Guión para el estudio del tema La Guerra Civil

Anuncio
Guión para el estudio del tema La Guerra Civil española (1936-1939)
II.- La crisis del Estado y la sociedad 1923-1939.3.- La Guerra Civil Española.
I.- Reflexión sobre el conflicto.•
•
•
Pone fin al último intento por modernizar país.
II República herida de muerte: Causas.
Visión internacional de la guerra.
II.- Preparación / Antecedentes: Conspiraciones contra la república.•
•
•
Conspiraciones e identidad de los conspiradores contra la república.
Papel del gobierno.
Plan de los conspiradores y detonante del conflicto.
III.- La sublevación: historia de dos días de julio y desarrollo de los acontecimientos.•
•
•
Franco: Sucesos desde Melilla el 17 de julio del año 36 al 19 de julio.
Reacción del gobierno republicano.
Resultado del levantamiento (“Alzamiento”) :
o Zonas en las que triunfó y por qué.
o Zonas en las que fracasó y por qué.
o Actitud de la guardia civil ante el levantamiento militar.
IV.- Significación del conflicto.•
•
Contendientes.
Papel de las clases privilegiadas, clases medias y clases populares.
V.- Dimensión y evolución internacional de la guerra.•
•
Compromiso inicial del teórico aislamiento internacional.
Ayudas en cada bando.
VI.- La organización en los dos estados:
•
VI.1.- Evolución política en la zona republicana.
o Provoca revolución político-social.
o Careció de unidad política: Ideologías enfrentadas. Anarquistas/Comunistas.
o Consecuencias.
•
VI.2.- Evolución política en la zona nacional.
o Unificación de mandos.
o Causas de la elección de Franco.
o Primeras medidas tomadas.
•
VI.3.- Ejército en la zona nacional.
o Movilización general y organización.
o Integrantes del ejército nacional.
Guión Tema) La Guerra civil española 1936-1939
•
VI.4.- Ejército en la zona republicana.
o Desorganización/Reorganización.
o Integrantes.
VII.- Desarrollo militar del conflicto.-.
•
VII.1.- Características de la guerra.o Superioridad de los sublevados..
o Inferioridad de los republicanos
•
VII.2.- Etapas de la guerra.o a) Movimientos iniciales o guerra de columnas. Julio-octubre del 36.
Qué son las Columnas.
Columnas republicanas y nacionales.
o b) Combates por Madrid. Noviembre 1936-marzo 1937
Organización de la defensa de Madrid.
Tres grandes ataques y combates.
Estabilización del frente de guerra e inicio de una guerra larga.
o
c) La campaña del norte. Marzo-octubre de 1937 Objetivo:
Bombardeos y ocupaciones.
Consecuencias.
o
d) La batalla de Teruel y la ruptura del frente de Aragón. Dic 1937-Junio
1938
Importancia estratégica del frente de Aragón y su ruptura.
Posturas de Azaña, Juan Negrín y Franco.
o
e) La Batalla del Ebro y la caída de Cataluña. Julio 1938-febrero 1939
Importancia y características de la batalla.
Consecuencias de la batalla.
o
Fin de la guerra. Hasta abril de 1939
Divisiones en la defensa de Madrid. Golpe de estado de T.Coronel
Casado.
Posturas de partidarios de Negrín y de Casado.
Respuesta de Franco.
Algunas consecuencias de la guerra.
Guión Tema) La Guerra civil española 1936-1939
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
1
LA GUERRA CIVIL
La Guerra Civil española constituye sin duda el acontecimiento más dramático
de nuestra historia reciente. Puso un trágico fin a un proceso de aperturas y de
modernización que, con todos los problemas y conflictos inherentes a un cambio que
tenía mucho de revolucionario, quería poner al país en situación equiparable a la de
las democracias occidentales. Supone también el colofón a un proceso de agudización
de la lucha de clases iniciado veinte años atrás, en la crisis de 1917, y que se resolverá
violentamente con el estallido de la revolución social en la retaguardia del bando
republicano. La victoria del llamado bando nacional en 1939 truncará el proceso
democrático abierto en 1931, y se resolverá con la implantación de una dictadura
personal que durará cuatro décadas.
