subjetivamente tal resultado, aunque
propagaron y apoyaron la gorbastroika. No fueron pocos los trabajadores partidistas
que resistieron a la política de Gorbachov, si bien no pudieron separarse
completamente del erróneo círculo de la subordinación del reglamento formal del
partido hasta hace poco gobernante. Los partidarios de la Plataforma Bolchevique
deben establecer con ellos relaciones laborales, atraerlos, y utilizar sus experiencias y
posibilidades para la reconstrucción del partido de tipo leninista.
Es decir, hoy no podemos apoyarnos en el aparato partidista y ni luchar para
convertir el PCUS en un partido reconstruido sobre la base de la Plataforma
Bolchevique, como planeamos en la conferencia de Minsk. Pero podemos y debemos
utilizar de modo crítico la estructura del partido situado en una profunda crisis para
llegar mediante ella a las masas comunistas, desorientadas constantemente en los
últimos años por los burócratas degenerados, renegados y liquidadores. Oponiendo la
resistencia no oficial al presente anticomunismo estatal, "Edinstvo-por el leninismo y
el ideal comunista" debe salir con decisión, en contra de la nacionalización ilegal de
los bienes y las finanzas del PCUS, contra la persecusión de los funcionarios
partidistas desocupados, exigir la interrupción de la "cacería de brujas", actuar en
contra del castigo judicial de los integrantes del CEEE, quienes si infringieron la
Constitución, lo hicieron en mucha menor escala que Gorbachov, Eltsin y
"demócratas", que perpetraron realmente el golpe de Estado anticonstitucional.
Por último, es preciso señalar que los partidarios de la Plataforma Bolchevique se
ven obligados a actuar en las nuevas condiciones sociales y políticas creadas por el
triunfo del golpe de Estado anticonstitucional. El Congreso extraordinario de los
diputados populares de la URSS ha rematado el resto del poder soviético con la
constitución de la nueva y autoritaria estructura estatal. Al mismo tiempo, se ha
enterrado prácticamente a sí mismo y al soviet supremo privando a los diputados de
su poder, a favor de "presidentes", "gobernadores locales" y "alcaldes", llamados a
formar sus cuadros con "oligarcas" y "dictadores" en bien de los intereses de los
"business" restablecidos. En cambio, para los "elegidos por el pueblo" se reservan
hasta el fin del plazo el sueldo y el "privilegio" del diputado, que pueden envidiar los
exburócratas del partido.
Por dondequiera, según el apetito de los "nuevos dueños de la vida" se restringen
las influencias de los soviets marginales, provinciales, municipales y regionales,
convertidos en "lugares de palabrería" sin poder. La burguesía triunfante eliminó del
orden del día de la vida política el lema "¡Todo el poder al soviet!", bajo el cual
engañó a los trabajadores y perpetró el golpe de Estado político. Destruye todas las
instituciones constitucionales del sistema. En la agenda aparece otra vez no solo la
defensa de los derechos de los trabajadores sino también la lucha por el poder de la
clase obrera y sus aliados.
A juzgar, crecerán aún más las dificultades económicas. Los trabajadores se
habitúan con pena al pensamiento del hambre y el invierno frío. Fracasó la cosecha
de verduras y patatas. Bajó la extracción de petróleo y hulla. Se agrava por doquier la
reducción productiva. Los "demócratas", acomodados en la silla directiva, han
probado su completa incompetencia no solo en la administración del Estado, sino
también en el tratamiento incluso del problema ordinario del aseguramiento de la
vida de la población. Calumniar a Stalin con el infortunio actual no puede convencer
a nadie. La amenaza con la represión también es poco efectiva. Es muy posible que
Gorbachov sea la nueva víctima de la contrarrevolución. Ha caído la fascinación del
"milagro del Occidente", tanto más cuanto que los "países civilizados" derivan con
seguridad hacia la crisis y otros 150 países del mundo han duplicado en los últimos
dos años el número ya no menos considerable de mendigos y desempleados.
Pese a la euforia actual de los "demócratas" triunfantes, pienso, en perspectiva su
golpe de Estado llevará la sociedad a un callejón, sin otra salida que la derrota de la
contrarrevolución. Los soviéticos aún no comprenden a dónde los llama la sirena
burguesa. Por eso el "nuevo poder" se apresura a dar rienda suelta por la ley a los
negocios privados y "business". Para los trabajadores es inaceptable todo estilo de
vida de la sociedad explotadora con la codicia del disfrute, el individualismo, el
sistema extenuador, la venalidad general, el poder del dinero, el abismo entre los
pobres y los ricos. Todo esto ya provoca hoy la espontánea e inconsciente resistencia
de los trabajadores. Esta resistencia empuja a los restauracionistas del capitalismo al
fortalecimiento de las medidas de la dirección administrativa, en el plano político, al
régimen verdaderamente autoritario. En especial, esto se patentiza en Georgia,
Moldavia, Lituania...
En la RSFSR el "autoritarismo" ya no da más. El regente del "sucesor del trono
ruso" ha promovido a Eltsin como el "gran príncipe". El ex miembro del buró político
y secretario regional del PCUS que había allanado la "casa de Ipatsiev", lo aceptó
como cosa natural, sin ninguna oposición. ¡Sólo el diablo sabe lo que puede ocurrir!
De súbito, ¡sea útil un día! Gorbachov aún no tiene ese honor... Pero, he aquí la
desgracia, todos los zares rusos ensamblaron un gran país con migajas, "sin escatimar
sus fuerzas", y el "zar Boris", sin esperar la unión, ya ha podido "desabotonar" la
"integral e inseparable" provincia a orillas del Báltico, y junto con Jasbulatov trata de
vender a los japoneses las islas Kuriles copiosamente mojadas de la sangre y el sudor
de Rusia. Quizá, todos nosotros con tal "autocracia", al final, ¿no vagabundearíamos
por el mundo?
La agravación de la situación económica, el rápido empobrecimiento de millones
de trabajadores, el primer contingente de desocupados, jóvenes desposeídos del
porvenir, el caos y el desorden aceleran no solo el proceso de comprensión de los
intereses clasistas, sino también animan a los trabajadores a la unidad, frente a los
empresarios y los nuevos ricos. La neoburguesía "soviética", alentada por los éxitos
recientes, adquiere febrilmente las experiencias políticas del capital contemporáneo
del occidente, que ha establecido para ella universidades y escuelas especiales de
business. A la vez la burguesía doméstica engendra múltiples partidos y movimientos
políticos desde el monarquismo hasta el anarquismo, que de inmediato se entregan a
pelear entre sí. Hoy somos testigos del agravamiento de las contradicciones internas
entre varías fracciones de "nuevos dueños de la vida" y la pelea entre ellas. Un
ejemplo característico es la disputa prolongada entre el consejo del alcalde de la
capital, apoyado por el Presidente de la RSFSR, y la unión de bolsistas. Los
representantes de los movimientos y partidos de los trabajadores deben aprender a
aprovechar en bien de su interés las contradicciones en el seno de los enemigos
clasistas.
En adelante, claro está, nos espera la extrema agudización de las irreconciliables
contradicciones en la producción, la economía, la política y la cultura. Las
contradicciones entre clases y en cada una de éstas, entre las naciones y en cada una
de éstas, las contradicciones que nacen objetivamente de la posesión privada, que
divide, separa y contrapone a las personas, grupos sociales, clases, naciones y
pueblos. Su agudización creciente no solo puede llevar a la destrucción de las fuerzas
productivas, por ejemplo, a la avería de altos hornos de coque, la inundación de
minas, la destrucción del ferrocarril, la matanza del ganado por falta de pienso, la
pérdida de cosechas recolectadas, sino también empujar al país a la guerra civil,
cuyos focos ya arden en una serie de repúblicas.
En el umbral de tal desarrollo de los acontecimientos la burguesía "democrática"
ya se entregó a la creación de la "guardia nacional", llamada a defender con las armas
su interés egoísta y servir a los opositores de las Fuerzas Armadas del país, que aún
no ganaron la confianza de los "nuevos dueños de la vida". Pero, las experiencias de
Yugoslavia y Georgia prueban que no se debe ignorar quién pueda tomar en sus
manos las nuevas formaciones armadas.
En las condiciones del debilitamiento general del Estado soviético,
independientemente del subjetivo deseo de los beligerantes, el aumento de los focos
de la guerra civil puede llegar a conflictos internacionales. No cabe duda que
imimpidos en el poder, los "demócratas" cosmopolitas no vacilen en aferrarse a la
ayuda de las fuerzas armadas de la ONU o de particulares países "civilizados" del
occidente, que se interesan por el nuevo reparto del mundo. Tal resultado, como es
conocido, será desastroso no solo para la URSS y Europa, sino también para el resto
de la humanidad, arrojada en el infierno de una guerra mundial con misiles nucleares.
Hoy es menester hablar sin rodeos acerca de la seria amenaza a que nos ha
acercado la perestroika de Gorbachov. Se trata del peligro del amenazante fascismo.
Hace dos años "Edinstvo", hablando de ese peligro.,tenía en cuenta, digamos, la
posibilidad teórica de la transición al régimen fascista. Ahora podemos referirnos al
real peligro del fascismo, que si no se le enfrenta, puede convertirse directamente en
realidad con todas sus consecuencias trágicas. Se conoce que el nacionalismo
arraigado profundamente en la sociedad tiende inevitablemente a crecer en el
chovinismo, que a su vez actúa como directo abanderado de la fascistización del
poder del capital. Otra tendencia es la expansión del autoritarismo y el culto en los
órganos ejecutivos del poder, que "han estropeado" la función legislativa y debilitan
esta actividad y el control del parlamento. Hoy para nosotros son reales esas dos vías
hacia la dictadura de tipo fascista, que se suplen por la presencia de residuos de la
ideología zari en la conciencia social.
Tal viraje de los acontecimientos causa inquietud a la absoluta mayoría de nuestros
compatriotas de diversos status sociales, orientación política, creencia y visión del
mundo. Entre ellos figuran también los demócratas honrados, más exactamente,
honradamente equivocados, que actúan en contra del peligro fascista, aunque no
siempre con una correcta evaluación de la causa social de su amenaza. En su
declaración del 25 de agosto, el Comité Organizativo de la Plataforma Bolchevique
llamó a sus partidarios a entregarse a la creación del frente patriótico antifascista en
unión con todos los partidos políticos, movimientos y organizaciones sociales que se
preocupan por el destino del país.
El fundamento ideológico y político del frente unido antifascista lo pueden
constituir los llamamientos a la inviolabilidad de la potencia, la oposición al mayor
empobrecimiento de los trabajadores, la prevención de la dictadura fascista, de donde
provenga el peligro. Hoy no se puede unir a todas las gentes desilusionadas bajo la
égida del PCUS, que se han expuesto al peligro a causa de la traición de su capa
superior. En el Frente antifascista la Plataforma Bolchevique debe llamar no a la
lucha por el socialismo, sino a salirle al paso al bestial anticomunismo, que prepara el
camino directo a la eliminación de toda la democracia, incluso la burguesa y conduce
a la reacción y al fascismo. Pienso que bajo este lema pueden unirse todos los
ciudadanos sensatos desde los monarquistas hasta los anarquistas.
La Plataforma Bolchevique "Edinstvo" tiene que resolver en los próximos dos o
tres años un problema muy difícil. O sea, preparar el congreso constituyente del
partido de tipo leninista, cuyo nombre se decidiría en el mismo evento. En relación
con esto, el 16 de septiembre preparamos una carta instructiva, que actualmente se
envía a todos los comités y burós organizativos. En la misiva están señalados los
actos preliminares, que deben efectuarse sin demora en los mismos lugares. Lo
importante es formar las organizaciones básicas e intermedias de la Plataforma
Bolchevique y por conducto de éstas admitir en el partido a nuestros activos
leninistas-bolcheviques, que aún no tienen el carné. Precisamente estas
organizaciones elegirán a los delegados al Congreso constitucional.
Hoy día se torna más complicado no solo la convocatoria del congreso o la
conferencia, sino incluso, la celebración de las reuniones del comité político ejecutivo
o el comité organizativo. Es difícil en lo material y organizativo.
Pero, no podemos esperar la ayuda de nadie. Desgraciadamente, no todos los
camaradas tienen en cuenta el cambio cualitativo de las circunstancias en que
debemos realizar todos los trabajos. Después de perpetrado el golpe de Estado
anticonstitucional, tenemos alrededor a los sectores políticos hostiles, que representan
los intereses de la nueva burguesía, estafadores y habitantes desmoralizados.
El "Estado jurídico" de Gorbachov-Eltsin nos quita la seguridad personal. En la
práctica trabajamos en medio del cerco, privados de la retaguardia, el apoyo de
aliados seguros, y nos vemos obligados a apoyarnos en nuestra propia fuerza y
convicción. El torbellino hostil de la burguesía contrarrevolucionaria intenta
tumbarnos.
Hoy nadie tiene derecho a ser flojo o permanecer inactivo, a la interminable e
inútil polémica y digresión, a la infructuosa aflicción y melancolía, a la aclaración de
las relaciones individuales y la palabrería hueca. Es preciso poner en primer plano la
independencia, la responsabilidad e iniciativa de cada individuo. Más que nunca son
necesarios no charlatanes, sino organizadores y personas prácticas. La Plataforma
Bolchevique y "Edinstvo" atraen más y mayor atención. Miles de hombres nos
solicitan ayuda, explicación y libros, y la admisión en la asociación o en el Partido
bolchevique. Su número crece, pero, algunos comités nuestros son tan clandestinos
que sus coterráneos pueden establecer contacto con ellos solo a través del Comité
político ejecutivo. Ha madurado el problema de la edición del periódico en lengua
materna en Ucrania y Bielorrusia. En parajes montañosos nos arrancan de las manos
los materiales de nuestra imprenta, que son muy escasos y cuyo sistema de
divulgación también deja que desear.
Nuestros comités deben tomar parte activa en la campaña común por la protección
de Lenin, el Mausoleo, las tumbas de la muralla en la Plaza Roja.
Independientemente de cómo tratamos la traición de la dirección del partido, nuestra
voz debe sonar segura en defensa del PCUS. Podemos diferir en lo tocante a cada
miembro del CEEE, pero a mi parecer, tenemos que emprender la campaña social
para salvarlos del castigo jurídico de los contrarrevolucionarios y los traidores. Es
nuestro deber bolchevique. A este fin, aglutinaremos en torno del "Edinstvo" y la
Plataforma Bolchevique a todas las personas más avanzadas y progresistas en nuestra
perturbada patria.
Debemos tener presente que la pelea contra los restauracionistas acaba de
entablarse. La ley de la historia ha estado y estará al lado del socialismo. La noche
siempre alterna con el día. ¡En nuestra calle también existirá la fiesta!
"Interdbichenie Litv" (Movimiento Internacional de Lituania) No. 13 (29),
noviembre de 1991, Págs. 1-3
¡OH, RUSIA, MI RUSIA...!
Padres e hijos ... Se trata de un tema muy viejo, pero siempre nuevo. Hubo tiempo
en nuestro país en que nos era negado completamente, después reconocido con pudor
y debatido, pero, principalmente con agudeza, tapando otros muchos, más
sustanciales. De ahí se nota hoy la tendencia a poner el tema "padres e hijos" en el
epicentro de la contrarrevolución burguesa que se desarrolla en el país. ¿Acaso es
justo esto? Creo que no. Es erróneo tanto no referirse en absoluto a este problema y
negar las realidades históricas, como absolutizarlo o, más aún, convertirlo en una
llave singular creyendo como si con su ayuda fuera posible descubrir y aclarar las
causas de lo que sucede hoy en nuestros contornos. En otras palabras, es erróneo
sustituir artificialmente las contradicciones clasistas globales de la época reinantes en
el espacio social de la Patria, por las colisiones de los grupos de distintas edades,
"padres e hijos", producidas por ellas.
Como es sabido, la reacción ha pretendido siempre reclutar a los jóvenes en sus
filas. Esto, no sólo porque éstos representan el porvenir, sino, principalmente, creo,
porque las generaciones jóvenes no están cargadas de los recuerdos históricos, son
crédulas, no tienen el espíritu autocrítico en sus actividades, son románticas
socialmente, se excitan con facilidad, pueden convertir pronto su duda en nihilismo y
negativa agresiva de todo y a todo. Esto permitió a los "padres de parte de los
demócratas" atraer por algún tiempo a los jóvenes bajo la bandera por completo no
progresista e imponerles las apreciaciones y consignas sospechosas y lo simbólico.
Sin duda, en los días trágicos de Agosto, precisamente así fueron preparados junto a
la "Casa Blanca" los rehenes voluntarios para los "sacrificios de vituallas" planeados
de antemano no se sabe dónde. Los agasajaron sin medida no sólo con coñac, vodka y
salchicha ahumada, sino que también les suministraron metralletas, granadas y hasta
botellas de fuego.
¿Contra quién fueron movilizados y "ardieron" militares de variado pelaje junto a
la "Casa Blanca", a la que, a propósito, nadie trató de asaltar, como ahora se ha
aclarado? ¿Quién entonces pagó la ceremonia militar no tan barata? A esta última
pregunta dio la plena respuesta el periódico "Komsomolskaya Pravda", que escribió:
"Los empresarios llevaron a la 'Casa Blanca' el dinero en maletas. 70 kilogramos de
dinero, centenares de millones de rublos, esto no era una beneficencia sino una
inversión... Camiones con arena, grúas, armas, alimentos, todo esto era comprado con
el dinero de los empresarios rusos." En cuanto a otros que, aparentemente, "atacaron"
a los "defensores de la Casa Blanca", no fueron de ningún modo "padresconservadores" musgosos, sino los coetáneos de los "demócratas" belicosos, vestidos
de uniforme del Ejército Soviético, que patrullaban por las calles de Moscú.
Precisamente ellos estaban en los carros blindados, se quemaron junto con estos
carros incendiados con las botellas de fuego, pero la orden era no emplear las armas.
Si, supongamos, las hubieran empleado en respuesta al "ataque", está claro que
habría aumentado mucho el número de los "Héroes de la Unión Soviética" capitalinos
y no hubieran bastado las iglesias y sinagogas para rememorarlos. A mi parecer, los
historiadores tienen que volverse más de una vez al tumultuoso "agosto de 1991", a
fin de aclarar plenamente cuáles "padres" aprovecharon de modo farisaico a cuáles
hijos para acabar de una vez con el socialismo, el Poder soviético y la unidad e
integridad de la Potencia milenaria. En realidad, la absoluta mayoría de los "hijos"
del país, lo mismo que la de los "padres", desoyendo el llamamiento del presidente de
Rusia y el gobernador de la ciudad de Petersburgo a la huelga total y a la deserción
general, continuaban sus trabajos en sus puestos, recogieron la cosecha no abundante
de hortalizas y patatas y realizaron los no fáciles servicios militares en las
guarniciones. Los jóvenes estaban divididos tal como toda la sociedad.
Hoy nos hiere la actitud de las "cumbres democráticas" hacia la vieja generación
de compatriotas, que con su trabajo abnegado convirtió al país en uno de los primeros
en el progreso social-político y científico-técnico, salvó a la humanidad del "nuevo
orden" de Hitler basado en el pangermanismo, el Estado mundial, la esclavitud y la
aniquilación física de todos los pueblos. Esto es una traición sin precedentes en
relación con la generación que ha acumulado el recuerdo histórico de la Patria y que
no permite objetivamente el embobamiento de los jóvenes y su conversión en
mankurtos e ivanes que no comprendan su origen clasista y socialista. Los
perestroikos ya hace mucho tiempo han arrojado a las gentes de edad entrada más allá
de la pobreza y ahora, según el criterio de muchos de los veteranos de la guerra y del
trabajo, han dado inicio, con las últimas reformas del presidente ruso, a un verdadero
genocidio, que quitó la vida a cientos de miles de personas por la inanición, la helada,
el terror moral, el insulto y la falta de medicamentos y por la orgía de la criminalidad
que sorprende, antes que a nadie, a los más indefensos.
Mi generación ha entrado en la vida independiente a inicios de los años 60. Ahora
escriben mucho de "hombres de la década de los 60", "niños del deshielo", los cuales,
como se afirma, encabezaron la protesta social-política contra el PCUS, "combatieron
heroicamente" contra el Comité de Seguridad del Estado y, después, fueron pioneros
de la perestroika. Estuvieron tales "rebeldes" también en el instituto donde yo estudié.
Al comienzo ellos anduvieron con fe en sí mismos como "jefes" del Komsomol
pretendiendo alguna carrera espléndida. Después se empeñaron en elaborar proyectos
pretenciosos y, en fin, echaron a correr para delatar uno sobre otro deseando
conseguir para sí mismos alguna preferencia. Comenzaron las inspecciones, el
"reforzamiento" de la dirección del instituto, la sacudida de las cátedras de las
ciencias sociales, la transferencia de los proyectistas protestantes a otros institutos o
su marcha a Israel. Estos acontecimientos, aunque entonces dieron lugar a bulos, no
atrajeron una seria atención en el medio de estudiantes ni de profesores. Nadie ahora
conserva en la memoria a esos de la "década de los 60", a pesar de que alguno de
ellos se esforzó para aprovechar su "disidencia" en la reciente campaña electoral.
Tales intentos no tuvieron éxito.
En cuanto a lo que concierne a la mayoría aplastante de mi generación chamuscada
por la guerra desde la niñez, ella, como toda la juventud posbélica, royó el granito de
las ciencias, discutió en torno a las novedades de la literatura, del teatro y de la
cinematografía, soñó con un futuro de bienestar y la felicidad del hombre sencillo y
cada año arrancó patatas en los campos koljosianos, construyó la Central
Hidroeléctrica de Narva... Y, en cuanto yo recuerdo, nadie se sintió como un "esclavo
del comunismo", comprendiendo que sin nuestra participación desinteresada el país
arrasado por la invasión inaudita sufriría mayor dificultad. Hasta la fecha no
comprendo cómo nuestra coetánea Marina Salie que encabeza la comisión de
abastecimiento del Soviet de Leningrado, respondiendo al ruego de los campesinos
por la ayuda a la recolección, pudo decir: "¡No somos esclavos!" Como resultado, se
quedaron en la tierra primero las hortalizas y después la considerable parte del
"segundo trigo", y el valor de la patata importada sobrepasó varias veces el precio
anterior de naranjas, plátanos, pinas y otros productos exóticos. ¿No es por esta razón
que en nuestro país aparecieron los niños endebles, pobres y anémicos, los escolares
que se desmayan de hambre y los ancianos infelices que rebuscan los basureros para
los desechos comestibles?
Mis condiscípulos, diseminados en todo el país, son en su absoluta mayoría tan
sencillos, modestos, diligentes y muy exigentes de sí mismos, que lo confirmaba más
de una vez en el caso de los encuentros raros y casuales. Cada cual tenía su carrera
laboral y la vida personal. Pero, como me he enterado, nadie se ha hecho empresario,
negociante, o demagogo, manchando de fango el tiempo de su juventud. Las
exclusiones, claro está, existen, pero éstas confirman sólo lo arriba dicho. Así, por
ejemplo, el marido de una condiscípula mía, director de un instituto importante y
miembro numerario de la Academia de Ciencias de la URSS, aprovechándose de su
posición de servicio, "trabaja" en algunas cooperativas y empresas mixtas que
comercian en el extranjero con los productos que hasta hace poco tiempo se
consideraban como materiales estratégicos. Como confirman los sabios del instituto y
los diestros en calcular el dinero guardado en el bolsillo del hombre de al lado, el
total de ingresos actuales de la pareja mencionada sobrepasa los 40 mil rublos al mes.
Esto no los impide "recibir" algunos centenares más "por su trabajo simultáneo" en
nuestro empobrecido instituto tecnológico, donde no hay con qué pagar la beca a los
estudiantes y el salario a los profesores y colaboradores científicos.
Se producen serios cambios en la conciencia de la juventud. Entre los estudiantes
se apagan las últimas ilusiones de ir al "paraíso civilizado" con la restauración de las
relaciones capitalistas. Cada día más claramente los estudiantes comienzan a darse
cuenta de que su absoluta mayoría no pueden hacerse millonarios. Más aún, el actual
estudiante pierde gradualmente su anterior fe en el futuro, la que antes le daba
después de su graduación la distribución estatal, calumniada por los "demócratas". De
ahí la impresión de la meditación sombría en las caras del auditorio estudiantil. Tres
millones de estudiantes del país saben ya que su mayoría, al cabo de su estudio, no
podrá conseguir los puestos del trabajo según su especialidad, sino llenará al ejército
de desempleados. Esto significa no sólo el naufragio de su esperanza, sino también la
tragedia de la vida para la gente joven, de la cual tendrán que responder los "padresreformistas".
Sobre el actual Poder recae la responsabilidad directa de que los albergues de
estudiantes y obreras, según escribe el periódico, se convierten en una especie de
prostíbulo en algunas partes, de que la narcomanía, las enfermedades venéreas y el
homosexualismo afectaron a una parte de nuestra juventud y de que la cultura masiva
extranjera, inundándolo todo, estropea el gusto, la psiquis y la moral de las
muchachas y muchachos y los hace agresivos, desenfrenados y libertinos. A las
gentes instruidas por la experiencia de la vida las desesperan las forzadas sonrisas de
las jóvenes que se hallan desnudas delante de los objetivos de las cámaras de cine y
televisión, las demostraciones de la imitación de las relaciones sumamente íntimas,
impropias a las gentes decentes tanto en la discusión pública como en la observación
general, los reclamos de "fotomodelos" y "novias" rusas para la exportación, la
ingenua expresión de los mozalbetes en la telepantalla, de su deseo de incorporación
de nuestro país a los Estados Unidos de América.
Alguien de la gente sabia dijo: si se degenera la juventud puede ser aniquilada la
nación. A juzgar por el razonamiento de A. N. Yakovlev y otros "padresperestroikos", lo tenía calculado también la reacción interior e internacional. Pero los
trabajadores no desean tal desarrollo del acontecimiento. Dondequiera crece el
contraataque a la política antipopular y antipatriótica. Esto sucede también en el
medio de la juventud. En efecto, el Komsomol se desmoronó no gracias al
"agotamiento de la idea comunista", sino, antes que nada, debido a que, por fin, su
cumbre corrompida, siguiendo a los partocratas pro-Gorbachov, le impuso las
"relaciones de mercado", la codicia por el lucro y el culto al dinero, incompatibles en
absoluto con las aspiraciones sociales fundamentales de los jóvenes trabajadores y
estudiantiles. Hoy éstos emprenden la lucha por sus intereses clasistas.
En el último año se ha acelerado la afluencia de los jóvenes obreros y estudiantiles
en nuestra sociedad de toda la unión "Edinstvo-por el leninismo y los ideales
socialistas" y en las organizaciones patrióticas. Un número siempre mayor de ellos
toman parte en la resistencia antifascista en la región del Báltico. Se incorporan otros
mecanismos de la defensa social y autodefensa nacional en nuestra sociedad. Esto
permite mirar con optimismo el futuro.
Concluyendo mis pensamientos sobre el tema "padres e hijos" quisiera citar un
fragmento del nuevo verso del poeta leningradense, Héroe-combatiente Mijail Dudin:
"¡Oh, Rusia, mi Rusia,
Canción de la vida y alegría del ojo!
¿Cuántas veces la muerte te segó?
Pero no lo logrará esta vez.
¿No tenemos acaso una fuerza sólida
O nos es débil el talento ?
En vano nuestras muchachas de prisa
Se van a baracas extranjeras."
No obstante los titánicos forcejones de los depravados "padres" de la perestroika la
juventud soviética no ha devenido la fuerza móvil de la contrarrevolución. Hoy su
misión histórica es defender la entereza de la Potencia y restablecer, purificar, renovar
y reforzar el Poder de los trabajadores y el socialismo.
Revista "Stolitsa", No. 1, 1992, Págs. 10-12
El 8 de noviembre de 1991 se efectuó en Leningrado el Congreso constituyente del Partido Comunista Bolchevique
de Toda la Unión. Participaron 234 delegados, 178 con voz y voto.
Representaban a la RSFSR, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Kazakstán, y a las repúblicas de Transcaucasia, Asia
central y litoral de Báltico. La delegación de la Federación Rusa estuvo compuesta por delegados de 19 repúblicas
autónomas, territorios y regiones.
El Congreso escuchó el informe de N.A. Andreeva, presidenta del Comité Organizador de la Plataforma
Bolchevique, titulado "El momento actual y nuestra tarea", y los proyectos del Programa y los Estatutos del partido.
Fue aprobada la resolución de fundar el Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión (PCBTU).
Se aprobaron además el Programa y los Estatutos, el llamamiento "A los círculos sociales soviéticos y del mundo, y
los órganos del poder representativo y de justicia del país a todos los niveles", y la declaración "Sobre la violación de
los derechos y la libertad de los ciudadanos soviéticos".
Nina Aleksandrovna Andreeva resultó elegida Presidenta General del CC del PCBTU y quedó formado el Comité
Central del Partido.
EL MOMENTO ACTUAL Y NUESTRA TAREA
Informe en el Congreso constitucional del Partido Comunista Bolchevique de Toda
la Unión (PCBTU) 8 de noviembre de 1991
¡Queridos camaradas!
La Revolución de Octubre de 1917, punto culminante para el pueblo de Rusia,
proclamó el comienzo de una nueva etapa en la historia de la Humanidad, el inicio de
la era de la solución radical de los antagonismos entre los obreros y los capitalistas,
del triunfo de la razón sobre la fuerza. No es culpa de la clase obrera rusa ni de Lenin,
su líder, que los trabajadores se vieran obligados a entrar al reino del razonamiento
destruyendo con el uso de la fuerza la resistencia de los terratenientes, banqueros,
fabricantes, popes y comerciantes. El viejo mundo opresor no quiso capitular ni
comprometerse y la revolución proletaria no tenía otro camino que el de aplastar y
eliminar a los enemigos clasistas desarrollando una lucha de vida o muerte.
La Revolución de Octubre, cuyo 74 aniversario conmemoramos hoy, no solo salvó
la integridad y el régimen estatal de Rusia en la Primera Guerra Mundial
desafortunada para el zarismo, sino también echó las bases sociales y políticas,
técnicas y económicas para salvar a la humanidad del genocidio fascista en la
Segunda Guerra Mundial.
Actualmente, los favoritos anticomunistas, herederos de la clase derrocada por la
revolución, han tomado el poder con métodos fraudulentos, y se apresuran a liquidar
nuestra gloriosa historia revolucionaria, arrancar de la conciencia de las masas todo lo
relacionado con la Revolución de Octubre, Lenin y el socialismo, temblando de
miedo para sus adentros por los crímenes cometidos, en espera del inevitable castigo
histórico. Nuestro deber patriótico e internacional es levantar la bandera triunfante de
Lenin, abandonada por los oportunistas y renegados, unir bajo esta bandera a los
comunistas y los trabajadores, cimentar la base del renacimiento de la Patria
socialista renovada.
1. Gorbastroika, resumen y consecuencia
Hoy, no se necesita para nadie probar que la perestroika de Gorbachov trajo la
crisis general. Cualquiera choca con ésta diariamente. El Presidente reconoció
oficialmente que ya ha surgido el problema de la capacidad de sobrevivir. Lo dijo sin
mover las pestañas, como si avisara sobre la próxima conversación con Bush. Los
analistas extranjeros presagiaron la muerte en el invierno de un millón 500 mil
compatriotas por el hambre, el frío, la falta de medicamentos, el choque entre
naciones, el desenfreno de crímenes. No se sabe por qué no se indigna con eso
ninguno de los "bondadosos humanistas", que montaron en cólera en el mes de
agosto cuando la muerte de los tres "héroes de la Unión Soviética" en la capital.
Eltsin y los "demócratas" buscan la causa de la inminente catástrofe en la lentitud
de la realización de la reforma restauracionista, y Gorbachov y Yakovlev la
interpretan como algún error de los reformistas anónimos. En verdad, la causa reside,
por un lado, en la destrucción de la base económica, política e ideológica del
socialismo, y por otro, en la resistencia espontánea de los trabajadores a la intentona
de empujarlos a la fuerza al "paraíso" capitalista. Esta destrucción se lleva a cabo
bajo el rótulo de los derechos y la libertad de los individuos. De hecho, esos
individuos son aquellos a los que la contrarrevolución ha dado la posibilidad de
explotar y oprimir al prójimo.
La destrucción del régimen constitucional en la URSS ha revestido y reviste un
carácter consciente, organizado y coordinado, y se efectúa de manera bien meditada,
planificada y sucesiva. Observemos algunas etapas de esta trayectoria aventurera de
la traición social y nacional.
Como es conocido, comenzó por la "campaña antialcohólica", que proporcionó una
dimensión nunca vista a la primera acumulación del capital de las organizaciones
criminales y aceleró su "crecimiento" financiero y económico. La "Ley sobre las
empresas socialistas" creó la situación "sin plan" y "sin mercado", dio inicio al
aumento desenfrenado del ingreso, sacó de la producción los artículos baratos,
indispensables para el pueblo, y quebrantó el mercado de consumo socialista. La
"Ley sobre las cooperativas" legalizó la conversión del dinero convencional en el
"vivo" efectivo, lo cual destruyó el sistema financiero, dio luz verde a la rapaz salida
al extranjero de los bienes nacionales, y estimuló el aumento del sector criminal de
empresarios, hombres de negocio y especuladores. La "ley sobre el arrendamiento"
trajo el agotamiento en cadena de las bases de materias primas y de producción, el
incremento de la corrupción, la frecuente bancarrota de empresas. Al respecto, los
medios de información masiva optan por estar callados.
La "declaración sobre la soberanía de las repúblicas" sentó el fundamento legítimo
para la desintegración de la URSS, la descomposición del unitario complejo de la
economía nacional, cambió la dirección del flujo principal de los recursos naturales
explotados y las materias primas hacia el mercado extranjero, abrió las puertas al
robo de las posesiones de todo el pueblo, borró en la mente de las masas la
comprensión del destino común del pueblo, hizo surgir cientos de miles de
refugiados, desalojados de la tierra natal por el torbellino de la perestroika, engendró
la "guerra de leyes", desatando la violencia de las fuerzas separatistas de la burguesía
nacionalista.
La modificación de importantes cláusulas de la Constitución de URSS, que se
efectuó sin un referendo en toda la Unión, está encaminada a la separación del PCUS
de la función directiva y de integración, a la exclusión del carácter de todo el pueblo
de las propiedades estatales en la ley principal del Estado soviético, a la aplicación
del pluripartidismo no socialista, que permitió la entrega del poder a las fuerzas
antisocialistas y anticomunistas.
La "ley sobre las propiedades no gubernamental y privada" fundó la base jurídica
para vender los bienes del pueblo acumulados por el trabajo de generaciones
anteriores, privar a los trabajadores de los principales derechos sociales, permitir la
explotación voraz de la mayoría de los soviéticos por la minoría de los criminales. En
otras palabras, llevó a una transformación trascendental del sistema socialeconómico, consolidado por la constitución.
La "ley sobre las inversiones extranjeras" creó el fundamento jurídico para la
explotación intensiva de las materias primas y recursos energéticos de la patria por el
capital extranjero, el saqueo del trabajo barato de los soviéticos, la admisión del
control del Occidente sobre la economía, cultura, y después, la política de nuestra
patria. La "ley sobre la concesión" aumentó estas posibilidades. Los inversionistas
restauracionistas del capitalismo dictan a nuestro país las condiciones sociales y
políticas para forzar la transición a la economía de mercado, la propiedad privada,
"liberalización" del precio, la detención del aumento del salario, etc. La deuda
externa, en espiral, acorrala el país en un estrecho callejón sin salida y convierte en
deudoras no solo a la generación presente sino también a la futura. Se encuentran
bajo control la soberanía y la independencia de la Potencia de ayer, y sus fuerzas
defensivas. El destino de "república bananera" es precisamente el que ha sido
dispuesto para nosotros por los monopolios transnacionales en colaboración con los
restauracionistas domésticos del capitalismo.
La "ley sobre el sistema presidencial" dio vía libre para la restricción del poder de
los soviets y la transferencia de la función legislativa y el poder ejecutivo a los
presidentes, gobernadores locales, prefectos y alcaldes. La incesante hipertrofia del
poder ejecutivo "democrático", reforzado "por el nacionalismo burgués", implica la
posibilidad real del desliz al autoritarismo, la reacción y el régimen profascista.
Especialmente, esto se pone de relieve en los litorales del Báltico, Georgia y otra
serie de repúblicas. El V Congreso extraordinario de los diputados populares de la
URSS ha promovido la no sovietización del sistema político, al crear el consejo de
Estado y otras estructuras autoritarias. Simultáneamente, ese congreso se castró a sí
mismo y al Soviet Supremo al debilitar la actividad legislativa y el control del
parlamento. En cambio, para los "elegidos por el pueblo" dejó con benevolencia un
considerable sueldo de diputado como compensación de su impotencia política.
Ahora el proceso de la no sovietización se extiende a lo largo y ancho.
La destrucción de la estructura de defensa del Estado, bajo el disfraz de la llamada
"reforma militar" y "reorganización" comenzó con la eliminación del carácter
partidista, político e ideológico de estos importantes institutos, que por su naturaleza
no pueden existir al margen de la ideología y la política. El principal objetivo de esta
reforma consiste en apartar el colectivo de los militares y miembros de la Checa de
los trabajadores, desmoronar su base clasista, obrero-campesina, y obedecer al sucio
juego de las fuerzas políticas antipopulares. Socavó su papel como principal baluarte
de la defensa del sistema social-político constitucional.
"El ejército no puede caber en la nueva guarnición, que probablemente debe ser
organizada con lo mejor. Está destinado a ser víctima de la reforma" -vocifera la
prensa "amarilla". De las Fuerzas Armadas y los órganos protectores de las leyes son
despedidos los cuadros profesionales más fieles al sistema constitucional, quienes se
sustituyen por los asalariados y aventureros. En los puestos clave se ubican los que se
preparan no para el fortalecimiento, sino para la destrucción del escudo defensivo de
la Patria. Se dio el primer paso para la transformación del organismo de seguridad
estatal de Gorbachov y Bakatsin en una entidad social que se asemeja por su función
a la guardia zarista o a la gestapo de Hitler.
Así son, en temimos generales, las principales etapas coincidentes de la
destrucción y liquidación del potencial económico, moral y político del socialismo.
Aquí, el plan de los contrarrevolucionarios internos se enlaza estrechamente con los
intereses geopolíticos de los enemigos de nuestra Patria, más exactamente, el
imperialismo mundial. Imperialismo que, contrariamente a la peroración de nuestros
charlatanes "democráticos", no piensa en desaparecer de la escena política
internacional, sino prolonga su vida a costa de la exterminación del socialismo. En
verdad, el plan de liquidación del primer Estado obrero y campesino del mundo
después de 1917 no ha desaparecido ni un día de los escritorios de los jefes de
gobierno y estados mayores del ejército y espionaje de los "países civilizados". Esto
se efectúa hoy con éxito ante nuestros ojos.
Para el término del "período de transición" los restauracionistas prometieron a los
soviéticos sustituir el llamado "socialismo cuartelero" por la "sociedad de consumo"
de modelo eurooccidental. El precio de esta sustitución, como he dicho ya, es el
surgimiento de millones de pobres y cientos de millones de infortunados. ¿Cuántos,
pues, podremos llegar a este "paraíso"? Los expertos norteamericanos calculan que si
mantenemos estable el aumento anual del ingreso per cápita en un 5 por ciento, el
nivel de nuestra vida alcanzará a la mitad(?!?) del actual eurooccidental al cabo de 20
años... Naturalmente, a condición de que nos incorporemos a la explotación colonial
del "tercer mundo" y al mismo tiempo, fortalezcamos el despojo de la futura
generación a cambio de la venta total de los irrecuperables recursos naturales, las
tierras y el territorio.
Pero, si no lo hacemos después de la destrucción del actual complejo de la
economía nacional, no podremos esperar tal ritmo de ascenso. Se trata por lo menos
de 50-60 años de "transición". Por supuesto, la mayoría de nosotros no vivirá hasta
tal "felicidad". Por eso crece el número de hebreos, germanos y otros, como dicen,
"menospreciados" y "oprimidos", que desean la emigración de la URSS.
¿Cuáles son las "nuevas fuerzas sociales", que irrumpieron en el poder político y
apresuran la conquista de la dominación económica? ¿Cuál es su retrato políticosocial? Hoy el poder del país está en manos de la neoburguesía "soviética", clase
social renacida y criada por la perestroika de Gorbachov. La neoburguesía,
heterogénea por su origen, composición e interés, incorpora en sí a grandes businessman, medianos y pequeños empresarios, burguesía compradora (intermediaria),
burguesía nacional, banqueros, accionistas, y otras fracciones.
Bajo la falsa bandera de la "democracia pura", esta clase gobernante lia
engendrado múltiples partidos políticos y movimientos, que se entregaron de
inmediato a la pelea entre sí por la repartición de las propiedades de todo el pueblo.
Esta clase manifiesta su unidad, como muestran los recientes acontecimientos, solo
cuando se siente amenazada por las fuerzas socialistas. La burguesía soviética no
confía enteramente en la "democracia representativa" de los órganos estatales, y
aspira al poder directo, a ser líderes políticos pretendiendo altos puestos del Estado.
Organiza la "guardia nacional" y otras formaciones militares para defender sus
egoístas intereses.
La presente generación de empresarios y businessman del país, desde luego, no es
aún sólida en lo económico, no tiene habilidad para realizar labor política ni extinguir
la pelea entre sus fracciones. No posee las experiencias de la combinación política y
la fraudulencia de la burguesía francesa, las escuelas de compromisos engañosos de
los ricos ingleses, la meticulosidad y el descaro de los capitalistas norteamericanos en
la "acuñación de monedas", y da solo la impresión de favoritos con heridas históricas
del fracaso en la lucha pasada con el Estado de dictadura proletaria. El ascenso
universal, como dicen, del nivel de vida de esta nueva gente seleccionada, se logra al
precio del brusco empobrecimiento de las principales masas trabajadoras. Por lo
tanto, no se inclina al aumento de la inversión del capital en la producción y la nueva
tecnología para los beneficios futuros, y se apasiona solo por el aumento del consumo
personal, y la adquisición de villas en litorales verdes, novedosos automóviles
extranjeros, joyas, el depósito de dinero en bancos suizos para el caso de un "día
negro".
Hoy la prevaleciente burguesía soviética comete cualquier delito para mantener su
poder. El desarrollo ulterior de los acontecimientos en el país depende mucho de la
reestructuración de las fuerzas neo-burguesas, como corrobora los recientes
acontecimientos de agosto.
Voy a decir lo que pienso al respecto. En el verano de 1991 la política de
perestroika no solo suscitó la creciente protesta de los comunistas y los trabajadores,
sino también dejó de satisfacer a los empresarios, que reorganizaron sus fuerzas. El
camino encubierto, social-democrático, de la restauración capitalista, agotó sus
posibilidades. Ante los sueños de Gorbachov y sus allegados ha surgido el problema
de cambiar esta vía adornada con la fraseología socialista por la otra radicalautoritaria, capaz de añadir un segundo aire al patinaje de la restauración.
Pero, ¿cómo resolverlo? ¿Cómo el Presidente-Secretario General sacudirá sus pies
del polvo del socialismo y del PCUS y cómo modernizar sin obstáculos el proceso de
la restauración? ¿Cómo conducir ese proceso con camuflaje social-democrático por el
abierto camino anticomunista y radical-autoritario? No le servirá de ayuda el XXIX
Congreso, fijado para noviembre bajo la presión de las masas militantes. En el
evento, el Secretario General puede, es probable, soltar de sus manos la dirección del
PCUS. Acudirán en su ayuda los agentes de la burguesía soviética, que propagaron la
necesidad de la implantación del estado de emergencia, teniendo en cuenta la
demanda de todo el pueblo sobre el establecimiento del orden en el país. Pero,
cuando el estado de emergencia fue proclamado, tal vez, sin aprobación del
Presidente, acusaron a los fieles miembros del CEEE de la toma del poder, de golpe
de Estado e incluso golpe de Estado militar, que por supuesto, no existió en los
acontecimientos de agosto, si se toma en consideración el "ritual de ofrenda de
sacrificios" especialmente organizado en la "Casa Blanca".
Simplemente la contrarrevolución cambió a todos los primeros estadistas de la
Unión, primeros sustitutos de Gorbachov, que ofrecieron en holocausto a los
"triunfantes del putsch". Pienso que no habrá perfidia y traición más siniestras que
estas. El guión de la provocación, considero, fue preparado en el extranjero y puesto
en escena por Gorbachov, en compañía de Eltsin, y los miembros del CEEE y
"demócratas" devinieron objetivamente, en personajes y actores. El resultado es la
tragedia de cientos de millones de trabajadores, de cuyas manos fue arrebatado el
poder político, la violación de la constitución, el minado de la autoridad de las
Fuerzas Armadas del pueblo y los órganos de seguridad estatal. Después de la
traición del Secretario General, fueron interrumpidas, y en algunas partes prohibidas,
las actividades del PCUS, saqueados sus bienes, "nacionalizados" sus recursos
monetarios.
Como en el verano pasado los ventrílocuos de la contrarrevolución, Shevardnadze,
Yakovlev, y sus publicaciones auxiliares se pusieron a vociferar de nuevo sobre una
"segunda rebelión", que puede amenazar otra vez a la "democracia". Comenzó el
escurri-miento de información extraña, se intensificó la denuncia y la crítica de
Gorbachov, y la acusación de la "democracia" de Eltsin. ¿Qué significa esto?
¿Reacción hipócrita al descontento de las masas, y el reconocimiento indirecto de la
incapacidad de la burguesía democrática? ¿Preparación ideológica de la nueva
provocación, que definitivamente arrojaría el país en el remolino de la reacción y el
fascismo, o, ronda consecutiva de la agudización de las contradicciones entre las
fracciones hostiles de los "nuevos dueños de la vida"?
Tal vez, todo lo mencionado existe en nuestro panóptico político de hoy. No se
excluye tampoco el hecho de que madura la inminente aglutinación y reorganización
de las fuerzas de la burguesía soviética. Posiblemente ya no les conviene el
Presidente de la URSS, embustero del todo, perdido el resto del prestigio, quien junto
con Raisa Maximovna, se apasiona por escribir "memorias novísimas" para el
enriquecimiento de la cuenta en bancos extranjeros. También pierde "puntos" su
pareja en el derrumbe y la venta de la Unión, el Presidente de Rusia, Eltsin, cuya
mala calidad y primitivismo político son visibles por sus tutores y ex adoradores. Es
posible que los inversionistas extranjeros en sus frecuentes visitas a nuestro país se
dieran cuenta de que "no podrían llegar a hacer algo" con los "arquitectos" de la
perestroika terminada en silencio por lo que debían "cambiar el caballo en el
camino".
¿Quién sustituirá a estos desgraciados presidentes? ¿Tal vez, Sobchak, gran
articulador pragmatista, sofista con ojos llenos de perversidad y odio y hábitos de
ordinario abogado provincial? En este caso se considerará exitosa la "presentación"
de su Excelencia la Thatcher. Ese alcalde la rondó lisonjeramente cuando ésta visitó
"San Petersburgo" con motivo del regateo de los businessman del "expreso
eurooriental". Precisamente en 1984, ella bendijo a Mijail Gorbachov para la
dirección del PCUS. No se equivocó en la opción.
Es posible que simultáneamente con el alcalde de Petersburgo prepare la
promoción del ex profesor-marxista Jasbulatov, que sigilosamente socava a su
presidente y en pos del matrimonio de Gorbachov y de Sobchak escribe
independientemente sus "memorias sobre el acceso al poder". Surge la pregunta: ¿Es
que el nuevo gobierno después de los miembros del CEEE, "criminales sin culpas",
quiere llenar de otros, la prisión "Matroskaya Tishina" y otras similares instalaciones,
cuya carencia nunca se sentía en Rusia? Bajo nuestros pies arde el volcán del
antagonismo social irreconciliable, capaz de quemar la patria con múltiples
dificultades.
II. Frente antiperestroika de los trabajadores
La degradación de la personalidad, la irreconciliabilidad, la desconfianza, el temor,
el humor decadente de amplios sectores de la población constituyen la nefasta
realidad de hoy. Como resultado de la desenfrenada propaganda anticomunista y
antisoviética, mucha gente ha perdido la base ideológica y la orientación política de
las actividades de importancia social y ha devenido conquista fácil de los
restauracionistas y capituladores. Solo algunas personas empezaron a darse cuenta de
la pérdida del bienestar de hace poco, la estabilidad y la seguridad personal.
Los políticos e ideólogos de la neoburguesía, que penetraron en el poder
insinuándose con sutileza en el ánimo atrasado de los engañados, interpretan la
inercia y la aparente ingenuidad como incapacidad de comprender sus intereses y
falta de disposición para una acción resuelta de autodefensa. Esta "postración social"
la inventan los medios de información masiva. Al convertir la Unión Soviética en
arena de regateo político de los nacionalistas burgueses y bandas mañosas, los
principales dirigentes de la contrarrevolución temen más que todo a la "confrontación
de fuerzas" con los trabajadores, que, según sus palabras, constituye el "peligro fatal
para la clase inexperta" de los ricos soviéticos.
Junto con esto, los asustados burócratas del partido pro-Gorba-chov advierten que
el "desencantamiento empieza después de que gran parte de la población del país
experimente en personas las desgracias engendradas por la destrucción de las
estructuras social, productiva, estatal y cultural". Para salvar a la burguesía soviética,
los autores de un proyecto de Programa del PCUS recomendaron "recoger, conservar
y usar las experiencias de trabajo acumuladas por el PCUS en condiciones críticas",
así como la "infraestructura" del partido, es decir, sus órganos directivos. Pero, Eltsin,
y detrás de él Gorbachov, rechazaron esa atractiva propuesta, al interrumpir y
prohibir en esencia las actividades del PCUS.
Los restauracionistas ven el principal peligro social de su política en la clase
obrera, que constituye el 62 % de la población del país. Su huelga del año pasado en
las regiones mineras por poco frustra la perestroika de Gorbachov. Hoy realizan todos
los esfuerzos para dividir a los obreros, hacerlos pelear entre sí, culparlos de las
dificultades y la crisis, e introducir entre ellos el virus del nacionalismo. Si les es
posible, sobornan a sus líderes como al ex-presidente del Frente unido de los
trabajadores, Yarin, al que incorporaron al Consejo presidencial y mudaron a una
vivienda lujosa de la capital, para convertirlo en activo baquiano de la política
restauracionista. Se promueve la división del movimiento sindical, disuelven de
modo intencionado colectivos de grandes empresas e industrias militares, y estimulan
el paso de los obreros de alta calificación a las cooperativas. Los "hegemónicos" y
"animales de tiro" son maltratados de toda forma.
Los ideólogos del restauracionismo afirman a porfía que la clase obrera
contemporánea ha perdido su papel progresista y no tiene perspectiva histórica. En su
sustitución, parece que vienen "renacuajos", "cuellos blancos", que van a constituir lo
fundamental de la sociedad, como lo fue la clase obrera en el período de la
industrialización. El objetivo de similares afirmaciones es el de desarmar
políticamente a los trabajadores, separarlos en filas particulares, no permitir la
constitución del frente unido antimperialista a escala mundial y la derrota del poder
de la burguesía nacional en los países particulares. Consiste también en abrir en los
países socialistas la brecha restauracionista y guiarlos con "facilidad" por la órbita de
la economía de mercado y la propiedad privada.
En realidad, en el mundo actual el sentido de la clase obrera no se ha debilitado,
sino al contrario, se ha fortalecido. A pesar del cambio de todas las estructuras por la
revolución científico-técnica, crece cualitativa y cuantitativamente. En el Occidente
no se transforma en la llamada "clase media", sino se muda a la esfera de servicios.
Hoy, según su actitud con respecto a la posesión y otros rasgos de su composición
clasista, la clase obrera linda con los trabajadores rurales, trabajadores intelectuales y
otros sectores de la población, asalariados en la producción social y sustentados por
cuenta de su trabajo productivo. Ello fortalece su terreno social y ofrece la
posibilidad de unir sectores muy variados de la población, haciéndolos sus aliados.
Precisamente esto pone alerta a los enemigos clasistas, que en perspectiva no
pueden esperar el apoyo de las masas engañadas, y se ven obligados a fundar
esperanzas en los perros de presa, y principalmente, en los escritores venales y
portavoces, que no solo desorientan a las personas, sino también pueden arrinconar, si
bien temporalmente, a los trabajadores en el callejón sin salida del restaura-cionismo.
De ahí, el mito fraudulento del "valor de toda la humanidad", que dicen, es más
humanitario y amplio que el de todo el proletariado. No obstante, es evidente que el
valor de toda la humanidad que hoy sobresale es el interés exclusivo de los
explotadores y los sectores privilegiados que les sirven.
La tragedia principal actual de los trabajadores de la URSS es que su clase ha
perdido el papel directivo en la sociedad y su organización política. En los últimos
30-40 años, el PCUS cayó en el oportunismo de derecha, arrastrando consigo a
partidos hermanos. En los años de la perestroika, la posición de los oportunistas se ha
transformado en social-democratismo, menchevismo y restauracionismo burgués. El
PCUS como partido de la clase obrera ha sido disuelto, y en seguida eliminado de la
arena política. La responsabilidad reside en la dirección oportunista del CC del PCUS
de los años 60-90, y no en millones de comunistas, que resultaron las primeras
víctimas de la inaudita traición. La mayoría trabajó honesta y abnegadamente,
fortaleció y protegió el socialismo, y nadie debe sospechar de ellos, tildándolos de
oportunistas y capituladores. Los comunistas-leninistas dirigen ahora el frente
antirrestauracionista de los trabajadores, incorporando en sus filas a los más firmes
defensores del régimen socialista.
En el período actual de severa prueba, sobre las ruinas del PCUS se forman tres
principales corrientes social-políticas; la anticomunista (ex-plataforma democrática),
la social-demócrata (ex-centrista) y la comunista, leninista. La lucha entre ellas, me
parece, decidirá, en fin de cuentas, el destino del país.
Después de los acontecimientos de agosto, la "Plataforma Democrática" se
reorganizó en el Partido Popular Democrático de Rusia. Puedo juzgar que en pos de
Ruchkoy, vicepresidente de Rusia, Yakovlev, Shevardnadze, y otros restauracionistas
de la "democracia" realizarían de igual modo sus propósitos. Estos partidos de la
"clase media" de. los "empresarios" están llamados a respaldar la "reforma
impopular" de Eltsin y todo el aventurerismo restauracionista, separados
definitivamente de la política y la ideología del PCUS. Afirman descaradamente que
"son el único heredero legítimo de las propiedades del PCUS". Parece que las reciben
de los presidentes benevolentes.
Los "anticomunistas en el PCUS" suplen las filas de múltiples partidos y
movimientos de carácter burgués. Algunos "demócratas rusos" y "demócratas puros"
tratan con sospecha a los ex-portadores del carné. Ya se disgustan de su
desvergüenza. Los defensores de la pureza de sus filas "democráticas" creen, no sin
fundamento, que quien traiciona una vez, puede, según el "pluralismo", traicionar
varias veces.
Hace dos años, un veterano militar narró en su carta un hecho que me viene a la
memoria siempre que reflexiono en la esencia de las actividades actuales de
Yakovlev, Shevardnadze, Eltsin, Ruchkoy y otros ex-portadores del carné. En el
triunfante 1944, en una noche tranquila, sin combates, un soldado de nacionalidad
centroa-siática, que estaba de guardia, se escapó al lado de los alemanes. La causa fue
que el soldado poco instruido y que no hablaba bien en ruso, tuvo conflictos con un
sargento. Por la mañana, en la posición se armó un tiroteo. De la trinchera alemana,
perseguido por ráfagas de ametralladora, venía corriendo un hombre con una tabla de
madera en el pecho. En ésta los alemanes escribieron: "No es lengua para nosotros, ni
camorrista para vosotros". El se derrumbó con la tabla en nuestra trinchera. El
tribunal militar, sin burocratismo, decidió todo en contados minutos. El fugitivo
aumentó el número de "víctimas de la represión stalinista". Si hoy aquel soldado
infortunado puede suscitar alguna conmiseración, los actuales fugitivos del PCUS son
dignos del desprecio.
Los burócratas tradicionales del partido de Gorbachov, que entregaron mansamente
a los contrarrevolucionarios todos los bienes y finanzas del PCUS, maldicen
sordamente al Secretario General, esperando la designación de un nuevo presidente,
favorable para ellos. Por otra parte, se dedican a la creación de partidos ayudantes,
admitiendo en sus organizaciones a los populares activistas pequeñoburgueses de
hoy. Hace poco, bajo el patrocinio no abierto de Kuptsov, miembro del Buró Político
del CC del PCUS y sus colegas, se constituyó el Partido socialista de los trabajadores,
dirigido por diputados, cosmonautas, ex funcionarios partidistas y "marxistas
heréticos". El profesor en sociología, ex-comunista, A.A. Zenisov, llamó a los
socialistas recién surgidos a desistir del "marxismo utópico y la doctrina bolchevique
y devenir partido de buen sentido". Encubriendo su extremo oportunismo con la
astucia de profesor, el diputado del pueblo exhortó al "arraigo pacífico del socialismo
en el capitalismo", a luchar por el "dominio" de las empresas privadas en la esfera de
servicios y a "la colaboración con todos, excepto con los bolcheviques de "Edinstvo"
(!!).
