Resumen: S-031 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2004 Pertinencia del Tratamiento Penitenciario de la Ciudad de Corrientes. Gómez, Lorena A. Instituto de Cs. Criminalísticas y Criminología. UNNE. Catamarca nº 375- (3400) Corrientes – Argentina. Antecedentes: A lo largo del siglo XVIII se advierte la formación de una nueva estrategia para el ejercicio del poder de castigar. El objeto no es castigar menos, sino castigar mejor, con una severidad atenuada quizá , pero con mas universalidad y necesidad. El derecho de castigar ha sido trasladado de la venganza del soberano a la defensa de la sociedad. El principio tan claramente formulado de penas especificas, ajustadas, eficaces, formando en cada caso, una lección para todos, se ha convertido en la ley de detención, por toda infracción. Se reduce al fin a la prisión, al encierro puro y simple, a esta penalidad uniforme y gris. Todos los delitos imaginables se castigan de la manera mas uniforme. La Disciplina es el conjunto de métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les imponen una relación de docilidad-utilidad. Para Bergalli (1976), el objetivo de la cárcel es la disciplina cuyo fundamento es el acatamiento mas absoluto de normas que también alcanzan a la obligación laboral y la contención sexual. Por ello durante la ejecución de la condena se entiende que el recluso tiene una buena conducta y manifiesta interés en ser resocializado cuando muestra su capacidad de obediencia y sumisión a la autoridad. La disciplina tiende a la sujeción, a la anulación de la personalidad. El tipo de conducta que la resocialización ha de crear en el individuo es aquella que lo lleve a adaptarse a las normas consensuales capitalistas. El individuo sometido a la instancia carcelaria es considerado como sujeto rebelde, indisciplinado y por ende peligroso para el orden social, de ahí que el objetivo de la cárcel, sea disciplinarlo. Para Street (1790), el castigo y la corrección que debe obrar son procesos que se desarrollan entre el preso y aquellos que lo vigilan. Proceso que imponen una transformación del individuo entero, de su cuerpo y de sus hábitos por el trabajo cotidiano a que esta obligado, de su espíritu y de su voluntad por los cuidado espirituales de que es objeto. Pero corresponde a la propia administración la obra de dicha transformación. Se impone al individuo un método consistente en un tratamiento socio- terapéutico, destacándose en el él aspecto de la reintegración del individuo a la sociedad para que sea útil a la misma por la adquisición de capacidades técnicolaborales para su integración en el proceso de producción y consumo. La ley de ejecución penitenciaria 24660 en su Art.5 establece “el tratamiento del condenado deberá ser programado e individualizado y obligatorio respecto de las normas que regulan la convivencia, la disciplina y el trabajo. Así ,mismo en su Art. 106 establece: El trabajo constituye un derecho y un deber del interno, Es una de las bases del tratamiento y tiene positiva incidencia en su formación. Art. 107 inc. c) y d) establece que el trabajo propenderá a la formación del interno y al mejoramiento de los hábitos laborales, procurará la capacitación del interno para desempeñarse en la vida libre. Art. 114 la capacitación laboral del interno , será objeto de especial cuidado. El régimen de aprendizaje de oficios a implementar, será concordante con las condiciones personales del interno y con sus posibles actividades futuras en el medio libre. Según Collin (1968), el tratamiento consiste en la aplicación tras la observación e y el diagnostico de una serie de medidas pedagógicas de enseñanza y trabajo tendientes a fomentar, la formación del individuo y su capacidad, social, unidas a la aplicación de técnicas psicológicas que introduzcan en el sujeto nuevos valores que faciliten su resocializacion y adaptación. Según Valdés (1977), la administración penitenciaria debe orientar todas sus actividades hacia la reeducación y reinserción social de los internos, dentro del mas estricto respeto a la personalidad de los recluidos, al de sus derechos e interés jurídico no afectados por la condena y a sus garantías jurídicas, sus labores asistenciales y de ayuda los debe proyectar en todo momento, tanto con lo internos como con los liberados. Para From (1980), el individuo aislado debe progresar hacia la libertad positiva que consiste en la actividad espontánea de la personalidad total integrada es decir el ejercicio de la propia y libre voluntad. Si el individuo realiza su yo por medio de la actividad espontánea y se relaciona de este modo con el mundo, él y el mundo de transforma