Roanoke, 15 de Diciembre de 2013 Queridos hermanos alrededor

Roanoke, 15 de Diciembre de 2013
Queridos hermanos alrededor del mundo,
Cálidos saludos cristianos con las siguientes palabras de la Inspiración: “¿No volverás a darnos vida, para
que tu pueblo se regocije en ti? Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, y danos tu salvación. Salmos
85: 6, 7.
“Un reavivamiento de la verdadera piedad entre nosotros es la mayor y más urgente de todas nuestras
necesidades. El buscar esto debe ser nuestro primer trabajo.”--Review and Herald, 22 de Marzo, 1887.
“Ha llegado la hora de hacer una reforma completa. Cuando ella principie, el espíritu de oración animará
a cada creyente, y el espíritu de discordia y de revolución será desterrado de la iglesia.”—Joyas de los
Testimonios, vol. 3, p. 256.
Al hacer un examen de conciencia serio, llegamos a la conclusión de que un verdadero renacimiento de
la temprana piedad debe tener lugar entre nosotros como individuos, familias e iglesia.
Si nos tomamos en serio el cumplimiento del supremo llamamiento de los Adventista del Séptimo Día
Movimiento de Reforma como pueblo en todo el mundo, no vemos ninguna otra opción que la de
buscar al Señor con todo nuestro corazón, para que podamos ser bautizados con el Espíritu Santo como
en el día de Pentecostés para alcanzar a las almas para el Reino de Dios, y ser instrumentos en las manos
de Dios, a fin de terminar su obra en la tierra.
Al estudiar el libro de Joel nos encontramos con una secuencia de hechos sobre las condiciones reales
del pueblo de Dios y la gran necesidad de un verdadero avivamiento entre nosotros.
En Joel 1:1-12 el profeta describe la terrible condición de la nación de Israel como resultado de su
separación del Señor. Luego, en los versículos 13 y 14 se escribe el primer apelo del Señor: “Ceñíos y
lamentad, sacerdotes; aullad, ministros del altar; venid, dormid en cilicio, ministros de mi Dios; porque
quitada es de la casa de vuestro Dios la ofrenda y la libación. Pregonad ayuno, convocad a asamblea;
congregad a los ancianos y a todos los moradores de la tierra en la casa de Jehová vuestro Dios, y
clamad a Jehová.”
En el capítulo 2:12-17, Dios nos envía un fuerte apelo a volver hacía El y el bendecido resultado de
responder a su precioso llamado: “Por eso pues, ahora, dice Jehová: Convertíos a mí con todo vuestro
corazón, con ayuno y lloro y lamento. “Rasgad vuestro corazón, y no vuestras vestiduras; y convertíos a
Jehová vuestro Dios; porque Él es misericordioso y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia,
y que se arrepiente del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se apiadará y dejará bendición tras sí, es decir,
ofrenda y libación para Jehová Dios vuestro? Tocad trompeta en Sión, pregonad ayuno, llamad a
congregación. Reunid el pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los
que maman; salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada y el altar, lloren los
sacerdotes, ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu
heredad, para que las gentes se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde
está su Dios? Entonces Jehová celará su tierra, y perdonará a su pueblo”.
La primera parte del divino apelo se dirige a los ministros y sacerdotes. Tiene sentido. Los ministros son
los líderes espirituales designados para las personas y deben dar un buen ejemplo para el rebaño. Luego
Dios menciona a los ancianos, los niños, al novio, a la novia, y así sucesivamente. Esto significa que se
necesita una reforma completa.
Los versículos 18 y 19 del mismo capítulo muestran las bendiciones que siguen al reavivamiento y
reforma.
En los versos 28 y 29 nos encontramos con la promesa del Espíritu Santo: “Y será que después de esto,
derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones...Y también sobre los siervos y sobre las siervas
derramaré mi Espíritu en aquellos días.”
Si esta profecía de Joel halló un cumplimiento parcial en los días de los apóstoles, estamos viviendo en
un tiempo cuando se ha de manifestar aun más evidentemente al pueblo de Dios. El derramará de tal
manera su Espíritu sobre su pueblo, que éste se convertirá en una luz en medio de la oscuridad moral, y
se reflejará una gran luz en todas partes del mundo. Ojalá aumentara nuestra fe para que el Señor
pudiera obrar poderosamente con su pueblo.” 4BC 1196.
Queridos hermanos, estamos viviendo en un momento muy solemne de la historia de nuestra iglesia.
Tiempos muy difíciles están ante el pueblo de Dios. La obra de intercesión de Cristo en el lugar santísimo
está por terminar, y nuestra condición como pueblo no es la mejor ante Dios. Realmente necesitamos
un reavivamiento y reforma profunda en nuestro medio, en todos los niveles.
Comprendiendo que ningún verdadero reavivamiento y reforma pueden ser prósperos sin la palabra de
Dios, estamos recomendando a todo nuestro pueblo de todo el mundo un estudio profundo y regular de
la Biblia y el Espíritu de Profecía. Las reuniones especiales de oración también se recomiendan
especialmente. Esto dará lugar a esfuerzos más dedicados a alcanzar nuevas almas para el reino de Dios.
Pero el trabajo debe comenzar con los ministros y en las familias del pueblo de Dios.
Por supuesto, Dios está más que dispuesto a bendecir a su pueblo cuando, por otro lado, también están
dispuestos a cumplir con las condiciones que se encuentran en la Palabra de Dios, tal como se expresa
en 2 Crónicas 7:14
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y
se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra”.
En este pasaje encontramos cuatro condiciones y tres maravillosas promesas:
Condiciones: 1. Si se humillare mi pueblo; 2. Y oraren; 3. Y buscaren mi rostro de todo vuestro corazón.
(Jeremías 29:13); 4. Y se convirtieren de sus malos caminos.
Promesas: 1. Yo oiré desde los cielos; 2. Perdonaré sus pecados; 3. Sanaré su tierra.
Tenemos que aprovechar esta necesidad de reavivamiento y reforma de una manera muy seria, y si
nosotros, por la gracia de Dios, lo buscamos con todo nuestro corazón, con seguridad será hallado.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado llamadle en tanto que está cercano Deje el impío su
camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al
Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” Isaías 55:6,7.
¡Que el Espíritu Santo inspire a nuestros líderes en todos los niveles a involucrarse en la preparación de
un pueblo que se mantengan preparado para los últimos acontecimientos y la segunda venida de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo!
Nos gustaría informarle, hermanos, que estamos agregando a la página web de la CG el plan de lectura
de la Biblia y La Gran Controversia para el año 2014. Por favor, abrir el enlace en
http://sdarm.org/readingplan
Cordialmente, en el amor de Jesús,
Davi P Silva