0121-99-2002 TRIBUNAL SEXTO DE SENTENCIA; San Salvador, a las trece horas del día trece de noviembre del año dos mil dos. Visto en Juicio oral y público celebrado los días siete y ocho de los corrientes, el proceso penal que se ha seguido en contra de MAURICIO EDENILSON VASQUEZ MONTENEGRO, de veinticuatro años de edad, casado, salvadoreño, auxiliar de construcción, originario de Tonacatepeque, en donde nació el día diecisiete de junio de mil novecientos setenta y ocho, residente en Pasaje Rugamas, Barrio Concepción, Casa Número Tres, Tonacatepeque, Hijo de Mauricio Otoniel Montenegro y Amparo Beatriz Vázquez; por el delito de SECUESTRO, previsto y sancionado en el artículo 149 del Código Penal, en perjuicio de JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN, quien es de treinta años de edad, casado, motorista, salvadoreño, originario de Tonacatepeque, donde nació el día nueve de diciembre de mil novecientos setenta y uno.(C.N. 203-2002-3). Han intervenido como partes en el juicio, en representación del Fiscal General de la República, los Agentes Auxiliares Licenciados FREDY ANTONIO RAMOS y SALVADOR RUIZ PEREZ, mayores de edad, Abogados y de este domicilio; como Defensor Público del imputado el Licenciado MARIO RENE CHAVEZ CORVERA, mayor de edad, Abogado y de este domicilio. De conformidad a lo establecido en el Artículo 53 numeral dos del Código Procesal Penal, el presente proceso fue sometido al conocimiento y decisión del Tribunal de Sentencia en forma Colegiada, conformado por los suscritos Jueces ROSA IRMA VIGIL ESTRADA, ROLANDO CORCIO CAMPOS y JOSE SANDOVAL DE LA O, siendo Presidenta Interina del Tribunal la primera, quien además presidió el Juicio, y Juez Interino el último. Dio inicio el presente proceso mediante la presentación del Requerimiento Fiscal el día dieciocho de octubre del año dos mil, en el Juzgado de Paz de la ciudad de Tonacatepeque, lo que condujo a la celebración de la Audiencia Inicial el día veinte del mismo mes y año, quien decretó Instrucción en contra del imputado MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, con la sola vista del Requerimiento, en razón de tener calidad de ausente, remitiéndose el expediente al Juzgado de Primera Instancia de la Ciudad de Tonacatepeque, habiendo sido declarado rebelde, siendo capturado posteriormente en fecha veinticinco de agosto del corriente año, señalándose para la celebración de la Audiencia Preliminar el día veinticuatro de septiembre de este año, ordenando Auto de Apertura a Juicio a las catorce horas del mismo mes y año, remitiéndose el proceso a este Tribunal el día veintiséis de septiembre de este año, señalándose para la celebración del juicio el día siete de noviembre de este año, fecha en la que dio inicio, pero prolongándose y finalizando el día ocho de los corrientes, última fecha en la cual se dio a conocer el fallo fundado de manera verbal, en razón de lo avanzado de la hora de la finalización de los debates, señalándose este día para la lectura íntegra de la Sentencia. ENUNCIACION DEL HECHO OBJETO DEL JUICIO. La fijación del objeto del debate se establece en la Acusación, el que fue admitido en el Auto de Apertura a Juicio en los términos siguientes: "El día veintidós de agosto del año dos mil, a eso de las diecinueve horas con quince minutos, en los momentos que el señor JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN conducía un autobús del transporte colectivo de la ruta ciento quince, que hace su recorrido de Tonacatepeque a San Salvador, fue sorprendido por tres sujetos desconocidos que iban a bordo del bus que la víctima conducía, ya que uno de los sujetos amenazó con un arma de fuego al cobrador de nombre Mauricio y a la vez le ordenaron a JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN que detuviera la marcha del autobús, lo cual así hizo, seguidamente los otros dos sujetos a la fuerza bajaron al señor Rodríguez Marroquín, registrándole para verificar si éste portaba algún tipo de arma, enseguida le ordenaron correr junto con los desconocidos con dirección a la Carretera Troncal del Norte; luego de correr aproximadamente dos cuadras fueron alcanzados por un vehículo tipo Pick Up, King Cab, al parecer color oscuro en el cual se conducían otros individuos, donde lo introdujeron a la cabina, colocándolo en el espacio extra detrás de los asientos, llevándolo con rumbo a la Troncal del Norte, pero antes de llegar a esta carretera se desviaron al costado derecho, específicamente en el desvío conocido como Calle de la Santamaría, el cual es calle de tierra y en mal estado y luego de unos minutos salieron a la Carretera Troncal del Norte, en el lugar conocido como El Guaycume, continuando la marcha rumbo al norte, por un tiempo de unos cinco minutos a excesiva velocidad, posteriormente se desviaron al costado derecho de la carretera, sobre una calle de tierra en mal estado, circulando sobre esta unos cinco minutos, estacionando el vehículo y apagando las luces, luego lo bajaron, abrieron un falso y lo introdujeron por el mismo, y caminaron por veredas y pendientes ascendentes por un tiempo de cuarenta minutos, donde pasaron la noche, dándose cuenta la víctima el día siguiente que se encontraba bajo unos árboles de nance, donde se encontraba una tabla en forma de banco y en medio de una milpa, observando que lo vigilaban varios individuos que tenían aspecto de campesinos, quienes eran relevados por otros, al parecer estos le daban custodia armados únicamente con una pistola y un revólver, quienes cuando se relevaban se traspasaban las mismas armas y le daban de comer arroz, pollo, huevo con tamales y otras variedades, las cuales se encontraban calientes, deduciendo el secuestrado que los elaboraban cerca del lugar donde lo mantenían, como también escuchaba voces de las personas que habían privado de la libertad a Rodríguez Marroquín, él se encontraba en el lugar conocido como Loma Chata, ya que hacia abajo del lugar donde se encontraba le manifestaron que estaba el caserío Piedra Labrada, ubicados en el Cerro de Guazapa, que el día veintitrés en la tarde los secuestradores hablaron con el hermano de la víctima, proporcionándole el número telefónico para que hiciera contacto con los familiares del secuestrado, el cual en un primer momento exigían la cantidad de dos millones de colones, por la libertad del señor Rodríguez Marroquín, posteriormente los desconocidos proporcionaron al señor Marroquín un teléfono en el cual habló con el hermano y esposa, con el fin de que reunieran el dinero del rescate que los secuestradores exigían, que a esa fecha, es decir el veinticuatro de agosto del presente año (2000), ya había tenido confianza con sus secuestradores, pero fue el caso que el día sábado veintiséis de agosto, en horas de la mañana, según la víctima uno de sus secuestradores cubierto con un pasamontañas, llegó donde él se encontraba y le manifestó que lo iba a dejar libre, previamente el mismo sujeto lo amenazó de muerte manifestándole que habían capturado a tres de sus compañeros y que por esa razón lo dejaban libre, caminando la víctima aproximadamente veinte minutos rumbo al poniente, saliendo a la altura del lugar conocido como El Amate, donde abordó un bus para dirigirse a su lugar de residencia." VALORACION DE LA PRUEBA. De conformidad al Art. 162 Pr. Pn., que establece los caracteres de la prueba, referentes a la pertinencia, relevancia, objetividad y legalidad; y en especial la legalidad, ya que la prueba únicamente puede ser valorada si ha sido legalmente obtenida, ofrecida y producida, y en atención a la garantía contenida en el Art. 15 Pr. Pn., este Tribunal analizará cada una de las pruebas, de la siguiente manera: El testigo EMERSON DONATO RODRÍGUEZ en esencia manifestó: "Que está presente por un secuestro de su hermano, el cual se cometió el día veintidós de agosto del año dos mil, ese día su hermano andaba manejando el bus, el cual es propiedad de su familia, y que sale del parque de Tonacatepeque hasta el parque San José, en esta ciudad; que ese día su hermano salió de Tonacatepeque como a las cinco de la tarde e iba con viaje para San Salvador, sucediendo que cuando regresaba a la ciudad de Tonacatepeque, por la Comunidad Los Héroes, sobre la carretera, no recordando el Kilómetro, siendo las siete o siete y cuarto de la noche, él se encontraba en una tienda propiedad de su hermana que está ubicada en el parque de la mencionada ciudad, ocurriendo que una persona que venía en el bus le dijo que a su hermano lo habían bajado del bus con un arma