De acuerdo a la legislación chilena, la solución a los problemas de contaminación en el país pasa por la ejecución de un Plan de Descontaminación. Para el éxito de estos planes, se requiere en primer lugar conocer la relación entre los ni-veles de emisión y la concentración de los contaminantes en la atmósfera. Las características básicas de un plan deben ser: 1) metas claras y estables, que permi-tan para el final del período establecido para su cumplimiento haber recuperado la calidad ambiental; 2) gradualidad, es decir metas intermedias, que permitan una disminución gradual de las emisiones; 3) determinación de los responsables de realizar las acciones definidas en el plan y su fiscalización; 4) proporcionalidad, es decir los responsables de la emisión de los contaminantes deben reducirlas en forma proporcional; 5) evaluación costo efectividad, lo cual significa cumplir las metas en el plazo definido y a un mínimo costo. De todo lo anterior, lo más importante es el establecimiento de metas y plazos para reestablecer la calidad ambiental de la región. De lo contrario, al final del período no se habrá cumplido con las metas propuestas, enfrentándonos a un nuevo plan, lo que le quita estabilidad al sistema. ^Se han cumplido las metas y los plazos? Actualmente, la Región Metropolitana se ve enfrentada al segundo plan de descontaminación de esta década. El primero, presentado durante el gobierno del presidente Aylwin, en 1990, se centró en el control del material particulado respirable, monóxido de carbono, óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno. Si bien lo niveles de contaminación se redujeron producto de este plan, en 1996 se declaró la Región Metropolitana saturada por PM10, CO, 03 y latente por Nox. Los óxi-dos de azufre se encontraban dentro de normas. Así, uno de los principios básicos que debe cumplir un plan, como es la definición de metas que permita revertir la situación que pretende controlar no se cumplió. Y peor aún, de acuerdo al propio plan de descontaminación de 1997, las acciones planteadas tampoco aseguran recuperar la calidad ambiental de la región. Ello significa que, al final del período, una vez cumplidas todas las metas en términos de mayores exigencias a fuentes fijas y móviles, inversión en tecnología limpia, cambio en los cumbustibles usados, modificación de los procesos de producción, etc, el problema no se habrá revertido y será necesario poner en marcha nuevas acciones o un nuevo plan. Se realizaron una serie de acciones, suponiendo conocida la relación entre emisión y concentración en la atmósfera, sin embargo, el problema se solucionó en forma parcial. Se pensó llegar a un resultado en un período de tiempo, y ello no fue así. Lo anterior significa que la planificación de inversiones a largo y me-diano plazo por parte del sector privado, será inútil y se verán obligados a hacer un nuevo plan de inversión, con los altos costos que ello involucra. Es decir, no 1 Estados Unidos, han determinado que el 50% de las emisiones contaminantes son producidas por el 10% de los vehículos más antiguos. Como es posible apreciar, el nuevo plan de descontaminación no considera los logros de los distintos sectores y igue imponiendo exigencias, a un costo que no ha sido evaluado en forma adecuada. Además, nada asegura que una vez revisado el plan actualmente vigente, no se formulen nuevas exigencias para estas fuentes. Sin perjuicio de esta disminución, y del cumplimiento de las normas de emisión vigentes, de acuerdo a fuentes oficiales, en situaciones de preemergencia, paralizan 1.182 fuentes fijas, responsables del 30% de las emisiones del sector, siendo la concentración de cada una de ellas igual o superior a 35,4 mg/m3. En situación de emergencia, paralizan 3.308 fuentes, en conjunto responsables del 50% de las emisiones del sector y cuya concentración de superior o igual a 28,9 mg/m3. Lo mismo ocurre con el sector transporte. Independiente del cumplimiento de las normas de emi-sión, los vehículos que no poseen convertidor catalítico están sujetos a restricción vehicular. Esta situación no hace más que generar incertidumbre y desincentivar la reducción de los niveles de emisión por debajo de la norma, tanto en el sector industrial como en el sector transporte. Por otra parte, una reducción adicional por parte de los sectores que más