PERSPECTIVAS FINANCIERAS DE LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS Jesús Ferro Bayona La década que comienza presenta una serie de retos muy importantes para el desarrollo de la universidad contemporánea. Las tendencias demográficas, los nuevos sistemas de aprendizaje, las innovaciones en materia de comunicación, los cambios en los modelos pedagógicos, la evolución en las redes de la administración educativa, el progreso socio-cultural y las alteraciones de la economía son algunos de los tantos desafíos que despuntan en el horizonte. En 1980 la situación varió considerablemente si se tiene en cuenta que de los 269.183 estudiantes universitarios del país, 150.362 estaban matriculados en universidades privadas y 118.821 lo estaban en universidades oficiales. Estos índices se refieren a la sola educación universitaria. Si se incluyen las instituciones tecnológicas, tendremos que la población matriculada en las instituciones privadas será el 60% del total de la población estudiantil en educación superior. Esos índices hablan por sí solos de la importancia que tiene en Colombia la educación superior privada. Pero también señalan las tendencias que se están presentando y que son un verdadero interrogante para el próximo futuro. Según lo revela el Atlas demográfico del Banco Mundial la población colombiana estará por encima de los 30 millones de habitantes en 1985. Ese crecimiento significa que habrá también un aumento en el grado de urbanización y, por lo tanto, de la demanda por educación superior si se tiene en cuenta la correlación existente entre ambas. En 1985(2), la población urbana en Colombia será de 22 millones de habitantes y la rural de 9.2 millones si se atiende a la hipótesis baja de crecimiento. Si por el contrario, se mira a la hipótesis alta, la población urbana llegará a los 23.1 millones mientras que la rural alcanzará 9.6 millones. Para fines de la década, los términos habrán variado en gran medida pues la población urbana habrá alcanzado la cifra de 25.2 millones y la rural 8.8 millones siempre y cuando aceptemos pronósticos reservados y conservadores. De lo contrario habrá que calcular índices más altos. La Universidad responderá efectivamente al reto de los próximas años en la medida en que desarrolle sus capacidades y su espíritu creativo, cierto, pero como en todo sistema socio-económico, las respuestas estarán en relación con el desempeño de sus posibilidades financieras. La mayor demanda de cupos en las universidades motivada por el ansia de capacitación y de formación profesional presionan en las puertas de la educación superior obligándola a crecer físicamente y a perfeccionarse académicamente. Ninguno de esos procesos se logra sin una adecuada proyección financiera y sin la invención de sistemas nuevos de financiamiento. 1. EL PAPEL DE LA UNIVERSIDAD PRIVADA La Universidad privada en Colombia ha jugado un papel preponderante en los últimos años de evolución del sistema de la educación superior. Según datos de 1979(1) se registró un crecimiento del 15% en el número de instituciones de educación superior de carácter privado pasándose de 62 de éstas en 1975 a un total de 73 instituciones privada. en 1979. El potencial de la demanda por educación superior para edades comprendidas entre los 15 y 24 años llegaba a 4.3 millones en 1980 y se espera que en 1990 llegue a 5.4 millones lo que significa un La importancia de las instituciones privadas se puede ver en la población estudiantil que manejan. Frente a 48 instituciones de carácter oficial, las 73 privadas tenían matriculados 147.222 estudiantes de los 263.445 que formaban en 1979 el total de estudiantes matriculados en la educación superior colombiana. O sea que las instituciones de carácter privado manejaban en 1979 el 56% de la población estudiantil matriculada mientras que las oficiales tenían el 44%. (1)FUENTE: ICFES. Estadísticas de la Educación Superior, 1979. División de Planeación y Financiación, Bogotá. (2) Gómez H., “Perspectivas ocupacionales en Colombia”. La Economía Colombiana en la década de los ochenta. Fedesarrollo, Bogotá,1979. 29 Huellas Vol. 2 No. 3 Uninorte. Barranquilla pp. 29 - 32 Junio 1981. ISSN 00100-334 Recuérdese además que el 23% del presupuesto para educación se destina a la educación superior y tan solo el 17% del presupuesto nacional se asigna a la educación primaria, secundaria y superior conjuntamente. Hay que anotar aquí que el Plan de Integración Nacional (PIN) 1979 - 1982 establece claramente(3) que en “educación superior, se considera importante que una mayor proporción de los costos de funcionamiento de los establecimientos oficiales sea financiada por las matriculas”, con lo cual se prevé que los mecanismos financieros se orientarán preferentemente hacia la educación primaria y secundaria, ampliándose el sistema de crédito educativo en educación superior. En pocas palabras, eso quiere decir que en el futuro próximo las universidades privadas recibirán cada vez menos de los aportes nacionales en la medida en que disminuirán los mismos para la educación superior oficial. No hay razón para esperar cambios significativos en esta política de financiamiento por parte del Estado. II Consejo Nacional de Rectores de la Asociación Colombiana de Universidades – ASCUN - reunido en Barranquilla el pasado 17 de Julio como homenaje a la Universidad del Norte y a la Universidad del Atlántico en sus decimoquinto y cuadragésimo aniversario respectivamente. crecimiento de 2.3% que se convierte en el nivel mínimo de crecimiento de capacidad de absorción del sistema de educación superior. La pregunta desgarradora es si el crecimiento cuantitativo del sistema de educación superior observará iguales comportamientos que aseguren el acceso a la capacitación profesional a toda esa población juvenil que tocará ansiosa, como ya lo está haciendo ahora, a las puertas de las instituciones educativas. 