1 En el inventario de tormentos descrito en gobierne la derecha o la izquierda, incluso ahora que 1899 por Octave Mirbeau en el “jardín de la patronal reivindica poner en paréntesis todos sus los suplicios” se catalogan algunos de los postulados básicos… menos éste; pase lo que pase, más duros y eficaces, como el cinturón de San Eras- siempre la misma receta: más flexibilidad laboral, más mo provisto de púas en el interior y otros muchos que facilidades de despido1. 1. les ahorro. A la violencia sádica de los suplicios de Mirbeau, la “gota malaya” añade su implacable lentitud. El coro está compuesto por tenores distintos, pero to- Consistente en hacer caer sobre la frente del tortura- dos partidarios del liberalismo económico. La presi- do una gota de agua fría cada cinco segundos, esta dencia de la CEOE demanda abaratar los despidos y tortura a cámara lenta terminaba volviendo locas a seudo-congelar los salarios y propone un “contrato de sus desdichadas víctimas y reventando a los pocos dí- crisis” que luego ha bautizado como contrato único “in- as su sistema cardiovascular. definido no fijo”. A título individual, algunos dirigentes empresariales, cuyos contratos blindados les asegu- Casi treinta años después de la aprobación en demo- ran rescisiones contractuales de varios millones de cracia de la norma suprema de nuestra regulación la- euros, se suman también a la ofensiva reclamando boral, el Estatuto de los Trabajadores, cuyos conteni- despidos más baratos y normas laborales más flexi- dos básicos fueron pactados entre la CEOE y la UGT, bles. Un catedrático de derecho del trabajo, con reco- en 1979, y tras cinco reformas laborales –en 1984, nocido prestigio adquirido en la defensa de empresas, 1994, 1997, 2001, 2002– la recurrente demanda vuelve a las “fórmulas imaginativas” experimentadas de otra nueva que flexibilice aún más las relaciones la- hace 25 años, como los contratos de nueva actividad borales y abarate y facilite en mayor medida el despido o de fomento del empleo sin causa. A las que añade es como una gota malaya que siempre percute, que otras sugerentes propuestas como la generalización nunca desaparece. En tiempos de crecimiento econó- de las dobles escalas –salariales y de condiciones de mico o de crisis, en momentos en que España crea trabajo– el contrato a llamada, la flexibilización del con- más empleo que ningún otro país o que lo pierde a una trato a tiempo parcial, la limitación o incluso la elimina- velocidad que no tiene parangón en lugar alguno. ción de los aumentos salariales. Un grupo de 95 eco- Cuando acabábamos de salir del franquismo o tres nomistas, siguiendo una propuesta propiciada y décadas después y tras cinco reformas laborales, apadrinada por Nicolás Sarkozy, proponen establecer 1. JOSÉ MARÍA ZUFIAUR: La Gota Malaya. Sistema Digital, febrero 2009. 31 C L A R I D A D · V E R A N O 2 0 0 9 · C U A R TA E TA PA José María Zufiaur Consejero del Comité Económico y Social Europeo “La gota malaya” de la reforma laboral “La gota malaya” de la reforma laboral un contrato de trabajo único para acabar se reduzca significativamente la temporali- creada por el sistema financiero. Lo con la segmentación de nuestro mercado dad. No sucedió así con las reformas de que, a corto plazo, demanda la situación de trabajo. A su vez, el gobernador del 1997 y 2002, pese a que las mismas re- son políticas orientadas a incentivar la Banco de España –quien a la pesada res- dujeron sustancialmente los costes de demanda y crear empleo. Empezando ponsabilidad que tiene encomendada res- despido de los contratos indefinidos. Me- por aquellos sectores en los que España pecto del sistema financiero y la estabili- jores resultados, aunque coyunturales, es claramente deficitaria: los servicios a dad monetaria añade voluntariamente la produjeron las medidas laborales de mayo la comunidad, como los relacionados carga de velar por el mercado de trabajo y de 2006, dirigidas no a abaratar el despi- con la dependencia, la atención a los ni- las relaciones laborales– aboga por un do sino a reducir la temporalidad mediante ños de 0 a 3 años, la sanidad, la educa- cambio radical en la negociación colectiva, arremetiendo contra la inde- ción. Y, a medio plazo, acabar con Abaratar el precio del despido aumen- el modelo de precariedad laboral beneficio de los acuerdos individua- taría aún más, sin duda, el ritmo de construcción de un modelo pro- les entre empresario y trabajador. destrucción de empleo. ductivo basado en la alta producti- rogabilidad del convenio colectivo en El alegato del Sr. Fernández Ordóñez colisiona no solo con el artículo 37 creado en 1984 y abordar la vidad y no en la precariedad y los bajos salarios. de la Constitución, que ampara la “fuerza incentivos a la contratación indefinida; y vinculante” del convenio, sino también con a la conversión de contratos temporales 2. Durante muchos años se ha venido la reciente resolución del Parlamento Euro- en indefinidos (Pérez Infante, 2007) 2 . sosteniendo en España, por parte de los peo aprobada con ocasión del debate so- Sobre todo porque coincidió con el em- partidarios de una mayor desregulación bre la directiva de tiempo de trabajo. Solo balsamiento de muchos contratos que laboral, que nuestro diferencial con el firme rechazo del Presidente del Gobier- habían agotado todas las renovaciones otros países desarrollados en términos no a entrar en una dialéctica que añadiría posibles y con un nuevo contexto del mer- de tasas de empleo y paro estaba condi- a la gravedad de la crisis un gran conflicto cado de trabajo, con menores