La Guerra Española no es sólo un hito en la historia interna del país. Fue
también un acontecimiento mundial en torno al cual, y al apoyo de cada uno de los
bandos, se polarizó la opinión pública mundial y la actitud de las potencias. En un
contexto de consolidación de las dictaduras fascistas en Alemania e Italia, así como del
régimen estalinista en la URSS, la guerra de España se convirtió en un pulso
internacional entre los dos grandes modelos que estaban en juego: el democrático y el
autoritario. Durante tres años, el mundo entero vivió pendiente de la dramática guerra
española, consciente de que allí se estaba jugando algo más que una lucha civil
interna.
LA PREPARACIÓN
Desde los inicios del año 1936, incluso antes de que tuvieran lugar las elecciones que
dieron el triunfo al Frente Popular, grupos de militares se habían reunido para planear
un golpe de Estado en el caso de que los partidos de izquierdas ganaran las
elecciones.
El general Mola, actuó como organizador, contaba con muchos oficiales de la UME
(Unión Militar Española, especie de asociación clandestina de oficiales
antirrepublicanos) distribuidos por todo el territorio. El prestigioso general Sanjurjo,
entonces exiliado en Lisboa, tomaría el mando superior.
Los planes debían estar muy avanzados el 10 de julio cuando el periodista
corresponsal de ABC en Londres, Luis Bolín, alquiló un avión (Dragon Rapide), en vuelo
con destino a Canarias desde donde debía trasladar al general Franco a Marruecos.
El 12 de julio se produjo un doble asesinato político que aumentó la tensión en el
país. Pistoleros falangistas asesinaron al teniente Castillo, que había dado muestras de
un acendrado republicanismo. Sus compañeros, los Guardias de Asalto, contestaron
asesinando al diputado monárquico de ultraderechas, Calvo Sotelo, que en el
Parlamento había pronunciado duros ataques y amenazas contra el Gobierno del
Frente Popular: "Por fortuna no tendréis tiempo ni ocasión de ensayar vuestras
fantasmagorías económico-sociales soviéticas en España. ¡No os dejaremos! ¡No os
dejaremos!' (Discurso del 1 de julio). La tensión se hizo insostenible.
LA SUBLEVACIÓN
En la tarde de 17 de julio se inicia la sublevación en la guarnición de Melilla. Los
oficiales rebeldes se hicieron con la ciudad sin excesivas dificultades, situación que se
repitió esa misma tarde en Ceuta y Tetúan. Todos los que intentaron oponerse al golpe
fueron reducidos, y la mayoría fusilados en los días inmediatos. Esa noche, Franco
emprendía vuelo desde Canarias a bordo de un avión Dragon Rapid contratado
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
2
expresamente para ello en Londres días atrás. Tras hacer escala en Casablanca, el día
19 llegaba a Tetúan para ponerse al frente del Ejército de África.
El jefe del gobierno, Casares Quiroga, no comprendió la importancia de la rebelión, y
perdió unas horas decisivas en las que no tomó ninguna medida concreta ni dio
instrucciones a las autoridades provinciales, tampoco hizo caso de las peticiones de los
sindicatos y partidos obreros de que les entregara armas. El mismo día 18 se
sublevaron otros jefes militares: Mola en Pamplona, Queipo del Llano en Sevilla, Godad
en Mallorca, Cabanellas en Zaragoza...
El golpe triunfó en casi todas las capitales de Castilla, incluidas Valladolid y Burgos, en
algunas ciudades gallegas y en Andalucía occidental y Extremadura, donde Huelva,
Jerez, Cádiz y Cáceres quedaron bajo la autoridad de los insurrectos. También
Baleares y Canarias estaban en sus manos.
