EL SEAB: LA PEDAGOGÍA DE LA CERCANÍA El Sistema Educativo de la Arquidiócesis de Bogotá es una iniciativa del Señor Cardenal Rubén Salazar Gómez quien al considerar la misión de la Iglesia Madre y Maestra, ha querido que la Iglesia local tenga una presencia muy significativa en el contexto de nuestra Metrópolis. Por esto, respondiendo al mandato del Señor Jesucristo de “ir y enseñar”, el Sistema Educativo Arquidiocesano de Bogotá SEAB, ha querido unificar los esfuerzos educativos de sus 20 Instituciones1 en dos proyectos transversales que encierran la intencionalidad de la Iglesia en la formación de las personas y de las sociedades. El objeto fundamental de la formación en el Sistema Educativo es la persona humana, comprendida como un proyecto que se construye y reconstruye en medio de las circunstancias y del contexto. El SEAB orienta todo su trabajo en dos líneas fundamentales: El proyecto de vida considerado en dos dimensiones: un regalo que viene de Dios, dador de la vida, y un compromiso de cada persona frente a la manera como asume su existencia, en búsqueda de la felicidad, como tarea personal y comunitaria para cumplir la misión que Dios ha colocado en el corazón de cada uno de nosotros. El proyecto hacia la excelencia académica que se va construyendo a partir de unas metas que le implican a cada institución un esfuerzo y una opción por la alta calidad en el desarrollo de los saberes que las personas necesitan para su vida cotidiana y profesional. Para desarrollar estos dos proyectos transversales el SEAB ha asumido la pedagogía de la cercanía, que inicia en el conocimiento de los estudiantes, su cuidado y orientación y se concreta en el diseño de un ambiente educativo que les permita reconocerse, reconocer al otro y al contexto y hacerse con el otro y con el contexto como sujetos libres que determinan su propio destino, iluminados por la Palabra del Creador. Esta pedagogía de la cercanía se encarna a través de un proceso que se lleva a cabo persona a persona en la construcción del proyecto de vida por medio de las bitácoras, textos que se convierten en el testimonio del vivir, el sentir, el hacer y el soñar de nuestros estudiantes. El gran aporte del proyecto de vida va dirigido a los 1 Colegio Parroquial San Juan bautista de la Salle, Colegio Parroquial San Carlos, Colegio Parroquial Adveniat, Colegio Parroquial Confraternidad de la Doctrina Cristiana, Colegio Parroquial Monseñor Emilio de Brigard, Colegio Parroquial del Inmaculado Corazón de María, Gimnasio Monseñor Manuel María Camargo, Colegio Parroquial de Nuestra Señora, Liceo Parroquial San Gregorio Magno, Instituto San Ignacio de Loyola, Colegio Parroquial San Luis Gonzaga, Colegio Parroquial San Roque, Colegio Parroquial Santa Isabel de Hungría, Colegio Parroquial Santo Cura de Ars, Colegio Liceo Parroquial Sara Zapata, Colegio Parroquial Nuestra Señora de la Valvanera, Fundación Tecnológico del Sur, Liceo Parroquial San José, Instituto San Pablo Apóstol, Fundación Universitaria Unimonserrate. dos actores principales del aula de clase: el estudiante y el docente. Al estudiante le permite descubrirse y comprenderse como un ser en constante construcción y al docente, acercarse al estudiante como una realidad inacabada y acompañarlo en la comprensión del misterio de la construcción humana, siempre nueva, siempre inesperada, siempre diferente en cada persona y en los diferentes momentos de la vida. Cercanía es reconocimiento, comprensión, orientación y apoyo que se va haciendo realidad en los diferentes talleres de construcción de proyecto de vida y en el diario trabajo hacia el logro de las metas curriculares que le permitan al estudiante sentirse como un sujeto activo en la construcción de su proyecto de vida personal, cristiana y académica. La esencia del hacer educativo del SEAB está profundamente arraigada en el ideal del Señor Jesucristo con cada ser humano: buscar que la persona llegue a la excelencia. Este ideal requiere de un proceso exigente y