0121-99-2002 TRIBUNAL SEXTO DE SENTENCIA

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0121-99-2002
TRIBUNAL SEXTO DE SENTENCIA; San Salvador, a las trece horas del día trece de
noviembre del año dos mil dos.
Visto en Juicio oral y público celebrado los días siete y ocho de los corrientes, el
proceso penal que se ha seguido en contra de MAURICIO EDENILSON VASQUEZ
MONTENEGRO, de veinticuatro años de edad, casado, salvadoreño, auxiliar de
construcción, originario de Tonacatepeque, en donde nació el día diecisiete de junio de mil
novecientos setenta y ocho, residente en Pasaje Rugamas, Barrio Concepción, Casa
Número Tres, Tonacatepeque, Hijo de Mauricio Otoniel Montenegro y Amparo Beatriz
Vázquez; por el delito de SECUESTRO, previsto y sancionado en el artículo 149 del
Código Penal, en perjuicio de JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN, quien
es de treinta años de edad, casado, motorista, salvadoreño, originario de Tonacatepeque,
donde nació el día nueve de diciembre de mil novecientos setenta y uno.(C.N. 203-2002-3).
Han intervenido como partes en el juicio, en representación del Fiscal General de la
República, los Agentes Auxiliares Licenciados FREDY ANTONIO RAMOS y
SALVADOR RUIZ PEREZ, mayores de edad, Abogados y de este domicilio; como
Defensor Público del imputado el Licenciado MARIO RENE CHAVEZ CORVERA,
mayor de edad, Abogado y de este domicilio.
De conformidad a lo establecido en el Artículo 53 numeral dos del Código Procesal
Penal, el presente proceso fue sometido al conocimiento y decisión del Tribunal de
Sentencia en forma Colegiada, conformado por los suscritos Jueces ROSA IRMA VIGIL
ESTRADA, ROLANDO CORCIO CAMPOS y JOSE SANDOVAL DE LA O, siendo
Presidenta Interina del Tribunal la primera, quien además presidió el Juicio, y Juez Interino
el último.
Dio inicio el presente proceso mediante la presentación del Requerimiento Fiscal el
día dieciocho de octubre del año dos mil, en el Juzgado de Paz de la ciudad de
Tonacatepeque, lo que condujo a la celebración de la Audiencia Inicial el día veinte del
mismo mes y año, quien decretó Instrucción en contra del imputado MAURICIO
EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, con la sola vista del Requerimiento, en razón
de tener calidad de ausente, remitiéndose el expediente al Juzgado de Primera Instancia de
la Ciudad de Tonacatepeque, habiendo sido declarado rebelde, siendo capturado
posteriormente en fecha veinticinco de agosto del corriente año, señalándose para la
celebración de la Audiencia Preliminar el día veinticuatro de septiembre de este año,
ordenando Auto de Apertura a Juicio a las catorce horas del mismo mes y año, remitiéndose
el proceso a este Tribunal el día veintiséis de septiembre de este año, señalándose para la
celebración del juicio el día siete de noviembre de este año, fecha en la que dio inicio, pero
prolongándose y finalizando el día ocho de los corrientes, última fecha en la cual se dio a
conocer el fallo fundado de manera verbal, en razón de lo avanzado de la hora de la
finalización de los debates, señalándose este día para la lectura íntegra de la Sentencia.
ENUNCIACION DEL HECHO OBJETO DEL JUICIO.
La fijación del objeto del debate se establece en la Acusación, el que fue admitido
en el Auto de Apertura a Juicio en los términos siguientes: "El día veintidós de agosto del
año dos mil, a eso de las diecinueve horas con quince minutos, en los momentos que el
señor JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN conducía un autobús del transporte
colectivo de la ruta ciento quince, que hace su recorrido de Tonacatepeque a San Salvador,
fue sorprendido por tres sujetos desconocidos que iban a bordo del bus que la víctima
conducía, ya que uno de los sujetos amenazó con un arma de fuego al cobrador de nombre
Mauricio y a la vez le ordenaron a JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN que
detuviera la marcha del autobús, lo cual así hizo, seguidamente los otros dos sujetos a la
fuerza bajaron al señor Rodríguez Marroquín, registrándole para verificar si éste portaba
algún tipo de arma, enseguida le ordenaron correr junto con los desconocidos con dirección
a la Carretera Troncal del Norte; luego de correr aproximadamente dos cuadras fueron
alcanzados por un vehículo tipo Pick Up, King Cab, al parecer color oscuro en el cual se
conducían otros individuos, donde lo introdujeron a la cabina, colocándolo en el espacio
extra detrás de los asientos, llevándolo con rumbo a la Troncal del Norte, pero antes de
llegar a esta carretera se desviaron al costado derecho, específicamente en el desvío
conocido como Calle de la Santamaría, el cual es calle de tierra y en mal estado y luego de
unos minutos salieron a la Carretera Troncal del Norte, en el lugar conocido como El
Guaycume, continuando la marcha rumbo al norte, por un tiempo de unos cinco minutos a
excesiva velocidad, posteriormente se desviaron al costado derecho de la carretera, sobre
una calle de tierra en mal estado, circulando sobre esta unos cinco minutos, estacionando el
vehículo y apagando las luces, luego lo bajaron, abrieron un falso y lo introdujeron por el
mismo, y caminaron por veredas y pendientes ascendentes por un tiempo de cuarenta
minutos, donde pasaron la noche, dándose cuenta la víctima el día siguiente que se
encontraba bajo unos árboles de nance, donde se encontraba una tabla en forma de banco y
en medio de una milpa, observando que lo vigilaban varios individuos que tenían aspecto
de campesinos, quienes eran relevados por otros, al parecer estos le daban custodia armados
únicamente con una pistola y un revólver, quienes cuando se relevaban se traspasaban las
mismas armas y le daban de comer arroz, pollo, huevo con tamales y otras variedades, las
cuales se encontraban calientes, deduciendo el secuestrado que los elaboraban cerca del
lugar donde lo mantenían, como también escuchaba voces de las personas que habían
privado de la libertad a Rodríguez Marroquín, él se encontraba en el lugar conocido como
Loma Chata, ya que hacia abajo del lugar donde se encontraba le manifestaron que estaba
el caserío Piedra Labrada, ubicados en el Cerro de Guazapa, que el día veintitrés en la tarde
los secuestradores hablaron con el hermano de la víctima, proporcionándole el número
telefónico para que hiciera contacto con los familiares del secuestrado, el cual en un primer
momento exigían la cantidad de dos millones de colones, por la libertad del señor
Rodríguez Marroquín, posteriormente los desconocidos proporcionaron al señor Marroquín
un teléfono en el cual habló con el hermano y esposa, con el fin de que reunieran el dinero
del rescate que los secuestradores exigían, que a esa fecha, es decir el veinticuatro de
agosto del presente año (2000), ya había tenido confianza con sus secuestradores, pero fue
el caso que el día sábado veintiséis de agosto, en horas de la mañana, según la víctima uno
de sus secuestradores cubierto con un pasamontañas, llegó donde él se encontraba y le
manifestó que lo iba a dejar libre, previamente el mismo sujeto lo amenazó de muerte
manifestándole que habían capturado a tres de sus compañeros y que por esa razón lo
dejaban libre, caminando la víctima aproximadamente veinte minutos rumbo al poniente,
saliendo a la altura del lugar conocido como El Amate, donde abordó un bus para dirigirse
a su lugar de residencia."
VALORACION DE LA PRUEBA.