niveles de cionado por la rigidez del mercado de social ha evitado hasta ahora que tantos paro y mayor escasez relativa de oferta trabajo. cantos de sirena se conviertan en otro pro- de trabajo. yecto gubernamental de reforma laboral Sin embargo, las causas explicativas del que desregule aún más nuestro mercado Igualmente ¿es razonable pensar que aho- mayor porcentaje de paro en España han de trabajo. ra se podría reducir el paro con la vuelta a sido ya estudiadas y documentadas por di- fórmulas contractuales, como las de nue- versos autores. Entre ellos, por Miguel Bo- Defender, en un periodo en el que estamos va actividad o de fomento del empleo que yer cuando era todavía Ministro de Econo- destruyendo empleo a chorros, que el aba- reclama el profesor Sagardoy, que cuando mía. En primer lugar, la mayor tasa de ratamiento del despido reduciría la pérdida estaban vigentes no impidieron que la ta- paro española se explica por el enorme vo- de puestos de trabajo es como sostener sa de paro ascendiera, durante la rece- lumen de empleo industrial que se perdió que es bueno echar gasolina al fuego para sión de 1991-1993, al 24%? en nuestro país al abandonar la autarquía apagarlo. Abaratar el precio del despido y abrir la economía hacia el exterior. Has- aumentaría aún más, sin duda, el ritmo de Casi nadie pone en duda que la actual ta la segunda mitad de los años 70, la ta- destrucción de empleo o, en el mejor de crisis no está creada, ni a nivel interna- sa de desempleo española no superaba el los casos, solo serviría para sustituir más cional ni en España, por el funcionamien- 5%. En solo siete años (de 1977 a 1984) despidos de contratos indefinidos por algu- to del mercado de trabajo. Ni se va a so- se pasó a una tasa de paro del 20% y la nos menos de temporales. lucionar mediante reformas laborales. tasa de empleo descendió desde el 48%, De hecho, en ningún país europeo, salvo en 1977, hasta el 38%, en 1994. Nada La experiencia tampoco avala la idea de en éste, se están planteando medidas comparable sucedió en nuestros países que simplemente por abaratar el despido en ese sentido para salir de la crisis vecinos. 2. IGNACIO PÉREZ INFANTE: “La reforma laboral de 2006 y el cambio en el sistema de incentivos a la contratación indefinida en España. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (66), 2007. 32 En segundo lugar, en nuestro país la po- Irlanda y Bulgaria nos han ganado en in- la economía ponen, igualmente, en entre- blación activa en el campo ha pasado, en tensidad. La tasa de empleo, a su vez, su- dicho otros dos presupuestos de quienes tres décadas, de representar un 20% de bió del 38% al 53%, en el promedio de lo han venido acusando de ser muy rígido. la población activa a suponer menos del ambos sexos, en ese periodo y la de paro En primer lugar, nuestro mercado laboral 5%. Con la consiguiente pérdida de cente- ha pasado durante esos años del 24% a se ha mostrado enormemente móvil. Su nares de miles de puestos de trabajo. Fe- menos del 9%. Esto último a pesar de que tasa de rotación es tan espectacular co- nómeno que tampoco ha tenido parangón España, como indicábamos más arriba, mo desproporcionada. Cada año se reali- en otros países europeos. En tercer lugar, ha tenido que absorber un desempleo acu- zan más de 16 millones de contratacio- en España ha aumentado mucho más la mulado desde finales de los años 70 y nes, de las cuales un 90% son temporales población activa que en otros países euro- principios de los 80, por las razones an- (entre éstas, la inmensa mayoría se con- peos. Ello, como consecuencia del “baby tes apuntadas, muy superior al de nues- centran en las modalidades de más ambi- boom” de los años 60, de la incorporación tros vecinos. Y, sobre todo, porque Espa- gua definición: “por obra o servicio” y “por de la mujer al trabajo y, más recientemen- ña ha tenido que incorporar mucha más circunstancias de la producción”). La tasa te, de la entrada de inmigrantes. Por población activa. anual de rotación entre los contratos tem- ejemplo, entre 1986 y 2006 (Antonio porales era del 40%, en 2001, y llegó, González González, 2009) la población ac- Todo ello pone en cuestión dos de los prin- en 2007, hasta el 50%. Pero también la tiva en España creció en 7,9 millones. cipales argumentos utilizados por quienes inestabilidad y movilidad en el empleo fijo Mientras que, en el mismo periodo, en –en cualquier tiempo y circunstancia– re- ha aumentado exponencialmente, sobre Francia aumentó en 3,7 millones, en el claman la “auténtica” reforma laboral pen- todo tras la ley 45/2002 que modificó Reino Unido en 2,l millones, en Italia en diente. Los datos sobre las causas del sustancialmente el régimen de despido en 1,6 y en Dinamarca ha conocido un ligerísimo retroceso. Por otra parte, después de 30 años de democracia, de cinco reformas laborales y de la experiencia los contratos indefinidos. La regulación laboral española no es, en absoluto, un obstáculo para la creación de empleo. de cómo ha funcionado el mercado En segundo lugar, en España, desde 1994 y hasta la entrada en la crisis económica actual, la tasa del paro de larga duración ha descendido –desde cotas del 11%, en de trabajo español en varias crisis econó- incomparable aumento de nuestra pobla- 1994, hasta porcentajes inferiores al micas, si algo podemos afirmar con rotun- ción activa y sobre la cantidad de paro que 1,3%, en 2007– a uno de los niveles más didad es que la regulación laboral españo- la economía española hubo de absorber al bajos entre los países de la UE4. Otro da- la no es, en absoluto, un obstáculo