y que se lo habían llevado con rumbo desconocido, por lo que el dicente fue a avisar a su casa, pero en ésta no había nadie, encontrando a su mamá afuera, observando que ésta se encontraba mal, entonces él se fue a la policía donde les narró lo sucedido, éstos le dijeron que ya se habían dado cuenta, pero que en ese momento no tenían vehículo, por lo que él se ofreció a llevarlos en su vehículo, yéndose seis policías junto con él, dirigiéndose al lugar donde habían bajado a su hermano, en el mismo tres policías se bajaron, luego junto a los otros fueron a una comunidad Santa Teresa, cuando llegaron ya habían bastantes policías, como diez o quince, éstos dijeron que ya sabían del hecho, posteriormente regresó a su casa donde había mucha gente. Que no recuerda el nombre del cobrador del bus, pues andaba haciendo días. Que el día veintitrés de agosto estaban afligidos, razón por la cual se dirigió a la D.I.C. a poner la denuncia, lugar en el cual levantaron un acta la cual firmó, además le preguntaron si les habían pedido rescate, a lo que les dijo que no, que no se habían comunicado, luego le dijeron que si se comunicaban que les avisara, posteriormente pasados unos veinte minutos sus familiares le informaron que ya se habían comunicado, en dicha llamada ofendieron a su familia, informando las personas que ellos tenían a su hermano, que iban a negociar y le iban a decir el monto, por lo que fue a la división y les confirmó que a su hermano lo tenían secuestrado, entonces personas de la división sacaron unos aparatos como grabadoras, un ataché, preguntándole que si el dicente los podía llevar a Tonacatepeque, en el lugar los investigadores se enteraron de todo, llevándolos al último cuarto, donde le dijeron que le pusiera una extensión al teléfono, procediendo a conectar los aparatos, poniéndose de acuerdo con los hermanos sobre quién iba a ser el negociador de la familia con los secuestradores, en ese momento estaba su hermano Oto Boris, su sobrina, su mamá y él, además de las personas de la división, quienes les dijeron que estaban para investigar el caso y ellos les dijeron que podían colaborar, permaneciendo en su casa desde el día veintitrés de agosto hasta el veintisiete del mismo mes, es decir como unos cuatro días. Que el negociador fue su hermano mayor Alex Adolfo Rodríguez. Que él les dijo a los investigadores que su hermano días antes le había dicho que tenía miedo que le pasara algo, y que si le llegaba a pasar algo, que tenían que ver Edenilson Montenegro y Guzmán, ya que el primero un día lo había señalado, y se le había acercado con malas intenciones, esto se lo dijo como dos veces, la última vez un mes antes del secuestro. Que su hermano tenía miedo porque un día en la Colonia Las Flores, cuando iba a Tonacatepeque, un Pick Up lo persiguió, y hasta el cobrador le dijo que le parecía raro, por eso su hermano corrió con el bus, pero por una escuela el vehículo lo sobrepasó y los ocupantes sólo se le quedaron viendo. Que Montenegro viajaba en el bus con las personas detenidas por el secuestro. Que al imputado lo conoce desde hace tres años, pues lo veía en el parque. Que fue en el parque que el imputado señaló a su hermano. Que los secuestradores hacían llamadas diciéndoles que dieran el dinero por que sino los iban a matar, que la habían regado porque había denunciado a su primo. Que él contó el dinero del rescate, los cuales eran cincuenta mil colones. Que las llamadas eran de celular, porque su hermano le contó que en una llamada el secuestrador le había dicho que se le iba a cortar la llamada por la tarjeta. Que primero pedían medio melón, su hermano Alex les preguntó qué querían decir con eso, a lo cual le dijeron que no fuera pendejo, y que si no los conseguían lo iban a hacer en pedacitos, pues ellos sabían que tenían pisto, que la misma gente de Tonacatepeque era la que andaba en eso, pues de ahí era el santero. Que la cantidad de dinero la estaba arreglando con su sobrina, ese dinero lo empaquetaron en bolsas de papel y ese día que hablaron quedaron para posteriormente decir donde se haría la entrega del rescate. Que su hermano Alex habló con el secuestrado, a quien le dijo que se calmara, que estaban orando y recolectando el dinero, luego le quitaron el teléfono. Que fueron dos veces que recuerda que su hermano Alex habló con el secuestrado. Que el día jueves veinticuatro en horas de la noche, los secuestradores habían quedado de hablar pero no hablaron. Que luego el día sábado su hermano Jaime apareció, posteriormente le hablaron los secuestradores a Jaime y éste les ofreció vender la casa para pagarles el dinero. Que a su hermano Jaime lo dejaron ir con la condición de entregar cincuenta mil colones primero y ciento setenta y cinco mil posteriormente, cuando vendiera su casa, y él les dijo que ya sabía a lo que se había comprometido. Que el día veintinueve de agosto, Jaime le dijo a Alex Adolfo que los sujetos le habían hablado y que querían el dinero, por lo que como a la una le fue a decir a su hermana que le prestara el Pick Up, posteriormente al regresar les dijo que había ido a Guazapa, contándoles que en el lugar lo estaban esperando dos personas, una de éstas se le acercó y su hermano Jaime le dio el dinero, siendo las mismas personas que lo tuvieron en Guazapa y que ojalá que no lo molestaran más, sin embargo éstos siguieron hablando, luego su hermano tuvo que salir del país. Que Montenegro se acercaba al parque, observándolo como dos días después del hecho, cuando el dicente estaba en la tienda de su hermana, dicho sujeto llegaba donde unos zapateros, éste lo veía pero él no le decía nada. Que en otra oportunidad, después de los hechos, le dijo al cobrador de uno de los buses que le diera dinero, preguntándole si no sabía dónde estaba Jaime, posteriormente en el mes de diciembre, pasaba frente a su casa y se pasaba riendo, luego se paraba en una esquina y se le quedaba viendo. Que un día por el Colegio de la Divina Providencia el imputado se subió al bus, se sacó la pistola, le quitó el dinero al cobrador y les dijo "este bus es de los pachos, entonces dame el pisto también", por lo que éste ya no quería trabajar en el bus. Que él vio que el imputado se comunicaba con Miguel Guzmán, quien vivía en Tonacatepeque, lo conocía de hacía seis o siete años, los veía en el parque, dicho señor se encuentra detenido. Que el imputado vive como a unas ocho cuadras de su casa. Que antes del hecho veía al imputado cerca del parque y cerca de su casa, además lo observaba en la calle, casi siempre lo veía, después del hecho lo vio el día veintiséis de agosto, fecha de la liberación de su hermano, como a las tres de la tarde, iba en un camión, pero no le dijo nada, solo lo observó". El testigo ALEX ADOLFO RODRIGUEZ MARROQUIN, en esencia manifestó que: " Es hermano de Jaime Ernesto Rodríguez, quien fue víctima de secuestro el veintidós de agosto del año dos mil, hecho ocurrido en la carretera que va para Tonacatepeque, siendo el dicente el encargado de negociar el rescate con los secuestradores, siendo el día veintitrés de ese mismo mes que ellos se comunican por teléfono, no recordando el número, pero le hablaban al fijo de su casa, preguntándole quien era él, al decirles que era hermano del secuestrado le dijeron que con él era que querían hablar, preguntando él sobre qué, contestándole que sobre su hermano Jaime, al que secuestraron el veintidós en la noche, la llamada fue el día veintitrés en la mañana, indicándole que querían medio melón, a lo que les dijo que no sabía qué era eso, por lo que le pasaron a otra persona, quien le dijo que querían medio millón, contentándoles que no podía darles esa cantidad de dinero, que les podía conseguir cincuenta mil, a lo que éste le dijo que era poquito y que la banda era numerosa, quedando que le iba a llamar más tarde, luego en la tarde le llamaron diciendo lo mismo, en esa llamada le pasaron a su hermano, percatándose debido a que su teléfono tenía identificador de llamadas que lo hacía de un teléfono celular, éstos le pedían más dinero, el dicente le preguntó a su hermano que cómo estaba, y éste le dijo que tranquilo, que los que lo cuidaban eran calmados y que iba a hablar con ellos. Que él siempre les dijo a los secuestradores que podía conseguir cincuenta mil colones, después la persona que le llamaba le dijo que ya había hablado con los otros y habían llegado a doscientos mil colones. Que recibió alrededor de cinco llamadas, entre las cuales habló dos veces con su hermano. Que llegaron al acuerdo de