De conformidad al Art. 162 Pr. Pn., que establece los caracteres de la prueba,
referentes a la pertinencia, relevancia, objetividad y legalidad; y en especial la legalidad, ya
que la prueba únicamente puede ser valorada si ha sido legalmente obtenida, ofrecida y
producida, y en atención a la garantía contenida en el Art. 15 Pr. Pn., este Tribunal
analizará cada una de las pruebas, de la siguiente manera:
El testigo EMERSON DONATO RODRÍGUEZ en esencia manifestó: "Que está presente
por un secuestro de su hermano, el cual se cometió el día veintidós de agosto del año dos
mil, ese día su hermano andaba manejando el bus, el cual es propiedad de su familia, y que
sale del parque de Tonacatepeque hasta el parque San José, en esta ciudad; que ese día su
hermano salió de Tonacatepeque como a las cinco de la tarde e iba con viaje para San
Salvador, sucediendo que cuando regresaba a la ciudad de Tonacatepeque, por la
Comunidad Los Héroes, sobre la carretera, no recordando el Kilómetro, siendo las siete o
siete y cuarto de la noche, él se encontraba en una tienda propiedad de su hermana que está
ubicada en el parque de la mencionada ciudad, ocurriendo que una persona que venía en el
bus le dijo que a su hermano lo habían bajado del bus con un arma y que se lo habían
llevado con rumbo desconocido, por lo que el dicente fue a avisar a su casa, pero en ésta no
había nadie, encontrando a su mamá afuera, observando que ésta se encontraba mal,
entonces él se fue a la policía donde les narró lo sucedido, éstos le dijeron que ya se habían
dado cuenta, pero que en ese momento no tenían vehículo, por lo que él se ofreció a
llevarlos en su vehículo, yéndose seis policías junto con él, dirigiéndose al lugar donde
habían bajado a su hermano, en el mismo tres policías se bajaron, luego junto a los otros
fueron a una comunidad Santa Teresa, cuando llegaron ya habían bastantes policías, como
diez o quince, éstos dijeron que ya sabían del hecho, posteriormente regresó a su casa
donde había mucha gente. Que no recuerda el nombre del cobrador del bus, pues andaba
haciendo días. Que el día veintitrés de agosto estaban afligidos, razón por la cual se dirigió
a la D.I.C. a poner la denuncia, lugar en el cual levantaron un acta la cual firmó, además le
preguntaron si les habían pedido rescate, a lo que les dijo que no, que no se habían
comunicado, luego le dijeron que si se comunicaban que les avisara, posteriormente
pasados unos veinte minutos sus familiares le informaron que ya se habían comunicado, en
dicha llamada ofendieron a su familia, informando las personas que ellos tenían a su
hermano, que iban a negociar y le iban a decir el monto, por lo que fue a la división y les
confirmó que a su hermano lo tenían secuestrado, entonces personas de la división sacaron
unos aparatos como grabadoras, un ataché, preguntándole que si el dicente los podía llevar
a Tonacatepeque, en el lugar los investigadores se enteraron de todo, llevándolos al último
cuarto, donde le dijeron que le pusiera una extensión al teléfono, procediendo a conectar los
aparatos, poniéndose de acuerdo con los hermanos sobre quién iba a ser el negociador de la
familia con los secuestradores, en ese momento estaba su hermano Oto Boris, su sobrina, su
mamá y él, además de las personas de la división, quienes les dijeron que estaban para
investigar el caso y ellos les dijeron que podían colaborar, permaneciendo en su casa desde
el día veintitrés de agosto hasta el veintisiete del mismo mes, es decir como unos cuatro
días. Que el negociador fue su hermano mayor Alex Adolfo Rodríguez. Que él les dijo a los
investigadores que su hermano días antes le había dicho que tenía miedo que le pasara algo,
y que si le llegaba a pasar algo, que tenían que ver Edenilson Montenegro y Guzmán, ya
que el primero un día lo había señalado, y se le había acercado con malas intenciones, esto
se lo dijo como dos veces, la última vez un mes antes del secuestro. Que su hermano tenía
miedo porque un día en la Colonia Las Flores, cuando iba a Tonacatepeque, un Pick Up lo
persiguió, y hasta el cobrador le dijo que le parecía raro, por eso su hermano corrió con el
bus, pero por una escuela el vehículo lo sobrepasó y los ocupantes sólo se le quedaron
viendo. Que Montenegro viajaba en el bus con las personas detenidas por el secuestro. Que
al imputado lo conoce desde hace tres años, pues lo veía en el parque. Que fue en el parque
que el imputado señaló a su hermano. Que los secuestradores hacían llamadas diciéndoles
que dieran el dinero por que sino los iban a matar, que la habían regado porque había
denunciado a su primo. Que él contó el dinero del rescate, los cuales eran cincuenta mil
colones. Que las llamadas eran de celular, porque su hermano le contó que en una llamada
el secuestrador le había dicho que se le iba a cortar la llamada por la tarjeta. Que primero
pedían medio melón, su hermano Alex les preguntó qué querían decir con eso, a lo cual le
dijeron que no fuera pendejo, y que si no los conseguían lo iban a hacer en pedacitos, pues
ellos sabían que tenían pisto, que la misma gente de Tonacatepeque era la que andaba en
eso, pues de ahí era el santero. Que la cantidad de dinero la estaba arreglando con su
sobrina, ese dinero lo empaquetaron en bolsas de papel y ese día que hablaron quedaron
para posteriormente decir donde se haría la entrega del rescate. Que su hermano Alex habló
con el secuestrado, a quien le dijo que se calmara, que estaban orando y recolectando el
dinero, luego le quitaron el teléfono. Que fueron dos veces que recuerda que su hermano
Alex habló con el secuestrado. Que el día jueves veinticuatro en horas de la noche, los
secuestradores habían quedado de hablar pero no hablaron. Que luego el día sábado su
hermano Jaime apareció, posteriormente le hablaron los secuestradores a Jaime y éste les
ofreció vender la casa para pagarles el dinero. Que a su hermano Jaime lo dejaron ir con la
condición de entregar cincuenta mil colones primero y ciento setenta y cinco mil
posteriormente, cuando vendiera su casa, y él les dijo que ya sabía a lo que se había
comprometido. Que el día veintinueve de agosto, Jaime le dijo a Alex Adolfo que los
sujetos le habían hablado y que querían el dinero, por lo que como a la una le fue a decir a
su hermana que le prestara el Pick Up, posteriormente al regresar les dijo que había ido a
Guazapa, contándoles que en el lugar lo estaban esperando dos personas, una de éstas se le
acercó y su hermano Jaime le dio el dinero, siendo las mismas personas que lo tuvieron en
Guazapa y que ojalá que no lo molestaran más, sin embargo éstos siguieron hablando,
luego su hermano tuvo que salir del país. Que Montenegro se acercaba al parque,
observándolo como dos días después del hecho, cuando el dicente estaba en la tienda de su
hermana, dicho sujeto llegaba donde unos zapateros, éste lo veía pero él no le decía nada.
Que en otra oportunidad, después de los hechos, le dijo al cobrador de uno de los buses que
le diera dinero, preguntándole si no sabía dónde estaba Jaime, posteriormente en el mes de
diciembre, pasaba frente a su casa y se pasaba riendo, luego se paraba en una esquina y se
le quedaba viendo. Que un día por el Colegio de la Divina Providencia el imputado se subió
al bus, se sacó la pistola, le quitó el dinero al cobrador y les dijo "este bus es de los pachos,
entonces dame el pisto también", por lo que éste ya no quería trabajar en el bus. Que él vio
que el imputado se comunicaba con Miguel Guzmán, quien vivía en Tonacatepeque, lo
conocía de hacía seis o siete años, los veía en el parque, dicho señor se encuentra detenido.
Que el imputado vive como a unas ocho cuadras de su casa. Que antes del hecho veía al
imputado cerca del parque y cerca de su casa, además lo observaba en la calle, casi siempre
lo veía, después del hecho lo vio el día veintiséis de agosto, fecha de la liberación de su
hermano, como a las tres de la tarde, iba en un camión, pero no le dijo nada, solo lo
observó".
El testigo ALEX ADOLFO RODRIGUEZ MARROQUIN, en esencia manifestó
que: " Es hermano de Jaime Ernesto Rodríguez, quien fue víctima de secuestro el veintidós
de agosto del año dos mil, hecho ocurrido en la carretera que va para Tonacatepeque,
siendo el dicente el encargado de negociar el rescate con los secuestradores, siendo el día
veintitrés de ese mismo mes que ellos se comunican por teléfono, no recordando el número,
pero le hablaban al fijo de su casa, preguntándole quien era él, al decirles que era hermano
del secuestrado le dijeron que con él era que querían hablar, preguntando él sobre qué,
contestándole que sobre su hermano Jaime, al que secuestraron el veintidós en la noche, la
llamada fue el día veintitrés en la mañana, indicándole que querían medio melón, a lo que
les dijo que no sabía qué era eso, por lo que le pasaron a otra persona, quien le dijo que
querían medio millón, contentándoles que no podía darles esa cantidad de dinero, que les
podía conseguir cincuenta mil, a lo que éste le dijo que era poquito y que la banda era
numerosa, quedando que le iba a llamar más tarde, luego en la tarde le llamaron diciendo lo
mismo, en esa llamada le pasaron a su hermano, percatándose debido a que su teléfono
tenía identificador de llamadas que lo hacía de un teléfono celular, éstos le pedían más
dinero, el dicente le preguntó a su hermano que cómo estaba, y éste le dijo que tranquilo,
que los que lo cuidaban eran calmados y que iba a hablar con ellos. Que él siempre les dijo
a los secuestradores que podía conseguir cincuenta mil colones, después la persona que le
llamaba le dijo que ya había hablado con los otros y habían llegado a doscientos mil
colones. Que recibió alrededor de cinco llamadas, entre las cuales habló dos veces con su
hermano. Que llegaron al acuerdo de entregar cincuenta mil colones, luego en una llamada,
un día antes de la liberación de su hermano les dijo que ya casi los tenía, entonces éstos le
dijeron que le llamarían al día siguiente para determinar el lugar de entrega. Que los billetes
del dinero de rescate eran de cien y doscientos colones, eran dos paquetes de cien y
doscientos, treinta de cien y veinte de doscientos colones, junto con él estaba Donato y una
sobrina suya, además de un detective, quien los asesoraba con la numeración de los billetes.