Esos partidos de "pequeños empresarios" se organizan en repúblicas, con sus
colores nacionales. Sus bases políticas las constituyen los residuos de muchas
variantes de proyectos del Programa del Partido, redactados por el Comité Central
pro-Gorbachov del PCUS. El objetivo de la fundación de estas organizaciones socialdemocrá-ticas y pequeñoburguesas es neutralizar a las masas de militantes, y estorbar
su consolidación en la posición de la clase obrera. Si el "Partido de Ruchkoy" se
fundó bajo la "égida de Eltsin", el "Partido de R. Medvedev-Zenisov", se creó bajo la
égida de Gorbachov mismo, que perdió el apoyo directo del PCUS, al traicionarlo y
retirarse de éste. Los burócratas desplegaron su actividad para atraer a los comunistas
a este partido, tal vez, con la esperanza de rescatar con su ayuda la influencia perdida.
Pero, creo, los partidos social-demócratas no solo como "centro" derechista sino
también como izquierdista, no tienen futuro. Ellos heredan del PCUS, contagiado del
oportunismo, todos sus males y defectos, que los arruinarán en cualquier momento.
Después que la Plataforma Marxista ha entrado en el Partido Socialista, en calidad
de fracción los comunistas en el actual espectro político presentan iniciativas
comunistas y plataformas bolcheviques. Es legítima la pregunta: ¿Por qué sustentan
posiciones comunistas las dos tendencias formadas por partidos particulares? ¿Por
qué no se comprometen a unir sus fuerzas? Así preguntan justamente cientos de
camaradas, que exigen una respuesta concreta.
Ante todo, desde el comienzo estuvimos y estamos en pro de tal unidad y
prácticamente realizamos la unidad de acción. Además, los movimientos socialpolíticos como el Frente unido de los trabajadores y "Edinstvo" constituyeron los
fundamentos de la futura "Iniciativa Comunista" y la Plataforma Bolchevique en el
PCUS, que nacieron como una organización a comienzos de 1989. Pero en el último
momento, los coordinadores del Frente unido de los trabajadores, a instancias de
Smolinoi, declararon que actuarían solos separados de nosotros. Se niegan a
participar en nuestras conferencias, a las que siempre son invitados personalmente. Al
mismo tiempo, complican constantemente la participación de los activistas de
"Edinstvo" en sus actos que dan buena comida a la prensa "amarilla".
Desde luego, entre nosotros existe cierta diferencia, digamos, en el estado político
y en la actitud hacia el programa. Por ejemplo, la directiva oficial de la "capa
superior" del CC del PCUS no permite insertar lo nuestro en la publicación del
partido, pero, lo de la "Iniciativa" aparece en sus páginas, aunque no muy a menudo.
De la caja fuerte del PCUS se destinan fondos a su periódico, al que se abastece de
todo lo necesario con rapidez asombrosa. Nuestro diario se paga enteramente con la
cuota y fondos de nuestros partidarios, tropezando a menudo con múltiples
dificultades en el papel, tipografía, etc. Si las conferencias y congresos del Frente
unido de los trabajadores y de la "Iniciativa" se efectúan en salas solemnes
pertenecientes al PCUS, "Edinstvo" alquila locales nunca equivalentes, pagando su
arriendo a precio comercial.
En la labor de los foros de los integrantes de la "Iniciativa" participan burócratas
del partido muy célebres. En nuestras reuniones toman parte solo funcionarios
partidistas en calidad de "observadores" y "controladores". Los líderes y
propagandistas de la "Iniciativa Comunista" recorren todo el país por encargo de los
órganos partidistas, lo cual no osamos ni imaginar. En fin, en sus discursos oficiales
Gorbachov y sus allegados llaman a "Edinstvo" y a la Plataforma Bolchevique su
primer y principal enemigo, que en el sistema imperante inevitablemente pueden
provocar determinada reacción.
No queremos aclarar quién es más consecuente marxista ideológicamente. El
marxismo-leninismo, como es conocido, no es el conjunto de resoluciones acabadas,
jalonadas en las citas, sino método y guía de acción.
A la vez, mucha gente reconoce que la posición ideológica de la Plataforma
Bolchevique es más consecuente, decisiva y radical. Los partidarios de la "Iniciativa"
de ordinario llegan, si bien con tardanza, a la misma valoración y conclusión que
nosotros, porque la situación misma del país acerca nuestras posiciones.
Nuestra principal divergencia teórica consiste en el criterio del pasado socialista
del país. Nosotros, por ejemplo, no podemos consentir que la Constitución de la
URSS del año 1936 "abolió de modo legítimo el poder soviético" y dio paso a la
"introducción del sistema parlamentario", como insisten los teóricos de la
"Iniciativa"31. En nuestro periódico "Edinstvo", de Orlov, B. Kowel la calificó
31 Desarrollando este tema en el artículo “Millones de crucificados de hoy”, N.A. Andreeva escribió: “Realmente,
después de 1936, las elecciones de los Soviets se efectuaron no por las circunscripciones productivas, sino por las
territoriales, lo cual fue importante, pero, nunca un paso completo en el desarrollo de la democracia socialista. Aquí, lo
importante es que los candidatos a diputados se presentaron en colectivos productivos y militares, que después
aseguraban en lo material, organizativo e ideológico la agitación a nivel territorial para que la población eligiera a sus
candidatos. Si esto fue “parlamentarismo”, fue socialista, y no tenía nada en común con el sistema de la perestroika. La
perestroika de Gorbachov puso a los soviéticos al corriente de la “inesperada” democracia burguesa, permitió a los
soviéticos penetrar en los Soviets por vía fraudulenta y organizar y perpretrar la revuelta contrarrevolucionaria.
Desgraciadamente, los teóricos del Partido Comunista de Obreros de Rusia no tuvieron en cuenta que la
perestroika legalizó y legitimó el oportunismo derechista que acumuló fuerzas en el PCUS desde mucho antes y que
objetivamente la política del partido se colocó bajo el control de la neoburguesía “soviética”...
Por último, hay divergencias en las respuestas del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión y el
Partido Comunista de Obreros de Rusia al problema principal de la época actual: ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar?
Los dirigentes del PCOR consideran la creación de los soviets de obreros en las empresas como el eslabón
principal, que ayude a estirar todas las cadenas y resolver del todo la cuestión. Repujar gradualmente y sin rompimiento
los Soviets a todos los niveles, antisoviéticos por su composición y de esta manera, detener la restauración del
capitalismo y la ruina del país. Hace dos años que el frente unido de los trabajadores, la "Iniciativa Comunista" y ahora
el PCOR procuran realizar este objetivo, pero sin avance sustancial. Verdad que de arriba surgió el movimiento "Rusia
trabajadora" pero aún se limita a organizar mítines, marchas y "excursiones a la Casa Blanca". Casi puede derramarse
en la semejanza del movimiento de Gaponov. Nuevos órganos del poder alternativo no existieron ni existen en las
empresas de las ciudades y aldeas. Según nuestro pensamiento, aún no ha madurado la circunstancia para la solución de
esta tarea. Al parecer, no es deseable empezar por esto.
El PCBTU considera la cooperación política en todos los aspectos, con la lucha de huelga de los trabajadores
como "eslabón importante" de sus actividades. Su esencia consiste en establecer relación con los colectivos huelguistas,
prepararlos para la promoción de las demandas políticas, junto con las económicas, organizar la ayuda a los huelguistas,
hacer confluir las huelgas y conspiraciones en un proceso común de manifestación del descontento de la política
antipopular del gobierno, destinada a la restauración de las relaciones capitalistas. La forma superior de la resistencia
pacífica de los trabajadores puede ser la huelga política general, que adecuadamente organizada puede desalojar del
poder a aquellos que efectuaron la revuelta contrarrevolucionaria al engañar al pueblo con promesas fraudulentas,
justamente de errónea por completo y peligrosa en la práctica, porque satisface solo a
los burócratas del partido, a los pogromistas del socialismo, y enmascara la auténtica
causa de la crisis del sistema político. Es llamativo que B. Kowel pasara de la
"Iniciativa" a la Plataforma Bolchevique y se hiciera su fervoroso partidario y
colaborador.
Como mencionamos antes, la perestroika legalizó, y legitimó, el oportunismo
derechista en el PCUS, objetivamente colocó la política del partido bajo el control
secreto de los empresarios y businessman. Por supuesto, en la dirección existían
entonces también "fieles leninistas" u "ortodoxos", como Ligachov, Polozkov,
Zuganov, Shenin, y otros burócratas. El clan superior oportunista de GorbachovYakovlev-Shevardnadze, se adaptó a los intereses del capital nacional y extranjero, y
los burócratas y "fieles leninistas" se ajustaron a los oportunistas en interés de la
preservación de la "paz y la unidad en el partido". Como resultado, en la dirección del
PCUS prevaleció el oportunismo, la política del capital mundial y la política de los
burócratas del partido-'leninista" se enlazaron en un eslabón, millones de comunistas
soviéticos fueron traicionados y vendidos, y el país se halla en el umbral del
fascismo.
La situación actual se parece en algo a la imperante en Alemania a comienzos de la
década del 30. En la dramática lucha de los comunistas encabezados por Thaelmann
contra el nacional-socialismo de Hitler, los social-demócratas de Alemania se
jactaron de su posición centrista, a pesar de que por boca de Kautsky manifestaron
que el comunismo era peor que el fascismo. Más adelante, confundió, dividió y
desarmó a la clase obrera. Pienso que entonces la Internacional y J. V. Stalin
caracterizaron correctamente esa traición como "fascismo social". Fue correcto pese a
que después del arribo de Hitler al poder, los social-demócratas, igual que los
comunistas, fueron llevados a prisión y a los campos de concentración. Desearía que
esta trágica lección de la historia no la olvidasen nuestros intelectuales
"democráticos", propensos a acusar a los comunistas de todo.
En relación con esto, me perturbó la reciente declaración de uno de los líderes de la
"Iniciativa Comunista", V. Tullan, quien felicitó la formación del partido socialista
encabezado por R. Medvedev-Zenisov y expresó el deseo de que "en el futuro éste
sea buen aliado de los comunistas".
Es probable que la declaración refleje la influencia actual de los burócratas
partidistas pro-Gorbachov. Pero, la conciliación con el oportunismo nunca aportó
descompusieron la URSS y ahora se entregan al derrumbe de los "Estados soberanos"...
La huelga política general desarrollará la iniciativa de la gente trabajadora, elevará el nivel de su conciencia
política y restablecerá los Soviets y otros órganos políticos autónomos de los obreros. Estos órganos harán innecesarias
las actuales instituciones de la presidencia, del gobierno, de administración local y otros órganos de la
contrarrevolución, servirán de guía directa del poder popular para el pueblo... Este es el "eslabón principal" en la cadena
de acontecimientos, y su arranque puede acarrear la derrota resuelta de la contrarrevolución.
"Yurizrcheskaya Gazeta", No. 11 (29) 1992. Págs. 2-3
beneficios ni pudo encubrir el retiro de la línea estratégica leninista con ningún
motivo táctico. No deseo que esta vez la conciliación cierre el círculo de los
oportunistas, neoburguesía y los comunistas soviéticos. Pienso que los líderes de la
"Iniciativa" exageraron evidentemente su posibilidad polémica, con la esperanza de
convencer a los socialistas en su congreso. Como es conocido, hoy no se trata de la
diferencia de la opinión y la fórmula, sino de la diferencia fundamental de la posición
proletaria y la pequeño-burguesa.
Hay camaradas que presentan el problema de esta manera: ¿por qué no efectuamos
el congreso junto con los miembros de la "Iniciativa" en Sverdlovsk? Es porque nadie
nos invitó allá, y supimos de él por el periódico. Después de esto determinamos la
hora y el lugar de nuestro congreso. Camaradas nuestros en las localidades fueron
seleccionados para el congreso de la "Iniciativa" en Sverdlovsk. Considero que habría
sido útil si hubiéramos formado con ellos una delegación que en nombre de nuestro
congreso expresara nuestra solidaridad fraternal a los integrantes de la "Iniciativa
Comunista" y la disposición a la acción conjunta.
Pero, algunos camaradas no definen correctamente con quién unirse, aunque
plantean la cuestión de la unión de la Plataforma Bolchevique y la Iniciativa
Comunista. Se sabe que la "Iniciativa" está dividida en 2 ó 3 direcciones, y tiene
programas redactados por diversos autores y por ahora no puede emprender sus
propias labores. Nuestra conexión puede aumentar la confusión en su seno y crear
nuevas dificultades. Tal vez, hoy como nunca cobra vigencia el legado de Lenin:
Antes de unirse, deben delimitar resueltamente, aclarar hasta el fin, quién es quién.
Me parece que el mismo hecho de la existencia del partido independiente
bolchevique de tipo leninista en el espectro político del país ejerce influencia positiva
sobre los comunistas indecisos, vacilantes, y hará radicales otros partidos surgidos
sobre el terreno del arruinado PCUS. El problema de la justicia política puede
determinarse solo por la práctica histórica.
III. Sobre el nombre y el fundamento teórico del partido
Voy a referirme al nombre del partido que fundamos. En relación con esto,
recibimos centenares de Cartas que propusieron diversos nombres y argumentos que
los justificaban. Juzgamos que el asunto debe resolverse necesariamente sobre la base
de dos consideraciones. Ante todo, se prohibe ajustar el nombre al humor pancista.
Yendo por este camino, nos veremos forzados a crear un partido a guisa de defensor
de animales. En otro aspecto, al tiempo que realizamos la principal línea estratégica
del bolchevismo, en lo táctico debemos considerar el actual nivel de conciencia
social, mitos impuestos a los trabajadores, y la necesidad de la función legal del
partido en los límites de la Constitución.
No podemos aceptar el razonamiento superficial de que "Lenin fundó el partido
bolchevique no para el registro legal, sino para el derrocamiento del zarismo". El
partido renaciente debe aprovechar todas las posibilidades legítimas aún disponibles
para su función normal. Si desaparecen estas posibilidades, tendrá que buscar otros
medios. Pero, por ahora, el registro en el ministerio de justicia, nos dará la posibilidad
de tener el periódico partidista, la cuenta en el banco y exigir su derecho a las
propiedades del PCUS y otros.
Ahora quisiera agrupar las propuestas. La primera pregunta: ¿Es el partido o la
unión lo que vamos a fundar? Como es conocido, el "partido" significa el
destacamento. El destacamento de la clase o el grupo social que representa y defiende
más o menos consecuentemente sus intereses. El término "unión" supone la presencia
del sujeto político relativamente independiente, que puede concertar o disolver esta
unión, encontrarse en diferentes relaciones con ella. Considero que históricamente el
bolchevismo concuerda con la asociación de los partidarios, no de "aliados", es decir,
necesita el partido y no la unión.
En los proyectos de documentos preparados para el congreso, llamamos
convencionalmente a nuestro "Partido Comunista de Toda la Unión" (bolcheviqueleninista), su sigla PCT(b-l). Algunos camaradas propusieron denominarlo PCT(b), es
decir, tal como se le llamaba hasta el XIX Congreso. Otros piensan que en la
selección del nombre es preciso ir adelante, y no retornar al antiguo, como dicen, a la
denominación del "tiempo de abuela". Los camaradas ucranianos se oponen al
término "toda la unión", en consideración al actual estado de ánimo en su república.
Hubo objeciones a la inclusión de la indicación bolchevismo, porque es difícil
explicar esta palabra que es ya de la historia. Tal vez, la indicación del carácter
comunista del partido no despertará rechazo de nadie.
Aumenta el número de los camaradas que piensan que en la denominación del
partido debe reflejarse necesariamente su carácter proletario, obrero. En este caso
podría llamarse "Partido Obrero Comunista Leninista" (POCL) o "Partido Obrero
Comunista Bolchevique"(POCB). Se nota enseguida que el partido obrero está en la
posición ideológica y política de la clase obrera, la más ávanza-da,que históricamente
acumula los intereses fundamentales de todos los sectores de los trabajadores. No se
trata jamás del partido constituido exclusivamente de obreros ni solo para éstos.
En los últimos meses se difunde ampliamente en el PCUS y los partidos pequeñoburgueses la ilusión de que lo importante es inventar nombres, consignas y términos
y hacer formulaciones, plataformas y programas exactos sin límites. Pero, esto no es
así ni mucho menos. El problema está en cómo llevar a la práctica todo lo redactado
en los congresos y conferencias, y cómo poner las resoluciones en conocimiento de
amplios sectores laborales, y convencerlos de su justeza. Por eso, hoy, al aprobar los
principales documentos y resoluciones, no deberíamos limitarnos a las
particularidades, por muy importantes qué parezcan para cada uno de nosotros. En
especial, no consumir todo el tiempo en lo del nombre del partido. En caso contrario,
nos arriesgaríamos a convertirnos, figurativamente hablando en un remolque
inmovible, al gastar todo el vapor en la sirena. En la práctica sobre el terreno, más de
una vez tendríamos que volver a los asuntos discutidos hoy, y probablemente, desistir
de alguna cosa. La vida no permanece en el mismo lugar.
La desintegración déla Unión nos exige tratar de modo diferente la estructura del
partido que fundamos. La estructura del PCUS reproduce el sistema nacional y
territorial y lleva en sí todo el sistema político del país. Hoy este sistema no existe.
Por lo tanto, debemos actuar en todos los "espacios sociales" del país como partido
con especial carácter clasista. En otra palabra, en todos los "Estados soberanos" el
partido que fundamos debe actuar como una fuerza política multinacional e
internacional, sin tener estructuras intermediarias como organizaciones o partidos de
las repúblicas.
La renuncia de las estructuras federales ayuda a evitar la influencia nacionalista,
que desmoronó el PCUS. Solo en este caso, los comunistas-leninistas pueden percibir
el apoyo por doquier como una fuerza internacional. Debemos promover la
colaboración y la ayuda mutua con las organizaciones y partidos de orientación
socialista en los "Estados soberanos".
Una de las tareas importantes del partido que creamos es participar en la formación
del frente unido patriótico, que sirva para aglutinar a todos los que aprecian el destino
de la patria. Entre éstos pueden encontrarse no solo los trabajadores, sino también
muy juiciosos cooperativistas, empresarios y otros hombres de negocios, que son
capaces de conocer a cuál precipicio Gorbachov, Eltsin y otros empujaron al país, a
saber, a los conciudadanos.
¿Significa que el partido que se cree en la Plataforma Bolchevique sea la
"Edinstvo"? No, no significa eso. La Asociación de Toda la Unión "Edinstvo-por el
leninismo y los ideales del comunismo", es un movimiento social-político de las
masas, que abarca a personas de amplios círculos con diferentes puntos de vista, pero
inspiradas en el objetivo de defender el socialismo y el leninismo. Aunque fueron
aprobados los Estatutos, no se puede afirmar que sus requisitos se observan en todas
las organizaciones. Por ejemplo, la organización de la "Edinstvo" en Moscú, en toda
su actividad no aportó un rublo al tesorero de la Asociación, si bien en Moscú la
cuota fijada es más alta que en el conjunto de la "Edinstvo".
Además, los estatutos de la "Edinstvo" preven solo la participación individual de
sus miembros en otras organizaciones políticamente similares a la nuestra. Sin
embargo, se dan casos en que todas nuestras organizaciones ingresan en el Frente
unido de los trabajadores, lo cual fue propagado jubilosamente por los "demócratas"
y causó la división y la desavenencia interna. El Comité político ejecutivo no
concentró la atención en este asunto, al considerar que al fin y al cabo aquellos
mismos camaradas se darían cuenta de la incomodidad de estar sentados "en dos
sillas". Naturalmente, el partido que constituimos no puede conciliar con semejante
fenómeno y plantea a sus militantes una exigencia más alta. Esto tiene relación
especial con los miembros de los órganos directivos.
En el proyecto de Estatutos del partido se propone renunciar a la representación
nacional, regional, por edad y otros índices, reducir al máximo el número de los
miembros y candidatos del Comité Central, elegirlos con rigurosidad. Este principio
no siempre se observa en la "Edinstvo". Por ejemplo, un cuarto de los miembros del
Comité Político Ejecutivo no acepta participar activamente en las labores.
Por supuesto, nos interesa que ocupen la dirección más jóvenes y obreros. Pero, en
la etapa actual, en la que el partido se forma y puede perder la legalidad, en primer
lugar es indispensable elegir a camaradas maduros en lo político, abnegados y con
iniciativas, y cuyas condiciones de vida y trabajo les permitan recorrer el país, en
labores de propaganda y organizativas. Esto atañe a los organizadores partidistas del
Comité Central.
La "Edinstvo" resultó ser la cuna especial del renaciente partido bolcheviqueleninista. En su seno, centenares y miles de camaradas adquirieron experiencia
política y probaron sus posibilidades. Se efectuó la selección natural de las personas
capaces de laborar en los principios comunistas y llevar personalmente la pesada
carga de responsabilidad. Desde luego, en la "Edinstvo" no todos están preparados
para obedecer a la disciplina rigurosa del partido. En las actuales condiciones, en que
la pertenencia al partido puede ser causa de desavenencias en el servicio y en la
familia e incluso traer en parte pruebas y riesgo: Quienes no están dispuestos a esto,
siguen trabajando en la "Edinstvo". Ellos no conocen aún en qué partido deben
ingresar o están propensos al "doble partidismo", incompatible con el bolchevismo.
Pienso que no debemos admitir a aquellos que entregados al cisma, al amparo de la
autoridad de la "Edinstvo", empezaron a crear sus "partidos" y "uniones". Por
supuesto, no tenemos derecho a restringir la iniciativa de los camaradas, pero, que se
ocupen de estas iniciativas personales fuera de las filas de nuestro partido y de las de
"Edinstvo", que desde el principio no puede ser base para el multipartidismo
pequeñoburgués.
Por eso, es indispensable no reducir, sino, al contrario, ampliar y mejorar las
actividades de la "Edinstvo" y otros movimientos sociales y políticos nuestros, hacer
todo lo posible para legalizarlos en las localidades, dado que se crean obstáculos para
su registro en toda la Unión. Hay que considerar el trabajo de los camaradas en estas
organizaciones como importante encargo del partido, tal como la labor en la unión de
sindicatos, el comité de huelga y otras organizaciones de jóvenes y sociales.
La base teórica del partido naciente, debe ser, no de palabra, sino en la práctica, el
marxismo-leninismo, considerado como cimiento filosófico-sociológico, económico,
social-político de la misión histórica de la clase obrera de establecer la sociedad sin
clases, libre de la explotación, la opresión, la guerra y la injusticia social. Marxismoleninismo, limpio de la vulgarización oportunista y desarrollado de modo creador en
los momentos presentes. No se trata de su desarrollo al estilo de Gorbachov, por
medio de la inclusión del llamado "pensamiento humanitario mundial". El
"enriquecimiento" propuesto por los renegados de la teoría científica del proletariado,
por las ideas de Bernstein y Kautsky, Berziaev y Martov, Trotsky y Bujarin, Dzilas y
Refevr, W. Brandt y otros líderes de la Internacional Socialista, solo puede convertir
al marxismo en la visión del mundo anticomunista de la pequeñoburguesía.
En las condiciones de la restauración del capitalismo en nuestro país adquieren
especial sentido los pensamientos comunistas y experiencias de la rama política,
concretizados y desarrollados en las obras y discursos de J. Stalin, Mao Tsetung, G.
Dimitrov, Ernst Tha-elmann, M. Thorez, P. Toliatti, Ho Chi Minh, D. IbaiTuri, Kim II
Sung, Fidel Castro, y otros destacados activistas del movimiento comunista
internacional iniciado por V.I. Lenin.
Los oportunistas, comenzando por Kruschev, como se sabe retiraron de las
bibliotecas y liquidaron todo lo que pudiera contribuir a descubrir desviaciones.
Durante varios decenios los militantes de la joven generación estuvieron desviados de
las obras fundamentales del marxismo revolucionario. La mayoría de los soviéticos
de 50 años de edad no estudian los trabajos y posiciones de los destacados
combatientes del socialismo de mediados del siglo XX. Incluso los especialistas
ignoran la auténtica crítica del oportunismo de Kruschev y Breznev por parte de los
comunistas de China y otros países. Crítica que hoy tiene gran importancia, y
apreciación que debe revisarse a la luz de los acontecimientos actuales. Las obras de
Lenin han comenzado a quitarse de los estantes de los gabinetes de cuadros y
bibliotecas sociales. La causa es comprensible. La creciente potencia intelectual del
pensamiento leninista no la resiste la pobreza ideológica de los restauracionistas. Aun
en las condiciones de obscuridad general la factura y la lógica de los trabajos de
Lenin no necesitan explicación. Debemos tomar medidas destinadas a recolectar y
conservar los trabajos de Lenin. De lo contrario, pueden convertirse en rareza
bibliográfica, como las obras de J. V. Stalin.
Las experiencias de la revolución histórica e internacional, no son, por supuesto,
para derrochar citas o llevar mecánicamente a la realidad actual la formulación de
problemas, la terminología y las resoluciones, pues tocantes al tiempo y las
condiciones son completamente diferentes. Hoy necesitamos aprovechar de nuestros
antecesores y compañeros de armas extranjeros, hablando metafóricamente, "no
cenizas, sino chispa". Es decir, la habilidad para superar cualquier dificultad, el
estoicismo en la lucha, encontrar salidas a la situación, al parecer, desesperada,
confiar sin límites en la clase obrera, desarrollar la lucha irreconciliable contra el
revisionismo y el oportunismo, y poseer el arsenal de medios y métodos para
defender los intereses de los trabajadores.
Cuando Eltsin gana mucho con la realización perfecta en Rusia del programa del
Fondo Monetario Internacional por la nueva colonización de los países
subdesarrollados, asegura un privilegio extraordinario y comienza a "soltar" o
"liberalizar" los precios, las manos huesudas de los hambrientos y desempleados se
alzan sobre los soviéticos. Los trabajadores empiezan a contestar con la huelga y la
conspiración, que se encienden en varias regiones. Hasta hace dos años la "Edinstvo"
calificaba la huelga, no sin fundamento/ como medio para empeorar aún más la difícil
situación del pueblo. En aquel momento los restauracionistas comenzaban a destruir
el sistema económico del socialismo y el Poder soviético. A excepción de los litorales
del Báltico, el movimiento de huelga fue provocado por los "demócratas" y podía
servir a la contrarrevolución.
La situación ha cambiado radicalmente. El Estado, el socialismo y el Poder
soviético se encuentran en fase de destrucción definitiva. Las estructuras burguesas,
nacionalistas y mañosas tienen las riendas de la sociedad. En estas circunstancias los
comunistas-leninistas no solo deben apoyar, sino también organizar, junto con la
unión de sindicatos, la lucha de huelga de los trabajadores por sus derechos, y
atribuirle carácter político. Solo la huelga general política en demanda resuelta del
retiro de todas las estructuras restauracionistas en el centro y las localidades puede
prevenir una futura catástrofe. Con la aplicación de otras formas de protesta de los
ciudadanos se debe establecer un gobierno transitorio para sacar al país de la crisis y
recuperar el régimen socialista. Este es el único camino para evitar una guerra civil y
la subyugación extranjera. ¡El tiempo vuela! La posición de la reacción en el país es
poderosa, pero no omnipotente. Su carácter antipopular restringe la perspectiva y la
posibilidad histórica de la contrarrevolución burguesa. Solo la unidad de la clase
obrera y los trabajadores puede salvar el país. El camino hacia esta unidad es difícil,
pero la verdad de la historia está a nuestro lado. Hacia este camino sólo puede
conducirnos el partido marxista-leninista, "férrea cohorte de combatientes", capaz de
romper con los oportunistas del PCUS y los conformistas, representar, sin
tergiversación ni omisión, los intereses de los trabajadores, y ayudarlos a organizarse
y propinar la derrota a los restauracionistas del capitalismo.
Hace dos días B. Eltsin prohibió el PCR y el PCUS. Hoy, nosotros, procedentes de
todas partes del país, estamos reunidos en la gran ciudad de Lenin, para echar el
cimiento y dar la señal de arranque al nuevo partido, llamado a heredar y llevar
adelante la tradición revolucionaria del bolchevismo. Partido que siempre será fiel a
la bandera triunfante de la Revolución de Octubre y hará todo lo posible para que ésta
flamee de nuevo libre y victoriosa en nuestra patria soviética. ¡Venceremos bajo esta
bandera!
Material del Congreso constituyente del Partido Comunista Bolchevique de Toda
la Unión.
8 de noviembre de 1991 Leningrado. 1991. Págs. 5-23
DISCURSO EN EL MITIN EFECTUADO EN LA PLAZA DEL
PALACIO DE LENINGRADO
22 de diciembre de 1991
¡Compatriotas! ¡Camaradas y amigos!
¡Hermanos y hermanas con un destino común!
Aquí, en la histórica plaza rusa, están reunidos los que no piensan en sí fuera de
una milenaria potencia. La gran potencia, que fue la casa común para sus numerosos
habitantes durante varios siglos. La casa natal, fortalecida y defendida por nuestros
predecesores a riesgo de la vida. ¡La herencia para nosotros y para ustedes!
Hablo frente a ustedes en nombre del renacido Partido Comunista Bolchevique de
Toda la Unión, en nombre de los directos sucesores de aquel partido, que en la
sagrada guerra contra los enemigos hitlerianos entregó al altar del Triunfo más de tres
millones de sus mejores militantes de uno y otro sexo. ¡Tres de cinco! ¡Que señalen
otro partido político capaz de mostrar tal heroísmo masivo para la gloria de la patria!
No es casual que en los años de la guerra los generales hitlerianos en sus partes
despachados desde frente oriental llamaron bolcheviques a todos los militares
soviéticos, a todo nuestro pueblo.
Los bolcheviques no tienen nada de común con los burócratas del partido de
Gorbachov, despreciable banda separada del comunismo, altos dignatarios del
partido, que cambian un sillón directivo por otro, más "lucrativo".
Hace poco, en el bosque Belovezski, la "banda de los tres", Eltsin, Kravchuk y
Shuskevich, declaró la "desaparición de la Unión", firmó un tratado
anticonstitucional e informó con premura a Bush en Washington, que realizó
fácilmente el plan que no pudo llevar a cabo Hitler. Ayer se le unieron los
nacionalistas de la burguesía gobernante de Asia central y otras repúblicas. La sucia
componenda contra el pueblo soviético fue analizada y aprobada directamente por
James Baker, secretario del Departamento de Estado norteamericano. No se conoce
cosa más vergonzosa y humillante que esto en la historia del país, después de la
agresión mongol-tátara. La bancarrota desastrosa de los presidentes, gobernadores
locales, alcaldes y otros "democráticos" sepultureros de la patria se ha transformado
en un kilómetro de cola, cólera general, desmayo de estudiantes hambrientos, y
ancianos desamparados que rebuscan qué comer en basureros. La reforma de "choque
terapéutico" de Eltsin está preñada del peligro de genocidio para millones de
personas, destinadas a morir por hambre, frío, carencia de medicamentos y crimen
desenfrenado.
Ya huele el sofrito. Los ratones empiezan a huir del puente de mando del barco
naufragante. En pos de Shatalin huye Gabril Popov, furtivamente se destiñen
Yakovlev y Shevardnadze, se pone a balbucear de manera sospechosa Sobchak, que
envió de prisa al extranjero a su "Dama tocada del turbante" para recorrer
supermercados. Pero, el ocupante del sillón presidencial es el primer traidor.
Dejémoslos escapar. El destino de ellos es uno: el banquillo. ¡Ayudemos para que
lleguen pronto a su destino!
Con su irresponsable e insensata política, los reformistas demócratas llevaron el
país al borde de la guerra civil, cuyos focos han aparecido en una y otra regiones, y
son difíciles de apagar. Se presenta el problema de la capacidad de la población de
sobrevivir. Hoy la tragedia puede conjurarse sólo por la huelga política general, con
la más enérgica demanda de la eliminación de todas las estructuras de poder de
carácter burgués, nacionalista y mafioso, en el centro y las localidades. En nuestros
días este es el único camino para prevenir la guerra civil y la subyugación extranjera.
¡El tiempo apremia! ¡Para cada uno de nosotros ha llegado la hora de la opción!
¡La rueda de la historia es implacable con los cobardes y traidores!
Por último, la catástrofe próxima la puede prevenir sólo la aglutinación de todas
las personas de buena voluntad en el Frente Unido Antifascista y Patriótico. Que no
lo ataquen los escritorzuelos y los portavoces de la seudodemocracia. Realmente, el
fascismo y la reacción se aproximan junto con Eltsin, Kravchuk, Gamsafurzi, Randsberguis, Sobchak y otros caballeros andantes, que restablecieron el capitalismo y
arruinaron el país.
Ante el peligro de muerte, que se cierne sobré la patria, se ven pequeña la ofensa
personal, insignificante la diferencia del punto de vista, trivial la disparidad de los
partidos y las tendencias sociales. Ante nuestra visión se encuentran mudas las
imágenes de nuestros grandes predecesores llamándonos "nuestros", se hallan y
entran en nuestras filas animándonos al cumplimiento de nuestro deber ante la patria
caída en desgracia.
Recuérdese: en los territorios ocupados por los enemigos alemanes, en las aldeas
quemadas y reducidas a cenizas por los castigadores, en las ruinas de ciudades, en los
campos de concentración y prisiones de la gestapo los soviéticos aguardaban con
esperanza a los "nuestros", esperaban y creían que los "nuestros" vendrían, los
"nuestros" los salvarían a ellos y a la patria.
Todos nosotros tenemos por delante mucho que hacer, para levantarnos junto con
los "nuestros" de aquel período arduo. Lo haremos sin falta y nos levantaremos.
Para la Patria, desintegrada por los "jefes ", Para los padres e hijos rememorados,
¡Alcemos más alto la bandera roja Estandarte combativo y esperanza de los hombres!
"Andropovskaya Pravda " No. 3, febrero de 1992, ciudad de Murmansk
EN LA ENCRUCIJADA POLÍTICA
Después de haberse desintegrado el PCUS y prohibido sus actividades a causa de
la traición de su dirección, en el plano político aparecen y crecen diversos partidos,
movimientos, asociaciones y grupos, que muestran intereses sociales, a veces,
diametralmente opuestos. La presentación de elevadas demandas, plataformas,
programas, y manifiestos prueba con claridad que al amparo del PCUS, partido en el
poder, en los últimos 30-40 años los bolcheviques, mencheviques, revisionistas,
dogmáticos, trotskistas, bujarinistas, nacionalistas, internacionalistas, patriotas,
cosmopolitas, monárquicos, anarquistas, "agentes influyentes", miembros de la
Cheka, futuros jefes cosacos, aristócratas melancólicos por la pérdida, en fin,
múltiples fracciones políticas han coexistido en el período de la restauración
"democrática" del capitalismo en la URSS.
Por supuesto, varios millones de comunistas se dedicaron en 70 años a la
construcción, fortalecimiento y defensa del socialismo, pero, ahora, de hecho, han
perdido el partido en el que ingresaron en los años de preguerra, guerra y el primer
quinquenio posbélico. Primero fue la deriva del PCUS hacia el oportunismo
disfrazado de leninismo, después fue legalizada y legitimada por Gorbachov, y
transita de modo legítimo hacia la contrarrevolución burguesa. El inicio del
"deslizamiento" al abismo político, a nuestro juicio, se produjo en el XX Congreso
del PCUS y el papel ideológico de la apertura lo desempeñó la campaña antistalinista,
oficialmente denominada como "crítica al culto a la personalidad".
Objetivamente, esta campaña, que rebaja la "dignidad estatal", conduce a la caída
de la autoridad del socialismo mundial, a las serias dificultades en el movimiento
comunista y obrero mundial, a la confrontación con el Partido Comunista de China,
después entre la URSS y la República Popular China, a la activación de los enemigos
del socialismo en los países de Europa Oriental. Por supuesto, una serie de premisas
existía también en la historia soviética precedente pero la posibilidad de su
realización estaba limitada por el Estado de la dictadura del proletariado. Tras la
cortina de la creciente "economía sombría", el Estado soviético se transformó en el
"de todo el pueblo", el PCUS en el "partido de todo el pueblo", mientras que la
premisa neutralizada se convirtió en el factor real del nacimiento de la gorbastroika y
todos los sucesos posteriores.
Desde luego, sacar esta "extrema" conclusión no es simple. Especialmente para los
comunistas que formaron su conciencia política en el rico caldo del "deshielo" de
Kruschev, y que hoy constituyen la mayoría. Pero, pese a los desesperados esfuerzos
de los "padres de la democracia", se torna más difícil encubrir con la "represión
stalinista" la trágica situación del presente cuando mueren, quedan inválidos y son
humillados en su país natal millones de ciudadanos soviéticos inocentes, cuando los
nacionalistas bestializados por la impunidad queman la cara de hombres vivos con
lámpara para soldar, abren el abdomen de mujeres encintas, cortan la nariz, oreja y
órgano genital de rehenes detenidos, cuando respetables "demócratas" de Gamsajurzi
torturan con electricidad a sus colegas, cuando en el centro de Moscú los perros de
presa del actual régimen golpean a veteranos de guerra incluyendo mujeres. Con todo
y eso, ellos, en el Día del Ejército Soviético, van juntos a la muralla del Kremlin para
depositar flores en la tumba de soldados anónimos y generales bien conocidos en el
mundo.
Algunos pueden pensar que la humillación nacional de 300 millones de habitantes
del país es culpa de Stalin. "El sistema 'stalinista' no fue nefasto para Rusia" -escribe
el sacerdote B.N. Kiryanov, otrora víctima de la represión-, "sino el régimen de
Gorbachov, con diabólica traición y engaño sin precedente en la historia". No puedo
menos que expresar mi consentimiento. Esto, sin embargo, no significa la
justificación de la represión ilegal, independientemente de cuándo y dónde se
perpetre.
Como la perestroika puso la política del partido bajo el control disimulado de los
empresarios y businessman, no han podido desempeñar su papel los integrantes de la
Dirección partidista, considerados como sucesores de la orientación leninista en el
PCUS y los calificados de "dogmáticos" y "conservadores" por los "demócratas". En
aquel entonces, como M. Gorbachov, A. Yakovlev, E. Shevardnadze se habituaban a
interesarse por el capital extranjero y nativo, E. Ligachov, I. Polozkov y otros "fieles
leninistas", interesados por la preservación de la "paz y la unidad en el partido", se
adaptaron gradualmente a los oportunistas. Por eso, los oportunistas prevalecieron en
la Dirección del PCUS, y encadenaron la política del capital y la política de los
"fieles leninistas", y millones de comunistas soviéticos quedaron sin su estado mayor
marxista-leninista, y el país ha caído en una ciénaga de calamidad popular.
En la actualidad, los partidos y movimientos de orientación comunista han
presentado varios programas de acción para la salvación de la ruina definitiva y la
guerra civil, que ya amenazan a mucha gente soviética. Entre estas proposiciones
figuran las de convocar la asamblea constitucional para la definición de la forma de
gobierno, y efectuar el congreso de diputados populares de la URSS, a fin de acabar
por vía parlamentaria con el actual curso restauracio-nista y capitulacionista. Así
como, convertir los soviets por medio de elecciones anticipadas, en órganos
representativos de los trabajadores, establecer soviets en las empresas, como la
alternativa de soviets "democráticos" de hoy, y efectuar mítines de masas y
manifestaciones con los lemas "Vamos a la Casa Blanca", "Atacar al Kremlin",
"Arrebatar el Smolny de Sobchak".
Estas propuestas en su mayoría contienen en sí un sólido fundamento y en general
pueden desempeñar cierto papel. Pero, según nuestro parecer, todas presentan un
defecto común: no haber calculado la posibilidad de reacción de las autoridades en el
poder, capaces no solo de quebrantar, sino también de hacer favorable para sí el
intento de los partidarios del socialismo. Por lo tanto, el Partido Comunista
Bolchevique de Toda la Unión considera que en las actuales condiciones se puede dar
un viraje cardinal a la marcha de los acontecimientos por vía pacífica solo a través de
la huelga política en toda la sociedad, la cual puede desorganizar las fuerzas que se
oponen a los trabajadores, derrotar a los restauracionistas en el centro y las
localidades, y expulsarlos del poder, restablecer el poder de la clase obrera y sus
aliados, realizar el control general de los trabajadores sobre la producción y la
distribución y crear unidades obreras de autodefensa para neutralizar las formaciones
militares de la burguesía mafiosa.
Juzgamos el "pluripartidismo comunista" sobre las ruinas del PCUS como
fenómeno completamente normal. Se realizan esfuerzos por aclarar las causas del
fracaso histórico y la búsqueda intensiva de la salida de la crisis. La patente de la
verdad no pertenece a nadie. Por lo tanto, la tentativa de tales o cuales partidos de
monopolizarla explotando la demanda de los militantes en cuanto a la unidad, no hará
otra cosa que complicar la perspectiva de la verdadera unidad. El Partido Comunista
Bolchevique de Toda la Unión cree que hoy el orden del día debe comprender la
unidad de acción de todos los comunistas en su lucha contra los restauracionistas, y
no la discusión improductiva por la "coordinación" de plataformas y programas. El
movimiento masivo antirrestauracionista, en la práctica, consigue el selecto "punto de
vista", pero, el "concurso" de aquéllos no debe debilitar el ataque social a los
sepultureros del socialismo.
Estamos seguros que en las presentes condiciones de confusión y vacilación,
reanimar el PCUS no puede ayudar de ningún modo al fortalecimiento de la unidad
de los comunistas. En el presente la colaboración entre los burócratas del partido y
los empresarios, tras el telón de esa reanimación artificial, no puede dar sino un
partido "superclasista" de neoperestroika, heredero inevitablemente de errores y
defectos de la dirección de Gorbachov.
En sus actividades, el Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión parte del
criterio de que si bien ocurra un cambio dramático en el desarrollo de los
acontecimientos, el siglo XX será descrito en la historia del mundo como un
centenario de pruebas y errores en el socialismo mundial. El socialismo, con fuerza
desfavorable para aquella circunstancia, no pudo limpiar sin dificultad los obstáculos
puestos en su camino por el capital internacional. A diferencia del presente período
crítico, el próximo siglo XXI será, a nuestro juicio, un siglo de transición global a la
formación comunista. Deseamos no el "mercado", sino la auténtica libertad y el
humanismo, hacia los que hoy, quiérase o no, dirige su camino la civilización. Sin
embargo, éste no es tan llano como la avenida Nevski.
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión no escatimará nada para
aproximar la victoria del socialismo. ¡A este fin estuvimos, estamos y estaremos
encaminados! 26 de febrero de 1992. Ciudad de Leningrado
"Komsomolech Zapolaria " 4 de abril de 1992. Ciudad de Murumansk
DISCURSO EN UN MITIN DE LAS ORGANIZACIONES
PATRIÓTICAS
Plaza palaciega, Leningrado 17 de marzo de 1992
¡Compatriotas!
¡Ciudadanos y huéspedes de nuestra gran ciudad de la ribera de Neva!
Hoy, no es el humorfestivo el que nos reúne en esta plaza de fama mundial, sino la
profunda preocupación por la desgracia de la patria. Todos, los que estamos aquí
diferimos, estamos bajo diferentes banderas y tenemos distintas apreciaciones sobre
el pasado histórico, la causa de la catástrofe actual, la disposición de las fuerzas
sociales, el rol de tales y cuales partidos políticos y sus líderes. Pero, todos deseamos
ver una patria unida y poderosa, respetada no sólo por los amigos sino también por
los enemigos.
Deseamos que nos vengan a comprar no petróleo o gas, o la llamada "soltera en
exportación", sino la sabiduría estatal, que no se vende en la bolsa occidental.
Todos nosotros queremos vivir en una sociedad donde la gente trabajadora se
sienta tan cómoda como en su verdadera casa natal, y esté segura de su futuro, el
porvenir de sus hijos, el incesante incremento de los bienes del pueblo y la libertad
personal. La mafia actual, con ayuda de los renegados del PCUS, se ha infiltrado en
el poder mediante la estafa y el engaño a los trabajadores. Esos delincuentes de la
política, defensores de los intereses económicos de los delincuentes, sacan
febrilmente beneficios de la confusión, el soborno, la sangre y las lágrimas de la
gente, expropiando todo lo creado por el trabajo de la anterior y la presente
generación. Para permanecer en el poder los actuales hombres de negocio y
politicastros dividen y hacen pelear entre sí a los pueblos incluyendo los eslavos. Tras
desmembrar el unitario y multinacional Estado, se pusieron a derribar los llamados
"soberanos". El principio de "divide y vencerás" se practica en el país que en la etapa
más severa de su historia mostró al mundo el ejemplo de la ayuda fraternal y la
amistad con los pueblos. Amistad que salvó a la humanidad del genocidio y la
esclavización de Hitler.
De hecho, se plantea la pregunta de qué repartir entre los fundidores de Marnitka y
los mineros de Donbass, los agricultores de Kazajstán y los maquinistas de
Bielorrusia, los petroleros de Bakú y los algodoneros uzbekos, los vinicultores
moldavos y los pescadores estonios. Los codiciosos hombres de negocio y
estafadores, entregados a la criminal distribución de los bienes de todo el pueblo, se
apresuran primero a saquear a los vecinos de la casa común, después a expropiar a
sus compatriotas. Ellos hacen que los pueblos peleen entre sí. Los ayudan a porfía los
presidentes, gobernadores, administradores locales, alcaldes y diputados, a instancia
de los inversionistas de Washington y Bonn.
Insuflar la antipatía a Rusia ocupa hoy un lugar especial en los criminales actos de
los sepultureros del gran país. Uno se pregunta por qué odian al pueblo ruso. Pienso
que al respecto Stalin dio una respuesta satisfactoria en la entrevista con los generales
en el Kremlin en el triunfal año de 1945.
Primero, dijo él, "es porque el pueblo ruso deviene la más destacada nación entre
todas las naciones pertenecientes a la Unión Soviética".
Segundo, porque el pueblo ruso disfruta del "reconocimiento general como fuerza
orientadora entre todos los pueblos de nuestro país".
¿Qué le dio al pueblo ruso la posibilidad de jugar el rol de aglutinador, unificador,
defensor y libertador de otros pueblos? "La clarividente perspicacia, firme carácter y
la paciencia"; como siempre, con precisión y exactitud respondió el Comandante
Supremo.
No es casual que todos los judas, traidores y renegados, junto con sus amos,
apunten al corazón del gran país: el pueblo ruso, la clase obrera, las Fuerzas Armadas
y los organismos protectores de las leyes. Hagamos que a esos traidores les esté
deparado nada más que el banquillo de los acusados. Hagamos para ello todo lo que
esté al alcance de cada uno de nosotros e incluso más. Hoy todos y cada uno debemos
estar al lado de la Patria Soviética, como luchamos hasta la muerte en las cotas de
Pulkov, en la nieve en los suburbios de Moscú, en las trincheras de Stalingrado, como
defendimos y resistimos, hasta derrotar al enemigo.
En estos años de oprobioso derrumbe, desorden y traición lograr la unidad y
cohesión de todas las personas de buena voluntad deviene de nuevo una tarea
importante. El pueblo ruso y la clase obrera del país, sus organizaciones políticas y
movimientos patrióticos tienen la tarea de aglutinar y cohesionar las fuerzas sociales.
¡La unidad de acción es nuestra fuerza! Apoyamos el congreso de los diputados
populares de la URSS, consciente de su histórica responsabilidad. Se aproxima la
hora de expulsar a los traficantes del templo, la hora de la resistencia general contra
los divisionistas. Ha llegado para todos nosotros el momento de preparar la huelga
política general en el país, la acción de todo el pueblo, capaz de derrocar el poder
reaccionario y prevenir la guerra civil. Solo la justicia, el espíritu popular, el régimen
estatal y el patriotismo pueden llevar las declaraciones y manifiestos a la vida
práctica.
Hace poco me llegó la carta de un sacerdote, coterráneo, inteligente, que ha
experimentado mucho en el trayecto de su vida. El escribió: "Aún no son pocos los
enemigos ideológicos y destructores. Ellos tendrán un fin trágico por sus criminales
actos. Son un oprobio. La represalia está próxima, empezará en la primavera... Todo
se tornará favorable para Rusia. Veremos una nueva gran gloria y el país poderoso,
¡Aquí de Dios!".
Con su cordial e inquebrantable convicción el sacerdote-patriota nos recuerda a
todos, creyentes y ateos, nuestra obligación ante la patria y nuestros grandes
predecesores.
Cumplamos con este sagrado deber, ¡Somos gente soviética!
LA REORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS Y SU
PERSPECTIVA
No hay la necesidad de enumerar los aspectos de la crisis general, regenerada por
la crisis del poder, incapaz de conocer ni prevenir la catástrofe. La devastadora
"liberalización" de los precios produjo una desoladora pobreza y condenó a amplios
sectores de la población a una hambrienta existencia y a una acelerada muerte. Estas
capas sociales, aún desamparadas e incapaces de protestar organizadamente, se
engrosan abarcando grupos de personas, que no han perdido el potencial del
activismo. Arrojados en el remolino de la especulación y pequeños negocios, los
jóvenes empiezan a reflexionar en su destino, al perder hoy la orientación social del
futuro, y acelerarse evidentemente el descenso del nivel de su vida. La concentración
del capital acelera la bancarrota de las cooperativas y pequeñas empresas, da lugar a
la transición de los "profesionales" a bandidescas y criminales formas de negocios, y
aumentan la delincuencia, toda inmoralidad y tendencias extremistas.
La capa trabajadora de la población, arrullada por la propaganda oficial, calcula
"invernar" y vivir hasta recoger el alimento "verde". Entre las masas trabajadoras se
manifiestan el cansancio y la apatía políticos que en cualquier momento pueden hacer
explosión de indignación, de modo irremediable.
Lo testimonian las experiencias de Karabaj, Osetsia, y otros "puntos candentes".
La "liberalización" de los precios no solo se adelanta sino que también hace
esencialmente peligrosa la destructiva transformación en propiedad privada. Hasta los
"demócratas" en los órganos provinciales reflexionan sobre las consecuencias de tan
bandidesca rapiña, aunque sacan provecho de la misma. Pero, esto no es lo más
importante. Lo más importante es el aspecto negativo de la "toma", el surgimiento del
desempleo masivo, que hasta ahora se ha restringido artificialmente (vacaciones
colectivas sin o parcial pago, semana y día de trabajo incompleto, el pago real solo
para la llegada al trabajo, etc). Se siente que los actuales gobernadores, atemorizados
por lo venidero, procuran contactos con las fuerzas políticas de orientación
progresista. Por supuesto, no piensan seriamente en "repartir" el poder, como sueñan
algunos dirigentes "comunistas".
El quid del problema, el eje de la vida social-política está en la reformación de las
fuerzas en la clase dominante. La comprometida neoburguesía venal, compradora,
prooccidental, cosmopolita y pro-sionista se elimina gradualmente en la dirección
económica de la restauración del capitalismo. El capital nacional adquiere gran peso.
En la Federación de Rusia lo es la neoburguesía rusa, que tardó en la repartición de la
"empanada" soviética. Hoy ella concentra sus fuerzas intelectuales, funda sus
partidos políticos, se apodera de eslabones clave en los órganos estatales. Si la banda
de restauradores pro-occidentales tenían su base "democrática" en los intelectuales de
la rama creadora y otros seleccionados, y en las estructuras de la "Plataforma
Democrática" del PCUS, hoy el capital nacional prepara su base social, más
exactamente, la busca.
Su pilar ideológico es el nacionalismo, que como noción hoy se ha declarado la
"invención de los hebreos", y no el real fenómeno social, aparecido de modo legítimo
en el período incipiente del capitalismo. En la esfera política, el acento se pone en el
estatismo nacional y los partidos y movimientos patrióticos. Pero, éstos son
evidentemente insuficientes y dejan mucho que desear. De ahí que los democráticos
burgueses aspiran a introducir en la órbita de la política, por su esencia
restauracionista, a los partidos socialistas e incluso comunistas. La fuerza de la
burguesía tiene su origen en el patriotismo estatal, anzuelo que mordieron muchos
ciudadanos y comunistas honestos en el período de la desintegración de la potencia. E
incluso hasta los militares.
El terreno de masas de la burguesía nacional lo constituyen las capas
pequeñoburguesas de las ciudades y el campo. Estas capas, que se engrosan en el
período del desmoronamiento global no pueden menos que buscar la garantía de la
estabilidad de su bienestar en nuestro mundo convulso e inquietante y a la vez
anhelan enriquecerse con "ganancias" ilimitadas. Hoy ellas se inclinan evidentemente
al principio estatal, sin importarles que sea socialista o burgués. Por esa dualidad se
explica la posición "flotante" de los partidos socialistas y toda la actual democracia
social, tendente a mantener la inocencia y ganar capital con ayuda de la "igualdad de
todas las formas de propiedad".
En pos de varios partidos de "pequeños vendedores" irán por lo visto a la unión
con el capital nacional los "partidistas de nomenclatura" del capital de ex PCUS, que
se insertan en una serie de ramas económicas, pero se sienten inseguros de sí mismos,
junto a los locos seudodemócratas, que empiezan la búsqueda del "dinero del PCUS".
La fuerza de este capital exótico no proviene de la económica, sino más bien de la
preservación de los vínculos con la "asociación" de los dirigentes de grandes
empresas y complejos de defensa, que no se insertaron en la "economía de mercado."
Fuera del país, los seudodemócratas subidos al poder, se apoyan en el capital de los
países "civilizados", que manejan el Fondo Monetario Internacional, así como en los
inmigrantes sionistas. Por eso apoyan la aventura imperialista en el Cercano y Medio
Oriente, contrariamente a los intereses geopolíticos de su país. El capital nacional
recibe la ayuda de los emigrantes rusos, es decir, del capital de los ex-terratenientes y
burgueses emigrados de Rusia. Sus ideas y cultura se difunden hoy en el país no solo
por los "demócratas", sino también por sus opositores políticos en el campo del
"patriotismo". Ño hay necesidad de explicar que el nacionalismo burgués de
cualquiera nación se limita a sus intereses y ganancias, por mucho que pregonen.
En fin, el capital nacional, que fortalece su base social, tiende a coquetear con los
comunistas, por supuesto, los "moderados", es decir, capaces de "ayudar" en caso
necesario, a partir de la "consideración táctica". Sería ingenuo pensar que los
bolsistas y businessma-nes de Rusia están dispuestos a compartir el poder con los
trabajadores a través de sus organizaciones políticas. Es posible que prometan e
incluso den en efecto un puesto de ministro al "comunista'"' tonto. Desde luego
temporalmente, para después destituirlo so pretexto de falta de capacidad y la no
solidez de la "idea comunista". Así ocurrió más de una vez en Finlandia, Austria y
otros países "civilizados".
Por último, el capital "democrático" no querrá devolver el poder casualmente, sin
causa ni motivo. Lo prueban las experiencias de Georgia, donde el máximo cargo del
Estado, creado especialmente, ha sido ocupado por Shevardnadze, con experiencias
de trabajo en el Occidente y que "ganó" 100 mil dólares fingiendo como canciller
alegado a Gorbachov. El capital nacional representado por el desafortunado
Gamsafurzi, fue derrotado, sin resistir el nuevo pensamiento destructivo del
"diplomático errante", que evoca en nuestro país el recuerdo inolvidable de tratados
humillantes, tierras ensangrentadas de Osetsia, y Karabaj, la provocación en Tbilisi.
En Azerbaidján el péndulo de la coyuntura política después del retiro de Mutalibov
se inclina hacia otra dirección. En dirección del interés de la burguesía nacional
"patriótica", que mira hacia los lados, hacia los Estados vecinos islámicos.
El contrapeso para ello, probablemente, será el ex-miembro del Buró Político,
"modesto muchacho" Geidar Aliev, que podrá arreglárselas, sin recurrir a la
provocación como Shevardnadze. La creciente riña de tales "patriotas" en el
parlamento y el gobierno de Rusia prueba que aquí también se acerca el fin.
La situación exige de los comunistas vigilancia, correcta evaluación de los hechos
de la coyuntura política, análisis de la disposición de las fuerzas sociales, constante
contacto con las masas. Pensamos que hoy para todo el "flanco de izquierda" es
determinante la posición independiente, la renuncia al dudoso rejuego político con la
burguesía, porque expone al peligro la vida y el futuro del país. Más que nunca
aumenta el sentido de una unidad más amplia de los partidos y movimientos de
izquierda, la creación de una "tercera fuerza" sobre esta base, para hacerle frente a
toda la diversidad de fracciones neoburguesas.
No desde las butacas de los ministros del gobierno contrarrevolucionario, sino por
medio de la elaboración de su política independiente y la aglutinación de las masas
sobre esta base, las fuerzas socialistas y verdaderamente patrióticas pueden defender
los intereses fundamentales de los trabajadores, detener la restauración del
capitalismo en el país y asegurar la salida de la crisis y el progreso real de la
sociedad. Pienso que precisamente, desde este punto de vista debemos valorar los
acontecimientos del 17 de marzo de 1992, en Moscú.
Es preciso indicar, ante todo, que pese a todos los obstáculos del actual poder se
convocó el VI Congreso de los diputados del pueblo de la URSS. Los documentos
aprobados reflejan la exigencia fundamental de PCBTU sobre los diputados
populares. Por supuesto, no porque les prestamos oído, sino porque esta demanda
reflejó el sentir de las masas en todas partes y la acción de su conciencia. Nuestra
tarea es propagar más ampliamente la resolución del Congreso. En los lugares
posibles, avanzar más lejos según el espíritu del Programa del PCBTU. En especial,
nuestros camaradas procedentes de las localidades proponen crear comités de apoyo a
la resolución del Congreso y comenzar la campaña por la reelección de los diputados
no presentes en el evento.