entregar cincuenta mil colones, luego en una llamada, un día antes de la liberación de su hermano les dijo que ya casi los tenía, entonces éstos le dijeron que le llamarían al día siguiente para determinar el lugar de entrega. Que los billetes del dinero de rescate eran de cien y doscientos colones, eran dos paquetes de cien y doscientos, treinta de cien y veinte de doscientos colones, junto con él estaba Donato y una sobrina suya, además de un detective, quien los asesoraba con la numeración de los billetes. Que no recibió la llamada para confirmar el lugar. Que a su hermano lo liberaron el día veintiséis de agosto al mediodía, faltando un cuarto a las doce, pero no entregaron dinero para liberarlo, su hermano llegó nervioso y le dijo que les entregara lo ofrecido, porque sino los iban a matar, y que éste se comprometió a llevarles el dinero. Que los secuestradores se comunicaron con Jaime y el veintinueve de agosto el dicente le dio el dinero para entregárselos. Que conoce al imputado solo de vista, desde hace unos tres años, a quien vio unos tres meses antes del secuestro; que luego de que soltaron a su hermano Jaime, vio pasar al Imputado por su casa. Que el asesor de la policía se llamaba Frank, quien estuvo tres días en su casa, el tiempo que duró el secuestro". El testigo JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN, en esencia manifestó que: " El día veintidós de agosto de dos mil fue víctima de un secuestro, en la calle que va de San Salvador a Tonacatepeque, por la Hacienda "El Guayacán", en momentos en que venía de San Salvador, a bordo de un bus de su empresa de transporte, ese día salió a las cinco y quince de la tarde de Tonacatepeque hacia San Salvador, al punto del parque San José, ocurriendo que a la altura de San José Las Flores, como a las siete y diez de la noche se subieron tres desconocidos al bus, quedándose adelante, y como a los cinco minutos, a la altura de la Hacienda Guayacán, los sujetos se pararon y lo amenazaron con unas armas de fuego la cuales le colocaron en la cabeza, ordenándole que parara el bus, pero él no quería, entonces uno de los sujetos le dijo que se bajara o lo iba a matar, entonces el les dijo que si querían dinero que ahí estaba el cobrador, pero ellos le dijeron que querían más, bajándolo del bus, manifestándole que era secuestro y que si se iba a ir por las buenas o por las malas, luego lo llevaron atrás del bus donde lo registraron, posteriormente caminaron de regreso, comenzaron a correr, escuchando que uno de ellos preguntaba por el carro, entonces venía un Pick Up, Nissan, como de Tonacatepeque, en ese momento uno de ellos lo haló de la camisa y lo introdujeron atrás del motorista, colocándole una toalla para que no viera, llegando a San José Las Flores, introduciéndose después a una calle que va a dar a la Troncal del Norte, agregando que en el trayecto a él se le cayó la toalla, observando a los dos que iban adelante y tres que iban atrás, en el trayecto le dijeron que no fuera a hacer una locura, pues de todos modos ya lo llevaban, además el motorista le dijo que era un secuestro, luego de eso como a los diez minutos llegaron a la ciudad de Guazapa, donde cruzaron a mano izquierda, luego cruzaron a la derecha, hacia el fondo de la calle, luego cruzaron a la derecha nuevamente, en ese momento el motorista se dio cuenta que al dicente se le había caído la toalla, por lo que se la colocaron nuevamente, luego de ello se pudo dar cuenta que estaban en una calle empedrada y pasados cinco minutos pararon, escuchando que decían que lo bajaran, lo cual así hicieron, quedándose unos sujetos con él, escuchando que destrabaron un falso, recordando que como el lugar era empedrado, se caía al caminar, entonces uno de los sujetos sugirió que le quitaran la toalla del rostro, lo cual así hicieron; que cuando eran aproximadamente como las siete y cuarenta de la noche, ya estaban en el cerro, manifestándoles el dicente que tenía sed y éstos de una quebrada le dieron agua. Que se quedaron a dormir bajo unos palos, permaneciendo en ese lugar hasta el día sábado. Que los que le quitaron la toalla eran dos, uno con gorro pasamontañas y otro con una gorra, él les preguntó qué pasaba, éstos le dijeron que era un secuestro, por lo que él les dijo que no tenían dinero, ellos le contestaron que sabían que tenían cinco buses, Farmacia y un Agroservicio, luego éstos lo llevaron a una quebradita, donde llegó uno de los jefes de apellido León, por lo que éstos le pusieron la toalla y le dijeron que si éste le preguntaba algo, que dijera que así había pasado toda la noche, entonces León le preguntó que cómo estaba, manifestándole que le iba a quitar la toalla y que no lo viera, sino le iba a pegar un balazo, todo esto sucedió como a las siete y media de la mañana del día miércoles, además le preguntó que si tenía hambre, contestándole el dicente que no, pero éste le dijo que tenía que comer, luego se retiraron los dos sujetos, quedándose con León, luego como a las ocho y media de la mañana ambos regresaron y le llevaban comida, más tarde como ya tenía más confianza, pudo ver a León, éste le dijo que no intentara irse, sino le iba a dar dos balazos en las piernas; al siguiente día era jueves, le llevaron comida, les preguntó que porqué lo tenían muchos días, contestándole que era porque el hermano no quería dar el dinero, él les contestó que no tenían dinero, entonces dijeron que quizá el santero se había equivocado, preguntándole al dicente si no lo conocía, él le dijo que no sabía quien era, entonces le dijo que era Edenilson, interrogándolo ¿no conoces a ese bicho?, contestándole que no, pero por su seguridad. Que un mes antes del secuestro, él estaba en el parque de Tonacatepeque y se parqueó en el bus a la par del portal, cuando el imputado llegó con dos desconocidos, y el primero lo señaló y les dijo ese que está ahí es, pero como habían dos personas dentro del bus, los sujetos le preguntaron que quién de los dos, diciéndoles éste que el conductor, entonces el dicente se le quedó viendo, y el imputado le dijo: "qué pasa pues". Que el imputado tenía la costumbre de pedir cincuenta colones, pero él no se los daba, entonces aquel le decía "un día de estos te voy a levantar", recordando que desde el día en que Edenilson lo señaló, los señores que lo acompañaban comenzaron a viajar con él, siendo uno de ellos el que lo bajó del bus y otro lo llegó a cuidar. Que luego de la plática del jueves, el muchacho zarco le dijo que con el santero se iba a arreglar, preguntándole que si conocía a un Abogado de Tonacatepeque que es prestamista, y de apellidos Rugamas Marroquín, comentándole: "a ese maistro aquí lo tuvimos, estuvo llorando", luego le dijo que le iban a prestar el teléfono para que le dijera a su hermano que consiguiera el pisto, además le dijo que la policía estaba en la casa del dicente y que Edenilson era quien vigilaba la casa. Que habló dos veces con su hermano y una vez con su esposa. Que el señor León le llevó un teléfono para que hablara con su hermano Alex, quien le preguntó cómo estaba, además le preguntó dónde estaba, pero que no podía decir dónde, sin embargo disimuladamente le dijo que estaba arriba, enfrente, dándole a entender que en el cerro. Que la segunda vez que habló con su esposa le dijo que estaba bien y que consiguieran el dinero. Que los sujetos pedían dos millones de colones, pero a su hermano le pidieron medio millón. Que el día viernes capturaron a tres de los imputados, capturaron al del Pick Up, al que le dieron criterio de oportunidad, ese día llegó León, le dijo que su hermano la había regado porque les echó la Policía y que por eso lo iba a matar, él le dijo que no tenía nada que ver, pidiéndole en nombre de Dios, ya que él también tenía hijos, que le diera hasta el siguiente día y que averiguara primero, concediéndole tal plazo, al día siguiente en la mañana que León llegó le puso la pistola, el dicente lloró y le dijo que no lo matara, a lo que le contestó que se la iba a jugar en dejarlo ir, indicándole que se fuera para abajo, luego se dio la vuelta y comenzó a caminar, recordando que en el lugar andaba una avioneta, siendo advertido antes de irse, que lo iban a dejar irse, pero que al día siguiente domingo les llevara el billete, y que querían trescientos mil colones, a lo que él les dijo que iba a vender la casa, además les dio las gracias, luego un señor alto, de bigote, pechito, le dijo a otro que fuera a traer el caballo, en el cual lo sacó cerca de la carretera, advirtiéndole que le llevara el