han contribuido a la descontaminación de la Región, no hace más que encarecer los costos del plan en forma excesiva, cuando parece más conveniente destinar esos dineros a tareas de pavimentación, lavado de calles y forestación, el mayor proble-ma de emisiones de este contaminante, que presentan una mucho mejor relación costo-beneficio. esta manera, algunas fuentes invirtieron en tecnología, otras usaron combustibles más limpios, otros modifica-ron sus procesos para minimizar las emisiones y otros, compensaron la diferencia entre su emisión y la exigi-da por la autoridad con otras fuentes que emitían bajo la norma. De igual modo, aquellas fuentes nuevas que deseaban instalarse en la región, debían compensar con fuentes ya existentes el aumento de emisiones que generarían. En este proceso, la autoridad sólo se encargó de llevar un inventario de emisiones y un registro de las compensaciones realizadas. Así, se logró reducir las emisiones totales correspondientes a las fuentes fijas, cuadruplicando el número de fuentes, creando durante la última década más de 22.000 fuentes de trabajo en la Región Metropolitana, sin ejercer presión adicional sobre el medio ambiente. A pesar de sus beneficios, este sistema no promueve incentivos para reducir la cantidad global de emisiones, ni permite compensar con otras fuentes generadoras de partículas. Es por ello que la disminución de los niveles de PM10, el grupo de partículas más gruesas, ha sido más lenta. Se requiere reducir el polvo de calles provenien-te de calles sin pavimentar, lavar las calles, forestar y disminuir el polvo levantado por la construcción y el paso de vehículos. Estas actividades están a cargo del sector público a través de la Intendencia y las Municipalidades. Si bien en la actualidad se está lavando aproximadamente el 25% de las calles de Santiago, y el déficit de pavi-mentación ha disminuido, aún queda mucho por hacer y su agilización requiere de incentivos individuales. El sector privado coopera con el sector público La posibilidad de incorporar al sector privado en esta tarea sería de gran beneficio para toda la comuni-dad. Este sector podría cooperar con las municipalida-des en la pavimentación y lavado de calles, creación de áreas verdes y en la forestación de los faldeos cordille-ranos, para evitar que las lluvias arrastren cantidades de lodo que se depositan en la ciudad. La diferencia de costos de las distintas activida-des para disminuir la concentración de partículas en la atmósfera de Santiago hace propicia esta cooperación. Así, por ejemplo, una industria puede cooperar con una municipalidad en la pavimentación de calles obtenien-do un crédito para aumentar sus emisiones en la misma cantidad o en una cantidad menor, según sean las re-glas del juego. De este modo, se beneficiará la Muni- La importancia de la decisión individual El éxito obtenido en la reducción de las emisiones de PM 10 y en particular de PM2,5, es producto de pro-cesos industriales, lo cual ha puesto de manifiesto la efectividad del sistema de compensaciones, basado en incentivos económicos. Este sistema congeló las emi-siones provenientes de fuentes fijas globales y puntua-les y entregó una senal a las empresas involucradas en el sentido de que una vez cumplida esta meta, la tarea se habría completado. Es decir, les prometió estabili-dad en la norma. Este sistema permitió a las fuentes contar con una meta global y la posibilidad de determinar qué accio-nes tomar para cumplir la meta a un mínimo costo. De 3 Estados Unidos, han determinado que el 50% de las emisiones contaminantes son producidas por el 10% de los vehículos más antiguos. Como es posible apreciar, el nuevo plan de descontaminación no considera los logros de los distintos sectores y igue imponiendo exigencias, a un costo que no ha sido evaluado en forma adecuada. Además, nada asegura que una vez revisado el plan actualmente vigente, no se formulen nuevas exigencias para estas fuentes. Sin perjuicio de esta disminución, y del cumplimiento de las normas de emisión vigentes, de acuerdo a fuentes oficiales, en situaciones de preemergencia, paralizan 1.182 fuentes fijas, responsables del 30% de las emisiones del sector, siendo la concentración de cada una de ellas igual o superior a 35,4 mg/m3. En situación de emergencia, paralizan 3.308 fuentes, en conjunto responsables