Lo más complicado es el problema de la apreciación del Consejo municipal de
Moscú y su resolución. Como es conocido, en él mismo participaron muchos
representantes del PCBTU, procedentes de todas las regiones del país. Formaron un
mar las banderas rojas y estandartes y pancartas bolcheviques, aunque los
organizadores nos recomendaron "no destacarse". Fue fuerte el espíritu de crítica del
Consejo municipal. Fue una enorme escuela de masas para la educación política y la
unidad de los trabajadores, cuyo sentido es inapreciable. Nebzorov tiene razón al
decir que esto es el inicio de la nueva etapa de la lucha política para la unidad de la
Unión, cuyo pabellón se izó al compás del solemne himno de la URSS.
No obstante, si mencionamos solo esto en la valoración de los fenómenos, nunca
simples, faltaremos a la verdad. Primero, hay que reconocer que la posición de los
organizadores de la reunión no fue consecuentemente antiperestroika. Su posición es
oponerse sólo a la rama más bochornosa, antipatriótica del restauracionismo
capitalista y opaca con el "sin partidismo" formal, otro aspecto de su proceso como si
fuera "bueno" y "patriótico". Aquí, el problema reside no sólo en la táctica, sino
también en algo más amplio. Segundo, esta posición es no sólo antibolchevique, sino
también anticomunista, aunque en el Consejo municipal fueron electos comunistas.
Con hipocresía explican el predominio del color rojo en la plaza Manez-no, diciendo
que los habitantes patrióticos están acostumbrados a ese color. Por eso exhortan a
renunciar a la confrontación de los "blancos" y los "rojos", como si la oposición entre
los que viven de su trabajo productivo y los que adquieren capital con el trabajo de
los vecinos aprovechando la propiedad privada no fuera un hecho objetivo, que no se
elimina jamás con una declaración de "alianza de la oposición".
Sin tener en consideración la confrontación general del trabajo y el capital, no se
comprende la verdadera causa del desenfreno del separatismo y la sangrienta
discordia nacional y de todo lo que acontece en nuestro país desde 1985.
Renunciemos a la palabrería de los "marxistas" del género de Yakovlev y Gorbachov.
La negación de la inevitabilidad de la lucha entre los "rojos" y los "blancos" debe ser
el apoyo al "cambio de la guardia" en el clan gobernante de los restauracionistas, que
no por su buena vida sino por sus intereses egoístas toleran e incluso aprovechan la
bandera de color rojo de la solidaridad proletaria de los trabajadores. Por supuesto,
500 mil hombres llegados a la gran reunión del Consejo municipal no tienen nada que
ver con el fondo anticomunista del proyecto, de sus inspiradores "entrebastidores".
La restauración "patriótica" del capital contradice en principio a la histórica
legitimidad del desarrollo, tal como el actual capitalismo de los seudodemócratas, y
en perspectiva puede ser más peligrosa. Por lo general, a los trabajadores no les
importa mucho con qué "alas" la burguesía restauracionista realice el tránsito al poder
autoritario.
Recuperar la URSS, según nuestro parecer, es posible solo sobre el terreno
socialista, ya que la unidad de la potencia y el socialismo son inseparables. Ninguno
de los "primeros Pedros" de la burguesía nacional de Rusia lo puede hacer. En
cambio, en su lucha por un "estado unitario e inseparable", ellos pueden arrojar a las
naciones de nuestro país a incesantes guerras, al chocar en el frenesí de conquista con
sus hermanos de bandolerismo, la burguesía nacional de los "Estados soberanos".
Además, tal "unificación" puede provocar la ocupación de regiones por Alemania,
EE. UU. y otros de nuestros actuales "aliados".
Salvar y restablecer la Unión lo puede hacer sólo la nueva Rusia soviética y
socialista, a que aspirarán los trabajadores de la ex-república, que sufrieron mucho
por el fraccionamiento, la desintegración y la "soberanía". Hoy, ¿quién querrá unirse
con la banda de Eltsin y Kravchuk? Sin éstos, los de Landsberguis y Snegur perderán
la posibilidad de asentir la "expansión" de Rusia, que hoy practican perfectamente.
Pero, los pueblos, los trabajadores no tienen nada que repartir entre sí. En la unitaria
potencia éstos obtendrán la perspectiva y la auténtica vida, cuando el Estado
multinacional vuelva a ser socialista. Ha llegado el tiempo de hablar francamente al
respecto.
Hoy una cuestión candente es si la restauración del capitalismo en la URSS tiene
perspectivas reales. Pienso que a pesar de que hoy los acontecimientos se desarrollen
dramáticamente, no hay ninguna perspectiva histórica para los restauracionistas. No
existe ni puede existir, porque ellos actúan a contrapelo de la tendencia principal del
progreso social. En tal caso, nadie pudo jamás quedar sano y salvo. Lo mismo
ocurrirá con nuestros restauradores del sistema burgués, que sueñan con que el 3 por
ciento de la población nazca en la opulencia mientras el 97 restante "labren" para
ellos, sin levantar la cabeza. El problema es solo el gasto de la hora y la historia, cuya
escala depende de la organización y unidad del pueblo.
¿Dónde vemos la contradicción entre el vector principal del desarrollo social
económico de la humanidad y la actual política de los restauracionistas y partidarios
del capitalismo? Prestemos atención a algunos momentos.
Primero, la tendencia general del desarrollo de las fuerzas productivas está ligada
umversalmente con la concentración de la producción y su internacionalización.
Hemos desmoronado el complejo productivo-económico del país, tenemos el
contrario proceso de la descentralización de la producción y la propiedad, y las
separamos por cuarteles nacionales y regiones. Incluso hemos renunciado al unitario
sistema energético, que ofrecía gran ventaja en la maniobra de la energía eléctrica a
escala del país. En nuestro país se concentra solo el capital, separado de la base
productiva, que confirma su carácter parasitario, criminal, saqueador-especulador.
Segundo, en los monopolios transnacionales se perfecciona la planificación
económica, que abandonamos despreciativamente como "supervivencias del
socialismo". Así se acelera su atraso científico-técnico y su resultado es la falta de la
fuerza de competencia de nuestras mercancías en el mercado mundial por largos
años. De ahí que sea inevitable el "escape de cerebros" en ramas donde hasta hace
poco íbamos a la cabeza.
Tercero, por la única razón económica de la necesidad de la transvasación del
capital y las fuerzas de trabajo en las sociedades del mismo tipo por las condiciones
social-económicas se pierde el anterior sentido de la frontera estatal. Pero, se nos
establecen fronteras en lugares donde no deben existir. La desmembración económica
y política en el tiempo de la revolución científico-técnica es desastrosa, pero
seguimos avanzando hacia la "autonomización" y el encerramiento como si
quisiéramos volver a la época de los príncipes feudales.
Cuarto, el desarrollo histórico elimina objetivamente el límite de las clases y capas,
teniendo la tendencia de movimiento a la homogeneidad social. La oposición del
trabajo y el capital frena este proceso, que solo bajo el socialismo lo acelera el partido
de la clase obrera.
Hoy el capital monopolista también pretende la igualdad formal, alimentándolo
con la demanda hipócrita de la defensa de los derechos humanos.Bajo este lema ha
resucitado la neo-burguesía, y retornamos al abierto antagonismo y la oposición
directa en la esfera social. En otras palabras, los restauracionistas nos retrataron a los
comienzos del siglo XX, que como es conocido, estuvo preñado de cataclismo
nacional y social. Volviendo atrás en la espiral histórica, exponemos a los actuales
sobrevivientes al peligro de la guerra civil para el autoexterminio, ni que decir que
objetivamente aumenta el peligro de la Tercera Guerra Mundial.
Quinto, de siglo en siglo, de decenio en decenio desaparece la agudeza de la
oposición racial y nacional. En el aspecto étnico se efectúa la nivelación y la
eliminación de las fronteras raciales y nacionales. El socialismo ha declarado
abiertamente la posibilidad de la solución gradual de este problema sobre la base de
la posesión social y ha alcanzado asombrosos resultados, manifestando al mundo la
fraternal ayuda mutua y la amistad de los pueblos. Hoy, en EE.UU. negros llegan a
ser generales y senadores, acercándose al sillón presidencial. Al capital monopolista
no le importa quién le sirve. Hasta en el anclaje del racismo, como la República
Sudafricana, "se endereza" la situación del apartheid. No obstante, en nuestro país la
burguesía que ha escalado al poder no sólo divide a los pueblos, sino también los
hace pelear entre sí, esperando primero saquear a los vecinos de la anterior casa
común y después agarrarse de sus coterráneos.
Podría mencionar de continuo más hechos como tales, pero será suficiente ya para
sacar la conclusión de la incompatibilidad de toda la política restauracionista con la
tendencia principal del desarrollo de la humanidad. Quien frena este desarrollo y
obstaculiza el progreso, será sepultado por éste. Pero, esto no sucede por sí solo, sino
a través de la lucha de las masas por sus derechos económicos y políticos. Nuestras
tareas son ayudar a denunciar los mitos retrógrados de los capitalistas, valiéndonos de
las leyes de la historia, desatar los nudos políticos apretados por la reacción, asegurar
la primacía económica y el incremento del bienestar de aquellos que sirven a la
producción social sin oprimir ni saquear a los vecinos.
Todas estas consideraciones inspiran optimismo a los conscientes portavoces del
objetivo proceso histórico, fortalecen su convicción en la justeza de su obra y en la
innegable victoria de los trabajadores sobre la reacción interna y externa, que
deforma su vida.
"Yuridicheskaya gazeta" No. 27-28, 1992, Moscú
¿ES NECESARIO HACER RENACER EL PCUS?
Con cada día que pasa esta pregunta se hace más actual, afectando los intereses de
las más diversas y a menudo contrapuestas fuerzas políticas. Millones de comunistas
quieren estar legítimamente en las filas del partido, al que habían entregado todo lo
mejor en su vida. La anterior dirección partidista que se halla hoy sin trabajo, está
dispuesta a "salir de las trincheras" y volver a sus antiguos sillones de dirigencia con
todo lo que esté a su alcance. Máxime, hasta algunas capas de neoburgueses de hoy,
asustadas ante los desórdenes y crisis mundiales, desean tener como sus aliados,
aunque sean temporales, al PCUS que se reanima, para que ayude a ablandar los
golpes que se dan a su destino y a embotar el filo del movimiento
ántirrestauracionista en el país. No es casual que al periódico "Pravda" "renacido" al
cabo de tres semanas de silencio forzado el mismo Eltsin le aconsejó tomar "de
cualquier modo un curso democrático". Creo que el Presidente ruso podrá tomar
también el camino hacia el "renacimiento" del PCUS.
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión considera que hoy el
renacimiento del PCUS es impropio, o, por lo menos, prematuro.
Primero, en las últimas tres décadas, bajo el tejado del PCUS como el partido
gobernante, coexistieron en la relativa calma los bolcheviques y mencheviques, los
trotskistas y bujarinistas, los nacionalistas e internacionalistas, los patriotas y
cosmopolitas, los futuros anarquistas y monarquistas, atamanes cosacos y agentes de
Eltsin, es decir, el actual panóptico político multicolor.
Segundo, la escala de traición no se limita sólo a la camarilla de GorbachovYakovlev-Shevardnadze-Eltsin, aunque ésta sola basta para caracterizar el "escalón
supremo" de la dirección del PCUS y del estado total político del Partido. Estuvieron,
claro está, en el CC del PCUS quienes se llamaron continuadores del curso leninista.
Pero cuando la camarilla de Gorbachov se entregó al servicio del capital extranjero y
doméstico, los "verdaderos leninistas": E. Ligachov, I. Polozkov y otros, bajo el
pretexto de la defensa de la "paz y unidad del partido" se acomodaron gradualmente
con los oportu-nistas-restauracionistas. De ahí que en la dirección del PCUS el
oportunismo lograra aventajarse enteramente, cerrando la cadena entre la política del
capital y la política de los "verdaderos leninistas". Así los comunistas soviéticos se
quedaron sin su propio estado mayor marxista-leninista y el país rodó al abismo de
calamidad popular.
Tercero, ahora en el país existen a mansalva muchos ex miembros del Buró
Político y secretarios del CC del PCUS. ¿Pero quién de ellos mantiene hoy
activamente los ideales de su propia "juventud de dirigentes revolucionarios"? ¡Casi
nadie! Y esto, cuando decenas de miles de veteranos del PCUS llevan a cabo una
lucha desigual frente a la contrarrevolución burguesa. Por lo visto, como dicen, "un
enorme tiempo ha sorprendido a la pequeña generación" de dirigentes del partido.
Cuarto, la muy considerable parte de los ex dirigentes del partido desde los
secretarios del CC del PCUS hasta los de los comités regionales se han arrojado a los
negocios, lo que los restauracionistas habían supuesto a propósito. En las cartas
llegadas de las localidades al CC del Partido Comunista Bolchevique de Toda la
Unión se citan numerosos hechos que testimonian que los partocratas se emulan con
los "saqueadores" no sólo en el despojo de la "herencia" de la URSS, sino también en
el modo de vida que hasta antes de la perestroika les pareció con frecuencia como
algo pequeñoburgués o burgués.
Quinto, sobre las ruinas del PCUS han aparecido y funcionan una serie de partidos.
Unos rompieron ya con el marxismo-leninismo; otros, reflejando la posición de los
"mercanchifles mezquinos" se ganan el favor de los restauracionistas desde el lado
"derecho" o "izquierdo": los terceros se quedan en las posiciones de lá clase obrera y
se muestran defensores del partido leninista. Es natural que entre ellos no exista el
acuerdo por muchos programas, plataformas y manifiestos elaboren y traten de
convenir en éstos. Hoy crecen también las filas de nacional-comunistas, quienes
ponen la "idea socialista" bajo su rematado nacionalismo. Unir a todos ellos bajo el
techo del "único PCUS" es una utopía dañina. Esto hará que se gane sólo el "arca de
Noé", donde los "honestos" y los "deshonestos" se dejarán arrastrar por la pasión de
aclarar sus relaciones olvidando la designación histórica del PCUS. En tal desorden
podrán obrar las ambiciones personales de los "líderes" multiplicados.
Sexto, prácticamente, el PCUS no fue dispersado, sino se disolvió simplemente
entregando a los nuevos gobernantes sus finanzas, casas editoriales, edificios,
hospitales, etc. Por ejemplo, Guidaspov, líder partidista de Petrogrado, engañando el
buró del comité regional, entregó a Sobchak 65 millones de rublos del arca del
partido e incluso no apareció en Smolny cuando lo sellaron. Verdad es que después de
sucedido esto, él, recibiendo el salario por algunos meses, se mantuvo en buen estado.
¿Cuan muchos serán tales tipos en todo el país? Ninguno de ellos se esforzó siquiera
para dirigir un llamamiento a los comunistas y ciudadanos soviéticos para que
ayudaran, si no pudieran prevenir, dificultar ¡por lo menos el despojo de los bienes
del PCUS.
Ciertamente, ellos no necesitaron el apoyo del pueblo, sino incluso temieron o
buscaron su propia defensa por parte del enemigo del pueblo. Así, por ejemplo,
Soloviev, "caudillo" partidista de Chelyavinsk, estando a la cabeza de la
administración regional adherida a Eltsin, sirve fielmente a la neoburguesía mafista.
Séptimo y por último, para siempre quedará para el PCUS como una vergonzosa
mancha el hecho de que el cuerpo de diputados de la Unión y de las repúblicas, más
de dos tercios de los cuales llevan el carné del partido, votó en los congresos a favor
de todas las actas anticonstitucionales de la restauración burguesa. Entre ellos no
hubo ni un comunista no influenciado por el "cretinismo parlamentario", palabras
dichas por Lenin.
¡Tan rápido ha cambiado el cuerpo de periodistas de "Pravda" y otras publicaciones
del partido de "espíritu de principios"!
Junto con esto, el Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión se pronuncia
resueltamente contra todo esfuerzo por identificar a millones de comunistas fieles al
pueblo, es decir, a la gente del trabajo, con los que abandonaron los ideales del
partido leninista. No tiene nada común con la realidad la confirmación de como si a
la clase obrera y a los trabajadores les están contrapuestas dos fuerzas enemigas: los
"comunistas-feudales" y los "demócratas-burgueses". Detrás de este populismo
primitivo y "sin-partidismo" ingenuo se esconden objetivamente los intereses de los
actuales restauracionistas, que temen más que el fuego la nueva etapa de la unión del
socialismo y del movimiento obrero. Pero esta unión será inevitable a medida del
crecimiento de la conciencia de los trabajadores en su lucha por su dominación
económica y su derecho político.
Nosotros consideramos y apreciamos como anticonstitucionales y antilegales los
decretos del Presidente de la URSS, del 24 de agosto, y del Presidente de RSFSR, del
25 de agosto de 1991, en virtud de los cuales prácticamente fue puesta fuera de la ley
la actividad del PCUS, grave violación de los derechos políticos de los comunistas
soviéticos. Por eso, el Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión apoya sin
condición las demandas legítimas para la anulación de tales actos ilegales. Pero esto
no significa que aprobamos los intentos de los partocratas y sus servidores de
convocar el pleno del CC del PCUS y el XXIX congreso del partido, descompuesto y
deshonrado por ellos mismos, a fin de tomar la venganza por su reciente derrota.
En las condiciones actuales de la dispersión y vacilación la reanimación del PCUS
no puede servir al fortalecimiento de la unidad de los comunistas, ni a la elevación de
la combatividad de sus filas. La actual amistad de los partocratas y empresarios, que
se hallan detrás de los planes de la reanimación artificial del PCUS, no puede dar
ninguna salida, salvo un partido neoperestroikista "sobreclasista" que seguirá
inevitablemente los vicios de la dirigencia pro-Gorbachov.
Hoy en el orden del día no está el XXIX congreso del PCUS, sino la unidad de
acción de todos los comunistas en la lucha contra los restauracionistas del capitalismo
y sus lacayos. De ninguna manera una dilatada e infructífera discusión para la
"acordación" del programa. En la formación de esta unidad puede ser útil un
congreso o una conferencia de las fuerzas izquierdistas de la más amplia
representación comunista. Por supuesto, sin "sacar del paréntesis" a tales fuerzas del
partido de los bolcheviques-leninistas, tal como exige en "Pravda" el renegado B.
Slavin, que muestra un celo particular en el "Comité organizador" para la
convocación del XXIX congreso del PCUS.
Creemos que el movimiento antirrestauracionista masivo traerá prácticamente la
selección de la plataforma y el "punto de vista". La práctica social es superior a
cualesquier frases y discusiones teóricas, en tanto que constituye no sólo el
fundamento sino también el criterio de la verdad. Por eso el "concurso" histórico de
la plataforma y el programa comunistas no debe ablandar el empuje general de los
trabajadores sobre los sepultureros del socialismo.
Sin previa delimitación, la unión de los partidos aparecidos sobre las ruinas del
PCUS puede debilitar el frente antirestauracionista de las gentes del trabajo. Por eso
consideramos los actuales esfuerzos para la reanimación del PCUS como un engaño a
los comunistas por parte de quienes los entregaron desvergonzosamente a manos de
la reacción, la cual puede venir a parar en el régimen fascista.
"Omskoe Vremia" No. 1 de 1992, Pág. 2
DISCURSO EN LA CELEBRACIÓN DEL PRIMERO DE MAYO,
ORGANIZADA POR EL PARTIDO DEL TRABAJO DE BÉLGICA
Primero de Mayo de 1992, Bruselas
¡Queridos camaradas y amigos!
¡Hermanos y hermanas del trabajo y la lucha!
¡Respetables ciudadanos de la gloriosa capital de Bélgica!
Permítanme saludar a todos ustedes con motivo del Primero de Mayo, fiesta de la
primavera y del despertar de la nueva vida, día de solidaridad proletaria de los
trabajadores de todo el mundo. Saludar a ustedes, en nombre de las gentes y los
comunistas soviéticos que llevan a cabo una lucha dura contra los sepultureros del
socialismo, los restauracionistas del capitalismo que no solamente traicionaron las
conquistas sociales de los hombres del trabajo, sino que también arruinan la Gran
Potencia Soviética que había declarado en el año 1917 la paz a las chozas y la guerra
a los palacios.
Cada pueblo tiene no sólo sus héroes sino también sus traidores. Pero tal traición
como la que perpetró en la Unión Soviética la camarilla oportunista de derecha de
Gorbachov-Yakovlev-Shevardnadze no ha habido todavía en la historia de ningún
otro pueblo. Bajo las mentirosas consignas de la renovación y el fortalecimiento del
socialismo los trabajadores fueron despojados del poder en el país. Se destornilla el
volante del anticomunismo. Está embargado el PCUS desorganizado por los
oportunistas. Se iniciaron las guerras de discordia entre las repúblicas. Se derrama la
sangre de las gentes soviéticas inocentes. El hombre del trabajo se ha hundido en el
lodazal de la mendicidad y la pobreza. En todo el mundo está conocida prácticamente
la verdad de que el oportunismo trae por fin la restauración del capitalismo si no se lo
combate.
Hasta hace poco tiempo las gentes soviéticas acogieron el Primero de Mayo como
su agradable fiesta, formando columnas decoradas de telas rojas y flores como se ven
hoy en esta plaza. Caras sonrientes, canciones, danzas y risas acompañaron las
columnas de manifestantes. Hoy en muchos así llamados "estados soberanos"
aparecidos en el territorio de la URSS el Primero de Mayo es el día del trabajo y en
otros están prohibidos las manifestaciones y los mítines. Parece como si la
contrarrevolución burguesa ha sustituido a las gentes. Ella arrebató la sonrisa de las
caras de éstas y apagó sus risas y les quitó la luminosa alegría de la vida y el orgullo
de su Patria. Desapareció la fe en el porvenir de sus hijos. Las hermosas calles y
plazas de Moscú, Leningrado, Kiev y otras ciudades se convirtieron en "trapería",
espontáneos mercados donde la gente vende a menudo lo último para sobrevivir.
Pasan hambre los ancianos, estudiantes y escolares. Crece la mortalidad, se reduce
catastróficamente la natalidad, lo cual hace considerar la restauración del capitalismo
como el genocidio contra su propio pueblo.
Estamos agradecidos a los europeos por su ayuda humanitaria. Pero más de su 80
por ciento cae en manos de los especuladores que saquean a los trabajadores.
Nuestros regentes en bancarrota viajan hoy por todo el mundo mendigando créditos.
Asombran hasta a sus deudores y acreedores con sus palabras de que esto es para
ellos el último chance para acabar con el socialismo e ingresar en la casa paneuropea.
Aquí nace una pregunta: ¿En calidad de qué?, ¿En calidad de un apéndice con
materias primas de los monopolios occidentales y de fuente de energía y fuerza de
labor baratos? y ¿En calidad de semicolonia del capital internacional? Precisamente
esto lo exige el Fondo Monetario Internacional que dicta hoy sus condiciones a Eltsin
y Gaidar.
No por días sino por horas crece la resistencia de los trabajadores contra los planes
de los primitivos burgueses soviéticos y los inversionistas extranjeros. Se ensancha la
lucha de huelga y se fortalece el frente antirrestauracionista de los trabajadores. La
gente soviética advierte al capital occidental que no pagará las deudas de la
contrarrevolución burguesa, no importa quiénes las suscriban. Ojalá que después no
se lamenten de que nadie lo ha advertido.
A mí, representante del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión me
agrada mucho estar junto con ustedes en esta plaza, ver sus caras, sentir sus cálidos
corazones y sus fuertes apretones de manos. Me siento entre ustedes como en mi casa
natal, como en medio de mis compatriotas. Estoy agradecida al Partido del Trabajo de
Bélgica por la invitación a celebrar el Primero de Mayo junto con ustedes, camaradas.
Veo aquí a los veteranos de cabellos blancos de la Segunda Guerra Mundial y los
combatientes de resistencia antifascista de Bélgica. En vísperas de la segunda gran
Fiesta de Mayo, la cual en nuestro país se llama Día de la Victoria, permítanme
saludar a ustedes y, por conducto suyo, a todos los belgas amantes de la libertad con
motivo del 47 aniversario del triunfo sobre el fascismo hitleriano. Me lo han
recomendado los veteranos de la Gran Guerra Patria del pueblo soviético contra los
agresores fascistas alemanes, los camaradas de armas de ustedes que se hallan en
gran número en nuestro partido bolchevique. Yo, con una gran alegría, cumplo el
ruego de ellos. Les deseo la salud, el bienestar y los largos y felices años de vida,
veteranos de la Segunda Guerra Mundial. ¡El tiempo no borrará sus hazañas! ¡Su
gloria será inmortal!
Aunque el destino de mi país es dramático hoy, la gente soviética sabe que las
leyes de la historia accionan a favor del progreso social, de la amistad, la fraternidad
y la cooperación de los trabajadores. La restauración del capitalismo en la URSS no
podrá dar marcha atrás a la rueda de la historia. La Unión Soviética y el socialismo se
resucitan sacando la conclusión de lo sucedido. Y ese tiempo no está tan lejos como
pueda aparecer de detrás del horizonte.
Queridos camaradas, permítanme en este memorable día de Mayo gritar las
siguientes consignas:
¡Que haya siempre la paz en su casa, y el bienestar, amor y felicidad en sus
familias! ¡Que crezca el número de sus amigos y se reduzca el de sus enemigos!
¡Viva el hombre del trabajo, creador de todos los valores materiales y espirituales
en la Tierra!
¡Para la paz sin guerra, para el trabajo sin explotación, para la vida sin inquietud
por el futuro de los niños!
¡Viva el Primero de Mayo, fiesta de la primavera, del trabajo y de la renovación del
mundo!
¡Enarbolemos más alto la bandera de la solidaridad internacional de los
trabajadores!
¡ Proletarios de todo el mundo, unios!
"Solidaridad" No. 20 (789) 6 de mayo de 1992.
Ciudad de Bruselas (En lengua francesa)
DISCURSO PRONUNCIADO EN EL ACTO FESTIVAL DEL
PARTIDO DEL TRABAJO DE BÉLGICA
Mayo de 1992
Queridos camaradas; Señoras y señores; Estimados amigos:
Nuestra URSS, antes un país poderoso, vive hoy su momento más crítico por la
incapacidad del poder de comprender e impedir su catástrofe.
La degradación de la personalidad, la intransigencia morbosa, la desconfianza, el
temor y el humor decadente de vastas poblaciones se han hecho realidad funesta de
nuestra vida social.
A causa de la desenfrenada propaganda anticomunista y antisoviética, muchas
personas han perdido la base ideológica y dirección política de sus actividades
sociales y se han convertido en un mero botín de los aventureros y de los que
popularizan los medios de información masiva, el parlamento y el sistema
presidencial.
Hasta ahora sólo cierta parte de las personas han comenzado a percibir la pérdida
de la vida tranquila, de la estabilidad social y de la seguridad personal de poco antes.
Pero es evidente que todos la conocerán infaliblemente.
Los principales dirigentes de la contrarrevolución que han convertido la Unión
Soviética en arena política de los nacionalistas burgueses y mañosos temen la
"confrontación de las fuerzas" con los trabajadores que son "ignominioso peligro"
para la clase de ricachones inexpertos.
En la etapa embrionaria de la perestroika restauracionista de Gorbachov, la
resistencia de los trabajadores fue espontánea e inconsciente. Lo ejemplifican la
merma de la productividad laboral, la infracción de las disciplinas productiva, social
y militar, el aumento de los fenómenos inmorales y crímenes, la evasión masiva del
ejército, la actitud insolente hacia el presidente, el gobierno, el Soviet Supremo y los
organismos del poder local, el crecimiento del suicidio (sin duda ocupamos aquí el
primer lugar en el mundo) y la aspiración de algunos millones de habitantes a quitar
de las manos de la sociedad todos los negocios y a enfrascarse en la vida individual.
Las publicaciones alocadas por la adulación esclavista y el espíritu servil tratan de
tergiversar la realidad objetiva. Los medios de información masiva que están en
poder de los elementos anticomunistas intentan divulgar que sólo los que quieren
restablecer la propiedad privada y la explotación del hombre por el hombre son
conspicuos activistas políticos y que los soviéticos esperaban con impaciencia la
llegada del orden capitalista, e incluso la monarquía, durante los más de 70 años
pasados. Para testimoniarlo aducen resultados de la campaña electoral y el sondeo de
la opinión pública. Sin embargo, no pasan de un 65% del total de electores, los que
votaron a favor del presidente de Rusia.
En el caso de nuestro país, esto no es diametralmente típico, sino muestra visual de
lo inferior que es el nivel de conciencia de los soviéticos. Para fraguar la conciencia
social las estadísticas y los pronósticos que sirven totalmente a los restauracionistas,
desempeñan una función idéntica a la de los medios de información masiva que son
el "cuarto poder" en la sociedad. Aprovechan con habilidad las estadísticas sociales
para formar un estado de ambiente político en la gente, en favor de "los fabricantes de
ropas de moda". Lo mismo ocurre con los pronósticos sociales. Es decir, pronostican
y avisan previamente lo que pide ganar la clase burguesa. Ello da la impresión de
gozar del apoyo de todo el pueblo.
Mientras es cierto que en el interior del país los trabajadores han empezado a
enterarse de esta artimaña, en el exterior creen como antes que los presidentes y
reformadores tienen alta popularidad.
Pero, ¿qué valor tienen las consignas enarboladas por ellos y sus voceros políticos
e ideológicos que propugnan sus intereses en los organismos políticos y los medios
de información masiva, respecto a la libertad, democracia y publicidad implantadas
hoy en el país? No es casual concederles aun formalmente, un carácter de toda la
humanidad, aunque implican de cabo a rabo sentido y contenido clasistas. Ya antes,
Engels advirtió a los obreros que una vez tomado el poder, "todas las fuerzas
reaccionarias, adversarias de éstos, se agruparán bajo el lema de democracia pura", lo
cual es algo razonable. No obstante, ¿existiría la "democracia pura" en una sociedad
que la propiedad privada divide en clases hostiles?
Entonces, ¿el desempleo masivo y el pauperismo de los trabajadores, resultado del
período de tránsito del socialismo hacia el capitalismo en Rusia, pueden considerarse
"la libertad económica" de la que ellos pretenden persuadir a los soviéticos?
Día a día, a través de la práctica, los trabajadores se dan cuenta de que esto no es
más que la libertad del saqueo y la explotación en bien de los bolsistas, plutócratas,
industriales y especuladores recién aparecidos.
Para millones de trabajadores, la tristemente famosa privatización, recién
registrada como ley, es decir, pasar la propiedad de todo el pueblo a manos de
particulares es someterlos económicamente y hacerlos obedecer a los intereses de los
fraudulentos y ladrones. Y para desviar la atención utilizan a los trabajadores para
saquear esta propiedad social. Mas la propiedad de todo el pueblo no pertenece a los
partidarios de este concepto.
La propiedad de todo el pueblo es el bien de todo el pueblo y la nación y
privatizarla significa dividir no lo suyo sino saquear tanto a los trabajadores de hoy
como a sus descendientes.
El proceso restauracionista en la URSS ejerció especialmente una influencia
perniciosa sobre las relaciones internacionales.
Los neoburgueses aprovecharon el nacionalismo como instrumento para fortalecer
su dominio económico.
En Lituania, Letonia, Estonia, Moldavia y Ucrania inspiraron la idea de que la
culpa de las dificultades económicas no es de la perestroika o de los restauracionistas,
sino de las repúblicas vecinas y sus poblaciones. De aquí procedió la consigna:
Lituania para los lituanos, Ucrania para los ucranianos y Estonia para los estonianos.
Mas, en estas repúblicas viven otras nacionalidades establecidas allí tras restablecer
la economía destruida por la guerra. Se les llama "poblaciones que hablan ruso", en
las que se incluyen diversas nacionalidades. Hoy no les otorgan el derecho de "país
soberano" surgido sobre el terreno de las repúblicas soviéticas, socialistas. Esta
discordia sembrada entre las naciones ocasionó choques armados, sangrientos
incidentes y el dolor en Caucasia y Moldavia.
La "declaración sobre la soberanía de las Repúblicas" echó el cimiento legal para
arruinar a la URSS. Con su adopción gran parte de los recursos minerales y materias
primas fluyó hacia el mercado exterior y se legalizó la destrucción del complejo de la
economía nacional, único y preciado, y la ruptura de las relaciones económicas entre
las empresas, mientras las masas populares empezaron poco a poco a perder
conciencia de que el destino de todos los habitantes del país es uno. Como
consecuencia de la perestroika aparecieron centenares de miles de refugiados
rechazados de su tierra natal y por la "guerra legal", por la que se entiende el
fenómeno de hacer oídos sordos de las leyes del país en "los Estados soberanos", así
como se dio inicio a la locura de las fuerzas nacionalistas burguesas de carácter
separatista para echar abajo el gran país.
Hoy la restauración del capitalismo en nuestro país se encuentra en el umbral de la
tercera etapa, por decirlo así. Las dos anteriores, en su esencia, fueron etapas críticas
del restauracionismo. Quisiera referirme a esto.
A finales de agosto de 1991 terminó la primera etapa crítica de la restauración del
capitalismo, es decir, la de la "perestroika", camuflada de lenguaje socialista. La vía
de la restauración, social-demo-crática, camaleonesca, agotó su posibilidad. En este
período la pandilla de oportunistas de derecha de Gorbachov, Yakovlev y
Shevardnadze echaron por tierra la Constitución de la Unión Soviética y arrebataron
el poder a los trabajadores para pasarlo a manos de las fuerzas antisocialistas. Pero,
por su aislamiento, las fuerzas restauracionistas no lograron realizar la dictadura
neoburguesa cuando tropezaron con la resistencia de los trabajadores. Las Repúblicas
dieron paso a "Estados soberanos", que desarrollaron pugnas unos contra otros, lo
que desembocó en choques armados. Empezó así la ruptura de la URSS...
Los colegas de Gorbachov, miembros del comité para el estado de emergencia
(Pavlov, Yanaev, Yazov, Kryuchkov y otros), teniendo el objetivo de guardar el país
como un estado homogéneo intentaron detener el desmoronamiento económico,
político y militar, propósito de Gorbachov. Pero fracasaron viéndose traicionados por
sus presidentes y fueron encerrados en la llamada cárcel "Matroscaya Tishina".
Gorbachov, principal conspirador y primer traidor, se queda libre, aunque se vio
privado del máximo cargo estatal. Todas sus actividades bajo este cargo, ante el
derecho penal, se deducían para hacer "daños sobre la soberanía, la inviolabilidad del
territorio y la seguridad estatal"...
Por lo visto no es casual que antes de su destitución acordó con Eltsin sobre la
recepción de 200 guardias y sirvientes y la garantía de la "inviolabilidad de persona",
o sea la condición de no pertenecer a la jurisdicción del organismo de la justicia de su
país, en otra palabra, la de los diplomáticos en los extranjeros. ¿No es esto que
reconoció indirectamente el crimen estatal de traición?
En la vanguardia de la segunda etapa crítica del restauracionismo estaba
poniéndose el equipo imprudente de Eltsin, Gaidar y Burbulis. Después de destituir
de manera descortés a Gorbachov, se disponen, a base de la confianza de los
ignorantes, a minar en definitiva al país poderoso, saquear al pueblo y enriquecer a
los capitalistas dentro y fuera del país. En esta etapa, los reformadores tropezaron no
sólo con la resistencia espontánea del pueblo sino también con el descontento de los
mafiosos nacionalistas burgueses. Bajo su presión, Eltsin, Kravchuk y Shushkebich
proclamaron en el bosque Belovez, donde en cierto tiempo Góring cazaba con
fruición, la "suspensión de la unión", la anulación del tratado de 1922. Esta trinidad
que firmó el tratado anticonstitucional informó de prisa al presidente Bush, en
Washington, cómo había realizado con tanta facilidad el plan incumplido por Hitler.
Después se alistaron en el tratado los gobernantes nacionalistas burgueses de las
repúblicas de Asia Central. Se ha puesto en evidencia que el acuerdo adoptado en el
bosque Belovez lo necesitaban los gobernantes burgueses para su intento de detener
el proceso del derrumbamiento de los mismos "estados soberanos". De este modo, los
límites entre las repúblicas anteriores, que fueron determinados sólo en forma
imaginaria bajo el socialismo, se han convertido en fronteras y las "poblaciones que
hablan ruso", ciudadanos de segunda clasificación han quedado sin destino. Lo más
grave es que las fuerzas armadas, sus unidades y contingentes aliados fueron
divididos según las naciones. Ahora bajo la orden del Occidente la industria de
defensa nacional está disuelta y la técnica cósmica se vende a bajo precio.
La tentativa del "equipo Eltsin" de acelerar el proceso de rehabilitación del
capitalismo intensificó más la crisis, agudizó todas las contradicciones sociales y dio
al traste con las estructuras de administración básica para asegurar la vida del pueblo.
La "liberalización de los precios" iniciada a principios de 1992 con el objetivo de
acelerar la privatización de la propiedad de todo el pueblo, hizo emerger ya la
inflación excesiva y la caída total del rublo. Esto, por una parte, precipitó al 80 % de
los soviéticos más allá de la línea de la miseria y condujo a ritmo acelerado hacia el
suicidio a los ancianos y habitantes mal amparados y apresuró la extinción nacional.
Los precios se elevaron en 20, 50 y 100 veces, mientras los salarios, las pensiones y
las becas para los universitarios solo se duplicaron o triplicaron. Por ejemplo, en abril
la "canasta básica de los consumidores" era de 3 814 rublos, pero el salario promedio
de los médicos ascendía a 774. En calidad de profesora yo recibo 1 200, que es
también un tercio de dicha "canasta".
Desmayados por el hambre, estudiantes con la cara sombría por la inanición y la
angustia de la cuota de enseñanza, jóvenes mujeres que hacen cola para comprar a
costa de su sangre una lata de leche en polvo introducida como auxilio humanista
para los nenes... es un cuadro común en la realidad actual de Rusia. El 80 % de ese
alimento pasa a manos de los especuladores, la cantidad total per cápita es de 100150 gramos, con la cual no se puede resolver el problema. En las tiendas hace dos
meses que no hay mantequilla ni azúcar. Una caja de chocolate vale más que el
sueldo promedio mensual de un soviético.
Entre las poblaciones se acumula la indignación contra los restauracionistas, lo
cual inquieta a nuestros neoburgueses y a los inversionistas extranjeros.
Por otra parte, la reforma "terapéutica de choque" de Eltsin-Gai-dar permite a los
monopolios foráneos acaparar a bajo precio el conjunto de ramas productivas,
almacenes insustituibles nacionales de riquezas naturales y fuentes de energías y
malversar los resultados del trabajo de las generaciones actuales y anteriores para
convertir al ex país poderoso en un centro de suministro de materias primas y
semicolonia del capital internacional.
Ya en diciembre de 1990, en Bruselas los bancos internacionales acordaron que la
tierra de la URSS se les dará en prenda, no en especie, sino por la forma de
documentos y actas de derecho de administrarla durante 99 años. Está prevista
también la prolongación de ese plazo. A semejanza se negoció Alaska... Tal fatalidad
correrá todo el territorio de la Unión Soviética.
Está madura la tercera etapa crítica del proceso de restauración. El país está en el
umbral del desempleo masivo, que se veía restringido artificialmente adoptando un
carácter encubierto hasta ahora. En concreto, podemos citar como ejemplo: dar
vacaciones en colectivo a todos los miembros de las fábricas pero sin
remuneraciones; recompensar limitándose sólo a los días y semanas de trabajo
incompleto y jornadas reales y retirar a los que no alcanzan la edad de jubilación,
dándoles una pensión insignificante por vejez. Se ha empezado a hablar que ya es
hora de sacrificar a Eltsin en favor del bloque del vicepresidente de Rusia, Rutskoy y
del presidente del parlamento Jasbulatov, adornado por los patriotas contra Eltsin.
Es difícil prever cómo se desarrollarán los acontecimientos en Rusia. El quid de la
cuestión, o sea, la actual vida política, consiste en la reagrupación de las fuerzas de
las clases gobernantes. El neo-burgués comprometido, sobornable, comprador,
prooccidental, cosmopolita acaparó poco a poco la dirección económica destinada al
restablecimiento del capitalismo. El capital nacional obtiene la mayor influencia,
agrupa a sus fuerzas intelectuales, organiza sus partidos políticos y se apodera de los
anillos-clave en los órganos estatales. Si el clan de los restauracionistas
prooccidentales tomaba como su base "democrática" la estructura de la "plataforma
democrática" del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), el capital
nacional de hoy echa apenas sus cimientos sociales, de verdad, los "busca".
Lo que constituye la base ideológica del capital nacional es el nacionalismo. En el
terreno político este presta especial atención al sistema de estado y a los partidos y
movimientos patrióticos.
La base masiva del capital nacional es la capa pequeñoburguesa de la ciudad y el
campo. Hoy sus intereses los representan los partidos socialistas de toda especie, en
particular el Partido Socialista del Trabajo de Rusia.
Siguiendo diversos partidos políticos de esos de "pequeños puestos de venta", el
capital del "partido-nomenclatura" del ex PCUS tiende a unirse con los capitales
nacionales, y ya asimila a una serie de ramas económicas, pero se siente cohibido
ante los locos "demócratas" que traman buscar "fondos del PCUS". La fuerza de este
capital exótico no consiste solo en la económica, sino también en el vínculo que
mantenía con la "asociación" de los dirigentes de las grandes empresas y del
"complejo" de industrias de defensa que no se incorporaban a la "economía de
mercado".
Los "demócratas" que han tomado el poder se apoyan en el plano exterior en el
capital de los países "civilizados" que posee el Fondo Monetario Internacional (FMI)
y en "el grupo de emigrados" del sionismo. Como se ve, nuestro gobierno apoyó la
aventura perpetrada por los imperialistas en el Cercano Oriente en contravención de
los intereses geopolíticos del país. El capital nacional goza del apoyo del "grupo de
emigrados" de Rusia, es decir, del capital de ex terratenientes y burgueses rusos. Hoy
día la idea y la cultura de estos emigrados las introducen con violencia no sólo los
"demócratas", sino también miembros del campo "patriótico", que son opositores
políticos. Pero está de más decir que el patriotismo burgués no se puede liberar de los
marcos de sus intereses, no importa que sean los de la nación, aunque los disfracen
bien.
Además, el capital nacional que intenta reconstruir su base social no vacila en
coquetear hasta con los comunistas. Esto es, desde luego, para tomarse de la mano
con los "moderados", es decir, con los "acompañantes" capaces de auxiliarlos en caso
necesario desde una "consideración táctica".
Es de inocentes creer que los dueños de las sociedades anónimas, o sea, hombres
de negocios de Rusia están dispuestos a dividir el poder con los trabajadores a través
de sus organizaciones políticas. Pero a un "comunista" torpe e inexperto se puede
prometer y otorgar el cargo ministerial. Será, naturalmente, una medida provisional,
para más tarde despojarlo del cargo, con el argumento de la falta de capacidad o
pretextando la derrota del "ideal comunista". Cosas semejantes suceden con
frecuencia. Los "países civilizados" tienen tales experiencias históricas.
Para terminar, el capital "democrático" no cederá el poder sin ton ni son. Lo
testimonia la experiencia en Georgia. Allí Shevard-nadze que tenía la experiencia de
haber "actuado" en el Occidente y 100 mil dólares "ganados" cuando se desempeñaba
como ministro de relaciones exteriores bajo el dominio de Gorbachov "ascendió" al
trono máximo del Estado especialmente preparado por él. El capital nacional fracasó
aquí durante la gobernación del infortunado Gamsajurgia. Precisamente ese capital no
resistió un nuevo modo de pensar destructivo de Shevardnadze, "diplomático
errante". Los habitantes de nuestro país no lo olvidarán, recordando los humillantes
tratados internacionales y sangrientos incidentes provocativos en Osetia, Karabaj y
Tbilisi.
En Azerbaidján, después de la destitución de Mutalibov, la situación política se
inclinó al otro lado, es decir, hacia los burgueses nacionales "patrióticos" que miran
hacia los vecinos países del Islam. Por lo visto, allí Geidar Aliev, "sencillo
muchacho", ex miembro del Buró Político del Comité Central del PCUS está listo
siempre a jugar el rol de "coordinar el equilibrio hacia la parte contraria". Pero, al
igual que Shevardnadze, sin un incidente o provocación militar, no logrará su fin. La
pugna entre los "patriotas" de este estilo en el parlamento y el gobierno de Rusia
demuestra que se aproxima aquí el fin.
Las fuerzas socialistas y las auténticas fuerzas patrióticas lograrán defender el
interés fundamental de los trabajadores, impedir el restablecimiento capitalista y la
capitalización del país, buscar la salida a la crisis y alcanzar en realidad el progreso
social, sólo cuando planteen su política independiente y agrupen en su torno a las
masas, en lugar de encargarse de ministerios de los gobiernos contrarrevolucionarios.
Desde este punto de vista apreciamos los acontecimientos de Moscú del 17 de marzo
de 1992.
Primero que todo es menester subrayar que allí se celebró el VI Congreso de los
diputados populares de la URSS, a despecho de toda clase de maniobras para
impedirlo de las autoridades actuales. Los documentos adoptados en el evento han
reflejado tal como son los principales programas de acción entregados de antemano a
los diputados por el Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión. Es claro que
estos programas expresan el normal estado síquico de las masas y el cambio surgido
en sus conciencias.
Sin tomar en consideración la confrontación global entre el trabajo y el capital no
se puede comprender el motivo básico del separatismo, el sangriento fratricidio y
todos los acontecimientos que ocurrieron en nuestro país después de 1985.
Si asestamos golpes a la grandilocuencia de los pseudomarxistas, el objetivo de
negar la inevitabilidad de la pugna entre los "rojos" y "blancos" está en respaldar el
"cambio de guardia" en las capas dominantes del restauracionismo. Estas, sin pensar
abandonar su vida holgada quieren aprovechar el color rojo de la bandera de la
solidaridad proletaria de los trabajadores para sus intereses egoístas.
El restablecimiento "patriótico" del capital, al igual que el capitalismo
"democrático" es, en principio, contradictorio con la legitimidad histórica del
progreso y, en perspectiva, será más peligroso por su tendencia chovinista y
autoritaria.
En el VI Congreso de los diputados populares de Rusia que acaba de clausurar en
abril, los representantes del capital nacional lograron formar grandes fuerzas
oportunistas contra el actual sistema. Eltsin y su gobierno fueron criticados
severamente. Jasblatoy, "presidente del parlamento" participó también en esa crítica.
Sin embargo, en este evento escasearon energías potenciales políticas para sacar del
poder a los representantes del capital prooccidental y cosmopolítico. Ambas partes se
hicieron mutuas concesiones y compromiso temporal. Eltsin aplazó por un buen
tiempo la transformación de la "república parlamentaria" en la "república de
presidente" y amenazó a dicho congreso diciendo que podría disolverlo pues era en
favor de la "supervivencia" del sistema soviético. Pero prometió aminorar la "terapia
de choque" y la pauperización de la población. Con la introducción del nuevo precio
sobre los combustibles (petróleo, gasolina, carbón y gas) el precio subió de nuevo en
varias veces, después del congreso.
La reconstrucción de la URSS, a nuestro parecer, es posible sólo basándose en los
cimientos socialistas, pues la unidad del país potente y el socialismo son inseparables.
Ningún líder de la burguesía nacional rusa puede alcanzarlo. Antes bien, contagiados
por la ambición del dominio en su esfuerzo por la "única e indivisible Rusia" podrán
arrojar a los habitantes de nuestro país hacia una guerra prolongada chocando con los
burgueses nacionales de los "países soberanos", colegas en el pillaje. Más aún, la
"unidad" de las ex repúblicas soviéticas da la posibilidad a Alemania, EE.UU. y
actuales "países aliados" de la OTAN del pretexto para ocupar varias regiones de
nuestro país.
Sólo cuando Rusia se rehabilite como un estado socialista soviético logrará salvar y
hacer renacer a la URSS. Los trabajadores de las ex repúblicas soviéticas que sufren
penalidades insoportables a causa de la desintegración, ruptura y la "soberanía",
aspirarán a una Rusia soviética. Hoy, ¿quién desea coaligar con Eltsin? Precisamente
a base de este cálculo, Landsbergís de Lituania, Snegur de Moldavia y Kravchuk de
Ucrania plantearon su política separatista. Los trabajadores empezaron a comprender
que sólo en un país potente y unido pueden ganar todas las cosas necesarias para su
seguridad y vida enaltecida. Tal país potente multinacional debe y puede ser un
estado poderoso socialista.
La tragedia principal actual reside en que la clase obrera no juega el rol
protagónico en la sociedad y pierde la organización política apoyada por ella misma.
El PCUS caminó hacia el oportunismo de derecha durante casi 30 o 40 años y
condujo a una serie de sus hermanos partidos comunistas a la sima del vacío político.
En el período de la perestroika de Gorbachov el oportunismo de derecha se
transformó poco a poco en el restauracionismo burgués. El PCUS como partido de
todo el pueblo se liquidó y se retiró completamente de la arena política a causa del
acto traidor de su secretario general. La responsabilidad recae no sobre unos millones
de miembros del Partido comunista, primera víctima de la traición sin precedentes,
sino sobre la dirección oportunista del Comité Central del PCUS que actuaba en la
década de 1960 o 1990.
Coincidiendo con el derrumbamiento del PCUS han aparecido y formado en lo
principal tres grupos de partidos políticos y movimientos. Uno de ellos es en su
esencia, un grupo anticomunista que procedió de la anterior "plataforma democrática"
en el PCUS. Otro es un grupo social-democrático, desgajado del centralismo proGorbachov. El tercero es un grupo comunista, marxista-leninista que fue objeto del
ataque violento por parte de los seguidores de Gorbachov, los perversos "demócratas"
y reformadores.
Después de los acontecimientos de agosto de 1991 los miembros de la "plataforma
democrática" se reorganizaron como partido democrático popular de Rusia libre,
encabezado por el vicepresidente A. Rutskoy. La posición opositora de este partido
consiste en no liberarse de los marcos del liberalismo burgués. Este partido apoya la
privatización y la propiedad privada desde una posición de un partido de la "clase
media de empresarios". Además, persiste en el derecho a los bienes del PCUS,
aunque delimita categóricamente su ideología.
Su línea política no es firme. En los últimos años adopta un matiz patriótico. Se ha
consolidado la base financiera de este partido. El partido democrático popular de
Rusia libre, de Rutskoy, que tiene la misión de respaldar la "reforma impopular" de
Eltsin va a transformarse en fuerza opositora libre contra él. Abandona fraseologías
marxistas, a la vez que recurre al pseudo-patriotismo.
Hoy el partido de trabajadores socialistas de Rusia ocupa con firmeza la posición
central entre los renegados y traidores. Hizo aparición bajo el patrocinio secreto de
los miembros del Buró Político del CC del PCUS, por iniciativa de los burócratas del
partido, diputados, cosmonautas, "marxistas heréticos". Los líderes de este partido,
Roy Medbedev y el profesor A. Zenisov exigieron "abandonar la utópica doctrina
marxista y bolchevique y ser partido de pensar sano". Ellos exhortan al "paso pacífico
del socialismo hacia el capitalismo" y exigen "reforzar la empresa privada en la rama
de los servicios". Según ciertos datos, Gorbachov preparó la base financiera de los
socialistas del fondo del PCUS y les ofreció algunas empresas y cooperativas de
pequeño tamaño.
La tarea básica del partido de trabajadores socialistas consiste en jugar el rol de
freno político entre los que apoyan el socialismo y los restauracionistas del
capitalismo y neutralizar y llevar al caos a todos sus adversarios potenciales.
La dirección de este partido está incorporada al "centro de cerebro" del presidente
de Rusia. Los burócratas del partido que añoran cargos directivos del PCUS
organizaron una serie de partidos comunistas regionales y nacionales como en
Yakutin y la región fronteriza de Krasnoyarsk. Toda su posición política e ideológica
es casi similar a las últimas guías programáticas del CC del PCUS en el período de
Gorbachov.
Como es conocido, estas reflejan que el PCUS se precipita en el democratismo
social y el oportunismo de izquierda. En los partidos comunistas de las repúblicas
soviéticas estaba difundida ampliamente la ideología del comunismo nacional
representada por la posición del nacionalismo burgués.
Este pluripartidismo "comunista" tiene por un lado, el objetivo principal para los
restauracionistas de impedir unirse a base de la plataforma marxista-leninista, a las
sanas fuerzas del PCUS. De otro lado, su aparición sobre la ruina del PCUS es un
fenómeno completamente normal. Hoy se evidencia en forma global la causa de la
derrota histórica y temporal del socialismo en la URSS y países de Europa oriental y
se busca activamente la salida para salvar de la crisis el movimiento comunista
internacional. La potencialidad marxista-leninista del PCUS la heredan y desarrollan
el Partido Obrero Comunista de Rusia y el Partido Comunista Bolchevique de Toda la
Unión.
Este último tiene como orientación principal de su actividad colaborar a la
politización de la huelga de los trabajadores. La huelga general política podrá ser
superior forma constitucional.
Es, además, la última posibilidad y la única oportunidad real de sacar del poder a
los traidores de los intereses nacionales y sociales del pueblo soviético.
A propuesta de los burócratas del partido se plantea el problema de si es preciso
restablecer el PCUS, El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión considera
que hoy el restablecimiento del PCUS es irracional y prematuro.
Sus motivos son los siguientes:
Primero; durante los últimos 30 años en que el PCUS fue el partido gobernante,
bajo su sombra bolcheviques, mencheviques, trotskistas, bujarinistas, nacionalistas,
internacionalistas, patriotas y cosmopolitas, futuros anárquicos, monárquicos,
atamanes de cosacos y virreyes de Eltsin, es decir, el multicolorido del actual
panóptico político coexistían relativamente pacíficos.
Segundo; la dimensión del acto traidor sobre el PCUS no hay que achacarla sólo a
la banda de Gorbachov, Yakovlev, Shevardnadze y Eltsin, aunque con ello es
suficiente para apreciar el estado político de la capa superior de la dirección del
PCUS, y en su conjunto del partido. Además, dentro del CC del PCUS estaban los
que se creyeron herederos de la línea leninista. Sin embargo, cuando la banda de
Gorbachov servía al capital interno y externo, E. Ligachov, Y. Polozkoy, y otros
"fieles leninistas" se acomodan poco a poco a los oportunistas-restauracionistas, para
asegurar "la paz y la unidad en el partido". Como resultado, en la dirección del PCUS
el oportunismo ocupó una completa superioridad cerrando el círculo entre las
políticas del capital y de los "fieles leninistas". De este modo, los miembros del
PCUS llegaron a perder su estado mayor marxista-leninista y el país se sumergió en
el abismo del desastre popular.
Tercero; ahora dentro y fuera del país se encuentran bien muchos ex miembros del
buró político y secretarios del CC del PCUS. Quizas, hoy, ¿cuál de ellos defiende
activamente el ideal de su "juventud revolucionaria y directiva"? Casi ninguno. Ni
aun cuando decenas de miles de miembros veteranos del PCUS desarrollan un duro
combate frente a la contrarrevolución burguesa. Por lo visto, como dicen, "los
cuadros del partido de la joven generación encontraron la gran época".
Cuarto; la mayor parte de ellos, ex miembros de la dirección del partido, o sea
desde los secretarios del CC del PCUS hasta los de los partidos municipales se
dedican casi a sus empresas. Parece que los restauracionistas calcularon precisamente
esto. En las cartas enviadas por las localidades al CC del Partido Comunista
Bolchevique de Toda la Unión se narran muchos hechos que demuestran cómo los
burócratas del partido compiten con los "usurpadores" no sólo en saquear
"patrimonios" de la URSS, sino también en el modo de vida. (Aun antes de la
perestroika existió el modo de vida pequeñoburgués o burgués.)
Quinto; sobre las ruinas del PCUS han aparecido y actuado una serie de partidos.
Unos rompieron con el marxismo-leninismo; otros, reflejando la posición de "dueños
de pequeños puestos de venta" ayudan a los restauracionistas de "derecha" o
"izquierda" centrales; y los terceros defienden la posición de la clase obrera y
respaldan a los partidos de tipo leninista. Es natural no lograr el consenso entre
dichos partidos, por más que se empeñen en elaborar programas, estatutos y
manifestaciones y concordarse en ello. Aumentar las filas de los comunistasnacionales, con su nacionalismo inveterado. Unirlos a todos bajo el techo del "único
PCUS" es una utopía perjudicial, lo cual resultará fraguar un "Arca de Noé", donde se
enfrasquen en interpretar las relaciones entre los "hombres puros" e "impuros",
olvidándose de la misión histórica del PCUS. También la ambición personal de los
cada vez más crecientes "líderes" hará su aporte para derrocar al partido.
Sexto; el PCUS se disolvió, de hecho, no forzadamente, sino por sí mismo,
entregando a las nuevas autoridades sus finanzas, editoriales, su edificio y hospital.
Gidaspov, jefe del partido de Petersburgo ofreció a Sobchak 65 millones de rublos de
los fondos del partido y no apareció en el Smolny cuando éste fue secuestrado.
¿Cuántos de esos tipos habrá en escala nacional? Ninguno de ellos intentó exhortar a
comunistas y soviéticos a ayudar a poner coto al saqueo de bienes del PCUS, si no
era posible impedirlo. Es obvio que no necesitan el apoyo del pueblo o tienen miedo
a éste.
Séptimo; quedará para siempre como ignominiosa mancha para el PCUS que los
poseedores del carné del partido, más de dos tercios de los diputados populares de la
URSS y de la República, votaron fielmente por todas las actas anticonstitucionales
que permiten la restauración burguesa. Entre ellos no hubo ni un comunista que
admitiera, como expresó Lenin, el "cretinismo parlamentario". ¡Cuan rápido es el
ritmo de la perestroika en el personal periodístico "principal" de "Pravda" y otras
publicaciones del partido...!
A pesar de todo, el Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión se opone
categóricamente a todos los intentos de identificar a millones de comunistas fieles al
pueblo con quienes han abandonado los ideales del partido leninista, es decir, han
traicionado a las masas trabajadoras.