dinero y le dijo que consiguiera veinticinco mil para él y para el chele, que él iba a hablar con los demás, agregando que lo dejó por la calle. Que en el trayecto una señora estaba lavando con un niña, esta última le dijo al que lo llevaba: "hola papi", por lo que dedujo que la persona era del lugar, la señora se le quedó viendo y la niña volvió a preguntarle: "papito para donde vas", a lo que éste le dijo: "ya vengo". Que del lugar donde lo dejó camino veinte minutos, luego tomó un autobús de la ruta ciento cuarenta y uno para Tonacatepeque, llegando a la casa como a las diez y media de la mañana, en la misma estaba su mamá, su hermana, su esposa y su niño. Que luego de ser liberado le llamaron al teléfono de su casa número trescientos veintidós cero uno setenta y ocho. Que el día domingo fue a una misa de acción de gracias a las nueve de la mañana, y como a las tres de la tarde estaba en la puerta de su casa, cuando Edenilson pasó en un Pick Up, haciéndole un ademán con la cabeza, éste se mantenía vigilando, más tarde le habló León, quien le dijo: "ya sabes quien habla", y le preguntó por el dinero, él le contestó que por ser domingo no lo había conseguido, al siguiente día le habló como a las siete de la mañana, preguntando nuevamente por el dinero, a lo que el dicente le dijo que no había hablado con el prestamista, al siguiente día le habló nuevamente y le preguntó por el dinero, por los cincuenta mil colones que su hermano Alex había reunido, pidiéndole que fuese éste quien se los llevara, a lo cual le contestó que si los quería, que él se los llevaría, entonces León le dijo que le daba media hora para que lo llevara, a los veinte minutos le habló, ya había ido a traer el dinero y el vehículo para ir, le dijo que en la entrada de un caserío que no recuerda el nombre lo iba a esperar "El Gato", que no llevara la policía, al llegar al lugar estaba el zarco, en los lados habían otros, el zarco le preguntó por el dinero, él se lo dio, era como la una y media de la tarde, observando que ellos se metieron a la calle y él dio la vuelta. Que en su casa se mantuvo gente de la DIC hoy DECO. Que León le dijo que uno de los de la DECO era primo suyo, y que el negro les había dicho que ahí estaban los de la DIC. Que conoce al imputado y a su familia, que éste está acompañado, pero no recuerda el nombre de la compañera de vida. Que el día martes cuando salió de una misa con su madre y hermana, se le acercó ella (la compañera de vida del imputado), manifestándole que ella sabía que estaba secuestrado y que estaba en el cerro de Guazapa, y que ella no informó porque lo pudieron haber matado, pidiéndole además que no le dijera nada a Edenilson, porque si no éste la mataría. Que entre los sujetos que lo secuestraron no se encontraba el imputado, ni entre los que lo recogieron en el pick up, tampoco fue de los que lo cuidaban en su lugar de cautiverio, agregando que no observó al imputado entre las personas que recibieron el dinero que él entregó. Que al imputado lo veía todos los día en el parque con el señor Miguel Guzmán, quien está detenido por su secuestro. Que el imputado vive como a dos cuadras de donde él vivía en Tonacatepeque. Que luego de su liberación lo vio el domingo veintisiete, y que éste se extrañó al verlo. Que al imputado luego lo veía seguido y lo amenazaba. Que al imputado lo conoce desde pequeño, pero después de las capturas se desapareció. Que las dos personas que llegaron con Edenilson un mes antes de su secuestro, uno de ellos fue quien lo secuestró y otro lo cuidaba. Que la entrega del dinero la hizo en la carretera Troncal del Norte, por un bordo pequeño a ambos lados, enfrente hay una casa de construcción mixta. Que la compañera de vida del imputado tiene dos hijos de éste". El testigo JOSE OLIVERIO HERNANDEZ MELENDEZ, en esencia manifestó: "Que es agente de la DECO, de la Policía Nacional Civil. Que fue encargado del caso de secuestro de JAIME ERNESTO RODRIGUEZ, el cual se dio el día veintidós de agosto de dos mil, en Tonacatepeque, por la Comunidad Los Héroes, no se dio dinero por el rescate, fue la misma víctima quien posteriormente entregó el dinero. Que él tomó entrevista de la víctima, a los hermanos, al cobrador del bus, efectuó inspección en el recorrido de captura, verificó información en el criterio de FRANCISCO JAVIER AMAYA, quien actualmente está libre, para lo cual dio información sobre el caso, dando el nombre de ocho a diez personas que habían participado en el delito, mencionando a la persona presente como Edenilson Montenegro, agregando que los demás están condenados por el secuestro del señor RODRIGUEZ. Que el Agente policial que asesoró a la familia era Miguel Abdalá Linares Montesinos, siendo su indicativo Frank, quien ya está fuera de la policía. Que el dinero se entregó el día veintinueve, a la víctima lo liberan el día veintiséis, pero lo de dicha entrega de dinero lo supieron el catorce de octubre, ya que la víctima lo confesó, por lo que ampliaron la entrevista que había rendido. Que eran dos hechos los que se estaban investigando simultáneamente, una extorsión y un secuestro, el primero en un empresario del Ingenio El Angel. Que el testigo Francisco Javier dijo que Miguel Guzmán dio información de una persona que daba la cuota para un secuestro, es decir que podía pagarlo, siendo Edenilson quien tiene la misión de dar la información de la víctima, y que en una ocasión la víctima le preguntó a Edenilson qué estaba viendo y éste le dijo que el bus y que éste último estaba con otra persona. Que el imputado criteriado era el segundo jefe, con Samuel Hernández, siendo ellos quienes daba las instrucciones a los miembros de la banda, los que se reunían en la casa de José León Pérez. Que el testigo criteriado lo vincularon porque se trataba del mismo teléfono celular por el cual llamaba en el caso de la extorsión y del secuestro, los teléfonos públicos eran los mismos, además Alex Rodríguez lo identificó por medio de la voz cuando éste salió capturado por la extorsión. Que el caso de secuestro se lo asignaron el veintitrés de agosto del año dos mil. Que al criteriado lo entrevistaron en la fiscalía, él estuvo presente en la misma, su persona y los fiscales lo entrevistaron, luego de ello se trabajó en la información para saber si lo dicho era cierto o falso. Que después de que liberaron a la víctima siguió investigando, pero no se dio cuenta de la entrega del dinero. Que dejó la investigación en noviembre del año dos mil, siendo la ubicación de los sujetos que involucró el testigo AMAYA VILLALTA, el último acto que realizó". El testigo BALTAZAR ECHEVERRIA GONZALEZ, en esencia manifestó que: "Es agente de la DECO. Que participó en la investigación de un secuestro el día veintidós de agosto de dos mil, recordando que la víctima iba a bordo de un bus, y lo secuestraron en una comunidad cerca de Tonacatepeque; que el encargado del caso era Hernández Meléndez, él participó en varias capturas, las cuales se dieron el dieciséis de octubre de ese año, todos los capturados fueron condenados, recordando que habían tres personas pendientes, un cabo de la P.N.C., el imputado presente y otro que no recuerda el nombre. Que el veinticinco de agosto de este año detuvo a Mauricio Edenilson Vázquez, por el Rastro de Tonacatepeque, siendo como a las doce horas, no decomisándole nada, informándole que quedaba detenido, pero al parecer éste ya sabía el porqué de la captura, procediendo a notificar a unos familiares que estaban en el lugar, además al imputado se le hace saber el motivo de la captura y sus derechos. Que desconoce cual fue la participación del imputado, pero supo que llevaba alimentación a la víctima. Que Edenilson residía en Tonacatepeque, tenían una dirección, pero nunca lo ubicaron ahí. Que éste siempre andaba por cafetales en las afueras de Tonacatepeque, a efecto de no se localizado". Los anteriores testimonios a juicio de este Tribunal han sido rendidos de forma clara y espontanea por los testigos durante el desarrollo del juicio, siendo coincidentes los mismos en varios puntos señalados también en la declaración que en calidad de anticipo de prueba rindiera el testigo FRANCISCO JAVIER AMAYA VILLALTA, quien en tal diligencia judicial expresó: "Que entre los meses de octubre y noviembre del año pasado conoció a Tránsito Pérez por medio de su amigo Mauricio Flores, que el señor Pérez comenzó a presentarle a los individuos de nombre: JOSE LEON PEREZ ALVARADO, alias "Chepe Motor", de treinta y un años de edad aproximadamente, de un metro