Las lecciones de vida de Anthony Hopkins

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8D
EXPRESO
Domingo 18 de Noviembre de 2007
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Una publicación de Grupo Reforma
Editor: Edgardo Reséndiz Diseño: Carlos L. Malo
Pecado Original
Eugenio Guzmán
TAN SEXY QUE LE DA PENA
Pero lo bizarro, como ella describe a su papel, nunca fue tan sexy.
Angelina aparece en pocas escenas
de Beowulf..., pero cuando lo hace roba cámara principalmente porque sale desnuda, cubierta tan sólo por una
especie de fango color oro, que incluso la hace más atractiva.
El resultado en pantalla fue igualmente impresionante para ella, quien
por haber hecho desnudos explícitos
en Pecado Original (2001) pudiéramos suponer que ya nada le asusta. En realidad, la actriz se sintió intimidada con la voluptuosidad de su
participación.
“Estaba un poco apenada. No esperaba que lo iba a sentir tan real, en
especial al tipo de personaje que yo
interpreto que al principio se me hacía chistoso y luego hubo ciertos momentos en los que me sentí, de hecho,
intimidada.
“Entonces llamé a casa para ex-
Angelina Jolie:
Devoradora
de hombres y
Embajadora
de la Buena
Voluntad
de la Unicef; la
mujer más sexy
del mundo
y también
madre
abnegada de
cuatro hijos...
Más
contradictoria
no podría ser
la vida de esta
actriz
de 32 años,
pero ella sabe
combinar todas
estas facetas
plicar que aquella película chistosa
que había hecho con animación digital era un poquito diferente de lo que
había esperado. Lo que me sorprendió fue haberme sentido así de expuesta”, revela.
Lo que más le gustó a la novia de
Brad Pitt de su cuerpo en la película
no fueron los senos, ni las caderas ni
el vientre plano ni las piernas torneadas, sino la larga cola de caballo que a
veces parece más como una lanza preparada para atacar.
Cuando Jolie filmó, hace dos años,
tenía tres meses de embarazo de la
pequeña Shiloh, quien en mayo cumplió un año de edad. Sin embargo, su
estado maternal no fue impedimento
para sujetarse a arneses en algunas
escenas en las que tenía que simular
volar o nadar.
“Robert te hace hacer cosas extrañas, pero fue una experiencia muy
disfrutable”.
La película está basada en el poema épico del mismo nombre escrito en inglés antiguo en el Siglo 8. La
historia se centra en Beowulf (Ray
Winstone), un guerrero convertido
en héroe que intenta salvar a los daneses y a su Rey (Anthony Hopkins)
de los ataques del monstruo Grendel
(Crispin Glover), y de su peligrosa madre (Angelina Jolie).
Ángel
&
demonio
Qué buena madre
A
sí como Marlon Brando
nació para darle vida a
Don Vito Corleone en El
Padrino, podemos suponer que Angelina Jolie nació para encarnar a la Madre de Grendel, su más
reciente papel en la cinta Beowulf:
La Leyenda.
Bajo la dirección del premiado Robert Zemeckis (Forrest
Gump,1994), la delgada actriz de labios carnosos interpreta al tipo de mujer que mejor abrocha en esa imagen
que de ella hemos hecho los medios:
una mujer con perfil oscuro que en
base a su poder de seducción mueve
el tapete a todos los hombres, incluso
a los más íntegros.
Pero bueno, describir su personaje como el de una mujer seductora es sólo una definición parcial, pues
ni siquiera los escritores Neil Gaiman
y Roger Avary concretan en el guión
de Beowulf: La Leyenda si el rol de
Angelina es el de una hermosa criatura femenina que vive en una cueva, o
si en realidad es un demonio o, peor
aún, si se trata de un espantoso reptil
con sed de venganza. Más interesante es que quizá sea un combo de todas
las definiciones anteriores.
