^Se han cumplido las metas y los plazos?

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De acuerdo a la legislación chilena, la solución a los problemas de contaminación en el país pasa por la ejecución de un Plan de Descontaminación. Para el
éxito de estos planes, se requiere en primer lugar conocer la relación entre los ni-veles
de emisión y la concentración de los contaminantes en la atmósfera. Las
características básicas de un plan deben ser: 1) metas claras y estables, que permi-tan
para el final del período establecido para su cumplimiento haber recuperado la calidad
ambiental; 2) gradualidad, es decir metas intermedias, que permitan una disminución
gradual de las emisiones; 3) determinación de los responsables de realizar las acciones
definidas en el plan y su fiscalización; 4) proporcionalidad, es decir los responsables
de la emisión de los contaminantes deben reducirlas en forma proporcional; 5)
evaluación costo efectividad, lo cual significa cumplir las metas en el plazo definido y
a un mínimo costo.
De todo lo anterior, lo más importante es el establecimiento de metas y plazos
para reestablecer la calidad ambiental de la región. De lo contrario, al final del
período no se habrá cumplido con las metas propuestas, enfrentándonos a un nuevo
plan, lo que le quita estabilidad al sistema.
^Se han cumplido las metas y los plazos?
Actualmente, la Región Metropolitana se ve enfrentada al segundo plan de
descontaminación de esta década. El primero, presentado durante el gobierno del
presidente Aylwin, en 1990, se centró en el control del material particulado respirable, monóxido de carbono, óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno. Si bien lo
niveles de contaminación se redujeron producto de este plan, en 1996 se declaró la
Región Metropolitana saturada por PM10, CO, 03 y latente por Nox. Los óxi-dos de
azufre se encontraban dentro de normas.
Así, uno de los principios básicos que debe cumplir un plan, como es la definición de metas que permita revertir la situación que pretende controlar no se
cumplió. Y peor aún, de acuerdo al propio plan de descontaminación de 1997, las
acciones planteadas tampoco aseguran recuperar la calidad ambiental de la región.
Ello significa que, al final del período, una vez cumplidas todas las metas en
términos de mayores exigencias a fuentes fijas y móviles, inversión en tecnología
limpia, cambio en los cumbustibles usados, modificación de los procesos de producción, etc, el problema no se habrá revertido y será necesario poner en marcha
nuevas acciones o un nuevo plan.
Se realizaron una serie de acciones, suponiendo conocida la relación entre
emisión y concentración en la atmósfera, sin embargo, el problema se solucionó en
forma parcial. Se pensó llegar a un resultado en un período de tiempo, y ello no fue
así. Lo anterior significa que la planificación de inversiones a largo y me-diano plazo
por parte del sector privado, será inútil y se verán obligados a hacer un nuevo plan de
inversión, con los altos costos que ello involucra. Es decir, no
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Estados Unidos, han determinado que el 50% de las
emisiones contaminantes son producidas por el 10% de
los vehículos más antiguos.
Como es posible apreciar, el nuevo plan de descontaminación no considera los logros de los distintos
sectores y igue imponiendo exigencias, a un costo que no
ha sido evaluado en forma adecuada. Además, nada
asegura que una vez revisado el plan actualmente vigente,
no se formulen nuevas exigencias para estas fuentes.
Sin perjuicio de esta disminución, y del cumplimiento de las normas de emisión vigentes, de acuerdo a
fuentes oficiales, en situaciones de preemergencia,
paralizan 1.182 fuentes fijas, responsables del 30% de las
emisiones del sector, siendo la concentración de cada una
de ellas igual o superior a 35,4 mg/m3. En situación de
emergencia, paralizan 3.308 fuentes, en conjunto
responsables del 50% de las emisiones del sector y cuya
concentración de superior o igual a 28,9 mg/m3. Lo
mismo ocurre con el sector transporte. Independiente del
cumplimiento de las normas de emi-sión, los vehículos
que no poseen convertidor catalítico están sujetos a
restricción vehicular.
Esta situación no hace más que generar incertidumbre y desincentivar la reducción de los niveles de
emisión por debajo de la norma, tanto en el sector
industrial como en el sector transporte.