del 50% de las emisiones del sector y cuya concentración de superior o igual a 28,9 mg/m3. Lo mismo ocurre con el sector transporte. Independiente del cumplimiento de las normas de emi-sión, los vehículos que no poseen convertidor catalítico están sujetos a restricción vehicular. Esta situación no hace más que generar incertidumbre y desincentivar la reducción de los niveles de emisión por debajo de la norma, tanto en el sector industrial como en el sector transporte. Por otra parte, una reducción adicional por parte de los sectores que más han contribuido a la descontaminación de la Región, no hace más que encarecer los costos del plan en forma excesiva, cuando parece más conveniente destinar esos dineros a tareas de pavimentación, lavado de calles y forestación, el mayor proble-ma de emisiones de este contaminante, que presentan una mucho mejor relación costo-beneficio. esta manera, algunas fuentes invirtieron en tecnología, otras usaron combustibles más limpios, otros modifica-ron sus procesos para minimizar las emisiones y otros, compensaron la diferencia entre su emisión y la exigi-da por la autoridad con otras fuentes que emitían bajo la norma. De igual modo, aquellas fuentes nuevas que deseaban instalarse en la región, debían compensar con fuentes ya existentes el aumento de emisiones que generarían. En este proceso, la autoridad sólo se encargó de llevar un inventario de emisiones y un registro de las compensaciones realizadas. Así, se logró reducir las emisiones totales correspondientes a las fuentes fijas, cuadruplicando el número de fuentes, creando durante la última década más de 22.000 fuentes de trabajo en la Región Metropolitana, sin ejercer presión adicional sobre el medio ambiente. A pesar de sus beneficios, este sistema no promueve incentivos para reducir la cantidad global de emisiones, ni permite compensar con otras fuentes generadoras de partículas. Es por ello que la disminución de los niveles de PM10, el grupo de partículas más gruesas, ha sido más lenta. Se requiere reducir el polvo de calles provenien-te de calles sin pavimentar, lavar las calles, forestar y disminuir el polvo levantado por la construcción y el paso de vehículos. Estas actividades están a cargo del sector público a través de la Intendencia y las Municipalidades. Si bien en la actualidad se está lavando aproximadamente el 25% de las calles de Santiago, y el déficit de pavi-mentación ha disminuido, aún queda mucho por hacer y su agilización requiere de incentivos individuales. El sector privado coopera con el sector público La posibilidad de incorporar al sector privado en esta tarea sería de gran beneficio para toda la comuni-dad. Este sector podría cooperar con las municipalida-des en la pavimentación y lavado de calles, creación de áreas verdes y en la forestación de los faldeos cordille-ranos, para evitar que las lluvias arrastren cantidades de lodo que se depositan en la ciudad. La diferencia de costos de las distintas activida-des para disminuir la concentración de partículas en la atmósfera de Santiago hace propicia esta cooperación. Así, por ejemplo, una industria puede cooperar con una municipalidad en la pavimentación de calles obtenien-do un crédito para aumentar sus emisiones en la misma cantidad o en una cantidad menor, según sean las re-glas del juego. De este modo, se beneficiará la Muni- La importancia de la decisión individual El éxito obtenido en la reducción de las emisiones de PM 10 y en particular de PM2,5, es producto de pro-cesos industriales, lo cual ha puesto de manifiesto la efectividad del sistema de compensaciones, basado en incentivos económicos. Este sistema congeló las emi-siones provenientes de fuentes fijas globales y puntua-les y entregó una senal a las empresas involucradas en el sentido de que una vez cumplida esta meta, la tarea se habría completado. Es decir, les prometió estabili-dad en la norma. Este sistema permitió a las fuentes contar con una meta global y la posibilidad de determinar qué accio-nes tomar para cumplir la meta a un mínimo costo. De 3 cipalidad, la industria y lo más importante el medio ambiente y la población en general. La demora en este progreso se ha debido en parte al hecho de que los organismos estatales creen saber todo lo que se debe saber, para determinar la mejor ma-nera de reducir las emisiones de las distintas