Salvador GUTIÉRREZ ORDÓÑEZ (1997): LA ORACIÓN Y SUS FUNCIONES Arco/Libros S.L., Madrid. UNIDAD 7 LECTURA Nº29 22 ESTRUCTURAS ECUANDICIONALES 1. ESTRUCTURAS DE ÉNFASIS 1.1. Las lenguas conocen procedimientos de distinta naturaleza para enfatizar, realzar o destacar determinados segmentos de la secuencia. Algunos son de carácter fónico (acento de insistencia), otros acuden a 1a distribución (modificación del «ordo naturalis», generalmente por anteposición), repetición, ubicación entre pausas, la dicción ralentizada. Aparte de los recursos morfológicos (afijos de intensidad), las lenguas también disponen (de estructuras sintácticas de énfasis. En otros lugares hemos estudiado algunas: a) Estructuras ecuacionales: – – – En Madrid fue donde se encontraron Por una herencia es por lo que se pelearon Bien fritos es como le gustan los huevos b) Atributivas: – – El tonto de tu primo Una maravilla de mujer c) Relativas: – – Lo fuertes que eran tus primos Lo bien que cantan Toda estructura de énfasis lo es en relación con otra que carece de esta peculiaridad (secuencia primitiva). Así: Primitiva – Se encontraron en Madrid – Tu primo es tonto – Tus primos eran fuertes Enfatizada Õ En Madrid fue donde se encontraron Õ El tonto de tu primo Õ Lo fuertes que eran tus primos Como se puede observar, el mecanismo sintáctico siempre extrae un segmento de su secuencia originaria y lo separa mediante algún recurso. 1.2. Las estructuras sintácticas de énfasis tal vez más relevantes son las ecuacionales. Recordamos sus caracteres más representativos, pues las construcciones que hoy estudiamos muestran algunos rasgos de semejanza: 1) Constan de tres elementos. – – – Verbo SER: ningún otro puede ocupar su lugar. Segmento-A: magnitud enfatizada. Segmento-B: oración de relativo que incluye los funtivos no enfatizados. un loco lo perseguía un loco era segmento-A SER quien lo perseguía segmento-B 2) El verbo SER va en presente o concuerda con el sintagma verbal de la frase relativa: – – Allí es donde los encontró Allí fue donde los encontró El verbo SER aparece en tercera persona del singular si no está atraído por los morfemas de un segmento-A no preposicional. – – Yo fui quien lo hizo Eran legajos lo que buscaban 3) Distribución. Sólo tres formas son posibles: – – – A-SER-B: Entonces era cuando protestaba B-SER-A: Cuando protestaba era entonces SER-A-B: Era entonces cuando protestaba 4) Entre los segmentos A y B existe un paralelismo categorial, semántico y formal: Si el funtivo realzado es nombre, adjetivo o adverbio, la oración de relativo también pertenecerá, respectivamente, a cada una de las categorías enunciadas: – – – Nombre: – La envidia fue lo que rompió la familia Adjetivo: – Rojos es como me gustan los arreboles Adverbio: – En Granada fue donde lo fusilaron Si la magnitud focalizada posee una especificación semántica (animado, causa, lugar, tiempo…), el segmento-B ha de manifestarla asimismo. Esto se logra a través de la conmutación de relativos o con ayuda de preposiciones: – – – – Animado: – La niña fue quien te avisó Lugar: – En Madrid fue donde salimos goleados Tiempo: – Por Navidades es cuando solemos ir Modo: – Con cocochas es como más me gusta la merluza El paralelismo formal se manifiesta sobre todo en la repetición de las preposiciones, hecho que es obligatorio a no ser que el relativo incluya su valor: – – Por robar fue por lo que le detuvieron Para Elisa fue para quien compuso esta partitura 4.6. Análisis funcional La semejanza que estas estructuras [ecuandicionales] mantienen con las ecuacionales, así como el espacio dedicado allí a deliberar sobre la particular naturaleza de los constituyentes (Gutiérrez, 1986: 58-64), nos ahorra en este momento esfuerzo innecesario. Se puede concluir como allí: a) Que no se trata de estructuras atributivas prototípicas, a pesar de construirse con el verbo ser. b) Que carece de sentido buscar sujeto. La aparente concordancia que se observa en decursos como: – Si alguien te recuerda, soy yo se debe a la atracción formal de un segmento no precedido por preposición. c) Que no hay atributo. Ninguno de los dos segmentos cumple las características de esta función. Debemos aplicar las palabras que nos servían para explicar el comportamiento de las ecuacionales: «hemos de salirnos del tradicional esquema sujeto-núcleo verbal-atributo: ni hay sujeto, ni atributo, ni cabe (por consiguiente) hablar de impersonalidad… tienen otra «lógica», la que deriva de su propia función… Si de alguna función cabe hablar es de la que tenían en la estructura de origen. De ahí que los antiguos sujetos y el verbo ser busquen afanosamente la concordancia» (Gutiérrez, 1986: 64).