Consideramos y apreciamos también anticonstitucionales y antigubernamentales
los decretos del Presidente de la URSS del 24 de agosto y del Presidente de la RSFSR
del 25 de agosto del 1991, los cuales pusieron fuera de la ley las actividades del
PCUS y violaron groseramente los derechos políticos de sus miembros.
En las actuales condiciones en que se producen divergencias y vacilación, con el
renacimiento del PCUS no es factible dar ayuda para fortalecer la unidad de los
comunistas y elevar la combatividad de sus filas. La comunidad actual de burócratas
del partido y empresarios que tienen el plan de hacer renacer al PCUS de manera
artificial no puede nada más que fundar un partido neoperestroika "super-clasista"
que heredará inevitablemente los crímenes de la dirección en pro de Gorbachov. Hoy
se plantea como un problema apremiante no el orden del día del XXIX Congreso del
PCUS, sino la unidad de acción de todos los miembros del partido comunista en la
lucha contra los restauracionistas del capitalismo y sus lacayos.
La contrarrevolución salió de la esfera de nuestro país. El derrumbe temporal del
socialismo en la URSS y el acto traidor contra el pueblo en los países europeos que
pertenecían a la ex comunidad socialista trajeron como resultado debilitar el
movimiento comunista internacional y cambiar vertiginosamente la correlación de
fuerzas en favor del imperialismo. Se rompió el equilibrio de fuerzas existente en el
mundo. Potencialmente aumentó el peligro de desatar la tercera guerra mundial.
Ahora, bajo la supuesta consigna de la justicia y el humanismo se reexamina el
resultado antifascista de la época de la Segunda Guerra Mundial. Junto con el
Cercano Oriente se creó el origen de la peligrosidad de la guerra en los Balcanes,
Europa central y en nuestro país, donde se va perfeccionando la ruptura del poderoso
país socialista al liquidar las fuerzas armadas soviéticas que han venido garantizando
durante 50 años no solamente la seguridad del país, sino también la causa de la paz
del mundo.
En la actualidad, para las personas progresistas tienen especial significación los
países que construyen el socialismo en Asia oriental y Asia sureste, y la Cuba heroica.
Precisamente hoy el imperialismo concentra su golpe y actividades destructivas
contra ellos. Sobre los hombros de los pueblos y comunistas de estos países se ha
recargado la responsabilidad histórica más pesada de mantener firme el socialismo,
no permitir el oportunismo en su partido y asegurar el avance continuo hacia el
socialismo y el comunismo.
En la hora actual los comunistas y revolucionarios del mundo, el movimiento
comunista internacional y obrero, deben dar apoyo total a todos los países que
construyen el socialismo y defenderlos del ataque y la provocación del imperialismo,
siguiendo los principios del internacionalismo proletario. Por otra parte, la
consolidación del socialismo en Asia y América Latina dará a su vez una sana
influencia al proceso que se produce en la URSS y los países de Europa Oriental.
Estamos convencidos que el socialismo mundial saldrá más firme y sólido de esta
crisis, limpiándose de la inmundicia del oportunismo y revisionismo. Para ello están
todos los fundamentos subjetivos y objetivos. Nadie nos perdonará a nosotros,
comunistas, si no los aprovechamos.
Para terminar, me detengo en el problema de si tendrá perspectiva real la
restauración del capitalismo en la URSS. Pensamos que aunque hoy los eventos se
desarrollan dramáticamente, para los restauracionistas del capitalismo no existe ni
tampoco podrá existir ninguna perspectiva histórica, pues actúan en contravención de
las tendencias principales del desarrollo de la sociedad humana. Veamos elementos
particulares.
Primero; la tendencia general del desarrollo de las fuerzas productivas está ligada
por doquier con la concentración productiva, su internacionalización. Pero en nuestro
país se vino abajo el único complejo productivo-económico del país y, al contrario, se
efectúa el proceso de la descentralización de la producción y posesión y los roban
cada cual a su manera por unidad de naciones-regiones. Abandonamos incluso el
único sistema energético que otorga la superioridad de maniobrar la energía eléctrica
para todo el país. Y se concentra sólo capital, separado de cimientos productivos, lo
cual confirma su carácter criminal, saqueador y especulativo.
Segundo; en transnacionales monopolios se introduce la planificación económica,
pero la negamos desdeñosamente considerándola "residuo del socialismo". De este
modo, nos incapacitamos de librarnos del atraso científico y técnico y como
consecuencia, nuestros artículos son incompetentes en los mercados mundiales,
durante mucho tiempo. En fin, se hizo cosa natural el "despilfarro de cerebros" en las
ramas que hace poco ocupaban el primer puesto.
Tercero; en las sociedades con las mismas condiciones social-económicas, por el
simple motivo económico de la necesidad de la fluidez libre de capitales y fuerzas
laborales la frontera pierde la significación anterior. No obstante, en nuestro país se
establecen esas fronteras en lugares innecesarios. En la época de la revolución de las
ciencias y técnicas el fraccionamiento económico y político significa el desastre, pero
continuamos avanzando por el camino de cerrar la puerta, como si aspiráramos a
volver a la época de los príncipes feudales.
Cuarto; el progreso histórico borra objetivamente el límite entre las clases y capas,
con tendencia del movimiento hacia la homogeneidad social. Hoy también el capital
monopolista insiste en la igualdad formal de las capas sociales, planteando la
exigencia hipócrita sobre la defensa de los derechos humanos. Bajo esta consigna
logramos hacer renacer a neoburgueses y regresamos por los abiertos antagonismos y
la oposición directa.
Quinto; de siglo en siglo, de década en década se elimina la agudeza de la
oposición racial y nacional. En la relación étnica el límite racial y nacional se anula,
se iguala y se elimina.
Al capital monopolista le da lo mismo quién le sirve. Pero nuestros burgueses en el
poder no sólo separan al pueblo, sino también incitan a pelearse unos contra otros.
Puedo enumerar de continuo tales hechos, pero basta con estos para concluir sobre
la incompatibilidad entre tendencias principales del desarrollo humano y todas las
políticas restauracionistas. En efecto, quienes frenan este desarrollo y ponen trabas al
progreso serán arruinados por él mismo. Mas, esto no se logrará por sí solo, sino con
el combate de masas por su derecho político y económico. Nuestra tarea consiste en
revelar los mitos retrógrados de los restauracionistas del capitalismo en apoyo de las
leyes de la historia, desatar los nudos políticos apretados por los reaccionarios y
asegurar la superioridad económica y el incremento del bienestar de quienes
dedicándose a la producción social no oprimen ni saquean a los cercanos.
Todos estos pensamientos siembran optimismo en los que exteriorizan a conciencia
el proceso histórico objetivo e inconsciente y les intensifican la convicción de la
justeza de su causa y la inevitabilidad del triunfo del pueblo laborioso en el combate
contra los reaccionarios internos y externos.
Las leyes históricas se aplican en el socialismo y el comunismo. Por más que sea
dramática la situación de hoy, el imperialismo será derrotado inevitablemente.
En el esfuerzo por la causa de la paz, democracia y el socialismo la última palabra
pertenecerá al pueblo. ¡Esta causa es justa y la victoria será del pueblo trabajador!
¡Enarbolemos más alto la bandera de la solidaridad proletaria de los trabajadores! ¡La
victoria será nuestra!
EL ANTISTALINISMO, CABALLO DE TROYA EN EL
MOVIMIENTO COMUNISTA DE LA SECUNDA MITAD DEL
SIGLO XX
Discurso pronunciado en Bélgica, mayo de 1992
¡Respetables señoras y señores aquí presentes! ¡Estimados camaradas!
Pronunciando ante ustedes sobre este problema quisiera subrayar que abordo a este
tema partiendo de la necesidad de la lucha actual contra la restauración del
capitalismo en la URSS y de las actividades del Partido Comunista Bolchevique de
Toda la Unión, en cuyo cuerpo dirigente me encuentro.
Consideramos que el anticomunismo en los países de la llamada Comunidad de
Estados Independientes exige la más profunda atención y puede ser superado
críticamente sólo a base de los más serios fundamentos científicos del examen
histórico en todos los perímetros de las ciencias sociales. Es necesario un tratamiento
sin prejuicios del amplio archivo de materiales y otros documentos para tener una
plena imagen sobre los procesos contradictorios sucedidos en nuestro país y en el
movimiento comunista internacional en el período de transición del capitalismo al
socialismo en la URSS. Ahora se puede hablar sólo acerca de algunos accesos para
resolver los asuntos presentados. La falsificación de la historia de la construcción
socialista ha ido tan lejos que se necesita un tiempo considerable por superarla y
sacar la conclusión y la apreciación concretas. Actualmente deben ocuparse de esto
no sólo los comunistas soviéticos sino también todos los partidos marxista-leninistas
que dirigen la lucha por el poder de los trabajadores.
En 1985 junto con la perestroika de Gorbachov, en las páginas del publicismo
científico-político ha aparecido el término "stalinismo", que los seudodemócratas y
revisionistas describieron como una antípoda del Leninismo. Según esto, el
"stalinismo" fue presentado como el freno al desarrollo y a la renovación del
socialismo.
Como es sabido, I.V. Stalin nunca utilizó términos semejantes, sino subrayó
siempre que él mismo era un alumno, es decir, un continuador del trabajo de V.I.
Lenin. El carácter abiertamente anticomunista del ataque al "stalinismo" obligó hasta
a Gorbachov a emitir su opinión acerca de este problema. En 1986, respondiendo a
las preguntas del periódico "L'Humanité" sobre "la superación de los residuos del
stalinismo", declaró: "El 'Stalinismo' es una noción ideada por los adversarios del
comunismo y se utiliza ampliamente para denigrar a la Unión Soviética y el
socialismo en conjunto." (M. Gorbachov, Discursos y artículos escogidos, Politizdat,
1987, T. 3, Pág. 162.) Es evidente que en esta respuesta él reflejó la amplia
comprensión de muchos comunistas soviéticos de que el estancamiento en la década
de los 80 en la URSS estaba vinculado no con Stalin, sino con la dirección
oportunista de Kruschev, quien abrió el camino a la aparición de estancamiento del
período de Breznev. La preparación ideológica de la histeria antistalinista necesitó
tiempo.
Pero después de un par de años, Gorbachov comenzó a hablar de los "delitos de
Stalin", cambiando la palabra "stalinismo" con el término de "stalinidad", del mismo
sentido. A la histeria antistalinista fue dada la "luz verde". La campaña ha adquirido
perfectas formas partidistas y estatales. Por lo tanto, cuando yo, en mi artículo "No
puedo ceder en los principios" cité la apreciación de actividades de Stalin, hecha por
Churchill, tanto yo como el periódico "Sovietskaya Rossiya" que publicó mi artículo
en marzo de 1988, fuimos objeto de acusación por parte del CC del PCUS, los
órganos estatales, los hombres de cultura y todos los medios de información masiva.
Como está claro ahora, sobre este problema sesionó dos días el Buró Político, el cual
encargó a A.N. Yakovlev, entonces secretario del CC del PCUS de dar respuesta en el
"Pravda" a la "autora del manifiesto de las fuerzas antiperestroika" y "stalinistas".
Esta historia no sólo reveló la esencia clasista de la perestroika de Gorbachov sino
también el verdadero valor de su idea del pluralismo.
Nosotros consideramos que los términos "stalinismo" y "stalinidad" son por igual
no científicos, desempeñan la función de argumentación del anticomunismo. Junto
con esto, pienso que es del todo justo hablar del régimen de la dirección partidistaestatal de Stalin, condicionada por las peculiaridades de la construcción del
socialismo en un país. Estas peculiaridades tuvieron un carácter objetivo y estaban
relacionadas con las de la revolución proletaria y la lucha de clases en Rusia, las que
debieron tenerse en cuenta.
Está claro que tal como la Gran Revolución Burguesa Francesa del siglo XVIII, así
también la Revolución Socialista de Octubre en Rusia tuvieron un carácter clasista,
de confrontación, que reveló claramente los límites sociales, la posición política, la
oposición ideológica de las clases que se hallaban en feroz combate. Y, esto, sin
considerar el hecho de que la revolución proletaria en Rusia triunfó en un país de
nivel mediano de desarrollo socio-económico, donde la clase obrera no constituía la
mayoría de la población, donde ni "se había cocido" en la caldera fabril debido al
vínculo sanguíneo con las masas de millones de campesinos que padecían de la cruel
explotación de los terratenientes. Con otras palabras, la revolución proletaria ha
logrado la victoria en un país campesino pequeñoburgués.
El derrocamiento del gobierno provisional burgués del 25 de octubre de 1917, fue
una revolución sin el derramamiento de sangre.
En total, hubo pocas muertas, heridas y violadas entre las defensoras del Palacio de
Invierno, sede del gobierno, a la que nadie quiso defender. Pronto el poder fue
entregado al Soviet de los diputados de los obreros, campesinos y soldados en todo el
país. Se libraron insignificantes combates en Moscú. Desaparecieron de la arena
política 39 partidos burgueses y 7 de nobles y terratenientes. Se incorporaron los
demócratas pequeñoburgueses, incluidos los mencheviques y eseristas, en la
construcción de Soviet, primer gobierno revolucionario dirigido por los bolcheviques
encabezados por Lenin. Se dieron los primeros pasos difíciles para la construcción
del Estado de los obreros y campesinos. Todo resultó nuevo y no predicho.
En sus obras, hasta la primavera de 1918, Lenin trazó tareas fundamentales en el
camino a la construcción del socialismo, es decir, el camino pacífico de la revolución
proletaria. En ellas se incluían no sólo los métodos de competir con los burgueses,
sino también el aprovechamiento de estos mismos bajo el control del gobierno
obrero-campesino. Sin embargo, este plan no fue llevado a cabo. Las clases
aplastadas por la revolución no quisieron hacer compromiso con el nuevo poder. Ellas
consideraron a la revolución de los bolcheviques como un engañoso arrebatamiento
del poder, como acciones que no tenían el futuro. Seguros de su absoluta superioridad
sobre el gobierno de los obreros y campesinos, la burguesía y los terratenientes, con
ayuda del capital internacional desataron la guerra civil y la intervención extranjera.
La confrontación del trabajo y el capital adquirió la forma armada y los frentes de
guerra se extendieron a tres cuartas partes del territorio nacional.
Cuando con la ayuda de la marcha de Antantos y el Ejército Blanco no lograron
derrocar el Poder Soviético, la burguesía pasó a la táctica de "guerras pequeñas",
donde por medio de motines y rebeliones antisoviéticos se esforzó por destruir la
unidad combativa de los obreros y campesinos. En 1920 fueron arrasados Don y
Siberia, Altai y Ucrania, Tambovchina y Cuban. La culminación de la "guerra
pequeña" fue la rebelión de Kronstadt en marzo de 1921, después de la cual ella
inició la bajada, pero sus residuos aparecieron en las regiones fronterizas hasta los
años 30. A través de las fronteras de Finlandia, Polonia, Afganistán y Manchuria
infiltraron en el territorio de la URSS decenas de miles de bandidos, armados con
sables y bayonetas. Se tiñó de sangre toda la frontera del país. Se destruyeron todas
las organizaciones partidistas y fueron quemados todas las aldeas y pueblecitos,
surgieron cientos de miles de huérfanos y viudas.
En 1921 la llamada política de "comunismo de guerra" practicada debido a la
guerra civil fue cambiada por la nueva política económica (NEP) que descuajó las
raíces antisoviéticas de las "guerras pequeñas". Sus iniciadores se retiraron más allá
de su cordón, de donde cometieron la incursión. La nueva política económica mudó
el filo de la confrontación clasista a la competición económica. La burguesía recibió
la libertad económica de empresa, pero con la esperanza en la restauración del
capitalismo no renunció a la táctica de "guerras pequeñas", cambiándola por "la
contrarrevolución tranquila". A través de sus medios de información masiva divulgó
la restauración de la ideología burguesa. Los inteligentes burgueses sabotearon los
planes de reconstrucción del Poder soviético, se extendieron el sabotaje, las acciones
de zapa y huelgas de profesores. Quemaron las industrias petroleras, los almacenes de
cereales, se descarrilaron trenes, se hundieron las minas de carbón y se detuvieron las
cintas transportadoras de fábricas. Sucedió todo. Esto causó a las gentes penas y
dolores, que las alimentaron de odio a los enemigos clasistas.
Al principio, eran objeto de la actividad de la "contrarrevolución tranquila" el
aparato estatal y las organizaciones económicas. Después, la "contrarrevolución
tranquila" se trasladó al partido y al ejército, donde por todos los medios trató de
provocar y fomentar el descontento de la dirección partidista, de la dirección de
Stalin quien juró ante el ataúd de Lenin que guardaría la unidad del partido,
fortalecería la dictadura del proletariado, la alianza obrero-campesina, la unión de las
repúblicas, el Ejército Rojo y sería fiel a los principios de la Internacional Comunista.
No sólo juró sino que también hizo todo lo posible para realizar su juramento en la
vida.
¿Por qué, después de Lenin, se alzó Stalin a la dirección del partido y el Estado?
Los anticomunistas describen esto como una intriga, una astucia georgiana capaz de
quitar de su camino a los rivales, etc. Esto no concuerda con la realidad. A principios
de 1924, en el partido bolchevique había sólo un dirigente que declaró abiertamente
que seguiría invariablemente el camino de Lenin. Trotsky disputó con Lenin diciendo
como si hubiera jugado el papel directivo en la victoria de la revolución y la guerra
civil, y sus partidarios pusieron su nombre más arriba del de Lenin. Bujarin teorizaba
y tergiversaba confusamente con su publicismo claro, pero no profundo. Zinoviev y
Kamenev, a pesar de que se autodenominaban como "amigos de Lenin" en el tiempo
de la emigración, en el partido recuerdan su papel de dos caras en vísperas del
levantamiento armado en Octubre de 1917. Ninguno de ellos había dicho que estaba
listo para seguir consecuentemente el camino de Lenin. En ninguno, excepto en
Stalin, confiaban el partido y la clase obrera. Su apoyo sirvió a la victoria sobre los
oportunistas derechistas e "izquierdistas".
La lucha dramática por el socialismo en la sociedad y la derrota de los elementos
burgueses y pequeñoburgueses fue reflejada como en el espejo en el combate interior
del partido contra los trotskistas, zinovievistas, bujarinistas y otros oportunistas. Se
trataba de la más compleja y contradictoria etapa que determinaba los éxitos de la
industralización, la cooperativización de la economía rural y la revolución cultural
socialista. La lucha contra los oportunistas era de especial peligrosidad cuando en
Alemania llegó al poder Hitler y fue claro que la guerra era inevitable.
Especialmente, la lucha dentro del Partido se complicó después del asesinato de
Kirov. Kruschev y los anticomunistas culparon de esto a Stalin, pero la causa no fue
aclarada definitivamente y era forzoso reconocer pronto que Stalin no tuvo ninguna
relación con ello.
Como dijo más tarde Davis, entonces embajador norteamericano en la URSS, y
jurista norteamericano participante en todos los procesos de Moscú en 1937, se inició
la limpieza en la retaguardia, de la "quinta columna" (agentes y saboteadores) en
vísperas de la guerra inevitable. La limpieza concernió a un gran número de personas
y no evitó la infracción de la legalidad socialista. Como hoy, este problema constituye
el punto central de la propaganda anticomunista, me permito a referirme más
detalladamente a ello. El pleno del Comité Ejecutivo Político de la Asociación de
Toda la Unión Soviética "Edinstvo-por el leninismo y los ideales comunistas" tomó el
27 de enero de 1991 la Declaración: "Sobre la actitud hacia la campaña para la
rehabilitación de los castigados por el crimen de lesa patria en las décadas de los 20,
30, 40 y 50."
Se habla en ella que la ruidosa campaña por la rehabilitación de las "víctimas de la
represión de Stalin" constituyó uno de los trucos claves de la perestroika de
Gorbachov. La demagogia de sus inventores puede servir como patrón histórico de la
hipocresía social y el engaño jesuita. En efecto, la encarnizada lucha de clases bajo el
principio de "¿quién a quién?", que lleva a la pérdida a ambas partes antagónicas, la
consideran los pequeñoburgueses como una arbitrariedad lúgubre y terror de los
"rojos" que se hallan en el poder. Los hechos de castigo por el crimen contra la patria
los apartan del contexto histórico, los observan a través del prisma de otro tiempo. En
lugar de estudiar en unidad dialéctica la lucha política clasista y los delitos comunes
aparecidos en ese curso dirigen la atención sólo a los temas biográficos aislados, no
relacionados con la lógica de esta lucha política, llamando a derramar lágrimas a los
actuales pequeño-burgueses y excitando a las gentes de negativa actitud respecto a la
revolución del pasado.
Según esa concepción, los trotskistas y otros como zinovievitas y bujarinistas se
presentan como ovejas inofensivas, destrozadas por los lobos. Esta abierta mentira no
necesita una especial refutación, pues ya hace tiempo fue refutado por miles de
documentos y testimonios de personas de aquel tiempo. Al CC del PCBTU llegan
centenares de cartas de gran número de personas que directamente sufrieron los
terrores de los guardias blancos, kulaks, basmaches y nacionalistas. Los roles de
cómplices de esos enemigos los desempeñaron entonces los arribistas y coyunturistas,
los burócratas e intrigantes, los cobardes, aduladores y degenerados, todo un
panóptico abigarrado de infames, más tarde se hicieron la columna principal en el
período de la perestroika de Gorbachov y la restauración postperestroika. Por
ejemplo, los ex generales del Comité de Seguridad del Estado (CSE) Kaluguin y
Sterligov continúan hoy el trabajo de los traidores de los años de 20-40, siendo
inscritos por los gorba-chovistas en la nómina política como "combatientes contra el
stalinismo".
Una mujer de Siberia me escribió que su padre fue encarcelado por el jefe de
milicia, quien fue revelado más tarde por los ciudadanos como ex oficial del Ejército
Blanco del general Kolchak. Una semana atrás nos llegó una carta de un veterano del
partido de Nizni Novogorod. El escribe del fenómeno divulgado a finales de la
década de los 30, que se llama "autoliquidación de los kulaks". Su esencia está en que
los campesinos acomodados, sin lamentarse del Poder Soviético, pero odiando al
koljoz, vendieron su hacienda y se fueron a la ciudad, aunque nadie los tocó ni
oprimió. Tales personas se calculaban en centenares de miles.
En aquel tiempo, no concedieron importancia a tal fenómeno, pero hoy los
consideran a todos ellos como los kulaks liquidados, si bien ninguno de ellos fue
expropiado. En los años de los planes quinquenales y de la construcción del koljoz
ellos y sus hijos fueron a trabajar en las fábricas y minas. Por eso mostraron especial
actividad, por todos los métodos, esforzándose por penetrar en el poder e infiltrarse
en el partido, en el Comisariato del Pueblo de Asuntos Interiores (CPAI) y los
órganos de ciencias. Alcanzaron mucho para sí aunque odiaban todo lo soviético. Se
operó un gran cambio en la distribución de las fuerzas clasistas en la URSS a favor de
los hijos de "antiguos".
Exactamente a tales hombres pertenece el general coronel Dmitri Volkogonov, ex
subjefe de la Dirección Política General del Ejército Soviético, ahora asesor principal
de Eltsin en los asuntos militares, quien hasta hoy busca la tumba de su padre
liquidado como kulak. ¿Cuánto habrá mentido en su curriculum vitae este "generalpropagandista", que "desenmascara" con celo a Lenin, Stalin, el socialismo y el
comunismo en sus míseros libros. El no se siente ninguna timidez en declarar que al
principio fue "stalinista", después leninista, pero más tarde, de repente, "recobró la
vista" y comenzó a llamarse anticomunista y víctima de la liquidación de los kulaks.
Me ha dicho el nieto de Stalin, Eugenio Dzugashubili (coronel, profesor en la
Academia militar) cómo, recibiendo el examen de posgraduado del marxismoleninismo, el profesor Volkogonov le había adulado y le puso la nota de sobresaliente,
sin interesarse en realidad por su conocimiento.
El autor de la carta de Nizni Novogorod citó el ejemplo de su vecino, coronel
pensionado, cuyo padre fue liquidado como kulak, pero él fue enviado de la fábrica al
órgano del Comisariato del Pueblo de Asuntos Interiores, donde ascendió de un
miembro de fila a un jefe de sección. Hoy, este ex "chequista", liberado por la
perestroika maldice a Lenin, Stalin y el Poder Soviético y exige la disolución de los
koljoces y sovjoces. ¿No fueron tales "chekistas" los que hicieron girar el volante de
represión, listos para ganarse los favores y buscar "espías y saboteadores" en cada
brigada de koljoz, reclamando sus hazañas en descubrimiento de "enemigos"? ¿Cuan
muchas desinformaciones habrán llevado tales personas a la dirección del país? Esto
fue una venganza clasista contra la gente soviética, de parte de los "antiguos", la cual
hoy se presenta como el terror de los comunistas. ¿Cuántos de esos "vengadores"
fueron objeto de represión después del pleno del CC del Partido Comunista de Toda
la Unión(Bolchevique) en 1939, cuando los órganos partidistas comenzaron a
examinar semejantes actividades? Responsabilizándose severamente de tales cosas
fueron fusilados también los ex miembros del CP AI Yagoda y Ezov.
A causa de esos viles hipócritas y traidores miles de personas, verdaderamente
fieles a los ideales del socialismo y al Poder Soviético, perdieron la libertad y hasta la
vida. Sin embargo, ellos fueron no sólo víctimas de la arbitrariedad, sino también
combatientes honrosos caídos como resultado de la intriga del enemigo de clase que
abusaba de la imperfección de la legalidad, del procedimiento judicial, del
pertrechamiento técnico del sumario y de la intransigencia de la lucha de clases de
entonces. Hoy, en unas campañas, Eltsin y su compañía rehabilitan a esos "abnegados
luchadores" por el socialismo, junto con los guardias blancos y verdugos fascistas
contra quienes llevaron a cabo en un tiempo una lucha sangrienta. Esta rehabilitación,
como se dice, el "variante de cero" tiene el fin de nublar el hecho mismo de la lucha
de clases en el pasado, comprometer la misma idea de defensa de los intereses
clasistas de los trabajadores en la actualidad y reavivar las "teorías" revisionistas y
capitulacionistas llamadas hoy a servir a la contrarrevolución en ofensiva. Queda
únicamente el alzar a Hitler al pedestal de las "víctimas de la represión stalinista".
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión se pronuncia por el
incondicional e inmediato restablecimiento de los honestos nombres de quienes
combatieron con ardor por la causa del socialismo y cayeron en esta lucha, siendo
víctimas del complot y delación, pero nosotros rechazamos decididamente la
rehabilitación de quienes tramaron intriga contra su pueblo y pasaron al lado de su
enemigo, como parásitos, asesinos, espías y saboteadores. Estos no pueden ser
perdonados. Un sabio dijo: Si exaltas la traición, espera desgracias.
Nos escribieron a menudo inclusive los exencarcelados que cumplieron su
condena. Ellos desmienten la afirmación de los periódicos seudodemocráticos que
escriben que en los campos de concentración estuvieron solamente los inocentes. Uno
de los exencarcelados afirma que en uno de los mayores campos donde él estuvo, no
hubo casi ningún inocente. Ellos fueron enemigos implacables del Estado Soviético,
que continuaron su acción de zapa inclusive en la cárcel. Yo también, aclara el autor
de la carta, estuve en la cárcel por mi delito. Hace poco a uno de nuestros periódicos
llegó uno de entre las "víctimas de la represión stalinista", quien comunicó que a él
también lo han rehabilitado y le han dado el privilegio como sufrido por el Poder
Soviético. A pesar de que él, en aquel tiempo, estuvo encarcelado por delito de haber
matado a su mujer y no por el crimen político o el de lesa patria... Al parecer, con tal
método los gobernantes actuales consolidan la base social de la restauración.
La "tranquila contrarrevolución", apoyada en los años 30 en los elementos
oportunistas dentro del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión sufrió otra
vez el fracaso. El capital internacional puso otra vez sus esperanzas en la lucha
armada contra el único país socialista que se hallaba en su cerco. En aquel entonces
todas las actividades de la política exterior de los países occidentales se dirigieron a
sacar a Hitler a la frontera de la Unión Soviética y empujarlo a la agresión. Bajo las
botas fascistas chirriaron las fronteras de Austria, Checoslovaquia, Grecia, después
Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, Francia y Yugoslavia. En vísperas del inicio
de la Segunda Guerra Mundial la concertación del pacto de no agresión con Alemania
según la prudente diplomacia de Stalin-Molotov aplazó en un año y medio (!) el
ataque de Hitler a la URSS. No todos en Europa comprendieron correctamente este
paso; algunos acusaron a Stalin de haberse acordado con Hitler.
La URSS se preparó intensamente para rechazar la agresión. Los diplomáticos
desplazaron las fronteras por donde podía iniciarse el ataque a nuestro país. Esas
fronteras fueron retiradas 200-300 km hacia el oeste desde Leningrado, Kiev, Minsk
y Odesa. En fin, el 22 de junio de 1941, el terrible golpe de los agresores nos cogió a
cientos de kilómetros hacia el oeste de las anteriores fronteras del país, desde donde
se desarrollaron los primeros combates desfavorables para el Ejército Rojo. No
importa cómo los aprecian, pero en su paso fueron quitadas 2 de las 6-8 semanas
concedidas a Wehrmácht, según el plan de "Barbaroja" de la guerra relámpago en la
URSS. Estas dos semanas nos permitieron concentrar las fuerzas y prepararnos para
el combate en los contornos pantanosos delante de Leningrado, y cerca de Smolensk,
Kiev, Odesa, Murmansk, quitando a los agresores 4-5 semanas más, tiempo veraniego
muy precioso para ellos. Si no hubiéramos ganado este tiempo, no habríamos podido
rechazar esa batalla relámpago, ni imponer la guerra a los hitlerianos en condiciones
invernales para las cuales no estaban preparados.
El llamado "pacto Molotov-Ribbendrop", que en la actualidad recibe de todas
partes un golpe injusto, nos ayudó a ganar futuros aliados según la coalición
antihitleriana, los cuales hasta 1939 no estaban preparados para ello. Gracias a este
pacto, el imperialismo mundial no pudo formar la coalición antisoviética aunque el
ataque de Hitler a la URSS fue apoyado por los ejércitos de Italia, Rumania, Hungría,
Finlandia y España. Como resultado del pacto tampoco el Japón militarista decidió
comenzar la guerra contra la URSS, lo que nos favoreció evitar la guerra en dos
frentes, la cual hubiera podido ser fatal para nuestro país.
Las exageraciones de la personalidad de Stalin y sus compañeros de armas en el
período pre y postbélico exigen hoy analizar sin prejuicios los resultados de la
campaña antistalinista, pues sus consecuencias constituyeron pérdidas no sólo para la
URSS sino también para todo el movimiento obrero y comunista mundial. Stalin
quedará para siempre en la memoria de las posteridades como el Comandante
Supremo de las Fuerzas Armadas que hizo el aporte decisivo a la derrota de los que
pretendieron a la dominación mundial. Estas no sólo salvaron al pueblo soviético sino
también a toda la humanidad del genocidio de Hitler. Muchas gentes estaban
predestinadas a quemarse en los odiosos hornos de Oswiecim y Maidanek.
Otra tentativa de borrar el socialismo de la faz de la Tierra con la guerra fue
fracasada. De nuevo entra en vigor la táctica de la "contrarrevolución tranquila"
pasando por las fases de la "guerra fría" y de la atenuación de la tirantez. Dijeran lo
que dijeran los anticomunistas, la Unión Soviética, creando sus armas coheterilnucleares, a precio del estancamiento en el crecimiento del bienestar de sus
ciudadanos, hizo imposible el desencadenamiento de la tercera guerra mundial. El
papel de Stalin en este problema fue colosal.
A pesar de innumerables pruebas sufridas en aquel tiempo por la Unión Soviética,
millones de hombres soviéticos estaban llenos del optimismo social, basándose en la
confianza en el futuro. Fue especialmente alta entre el pueblo la autoridad del Partido
Comunista Bolchevique de Toda la Unión y la dirección del partido y el Estado
encabezados por I.V. Stalin. La valentía y audacia mostradas en los combates contra
el enemigo, la conciencia del deber social, la firme voluntad, la inflexibilidad en la
superación de las dificultades, la iniciativa y abnegación, la disposición de
enfrentarse al riesgo y asumir la responsabilidad; tales fueron rasgos fundamentales
de la gente soviética nacida en la nueva época. Estos rasgos fueron probados en los
años de la guerra y de los planes quinquenales.
Junto con esto, no puede menos de tenerse en cuenta que la Segunda Guerra
Mundial causó a la URSS incontables e insustituibles pérdidas materiales y humanas.
En los campos de combate quedó caída la nata del Partido Comunista Bolchevique de
Toda la Unión, tres de los cinco millones de comunistas, la más activa y abnegada
parte en la construcción y defensa del socialismo. La guerra obligó al Estado
soviético postergar considerablemente la realización de las tareas urgentes por el
desarrollo del socialismo y el mejoramiento del bienestar del pueblo.
Sin embargo, ganando la victoria sobre el enemigo, el socialismo recobró sus
fuerzas y en el primer decenio postbélico restableció la economía nacional destruida
por la guerra, alcanzó un avance cualitativo en el desarrollo de la producción
industrial, no toleró el retraso con respecto a los países capitalistas avanzados en los
progresos científico-técnicos con los primeros envíos del hombre al Universo, y creó
las ramas enteras para el uso pacífico de la energía atómica. En la década de los 50, el
país ocupó el primer lugar en Europa y el segundo en el mundo en cuanto a la
producción industrial, pero el tercer lugar en el mundo en lo que se refería a la
productividad del trabajo en la industria. Estos avances en el paso del arado de
madera a la instalación nuclear llevaron a la URSS a la fila de superpotencias
mundiales. En el extranjero se hablaba del "milagro ruso". Se elevó
inmensurablemente la autoridad de Stalin, cuyo nombre lo relacionaban, con plenos
fundamentos, con los éxitos históricos de la Potencia.
Junto con esto, en la década de los años 50 se amontonaron los problemas,
principalmente, en la planificación y administración de la economía nacional.
Detengámonos un momento en algunos de esos problemas.
Primero, el crecimiento de la producción ha complicado mucho la planificación en
escala de todo el país. Si en los primeros quinquenales, en las condiciones de suma
carencia de todas las cosas era posible limitarse a los índices cuantitativos del así
llamado "valor total", posteriormente se puso en el primer plano la calidad de los
artículos producidos debido al colosal crecimiento de la nomenclatura de productos.
La ampliación del órgano de la planificación del país no garantizó la óptima
planificación. Sólo la computadorización en la planificación estatal en los últimos
decenios permitió realizar al mismo tiempo el cálculo de los índices tanto
cuantitativos como cualitativos. En los años del 50, su realización era imposible.
Segundo, si en la realización de los primeros planes quinquenales, el ministro,
teniendo bajo su mando decenas de fábricas, podía controlar de manera directa o a
través de sus sustituyentes, la introducción de la nueva técnica, el crecimiento de la
productividad del trabajo y otros índices del desarrollo de la producción, en los
quinquenios posbélicos tenía ya bajo sus órdenes cientos y miles de empresas, la
dirección de cuya labor desde el centro era difícil. Por esta razón se habían debilitado
su dirección y control. Hasta Stalin, como jefe del gobierno, tuvo que firmar ya no
cada resolución o directiva, sino la carpeta con tales documentos.
Tercero, en las condiciones del progreso científico-técnico se necesitaba
perfeccionar la susceptibilidad de las empresas a las novedades de la ciencia y
técnica. En aquel tiempo la susceptibilidad a la revolución científico-técnica era muy
insuficiente. El acrecentamiento de la demanda para el aumento de la producción se
resolvía, basándose en la construcción de las fábricas y empresas suplementarias y no
en el reequipamento técnico de las existentes. En la década de los 80, el mecanismo
gastado aumentó mucho constituyendo uno de los frenos básicos para el progreso de
la producción.
Cuarto, se hizo agudo el problema del estado de la economía política del
socialismo, cuya teoría no respondía a la existencia real. Necesitaba el
perfeccionamiento del sistema del interés del hombre por el trabajo, es decir, del
interés material apoyado evidentemente en las relaciones mercantil-monetarias.
¿Accionan éstas en el socialismo? Se trataba de un problema de largos debates entre
los marxistas. Al principio, en el marxismo se negaban todas relaciones de mercado,
como si debieran ser sustituidas por el intercambio de productos. El problema
consistía sólo en esto: ¿cuándo lo introducirían, inmediatamente después de la toma
del poder por la clase obrera o a medida del tránsito al comunismo? La nueva política
económica (NEP) practicada a principios del año 1921 destrozó esos puntos de vista
sobre las relaciones mercantil-monetarias. Pero, en el primer año de la nueva política
económica sucedió el retroceso al mercado capitalista, a la propiedad privada, y se
reveló el interés de los burgueses de NEP por la restauración del capitalismo. En el
segundo año de la nueva política económica se puso a meditar en si era necesario el
mercado capitalista en un país, que transitaba al socialismo. Subrayo el mercado
capitalista donde en calidad de mercancías aparecen también los medios de
producción, la tierra y la fuerza del trabajo, y no sólo los productos comestibles y los
artículos para satisfacer la necesidad personal de los productores.
Pienso que precisamente en esto Lenin presintió el "cambio radical del punto de
vista sobre el socialismo", en el cual Gorbachov y sus perestroikistas vieron la
transición al mercado capitalista, a la propiedad privada sobre los instrumentos y
medios de producción, y al pluralismo de la ideología en el socialismo y a la
pluralidad de partidos en la política.
Stalin dio comienzo a la solución científica del problema del mercado y puso en su
libro: "Problemas económicos del socialismo en la URSS" (en 1952), donde afirmó
que la producción mercantil no lleva al capitalismo, si el trueco de mercancías a
través de la compraventa se realiza sólo para los artículos de consumo personal. Su
producción e intercambio en el socialismo están sometidos a la ley del valor. Sin
embargo, en la sociedad socialista los medios de producción y la fuerza del trabajo no
están sujetos directamente a la acción reguladora de la ley mencionada. Esto fue una
argumentación oficial de la necesidad del mercado socialista que aseguraría la
distribución según el trabajo y no según el capital.
Restaurando el capitalismo, Gorbachov y Eltsin resucitaron el mercado capitalista
que demandaba la propiedad privada, la explotación, el desempleo, la pauperización
de los trabajadores y el sometimiento de la economía del país al Fondo Monetario
Internacional.
Inmediatamente después del fallecimiento de I.V. Stalin, su obra "Problemas
económicos del socialismo en la URSS" fue sometida a la crítica y retirada del
comercio y de la biblioteca. Las ideas contenidas en ella no consiguieron su debido
desarrollo. Sin embargo, los asuntos se quedaron. La demora o su ineficiente solución
llevaron el país a la crisis y a la entrega de las posiciones conquistadas.
Si según Stalin la orientación y el índice de la cualidad del trabajo de la empresa
fueron la rebaja del costo de producción y el crecimiento de la productividad del
trabajo, en las reformas de Kruschev y Breznev aquellos fueron sustituidos por la
ganancia. Si la rebaja del coste de producción y de los precios de venta al por mayor
y por menor era posible sólo introduciendo la nueva técnica y tecnología, y por medio
del ahorro de materiales, materias primas, energía y fuerza del trabajo, con la
elevación de la ganancia en el índice básico del trabajo en las empresas socialistas se
hizo posible la estafa de elevar el precio de un mismo producto, estafa que garantiza
la ganancia planeada.
Como resultado de las reformas de Kruschev y Breznev se ha hecho la orientación
de la economía no la rebaja del costo y la elevación de la producción de mercancías
de alta calidad para la mejor satisfacción de la necesidad de los trabajadores, sino la
obtención de la ganancia a toda costa. Tal orientación llevó a la demora del desarrollo
de la economía nacional, la rebaja de los fondos con la desvalorización gradual del
rublo. Se ha interrumpido la rebaja anual de precios de los artículos de consumo
personal y los productos comestibles y se inició el proceso de encarecimiento con la
gradual desaparición de los surtidos baratos. Sobrevinieron la retardación del
progreso científico-técnico, la caída de la productividad del trabajo, que es lo
fundamental que determina el resultado de la emulación entre el capitalismo y el
socialismo en la arena histórica.
Como la obertura ideológica de tales procesos negativos se inició la campaña
antistalinista, desenvuelta, después del XX congreso del PCUS, y designada
oficialmente como la "crítica del culto a la personalidad". Objetivamente ésta, carente
de la prudencia estatal, llevó a la denigración de la autoridad del socialismo mundial,
a las serias dificultades en el movimiento obrero y comunista, a la confrontación del
PCUS con el Partido Comunista de China y a la URSS con la República Popular de
China, a la activación de los enemigos del socialismo en Europa oriental. Esta
campaña significaba la degeneración pequeñoburguesa del PCUS. Comenzó el
cambio masivo de los cuadros del partido y Soviets, a quienes acusaron de
"dogmatismo", "stalinismo", sometiéndolos a la persecución y al terror moral.
Actuando en este sentido, Kruschev reemplazó a todos los secretarios de los
comités periféricos, regionales, y urbanos y del Comité Central de las repúblicas del
partido con sus hombres, a menudo, inferiores que sus predecesores en la capacidad y
experiencia del trabajo político. Esto se reflejó pronto en el nivel no sólo de las
actividades del partido sino también de las económicas. Así como el primer secretario
del comité regional dé Sajalín fue nombrado un ingeniero, especialista en la industria
de elaboración de pescados. Esto llevó al fracaso no sólo el trabajo partidista sino
también la industria de elaboración de pescados. El distrito dejó de cumplir la pesca y
la elaboración de pescados. Resultó que la dirección política, en realidad, se difiere
de la administración-económica y no puede sustituirse una por otra. Más que eso, los
especialistas promovidos introdujeron en la dirección partidista el pragmatismo y el
abandono de principios que impusieron pronto reelaborar y cambiar la orientación.
Bajo la dirección de Breznev y Gorbachov continuó la decrecencia del nivel del
trabajo partidista. Las masas de miembros del Partido dejaron de ser como tales,
como si se hubieran convertido en alguna base de la pirámide partidista, la cumbre de
la cual se alejaba cada vez más de las masas de comunistas apasionándose por el
papeleo y la invención de privilegios personales para sí misma. Los cuadros
dirigentes fueron promovidos de sus clanes según el principio de fidelidad personal.
"El Partido de todo el pueblo" iba a ensuciarse siempre más por los
pequeñoburgueses, arribistas, coyunturistas y los balastos sin principios. Todo esto
desacreditó al PCUS ante los ojos de los trabajadores.
Desde los años del 60 se operan cambios en la estructura de la sociedad soviética.
La anterior tendencia dominante de la disminución de las diferencias de clases,
empieza a sustituirse por la diferenciación profesional-propietaria y socio-cultural.
Crece la distancia entre los de salarios altos y bajos, ante todo, entre los inteligentes
élites y la mayoría de masas trabajadoras. Aparece la clase "retornada", relacionada
principalmente con la así llamada economía "negra", nacida por los elementos
capitalistas privados, que aceleran la acumulación inicial del capital. Este capital, que
se dirigía al poder, adquirió de pronto el carácter criminal y, a veces, abiertamente
mafista.
Los talleres "negros" y los "laboratorios" que trabajan bajo la máscara de las
empresas estatales trajeron la escisión a las filas de los trabajadores, degeneraron a
los jóvenes arrastrándolos a la órbita de los delictivos negocios. Sus dueños crearon
la base de soborno a los funcionarios estatales, abriendo el camino a la concusión y la
corrupción, que en la actualidad en Rusia ha alcanzado una escala gigantesca. Junto
con esto, apareció en la producción algo parecido a la "aristocracia obrera" que no
trabajaba en las empresas tanto como cuando se sentaba en la presidencia de la
reunión, ocupaba sitios de "pan" en la Unión Sindical, recibía el salario sin trabajar,
glorificando los éxitos de la incapaz administración. En el período de la perestroika
de Gorbachov esos "activistas" se hicieron suministradores de "representantes
obreros" a las organizaciones restauracionistas antisoviéticas, ayudaron a Eltsin a
destruir la producción socialista, y en la actualidad "arrancan" del gobierno el salario
a destajo, decenas de veces mayor que el pago a los trabajadores. Claro está que esto,
sin ningún crecimiento de la producción ni de la productividad del trabajo.
Después de la liquidación de las estaciones de alquiler de tractores empezó a
romperse el vínculo entre las propiedades cooperativo-koljocianas y las estatales,
socavando la alianza de la clase obrera y el campesinado. Los koljoces se han
convertido en economías que deben autoabastecerse, sin contar con el financiamiento
estatal ni con el aseguramiento técnico. Ocurre la desintegración del campesinado
koljoeiano, la separación y el aislamiento en su seno, de los elementos rapaces y
especuladores, capaces de hacer buenas migas al poder y enriquecerse no por cuenta
de su propio trabajo. El crecimiento de su número posibilitó la conversión de los
koljoces en empresas no rentables que viven a cuenta de subvenciones. Hoy esas
personas constituyen el esqueleto de así llamadas "granjas", que, según la expresión
de Gorbachov y Eltsin, deben alimentar al país.
Pero, el desarrollo de las granjas no marcha hoy. Muchos "granjeros" entregan, al
contrario, las tierras a los koljoses y sovjoses. Sucede la agudización de sus
contradicciones con los koljocianos. En una serie de regiones, los restauracionistas
armaron a los granjeros para que con armas en la mano, puedan defender sus
posesiones de los paisanos-koljosíanos.
Gradualmente, se degrada la superestructura política de la sociedad. La clase
obrera se aparta poco a poco de la política gubernamental, como resultado de lo cual
la política pierde su estabilidad social y está condenada a tambalear siguiendo así
llamada "línea general del partido". Cae el prestigio de los dirigentes políticos
superiores del país. Cada uno de ellos, después de Stalin, trató de imputar la causa de
las dificultades surgidas en el país a sus antecesores, a quienes habían respetado hasta
hace poco. Por supuesto, para beneficiarse en la campaña antistalinista.
Brezneb tenía la posibilidad de alejarse de esta política miope, pero no pudo
resistir a la presión de los intelectuales élites que se presentaron a mediados de la
década de los 60 contra "el retorno al stalinismo", en que veían el obstáculo para su
ilimitado enriquecimiento. Comenzó la introducción en el aparato partidista-estatal de
los anticomunistas potenciales, mezclados con los eclectricistas de la talla del
secretario de asuntos ideológicos del CC del PCUS Vadim-Medvedev. Al parecer, no
se excluyeron aquí los "agentes de influencia" entrenados por la CÍA y otros órganos
de servicio especial occidentales, a quienes, según Krachkov, ex presidente del CSE,
encarcelado ahora en la cárcel "Matrovskaya Tishina", promovieron gradualmente a
los primeros cargos en el partido y el Estado. Las gentes soviéticas inscriben como
tales "agentes de influencia" a Gorbachov, A.N. Yakovlev y una serie de otros
arquitectos de la perestroika.
En comparación con el tiempo de Stalin, al principio de la perestroika se engordó
el aparato estatal perdiendo poco a poco la cualidad de organizador de la construcción
socialista y alejándose de los trabajadores. El crecimiento de funcionarios superó el
de la cantidad de trabajadores de la producción material, sobre todo en la economía
rural. Los funcionarios burocráticos aislados se han convertido gradualmente en una
capa cerrada, cuyo grupo entero fue corrompido activamente. Con ayuda de los
funcionarios corruptos de las ciencias, muchas gentes obtuvieron el grado de doctor
en ciencia y el título de profesor. Exactamente, de esta capa salieron numerosos
dirigentes de la perestroika de tipo de Volskii, Silaev, Luzkov, Jizi y otros. En el
tiempo de la perestroika de Gorbachov muchos directores de fábricas y los
trabajadores de Soviet y partido se hicieron candidatos a negociantes. Ensancharon
sus filas los representantes de la ciencia y rectores de escuelas superiores que
comenzaron su carrera en los órganos del partido y Estado.
Así, Gidaskov, ex-secretario del CC del PCUS y del Comité regional de
Leningrado, engañando al buró de sus comités respectivos, entregó en agosto de 1991
a los "demócratas" 65 millones de rublos de la hacienda del partido. Ahora, maneja
una firma entera, pasea en un brillante "Toyota" y sigue el modo de vida de
negociante. Vemos lo mismo en Jodirev, ex-secretario del comité regional de
Leningrado del PCUS y alcalde de Leningrado, quien en la actualidad encabeza una
firma mixta con finlandeses. El ha arreglado para sí mismo tales apartamentos con
que ni el emperador de Rusia del pasado había podido soñar. Ejemplos de semejante
género pueden citarse sin fin. Enumeré sólo a aquellos a quienes conozco
personalmente y quienes tomaron parte juntos en los intentos de expulsarme del
partido en el año de 1970 por el desenmascaramiento de la corrupción desde "abajo".
Así, ya a principios de la década de los 60 el Estado del proletariado se ha
transformado en "el de todo el pueblo" y los oportunistas encabezados por Kruschev
convirtieron el PCUS en un "partido de todo el pueblo". ¿Será necesario asombrarse
del hecho de que en las levaduras de la histeria antistalinista este "Estado popular"
acumuló en sus filas a los futuros negociantes y empresarios, nacionalistas y
cosmopolitas, arquitectos y conductores de la perestroika restauracionista, hasta a los
monarquistas y neofascistas?
Las bases socio-económicas y políticas del antistalinismo fueron reforzadas por la
ideología oportunista. Inmediatamente después del XX congreso del PCUS, los
revisionistas se entregaron a corroer las posiciones fundamentales del marxismoleninismo. Al principio, de modo parcial, y en tiempo de la perestroika de Gorbachov,
por completo, se rehabilita el oportunismo. El informe de Kruschev en el congreso,
con la crítica del "culto a la personalidad de Stalin", como se ha aclarado ahora, se
había entregado a través de sus partidarios en el CSE, en forma del escape de la
información, a la prensa occidental, mucho antes que lo conocieran las gentes
soviéticas e incluso los líderes de los partidos comunistas extranjeros. Esto sirvió de
base y comienzo de la "perestroika" ideológica de la URSS y el PCUS, que llevaron a
cabo activamente los coyunturistas y arribistas en las ciencias sociales.
Antes que todo, bajo la bandera del desarrollo y la superación del dogmatismo se
está destruyendo la unidad de todas las partes integrantes del marxismo-leninismo, se
acentúa la estrecha especialización de estas partes de la concepción científica del
mundo del proletariado. El marxismo-leninismo en las ciencias sociales soviéticas ya
no aparece como un monolito, como "un acero fundido de un mismo pedazo"(V.I.
Lenin), que argumenta en lo filosófico-sociológico, político-económico y sociopolítico la misión histórico-mundial de la clase obrera y sus aliados, llamados a
acabar con toda forma de opresión, explotación, desigualdad social, la violencia y
guerra entre los pueblos. Las ciencias marxista-leninistas en la Unión Soviética se
han convertido gradualmente en la mezcla de "concepción" y "teoría", artificialmente
aferradas a las citas de Marx, Engels y Lenin. Por lo general, estas teorías no tenían
ninguna relación con la cosmovisión proletaria científica del marxismo-leninismo.
Su inmensa diversidad desorientó a las gentes entre rumores, dando lugar a la actitud
crítica hacia ellas como hacia toda clase de chacharas y verbosidades.
La dirección de Gorbachov-Yakovlev en el PCUS tomó el linea-miento de la
introducción en las ciencias sociales de la así llamada "idea social humanitaria
mundial" a través de las teorías de Berns-tein, Kautski, Berdyaev y Martov, Trotski y
Bujarin, Jilas y Lefebur, Velli Brandt y de sus colegas de la Internacional Socialista,
lo cual abrió la puerta para convertir el marxismo-leninismo en una concepción del
mundo pequeñoburguesa anticomunista.
Los ex-"marxistas" Jasbulatov, Burbulis, Volkogonov, Alexeev, Stolyarov y otros,
educados en el antistalinismo, dirigieron al comienzo la perestroika de Gorbachov y
después, en la postperes-troika la restauración del capitalismo y el derrocamiento de
la URSS. La transición de la histeria antistalinista a la campaña antileninista y al
rabioso anticomunismo fue por entero legítima, como con toda claridad se ha
mostrado en los últimos años.
La actitud conciliatoria del CC del PCUS hacia el reformismo burgués constituyó
la directa traición a la clase obrera y a los comunistas. En tal posición permanece
hasta el presente el periódico "Pravda", al que hasta hace poco dirigió Frolov,
partidario de Gorbachov y ahora, lo hace G.N. Seleznev, llenando la redacción con
demócratas-anticomunistas. Estos últimos niegan no sólo la posición fundamental del
marxismo-leninismo en cuanto a la dictadura del proletariado, sino también la
objetividad de las clases y de la lucha clasista, reconocidas ya a principios del siglo
XIX.
Quisiera hablar algunas palabras en relación con la dictadura del proletariado, que
Lenin llamó piedra de toque para comprobar la autenticidad del espíritu
revolucionario proletario. Lenin consideró como uno de los méritos básicos de Marx
y Engels la conducción del reconocimiento de la lucha de clases al de la dictadura
proletaria. Stalin se mantuvo con firmeza en esta posición. Exactamente esta parte de
la doctrina marxista-leninista fue sometida en especial al furioso ataque de los
políticos e ideólogos burgueses y en fin, desapareció del programa de una serie de
partidos comunistas.
Por supuesto, el asunto no está en el término, sino en el contenido de la noción.
Cualquier gobierno constituye la dictadura de una u otra clase que posee el poder
económico. Sin embargo, no deben confundirse el contenido del Poder, (es decir, los
intereses de quiénes el Estado clasista realiza y defiende) y la forma, el método y el
régimen de su ejercicio. Así, el fascismo constituye la forma terrorrista de la
dictadura burguesa. Aparece cuando el capital necesita renunciar a la forma
democrática del poder estatal y pasar al régimen de la directa y cruel opresión a los
trabajadores.
La dictadura del proletariado, como es conocido, ejerce el poder estatal de la clase
obrera y sus aliados y puede adquirir las más diversas formas de régimen del poder.
Los trabajadores están interesados por que este método de la realización de su poder
sea el más democrático. Pero, esto, como testimonia la historia, no siempre depende
de ellos. La oposición de la burguesía puede exigir un régimen del poder más
riguroso. La revolución debe saber defenderse; de lo contrario valdrá para nada.
Los ideólogos y oportunistas burgueses confunden ex profeso el contenido de la
dictadura del proletariado como la esencia clasista de su poder estatal con la forma y
el método de su realización. Lo hacen esto para que sea posible identificar el
socialismo con el fascismo y desorientar a los trabajadores. En este camino
estuvieron la social-democracia y el eurocomunismo. No miran en esto las trampas
hasta algunos comunistas. Hace poco, uno de los líderes del Partido Comunista de
India, confirmando en "Pravda" la necesidad de la dictadura del proletariado en su
país, consideró posible la pura democracia en los países desarrollados en Europa.
Pero, no debe contraponer la dictadura y la democracia, que son el contenido del
poder. Ellas pueden contraponerse sólo como la forma, el método y el régimen de
realización del poder de tal o cual clase. ¡He aquí la esencia!
Los oportunistas del PCUS tratan de predicar sobre la paz civil en el período en
que la contrarrevolución ataca las conquistas socialistas en el país, ha prohibido al
PCUS y comete crímenes sangrientos en los así llamados "puntos ardientes". En los
últimos días, en Pridnestrovie (Moldavia), las mujeres, dejando a sus hijos en manos
de los ancianos, fueron a las posiciones de combate, para detener a los nacionalistas
burgueses moldavos que se apresuraban para anexionar Moldavia a Rumania. A
propósito, los nacionalistas moldavos están armados con los fusiles automáticos de
producción belga. Hay que saber que en Europa los comerciantes de armas, que
echan el combustible en nuestra hoguera de choques entre las naciones, compartirán
con los criminales-nacionalistas la responsabilidad por la sangre y lágrimas de gentes
inocentes. Tarde o temprano, pero la compartirán.
Nuestro Partido de bolcheviques sufre también pérdidas. Dos semanas atrás, en
Pridnestrovie, cayó en combate nuestro camarada, periodista-bolchevique, cosaco de
Kubán, el voluntario Evgeni Ber-lizov, quien ha hecho muchos trabajos por disipar
entre los cosacos la mentira del antistalinismo. En la cárcel de Vilinyus los verdugos
del "demócrata" Landsberguis pegan y torturan a nuestro camarada Alexandr
Smotkin, bolchevique lituano, uno de los redactores del periódico "Interdvizenie
Litvi", que editó regularmente por 2 años nuestros materiales. Para pagar al abogado
ahora estamos reuniendo dinero. Hay también otras víctimas y mártires de la
contrarrevolución, verdaderos hijos del pueblo trabajador que lucharon hasta el fin
por defender sus intereses. Nosotros, los comunistas soviéticos, consideramos que
todo el mundo debe saber que el desarrollo del suceso en nuestro país ahora se inclina
a la reacción y el fascismo. Detener esto es el deber de todas las personas de buena
voluntad.
Hemos observado las premisas y las raíces del antistalinismo en la vida económica,
política, partidista y social, que trajeron la degeneración social-demócrata del PCUS
y posibilitaron la transición del partido, creado por Lenin en el vacío político, al
florecimiento del anticomunismo, a la transformación de la tendencia nacionalista en
un salvaje nacionalismo y chauvinismo que echaron a las gentes soviéticas en un
remolino de pobreza y penas.
