Voces sublevadas: Escritoras costarricenses develan la Historia y vislumbran el futuro de su país Author(s): Jeana Paul-Ureña Source: Hispania, Vol. 90, No. 3 (Sep., 2007), pp. 423-430 Published by: American Association of Teachers of Spanish and Portuguese Stable URL: http://www.jstor.org/stable/20063527 Accessed: 11-05-2016 17:48 UTC Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at http://about.jstor.org/terms JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. American Association of Teachers of Spanish and Portuguese is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Hispania This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms Voces sublevadas: Escritoras costarricenses develan la Historia y vislumbran el futuro de su pa?s JeanaPaul-Ure?a Stephen F. Austin State University Abstract: Durante el siglo XX y hasta el presente, las escritoras costarricenses no se han conformado con seguir las pautas del canon literario del pa?s centroamericano. Su escritura ha sido siempre de ruptura hasta el punto de asumir un papel de conducci?n en muchas innovaciones literarias. Empezando con Carmen Lyra y continuando con Yolanda Oreamuno, Carmen Naranjo, Julieta Pinto, Tatiana Lobo, Anacristina Rossi y Ana Istar? entre muchas otras, se han dado a la tarea de investigar el pasado para desmitificar aquellos aspectos ocultos de la identidad costarricense. En este trabajo se presenta un panorama de la literatura costarricense en su vertiente femenina y se analizan las obras de algunas de las escritoras m?s sobresalientes de Costa Rica, destacando el relieve que su labor ha dado a la posici?n de la mujer y a la sociedad en general. Key Words: escritoras costarricenses, Istar? (Ana), Lobo (Tatiana), Lyra, (Carmen), Naranjo (Carmen), Oreamuno (Yolanda), Pinto (Julieta), Rossi (Anacristina) Donde la historia est? escondida, los mitos afloran. Sin embargo, no ser?a justo afirmar que Costa Rica es un mito. Efectivamente el pa?s centroamericano resalta en la regi?n por su tradici?n de paz, estabilidad y democracia. Este hecho no impide preguntarse ?por qu? de repente "La Suiza centroamericana" tiene a dos ex-presidentes encarcelados por estafar a su propio pueblo, una ola de cr?menes violentos y un crecimiento descontrolado del turismo, capaz de destruir la extraordinaria naturaleza que lo atrae? Ante esta realidad, las escritoras costarricen ses han investigado un pasado borroso y en los archivos nacionales han descubierto una historia no oficial, donde se devela un rostro esclavizado, marginado y tristemente ignorado en los discursos pol?ticos y acad?micos que proyectan al exterior la imagen de Costa Rica. Por medio de las obras de Carmen Lyra, Yolanda Oreamuno, Carmen Naranjo, Julieta Pinto, Anacristina Rossi, Tatiana Lobo y Ana Istar?, entre otras, la escritura femenina de este pa?s no s?lo enfrenta una crisis que podr?a destruir la belleza y el patrimonio de la ?nica naci?n sin ej?rcito en el conti nente americano, sino que adem?s plantea una escritura de ruptura en la literatura costarricense. Costa Rica es un caso excepcional en el desarrollo de las Americas. Ubicada en una zona pr?cticamente abandonada por Espa?a durante la colonia por su falta de recursos, Costa Rica creci? sola, sin mucha ayuda econ?mica y sin el estricto control ejercido sobre zonas m?s importantes econ?micamente. Su estado de aislamiento signific? muchas cosas para el pa?s. Sin recursos de plata u oro, Espa?a dej? que la tierra fuera cultivada por finqueros pobres. No requer?a imponer un gobierno poderoso para cuidar las ganancias de la corona espa?ola. As?, desarroll?ndose casi al margen de las otras colonias, Costa Rica experiment? una libertad notable. Esta libertad y la escasez de poblaci?n signific? que muchas veces las mujeres asumieron labores com?nmente destinadas a los hombres. Como g?nero, las mujeres gozaron de m?s liber tades que sus coet?neas en otras partes; sin embargo, esto no fue un logro tan perceptible sino hasta el siglo XX, debido a la pobreza extrema y a la dificultad de sobrevivir en una tierra tan inh?spita. Con el tiempo, en Costa Rica se fue consolidando una gran clase media, la cual no ha sido un com?n denominador en otros pa?ses centroamericanos. Aunque ha tenido rebeliones y ?pocas inestables, el pa?s nunca ha experimentado las