para la salir de un modelo productivo autárquico to que hace más insostenible la pretensión creación de empleo. echan por tierra las tesis que explican de que nuestro mercado de trabajo sea nuestras mayores tasas de desempleo por tan rígido como se afirma. Desde que finalizó la anterior crisis econó- la rigidez del mercado español de trabajo. mica, es decir, desde principios de 1994 Por otro lado, la enorme capacidad de 3. Si la primera evidencia empírica de y hasta el inicio de la actual, a comienzos crear empleo que ha demostrado la econo- nuestro mercado de trabajo es que crea de 2008, en España se han creado más mía española durante el último periodo (pe- empleo, cuando la economía va bien, a de 8 millones de empleos3. La población ro también entre 1985 y 1991) desmien- una velocidad inusitada, la segunda indica con empleo ha crecido un 70%, pasando te la idea de que nuestro modelo laboral que, cuando el ciclo cambia, lo pierde a de 12 millones a más de 20 millones. En penaliza la creación de empleo. un ritmo que no tiene parangón entre las términos absolutos, en España se ha crea- economías más desarrolladas de la UE. do más empleo que en ningún otro país Los datos del mercado de trabajo español Cuando se crea empleo, lo hacemos en europeo. Y, en términos relativos, solo en el último y largo periodo expansivo de términos muy superiores al de los demás. 3. ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ: Rasgos del modelo laboral español e implicaciones sobre el trabajo y el empleo. Fundación Francisco Largo Caballero. 4. Ibídem. 33 Lo mismo sucede cuando lo perdemos. todo ello en la capacidad de crear empleo Como consecuencia de esta dualidad y Con una peculiaridad añadida: la pérdida o de deshacerse de los empleados. El ma- segmentación laboral tenemos, en segun- del empleo es más drástica e intensa que yor problema de nuestro modelo laboral do lugar, un mercado laboral caracteriza- su creación. Nos cuesta mucho menos está vinculado a sus características y a las do por un alto porcentaje de bajos sala- tiempo perderlo que el que hemos emplea- negativas influencias de las mismas sobre rios. Nuestro nivel medio salarial solo está do en crearlo. nuestro modelo productivo5. Además de a por encima de Portugal, Hungría, Che- sus negativas consecuencias en términos quia, Polonia y Eslovaquia. Y, en términos sociales. de coste laboral por hora de trabajo, nos Lo significativo es que, en comparación con otras economías europeas que iniciaron an- situamos solo por encima de Grecia y Por- tes la recesión que nosotros y que tienen Un primer rasgo de nuestro modelo labo- tugal y de todos los países incorporados a previsiones para el futuro parecidas o peo- ral es la enorme tasa de temporalidad del la UE con posterioridad a 2004. La con- res que las nuestras en cuanto a las tasas empleo y la consiguiente segmentación de vergencia con Europa ha avanzado en mu- negativas de crecimiento, España pierde nuestro mercado de trabajo. La reforma chas materias, pero no en salarios ni en mucho más empleo. Un hecho que, con fre- laboral de 1984 dio pie a un exponencial productividad. cuencia, se achaca a la mayor incidencia crecimiento de la temporalidad. Una tem- del sector de la construcción en nuestro poralidad que llegó a superar el 40% en España es, por otra parte, uno de los paí- país. Este es, sin duda, uno de los factores 1994 en el sector privado y que se ha ex- ses, del conjunto de la OCDE, en el que los que explican el fenómeno. Pero no es el úni- tendido también al sector público, donde salarios han perdido mayor participación co ni seguramente el principal. También la tasa de precariedad laboral ronda el en la distribución funcional de la renta. Y durante la crisis de 1992-1993 el paro 25%. Porcentajes –con diferencias secto- uno de los que tiene un mayor porcentaje aumentó en España de manera exponencial, pese a que la pérdida de empleo en la construcción fue, en aquel entonces, mucho menor. La causa de ese diferencial en de bajos salarios (ese famoso 60% Un primer rasgo de nuestro modelo la- de trabajadores con salarios netos boral es la enorme tasa de temporali- les). También uno de los países en dad del empleo. nuestra pérdida de empleo hay que inferiores a los mil euros mensualos que la proporción de riesgo de pobreza en hogares con trabajo es de las más elevadas de la OCDE. buscarla en la debilidad de nuestro mode- riales muy fuertes– que más que duplican lo productivo, con un gran componente de la media de los países de la Unión euro- La alta temporalidad tiende a un modelo sectores en los que prevalecen empleos pea. A ello habría que añadir el creciente de bajos salarios. Los bajos salarios indu- de bajo valor añadido. Pero, sobre todo, recurso de las empresas a la subcontra- cen a inversiones en actividades de poca se residencia en el modelo laboral que te- tación de actividades. Pese a todas las re- cualificación y poco valor añadido. El alto nemos. Que, contrariamente, a lo que se formas laborales realizadas con posterio- componente de este tipo de actividades li- ha sostenido, no es demasiado rígido, si- ridad al momento en que se alcanzó la mita el incremento de la productividad. Y no demasiado temporal y precario, volátil, cota máxima de temporalidad antes men- la baja productividad, a su vez, se traduce segmentado, desigual, poco productivo y, cionada, en las que se han modificado las en bajos salarios. Lo que acarrea meno- además, subvencionado. condiciones del despido y se han estable- res inversiones en capital e innovación tec- cido incentivos a la conversión de contra- nológica. Todo un círculo vicioso que expli- 4. El mayor problema de nuestro merca- tos temporales en indefinidos, la tasa de ca la vulnerabilidad de nuestro modelo do de trabajo no parece, por tanto, que se temporalidad seguía siendo, en 2008, su- productivo. sitúe en la excesiva protección del empleo perior al 30%. Solo con la actual crisis, ni en la escasa posibilidad del empresario que está golpeando de forma especial a Inseguridad e insatisfacción en el empleo e para rescindir la relación laboral. No, al los contratos temporales, esos porcenta- incompatibilidad entre empleo precario y menos, en lo que hace a la influencia de jes están descendiendo. mejora de la formación profesional provocan 5. ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ: Ibídem. 34 falta de vinculación con la empresa, esca- y que va en detrimento de un destino me- En resumen, no es que tengamos poca so esfuerzo en innovación, pérdida de ex- jor de las políticas públicas de empleo: su competitividad y comparativamente muy pectativas profesionales y fracaso escolar. reorientación hacia objetivos de mayor bajos niveles de productividad porque Todo ello se traduce en nuestro sistema productividad del sistema económico. nuestro sistema de relaciones laborales y productivo en niveles de productividad del nuestro mercado de trabajo sean rígi- trabajo muy inferiores a los de los países 5. Nuestro modelo laboral, en suma, ne- dos7. Más bien, creo, convendría analizar del entorno. cesita de un arreglo en profundidad. Pero si el problema no es el contrario: que no, en mi opinión, porque sea poco flexible nuestro modelo laboral demasiado preca- En suma, tenemos un modelo laboral que, al estar asentado sobre la temporalidad y la facilidad de rotación y salida del mercado de trabajo, genera un círculo vicioso de bajos salarios, concentración en actividades de bajo valor añadido, rio, desigual, elástico, inestable (y Tenemos un modelo laboral que gene- desequilibrado en las relaciones de ra un círculo vicioso de bajos salarios, dicionando muy poderosamente el poder obrero-patronales) está con- escasa productividad del trabajo y que tengamos un modelo económi- compulsiva inestabilidad del empleo. competitivo. co de baja productividad y poco escasa productividad del trabajo y compulsiva inestabilidad del empleo. y elástico sino por exceso de desregula- Demandando y esperando siempre lo mis- ción. Es un modelo basado en la precarie- mo –más flexibilidad laboral– llevamos más Este modelo, poco productivo en el plano dad y que convierte al empleo en la varia- de 25 años sin abordar otras cuestiones económico y nada equitativo en el social, ble de ajuste del sistema económico, un centrales para nuestra eficiencia económi- subvencionado6. modelo laboral caracterizado por una gran ca: la educación y el desarrollo del capital Cada año venimos destinando 6.500 millo- dualidad y segmentación y con un porcen- humano, donde estamos a la cabeza solo nes de euros a subvencionar la temporali- taje de bajos salarios muy superior al de en fracaso escolar; la dotación de capital dad, mediante las prestaciones de desem- nuestros socios europeos. Es un modelo privado y público, en los que somos clara- pleo desembolsadas a la finalización de los basado en la flexibilidad externa (en las su- mente deficitarios; el esfuerzo en innova- contratos temporales. Esto es lo que expli- cesivas modificaciones de las normas la- ción, en el que ocupamos una penosa po- ca la paradoja de que en los últimos años, borales de entrada y salida del mercado sición en cuanto a la creación de patentes mientras descendía el paro, aumentara el de trabajo) y, en cambio, con muy poca fle- y en la contribución privada a la política de número de perceptores de desempleo y se xibilidad interna (polivalencia funcional, or- I+D; en el carácter inflacionario de nues- incrementara el número de prestaciones ganización de los tiempos de trabajo, for- tro sector de servicios, en gran parte res- contributivas de desempleo. mación ocupacional y reconocimiento de las ponsable de nuestros diferenciales de pre- trayectorias profesionales, implicación en cios con otros países; en la modernización Por otro lado, cada año hemos estado de- los resultados, participación en la gober- organizativa de las empresas, apenas dicando unos 3.500 millones de euros a nanza de las empresas, trabajo en equipos, abordada; en políticas activas del merca- subvencionar la estabilidad del empleo. En mejora de la salud y seguridad, conciliación do de trabajo, fagocitadas por el coste de total, son unos 10.000 millones los que de la vida laboral y de la vida personal...) la temporalidad... La facilidad de rotación destinamos anualmente a facilitar la rota- pactada entre las empresas y las organiza- y de salida que posibilita nuestro modelo ción de la temporalidad y, luego, a tratar ciones representativas de los trabajadores. laboral no hace sino conspirar para que de paliarla. Una suma que representa la Este es, en cambio, el modelo que prevale- las empresas no realicen el esfuerzo que mitad de todo lo que gastamos en políticas ce entre nuestros vecinos europeos. Y el debieran en estos y otros aspectos. Las activas. Y que se realiza a costa de las em- que está asociado a los países que tienen ventajas que les ofrece la regulación labo- presas que no hacen de la temporalidad mayores índices de productividad y, al mis- ral –la flexibilidad externa– obstaculiza se- su factor de competitividad y de beneficio; mo tiempo, de estabilidad laboral. riamente el que las empresas realicen un está, además, altamente 6. ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ: Costes y distorsiones de la elevada temporalidad del empleo en España. Fundación Francisco Largo Caballero, 2009. 7. JOSÉ MARÍA ZUFIAUR: La Gota Malaya. Sistema Digital. Revista Temas, 2009. 35 esfuerzo modernizador –flexibilidad inter- también de manera gradual, como indem- a todos los trabajadores que fueran con- na– que eleve sus niveles de productividad nización máxima. Aunque señalan que “a tratados bajo sus estipulaciones en preca- y les haga más competitivas. Todo ello en la hora de elegir la senda de indemnizacio- rios. Y todos los trabajadores, incluidos un contexto internacional (ampliación nes es importante evitar un aumento de los contratados con anterioridad a la en- europea hacia el centro, el este y emer- los costes laborales medios con respecto trada en vigor de la nueva fórmula con- gencia de nuevos actores, como China o a la situación actual” y que habría que si- tractual, pasarían a ser tan o más preca- India, en el plano mundial) en el que es im- tuarla en la media europea. Y, en tercer rios que en la actualidad. posible competir desde España en base a lugar, ambas propuestas hacen desapare- menores costes laborales. cer los despidos colectivos, aunque no lo De entrada porque todos los que se con- argumentan explícitamente. También des- tratasen en el futuro de esta forma co- Es por esto que las propuestas que pro- aparecería el despido procedente que, menzarían, al menos los dos primeros vienen del lado empresarial y de algunos con lo que se plantea, resulta inútil mante- años, como precarios indefinidos: podrían expertos que han abogado por un contra- ner ya que de lo que se trata es de pagar ser despedidos en cualquier momento sin to único como forma de acabar con la una cantidad menor que ahora y olvidarse ninguna justificación y serían indemnizados dualidad de nuestro mercado de trabajo, de todos los demás procedimientos. con cuantías equivalentes a las que ahora no forman parte, a mi entender, de la so- se dan a los temporales al finalizar sus lución del problema sino de su agrava- Esta fórmula de contrato de trabajo único contratos. Lo mismo les pasaría a los ac- miento. es inédita en el derecho laboral comparado tuales contratos temporales que se recon- y choca con la jurisprudencia constitucio- virtieran en “fijos” o a los que pierdan el nal, que ha deducido la protección jurídica puesto de trabajo y sean contratados en Ambos proyectos coinciden en tres cosas fundamentales8. En primer lugar, la eliminación del control judicial para todas las nuevas contrataciones, salvo en los despidos discriminato- Esta fórmula de contrato de trabajo único es inédita en el derecho laboral rios (en la primera propuesta) o en comparado y choca con la jurispruden- los permisos de maternidad/pater- cia constitucional. nidad (en la segunda). Segundo, en otra empresa. Segundo, porque en el futuro todos los trabajadores podrán ser despedidos sin causa –salvo por paternidad/maternidad o con discriminación– y pagándoles lo que ahora equiparar, en una primera fase, las indem- frente al despido injustificado como un de- nizaciones por despido de esas nuevas recho derivado del art. 24.1 CE, con la contrataciones a las que tienen estableci- Carta de los Derechos Fundamentales de Tercero, porque se pretende acabar con das actualmente la mayoría de los contra- la UE (art. 30) y con el convenio 158 de la las consultas, negociaciones y autorizacio- tos temporales. En la propuesta patronal OIT, ratificado por España (Miguel Rodrí- nes en los despidos colectivos. Es decir, ese precio de la rescisión del contrato es- guez-Piñero y Bravo-Ferrer, 2009), nor- ya solo habrá despidos individuales sin nin- taría vigente durante los dos primeros mas que obligan a nuestro país y que ga- gún tipo de negociación, todo estará pre- años del mismo, para ir luego aumentán- rantizan la tutela judicial efectiva ante el determinado. dola gradualmente hasta llegar, como má- despido injustificado.La iniciativa también ximo, a 20 días por año. Los expertos vulneraría la directiva europea sobre des- Y cuarto, es muy previsible que con las pro- abogan, igualmente, por comenzar por pidos colectivos. puestas que estamos comentando pase- una compensación ligeramente superior a reciben los despedidos por causa objetiva. mos de la actual segmentación, volatilidad, los 8 días de indemnización que tienen es- Aunque se denominen contratos “indefini- y flexiprecariedad de nuestro mercado de tablecidos actualmente los contratos tem- dos” o “indefinidos no fijos” (durante los trabajo a otra situación caracterizada por porales, sin especificar durante cuánto dos primeros años de contrato, en la ver- la fluidez y provisionalidad laboral constan- tiempo regiría la misma y sin determinar sión de la patronal) la realidad es que es- te, la flexidepuración permanente de los tampoco hasta que cuantía podría llegarse, tos nuevos tipos contractuales convertirían efectivos y la sustitución darwinista de los 8. JOSÉ MARÍA ZUFIAUR: Todos precarios. Sistema Digital. Revista Temas, 2009. 