Resumiendo todo lo dicho, señalamos que como las premisas económicas del
antistalinismo en la URSS sirvieron ante todo |a incapacidad de la dirección de
Kruschev, Breznev y Gorbachov, de superar las dificultades objetivas en el
crecimiento de la producción socialista, y la introducción de los elementos
capitalistas en la economía socialista, que la convirtieron en una economía
consumidora y no efectiva. En el dominio social las raíces del antistalinismo
consistieron en la aparición de la "sombría" neoburguesía, su gradual crecimiento, el
surgimiento, en las filas de los trabajadores de la ciudad y del campo, de las capas
parasitarias que explotan los trabajos de éstos, el ensanchamiento de los aparatos
burocráticos del gobierno y la separación de los intelectuales élites de las masas
populares. En la esfera política el fundamento del antistalinismo radica en el
apartamiento de la clase obrera de la dirección del país, el debilitamiento del poder
estatal de los obreros y campesinos y la degeneración oportunista de la dirección
partidista. En la política internacional reside en el desprecio del contenido clasista de
la coexistencia pacífica de los países con distintos sistemas socio-económicos. En el
campo de la ideología, como la premisa del antistalinismo sirvió la incapacidad del
PCUS de desarrollar el marxismo-leninismo en las nuevas condiciones históricas.
La experiencia de tres o cuatro decenios de la historia soviética demuestra
evidentemente que el oportunismo, principal enemigo de la dirección stalinista,
prospera inevitable y legalmente hacia una abierta restauración del capitalismo. La
histeria antistalinista jugó el papel de biombo para el reforzamiento de la campaña
antileninista y el anticomunismo en su conjunto, después se utilizó por la
contrarrevolución no sólo para derrotar el socialismo sino también para disolver la
poderosa y única potencia soviética. En el movimiento comunista internacional, el
antistalinismo fue el caballo de Troya que llevó a la ruina y degeneración a los
partidos de la excomunidad de los Estados socialistas que imitaban ciegamente la
línea del PCUS.
En la URSS un número cada vez mayor de personas comienzan a comprender esto,
dirigen la atención a las obras de I.V. Stalin, crean asociaciones con su nombre y
publican el periódico "¡Por la Patria, por Stalin!".
Para terminar, quisiera subrayar que las deducciones de Stalin que en algún tiempo
me parecían hasta sospechosas hoy se perciben como predicciones. Entre ellas, por
ejemplo, puede citarse su posición sobre la posibilidad de la agudización de la lucha
clasista en la URSS a medida del avance del socialismo. Antes esto me parecía irreal.
Los actuales cataclismos sociales en el territorio de la URSS confirman realmente la
conclusión de Stalin. Otro ejemplo es la previsión de Stalin de que el sistema YaltaPotsdam de relaciones internacionales no se mantendrá más de 50 años. La
restauración capitalista en una serie de países socialistas de Europa oriental y las
tendencias a la reexaminación de las fronteras postbélicas evidencian la capacidad de
largo alcance de la predicción de Stalin. Después, expongo la verificación de la
previsión de Stalin al advertir que después de su muerte la generación de
bolcheviques podrá ser acusada en muchas cosas, de las que no fue culpable. Así
ocurrió. Sin embargo, dijo Stalin, el viento de la historia barrerá inevitablemente de
nuestras tumbas todas las hojarascas de calumnias y pondrá en claridad las verdades.
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión no escatima la fuerza por
hacer soplar cuanto antes ese viento limpiador de la historia que barrerá no sólo la
mentira, hipocresía y traición nacidas a causa de la restauración del capitalismo, sino
que también enseñará a todo el mundo quién es quién en el actual punto de viraje
brusco de la historia del siglo XX. Pienso que pronto se incorporarán a nosotros
muchísimas gentes que aprecian la paz y el socialismo, que se esforzaron y se
esfuerzan por la verdad de la historia y la justa causa de los trabajadores que
defienden hoy en la URSS su glorioso pasado revolucionario y el futuro comunista
auténticamente humanitario al que convergen inevitablemente todos caminos de la
civilización mundial.
Ojalá que los comunistas avancemos juntos por esta senda histórico-mundial. El
PCBTU considera que ha llegado el tiempo del renacimiento de la Internacional
Comunista. Proponiendo este problema en el orden del día voy a terminar mi
discurso.
¡Gracias por la atención!
DISCURSO EN UN MITIN DE LENINGRADO
9 de mayo de 1992
¡Queridos camaradas y amigos!
¡Valientes combatientes-veteranos de la Gran Guerra Patria! ¡Heroicos
leningradeses que estuvieron en el bloqueo! ¡Trabajadores abnegados de la
retaguardia soviética! ¡Ciudadanos y huéspedes de nuestra gran ciudad en las orillas
del Neva!
Permítanme saludar a ustedes, en nombre del Partido Comunista Bolchevique de
Toda la Unión, con motivo del 47 aniversario de la Gran Victoria, la victoria en cuya
bandera están sellados el sudor y la sangre de los triunfadores sobre el fascismo y las
hazañas bélicas y laborales. El tiempo no olvidará estas hazañas. ¡Gloria a los
veteranos inmortales! Cuanto más se aleje el Mayo Victorioso del año 1945, tanto
más brillarán esas históricas hazañas y no las olvidarán los pueblos de otros países.
En los últimos meses los secretarios del CC del Partido Comunista Bolchevique de
Toda la Unión sostuvieron en Atenas, Pyongyang, Bruselas y Moscú las
conversaciones con los líderes y las delegaciones de los partidos comunistas de
Europa, Asia, África y América Latina. En ellas se discutieron la actual situación en
la URSS y el estado del movimiento obrero y comunista en el mundo. El sentido de
estas conversaciones camaraderiles puede resumirse en los siguientes cuatro puntos:
Primero, la actual restauración del capitalismo en la URSS, tal como fue en el
tiempo de octubre de 1917, lleva factores de significado internacional. Por tanto,
también la lucha contra esta restauración debe tener un carácter internacional, con la
participación de todas las fuerzas progresistas del mundo que comenzaron a liberarse
gradualmente del choque de la camarilla de Gorbachov.
Segundo, la derrota temporal del socialismo en la URSS y Europa pone en el orden
del día el problema de la reconstitución de la Internacional Comunista, que en la
etapa actual podrá contribuir a la unión de las fuerzas antiimperialistas y ayudar a
limpiar el establo de Augías del oportunismo y la traición en el movimiento obrero y
comunista mundial.
Tercero, en los partidos comunistas extranjeros comienzan a comprender que con el
caballo extenuado de los antistalinistas histéricos hoy no se puede viajar lejos, ni
lograr la victoria sobre el capital, ni construir ningún socialismo, ni acabar con la
restauración burguesa.
Cuarto, en la etapa actual todos los partidos comunistas y los movimientos
progresistas deben prestar su apoyo a los países de Asia y Cuba que construyen el
socialismo, en tanto que los apuntan todas las actividades de zapa del imperialismo.
De los éxitos de esos países socialistas depende en gran medida la suerte de nuestro
país
.
El intercambio franco de criterios con los partidos fraternales ha mostrado que
cientos de millones de personas compadecen a nosotros y apoyan nuestra lucha
contra las camarillas traidoras que usurparon el poder. La desorganización de la
URSS y su colonización por parte de la reacción externa e interna no salvaron al
occidente "civilizado" de la creciente crisis, del brusco crecimiento del número de
desempleados, de la tensión social, de la explosión del odio nacional y racial a ella
misma. Aumenta el peligro del desencadenamiento de la tercera guerra mundial que
puede iniciarse en nuestro territorio.
Leonid Kravchk, cómplice de Eltsin en la traición en el bosque de Belovezskaya,
pregunta a los generales de las unidades militares estacionadas en Ucrania si
guerrearán ellos contra Rusia. Este abyecto particrata y sacerdote-desertor del PCUS
no teme ni ser un criminal de guerra. Al parecer, ha olvidado cómo terminó el destino
de Góring, Ribbentrop, Keitel y otros compañeros de arma de Hitler, a quienes
nuestra Gran Victoria había llevado al cadalso. Kravchk y sus semejantes no deberán
olvidar que a pesar de todos los déficit de hoy bastan en nuestro país sogas para los
criminales de guerra.
Lamentablemente, en el aniversario de la Gran Victoria no puedo menos que hablar
lo no agradable sobre el actual cuerpo de mando superior de las Fuerzas Armadas.
Entre el pueblo se ha creado la impresión de que algunos de nuestros generales y
almirantes consideran permisible olvidar a quién hicieron sus juramentos. Por eso
sirven no al pueblo soviético, sino a las camarillas traidoras favoritas, delante de las
cuales se han puesto de rodillas. ¿Acaso es posible mantenerse indiferente a esto?
Poner a los actuales partidarios de Gorbachov con cintas distintivas como modelo de
los generales y mariscales del año 1945 es un desdén a los veteranos. Exhortar a los
subalternos a obedecerles es un acto no constitucional.
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión hace su propuesta: a base de
las uniones de oficiales, consejos de veteranos de guerra, "Rusia del Trabajo",
movimientos patrióticos, "Edinstvo" y otras organizaciones sociales, crear un órgano
general especial para la apreciación del espíritu patriótico de los actuales jefes
militares. Este órgano puede llamarse comisión popular de atestiguamiento o tribunal
del pueblo trabajador, atribuyéndole los derechos de advertir o degradar en nombre
del pueblo a quienes sólo para decir una linda palabra pronunciaban por largos años
"¡Sirvo a la Unión Soviética!". Ustedes hablan que los Eltsin y los Kravchk no
despedirán a los degradados. De acuerdo, es posible que se les pague más. Pero los
degradados en este caso no servirán al pueblo, en nombre del cual ellos recibieron los
altos títulos militares. Se trata de mercenarios, castigadores y lacayos, hábito éste que
no podrán quitárselo hasta la muerte.
Pienso que tales actos deberán ser puestos en publicidad ante la gente, con la
invitación de los investigadores y los abogados y con la publicación de los informes
en la prensa. Me imagino que hoy ha madurado por completo la condición para que el
mariscal Shaposh-nikov, el capitán general Volkogonov, el recién promovido general
eltsinista Stolyarov y una serie de otros traidores sostengan conversaciones de
principios con los patriotas soviéticos. El asunto depende de ustedes, camaradas
oficiales, veteranos y patriotas. El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión
considera que las uniones de oficiales deben cumplir el rol de organizadores de esta
misión patriótica de purga.
Nosotros aplaudimos a los militares, fieles al Juramento, quienes en nuestro
tempestuoso tiempo continúan sirviendo a la Unión Soviética, a los que hoy se
pronuncian contra la criminal partición de las Fuerzas Armadas y a los que guardan
las fronteras soviéticas. Congratulamos asimismo a esos oficiales, generales y
almirantes, despedidos de su servicio por la contrarrevolución burguesa.
Estoy segura de que muchos de ellos volverán a servir a la Patria, restablecer la
combatividad de las unidades y la unificación, la unidad y el poderío de la Gran
Potencia.
¡Gloria al pueblo soviético que izó la Bandera de la Victoria sobre el Reichstag!
¡Seamos fieles hasta el fin a esa Bandera victoriosa!
¡Viva la unidad entre el ejército y el pueblo!
¡Que se fortalezca el frente único antirrestauracionista de los trabajadores!
¡Feliz Día de la Victoria, queridos compatriotas!
"Edinstvo". No. 9 (38), mayo de 1992.
ALGUNAS LECCIONES DE LA DERROTA TEMPORAL DEL
SOCIALISMO EN LA UNION SOVIÉTICA Y EL MOVIMIENTO
COMUNISTA INTERNACIONAL
En Alemania, junio de 1992
Miles de comunistas de los países capitalistas y en vías de desarrollo hacen a
nosotros, los comunistas soviéticos las preguntas: ¿por qué los trabajadores de
nuestro país no se levantan contra la restauración del capitalismo, el
empobrecimiento masivo y desempleo? ¿Qué hacen en estas condiciones trágicas 19
millones de miembros del PCUS? ¿Dónde se han metido cientos de miles de
trabajadores partidistas y activistas, conferenciantes y maestros del marxismoleninismo? ¿Por qué nadie se opuso a la prohibición del PCUS, a la malversación de
los bienes y las finanzas del partido? Las preguntas no son simples. Sin duda, éstas
permanecerán durante decenas de años como objeto de discusión de los historiadores,
sociólogos y filósofos. Hoy es muy indispensable darles la respuesta de los
comunistas soviéticos aunque sea preliminar, pero extremadamente necesaria para el
movimiento obrero y comunista internacional.
Ante todo, quisiera detenerme en el estado del PCUS, como un partido que
encabezó la construcción socialista en la URSS. La lección que da la experiencia de
la elevación y caída sin precedentes de su autoridad no tiene su analogía histórica. El
análisis de esta experiencia y la extracción de las lecciones de ello en el futuro se
presentan hoy como una tarea verdaderamente internacional, de cuya exitosa solución
dependen el proceso global de la emancipación de la humanidad de la explotación y
la opresión, y la victoria del comunismo. Las tentativas para falsificar esta
experiencia histórico-mundial, de los centros ideológicos del imperialismo, así como
de los revisionistas-reformadores y oportunistas-restauracionistas del capitalismo,
superan hoy en su escala todas las campañas propagandísticas anticomunistas
precedentes.
En el extranjero no tienen en cuenta que dos o tres generaciones de la gente
soviética no estuvieron relacionadas personalmente con el orden capitalista y sus
consecuencias ni tienen la noción de qué son el desempleo, el dominio del capital
sobre el trabajo, la desconfianza de los días futuros y del porvenir de sus hijos. En el
período de estabilización del sistema capitalista, en nuestra URSS juzgaron el
extranjero burgués sólo viendo las ricas vitrinas de los supermercados, las últimas
marcas de automóviles ostentosos y la relativamente alta abundancia de la gran parte
de trabajadores de los países capitalistas desarrollados, sin tomar en cuenta su
incesante lucha contra el capital para sus conquistas sociales, ni la explotación a los
países del 'Tercer Mundo", etc.
La experiencia de vida de 70 años bajo el Poder soviético acostumbró a los
trabajadores a creer que bajo la dirección del PCUS podían vencer, tarde o temprano,
las dificultades presentes, las deficiencias y errores en la política y economía. Y a
partir de sus propias prácticas creeron que no se necesitaba ninguna actividad de
carácter iniciativo. Y hasta pensaron que el exceso de la iniciativa personal podía
contravenir a los cambios en la sociedad y causar daño tanto a sí mismos como a la
obra del socialismo. Esta confianza ilimitada, a veces no crítica en los "líderes" del
PCUS, retuvo y dificultó a muchos hombres la correcta evaluación de la perestroika
burguesa-restauradora, con cuya iniciativa se presentó la pandilla de Gorbachov,
Yakovlev y Shevardnadze, penetrada en la dirección del partido en el año 1985.
Además, la misma noción de la lucha de clases se convirtió para los hombres
soviéticos en cierto símbolo abstracto, heredado desde las lejanas épocas
revolucionarias. A pesar de que la lucha clasista en el país no se ha suspendido de
hecho, sino que ha cambiado sólo su forma, se acordó raras veces de ella. Decenios
de tal educación política de los trabajadores no pudieron menos de influir sobre la
conciencia social y la psicología de las masas, en daño a su sentido clasista, y a la
vigilancia contra las maquinaciones de las fuerzas exteriores e interiores hostiles al
socialismo. Aquí no debemos pasar por alto la propaganda imperialista destinada
exclusivamente a entumecer la conciencia de la gente soviética.
El carácter dominante del PCUS y sus indudables méritos ante su pueblo
fomentaron en los últimos 30-40 años la infatuación y la autocomplacencia
infundada. Esto no pudo menos de reflejarse en su composición. En los años de la
Segunda Guerra Mundial cada comunista tuvo que demostrar su lealtad al socialismo
alzándose el primero bajo las balas del enemigo y, en los años de los planes
quinquenales de Stalin, con la constante preparación para trabajar allí donde deseaba
el partido. Más tarde, lo esencial de la demanda a los comunistas se trasladó a la
actitud honesta hacia el trabajo, otra cualidad moral acondicionada por el "interés
material". Debido a lo cual fueron abiertas las válvulas de seguridad del PCUS para
los arribistas, carantoñeros, gentes para las cuales el aparente partidismo y actividad
constituían los únicos y fáciles modos de progreso en su vida. En los órganos del
partido entraron a veces los no apropiados en relación con su profesión. Todo esto no
pudo menos de redundar en la autoridad del PCUS entre el pueblo.
Todavía peores fueron la promoción y la educación de los cuadros partidistas. En
pocos tiempos desde la aprobación de los Estatutos en el XIX Congreso del partido
fue eliminado uno de los principios organizativos fundamentales: la prohibición de la
promoción de cuadros según el principio del apego personal, y no según la cualidad
política y práctica. El cambio de la dirección del partido en el centro, trajo
inevitablemente consigo el de los cuadros dirigentes en las localidades, y a menudo,
el de los menos útiles. Después del XX Congreso, en la dirección de los comités
periféricos, regionales y urbanos del PCUS, se promovieron los "pragmatistas",
administradores y ex-especialistas económicos incapaces de apreciar la situación con
la visión política. Ellos trajeron a la dirección del partido el espíritu de sin principio,
la disposición a la "perestroika" y el cambio de "rumbo". Esto se dejó sentir en los
ritmos de la construcción socialista, el nivel de dirección y la responsabilidad del
trabajo asumido, y abrió el camino a la degeneración, al señoritismo, el burocratismo
y la presunción partidista.
La imagen del trabajador partidista en el pueblo estaba ligada con el gorro de piel
de reno a la cabeza, el cual era posible adquirir a los distribuidores confidenciales. La
labor partidista perdió poco a poco el carácter ideo-político convirtiéndose en
variedad de actividades burocráticas. En algunas repúblicas de la Unión los
partocratas obtuvieron fama de nuevos bajas y janes, y ciertos señores colocaron
sobre el pueblo sus necesidades y requerimientos. Los funcionarios de los aparatos
del partido incluso del más bajo nivel (para no hablar ya de los partocratas dirigentes)
dejaron de comunicarse con los trabajadores y los comunistas de fila, prefiriendo el
encuentro con los administradores y otros jefes del lugar. Gradualmente se suspendió
el estudio objetivo de la capacidad laboral de los comunistas del lugar, se pasaron por
alto las contradicciones internas en las colectividades del partido, y los cuadros a
promover al aparato partidista, se escogieron entre los que preferían andar para
recibir los "consejos" en los comités regionales y urbanos demostrando su obediencia
y habilidad de adivinar la opinión de la dirección del partido.
Desde la década de los 60, en la dirección del PCUS se observaba el gradual
repliegue del estilo leninista de trabajo en las labores del partido y el Estado. La
esencia de este estilo leninista, según las palabras de I.V. Stalin, consiste en la
"combinación del impulso revolucionario ruso con la diligencia americana". Por
impulso revolucionario ruso se entendía la "fuerza viva, que despierta la idea, mueve
hacia adelante, rompe con el pasado y da la perspectiva". Y por diligencia americana
se comprendía la "fuerza que no sabe ni reconoce ninguna dificultad, que derriba con
la insistencia laboral todos los obstáculos y que lleva hasta el fin la labor una vez
iniciada". El estilo leninista de trabajo del partido se manifestó plenamente en los
quinquenales stalinistas, en la victoria sobre Hitler y en la reconstrucción de la
economía destruida por la guerra.
El impulso revolucionario ruso comienza a convertirse en un estilo laboral de
redactar de modo "revolucionario", elaborar planes de manera burocrática partiendo
de la confianza en la fuerza del decreto y la directiva, que según se afirman, pueden
hacerlo todo y transformarlo todo. Lenin llamó a esto tañido hueco "revolucionario" y
charlatanería política. Y la diligencia americana en la labor del partido y del Estado
ha empezado a decaer en el mezquino mercantilismo sin principios y en un pobre
practicismo pragmatista. Con especial amplitud el papeleo "socialista" y el
"mercantilismo descabellado" (Lenin) recibieron una difusión en los años del
estancamiento de Breznev y de la perestroika de Gorbachov, lo que seriamente
minaron la autoridad de la dirección del partido.
La degeneración burocrática del aparato partidista es acondicionada por el gradual
embotamiento en el PCUS del arma tan aguda como la crítica y la autocrítica, que en
manos del partido revolucionario constituyen un poderoso medio para el
descubrimiento y la corrección de las deficiencias y una manera importante para
ejercer una influencia consciente sobre el pueblo en la vida social. Precisamente, la
crítica y la autocrítica infunden en los trabajadores el sentimiento de dueños del país,
incitan su actividad política y laboral y los orientan en la esfera de la administración
de los asuntos de la sociedad. La presunción, la autocomplacencia, la indolencia, la
pasión por el jubileo, la "dosificación" de la crítica en los congresos y las
conferencias llevaron a que se conservaran las decisiones erróneas, creciera la
viabilidad de las incorrectas orientaciones, se hicieran crónicas y se agravaran todas
las enfermedades del organismo del partido.
La represión a la crítica tomó un carácter masivo. Se ha hecho imposible luchar por
la justeza elemental. Los burocráticos castigaron a los que se decidían a quejarse de
ellos, expresando que el "tiempo de los comisarios rojos ha pasado". El partido dejó
de consolidarse criticando a sí mismo, lo que inevitablemente lo llevó a la
destrucción. Aprovechando esto, los anticomunistas introdujeron la idea de "sistema
bipartidista". Los habitantes vieron su encarnación en el "duelo de Gorbachov y
Eltsin", el cual daría, pensaban, a los "líderes" la posibilidad de alternarse en la
dirección. En fin de cuentas, esta idea de "bipartidismo" se convirtió en la
confirmación o la indispensabilidad del pluralismo político de carácter antisocialista.
De este modo, el PCUS sufrió la misma suerte de la II Internacional que se
destruyó por temor a la autocrítica y por la tendencia a cubrir con tinta los problemas
delicados en la vida interna. La experiencia demuestra una vez más la justeza de las
repetidas advertencias de Lenin y Stalin. El desmoronamiento del PCUS se ha
estimulado asimismo por la separación de la teoría y la práctica. Por afuera, todo en
las teorías parecía bueno. Bajo la dirección del CC del PCUS funcionaba la Academia
de Ciencias Sociales, cuyo rector estaba en el rango de jefe de departamento del CC
del partido, y también accionaban los institutos de filosofía, economía, historia,
sociología y, miles de cátedras de ciencias sociales, donde estaba concentrado el
importante potencial científico del país. Los sabios de las ciencias sociales figuraban
en la nomenclatura del partido, es decir, eran seleccionados, ratificados y promovidos
por los órganos del partido. Se editaban las revistas, folletos y monografías que
exclamaban las teorías sociales de carácter partidista y clasista. Pero desde fines de la
década de 70, en las publicaciones comenzó a borrarse de manera gradual el término
"teoría marxista-leninista", sustituyéndolo las expresiones "neutrales": ciencia social,
introducción de sociología, etc.
La separación de la teoría de la práctica social y política, fue precedida por el
desgranamiento de las únicas teorías revolucionarias y el desmembramiento del
marxismo en sus partes componentes y disciplinas científicas. La filosofía,
sociología, economía política, socialismo científico, ética, estética, ateísmo,
psicología social y otras disciplinas "independientes" se desarrollaron con distintas
direcciones, rompiendo a menudo su vínculo con los asuntos directamente
relacionados con la edificación socialista. Pero esto no fue lo principal, que, según
nuestro criterio, consiste en haber dejado de considerar al marxismo-leninismo como
el argumento teórico de la misión histórico-mundial de la clase obrera, que es crear
una sociedad libre de la explotación, opresión, violencia, guerra y desigualdad social.
En otras palabras, se eliminaron de modo paulatino, tanto histórica como
prácticamente, los fundamentos clasista-partidistas de la cosmovisión científica
proletaria inspirada en el marxismo-leninismo.
Junto con esto fue embotado gradualmente el filo revolucionario de la teoría
marxista-leninista, la cual dejó de ser la "experiencia general del movimiento obrero
de todos los países" (Stalin). La teoría política del marxismo se redujo al socialismo
científico, a consecuencia de lo cual el PCUS fue declarado como partido del
socialismo científico. Como pasos posteriores en este camino, el PCUS fue calificado
como "partido de todo el pueblo". Tal deducción fue insertada en los documentos
principales del XXII congreso del PCUS, precisamente en aquel tiempo cuando en la
URSS cobraba fuerza la llamada "economía negra", que fue legalizada por la
perestroika de Gorbachov. El oportunismo tomaba paulatinamente forma política en
el partido. Ese se inculcó en la conciencia de los comunistas y trabajadores a través
de los medios de información masiva, a través de la propaganda y la educación del
partido y a través del sistema de escuelas medias y superiores. Se fueron desplazando
poco a poco de la teoría del desarrollo social las tesis principales del marxismoleninismo. La teoría se quedó sin objetivo, y la práctica de la construcción socialista
se convirtió en una obra ciega, confusa, sacudida y espontánea. La práctica socioeconómica dejó de ser la base de la teoría y el criterio de su verdad. Se pusieron en
circulación "obras maestras" como la consigna: "economía debe ser económica".
Junto con la conversión del PCUS, el partido de la clase obrera, en un "partido de
todo el pueblo", el Estado soviético como un Estado de la clase obrera se transformó
en un "Estado de todo el pueblo". En ese Estado crecen como hongos después de
lluvia, millonarios "soviéticos", florece el burocratismo, y fructifican el soborno y la
corrupción. En la década de 1980 el aparato estatal aumentó tres yeces en
comparación con el período de Stalin. Cae la efectividad de sju labor. Ocurre su
gradual separación de los trabajadores y su aislamiento. Esto perjudicó la base social
democrática del Estado soviético, lo privó del apoyo de los trabajadores, debilitó la
lucha contra la criminalidad, que ahora paraliza el funcionamiento social.
Por medio del "Estado de todo el pueblo" penetra en la conciencia de las masas la
idea de la igualdad universal y de la democracia "pura". Esta idea encubrió o
enmascaró la imposibilidad de principios de la existencia de la igualdad entre los
explotadores y los explotados, entre los opresores y los oprimidos. Hoy en día, no
sólo los trabajadores, sino también los oportunistas incluyendo a los renegados de la
redacción del periódico "Pravda", a través de su propia experiencia, creen que
después de la restauración del capitalismo en la URSS, no puede existirse una
"libertad" verdadera para los explotados, porque los edificios, tipografías, estudios de
televisión y depósitos de papeles, indispensables para el aprovechamiento de la
"libertad" pararán en manos de empresarios y sus lacayos políticos. Hoy ellos se
precipitan a organizar el bloqueo informativo para la gente soviética. La ex prensa
comunista se sofoca económicamente y los trabajadores, debido a la creciente
carestía, se separan poco a poco de los periódicos y las revistas. Al contrario, la
prensa oficiosa y servil a los restauracionistas recibe subsidios del gobierno,
proveyéndose a tiempo de todo lo necesario.
El paso al "Estado de todo el pueblo" favoreció la grave tergiversación de la
doctrina marxista-leninista sobre la dictadura del proletariado. Está claro que
cualquier Estado en la sociedad clasista constituye una dictadura de tal o cual clase:
la de los poseedores de esclavos, la de terratenientes feudales o la de los capitalistas.
En este aspecto, la dictadura constituye un contenido del poder, como el poder estatal
que representa los intereses de la clase económicamente dominante de la sociedad. En
otras palabras, las cuestiones sociales, definitivas, se solventan, en fin de cuentas, a
favor de los intereses de esta clase o clases.
Pero en la noción de "dictadura" se comprende otro sentido que refleja la forma, el
método, el régimen y el mecanismo de la verificación del poder. En este aspecto, no
todo Estado es dictatorial. El régimen del poder estatal depende mucho de las
condiciones internas y externas, en las que funciona este Estado. En las condiciones
del crecimiento de la amenaza para el poder del capital, por ejemplo, el Estado
burgués se hace pronto autoritario, dictatorial, cuya forma extrema es el fascismo
como un abierto régimen terrorista del poder del corpulento capital.
Los ideólogos burgueses y los oportunistas embrollan ex profeso la noción de
dictadura que es el contenido clasista del poder, con la forma y el método de
realización de ese poder. Para esto utilizan el hecho de que el Estado soviético,
nacido como resultado del triunfo de la revolución proletaria encarnó en sí dos
aspectos de la dictadura (caso clasista), en tanto que encontraba la resistencia
encarnizada de la contrarrevolución interna y externa. Al respecto Lenin y Stalin
definieron la dictadura del proletariado como la "dominación del proletariado sobre la
burguesía, no limitada por la ley y apoyada en la violencia y que disfruta de
compasión y apoyo de los trabajadores y de las masas explotadas. (Lenin: "El Estado
y la Revolución") Junto con esto, se subrayó que la dictadura del proletariado se
presenta como la más amplia democracia para los trabajadores, como la democracia
para la mayoría explotada hasta hacía poco, forzada en las primeras etapas para
restringir cruelmente el derecho de la minoría explotadora. A medida de la
consolidación del Estado soviético fueron eliminadas paulatinamente esas
restricciones. El centro de gravedad se trasladó de la represión a los explotadores a
las labores educativa, administrativa y económica. El Estado de la dictadura del
proletariado elaboró sus propias leyes jurídicas, demandando su observación a todos.
¿Cumplió sus deberes la dictadura del proletariado en la URSS? Hoy, con todos los
fundamentos, se puede confirmar que no. El problema no reside sólo en el hecho de
que en la dirección del partido y del Estado penetraron los descendientes de las clases
derribadas por la revolución. El Estado obrero-campesino no logró resolver dos
deberes principales, relacionados con los propios trabajadores. En primer lugar, la
clase obrera no pudo templarse ni educarse como una fuerza capaz de conducir el
país. En esto hay que tener en cuenta que ella sufrió graves pérdidas en los años de la
Segunda Guerra Mundial. Por eso, después de la guerra en las regiones meridional y
occidental se formó en realidad como la nueva. En el este se nutrió de considerable
número de deportados, ex nepmanes y kulaks, portadores de firme disposición
antisocialista. De aquí se desprende en parte el actual apoyo a Eltsin en Kuzbats.
Para el crecimiento político de los obreros no fueron aprovechadas todas las
posibilidades del socialismo. En los años de 1970-1980 se operó el proceso de la
despolitización de diversas capas de trabajadores, lo que causó el debilitamiento de su
conciencia clasista. La tendencia a dar menos a la sociedad y recibir más de ella se
extendió entre muy amplias capas, incluidos los obreros. El atraso de su nivel de
conocimiento rebajó, y también su autoridad como una fuerza directriz de la
transformación socialista.
En segundo lugar, en la URSS no se habían acabado el proceso de reeducación y
transformación en el espíritu socialista de las capas pequeñoburguesas de la ciudad y
el campo, ni la tendencia de propietario en la cual ahora se apoyan los
restauracionistas. El PCUS no consideró en la debida medida la importancia de tal
capa social, como la intelectualidad técnica, que crecía rápidamente en la época del
progreso científico-técnico. No resolvió a tiempo la contradicción entre ellos y la
clase obrera, y era demasiado lenta la subida de salario de los intelectuales,
estrechamente vinculada con el resultado del trabajo de los colectivos productivos. La
liquidación de las estaciones de máquinas y tractores en el período de la reforma de
Kruschev quebrantó la unión de la clase obrera con los campesinos koljosianos, lo
cual pronto dio la negativa influencia a la producción de la economía rural. Empezó
la compra de pan en el extranjero.
Por tanto, se puede hacer deducciones de que desde finales de la década de 1950 la
dirección oportunista de derecha del PCUS comenzó a dilatar de manera objetiva la
solución de los problemas sociales fundamentales de la construcción socialista, y que
la perestroika de Gorbachov favoreció el renacimiento de la base social de la
contrarrevolución burguesa. La clase obrera y el campesinado koljosiano-sovjosiano
quedaron desorganizados frente a las actividades hostiles de los restauracionistas del
capitalismo.
Quisiera subrayar particularmente que en el período de la prolongada estabilidad
del capitalismo mundial la dirección del PCUS no logró eliminar los peligros
principales de la degeneración del partido, que amenazaban siempre a los partidos
gobernantes.
El primer peligro reside en que el aumento de las dificultades en la construcción
socialista y la inmersión en la inestabilidad pueden dar lugar a la pérdida de la
perspectiva socialista, que en fin de cuentas toma la forma de liquidación. Su claro
ejemplo es el gorba-chovismo en la URSS. Las causas principales de este peligro
están ligadas con la desconfianza en la fuerza creadora de los trabajadores, de la clase
obrera, del campesinado koljosiano y de la intelectualidad trabajadora. Entonces,
como predijo Stalin, un Estado de obreros y campesinos se convierte en un Estado
democrático-burgués.
Aquí, la fuente de la "disposición ideológica" liquidadora consiste en el
fortalecimiento de la presión burguesa y pequeñoburguesa sobre el partido y en la
agudización de la lucha entre los elementos socialistas y capitalistas. Lo característico
es que los elementos capitalistas en la URSS fueron en crecimiento en los últimos 30
años, como resultado de la tergiversación y violación de las leyes de la construcción
socialista. Ellos entablaron la lucha en el dominio ideológico, tratando de infeccionar
a la parte no firme de comunistas con la actitud escéptica hacia la construcción
socialista y la desconfianza en la perspectiva comunista del país.
Si el primer peligro de la corrupción del partido estaba relacionado con el
fortalecimiento de la influencia burguesa sobre el PCUS con respecto a la línea
política interior, la segunda causa, el peligro nacionalista, consiste en el aumento de
su influencia sobre el partido, en cuanto a la política exterior, a la línea de lucha entre
el capital monopolista internacional y las naciones socialistas. Los oportunistas
castraron el contenido clasista de la política de coexistencia pacífica, lo que debilitó
la influencia del socialismo sobre los países del "tercer mundo" y minó la posición
del movimiento comunista y obrero internacional.
En última instancia, el camino de la corrupción y del nacionalismo resultó ser aquí
un camino de gradual debilitamiento de la política internacional del socialismo. Los
oportunistas obligaron a la gente soviética a mirar a su país no como una parte del
conjunto en el proceso de la revolución mundial sino como el comienzo y el fin de
este proceso. Se consideró que los intereses de otras naciones y otros partidos
revolucionarios debían servir a los de nuestro país. Este nacionalismo seudosocialista
llevó a renunciar al apoyo a las fuerzas nacional-liberadoras de otros países y a la
ayuda a los partidos hermanos, y permitió la división del mundo en "esferas de
influencia" de las grandes potencias que concertaban contratos a costa de los intereses
de otros pueblos.
Los llamados principios de la política exterior, preconizados por los oportunistas,
fueron llevados adelante y profundizados por los restauracionistas del capitalismo en
la URSS, que educan a la conciencia social en el espíritu del egoísmo y el
nacionalismo bajo el pretexto de su ruptura con los anteriores pueblos amistosos,
incluidos los eslavos. Sirve a esto el alboroto provocativo acerca del "fondo del
PCUS" llamando el deber fraternal internacional como un negocio ilegal. Aprovechan
para esto a los traidores del aparato del CC del PCUS y del Comité de Seguridad del
Estado.
Sólo sobre la base del consecuente internacionalismo la URSS puede conservar el
papel de abanderado en el movimiento revolucionario mundial. Al contrario, las
tendencias nacionalistas en la política exterior pueden llevar al aislamiento y la
desorganización del Estado socialista. La perestroika restauracionista ha mostrado
que el nacionalismo, el distinguido "patriotismo", arrojó a Rusia y a otros "Estados
soberanos" en brazos de los enemigos geopolíticos, abandonando a sus aliados
fidedignos, los pueblos que luchaban por la paz, la democracia y el socialismo.
La dirección oportunista de derecha de Gorbachov-Yakovley-Shevardnadze-Eltsin
confirmó la realidad de los arriba citados peligros llevando la URSS al
desmoronamiento, el socialismo al capitalismo y el PCUS a la liquidación. Esta
pandilla tiene la responsabilidad directa de la degeneración oportunista de los
partidos en los países socialistas de Europa, a los cuales nuestra alevosía los metió en
la situación muy difícil. Ella tiene la responsabilidad también de la activación del
capital internacional que ataca hoy dondequiera a las fuerzas progresistas y de la
crisis en el movimiento comunista y obrero mundial. La restauración capitalista en la
URSS en nuestro tiempo constituye el factor principal de la política internacional,
cuya significación traspasa mucho el marco de un país. Por esta razón, la lucha contra
la contrarrevolución burguesa en nuestro país debe tener el carácter internacional. De
ella dependen mucho los resultados de la lucha emancipadora de los trabajadores en
todo el mundo. A este respecto es indispensable la incorporación en esta lucha, del
movimiento comunista internacional, de todas las fuerzas sociales progresistas del
mundo. El capital internacional teme la solidaridad internacional de los trabajadores
y, por todos los medios, estorba la formación del único frente de lucha, al cual
pertenece históricamente el futuro.
Los acontecimientos dramáticos en la URSS confirman que los partidos comunistas
que siguieron en la última década a la política oportunista del PCUS, enfrentan serias
crisis. Una paite de ellos, siguiendo la llamada "plataforma democrática en el PCUS"
se hundió en la posición social-democrática o en la liberal burguesa, separándose
finalmente del marxismo-leninismo y apartándose de las filas del movimiento obrero
y comunista mundial. Otra parte se halla en turbación, busca la "tercera línea" y
pretende el "centrismo" siguiendo en esto la traición de Gorbachov. Y, por último, la
tercera parte mantiene la bandera proletaria, marxista-leninista, del movimiento
obrero y comunista, reconstituye los partidos de tipo leninista, como las
organizaciones políticas, más adecuadas a los intereses de la lucha entre el trabajo y
el capital. El proceso de la separación es enfermizo, contradictorio, pero
históricamente imprescindible.
En el aspecto ideológico, el proceso de renacimiento, purgación y fortalecimiento
en el movimiento comunista exige comprender que con la línea antistalinista bélica
hoy no se puede ir lejos, ni lo grar la victoria sobre el capital ni construir ningún
socialismo ni tampoco defender las conquistas sociales de los trabajadores. Muchos
camaradas han aclarado hoy que el antistalinismo constituye la forma oportunista más
peligrosa en el actual movimiento comunista internacional, y cumple en éste el papel
de caballo de Troya. En relación con esto se elevan el rol y la autoridad de los
partidos comunistas, a los que los oportunistas llamaban "stalinistas", "maoístas" y
"hoxhistas". En otras palabras, se trata de los partidos que no aceptaron las decisiones
oportunistas del XX congreso del PCUS, elogiadas y desarrolladas por el
eurocomunismo. Hoy es muy importante la incorporación de tales partidos
comunistas y obreros en la lucha común en el frente de confrontación con los
reaccionarios. Es necesario acabar cuanto antes con la calumnia recíproca, de los
partidos comunistas, interrumpir las polémicas y, a través de la unidad de acción en la
lucha contra los enemigos clasistas comunes, lograr la amplia unión de los
comunistas.
El oportunismo enemistó e hizo chocar entre sí a los partidos comunistas y obreros,
e incluso contrapuso unos a otros en ciertos países particulares. Unos partidos
recibieron subvenciones de dineros en nombre del PCUS, y otros cayeron víctima de
su anatema. De esto se ha beneficiado sólo el imperialismo. Ha llegado el tiempo
para despojarlo de la posición ventajosa.
Actualmente, para la lucha contra el capital es importante no la diferencia de los
puntos de vista de los comunistas sobre los acometimientos históricos y las
actualidades, sino la comunidad de acción práctico-política en la pelea contra la
reacción imperialista y el oportunismo. La consigna de nuestros grandes preceptores:
"¡Proletarios de todos los países, unios!", tiene hoy una importancia trascendental.
Los cabecillas del capital internacional calculan que con la desintegración de la
URSS y los países socialistas de Europa podrían, por medio de su colonización y
conversión en fuentes de materias primas y de mano de obra muy barata, evitar la
crisis económica que se aproxima. Pero tales cálculos no fueron acertados. El oeste
"civilizado", con ayuda del pillaje bandidesco a los "bárbaros socialistas", no logró
salvarse de su propia crisis, ni del crecimiento del desempleo, ni de la tensión social
ni de la explosión de odio nacional y racial. En el orden del día se ha puesto la nueva
agravación de las contradicciones internas del capitalismo, lo que otra vez preña la
nueva repartición del mundo. En calidad del contrapeso a la expansión imperialista
surge y acciona hoy el frente unido de lucha anti-rrestauracionista en Europa oriental,
lo cual comienza a inquietar seriamente a los "triunfadores en la revolución
terciopelada". Como el natural producto de la contradicción agravada en el mundo se
notan el crecimiento de la disposición antiyanqui y la presencia en la arena política
del grupo neonazista. Esto sucede también en Rusia.
Con la derrota temporal del socialismo en la URSS y Europa, el centro del
movimiento revolucionario mundial se traslada de manera objetiva a Asia y a
América Latina, y constituyen baluartes principales del socialismo China, la RPDC,
Vietnam, Cuba, Laos. La responsabilidad especial correspende hoy a las direcciones
de sus partidos gobernantes para la firmeza proletaria, la argumentación científica, la
justeza, así como para la agilidad de la política directriz. Hoy, todas las actividades de
zapa del imperialismo los apuntan y están concentradas en ellos. De modo tan
decisivo y con voz tan alta como nunca debemos gritar la consigna: "¡Manos fuera de
los países socialistas!". Nuestro deber internacional es apoyar a los países de
orientación socialista. Son necesarias las conferencias de los comunistas donde es
posible acordarse concretamente sobre problemas planteados.
La crisis del socialismo mundial necesita hoy de modo apremiante la discusión
sobre la reconstitución de la Internacional Comunista, como una organización
internacional clasista de los trabajadores. La preparación misma de la reconstitución
de la Comintern posibilitará la consolidación de las fuerzas antimperialistas y
progresistas y su diferenciación socio-clasista, y la delimitación de los oportunistas y
los conformistas.
Pienso que en este camino puede considerarse como el primer paso la Declaración
de Pyongyang32 (abril de 1992), aprobada por los partidos revolucionarios. En el
movimiento liberador mundial se hallan ciertamente las fuerzas que en la etapa actual
conducen hacia adelante la causa de la consolidación y la unión de las fuerzas
comunistas. Una ayuda considerable constituirá aquí la experiencia de la Tercera
32 En la Declaración de Pyongyang "Defendamos y llevemos adelante la causa del socialismo" se señala:
"La derrota del socialismo y la restauración del capitalismo en algunos países constituyen una gran pérdida en la
realización de la causa del socialismo. Pero no pueden servir para negar la superioridad del socialismo y el carácter
reaccionario del capitalismo. El socialismo es una sociedad ideal con que la humanidad viene soñando desde hace
mucho tiempo, y que representa el futuro del ser humano. La sociedad socialista es, en esencia, una auténtica del
pueblo en que las masas son dueñas de todo y todas las cosas están puestas a su servicio. La capitalista, de
omnipotencia del dinero, es una sociedad desigual en que reina la explotación del hombre por el hombre, señorea el
puñado de explotadores; en que los ricos se hacen más ricos, y los pobres, paupérrimos. La acompañan
indispensablemente la privación de los derechos políticos, el desempleo, la miseria, la drogadicción, las
delincuencias y otros males que denigran la dignidad humana...
Sólo el socialismo es capaz de erradicar toda clase de dominación, sometimiento y desigualdad social y asegurar
realmente a los pueblos la libertad, la igualdad, la auténtica democracia y los derechos humanos... El socialismo se
inicia y se construye por unidad de cada país o Estado nacional, cuyo partido y pueblo son encargados de esa
causa.El partido de cada país debe elaborar la línea y la política a tenor de su realidad y la demanda de su pueblo y
llevarlas a la práctica apoyándose en las masas populares.
En ningún momento o circunstancia debe abandonar el principio revolucionario, sino marchar enarbolando la
bandera del socialismo. La causa socialista es nacional y, a la vez, común de la humanidad. Todos los partidos deben
estrechar entre sí los lazos de la unidad y la cooperación camaraderiles y de solidaridad sobre la base de los
principios de la independencia e igualdad. La unidad internacional es indispensable en la lucha por el socialismo.
Dado que los imperialistas aliados en escala internacional con otros reaccionarios atacan al socialismo y los pueblos,
los partidos que lo construyen o lo aspiran, deben defender y llevar adelante el socialismo en el ámbito internacional
e intensificar el apoyo y la solidaridad mutuos en la lucha contra la dominación imperialista, el sometimiento del
capital y el neocolonialismo, y por la justicia social, la democracia, los derechos a la subsistencia y la paz..."
"Edinstvo", No. 9 de 1992
Después de la publicación de la Declaración de Pyongyang en la prensa bolchevique la negativa apreciación de las
autoridades rusas se expresó a través de la prensa "amarilla" llamando el interés general. Una serie de preguntas
sobre la RPDC fue dada a N.A. Andreeva por la Agencia Informativa Rusa "Novosti", y la respuesta a ellos fue
publicada en algunos periódicos.
-¿Cual es su impresión recibida en la RPDC durante su reciente viaje?
-Me convencí de que el genuino socialismo da a las gentes una vida tranquila, la suficiencia y la fe en el futuro. En
Pyongyang, en el año pasado cada una de las cuatro familias se trasladó de la casa de una pieza a la de 3-5 cuartos.
Están liquidados plenamente los delitos. Me da lástima y vergüenza que nosotros, un país con una potencialidad
mucho mayor, vivimos peor.
-Pero los periódicos nos hablan del "milagro económico surcoreano". ¿No?
-"Hablan" de lo que encargan las autoridades supremas. Pero guardan silencio del hecho de que la gente se evade de
ese "milagro" a la RPDC. El año pasado la RPDC admitió en sus residencias a 150 mil personas, mientras en Corea
del Sur medio millón deseaban mudarse.
"Gorodslcye izvestia " 27 de junio de 1992, Ciudad de Kursk (Publicase por primera vez)
Internacional que cumplió su rol e interrumpió su actividad en el fragor de la
Segunda Guerra Mundial.
Por mucho que los anticomunistas se alegren o se encolericen, la crisis del
socialismo en nuestros días tiene un carácter temporal. El capitalismo, salvado esta
vez por los traidores oportunistas nunca puede resolver ni un problema que enfrenta
la humanidad. La bancarrota del imperialismo puede ser quizá aplazada, pero nunca
puede quitarse del orden del día. Su "victoria" de hoy preña la crisis aún más seria, el
recrudecimiento de todas las contradicciones mundiales y la lucha para la repartición
del mundo. Y lo más cardinal es que se frustran los "variantes" de Irak, Yugoslavia y
otros para el desencadenamiento de la tercera guerra mundial, como resultado de la
cual puede suceder la autoliquidación de la humanidad.
El socialismo, limpiándose de la inmundicia oportunista, saldrá, tarde o temprano,
de su crisis y creará la posibilidad ilimitada de su perfeccionamiento. Objetivamente,
él es la única opción para la salvación de los habitantes de la Tierra de las crisis
mundiales militares, económicas, ecológicas, demográficas, informativas, etc., ya que
refleja del modo más completo los intereses de toda la humanidad.
Aquí mucho depende de nosotros, los comunistas, de nuestra cohesión y
combatividad, de la habilidad de conquistar el corazón de los hombres y sacar
lecciones de los errores. Como nunca antes, hoy se eleva el papel del factor subjetivo
en la historia, cuya acción se materializa a través del partido, de sus dirigentes e
ideólogos.
El viento de la historia ahuyentará infaliblemente el nubarrón de reacción. ¡La
causa de los comunistas es justa! ¡Les pertenece el futuro! ¡Socialismo o muerte!
¡Venceremos!
SOBRE LA SITUACIÓN DEL MOVIMIENTO COMUNISTA Y
OBRERO INTERNACIONAL EN LA ETAPA ACTUAL
Discurso en el Pleno de junio (1992) del CC del PCBTU
En mi discurso deseo referirme a un problema que ha resuelto el Secretariado del
CC del PCBTU, después del Congreso fundacional del partido. Se trata del problema
del establecimiento y fortalecimiento de las relaciones con el movimiento comunista
y obrero internacional. En el curso del viaje a Atenas, Pyongyang, Bélgica, Alemania,
así como de las conversaciones en nuestro país fue establecido el vínculo con un
número considerable de partidos comunistas, a través de sus direcciones o
representantes que tenían la plenipotencia respectiva. Esto nos permitió observar con
mayor amplitud los procesos que ocurren ahora en el movimiento comunista mundial
y, en general, en nuestro tempestuoso e hirviente mundo, lo que nos dio la posibilidad
de determinar más exactamente las coordinadas fundamentales de nuestra actividad y
sus posibles perspectivas y tendencias.
Partiendo para el encuentro con Bush, Eltsin declaró que el Tribunal Constitucional
pondría el punto final en el comunismo. Gorbachov, en uno de los intervius en el
extranjero se lamentó de que después que se le corta una cabeza al comunismo le
crecen algunas otras. No quiero detenerme a qué degradación moral-política han;
llegado nuestros burócratas del partido que lo dirigían hasta hace poco. Digo sólo que
en los encuentros, mítines y conversaciones, nuestros compañeros extranjeros,
basándose en los hechos, confirmaron que la existencia del comunismo no depende
de Bush o Kohl, ni de Eltsin o Gorbachov. Mientras exista la clase obrera internacio
nal, y en el mundo se efectúan la explotación y opresión a los trabajadores, existirán
el comunismo y los comunistas, se multiplicarán sus filas, sacando las lecciones del
fracaso y la derrota, conducirán a la humanidad a un mundo donde dominará el
trabajo y desaparecerá el capital del escenario de la historia. Ninguna bestialidad ni
represión de los dominantes del poder podrán detener este desarrollo progresivo.
No me tocó nunca enterarme directamente de las actividades de los partidos
comunistas fraternales a los que hoy la reacción primitiva ensucia con una especial
diligencia bajo el provocativo pretexto de "dinero del PCUS". El viaje a Pyongyang,
Bruselas y Dusseldorf permitió sentir, como se dice, en carne cuál es la solidaridad
internacional de los trabajadores, cuando en un estadio cubierto de Bruselas miles de
hombres gritaban "¡Viva la Unión Soviética!", "¡Viva el bolchevismo!" o en el
enorme complejo deportivo del consorcio "Filips" otras gentes se levantaban con un
ímpetu unánime gritando: "¡Internacionalismo!", "¡Solidaridad!". ... Con todo, de
esos muchos miles, más del 70 % eran jóvenes, muchachos y muchachas de Ruhr
industrial. Permítanme transmitir a ustedes sus sentimientos fraternales e inquietudes
por lo que ha sucedido en la URSS y con el PCUS, y, por supuesto, su solidaridad
internacional.
Después de los encuentros y conversaciones con los representantes de los partidos
comunistas extranjeros comencé a entender con agudeza la culpa del PCUS ante el
movimiento obrero y comunista internacional, qué golpe terrible le han asestado por
la espalda los oportunistas y traidores soviéticos, los agentes del imperialismo
internacional y los servidores a Bush y Mitterrand. Este golpe, al comienzo, como en
nuestro país, provocó la confusión. Hoy ésta ya ha pasado. Y se sacan las
conclusiones de lo que ha pasado. Digo francamente, las conclusiones más crueles y
de principios. No siempre nos gustan estas conclusiones, pero gradualmente se
comprende que nuestros camaradas extranjeros tienen razón, razón en lo
fundamental. Y sentimos nuestra propia culpa ante ellos. No es que ellos, como
nosotros, aprendieron en los palacios de pioneros ni viajaron a los campos de
pioneros ni tampoco estudiaron en los institutos. Se han dedicado sin reserva su vida
y destino a la lucha por los intereses de la clase obrera, de todos los infortunados por
el capital. Sin ganas me pregunto: ¿Qué será lo que espera a todos nosotros, las
gentes soviéticas, a nuestros hijos y nietos, si no recuperamos el Poder de los
trabajadores?
Yo, junto con A. A. Lapin y V. I. Kluchin hice las conversaciones con los
representantes del partido de uno de los países socialistas y de algunos partidos
comunistas de los países capitalistas o en vías de desarrollo. En otras palabras, nos
conocimos con las fuerzas políticas principales en el movimiento comunista y obrero
internacional. Nos conocimos con los trabajadores de esos países y escuchamos sus
opiniones. Establecimos también relaciones con los partidos clandestinos que
despliegan la lucha armada. Esto nos hizo sacar las siguientes conclusiones:
Primero, la actual restauración del capitalismo en la URSS realizada por las fuerzas
de la reacción interna y externa constituye el factor principal en la política mundial
por muchos años, como la Revolución de Octubre de 1917. El carácter internacional
de la contrarrevolución burguesa hace indispensable la internacionalización de la
lucha contra ella, es decir, la incorporación a esta lucha del movimiento comunista y
obrero internacional y de todas las fuerzas progresistas del mundo. El capital mundial
teme la solidaridad internacional y obstaculiza de todas maneras el establecimiento
del frente unido de la lucha, al que pertenece históricamente el futuro.
Segundo, los partidos comunistas de Europa, que siguieron en los últimos decenios,
el curso del PCUS y sus políticas oportunistas que desembocaron en la restauración
del capitalismo, se hallan en una aguda crisis. Una parte de ellos pasaron a ser socialdemocráti-cos o simplemente, a las posiciones liberal-burguesas (así sucedió, en
particular-, con el Partido Comunista de Italia). Esta parte, definitivamente, rompió
con el marxismo-leninismo, como una concepción científica del mundo del
proletariado y pasó de la raya del movimiento comunista internacional. Otra parte
permanece en confusión, sin poder apreciar desde la posición clasista lo sucedido en
la URSS y en los países socialistas de Europa, y escoge la "tercera línea". Y, por
último, la tercera parte fortalece el aspecto marxista-leninista del movimiento
comunista, reconstruye el partido de tipo leninista como el mejor de todos que se
responsabiliza de los intereses de la lucha entre el trabajo y el capital. El proceso de
la delimitación es penoso y exige la ampliación de nuestros contactos con los partidos
hermanos.
En la rama ideológica, el proceso del renacimiento, limpieza y fortalecimiento en el
movimiento comunista se despliega a través de la comprensión de que con el
antistalinismo ahora no es posible ir lejos, ni obtener la victoria sobre el Poder del
capital, ni construir ningún socialismo, ni tampoco defender las conquistas sociales
de los trabajadores. A ruego de los compañeros de una serie de partidos comunistas,
en Bruselas me fue recomendado hacer el informe: "El antistalinismo, caballo de
Troya en el movimiento comunista internacional en la segunda mitad del siglo XX".
El informe fue traducido en muchos idiomas, editado y divulgado ampliamente. En el
curso de la discusión de 5 horas llegamos a la conclusión de que el antistalinismo
constituye la más peligrosa forma del oportunismo contemporáneo en el movimiento
comunista internacional. La lucha contra él en pleno crecimiento se halla en el orden
del día.
Tercero, el capital internacional consideró que el fracaso de la URSS y de los
países socialistas en Europa le posibilitaría prevenir la inminente crisis económica
mediante la colonización y la conversión de esos países en fuentes de materia prima y
de mano de obra barata. Pero sus cálculos no acertaron. El Occidente "civilizado" no
se ha salvado de la crisis. En los países capitalistas crecen tremendamente el
desempleo y la tensión social, y menudean las explosiones de odio nacional y racial,
como en Los Angeles y Toronto. Crece el peligro del desencadenamiento de la tercera
guerra mundial, que puede iniciarse en nuestro territorio.
Los dirigentes extranjeros de la contrarrevolución burguesa no esperaron que la
restauración del capitalismo en los países socialistas de Europa se encontraría con
tales dificultades. La RFA no puede "digerir" a 17 millones de habitantes de RDA
aunque ya ha invertido cerca de 80 mil millones de dólares. Kohl se niega a subsidiar
a Eltsin, ya que según su cálculo, en las regiones de la ex RDA se necesitan todavía
más de 100 mil millones de dólares. Más aún, surge y se ensancha el frente unido
antirrestauracionista en Europa oriental. Sobre esto han dicho los representantes de
los partidos comunistas de Albania, Bulgaria, Hungría y Checoslovaquia. Los
comunistas de la Unión Soviética tienen que cumplir aquí con su deber clasista.
Cuarto, los participantes en la discusión que tuvo lugar en Atenas, Pyongyang,
Bruselas, Moscú, Dusseldorf y Essen llegaron a la conclusión sobre la necesidad de
dar hoy el apoyo internacional a los países que construyen el socialismo en Asia
(China, RPDC, Vietnam, Laos) y, en particular, a Cuba heroica, en tanto que hoy los
apuntan y se concentran en ellos todas las acciones subversivas del imperialismo
(también de nuestros restauracionistas y traidores).
Quinto, la derrota temporal del socialismo en la URSS y Europa plantea en el
orden del día el problema de la organización clasista internacional de los
trabajadores. Lo hemos planteado más de una vez en la discusión sobre la situación
en la URSS y el movimiento comunista mundial. Como el primer paso en la
preparación de la solución de este problema puede considerarse la Declaración de
Pyongyang, a la que dan callada nuestros medios de la información masiva. La
firmaron más de 80 delegaciones. El PCBTU considera que la preparación misma de
la rehabilitación de una estructura coordinadora semejante contribuirá a la
consolidación de las fuerzas progresistas, a su diferenciación social-cla-sista y a su
separación de los oportunistas y reconciliadores.
