creen en Dios pero tiempo vendrá en que lo prometido por el Señor

El Sello
de Dios
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El
Sello
de Dios
“Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la
redención.” Efesios 4:30
Este Sello no es visto por ningún
mortal, nadie puede asegurar
quienes están sellados, y además
dice el texto que este sello
servirá para el día de la
redención, por lo tanto es
imperativo no contristar al
Espíritu Santo con el cual somos
sellados.
Introducción:
Las Sagradas Escrituras revelan que
Dios imprime su Sello en las almas
que Él está comprando mediante la
sangre derramada por Jesucristo:
“Porque habéis sido comprados por
precio; glorificad, pues, a Dios en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios.” 1 Corintios
6:20 Este Sello denota propiedad,
identificación, y autenticidad de
parte del Eterno para los suyos;
por eso Pablo nos dice: “Pero el
fundamento de Dios está firme,
teniendo este sello: Conoce el Señor
a los que son suyos;… ” 2 Timoteo
2:19. Ciertamente el Dios nos
conoce desde la infinita eternidad,
tema este que hoy no podemos
comprender por nuestra mente
finita, por ello el mismo apóstol
mediante la inspiración Divina nos
escribió: “Ahora vemos por espejo,
oscuramente; mas entonces veremos
cara a cara. Ahora conozco en parte;
pero entonces conoceré como fui
conocido.” 1 Corintios 13:12
¿Por qué el Espíritu Santo servirá a
los redimidos en el momento de la
redención? Ya dijimos que el Seños
conoce a los que son de Él, son
propiedad suya, no importa que
estemos vivos o muertos: “Pues si
vivimos, para el Señor vivimos; y si
morimos, para el Señor morimos. Así
pues, sea que vivamos, o que
muramos, del Señor somos.”
Romanos 14:8. Cuando un hijo de
Dios muere ha obtenido la victoria,
ha terminado su carrera, pero el
sello de Dios lo lleva consigo y
sigue siendo propiedad del que lo
compró, todos lo pueden olvidar,
sus generaciones pasadas tal vez
no se acuerden de él, pero en la
omnimemoria de Dios estará
presente, con toda razón Pablo
decía: “Porque para mí el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia.”
Filipenses 1:21, de ninguna manera
el enemigo lo tocará porque es
propiedad exclusiva de Dios media
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vez sea sellado con su Santo
Espíritu.
con nuestro espíritu mental este es
renovado: “y renovaos en el espíritu
de vuestra mente” Efesios 4:23
Cuando se hace esta operación al
mortal se le abren los horizontes,
puede ver más allá de lo normal, y
empieza a entender las cosas que
son del Espíritu, asuntos que para
él eran locura: “Pero el hombre
natural no percibe las cosas que son
del Espíritu de Dios, porque para él
son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir
espiritualmente.” 1 Corintios 2:14.
Es justamente a esto que se conoce
en la Palabra como inspiración
Divina, hay hombres que han sido
transportados hasta el Reino de
Dios y han vuelto al mundo de los
mortales, fue en esta dimensión
que los profetas y demás escritores
del
Santo
Documento
lo
graficaron.
¿En qué parte de
nuestro cuerpo pone
Dios su Sello?
Veamos un ejemplo claro y preciso
en aquellos primeros que fueron
sellados: “Vi también a otro ángel
que subía de donde nace el sol, y
tenía el sello del Dios vivo; y clamó a
gran voz a los cuatro ángeles, a
quienes se les había dado el poder de
hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra
ni al mar, ni a los árboles, hasta que
hallamos sellado en sus frentes a los
siervos de Dios. Y oí el número de los
sellados: ciento cuarenta y cuatro mil
sellados de las tribus de Israel”
Apocalipsis 7:2 – 4.
El Sello de Dios es puesto en la
frente, en la cabeza, donde se
encuentran nuestras facultades
mentales, el Espíritu Santo es el
súper poder intelectual de Dios y Él
hace contacto con nuestro espíritu
mental: “El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios” Romanos 8:16
Por ello es que cuando ese súper
poder intelectual hace contacto
¿A partir de qué
momento podemos
pensar que Dios nos ha
sellado?
Dios sella con su Santo Espíritu y
esta operación se da cuando la
persona cree a su Santa Palabra,
cuando recibe el verdadero
Evangelio, este Sello es la
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Palabra: “Y te será como una señal
sobre tu mano, y como un memorial
delante de tus ojos, para que la ley
de tu Dios esté en tu boca; por
cuanto con mano fuerte te sacó de
Egipto.” Éxodo 13:9
Los hijos de Israel entendieron que
ellos eran propiedad de Dios, eran
sus siervos porque habían sido
rescatados de Egipto, cuando se
rebelaron contra Dios les vino
problemas
sobre
problemas,
porque muchas veces contristaron
su Espíritu Santo.
garantía que Dios nos da por
anticipado de nuestra prometida
herencia, es la participación de
la naturaleza divina en nuestra
naturaleza humana, este Sello es
el que nos da el valor de ser
verdaderos hijos de Dios y la
garantía para heredar todas las
promesas.
“En él también vosotros, habiendo
oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la
promesa, que es las arras de nuestra
herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de
su gloria.” Efesios 1:13 – 14.
“Y no contristéis al Espíritu
Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de
la redención” Efesios 4:30
Si bien es cierto, la Palabra dice
que el Sello se nos pone cuando
creemos, esto no nos debe dar
lugar a creer que cualquier persona
está sellada con simplemente creer
a la Palabra, ¡NO!, CREER es
sinónimo de OBEDECER, porque
es a los que le obedecen a quién
Dios da su Espíritu: “Nosotros
somos testigos de estas cosas y
también el Espíritu Santo que Dios ha
dado a los que le obedecen.” Hechos
5:32. Dios siempre a marcado a su
pueblo, tanto en el presente como
en el pasado, y esto ha estado
ligado con la obediencia a su
El Apóstol Pablo nos hace ver que
nosotros mismos podríamos quitar
ese Sello de nuestra frente al
subestimar a esa porción del
Espíritu Santo que Dios nos da.
