El primer pueblo de Chile que funciona 100% con

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El primer pueblo de Chile que funciona
100% con energía solar
Hay 23 casas en Esquiña, un pueblito ubicado en el
interior de la región de Arica y Parinacota. El pasado
jueves el estilo de vida de sus habitantes cambió
radicalmente: pasaron de solo dos horas de
electricidad por cada jornada, a tenerla las 24 horas
del día, todo gracias a la energía solar.
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A 130 kilómetros de Arica se encuentra la localidad de Esquiña, en la comuna
de Camarones. Es un pequeño pueblo en donde viven alrededor de 130
personas. Los 23 hogares que existen, tienen las características de las
clásicas casas del norte: gruesas paredes de adobe pintadas de blanco. Su
mayor atractivo turístico es la pequeña iglesia de San Pedro, que data del siglo
XVII y que fue recientemente restaurada.
Hasta el 28 de agosto pasado Esquiña no tenía energía eléctrica
permanente y sus habitantes debían conformarse con dos horas de luz al día
producida a través de un generador diesel. Hoy es el primer pueblo chileno
en funcionar totalmente con energía solar. Si bien existen otros lugares en
Chile que funcionan con energías renovables no convencionales, estos
combinan distintas fuentes de energías, a diferencia de Esquiña, que utiliza
100% energía solar.
La planta de energía solar fotovoltaica, inaugurada el pasado jueves, le
permitirá al pueblo tener electricidad todo el día. Gracias a esto, ahora los 23
hogares tienen energía, así como también el alumbrado público y la escuela.
La obra fue financiada por la subsecretaria de Desarrollo Regional y llevada a
cabo por la Municipalidad de Camarones con un costo total de 194 millones de
pesos. Son 98 paneles instalados sobre el techo de la planta y a cuatro
metros de altura.
La empresa encargada de construir la planta fue Nazca Energías Verdes
Chile. Como lo señaló su gerente, Pablo Cárdenas, durante el día los paneles
le dan energía a la comunidad y además cargan 172 baterías. De esta forma,
durante la noche y en caso de que la demanda energética sea mayor a la
producida, se utiliza la electricidad almacenada. El sistema completo funciona
de forma computarizada y automática y solo requiere una mantención mensual
que está a cargo de un electricista.
Desde que se planeó el proyecto y se abrió a licitación, hasta su inauguración,
transcurrió aproximadamente un año. Durante ese tiempo no solo se llevó a
cabo la instalación de la planta solar, sino que también se adaptaron los
hogares. Si antes los pocos cables que habían estaban al aire libre y sin
ninguna protección, hoy se encuentran en tubos y al interior de los muros.
Además, todas las casas fueron certificadas para el uso de electricidad.
Un gran cambio en el estilo de vida
Para la gran mayoría de los chilenos, vivir con solo dos horas de
electricidad al día sería prácticamente imposible. Es que estamos
acostumbrados a ella y la necesitamos para la gran mayoría de nuestras
actividades. Uno de los mayores problemas de no tener electricidad es la
imposibilidad de congelar alimentos, lo que les impide almacenar carne, entre
otras cosas. Tampoco tenían alumbrado público, ni televisión ni radio, el
acceso a internet estaba muy limitado y solo había algunos puntos de conexión
como la escuela.
La falta de electricidad tampoco permitía el desarrollo y crecimiento de la
comunidad. Por ejemplo, en Esquiña existe una pequeña productora de
quesos, con la poca energía eléctrica que disponían les era muy difícil crecer
en cuanto a su producción, ya que no podían almacenar los productos para
venderlos posteriormente. Todos los quesos eran destinados a la comunidad
local y a pueblos cercanos, pero ahora tienen la posibilidad de refrigerar sus
productos y poder ir a venderlos posteriormente a Arica.
“Desde ahora podemos tener lo que para todos es normal en la ciudad: un
refrigerador, alimentos frescos, un televisor y calles iluminadas. Estamos casi
en al nivel de la ciudad, lo que nos alegra mucho y esperamos seguir
creciendo”, señaló la presidenta de la Junta de Vecinos de Esquiña, Victoria
Mamani, durante la inauguración del proyecto.
El alcalde de Camarones, Iván Romero, destacó el cambio de vida que significa
la planta de energía fotovoltaica para los habitantes de Esquiña. También
resaltó la posibilidad de desarrollo y crecimiento que se le entrega a la
comunidad, gracias a la electricidad. “Tenemos la seguridad que la llegada de
la energía al poblado será la base para generar su desarrollo y un factor más
de arraigo para que las nuevas generaciones se mantengan en esta tierra y las
que se marcharon puedan regresar a sus orígenes”, agregó.
Este no es el primer proyecto con energía solar que se realiza en
Esquiña. Ya en mayo de este año, se entregaron 26 paneles solares a la
comunidad y también a Illapata, otro pueblo cercano. Estos se financiaron a
través del Fondo de Protección Ambiental. Al mismo tiempo, según lo que
señaló el alcalde, se espera replicar este tipo de proyecto en otras
comunidades que se encuentren aisladas y servir de modelo para otros
puntos del país. “Es primordial que quienes viven en estas zonas rurales
tengan acceso a los mismos servicios básicos que quienes viven en lugares
urbanos”, señaló Luis Gutiérrez, jefe regional de la Subsecretaría de Desarrollo
Regional y Administrativo.
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