En relación con esto, la delegación del PCBTU en Pyongyang se negó a firmar el
llamamiento, presentado por Tyulkin (PCOR), Prigarin (Unión de Comunistas),
Ponomarev (Partido Socialista de Trabajadores) y algunos representantes de los
partidos de los países de Europa oriental. El llamamiento nació después de la visita de
los mencionados delegados al embajador de la URSS en. Pyongyang, bastante
conocido Razmovski. Política e ideológicamente, ese llamamiento llevaba poco lo
nuevo en comparación con la Declaración de Pyongyang y en esencia contravenía al
frente unido de los partidos comunistas que tomaban parte en ella. A mí se me hizo
claro que la firmación del documento se había realizado en Moscú. Lo trataron
negativamente los representantes de muchos partidos comunistas, incluyendo a
aquellos con quienes nos encontramos en el Io de Mayo en Bruselas.
Sexto y último, hay el más complejo problema que exige la especial atención. Nos
es necesario hoy definir en la policroma del movimiento comunista internacional el
rumbo que puede corresponder al futuro. Naturalmente, esas organizaciones que
seguían el oportunismo de Kruschev-Gorbachov se hundieron en una crisis más seria
que la del partido de la II Internacional en el período y después de la Primera Guerra
Mundial. Esta crisis se resolvió con el paso de estos partidos a la fila de los socialdemócratas. Algo parecido vemos también en nuestro tiempo. Lo principal es, tal vez,
que sus líderes e ideólogos son incapaces de dar la apreciación de principios a la
crisis del socialismo en la URSS y los países socialistas en Europa, llamando
"democratización" a la restauración burguesa.
Un gran interés para nosotros representan los partidos marxista-leninistas
izquierdistas de los cuales más de 30 años escuchamos como de "stalinistas",
"maoístas", "hoxhistas". Sin embargo, ¿el "maoísmo" y el "hoxhismo" no fueron
objeto de represalia por culpa oportunista de derecha del PCUS y de los partidos
comunistas de Italia, Francia, Inglaterra, España y otros países? Desde luego, por
culpa, antes que nada, de la dirección de estos partidos y no de la capa proletaria. Es
característico que estos partidos no cedieron ante el antistalinismo y las resoluciones
oportunistas del XX congreso del PCUS, por lo que recibieron golpes tanto de parte
de las fuerzas imperialistas como de las principales fuerzas del movimiento
"comunista" encabezado por el PCUS. En los países socialistas los partidarios de sus
puntos de vista fueron expulsados a menudo del partido comunista. Hubo también
casos de represión de parte de los órganos del Poder. Quien no estaba preparado para
tal desarrollo del suceso, perdió estímulo en la actividad política y se fue a las
ciencias y a la vida personal. De esto sufrió la labor de la construcción socialista.
Nos hemos conocido con dos partidos marxista-leninistas: el Partido del Trabajo de
Bélgica y el Partido Marxista-Leninista de Alemania. Y con otras decenas sólo a
través de las conversaciones con sus dirigentes. Todos ellos tienen dos
particularidades. Primero, por su composición son partidos obreros. Segundo, son
partidos de personas jóvenes. El PMLA fue fundado en 1982 sobre la base de la
Unión de la Juventud, organización de jóvenes comunistas de la República Federal de
Alemania, separada del Partido Comunista de Alemania, de Herbert Mies, por su
punto de vista, sus apreciaciones de la política de RDA al que ellos consideraban
oportunista, burocrático, etc. El Secretario General del CC del PMLA es Stefan
Engel, de 35 años. El procede de los obreros de la fábrica de Krupp, y ahora es
funcionario del partido. En éste trabajan cerca de 30 funcionarios. Todos otros
dirigentes son también jóvenes y proceden de obreros. De esto se enorgullecían
legítimamente. Más o menos, semejante es el Partido del Trabajo de Bélgica.
Después de la anexión de la RDA a la República federal la justeza de muchas de
sus apreciaciones se ha hecho evidente. En el Partido ingresaron los obreros y
jóvenes en mayor número. En las regiones orientales de Alemania aparece como
Partido influyente, aunque muchos de sus partidarios no están de acuerdo con que en
la RDA hubo "capitalismo burocrático", es decir, con la menospreciación de las
conquistas socialistas de los trabajadores alemanes. Al contrario, en la región
industrial de Ruhr, donde actúa el PMLA, en la última huelga realizada bajo la
consigna partidista "ilegal" (es decir, oficialmente ilegítimo y no registrado) tomaron
parte 17 mil obreros de las empresas de acería.
El PCA, que junto con los dirigentes sindicales disuadían a los obreros de la huelga
sufrieron la derrota. Ahora el PMLA se prepara para nuevas huelgas contra la cesantía
y el desempleo en las fábricas de acero de Krupp, Thyssen, Mannesman que
producen el 90 % de acero en Alemania. (Ahora en la RFA los desempleados llegan a
7-8 % y en la ex RDA a más del 50 %. Recuerdo que el socorro para el paro se paga
por año. Con la subvención posterior no cubren ni el pago para apartamentos.)
Hoy los monopolios en Ruhr planifican reducir a más del 30 % de los fundidores
de acero. El PMLA presentó la demanda de reducir la hora de trabajo semanal hasta
35 horas, sin disminuir el salario de los trabajadores para conservar así los puestos.
Los trabajadores apoyaron esta consigna. Se aproxima una nueva lucha clasista.
Aprovechando el hecho de que un miembro del Consejo Obrero, marxista-leninista,
nos llevó ilegalmente a una gran fábrica de acero en Krupp (el tamaño de la firma
exige el traslado por su territorio en automóvil). Subimos a una altura de más de 100
m. Conversamos con los fundidores, percibimos el poderío de la conciencia clasista
del proletariado alemán, que no conoce ningún socialismo. Tal vez sea mejor que no
conozca tal socialismo que estuvo en nuestro país en los últimos decenios.
El PMLA no estaba registrado, ni estaba dispuesto a ser registrado. En el terreno
neutral el PMLA usa la casa de educación (instrucción) de obreros donde se
establecía por unos cuantos días como en la casa de reposo. En la biblioteca habían
todos los libros de los fundadores del marxismo-leninismo, las obras completas de
Stalin en 15 tomos (las nuestras en 13 tomos), los trabajos de Dimitrov, Thelmann,
Pick, Mao Tse-Tung, etc. Había el busto de Lenin, en las paredes los retratos de Marx
y Stalin y las fotografías de lucha de los trabajadores alemanes en el siglo XIX. Todos
trabajaban de modo tranquilo, modesto, con dignidad, sin ruido ni estrépito ni
autorreclamación. La comparación con nuestros escandalosos mítines y reuniones, no
nos ofrece ventajas.
La preparación teórica de sus activistas deja mucho que desear. De ahí tienen
muchas ilusiones e incorrectas apreciaciones en relación con Afganistán,
Checoslovaquia, RDA, etc. En la discusión de los problemas participan con dignidad
y escuchan con atención las opiniones ajenas. Las largas discusiones con nosotros,
parece que darán sus resultados. Las impresiones son plenamente positivas. En los
problemas políticos básicos nuestros puntos de vista se coinciden casi enteramente.
Con tales gentes puede y debe colaborarse de modo fructífero. Pensamos que le
pertenece el futuro del movimiento obrero y comunista. El PMLA tiene relación con
una serie de partidos marxista-leninistas, que han llegado también a Dusseldorf.
Primero conocí que 65 de las 73 provincias de Filipinas están envueltas en un
movimiento insurreccional. Un cuarto de las aldeas filipinas está dirigido por el Poder
popular. En Turquía las filas del partido comunista llevan a cabo la guerra guerrillera
contra los militares del gobierno. Los comunistas publican sus periódicos y revistas,
donde están imprimidos también los trabajos del PCBTU. A propósito, ayer me
llegaron las revistas de Italia y Brasil. Primero, estaba publicado el Estatuto del
PCBTU y segundo, mi artículo que veo por primera vez editado.
La atención al PCBTU es grande. De nosotros esperan mucho los comunistas y
trabajadores extranjeros. No debemos engañar sus esperanzas. Hoy, aquí, en el Pleno
se ha hablado sobre los principales problemas. Sin arreglar los trabajos organizativos
del partido no podremos cumplir las tareas que nos hemos propuesto. Sólo, sobre esta
base, es posible ampliar las labores políticas y propagandísticas. Ya es tiempo arrojar
el "viejo testamento" que nos ha legado el partido gobernante. ¡Arrojemos y
triunfaremos!
BANCARROTA DEL REFORMISMO, O ¿DÓNDE ESTA LA LUZ
EN EL FIN DEL TÚNEL?
Después del año 1917, en una sexta parte de la Tierra apareció un país, la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas. Durante su existencia de 70 años, ella ocupó
legítimamente el puesto de una gran potencia mundial, inscribió muchas páginas
gloriosas en la historia de la humanidad, con los trabajos, talentos y valentía de sus
hijos e hijas. Ninguno debe borrarlo ni copiarlo por la tentación.
Precisamente y en primer lugar, con la Unión Soviética están ligados los cambios
positivos globales, que no pueden menos de causar impresión a cualquier hombre.
Esos cambios se hallan en el fondo del progreso histórico-mundial. Voy a citar sólo
algunos de estos cambios que testimonian los profundos avances sociales en la
cohabitación internacional de la humanidad en el siglo XX. Estos avances convienen
no a todos, pero algunos deben tenerse hoy en cuenta objetivamente, más aún en el
futuro.
El primero de todos es la derrota histórica del fascismo. A esta derrota la Unión
Soviética hizo una decisiva aportación, ofrendando en el altar de la Victoria la vida de
más de 20 millones de sus mejores hijos e hijas. En las batallas mortales éstos
salvaron no sólo el fundamento del socialismo en nuestro país, sino también la
democracia occidental que se puso de rodillas ante el éxito militar de Hitler.
La escisión del mundo en dos, en dos sistemas socio-económicos muy opuestos
entre sí aceleró la bancarrota del sistema colonial, cuya inhumanidad era
incompatible con la tendencia humanitaria del siglo XX. Sin la URSS este proceso
liberador hubiera sido dilatado en cientos de años.
La bipolaridad de la estructura posbélica del mundo, y la paridad coheteril-nuclear
alcanzada por ambos sistemas mundiales, favorecieron a la humanidad desarrollarse
durante medio siglo sin el cataclismo bélico comprensivo, o en palabras actuales, sin
la guerra mundial. Aunque los antisoviéticos trataban con celo de probar la
"belicosidad del comunismo", los gobernantes y pueblos del mundo occidental
comprendieron que la Unión Soviética, si no se la obligara, jamás entraría en la
"senda de la guerra". La política de coexistencia pacífica de los Estados, naturalmente
no congeló el statu quo en el planeta, ni abolió la cuestión de la confrontación
mundial entre el trabajo y el capital en la arena internacional, confrontación, a través
de la cual se realiza hoy el progreso social. La coexistencia pacífica llevó sólo la
lucha clasista al cauce civilizado y salvó la comunidad mundial del autoexterminio.
Los principios de la coexistencia pacífica fueron formulados por muchos de los
sabios distinguidos desde Kant hasta Gandhi. Pero sólo el socialismo los ha
materializado, los ha hecho reales y factores orientadores durante medio siglo en las
relaciones internacionales. Sin el socialismo esos principios se habrían quedado sólo
como invocaciones de los humanistas y pacifistas. Con la URSS estaban vinculadas
también las conquistas sociales de los trabajadores en todos los continentes. El capital
internacional, privado de la posibilidad de la fuerte confrontación con los países
socialistas, se vio obligado a mitigar su fogosidad en la arena de la lucha clasista en
sus países. Naturalmente, se lo favorecieron también el progreso científico-técnico y
la posibilidad de utilizar la mano de obra barata de los países del "tercer mundo" y
una serie de otros motivos provisionales. Sin duda, se beneficiaron los trabajadores
de los países capitalistas desarrollados que alcanzaron un nivel de vida muy elevado.
Y, por último, la URSS, donde hasta'la Revolución de Octubre de 1917 el 85 % de
la población eran analfabetos, se convirtió en un país completamente letrado, abrió la
era de la salida del hombre al cosmos y de la utilización pacífica de la energía
atómica. En la Unión Soviética se eliminaron el desempleo y la discordia nacional y
se formó un seguro sistema de garantía social para los ciudadanos. Este aporte a la
humanización de la comunidad de los hombres pudo servir de fundamentos del
orgullo nacional para los ciudadanos de cualquier país. Desgraciadamente, en la
URSS este proceso de progreso fue frenado a partir de la década de los 60 y, después,
se volvió sobre sus pasos. Entonces, ¿dónde estaba la fuente principal de tal
metamorfosis reaccionaria?
Para nadie es un secreto que el PCUS formuló y dirigió la política interior y
exterior de la URSS. A diferencia del feudalismo y capitalismo, el desarrollo del
socialismo puede ser planificado y debe apoyarse en la base científica en desarrollo
constante. Cualquier espontaneidad es desastrosa desde el comienzo. La historia
mostró que calificar a sí mismo como una fuerza directriz de la sociedad y ser
realmente tal fuerza son cosas diferentes. Sobre esto habla la historia del PCUS.
La fuerza de cualquier partido político de los trabajadores está en la presencia de
un programa argumentado científicamente, en la defensa de los intereses sociales de
su propia clase y en la existencia de la concepción correcta del logro del objeto
estratégico basado en esos intereses. Para el PCUS tales intereses fueron desde el
comienzo los de la clase obrera, del campesinado koljosiano-sobjosiano y de los
intelectuales trabajadores. Toda desviación de esos intereses fue y es la traición
social.
Desde la segunda mitad de la década de los 50, bajo la influencia de su dirección
oportunista, se inició la deriva del PCUS de la posición científica proletaria a la de la
política pequeñoburguesa. Su obertura ideológica fue la campaña antistalinista
desenvuelta después del XX congreso del PCUS. Esta campaña llevó al menoscabo
de la autoridad del socialismo, a las serias dificultades en el movimiento comunista
internacional, a la confrontación con el Partido Comunista de China y, después, de la
URSS con la RPCh, y a la activación de los adversarios del socialismo en los países
de democracia popular de Europa. En la URSS tuvo lugar el reemplazamiento masivo
de los cuadros del partido y soviet y comenzó la eliminación de las posiciones
principales del marxismo-leninismo como la cosmovisión científica de la clase obrera
y de las fuerzas socialistas de la actualidad.
Como es sabido, el oportunismo se manifiesta en el carácter sin principios, en la
caza de corto alcance de los provechos parciales y diminutos, y de ahí, a menudo
ficciosos en detrimento de los intereses radicales. Así fueron, por ejemplo, la epopeya
de maíz de Kruschev, el viraje por Breznev de un río del norte hacia el sur y otras
tantas proyecciones semejantes. El carácter sin principio y la miopía constituyeron
precisamente los factores que definieron la política del PCUS en ese período
histórico. La nocividad de tal política fue enmascarada al comienzo y compensada en
parte por los éxitos reales del pasado alcanzados creando reservas sin precedentes de
la estabilización del sistema socialista. En el tiempo de Kruschev-Breznev se
mostraron particularmente peligrosos los errores de principios en la economía.
La economía se vio obligada a orientarse no por la rebaja del costo de producción y
el aumento de la producción de mercancías de alta calidad a cuenta del
aprovechamiento de los logros científicos, nuevas tecnologías, sino por la extracción
del provecho de cada producción mediante la infundada alza de precios de mercancía.
La persecución miope de ganancias personales y la orientación unilateral de la
producción a tal provecho ocasionó el lento desarrollo de la economía nacional, la
disminución de la entrega de los fondos y la gradual devaluación del rublo. Se
interrumpió el descenso de los precios y comenzaron el encarecimiento de los medios
de uso popular y la desaparición del surtido barato. Se frena el progreso científicotécnico, caen los ritmos del desarrollo de la producción y disminuye el crecimiento de
la productividad del trabajo.
La política económica del oportunismo llevó al engrandecimiento de la distancia
entre los bien y mal retribuidos. Cobró fuerza la economía "sombría" que engendraba
los elementos de las empresas privadas, los cuales comenzaron la acumulación inicial
del capital. Con los estraperlistas cerraron las filas los corrompidos burócratas del
soviet y el partido. La tendencia de la desaparición de la diferencia clasista comenzó
a recubrirse de la diferenciación social, del deslinde de la sociedad. Stalin dijo
justamente que para los oportunistas "el socialismo significa la cría y el
enriquecimiento de la burguesía". En estas condiciones los trabajadores perdieron el
estímulo moral en el trabajo, nació la indiferencia y después, la repugnancia a todo lo
estatal y social. Aumentan la violación de la disciplina laboral y el robo de los bienes
del pueblo.
El oportunismo que ocupó las alturas dominantes en el PCUS, se convirtió en el
gobernante. El fenómeno del oportunismo estatal-gobernante tenía su causa. Pero
esto es un tema aparte, extenso, que no se resuelve en una sola lección. Partiendo de
la concepción de Kruschef dé la "victoria completa y definitiva del socialismo" y
atravesando por la teatralización de la idea de Breznef: "el socialismo desarrollado",
él, el oportunismo gobernante, acabó su evolución con la degeneración completa y
definitiva de la cumbre del PCUS en traidor y renegado, en lacayo del capital
transnacional y de la burguesía criminal doméstica, en destructor de la Potencia y
liquidador del partido de la clase obrera. Los Gorbachov, los Yakovlev, los Eltsin, los
Shevardnadze, los Krabchuk y los Nazarbaev, quienes hasta hace poco cantaban
delante de la telecámara "La Internacional", ahora tocan la trompeta acerca del "fin
del socialismo", "atolladero histórico" y "experimento fracasado", demostrando su
pobreza intelectual y degradación moral.
No es la idea socialista y comunista la que sufrió la derrota histórica, sino el
oportunismo insignificante y estéril que la ha usurpado.
Los políticos de doble faz y los arribistas descabellados, que ganaron la confianza
de las gentes mediante el fraude y la actuación como el camaleón encaramándose a la
cumbre de la pirámide del PCUS, están hoy listos para apoyarse en cualesquiera, no
importa que sean criminales o viles, o fascistas; enemigos jurados de la humanidad,
con tal de mantenerse sobre el pescuezo del pueblo en calidad de sus "gobernantes".
No es que el partido de los comunistas terminó su existencia, sino que revelaron su
inconsistencia y se derrumbaron las "estructuras del partido" creadas por el
oportunismo, pero muertas y podridas hasta su raíz. Ya hacía tiempo no representaban
un partido leninista, sino objetivamente se oponían a éste. Por eso el Partido
Comunista Bolchevique de Toda la Unión se pronuncia contra la reconstrucción de tal
partido, y los argumentos de esta posición fueron dados en mi artículo "¿Es necesario
reorganizar el PCUS?"
La historia de los últimos diez años muestra que el oportunismo trae inevitable y
legítimamente la restauración del capitalismo, que ha puesto hoy el país delante de
una catástrofe, de la cual no existe la salida por vía de la restauración burguesa y la
cual llevará a los trabajadores a una pobreza nunca vista.
En nuestros días, la acumulación inicial del capital criminal llegó a su culminación.
Rápidamente se concentra el capital grueso que se precipita a monopolizar toda la
vida económica del país. La anterior propiedad estatal de la URSS perdió su carácter
socialista y se hizo fundamento del capitalismo estatal. En las condiciones actuales
esto permite privar o apropiarse fácilmente de los bienes de todo el pueblo. Fueron
despilfarradas las reservas de oro y los recursos estratégicos de la Potencia. Los
"pragmatistas" en el gobierno desplazan gradualmente a los seudodemócratas
ladronescos. La antigua "nomenclatura" del partido pasa abiertamente al servicio del
capital monopolizador. El círculo de la traición de los intereses de los hombres
sencillos está cerrado. La contrarrevolución está en el umbral del paso al método
autoritario-fascista en realizar el Poder.
En todas las esferas de la vida social se despliega la ofensiva contra la principal
fuerza productiva de la sociedad, los trabajadores de la ciudad y del campo, quienes
se contraponen a la explotación y el saqueo, a veces de modo violento, pero aún
espontáneo. Prácticamente, están privados de sus acumulaciones laborales que fueron
"comidas" por la inflación galopante y la devaluación del rublo en 50-100 parte. Por
muchos meses se retarda el pago del salario. Para los pensionistas que viven en el
límite de la pobreza y en el umbral de la sobrevivencia biológica, se reducen en
silencio, sin anuncio, las pensiones de mendigo aún sin ello. Antes que a nadie, se
aplica a la vieja generación el genocidio, el cual es la venganza de la
contrarrevolución burguesa por el socialismo que ellos crearon y defendieron con sus
luchas.
En todas las regiones del país aumenta amenazadoramente la mortalidad y cae la
natalidad. El número de suicidio sólo en la primera mitad del año 1992 casi iguala al
de los muertos de la guerra de diez años en Afganistán. Los conflictos nacionales y
sociales y la criminalidad frenéticamente creciente, quitan la vida de decenas de miles
de hombres. Se ha suspendido el funcionamiento normal de la salud pública,
haciéndose cara e inaccesible para la gente sencilla. El bolsillo de los trabajadores no
alcanza para un descanso normal, de que disfrutaban bajo el llamado "sistema
administrativo y de mando".
Es dramática la situación de la joven generación. El negocio especulativo no da a
los jóvenes un sueldo estable y garantizado. La "fascinación" seudodemocrática del
nuevo modo de vida sacó a luz la desolación espiritual y la falta de perspectiva. El
narcotismo, la prostitución, la pornografía, la crueldad y el liberalismo general llevan
a la ruina a un número siempre mayor de jóvenes. Los graduados de las
universidades, de los institutos y de las escuelas profesional-técnicas, empezaron a
llenar el número de desempleados. Realmente, la existencia hambrienta se ha hecho
el destino para los estudiantes. Innumerables escuelas secundarias están en punto de
completa ruina. El ejemplo de algunas escuelas aisladas no puede frenar la brusca
caída de la cultura y la moralidad de la joven generación.
El capital que penetra en el Poder convirtió el cosmopolitismo en el antipatriotismo
de carácter belicoso.
Cada mes, en el país se cierran mil empresas. Crece el ejército de desempleados. Se
desclasifica la clase obrera, despolitizada en el período del "socialismo desarrollado".
El famoso juego, que permite ganar a cuenta de la empresa el automóvil o la
videotécnica, crea en algunos obreros la ilusión temporal sobre la satisfacción de su
largo deseo. El soborno de filas aisladas de los trabajadores apaga los hogares de la
explosión social, pero amplía el espacio del descontento general que se mueve como
la lava volcánica, descontento que está listo para expandirse como una guerra civil de
gran escala con las consecuencias imprevisibles. Objetivamente, se forman los
factores de la oposición a la contrarrevolución burguesa. Gradualmente la clase
obrera toma la conciencia de su responsabilidad histórica. Suenan más alto y claro
sus consignas y reivindicaciones políticas. Comenzó el proceso de politización de las
batallas huelguísticas.
Arde en fuego lento el odio clasista de los granjeros. El campesinado koljosiano y
sovjosiano, y no la pregonada "nomenclatura" intensifica la resistencia a la
capitalización del campo. El nuevo modo de vida del campo soviético entró en
contradicción con el "idiotismo de la vida rural" (C. Marx) de los productores
privados. Aumenta la oposición a eliminación de la propiedad koljosiano-sovjosiana.
A través de su experimento personal los campesinos reconocen de nuevo el valor de
la democracia koljosiana.
Ni los instrumentos dados por las autoridades, ni la financiación a destajo (al
granjero se designan medios presupuestarios cientos y miles veces mayores que al
koljosiano), ni el derecho de la compraventa de la tierra fueron capaces de convertira la economía de granjeros y jornaleros en columna vertebral de la producción de
economía rural. En el campo soviético se muestra evidente el déficit de los instintos
de propietario privado, los cuales chocaron con las experiencias sociales del
campesinado koljosiano.
Los intelectuales se convirtieron en rehenes de la contrarrevolución. Hasta su
"élite", que se responsabilizaba de la preparación ideológica de la restauración
capitalista, sufrió la derrota. No son ellos los que compran villas en las orillas verdes,
sino son los empresarios-saqueadores, enriquecidos a cambio de la calamidad del
pueblo y la cumbre corrompida de Eltsin-Gorbachov. No se oyen más las voces
entusiastas de los "ex-jefes de las obras" de perestroika. De las filas desordenadas de
los representantes de la "cultura élite" llegan los gemidos que reflejan no sólo la
perplejidad absoluta, sino también la nostalgia por el pasado, la estabilidad, la
seguridad y el orden. Esta murria por lo perdido la ha expresado bien en el cuento
"Como quiera" Serguei Zaligin en "Novii mir" (abril de 1992), la revista
tradicionalmente "democrática".
Ni el "comercio con los sesos" y la "mano de obra" en los mercados extranjeros
resulta muy rentable. La ganancia de los alejados del país impresiona sólo si se
calcula en el rublo devaluado. En realidad todo se ha hecho falta de derechos sociales
y esclavitud asalariada en el extranjero.
La restauración capitalista engendró en el país la pobreza espiritual. En los últimos
años no se crearon ni un libro, ni una película ni una obra musical que puedan
llamarse valorables. El teatro, la cinematografía, la literatura, las bellas artes y la
arquitectura están al borde de la decadencia. La televisión, la radio y otros medios de
información masiva se separan gradualmente del pluralismo, convirtiéndose en
órganos propagandísticos oficiales del gobierno. La prensa y la televisión pesan
económicamente sobre la oposición.
En el Soviet Supremo de Rusia se debate hoy la ley que introduce la censura, los
"demócratas" tratan de tranquilizar diciendo que ella está dirigida sólo contra los
comunistas. El "asalto a Ostankino' del 22 de junio de este año, a pesar del carácter
plenamente ilusorio de las tareas propuestas, evidenció el descontento masivo por la
desvalorización del pluralismo. Los trabajadores perdieron las últimas posibilidades
de expresar públicamente su actitud hacia los culpables de la situación de crisis.
En la situación más lamentable se hallan la ciencia y los eruditos. No pocos de
éstos ingresaron en cooperativas, negocios, comercios y esferas de servicio. Los
restantes llevan una vida dolorosa, sintiendo vergüenza de sus actividades
"democráticas" del pasado. Muchos científicos empezaron a desilusionarse viendo
cómo se destruyen los organismos científicos, se arruina la tradición acumulada, se
roban los resultados de los trabajos investigativos de los científicos de varias
generaciones y pasan a precio muy barato al Occidente los inventos y las tecnologías,
que constituían orgullos de la nación. Nuestro Estado está perdiendo la última
posición en la ciencia mundial, posición donde por decenios íbamos delante de otros
países. El genocidio de postperestroika del talento y genialidad de los científicos de la
Patria no puede calcularse con la medida financiera ni moral.
La política exterior es antipopular, reaccionaria y sin perspectiva como la política
interior de la dirección de Rusia, que manifiesta toda la ayuda y respaldo a sus
partidarios reaccionarios en el así llamado "extranjero cercano". En la política
exterior, esta línea está destinada a la lucha contra aquellos regímenes de las ex
repúblicas soviéticas que se esfuerzan en tal o cual forma para defender las
conquistas socialistas y frenar la venta de la Patria socialista. Paralela a esto, ofrece
un apoyo activo, incluso militar, a las fuerzas "democráticas" que restauran el
capitalismo. Los gobiernos de los restauracionistas tienen la directa responsabilidad
de que en nuestro país arden guerras y conflictos, mueren y se refugian cientos de
miles de hombres soviéticos, se realiza el genocidio contra las naciones pequeñas, y
se ven traicionados los derechos e intereses legales de 25 millones de rusos, que están
en la situación de rehenes de los nacionalistas locales. Los forcejones desamparados
de la diplomacia rusa en el "extranjero cercano", su llamamiento demagógico a la paz
y sus esfuerzos de intermediario en dondequiera son máscaras de la política
destructora de traición nacional. Es igualmente provocativo y amenazador el uso de la
fuerza en las regiones del "extranjero cercano" del que hablan Eltsin, Ruchkoi y
otros.
En el "extranjero lejano" toman el rumbo a la liquidación definitiva de los
regímenes "procomunistas" de Europa oriental (Serbia, Chernogoria), a la
desacreditación del socialismo en China, la RPDC, Vietnam y Cuba, y a la
capacitación de la reacción para la lucha contra el movimiento comunista, obrero,
nacional-liberador en el mundo. La unión de los restauracionistas, del capital de
nomenclatura del PCUS, del montón de generales y altos oficiales que traicionaron su
juramento, de los dignatarios diplomáticos y trabajadores del Comité de Seguridad
del Estado que vendieron la causa del socialismo, ella es el colectivo que ahora dirige
el baile en el campo de la política exterior. Lo que hacen ellos es vender a precio
barato las riquezas nacionales del país. Aquí los esfuerzos especiales se encaminan a
recibir la ayuda en todos los aspectos del capital internacional, como su patrocinador,
inversionista, compañero en la política exterior y aliado.
Las bacanales de la traición nacional y las locuras antipopulares en la política tanto
interior como exterior, de los restauracionistas, reciben un golpe creciente de parte de
las fuerzas socialistas y patrióticas de nuestro país. Muchos se han dado cuenta de
que tal política hunde la patria en el abismo de la dependencia semicolonial y
aumenta la peligrosidad del estallido de un nuevo conflicto mundial. Algunos
traidores, disidentes en el gobierno, piden aún la intervención directa de otros países
en nuestro asunto. Esto lleva a la extremidad la tensión tanto dentro como fuera del
país.
Ahora la crisis de la restauración capitalista en la URSS adquirió tal aspecto que
pueden seguirla la parada de la producción, la catástrofe completa de la sociedad y la
paralización del Poder. Al fin se destruyó la base social, sobre la que empezó la
perestroika. La crisis llevó dondequiera el campo de los reformistas a la escisión, la
vacilación, la deserción y la traición abierta. Toda la serie de los anteriores
"demócratas" furibundos pasa ahora a la oposición (Yu. Blasov, S.Stankebich, etc.).
Pasan interminables calumnias de los partidarios de las reformas de Eltsin, donde
centellean algunas que otras personas. Del campo de los "demócratas" sin
miramientos se oyen los gritos de "abrir la brecha con la privatización", "realizar la
revolución estructural a través de la bancarrota", "cortar el ataque de los rojosmarrones", "no se necesita ninguna elección ni referéndum", etc.
Detrás de todos estos "efectos ruidosos" en el panóptico político comenzó
silenciosamente la nueva reagrupación de las fuerzas en la clase dirigente de los
restauracionistas, la neoburguesía proocciden-tal, compradora que definitivamente se
comprometió como cosmopolita se ve gradualmente apartada de la dirección de la
restauración del capitalismo. En el primer plano de la vida socio-política de Rusia y
de mayoría de las antiguas repúblicas se pone el capital nacional, aunque en cada
"Estado soberano" se efectúa bajo diversas banderas ideo-políticas. En la actualidad
la fracción de neoburguesía en bancarrota se aparta del poder para salvar la
restauración misma, limpiar y embellecer su fachada y desorganizar la resistencia de
los trabajadores.
Ahora la neoburguesía de Rusia concentra sus fuerzas intelectuales. Organiza
rápidamente sus partidos políticos (a muchos de los cuales los dirigen los empresarios
mismos) y toma posiciones claves en los órganos del Poder estatal. Su base
ideológica es el nacionalismo. La fuerza de la burguesía nacional tuvo el origen
patriótico-estatal, el cual en el período del desmoronamiento de la Potencia atrajo a
numerosos hombres incluyendo a los militares. Al capital nacional le sirvió de base
masiva la capa de pequeñoburguesía de la ciudad y del campo, ligada políticamente
con las organizaciones patrióticas. En unión con el capital nacional marcharon el
Partido Socialista y una serie de otros partidos de "pequeños mercanchifies", así
como el capital de nomenclatura del PCUS, el cual se siente poco seguro delante de
los seudodemócratas que persiguen hoy la búsqueda del "oro del partido".
La fuerza del capital de "nomenclatura partidista" consiste no tanto en lo
económico, como en sus sólidos vínculos con los tecnócratas, los dirigentes de las
empresas industriales de gran tamaño y de los complejos científicos. En las
condiciones de hoy cuando en las empresas están destruidas las organizaciones
partidistas y demolidas las sindicales creció mucho el papel de los administradores.
De su posición depende directamente a quién siguen los colectivos productores y
científico-investigativos. Hoy los colectivos no pueden expulsar a los administradores
indeseables. Ahora esto es la prerrogativa de los gobernadores locales de Eltsin. Se
despliega en todas partes la lucha entre el gobierno y los nacional-patriotas para ganar
a tecnócratas. Hace poco el gobierno alzó el salario de los directores hasta 100-150
mil rublos, que equivale a los ingresos de los empresarios medianos.
Hubo una aguda confrontación entre el capital cosmopolita y el nacional en el VI
Congreso de los diputados populares de Rusia (abril, 1992). Sin embargo, el curso de
ese congreso mostró que las facciones burguesas concurrentes poseen casi igual
potencial y todavía no están preparadas para la conquista decisiva del Poder. La
oposición parlamentaria puso muy de mal humor a Eltsin y Gaidar, pero, en fin de
cuentas, cayó en compromiso. Como resultado de la segunda votación el congreso
tomó las resoluciones contradictorias unas con otras y aplazó la observación de una
serie de problemas claves. Después del congreso se agravó más la confrontación de
los concurrentes, aunque el gobierno se esforzó para hallar el consenso con los
tecnócratas dirigentes con la ayuda del nuevo Partido de Renovación, conduciendo a
ellos a continuar la reforma. Por otra parte, el nuevo Partido de Reformas
Económicas, fundado por el empresario Borov, organizó la "presentación" del capital
nacional de Rusia a los negociantes de Francia, Suecia, Finlandia y otros países
extranjeros.
La activización de la neoburguesía nacional condicionó el visible cambio de
posición a la derecha no sólo entre los partidos y grupos patrióticos sino también
comunistas. Un índice de tal desplazamiento político fue el Concilio de Rusia en
Moscú (junio de 1991), en que los objetivos egoístas de burguesía nacional de Rusia
fueron enmascarados por los escritores Rasputin y Belov y los dirigentes del Partido
Obrero Comunista de Rusia (POCR) Ampilov y Tsulkin y la comunista Umalatova.
Todos ellos tuvieron expresivamente el aire de los "camisones negros" con la marca
de brazal de la cruz gamada reformada y modernizada. Con el fin de demostrar el
apoyo del pueblo el Concilio mandó a Ampilov y al general Makashev a asaltar la
torre de televisión en Ostankino, prohibiendo al mismo tiempo la divulgación de las
publicaciones comunistas. Sterligov, ex-general del Comité de la Seguridad del
Estado proyectó en su informe, con su habilidad profesional, la línea anticomunista.
Ahora muchos hombres pronostican la pronta dimisión de Eltsin, los días de la cual
están ya calculados. La dimisión del gobierno de Eltsin que llevó la restauración del
capitalismo a un callejón sin salida es, claro está, inevitable y deseable. Pero lo más
indispensable es la renuncia a toda la política de la restauración capitalista. El Partido
Comunista Bolchevique de Toda la Unión parte de que en el orden del día está hoy la
unidad de acción de los comunistas y los patriotas genuinos en la lucha contra todas
las líneas de la restauración del capitalismo. En el ángulo principal de tal unidad debe
estar el objetivo común: regeneración del socialismo renovado y la integridad de la
Potencia. El socialismo y la unidad de la Potencia son inseparables. El PCBTU está
en contra de la participación de los inmaduros "comunistas" en los gobiernos de la
"confianza popular" y los "comités de salvación", organizados por diversas fracciones
de neo-burguesía. Hoy cualquier codicia por las butacas de ministro en los gobiernos
contrarrevolucionarios es una traición a los trabajadores.
Hoy en día, como nunca, es necesario el único movimiento anti-rrestauracionista
en el país, capaz de jugar el rol de la tercera fuerza decisiva que pueda resistir a todos
los manejos de la reacción, no importa con qué vestido "humano" o "patriótico" está
engalanada. Desgraciadamente, con respecto a este problema no mantienen una
posición clara algunos dirigentes de los partidos, nacidos sobre las ruinas del PCUS.
Como el método principal de la lucha contra la contrarrevolución burguesa el
PCBTU considera la huelga general política de los trabajadores, capaz de barrer el
régimen actual sin la violencia armada.
Los procesos destructivos empezados en 1985 en nuestro país, están condenados,
según nuestro pensamiento, al fracaso, ya que contradicen con el vector principal del
desarrollo socio-económico de la humanidad.
En primer lugar, la tendencia mundial del desarrollo de las fuerzas productivas está
vinculada con la concentración e internacionali-zación de la producción y con el
fortalecimiento del principio planificado de la economía. Los restauracionistas
destruyeron el único complejo productivo-económico del país, renunciaron a la
planificación, destornillaron el volante de la descentralización de la producción y la
propiedad y de su división por habitaciones nacionales y regiones. Entre nosotros se
concentra sólo el capital separado de la base productiva, lo que confirma su carácter
criminal-saqueador.
En segundo lugar, el progreso histórico elimina objetivamente los límites de las
clases y capas, teniendo la tendencia del movimiento de la sociedad hacia la
homogeneidad social. La contraposición del Trabajo y el Capital frena este proceso
que se acelera bajo el socialismo. Regenerando a la neoburguesía bajo la consigna de
los derechos humanos, el país vuelve a los peligrosos antagonismos y
confrontaciones en el aspecto social.
En tercer lugar, de siglo en siglo, de década en década cambia o se embota la
agudeza de las contradicciones raciales y nacionales en las relaciones étnicas. El
socialismo solventó satisfactoriamente este problema sobre la base de la propiedad de
todo el pueblo y alcanzó los asombrosos éxitos demostrando al mundo la ayuda
mutua fraternal y la amistad entre los pueblos. Hoy, en Estados Unidos los negros se
hacen generales y senadores, e incluso en la República Sudafricana enderezan la
situación en cuanto a la amistad entre los pueblos. Pero en nuestro país, la burguesía,
que ha tomado el poder, no sólo aisló a los pueblos, sino que también los incita, uno
contra otro y organiza los conflictos nacionales que se transforman en una guerra
civil. En un tiempo en que en el occidente, bajo los intereses de la libre traslación de
los capitales y las fuerzas del trabajo pierden su anterior significado las fronteras de
los Estados nacionales, pero en los nuestros se levantan las fronteras allí donde no
deben estar.
Todo lo dicho permite sacar la conclusión de que el proceso res-tauracionista en
nuestro país es incompatible con las leyes generales del progreso social y las
tendencias principales del desarrollo de la humanidad. Esto condujo la restauración a
un callejón sin salida y hace temporal la derrota del socialismo en la URSS.
La restauración del capitalismo en la Unión Soviética y en los países socialistas de
Europa cambió la correlación de fuerzas en escala mundial a favor del imperialismo y
la reacción. Ella sirvió de comienzo de la crisis del movimiento obrero y comunista
mundial. Dio golpe a tres torrentes principales del proceso revolucionario del mundo:
el sistema socialista de Estados, la lucha de los partidos comunistas en los países
capitalistas y el movimiento de liberación nacional.
El fracaso temporal del socialismo en Europa y la URSS condujo objetivamente a
que el centro del socialismo mundial y del movimiento revolucionario se trasladara a
los países de Asia y América Latina, los que ahora son objeto de la presión
concentrada del capital mundial. Esto hace preciso el apoyo total de todas las fuerzas
progresistas del mundo a los partidos comunistas de China, la RPDC, Cuba, Vietnam
y Laos.
Ahora se ha creado la situación en que los partidos comunistas que seguían las
resoluciones del XX congreso del PCUS se encuentran en una seria crisis y pierden
de continuo su autoridad entre las masas. La ganan ahora los partidos marxistaleninistas que no reconocieron las resoluciones revisionistas del XX congreso.
Durante más de treinta años estos partidos fueron maltratados por los oportunistas
como "stalinistas", "maoistas" y proalbaneses. La historia de los últimos diez años
evidenció la corrección fundamental de su posición ideo-política. Hoy en el orden del
día están la consolidación de esos partidos comunistas, la unidad de su acción en la
lucha contra el enemigo común, la elaboración de la estrategia y táctica comunes en
la lucha clasista y el restablecimiento de la estructura coordinadora del movimiento
comunista internacional, estructura que lleva adelante la tradición y las experiencias
de la Internacional Comunista. El primer paso en este camino complicado fue dado
con la Declaración de Pyongyang (Abril, 1992), firmada por más de setenta partidos.
Hace poco tiempo el presidente Eltsin declaró presuntuosamente que el Tribunal
Constitucional pondrá el punto final al comunismo. Sin embargo, hoy en la copa de
pesos de la Temis rusa no está de ninguna manera la suerte del Partido Comunista.
Sea cuál fuere la decisión del Tribunal Constitucional, nunca éste podrá eliminar la
idea comunista. Ningún tribunal tiene la fuerza de declarar inexistentes a millones de
hombres, vivos portadores de esta idea. No hay una fuerza tal que pueda impedir a las
personas que confían en el comunismo, unirse en un conjunto de los adeptos a una
misma idea que se llama partido.
Los partidos políticos acaban con su existencia no por los ukases de los
presidentes, sino forzados por las condiciones históricas objetivas. Las ideas no
mueren con los hombres ni se queman en los hornos de los Oswiecim. Se retiran de la
arena histórica sólo cuando se agotan ellas mismas. Con la ayuda de la manipulación
ideo-política es posible entenebrecerlas, pero jamás eliminar la fuente del
comunismo, la contradicción entre el Trabajo y el Capital. Mientras existan en el
mundo la explotación y la opresión de los trabajadores, existirán la idea comunista y
los comunistas, se engrosarán sus filas y sacarán las lecciones en su fracaso y derrota.
En la copa de pesos de la Temis se halla hoy no la suerte del PCUS, sino la del
Estado de Rusia. Porque la violación de la legalidad es por igual la destrucción del
Estado, es decir, el pisoteo del derecho de los hombres. El reconocimiento como
"legales" de los ukases ilegales del presidente pondrá a Rusia en el último límite, más
allá del cual existe el abismo del caos jurídico, donde según la expresión de C. Marx,
en cambio de la arma de la crítica se hace inevitable la crítica con armas o la guerra
civil, no necesita la apreciación de los Tribunales Constitucionales.
El partido de los bolcheviques-leninistas se opone a tal salida del acontecimiento.
Sin embargo, nosotros llamamos a los trabajadores con tales formas de lucha que
serán impuestas por la contrarrevolución burguesa que se desenvuelve hacia la
reacción, el autoritarismo y el fascismo. Precisamente para esto, en agosto de 1991
nosotros hemos levantado la bandera del bolchevismo, quitándola de las manos
temblorosas de los burócratas y funcionarios del partido que arruinaron el PCUS. A
nadie entregaremos esta bandera en cualquier circunstancia. Esto es lo que quiero
subrayar en nombre del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión, al que
represento yo en este respetable auditorio.
14 de julio de 1992
Ciudad de Moscú
Lección dada en el Instituto Soviético-Americano de Ciencias Sociales y Políticas
en Moscú
A medida que en el interior del país aumenta la fuerza influyente del Partido Comunista Bolchevique de Toda la
Unión, su prestigio crece también en los movimientos internacionales obrero y comunista. Los contactos bilaterales y
multilaterales durante los recorridos por Atenas, Pyongyang, Bélgica, Alemania y Siria, y las entrevistas en nuestro país
nos sirven para establecer vínculos con muchos partidos comunistas. Nos permite además, observar en forma vasta los
procesos generales ocurridos en la actualidad en los movimientos internacionales obrero y comunista.
EL OPORTUNISMO DE DERECHA Y LA RESTAURACIÓN DEL
CAPITALISMO EN LA URSS
En la historia de todo el mundo el siglo XX será señalado con los símbolos
revolucionarios multiformes y multicolores, que tenía la Rusia Soviética que en los
severos días de Octubre de 1917 indicó al pueblo la salida real de la crisis global
engendrada por el imperialismo en la máxima y última fase de la formación socialeconómica capitalista. La crisis era severa, sangrienta, inhumana, relacionada con el
saqueo de los países coloniales y subyugados, las interminables guerras
transformadas en riñas mundiales por la división y repartición del mundo, la crisis
económica que destruyó e hizo retroceder la producción, y formas brutales de
explotación y opresión a los trabajadores.
La Revolución de Octubre en Rusia proclamó que la solución del antagonismo
mundial entre el trabajo y el capital salió al punto muerto de cientos de años, y entró
en la línea recta de la confrontación mundial. Con la época de la transformación en
nuevas formas de vida social, en las estructuras, relacionadas con el socialismo, que
encarna las ideas seculares del hombre de la justicia social y la inadmisible
explotación del hombre por el hombre, se inauguró la era histórica de vencer con
razón a la fuerza.
Si el camino del reino de la razón era más difícil de lo que se suponía, y para dar al
traste con la resistencia contrarrevolucionaria de los terratenientes y burgueses los
trabajadores aprovecharon la fuerza, esto no es culpa de Lenin o de los bolcheviques
rusos.
El viejo mundo sostenido por el poderoso apoyo extranjero no hizo concesiones ni
se rindió. Por esta razón los obreros y campesinos rusos no tenían otra salida que
oprimir a los enemigos clasistas para desplegar el combate a vida o muerte.
Los coetáneos, deslumhrados por los grandiosos hechos ocurridos, viendo en el
triunfo de Octubre un inicio de la revolución proletaria mundial, no tuvieron en
cuenta que el capitalismo mundial poseía la suficiente posibilidad real, de efectuar la
reagrupación de sus fuerzas y hacer girar la rueda de la historia, aprovechando la
superioridad material y productiva. El capital internacional se sirvió de muchos de los
éxitos alcanzados por un nuevo sistema, nacido en los tormentos. Así, incluyó
elementos de la planificación en el sistema de economía capitalista. Esto hizo al
capitalismo paliar la crisis económica y menguar su carácter catastrófico, aunque no
se la elimina.
Para borrar el socialismo de su cuna el capital internacional emprendió el
aventurero camino para establecer el régimen fascista, y planeó dirigir lanzas de su
bandidesco terrorismo de Estado hacia la URSS. Sin embargo, no se llevó a feliz
término la cruzada general contra el socialismo. La sabia política de diplomacia de la
URSS aplastó el intento astuto no solamente de los hipócritas de anglo-franceses,
sino también de aventureros pretendentes de la dominación mundial de Alemania,
Italia y Japón. La democracia occidental en la Segunda Guerra Mundial fue el aliado
del Estado dictatorial proletario, que, según las palabras de Winston Churchill,
"hicieron luchar a los imperialistas contra ellos mismos".
En el combate decisivo contra el fascismo no se salvó sólo el socialismo, que
estaba en construcción y demostraba su vitalidad en Rusia, sino también la llamada
democracia occidental, que fue pisoteada por las botas de los agresores.
Ante todo el mundo la Unión Soviética apareció como la principal fuerza
orientadora de la resistencia antifascista. El socialismo fue digno del agradecimiento
y el respeto de los pueblos del mundo. La victoria de los pueblos amantes de la
libertad que estaban bajo el yugo del fascismo condicionó el derrumbe del sistema
colonial del imperialismo. Al mismo tiempo, algunos países de Europa y Asia se
libraron del capitalismo y entraron en un camino de transformación socialista. La
clase obrera internacional aumentó el número de aliados y formuló su principal
bastión, sistema mundial del socialismo. Se redujo la esfera de explotación.
En la década de los 60 el imperialismo entró en la segunda etapa de su crisis
general. Se produjo un cambio en la correlación de fuerzas a favor de la paz, la
democracia popular y el socialismo. La bipolar estructura del mundo caracteriza la
época del paso del capitalismo al socialismo en la Tierra.
En la segunda mitad del siglo XX se obtuvo por dos sistemas mundiales la paridad
de cohete y núcleo. Esto permitió a la humanidad progresar sin el general choque
militar, o sea la conflagración mundial durante casi medio siglo. El Pentágono, de
EE.UU., planeó una u otra vez dar la "anticipada nuclear" a los países socialistas.
Pero cada vez, su sistema de computación se equivocó en la cuenta para la dirección
política de EE.UU. ofreciéndole el resultado desconsolador de golpes de respuesta
irrecuperables a los atacantes. En el mundo el socialismo logró materializar los
principios de coexistencia pacífica entre Estados y los convirtió en el factor básico de
la política mundial. Sin el socialismo, estos principios hubieran quedado seguramente
como un llamamiento abstracto de los humanistas y pacifistas.
Con la política de coexistencia pacífica no desapareció el problema de la
confrontación entre el trabajo y el capital en las relaciones estatales. Sólo se limitó a
dirigir la lucha clasista hacia la orientación de hacer prevenir la destrucción natural de
la comunidad mundial.
Esta política, aunque declaró la separación definitiva en la llamada idea de la
"exportación de la revolución proletaria" de carácter Trotski, lástimamente, no pudo
garantizar la exclusión de la exportación de la contrarrevolución. Porque las
direcciones de los países socialistas le concedieron carácter de pacifismo burgués a la
política de coexistencia pacífica. Este ísmo tomó la estabilización del capitalismo.
El capital internacional impotente para la directa confrontación de fuerzas con los
países socialistas no podía menos que calmar su ardor aun en la arena de la lucha de
clases en el interior de sus estados. Esto logró que los trabajadores ganaran mayor
prestigio social en el bastión de la civilización capitalista, y algunos de estos países
alcanzaron un nivel de vida muy alto. Esto se debió, claro, al progreso científicotécnico, la posibilidad de aprovechar la fuerza de trabajo barata de los países del
"tercer" mundo, y algunas otras causas transitorias. Pero, el rol fundamental aquí
pertenece al crecimiento de la influencia del socialismo internacional, permitiendo a
los capitalistas dar concesión esencial a los trabajadores de sus países.
En la Unión Soviética se fueron ya al pasado la explotación, el desempleo, la
discordia nacional, se estableció el sistema de la seguridad social. El país en que
hasta el año de 1917 el 85 por ciento de la población era analfabeto por completo, se
convirtió en el de la total alfabetización, fue uno de los tres países más instruidos del
mundo, abrió la era de avance hacia el cosmos y del uso pacífico de la energía
atómica, y empezó a proporcionar un tercio de los logros científicos del mundo.
Henri Kissinger, sin ocultar su envidia, refirió que la URSS es la poderosa potencia
del planeta en la esfera espiritual. Esto era el aporte más excelente del socialismo en
el progreso social del mundo y la humanización de la comunidad.
¿Por qué y cómo este proceso progresista en la URSS fue frenado desde el
comienzo de la década de los 60, y después se precipitó hacia atrás? Hace poco, en
las páginas de los periódicos "Pravda" y "Sovietskaya Rossiya" el escritor Boris
Oleinik, uno de los ingenieros de la perestroika de Gorbachov, vicepresidente del
Soviet nacional del ex Soviet Supremo de la URSS, presentó una serie de problemas
que hoy conmueven sociedad. Es útil presentarlos.
"¿Para qué se consagraron nuestros padres y abuelos? ¿Dónde están la democracia
y la riqueza prometidas? ¿Dónde se hallan los derechos de las personas, es decir, los
derechos al trabajo, el descanso, la enseñanza, la pensión suficiente, la tarea sagrada y
espontánea de dar a luz, o sea, de completar la potencia de la nación? ¿A dónde
desapareció la reserva de oro? ¿A quién y en cuánto compraron la mitad de Moscú, la
plataforma marítima de Bering, nuestros amigos de países cercanos y lejanos,
secretos estatales, nuestro régimen, nuestra tierra, nuestra historia, nuestro orgullo
nacional, nuestro poderío de defensa nacional, los sepulcros de nuestros antepasados,
que se sacrificaron por la Patria traicionada y vendida, y nuestro ejército? ¿A cuánto y
a quién pagaron por el capitalismo salvaje, que se ha introducido en la actualidad?
¿Cuánto pagaron por el desarme unilateral después que nos quedamos 'desnudos en la
manada de lobos'? ¿Cuánto y a quién pagan a cuenta de cada muerto en las
escaramuzas entre las naciones? ¿Cuánto ganan por la depravación, la defensa de la
traición, la humillación de lo sagrado, la destrucción de las familias, la eliminación
del sentimiento por la Patria? Y por último, ¿en qué tamaño y quién recibió
honorarios por la organización de la ignominiosa exhibición, en la historia sin
precedencia, donde los grandes pueblos, como mendigos de la capa inferior,
vagabundean humildes con bolsillos bajo las ventanillas de Europa, América y
África?"
En las preguntas del famoso escritor encontré el reflejo de la situación trágica,
adonde fue empujado el país. ¿Quién elaboró esto? Según la opinión de Oleinik, la
culpa está en la capa superior de la dirección del PCUS, que constituye 0.3 por ciento
de todo el partido y forma la "nueva clase", "partburguesía".
Pero, debo subrayar que B. Oleinik, activista de la perestroika, desde hace tiempo
maldice y rechaza sólo "la forma especialmente saqueadora del capitalismo" y deja
en sombras sus otras formas "civilizadas". Pone fuera de la atención la misma
restauración del capitalismo, sus patrones, arquitectos, ingenieros en el mismo lugar,
trovadores, y la misma "perestroika" burguesa, que fue realmente eí motivo de
"Chernobuil global". El célebre apoyante de la "plataforma democrática" del ex
PCUS no refirió, no se sabe porqué, ni una palabra del oportunismo de derecha, para
el cual, según la apreciación justa de Stalin "el socialismo significa el crecimiento y
el enriquecimiento de la burguesía". Ese oportunismo que en el tiempo de la
perestroika de Gorbachov pasó legalmente al abierto capitalismo restauracionista en
la URSS. Precisamente ese oportunismo, que maduró más de 30 años en el PCUS
ocupó puestos importantes en el partido, fue como el oportunismo gobernante, y dio
luz al grupo de renegados y capituladores, actuales servidores de los capitalistas
transnacionales y los nacionales burgueses criminales. Pero hoy de ellos han
empezado a apartarse incluso los intelectuales selectos que iniciaron la gorbastroika y
le dieron la bienvenida.
El proceso de la restauración burguesa en la URSS no data de finales de la década
de los 80, como se cuenta con frecuencia, sino de cuando terminaba la de los 50. Los
"hijos del XX Congreso" fueron no solamente precursores del "deshielo" de
Kruschev, sino también creadores del XXVIII Congreso del PCUS (1989), en el cual
se adoptaron definitivamente resoluciones oportunistas: el camino capitalista como
único remedio, la "convergencia" del socialismo con el capitalismo; la inevitabilidad
de la ruptura del socialismo en el sistema social-económico; la liquidación del PCUS
como partido de la clase obrera; la renuncia al marxismo-leninismo como
cosmovisión científico-proletaria.
Para nadie es un secreto que las políticas interiores y exteriores en la URSS
siempre las elabora y realiza el PCUS. La espontaneidad es en absoluto, prohibición
para la construcción socialista, que se debe efectuar planificadamente. Este proceso lo
dirige y de él se responsabiliza, el partido comunista. La fuerza del partido de la clase
obrera radica en la alta calidad de sus científicos y excelentes programas, la
capacidad organizativa para su realización, la defensa de los intereses sociales de los
trabajadores, y el cumplimiento correcto de los objetivos estratégicos formulados a
partir de estos intereses. La historia del PCUS demostró que llamarse a sí mismo
fuerzas orientadoras de la sociedad y serlo en la realidad, no es igual.
El paso del partido fundado por Lenin, a través de la degeneración socialdemocrática, a la actual inexistencia política, el desenfrenado anticomunismo en el
país, la penetración del nacionalismo y el chovinismo en el poder en las repúblicas,
todo se ha puesto en práctica bajo la bandera del antistalinismo. La campaña
antistalinista fue dirigida objetivamente contra el leninismo, contra todo el camino
complejo recorrido por el partido y el pueblo en la construcción y la defensa del
socialismo en la URSS.
La premisa del antistalinismo en la rama económica surgió de la incompetencia de
la dirección de Kruschev, Breznev y Gorbachov de superar reales dificultades en el
crecimiento de la producción socialista, y de la introducción en la economía
socialista, de elementos capitalistas que la han transformado en consumista y de
efectos negativos.
La raigambre social del antistalinismo es resultado de la germinación de la
"sombría" neoburguesía, su aumento gradual y constante, el surgimiento de
elementos parásitos entre los trabajadores de la ciudad y el campo, el crecimiento
burocrático de los aparatos administrativos y partidistas y el desprendimiento de los
intelectuales honestos de las masas populares. En el dominio de las políticas internas
el fundamento del antistalinismo se enraizó y se hizo efectivo mediante el rechazo de
la clase obrera a la dirección del país, la transformación del Estado soviético de los
obreros y campesinos en el "Estado de todo el pueblo", del partido de la clase obrera
en el "partido de todo el pueblo" y la degeneración oportunista de las direcciones del
partido y el Estado. En la vertiente de la política internacional, fue causa de la
subestimación del contenido clasista de la coexistencia pacífica con varios sistemas
sociales y económicos y del debilitamiento gradual de las estrategias internacionales
del socialismo.
La premisa ideológica del antistalinismo surgió de la ineptitud de la dirección del
PCUS para desarrollar el marxismo-leninismo en conformidad con las nuevas
condiciones históricas y combatir acertadamente el oportunismo y el revisionismo. El
antistalinismo significó la eliminación gradual de los principios fundamentales de la
teoría marxista-leninista como visión científica del mundo y metodología de la clase
obrera y de las fuerzas socialistas modernas. El antistalinismo, como todos los
oportunismos, procedió de la negación de los principios y la persecución miope de
ventajas particulares inmediatas, en contra de los intereses fundamentales de los
trabajadores.
En el proceso de la restauración del capitalismo esta campaña llegó a la histeria y
fue aprovechada por la contrarrevolución para derrumbar el socialismo y destruir la
integridad de una potencia con una historia de mil años. La crítica y la autocrítica,
aguda arma de los comunistas, es para los partidos revolucionarios no sólo un medio
poderoso para revelar y corregir los defectos, sino también una importante vía para
influir en la vida social y política de los trabajadores. El oportunismo trajo la
disgregación de las teorías y prácticas, la renuncia de la consideración del marxismoleninismo como base teórica de la misión histórica de la clase obrera y el
embotamiento de las filas revolucionarias. La teoría ha perdido sus objetivos y la
práctica de la edificación socialista ha sido ciega, confundida, desordenada y
espontánea.