En la tarde del día 18, abrumado por la situación, Casares Quiroga dimitió. Azaña hizo
un último intento de conciliación: Encargó a Martínez Barrios formar gobierno, abordar
una negociación directa con el general Mola para pactar un gobierno de concentración,
con el compromiso de que no se tomarían represalias contra los sublevados. Pero Mola
rehusó, convencido como estaba de que el golpe era necesario y de que iba a triunfar.
Desde ese momento, el enfrentamiento era imparable. Esa misma noche, el PSOE y el
PCE convocan a la movilización de toda su militancia.
El pronunciamiento fracasó, sin embargo, en otros puntos importantes: la mayor parte
de Aragón, Asturias, toda Cantabria, Cataluña, Levante y buena parte de Andalucía
oriental permanecieron leales a la República. O bien los golpistas eran pocos y
carecían de fuerzas suficientes para hacerse con el control de los centros neurálgicos,
o bien la rápida reacción de los partidos y sindicatos de izquierda les impidió triunfar.
Esto fue lo que ocurrió, además, en la mayor parte de los buques de la Armada, en los
que los marineros se rebelaron contra los oficiales golpistas y pusieron el mando en
manos de otros leales al gobierno. En Vizcaya y Guipúzcoa, el PNV declaró su apoyó a
la República. Pero el fracaso más grave se produjo, sin duda, en Madrid y Barcelona
donde los sublevados fueron rechazados.
En general, el golpe triunfó en función de dos condiciones fundamentales: la rapidez y
coordinación de sus protagonistas, y la capacidad de reacción de las fuerzas populares.
En las primeras horas, sin reacción gubernamental, sólo la indecisión de muchos
golpistas les llevó al fracaso, pese a que la sublevación no tuvo apenas respaldo
popular mayoritario, si exceptuamos Pamplona o Burgos. Desde el día 19, sin embargo
la clave estuvo en las dudas de muchos gobernadores y alcaldes, que rehusaron la
orden de entregar armas a la población, temerosos de su uso posterior. La entrega fue
decisiva para sofocar la intentona en Madrid y Barcelona, mientras que la negativa fue
fatal en otras ciudades. También fue fundamental la actitud, leal o rebelde, que
tuvieron las unidades de la Guardia Civil, que en varias ciudades inclinaron la decisión
de tomar partido por uno u otro bando.
Visto de otro modo, el alzamiento no estuvo sólo relacionado con la pericia militar de
los sublevados sino sobre todo con las condiciones sociales y políticas de cada región
del país. El alzamiento triunfó en la España interior, Galicia, y la Andalucía del
Guadalquivir, es decir, en las zonas agrarias con predominio de grandes propiedades
trabajadas por jornaleros o en las de pequeños propietarios agrarios, la España más
atrasada y conservadora. Por el contrario, fracasó en la España más desarrollada e
industrializada del este o del norte, con mayor número de obreros y una agricultura
más evolucionada.
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
3
La significación del conflicto
La opinión internacional creyó, desde el principio del conflicto, que en España se
ventilaba, lo mismo que en toda Europa, una lucha a muerte entre fascismo y
democracia liberal. Incluso algunos creyeron que el conflicto era aún más decisivo:
entre fascismo, democracia y comunismo. Se creyó entonces que España era un
"macrocosmos" donde ya se estaba produciendo ese enfrentamiento armado que
muchos temían a escala mundial.
Pero la imagen de la guerra de España como un enfrentamiento entre el fascismo de
un lado y democracia o comunismo del otro debe ser muy matizada. La Guerra Civil
fue más bien el enfrentamiento armado entre los viejos grupos dominantes de la
España de la Restauración, cuyo instrumento fue el ejército, y los grupos emergentes
obreros y burgueses que querían establecer un sistema político realmente
democrático y un orden social progresista. Aunque tenía el aspecto de un conflicto
internacional, y de alguna forma lo reflejaba, la Guerra Civil fue, en lo esencial, un
enfrentamiento propiamente español.