tragedias de la guerra en el grado que sus vecinos. Incluso en 1948, despu?s de la guerra civil, Costa Rica tom? la decisi?n de abolir el Paul-Ure?a, Jeana "Voces sublevadas: Escritoras costarricenses develan la Historia y vislumbran el futuro de su pa?s" Hispania 90.3 (2007): 423-430 This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms 424 Hispania 90 September 2007 ej?rcito y recolocar el presupuesto militar en la educaci?n, las artes, la cultura y la salud. Esta deci si?n dio como resultado el surgimiento de m?s garant?as sociales para el pueblo y la eliminaci?n de posibles golpes militares durante las crisis econ?micas del futuro. Bajo esas condiciones, las mujeres han desempe?ado un papel relevante en la formaci?n de la sociedad y han trabajado en muchos puestos importantes, desde el gobierno hasta la produc ci?n intelectual y literaria. El desarrollo de la literatura costarricense empez? tarde, con la primera novela publicada en 1890. Aunque ?sta fue escrita por un hombre, pocos a?os m?s tarde, Carmen Lyra empez? a publicar sus obras. As? se inici? el canon literario costarricense, con obras de hom bres y mujeres y ha continuado su desarrollo con una igualdad impresionante. Sin embargo, a pesar de los logros de la mujer, las costarricenses a?n viven en una sociedad patriarcal que pre senta nuevos retos a las nuevas generaciones femeninas. Mientras hay ejemplos rescatables y sobresalientes de equidad masculina y femenina, la gran mayor?a de las mujeres costarricenses luchan por alcanzar los mismos sueldos que gozan los hombres y por recibir la misma conside raci?n que ellos reciben en el mundo de los negocios. La situaci?n de la mujer y las iniciativas para mejorarla, han sido tem?ticas presentes y pol?micas en las obras de las escritoras costarri cense desde el principio del siglo XX. El arma m?s poderosa en este proceso ha sido su producci?n literaria de novelas, cuentos, ensayos, obras teatrales y poes?a. Las escritoras costarricenses no solamente se destacan en t?rminos de ser innovadoras y talentosas, sino tambi?n porque han abordado temas influyentes en el desarrollo pol?tico y sociocultural del pa?s. Entre sus trabajos se encuentran obras de ficci?n hist?rica, de protesta social, sicol?gicas y urgentes. Por medio de sus obras, las mujeres no solamente pintan un cuadro del pasado y de la realidad costarricense, sino que tambi?n muestran el lado oscuro, desconocido, siempre presente pero nunca mencionado, la verdad detr?s del mito. As? luchan con una respuesta clara ante su condici?n tradicional: "Si nos quieren barriendo, vamos a barrer con todo." La historia del siglo XX en Costa Rica empieza con la obra de Mar?a Isabel Carvajal, quien naci? en 1888 y escribi? bajo el nombre de Carmen Lyra. Lyra escribi? novelas, cuentos de pro testa social, obras teatrales para ni?os, y recopil? cuentos infantiles centroamericanos. Gracias a Lyra, hoy se conservan vivos muchos cuentos folcl?ricos de la tradici?n oral. Algunos de estos cuentos se originan en Europa, pero muestran la mezcla de las culturas ind?genas, negras y europeas en Centroam?rica. Al lado de esta gran contribuci?n a la historia literaria, sus obras originales se basaron en temas de justicia social y derechos humanos en general (ver L. Gonz?lez y S?enz). Su primera novela, En una silla de ruedas (1917), muestra el uso del costumbrismo que fue el estilo t?pico de esta regi?n hasta 1920. Sin embargo, su obra literaria evolucion? para incluir caracter?sticas del modernismo y el naturalismo, especialmente en sus cuentos y ensayos. Durante su vida, Lyra public? ensayos pol?micos y trabaj? como activista social. Muchas de sus ideas se llegaron a consolidar mientras realizaba estudios en Europa, donde no solamente ley? el Manifiesto Comunista, sino que tambi?n lo tradujo al espa?ol. Siendo muy joven a?n, Lyra desafi? a la dictadura de los hermanos Tinoco y fue una de las fundadoras del Partido Comunista de Costa Rica. Por medio de sus obras, Lyra impuls? grandes e importantes cambios en la sociedad costarri cense. Se puede afirmar que esta escritora inici? el mejoramiento del estado de la mujer en Costa Rica, a trav?s de su lucha por el derecho al sufragio para las mujeres y por la justicia en general. Con su obra, Lyra promovi? una visi?n mucho m?s amplia de los problemas de