“Es uno de esos personajes divertidos, es malvada, es tentadora, ella es
muy divertida de interpretar”, platica
Jolie en conferencia de prensa ante
medios internacionales en un hotel de
Los Ángeles, en donde también comparte el primer acercamiento que tuvo con su particular personaje.
Según la actriz de 32 años, desde
que recibió una llamada de Zemeckis
le hubiera dicho que sí a cualquier
proyecto que éste le hubiera ofrecido por el gran respeto que le tiene al
realizador.
“Estaba muy emocionada. Me dijeron que interpretaría a una ‘lagartija’, y luego entré a un cuarto con Bob
(Zemeckis) en el que había muchas
fotografías y bocetos del personaje y
fotografías de una mujer pintada de
dorado... y el de una lagartija, y pensé: ‘Claro, es grandioso, es tan bizarro,
voy a ser esta loca persona-reptil’”, dice emocionada.
Beowulf: La Leyenda
A los hombres se les
presenta como una
Venus acuática, pero Angelina Jolie es en
realidad un espantoso reptil en Beowulf:
La Leyenda, donde interpreta a la madre de
Grendel, un monstruo
de casi tres metros de
altura que atormenta a
los habitantes de varios
pueblos nórdicos.
Las lecciones de vida
de Anthony Hopkins
El actor de casi 70 años se declara un entusiasta de la
actuación y si no se retira es porque aún le gustan los retos
Eugenio Guzmán
M
uchas veces Anthony
Hopkins ha pensado en el
retiro, pero cada vez que
decide dejar el cine, un
nuevo y tentador proyecto se le atraviesa en el camino y entonces vuelve
una vez más.
De hecho, dice, ya debería estar jubilado, viviendo en Malibú, pintando
y componiendo música, pero quizá le
es imposible despegarse de las buenas
propuestas.
“Soy un actor al que todavía le
atraen los retos y así los tomo, así de
simple, no hay grandes razones, no
hay misterios. Es como preguntarle a
ustedes (reporteros) por qué hacen lo
que hacen y me dirán que es porque
disfrutan escribir; ésa es mi respuesta,
sigo haciéndolo porque disfruto actuar”, comenta quien ha ganado uno de
los cuatro Óscares a los que ha estado
nominado.
“En nuestra cultura tenemos muy
arraigado el análisis”, continúa, “todo
mundo quiere una explicación, y yo no
puedo explicar por qué disfruto tanto hacer lo que hago. Me rehúso a explicarlo. Por ejemplo, en internet hay
tanta información de la que yo puedo
necesitar o soportar y luego me dicen:
‘Tienes que tener un email porque si
no te puedes quedar atrás’, y les digo:
‘¿Por qué querría yo ser más rápido?’.
“Es como cuando tocas un piano,
hasta que empiezas a tocar más lento
es cuando empiezas a sentir la música,
eso se llama poner atención con la mente abierta”.
Una de las últimas tentaciones que
tuvo el veterano inglés para no abandonar el negocio de hacer películas vino de la mano de Robert Zemeckis cuando le envió el guión de Beowulf: La
Leyenda y lo invitó a hacer el papel del
decadente Rey Hrothgar.
“Él es un gran director, he seguido de cerca sus películas, ésa que hizo
con Tom Hanks... ¿Cómo se llama?...
¡Ah sí, Forrest Gump!, me pareció
estupenda”.
Platicar con Hopkins de casi 70
Hopkins, hace el papel del Rey Hrothgar (der.).
años –los cumple el próximo 31 de
diciembre–, es entrar a un diálogo
de respuestas largas y pausadas, pero
muy disfrutables.
“Yo no planeo mi vida, hace dos
años que hice Beowulf... y hasta ahora estoy sentado con ustedes hablando
de ella, entonces es como divertido estar en esta posición de la vida.