setenta de estatura mas o menos, piel morena, pelo parado, color negro, residente en el Cantón Colón, Guazapa; JOSE ORELLANA, de veintisiete años de edad, como de un metro setenta de estatura, delgado, piel morena clara, residente en Cantón Colón, Guazapa; JOSE DOLORES RUANO, alias "El Gato", de veinticinco años de edad, de un metro sesenta de estatura, piel blanca, pelo castaño, ojos amarillos, residente en Cantón Colón, Guazapa; FRANCISCO MEJIA, de unos treinta años de edad, de un metro setenta de estatura, piel morena, pelo negro liso, residente en Colonia Dolores, Barrio San José, Guazapa; SAMUEL HERNANDEZ RAMIREZ, alias "Oasis", de veintiocho años de edad mas o menos, de un metro sesenta y cinco mas o menos, piel blanca, residente en Colonia Altos de las Flores, no recordando dirección exacta, quien es cabo de la Policía Nacional Civil, destacado en Aguilares; RICARDO ANTONIO FIGUEROA, alias "Richard", de unos veintisiete años de edad, como de un metro setenta de estatura, piel blanca, residente en Colonia Altos de Santa Teresa, Apopa, no recordando dirección exacta, agente de Policía Nacional Civil, destacado en el puesto del Coyolito, Chalatenango; TORIBIO CHIQUILLO RODRIGUEZ, de treinta años de edad, como de un metro setenta y cinco de estatura, piel blanca, residente en Cantón Ramírez, Guazapa; JOAQUIN RODRIGUEZ, alias "Quincho", de unos veinticuatro años de edad, de un metro ochenta centímetros, piel blanca, residente en Cantón Nance Verde, jurisdicción del Cantón Ramírez, Guazapa; otro individuo a quien conoce con el sobrenombre del Chopo, cuyo nombre verdadero es JOSE AGAPITO RUANO TORRES, de veinticuatro años de edad aproximadamente, de un metro cincuenta y cinco de estatura mas o menos, residente en Lotificación Monte Cristo, Calle Cinco de Noviembre, por el Cementerio, lote sin número, sin número; posteriormente por medio de José León Pérez Alvarado, conoció a MIGUEL ANGEL GUZMÁN, como de treinta y cinco años de edad, Agricultor, de un metro sesenta de estatura mas o menos, piel blanca, residente en la esquina opuesta a los Tribunales de Tonacatepeque, es decir sobre la Octava Avenida Sur, número cinco-A; que por medio de éste último conoció a MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ o VASQUEZ MONTENEGRO, de veinticinco años de edad mas o menos, como de un metro setenta y cinco de estatura, moreno, complexión fornido, residente en Primera Avenida Sur, pasaje B, sin número de casa, Tonacatepeque; que a esas personas las conoció como personas trabajadoras, ya que se dedicaban la mayoría a la agricultura; que puede señalar el lugar de residencia de dichas personas; que aproximadamente cinco meses después de tratarlos, el cabo Oasis le manifestó al dicente que en Aguilares había un sargento que tenía conecte con una banda de secuestradores, y que él les decía a ellos cómo y cuándo operar en esta clase de delitos, ya que él sabía cómo limpiar la zona cuando se secuestraba y cuando se recogía el dinero, ya que por el rango que tenía dicho sargento, él ordenaba que las patrullas se desviaran del sector donde está operando la banda de secuestradores, que de igual forma lo hacía cuando se recogía el dinero; y que si dicho sargento lo podía hacer, también lo podía hacer él, que una semana después de lo anterior cuya fecha no recuerda, pero durante este año, comenzaron a hacer formal dicha idea; que se reunieron por primera vez para planear el secuestro del señor JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN, en la casa del señor José León Pérez Alvarado, donde se reunieron los que ha mencionado, donde ultimaron que cada quien iba a tener una misión en el sentido de localizar a la persona que iban a secuestrar; que después de esa reunión, a la siguiente semana, nuevamente en horas de la tarde se reunieron en casa de León, donde también llegó Miguel Angel Guzmán y comentó que estaba controlando a un empresario de buses de la ruta ciento quince de Tonacatepeque, quien les manifestó que éste tenía ocho buses, un Agroservicio y que tenía propiedades en la afueras de Tonacatepeque, y que el papá le había heredado cien mil colones en una cuenta bancaria, por lo que a ésta persona podían secuestrar y exigir la cantidad de dos millones de colones; que en esa reunión acordaron que tenían primero que conocer a la víctima, diciendo Miguel que este muchacho siempre manejaba el bus, el que era placas AB 73878, de la Empresa Gallardo, fue así como se distribuyeron la forma en que iban a conocer a la víctima, ya que irían de dos en dos a la casa de Miguel, donde Edenilson se encargaría de señalarles a la persona indicada, el cual así lo hizo, durante un período de una semana, es decir al principio del mes de agosto de este año; que la decisión fue tomada por el entrevistado; que su persona juntamente con Samuel Hernández Ramírez eran los que decidían las misiones a seguir en este secuestro, fue de esta manera que designaron a Ricardo Antonio Figueroa y el mismo Samuel en darle seguimiento a la víctima en el sentido de tomar el tiempo que se tardaba en un viaje de Tonacatepeque a San Salvador y viceversa, actos que hicieron durante el período de tres meses; que fue en los últimos quince días antes del secuestro que se reunieron en la casa de Samuel, donde éste les manifestó que se encontraba suspendido de sus labores en la policía y que tenían que hacer algo, fue allí donde el dicente junto a Samuel designaron las diferentes misiones que cada uno de los antes mencionados tenía que hacer, fue así como a Joaquín, Agapito Ruano Torres, alias Chopo y José Orellana, se les encomendó que ellos iban a capturar al empresario, lo cual tenía que ser en horas de la noche, entre el kilómetro veinte y veintiuno carretera a Tonacatepeque, ya que ese lugar era el apropiado para poder secuestrar a dicha persona, por ser un lugar oscuro y solo, se les dijo también que cuando tuvieran en su poder a la víctima, tenían que poner las luces superiores en forma intermitente del bus donde tenía que ir la víctima; José León Pérez Alvarado, Francisco Mejía, José Dolores Ruano, Toribio Chiquillo Rodríguez, ellos cuatro se encargarían de darle seguridad y alimentación al secuestrado, a quien iban a tener en cautiverio en una parte libre ubicada en una milpa donde se encuentra un árbol, donde no está seguro si es aceituno o cedro, la cual es propiedad de León Pérez Alvarado; que su misión en el secuestro era así como la de Samuel, de negociar la libertad de la víctima, como también la de verificar el secuestro y transportar a la víctima al lugar ya mencionado, en esta reunión únicamente como dijo ya se distribuyeron las misiones, pero no se determinó fecha del secuestro, ya que habían días, según el seguimiento que habían dado, que la persona a secuestrar no salía a trabajar; que fue el día martes veintidós de agosto de este año, como ya todo iba en serio el declarante frecuentaba todos los días la casa de Samuel, que la fecha antes mencionada a eso de las diecisiete horas o cinco de la tarde, Samuel recibió una llamada telefónica; que luego de haber colgado Samuel, éste le dijo que Miguel era el que le había llamado, diciéndole que la persona a secuestrar salía ese día con viaje a San Salvador, a las seis horas y quince minutos de la tarde, por lo que Samuel manifestó que Miguel manifestó "hoy es cuando", saliendo Oasis de la casa, diciéndole al deponente espérame ya vengo, quedándose el que habla en la casa de su amigo, transcurridos unos cuarenta y cinco minutos vio que Samuel llegó a bordo de un vehículo tipo Pick Up, color ocre, cabina larga, con placas de California, cuyo número no recuerda y en regular estado, por lo que de inmediato se dirigieron a Guazapa, a casa de León Pérez Alvarado, donde hicieron contacto con Joaquín Rodríguez, El Chopo y José Orellana, quienes eran los encargados de capturar al que iban a secuestrar, mientras que León Pérez Alvarado reunía a los demás que se encargarían de la custodia, posteriormente el dicente junto a Samuel y los que iban a capturar se vinieron a bordo del vehículo descrito a la Gasolinera ESSO de Apopa, para que ellos esperaran y abordaran el bus donde venía la víctima, que todo esto sería aproximadamente a las seis y media de la tarde, mientras que el deponente junto a Samuel se dirigieron a una calle pavimentada aledaña a la carretera que conduce a Tonacatepeque estacionándose como a cien metros del lugar donde iban a efectuar el secuestro, ya que para ellos les era visible observar cuando se acercaba el bus que manejaba la víctima; que