Que no recibió la llamada para confirmar el lugar. Que a su hermano lo liberaron el día
veintiséis de agosto al mediodía, faltando un cuarto a las doce, pero no entregaron dinero
para liberarlo, su hermano llegó nervioso y le dijo que les entregara lo ofrecido, porque sino
los iban a matar, y que éste se comprometió a llevarles el dinero. Que los secuestradores se
comunicaron con Jaime y el veintinueve de agosto el dicente le dio el dinero para
entregárselos. Que conoce al imputado solo de vista, desde hace unos tres años, a quien vio
unos tres meses antes del secuestro; que luego de que soltaron a su hermano Jaime, vio
pasar al Imputado por su casa. Que el asesor de la policía se llamaba Frank, quien estuvo
tres días en su casa, el tiempo que duró el secuestro".
El testigo JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN, en esencia manifestó
que: " El día veintidós de agosto de dos mil fue víctima de un secuestro, en la calle que va
de San Salvador a Tonacatepeque, por la Hacienda "El Guayacán", en momentos en que
venía de San Salvador, a bordo de un bus de su empresa de transporte, ese día salió a las
cinco y quince de la tarde de Tonacatepeque hacia San Salvador, al punto del parque San
José, ocurriendo que a la altura de San José Las Flores, como a las siete y diez de la noche
se subieron tres desconocidos al bus, quedándose adelante, y como a los cinco minutos, a la
altura de la Hacienda Guayacán, los sujetos se pararon y lo amenazaron con unas armas de
fuego la cuales le colocaron en la cabeza, ordenándole que parara el bus, pero él no quería,
entonces uno de los sujetos le dijo que se bajara o lo iba a matar, entonces el les dijo que si
querían dinero que ahí estaba el cobrador, pero ellos le dijeron que querían más, bajándolo
del bus, manifestándole que era secuestro y que si se iba a ir por las buenas o por las malas,
luego lo llevaron atrás del bus donde lo registraron, posteriormente caminaron de regreso,
comenzaron a correr, escuchando que uno de ellos preguntaba por el carro, entonces venía
un Pick Up, Nissan, como de Tonacatepeque, en ese momento uno de ellos lo haló de la
camisa y lo introdujeron atrás del motorista, colocándole una toalla para que no viera,
llegando a San José Las Flores, introduciéndose después a una calle que va a dar a la
Troncal del Norte, agregando que en el trayecto a él se le cayó la toalla, observando a los
dos que iban adelante y tres que iban atrás, en el trayecto le dijeron que no fuera a hacer
una locura, pues de todos modos ya lo llevaban, además el motorista le dijo que era un
secuestro, luego de eso como a los diez minutos llegaron a la ciudad de Guazapa, donde
cruzaron a mano izquierda, luego cruzaron a la derecha, hacia el fondo de la calle, luego
cruzaron a la derecha nuevamente, en ese momento el motorista se dio cuenta que al
dicente se le había caído la toalla, por lo que se la colocaron nuevamente, luego de ello se
pudo dar cuenta que estaban en una calle empedrada y pasados cinco minutos pararon,
escuchando que decían que lo bajaran, lo cual así hicieron, quedándose unos sujetos con él,
escuchando que destrabaron un falso, recordando que como el lugar era empedrado, se caía
al caminar, entonces uno de los sujetos sugirió que le quitaran la toalla del rostro, lo cual
así hicieron; que cuando eran aproximadamente como las siete y cuarenta de la noche, ya
estaban en el cerro, manifestándoles el dicente que tenía sed y éstos de una quebrada le
dieron agua. Que se quedaron a dormir bajo unos palos, permaneciendo en ese lugar hasta
el día sábado. Que los que le quitaron la toalla eran dos, uno con gorro pasamontañas y otro
con una gorra, él les preguntó qué pasaba, éstos le dijeron que era un secuestro, por lo que
él les dijo que no tenían dinero, ellos le contestaron que sabían que tenían cinco buses,
Farmacia y un Agroservicio, luego éstos lo llevaron a una quebradita, donde llegó uno de
los jefes de apellido León, por lo que éstos le pusieron la toalla y le dijeron que si éste le
preguntaba algo, que dijera que así había pasado toda la noche, entonces León le preguntó
que cómo estaba, manifestándole que le iba a quitar la toalla y que no lo viera, sino le iba a
pegar un balazo, todo esto sucedió como a las siete y media de la mañana del día miércoles,
además le preguntó que si tenía hambre, contestándole el dicente que no, pero éste le dijo
que tenía que comer, luego se retiraron los dos sujetos, quedándose con León, luego como a
las ocho y media de la mañana ambos regresaron y le llevaban comida, más tarde como ya
tenía más confianza, pudo ver a León, éste le dijo que no intentara irse, sino le iba a dar dos
balazos en las piernas; al siguiente día era jueves, le llevaron comida, les preguntó que
porqué lo tenían muchos días, contestándole que era porque el hermano no quería dar el
dinero, él les contestó que no tenían dinero, entonces dijeron que quizá el santero se había
equivocado, preguntándole al dicente si no lo conocía, él le dijo que no sabía quien era,
entonces le dijo que era Edenilson, interrogándolo ¿no conoces a ese bicho?, contestándole
que no, pero por su seguridad. Que un mes antes del secuestro, él estaba en el parque de
Tonacatepeque y se parqueó en el bus a la par del portal, cuando el imputado llegó con dos
desconocidos, y el primero lo señaló y les dijo ese que está ahí es, pero como habían dos
personas dentro del bus, los sujetos le preguntaron que quién de los dos, diciéndoles éste
que el conductor, entonces el dicente se le quedó viendo, y el imputado le dijo: "qué pasa
pues". Que el imputado tenía la costumbre de pedir cincuenta colones, pero él no se los
daba, entonces aquel le decía "un día de estos te voy a levantar", recordando que desde el
día en que Edenilson lo señaló, los señores que lo acompañaban comenzaron a viajar con
él, siendo uno de ellos el que lo bajó del bus y otro lo llegó a cuidar. Que luego de la plática
del jueves, el muchacho zarco le dijo que con el santero se iba a arreglar, preguntándole que
si conocía a un Abogado de Tonacatepeque que es prestamista, y de apellidos Rugamas
Marroquín, comentándole: "a ese maistro aquí lo tuvimos, estuvo llorando", luego le dijo
que le iban a prestar el teléfono para que le dijera a su hermano que consiguiera el pisto,
además le dijo que la policía estaba en la casa del dicente y que Edenilson era quien
vigilaba la casa. Que habló dos veces con su hermano y una vez con su esposa. Que el
señor León le llevó un teléfono para que hablara con su hermano Alex, quien le preguntó
cómo estaba, además le preguntó dónde estaba, pero que no podía decir dónde, sin embargo
disimuladamente le dijo que estaba arriba, enfrente, dándole a entender que en el cerro. Que
la segunda vez que habló con su esposa le dijo que estaba bien y que consiguieran el dinero.