2.1. LOS RECURSOS PROPIOS En ese orden de ideas, las universidad privada seguirá dependiendo de sus propios recursos y del manejo financiero que establezca para su crecimiento y desarrollo. Como los recursos han sido hasta el presente sus ingresos por matricula, ésta seguirá siendo la fuente básica de su financiamiento. Por lo mismo, la universidad tendrá un futuro financiero en la medida en que sepa manejar adecuadamente sus recursos, lo que se traduce en la necesidad de que racionalice sus gastos y el aumento de su producción. Dentro del conjunto de esas perspectivas sociodemográficas, hay que tener muy presente el papel que juegan las universidades privadas que en Bogotá llegan al 78.7% del total de instituciones de educación superior. En Barranquilla, mientras el 38% de la población estudiantil universitaria va a la universidad oficial, el 62% se orienta a las universidades privadas. Se ha calculado que los recursos propios de las universidades privadas provienen en un 80 – 85% de los pagos de matrículas y el resto corresponde a concepto tales como exámenes de admisión, cursos de extensión, venta de servicios. Sobre este último punto conviene señalar que parte de las soluciones que se presentan para el financiamiento lo será por ampliación del concepto de servicios que se ofrezcan a la industria, al comercio, a la banca y a la comunidad en general. Aunque no se puede abandonar la promoción de donaciones que en otra época tenía un gran atractivo para el donante debido a las exenciones tributarias que originaba la donación (inexplicablemente desapareció ese estímulo cuando se redujo apenas a un 20% de exención el descuento por donaciones. Hay que anotar que en países como los EE.UU. este concepto tiene una gran acogida por los estímulos tributarios que el Estado brinda a En los próximos años no se prevén cambios significativos en las relaciones observadas hasta el presente. Esto quiere decir que la universidad privada jugará un papel decisivo en la formación de profesionales y técnicos que el país necesita. 2. EL SISTEMA FINANCIERO Si desde el punto de vista de la población estudiantil matriculada y del número de instituciones, la educación superior privada sobrepasa con mucho a la educación superior oficial, no pasa lo mismo desde el punto de vista financiero. En efecto, mientras las 48 instituciones oficiales reciben aportes del presupuesto nacional del orden del 97.5% del total del asignado para la educación superior, el resto de instituciones privadas, que llegan al número de 73, tienen que repartirse el flaco e insignificante 2.5% que queda. (3) PIN, 1979 - 1982, Dpto. Nacional de Planeación, Bogota, capítulo IX, Sector Educación, 3. Mecanismos Financieros. 30 los donantes) las universidades tienen que pensar en impulsar definitiva mente sus servicios a la comunidad a través de cursos, seminarios, laboratorios, centros de cómputos. investigaciones, etc., que pueden convertirse en una fuente de interesantes ingresos si están bien organizados. La universidad de Harvard, por ejemplo, ha establecido excelentes y avanzados servicios por medio de su laboratorio de biogenética y algo parecido hace la universidad de Santiago de Chile a través de sus investigaciones sociales para América Latina. universitaria irán aumentando y, por otro lado, que las restricciones impuestas por el ICFES estarán por debajo de los costos reales, es muy difícil prever un futuro firme y seguro para las universidades privadas, no solamente en materia de desarrollo físico y cualitativo, sino también en términos de una justa y adecuada remuneración a un profesorado que se requiere cada vez más calificado frente a la competencia de las empresas y centros de producción. Otra medida que afectó notoriamente a las universidades privadas fue su exclusión de las líneas de redescuento del Banco de la República, las cuales disponen las líneas de crédito en el mercado, financiero institucional. Cómo entender esa serie de medidas que no tienen en cuenta ciertos elementos indispensables del desarrollo así sea que persigan fines buenos para contrarrestar la inflación. No obstante, los ingresos por matrícula seguirán jugando un papel decisivo en el financiamiento de la universidad privada. Esto quiere decir que el volumen de los ingresos seguirá igual al volumen de los egresos y que, por lo tanto, el margen de capitalización para inversiones seguirá siendo mínimo y hasta nulo, lo cual entorpece notablemente el factor de crecimiento físico que es indispensable infraestructura para el crecimiento cualitativo. Se entorpece, en suma, el objetivo de la educación superior que se sitúa a un nivel cualitativo: la calidad y la excelencia académica. 3. PERSPECTIVAS FINANCIERAS Siempre dentro del marco de las posibilidades reales y de las dificultades no menos reales con que cuentan las universidades privadas, nos limitaremos a señalar algunas perspectivas financieras basándonos para ello en el resumen de propuestas para el financiamiento de la educación superior realizado por Fedesarrollo y acogido por el Consejo Nacional de Rectores reunido en Bogotá a finales del mes de marzo del presente año con el fin de estudiar la situación financiera de las universidades. 