fuentes contaminantes. El sistema de compensaciones ha mostrado lo contrario. Sin la intervención estatal se han logrado metas ambientales importantes. local, sino que contribuye a un problema de contaminación atmosférico regional, entonces no debemos preocuparnos de donde provenga la reducción, sólo que ella se haga efectiva. Es así como entonces, los incentivos de mercado pueden usarse para acelerar las reducción de emisiones al precio más razonable. Estas soluciones de bajo cos-to deben ser llevadas a cabo en primer lugar, con el ob-jeto de construir y promover una economía robusta. La cooperación entre distintos actores requiere de ciertas exigencias. En primer lugar, se requiere de un buen sistema de monitoreo y del registro de transaccio-nes para verificar dichas reducciones. Esta verifica-ción tiene dos propósitos: 1) imponer requisitos para que la opinión pública compruebe el progreso logrado, y 2) las reducciones certificadas tienen un mayor pre-cio de venta en el mercado. Cuando tiene que intervenir el Estado Los procesos de comando y control, por ejemplo el establecimiento de normas de emisión por parte de la autoridad, que deben cumplir las fuentes emisoras, tanto fijas como móviles, funcionan cuando no se co-mete ningún error. Este es el caso, por ejemplo, cuando existen cier-tos compuestos que afectan en forma importante la sa-lud de la población , como podría ser la prohibición de plomo en la gasolina o en las pintura. También se usa este tipo de acciones cuando la emisión de un determi-nado elemento proviene de un solo proceso, donde la tecnología de abatimiento es única (por ejemplo con-troles sobre percloroetileno en tintorerías o recupera-ción de vapor en estaciones de servicio); y por último cuando las tecnologías de control están bien estableci-das y los costos son básicamente los mismos para todas las fuentes reguladas, como es el caso del uso de filtros de partículas para fabricas industriales. Sin embargo, se requiere una revisión contínua de estas regulaciones ante los avances tecnológicos. ^Qué nos ensena la experiencia extranjera? En Estados Unidos, este sistema se introdujo en vista del alto costo que significaban los sistemas de comando y control. En ese país, la industria ha logra-do las metas a la mitad del costo que hubiera sido necesario bajo un sistema de comando y control. Aprovechemos la oportunidad En Chile, no disponemos de los recursos del país del norte, para dilapidar. No podemos esperar llegar al ano 2011, plazo final para el Plan de Descontamina-ción vigente, para darnos cuenta que las acciones que hemos disenado no han logrado las metas planteadas. Debemos crear la estabilidad necesaria para que el sis-tema funcione, y seamos capaces de proteger la salud de nuestra población y nuestros recursos naturales. Ello pasa por congelar las emisiones globales de la re-gión, no congelar el parque industrial, ni el parque au-tomotriz, ni el crecimiento de Santiago. El único sis-tema que nos permite hacerlo al mínimo costo es la asignación de derechos de propiedad sobre las emisio-nes globales a la atmosfera. No debemos dejar pasar la oportunidad que nos ofrece el mercado para solucionar nuestros problemas ambientales en forma eficiente y a un mínimo costo. Son los sistemas de mercado, en especial el sistema de permisos transables, los que per-mitirán tener la estabilidad necesaria para progresar en armonía con el medio ambiente. PMA El Mercado como alternativa La alternativa a estas regulaciones es el uso de incentivos de mercado. El concepto general es que se exige un determinado rendimiento y la fuente emisora tiene el derecho de determinar cómo cumplir dicho objetivo En este caso es función del gobierno fijar los estándares de calidad ambiental que protejan la salud de la población y asegurar el progreso hacia su conse-cución. Dado que son los empresarios quienes mejor conocen sus operaciones y las oportunidades para reducir sus emisiones (pérdidas de productos) y maximizar sus utilidades, el gobierno debe mantenerse al margen de este proceso. Cuando la emisión de un contaminante no crea peligro sobre la salud de la población en forma 4 REGULACION AMBIENTAL EXTRACCION DE ARI DOS La aprobación del proyecto senalado, nos podría llevar a someter a evaluación de impacto ambiental a cualquier actividad de extracción, por mínima que