227-a-12. cámara de familia de la sección del centro: san salvador

Anuncio
227-A-12.
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS
DOCE HORAS Y VEINTICINCO MINUTOS DEL DÍA VEINTICINCO DE ENERO DE DOS
MIL TRECE.
Conocemos del recurso de Apelación interpuesto por las Licenciadas FLOR DE
MARÍA DERAS MEDINA y CINTHIA MONTES SALINAS, en su calidad de Apoderadas
de los solicitantes señores [...] […]; y [...], […]. Impugnan la Interlocutoria pronunciada
por la JUEZA PRIMERO DE FAMILIA INTERINA de esta Ciudad, Licenciada EDUVIGIS
BERTA GARCÍA, en las Diligencias de Jurisdicción Voluntaria de DIVORCIO POR
MUTUO CONSENTIMIENTO DE LOS CÓNYUGES, promovidas por las impetrantes. Ha
intervenido la Procuradora de Familia Adscrita al Juzgado A quo Licenciada PATRICIA
SÁNCHEZ RIVAS. Se admite el recurso por reunir los requisitos mínimos de ley.
I. La Interlocutoria impugnada corre agregada a fs. 39, fue pronunciada por la Jueza A quo
a las nueve horas del día veintinueve de junio del año dos mil doce, donde resolvió lo siguiente:
"Declárase inadmisible la presente solicitud de Divorcio por Mutuo Consentimiento, formulada
por las Licenciadas FLOR DE MARÍA DERAS MEDINA y CINTHIA MONTES
SALINAS, como apoderadas de los señores [...] y […]" (Sic.)
II. No conforme con dicha resolución las Licenciadas FLOR DE MARÍA DERAS
MEDINA y CINTHIA MONTES SALINAS, a fs. 43/45 presentaron escrito de apelación, en
el cual manifiestan:
III. Que el inciso 3° del Art. 69 C.Pr.C.M. ha sido aplicado erróneamente por la Jueza A
quo, al vincularlo a la forma en que debe otorgarse el Poder de Familia, cuya regulación consta
en el Art. 11 L.Pr.Fm., el cual no dice que en el primer poder deben consignarse el nombre y
generales de los otros apoderados que se designen posteriormente con quienes se le faculta
actuar conjunta o separadamente, ni mucho menos que al no cumplir con el supuesto "requisito",
los solicitantes o demandantes se queden sin procuración, como se ha resuelto en este caso al
declarar inadmisible la solicitud de divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges bajo ese
fundamento.
El principio de literalidad al que se refiere el Art. 69 Inc. 3° C.Pr.C.M. es el que debe
regir al momento de conceder facultades especiales en el Poder, a favor de los Apoderados, las
que no se presumen sino están explícitamente conferidas, cuyas facultades están puntualizadas
en el inciso segundo del mismo artículo, estas facultades fueron conferidas a las suscritas, por
sus mandantes, según consta en los escritos de poder con firmas legalizadas presentados en fecha
veintiséis de junio de dos mil doce.
Que el Art. 218 L.Pr.Fm. y 20 C.Pr.C.M. expresan que se aplicará el Código Procesal
Civil y Mercantil supletoriamente, en todo aquello que no esté regulado en la Ley Procesal de
Familia y no dice que si los poderdantes nombran a uno o más apoderados, se deba especificar
literalmente el nombre o nombres de todos los apoderados con los cuales actuarla el apoderado
nombrado, vale acotar que la supletoriedad está limitada a los casos en que las leyes especiales
no regulen específicamente la situación que se conoce, la cual no acontece en el presente caso,
ya que el Art. 11 L.Pr.Fm. establece la forma como se elabora un Poder Judicial Especifico,
señalando el legislador cual es el alcance de dicho poder. Asimismo Art. 11 L.Pr.Fm. dispone
que para intervenir en un proceso de familia se otorgará el poder en escritura pública, pero para
intervenir en un proceso especifico, en donde permite que el poder puede otorgarse mediante
escrito firmado por la parte y dirigido al Juez o Tribunal, dicho escrito podrá presentarse
personalmente o con firma legalizada, incluso la ley permite que podrá designarse al apoderado
en audiencia, dejando constancia en el acta respectiva. A renglón seguido la ley establece que "el
apoderado tiene facultad de ejecutar en el proceso todos los actos que le corresponden al
mandante, salvo aquellos en que de acuerdo a la ley, la parte deba actuar personalmente", lo
anterior significa que el poder judicial especifico contiene por disposición de ley, las facultades
generales del mandato que regula el Código Civil.
