El manejo de nutrientes para ganancia de primera en soya

Anuncio
El manejo de nutrientes para ganancia de primera en soya
Dr. Noble R. Usherwood.*
Los requerimientos de nutrientes en soya para un desarrollo óptimo son de "sitio específico". Con el
desarrollo de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) y Sistemas de Información Geográfica (GIS),
los productores pueden utilizar mas información basada en la investigación científica para tomar
mejores decisiones relacionadas con el manejo de nutrientes y su interacción con otras prácticas
de producción. Esta tecnología esta siendo adecuada para la temporada larga de crecimiento en
el Sudeste de los Estados Unidos de Norte América y es apta para doble cultivo de soya después
de cosechar granos pequeños.
Producciones altas de soya son posibles en muchos campos. Agricultores en el Sudeste
Americano han probado que producciones de mas de 5 t/ha de trigo pueden ser seguidas por
rendimientos de soya de 3 t/ha. Altas producciones a través de mejoras en el manejo de cultivo
son fundamentales para reducir los costos unitarios de producción y generar grandes utilidades
por hectárea. Además, el potencial de ganancias puede mejorarse al introducir el cultivo de
soya después de cosechar cereales de grano pequeño. Esto genera dos cultivos en un año y
permite el mejor uso del equipo, trabajo, fertilidad residual y otros recursos.
Un suelo altamente productivo es además un suelo fértil. Los análisis de suelo son la mejor
manera de monitorear la acidez y los niveles de fósforo (P) y potasio (K). La cal agrícola debe
ser aplicada e incorporada dentro de la zona de raíces al menos tres meses antes de sembrar para
neutralizar efectivamente la acidez. La soya necesita en el suelo un pH ajustado cerca de 6.5.
Además, buscar niveles medios a altos de P y K es el objetivo.
Tabla 1. Absorción aproximada de nutrientes por soya que rinde 3.35 ton/ha.
La soya toma la mayor parte del Nitrógeno del aire.
El requerimiento de nutrientes se modifica con los niveles de producción. La cantidad total
de los nutrientes absorbidos por una hectárea de soya que produce 3.35 t/ha de grano se presenta
en la Tabla 1. Para niveles superiores de producción, los valores de absorción de nutrientes
pueden ser estimados a partir del renglón que muestra las necesidades aproximadas de los
nutrientes por cada tonelada adicional de producción. Una parte de esta cantidad puede ser
suministrada por las reservas de nutrientes del suelo y el resto con fertilizante antes de los estadios
críticos del crecimiento de la planta. Investigación en campos de alta producción, correlacionando la
respuesta del cultivo a la aplicación de nutrientes, es vital para determinar las necesidades de
fertilización.
Hay que incrementar la fertilidad del suelo antes de cambiar a labranza mínima. ¿Por qué? Porque, por
ejemplo, la cal trabaja mejor cuando esta mezclada dentro de la zona de las raíces del cultivo en un suelo
fértil. Así mismo, se requieren niveles altos o medios de fósforo y potasio en sistemas de labranza de
conservación. Un buen encalado y suelos fértiles penniten mejor desarrollo de raíces; se busca mejorar el
uso y la disponibilidad de la humedad del suelo, incrementando así la eficiencia del fertilizante aplicado.
La absorción de nutrientes continúa todo el ciclo de cultivo. Cualquier restricción en el crecimiento
de las raíces, baja el nivel de la fotosíntesis. Además, una seria escasez de nutrientes puede evitar la
expresión del potencial genético de la soya. La meta es el suministrar a cada planta sus necesidades
específicas durante toda la temporada de crecimiento. Como lo muestra la tabla 2, casi dos terceras partes
de P y K son absorbidas después de que la planta alcanza su completa floración. De este modo, de media
temporada en adelante, la nutrición de soya merece especial atención. El ritmo y método de aplicación de
nutrientes variará de campo a campo dependiendo de las características del suelo, el sistema de cultivo,
los patrones de clima y el potencial de producción.
Tabla 2. Acumulación de nutrientes y materia seca durante varios estadios del crecimiento de soya.
La soya acumula Nitrógeno, Fósforo y Potasio en vainas y semillas más que en las hojas y tallos (Tabla
3). Aunque el P es especialmente importante en la etapa temprana de desarrollo de raíces, más del 60 %
termina arriba en las vainas y semillas.
La demanda de N y P es mayor durante el desarrollo de vainas y raíces. El Nitrógeno es necesario para
las proteínas de las semillas mientras que el fósforo "entrega" la energía necesaria para la formación de
semillas. La máxima absorción de potasio tiene lugar desde la floración hasta el desarrollo temprano de
vainas y la intensidad de absorción puede variar de 5 a 8 kilos por hectárea por día. Debido a que el
potasio no es parte estructural de ningún componente de la planta, este se encuentra distribuido
mas uniformemente dentro de la planta.
Tabla 3. Acumulación de nutrientes en partes de la planta de soya en estado de
maduración fisiológica.