37 viejos contratos por los nuevos. La tempo- zan para modificar la forma de financiar gran paso hacia ese derecho mercantil, en ralidad será sustituida por una provisionali- las prestaciones de desempleo? el cual la ruptura de un contrato simple- dad permanente, cuya rescisión pueda cos- mente se paga por una indemnización com- tar un poco menos o un poco más En realidad, con lo que se propone, hablar dependiendo de cuando se lleve a cabo. La de contrato indefinido –figura a la que sue- segmentación no será entre temporales y len ir vinculados derechos que aquí se elimi- Conclusión. No parece, por todo lo argu- fijos sino entre antiguos y nuevos. El mer- nan– no tiene ningún sentido, salvo el de en- mentado, que el contrato único pudiera cado de trabajo será objeto de una nueva mascarar lo que, en realidad, representa la remediar las disfunciones de nuestro mer- ingeniería en la utilización de los “recursos propuesta que se hace. Todos los contra- cado de trabajo –algunas de ellas muy in- humanos” para ver como se sustituye a los tos pasarían a ser desprotegidos indefini- fluenciadas por el modelo productivo que viejos, a los peor formados, a los enfer- dos. Sin tutela judicial, salvo para excepcio- el propio modelo laboral ha contribuido a mos, a las potencialmente embarazadas, nes muy tasadas, sin negociación con las crear– sino, más bien, agravarlas. Se me por nuevas contrataciones. Aunque ello organizaciones sindicales, sin intervención ocurren tres razones para sostener este pueda dar lugar a una fuerte litigiosidad an- de la administración. Con todo el poder en pronóstico9. te los tribunales, en el supuesto de la pro- manos del empresario para rescindir el pensatoria prevista en la firma del mismo. puesta realizada por los expertos. Un ejercicio, en suma, de depuración laboral constante en el que la En primer lugar, la mayor propen- La mayor pérdida de empleo en nuestro país está condicionada por la intro- peor parte la llevarán los más débi- sión a la pérdida de empleo en nuestro país está condicionada, además de por la enorme temporalidad del empleo y la especialización en secto- les, una carrera para evitar que se misión perversa de la figura del despi- res productivos de bajo valor añadi- llegue al umbral de las más altas in- do improcedente en la institución del do, por la intromisión perversa de la despido. la institución del despido (también, demnizaciones, una estigmatización de los que sean despedidos tras cierta antigüedad en el puesto, un figura del despido improcedente en de hecho, en los despidos objetivos obstáculo estructural para una carrera contrato en cualquier momento con la sola individuales y en los colectivos). Esa conta- profesional sostenida y continua. ¿Exage- condición de pagar una moderada compen- minación explica la facilidad con la que se ración? No lo creo y, desde luego, no me sación por ello. Se trata de la generaliza- despide en España, mucho más aún desde lo invento: es la síntesis de las argumenta- ción del despido improcedente, con una in- que Aznar eliminó los salarios de tramita- ciones que se han utilizado en Europa, por demnización más baja. Se defiende un ción. Y esa perversión, en lugar de limitar- parte del movimiento sindical y de algunos despido (ad nutum, lo define la doctrina ius- se o eliminarse, se generaliza con las ini- expertos, para criticar la propuesta del laboralista) sin controles y al margen de la ciativas contrato de trabajo único. El precio de la razón o dimensión del despido. Un contrato empresarios están tan preocupados por la indemnización tampoco lo impedirá: ¿qué que le da la vuelta radicalmente a la estruc- precariedad laboral ¿por qué no delimitar representa el precio de la misma, aunque tura axiológica del derecho del trabajo, a la realmente los contratos que tienen que ser sea elevado el coste del despido improce- jerarquía de valores que lo impregna: en lu- temporales y, por qué no someter su cau- dente en nuestro país, al lado de repues- gar de dar prioridad absoluta al empleo co- salidad al control sindical?; y si las organi- tos laborales más baratos, de una arbi- mo valor se lo da al “valor”, al precio, del zaciones empresariales consideran desin- trariedad empresarial sin contrapeso, de empleo. Esta propuesta es la expresión centivador de la actividad emprendedora el una indemnización futura que se puede más acabada de algo que siempre está en precio del despido disciplinario sin causa amortizar, de entrada, con menores sala- el imaginario de algunas cúpulas empresa- ¿no sería, me planteo, oportuno acabar rios y se puede mutualizar y proveer para riales: la sustitución del derecho del trabajo con la figura del despido improcedente (el el futuro si prosperan algunas de las pro- por el derecho comercial en las relaciones de los famosos 45 días de indemnización). puestas que, simultáneamente, se reali- laborales. El contrato único significa un ¿No sería más eficaz reforzar la justifica- 9. JOSÉ MARÍA ZUFIAUR: Todos precarios. Sistema Digital. Fundación Sistema, mayo 2009. 38 que comentamos. Si los ción del despido, definir mejor, si fuera ne- despido. Una facilidad que actúa como un manera más adecuada que la que tene- cesario, las causas objetivas que tiene que contra-incentivo para el establecimiento mos en estos momentos en nuestro país, valorar un juez en los despidos justifica- de relaciones laborales basadas en la es- los tres elementos que inciden en la pro- bles, dar mayor protagonismo a los sindi- tabilidad, en la formación continua, en la tección de los trabajadores: la norma, el catos en los procedimientos individuales, transmisión del saber implícito en las em- poder sindical y la protección social. además de en los colectivos, de despido, presas, en el compromiso con estrategias implicar a las empresas en los planes so- a largo plazo y con políticas de organiza- El modelo de temporalidad ha asegurado ciales de recolocación de los trabajadores, ción del trabajo y de innovación. De rela- a las empresas bajos salarios, pero ha tener instituciones públicas de intermedia- ciones laborales, en