a eso de las siete y cuarenta minutos de la noche subió la calle donde ellos se encontraban estacionados un patrulla que venía de Tonacatepeque, con número de equipo mil ochenta y ocho, quienes con los faroles del patrulla les alumbraron, bajándose un agente de la Policía, quien conoció a Samuel y lo saludó, diciéndole: "que tal", le contestó Samuel: "anda paseando", diciéndole el agente: "todo tranquilo", respondiéndole que sí, en seguida el agente se despidió de mano y continuó el patrullaje como rodeando la manzana, en ese momento observaron que un bus se dirigía hacia Tonacatepeque con las luces intermitentes, comentándole Samuel: "ya estuvo, vámonos", bajando el vehículo y estacionándose como a diez metros del bus, de donde ya tenían capturado a la víctima; que José Agapito Ruano Torres, alias Chopo, Joaquín Rodríguez y José Orellana, utilizaron armas cortas, tales como una pistola calibre veinticinco, la cual portaba el Chopo, Joaquín y José portaban cada uno una treinta y ocho, no habiéndose utilizado en ese operativo pasamontañas; que luego de la captura de la víctima lo subieron en la parte de atrás del asiento del vehículo que conducía el dicente, no habiéndole puesto a la víctima ningún objeto que le tapara la visibilidad, que a la par de la víctima iba José Orellana, mientras que Samuel, El Chopo y Joaquín iban en la cama, dirigiéndose al punto de la treinta y ocho A, ubicado en la Colonia San José Las Flores; que se dieron cuenta que el patrulla referido, sus ocupantes se habían percatado del secuestro ya que les dio persecución, hasta un kilómetro antes de llegar al lugar que le llaman El Manguito, debido a que el declarante apagó las luces para no ser observado, siendo ésta la forma como lograron esquivar la persecución de la policía, habiendo salido de la Troncal del Norte, por el Kilómetro veintiuno, entrando a un callejón ubicado por la Fábrica Bayer, dirigiéndose rumbo al Cerro de Guazapa, dejando a la víctima en el lugar ya determinado, el cual era una parcela donde se encontraba en ese momento una milpa, propiedad de José León Pérez Alvarado, ubicado como a un Kilómetro y medio del Caserío Colón, de la Calle que da al Cerro de Guazapa, lugar donde ya estaban León Pérez Alvarado, Francisco Mejía Dolores Ruano y Toribio Rodríguez Chiquillo, encargados de la custodia y alimentación, agregando que en el trayecto la víctima le dio el número de teléfono trescientos veintidós cero dos siete uno, ya que tenían que negociar la libertad de éste; que al día siguiente del secuestro, a eso de las once de la mañana llamó al número indicado de un celular que portaba, el cual es el número de prepago ochocientos noventa y siete sesenta y cinco sesenta y seis, propiedad de Samuel, quien se lo había proporcionado para negociar el rescate del señor Rodríguez Marroquín, de donde exigió la cantidad primeramente de dos millones de colones, contestándole un joven que no podía dar esa cantidad porque era exorbitante y que lo único que podía dar era cien mil colones; que en horas de la tarde, a eso de las cuatro de la tarde volvió a llamar de un teléfono público ubicado en la Colonia Altavista, ubicada sobre la Carretera de Oro, Ilopango, donde exigió un millón de colones, pero el mismo joven que le atendió en la mañana le contestó en la tarde y que solo daba unos cien mil colones, pero que para seguir negociando necesitaba prueba de vida de su hermano, diciéndole el dicente que llamaría el jueves a las once de la mañana, fue así como este día jueves el deponente fue a casa de León a dejarle el celular, para que se lo llevaran donde la víctima para que este hablara con el hermano, ya que así lo había pedido dicha persona para poder seguir negociando, esperando el dicente a León para que nuevamente éste llevara el teléfono y a la vez le manifestara qué es lo que habían hablado, que a eso de las diez y media regresó León con el teléfono y éste le comentó que el secuestrado le había dicho a su hermano que diera lo que estaban pidiendo porque ya no aguantaba los zancudos, que a eso de las once de la mañana el entrevistado, desde el teléfono público ubicado en la Bayer en Guazapa, llamó nuevamente donde la familia del secuestrado, atendiéndolo siempre el mismo muchacho, quien dijo ser hermano del secuestrado, manifestándole que únicamente podían darle doscientos cincuenta mi colones, agrega que durante la negociación y cuando fue a darle a León el Teléfono, siempre se hacía acompañar de Samuel, quien le decía al declarante que fuese él el que negociara, ya que podía convencer, que al día siguiente como a eso de las nueve de la mañana, hizo otra llamada telefónica de un teléfono público ubicado en Unicentro, Soyapango donde tampoco se llegó a un acuerdo, que esta última llamada la hizo solo, ya que Samuel no lo acompañó, diciéndole al hermano del secuestrado que en la tarde le llamaría para cerrar la negociación, retirándose del lugar, ya que al mismo tiempo el dicente junto con Samuel, Mauricio Flores y Tránsito Pérez extorsionaban al señor Julio Menjívar Quijano, quien les daría el dinero ese mismo día viernes en la zona de la Fábrica YKK, ubicada en carretera a Santa Ana, Sitio del Niño, jurisdicción de San Juan Opico, lugar donde a eso de las dos y media a tres de la tarde fue capturado junto con Mauricio y Tránsito, decomisándosele un teléfono celular número ochocientos noventa y siete sesenta y cinco sesenta y seis, marca Ericcsson, propiedad de Samuel Hernández Ramírez; que el domingo tres de septiembre, encontrándose detenido en el penal de Mariona llegó la señora Reyna, esposa de José León Pérez, a visitar a Tránsito Pérez, hermano de José León Pérez y le preguntó si sabía sobre lo que tenían en el cerro, diciéndole la mujer que León le había dicho que lo habían dejado libre por el kilómetro veintiuno y que quizá habían dado dinero en un aproximado de cien mil colones, ya que todos andaban bolos, pero al declarante no le consta dicha información. Que a la víctima cuando estuvo cautiva lo cuidaban los mismos cuatro que eran: José León Pérez Alvarado, Dolores Ruano, Francisco Mejía y Toribio Rodríguez Chiquillo, los cuales entre ellos se turnaban para cuidarla, ya que esa era la misión que se les había encomendado y habían sido ellos mismos que lo recibieron de parte del declarante y de Samuel. Que con el fin de coordinar la entrega del dinero del secuestro se utilizaría un celular Motorola, cuyo número no recuerda, propiedad de Ricardo Antonio Figueroa, encontrándose en poder de José León Pérez Alvarado". A dicha declaración, la cual fuera tomada como anticipo de prueba, y habiendo cumplido con las reglas establecidas en el artículo 270 Pr.Pn., para su incorporación al juicio, se le concede valor probatorio, pues contiene información que fue respaldada con otros elementos de prueba que desfilaron en el Juicio. De acuerdo a lo narrado por parte de los testigos en el desarrollo del juicio, se tiene que el día nueve de junio del presente año, el señor JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN fue secuestrado sobre la carretera que de San Salvador conduce a Tonacatepeque, en momentos en que éste regresaba de la primera de las ciudades mencionadas, a bordo de un autobús propiedad de su familia, señalándose por parte de la víctima que una de las personas encargadas de bajarlo de la unidad de transporte era una de las personas que un mes antes aproximadamente, en el parque de la ciudad de Tonacatepeque acompañaban a VASQUEZ MONTENEGRO, y este último les señalaba a RODRIGUEZ MARROQUIN, situación que es confirmada con lo relatado por el testigo FRANCISCO JAVIER AMAYA VILLALTA, quien atribuye a VASQUEZ MONTENEGRO la labor de mostrar a los miembros de la banda a la persona de la víctima, puesto que era éste quien lo conocía, además cabe decir que la persona de la víctima manifestó que en su cautiverio logró enterarse que la persona de Edenilson era "El Santero", es decir la persona que brindó la información sobre su persona y bienes para que se realizara el secuestro. En cuanto al testigo ALEX ADOLFO RODRIGUEZ MARROQUIN, también hermano de la víctima, el mismo en efecto refiere la forma en la cual se dio la negociación entre su persona y los secuestradores, información que es coincidente con la aportada por AMAYA VILLALTA, ya que éste en su declaración anticipada, en efecto confirmó que la negociación se dio con un hermano de la víctima, además es importante señalar que por parte de ambos se refiere el hecho de que entre Alex y Jaime se sostuvieron conversaciones vía