en parte de un todo estructural , disfruta así de un lugar legitimo. El hambre, la sed, el sueño es la parte de la naturaleza humana que deben satisfacerse en todas las circunstancia y forma el motivo primarios de la conducta humana, Para todo esto debe trabajar y producir. Resumen: S-031 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2004 El individuo al obtener su libertad para que esta sea positiva debe desarrollar una actividad, para poder lograr una conexión con el mundo exterior salvando su carácter de individuo libre e independiente, y al mismo tiempo poder satisfacer en todas las circunstancias y forma el motivo primario de la conducta humana. La institución que conocemos con el nombre de prisión resultan deteriorantes como condicionamiento criminalizante. Foucault ha llamado instituciones de secuestro. Castex (1986), opina que la prisión o jaula es una institución que se comporta como una verdadera maquina deteriorante, genera un patología cuya característica mas saliente es la regresión. Lo que no es difícil de explicar. El preso o prisionero es llevado a condiciones de vida que nada tiene que ver con las de un adulto en vida libre. Se lesiona la autoestima en todas las formas imaginables, perdida de privacidad y de su propio espacio, sometimiento a requisas degradantes, a ello se agrega las deficientes condiciones de casi todas las prisiones: superpoblación, alimentación paupérrima, falta de higiene y asistencia sanitaria. El efecto de la prisión, al que se denomina prisonización es deteriorante y sumerge a la persona en una cultura de jaula que nada tiene que ver con la vida del adulto en libertad. Esta inmersión cultural no puede interpretarse como un a tentativa de reeducación ni nada que se le parezca o se le aproxime a lo que postula la llamada: ideología de tratamiento. Para Neuman (1994), las cárceles son almacigo humanos, en donde en el mejor de los casos trabaja una minoría de reclusos. Cierto es que hay dificultades materiales, superpoblacion penitenciaria y escaso personal de enseñanza, pero sobre todo falta una honesta concepción penitenciaria que no omita los derechos humanos y el trabajo es uno de ellos .Todo aquel que entra en la cárcel debe trabajar, aunque sea por pocos días o meses. El trabajo deber ser útil, provechoso y bien remunerado. Ha de servir a la manutención de su familia, que es privada moral y económicamente y a la indemnización de las victimas de determinados delitos o a sus familias. Continua diciendo Neuman: “el liberado queda estigmatizado, con los caminos cerrados, para reubicarse en la sociedad”. Para superar la marca del estigma que el libertado lleva consigo, están los patronatos de liberados. Art. 172 los egresados gozaran de protección y asistencia social, moral y material pospenitenciaria a cargo del patronato de liberados o de una institución de asistencia pospenitenciaria con fines específicos, procurando que no sufra menoscabo su dignidad, ni se ponga de manifiesto su condición, se atenderá a su ubicación social y a su alojamiento, a la obtención de trabajo, a la provisión de vestimenta adecuada y de recursos suficientes para solventar la crisis del egreso. Este trabajo se propone determinar si los egresados del penal nº 1 han recibido durante su estadía en la institución la enseñanza de un oficio y si lo han proyectado a la vida libre. Se parte de la suposición de que la enseñanza de un oficio es un deber y un derecho que tiene el interno y forma parte fundamental de tratamiento para la reinserción laboral. A si mismo el oficio aprendido es de utilidad para reinsertarse laboralmente en la vida libre. Materiales Y Métodos: La muestra del presente estudio es no probabilística de sujeto tipo, y consiste en 9 (nueve) egresados entre los años 1998 y 2001 del Penal nº 1 de la ciudad de Corrientes. Los datos fueron recolectados por aplicación de una entrevista abierta individual y se utilizó como instrumento de medición un cuestionario que consta de 10 preguntas para identificar los oficios adquiridos del egresado y en caso afirmativo su puesta en practica en la sociedad. Para el siguiente trabajo se identifica como variables: la enseñanza de oficio durante el periodo carcelario y la proyección del oficio en su actual actividad laboral. Discusión de Resultados: Los resultados muestran que: Del total de las personas encuestadas que han estado en la cárcel: El 67% no recibió enseñanza laboral dentro de la institución. Del 33% restante: el 67% recibió capacitación en carpintería y el 33% en imprenta. Estos datos pueden verse en los gráficos nº 1 y nº 2. Estos resultados indican que hay deficiencia en la