suma, basadas en la conllevado baja productividad para el siste- ción laboral que funcionen y dejar reposar participación de los trabajadores y en la ma económico. De todos es sabido, sin en los trabajadores la opción de reintegrar- flexibilidad interna. Como es tan fácil des- embargo, que la competitividad económi- se al puesto de trabajo en caso de que el pedir y los salarios de los trabajadores es- ca depende del aumento de la productivi- despido sea declarado injustificado? En to- pañoles son, comparativamente, tan ba- dad. Pero también depende de ella el bie- da Europa la institución del despido se ba- jos, para qué invertir en todo ello. El nestar y el nivel de vida de la población. sa en el derecho del trabajador a no ser resultado final es una economía con muy Por ejemplo, para responder al envejeci- despedido sin causa justificada, no en baja productividad y con una espantosa vo- miento de la población. Según la OCDE, el cuánto cuesta despedirle. Eso es lo esen- latilidad y precariedad del empleo. ratio entre activos y pasivos va a pasar de cial. Y eso es lo que se quiere hurtar del representar 4 activos por 1 pasivo, en debate. ¿Están los empresarios dispuestos Al mismo tiempo, como llevamos 30 años 2000, a ser de 2 a 1 en 2030. Para ha- a perder discrecionalidad y a asumir mayo- esperando la reforma laboral pendiente cer frente a este desafío, dicho organismo res responsabilidades en la recolocación para qué invertir en innovación, en investi- internacional considera que será necesario de los trabajadores a cambio de ganar en gación, en formación, en educación, en po- aumentar la tasa de empleo entre un 10 y coste del despido? Me temo que no. líticas activas del mercado de trabajo, en un 20%. El resto –entre el 80 y el 90%– dotación de capital, en partenariado labo- deberá provenir del incremento de la pro- Es muy contestable, en segundo lugar, que ral. De tal manera que nuestro modelo la- ductividad. Salvo que apostemos por un el contrato único consiga rebajar las pers- boral es, de forma cada vez más patente, empobrecimiento drástico, en general, y pectivas de desempleo que tenemos, o incitar a una mayor creación de empleo. Estoy seguro de que muchos economistas, segura- de nuestros jubilados en particular. El modelo de temporalidad ha asegurado a las empresas bajos salarios. mente tan conocidos y reconocidos En este sentido, algunos estudios10 indican que, entre 1960 y 2004, el incremento de la productividad ha como los que han firmado la “Propuesta un freno para abordar otra concepción del sido mucho más acentuada en los países para la reactivación laboral en España”, modelo productivo que no sea la basada con mercados laborales más estructura- consideran que ello depende muchísimo en el empleo fácil de despedir y con una dos o “rígidos” –los países, en general, de más de recuperar el crecimiento y que és- proporción de trabajadores muy escasa- la UE: Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlan- te, a su vez, está condicionado por la inno- mente remunerados. dia, Francia, Alemania, Italia, Holanda, vación, la relación entre calidad y precio, Portugal, España, Suecia– que en los paí- la demanda, que de las condiciones de 6. El futuro tendría que pasar, al contra- ses con mercados laborales liberales o ruptura de los contratos de trabajo. rio, por una apuesta decidida a favor de la “flexibles” –los países anglosajones: Aus- productividad. Por un modelo de flexibili- tralia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Uni- Finalmente, entiendo que las propuestas dad negociada y sostenible, centrada en do y Estados Unidos. no atacan el problema de fondo de nues- la modernización de la organización del tro mercado de trabajo que, en mi opinión, trabajo. Por un nuevo diseño del modelo Los mercados más liberales (anglosajones) se sitúa precisamente en la facilidad del laboral en el que se combinaran, de una se caracterizan por una mayor facilidad de 10. ROBERT VERGEER: Flexicurity, labour relations and sustainable productivity. Dept. Economics of Innovation. Delft University of Technology, 2008. 39 contratación y despido; una mayor rota- Partiendo de la idea de que el modelo labo- de trabajo y tiempos sociales; entre dis- ción del empleo; menores prestaciones ral que tenemos es malo desde el punto de continuidad del empleo y continuidad del por desempleo; relaciones laborales más vista social y laboral (protege muy poco a estatuto profesional; entre polivalencia conflictivas; negociación salarial más des- un tercio de los trabajadores) y también funcional, derecho de acceso a la forma- centralizada y mayor desigualdad en la dis- desde el punto de vista de la productividad ción y reconocimiento de la experiencia tribución salarial. A su vez, los mercados del sistema y que, por tanto, requiere una profesional; entre autonomía profesional y laborales más estructurados (propios del reforma en profundidad, el debate a propi- traslado del riesgo empresarial a los tra- “capitalismo renano”) se distinguen por ciar en nuestro país, no tendría que orien- bajadores; entre diferenciación de las as- una mayor protección frente al despido; tarse, en mi opinión hacia él, la modifica- piraciones de los trabajadores y negocia- mayor estabilidad en el empleo; mayores ción del actual modelo laboral, basado en la ción prestaciones por desempleo; sindi- colectiva; entre representación colectiva y diferenciación del mundo catos más fuertes; mayor igualdad Para cambiar el modelo productivo ne- salarial. cesitamos cambiar antes el modelo la- Los argumentos que fundamentan boral. Y