Leer Más - Parrilla las brasas

Anuncio
Historia
Desde el siglo XII se tiene
constancia de la existencia de
un núcleo poblacional
denominado Pozuelo de
Aravaca, aunque hay datos
que hacen suponer que antes
de esa fecha existían en la
zona asentamientos
musulmanes. En 1633, Don
Gabriel Ocaña de Alarcón
compra a la Corona estos
territorios y convierte la
pequeña aldea en villa, la
cual toma el nombre de su
señor, Pozuelo de Alarcón.
En cuanto al origen de la
parroquia de Nuestra Señora
de la Asunción de Pozuelo de
Alarcón podemos afirmar que
es aún un misterio dada la escasez de investigaciones sobre esta cuestión. Si
nos ceñimos a la documentación existente, el primer dato que vincula la
existencia de la parroquia es el libro de bautismos y confirmaciones de la citada
iglesia, fechado en 1530.
A partir de este dato dos son los documentos que hacen referencia a la
parroquia. El primero es la declaración que los más viejos del lugar hacen en
respuesta a las Relaciones Histórico-geográficas que Felipe II manda realizar
en 1576 para conocer los datos históricos, geográficos, económicos y sociales
de los distintos pueblos de España. En este documento se afirma que en
Pozuelo de Alarcón solo existe una iglesia, la cual está dedicada a la
advocación de Nuestra Señora. También se hace mención a una ermita
dedicada a la Virgen de la Concepción, ermita que aunque muy deteriorada,
existió hasta la guerra civil y que se situaba en el solar del actual colegio Divino
Maestro. Los datos existentes relacionan esta ermita con el primer alojamiento
de la patrona de Pozuelo, la virgen de la Consolación, cuya devoción parece
ser se inicia antes de 1718, fecha en la que el arzobispo de Toledo aprueba los
estatutos de la Hermandad que se funda en su honor. Esta ermita acogía aún
en 1891 a la Patrona de Pozuelo y a otras imágenes, tales como un Santo
Sepulcro, y destacaba por contar a ambos lados del pórtico con dos
espectaculares y centenarios olmos, tal y como la describe en ese año, Don
Acacio Cáceres y Prat, en el volumen relativo a Pozuelo de la Biblioteca de la
Provincia de Madrid. A lo largo de la primera década del siglo XX, la imagen de
la Virgen de la Consolación quedará alojada en la capilla lateral de la parroquia,
capilla que la tradición asegura era propiedad de alguna de las familias
hidalgas de la localidad, sin que por el momento se conozcan las causas del
abandono de la ermita.
1
Tenemos que esperar a 1588, para encontrar nuevos rastros de la existencia
ya por aquella época de una parroquia consolidada. En este año, vecinos de la
localidad, llevan cabo la fundación de la cofradía de San Sebastián, hermandad
que perdura hasta nuestros días. Del templo que nos legó la historia hasta la
destrucción de 1936, se sabe que se enclavaba en el mismo lugar donde se
sitúa el actual. Si existió una edificación anterior al siglo XVI es hoy en día una
incógnita aunque hay documentaciones de ese mismo siglo y del posterior que
se refieren al estado de gran deterioro del templo y de la necesidad de distintas
actuaciones. Esta información, pueden llevar a pensar que ya en aquella época
se levantaba una iglesia de gran antigüedad aunque por el momento este punto
resulta indemostrable. Lo que sí se menciona en distintas fuentes
documentales del siglo XIX es la reforma que se llevó a cabo en 1860 aunque
se desconoce en que consistió y cual fue su alcance.
A través de la escasa documentación que ha llegado a nosotros basada
fundamentalmente en viejas fotografías y algún que otro documento escrito a
demás de la tradición oral de nuestros mayores, podemos decir que la antigua
iglesia de Pozuelo que se erigió hasta 1939, era de mayores dimensiones, de
trazas renacentistas aunque con reminiscencias barrocas y góticas. Contaba
con una planta basilical, de única nave a cuyos pies de encontraba el
baptisterio y el coro. Los materiales de construcción eran de ladrillo,
mampostería y sillar, siguiendo la tradición arquitectónica religiosa de Madrid.