sea, como por ejemplo un hoyo para depositar los desechos provenientes de un campamento de verano. Ello ocasionaría que estos desechos queden a la intemperie, o se viertan a cursos de agua, provocando problemas peores que los que se desea solucionar. En enero pasado, diputados de gobierno y oposición, presentaron un proyec-to de modificación a la Ley de Bases del Medio Ambiente, con el fin de someter a evaluación de impacto ambiental todas las actividades de extracción de áridos, no sólo aquellas con el apelativo de «industrial». Ello requiere modificar el artí-culo 10 de la Ley 19.300, eliminando la pálabra "industrial" de su letra i). Esta moción tiene como fundamento el hecho de que «cualquiera sean los própositos y métodos de trabajo para la extracción de áridos, esta actividad, pro-duce pozos utilizables como vertederos de residuos sólidos domiciliarios, espe-cialmente si se encuentran en las proximidades del radio urbano de las ciudades, provocando en éstas serios efectos nocivos para el medio ambiente y las condi-ciones de vida de la población.» En primer lugar es preciso mencionar que todas las modificaciones que se desean incorporar a la ley de bases del medio ambiente van en dirección contra-ria; es decir tienden a simplificar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambien-tal y eximir de él a actividades o proyectos de poca envergadura, cuyo impacto ambiental no presente efectos "significativos" sobre el medio ambiente. Por otra parte, dicha ley fue disenada para encauzar las acciones de nuevas actividades o proyectos de manera de minimizar los impactos ambientales. Si bien uno de los mayores problemas que afecta nuestro país es la disposi-ción de desechos domiciliaros debido al gran número de vertederos ilegales, su solución requiere revisar la legislación respecto de la creación, habilitación y procesamiento de vertederos y su fiscalización, no a la extracción de áridos. A nuestro parecer, y de acuerdo al "Diagnóstico de la Situación Actual de los Residuos Sólidos Domiciliarios en la Región Metropolitana" editado por la CONAMA en 1996, no es la extracción de áridos la que produce el problema, sino la incorrecta regulación de los vertederos o la mínima fiscalización de los vertederos ilegales por parte de las Municipalidades. Se requiere entonces recu-perar estas zonas transformándolas en áreas de recreación y esparcimiento para la comunidad o botaderos controlados, permitiendo la disposición de residuos sóli-dos inertes, procedentes de la construcción, lo que es una alternativa viable para lograr su recuperación. La aprobación del proyecto senalado, nos podría llevar a someter a evalua-ción de impacto ambiental a cualquier actividad de extracción, por mínima que sea, como por ejemplo un hoyo para depositar los desechos provenientes de un campamento de verano. Ello ocasionaría que estos desechos queden a la intem-perie, o se viertan a cursos de agua, provocando problemas peores que los que se desea solucionar. PMA 5 CRONICA AMBIENTAL LA AMENAZA DEL RADON Al explorar verdades económicas y científicas, se revela cómo y por qué algunas regulaciones ambientales en lugar de disminuir el dano producido en la salud y el medio ambiente, lo aumentan. La pseudo ciencia no sólo prevalece en temas de gran relevancia como el calentamiento global, sino tambien en temas menores como el presunto dano existente en el subterráneo de su casa por efecto de la radiación con radón. El radón es un gas natural que proviene del uranio. Existe en pequenas cantidades en prácticamente todas partes y se ha encontrado en grandes concentraciones, en áreas donde se han acumulado gases que han emanado de rocas naturales, en lugares cerrados, tales como minas y subterráneos. El gas radón decae en forma natural, y algunos de los isótopos que resultan de este proceso pueden causar cáncer pulmonar, bajo exposición a altas dosis. Los efectos cancerígenos de altas dosis de radón han sido demostrados a través de estudios efectuados en mineros que han estado expuestos a altos nive-les de este gas durante períodos de tiempo prolongados. El radón parece ser particularmente cancerígeno cuando interactúa en forma sinérgica con el humo del tabaco. Pero, si altos niveles de radón pueden causar cáncer pulmonar, ^ son tam-bién cancerígenas bajas dosis o exposiciones sólo durante algunos