El alzamiento de las derechas con el ejército y con el apoyo de la Iglesia significaba
que las reformas que intentaron llevar a cabo la burguesía republicana y el
movimiento obrero socialista organizado encontraron una resistencia tan firme, que
llevó a la insurrección armada. Esas reformas eran absolutamente justas e
imprescindibles para la modernización de la sociedad española, pero se llevaron
adelante con una cierta torpeza. Las clases privilegiadas creyeron entonces que se
avecinaba una revolución y optaron por el abandono de la vía legal y parlamentaria
decantándose por el golpe de Estado.
LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DE LA GUERRA
La duración y el resultado del conflicto dependieron de la intervención de las
potencias extranjeras. Ambos bandos enfrentados buscaron suministros y armamento
en el exterior. Sin embargo, en septiembre de 1936, a iniciativa de británicos y
franceses, se alcanzó un compromiso internacional para aislar el conflicto, impedir su
expansión a todo el continente, evitar la participación de otros países, y prohibir la
venta de material bélico a los bandos en lucha.
Para ello se creó un Comité de No Intervención al que se adhirieron casi todos los
países europeos. En este acuerdo, además de perjudicar a la República, se convirtió en
una farsa continuamente saboteada por Alemana, Italia y URSS.
Los sublevados recibieron ayuda de Alemania, Italia y Portugal. Hitler respondió a la
petición de Franco material bélico y aviones, fundamentales para el paso del estrecho
por parte del ejército de África. Posteriormente se enviaron tropas de combate (Legión
Condor). Italia colaboró con material y con hombres.
Por su parte, el bando republicano solicitó ayuda a Francia y R.U. negada por la
resistencia del R.U. ante el posible triunfo de la revolución comunista y para evitar
tensiones con Hitler y Mussolini. Al no encontrar auxilio entre las potencias
democráticas, el gobierno republicano intentó comprar armas a la URSS, con la que ni
siquiera mantenía relaciones diplomáticas. Stalin prestará su ayuda con la que se
consiguió, en primer lugar, evitar el hundimiento del ejército republicano y prolongar
la guerra, y en segundo lugar, reforzar el poder e influencia de los comunistas
españoles en el gobierno republicano.
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
4
ORGANIZACIÓN DE LOS DOS ESTADOS
Evolución política en la zona republicana
El levantamiento militar provocó en la zona republicana un profundo proceso
revolucionario. El gobierno presidido desde el 19 de julio de 1936 por José Giral fue
incapaz de imponer su autoridad y quedó desplazado, de hecho, por nuevos centros de
poder revolucionario de carácter local o regional. Así, en pueblos, ciudades y
provincias de la España republicana surgieron espontáneamente diferentes comités
revolucionarios populares, dirigidos en algunos casos por anarquistas y en otros por
socialistas o comunistas, que tomaron las decisiones políticas, económicas y militares
por su cuenta.
Desde el principio, el bando republicano careció de unidad política y con el tiempo las
divisiones internas entre los distintos partidos políticos y fuerzas sindicales se
acentuaron.
Los anarquistas entendían que vencer la guerra y completar la revolución económicosocial debían ser procesos paralelos e inseparables. Por ello, impulsaron la
colectivización de la tierra, de forma que la comunidad local explotara los campos
repartiéndose los beneficios y excedentes agrarios de acuerdo con el trabajo realizado
por cada individuo y según sus necesidades familiares.
Por el contrario, los comunistas y los socialistas consideraban que el desarrollo de la
revolución impedía una lucha eficaz y preferían aplazar la liquidación del sistema
capitalista hasta derrotar el enemigo.
Sin duda alguna, y a pesar del intento del nuevo gobierno presidido por Juan Negrin,
que procuró reorganizar la estructura del ejército y mantener la idea de la resistencia
a ultranza, la quiebra del poder central gubernamental y la fragmentación política
debilitaron al bando republicano, convirtiéndose así en una de las causas de su
derrota final. La falta de unidad de mando impidió una dirección ordenada y eficiente
tanto de las operaciones militares, como del esfuerzo económico necesario para la
victoria.