El templo, que presentaba una mayor altura que el actual, contaba con dos
entradas, una hacia poniente, decorada con un arco y otra lateral, porticada
con cubierta de madera y protegida por un muro, que servía de lugar de
reunión. Inscrita al templo se encontraba la torre, de menor altura y más
robusta que la actual, y que soportaba tres campanas, un reloj y un
pararrayos.El elemento más destacado de la antigua parroquia era sin duda el
retablo del altar mayor. Fue encargado en 1574 por el clérigo, Pedro Jordán, al
escultor Francisco Giralte, cuyo hijo heredaría a su muerte el encargo. También
participó en su realización el escultor Antón Morales. Las tablas fueron pintadas
por Diego de Urbina, de la Escuela Italiana que decora El Escorial. El retablo
según el estudio de algunas fotografías y documentos conservados, es descrito
por Esperanza Morón, autora del libro: Pozuelo de Alarcón, Su Historia (
Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, 1998 ) como un conjunto que contaba
con tres cuerpos, cinco calles y un ático coronado con un rico remate. Según
esta estudiosa de la localidad, en las calles laterales había imágenes de
Apóstoles, en las siguientes, tablas pintadas y en la central más ancha que el
resto, se encontraba el Sagrario y sobre él, el expositor con una imagen
pequeña representando la Virtud de la Fe, con ángeles que la rodeaban y que
portaban una vela. Por encima de este conjunto aparecía la imagen de la
Virgen de la Asunción, patrona de la iglesia. Las tablas hacían alusión a
pasajes de la vida de María: el nacimiento de la Virgen, la Salutación de
Nuestra Señora, el abrazo en la puerta dorada, el Portal de Belén, la Adoración
de los Reyes, Ecce Homo y el Camino del Calvario. En la cúspide del retablo,
se situaban las figuras de un Cristo Crucificado acompañado de su Madre y de
San Juan.
A lo largo de la nave, adosados a los muros laterales, según testimonios de los
que conocieron el templo y aún viven, había numerosos pequeños retablos a
2
modo de altares, entre los cuales destacaba el que alojaba una rica y valiosa
imagen de la Virgen de Guadalupe, regalo de un indiano que hizo fortuna en
las Américas.
Con el estallido de la guerra civil, Pozuelo es rápidamente evacuado y se
convierte por varias veces en frente y escenario de distintas batallas. Se inicia
entonces la destrucción del antiguo templo. Durante los intensos combates que
se suceden entre 1936 y 1939, la iglesia fue varias veces bombardeada, a
demás de expoliada.
Al concluir la contienda, el templo había resistido aunque con importantes
desperfectos, entre los cuales destacaba, dos inmensos boquetes en la cabeza
y en la nave, provocados por la entrada de obuses. El valioso órgano había
sido arrancado y quemado, así como todas las imágenes, que en Agosto del
36, fueron lanzadas abajo
desde la Barbacana.
Regiones Devastadas,
organismo constituido por
el recién instaurado
régimen franquista, se
encarga entonces de
reconstruir el pueblo y las
edificaciones más
señaladas. Los
arquitectos designados
proyectan un nuevo
templo a semejanza del
antiguo pero de menor
altura y anchura. Esto
provoca el desafortunado
desmantelamiento del
querido retablo que había
resistido milagrosamente,
aunque con bastantes
desperfectos, cuatro años
de destrucción. En 1940,
desaparece pues, el que
había sido el tesoro
parroquial, sin que hasta
la fecha haya constancia
de su suerte y destino.
Ese mismo año, se inicia el derribo de la vieja iglesia. En 1941 se reconstruye
la torre y un año más tarde, la nave. Siguiendo la traza heredada, se construye
también una capilla lateral donde hoy, se custodia la Virgen de la Consolación.
A esta capilla, se añaden en el proyecto dos capillas más destinadas a sacristía
y a la impartición del sacramento de confesión, que con el tiempo se unifican.
En la actualidad, del antiguo edificio, tan solo queda desgraciadamente como
mudo testimonio de su existencia, dos pilastras adosadas de granito
3
soportadas por dos basas, las cuales sostienen el primer arco de la bóveda de
cañón de la nave.
María Jesús Ruiz Rodríguez
Asociación Cultural La Poza
Agradezco para la elaboración de este artículo la colaboración desinteresada de
Esperanza Morón, historiadora y estudiosa de Pozuelo y del Servicio de Documentación
Local de la Biblioteca Miguel de Cervantes de Pozuelo.
Reconstrucción después G.Civil
4
Descargar