la sociedad y de los derechos de los sectores marginados. La autora de los Cuentos de mi t?a Panchita (1920) contin?a vigente en la Costa Rica actual, porque entreg? su vida entera al fortalecimiento del sistema democr?tico costarricense. Este compromiso incansable les ha permitido a las mujeres de su pa?s continuar construyendo espacios que aumenten su participaci?n en la gesti?n p?blica y en la vida social. Sus obras de protesta pintaron una historia que cuestiona el mito de la "Suiza centroame ricana" y su voz sigui? siendo muy pol?mica hasta la guerra civil costarricense. La guerra termin? con la abolici?n del ej?rcito y el fortalecimiento de las garant?as sociales. La inclinaci?n socialista This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms Escritoras costarricenses 425 de estas nuevas leyes trajo mucha presi?n de los Estados Unidos. Una de las condiciones para evitar una invasi?n estadounidense fue la ilegalizaci?n del Partido Comunista y el exilio de sus l?deres, entre ellos Carmen Lyra. Lyra vivi? el resto de su vida en M?xico, donde muri? en 1950. En varios ocasiones rog? al gobierno de Costa Rica el permiso para regresar a su pa?s. Su petici?n siempre fue negada. Solamente volvi? muerta, pero el pa?s recibi? sus restos con honores. Otra colega de Carmen Lyra quien escribi? durante los a?os 1940 fue Yolanda Oreamuno. Su ?nica novela que ha sobrevivido es La ruta de su evasi?n ( 1948), la cual obtuvo el Premio Centro americano 15 de Setiembre en Guatemala en 1948. La novela trata del peque?o y limitado mundo de la mujer, y su obra se destaca por ser innovadora no solamente en el tema, sino tambi?n en el estilo literario. Adem?s de tener narradores m?ltiples, Oreamuno utiliza un fluir de la conciencia, intercalado con analepsias y una fragmentaci?n del tiempo, para penetrar en la mente de una mujer gravemente enferma y fuera de contacto con los seres queridos: O?a la voz dominante de don Vasco llamar: ??Juliana! Prolongaci?n de la primera ?a?, larga prolongaci?n, como si con ?sta se fuera a estirar desmesura damente la criada. ?Se?or! ... Acentuaci?n en la <<o?, para poner m?s ?nfasis a la sumisi?n. Los pasos de Juliana, y luego otra vez la voz de su marido. ?No es necesario que te quedes esta noche. Yo velar? solo el cad?ver. ??Yo cad?ver? ?Tan pronto? ?Cu?ntas horas faltan para que todo lo m?o quede r?gido y se agoten la facultad de pensar y la pena de sentir? Pena de penar: ninguna. Lo mismo. Cad?ver ...? ?Cuando llegue el ata?d, hazlo colocar en el sal?n <<el sitio m?s desolado de la casa. No me gusta ...? ?Abre las ventanas que dan al jard?n ?Eso s? est? mejor ...? ?Y no olvides que no quiero flores. Los muertos no las necesitan. Es un gasto in?til. ?A m? me gustan las flores. Me gustan mucho ... y quisiera tenerlas de muerta. Tuve para nuestra boda flores blandas ... aunque tal vez ... ya a uno muerto le d? lo mismo ... ?Si pudiera decirlo ...!? (30). Sus familiares, convencidos de que ella no puede o?rlos ni entenderlos, no muestran ni cari?o ni respeto hacia ella. La mujer escucha impotentemente los comentarios despectivos sobre su papel de madre, esposa y suegra, que reflejan la injusta condici?n de la mujer en general, una d?cada antes que la mexicana Rosario Castellanos publicara su primera novela feminista y siete a?os antes de que Garc?a M?rquez publicarais hojarasca ( 1955) que tambi?n trata de la muerte con un fluir de conciencia. Rima de Vallbona, cr?tica y novelista costarricense, ha comparado el estilo narrativo de la novela de Oreamuno conLa muerte de Artemio Cruz ( 1962) de Carlos Fuentes: "En cuanto al soliloquio o desdoblamiento de la conciencia espectadora de s? misma y que se expresa en forma de tuteo coloquial, es un proceso literario que caus? gran revuelo cuando Carlos Fuen tes lo utiliz? en La muerte de Artemio Cruz y otras de sus novelas. Hoy en d?a es com?n en la literatura latinoamericana. Sin duda, la autora escribi? su obra para el futuro y no para el momento que le toc? vivir" (53). La historia de Yolanda Oreamuno es impactante y a la vez sumamente triste. Se autoexili? durante los mismos a?os en que Carmen Lyra tuvo que irse a M?xico. Vivi? en Guatemala durante los gobiernos progresistas de Ar?valo y ?rbenz, donde obtuvo varios premios literarios. A la ca?da del gobierno de ?rbenz viaj? a