El oportunismo programó para el PCUS el destino de los partidos de la II
Internacional. Las experiencias históricas confirmaron la justeza de la repetida
advertencia de Lenin sobre el peligro de la degeneración oportunista de los partidos
revolucionarios gobernantes.
Hoy, es cada vez mayor el número de personas en la Unión Soviética que leen
obras de J.V. Stalin, las estudian y las discuten. E incluso, declaraciones y
apreciaciones de Stalin antes consideradas dudosas se califican de proféticas. Por
ejemplo, la posición sobre la agudeza de la lucha de clases con el avance de la URSS
hacia el socialismo y la predicción de que el sistema de relaciones internacionales
nacido del Acuerdo Yalta-Potsdam no se mantendría más que 50 años. La
instauración capitalista en la Europa Oriental y la tendencia al reexamen de las
fronteras de la postguerra han corroborado, además, los vaticinios de Stalin.
Pasando por un deshonroso camino, desde la concepción de Kruschev de "la
victoria total y definitiva del socialismo", el oportunismo gobernante en la URSS
perfeccionó su evolución con la degeneración plena y definitiva de la capa superior
del PCUS, que aunque no se ha transformado en "burguesía del partido", desempeñó
con éxito el rol de destructor del socialismo y liquidador del partido de la clase
obrera. Gorbachov, Yakovlev, Eltsin, Shevardnadze, Krabchuk y otros judasrenegados que hasta hace poco entonaban con ánimo "La Internacional" ante las
cámaras televisoras tocan hoy el clarín por la "bancarrota del socialismo", "el dilema
histórico" y el "experimento fracasado".
En la URSS la derrota histórica no es del socialismo y la idea comunista, sino del
oportunismo insignificante e inútil que la ha usurpado hipócritamente. Los políticos
de doble cara y los arribistas sin ideas que tratando de ganar la confianza de los
soviéticos por medio de la estafa y métodos camaleonescos, subieron a la cima de la
pirámide del PCUS, ahora están dispuestos a respaldar a cualquiera, no importa
quién, así sea criminal, basura, emigrado antisoviético, e incluso a jurados enemigos
de la humanidad como los fascistas, si en calidad de "gobernante" se mantienen sobre
el cuello del pueblo. No fue el partido de los comunistas, leninistas, el que
interrumpió su existencia, sino las "estructuras del partido", provenientes del
oportunismo, las que revelaron su incompetencia y lo echaron abajo.
Empezaron a corromper de raíz y se acabaron. No se personificaron en el partido
leninista, todo lo contrario, se le opusieron objetivamente.
Hace poco, el Presidente Eltsin declaró con arrogancia que el tribunal
constitucional pondrá fin al comunismo.
Es ilógico juzgar un partido inexistente, porque su actividad está prohibida. Es lo
mismo que a los oportunistas lvashko y Kupchov se les encarta por defender el
partido fundado por Lenin. La verdadera provocación es proponerles presentarse en
el rol de semejantes "abogados" a sepultureros del PCUS como Gorbachov, Yakovlev,
Shevardnadze y Medvedev.. A nuestro parecer, el partido socialista de los
trabajadores, crecido de la "plataforma democrática" en el PCUS, o, como lo
denominan, "partido de los dueños de pequeños puestos de venta" no tiene derecho a
representar a los comunistas soviéticos, ya que siendo iniciador de la invocación del
tribunal constitucional dirige actualmente el proceso. Los medios de información
masiva de Eltsin podrían transformar este proceso en otro juego anticomunista.
Jamás será el destino del PCUS lo que se pone en el cáliz de la balanza de Temis.33
Pero, por más que éste tome cualquier resolución no tendrá fuerza para liquidar la
idea comunista ni el comunismo. Ningún tribunal puede declarar nula la existencia de
millones de personas poseedoras de esta idea. No hay fuerza capaz de frenar a los
partidarios del comunismo ni de impedir que se agrupen en una unión denominada
como partido.
Los partidos políticos salieron de escena no por decreto del presidente o resolución
del tribunal, sino por las condiciones objetivas de la historia. La idea no muere bajo
torturas, ni se incinera en el crematorio. Se va al vacío sólo después de terminada su
misión. Con la ayuda de las manipulaciones políticas e ideológicas se puede sólo
encubrir, pero no extinguir la fuente del comunismo, las contradicciones entre el
trabajo y el capital. Mientras en el mundo existan la explotación y opresión contra los
trabajadores, la opulencia y la miseria, deben encontrarse la idea comunista y los
comunistas, aumentar sus filas y sacar lecciones del fracaso y la derrota. Lo que hoy
se pone en el cáliz de la balanza de Temis no es el destino del PCUS, sino el del
sistema de Estado de Rusia. Porque la violación de la legalidad, o sea, la destrucción
del sistema de Estado, significa la de los derechos de la gente. El reconocimiento
"legal" del decreto ilegal del presidente permite poner a Rusia en la última línea,
detrás de la cual está el abismo del caos jurídico, que, usando la expresión de Carlos
Marx, en lugar del arma de la crítica traerá sin falta armas por la crítica innecesaria de
cualquier apreciación, o la guerra civil.
El tribunal constitucional, y después la campaña del traslado del cuerpo de Lenin,
el alboroto armado por el mayor Sobchak para derribar todos los monumentos de
Lenin, la preparación de la pomposa efeméride del primer aniversario de la revuelta
de agosto de Eltsin, y otros actos similares sirven patentemente para distraer y
33 Diosa de la justicia, de la equidad, en la mitología griega —N. del Tr.
encubrir la grave crisis en el proceso de la restauración. La crisis por la restauración
capitalista tiende hoy hacia la destrucción de las fuerzas productivas y crea peligros
en la función de la sociedad.
Las relaciones capitalistas forzadamente introducidas en la economía socialista,
interrumpieron el progreso científico-técnico, destruyeron la integralidad del
complejo productivo del país, paralizan el unificado sistema energético, extinguen
altos hornos, y detienen cada mes hasta mil empresas. Valiosas instalaciones y
materias primas escasas se gastan o se usurpan, las minas se sumergen en agua, están
devastadas las tierras cultivadas, mientras por la falta de forraje los campesinos matan
animales domésticos, y los medios de transporte desgastados en el período de la
perestroika de Gorbachov se paran del todo. Se deshacen principales instrumentos y
medios productivos y la base técnico-material de la sociedad.
Por otra parte, se hallan en extremo peligro las fuerzas productivas, creadoras de
las riquezas materiales y espirituales. Han empezado a crecer velozmente las filas de
desempleados. En el período del "socialismo desarrollado" y de la "perestroika" la
cla.se obrera ha perdido su figura como tal y ha quedado fuera de la política.
En otras palabras, en las llamas ardientes del odio clasista se arruinan los
granjeros. El modo de vivir de los campesinos de los koljoses y sovjoses soviéticos
entra en contradicción con la "vida rústica estúpida" (C. Marx) de los productores
individuales. Los intelectuales se han retirado de la órbita del trabajo creador.
Los estudiosos y los constructores van a las cooperativas, se transforman en
pequeños industriales, o parten al extranjero. El teatro, la cinematografía, el arte, la
literatura y la arquitectura están en ruinas. Numerosas escuelas secundarias,
profesional-tecnológicas, superiores y los órganos de salud pública están al borde de
la destrucción total. El país está en el umbral de una enfermedad infecciosa
epidémica. La falta de perspectivas y la desolación engendran el alcoholismo, la
narcosis, la prostitución, que matan a la juventud. Estudiantes y pensionados son
víctimas del hambre. Cada año el número de suicidios sobrepasa al de los que
perecieron en la década de guerra en Afganistán y la mortalidad excede
amenazadoramente la natalidad que ha disminuido.
La contrarrevolución burguesa hace irreconciliable la contradicción entre las
fuerzas productivas creadas por el socialismo y las relaciones productivas capitalistas,
también entre las bases económicas y actuales superestructuras políticas. En la
superficie de la vida social esta contradicción se exterioriza en el fortalecimiento de
la resistencia de los trabajadores contra el restablecimiento del capitalismo, que les
trae saqueo y explotación, en la pérdida del carácter socialista de la propiedad estatal
de la URSS y su conversión en propiedad del capitalismo estatal, en las contiendas
internacionales, donde los burgueses nacionales aclaran los vínculos entre las suyas,
introduciendo a los pueblos en sangrientas carnicerías, y en el crecimiento del
amoralismo y los crímenes, que inundan el país, en la tendencia del paso del sistema
político de los restauracionistas al poder autoritario-fas-cista, en la histeria
anticomunista desesperada, etcétera.
La severidad de las contradicciones sociales y económicas ocasiona la crisis del
proceso restauracionista, la desorganización de las estructuras políticas gobernantes,
el reforzamiento de las condiciones objetivas en el combate contra la
contrarrevolución. Hoy, la crisis por la instauración capitalista en la URSS llega a tal
grado que un paso más traería como resultado el pleno desmoronamiento de la
producción y del sistema financiero y la parálisis del poder. Se viene abajo la base
social de la contrarrevolución. La crisis acompaña la escisión y la querella en el
campo de los reformadores burgueses, la vacilación, la evasión y los abiertos actos
traidores. Con el propósito de salvar la actual restauración, las fracciones burguesas
prooccidentales, negociantes, cosmopolitas y prosionistas se alejan poco a poco,
arruinadas, de la dirección económica para restablecer el poder.
En el primer plano de la vida social-política de Rusia y otros llamados "países
soberanos" se presenta el capital nacional, bajo diferentes banderas ideológicas y
políticas. El capital nacional concentra activamente sus fuerzas intelectuales para
organizar partidos políticos y tomar posiciones claves en los órganos del poder
estatal.
El letrero ideológico que persigue es el nacionalismo. La fuerza de la burguesía
nacional se basa en los fundamentos estatales y patrióticos, que en medio de la ruina
de la potencia llaman la atención de muchas personas, incluyendo de los comunistas
nacionales y militares. La base masiva del capital nacional es la capa pequeñoburguesa de las ciudades y campos, que se interesan políticamente por las
organizaciones patrióticas. La unión del capital del PCUS con los capitales
nacionales es el "partido-nomenclatura".
La aguda oposición entre los capitales compradores y nacionales, en muchos casos
decide la vida ideológica y política del país y la reagrupación de las fuerzas de las
organizaciones políticas y sociales, mientras algunos de los partidos socialistas y
comunistas se inclinan a la derecha y sus representantes rechazan la promoción a
puestos de ministros de los gobiernos contrarrevolucionarios de "confianza del
pueblo" que les proponen los burgueses nacionales. Las fuerzas comunistas
izquierdistas consideran esta transacción sin principios como un acto traidor contra
los trabajadores y exhortan a fundar un frente unido antirrestaurador en el país que se
enfrenta en realidad a otras fracciones de neoburgueses en el poder.
La crisis por la instauración capitalista se manifiesta, además, en que los
trabajadores no quieren soportar más miseria ni sufrimiento, y en que la "capa
superior" gobernante es incompetente para dominar el poder engañando al pueblo.
La pauperización tiene el carácter de genocidio de los dirigentes temporales en
relación con el pueblo de su país. Muchos soviéticos, engañados y babeados con la
propaganda burguesa, están convencidos ahora, a través de sus experiencias, de lo
superior que es el socialismo. Ellos llegaron a la conclusión de que sin restablecer el
socialismo no pueden hacer renacer la potencia, que en un tiempo provocó enorme
dignidad a los compatriotas y el respeto de los demás pueblos del mundo. Hay
factores objetivos para vencer a la contrarrevolución. En estas condiciones, el factor
subjetivo tiene significación decisiva.
La misión principal del factor subjetivo es: revelar hasta el fin la política
antipopular de los restauracionistas y oportunistas, liberar el marxismo-leninismo de
las tergiversaciones revisionistas pequeño-burguesas, desarrollarlo en las nuevas
condiciones históricas, elaborar y argumentar un programa para salir de la crisis bajo
la dirección y en interés de la clase obrera y sus aliados, inculcar en las masas
trabajadoras la conciencia revolucionaria y transformarlas en fuerzas materiales
capaces de derrotar la contrarrevolución burguesa. Cumplir estas tareas, las más
difíciles, según la voluntad de los bolcheviques sólo corresponderá a los partidos
marxista-leninistas, que tienen la capacidad para superar esa peligrosa forma del
oportunismo que es el antistalinismo, que durante casi 40 años desempeñó el rol de
caballo de Troya en el movimiento comunista.
El menosprecio del papel decisivo de los factores subjetivos fue la característica de
los "líderes" de la II Internacional y mencheviques rusos en la primera mitad del siglo
XX, e igual ocurrió a finales de nuestro siglo con la dirección de Breznev-Gorbachov
y los ideólogos de los partidos comunistas, que obedecían al PCUS. El enorme rol de
los factores subjetivos en nuestra época fue destacado correctamente por los líderes
del Partido del Trabajo de Corea, sobre todo por el camarada Kim Jong II, y otros
dirigentes marxista-leninistas de los países europeos que no aceptan el oportunismo
de las resoluciones del XX Congreso del PCUS.
La frustración temporal del socialismo en la URSS y Europa cambió la correlación
de fuerzas en interés del imperialismo y los reaccionarios y fue el comienzo de la
crisis en los movimientos internacionales obrero y comunista. La banda de
Gorbachov asestó el golpe traidor en las tres corrientes principales del proceso
revolucionario del mundo: sistema de estados socialistas, partidos comunistas de los
países capitalistas y los movimientos de liberación nacional. Este desmoronamiento
ha trasladado objetivamente hacia los países de Asia y América Latina el centro del
socialismo mundial y el movimiento revolucionario, que a fuerza de la ley objetiva se
mueve de Oeste a Este, enriqueciendo las experiencias de diversos países. Sin tener
en cuenta esta realidad ningún partido comunista puede esperar el éxito de sus
actividades.
Voy a referirme a algunas cosas sobre la política exterior de los restauracionistas.
Como se evidencia, ella es la continuación exterior de la política interna. La política
exterior de Eltsin-Kozirev es antipopular, reaccionaria y sin perspectiva, al igual que
la política interior de los restauracionistas. Hoy se clasifica en las dos: para el
"extranjero cercano" y para "el lejano". El primero significa ex repúblicas soviéticas,
y el segundo, todos los estados foráneos. Los que la ejecutan son la banda de
reformadores, del partido-nomenclatura del capital del PCUS, de generales y oficiales
superiores que traicionan su juramento, de dignatarios, diplomáticos y funcionarios
de seguridad estatal, que traicionan la causa de la paz y el socialismo. Esto es lo que
hacen ellos, es decir, venden barato y malgastan los bienes del país, para gozar del
pleno apoyo de capitales internacionales, sus colegas y aliados.
En la política exterior para el "extranjero cercano" ocupa el primer lugar el
combate contra aquel régimen que tienda a mantener cualquier base del socialismo.
Junto con esto, ofrecer activo respaldo, incluyendo militar, a las llamadas fuerzas
"democráticas" que restablecen el capitalismo. El forcejeo desamparado de la
diplomacia rusa en el "extranjero cercano", su llamamiento demagógico por la paz y
la colaboración presentado de lugar en lugar, todo es para encubrir la traición
nacional en las relaciones del pueblo ruso con los otros.
Han trazado líneas para liquidar definitivamente regímenes llamados
"procomunistas" en Europa (Serbia y Chernogoria) y desacreditar el socialismo de
China, PRDC, Vietnam y Cuba. Son líneas que conspiran con el imperialismo en
contra de los movimientos comunista y de liberación nacional en todos los territorios,
y con los regímenes reaccionarios de Israel, Taiwan, Corea del Sur y la República de
África del Sur. En la actualidad, están hechos los preparativos políticos y
diplomáticos para entregar ilegalmente a los japoneses algunas islas meridionales de
las Kuriles. Rusia participa sumisa en los actos de los imperialistas contra el pueblo
iraquí y adopta sanciones contra Libia. Se ha dado al traste con las tradicionales
relaciones amistosas con los pueblos árabes.
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión comprende la aguda situación
en el Cercano Oriente. El problema no se limita a que todavía no se han devuelto a
los árabes tierras ocupadas por Israel, sino se extiende a las continuas violaciones de
los derechos legales del pueblo palestino sobre la autodeterminación, y la
independencia. Consideramos que el peligro global para la paz, imparcial y sólida en
esta región, procede de capitales monopolistas y políticas expansionistas de EE.UU.,
que aprovechando el hundimiento de la Unión Soviética, persiguen en forma
metódica y terca líneas para convertir la zona en patrimonio suyo, al intervenir con
desfachatez en los asuntos internos de los países árabes, con la movilización activa de
la ONU y otras organizaciones internacionales. El Partido Comunista Bolchevique de
Toda la Unión condena categóricamente la complicidad de la comprada dirección de
Rusia con EE.UU. en este asunto ilegal.
Sobre los principios básicos para la solución de los asuntos del Cercano Oriente,
nuestra posición es clara y precisa. Insistimos en que es inadmisible la dominación de
otros territorios por vía de la agresión, y pensamos que a los árabes deben retornar
todos los territorios ocupados por Israel, incluyendo las alturas del Golán, la orilla
oeste del río de Jordania, el sector de Gaza y la tierra libanesa. Hay que asegurar sin
falta el derecho inseparable del pueblo palestino en cuanto a la autodeterminación y
la fundación de su país soberano e independiente. Jerusalén oriental es una parte
inseparable de la Palestina y debe ser devuelto a los árabes. En Jerusalén, lugar
sagrado de tres religiones en el mundo, debe garantizarse el acceso a todos los
religiosos.
Para lograr este equitativo objetivo deben aprovechar de modo amplio, antes que
todo, los medios político-diplomáticos, incluyendo las conferencias internacionales,
los esfuerzos de la ONU, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros
órganos. Además, para aislar a los agresores y sus conspiradores, en especial, a los
rusos, deben establecer en la ONU y otras arenas internacionales el frente único
contra las fuerzas expansionistas de ese régimen. Estamos convencidos de que
vencerá la causa justa y progresista de los pueblos árabes. Nuestra simpatía y nuestro
sentimiento amistoso estuvieron y estarán siempre al lado de los pueblos árabes.
Para terminar, voy a subrayar que el restablecimiento del capitalismo en la URSS,
realizado por las fuerzas reaccionarias internas y externas se presenta como una
tendencia de la oposición mundial. El carácter internacional de la contrarrevolución
burguesa exige la internacionalización del combate contra ella. Es decir, deben
incluirse en este combate el movimiento comunista internacional y todas las fuerzas
progresistas. El aumento del peligro para la paz y el socialismo demanda poner en el
orden del día la constitución de organizaciones internacionales de comunistas. Los
mismos preparativos de la reconstrucción de las estructuras coordinadoras permiten
promover la consolidación de las fuerzas progresistas, la diferenciación clasistasocial, el deslinde decisivo de los oportunistas y conciliadores y la elevación del
activismo y combatividad de los partidos comunistas y obreros. No dudamos que el
socialismo se desprenderá, más tarde o más temprano, de los remanentes
oportunistas, superará la crisis de su crecimiento y abrirá posibilidades inagotables
para el perfeccionamiento de sí mismo. Objetivamente, sólo la clase obrera
internacional y el socialismo tienen la posibilidad de proteger a la humanidad de
muchas crisis globales, militares, económicas, ecológicas, demográficas y de
información. Sólo el socialismo manifiesta cada vez más a plenitud los intereses de
toda la humanidad y los resultados del trabajo creador de las masas del pueblo. En
esta crítica coyuntura la historia nos encomienda a nosotros, comunistas, la misión de
dominar el alma y corazón de la gente, insuflarles la fe en el progreso social,
amenazado por el imperialismo.
¡Unámonos en el combate contra los reaccionarios! ¡Nuestra causa es justa! ¡El
porvenir es del socialismo y el comunismo!
¡Nuestra tarea es aproximar su triunfo! ¡Los reaccionarios sufrirán una inevitable
derrota! ¡La victoria será nuestra!
Agosto de 1992. Damasco
LA FUERZA DE LOS COMUNISTAS ESTA EN SU UNIDAD Y EN
LA IRRECONCILIABILIDAD CON EL OPORTUNISMO
¡Estimados compañeros! Llega a su fin el siglo XX, lleno de los acontecimientos.
Siglo de innumerables guerras y revoluciones, siglo de Gran Octubre y de la victoria
de los pueblos en las batallas gigantescas contra el fascismo. Siglo de la salida del
hombre al cosmos y de la bancarrota del sistema colonial, siglo de monopolios
transnacionales y del yugo global de deudas para los pueblos de todos los
continentes. Siglo que abrió a los trabajadores la salida real de la más grave crisis,
producida por el imperialismo, siglo del comienzo revolucionario de la solución
definitiva del antagonismo mundial entre los opresores y los oprimidos. El siglo XX
significó y aseguró la salida a la escena mundial de las actividades creadoras,
independientes e históricas, de la clase obrera internacional, capaz de ganarse sus
aliados y crear el sistema de los Estados socialistas, sistema socio-económico que,
lamentablemente, en vísperas del siglo XXI cayó en una seria crisis debido al golpe
contrarrevolucionario burgués en la URSS y en los países socialistas de Europa.
El dinamismo, la tensión y el carácter trágico de los acontecimientos ocurridos en
nuestro país, atraen la gran atención de la sociedad mundial. Las gentes de buena
voluntad se han acostumbrado a la formación y estabilización de la estructura bipolar
del mundo posbélico. Esta bipolaridad, la altematividad del mundo, incitó a los
monopolios imperialistas a la emulación en el alza del nivel de vida de la población,
que asegura la estabilidad del régimen burgués. De esta emulación sacaron provecho
las vastas capas de trabajadores de los Estados capitalistas avanzados.
La superpotencia socialista, que se consideraba por largo tiempo baluarte de la paz
y el progreso, hizo muchas cosas para prevenir la catástrofe nuclear, sirviéndose de
bastión frente al bandolerismo y la reacción imperialistas. Actualmente este bastión
está destruido en su considerable parte. Su resultado no tardó en mostrarse en todas
partes.
Si no se hubieran derrumbado la URSS, el sistema de Estados socialistas y el
tratado de defensa de Varsovia, ¿acaso el imperialismo habría podido decidirse a
realizar un genocidio contra el pueblo iraquí y la burla de la soberanía de Irak a favor
de EE.UU. e Israel? ¿Acaso la NATO habría podido levantar el hacha de guerra sobre
los muy sufridos pueblos de Yugoslavia? ¿Acaso habría podido hacer impunemente la
campaña desenfrenada de desacreditar a Cuba socialista, de insultar a su pueblo
valiente y su heroica dirección encabezada por Fidel Castro? ¡En verdad, de estas
muchas acciones agresivas se despide la frialdad mortal de cataclismo general de
guerra! Por lo visto, la actual correlación de fuerzas en la arena internacional estará
preñada de la inminente agudización de las viejas y nuevas contradicciones
intercapitalistas solucionadas ya dos veces a través de las guerras mundiales.
¿Por qué fueron posibles la destrucción de la base del socialismo, la desintegración
de la URSS multinacional y la liquidación del PCUS? Ahora hacen esta pregunta
muchas personas. Ella se ha puesto en el orden del día en el movimiento obrero y
comunista internacional. Hace poco tiempo, con respecto a ese problema, en el
periódico "Sovietskaya Rossiya" expresó su opinión el camarada Gus Hall, presidente
nacional del Partido Comunista de EE.UU., invitando a la discusión a todos los
comunistas: "Las causas principales de la crisis en el mundo socialista y
particularmente, en la ex-URSS fueron, según sus palabras, la contaminación de los
partidos comunistas por el virus del oportunismo y la rápida difusión de su infección.
¿De dónde éste apareció y por qué adquirió pronto la escala de epidemia? Yo pienso
que en primer lugar se debió a la renuncia al sistema de la inmunidad ideológica que
estaba garantizada por la ciencia marxista-leninista. Esta inmunodeficiencia se vino
desarrollando en el curso de largo tiempo, y con la aparición de 'nueva mentalidad' la
enfermedad se inflamó como un incendio".
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión, fundado cu noviembre de
1991 después de la autodisolución del PCUS y heredando las tradiciones del
leninismo, enteramente comparte la opinión de la conclusión de Gus Hall, de que la
fuente y la causa principales de la derrota temporal del socialismo en URSS y en
Europa residen en el oportunismo, que en el período poststaliniano afectó al PCUS en
su corazón mismo. Sobre este retroceso de la idea revolucionaria influyeron la
vacilación de los elementos pequeñoburgueses en nuestro país, las colosales pérdidas
en la Gran Guerra Patria, sufridas por la clase obrera y los comunistas, y la presión
del imperialismo internacional sobre los Estados socialistas.
Es pura verdad la opinión de Gus Hall, de que los fenómenos de la crisis en la
URSS y en el PCUS contaminado de SIDA oportunista empezaron hacía mucho
tiempo, no a fines de la década de 80, cuando la pandilla de Gorbachov-YakovlevShevardnadze entró en el camino de la traición social. El PCBTU considera que el
deslizamiento del PCUS al oportunismo y al revisionismo comenzó a fines de la
década de los 50, con la llegada de Kruschef y sus seguidores a la dirección del CC
del Partido.
El jalón de límite de la degeneración del PCUS fue el XX congreso, que trasladó
los acentos fundamentales de la línea política al oportunismo de derecha, línea
iniciada y acompañada por la campaña antistalinista bajo el falso lema de la crítica
del "culto a la personalidad". Los comunistas, no acordes con tal posición, fueron
destituidos del trabajo, expulsados del PCUS y sometidos al terror moral como
"stalinistas". A veces fueron reprimidos bajo diversos pretextos.
Penetrado en la dirección, el oportunismo devino oportunismo gobernante y
estatal, el cual de una parte, condujo al aumento de su peligro para el destino del país
y, de otra, favoreció a los oportunistas con ayuda del potente aparato propagandístico
a desorientar a los comunistas y otros hombres soviéticos. Los autodenominados
"fieles leninistas" traumatizados por la crítica del "culto a la personalidad de Stalin"
no se dieron cuenta de cómo ellos mismos fueron elevados al pedestal del "culto" a
Kruschev, Breznev y, después, a Gorbachov, sin comprender incluso con qué aspecto
ridículo se hallaban ante todo el mundo meditabundo.
En su tiempo, I.V. Stalin definió muy exactamente el papel social del oportunismo
de derecha en el partido gobernante de la clase obrera, subrayando que para los
oportunistas "el socialismo significa la crianza y el emiquecimiento de la burguesía".
La introducción de los elementos capitalistas en el sistema económico del socialismo
de la URSS, puso en corriente la crianza y el enriquecimiento de la neoburguesía
"sombría", la cual corrompió a todos y todas las cosas de su contorno. A esto
siguieron la despolitización de los trabajadores, el arrinconamiento de los obreros y
campesinos desde la dirección estatal, el crecimiento, la burocratización y, después, la
corrupción de los aparatos de soviet y del partido.
Comenzaron la desviación de las ciencias marxista-leninistas de la práctica socialpolítica y la embotadura del filo ideológico de la teoría revolucionaria. Esto llevó al
que el marxismo-leninismo dejara de estimarse como el fundamento teórico y la
garantía de la misión histórico-mundial de la clase obrera internacional y sus aliados,
cuya esencia es la creación de la sociedad, libre de explotación, opresión, violencia,
guerra e injusticia social. En otras palabras, el oportunismo paulatinamente castró los
fundamentos clasista-partidistas de la cosmovisión científica del proletariado que, a
partir de mediados del siglo pasado, prácticamente es el marxismo-leninismo. La
dirección del PCUS no pudo asegurar el desarrollo de la teoría marxista y leninista a
la luz de la nueva realidad, ni tampoco defenderlo del ataque del revisionismo y de la
ideología burguesa.
La escasez ideológica (SIDA) en combinación con las raíces económicas, sociales
y políticas del oportunismo, le permitió a éste establecerse en el PCUS y preparar la
perestroika de Gorbachov, como la restauración capitalista, enmascarada por la
fraseología socialista, la restauración que es el resultado de todo un complejo de
motivos, sujeto a un análisis multilateral. Ahora sí puedo estar plenamente de acuerdo
con el Dirigente del Partido del Trabajo de Corea, camarada Kim Jong II quien a
comienzos de este año afirmó que la restauración del capitalismo en los países
socialistas de Europa y la URSS "no podemos considerarla casual en modo alguno, ni
creer, simplemente, que es consecuencia de un factor exterior... Por haber hecho
concesiones y retrocedido un paso en el fundamento socialista, se vieron obligados a
hacerlo en diez o cien ocasiones, hasta que al fin, trajeron la grave consecuencia de
llevar a la bancarrota el partido de la clase obrera".
Es legal que el oportunismo estatal pasó pronto a la abierta capitalización del
socialismo o a la restauración del capitalismo, arrojando todos los camuflajes
seudosocialistas. Debido a lo cual para el PCUS estaba ya programado el destino del
partido de la II Internacional. Los procesos de la trepa de la despolitización y
desideologización hicieron posible la penetración en la conciencia de las gentes
soviéticas de tales "obras maestras de teoría" como la confirmación sobre la
desaparición de la lucha clasista, la reconciliación entre los "rojos" y los "blancos",
sobre la prioridad de los valores humanos generales y el derecho del hombre a los
valores clasistas y la obligación del ciudadano, consistentes en que "los intereses
nacionales son superiores a todo".
La posterior introducción de las "obras maestras" revisionistas y de toda la
indigencia teórica de la "nueva mentalidad" a través de la práctica de la perestroika
de Gorbachov y de "reforma saqueadora" de Eltsin condujo a nuestro país a la
catástrofe sin precedente. En el umbral del invierno no se apresura la entrega de
cereales. Prácticamente, aún no se han empeñado en la preparación de combustibles
para el invierno y se han parado las centrales termoeléctricas. De 59 altos hornos del
país, están apagados 36; se han paralizado toda la industria, la economía rural, el
sistema financiero, la educación y la salud pública; al 85 % se ha reducido la
natalidad y ha aumentado casi dos veces la mortalidad; están a punto de pararse el
ferrocarril, el transporte acuático y aéreo y todas las centrales atómicas. Millones de
hombres son despachados con las forzadas vacaciones no pagadas, sin saber que
muchos regresarán de ellas como desempleados. Corre la sangre en muchas regiones
de conflictos entre las naciones. Es poco probable que ni el golpe nuclear de un
agresor imperialista potencial traiga a nuestro país una desolación mayor que la
contrarrevolución burguesa.
El presidente Eltsin y su gobierno afirman que "no hay camino atrás" y su
terapéutica de "choque" empezará pronto a dar frutos... Pero el país cae y cae en el
abismo...
Como dijo justamente Gus Hall: "Es poco probable que existan tales países en el
mundo actual, donde el presidente, que metió a su pueblo en tal miseria, destruyó
tanto al gran Estado y malbarató tanto sus fuerzas armadas, como hoy sucede en
Rusia y en las ex-repúblicas soviéticas, pueda salir bien del paso". ¿Por qué aún sale
bien del paso tal traición sin precedente? Al respecto ahora se rompen los sesos
muchos hombres, incluyendo, claro está, a los comunistas soviéticos, cuyo partido
sufrió una derrota histórica temporal. Desgraciadamente, casi ninguno de los
adversarios de los restauracionistas se esfuerza para analizar dónde está la fuerza del
régimen actual.
Las publicaciones comunistas en nuestro país escriben mucho y con placer sobre la
criminalidad y la sin perspectiva de la contrarrevolución burguesa. De vez en cuando
es incomprensible a cuenta de qué se mantiene el poder de Eltsin. Pensamos que no
es menos provechoso hacer el análisis de la fuente y causa de la relativa estabilidad
del poder de los restauracionistas, aunque esta estabilidad se asemeja a la misma de la
caída paulatina de dicho poder.
Naturalmente, ninguna caída propia "estable" puede continuar enteramente o por
un tiempo relativamente largo. Aquí no es necesario amenazar con la guerra civil, que
quieren hacer los demócratas pequeñoburgueses. Tal método no asusta al poder
restauracionista. Este no está en contra de tal salida, porque daría el pretexto legal
para la introducción de las "fuerzas de la paz" extranjeras, que incondicionalmente
significaría la conversión de nuestro país en un espacio geográfico con statu quo de
colonia. Pero, volvamos al problema, según nuestro criterio fundamental en el día de
hoy: ¿en qué y dónde está la fuente de la "insumergibilidad" prolongada del Poder
contrarrevolucionario, que condujo al país a la catástrofe?
En primer lugar, esto es lo principal, el régimen político actual está apoyado en la
potente estructura económica mafista, con que Eltsin lo ha hecho todo. Ahora está ya
olvidado que la fuente principal del capital mafista en la URSS la constituye el
anterior capital "sombrío" y clandestino, la lucha contra el cual la perdió
incapazmente el PCUS caído en la social-democracia de derecha. La neo-burguesía
criminal, legalizada por los restauracionistas del capitalismo, supera gradualmente su
"inexperiencia" política y en unos meses y semanas acumuló miles de millones de
fortuna. Actualmente el negocio criminal comenzó a fundar complejos monopolistas,
sobre lo cual informó con placer, a través de la televisión, Borovoi, conocido como
bolsista y banquero.
Delante de otros en la esfera de "integración" del capital criminal va el capital
bancario y bursátil. Uniéndose a los inversionistas extranjeros, ellos se apresuran a
vender todo lo que aún no consiguieron vender en nuestra Patria longánima. En
esencia, las poderosas estructuras económico-mafistas constituyen parásitos en la
producción, chupan jugos de las empresas capitalistas estatales, en las que ya se ha
transformado la propiedad de todo el pueblo del Estado Soviético.
Cabe subrayar que la mafianización del capital en la etapa actual del desarrollo
imperialista del capitalismo no es un fenómeno exclusivo ruso. La presente etapa de
la crisis del capitalismo mundial se caracteriza por la esperanza de la enriquecida
burguesía criminal en el Poder político. El narcotráfico, la exportación de niños como
contenedores vivos "para piezas" destinados a la salida de los órganos humanos para
la trasplantación, la más acelerada integración del capital bancario nacional y
transnacional en comparación con la industria y otros más, esto conduce legalmente a
la criminalización del Poder en numerosos Estados. En particular, actualmente,
paralelo a Colombia y Afganistán, las estructuras mafistas, continuando las
tradiciones de Somoza y Stroessner, tomaron el poder en los "estados soberanos"
dentro del territorio de la URSS. Esto atribuye un carácter especialmente siniestro al
capitalismo "salvaje" en nuestro país y, al mismo tiempo, asegura la estabilidad
relativa al Poder contrarrevolucionario.
Nuestro capitalismo "salvaje" no podrá sustentarse ni un mes si el capital
internacional no le aplica inyecciones de divisas y la "ayuda humanitaria". La
orientación principal de las actividades políticas exteriores del poder de EltsinKozirev reside ahora no sólo en la venia universal y la dilapidación de las riquezas
nacionales, sino también en los esfuerzos para recibir la ayuda ilimitada del capital
extranjero. Y tal desvergonzada concusión universal, que según el pronóstico de
"Washington Post" puede durar decenas de años, encuentra la comprensión de los
dirigentes de los países occidentales. Hace poco tiempo en Munich "los siete países
grandes" y el Fondo Monetario Internacional lanzaron a Eltsin 24 mil millones de
dólares, prorrogando, por añadidura, el pago del porcentaje de la deuda anterior. El
presidente Bush que mandó al general Noriega, a la cárcel con pena perpetua, entrega
sin remordimiento de conciencia a la mafia rusa cientos y miles de millones de
dólares de los bolsillos de los tributarios americanos, sin tener la seguridad de cuándo
serán devueltos.
¿En qué está la razón de tal generosidad y tal prodigalidad de ellos, quienes son
muy hábiles de calcular el dinero? Sencillamente, Bush comprende que estos créditos
y empréstitos son dineros verdaderamente menudos en comparación con más de 5
billones de dólares gastados en los últimos 70 años por Estados Unidos para la
"contención del comunismo" y el derrocamiento del socialismo. ¿Acaso menos
consumieron por estos objetivos Alemania y otros países burgueses, cuyos gobiernos
después del año 1917 nunca retiraron de sus escritorios los planes de derrota de la
URSS y otros países socialistas?
En segundo lugar, la estructura mafista altamente organizada y adherida a los
grandes negocios, no puede funcionar fuera de los determinados ambientes sociales,
fuera de algún plankton-especula-dor delincuente y del pantano pequeñoburgués
lumpenizado. A estos chiquitines voraces e insaciables, compuestos de pequeños
comerciantes, ladronzuelos-cooperativistas, acaparadores, especuladores, prostitutas,
amenazadores, asesinos alquilados y otros públicos semejantes, el gobierno de Eltsin
les permite hacer casi todo lo que quieren. Como resultado, en las bellas plazas y
avenidas de las ciudades soviéticas aumentan los mercados-tropeles de trapos, impera
la antisanidad, se estallan peleas y tiroteos, se comercian narcóticos y armas y se
depravan los jóvenes.
Y si la capa superior de clanes de mafia se aventa por los vientos de la "alta
política", pasando por los corredores de la Casa Blanca de Eltsin, su raíz genética y
actualmente, está arraigada en el pantano sucio y criminal, que aparece objetivamente
como el sostén del régimen actual. Por eso cuando alguien del poder regional o de los
órganos de protección de la ley empieza seriamente la lucha contra esas suciedades,
recibe golpes inesperados desde arriba, de los "olimpos" de mafia. Los delincuentes
económicos son protegidos "legalmente" por los penalistas políticos.
La contrarrevolución puso los malos espíritus de los pantanos venenosos y
criminales a flote de la vida social y política. Actualmente éstos han aparecido a la
vista de todos, ruidosos, revoltosos, satisfechos de sí mismos y de su actividad que
desde hace poco vienen continuando. Ellos se ponen ante los teleobjetivos, se
enredan a los pies de los extranjeros, meten comunismo al anatema y arman
ferozmente los escándalos de los conflictos entre las naciones. Tal es la infantería de
la contrarrevolución burguesa, anudada ahora sólidamente con el régimen. Con ella
no es necesario hacer la labor política y llamarla "bajo la bandera". Esta "capa"
rellena por su propia cuenta las filas de la "guardia nacional" y de otras unidades
armadas de la burguesía. Ellos saben que si al poder llega el gobierno
verdaderamente popular, todo lo robado, apropiado y saqueado a los trabajadores será
devuelto a sus verdaderos dueños. Por eso, como el negocio grande, el pantano
criminal resiste y resistirá a tal salida.
El pantano lumpenizado presenta el peligro principal para los trabajadores y las
fuerzas democráticas progresistas, como la base criminal legalizada de la
fascistización potencial del régimen a través del fortalecimiento del autoritarismo y el
nacionalismo. Y aquí ya es lejos, tal como habló con gusto Gorbachov: "el proceso ha
pasado". Con particular rapidez después de la introducción del sistema
presidencialista en las repúblicas. Así cubren sus caminos con víctimas inocentes en
Karabaj, Fergan, Osetia, Pridnestrovie, Abjazia y otras zonas antes florecientes de los
países soviéticos, transformados ahora en "puntos ardientes del planeta" por la avidez
de los burgueses nacionales.
Desde aquel momento se realizaba la búsqueda activa de los candidatos a
dictadores de distintos niveles. Por tales o cuales líderes "perspectivos" se fundan
incluso los partidos políticos. No puede excluirse el hecho de que el proceso de tal
búsqueda de las "manos fuertes" se demora hoy en alguna medida por los adeptos
burgués-democráticos de la restauración a los que hasta los "reservistas
presidenciales" no pueden pasarlos por alto. Y eso, sin tener en cuenta el que las
publicaciones norteamericanas recomiendan constantemente a Eltsin y Kravchuk ser
"nacionalistas autoritarios". Me parece poco probable que los llamados presidentes de
Rusia y Ucrania tengan la capacidad de cumplir esa recomendación y transformar al
país en un "paraíso autoritario-nacionalista". Ciertamente, aquí se necesitan otras
fuerzas políticas completamente distintas que ahora se preparan para "entrar en el
Poder" en los "Estados soberanos". Ante todo, se necesitan en la República de Rusia.
Aquí tratan de "entrar" para salvar del callejón sin salida el reformismo
restauracionista burgués. Tercera fuente principal y causa de la "insumergibilidad" del
régimen actual reside en el escalonamiento profundo de la fuerza política en la que
está apoyada la contrarrevolución. Así es el factor interior, más importante, de la
estabilidad relativa del proceso restauracionista en la URSS. Fortaleciéndolo, la
reacción interna y externa utilizó, al parecer, todas las experiencias de la lucha contra
el sistema socialista del estado, generalizada por los sovietólogos y los antisoviéticosdisidentes desertores.
En el tiempo actual está madurando la condición de la etapa de reagrupación de la
fuerza en la clase dominante. La burguesía definitivamente comprometida como
compradora y prooccidental y hecha cosmopolita, se elimina gradualmente de la
dirección. Se separa para debilitar la resistencia de los trabajadores. En primer plano,
aparece con pujanza el capital nacional, que concentra sus reservas intelectuales,
organiza los partidos y movimientos políticos y ocupa las posiciones claves en los
organismos del poder y la administración. La fuerza nacional-burguesa es la base
estatal y patriótica, que ahora muestra la atracción particular para los ciudadanos,
incluyendo a los militares en servicio, inquietos por el desmoronamiento de la
Potencia y sus Fuerzas Armadas.
La base ideológica de la burguesía nacional la constituye el nacionalismo, y su
base masiva, la capa pequeñoburguesa de la ciudad y del campo, propensa a las
organizaciones patrióticas. En unión con el capital nacional va el capital
"nomenclatura partidista" del PCUS, que no se siente seguro instigado por el régimen
de Eltsin a la búsqueda del "dinero del PCUS". Entre los compradores y los nacionalpatriotas se despliega una lucha para ejercer la influencia sobre los directores de
decenas de miles de empresas. Para incorporarlos a su reforma, Eltsin alzó el salario
mensual de los directores hasta 100-150 mil rublos, plenamente comparable con los
ingresos de los empresarios medianos.
Como el centro de coordinación y dirección para la oposición burguesa-patriótica
aparece la catedral nacional de Rusia que dirige varios "frentes" y "comités". La
dirigen Akcyuchiz, negociante-bolsista, Zhuganov, ex-secretario del CC del Partido
Comunista de Rusia, y Sterligov, "defensor de la Casa Blanca" y general-traidor del
Comité de Seguridad del Estado. Ellos se distinguen expresivamente en el fondo con
los militares de camisón negro con la marca de la cruz gamada modernizada en la
manga, las hombreras de general de la prerrevolución y las condecoraciones zaristas
de los atamanes cosacos. A diferencia de los comunistas bolcheviques, los ideólogos
de los nacional-patriotas se publican frecuentemente en las páginas de "Pravda",
"Sovietskaya Rossiya", y otros órganos del ex-PCUS.
Las orientaciones políticas del presente bloque nacional-burgués testimonian que
éste existe para la propiedad privada y la garantía de protección de cualquier
intentona de la restauración del régimen comunista. En cuanto a los activistas del
presente régimen comprador, ellos deberán "reconocer honrosamente sus errores ante
los compatriotas", y sólo entonces, les serán garantizadas la "inmunidad personal" y
la "ausencia del perjuicio a sus derechos cívicos y polítiqueos". Después de la
ascensión al poder de la catedral rusa se planea la creación de un gobierno de
coalición temporal de "reconciliación nacional", donde bajo la dirección de los
nacional-patriotas se colaborarán entre los "demócratas intachables" y los
"comunistas orientados nacionalmente".
La tarea primordial de la coalición es asegurar la "paz social" entre las empresas
nacionales y los trabajadores. Así que para los restauracionistas del capitalismo y sus
iniciadores no hay por qué inquietarse. Todos los "orientados nacionalmente" son
aliados potenciales del régimen actual, que separan la parte considerable de las
fuerzas opositoras de la lucha real contra el régimen. Ellos se hallan en las posiciones
del anticomunismo y antisovietismo, listos para tomar "medidas especiales". No es
casual que los nacional-patriotas declararan como sus héroes y modelos para imitar al
almirante Kolchak, al general Kornilov, al varón Ungern y a otros verdugos del
período de la guerra civil en Rusia. En realidad, estos "héroes blancos" sabían qué
hacer contra los comunistas y el pueblo levantado contra los opresores.
Desgraciadamente, ahora muchos hombres soviéticos, apoyando justamente la
crítica aguda de los nacional-patriotas dirigida al gobierno de los compradores, no se
dan cuenta de la esencia clasista de sus posiciones, ni ven la diferencia entre el
seudopatriotismo ostentativo de la burguesía nacional y el patriotismo socialista de
los trabajadores. Ayudar a las gentes a distinguir pronto esta diferencia constituye no
sólo el deber de los comunistas, sino también la garantía del éxito de sus actividades
genuinamente patrióticas. A este respecto el Partido Comunista Bolchevique de Toda
la Unión, a partir de la posición del patriotismo soviético, se pronuncia contra la
participación de los comunistas en cualquier poder contrarrevolucionario, no importa
bajo qué bandera se presente.
Según nuestra opinión, por mucho que parezcan paradójicos, son hoy aliados
camuflados potenciales del régimen de Eltsin los burócratas oportunistas del exPCUS, criados por la demagogia antistalinista. Hoy en día sobre las ruinas del partido
fundado por Lenin, pero traicionado por Gorbachov-judaista, surgieron decenas de
partidos no sólo de corte social-democrático y menchevique, sino también
predicantes del más rabioso anticomunismo. Tal es uno de los resultados más
importantes de la degeneración y la corrupción oportunistas del PCUS.
En los últimos tres decenios el PCUS se transformó en un sedimento de los socialdemócratas y anticomunistas, nacionalistas y cosmopolitas, anarquistas y
monárquicos. La considerable parte de la dirección del ex-partido desde los
secretarios del CC del PCUS hasta los instructores de los comités regionales se
arrojaron a los negocios. El cuerpo de diputados populares, formado de militantes del
PCUS en más del 70 %, aprobó en los congresos las actas anticonstitucionales de
contrarrevolución burguesa. Con asombrosa rapidez "se llevó a cabo la perestroika"
del cuerpo de periodistas de "Pravda" y otras publicaciones del partido, de los
maestros de las asignaturas marxista-leninistas, de los activos propagandistas y
conferenciantes de los comités del partido. En realidad, el partido no fue disuelto,
sino autodeshecho. Los burócratas del partido no buscaron el apoyo del pueblo, más
bien lo temieron. De ahí no es asombroso que ahora las actividades de los exdignatarios del partido frecuentemente estén correlacionadas con la línea de los
burócratas estatales de Eltsin, cuyas filas llenaron ellos.
La agravación de la crisis de la restauración capitalista en la URSS activó a
muchos burócratas partidistas, ante todo, a los que estaban en la dirección en el
período de la "perestroika de Gorbachov". Esta activación tomó especialmente la
forma de la tentativa de reanimar al PCUS a través de la convocación del XXIX
Congreso, devolver todo lo confiscado por medio de la anulación por parte del
Tribunal Constitucional de los decretos ilegales de Eltsin sobre la prohibición de las
actividades del partido, así como a través de la promoción de su criatura al puesto del
presidente de Rusia. Aquí los principales que tomaron la iniciativa fueron el Partido
Socialista de los Trabajadores, la Unión de los Comunistas y una serie de otros
partidos, surgidos sobre la base de la llamada plataforma "democrática" y "marxista"
que existía en el PCUS.
Hace poco tiempo se celebró el primer XXIX congreso, convocado por uno de los
"comités organizadores" que no representan a nadie. En el mes siguiente se celebrará
el segundo y, al parecer, no el último de la serie de XXIX congresos del PCUS. Se
proyecta convocar tal congreso a base de uno de los partidos comunistas de Rusia. El
"partido profundamente democrático y principalmente parlamentario" fundado según
la receta de los burócratas partidistas oportunistas, será el mejor regalo, según nuestra
convicción, a los restauracionistas, ya que él, como el anterior PCUS, se convertirá
inevitablemente en una conglomeración de distintas corrientes y fracciones ideopolíticas. El PCBTU parte del hecho de que hoy es necesario no el XXIX congreso
del PCUS, sino la unidad de acción, basada en la realidad, de los comunistas,
socialistas y patriotas en la lucha contra la contrarrevolución burguesa. Para realizar
esta unidad de las fuerzas izquierdistas se crean en las localidades los corniles
coordinadores.
Felicitando al Tribunal Constitucional, el presidente Eltsin expresó que ese tribunal
"debe acabar con el comunismo". Recalco, no con el PCUS, sino con el comunismo.
Al unísono con el presidente los "demócratas" presentaron la reconvención sobre la
"anti-constitucionalidad del PCUS". Y el tribunal admitió someterla a la investigación
judicial, junto con el examen de la legitimidad de los decretos de Eltsin sobre la
prohibición del partido. Para muchos se hizo evidente que se está preparando otro
turno de histeria anticomunista con la "búsqueda de brajas" y la "prohibición de
profesión". En cuanto a lo cual el periódico "Glasnost" expresó que la "participación
de los comunistas en el juicio añade a esta acción sin precedente la apariencia de su
veracidad". Por eso, a los comunistas les hace falta "meditar en la posibilidad y la
utilidad de irse del tribunal". El PCBTU comparte la opinión de la autora de estos
renglones, considerando que cuanto más pronta esa salida, tanto mejor será para la
causa general del comunismo.
Los burócratas del partido hallaron la "alternativa" del actual jefe del estado de
Rusia. Este es A. Lukiyanov, locutor del ex Soviet Supremo de la URSS, ahora
encerrado en la cárcel "Matroskaya Tis-hina" con los miembros del Comité
Extraordinario de Estado de Emergencia, quien formuló legislativamente junto con
Gorbachov la capitalistización del socialismo. El PCBTU ha demandado ya varias
veces la liberación de los miembros de dicho Comité Extraordinario porque la
acusación contra ellos es infundada. Pero, ¿será necesario perdonar sus errores
oportunistas y hacerlos héroes? Hace poco tiempo, en su entrevista con un periódico
B. Pavlov, ex-primer ministro, afirmó que en el presente año Eltsin y Gaidar actuaron
conforme al programa elaborado y adoptado por su gobierno, el de Pavlov.
Naturalmente, ellos actuaron ya no a escala de la URSS ni con la consecuencia ni con
el ritmo propuestos por Pavlov. Resulta que los restauracionistas no tuvieron por qué
alarmarse. No peor que Eltsin hubieran cumplido su labor Pavlov, Lukiyanov y otros
miembros del Comité Extraordinario.
Resumiendo, podemos decir que el sostén del régimen actual y la causa de su
asombrosa "insumergibilidad" no residen en los "partidos", "movimientos", "frentes"
y "plataformas" burgueses, ni tampoco en los medios de información masiva en que
insiste la actual oposición que está soñando con "abrir los ojos al pueblo"
consiguiendo aunque sea una hora más del tiempo de la noticia en la Televisión
Central. La fuente de la insumergibilidad del régimen consiste en las estructuras
sociales que están unidas con el poder criminal y marchan con él hasta el fin. En este
caso, consiste en las estructuras antisociales que no se interesan por ninguna
"democracia" ni "libertad", excepto la de engañar y explotar a las gentes. La tarea de
los comunistas-leninistas es convertir la fuerza de los restauracionistas en la debilidad
de éstos mismos.
Para esto, ante todo, es indispensable formar un frente de la oposición
antirrestauracionista, cuyo núcleo lo constituirán no los partidos de la "reforma
principalmente parlamentaria", sino los de resistencia revolucionaria a la
contrarrevolución burguesa, los resuelta e irrevocablemente divorciados del pasado
oportunista del PCUS y constituidos por las organizaciones político-clasistas de los
combatientes de una misma idea y no de los registradores de los acontecimientos. A
esto se reduce hoy la línea importante de las actividades del Partido Comunista
Bolchevique de Toda la Unión.
El retroceso histórico del socialismo cambió el balance a favor del imperialismo y
la reacción, dando inicio a una seria crisis en el movimiento obrero y comunista
internacional. La pandilla de Gorbachov-Eltsin dio su golpe traidor a tres corrientes
principales del proceso revolucionario mundial. Se debilitó gravemente el sistema
socialista de Estados. Se separaron de. ese sistema una serie de países que tienen una
gran potencial industrial y científico-técnica. Se intensificaron las actividades
subversivas y provocativas contra China, la RPDC, Vietnam, Cuba y Laos.
Se hallan en una situación muy compleja los partidos comunistas y obreros de los
países capitalistas que han perdido la ayuda internacional en todos los aspectos. Se
socavó seriamente la autoridad de los partidos comunistas que siguieron el curso
oportunista del PCUS. Al mismo tiempo, se observan la animación de las actividades
y el crecimiento de la influencia sobre las masas, de los partidos marxistas-leninistas
que rompieron a tiempo el vínculo con las resoluciones revisionistas del XX congreso
del PCUS. Tales son los partidos a los que la cumbre oportunista trató de "stalinista",
"maoísta" o pro-albanés.
Ahora, en casi todos los estados capitalistas funcionan dos o más partidos
comunistas. Entre ellos se despliega la batalla ideo-política, que objetivamente lleva
agua al molino del imperialismo. En la mayoría de los casos la responsabilidad de esa
división actual la tiene el oportunismo que estimuló voluntariamente a unos por
obediente seguimiento del curso del PCUS y "excomulgó" a otros del comunismo por
su posición independiente, distinta de la línea de los revisionistas soviéticos.
Hoy se ha desorganizado mucho el movimiento de liberación nacional de los
pueblos y debilitado su inclinación antimperialista. En los países liberados de las
consecuencias del colonialismo, ha rebajado la influencia de los comunistas sobre la
burguesía nacional. Están en la situación difícil los países que en el pasado
escogieron el camino del socialismo. Sus direcciones se ven obligadas a cambiar de
manera brusca las orientaciones políticas. Ha aumentado la influencia de EE.UU. y
otros principales países capitalistas sobre el "tercer mundo". El presidente Bush
declara desvergonzadamente como zonas de "interés vital de Estados Unidos" al
Cercano Oriente y otras regiones, que se hallan a muchos miles de kilómetros de
América. Debido a la conspiración del gobierno comprador de Rusia se ejecutan sin
impedimento las sanciones hostiles de los imperialistas contra los pueblos de algunos
estados árabes y se expulsaron del poder los sandinistas en Nicaragua.
La derrota temporal del socialismo en la URSS y Europa permitió el traslado del
centro del socialismo mundial y del movimiento revolucionario a los países de Asia y
América Latina. El proceso de la mudanza del epicentro de los cambios
revolucionarios del Occidente al Oriente, tiene, como se nos presenta, el carácter no
casual, sino legítimo.
Sería una gran simplificación interpretar el desplazamiento del centro del
movimiento revolucionario mundial de la Europa occidental a la Rusia zarista a
principios del siglo XX, y ahora a los países de Asia y América Latina sólo con las
razones subjetivas, cuya esencia es la degeneración oportunista de los partidos
proletarios.
Es indudable que los "líderes" de la II Internacional, como la traidora camarilla de
Gorbachov, jugaron su papel pernicioso traicionando a la clase obrera y a los
trabajadores. Los ayudaron los conciliadores: "ortodoxos del marxismo" y "fieles
leninistas". Así, en el Comité Central de Gorbachov del PCUS "los fieles leninistas",
para el "mantenimiento de la paz y la unidad del partido", apoyaron prácticamente la
línea restauracionista desde su posición conciliatoria. Esto cerró el circuito entre la
política del capital y la del partido que se llamaba leninista.
Pero, en el fundamento de ambos casos de desplazamiento del centro del
movimiento revolucionario del mundo del oeste al este, yacen de todos modos no las
razones subjetivas, sino las más profundas, los cambios globales en capitalismo y las
nuevas condiciones ligadas con ellos y creadas en el seno del movimiento obrero y
comunista mundial.
Ante todo, el avance en la lucha mundial entre el trabajo y el capital ocurrió y
ocurre en el período de la estabilidad relativa del capitalismo. Ahora esto sucede en
condiciones de la integración ulterior del capital transmonopolista. El ambiente
mismo de la estabilización engendra en la conciencia social lo que Lenin llamó
"cretinismo parlamentario", que eliminó el problema de las formas
extraparlamentarias de la lucha clasista de los explotados.
Seguidamente, la propia lógica del desarrollo de la lucha clasista llegó a su
conclusión de que los destacamentos nacionales de la clase obrera y sus aliados, en
vanguardia, se sometieron a los ataques, especialmente fuertes y astutos, del sistema
capitalista. Objetivamente, esto no pudo menos de debilitar a sus partidos, cuyas
direcciones perdieron a veces la orientación y la perspectiva comunista,
descarrillándose paulatinamente de la posición de la ideología científica proletaria.
Debido a lo cual en los países europeos que edificaban el socialismo su dirección
cayó en el oportunismo ayudando a los restauracionistas del capitalismo, sin poder
superar las dificultades surgidas en el curso de los cambios revolucionarios.
Y, por último, el centro del movimiento revolucionario mundial se trasladó y se
traslada a las regiones donde es mayor la agudeza de las contradicciones sociales,
donde la situación requiere la solución radical del antagonismo clasista. A principios
del siglo XX tal región de la tempestad social era la Rusia zarista, pero hoy son los
países de Asia y América Latina. A la clase obrera y a los partidos de estos
continentes, al parecer, les compete hacer un aporte decisivo a la lucha de la
humanidad contra la explotación y la opresión, y abrir nuevos caminos hacia el
socialismo y el comunismo.