telefónica. En lo que se refiere al testigo JOSE OLIVERIO HERNANDEZ MELENDEZ, por parte de éste se hizo alusión a la forma en la cual se llegó a la identificación de las personas que fueron capturadas en el caso del secuestro del señor RODRIGUEZ MARROQUIN, haciendo referencia a la captura por el delito de extorsión de la persona de FRANCISCO JAVIER AMAYA VILLALTA, siendo dicho testigo el encargado de verificar la información proporcionada por AMAYA VILLALTA. El testigo BALTAZAR ECHEVERRIA GONZALEZ, en su declaración se limitó a dar información acerca de la captura del imputado, sin precisar el tipo de actividad que el mismo desarrolló en el secuestro, lo cual resulta lógico, si se toma en cuenta que esa fue su única función en el caso. Es de señalar que la información vertida por el testigo EMERSON DONATO RODRÍGUEZ, hermano de la víctima, en su mayoría fue de carácter referencial, constándole a éste únicamente la forma en la cual se enteró del secuestro de su hermano, así como de la forma en que dio aviso a la Policía Nacional Civil, acerca de lo sucedido a su hermano, además de señalar algunas actividades desarrolladas por el imputado, la cuales carecen de vinculación con el hecho objeto del juicio. Por parte de la víctima se han hecho señalamientos en cuanto al lugar de secuestro, cautiverio y de liberación, de los cuales se ha tenido por confirmada su existencia por medio de Croquis y Album fotográfico de los mismos, así como por medio de las actas de inspección realizadas, la primera a la altura de Kilómetro veintiuno y medio de la carretera que conduce de San Salvador a Tonacatepeque, lugar conocido como finca El Guayacán; y la segunda de ellas en el desvío de Cantón Santa Bárbara, Guazapa, Kilómetro veintiuno y medio, Carretera Troncal del Norte; debiendo indicarse que el primero de los documentos ha sido realizado por miembros de la Policía Nacional Civil , contando éstos con los sellos de la institución a la cual pertenece, por lo que el mismo merece fe, en cuanto a las actas mencionadas se tiene que las mismas cuentan con las firmas de las personas participantes en las mismas, tal y como lo regula el artículo 123 y siguientes Pr.Pn., en ese sentido merecen fe. HECHO QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO. Conforme a lo prescrito en el Artículo 357 numeral 3 del Código Procesal Penal, el Tribunal, valoradas las pruebas desfiladas en el juicio estima como hecho acreditado el siguiente: "Meses antes del secuestro del señor JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN, en momentos en que éste parqueaba su autobús en los alrededores del parque de Tonacatepeque, el señor MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, procedió a señalarles al señor RODRIGUEZ MARROQUIN, a dos sujetos desconocidos que le acompañaban. El día martes veintidós de agosto del año dos mil, el señor JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN se conducía de la ciudad de San Salvador con destino a Tonacatepeque, como a eso de las siete de la noche aproximadamente, a bordo de un autobús del transporte colectivo propiedad de su familia y al pasar a la altura de San José Las Flores, tres sujetos abordaron el mismo, ubicándose en la parte delantera. Minutos después de haber abordado el autobús, los sujetos se pusieron de pie, ordenando a la víctima que se bajara del vehículo de transporte colectivo, reconociendo a uno de los sujetos como el que acompañaba a MONTENEGRO VASQUEZ el día que éste lo señaló en el parque. El señor RODRIGUEZ MARROQUIN es conducido a pie por los sujetos sobre la carretera mencionada, donde posteriormente los recoge un vehículo, al cual lo introducen y es llevado a un lugar desconocido en la ciudad de Guazapa. El día miércoles veintitrés, los secuestradores se ponen en contacto con familiares de la víctima, siendo el encargado de negociar un hermano de éste de nombre Alex, exigiendo la cantidad de medio millón de colones para su liberación, cantidad que para el día jueves veinticuatro se reduce a la de doscientos mil colones. Durante el cautiverio la víctima es informada por uno de los secuestradores que la persona que dio información sobre su identidad había sido EDENILSON MONTENEGRO. El día veintiséis de agosto los secuestradores dejan en libertad al señor JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN, a pesar de no haberse pagado el rescate, como consecuencia de la captura de uno de los miembros de la organización delincuencial, a quien detienen por cometer un delito de Extorsión, sin embargo el día veintinueve de agosto el señor RODRIGUEZ MARROQUIN entrega la cantidad de cincuenta mil colones a aquellos, en vista de las amenazas telefónicas que se le hacían". VALORACIÓN JURÍDICA. Del análisis legal de los hechos valorados y probados estos jueces hacen las siguientes consideraciones: Con respecto al delito de secuestro y en la fecha de los hechos ocurridos, en que resultaba más favorable para el imputado el Código Penal expresaba lo siguiente: "SECUESTRO. Art. 149.- El que privare a otro de su libertad individual con el propósito de obtener un rescate, el cumplimiento de determinada condición, o para que la autoridad pública realizare o dejare de realizar un determinado acto, será sancionado con prisión de diez a veinte años. TIPO OBJETIVO. Las pruebas evidencian la aprehensión física de JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN, cuya libertad se condiciona al pago de dinero. Tal actividad es verificada en el marco de una acción, en cuanto a que no es observable algún tipo de circunstancia que descarte la existencia de algún tipo de comportamiento como la fuerza física irresistible, movimiento reflejo, hipnotismo, sueño. Sin lugar a dudas están acreditados los elementos objetivos del tipo, en tanto que se priva de libertad a una persona, exigiéndose como requisito para posibilitar su libertad el pago de dinero. En un principio el monto de lo exigido asciende a DOS MILLONES DE COLONES, posteriormente se reduce a MEDIO MILLON, finalmente se produce la liberación de la víctima, aún sin el pago de lo solicitado, sin embargo por parte de la víctima posteriormente se hace entrega de la cantidad de CINCUENTA MIL COLONES a sujetos desconocidos que lo amenazaban vía telefónica. El delito de secuestro constituye un tipo complejo, en tanto que requiere de la afectación de diversos bienes jurídicos como es la libertad ambulatoria de una persona, la libertad moral de quien resulta advertido; en alguno casos puede resultar perjudicado el patrimonio. La descripción penal no determina como elemento esencial el que se cumpla con la prestación exigida (que puede ser el cumplimiento de una condición, que puede materializarse en un hacer o no hacer, o realizar una disposición patrimonial), basta por ende que a la privación de la libertad se apareje la exigencia de la condición, circunstancia que en el presente caso se ha dado, por consiguiente se estiman dados los elementos del tipo penal SECUESTRO. Para este tribunal es absolutamente claro que el día nueve de junio de dos mil se llevó a cabo el secuestro del señor Jaime Rodríguez Marroquín, exigiéndose a partir del día siguiente la entrega de una cantidad determinada de dinero, la cual paulatinamente fue bajando, verificándose la liberación de la víctima aún sin el pago del rescate, sin embargo y debido a posteriores exigencias se procede por la víctima a la entrega de cincuenta mil colones. COMPLICIDAD La infracción penal objeto de juicio se observa ha implicado la actividad de una diversidad de personas, quedando probada la intervención de MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, sin embargo para este Tribunal la misma es en grado de cómplice y no de coautor. Para la consideración anterior el Tribunal toma en cuenta lo siguiente: El señor MONTENEGRO VASQUEZ es identificado como la persona que se encarga de señalar a los otros sujetos intervinientes en el hecho a la persona de la víctima, ya que era éste quien lo conocía. En el desarrollo del juicio es constatable que el imputado no es mencionado en ninguna otra actividad, para el caso, aprehensión de la víctima, vigilancia, negociación, cobro de rescate. El aspecto subjetivo de la complicidad se acredita en la medida de la existencia del lógico acuerdo previo. Es obvio que el imputado formó parte del plan a los efectos de materializar la finalidad buscada con el secuestro. Es natural que si él fue el encargado de señalar a la persona de la víctima, es porque estaba en un convenio con ellos. La contribución