M?xico, donde al igual que Lyra, muri? lejos de su patria. Oreamuno escribi? varias novelas que fueron le?das por sus amigos y otros escritores. Todav?a existen comentarios y menciones de estas novelas, sin embargo todas, menos La ruta de su evasi?n, se han extraviado. Dos d?cadas despu?s de Oreamuno, aparecen las obras de Carmen Naranjo. Adem?s de ser escritora, Naranjo ha trabajado en puestos importantes en el gobierno costarricense, dentro del pa?s como vice-presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social, Ministra de Cultura, Juven tud y Deportes, y fuera del pa?s como embajadora en Israel. Aunque siempre trabajaba en puestos exigentes, ha publicado m?s de 31 obras, incluyendo novelas, memorias, colecciones de poes?a, teatro, colecciones de cuentos y colecciones de ensayos. Sin duda, Naranjo es la escritora m?s prol?fica e importante del siglo XX en Costa Rica. Sus novelas sicol?gicas, comoLosperros no ladraron ( 1966), no s?lo eran innovadoras en la tem?tica, sino que tambi?n son conocidas por su This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms 426 Hispania 90 September 2007 estilo narrativo complicado donde no hay descripciones de tiempo, personajes, espacios o ac ciones fuera de los di?logos o los mon?logos interiores. En la mayor?a de sus novelas, el di?logo no presenta indicadores ni acotaciones. Los personajes y protagonistas se desarrollan poco a poco por medio de conversaciones y opiniones de voces an?nimas y el lector debe tratar de reconocerlos y entender la situaci?n como si se tratase de armar un rompecabezas. Los temas de sus obras reflejan una problem?tica muy importante en Costa Rica: la burocra cia gubernamental. Desde 1948, con la abolici?n de las fuerzas armadas y la implementaci?n de los programas sociales, Costa Rica ha mantenido m?s de una tercera parte de su poblaci?n en trabajos estatales. Mientras el mundo entero aplaude al peque?o pa?s centroamericano por su posici?n tan progresista, Naranjo insiste en reconocer una realidad innegable: esta enorme cantidad de trabajadores estatales ha creado una burocracia que, igual que en sus novelas, refleja un laberinto sin salida. Su novela m?s famosa, Los perros no ladraron, trata de un empleado an?nimo del gobierno. Este hombre tiene esposa, hijo, empleada de casa y, por supuesto, una amante embarazada. La novela trata de un d?a entero en la vida del hombre an?nimo, que incluye un desayuno con su mujer quej?ndose de todo, un encuentro con su hijo quien se escapa de la escuela, una jornada de trabajo aburrida y larga en la oficina, una cita secreta con su amante quien le revela su estado de embarazo y finalmente la borrachera de la noche con sus amigos, lament?ndose por la p?rdida de la querida y la llegada de otro hijo. El ?nico personaje quien tiene nombre es Quesada, quien se suicida, quebrando as? el c?rculo vicioso de la vida y separ?ndose de la sociedad. Dentro de sus novelas, Naranjo representa la figura de la mujer atrapada en un espacio muy limitado, con papeles insignificantes, an?nimos y sin poder. Tampoco muestran un deseo de cambiar o mejorar su situaci?n. Generalmente, si hay un personaje femenino en la novela de Naranjo, ?ste tiene un papel desagradable, desafortunado o sin importancia. Incluso en su novela Sobrepunto (1985), que trata de la guerra civil costarricense de 1948 y tiene de protagonista una mujer, Naranjo pinta a una persona quien es incapaz de entender las situaciones que provocaron el conflicto. Su participaci?n en las actividades clandestinas que iniciaron la guerra se debe m?s al deseo de vivir aventuras emocionantes que a creencias o convicciones pol?ticas. La vida para ella tampoco tiene causas, y se suicida antes de que la novela empiece. Por medio de niveles de metaficci?n, el lector descubre que un hombre an?nimo est? escribiendo su diario, mientras lee a su vez el diario de la protagonista muerta y recuerda conversaciones con ella o sobre ella. Es importante notar que aunque la mujer desempe?a un papel protag?nico, su personaje se desarrolla a partir de fragmentos de sus memorias escogidas por el hombre y por medio de los recuerdos de ?l. El hombre an?nimo es un extranjero de padres alemanes. La vida de este personaje es un contrapunto entre el an?lisis de la sociedad costarricense con sus virtudes y sus