Por otra parte, una reducción adicional por parte de
los sectores que más han contribuido a la descontaminación de la Región, no hace más que encarecer los
costos del plan en forma excesiva, cuando parece más
conveniente destinar esos dineros a tareas de pavimentación, lavado de calles y forestación, el mayor proble-ma
de emisiones de este contaminante, que presentan una
mucho mejor relación costo-beneficio.
esta manera, algunas fuentes invirtieron en tecnología,
otras usaron combustibles más limpios, otros modifica-ron
sus procesos para minimizar las emisiones y otros,
compensaron la diferencia entre su emisión y la exigi-da
por la autoridad con otras fuentes que emitían bajo la
norma.
De igual modo, aquellas fuentes nuevas que deseaban instalarse en la región, debían compensar con
fuentes ya existentes el aumento de emisiones que generarían. En este proceso, la autoridad sólo se encargó
de llevar un inventario de emisiones y un registro de las
compensaciones realizadas. Así, se logró reducir las
emisiones totales correspondientes a las fuentes fijas,
cuadruplicando el número de fuentes, creando durante la
última década más de 22.000 fuentes de trabajo en la
Región Metropolitana, sin ejercer presión adicional sobre
el medio ambiente. A pesar de sus beneficios, este
sistema no promueve incentivos para reducir la cantidad
global de emisiones, ni permite compensar con otras
fuentes generadoras de partículas.
Es por ello que la disminución de los niveles de
PM10, el grupo de partículas más gruesas, ha sido más
lenta. Se requiere reducir el polvo de calles provenien-te
de calles sin pavimentar, lavar las calles, forestar y
disminuir el polvo levantado por la construcción y el paso
de vehículos.
Estas actividades están a cargo del sector público a
través de la Intendencia y las Municipalidades. Si bien en
la actualidad se está lavando aproximadamente el 25% de
las calles de Santiago, y el déficit de pavi-mentación ha
disminuido, aún queda mucho por hacer y su agilización
requiere de incentivos individuales.
El sector privado coopera con el sector público
La posibilidad de incorporar al sector privado en esta
tarea sería de gran beneficio para toda la comuni-dad.
Este sector podría cooperar con las municipalida-des en
la pavimentación y lavado de calles, creación de áreas
verdes y en la forestación de los faldeos cordille-ranos,
para evitar que las lluvias arrastren cantidades de lodo que
se depositan en la ciudad.
La diferencia de costos de las distintas activida-des
para disminuir la concentración de partículas en la
atmósfera de Santiago hace propicia esta cooperación.
Así, por ejemplo, una industria puede cooperar con una
municipalidad en la pavimentación de calles obtenien-do
un crédito para aumentar sus emisiones en la misma
cantidad o en una cantidad menor, según sean las re-glas
del juego. De este modo, se beneficiará la Muni-
La importancia de la decisión individual
El éxito obtenido en la reducción de las emisiones de
PM 10 y en particular de PM2,5, es producto de pro-cesos
industriales, lo cual ha puesto de manifiesto la efectividad
del sistema de compensaciones, basado en incentivos
económicos. Este sistema congeló las emi-siones
provenientes de fuentes fijas globales y puntua-les y
entregó una senal a las empresas involucradas en el
sentido de que una vez cumplida esta meta, la tarea se
habría completado. Es decir, les prometió estabili-dad en
la norma.
Este sistema permitió a las fuentes contar con una
meta global y la posibilidad de determinar qué accio-nes
tomar para cumplir la meta a un mínimo costo. De
3
Estados Unidos, han determinado que el 50% de las
emisiones contaminantes son producidas por el 10% de
los vehículos más antiguos.
Como es posible apreciar, el nuevo plan de descontaminación no considera los logros de los distintos
sectores y igue imponiendo exigencias, a un costo que no
ha sido evaluado en forma adecuada. Además, nada
asegura que una vez revisado el plan actualmente vigente,
no se formulen nuevas exigencias para estas fuentes.
Sin perjuicio de esta disminución, y del cumplimiento de las normas de emisión vigentes, de acuerdo a
fuentes oficiales, en situaciones de preemergencia,
paralizan 1.182 fuentes fijas, responsables del 30% de las
emisiones del sector, siendo la concentración de cada una
de ellas igual o superior a 35,4 mg/m3. En situación de
emergencia, paralizan 3.308 fuentes, en conjunto
responsables del 50% de las emisiones del sector y cuya
concentración de superior o igual a 28,9 mg/m3. Lo
mismo ocurre con el sector transporte. Independiente del
cumplimiento de las normas de emi-sión, los vehículos
que no poseen convertidor catalítico están sujetos a
restricción vehicular.