capacitación laboral del interno que se contrapone con la ley 24660/95.El trabajo como base de tratamiento incide positivamente en la formación del interno para desempeñarse en la vida libre. Dentro de los trabajos que se realizaron en el penal no todos son remunerados y los que si lo son no alcanaza para satisfacer sus necesidades mínimas, solo los que realizaron tareas de carpintería recibieron peculio de $20 por mes, no así para los que realizaron trabajos de imprenta; Neuman (1994), se refiere a esto cuando dice: todo aquel que entra en la cárcel debe trabajar, aunque sea por pocos días o meses. Este trabajo debe ser útil provechoso y bien remunerado, ha de servir a la manutención de su familia, que es privada moral y económicamente y a la indemnización de las victimas de determinados delitos o a sus familias”. El 67% de las personas que recibió oficio dentro de la institución les pareció útil su realización , pero el 33% se sintió explotado. En cuanto a las persona que no recibieron enseñanzas de oficio: el 83% contesto que no disponían de herramientas de trabajo y solo el 17% por falta de interés. Estos datos se observan en el grafico nº 3. Resumen: S-031 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDEST E Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2004 ¿Qué posibilidad tiene una persona que egresa de una institución penitenciaria de ser útil a la sociedad, si no recibió la formación en un oficio dentro de ella?. Como diría From, de que manera se podría satisfacer el motivo primario de la conducta humana una vez en libertad si no se lo ha capacitado para trabajar y producir. Al salir de la institución el 100% de los egresados que integran la muestra se sintieron discriminados. Además ninguno de ello recibió ayuda pospenitenciaria como establece la ley 24660 en su Art. 172. Una vez en libertad, el 56% de lo personas trabajaron ocasionalmente como changarín y el 44% fueron desocupados. El 33% de las personas que recibieron oficio dentro del penal pertenecen al grupo de los que hacían changas, una vez liberados. De estas personas el 67% aseguraron que les sirvió tanto adentro como fuera de la institución y el 33% restante consideró que solo les sirvió mientras eran internos. De las personas que realizaron oficio dentro de la institución el 67% los proyecto irregularmente en la vida libre. Mientras que el 33% no lo proyectó nunca. Estos datos se observan en el grafico nº 4. De los datos obtenidos se puede observar que los que se dedicaban a la carpintería eran remunerados dentro del penal, no así los que desempeñaban tares de imprenta. Los que realizaron trabajos de carpintería tuvieron mayores posibilidades de implementarlo en la vida libre. Grafico nº 1 gráfico nº 2 Enseñanza de Oficio Oficios reccibidos Recibió carpinteria No recibió imprenta gráfico nº 3 gráfico nº 4 ausencia de oficio Proyeccion del oficio recibido falta de herramienta falta de interes proyectó no proyectó Conclusión: La enseñanza de un oficio no forma parte esencial del tratamiento para el Penal nº 1 de la Ciudad de Corrientes . El Estado provincial debería proveer todas las garantías necesarias para la implementación del trabajo destinado a todos los reclusos de la institución, facilitando así la posibilidad de una mejor proyección una vez que ha egresado del establecimiento. La remuneración que percibe el interno por los trabajos realizados dentro de la institución no es suficiente ya que la ley 24660/95.Art. 121 establece que dicha retribución debe cubrir la indemnización de los daños y perjuicios causado por el delito, la prestación de alimentos según el código civil, costear los gastos que causare en el establecimiento y formar un fondo propio que se le entregara a su salida. Según la ley 24660 Art. 172 los egresados y liberados gozaran de protección y asistencia pospenitenciaria con fines específicos. En la actualidad los internos de la Unidad nº 1 una vez que han obtenido su libertad se encuentran totalmente abandonados por el Estado, el cual hizo uso de la ley para condenar y recluir a esa persona dejando de lado la norma jurídica al momento de brindarle apoyo para una mejor reinserción en la sociedad una vez liberado. Bibliografía: -Bergalli. R. et al (1976) “El pensamiento criminológico II”. Editorial Temis. -Foucault M. (1985) “Vigilar y Castigar”.Siglo XXI Editores S.A. -Fromm E. (1980) “ El miedo a la libertad”.Paidos Studio editos. -Valdés G.(1977) “ Droga e institución penitenciaria” Eudeba S.A. -Genovés G.(1982) “ Psicología y tratamiento penitenciario” Edersa. -Ley de Ejecución penitenciaria 24660/95. -Neuman Irurzun (1994) “ La sociedad carcelaria” Edigraf S.A.