2.2. LAS DIFICULTADES Si bien las universidades privadas dependen casi exclusivamente de sus recursos propios para desarrollarse, este factor no es el único de los muchos que crean problemas para el crecimiento. En 1979 fueron suprimidos los préstamos en UPAC para construcciones con finalidades educativas como son las construcciones de aulas o edificios. Esa medida afectó gravemente a las universidades privadas que vieron cortados súbitamente los créditos de las corporaciones y de los bancos. Cualquier iniciativa o proyecto en ese sentido tiene que partir del esquema básico del financiamiento de las universidades que es el incremento de las fuentes de ingreso tradicionales y/o el aumento de la productividad y la nacionalización del gasto. Para esto último las universidades privadas cuentan con algunas ventajas ya que su estructura de ingresosegresos permite predecir con relativa facilidad el comportamiento futuro. Dicha estructura basada en ingresos por matrícula y egreso por salarios, honorarios y pagos de personal, más gastos de mantenimiento, de administración y de servicios generales, permite proyectar flujos de caja con suficiente precisión lo mismo que la planeación de los recursos y de los gastos para mantener un equilibrio presupuestal. Por otro lado hay que tener en cuenta que en el marco de la Reforma de la Educación postsecundarla se conceden amplios poderes al ICFES en materia de inspección y vigilancia sobre las instituciones de educación superior. Los aumentos de matrículas deben ser autorizados por el ICFES y este último se ciñó, en 1980, a conceder un aumento de matrículas por debajo de la tasa oficial de inflación dada por el DANE que fue cercana al 27%. Progresivamente, esas medidas conducirán a un deterioro económico de las universidades privadas si no son revisadas a tiempo. Hay que anotar que en los aumentos autorizados no se tuvo en cuenta el costo de estudiantes por programa o carrera que hubiera sido el índice más objetivo. Ese esquema soluciona los problemas causados por el funcionamiento y llega hasta permitir el diseño de una política de inversión a corto plazo gracias a que los fondos generados por los pagos de matrícula pueden ser colocados a corto tiempo en cuentas de ahorro y en depósitos a término. Quizás el ICFES no cuenta todavía con los mecanismos indispensables para asegurarse de que esos índices son los más confiables. De todas formas sabiendo que los costos de la educación 31 dudas, una fuente de financiación de suma importancia. Por último, queremos señalar dos propuestas que nos parecen importantes y nuevas: la emisión de títulos de captación con ciertos atractivos para los clientes, sistema que es utilizado por universidades y fundaciones americanas y la obtención de nuevas líneas de crédito interno a través de las corporaciones financieras y de los bancos con destino a proyectos de inversión. Esta última propuesta requiere del concurso de las universidades privadas que deben ayudarse para el logro de ciertas metas que pueden conseguirse si se presentan como un frente unido con objetivos claros. Pero el diseño de una política de inversiones a largo plazo, por ejemplo, para la compra de activos fijos tan necesarios para el crecimiento cuantitativo y cualitativo queda en el aire dentro de ese esquema de ingresos y egresos. Entre las propuestas presentadas por Fedesarrollo al Consejo Nacional de Rectores, cabe destacar, en lo que a universidades privadas se refiere, la importancia de crear un frente de presión para hacerle saber el estado la situación crítica por la que atraviesan dichos centros de estudios superiores y las posibles soluciones entre las que se cuentan el logro de las modificaciones de las normas de la Junta Monetaria en lo referente al uso de los fondos UPAC con lo cual las universidades podrán disponer de préstamos para el desarrollo de sus plantas físicas. Así mismo, podría obtenerse del Estado la revisión de ciertas normas concernientes a los créditos externos que por disposición de la Junta Monetaria deben ser utilizados exclusivamente para importación de equipos y bienes de capital. No podría lograrse que en los sectores de salud y educación, tan importantes en el desarrollo social de un país, la monetización de los créditos externos fuese posible con el fin de emprender obras de construcción de cierta magnitud? Otro punto importante dentro de los mencionados por el estudio aludido es el de la utilización de los servicios de la FES como intermediario financiero lo cual es, sin lugar a La universidad privada moderna tiene que ser recursiva, innovadora, creativa. Tiene que convertirse en un laboratorio de ideas no sólo en lo que se refiere a sus sistemas de aprendizaje y enseñanza sino también en lo que concierne a su supervivencia y desarrollo. A nivel regional, la universidad costeña merece una seria reflexión porque está joven, porque ha crecido muy rápidamente y porque tiene mucho futuro. Repitiendo las palabras de la Directora de Fonade, Cecilia López, en el I Foro de la Costa: “La educación como la salud puede ser la bandera que una a los departamentos costeños y despierte nuestro sentido regionalista”. Debe ser esa la bandera de nuestro desarrollo. 32