Que los sujetos pedían dos millones de colones, pero a su hermano le pidieron medio
millón. Que el día viernes capturaron a tres de los imputados, capturaron al del Pick Up, al
que le dieron criterio de oportunidad, ese día llegó León, le dijo que su hermano la había
regado porque les echó la Policía y que por eso lo iba a matar, él le dijo que no tenía nada
que ver, pidiéndole en nombre de Dios, ya que él también tenía hijos, que le diera hasta el
siguiente día y que averiguara primero, concediéndole tal plazo, al día siguiente en la
mañana que León llegó le puso la pistola, el dicente lloró y le dijo que no lo matara, a lo
que le contestó que se la iba a jugar en dejarlo ir, indicándole que se fuera para abajo, luego
se dio la vuelta y comenzó a caminar, recordando que en el lugar andaba una avioneta,
siendo advertido antes de irse, que lo iban a dejar irse, pero que al día siguiente domingo
les llevara el billete, y que querían trescientos mil colones, a lo que él les dijo que iba a
vender la casa, además les dio las gracias, luego un señor alto, de bigote, pechito, le dijo a
otro que fuera a traer el caballo, en el cual lo sacó cerca de la carretera, advirtiéndole que le
llevara el dinero y le dijo que consiguiera veinticinco mil para él y para el chele, que él iba
a hablar con los demás, agregando que lo dejó por la calle. Que en el trayecto una señora
estaba lavando con un niña, esta última le dijo al que lo llevaba: "hola papi", por lo que
dedujo que la persona era del lugar, la señora se le quedó viendo y la niña volvió a
preguntarle: "papito para donde vas", a lo que éste le dijo: "ya vengo". Que del lugar donde
lo dejó camino veinte minutos, luego tomó un autobús de la ruta ciento cuarenta y uno para
Tonacatepeque, llegando a la casa como a las diez y media de la mañana, en la misma
estaba su mamá, su hermana, su esposa y su niño. Que luego de ser liberado le llamaron al
teléfono de su casa número trescientos veintidós cero uno setenta y ocho. Que el día
domingo fue a una misa de acción de gracias a las nueve de la mañana, y como a las tres de
la tarde estaba en la puerta de su casa, cuando Edenilson pasó en un Pick Up, haciéndole un
ademán con la cabeza, éste se mantenía vigilando, más tarde le habló León, quien le dijo:
"ya sabes quien habla", y le preguntó por el dinero, él le contestó que por ser domingo no lo
había conseguido, al siguiente día le habló como a las siete de la mañana, preguntando
nuevamente por el dinero, a lo que el dicente le dijo que no había hablado con el
prestamista, al siguiente día le habló nuevamente y le preguntó por el dinero, por los
cincuenta mil colones que su hermano Alex había reunido, pidiéndole que fuese éste quien
se los llevara, a lo cual le contestó que si los quería, que él se los llevaría, entonces León le
dijo que le daba media hora para que lo llevara, a los veinte minutos le habló, ya había ido a
traer el dinero y el vehículo para ir, le dijo que en la entrada de un caserío que no recuerda
el nombre lo iba a esperar "El Gato", que no llevara la policía, al llegar al lugar estaba el
zarco, en los lados habían otros, el zarco le preguntó por el dinero, él se lo dio, era como la
una y media de la tarde, observando que ellos se metieron a la calle y él dio la vuelta. Que
en su casa se mantuvo gente de la DIC hoy DECO. Que León le dijo que uno de los de la
DECO era primo suyo, y que el negro les había dicho que ahí estaban los de la DIC. Que
conoce al imputado y a su familia, que éste está acompañado, pero no recuerda el nombre
de la compañera de vida. Que el día martes cuando salió de una misa con su madre y
hermana, se le acercó ella (la compañera de vida del imputado), manifestándole que ella
sabía que estaba secuestrado y que estaba en el cerro de Guazapa, y que ella no informó
porque lo pudieron haber matado, pidiéndole además que no le dijera nada a Edenilson,
porque si no éste la mataría. Que entre los sujetos que lo secuestraron no se encontraba el
imputado, ni entre los que lo recogieron en el pick up, tampoco fue de los que lo cuidaban
en su lugar de cautiverio, agregando que no observó al imputado entre las personas que
recibieron el dinero que él entregó. Que al imputado lo veía todos los día en el parque con
el señor Miguel Guzmán, quien está detenido por su secuestro. Que el imputado vive como
a dos cuadras de donde él vivía en Tonacatepeque. Que luego de su liberación lo vio el
domingo veintisiete, y que éste se extrañó al verlo. Que al imputado luego lo veía seguido y
lo amenazaba. Que al imputado lo conoce desde pequeño, pero después de las capturas se
desapareció. Que las dos personas que llegaron con Edenilson un mes antes de su secuestro,
uno de ellos fue quien lo secuestró y otro lo cuidaba. Que la entrega del dinero la hizo en la
carretera Troncal del Norte, por un bordo pequeño a ambos lados, enfrente hay una casa de
construcción mixta. Que la compañera de vida del imputado tiene dos hijos de éste".
El testigo JOSE OLIVERIO HERNANDEZ MELENDEZ, en esencia manifestó:
"Que es agente de la DECO, de la Policía Nacional Civil. Que fue encargado del caso de
secuestro de JAIME ERNESTO RODRIGUEZ, el cual se dio el día veintidós de agosto de
dos mil, en Tonacatepeque, por la Comunidad Los Héroes, no se dio dinero por el rescate,
fue la misma víctima quien posteriormente entregó el dinero. Que él tomó entrevista de la
víctima, a los hermanos, al cobrador del bus, efectuó inspección en el recorrido de captura,
verificó información en el criterio de FRANCISCO JAVIER AMAYA, quien actualmente
está libre, para lo cual dio información sobre el caso, dando el nombre de ocho a diez
personas que habían participado en el delito, mencionando a la persona presente como
Edenilson Montenegro, agregando que los demás están condenados por el secuestro del
señor RODRIGUEZ. Que el Agente policial que asesoró a la familia era Miguel Abdalá
Linares Montesinos, siendo su indicativo Frank, quien ya está fuera de la policía. Que el
dinero se entregó el día veintinueve, a la víctima lo liberan el día veintiséis, pero lo de
dicha entrega de dinero lo supieron el catorce de octubre, ya que la víctima lo confesó, por
lo que ampliaron la entrevista que había rendido. Que eran dos hechos los que se estaban
investigando simultáneamente, una extorsión y un secuestro, el primero en un empresario
del Ingenio El Angel. Que el testigo Francisco Javier dijo que Miguel Guzmán dio
información de una persona que daba la cuota para un secuestro, es decir que podía pagarlo,
siendo Edenilson quien tiene la misión de dar la información de la víctima, y que en una
ocasión la víctima le preguntó a Edenilson qué estaba viendo y éste le dijo que el bus y que
éste último estaba con otra persona. Que el imputado criteriado era el segundo jefe, con
Samuel Hernández, siendo ellos quienes daba las instrucciones a los miembros de la banda,
los que se reunían en la casa de José León Pérez. Que el testigo criteriado lo vincularon
porque se trataba del mismo teléfono celular por el cual llamaba en el caso de la extorsión y
del secuestro, los teléfonos públicos eran los mismos, además Alex Rodríguez lo identificó
por medio de la voz cuando éste salió capturado por la extorsión. Que el caso de secuestro
se lo asignaron el veintitrés de agosto del año dos mil. Que al criteriado lo entrevistaron en
la fiscalía, él estuvo presente en la misma, su persona y los fiscales lo entrevistaron, luego
de ello se trabajó en la información para saber si lo dicho era cierto o falso. Que después de
que liberaron a la víctima siguió investigando, pero no se dio cuenta de la entrega del
dinero. Que dejó la investigación en noviembre del año dos mil, siendo la ubicación de los
sujetos que involucró el testigo AMAYA VILLALTA, el último acto que realizó".
El testigo BALTAZAR ECHEVERRIA GONZALEZ, en esencia manifestó que:
"Es agente de la DECO. Que participó en la investigación de un secuestro el día veintidós
de agosto de dos mil, recordando que la víctima iba a bordo de un bus, y lo secuestraron en
una comunidad cerca de Tonacatepeque; que el encargado del caso era Hernández
Meléndez, él participó en varias capturas, las cuales se dieron el dieciséis de octubre de ese
año, todos los capturados fueron condenados, recordando que habían tres personas
pendientes, un cabo de la P.N.C., el imputado presente y otro que no recuerda el nombre.
Que el veinticinco de agosto de este año detuvo a Mauricio Edenilson Vázquez, por el
Rastro de Tonacatepeque, siendo como a las doce horas, no decomisándole nada,
informándole que quedaba detenido, pero al parecer éste ya sabía el porqué de la captura,
procediendo a notificar a unos familiares que estaban en el lugar, además al imputado se le
hace saber el motivo de la captura y sus derechos. Que desconoce cual fue la participación
del imputado, pero supo que llevaba alimentación a la víctima. Que Edenilson residía en
Tonacatepeque, tenían una dirección, pero nunca lo ubicaron ahí. Que éste siempre andaba
por cafetales en las afueras de Tonacatepeque, a efecto de no se localizado".