Esta situación no hace más que generar incertidumbre y desincentivar la reducción de los niveles de
emisión por debajo de la norma, tanto en el sector
industrial como en el sector transporte.
Por otra parte, una reducción adicional por parte de
los sectores que más han contribuido a la descontaminación de la Región, no hace más que encarecer los
costos del plan en forma excesiva, cuando parece más
conveniente destinar esos dineros a tareas de pavimentación, lavado de calles y forestación, el mayor proble-ma
de emisiones de este contaminante, que presentan una
mucho mejor relación costo-beneficio.
esta manera, algunas fuentes invirtieron en tecnología,
otras usaron combustibles más limpios, otros modifica-ron
sus procesos para minimizar las emisiones y otros,
compensaron la diferencia entre su emisión y la exigi-da
por la autoridad con otras fuentes que emitían bajo la
norma.
De igual modo, aquellas fuentes nuevas que deseaban instalarse en la región, debían compensar con
fuentes ya existentes el aumento de emisiones que generarían. En este proceso, la autoridad sólo se encargó de
llevar un inventario de emisiones y un registro de las
compensaciones realizadas. Así, se logró reducir las
emisiones totales correspondientes a las fuentes fijas,
cuadruplicando el número de fuentes, creando durante la
última década más de 22.000 fuentes de trabajo en la
Región Metropolitana, sin ejercer presión adicional sobre
el medio ambiente. A pesar de sus beneficios, este
sistema no promueve incentivos para reducir la cantidad
global de emisiones, ni permite compensar con otras
fuentes generadoras de partículas.
Es por ello que la disminución de los niveles de
PM10, el grupo de partículas más gruesas, ha sido más
lenta. Se requiere reducir el polvo de calles provenien-te
de calles sin pavimentar, lavar las calles, forestar y
disminuir el polvo levantado por la construcción y el paso
de vehículos.
Estas actividades están a cargo del sector público a
través de la Intendencia y las Municipalidades. Si bien
en la actualidad se está lavando aproximadamente el 25%
de las calles de Santiago, y el déficit de pavi-mentación
ha disminuido, aún queda mucho por hacer y su
agilización requiere de incentivos individuales.
El sector privado coopera con el sector público
La posibilidad de incorporar al sector privado en esta
tarea sería de gran beneficio para toda la comuni-dad.
Este sector podría cooperar con las municipalida-des en la
pavimentación y lavado de calles, creación de áreas verdes
y en la forestación de los faldeos cordille-ranos, para
evitar que las lluvias arrastren cantidades de lodo que se
depositan en la ciudad.
La diferencia de costos de las distintas activida-des
para disminuir la concentración de partículas en la
atmósfera de Santiago hace propicia esta cooperación.
Así, por ejemplo, una industria puede cooperar con una
municipalidad en la pavimentación de calles obtenien-do
un crédito para aumentar sus emisiones en la misma
cantidad o en una cantidad menor, según sean las re-glas
del juego. De este modo, se beneficiará la Muni-
La importancia de la decisión individual
El éxito obtenido en la reducción de las emisiones de
PM 10 y en particular de PM2,5, es producto de pro-cesos
industriales, lo cual ha puesto de manifiesto la efectividad
del sistema de compensaciones, basado en incentivos
económicos. Este sistema congeló las emi-siones
provenientes de fuentes fijas globales y puntua-les y
entregó una senal a las empresas involucradas en el
sentido de que una vez cumplida esta meta, la tarea se
habría completado. Es decir, les prometió estabili-dad en
la norma.
Este sistema permitió a las fuentes contar con una
meta global y la posibilidad de determinar qué accio-nes
tomar para cumplir la meta a un mínimo costo. De
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cipalidad, la industria y lo más importante el medio
ambiente y la población en general.
La demora en este progreso se ha debido en parte al
hecho de que los organismos estatales creen saber todo lo
que se debe saber, para determinar la mejor ma-nera de
reducir las emisiones de las distintas fuentes
contaminantes. El sistema de compensaciones ha mostrado lo contrario. Sin la intervención estatal se han logrado metas ambientales importantes.
local, sino que contribuye a un problema de contaminación atmosférico regional, entonces no debemos preocuparnos de donde provenga la reducción, sólo que ella se
haga efectiva.