El legislador instituye la figura del mandato para facilitar el tráfico jurídico, jamás para
entorpecerlo volviéndolo engorroso, así podemos ver en las disposiciones del Art. 1883 C.C.
según el cual "El encargo que es objeto del mandado puede hacerse por escritura pública o
privada, por cartas verbalmente o de cualquier otro modo inteligible, y aún por la aquiescencia
táctica de una persona a la gestión de sus negocios por otra; ..." a su vez el Art. 1878 C.C.
menciona "Los servicios de las profesiones y carreras que suponen largos estudios, o a que está
unida la facultad de representar (tal el caso de los abogados en la representación procesal) y
obliga a otra persona respecto de terceros, se sujetan a las reglas del mandato." En definitiva no
existe sustento legal para inadmitir el poder judicial especifico, pronunciamiento que ya se ha
expresado por la Honorable Cámara de Familia de la Sección Centro, según antecedentes 5- A2012 y 16-IH-2011.
La Ley Procesal de Familia en el Art. 42, enumera los requisitos formales que debe
contener la solicitud o demanda en materia de familia, requisitos que en la solicitud se han
cumplido y en ningún momento se refieren a la forma en que debe otorgarse el poder para actuar
en un proceso de familia, ni mucho menos a que se consigne el nombre de los otros apoderados
que podrían ser nombrados para actuar conjuntamente o de forma separada con el apoderado
nombrado, ya que la forma del otorgamiento de los poderes en el proceso de familia está regulado
en el Art. 11 L.Pr.Fm.
Termina solicitando que se revoque la interlocutoria impugnada y que se les resuelva
conforme a derecho y en base a los antecedentes 5-A- 2012 y 16-IH-2011.
Por auto de fs. 46 se tuvo por interpuesto el recurso y se mandó a oír a la Procuradora de
Familia Adscrita al Juzgado A quo quien no se manifestó al respecto.
III. En ese sentido el quid de la alzada consiste en determinar si es procedente revocar la
resolución que declaró inadmisible la solicitud de divorcio por mutuo consentimiento de los
cónyuges y pronunciar la que conforme a derecho corresponda, o si por el contrario es procedente
confirmar el decisorio impugnado.
La resolución impugnada tiene su génesis en la resolución de fs. 23, de fecha treinta y uno
de mayo de dos mil doce, en la cual se le hizo una serie de prevenciones a las apoderadas de los
solicitantes entre la que es objeto de conocimiento de esta instancia es "la que legitime la
personería con que actúan las apoderadas" ya que los escritos presentados según la Jueza A quo
no reunían los requisitos de validez porque no dicen con quién actuaran en forma conjunta o
separada, por tanto según dicha funcionaria, las supuestas apoderadas no podrían suscribir y
presentar en forma conjunta o separada, la solicitud del divorcio.
Al respecto, esta Cámara manifiesta, los requisitos que debe cumplir una solicitud de
divorcio por mutuo consentimiento son los exigidos por los Arts. 42, 180, 181 y 204 L. Pr. F.; al
faltar cualquiera de ellos, es procedente prevenir a los interesados, a fin de que subsanen los
errores u omisiones pertinentes. En este punto, cabe mencionar que las prevenciones se
constriñen a hacerle saber al solicitante los errores u omisiones de su petición, las cuales han de
ser subsanadas dentro de los tres días siguientes al de la notificación respectiva. Art. 96 L. Pr. F.
Una vez notificada la o las prevenciones, el solicitante tiene tres opciones: 1) Evacuar
debidamente dichas prevenciones en el plazo de tres días, para que de esta forma le sea admitida
la solicitud; 2) Dejar pasar el plazo sin cumplir las prevenciones o evacuarlas
extemporáneamente; y 3) Subsanarlas mal o parcialmente. En los dos últimos casos la solicitud
puede ser declarada inadmisible, sin perjuicio de que dicha resolución pueda ser impugnada
probando que la o las prevenciones fueron correctamente evacuadas o ue éstas era obscura
innecesarias inútiles o impertinentes.
En el sub lite consta a fs. 27/38, que las Licenciadas DERAS MEDINA y TICAS
MOLINA al evacuar en tiempo las prevenciones que se les hiciera, presentaron para que se
anexaran al expediente, dos escritos de poder y el convenio de divorcio otorgado originalmente
por los solicitantes, pero ya enmendado y corregido con las prevenciones que le hiciera la Jueza
A quo, pidiendo ambas profesionales que se tuvieran por "evacuadas las prevenciones". No
obstante ello, la Jueza A quo consideró que los escritos de poder no subsanaban la prevención
que consistía en legitimar su personería con la que actúan, por lo cual declaró inadmisible la
solicitud.
Ahora bien, es facultad del Juzgador realizar el examen de toda solicitud de divorcio, a fin
de que reúna los requisitos esenciales (de fondo), así como los requisitos formales para su
procedencia.