Cambios en los requerimientos de nutrientes por la soya en rotación con un cereal de
grano pequeño. El doble cultivo de soya, en donde se cultivan cereales de granos pequeños,
ocasiona problemas de operación y requiere una modificación de los sistemas de fertilización y
de las prácticas de manejo. Muchos de estos cambios se concentran en la necesidad de una
maduración temprana y cosecha del grano pequeiño, seguido por la siembra inmediata y rápida
emergencia de vigorosas plántulas de soya. Considere lo siguiente cuando la soya se siembre
inmediatamente después de un cultivo de grano pequeño:
Cosechar el grano pequeño lo mas pronto posible. La soya necesita esos primeros días de
crecimiento vegetativo (altura de planta) y más tiempo para llenado de vaina y desarrollo de las
semillas.
Seleccionar variedades con un buen potencial de rendimiento. Usar semillas certificadas
con la mejor adaptación en la región. Considere la nueva tecnología de la ingeniería genética en
semillas mejoradas, la cual permite cambios positivos y muy significativos en el manejo y
control de insectos y malezas.
Hileras angostas con cultivares sembrados tarde. Esto permite que las plantas de porte bajo
cierren la hilera más rápido, se reduzca el crecimiento de malezas y se mejore la eficiencia en el
uso de luz y agua.
La labranza mínima reduce tiempo y evita la pérdida de la humedad del suelo. Buen
contacto de las semillas con la humedad del suelo es vital. Considerar riegos ligeros y
frecuentes, si es posible, para una rápida germinación y crecimiento de plántulas darán ventajas.
El nitrógeno puede ayudar al crecimiento rápido de las plántulas de soya. Los nódulos no
proporcionarán nitrógeno hasta después de 2 semanas de crecimiento de las plantas. Entonces,
20 a 30 kg/ha de nitrógeno pueden hacer el trabajo mientras se establece la simbiosis. Mucho N
puede reducir la efectividad de los nódulos.
El Fósforo es vital para altas producciones de soya. Este puede ser aplicado en banda o preemergencia. Además, este puede ser aplicado al cultivo previo de trigo. Los suelos deben al
menos tener niveles medios o preferiblemente altos de fósforo (residual). Un buen suministro
de P es necesario para producciones rentables desoya.
El Potasio es muy necesario durante el llenado temprano de las vainas. La mitad del
potasio puede ser aplicado con el fósforo, con cualquier método de preemergencia o con el
cultivo previo de trigo. El resto necesita ser incorporado antes de que las vainas empiecen a
llenar. Para suelos salinos o en regiones de alta precipitación, hay que considerar aplicar la
mitad del potasio en pre-emergencia y el resto abonado a la primera flor antes de que las hileras
cierren.
El Azufre es esencial para la formación de las proteínas de las plantas. Excepto para suelos
muy salinos, el S necesita ser aplicado al cultivo de la soya en suelos muy arenosos o en el
cultivo previo si el suelo es pesado.
El Boro promueve nuevos tejidos de crecimiento en las plantas. Ayuda también a transferir
azúcares de las hojas a los almacenes en las semillas. Investigación reciente ha revelado que la
producción de soya fue mejorada usando aproximadamente 100 gramos de B combinado con el
insecticida Dimilin (control de gusano en frijol) y aplicado foliannente al inicio de la formación
de la vaina.
Hay que explorar cada campo a tiempo y frecuentemente. La detección temprana permite la
corrección a tiempo de muchos problemas de producción. La tecnología de GPS,IGIS permite
localizar áreas con problemas geográficamente, ayuda a precisar el tratamiento o desarrollo de
mejores prácticas de manejo para sistemas futuros de cultivo. La tecnología de lysensores
remotos" muy pronto permitirá la detección del estrés del cultivo antes de que el ojo lo pueda
ver. Buen muestreo de suelo, hojas y/o de peciolos y buenos reportes de laboratorio, siguen
siendo una serie de herramientas seguras para establecer las causas de los problemas en
diferentes zonas de un campo. Hay que utilizarlas.
Una buena nutrición provee a la soya de una protección contra el estrés. Cada temporada
la soya debe llarreglárselas" con el estrés. Plantas saludables son más resistentes a las
enfermedades, tolerantes a la sequía o inundación, temperaturas extremas y además son más
competitivas con las malezas.
El manejo de nutrientes es una excelente inversión. Un programa bien planeado de
fertilización de suelo es la mejor vía para la producción rentable de soya. Un mayor
conocimiento de las funciones de los nutrientes en la planta, cuáles son necesarios, cuánto y
cuándo aplicarlo es muy importante en el manejo exitoso del paquete. De mismo modo, un
buen programa de fertilidad ser ¡nesciente y costoso si este no se acopla con un sistema d
manejo capaz de integrar y balancear todas las entradas.
*Southeast Director.
Potash and Phosphate Institute (PPI).
Descargar