Los anteriores testimonios a juicio de este Tribunal han sido rendidos de forma clara
y espontanea por los testigos durante el desarrollo del juicio, siendo coincidentes los
mismos en varios puntos señalados también en la declaración que en calidad de anticipo de
prueba rindiera el testigo FRANCISCO JAVIER AMAYA VILLALTA, quien en tal
diligencia judicial expresó: "Que entre los meses de octubre y noviembre del año pasado
conoció a Tránsito Pérez por medio de su amigo Mauricio Flores, que el señor Pérez
comenzó a presentarle a los individuos de nombre: JOSE LEON PEREZ ALVARADO,
alias "Chepe Motor", de treinta y un años de edad aproximadamente, de un metro setenta de
estatura mas o menos, piel morena, pelo parado, color negro, residente en el Cantón Colón,
Guazapa; JOSE ORELLANA, de veintisiete años de edad, como de un metro setenta de
estatura, delgado, piel morena clara, residente en Cantón Colón, Guazapa; JOSE
DOLORES RUANO, alias "El Gato", de veinticinco años de edad, de un metro sesenta de
estatura, piel blanca, pelo castaño, ojos amarillos, residente en Cantón Colón, Guazapa;
FRANCISCO MEJIA, de unos treinta años de edad, de un metro setenta de estatura, piel
morena, pelo negro liso, residente en Colonia Dolores, Barrio San José, Guazapa;
SAMUEL HERNANDEZ RAMIREZ, alias "Oasis", de veintiocho años de edad mas o
menos, de un metro sesenta y cinco mas o menos, piel blanca, residente en Colonia Altos
de las Flores, no recordando dirección exacta, quien es cabo de la Policía Nacional Civil,
destacado en Aguilares; RICARDO ANTONIO FIGUEROA, alias "Richard", de unos
veintisiete años de edad, como de un metro setenta de estatura, piel blanca, residente en
Colonia Altos de Santa Teresa, Apopa, no recordando dirección exacta, agente de Policía
Nacional Civil, destacado en el puesto del Coyolito, Chalatenango; TORIBIO
CHIQUILLO RODRIGUEZ, de treinta años de edad, como de un metro setenta y cinco de
estatura, piel blanca, residente en Cantón Ramírez, Guazapa; JOAQUIN RODRIGUEZ,
alias "Quincho", de unos veinticuatro años de edad, de un metro ochenta centímetros, piel
blanca, residente en Cantón Nance Verde, jurisdicción del Cantón Ramírez, Guazapa; otro
individuo a quien conoce con el sobrenombre del Chopo, cuyo nombre verdadero es JOSE
AGAPITO RUANO TORRES, de veinticuatro años de edad aproximadamente, de un
metro cincuenta y cinco de estatura mas o menos, residente en Lotificación Monte Cristo,
Calle Cinco de Noviembre, por el Cementerio, lote sin número, sin número; posteriormente
por medio de José León Pérez Alvarado, conoció a MIGUEL ANGEL GUZMÁN, como de
treinta y cinco años de edad, Agricultor, de un metro sesenta de estatura mas o menos, piel
blanca, residente en la esquina opuesta a los Tribunales de Tonacatepeque, es decir sobre la
Octava Avenida Sur, número cinco-A; que por medio de éste último conoció a MAURICIO
EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ o VASQUEZ MONTENEGRO, de
veinticinco años de edad mas o menos, como de un metro setenta y cinco de estatura,
moreno, complexión fornido, residente en Primera Avenida Sur, pasaje B, sin número de
casa, Tonacatepeque; que a esas personas las conoció como personas trabajadoras, ya que
se dedicaban la mayoría a la agricultura; que puede señalar el lugar de residencia de dichas
personas; que aproximadamente cinco meses después de tratarlos, el cabo Oasis le
manifestó al dicente que en Aguilares había un sargento que tenía conecte con una banda de
secuestradores, y que él les decía a ellos cómo y cuándo operar en esta clase de delitos, ya
que él sabía cómo limpiar la zona cuando se secuestraba y cuando se recogía el dinero, ya
que por el rango que tenía dicho sargento, él ordenaba que las patrullas se desviaran del
sector donde está operando la banda de secuestradores, que de igual forma lo hacía cuando
se recogía el dinero; y que si dicho sargento lo podía hacer, también lo podía hacer él, que
una semana después de lo anterior cuya fecha no recuerda, pero durante este año,
comenzaron a hacer formal dicha idea; que se reunieron por primera vez para planear el
secuestro del señor JAIME ERNESTO RODRIGUEZ MARROQUIN, en la casa del señor
José León Pérez Alvarado, donde se reunieron los que ha mencionado, donde ultimaron que
cada quien iba a tener una misión en el sentido de localizar a la persona que iban a
secuestrar; que después de esa reunión, a la siguiente semana, nuevamente en horas de la
tarde se reunieron en casa de León, donde también llegó Miguel Angel Guzmán y comentó
que estaba controlando a un empresario de buses de la ruta ciento quince de
Tonacatepeque, quien les manifestó que éste tenía ocho buses, un Agroservicio y que tenía
propiedades en la afueras de Tonacatepeque, y que el papá le había heredado cien mil
colones en una cuenta bancaria, por lo que a ésta persona podían secuestrar y exigir la
cantidad de dos millones de colones; que en esa reunión acordaron que tenían primero que
conocer a la víctima, diciendo Miguel que este muchacho siempre manejaba el bus, el que
era placas AB 73878, de la Empresa Gallardo, fue así como se distribuyeron la forma en
que iban a conocer a la víctima, ya que irían de dos en dos a la casa de Miguel, donde
Edenilson se encargaría de señalarles a la persona indicada, el cual así lo hizo, durante un
período de una semana, es decir al principio del mes de agosto de este año; que la decisión
fue tomada por el entrevistado; que su persona juntamente con Samuel Hernández Ramírez
eran los que decidían las misiones a seguir en este secuestro, fue de esta manera que
designaron a Ricardo Antonio Figueroa y el mismo Samuel en darle seguimiento a la
víctima en el sentido de tomar el tiempo que se tardaba en un viaje de Tonacatepeque a San
Salvador y viceversa, actos que hicieron durante el período de tres meses; que fue en los
últimos quince días antes del secuestro que se reunieron en la casa de Samuel, donde éste
les manifestó que se encontraba suspendido de sus labores en la policía y que tenían que
hacer algo, fue allí donde el dicente junto a Samuel designaron las diferentes misiones que
cada uno de los antes mencionados tenía que hacer, fue así como a Joaquín, Agapito Ruano
Torres, alias Chopo y José Orellana, se les encomendó que ellos iban a capturar al
empresario, lo cual tenía que ser en horas de la noche, entre el kilómetro veinte y veintiuno
carretera a Tonacatepeque, ya que ese lugar era el apropiado para poder secuestrar a dicha
persona, por ser un lugar oscuro y solo, se les dijo también que cuando tuvieran en su poder
a la víctima, tenían que poner las luces superiores en forma intermitente del bus donde tenía
que ir la víctima; José León Pérez Alvarado, Francisco Mejía, José Dolores Ruano, Toribio
Chiquillo Rodríguez, ellos cuatro se encargarían de darle seguridad y alimentación al
secuestrado, a quien iban a tener en cautiverio en una parte libre ubicada en una milpa
donde se encuentra un árbol, donde no está seguro si es aceituno o cedro, la cual es
propiedad de León Pérez Alvarado; que su misión en el secuestro era así como la de
Samuel, de negociar la libertad de la víctima, como también la de verificar el secuestro y
transportar a la víctima al lugar ya mencionado, en esta reunión únicamente como dijo ya se
distribuyeron las misiones, pero no se determinó fecha del secuestro, ya que habían días,
según el seguimiento que habían dado, que la persona a secuestrar no salía a trabajar; que
fue el día martes veintidós de agosto de este año, como ya todo iba en serio el declarante
frecuentaba todos los días la casa de Samuel, que la fecha antes mencionada a eso de las
diecisiete horas o cinco de la tarde, Samuel recibió una llamada telefónica; que luego de
haber colgado Samuel, éste le dijo que Miguel era el que le había llamado, diciéndole que
la persona a secuestrar salía ese día con viaje a San Salvador, a las seis horas y quince
minutos de la tarde, por lo que Samuel manifestó que Miguel manifestó "hoy es cuando",
saliendo Oasis de la casa, diciéndole al deponente espérame ya vengo, quedándose el que
habla en la casa de su amigo, transcurridos unos cuarenta y cinco minutos vio que Samuel
llegó a bordo de un vehículo tipo Pick Up, color ocre, cabina larga, con placas de
California, cuyo número no recuerda y en regular estado, por lo que de inmediato se
dirigieron a Guazapa, a casa de León Pérez Alvarado, donde hicieron contacto con Joaquín
Rodríguez, El Chopo y José Orellana, quienes eran los encargados de capturar al que iban a
secuestrar, mientras que León Pérez Alvarado reunía a los demás que se encargarían de la
custodia, posteriormente el dicente junto a Samuel y los que iban a capturar se vinieron a
bordo del vehículo descrito a la Gasolinera ESSO de Apopa, para que ellos esperaran y
abordaran el bus donde venía la víctima, que todo esto sería aproximadamente a las seis y