De acuerdo a nuestra legislación, el divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges
(Art. 106 Ord. 1° C. F.) se tramita mediante Diligencias de Jurisdicción Voluntaria (Arts. 179 al
183 y 204 L. Pr. F.).
En el sub judice se advierte que con la solicitud se acompañaron las certificaciones de las
partidas de matrimonio y de nacimiento de los solicitantes y de los hijos procreados dentro del
matrimonio, así como el convenio de divorcio y los escritos donde los solicitantes otorgan poder
con el cual legitimaban su personería las Licenciadas FLOR DE MARÍA DERAS MEDINA y
CINTHIA MONTES SALINAS, respecto a ellos. Después de las prevenciones acompañaron
nuevo poder mediante escrito con firmas autenticadas y el mismo convenio en escritura pública
pero enmendado y corregido con las prevenciones que hiciere la A quo.
Los requisitos prevenidos además de la que tenemos en conocimiento y que consistían en
la garantía real o personal que el señor [...], otorgaría para asegurar el fiel cumplimiento de la
cuota alimenticia; la razón por la cual el señor […] se le descuenta de su salario la cuota
alimenticia suscrito en el convenio de divorcio, y lo expresado por la Jueza A quo que solo es
obligado a aportar el pago de los alimentos del adolescente […], que aclaramos que no siempre se
cumple esa premisa, dada la naturaleza de las Diligencias de Jurisdicción Voluntaria, en las
cuales no hay contención de partes; así como en razón de la filosofía que sustenta el moderno
derecho de familia, según el cual los conflictos deben resolverse mediante procedimientos breves,
ágiles y sencillos; habilitando al(la) Juzgador(a) para hacer las prevenciones que sean justas y
legales, a fin de que éstas puedan cumplirse no necesariamente en el término de tres días a que se
refiere el Art. 96 L. Pr. F., sino inclusive hasta en la Audiencia de Sentencia, en que se resolverá
el caso conforme el Art. 109 C. F., en relación con las disposiciones de la Ley Procesal de
Familia relacionadas ut supra, con más razón cuando se han acompañado los documentos que
exige la ley.
En el sub lite, no era necesario hacer las prevenciones antes mencionadas y la que
tenemos en conocimiento para que las Licenciadas FLOR DE MARÍA DERAS MEDINA y
CINTHIA MONTES SALINAS, legitimaran la personería con la que actúan, ya que como lo
dijimos anteriormente en los antecedentes 5-A-2012 y 16-IH-2011, la Ley Procesal de Familia
regula el otorgamiento del Poder en el Art. 11, como lo manifiestan las abogadas recurrentes, en
donde por regla general se puede otorgar mediante escritura pública, pero existe las excepciones
de que los solicitantes o demandantes pueden otorgarlo mediante escrito dirigido al Juez o
Tribunal de Familia competente, para intervenir en un proceso o diligencia de familia
especifico, que debe de ser firmado por ellos. Dicho escrito puede presentarse personalmente o
con firma legalizada; y además pueden designarlo en Audiencias que se celebren en el Tribunal,
de lo que se deja constancia en el acta respectiva.
Reiteramos insistentemente que la supletoriedad del Código Procesal Civil y Mercantil,
está limitada a los casos en que las leyes especiales no regulen especificamente la situación que
se conoce, lo cual no acontece en el sub lite, ya que el Art. 11 L. Pr. F. establece como se
elabora un poder judicial específico, tanto en forma como en contenido, señalando el legislador
en dicha disposición cual es el alcance del otorgamiento de ese poder, pero ésto no obsta para
que los solicitantes nombren varios abogados, eso si la notificación hecha a alguno de ellos
valdrá respecto de todos conforme al Ar. 12 L.Pr.Fm.
Asimismo citamos los Arts. 1883 C. C. que menciona "El encargo que es objeto del
mandato puede hacerse por escritura pública o privada, por cartas, verbalmente o de
cualquier otro modo inteligible, y aún por la aquiescencia tácita de una persona a la gestión
de sus negocios por otra; pero no se admitirá en juicio la prueba testimonial sino en
conformidad a las reglas generales, ni la escritura privada cuando las leyes requieran un
instrumento auténtico." y 1878 C.C. que dice "Los servicios de las profesiones y carreras que
suponen largos estudios, o a que está unida la facultad de representar u obligar a otra
persona respecto de terceros, se sujetan a las reglas del mandato." por tanto se ha interpretado
por este Tribunal que el legislador instituye la figura del mandato para facilitar el trafico
jurídico, jamás para entorpecerlo como lo está haciendo la Jueza A quo, volviéndolo engorroso
porque no se resuelve la pretensión en el término de los quince días que manda la ley en el Art.