Evolución política en la zona nacional.
En principio los sublevados carecían de un proyecto político definido para reemplazar a
las instituciones republicanas en caso de un rápido triunfo. Sin embargo, todos los
generales pronto comprendieron la necesidad de unificar el mando de las tropas, de
manera que todo el poder quedara acumulado en un único jefe para garantizar así una
dirección estratégica más eficaz de las operaciones bélicas.
Por este motivo, en septiembre de 1936 se reunieron los principales mandos militares
(Mola, Queipo de Llano, Kindelán; Dávila, Orgaz) y eligieron al general Francisco
Franco con “jefe del Gobierno del Estado”. De este modo, Franco se convirtió en
máximo dirigente con poderes ilimitados y absolutos tanto militares como políticos,
pues se reservaba en exclusiva la capacidad para imponer disposiciones con rango de
ley.
Los factores que favorecieron la rápida ascensión de Franco son:
- Sus espectaculares éxitos militares al frente del ejército de África durante las
primeras semanas de combate.
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
-
5
Su astucia y habilidad para entablar y obtener ayuda material de alemanes e
italianos.
La falta de rivales, pues otros generales de prestigio como Sanjurjo, Godeb y
Fanjul murieron al principio de la guerra.
Los objetivos de las primeras disposiciones de los sublevados fueron: desmontar el
sistema parlamentario democrático constitucional derogando la legislación
reformista republicana más reformista, defender los intereses socio-económicos
inequívocamente conservadores de los grupos que apoyaban el alzamiento y
construir las bases de un nuevo Estado autoritario tomando como base el régimen
fascista italiano.
Durante los años 37 y 38, Franco fue cimentado su poder según la ideología de los
Estados fascistas. Mediante decreto unificó a los partidarios del alzamiento en un solo
partido: la FET y de la JONS (Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de
Ofensiva Nacional Sindicalista) del que se nombró jefe, adoptando la camisa azul de
los falangistas y la boina roja de los carlistas y el saludo fascista. Además consiguió,
por otra parte, el apoyo de la Iglesia, que justificó la guerra como una cruzada contra
el comunismo. Estableció leyes inspiradas en la ideología fascista y adopto,
finalmente, el título de Caudillo, equivalente al de Duce (Mussolini) o Führer (Hitler).
Los ejércitos
La zona nacional
Después del fracaso del pronunciamiento del 18 de julio, los militares declararon la
movilización general en la zona dominada. En los primeros momentos de la guerra, el
ejército de África (legionarios, regulares, marroquíes, etc. cerca de 50.000 hombres)
fue su principal fuerza de choque. En la Península pudieron contar con las tropas de
las zonas sublevadas, y las milicias de falangistas y requetés (carlistas).
La ayuda extranjera resultó fundamental para sobrevivir, primero, y ganar la guerra,
después. Mussolini envió unos 120.000 soldados, teóricamente voluntarios (CTV,
Comando di Truppe Volontarie), con mandos organizados, y toda clase de armamento:
aviones, tanques, etc.
La ayuda alemana fue más selectiva; se agrupó alrededor de la llamada Legión
Cóndor formada por unos 8.000 hombres, que fueron alternándose durante el
transcurso de la guerra. La Legión Condor contaba con el material más moderno de la
época: aviones, artillería, sistemas de comunicaciones, etc. (Hitler consideraba la
guerra española como un campo de entrenamiento para la Segunda Guerra Mundial
que se avecinaba).
Los nacionales disponían también de unos 100.000 mercenarios marroquíes que
acudieron atraídos por el botín de guerra y el salario. La colaboración portuguesa fue
más reducida, aunque durante mucho tiempo Lisboa fue el puerto por el que llegaron
suministros para los nacionales.