defectos y la vida de Olga, la protagonista, quien tambi?n representa la sociedad costarricense. Seg?n Naranjo, muchos costarricenses como Olga se han resignado a aceptar la sociedad tal como es y muchos de los que lucharon en la guerra civil lo hicieron sin entender las razones por las cuales arriesgaron sus vidas. Carmen Naranjo ha influido a muchas escritoras m?s recientes, quienes analizan el pasado en busca de explicaciones a la crisis del presente e intentan dar una respuesta. Una de las primeras coet?neas que sigue sus pasos es Julieta Pinto, quien ha escrito novelas, cuentos, ensayos y poes?a. Entre sus novelas destac?is/ eco de los pasos (1984). En esta novela, Pinto escribe sobre el encarcelamiento de Carlos Fonseca Amador en la ciudad costarricense de Alajuela, un acon tecimiento verdadero. Carlos Fonseca era uno de los l?deres m?s importantes del movimiento sandinista durante los a?os 1970. En su novela, la revoluci?n sandinista les trae a los costarri censes memorias de su propia guerra civil del 1948, y cuestionan sus creencias sobre la paz y la justicia. Los personajes no pueden justificar las acciones de los Estados Unidos en Nicaragua pero temen expresar su apoyo abiertamente. Si por una parte Costa Rica mantiene preso a Fonseca Amador, al mismo tiempo el pa?s sue?a con la victoria sandinista. Como Naranjo, Pinto capta los conflictos, los sue?os y las contradicciones de la realidad costarricense. En su novela m?s reciente, Tata Pinto (2005), Pinto escribe sobre su pol?mico antepasado, This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms Escritoras costarricenses 427 Antonio Pinto, un marinero de Portugal, quien lleg? a Costa Rica en 1812, entr? en el mundo pol?tico de la regi?n y fue responsable por la sentencia de muerte de Francisco Moraz?n, el Presidente de la Rep?blica Federal de Centroam?rica. El libro tiene dos narradores, o escritores ficticios, en el sentido de que presenta dos diarios intercalados. El de Antonio es muy serio y se concentra en los hechos hist?ricos mientras que el de Rosario, su esposa, trata de los mismos acontecimientos desde una perspectiva m?s introspectiva y emotiva. La novela empieza con la independencia de Espa?a y termina con la batalla de Santa Rosa, donde los costarricenses detuvieron la avanzada de William Walker, el filibustero estadounidense quien se proclam? Presidente de Centroam?rica con el deseo de legalizar la esclavitud y anexar Centroam?rica a la Confederaci?n del Sur de los Estados Unidos. Pinto teje una novela contrapunt?stica, donde los diarios ofrecen tonos humor?sticos y sentimentales, adem?s de dar una perspectiva femenina a la historia de la formaci?n pol?tica de Costa Rica. Otra escritora quien ha dejado una huella profunda en la historia costarricense es Anacris tina Rossi. La primera novela de Rossi, Mar?a la noche (1985), obtuvo el Premio Nacional de la Novela Aquileo J. Echeverr?a en 1985. Aunque Mar?a la noche tiene lugar en Londres, una de los protagonistas es costarricense. Durante sus conversaciones, ella relata su juventud en la costa atl?ntica y muestra una visi?n de la cultura afrocaribe?a. Su vida en Londres adem?s de ser mis teriosa, explora los l?mites de la sexualidad y lo er?tico dentro de las relaciones humanas. Rossi contin?a su tema de lo er?tico con la publicaci?n de una colecci?n de cuentos, Situaciones con yugales en 1993. Sin embargo, Rossi es m?s conocida por su novela corta La loca de Gandoca (1991). En esta novela Rossi relata una situaci?n peligrosa en Costa Rica que ella misma debi? enfrentar en su vida real. En los ?ltimos quince a?os, el turismo ha tomado el primer lugar en la econom?a costarricense. Esto ha generado un desarrollo que en muchos casos ha salido de control, debido a que algunas compa??as hoteleras y tur?sticas han invadido las ?reas naturales sin ninguna planificaci?n ambiental. Cuando el gobierno de Costa Rica vendi? a una compa??a extranjera tierras que pertenec?an a unas reservas biol?gicas protegidas, ecologistas y ciudada nos?entre ellos Rossi?preocupados por la situaci?n, empezaron una campa?a de protestas sin ning?n resultado. El proyecto tur?stico no se logr? detener hasta que Rossi escribi? su novela. En esta obra, la autora denuncia la situaci?n, presenta los intentos in?tiles de la gente y revela la