Lycée Antoine de Saint

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Lycée Antoine de Saint - Exupéry
Corporación Educacional
Alianza Francesa - Santiago
El ritmo del niño pequeño: porque es esencial la asiduidad en el colegio
Pregunta clave en el seno del sistema educativo, la toma en cuenta del ritmo del niño es un
tema complejo que concierne tanto a la escuela como a las familias. Todos los seres humanos
poseen ritmos biológicos que se repiten días tras días: permiten al cuerpo organizarse y adaptarse a
los acontecimientos del día. El ritmo más estudiado es el ritmo sueño-vigilia.
El sueño: el respeto y la protección del sueño aparecen como esenciales en el desarrollo
satisfactorio del niño, conviene estar atento a las necesidades reales del sueño del niño. Dormir es un
momento de la vida completo en el cual el cuerpo se recupera y se regenera. Dormir ayuda al niño a
crecer, a memorizar lo que aprende y a desarrollar su cerebro. En promedio, el recién nacido duerme
entre 16 y 17 horas, el niño de tres años 12 horas, el niño de 6 años duerme 10 horas y el
adolescente 9 horas.
Conciliación del sueño: es importante saber reconocer los signos del sueño (bostezos, frotarse los
ojos, llantos sin motivos…) y preparar agradablemente el sueño (juegos suaves, pequeños rituales,
suavizar la separación de ir a acostarse reduciendo el ruido…)
El despertar: es aconsejable favorecer un despertar espontáneo. Para poder lograrlo, es muy
importante la regularidad de los horarios para acostarse y para levantarse.
La siesta: el niño de 3 o 4 años todavía puede necesitar dormir siesta, que corresponde a un
momento en el día, después de almuerzo, con indicadores claros de somnolencia. En ese caso, la
siesta tiene que ser rápidamente después del almuerzo, que no sobre pase de 1h30 a 2horas sino
podría impedir que se quede dormido en la noche. Muchos niños aprovecharían, sin tener que hacer
una siesta, de un momento de descanso de 20 a 30 minutos.
Los momentos de vigilia: la capacidad de atención de un niño entre 3 a 6 años varía de 10 a 20
minutos. Según las actividades que no requieren las mismas funciones intelectuales, los niños son
capaces de concentrarse y abstraerse un tiempo más o menos largo, tiempo que dependerá también
si está supervisado en su tarea (trabajo en autonomía o con el apoyo de un adulto).
La organización del tiempo en el colegio: el colegio debe proponerle al niño alternar de manera
equilibrada entre las actividades y los momentos de calma, los momentos de intercambios colectivos,
trabajar en pequeños grupos o individualmente, el tiempo de expresión motriz o de reposo, el
momento oral y tiempo escrito, proponiéndoles también juegos esenciales para su desarrollo. Los
niños en el pre escolar necesitan jugar, observar, actuar, manipular, leer, cantar, también soñar… la
jornada que se les propone debe ser estructurada y variada, proponerles actividades que necesiten
exigencia intelectual en los momentos correspondientes en los tiempos de mayor atención
(particularmente en la mañana media hora después que hayan llegado y a media mañana, alrededor
de 2 horas después de levantarse).
Avda. Luis Pasteur 5418, Vitacura, Santiago –Tel. (56-2) 28 27 82 00 – Fax (56-2) 22 18 32 87
Avda. Chamisero 14.397, Chamisero, Colina – Tel. (56-2) 25 30 07 09
Casilla 94 Las Condes – Santiago 10 - CHILE
[email protected] - www.lafase.cl
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Alianza Francesa - Santiago
Los rituales, las rupturas del ritmo, la asiduidad al colegio: la ausencia de costumbres es la
fuente del estrés, los rituales tranquilizan estructurando la agenda del niño. Estos rituales se ponen en
práctica en el colegio y en la casa. El niño que avanza en confianza sabe lo que tiene que hacer y en
qué orden, está preparado para coordinar diferentes momentos de su jornada del mismo modo si lo
cambian de lugar o de adultos. La alternancia de las jornadas en el colegio y en la casa le permite
tomar conciencia del tiempo que pasa y del tiempo vivido.
La organización de la semana en el colegio, basada en cinco días, responde a las preconizaciones
actuales. Este ritmo permite una regularidad que garantiza un aprendizaje más eficaz.
La entrada el día lunes, más difícil para todos después del fin de semana, nos muestra que el cambio
es difícil de manejar. Un corte a mitad de semana podría hacer creer que uno descansa, sin embargo
es el efecto contrario. Los periodos de puente o días feriados que cortan esta regularidad son
periodos difíciles: los niños están menos atentos, mas cansados, la capacidad de concentración
disminuye, la regularidad del ritmo se rompe.
La asiduidad al colegio, es una presencia regular que le da al niño el gusto de aprender porque sigue
también el proyecto de su clase y no esta desconectado por esos cortes: viene todos los días
motivado y ansioso por las actividades que le van a proponer. El niño que viene al colegio de manera
irregular, se nota una falta de interés en las actividades propuestas. Más tarde, se hablará de
“desconexión escolar”. Levantarse todos los días a la misma hora, repetir los rituales llegando al
colegio, reencontrarse con los compañeros y los adultos referentes, retomar sus actividades dejadas
el día anterior, es permitirle al niño aceptar la frustración ya que entiende el sentido de su actividad y
no responde a la rabia y a la irritabilidad.
Venir al colegio regularmente, es la garantía de una adaptación más fácil para el niño/alumno por
ende de su éxito en el colegio.
Hélène San Segundo, Directora del Pre escolar
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