REFLEXIONES ESPIRITUALES. “Las falsas ilusiones de la felicidad”. En cuantas ocasiones son nuestras ilusiones de felicidad, las que constituyen la fuente de nuestro desanimo. No entendemos que “nadie esta contento con lo que tiene, hasta que esta en paz con lo que es”. Una muy común, es la ilusión de que si solo logramos hacerlo bien, nuestros problemas se alejarían y la vida va ser mas sencilla como lo es para la otra gente. Dado como son las cosas, nuestros problemas son múltiples y persistentes: “No hay suficiente dinero”. “Nuestro trabajo es aburrido”. “Las relaciones son difíciles”. “El automóvil esta muy viejo”. “Nos sentimos solos”. “Debemos de estar haciendo algo mal”. “Si solo lográramos hacerlo bien”. etc. Hay que entender que no existe manera de pasarse al lado sencillo de la calle, porque no existe tal lado. Ni siquiera las riquezas y las bellezas nos van a llevar allí. Tampoco lo hará un titulo, o la pareja de nuestros sueños o la jubilación del aburrido trabajo. La vida es difícil, lo ha sido desde el nacimiento, y lo será hasta la muerte. Aceptar tal verdad, es el comienzo de la sabiduría, el fundamento esencial de la felicidad que podemos disfrutar en este mundo. El verdadero enemigo de nuestra paz espiritual, es la ilusión de que alguna formula mágica nos va a ayudar. Hay que tener presente que nuestras vidas están llenas de problemas, que los desafíos siguen apareciendo, no es nuestra culpa ni hace que nuestras vidas sean diferentes de las otras personas, porque todos somos iguales en esto. Otra ilusión es la idea tenaz de que debo tener algún objeto en particular que deseo para ser feliz. El matrimonio es un objetivo común. Las personas solteras desfallecen por el matrimonio. Y las casadas piensan que solteras son más felices. Unos desean entrar y otros desean salir. Y nadie es feliz viviendo su existencia. La vida nunca se encuentra en el pasado. El pasado se ha ido. La vida esta en el presente y en el futuro que Dios siempre crea para nosotros. No hay que aferrarse a ella. Bien decía Anthony de Mello “La vida es como una sinfonía: Tiene grandes momentos, pero nunca la detienes, de otra manera no puedes escuchar toda la obra.” Las personas iluminadas saben que no necesitamos casi de nada para ser felices, porque nuestra felicidad se encuentra en nuestro interior. No tenemos que ser mejores en lo que hacemos. No tenemos que ser poseedores de una casa propia. No necesitamos nuestra juventud. No necesitamos a ninguna persona en particular. Ni siquiera necesitamos nuestra salud, aunque probablemente este sea el desafío más grande de todos. La felicidad no depende de ninguna de estas cosas. La encontramos dentro de nosotros mismos. Surge naturalmente cuando llegamos al presente y disfrutamos de lo que hay aquí y ahora. La felicidad nace libremente en nuestro interior, cuando dejamos de hacernos infelices al concentrarnos en lo que tenemos y pensamos que deberíamos de tener. Esta perfectamente bien tener preferencias. El tener salud, amigos, y las cosas que puede comprar el dinero son bienes genuinos, nos dan placer. Es cuando convertimos a una preferencia en “una condición indispensable”, es cuando hace que perdamos nuestras vidas. Y las hemos perdido en manos de una falsa ilusión. No perdamos él equilibro entre los deseos y los apegos irrealizables. Podremos vivir con la mente en las estrellas, pero con los pies en la tierra, tal ves esa será la formula para ser felices hoy y siempre. Si deseas mas sobre el tema de la felicidad te ofrezco mi ultimo libro: “100 formas de encontrar la felicidad” lo puedes conseguir en mi correo o a los teléfonos adjuntos. DR. ROBERTO DIAZ Y DIAZ. Medico Pediatra y Conferencista. Tel. 99-25-76-y 9991-83-97-97 robertodiaz y [email protected]