irreparable p?rdida que los costarricenses iban a experimentar al convertir sus parques nacionales en pe que?os "Canc?n" para el turismo internacional. Rossi plantea esta situaci?n alrededor de una relaci?n amorosa que tiene sus propios obst?culos. La protagonista de la novela, Daniela, se enfrenta a una doble lucha por salvar dos aspectos preciosos de su vida. Por una parte, salvar su matrimonio y por la otra, salvar la tierra donde vive. Aunque Daniela posee un car?cter fuerte y determinado, se siente impotente debido a su condici?n femenina y solamente puede participar en las conversaciones oficiales disfrazada de hombre. Finalmente la protagonista descubre que lo ?nico que ella puede hacer es utilizar la pluma: La voz de Robinson adquiere un tono solemne. Me dice: Daniela, hace poco cuando te amenazaron con que mar tu casa y vos llegaste a mi oficina a contarme, dijiste: "Ahora solamente me queda la palabra." Y Beto, tu amigo de Cahuita, observ? que eso era mucho. Porque los negros ni siquiera palabra hemos tenido. Y Beto agreg? entonces, "la palabra es la historia." Vos dijiste, "S?, pero la palabra escrita." Y es que, Daniela, los negros ni siquiera hemos tenido la palabra oral, esa que se lleva el viento. Robinson se levanta, se?ala el mar y me ordena: "Ahora mismo vas a empezar a escribirlo." Le hago caso. Me levanto, voy a mi casa, saco un papel y un bol?grafo y empiezo. Se me hace un nudo en la garganta. Empiezo por el principio. Escribo: "Odiabas los boleros, Carlos Manuel"[...] . (139) Esta novela cuenta ya con m?s de catorce ediciones y se han vendido m?s de 50,000 ejem plares, un n?mero que puede parecer peque?o para las grandes metr?polis, pero para Costa Rica resulta extraordinario. Gracias a la atenci?n internacional que la novela atrajo, se logr? parar, temporalmente, el desarrollo tur?stico ilegal de las zonas caribe?as. This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms 428 Hispania 90 September 2007 En otra novela m?s reciente, Lim?n Blues (2002), Rossi escribe de nuevo sobre el Caribe, pero esta vez su tema se centra en la vida de Marcus Garvey, el jamaiquino que inici? el pol?mico movi miento que pretend?a repatriar a ?frica los negros de las Americas, utilizando para ello su Black Star Line, o la Flota Negra. Rossi rescata la figura de Garvey de la historia costarricense. Mientras el l?der negro es bien conocido en la historia, pocos saben algo de su vida o su trabajo en Lim?n, Costa Rica, donde empez? su campa?a de repatriaci?n. La presencia de Garvey, as? como los acontecimientos hist?ricos en Lim?n Blues vienen de viejos peri?dicos encontrados por Rossi en estado de deterioro total en los archivos nacionales costarricenses. El acto de rescatar la historia por medio de las novelas ha revelado muchos mitos de la socie dad costarricense. Adem?s de las obras importantes de Naranjo, Pinto y Rossi, Tatiana Lobo ha hecho una contribuci?n important?sima a la novela hist?rica costarricense. En 1992, gan? el premio Sor Juana In?s de la Cruz por su obxdi Asalto al para?so (1992). La novela trata de la vida de un espa?ol, Pedro Albar?n, quien se escapa de la Inquisici?n en 1700 y viene al nuevo mundo para esconderse. Escoge el lugar m?s aislado de Espa?a: Costa Rica. Su estad?a en Costa Rica lo pone en contacto con la iglesia cat?lica colonial, la gente ind?gena, los campesinos y las mujeres costarricenses. Los asuntos tratados en la novela, como la rebeli?n ind?gena y la ejecuci?n de Pab-r? Presbere (Pablo Presbere para los espa?oles) en 1709, la insistencia de la Iglesia por sacar a la gente ind?gena de las monta?as de Talamanca y los cr?menes de los gobernadores y otros l?deres provienen de datos encontrados en los archivos nacionales costarricenses, cubiertos de polvo durante varios siglos. La novela presenta una nueva versi?n de la historia de Costa Rica durante la colonia. Pedro Albar?n trabaja en un monasterio como escribiente. Su visi?n c?nica de la iglesia presenta una interpretaci?n siniestra del mundo religioso y muestra el poder hegem?nico de la cultura europea y su impacto en la conquista de Am?rica. Al lado de las observaciones de Pedro, la narraci?n incluye cap?tulos que contienen los sue?os y las conversaciones de Pa-br? Presbere y el Kap?, un hombre que puede comunicarse con los dioses ind?genas. Lobo