media de la tarde, mientras que el deponente junto a Samuel se dirigieron a una calle
pavimentada aledaña a la carretera que conduce a Tonacatepeque estacionándose como a
cien metros del lugar donde iban a efectuar el secuestro, ya que para ellos les era visible
observar cuando se acercaba el bus que manejaba la víctima; que a eso de las siete y
cuarenta minutos de la noche subió la calle donde ellos se encontraban estacionados un
patrulla que venía de Tonacatepeque, con número de equipo mil ochenta y ocho, quienes
con los faroles del patrulla les alumbraron, bajándose un agente de la Policía, quien conoció
a Samuel y lo saludó, diciéndole: "que tal", le contestó Samuel: "anda paseando",
diciéndole el agente: "todo tranquilo", respondiéndole que sí, en seguida el agente se
despidió de mano y continuó el patrullaje como rodeando la manzana, en ese momento
observaron que un bus se dirigía hacia Tonacatepeque con las luces intermitentes,
comentándole Samuel: "ya estuvo, vámonos", bajando el vehículo y estacionándose como a
diez metros del bus, de donde ya tenían capturado a la víctima; que José Agapito Ruano
Torres, alias Chopo, Joaquín Rodríguez y José Orellana, utilizaron armas cortas, tales como
una pistola calibre veinticinco, la cual portaba el Chopo, Joaquín y José portaban cada uno
una treinta y ocho, no habiéndose utilizado en ese operativo pasamontañas; que luego de la
captura de la víctima lo subieron en la parte de atrás del asiento del vehículo que conducía
el dicente, no habiéndole puesto a la víctima ningún objeto que le tapara la visibilidad, que
a la par de la víctima iba José Orellana, mientras que Samuel, El Chopo y Joaquín iban en
la cama, dirigiéndose al punto de la treinta y ocho A, ubicado en la Colonia San José Las
Flores; que se dieron cuenta que el patrulla referido, sus ocupantes se habían percatado del
secuestro ya que les dio persecución, hasta un kilómetro antes de llegar al lugar que le
llaman El Manguito, debido a que el declarante apagó las luces para no ser observado,
siendo ésta la forma como lograron esquivar la persecución de la policía, habiendo salido
de la Troncal del Norte, por el Kilómetro veintiuno, entrando a un callejón ubicado por la
Fábrica Bayer, dirigiéndose rumbo al Cerro de Guazapa, dejando a la víctima en el lugar ya
determinado, el cual era una parcela donde se encontraba en ese momento una milpa,
propiedad de José León Pérez Alvarado, ubicado como a un Kilómetro y medio del Caserío
Colón, de la Calle que da al Cerro de Guazapa, lugar donde ya estaban León Pérez
Alvarado, Francisco Mejía Dolores Ruano y Toribio Rodríguez Chiquillo, encargados de la
custodia y alimentación, agregando que en el trayecto la víctima le dio el número de
teléfono trescientos veintidós cero dos siete uno, ya que tenían que negociar la libertad de
éste; que al día siguiente del secuestro, a eso de las once de la mañana llamó al número
indicado de un celular que portaba, el cual es el número de prepago ochocientos noventa y
siete sesenta y cinco sesenta y seis, propiedad de Samuel, quien se lo había proporcionado
para negociar el rescate del señor Rodríguez Marroquín, de donde exigió la cantidad
primeramente de dos millones de colones, contestándole un joven que no podía dar esa
cantidad porque era exorbitante y que lo único que podía dar era cien mil colones; que en
horas de la tarde, a eso de las cuatro de la tarde volvió a llamar de un teléfono público
ubicado en la Colonia Altavista, ubicada sobre la Carretera de Oro, Ilopango, donde exigió
un millón de colones, pero el mismo joven que le atendió en la mañana le contestó en la
tarde y que solo daba unos cien mil colones, pero que para seguir negociando necesitaba
prueba de vida de su hermano, diciéndole el dicente que llamaría el jueves a las once de la
mañana, fue así como este día jueves el deponente fue a casa de León a dejarle el celular,
para que se lo llevaran donde la víctima para que este hablara con el hermano, ya que así lo
había pedido dicha persona para poder seguir negociando, esperando el dicente a León para
que nuevamente éste llevara el teléfono y a la vez le manifestara qué es lo que habían
hablado, que a eso de las diez y media regresó León con el teléfono y éste le comentó que
el secuestrado le había dicho a su hermano que diera lo que estaban pidiendo porque ya no
aguantaba los zancudos, que a eso de las once de la mañana el entrevistado, desde el
teléfono público ubicado en la Bayer en Guazapa, llamó nuevamente donde la familia del
secuestrado, atendiéndolo siempre el mismo muchacho, quien dijo ser hermano del
secuestrado, manifestándole que únicamente podían darle doscientos cincuenta mi colones,
agrega que durante la negociación y cuando fue a darle a León el Teléfono, siempre se
hacía acompañar de Samuel, quien le decía al declarante que fuese él el que negociara, ya
que podía convencer, que al día siguiente como a eso de las nueve de la mañana, hizo otra
llamada telefónica de un teléfono público ubicado en Unicentro, Soyapango donde tampoco
se llegó a un acuerdo, que esta última llamada la hizo solo, ya que Samuel no lo acompañó,
diciéndole al hermano del secuestrado que en la tarde le llamaría para cerrar la negociación,
retirándose del lugar, ya que al mismo tiempo el dicente junto con Samuel, Mauricio Flores
y Tránsito Pérez extorsionaban al señor Julio Menjívar Quijano, quien les daría el dinero
ese mismo día viernes en la zona de la Fábrica YKK, ubicada en carretera a Santa Ana,
Sitio del Niño, jurisdicción de San Juan Opico, lugar donde a eso de las dos y media a tres
de la tarde fue capturado junto con Mauricio y Tránsito, decomisándosele un teléfono
celular número ochocientos noventa y siete sesenta y cinco sesenta y seis, marca Ericcsson,
propiedad de Samuel Hernández Ramírez; que el domingo tres de septiembre,
encontrándose detenido en el penal de Mariona llegó la señora Reyna, esposa de José León
Pérez, a visitar a Tránsito Pérez, hermano de José León Pérez y le preguntó si sabía sobre lo
que tenían en el cerro, diciéndole la mujer que León le había dicho que lo habían dejado
libre por el kilómetro veintiuno y que quizá habían dado dinero en un aproximado de cien
mil colones, ya que todos andaban bolos, pero al declarante no le consta dicha información.
Que a la víctima cuando estuvo cautiva lo cuidaban los mismos cuatro que eran: José León
Pérez Alvarado, Dolores Ruano, Francisco Mejía y Toribio Rodríguez Chiquillo, los cuales
entre ellos se turnaban para cuidarla, ya que esa era la misión que se les había
encomendado y habían sido ellos mismos que lo recibieron de parte del declarante y de
Samuel. Que con el fin de coordinar la entrega del dinero del secuestro se utilizaría un
celular Motorola, cuyo número no recuerda, propiedad de Ricardo Antonio Figueroa,
encontrándose en poder de José León Pérez Alvarado".
A dicha declaración, la cual fuera tomada como anticipo de prueba, y habiendo cumplido
con las reglas establecidas en el artículo 270 Pr.Pn., para su incorporación al juicio, se le
concede valor probatorio, pues contiene información que fue respaldada con otros
elementos de prueba que desfilaron en el Juicio.
De acuerdo a lo narrado por parte de los testigos en el desarrollo del juicio, se tiene
que el día nueve de junio del presente año, el señor JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN
fue secuestrado sobre la carretera que de San Salvador conduce a Tonacatepeque, en
momentos en que éste regresaba de la primera de las ciudades mencionadas, a bordo de un
autobús propiedad de su familia, señalándose por parte de la víctima que una de las
personas encargadas de bajarlo de la unidad de transporte era una de las personas que un
mes antes aproximadamente, en el parque de la ciudad de Tonacatepeque acompañaban a
VASQUEZ MONTENEGRO, y este último les señalaba a RODRIGUEZ MARROQUIN,
situación que es confirmada con lo relatado por el testigo FRANCISCO JAVIER AMAYA
VILLALTA, quien atribuye a VASQUEZ MONTENEGRO la labor de mostrar a los
miembros de la banda a la persona de la víctima, puesto que era éste quien lo conocía,
además cabe decir que la persona de la víctima manifestó que en su cautiverio logró
enterarse que la persona de Edenilson era "El Santero", es decir la persona que brindó la
información sobre su persona y bienes para que se realizara el secuestro.
En cuanto al testigo ALEX ADOLFO RODRIGUEZ MARROQUIN, también
hermano de la víctima, el mismo en efecto refiere la forma en la cual se dio la negociación
entre su persona y los secuestradores, información que es coincidente con la aportada por
AMAYA VILLALTA, ya que éste en su declaración anticipada, en efecto confirmó que la
negociación se dio con un hermano de la víctima, además es importante señalar que por
parte de ambos se refiere el hecho de que entre Alex y Jaime se sostuvieron conversaciones
vía telefónica.