del imputado no resulta esencial, pues solamente se encargó de señalar a la persona que posteriormente habría de ser secuestrada por los demás miembros de la banda. Bien jurídico afectado. Con la privación de JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN; ha existido una lesión efectiva al bien jurídico libertad del mismo, referido a la capacidad de fijar por sí mismo su situación en el espacio, además la libertad moral de sus familiares, pues se sintieron constreñidos a disponer de dinero para propiciar la libertad de aquel. TIPO SUBJETIVO. La intervención de MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ ha estado circunscrita en una finalidad, cual es obtener un provecho económico a través de la privación de libertad de una persona, circunstancias que eran conocidas de su parte; es decir sabía que su actividad, aún y cuando fuese no necesaria, se encaminaba a obtener el rescate, condición básica para poner en libertad a JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN; por ende es doloso el actuar. INEXISTENCIA DE CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN. No se observa la existencia de circunstancia alguna que permita determinar como justificada la actitud del imputado en cuanto a colabora en privar de su libertad a la víctima. Con todo lo anterior se observa la perfilación de la antijuricidad formal como material. CAPACIDAD DE CULPABILIDAD. El imputado en el período en que se realizaron los actos de su conducta típica, como en el momento del juicio es persona capaz de comprender como de actuar conforme a esa comprensión. CONCIENCIA DE ANTIJURICIDAD. No existe ningún tipo de circunstancia de acuerdo a la cual se perfile un error en la existencia fáctica o jurídica de una causa de justificación; tampoco el que determine que se ignoraba por el imputado la existencia de una norma penal que le prohibía colaborar en el secuestro. EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA. De acuerdo a la edad como aptitud física es razonable exigirle al imputado actuar de manera lícita, es decir para él es factible vivir sin necesidad de recurrir al perjuicio patrimonial ajeno para satisfacer necesidades económicas propias, recurriendo a brindar su colaboración en la privación de la libertad a una persona. Visto lo anterior para estos jueces la conducta enjuiciada es típica, antijurídica y culpable, por ende es procedente condenar penalmente. DETERMINACIÓN DE LA PENA. Para el delito de SECUESTRO el art. 149 del Código Penal prescribe una pena de entre diez y veinte años de prisión; pero al tener la calidad de cómplice no necesario, la pena correspondiente se fijará en base a lo regulado en el artículo 66 Pn., entre el mínimo establecido para el delito y la mitad del máximo de la misma, no pudiendo exceder a las dos terceras partes que se imponen al autor. De lo anterior y teniéndose que por parte del Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador se impuso una pena de QUINCE años de prisión para los señores RICARDO ANTONIO FIGUEROA, FRANCISCO MEJIA PEREZ, TORIBIO CHIQUILLO RODRIGUEZ, JOAQUIN RODRIGUEZ MARROQUIN, MIGUEL ANGEL GUZMAN MAZARIEGO, JOSE AGAPITO RUANO TORRES, JOSE DOLORES RUANO LOPEZ, JOSE ORELLANA PEREZ y JOSE LEÓN PEREZ, condenados en su calidad de coautores, siendo el mínimo legal de la pena a imponer de diez años de prisión y la mitad del máximo igual a dicha cantidad. Sobre la base de lo expuesto, para estos jueces es procedente imponer al imputado la pena de DIEZ AÑOS DE PRISIÓN, la que por la peligrosidad demostrada, la necesidad de evitar la reiteración de conductas como la realizada y la readaptación del imputado se vuelve necesaria en su ejecución. RESPONSABILIDAD CIVIL. En la Acusación Fiscal se expresó: "En cuanto al delito de SECUESTRO en perjuicio de Jaime Ernesto Rodríguez Marroquín, de acuerdo al Art. 19 inciso 1 C.P.P., se encuentra que el ejercicio de la acción penal es pública y su persecución es de oficio, en tal sentido de acuerdo al Art. 43 CPP, la acción civil, contra los partícipes se tiene que ejercitar conjuntamente con la penal, y en el caso Subjúdice le corresponde a la Fiscalía General de la República ejercerla, consecuentemente le solicitamos ordene preventivamente embargos en bienes propios de los imputados, a fin de garantizar la acción civil y el reparo del daño y perjuicios causados, ya sean económicos y psicológicos de las víctimas, conforme al Art. 305 CPP, en relación al Art. 612 del Código de Procedimientos Civiles". Al momento de los alegatos finales la representación fiscal se pronunció sobre la cantidad de CIEN MIL COLONES en concepto de responsabilidad civil. Sobre la base de lo solicitado cabe considerar lo siguiente: A juicio de estos jueces la declaratoria de responsabilidad ya sea penal o civil debe fundamentarse. Siendo que en este apartado se analizará en lo relativo a lo civil, cabe decir que al ejercerse la acción civil la parte fiscal no ha indicado monto, refiriéndose de forma escueta a la cantidad de CIEN MIL COLONES. En el presente caso cabe considerar como cierta la cantidad de cincuenta mil colones, siendo ésta la que llegó a manos de los secuestradores. En el desarrollo del juicio se indicó por parte de la víctima el haber efectuado el pago de la cantidad de cincuenta mil colones, la que si bien es cierto no fue entregada directamente al imputado, al encontrarse probada su complicidad en el hecho, es procedente condenar a éste al pago de forma proporcional y solidaria con el resto de imputados en el hecho, de dicha cantidad de dinero. PRISIÓN PREVENTIVA. Tomando en consideración que la prisión preventiva tiene razón de ser hasta el momento de la firmeza de la Sentencia, por el momento la prisión tiene el carácter de preventiva. Sobre el particular, el establecimiento de la calidad de delito como la prueba de la intervención como COMPLICE del imputado MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, se estima que es obvio el interés del mismo de evadir el cumplimiento de la pena, existiendo evidentemente el peligro de fuga, por lo que el continuar en prisión constituye la alternativa procedente. Tomando en consideración que se ha decidido imponer la pena de DIEZ AÑOS DE PRISIÓN para el imputado, se estima que es obvio el interés del mismo de evadir el cumplimiento de la pena, existiendo evidentemente el peligro de fuga, por lo que la medida cautelar atendiendo a la pena impuesta es proporcional. Visto lo anterior el imputado aludido ha de continuar en prisión preventiva. POR TANTO: con base en las razones antes expuestas, disposiciones legales citadas y artículos 11, 12, 172 de la Constitución de la República; Artículos 36, 58, 62, 63, 66,149, del Código Penal; 53 No 2°, 354, 356, 357, 358, 359 y 361 del Código Procesal Penal, EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, POR UNANIMIDAD, este Tribunal FALLA: 1) DECLÁRASE CULPABLE como cómplice al imputado MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, por el delito que se califica definitivamente como SECUESTRO, en perjuicio de JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN; por lo que en base a o regulado en el artículo 66 Pr.Pn., el cual establece que la penalidad del cómplice en el caso del numeral segundo se fijará entre el mínimo legal establecido para el delito y la mitad del máximo, en consecuencia impónesele la pena de DIEZ AÑOS DE PRISIÓN; por lo que tomando en consideración que el imputado comenzó a guardar detención a partir del día VEINTICINCO DE AGOSTO del año dos mil dos, cumplirá la pena el día VEINTICUATRO DE AGOSTO del año DOS MIL DOCE; 2) CONDÉNASE al imputado en concepto de RESPONSABILIDAD CIVIL, al pago en forma solidaria con los demás imputados, de la cantidad de CINCUENTA MIL COLONES; 3) CONDÉNASE al imputado MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ a las penas accesorias siguientes: pérdida de los derechos de ciudadano, la incapacidad para obtener toda clase de cargos o empleos públicos, la incapacidad para recibir distinciones honoríficas y pérdida de las ya recibidas, todas ellas mientras dure la pena principal; 4) Remítase al procesado al Centro Penal "La Esperanza", San Luis Mariona, para que continúe en detención, librando para ello los oficios correspondientes; 5) En su oportunidad y en caso de quedar firme esta Sentencia, informe la Secretaría en caso de no presentarse recurso alguno, y remítanse las certificaciones de esta providencia a las instancias pertinentes. NOTIFÍQUESE la presente Sentencia mediante su lectura integral.