Boletín • N° 5 organizado un ejército importante con la participación de tropas inglesas y portuguesas. Las fuerzas al mando del general inglés Wellington avanzaron con facilidad y tomaron Madrid a fines de 1811. En 1814 el ejército napoleónico firmó la rendición en Cataluña, último reducto francés. La Guerra de la Independencia estaba ganada. El rey seguía prisionero de Napoleón, por lo que el gobierno siguió en manos de las Cortes de Cádiz, cuya política de reformas liberales despertaba polémicas. La Constitución española de 1812, era sumamente radical y pedían abiertamente el fin del absolutismo. Los conservadores no aprobaban estas medidas. Cuando Fernando VII regresó a España en 1814 firmó los decretos por los que recuperaba la soberanía absoluta y descartaba toda labor de las Cortes de Cádiz. La independencia americana. Hacia fines del siglo XVIII la clase alta criolla constituía en las colonias americanas una gran red socio económica, gracias al éxito de una economía diversificada y al aumento del comercio trasatlántico. Los terratenientes y grandes comerciantes desarrollaron una entidad colectiva y un orgullo crecientes. Ya no toleraban ser tratados como inferiores por los peninsulares, y multiplicaron sus reclamos de mayor autonomía administrativa y mejores oportunidades comerciales. Legalmente, los territorios americanos no formaban parte del territorio español ni eran una dependencia de éste, sino que pertenecían directamente al rey (el territorio era patrimonio de la persona del monarca: una situación similar a la que ligaba al feudo con el señor feudal), así pues, desde un punto de vista jurídico era posible sostener que las abdicaciones forzadas de Carlos IV y Fernando VII habían interrumpido los vínculos existentes entre la corona y los americanos, y que las colonias habían quedado, por lo tanto, desprovistas de gobernantes legales. Muchos criollos decían tener su propio gobierno. • 2013 165