En lo que se refiere al testigo JOSE OLIVERIO HERNANDEZ MELENDEZ, por
parte de éste se hizo alusión a la forma en la cual se llegó a la identificación de las personas
que fueron capturadas en el caso del secuestro del señor RODRIGUEZ MARROQUIN,
haciendo referencia a la captura por el delito de extorsión de la persona de FRANCISCO
JAVIER AMAYA VILLALTA, siendo dicho testigo el encargado de verificar la
información proporcionada por AMAYA VILLALTA.
El testigo BALTAZAR ECHEVERRIA GONZALEZ, en su declaración se limitó a
dar información acerca de la captura del imputado, sin precisar el tipo de actividad que el
mismo desarrolló en el secuestro, lo cual resulta lógico, si se toma en cuenta que esa fue su
única función en el caso.
Es de señalar que la información vertida por el testigo EMERSON DONATO
RODRÍGUEZ, hermano de la víctima, en su mayoría fue de carácter referencial,
constándole a éste únicamente la forma en la cual se enteró del secuestro de su hermano, así
como de la forma en que dio aviso a la Policía Nacional Civil, acerca de lo sucedido a su
hermano, además de señalar algunas actividades desarrolladas por el imputado, la cuales
carecen de vinculación con el hecho objeto del juicio.
Por parte de la víctima se han hecho señalamientos en cuanto al lugar de secuestro,
cautiverio y de liberación, de los cuales se ha tenido por confirmada su existencia por
medio de Croquis y Album fotográfico de los mismos, así como por medio de las actas de
inspección realizadas, la primera a la altura de Kilómetro veintiuno y medio de la carretera
que conduce de San Salvador a Tonacatepeque, lugar conocido como finca El Guayacán; y
la segunda de ellas en el desvío de Cantón Santa Bárbara, Guazapa, Kilómetro veintiuno y
medio, Carretera Troncal del Norte; debiendo indicarse que el primero de los documentos
ha sido realizado por miembros de la Policía Nacional Civil , contando éstos con los sellos
de la institución a la cual pertenece, por lo que el mismo merece fe, en cuanto a las actas
mencionadas se tiene que las mismas cuentan con las firmas de las personas participantes
en las mismas, tal y como lo regula el artículo 123 y siguientes Pr.Pn., en ese sentido
merecen fe.
HECHO QUE EL TRIBUNAL ESTIMA ACREDITADO.
Conforme a lo prescrito en el Artículo 357 numeral 3 del Código Procesal Penal, el
Tribunal, valoradas las pruebas desfiladas en el juicio estima como hecho acreditado el
siguiente:
"Meses antes del secuestro del señor JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN, en momentos
en que éste parqueaba su autobús en los alrededores del parque de Tonacatepeque, el señor
MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, procedió a señalarles al señor
RODRIGUEZ MARROQUIN, a dos sujetos desconocidos que le acompañaban.
El día martes veintidós de agosto del año dos mil, el señor JAIME RODRIGUEZ
MARROQUIN se conducía de la ciudad de San Salvador con destino a Tonacatepeque,
como a eso de las siete de la noche aproximadamente, a bordo de un autobús del transporte
colectivo propiedad de su familia y al pasar a la altura de San José Las Flores, tres sujetos
abordaron el mismo, ubicándose en la parte delantera.
Minutos después de haber abordado el autobús, los sujetos se pusieron de pie, ordenando a
la víctima que se bajara del vehículo de transporte colectivo, reconociendo a uno de los
sujetos como el que acompañaba a MONTENEGRO VASQUEZ el día que éste lo señaló
en el parque.
El señor RODRIGUEZ MARROQUIN es conducido a pie por los sujetos sobre la carretera
mencionada, donde posteriormente los recoge un vehículo, al cual lo introducen y es
llevado a un lugar desconocido en la ciudad de Guazapa.
El día miércoles veintitrés, los secuestradores se ponen en contacto con familiares de la
víctima, siendo el encargado de negociar un hermano de éste de nombre Alex, exigiendo la
cantidad de medio millón de colones para su liberación, cantidad que para el día jueves
veinticuatro se reduce a la de doscientos mil colones. Durante el cautiverio la víctima es
informada por uno de los secuestradores que la persona que dio información sobre su
identidad había sido EDENILSON MONTENEGRO.
El día veintiséis de agosto los secuestradores dejan en libertad al señor JAIME
RODRIGUEZ MARROQUIN, a pesar de no haberse pagado el rescate, como consecuencia
de la captura de uno de los miembros de la organización delincuencial, a quien detienen por
cometer un delito de Extorsión, sin embargo el día veintinueve de agosto el señor
RODRIGUEZ MARROQUIN entrega la cantidad de cincuenta mil colones a aquellos, en
vista de las amenazas telefónicas que se le hacían".
VALORACIÓN JURÍDICA.
Del análisis legal de los hechos valorados y probados estos jueces hacen las
siguientes consideraciones:
Con respecto al delito de secuestro y en la fecha de los hechos ocurridos, en que
resultaba más favorable para el imputado el Código Penal expresaba lo siguiente:
"SECUESTRO.
Art. 149.- El que privare a otro de su libertad individual con el propósito de
obtener un rescate, el cumplimiento de determinada condición, o para que la autoridad
pública realizare o dejare de realizar un determinado acto, será sancionado con prisión
de diez a veinte años.
TIPO OBJETIVO.
Las pruebas evidencian la aprehensión física de JAIME RODRIGUEZ
MARROQUIN, cuya libertad se condiciona al pago de dinero.
Tal actividad es verificada en el marco de una acción, en cuanto a que no es
observable algún tipo de circunstancia que descarte la existencia de algún tipo de
comportamiento como la fuerza física irresistible, movimiento reflejo, hipnotismo, sueño.
Sin lugar a dudas están acreditados los elementos objetivos del tipo, en tanto que se
priva de libertad a una persona, exigiéndose como requisito para posibilitar su libertad el
pago de dinero.
En un principio el monto de lo exigido asciende a DOS MILLONES DE COLONES,
posteriormente se reduce a MEDIO MILLON, finalmente se produce la liberación de la
víctima, aún sin el pago de lo solicitado, sin embargo por parte de la víctima posteriormente
se hace entrega de la cantidad de CINCUENTA MIL COLONES a sujetos desconocidos
que lo amenazaban vía telefónica.
El delito de secuestro constituye un tipo complejo, en tanto que requiere de la
afectación de diversos bienes jurídicos como es la libertad ambulatoria de una persona, la
libertad moral de quien resulta advertido; en alguno casos puede resultar perjudicado el
patrimonio.
La descripción penal no determina como elemento esencial el que se cumpla con la
prestación exigida (que puede ser el cumplimiento de una condición, que puede
materializarse en un hacer o no hacer, o realizar una disposición patrimonial), basta por
ende que a la privación de la libertad se apareje la exigencia de la condición, circunstancia
que en el presente caso se ha dado, por consiguiente se estiman dados los elementos del
tipo penal SECUESTRO.
Para este tribunal es absolutamente claro que el día nueve de junio de dos mil se llevó a
cabo el secuestro del señor Jaime Rodríguez Marroquín, exigiéndose a partir del día
siguiente la entrega de una cantidad determinada de dinero, la cual paulatinamente fue
bajando, verificándose la liberación de la víctima aún sin el pago del rescate, sin embargo y
debido a posteriores exigencias se procede por la víctima a la entrega de cincuenta mil
colones.
COMPLICIDAD
La infracción penal objeto de juicio se observa ha implicado la actividad de una
diversidad de personas, quedando probada la intervención de MAURICIO EDENILSON
MONTENEGRO VASQUEZ, sin embargo para este Tribunal la misma es en grado de
cómplice y no de coautor.
Para la consideración anterior el Tribunal toma en cuenta lo siguiente:
El señor MONTENEGRO VASQUEZ es identificado como la persona que se
encarga de señalar a los otros sujetos intervinientes en el hecho a la persona de la víctima,
ya que era éste quien lo conocía.
En el desarrollo del juicio es constatable que el imputado no es mencionado en
ninguna otra actividad, para el caso, aprehensión de la víctima, vigilancia, negociación,
cobro de rescate.
El aspecto subjetivo de la complicidad se acredita en la medida de la existencia del lógico
acuerdo previo. Es obvio que el imputado formó parte del plan a los efectos de materializar
la finalidad buscada con el secuestro.
Es natural que si él fue el encargado de señalar a la persona de la víctima, es porque estaba
en un convenio con ellos.