Es así como entonces, los incentivos de mercado
pueden usarse para acelerar las reducción de emisiones al
precio más razonable. Estas soluciones de bajo cos-to
deben ser llevadas a cabo en primer lugar, con el ob-jeto
de construir y promover una economía robusta.
La cooperación entre distintos actores requiere de
ciertas exigencias. En primer lugar, se requiere de un buen
sistema de monitoreo y del registro de transaccio-nes para
verificar dichas reducciones. Esta verifica-ción tiene dos
propósitos: 1) imponer requisitos para que la opinión
pública compruebe el progreso logrado, y 2) las
reducciones certificadas tienen un mayor pre-cio de venta
en el mercado.
Cuando tiene que intervenir el Estado
Los procesos de comando y control, por ejemplo el
establecimiento de normas de emisión por parte de la
autoridad, que deben cumplir las fuentes emisoras, tanto
fijas como móviles, funcionan cuando no se co-mete
ningún error.
Este es el caso, por ejemplo, cuando existen cier-tos
compuestos que afectan en forma importante la sa-lud de
la población , como podría ser la prohibición de plomo en
la gasolina o en las pintura. También se usa este tipo de
acciones cuando la emisión de un determi-nado elemento
proviene de un solo proceso, donde la tecnología de
abatimiento es única (por ejemplo con-troles sobre
percloroetileno en tintorerías o recupera-ción de vapor en
estaciones de servicio); y por último cuando las
tecnologías de control están bien estableci-das y los
costos son básicamente los mismos para todas las fuentes
reguladas, como es el caso del uso de filtros de partículas
para fabricas industriales. Sin embargo, se requiere una
revisión contínua de estas regulaciones ante los avances
tecnológicos.
^Qué nos ensena la experiencia extranjera?
En Estados Unidos, este sistema se introdujo en vista
del alto costo que significaban los sistemas de comando y
control. En ese país, la industria ha logra-do las metas a
la mitad del costo que hubiera sido necesario bajo un
sistema de comando y control.
Aprovechemos la oportunidad
En Chile, no disponemos de los recursos del país del
norte, para dilapidar. No podemos esperar llegar al ano
2011, plazo final para el Plan de Descontamina-ción
vigente, para darnos cuenta que las acciones que hemos
disenado no han logrado las metas planteadas. Debemos
crear la estabilidad necesaria para que el sis-tema
funcione, y seamos capaces de proteger la salud de nuestra
población y nuestros recursos naturales. Ello pasa por
congelar las emisiones globales de la re-gión, no congelar
el parque industrial, ni el parque au-tomotriz, ni el
crecimiento de Santiago. El único sis-tema que nos permite
hacerlo al mínimo costo es la asignación de derechos de
propiedad sobre las emisio-nes globales a la atmosfera.
No debemos dejar pasar la oportunidad que nos ofrece el
mercado para solucionar nuestros problemas ambientales
en forma eficiente y a un mínimo costo. Son los sistemas
de mercado, en especial el sistema de permisos transables,
los que per-mitirán tener la estabilidad necesaria para
progresar en armonía con el medio ambiente. PMA
El Mercado como alternativa
La alternativa a estas regulaciones es el uso de
incentivos de mercado. El concepto general es que se
exige un determinado rendimiento y la fuente emisora
tiene el derecho de determinar cómo cumplir dicho
objetivo En este caso es función del gobierno fijar los
estándares de calidad ambiental que protejan la salud de la
población y asegurar el progreso hacia su conse-cución.
Dado que son los empresarios quienes mejor conocen sus operaciones y las oportunidades para reducir
sus emisiones (pérdidas de productos) y maximizar sus
utilidades, el gobierno debe mantenerse al margen de este
proceso. Cuando la emisión de un contaminante no crea
peligro sobre la salud de la población en forma
4
REGULACION AMBIENTAL
EXTRACCION DE ARI DOS
La aprobación del proyecto
senalado, nos podría llevar
a someter a evaluación de
impacto ambiental a
cualquier actividad de
extracción, por mínima que
sea, como por ejemplo un
hoyo para depositar los
desechos provenientes de
un campamento de verano.
Ello ocasionaría que estos
desechos queden a la
intemperie, o se viertan a
cursos de agua,
provocando problemas
peores que los que se desea
solucionar.