La zona republicana
En la zona republicana se tardó en organizar un ejército disciplinado y
suficientemente armado. En los primeros momentos, el ejército que se mantuvo fiel a
la República casi desapareció y fue sustituido por las milicias populares, organizadas
por partidos políticos (el V Regimiento del PCE) o sindicatos (columna Durruti de la
CNT FAI).
La sublevación. Movimientos iniciales y guerra de columnas
Combates por Madrid
1
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
6
Los mandos del ejército que se mantuvieron fieles a la República no gozaron de la
confianza popular, aunque algunos llegaron a ser admirados por su inteligencia
organizadora (corno el coronel, después general, Vicente Rojo).
Dos elementos permitieron a la República organizarse:
a) La ayuda militar de la URSS, que envió toda clase de material bélico (tanques,
aviones, municiones, etc.) y un grupo de técnicos y consejeros militares (aviadores,
tanquistas...), que no llegaron a ser más de 2.000.
b) Las Brigadas Internacionales, que estaban formadas por voluntarios de todo el
mundo (franceses, ingleses, polacos, italianos, norteamericanos, alemanes,
checos...), que acudieron a defender la democracia española frente al fascismo.
Algunos tenían experiencia militar de la I Guerra Mundial, la mayoría aportaron su
entusiasmo y disciplina; llegaron a formar varias brigadas con un total de unos
50.000 a 60.000 hombres.
Con estas ayudas la República logró formar un ejército operativo, en el que muchos de
los mandos habían salido del pueblo (Líster, Modesto, Cipriano Mera El Campesino,
entre otros).
Durante la primavera del año 1937 la guerra enfrentaba a dos ejércitos bien
organizados, de unos 500.000 hombres en cada bando.
DESARROLLO MILITAR DEL CONFLICTO
En general la guerra se desarrolló según unos rasgos muy definidos:
a) El general Franco y los militares sublevados dispusieron siempre de un ejército
más disciplinado, con mejores mandos y abundancia de armamento. A partir del
año 1938 su superioridad en artillería y aviación era manifiesta.
b) La República, como ya hemos dicho, tardó en organizar un ejército disciplinado y
muchas veces padeció escasez de armamento.
c) La ofensiva estuvo casi siempre en manos de los nacionales, que desde su posición
central pudieron escoger los frentes a los que trasladar y concentrar sus tropas.
Los casi tres años que duró la contienda (Julio de 1936 - abril de 1939) pueden
ordenarse en una serie de etapas:
1. Movimientos iniciales o "guerra de columnas" (julio-octubre de 1936)
2. Combates por Madrid (noviembre de 1936-marzo de 1937)
3. La campaña del Norte (marzo-octubre de 1937)
4. La batalla de Teruel y la ofensiva franquista en el frente de Aragón (diciembre
de 1937-junio de 1938)
5. La batalla del Ebro y la campaña de Cataluña (julio de 1938-febrero de 1939)
6. Fin de la guerra (hasta el 1 de abril de 1939).
Los movimientos iniciales
Después de cruzar el Estrecho, las operaciones militares del principio de la guerra
dieron lugar a lo que se llamó "guerra de columnas". Eran columnas de pocos efectivos
(2000-3000 hombres), la mayoría de infantería, ligeramente armados que, con
camiones o autocares, se desplazaban por amplias zonas, sin un frente fijo, buscando
llegar a las ciudades importantes u ocupar puntos estratégicos.
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
7
Así columnas republicanas salieron de Barcelona hacia Aragón para liberar las
ciudades de Zaragoza y Huesca, donde había triunfado el pronunciamiento. Estaban
formadas por milicianos de partidos o sindicatos (CNT-Durruti, comunistas). No
llegaron a conseguir sus objetivos, pero lograron estabilizar el frente, cerca de estas
dos ciudades.
Los militares sublevados movieron sus columnas desde dos puntos: Sevilla y Pamplona.