La contribución del imputado no resulta esencial, pues solamente se encargó de señalar a la
persona que posteriormente habría de ser secuestrada por los demás miembros de la banda.
Bien jurídico afectado. Con la privación de JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN;
ha existido una lesión efectiva al bien jurídico libertad del mismo, referido a la capacidad
de fijar por sí mismo su situación en el espacio, además la libertad moral de sus familiares,
pues se sintieron constreñidos a disponer de dinero para propiciar la libertad de aquel.
TIPO SUBJETIVO.
La intervención de MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ ha
estado circunscrita en una finalidad, cual es obtener un provecho económico a través de la
privación de libertad de una persona, circunstancias que eran conocidas de su parte; es decir
sabía que su actividad, aún y cuando fuese no necesaria, se encaminaba a obtener el rescate,
condición básica para poner en libertad a JAIME RODRIGUEZ MARROQUIN; por ende
es doloso el actuar.
INEXISTENCIA DE CAUSALES DE JUSTIFICACIÓN. No se observa la
existencia de circunstancia alguna que permita determinar como justificada la actitud del
imputado en cuanto a colabora en privar de su libertad a la víctima.
Con todo lo anterior se observa la perfilación de la antijuricidad formal como
material.
CAPACIDAD DE CULPABILIDAD. El imputado en el período en que se
realizaron los actos de su conducta típica, como en el momento del juicio es persona capaz
de comprender como de actuar conforme a esa comprensión.
CONCIENCIA DE ANTIJURICIDAD. No existe ningún tipo de circunstancia de
acuerdo a la cual se perfile un error en la existencia fáctica o jurídica de una causa de
justificación; tampoco el que determine que se ignoraba por el imputado la existencia de
una norma penal que le prohibía colaborar en el secuestro.
EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA.
De acuerdo a la edad como aptitud física es razonable exigirle al imputado actuar de
manera lícita, es decir para él es factible vivir sin necesidad de recurrir al perjuicio
patrimonial ajeno para satisfacer necesidades económicas propias, recurriendo a brindar su
colaboración en la privación de la libertad a una persona.
Visto lo anterior para estos jueces la conducta enjuiciada es típica, antijurídica y
culpable, por ende es procedente condenar penalmente.
DETERMINACIÓN DE LA PENA.
Para el delito de SECUESTRO el art. 149 del Código Penal prescribe una pena de
entre diez y veinte años de prisión; pero al tener la calidad de cómplice no necesario, la
pena correspondiente se fijará en base a lo regulado en el artículo 66 Pn., entre el mínimo
establecido para el delito y la mitad del máximo de la misma, no pudiendo exceder a las dos
terceras partes que se imponen al autor.
De lo anterior y teniéndose que por parte del Tribunal Segundo de Sentencia de San
Salvador se impuso una pena de QUINCE años de prisión para los señores RICARDO
ANTONIO FIGUEROA, FRANCISCO MEJIA PEREZ, TORIBIO CHIQUILLO
RODRIGUEZ, JOAQUIN RODRIGUEZ MARROQUIN, MIGUEL ANGEL GUZMAN
MAZARIEGO, JOSE AGAPITO RUANO TORRES, JOSE DOLORES RUANO LOPEZ,
JOSE ORELLANA PEREZ y JOSE LEÓN PEREZ, condenados en su calidad de
coautores, siendo el mínimo legal de la pena a imponer de diez años de prisión y la mitad
del máximo igual a dicha cantidad.
Sobre la base de lo expuesto, para estos jueces es procedente imponer al imputado la
pena de DIEZ AÑOS DE PRISIÓN, la que por la peligrosidad demostrada, la necesidad de
evitar la reiteración de conductas como la realizada y la readaptación del imputado se
vuelve necesaria en su ejecución.
RESPONSABILIDAD CIVIL.
En la Acusación Fiscal se expresó: "En cuanto al delito de SECUESTRO en
perjuicio de Jaime Ernesto Rodríguez Marroquín, de acuerdo al Art. 19 inciso 1 C.P.P., se
encuentra que el ejercicio de la acción penal es pública y su persecución es de oficio, en tal
sentido de acuerdo al Art. 43 CPP, la acción civil, contra los partícipes se tiene que ejercitar
conjuntamente con la penal, y en el caso Subjúdice le corresponde a la Fiscalía General de
la República ejercerla, consecuentemente le solicitamos ordene preventivamente embargos
en bienes propios de los imputados, a fin de garantizar la acción civil y el reparo del daño y
perjuicios causados, ya sean económicos y psicológicos de las víctimas, conforme al Art.
305 CPP, en relación al Art. 612 del Código de Procedimientos Civiles".
Al momento de los alegatos finales la representación fiscal se pronunció sobre la
cantidad de CIEN MIL COLONES en concepto de responsabilidad civil.
Sobre la base de lo solicitado cabe considerar lo siguiente:
A juicio de estos jueces la declaratoria de responsabilidad ya sea penal o civil debe
fundamentarse. Siendo que en este apartado se analizará en lo relativo a lo civil, cabe decir
que al ejercerse la acción civil la parte fiscal no ha indicado monto, refiriéndose de forma
escueta a la cantidad de CIEN MIL COLONES.
En el presente caso cabe considerar como cierta la cantidad de cincuenta mil
colones, siendo ésta la que llegó a manos de los secuestradores.
En el desarrollo del juicio se indicó por parte de la víctima el haber efectuado el
pago de la cantidad de cincuenta mil colones, la que si bien es cierto no fue entregada
directamente al imputado, al encontrarse probada su complicidad en el hecho, es procedente
condenar a éste al pago de forma proporcional y solidaria con el resto de imputados en el
hecho, de dicha cantidad de dinero.
PRISIÓN PREVENTIVA.
Tomando en consideración que la prisión preventiva tiene razón de ser hasta el
momento de la firmeza de la Sentencia, por el momento la prisión tiene el carácter de
preventiva.
Sobre el particular, el establecimiento de la calidad de delito como la prueba de la
intervención como COMPLICE del imputado MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO
VASQUEZ, se estima que es obvio el interés del mismo de evadir el cumplimiento de la
pena, existiendo evidentemente el peligro de fuga, por lo que el continuar en prisión
constituye la alternativa procedente.
Tomando en consideración que se ha decidido imponer la pena de DIEZ AÑOS DE
PRISIÓN para el imputado, se estima que es obvio el interés del mismo de evadir el
cumplimiento de la pena, existiendo evidentemente el peligro de fuga, por lo que la medida
cautelar atendiendo a la pena impuesta es proporcional.
Visto lo anterior el imputado aludido ha de continuar en prisión preventiva.
POR TANTO: con base en las razones antes expuestas, disposiciones legales
citadas y artículos 11, 12, 172 de la Constitución de la República; Artículos 36, 58, 62, 63,
66,149, del Código Penal; 53 No 2°, 354, 356, 357, 358, 359 y 361 del Código Procesal
Penal, EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR, POR
UNANIMIDAD, este Tribunal FALLA: 1) DECLÁRASE CULPABLE como cómplice
al imputado MAURICIO EDENILSON MONTENEGRO VASQUEZ, por el delito que
se califica definitivamente como SECUESTRO, en perjuicio de JAIME RODRIGUEZ
MARROQUIN; por lo que en base a o regulado en el artículo 66 Pr.Pn., el cual establece
que la penalidad del cómplice en el caso del numeral segundo se fijará entre el mínimo
legal establecido para el delito y la mitad del máximo, en consecuencia impónesele la pena
de DIEZ AÑOS DE PRISIÓN; por lo que tomando en consideración que el imputado
comenzó a guardar detención a partir del día VEINTICINCO DE AGOSTO del año dos
mil dos, cumplirá la pena el día VEINTICUATRO DE AGOSTO del año DOS MIL
DOCE; 2) CONDÉNASE al imputado en concepto de RESPONSABILIDAD CIVIL, al
pago en forma solidaria con los demás imputados, de la cantidad de CINCUENTA MIL
COLONES; 3) CONDÉNASE al imputado MAURICIO EDENILSON
MONTENEGRO VASQUEZ a las penas accesorias siguientes: pérdida de los derechos
de ciudadano, la incapacidad para obtener toda clase de cargos o empleos públicos, la
incapacidad para recibir distinciones honoríficas y pérdida de las ya recibidas, todas ellas
mientras dure la pena principal; 4) Remítase al procesado al Centro Penal "La Esperanza",
San Luis Mariona, para que continúe en detención, librando para ello los oficios
correspondientes; 5) En su oportunidad y en caso de quedar firme esta Sentencia, informe
la Secretaría en caso de no presentarse recurso alguno, y remítanse las certificaciones de
esta providencia a las instancias pertinentes.
NOTIFÍQUESE la presente Sentencia mediante su lectura integral.
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