contrapone la visi?n del mundo de los europeos con la de los ind?genas. Mientras Presbere y el Kap?, dentro de su cosmo gon?a, ven con respeto el mundo natural, lo cual suena atrasado para los europeos, tambi?n pueden prever situaciones pol?ticas en Europa que tendr?n un efecto importante en las colonias. Su informaci?n viene de sus esp?as en otras partes de Mesoam?rica, que tienen acceso a informa ci?n que todav?a no ha llegado a Costa Rica. Su interpretaci?n del efecto de las guerras europeas es m?s astuta que la de los pobladores europeos, que no tienen experiencia en asuntos de guerra. De igual manera, la visi?n religiosa de Presbere es m?s justa y sana que la religi?n proclamada e impuesta a los ind?genas por la iglesia cat?lica para las encomiendas. Pedro, al principio de su aventura en Costa Rica, se enamora de una mujer casada, cuyo rostro nunca ha visto. La bella figura de la mujer se convierte en su musa y Pedro escribe sonetos dedicados a ?gueda, al estilo de Sor Juana In?s de la Cruz. ?gueda y Pedro tienen una relaci?n complicada. Cuando ella se percata de su atractivo, coquetea con su admirador. Sin embargo, cuando Pedro ve la cara de ?gueda, quien "tiene dientes de taltuzo, largos y amarillos por el taba co [...] y ojos desle?dos en un rostro de labradora navarra" (82), su desilusi?n es total. ?gueda entonces toma el papel tradicional de seducir a su v?ctima, usarlo y dejarlo botado cuando se cansa de ?l. Como su esposo es un hombre de importancia y siempre est? viajando, ?gueda tiene muchas libertades no muy comunes. El ejemplo m?s evidente de su poder es el dominio sobre su esclava negra, que incluye una relaci?n sexual entre las dos mujeres. Adem?s de su presentaci?n de la historia costarricense, Lobo toca los temas del feminismo, la transculturaci?n y la hegemon?a. Elabora un texto complicado con m?ltiples narradores, adem?s de un flujo de conciencia que a veces est? de acuerdo y muchas veces contradice la con versaci?n de los personajes. Sin embargo, despunta una historia nueva, distinta y sorprendente. Mientras muchos libros de historia mencionan en pocas l?neas que la poblaci?n ind?gena ya era bastante peque?a y viv?a siempre aislada en las monta?as, Lobo utiliza datos de los archivos nacionales para hablar de la caza de los indios, y c?mo los espa?oles invadieron las monta?as para capturarlos y forzarlos a trabajar como esclavos. This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms Escritoras costarricenses 429 Las investigaciones de Tatiana Lobo tambi?n han servido de tema para otras cuatro obras: Negros y Blancos todos mezclados ( 1997), una obra hist?rica que analiza los ?rboles familiares de las familias que fundaron la sociedad costarricense y que muestra la gran cantidad de esclavos negros que fueron comprados, asimilados en la sociedad y borrados de la historia oficial;Entre Dios y el Diablo (1993), una colecci?n de cuentos hist?ricos que tratan de casos jur?dicos de mujeres durante la ?poca colonial; El a?o del laberinto (2000), que habla del a?o 1894, cuando Jos? Mart? vino a Costa Rica a buscar el apoyo de la poblaci?n cubana radicada en Costa Rica para su lucha por la independencia de Espa?a; y Calypso (1996), una novela sobre el desarrollo de la costa atl?ntica de Costa Rica y la mezcla de las razas ind?genas, negras y blancas. Adem?s de recuperar una historia olvidada, un cuento desconocido y una perspectiva que nunca tuvo voz, las escritoras costarricenses siguen teniendo un impacto importante en su pa?s. Una de las dramaturgas y poetas contempor?neas m?s joven y representativa de Am?rica Central es la costarricense Ana Istar?. Istar? ha publicado seis colecciones de poes?a y cinco obras teatrales. Las obras teatrales se han presentado en Costa Rica, Sudam?rica, Europa y en los Esta dos Unidos. Por medio de estas tragicomedias y su poes?a, Istar? se enfoca en el cuerpo de la mujer y desarrolla un discurso er?tico donde evoca la femineidad desde una posici?n feminista. En muchos casos, el uso del lenguaje relacionado con lo sexual y lo er?tico f?cilmente corre el peligro de caer en el tab? o en lo soez y agresivo. Hist?ricamente el hombre ha escrito sobre el cuerpo femenino, pero nunca se ha visto correcto que la mujer escriba sobre el cuerpo masculino y sobre su propio cuerpo. El lenguaje en la