Todas tenían como principal objetivo la ciudad de Madrid cuya ocupación les
aseguraría un rápido triunfo.
Las columnas más importantes fueron las que dirigió el general Franco desde Sevilla
que siguieron, ante una desorganizada oposición de las milicias republicanas, la ruta de
Extremadura y del valle del Tajo. Sólo la resistencia de la ciudad de Badajoz fue dura y
ocasionó una primera represión brutal (¿4.000 fusilamientos?). Logrando conectar la
zona sublevada del norte.
En Septiembre, Franco ocupó Toledo, y puso fin al cerco de su Alcázar, donde resistían
unos centenares de militares. A finales de octubre se hallaba a las puertas de Madrid.
Las batallas por Madrid
La liberación del Alcázar de Toledo había dado tiempo a Madrid para organizar su
protección. Entre noviembre de 1936 y marzo de 1937 se desarrollaron tres grandes
combates por la ocupación y defensa de Madrid. El gobierno republicano, antes de
trasladarse a Valencia, nombró una Junta de Defensa dirigida por el general Miaja,
que supo preparar la defensa de la ciudad y levantar la moral popular (Nacían
consignas y personajes que se hicieron míticos "No pasarán", La Pasionaria).
El ataque frontal del general Franco fue detenido en la Casa de Campo y en la Ciudad
Universitaria, donde se desarrollaron violentos combates. Los republicanos pudieron
contar con el apoyo de las primeras Brigadas Internacionales y los tanques y la
aviación que empezaba a proporcionar la URSS.
El general Franco intentó, entonces, dos ofensivas por el Sur y por el Norte de la
ciudad, para cortar a los republicanos las comunicaciones con Valencia. La primera,
en el valle del Jarama (febrero de 1937), fue durísima; la segunda hacia Guadalajara
(marzo de 1937), realizada por las tropas italianas (CTV), acabó en un estrepitoso
fracaso. A partir de este momento el frente se estabilizó alrededor de Madrid. Se
había, acabado la guerra rápida y se iniciaba una guerra larga.
La campaña del norte
En aquel momento, Franco decidió dirigir sus fuerzas contra la franja republicana del
Cantábrico, que permanecía aislada. Por primera vez pudo disponer de una gran
concentración de artillería y de aviación. A partir del 31 de marzo los bombardeos
fueron terribles. La aviación alemana ensayó el sistema de guerra total destrozando la
ciudad de Guernika (26 de abril) y las vías y centros de comunicación.
El 19 de junio cayó Bilbao, a pesar de la dura defensa del cinturón de hierro (sistema
de trincheras construidas con cemento armado); el mes de agosto fue ocupada
Santander y en octubre, Gijón y el resto de Asturias.
El Gobierno de la República no pudo enviar refuerzos ni armamento. Para que el
general Franco se viera obligado a retirar tropas del Norte, realizó dos fuertes
ofensivas en otros frente: una en Brunete, junto a Madrid (5 a 28 de julio) y otra en
Belchite (cerca de Zaragoza). Pero ambas fracasaron.
La campaña del norte. La batalla de Teruel y la ruptura del frente de Aragón.
Batalla del Ebro y la caída de Cataluña.
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
8
La ocupación de la franja cantábrica fue determinante para la victoria final del
general Franco, porque le proporcionó una importante industria siderometalúrgica y
una rica zona minera, en la que Gran Bretaña tenía grandes intereses.
LA BATALLA DE TERUEL Y LA RUPTURA DEL FRENTE DE ARAGÓN
El año 1938 se inició con un ataque del ejército republicano sobre la ciudad de Teruel
que logró conquistar. Fue un éxito efímero porque Franco, que ahora disponía de las
tropas que habían quedado libres del frente cantábrico, la recuperó a finales de
febrero y poco después, a partir de marzo, desencadenó una fuerte ofensiva a lo
largo de todo el frente de Aragón.