Casi siempre se oye decir que el
Espíritu Santo conforta, redarguye,
enseña, y muchas cosas más, y esto
es muy cierto, pero nada se
menciona sobre que su Santo
Espíritu se enoja contra aquellos
que le son rebeldes.
El Profeta Isaías nos cuenta de
aquella tragedia de los hijos de
Israel en el desierto: “Mas ellos
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fueron rebeldes, e hicieron enojar su
santo espíritu; por lo cual se les
volvió enemigo, y él mismo peleó
contra ellos.” Isaías 63:10.
5:1 – 10 Si el Sello de Dios ha sido
puesto en nuestra frente debemos
cuidarlo estando siempre sumisos a
obedecer su voluntad, la cual está
registrada en la Palabra escrita, y
tenemos que perseverar en este
Camino hasta llegar al día de
nuestra redención: “Y si el Espíritu
de Aquel que levantó de los muertos
a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en
vosotros.” Romanos 8:11
Esto se puede repetir en cada
persona
que
deliberadamente
peque contra Dios, los resultados
son nefastos; el rey David cuando
cometió el grave pecado contra su
Dios él temía que el Eterno le
quitara el trono y lo echara de su
presencia, por eso le rogaba
sumisamente: “No me eches de
delante de ti, Y no quites de mí tu
santo Espíritu.” Salmos 51:11 No
olvidemos los terribles problemas y
grandes dificultades que pasó David
durante su vida, al extremo que
temía que le pasara lo que le
sucedió a su antecesor Saúl.
Revivamos otro relato, el de
Ananías y Safira: “Pero cierto
hombre llamado Ananías con Safira
su mujer, vendió una heredad, y
sustrajo del precio, sabiéndolo
también su mujer y trayendo solo
una parte, la puso a los pies de los
apóstoles y dijo Pedro: Ananías ¿Por
qué llenó Satanás tu corazón para
que mintieses al Espíritu Santo y
sustrajeses del precio de la heredad?
… no has mentido a los hombres
sino a Dios. Al oír Ananías estas
palabras cayó y expiró…” Hechos
El día de nuestra redención aun
está para el futuro, tenemos la
promesa de ser salvos, se nos ha
dado la garantía de serlo al
ponernos Dios su Sello, pero ese
momento de la redención aun no
ha llegado, todavía estamos sujetos
a esta débil materia que llamamos
carne. Pablo dice: “Pues tengo por
cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la
gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse. Porque el anhelo
ardiente de la creación es el aguardar
la manifestación de los hijos de
Dios… porque también la creación
misma será libertada de la esclavitud
de corrupción, a la libertad gloriosa
de los hijos de Dios. Porque sabemos
que toda la creación gime a una y a
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una está con dolores de parto hasta
ahora y no solo ella sino que también
nosotros mismos que tenemos las
primicias del Espíritu, nosotros
también
gemimos
dentro
de
nosotros mismos, esperando la
adopción, la redención de nuestro
cuerpo.” Romanos 8:17 – 23.
es la herencia de Cristo? Se trata
de cosas que hoy no podemos
imaginarnos escribió Pablo a los
Corintios.
Finalmente diremos: el Sello de
Dios en nuestra frente, su Espíritu
Santo, es la garantía, el adelanto
que Dios nos da para darnos la
seguridad que lo que nos ha
prometido es ciertísimo: “para que
por dos cosas inmutables, en las
cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un fortísimo consuelo los
que hemos acudido para asirnos de la
esperanza
puesta
delante
de
nosotros.” Hebreos 6:18, Pablo nos
lo dice: “Que son las arras de
nuestra herencia, hasta la redención
de la posesión adquirida, para
alabanza de su gloria” Efesios 1:14
¿Qué es nuestra
redención?
La palabra redención significa
rescatar o redimir, y eso se
cumplirá en nosotros, llegará un
momento en que el Señor nos
rescatará del sepulcro, de la
muerte, y los que estén vivos serán
rescatados
de
este
cuerpo
enfermizo, sujeto a tantos dolores y
angustias. Hoy por hoy los
verdaderos cristianos gimen como
también lo hace toda la creación
terrestre, pero tiempo vendrá en
que lo prometido por Él Señor se
cumplirá, como escribió Pablo: “Y
si
hijos,
también
herederos;
herederos de Dios y coherederos con
Cristo si es que padecemos
juntamente con Él, para que
juntamente
con
Él
seamos
glorificados.” Romanos 8:17. Esto
de ser coherederos quiere decir
que compartiremos de la herencia
de nuestro Hermano Mayor, ¿Cual
Arras:
era
la
garantía
que
el
prometido daba a la novia para la
futura boda.
Estamos esperando esa Boda, la
luna de miel durará mil años,
entonces el Sello de Dios
resplandecerá en nuestra frente, y
habrá tanta luz que tendremos la
capacidad hasta de saber el nombre
del Dios Verdadero: “y verán su
rostro, y su nombre estará en sus
frentes.” Apocalipsis 22:4
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“Y te será como una señal sobre tu mano, y
como un memorial delante de tus ojos, para que la
ley de tu Dios esté en tu boca; por cuanto con
mano fuerte te sacó de Egipto.”
Éxodo 13:9
21 de Abril de 2016
(14 de Abib)
Una Cita de Gloria
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