cambiarlo teniendo como nor- estos estudios se basan en que los te el incremento de la productividad. mercados de trabajo más supues- del trabajo; entre incorporación de nuevas tecnologías e incremento de la creatividad y la innovación11. Un tipo de modelo flexible, en suma, “que no favorezca únicamente a una tamente flexibles implican menor in- minoría –los profesionales especiali- versión en formación de los trabajadores y temporalidad, por otro basado en la inesta- zados, los trabajadores muy cualificados, menor implicación de los mismos para ad- bilidad general del empleo. Por la vía, como los que forman parte del núcleo central de quirir un conocimiento específico en la em- se plantea desde algunos sectores patro- las empresas– en detrimento de todos los presa. Y que, por otra parte, la acelerada nales, de la descausalización y el abarata- demás; de una flexibilidad que no enajene rotación de los trabajadores reduce la miento del despido, de una mayor individua- a los trabajadores individuales del dominio “memoria histórica” de la organización y el lización de la negociación colectiva y la sobre su futuro profesional y personal; de “aprendizaje organizacional” de la empre- presión sobre los parados para que acep- una flexibilidad que les permita pasar de un sa. Por el contrario, la acumulación conti- ten cualquier tipo de empleo (mediante la universo impuesto a otro elegido”12. nua de conocimiento (tácito) para incre- privatización de los servicios de colocación). mentar la innovación requiere estabilidad Sino, por el contrario, hacia una flexibilidad Una flexibilidad negociada y sostenible que en las relaciones laborales. Los trabajado- basada en la estabilidad laboral, la coopera- combine seguridad en el empleo (normas res que lo poseen, pero que están amena- ción y el incremento de la productividad. objetivas de contratación y despido, pro- zados por un despido fácil, no están, por cedimientos de rescisión de los contratos, ello, incentivados para aportar ese conoci- Para cambiar el modelo productivo necesi- participación de los sindicatos en los des- miento relevante. De ello se deducen algu- tamos cambiar antes el modelo laboral. Y pidos individuales y colectivos, certificacio- nas conclusiones significativas: las relacio- cambiarlo teniendo como norte el incre- nes de las cualificaciones y trayectorias nes el mento de la productividad y no el menor profesionales…) y protección de los traba- crecimiento de la productividad. Por el coste del empleo y la mayor arbitrariedad jadores (políticas activas, protección del contrario, lo que se necesitan son mode- empresarial en las relaciones laborales y desempleo, seguridad social profesional, los laborales que estimulen la cooperación la organización del trabajo. El debate que planes sociales de las empresas…). Que y la confianza, con calidad del empleo, re- probablemente merezca la pena afrontar, combine calidad en el trabajo (salud y se- parto de los incrementos de la productivi- en este sentido, es el de las condiciones guridad, igualdad de trato, conciliación dad, seguridad en el empleo y autonomía para establecer otro tipo de flexibilidad. de la vida laboral y personal, promoción en el trabajo; y relaciones laborales basa- Otro tipo de relación entre capital y traba- profesional, nivel salarial) con mayor poli- das en la cooperación y la participación. jo. Una relación aceptable entre tiempos valencia funcional (formación profesional, laborales precarias frenan 11. JOSÉ MARÍA ZUFIAUR: Por una flexibilidad negociada y sostenible. La dirección y el desarrollo de personas: un reto para el siglo sos Humanos, 2006. 12. PATRICIA VENDREAMIN et GERARD VALENDUC: L’avenir du travail dans la société de l’information. L’Harmatan, 2000. 40 XXI. Biblioteca Aedipe de Recur- desempeño profesional y productividad, la productividad del sistema y, para ello, únicamente en el coste sino también en pluricompetencias, reconocimiento de las la estabilidad del empleo, la mejora de la los elementos –judiciales, sindicales, insti- trayectorias profesionales…). Que combi- organización del trabajo y una mayor coo- tucionales– que protegen el empleo; una ne fortalecimiento sindical (ley de financia- peración en las relaciones laborales en el protección por desempleo orientada a fa- ción, negociación colectiva, participación seno de las empresas. Un debate que nos cilitar las transiciones laborales, preser- institucional, participación en las empre- acerque a los modelos europeos de más vando los niveles profesionales y laborales; sas) con acuerdos y compromisos en las éxito, como los nórdicos. En los que la fle- gastos en políticas activas acordes con el estrategias a largo plazo de las empresas. xiseguridad se sustenta en una combina- objetivo de que los servicios públicos de ción entre normas, poder sindical y pro- empleo sean eficaces y desempeñen una En definitiva, tendríamos que abordar un tección social mucho más garantista, en función de intermediación eficaz y perso- debate que tuviera como horizonte el sus resultados, para los trabajadores que nalizada; y políticas fiscales que, para fi- cambio de nuestro modelo laboral como el vigente en nuestro país. Pero que impli- nanciar todo ello, sean equivalentes a las condición básica del cambio de nuestro ca aceptar y propiciar tasas de afiliación que rigen en esos países nórdicos de refe- modelo productivo. Con un objetivo que sindical muy superiores a las que tene- rencia cuando se mencionan los modelos tuviera como hilo conductor la mejora de mos; basar la institución del despido no de flexiseguridad. 41