“Cuando me preguntan que por
qué escojo hacer un papel no sé qué
decir, a veces lo mejor es decir que
escogí el papel por el dinero que me
ofrecieron y como quiera se quedan nerviosos porque se supone que
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Dilema
Dos amigos hablan de sus planes para el futuro. -Yo estoy buscando novia para casarme,
pero no sé qué hacer, porque a mi madre no le gusta ninguna de las chicas que le he presentado.
-Busca una chica como tu madre y preséntasela. -¡Ya lo hice, pero no le gustó a mi padre!
no debo decir eso”, señala con una
sonrisa chueca al estilo de Hannibal
Lecter.
¿Pero aún siente pasión por la actuación?
“La pasión es muy peligrosa porque
implica que te ciegas a otras cosas y
que tomas la carrera con demasiada seriedad. Prefiero usar la palabra
entusiasmo, porque estar entusiasmado con algo requiere más placer
al hacerlo y estar apasionado es sentirte tenso.
“La única emoción que por ahora
TRABAJO Y PLACER JUNTOS
La posproducción de Beowulf representó un meticuloso trabajo de dos
años porque está filmada con la técnica digital motion capture en la que
una vez que los actores filman de manera convencional, más tarde sus gestos son reinterpretados por computadora y les son retocados detalles tan
precisos como cabellos, lunares y cicatrices. También son animados los
espectaculares escenarios en donde
se vive la trama.
Éste es el mismo proceso que el
director utilizó en El Expreso Polar,
del 2004.
“Fue una gran experiencia la que
todos tuvimos”, añade Jolie, “creo que
la parte más agradable de todo esto es
que los que estamos involucrados en
hacer películas se convierte mucho
en cuestión de negocios en estos días
y hay proyectos en los que la gente
quiere apresurar las cosas y sientes
que haces la película y que no tienes
tiempo para involucrarte en el proceso artístico.
“Pero Robert es realmente un artista. Él ama esto demasiado, es tan
entusiasta y tan original y realmente
sientes que eres una persona creativa;
yo necesito de eso como artista”.
Es la tercera ocasión en la que la
actriz se involucra en proyectos que
tienen que ver con animación, luego
de participar en El Espantatiburones
(2004) haciendo la voz de Lola; y en
El Capitán Sky y el Mundo del
Mañana (2004), en la que todo, excepto los actores, está generado por
computadora.
Sin embargo, Jolie considera poco apropiado etiquetar como cinta
animada a Beowulf: La Leyenda.
“Yo no le llamaría animación porque nosotros estuvimos físicamente
haciendo todas estas cosas. Cada gesto es de nosotros y cada actuación está hecha por nosotros e hicimos las escenas juntos y por eso creo que es importante hacer la diferencia entre esto
y las películas totalmente animadas”.
me gusta experimentar es la sorpresa,
estar sorprendido de seguir aquí. No
espero ser recordado como el hombre
que hizo muchas películas tipo blockbuster, es la última cosa que yo espero
porque tengo muchas otras cosas que
hacer, mi pintura, mi música que me
mantienen vivo, emocionado.
“Mi consejo siempre para los que
van empezando es que en cada nuevo
proyecto mantengan el cerebro vacío,
libre de cualquier referencia pasada,
cero expectativa, si estás muy preocupado en ver cómo lo harás sólo estarás estropeándote.
“Siempre pienso: ‘¿Me meterán a
la cárcel si hago una mala actuación?’.
Y claro que eso no pasará, entonces,
¿por qué pensar siempre en las reacciones de los demás?
“Mejor ocúpate de sorprenderte a
ti mismo, pero eso requiere que no pienses en nadie, sólo en tu trabajo. Una
vez le dije a los estudiantes de UCLA
que a nadie le importaría que yo dejara de actuar, sinceramente lo pienso,
no trato de ser cínico.
“Lo que estoy diciendo es que sí
hay que trabajar muy duro, pero recuerden que finalmente nada es tan importante. Una vez que captas eso te das
cuenta que puedes hacerlo sin tanto
sufrimiento, nos echamos a perder cuando pensamos demasiado las cosas”,
concluye.
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