en continua construcción que impulse al estudiante a buscar los más altos niveles en lo humano y en el desarrollo de su humanidad; en lo relacionado con su cosmovisión de la vida, con sus sentimientos y actitudes que se reflejan en su manera de relacionarse, de trabajar y de afrontar las diferentes circunstancias a las que todos estamos expuestos. La búsqueda de la excelencia cristiana no es otra cosa que la convicción clara que sólo desde la fe se puede alcanzar una verdadera y única felicidad; una felicidad que sólo se da desde la vivencia profunda del amor que viene de Dios, que se concreta en la vida personal y en la construcción comunitaria. No hay un verdadero cristiano sin un verdadero ser humano y no hay un ser humano de excelencia sino un creyente de excelencia. En el SEAB la excelencia humana y cristiana llevan a nuestros estudiantes a la excelencia social; no se puede entender un verdadero ser humano y un verdadero cristiano encerrado en el solipsismo de su vida sino que sus verdaderos valores se hacen evidentes en el encuentro con los otros en lo cotidiano, maravilloso y a veces dramático de la vida diaria. Así, el SEAB busca la excelencia en el servicio, no entendido como el hacer cosas o funciones externas, sino como la capacidad de dar lo mejor de sí al otro en el contexto concreto de la vida y en las situaciones buenas y no tan buenas del diario existir. A manera de síntesis, el SEAB se propone como un ambiente de aprendizaje fundado en la Palabra de Dios, en los valores humanos y cristianos y en la pedagogía de la cercanía que se fundamenta en el querer de Dios y la figura de Madre y Maestra de la Iglesia. Formar excelentes seres humanos, auténticos cristianos y verdaderos servidores de la Sociedad es la meta y a la vez el reto que tiene nuestro SEAB, desde la primera infancia hasta los niveles de formación de posgrado de nuestra Fundación Universitaria Monserrate. Sea esta la oportunidad para entender el maravilloso y a la vez ambicioso proyecto educativo de nuestra Arquidiócesis, que quiere dejar una huella profunda en el corazón de la ciudad y de quienes la habitan y esto sólo se puede hacer transformando el corazón de los que hacen ciudad, es decir, cada uno de los que vivimos, soñamos y buscamos la felicidad en esta problemática pero también fascinante ciudad de Bogotá. Quisiera terminar estas palabras insistiendo en lo que el Papa Francisco afirma cuando se refiere a la cultura del encuentro: no se trata de la aplicación de técnicas o procedimientos tecnológicos sino de la capacidad genuina que se da entre el docente y el estudiante para llegar a un verdadero proceso de construcción donde el centro no es el saber por el saber sino la persona y el saber para la persona. Por ello el Papa insiste en la necesidad de no degradar el acto educativo haciendo una sobrevaloración de las técnicas y olvidándose del valor y de la riqueza del encuentro humano. El Papa insiste a los docentes que es fundamental querer lo que se hace, querer a los estudiantes y a los colegas porque es la calidez del encuentro la que configura una verdadera actitud formativa (Bergoglio, 2007, pg. 77-83 Asociación Cristiana de Empresarios). Esta actitud tan importante en la formación humana no es otra cosa que “el éxodo de sí mismo”; en otras palabras, el que camina hacia el otro para ofrecerle aquello que necesita para su vida. Sólo el que está en continua actitud de apertura hacia los demás, es el que puede dar al otro lo mejor de sí y es lo que permite que el otro reciba lo mejor de mí para construir la verdadera realización. El SEAB está en camino y quiere hacerse realidad en las mentes, en los corazones y en las actitudes de quienes dirigen los colegios, de quienes enseñan en ellos, de quienes acuden a ellos para formarse. En síntesis, los invitamos a seguir mostrando a la Iglesia como Madre y Maestra. Ricardo Alonso Pulido Aguilar, Pbro. Canciller de la Arquidiócesis de Bogotá Rector de la Fundación Universitaria Monserrate