En enero pasado, diputados de gobierno y oposición, presentaron un proyec-to
de modificación a la Ley de Bases del Medio Ambiente, con el fin de someter a
evaluación de impacto ambiental todas las actividades de extracción de áridos, no sólo
aquellas con el apelativo de «industrial». Ello requiere modificar el artí-culo 10 de la
Ley 19.300, eliminando la pálabra "industrial" de su letra i).
Esta moción tiene como fundamento el hecho de que «cualquiera sean los
própositos y métodos de trabajo para la extracción de áridos, esta actividad, pro-duce
pozos utilizables como vertederos de residuos sólidos domiciliarios, espe-cialmente si
se encuentran en las proximidades del radio urbano de las ciudades, provocando en
éstas serios efectos nocivos para el medio ambiente y las condi-ciones de vida de la
población.»
En primer lugar es preciso mencionar que todas las modificaciones que se
desean incorporar a la ley de bases del medio ambiente van en dirección contra-ria; es
decir tienden a simplificar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambien-tal y eximir
de él a actividades o proyectos de poca envergadura, cuyo impacto ambiental no
presente efectos "significativos" sobre el medio ambiente. Por otra parte, dicha ley
fue disenada para encauzar las acciones de nuevas actividades o proyectos de manera
de minimizar los impactos ambientales.
Si bien uno de los mayores problemas que afecta nuestro país es la disposi-ción
de desechos domiciliaros debido al gran número de vertederos ilegales, su solución
requiere revisar la legislación respecto de la creación, habilitación y procesamiento de
vertederos y su fiscalización, no a la extracción de áridos.
A nuestro parecer, y de acuerdo al "Diagnóstico de la Situación Actual de los
Residuos Sólidos Domiciliarios en la Región Metropolitana" editado por la CONAMA
en 1996, no es la extracción de áridos la que produce el problema, sino la incorrecta
regulación de los vertederos o la mínima fiscalización de los vertederos ilegales por
parte de las Municipalidades. Se requiere entonces recu-perar estas zonas
transformándolas en áreas de recreación y esparcimiento para la comunidad o
botaderos controlados, permitiendo la disposición de residuos sóli-dos inertes,
procedentes de la construcción, lo que es una alternativa viable para lograr su
recuperación.
La aprobación del proyecto senalado, nos podría llevar a someter a evalua-ción
de impacto ambiental a cualquier actividad de extracción, por mínima que sea, como
por ejemplo un hoyo para depositar los desechos provenientes de un campamento de
verano. Ello ocasionaría que estos desechos queden a la intem-perie, o se viertan a
cursos de agua, provocando problemas peores que los que se desea solucionar. PMA
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CRONICA AMBIENTAL
LA AMENAZA DEL RADON
Al explorar verdades económicas y científicas, se revela cómo y por qué
algunas regulaciones ambientales en lugar de disminuir el dano producido en la salud
y el medio ambiente, lo aumentan.
La pseudo ciencia no sólo prevalece en temas de gran relevancia como el
calentamiento global, sino tambien en temas menores como el presunto dano
existente en el subterráneo de su casa por efecto de la radiación con radón.
El radón es un gas natural que proviene del uranio. Existe en pequenas
cantidades en prácticamente todas partes y se ha encontrado en grandes concentraciones, en áreas donde se han acumulado gases que han emanado de rocas
naturales, en lugares cerrados, tales como minas y subterráneos. El gas radón decae en
forma natural, y algunos de los isótopos que resultan de este proceso pueden causar
cáncer pulmonar, bajo exposición a altas dosis.
Los efectos cancerígenos de altas dosis de radón han sido demostrados a través
de estudios efectuados en mineros que han estado expuestos a altos nive-les de este
gas durante períodos de tiempo prolongados. El radón parece ser particularmente
cancerígeno cuando interactúa en forma sinérgica con el humo del tabaco.
Pero, si altos niveles de radón pueden causar cáncer pulmonar, ^ son tam-bién
cancerígenas bajas dosis o exposiciones sólo durante algunos minutos? No
necesariamente. Después de todo, podemos morir producto de altas concentraciones de sal y alcohol; sin embargo, bajas dosis son buenas para la salud. En 1980,
un estudio masivo a 140.000 chinos, la mitad de los cuales vivía en un área con alto
nivel natural de radón, y la otra mitad en un área con niveles mu-cho menores, no
encontró diferencias estadísticamente significativas en ambos grupos. Así, el efecto
cancerígeno del radón parece ser no lineal. La exposición a altos niveles puede
causar cáncer, pero niveles más moderados parece no tener efecto alguno en la salud
humana. Los estudios en minas de uranio no muestran efecto adverso en la salud de
los mineros, cuando ellos son expuestos a niveles de radón inferior a 12.000 picocuris
por litro de aire (pC/It).