poes?a er?tica de Istar? evita tanto el tab? como la agresividad de ciertas expresiones soeces. Cuando la poeta escribe el poema XV de La estaci?n de fiebre (1983), recurre a palabras com?nmente usadas por toda persona, ubic?ndolas en un contexto sem?ntico donde adquieren un significado po?tico: Mi clitoris destella en las barbas de la noche como un p?talo de lava, como un ojo tremendo al que ataca la dicha, al que el placer ataca y contraataca con zumos delicados, enfebrecidas salamandras. El ?tero olvida su suave domicilio. Desata las cuerdas del espacio. Var?n, que te recorre mi pubis, fuego y raso. (Poes?a 31) En su obra Baby Boom en el para?so (1995), Istar? aborda el tema de la maternidad, desde la concepci?n hasta el nacimiento del beb? en el hospital. Por medio del humor, Istar? invierte el concepto martirizante del embarazo, conduciendo al personaje femenino hacia el redescubri miento de su cuerpo y el disfrute de su maternidad, rechazando el control y las imposiciones religiosas e hist?ricas de la sociedad patriarcal. De la misma manera, Hombres en escabeche (1999) relata la vida de una joven en busca de su pareja. Enfrentando las expectativas de una sociedad machista, la protagonista descubre que lo que se espera del comportamiento social y sexual femenino, difiere completamente de lo que se espera de un hombre. Por medio de este "drama c?mico," Istar? explora las relaciones entre padres e hijas, hermanos y hermanas, y entre las parejas, todo relatado por una mujer vestida de novia, quien nunca logra encontrar un hombre que sea realmente suyo. La obra termina con la entrada de un hombre vestido de novio, quien tambi?n anda en busca de una novia. Sin embargo, el encuentro de la pareja se da en medio de discusiones y reproches mutuos. El sarcasmo y la iron?a revelan como las tradiciones patriarcales que se perpet?an en Am?rica Latina resultan ser da?inas no solamente para las mujeres, sino tambi?n para la sociedad en su totalidad, incluyendo a los hombres. No obstante, la obra deja abierto el final a la posibilidad de crear una nueva relaci?n conyugal. This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms 430 Hispania 90 September 2007 Las escritoras costarricenses de los siglos XX y XXI se han armado con la pluma para desmi tificar el pasado y mejorar el futuro. Adem?s de crear obras literarias innovadoras y de una calidad excelente, han escogido temas sumamente importantes que examinan, valoran, critican y al final influyen en su sociedad. Sus contribuciones han tenido un impacto innegable en Costa Rica y con sus palabras han hecho m?s que mil brazos. WORKS CITED Gonz?lez, Luisa, y Carlos Luis S?enz, ed. Carmen Lyra. San Jos?: Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes Departamento de Publicaciones, 1977. Istar?, Ana. Baby Boom en el Para?so / Hombres en escabeche. San Jos?: Editorial Costa Rica, 2003. ?. Poes?a Escogida. San Jos?: Editorial Costa Rica, 2002. Lobo Wiehoff, Tatiana. El a?o del laberinto. San Jos?: Ediciones Farben, 2000. ?. Asalto al para?so. San Jos?: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1998. ?. Calypso. San Jos?: Ediciones Farben, 1996. ?. Entre Dios y el Diablo. San Jos?: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1993. ?. Negros y Blancos: Todo mezclado. San Jos?: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1997. Lyra, Carmen. Cuentos de mi t?a Panchita. (1920). San Jos?: Editorial Costa Rica, 2000. ?. En una silla de ruedas. (1919). San Jos?: Editorial Costa Rica, S.A. Naranjo, Carmen. Los perros no ladraron. San Jos?: Editorial Costa Rica, 1993. ?. Sobrepunto. San Jos?: Educa, 1985. Oreamuno, Yolanda. La ruta de su evasi?n. San Jos?: Educa, 1994. Pinto Gonz?lez, Julieta. El eco de los pasos. San Jos?: Editorial Costa Rica, 1984. ?. Tata Pinto. San Jos?: Editorial Universidad Estatal a Distancia, 2005. Rima de Vallbona. La narrativa de Yolanda Oreamuno. San Jos?: Editorial de Costa Rica, 1995. Rossi, Anacristina. Lim?n Blues. San Jos?: Alfaguara, 2002. ?. La loca de Gandoca. San Jos?: Educa, 1994. ?. Mar?a la noche. (1985). San Jos?: Editorial Costa Rica, 2006. ?. Situaciones conyugales. San Jos?: Red Editorial Iberoamericana, 1993. This content downloaded from 132.174.254.26 on Wed, 11 May 2016 17:48:29 UTC All use subject to http://about.jstor.org/terms