Avanzando hacia Cataluña y el Mediterráneo, en el mes de abril Franco había ocupado
Lérida y por el Maestrazgo y el Bajo Ebro alcanzaba el puerto de Vinaroz (15 abril).
Habla dividido la zona republicana en dos partes y Cataluña quedaba aislada del resto.
En aquellos momentos, ya hacía tiempo que el Gobierno de Negrín se había trasladado
a Barcelona. Desmoralizados por las derrotas militares, el presidente Azaña ve la
guerra perdida y quería pactar la paz; Negrín era partidario de mantener una firme
resistencia en espera de lo que pudiera ocurrir en Europa. Por su parte, el general
Franco cada vez se sentía más seguro de su victoria final y no deseaba ningunas
conversaciones de paz
LA BATALLA DEL EBRO Y LA CAÍDA DE CATALUÑA
Entonces y, seguramente, para llamar la atención de las potencias democráticas
europeas, en el momento en que Hitler ocupaba Checoslovaquia, el ejército
republicano de Cataluña llevó a cabo una ofensiva inesperada, bien preparada,
dirigida por el general Vicente Rojo. Aprovechando que Francia, por un breve tiempo,
había abierto su frontera y permitido el paso de importantes cantidades de
armamento, que la República había comprado y que se encontraba detenido en la
frontera, los militares republicanos pudieron armar un ejército de unos 250.000
hombres. El 25 de julio de 1938 atravesaron el río Ebro. Se iniciaba la batalla de
desgaste más dura de toda la guerra.
A partir del 14 de agosto, Franco, que había concentrado fuerzas y disponía de una
superioridad absoluta en artillería y aviación, inició el contraataque. En pocos
kilómetros de terreno se utilizaron grandes cantidades de armamento y murieron
muchos soldados. Duró cuatro meses. Entre el 16 y el 18 de noviembre, las últimas
tropas republicanas volvieron a cruzar el Ebro. Los dos bandos habían sufrido
alrededor de 30.000 muertos cada uno.
Poco tiempo le faltó al general Franco para organizar la ofensiva contra Cataluña. Su
superioridad era tan manifiesta que la conquista fue rápida. Parece que fue el primer
ejemplo de guerra relámpago que luego utilizaron los alemanes con tanto éxito en las
primeras campañas de la II Guerra Mundial.
Barcelona y otras ciudades fueron brutalmente bombardeadas. El avance fue
incontenible: el 15 de enero de 1939 caía Tarragona; el 26, Barcelona y entre el 9 y 10
de febrero las tropas nacionales alcanzaban la frontera persiguiendo a una masa
desmoralizada de soldados y de civiles (ancianos, mujeres, niños), de intelectuales y
escritores (Antonio Machado), que huían hacia el exilio. Entre ellos se contaban el
propio presidente Azaña, el Gobierno de Negrín y los Gobiernos de la Generalitat y del
País Vasco.
LA GUERRA CIVIL (1936-1939)
9
EL FIN DE LA GUERRA
El presidente Azaña se quedó en la embajada de París, donde dimitió al poco tiempo.
El Gobierno de Negrín volvió a la zona que todavía se mantenía republicana para
continuar la resistencia. Pero el ejército estaba muy desmoralizado y dividido y una
parte de la oficialidad (teniente coronel Casado) se sublevó en Madrid e intentó
someterse a la "generosidad del Caudillo", que no le hizo el menor caso.
El 28 de marzo las tropas de Franco entraban en Madrid y el 30 del mismo mes en
Alicante, donde se habían concentrado los últimos republicanos que intentaban
desesperadamente huir por mar.
El 1 de abril el general Franco firmó el último y breve parte de guerra, una guerra
terrible que habla producido más de 300.000 muertos, otros tanto exiliados y una
cantidad parecida de prisioneros que, entre 1939-1945, malvivieron en prisiones y
campos de concentración y de los cuales buena parte fueron juzgados y fusilados. La
guerra había dejado un enorme rastro de sufrimientos y destrucción.
Descargar