minutos? No necesariamente. Después de todo, podemos morir producto de altas concentraciones de sal y alcohol; sin embargo, bajas dosis son buenas para la salud. En 1980, un estudio masivo a 140.000 chinos, la mitad de los cuales vivía en un área con alto nivel natural de radón, y la otra mitad en un área con niveles mu-cho menores, no encontró diferencias estadísticamente significativas en ambos grupos. Así, el efecto cancerígeno del radón parece ser no lineal. La exposición a altos niveles puede causar cáncer, pero niveles más moderados parece no tener efecto alguno en la salud humana. Los estudios en minas de uranio no muestran efecto adverso en la salud de los mineros, cuando ellos son expuestos a niveles de radón inferior a 12.000 picocuris por litro de aire (pC/It). En vista de esta evidencia, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) anunció que la exposición al radón en dosis mayores de 4 pC/It podría causar cáncer. La EPA determinó entonces, que una casa particular debe-ría reducir el nivel de radón en su subterráneo, si éste excedía el nivel de 4 pC/lt. Este nivel se estableció asumiendo que las personas pasan al menos el 70% de su vida al interior de sus casas y la mayor parte de ese tiempo en el subterráneo, lugar donde se observan los máximos niveles de radón. La EPA procedió entonces a aterrorizar a la población con publicidad mal direccionada. Un comercial de TV daba a entender que vivir en un hogar con radón era equivalente a ser irradiado en forma contínua con rayos X. El costo total de modificar los hogares y escuelas para cumplir con los criterior de la EPA va-ría entre US$ 10 y 100 billones. Este dinero podría usarse en mejorar la educa-ción, o en permitir a la gente ser feliz, gastándolo en lo que mejor les parezca, en lugar de gastarlo para hacer feliz a los burócratas y expandir el ya sobredimen-sionado aparato estatal. PMA Bolch, Ben y Lyons Harold, Apocalypse Not : Science, Economics, and Environmentalism 6 Durante el mes de abril, se superó la norma de calidad de aire para gases en 15 ocasiones, En esta sección se muestran los indicadores de calidad de aire de Santiago (Abril de 1999) comparados con los indicadores de la ciudad de Londres (Octubre de 1998). Asimismo, se compara la situación ambiental actual con la de los anos pasados. Los datos que se consignan en la Tabla N° 2 y que se grafican en el Cuadro N° 1, muestran que durante Abril, en Santiago se superó la norma de calidad de producto de las altas concentraciones de ozono. En cuanto alas partículas respirables, se superó la norma en 7 oportunidades y se declaró preemergencia en 3 de ellas. En Londres, durante todo el mes la calidad ambiental se mantuvo dentro de normas. aire para gases durante 15 días, en razón de las altas concentraciones de ozono. En cuanto al índice para partículas respirables, consignado en el Cuadro N°2, se superó la norma de calidad de aire en siete oportunidades, una de las cuales alcanzó niveles de emergencia ambiental. Sin embargo, sólo se declaró preemergencia en tres oportunidades durante el mes. En Londres, se consideraron los datos de calidad del aire del mes de Octubre, equivalente a Abril en el hemisferio sur, con el fin de hacer comparable la información de am-bas ciudades. En Londres, el nivel de calidad de aire, tanto para gases 7 como para partículas se mantuvo dentro de normas. La Tabla N° 1 compara la situación ambiental de los tres últimos anos en Santiago. Podemos observar que durante el primer cuatrimestre de 1999, se ha observado una disminu-ción de los indicadores máximos de calidad de aire para gases en Santiago, aunque no se observa una tendencia clara en cuanto al número de días en que se supera la norma. En cuanto a la contaminación por material partículado respirable, la situación es más inestable, posiblemente debido a la situación anormal observada en 1998. PMA Fuente: ServiciodeSaluddelAmbiente,Santiago, Chile. - DepartamentodelMedioAmbiente,Londres, Inglaterra. (1)Contaminantequesobrepasalanorma. 03: Ozono; CO: Monóxido de Carbono; N02: Dióxido de Nitrógneo; SO2: Anhídrido Sulfuroso(2)Estado:A=Alerta;P=Preemergencia;E = Emergencia LosíndicesdecalidaddeaireparaLondresseconstruyeronsobrelabasedelasnormasdecalidad de aire que rigen en Chile, de acuerdo a la Resolución N'369 del 12 de abril 1988, del Ministerio de Salud. 8