En vista de esta evidencia, la Agencia de Protección Ambiental de Estados
Unidos (EPA) anunció que la exposición al radón en dosis mayores de 4 pC/It podría
causar cáncer. La EPA determinó entonces, que una casa particular debe-ría reducir
el nivel de radón en su subterráneo, si éste excedía el nivel de 4 pC/lt. Este nivel se
estableció asumiendo que las personas pasan al menos el 70% de su vida al interior
de sus casas y la mayor parte de ese tiempo en el subterráneo, lugar donde se
observan los máximos niveles de radón.
La EPA procedió entonces a aterrorizar a la población con publicidad mal
direccionada. Un comercial de TV daba a entender que vivir en un hogar con radón era equivalente a ser irradiado en forma contínua con rayos X. El costo total de
modificar los hogares y escuelas para cumplir con los criterior de la EPA va-ría
entre US$ 10 y 100 billones. Este dinero podría usarse en mejorar la educa-ción, o
en permitir a la gente ser feliz, gastándolo en lo que mejor les parezca, en lugar de
gastarlo para hacer feliz a los burócratas y expandir el ya sobredimen-sionado
aparato estatal. PMA
Bolch, Ben y Lyons Harold, Apocalypse Not : Science, Economics, and Environmentalism
6
Durante el mes de abril, se
superó la norma de
calidad de aire para
gases en 15 ocasiones,
En esta sección se muestran los indicadores de calidad de aire de Santiago (Abril
de 1999) comparados con los indicadores de la ciudad de Londres (Octubre de
1998). Asimismo, se compara la situación ambiental actual con la de los anos
pasados.
Los datos que se consignan en la Tabla N° 2 y que se grafican en el Cuadro N° 1,
muestran que durante Abril, en Santiago se superó la norma de calidad de
producto de las altas
concentraciones de ozono.
En cuanto alas partículas
respirables, se superó la
norma en 7 oportunidades
y se declaró
preemergencia en 3 de
ellas.
En Londres, durante todo
el mes la calidad
ambiental se mantuvo
dentro de normas.
aire para gases durante 15 días, en
razón de las altas concentraciones de
ozono. En cuanto al índice para
partículas respirables, consignado en
el Cuadro N°2, se superó la norma de
calidad de aire en siete oportunidades, una de las cuales alcanzó niveles de emergencia ambiental. Sin
embargo, sólo se declaró preemergencia en tres oportunidades durante el
mes.
En Londres, se consideraron los
datos de calidad del aire del mes de
Octubre, equivalente a Abril en el
hemisferio sur, con el fin de hacer
comparable la información de am-bas
ciudades. En Londres, el nivel de
calidad de aire, tanto para gases
7
como para partículas se mantuvo dentro de normas.
La Tabla N° 1 compara la situación ambiental de
los tres últimos anos en Santiago.
Podemos observar que durante el primer cuatrimestre de 1999, se ha observado una disminu-ción
de los indicadores máximos de calidad de aire para
gases en Santiago, aunque no se observa una
tendencia clara en cuanto al número de días en que se
supera la norma. En cuanto a la contaminación por
material partículado respirable, la situación es más
inestable, posiblemente debido a la situación anormal
observada en 1998. PMA
Fuente:
ServiciodeSaluddelAmbiente,Santiago, Chile.
- DepartamentodelMedioAmbiente,Londres, Inglaterra.
(1)Contaminantequesobrepasalanorma. 03: Ozono; CO: Monóxido de Carbono; N02: Dióxido de
Nitrógneo; SO2: Anhídrido Sulfuroso(2)Estado:A=Alerta;P=Preemergencia;E = Emergencia
LosíndicesdecalidaddeaireparaLondresseconstruyeronsobrelabasedelasnormasdecalidad de aire que
rigen en Chile, de acuerdo a la Resolución N'369 del 12 de abril 1988, del Ministerio de Salud.
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