En conclusión, quisiera mencionar que la actual alteración de las correlaciones de
fuerza a favor del imperialismo y la reacción exige a los comunistas el cambio de la
estrategia y la táctica de su lucha. Así, es indispensable sacar y llevar a la discusión
las conclusiones relacionadas con la situación creada. Quisiera referirme a algunas de
ellas.
En primer lugar, el peligro principal para el movimiento comunista internacional es
hoy el oportunismo de derecha que a fin de cuentas trata de subordinar este
movimiento al capital monopolista. Sin infligir una derrota al oportunismo de derecha
los partidos comunistas no pueden salir de la crisis ni cumplir con su deber asumido
ante la clase obrera y los trabauidores ni unir en una corrienie la lucha antimperialista
de las masas populares.
Una de las más astutas formas del oportunismo es hoy el antistalinismo que juega
el rol del caballo de Troya en el movimiento comunista. Sin superarlo, el proceso
revolucionario mundial no puede salir de su crisis.
En segundo lugar, la lucha contra los restauracionistas del capitalismo en la URSS
y los países europeos tiene la importancia internacional, tal como la tuvieron en su
tiempo la Revolución de Octubre en Rusia, la victoria de la revolución socialista en
China y la formación del sistema socialista de los Estados. Hoy en el orden del día
están la internacionalización de esta lucha contra el restauracionismo y la ayuda y
apoyo fraternales de los partidos comunistas de todo el mundo.
En tercer lugar, es necesaria la ayuda en todos los aspectos de la parte del
movimiento comunista mundial a los países que construyen ahora el socialismo u
optan por el camino socialista. Esto exige el respeto y la comprensión de las
peculiaridades nacionales de esos países, y la necesidad de renunciar resueltamente a
la apreciación superficial y eurocentrista acerca de sus peculiaridades históricas, a la
acusación oportunista como "socialismo feudal" y otros disparates. Por otra parte,
crece la responsabilidad de los países socialistas que han tolerado la presión del
imperialismo, del destino del conjunto del movimiento comunista y obrero mundial y
del desarrollo creador de la teoría y la práctica revolucionarias del marxismoleninismo.
En cuarto lugar, —esto puede ser más complicado y más responsable—, es
indispensable empezar la labor concreta para superar la crisis y el restablecimiento de
la unidad del movimiento comunista internacional sobre la base del marxismoleninismo. Esto, según nuestra opinión, debe estar ligado con la creación de las
estructuras coordinadoras internacionales y de la prensa y los órganos teóricos
internacionales como una base del intercambio mutuo de la información y las
experiencias. En las condiciones actuales estas estructuras pueden aprovechar las
tradiciones revolucionarias de la Internacional Comunista que desempeñó el papel
principal en la formación del movimiento comunista mundial.
La lucha por el socialismo, como es sabido, constituye a la vez un asunto nacional
e internacional de la clase obrera y sus aliados. Por eso naturalmente, no se puede
hablar de un "centro de comando", en relación con el cual los partidos de los
comunistas, independientes en su política y responsables de la lucha en sus países, se
conviertan en "secciones nacionales".
¿Con qué se puede empezar? El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión
sostiene la proposición de Gus Hall de que el restablecimiento y el fortalecimiento de
la unidad del movimiento comunista y obrero internacional pueden comenzar por la
realización de una conferencia de los partidos comunistas de todo el mundo, la que
podrá dar la apreciación colectiva del motivo de la crisis y sacar las lecciones de la
derrota temporal del socialismo en la URSS y en Europa. En ella podrá discutirse el
problema de la creación de las estructuras coordinadoras internacionales. Pensamos
que este problema debe ser actualmente un objeto directo de la discusión tanto dentro
del partido como en las conversaciones interpartidistas de los comunistas. En otras
palabras, es necesario comenzar por la preparación minuciosa y enérgica de esta
conferencia.
Según nuestra opinión, se debe estipular de antemano la composición de los
participantes en la conferencia mundial para que ella no se transforme en una arena
de batahola infructífera de los comunistas social-democratizados con los marxistaleninistas. Por muy variadas que sean las formas del movimiento comunista, será
posible según nuestro pensamiento, la participación en la conferencia, de los partidos
que se mantienen en la posición del marxismo-leninismo, en otras palabras, los que
parten en sus actividades del reconocimiento de la misión histórico-mundial de la
clase obrera y sus aliados, de la conquista del poder por el proletariado, como punto
de salida de la transformación socialista, y de la necesidad de la lucha decisiva contra
la ideología burguesa, el oportunismo y revisionismo.
Estamos convencidos de que no será tan lejano el tiempo en que el movimiento
comunista internacional y el socialismo superarán la crisis, rechazarán la ofensiva
global de la reacción imperialista, reagruparán sus fuerzas y aparecerán en las nuevas
fronteras en las actividades creadoras revolucionarias de las masas. Por más que la
reacción se encolerice, las leyes objetivas de la historia accionan por el socialismo y
el comunismo. Sus marchas implacables pueden ser frenadas, pero no será posible
detenerlas. El deber histórico de los comunistas consiste en limpiar los obstáculos
levantados por el anticomunismo y el oportunismo en el camino del progreso social.
Nuestra fuerza está en la lealtad al marxismo-lehinismo y en la unidad internacional,
la que no se impone ni se mendiga. Esta unidad se forja en la lucha común por la
defensa de los intereses fundamentales de los trabajadores y la paz en la Tierra.
¡Acabemos con el oportunismo y la capitulación dentro del movimiento
comunista!
¡Demos la derrota a los restauracionistas del capitalismo!
¡Abajo los opresores y parásitos! ¡Detengamos la reacción y el fascismo!
¡Todo el Poder a los trabajadores de las ciudades y los campos! ¡Levantemos la
bandera de la renovación comunista del mundo! ¡Nuestra causa es justa y legítima!
¡Cerrad sus filas, compañeros, para la lucha común! ¡Proletariado y oprimidos de
todos los países, unios!
San Paulo, Brasil
septiembre, 1992
ES INVENCIBLE LA CAUSA DEL SOCIALISMO
(Nina Andreeva)
Conferencia ante los profesores, empleados y estudiantes de la Universidad Kim II
Sung 6 de octubre de 1992
¡Queridos compañeros y amigos!
¡Creadores-constructores y heroicos defensores del socialismo en Corea!
¡Estimados colegas, profesores y científicos de la Universidad Kim II Sung!
Permítanme saludarles de todo corazón en nombre del Partido Comunista
Bolchevique de Toda la Unión, surgido sobre la ruina del PCUS, y de las gentes
soviéticas que no han capitulado ante la traición de la claque de Gorbachov y el
trágico suceso de consecutiva descomposición del país. Felicito en nombre de las
personas que luchan obstinadamente por la restauración de la URSS y del socialismo.
Permítanme también felicitarles con motivo de una significativa fiesta, el 47
aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea, que se acerca y
desearles nuevos éxitos en la construcción del socialismo bajo la sabia dirección del
gran Líder, Secretario General, Presidente y Generalísimo, camarada Kim II Sung, y
del querido Dirigente, miembro del Presidium del Buró Político del Comité Central,
Comandante Supremo y Mariscal, camarada Kim Jong II, eminentes activistas del
movimiento comunista y obrero internacional de la época contemporánea.
Muchos de los presentes en esta sala pueden preguntarse por qué estoy aquí, qué
puedo decirles a ustedes, constructores del socialismo en Corea, que empuja a la
vanguardia el progreso socialista en el combate contra el imperialismo. En el último
medio año estuve en Bélgica, Alemania, Grecia, Cercano Oriente y Brasil, donde
sostuve conversaciones y charlas con líderes de varias decenas de partidos políticos,
con comunistas y social-demócratas, metalúrgicos y mineros, ingenieros y médicos,
profesores y científicos, con artistas, directores, escritores y otros destacados
activistas de la cultura mundial, senadores y parlamentarios, estadistas y alcaldes,
periodistas y diplomáticos, me presenté ante la televisión y la radio y escribí en
muchos periódicos y revistas.
Ahora no son pocos los que se inquietan por saber qué sucedió en la Unión
Soviética, cómo los trabajadores cedieron su poder sin combatir, por qué se
autodesintegró el PCUS, fundado por Lenin, cómo será el destino del socialismo
mundial y el movimiento comunista internacional, cuánto puede durar la ofensiva de
la reacción en nuestro país. Estos problemas se discuten también entre los
compañeros coreanos. En particular, goza de fama mundial la valiosa consideración
del querido Dirigente camarada Kim Jong II en cuanto a estas cuestiones, expresada
en su histórica charla con los trabajadores responsables del Comité Central del
Partido del Trabajo de Corea, del 3 de enero de 1992. Estas observaciones y las
consecutivas conclusiones, desde luego, ustedes las sabrán bien.
Nuestro partido las apoya por entero. Ahora permítanme referirme a los asuntos
planteados.
¿Qué ha ocurrido en la URSS en los últimos años? Aunque con tristeza no
podemos menos que reconocer que en la Unión Soviética se produjo una
contrarrevolución burguesa, iniciada por la capitalización del socialismo, es decir, por
la introducción de elementos capitalistas, que se desarrolló después en restauración
de las relaciones capitalistas en todas las esferas de la vida social. ¿Dónde están la
fuente y la causa de este movimiento hacia atrás, del retroceso del socialismo en la
URSS y en los países socialistas de Europa?
Para nadie es secreto que el PCUS formulaba y dirigía la política interior y exterior
de la URSS. A diferencia del feudalismo y el capitalismo, la construcción y desarrollo
del socialismo no pueden tener carácter espontáneo. La formación de las relaciones
socialistas es posible solo mediante la planificación y la organización, y debe
apoyarse en una base científica en constante desarrollo. La organización, la
planificación y lo científico los introduce en el socialismo el partido de la clase
obrera.
La fuerza de un partido revolucionario de la clase obrera radica en su programa
científico bien fundamentado, en su consecuente defensa de los intereses sociales de
los trabajadores, en la posesión de una correcta concepción sobre la obtención de los
objetivos estratégicos de la clase obrera, dictados por estos intereses. Para el partido
fundado por Lenin, originalmente estos intereses fueron de la clase obrera, de los
campesinos koljosianos y sovjosianos y de los trabajadores intelectuales. Toda
desviación de estos intereses se expresó y se expresa en la traición social-política:
concesión de la posición comunista a los adversarios de clase.
¿Cuándo se hizo esa entrega de la posición científica del proletariado en la
construcción del socialismo en la Unión Soviética? En ciertos partidos comunistas e
incluso en nuestro país se dice con frecuencia que todo se inició con la subida a la
dirección de Gorbachov y sus allegados. Pero hoy resulta evidente la insuficiencia de
tal valoración. No da respuesta a la pregunta de por qué fue posible la destrucción
repentina de la base del socialismo, la descomposición de la multinacional URSS y la
liquidación del PCUS. A un partido político maduro y un régimen social-económico
sano no los pueden deshacer en algunos años unos cuantos renegados y traidores, por
muy altos que fueran sus puestos. En otras palabras, era necesaria una larga
preparación de la contrarrevolución tanto en el interior como en el exterior del país. Y
ante todo la degeneración del partido gobernante y su transformación oportunista.
El Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión considera que el
deslizamiento del PCUS al oportunismo de derecha y al revisionismo se inició a fines
de la década del 50 con la subida de Kruschev y sus colaboradores a la dirección del
partido y del Estado. El jalón inicial de la degradación oportunista del PCUS fue su
XX Congreso. Aquí la obertura ideológica o la premisa ideológica fue la campaña
contra-Stalin bajo la falsa consigna de la crítica del "culto a la personalidad." La
ilimitada autoridad de I.V. Stalin se presentó provocativamente ante el mundo entero
como "el culto a la personalidad" y esa misma "revelación" tenía un carácter sucio;
mezquino y abyecto. Pronto, es verdad, se esclareció que la mayoría de las
acusaciones fue invención de Kruschef y sus partidarios, pero la máquina
propagandística de "revelación" ya había sido puesta a toda marcha. Los comunistas
que salían en contra de tal política fueron despedidos del trabajo, expulsados del
PCUS y sometidos al terrorismo moral como "stalinistas". A menudo fueron
reprimidos bajo diversos pretextos artificiosos.
El gran Líder camarada Kim II Sung enseña justamente que el sujeto de la
revolución y de la construcción socialista no está sino en la unidad entre el líder, el
partido y las masas.
No era casual que el oportunista Kruschev dirigiera su primer golpe a esta unidad,
con el objeto de minar y debilitar el mismo sujeto de la transformación socialista. Así
frenó la edificación socialista y causó serios daños al movimiento comunista y obrero
internacional y a la lucha antimperialista de liberación nacional de los pueblos. La
campaña contra Stalin se dirigía al menoscabo de la autoridad del socialismo, a la
confrontación con el Partido Comunista de China y, después, al choque fronterizo
entre la URSS y China, cosa infame para nuestros altos dirigentes, y a la activación
de los enemigos del socialismo en los países de democracia popular de Europa. En la
Unión Soviética se efectuó la sustitución masiva de cuadros del partido y del soviet,
se empezó a deslavar la posición fundamental del marxismo-leninismo como
cosmovisión científica de la clase obrera y de las fuerzas socialistas contemporáneas.
La historia atestigua que la peligrosidad del oportunismo se multiplica cuando haya
devenido oportunismo gobernante y estatal, puesto que bajo el socialismo se pone a
su servicio un poderoso aparato de propaganda, capaz de desorientar durante mucho
tiempo a los comunistas y los trabajadores. Precisamente esto ocurrió en la Unión
Soviética. En su tiempo I.V. Stalin definió correctamente el rol social del
oportunismo de derecha subrayando que para los oportunistas el "socialismo significa
el crecimiento y enriquecimiento de la burguesía". El oportunismo se expresa en falta
de principios, en la persecución miope de beneficios personales inmediatos,
frecuentemente, aparentes, en detrimento de los principales intereses de los
trabajadores. Al principio, el carácter pernicioso de esa política se encubría y en parte
compensaba por los reales éxitos del socialismo en el pasado y los que se obtenían
por la posibilidad sin precedentes de la solidez del sistema socialista.
Si bajo Stalin la economía se orientaba a la reducción del precio de costo de los
productos, punto cardinal del plan de cada empresa, y a la producción de artículos de
alta calidad a cuenta del aprovechamiento de éxitos científicos, nuevas tecnologías,
economía de materias primas, energía y mano de obra, en la época de Kruschev y
Breznev los principales índices de la eficiencia económica de la producción
consistían en sacar provecho monetario por vía de elevar artificialmente los precios,
es decir, subir de manera completamente infundada los precios reduciendo la
producción de artículos. La ciega persecución de ganancias y otros beneficios
particulares para las empresas condujo a la aminoración del ritmo de desarrollo de la
economía nacional, la reducción de los efectos de las inversiones y la devaluación
paulatina del rublo. Se interrumpió la rebaja planificada de los precios, comenzó el
encarecimiento de los artículos de consumo popular y la desaparición de los surtidos
baratos. Se frena el progreso técnico y científico y decrece la productividad del
trabajo.
La política económica oportunista provocó la separación de la distancia entre los
mal y bien retribuidos. Su correlación sobrepasó 1:30 y ahora más de 1:150. Toma
cuerpo la economía "negra", que engendra elementos de empresas privadas. Empezó
la criminal acumulación de capital por la neoburguesía soviética. Enriqueciéndose
paulatinamente esta deprava todo lo que está en torno suyo. Con los empresarios
"negros" se unen los burócratas sobornados del soviet y del partido. La tendencia a
eliminar la diferencia de clases está obstruida por la diferenciación social y el
deslinde de la sociedad entre ricos y pobres. En estas condiciones entre los
trabajadores se pierde el estímulo moral para el trabajo, y crecen la apatía y la actitud
negativa hacia toda cosa estatal o "fiscal". Crecen la violación de la disciplina laboral
y el robo de bienes del pueblo.
El Estado soviético pierde su carácter de clase. De dictadura del proletariado se
transforma en "Estado de todo el pueblo". En este Estado prospera la burocracia, se
procrean el soborno y la corrupción. En la década del 80 el aparato estatal se triplicó
en comparación con el período de Stalin. Cae la eficacia de su trabajo. Se produce su
separación paulatina de los trabajadores o, como quien dice, su alejamiento de ellos.
Esto socavó la base social del Estado soviético, le quitó el apoyo de los trabajadores y
debilitó la lucha contra la delincuencia, que desorganiza cada vez más la función de
la sociedad. A través del llamado "Estado de todo el pueblo", en la conciencia de las
masas penetró la idea de la supuesta igualdad y la "pura" democracia. Esta idea
burguesa encubre la imposibilidad del principio de igualdad entre los explotadores y
los explotados, los opresores y los oprimidos.
Con la subida a la dirección del grupo de Gorbachov, Yakovlev y Shevardnadze, el
oportunismo de derecha pasó al restablecimiento legal del capitalismo. Continuando
su camino desde la concepción de Kruschef sobre la total y definitiva victoria del
socialismo en la URSS mediante la demagogia del "socialismo desarrollado", el
oportunismo, ya en el poder, terminó su evolución con la completa y acabada
degeneración de los dirigentes del PCUS en renegados y traidores, en servidores al
capital monopolista de EE.UU. y simples y criminales burgueses, en destructores del
socialismo y el Estado Soviético multinacional, en liquidadores del partido de la clase
obrera. Gorbachov, Yakovlev, Eltsin, Krabchuk, Nazuipbaev y otros dirigentes
oportunistas del partido que hasta hace poco cantaban "La Internacional" ante las
cámaras de televisión, gritan hoy, a cuál más, de la "quiebra del socialismo", del
"histórico callejón sin salida", del "fracaso del experimento", demostrando su
completa degradación moral y política.
Junto con esto, es necesario señalar aquí tres cuestiones: en primer lugar, es
completamente erróneo considerar la derrota del socialismo en la URSS como
fenómeno inevitable pensando que la contrarrevolución haya triunfado completa y
definitivamente. En su profundo y fecundo trabajo teórico: "Lecciones históricas de
la construcción socialista y la línea general de nuestro Partido", el querido Dirigente
camarada Kim Jong II dijo justamente: "Desde el punto de vista del curso principal
del avance de la historia, el hecho de que en algunos países fracasara el socialismo y
resucitara el capitalismo, no pasa de ser un fenómeno parcial y temporal."
Por más que se enfurezcan los imperialistas y otros reaccionarios, la corriente
general de la historia se dirigirá inevitablemente hacia el socialismo, pasando por el
feudalismo y el capitalismo y derrumbará el baluarte del imperialismo. Es posible
detenerla temporalmente y ponerle obstáculos, pero nadie puede hacer retrocedería
rueda de la historia. Ni con la contrarrevolución, ni con la guerra, ni tampoco con la
traición.
En segundo lugar, hablando de modo más riguroso, en la URSS no fueron el
socialismo y las ideas comunistas los que sufrieron derrotas históricas, sino el
oportunismo estéril que había arrebatado el poder con hipocresía. Los políticos de
doble cara y los arribistas, quienes, sin tener su propia ideología, se habían granjeado
de modo estafador y camaleónico la confianza de los soviéticos, lograron asentarse en
el círculo superior de la dirección del Partido Comunista y del Estado soviéticos.
Hoy, para seguir aferrados a la garganta del pueblo, se disponen a apoyarse en
cualesquiera, sean criminales, rufianes o fascistas, enemigos jurados de la
humanidad. Tratan de congraciarse con los emigrantes antisoviéticos, doblan la cerviz
ante los racistas de la República de África del Sur e Israel y ante el régimen
reaccionario de Soul y Taiwan. Por eso, puedo afirmar con certeza que no se puso fin
a la existencia del Partido Comunista, sino a sus estructuras, productos del
oportunismo, anquilosado y corrompido desde su raíz; son estas las que se vinieron
abajo, dejando ver su impotencia. Hace mucho que ellos dejaron de representar el
Partido de Lenin y se le enfrentaron objetivamente. En relación con esto, el Partido
Comunista Bolchevique de Toda la Unión se opone al resurgimiento del partido
comunista soviético de carácter social demócrata de derecha, porque con el
restablecimiento de la dirección oportunista del antiguo Partido Comunista de la
URSS no puede hacerse nada.
En tercer lugar, el capitalismo recién salvado por los traidores-oportunistas no
puede dar solución a ningún problema que enfrenta la humanidad. La derrota del
imperialismo puede postergarse, pero nunca tacharse en el orden del día. Su actual
"victoria" es fantasmagórica y contiene la génesis de una crisis más seria y la
agudización de todas las contradicciones a nivel mundial y la lucha por la repartición
de la Tierra. Lo más grave es que los imperialistas han puesto en práctica los planes
de Iraq, de Yugoslavia y otros encaminados a provocar la Tercera Guerra Mundial.
Por tanto, el socialismo es la única opción para salvar a todos los seres humanos de
las crisis militar, ecológica, económica, demográfica, informativa y de otras de
alcance mundial. Porque él, y no el capitalismo, refleja hoy más que nunca los
intereses de toda la humanidad de los que Bush y Gorbachov suelen hablar con tanto
gusto. El proceso de la restauración del capitalismo en los países socialistas de
Europa y la Unión Soviética no sólo se desarrolla en contradicción con las leyes
objetivas de la historia, sino que, además, frena la lucha de la humanidad por la
existencia. Por eso, ese proceso de retroceso ha de detenerse. La contrarrevolución
está destinada al fracaso.
¿A dónde ha llevado la contrarrevolución a los soviéticos? En una palabra, a la
catástrofe que no encuentra salida en el camino de la restauración capitalista que de
por sí se ve atascada en una profunda crisis, que se manifiesta en la destrucción
directa de las fuerzas productivas. Fue destruido el complejo de producción del país,
cuya unidad no tenía igual.
Cada mes más de mil empresas cierran sus puertas. El nivel de producción bajó al
de principios del 70, es decir, retrocedió 20 años. De los 58 altos hornos de gran
tamaño, 36 se apagaron. Se malogran y desaparecen preciosos equipos y se
escamotean materias primas raras. Se inundan las minas, y en los campos no se puede
aplicar el cultivo rotativo. Por la escasez de pienso, los campesinos se ven obligados
a sacrificar el ganado en pleno verano. Se detienen los medios de transporte
perjudicados al extremo en el período de "gor-batroika"... Se ha trastornado el
sistema defensivo. La bancarrota del acopio de productos agrícolas y los
combustibles, ha creado el peligro de padecer inviernos fríos y hambrientos. El
sistema monetario está en crisis. Es decir, los instrumentos y medios principales de
producción y la base material-técnica general de la sociedad sufren una seria
destrucción y crisis. Por otra parte, la crisis afecta a los trabajadores, creadores de los
bienes materiales y espirituales, y fuerza principal de la producción. El porcentaje de
desempleados empezó a crecer bruscamente. Los obreros despolitizados en el período
de la "perestroika" se han desprendido de su clase.
El gobierno de Eltsin hizo no rentables, y puso en bancarrota, los koljoses y
sovjoses. Los granjeros se convirtieron en objeto del odio clasista y se arruinan. En
efecto, a causa de la creciente inflación y de la devaluación del rublo en una
centésima parte, los soviéticos perdieron su fuerza laboral realizada. No se pagan
salarios durante meses.
Se malgastan las reservas de oro y de materiales estratégicos del país. Los
pensionados se encuentran más allá de la línea de la miseria y en el umbral de la
existencia biológica, es decir, están próximos a morir de hambre. Organizando
genocidios la contrarrevolución toma represalia de la generación anterior que
construyó y defendió el socialismo. Los antiguos funcionarios del partido perdieron
buenas pensiones. Como recibieron bajos salarios en tiempos anteriores, actualmente
se encuentran en condiciones materiales muy difíciles si se tienen en cuenta las
remuneraciones laborales generales. En Lituania, Latvia y Estonia, países situados en
el litoral báltico, los participantes en la Gran Guerra Patria y los mutilados ya no
pueden recibir las pensiones correspondientes. En cambio, los burgueses nacionales,
que se han arrogado el poder, conceden altas pensiones a los que pelearon contra el
Ejército Rojo en tiempos de la guerra, a los que dispararon a la espalda del pueblo en
guerra, y a los que ultrajaron a los habitantes pacíficos que quedaron en la región
ocupada. Las conceden también a los que, escondidos en los bosques después de la
guerra, asaltaron los poblados, asesinaron a comunistas y miembros de la juventud
comunista, saquearon y violaron. En la actualidad, llaman "defensores de la patria" a
esos granujas y traidores, y les destinan altas pensiones, y adicionalmente les
compensan la vida carcelaria que merecidamente pasaron por sus crímenes ante la
Patria. Semejantes fenómenos se manifiestan también en Ucrania, Moldavia y Moscú.
En muchos casos, los participantes en la guerra sufren ultrajes no sólo de palabra
sino también físicamente, si bien nuestra vida de hoy se debe a sus proezas.
Hace poco, en Minsk unos bandidos dejaron inválida a Osipowa, Heroína de la
Unión Soviética. Durante la guerra, ella, cumpliendo una orden del comité
clandestino, ejecutó a Kube, verdugo del pueblo de Bielorrusia y lugarteniente de
Hitler en este país, colocando una bomba en su dormitorio. Es increíble que los que
se le abalanzaron y le arrebataron las condecoraciones de guerra y artículos
personales, sean delincuentes comunes. Tampoco se puede creer que en Minsk
hubiera ocurrido ese incidente sin intervención de los nacionalistas bielorrusos.
Chernovil, uno de los aspirantes al cargo de presidente de Ucrania, es hijo de un SS.
No es casual que se levantara en Libov un enorme monumento en memoria de la
unidad SS donde combatieron muchos nacionalistas ucranianos. Tales monumentos
aparecen hoy, especialmente, en la zona costera del mar Báltico.
Recientemente, en nuestra televisión se presentó un traidor quien sirvió a los
enemigos junto con el general Blasov que se había entregado a Hitler. Ahora reclama
al gobierno de Alemania pensiones militares. A una pregunta de los periodistas dijo
descaradamente que durante la guerra combatió al lado del general Blasov contra el
Ejército Rojo, bajo una bandera de tres colores igual a la que enarbola hoy Eltsin. En
Ucrania la bandera negro-amarilla, bajo la cual combatieron los blancos contra el
Ejército Rojo en la guerra civil, se ha convertido hoy en pabellón nacional. Bajo esa
bandera los nacionalistas ucranianos y los de Benderov sirvieron a Hitler durante la
Guerra Patria, y posteriormente, a los norteamericanos.
También la intelectualidad, rehén de la contrarrevolución, se ve apartada del
camino creativo. Incluso su élite, encargada de la preparación ideológica de la
restauración capitalista, está defraudada. No son intelectuales sino saqueadoresempresarios los que se nutren de la desgracia del pueblo. Los integrantes de la capa
superior del régimen de Eltsin se convierten en millonarios. Hace poco, en una
publicación amarilla se advirtió fugazmente que hoy la mafia reina en Moscú.
Con frecuencia suenan disparos en la capital y otras ciudades. Los grupos mafiosos
se piden cuenta unos a otros o se tirotean con los policías. Entre los representantes de
la cultura élite se dejan oir gemidos de perplejidad y nostalgia del pasado, e incluso
del socialismo deformado, y de la seguridad y el orden, que se tornan cada vez más
precarios.
La restauración del capitalismo trajo la miseria espiritual al país. En los últimos
años no se ha producido, ni por tanto se puede mencionar, ni un libro valioso, ni una
película, ni una pieza musical, que se quedaran en la memoria. El teatro, la industria
cinematográfica, las artes plásticas, y la arquitectura se encuentran en estado de
bancarrota. Los boletos para museos, teatros, cines y exhibiciones no están al alcance
de personas comunes. Se desarrolla la descarada ofensiva de la llamada "cultura
masiva" norteamericana que predica violencia, sexo y otras cosas por el estilo. La
televisión, la radio y otros medios de difusión masiva desisten poco a poco del
reclamado "pluralismo" y van convirtiéndose en órganos oficiales de la
contrarrevolución. La prensa y televisión de oposición son reprimidas
económicamente. Los trabajadores pierden la última oportunidad para expresar
abiertamente su posición respecto a los promotores de la crisis.
Las ciencias y sus exponentes atraviesan por una situación todavía más lamentable.
Un considerable número de científicos se han integrado a las cooperativas, las
empresas y al comercio. El resto mantiene a duras penas el sustento. Muchos se
despiertan sólo al ver que se destruyen las escuelas científicas, se eliminan las
tradiciones de las ciencias de la Unión Soviética, son robados los resultados del
trabajo de los científicos de varias generaciones y se venden al Occidente, a precios
baratos, los inventos y los últimos logros de la técnica, orgullo de la nación.
El Estado de Eltsin va perdiendo posición en las ciencias a nivel mundial, en lo que
durante decenas de años avanzábamos a la vanguardia. Para mantener la existencia en
las condiciones del mercado y el capitalismo, la Academia de Ciencias estableció
departamentos destinados a reunir a científicos dispuestos a ir al extranjero. El
comercio de cerebros se efectúa a precios ínfimos.
La situación de la joven generación es trágica. Las empresas especuladoras no son
un seguro medio para ganar dinero ni tienen perspectivas. El nuevo modo de vida que
trajo la restauración del capitalismo, le hizo un vacío en el espíritu. La droga, el
alcoholismo, la prostitución, y la inclemencia van degenerando a mayor número de
jóvenes. Los graduados de las universidades y las escuelas especializadas, técnicas y
profesionales empezaron a engrosar al gran ejército de desempleados que se
multiplican. El hambre pasó a ser el destino de los universitarios. Por ser pobres las
becas, no se puede almorzar en los comedores universitarios. En las universidades y
muchos planteles secundarios se pagan los estudios. En algunos, el costo mensual
supera 5-6 veces al salario promedio del país. Esto hace que la educación sea de élite,
para ofrecerse únicamente a los empresarios. Algunos de éstos envían a sus hijos a
universidades prestigiosas de Estados Unidos y otros países occidentales.
El crecimiento de la mortalidad en todas las regiones del país supera hoy
amenazadoramente la natalidad que decrece continuamente. El número de suicidios
tan sólo en la primera mitad de 1992 iguala las pérdidas humanas en 10 años de
guerra en Afganistán. El conflicto entre las naciones provocado por los burgueses
nacionales y el creciente número de crímenes causan la muerte a decenas de miles de
personas. La protección de la salud, preciosa e indispensable para la mayoría de los
trabajadores ha dejado de ser una labor regular. Numerosos campamentos de
pioneros, bases de turismo, jardines de la infancia, casas-cuna, casas de pioneros y
asilos de ancianos han cerrado sus puertas. El valor para ir a las casas de reposo y
sanatorios se ha tornado insoportable para los hombres de trabajo. A pesar de ello, los
nacientes burgueses viajan a otros países para descansar en los más lujosos sanatorios
y pensiones. Mientras tanto, se hacen más frecuentes los casos de madres de familias
pobres que dejan en las salas de maternidad a sus hijos recién nacidos a causa de la
estrechez de la vida. A veces, los parientes de algún difunto se abstienen de los
funerales porque sus gastos han subido a 15-17 mil rublos. (El salario es de 2-4 mil
rublos.) Esto crea una atmósfera asfixiante en la sociedad.
¿Cuándo sucedió el cambio político que arrojó a los soviéticos en un abismo de
dolor y desgracias? Consideramos que ese cambio político sucedió después de la
aparición del Comité Estatal para el Estado Extraordinario, después de los
acontecimientos de agosto de 1992 en Moscú que no fueron ni "rebelión", ni "golpe
de Estado", ni "arrebatamiento del Poder". Hasta entonces la restauración del
capitalismo en la URSS estuvo disfrazada con las consignas de la llamada
"renovación del socialismo" y "aceleración de la velocidad de desarrollo del
socialismo" que se llevaban a cabo bajo la guía de la dirección oportunista del PCUS.
De esta manera a mediados del año 1991 la contrarrevolución llegó a su culminación.
Entonces se elaboró, a nuestro juicio en el extranjero, otro guión para pasar a la etapa
siguiente. En este drama cumplieron el rol de directores Gorbachov y Eltsin, y el de
actores, los seudodemócratas incorporados a la "defensa" de la "Casa Blanca" (así se
llama la residencia gubernamental de Eltsin) y los jóvenes sin el espíritu clasista,
congregados detrás de las barricadas. Sin ofrendas rituales no era de esperar el éxito.
Así para esta provocación fueron sacrificados "tres defensores", a quienes, declarados
de inmediato "héroes de la URSS", se les celebraron con honor exequias.
Como resultado de esta provocación el poder fue arrebatado definitivamente de
manos de los trabajadores, y la ulterior restauración del capitalismo marchó sin serios
obstáculos. Por este motivo decayó el prestigio del ejército y de los órganos de
seguridad estatal, los cuales se vieron sometidos a golpes especiales. De pronto, se
inició la "limpieza" de quienes permanecían fieles al Juramento ante el Estado
Soviético.
Los miembros del Comité Estatal para el Estado Extraordinario, Yanaiev, Pablov,
Kryuchkov, Yazov, Shenin, Satarodutsev y otros quedaron encerrados en la cárcel
"Silencio de Marineros". El ministro de asuntos interiores Pugo y una parte de los
dirigentes del Comité Central del PCUS, según se ha publicado, acabaron su vida con
el suicidio, en circunstancias muy extrañas. Comenzó el derrumbamiento de la Unión
Soviética. Gorbachov, de regreso del supuesto "encierro" en el Faro "Krim", y Eltsin,
prohibieron por decreto la actividad del PCUS. Se inició la destrucción "pacífica" de
las organizaciones partidistas en el centro y las localidades.
Surge la pregunta: ¿por qué nadie se ofreció a defender al Comité Central, a los
comités regionales y urbanos del PCUS? El partido, fundado por Lenin y educado por
Stalin, no existía desde hacía mucho tiempo. Los oportunistas convirtieron al partido
de la clase obrera en un "partido de todo el pueblo". En los últimos tres decenios el
PCUS se había convertido en sedimentación o acumulación de socialdemócratas y
anticomunistas, nacionalistas y cosmopolitas, anarquistas y monárquicos, a los cuales
la "perestroika" de Gorbachov llevó al escenario de la vida política. Una considerable
parte de los anteriores dirigentes partidistas, desde los secretarios del Comité Central
hasta los de los comités regionales, se entregó a los negocios. No había ni un
miembro del Buró Político, que pudiera llamar a los comunistas a la lucha contra el
oportunismo derechista en ascenso. El cuerpo de diputados del pueblo, compuesto
por los miembros del PCUS en más de un 70 por ciento votó en los congresos en
favor de los actos anticonstitucionales de la contrarrevolución burguesa. Los
oportunistas no buscaron el apoyo del pueblo y los comunistas no exhortaron a
defender los bienes y el honor del PCUS. ¿Con qué asombrosa velocidad marchó la
"Perestroika" de Gorbachov entre los colectivos de periodistas de "Pravda" y otras
publicaciones del partido, los profesores de las disciplinas del marxismo-leninismo,
el conjunto de propaganda y agitación de los comités del partido? De hecho, el
partido quedó deshecho no por otros, sino por sí mismo. Porque su carácter
comunista existía sólo de nombre.
Hablaré algo sobre la política exterior, que es la prolongación directa de la política
interior del Estado. Lenin y Stalin advirtieron sobre lo impermisible que resultaba la
capitulación ante la presión del cerco del capitalismo y sobre la posibilidad de la
existencia del peligro del nacionalismo en un país socialista. Estas experiencias no
fueron tomadas en consideración. Nuestros oportunistas eliminaron el contenido
clasista de la política de la coexistencia pacífica, lo cual trajo el debilitamiento de la
influencia del socialismo sobre el "Tercer Mundo", el mundo de los países en vías de
desarrollo, y sacudió de raíz las posiciones internacionales del movimiento comunista
y obrero. El camino hacia el deterioro y el oportunismo fue el gradual debilitamiento
de la política internacionalista del socialismo. Los oportunistas acostumbraron a los
soviéticos a ver su país no como una parte del conjunto del proceso revolucionario
mundial, sino como el inicio y el término de este proceso. Esto significaba que los
intereses de todos los demás países socialistas y los partidos revolucionarios debían
sacrificarse para los intereses de la Unión Soviética. Bajo las relaciones mutuas de los
países socialistas se colocaron así las bombas de la dominación y del hegemonismo.
Como resultado de tal política, los países socialistas tuvieron que pasar
dificultades, y en lugar de ayudar a la RPDC que, enfrentada al imperialismo,
construía el socialismo, manteniendo la línea de independencia, no reparaban en
realizar actos que le perjudicaban.
El hegemonismo y la dominación seudosocialistas trajeron también la renuncia al
apoyo fraternal a las fuerzas nacional-liberadoras y la negación de la ayuda a los
fraternales partidos comunistas, y ocasionaron la repartición del mundo en las
"esferas de influencia" de las grandes potencias, y su confabulación para sacrificar los
intereses de otros pueblos. De este modo, la política exterior del Estado socialista
perdió su carácter proletario y revistió el carácter pequeño burgués, el cual ejerció
influencia en el debilitamiento del conjunto de la comunidad socialista. La tendencia
nacionalista en la política exterior sólo causó la desintegración y el aislamiento de los
países socialistas. El nacionalismo en la política exterior, fomentado por el
oportunismo, se fortaleció gracias a los restauradores del capitalismo, que
alimentaron la conciencia social del chovinismo y egoísmo animal. Lo muestra, en
particular, el alboroto provocativo que arman en torno a los así llamados "fondos del
PCUS", tildando de regateo ilegal la fraternal obligación internacionalista. En esto
ellos aprovechan a los que salieron del Comité Central del PCUS y del Comité de
Seguridad del Estado.
La política exterior del gobierno de Eltsin obedece enteramente a los intereses de
los monopolios norteamericanos. Fueron elaborados los siguientes lincamientos: el de
acabar definitivamente con el llamado régimen "procomunista" en Servía y
Chornogor, el de desacreditar el socialismo en China, la RPDC, Vietnam, Laos y
Cuba, el de colaborar con los reaccionarios imperialistas contra los pueblos del
mundo amantes de la libertad. Los restauradores se desviven para recibir la mayor
ayuda posible del capital internacional, que les muestra una caridad jamás vista.
La camarilla oportunista de Gorbachov tiene la directa responsabilidad de la
traición de los partidos en los países socialistas de Europa, de la activación del capital
internacional que ahora ataca por doquier a las fuerzas progresistas, y de la crisis en
el seno del movimiento comunista mundial. Por eso, la restauración del capitalismo
en la Unión Soviética debe considerarse como un asunto principal en la política
internacional de hoy. De ahí que también la lucha contra la contrarrevolución en la
URSS tenga carácter internacional. Es preciso incorporar en ella a todas las fuerzas
sociales progresistas del orbe.
El capital internacional teme la solidaridad internacionalista y obstruye por todos
los medios el fortalecimiento del frente unido antimperialista. La tarea principal para
el fortalecimiento de este frente incumbe a los partidos que no han seguido la
comente de la resolución oportunista del XX Congreso del PCUS. Como tales
partidos quisiera citar, ante todo, el Partido del Trabajo de Corea, el cual durante 47
años ha sido ejemplo de firmeza y de internacionalismo proletario.
La derrota temporal del socialismo en Europa y la URSS causó, objetivamente, el
traslado del centro del socialismo mundial y del movimiento revolucionario a los
países de Asia y Latinoamérica, que ahora están sometidos a la presión concentrada
del capital mundial. A comienzos del siglo XX el centro del movimiento
revolucionario mundial se mudó de Alemania a Rusia, lo cual impuso al partido
fundado por Lenin mayor responsabilidad en el proceso revolucionario en el mundo.
Según nuestro criterio, es muy legítimo que hoy este centro se encuentre en Asia y
América Latina. Esto hace más pesada su responsabilidad histórica del destino del
socialismo mundial, de los movimientos nacional-liberadores de los pueblos y de los
movimientos comunistas en los países capitalistas.
Un enorme mérito del Partido del Trabajo de Corea, del gran Líder y del querido
Dirigente es el haber elaborado la Declaración de Pyongyang. Su adopción significó
que el retroceso del socialismo en la arena internacional va terminando y se ponen en
el orden del día la preparación y la realización del contraataque al imperialismo. Se
ha dado comienzo a la reintegración de todas las fuerzas antimperialistas, con los
partidos comunistas y revolucionarios a la cabeza.
Lo prueba también el hecho de que hasta hoy 132 partidos han firmado la
Declaración de Pyongyang. Las publicaciones comunistas despliegan campañas en
apoyo a las ideas socialistas de la Declaración de Pyongyang y la crítica a los
oportunistas soviéticos y otros que son lacayos de los imperialistas. También en el
seno del movimiento comunista internacional se profundiza la diferenciación de las
fuerzas. Pierden su prestigio y significado los partidos y sus dirigentes que seguían la
"perestroika" de Gorbachov. Se revela, al fin, la naturaleza liberal burguesa del
eurocomunismo. El movimiento comunista se prepara para ocupar una nueva
posición en la lucha antimperialista. Se echó a pique la intentona de los
anticomunistas de aislar al Partido del Trabajo de Corea y al pueblo coreano.
Aparecen muchas especulaciones en las publicaciones anticomunistas acerca de la
actitud hacia los dirigentes políticos y líderes, inspiradores y organizadores de la
construcción socialista. Los oportunistas motivaron muchas confusiones en esta
cuestión. La propaganda burguesa y los fraccionalistas aprovechan mañosamente el
término de "culto a la personalidad" para enturbiar el espíritu de los inexpertos o
insuficientemente templados en la lucha política. Ese término fue utilizado muy
hábilmente para tergiversar el socialismo en la URSS y falsificar las páginas heroicas
de la historia soviética. Hoy se intenta imponerlo contra los dirigentes
revolucionarios, que trabajan activamente, por temor al legítimo crecimiento de su
prestigio y su reconocimiento público.
Vamos a meditar juntos en la historia de las religiones. En cuanto a sus fundadores
se expresa adoración y se construyen magníficos templos, y los libros sobre sus ideas
y dogmas se imprimen hasta hoy en millones de ejemplares. Ahora, por ejemplo, la
Biblia es el libro más editado, y la más difundida de todas las publicaciones en el
mundo. Buda, Cristo y Mahoma se ganaron el respeto de muchas generaciones de la
humanidad, porque apelaron a la justicia, la defensa de los débiles, el respeto a los
mayores, y la fidelidad a los padres, y prometieron la dicha en otro mundo. Entonces,
¿cómo hay que portarse con respecto a los que no sólo predican de palabra esa
felicidad, sino que la hacen efectiva en la vida real que cada uno lleva una sola vez en
la Tierra?
¿Cómo hay que portarse con respecto a los que han unido a su pueblo, lo han
salvado de la miseria, de la privación de los derechos, del analfabetismo y de la
esclavitud extranjera, y que lo han guiado a la luz y al sol en las lúgubres tinieblas del
maltrato, de la explotación y opresión?
Los libros religiosos demandan apreciar imparcialmente a cada persona según sus
trabajos y méritos. ¿No es esto lo que debe suceder incondicionalmente dondequiera
bajo el socialismo con respecto a los obreros, campesinos, militares, hombres de
ciencia, cultura y enseñanza? Quizá, en este salón, entre los asistentes, haya muchas
personas que recibieron las más altas condecoraciones del Estado, y que disfrutan del
respeto y prestigio entre el pueblo. Entonces, ¿por qué no se debe expresar legítimo
respeto a tales dirigentes y líderes del partido y Estado que elaboran y aplican
justamente las orientaciones de su país para el bienestar de los trabajadores? Bajo la
dirección de tales dirigentes el pueblo coreano construyó una nueva sociedad y un
socialismo con peculiaridades nacionales, el gigantesco complejo hidráulico del Mar
Oeste que envidia cualquier país, nuevas ciudades socialistas, carreteras magníficas, y
logró nuevas variedades de plantas, realizó innumerables invenciones científicas y
convierte al país en un jardín floreciente, solucionando de manera creadora los
difíciles problemas que se presentan siempre en tareas tan grandiosas como la
transformación socialista.
El querido Dirigente, camarada Kim Jong II escribe: "El líder es el centro del ente
socio-político y el máximo cerebro que representa la voluntad de las masas populares.
El líder y las masas mantienen estrechos vínculos dentro de dicho ente socio-político
que está constituido por la idea revolucionaria y la camaradería. Tal como no es
concebible el cuerpo viviente separado del cerebro, así tampoco es posible pensar en
el líder, desvinculado de las masas populares, y viceversa."
En esta tesis comprobada por la práctica están la concretización y el desarrollo
creador, en las nuevas condiciones históricas, de la enseñanza de Lenin sobre el papel
de las masas, las clases, los partidos políticos y los líderes en la historia. El
seguimiento de este principio marxista aseguró la invencibilidad de la causa
revolucionaria en Corea. La unidad del Líder, el Partido y las masas populares
garantizó el rápido y global desarrollo de la Corea socialista. Los logros de la
República Popular Democrática de Corea son cada día más explícitos en comparación
con los países del mundo capitalista. El capitalismo, aunque brilla con sus vitrinas de
mercancías, lujosos automóviles y mansiones, es hostil al pueblo trabajador, porque
la diferencia entre los ricos y los pobres crece continuamente, en vez de disminuir.
Un lujoso supermercado de Bélgica carece casi enteramente de compradores. Más de
un millón de brasileños en Río de Janeiro pernoctan bajo los puentes y en los bancos
de los parques porque no bastan ni los barrios bajos. Y esto, en las mismas narices de
Estados Unidos, cuyo presidente alecciona a todo el mundo bajo el tema de "derechos
humanos". Son lamentables las viviendas de los obreros en Alemania, por las cuales
tienen que pagar casi la mitad de su salario. Lo mismo sucede con las casuchas de los
pobres de otros países capitalistas, en cuyo cuarto estrecho viven apretujándose
familias de numerosa prole. Únicamente, unos pocos de los metalúrgicos de Ruhr
pueden mantener su vida hasta los 63 años, cuando reciben la jubilación. Niños
brasileños de 3-5 años piden limosna (dinero) en las calles en medio de las caravanas
de automóviles y frecuentemente son atropellados por sus ruedas. El capitalismo
puede ser compatible sólo con quienes tienen mucho dinero. Hasta los empresarios
medianos son expelidos por los monopolios. Ni que decir de la situación de los
obreros. En el territorio de la ex República Democrática Alemana más del 50 por
ciento de los habitantes están desempleados. La competencia hostiliza a la gente en
extremo. ¡Qué gran contraste hay entre todo esto y vuestro país! En ocasión del 80
aniversario del natalicio del gran Líder casi el 20 por ciento de la población de
Pyongyang recibió gratuitamente nuevos apartamentos; hombres y mujeres bien
vestidos en las calles; jóvenes animosos y con educación; exitosa ligazón entre el
gusto y la modestia; el saber trabajar y descansar; la atención que se presta a todos los
niños desde el primer día de nacidos; magníficas escuelas, círculos infantiles,
complejos deportivos, el Palacio de Pioneros donde 5 000 niños desarrollan a la vez
sus capacidades y talentos; el concierto en esta instalación que nos conmovió
fuertemente; el gran arte presentado de modo irreprochable por los artistas infantiles;
inexistencia de delincuencia; pulcritud y orden en las calles; y la excelente música,
que combina las tradiciones nacionales y el guslo moderno. Resultaría imposible
enumerar todos los logros de la RPDC. El alto nivel de organización de los museos y
el respeto hacia el pasado nacional y revolucionario conmueve profundamente a las
personas que vienen a su país. Se notan grandes éxitos en la formación
revolucionaria, clasista y patriótica.
Desde luego, también Corea encara dificultades y problemas, sobre los cuales el
Partido habla abiertamente y las publicaciones y el arte les prestan atención. Nosotros
estamos seguros de que esas dificultades son temporales, que pueden ser superadas, y
los problemas se solucionarán sin falta. El socialismo al estilo coreano demostró en la
práctica su vitalidad y confianza en el porvenir. Pero, por supuesto, es preciso
defenderlo, apreciarlo como las niñas de los ojos, como el padre y la madre. Hay que
contrarrestar de modo resuelto todo lo que lo agreda.
Ahora volvamos otra vez a la cuestión soviética. ¿Hay alguna perspectiva de
restauración del capitalismo en la Unión Soviética? Los hechos prueban que la
contrarrevolución en nuestro país no tiene ninguna perspectiva. Se ha revelado que el
gobierno de Eltsin está constituido por individuos ocasionales, que aplican políticas
antipopulares. Ninguno de los problemas sociales se ha resuelto. Se profundizan las
crisis económica, política e ideológica. Y crecen el descontento y resistencia del
pueblo. Las personas han comenzado a comprender que han sido engañadas, y han
empezado a resistir al régimen reaccionario. También la burguesía se encuentra en
serias crisis y en el seno del gobierno crecen las contradicciones. Hoy día.; bajo la
bandera roja patriótica cientos de miles de trabajadores realizan mítines y
manifestaciones de protesta. Crece el número de huelgas. El Partido Bolchevique de
Toda la Unión les ha imprimido un carácter político y presenta, junto con demandas
económicas, exigencias políticas. Para la etapa actual, consideramos la huelga
política general como la principal forma de lucha. Nos espera una fieía lucha de
clases. Estamos haciendo preparativos para enfrentarla y agradecemos a los que se
solidarizan con nosotros.
¿Qué es lo que sostiene hoy al régimen de los restauradores del capitalismo en
nuestro país? En primer lugar, el régimen reaccionario se apoya en las estructuras
económicas de las mafias. Eltsin les permite hacer cualquier cosa. Las empresas
delincuentes han empezado a formar monopolios. El capital de los bancos se asocia
con los capitales extranjeros y se apresuran a vender todo lo que es posible de nuestro
país. Eltsin está completando las filas de empresarios con los directores de las
fábricas y las empresas cuyos salarios mensuales subieron hasta 150 000 rublos.
Nuestro capitalismo "salvaje" no resistiría si el capital extranjero no le aplica
inyecciones con divisas ni le da la llamada "ayuda humanitaria".
El régimen traidor está apoyado por las capas de la pequeña burguesía, o sea por
los pequeños comerciantes, los ladrones cooperativistas, revendedores,
especuladores, prostitutas, bandidos, asesinos mercenarios y otros individuos. Por
eso, si cualquiera del poder local o del organismo legal se pone a combatir con
seriedad la delincuencia, siempre es golpeado desde "arriba". Los policías políticos
protegen a los pequeños burgueses. Este sector de la pequeña burguesía completa las
filas de la "guardia nacional" y otras unidades armadas de la burguesía. Ellos saben
que si el pueblo entra en el poder, perderán todo lo que robaron a los trabajadores y
que será restituido a sus genuinos dueños. Por eso, al igual que los grandes
empresarios, también estos sectores delincuentes se opondrán a tal final. Estos
haraganes, los degradados clasistas, siendo la base potencial de la fascistización del
régimen, constituyen el principal peligro que crece con el paso de los días.
La causa de que el actual régimen no "sucumbe" está, además, en la constitución
sólida de las superestructuras de las fuerzas políticas de la contrarrevolución. Hoy, la
llamada burguesía nacionalista patriótica, empapada hasta los tuétanos del
anticomunismo, se prepara para sustituir en el poder a la burguesía entreguista. Las
contradicciones entre estas fracciones burguesas se convierten en riñas entre el primer
ministro interino Gaidar y el "speaker" del Soviet Supremo Jazblatov y entre el
vicepresidente Ruchkoi y el secretario de Estado Burbulis. La "nomenclatura" del ex
Partido Comunista de la Unión Soviética que quiere continuar el proceso de
restauración del capitalismo con un método "silencioso", trata de encontrar al
sustituto de Eltsin entre los oportunistas Lukianov y Volski, antiguos subditos de
Gorbachov. Los juegos políticos de la reacción no tienen fin.
Por último, la causa de la "larga existencia" del gobierno de Eltsin está en la
dispersión de las fuerzas antirestauradoras. Sobre las ruinas del ex Partido Comunista
de la Unión Soviética aparecieron más de cien partidos y una parte de ellos
mantienen una posición anticomunista, mientras una segunda parte, una actitud
"flotante" y la tercera ha comenzado a formar el frente antirestaurador. A esta tercera
fracción pertenece el Partido Bolchevique de Toda la Unión, fundado el 8 de
noviembre de 1991, sobre la base del programa del Partido Comunista de la Unión
Soviética. Actualmente los partidos comunistas y socialistas están formando comités
de coordinación con el propósito de asegurar unidad a las acciones de las fuer/as
antirestauradoras. Nosotros somos iniciadores de la formación de esta unidad y
participamos activamente en los comités de coordinación.
Nosotros estamos seguros de que no está lejos el día del renacimiento de la Unión
Soviética como patria de la Gran Revolución de Octubre y de Lenin.
La experiencia histórica muestra que nosotros, los hombres, no sabemos apreciar lo
que poseemos ni lo estamos apreciando, y sólo cuando lo perdemos, nos arrepentimos
dolorosamente. Nosotros, los soviéticos no nos percatamos de la aparición del
oportunismo y la contrarrevolución en nuestro país y hoy lo estamos pagando muy
caro.
Queridos hermanos de Corea, queremos decirles que aprecien su magnífica Patria
socialista; en lo adelante también fortalezcan la unidad entre el Líder, el Partido y el
pueblo; contrarresten con resolución la menor tentativa de sectarismo en el seno del
Partido, cualquier tentativa de socavar la unidad político-moral de su sociedad.
Tengan en cuenta nuestras dolorosas lecciones.
Corea ha escogido su camino hacia el porvenir, el del socialismo y el comunismo;
lo ha elegido de modo independiente y está avanzando por él indoblegablemente;
avanza exitosa e inconteniblemente, a pasos seguros, sin consejos o
"recomendaciones" ajenos; avanza estimulada por la inmortal idea Juche, por el
camino señalado por esta doctrina, bajo la dirección del Partido del Trabajo de Corea
y del gran Líder, camarada Kim II Sung y del querido Dirigente, camarada Kim Jong
II, reconocidos líderes del movimiento revolucionario mundial.
La idea Juche y sus principios disfrutan de cada vez más amplio reconocimiento en
el mundo, se ganan mayor número de masas en diferentes países, y con ellos se están
armando los partidos revolucionarios. Esto es porque la práctica revolucionaria de la
RPDC, o sea el poderoso desarrollo de Estado socialista alcanzado bajo el
aislamiento tramado por los imperialistas con la ayuda de los oportunistas soviéticos,
ha demostrado el enorme potencial de vida del socialismo al estilo coreano.
En esta histórica y victoriosa marcha asumió un gran papel la intelectualidad de la
Corea socialista, surgida de entre el pueblo y preparada por el Partido y que encabeza
el progreso científico, técnico y cultural de su país. La intelectualidad popular de
Corea puede sentirse plenamente orgullosa por la sociedad que se construye con su
más activa participación.
En esto ocupan un lugar especial el colectivo de profesores y maestros, los
científicos y graduados de la Universidad, foro supremo de la enseñanza de la Corea
socialista que lleva el nombre de su fundador, el gran Líder, camarada Kim II Sung.
No ha cambiado la naturaleza agresora del imperialismo. Por esta razón, para los
comunistas sigue siendo una cuestión apremiante la exigencia de elevar la conciencia
política ante sus maniobras. La dirección oportunista del Partido Comunista de la
Unión Soviética la menospreció y arrojó a su pueblo a desgracias y sufrimientos sin
precedentes. Ella eliminó el contenido clasista de su política de coexistencia pacífica
y en el país abrió campo para sus actividades a los anticomunistas. Quizás los
imperialistas no puedan recurrir al uso de tanques y cohetes teniendo en cuenta sus
amargas experiencias. Por eso, lo principal para ellos es hacer que el partido y el
pueblo se peleen, buscar eslabones débiles en las filas del partido, apoyar a elementos
sectaristas, alentar a los arribistas y los complotis-tas, sembrar la desconfianza entre
las masas para su descomposición ideológica, utilizar con fines perversos los defectos
parciales del socialismo y desorientar a políticos incompetentes. Sin embargo, esto no
puede ni debe repetirse en absoluto en ninguna otra parte. Hay un medio de
desintoxicación eficiente para todos los ataques e intrigas del imperialismo, y al
respecto señaló el gran Líder en su conferencia dictada el 31 de mayo de 1986, en la
Escuela Superior del Partido. Su esencia es la siguente: "... Deben defender como la
niña de los ojos la unidad y cohesión del Partido en torno a su Comité Central y
agrupándose firmemente a su alrededor luchar de modo intransigente contra los actos
de toda índole que las corroyan."
¡Socialismo o muerte! No nos queda otra alternativa.
Sobreestimar las fuerzas del imperialismo es prejuicioso, es el camino de
rendición. Pero tampoco se debe subestimarlas. Históricamente el imperialismo está
destinado a la ruina, pero sigue existiendo como un gran peligro, intoxicando a la
humanidad.
El Partido Bolchevique de Toda la Unión le desea al pueblo trabajador de la Corea
socialista mayores éxitos en el camino del fortalecimiento y perfeccionamiento del
régimen socialista, y de elevación acelerada del nivel de vida del pueblo, y en la
solución del candente problema de la reunificación de la Patria, dividida por los
imperialistas.
¡Viva la RPDC, inquebrantable baluarte de la paz y el socialismo en Asia!
¡Viva el PTC, alentador y organizador de todas las victorias del pueblo coreano!
¡Gloria al gran Líder, el Generalísimo camarada Kim II Sung, y al querido
Dirigente, Comandante Supremo y Mariscal camarada Kim Jong II, quienes
consagran toda su vida al servicio abnegado al pueblo trabajador!
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