181 L.Pr.Fm., sino en un largo y prolongado espacio de tiempo innecesario e inútil. Por otra
parte considerando que estamos en la presencia de un escrito firmado por las partes interesadas,
legos en las Ciencias Jurídicas, quienes de manera simple y expedita otorgan suficientes
facultades a su apoderado para disolver el vínculo matrimonial al cual están unidos, donde lo
hacen de forma amistosa por medio de la causal de Mutuo Consentimiento de los Cónyuges.
Esta interpretación teleológica de las cláusulas y los alcances del poder no es en suma
caprichosa, puesto que el poder o mandato, por su naturaleza contractual, debe ser interpretado
según lo establece el Art. 1431 C. C., conforme al cual "conocida claramente la intención de los
contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las palabras" y en ese caso es claro la
intención de las partes de otorgar poder a sus mandantes.
En definitiva no existe sustento legal para inadmitir el poder judicial específico de fs. 5/6
y 29/30, con el que las impetrantes actúan, por tanto se revocará la prevención efectuada en ese
punto en el numeral uno de las prevenciones efectuadas a fs. 23.
En tal sentido, los escritos otorgados por los solicitantes fs. 5/6 y 29/30 en donde
confieren poder específico para intervenir en las presentes diligencias a las Licenciadas FLOR
DE MARÍA DERAS MEDINA y CINTHIA MONTES SALINAS y anexados tanto en la
solicitud como en la subsanación de las prevenciones, a juicio de esta Cámara deben de ser
admitidos y nunca debió de hacerse dicha prevención por la Jueza A quo por ser impertinente e
inútil. Le recordamos a la Jueza A quo que por la filosofía que sustenta el moderno derecho de
familia, -tal como lo dijimos anteriormente- los conflictos deben resolverse mediante
procedimientos breves, ágiles y sencillos, por tanto debe evitar todo ritualismo y obstáculo para
resolver las pretensiones que tiene en su conocimiento, con aplicación de los principios de
celeridad, economía procesal y acceso a la justicia.
Por lo anteriormente dicho, es procedente revocar la resolución impugnada y pronunciar
la que corresponde.
Por último, esta Cámara hace la siguiente observación a la Jueza A quo para que tome en
cuenta lo siguiente: Que esta Cámara reitera su criterio en materia de recursos, cuando en el
Tribunal A quo le fuere presentado un escrito de Apelación, deberá hacer el examen a fin de
admitirlo o no y mandar a oír a la otra parte (si fuera proceso contencioso) junto con el
Procurador de Familia Adscrito al Juzgado A quo por el plazo de cinco días, para que se
manifiesten sobre los argumentos del recurrente; transcurrido dicho término, haya contestado o
no el apelado, el(la) Juez(a) deberá remitir el expediente a la Cámara, ya que sí bien es cierto que
el Art. 160 L. Pr. F. contiene un vacío sobre el pronunciamiento de admisibilidad del Juez A
quo, debemos de armonizar dicho precepto con los Arts. 156 en su último inciso y 163 de la
misma Ley citada; de acuerdo con las reglas de la interpretación sistemática, extensiva y finalista
de que es el(la) Juez(a) de Familia es el que está en la obligación de pronunciarse si admite o no
el recurso, ya que si no fuere así, el Recurso de Hecho saldría sobrando y seria innecesario que
se plantee dicho medio de impugnación en esta instancia Hay que recordar que en esta Segunda
Instancia se realiza un reexamen del mismo a fin de ratificar dicha admisión.
Por tanto, de conformidad a lo antes expuesto y en aplicación de los Arts. 1, 2, 11, 18, 32 Cn.;
105, 106 N° 1, 108, 109 C. F.; 10, 11, 12, 42, 96, 153 Lit. a), 154, 156, 158, 160, 161,
163,
180,181, 204 L. Pr. F.; 1878, 1883 C.C., 20, 69, 218 y 219 C.Pr.C.M. esta Cámara
RESUELVE: a) Revócase la interlocutoria impugnada que declaró inadmisible la solicitud de
divorcio por mutuo consentimiento de los cónyuges entre los señores [...] y [...], por no estar
apegada a derecho; b) Admítase la solicitud y désele el trámite correspondiente, aplicándole un
procedimiento breve, ágil y sencillo dada la naturaleza de la solicitud y de la demora que ha
tenido con la prevención innecesaria, impertinente e inútil desde el punto de vista de esta
Cámara y que va contrario al principio de acceso a la justicia de los peticionarios. Devuélvanse
los autos al Tribunal remitente con certificación de esta resolución. NOTIFÍQUESE.
Descargar