Principios del control de endemias, con especial referencia a las enfermedades de transmisión vectorial (ETVs). Antonio Carlos Silveira* - Médico Epidemiólogo; Consultor de la Organización Panamericana de la Salud en la Secretaria Nacional de Vigilancia em Saúde, Ministerio da Saúde (Brasil); Consultor del Banco Interamericano de Desarrollo en el Ministerio de Salud y Deportes (Bolivia). RESUMEN Las endemias, entendidas como enfermedades que se distinguen por sus mecanismos de producción, dependientes de condicionantes primariamente de naturaleza económica, social y cultural, se caracterizan por una transmisión persistente. Eso no significa que intervenciones de carácter estrictamente sanitario no sean eficaces, o incluso suficientes en algunos casos, para que se alcance un nivel aceptable de control. Su mayor o menor vulnerabilidad depende de la historia natural de la enfermedad, de su epidemiología y de la potencia del instrumental de control disponible. Se presenta la composición tecnológica del control para las enfermedades transmitidas por vectores (ETVs) de mayor magnitud y trascendencia en las Américas. Como metas factibles de control se considera que la oncocercosis y la filariasis linfática son pasibles de erradicación, lo que no se aplica, a aquellas con transmisión enzootica, como enfermedad de Chagas, fiebre amarilla o peste, que podrían ser eliminadas (asumiendo como eliminación el concepto de interrupción de la transmisión en escala de país o región). Entre las enfermedades de más baja vulnerabilidad se apunta al dengue y a la leishmaniasis tegumentar americana (LTA), para las cuales se considera indispensable el desarrollo de nuevas herramientas de control. Palabras clave: Control de enfermedades. Enfermedades endémicas. Enfermedades transmitidas por vectores. SUMMARY Endemic diseases, distinguishable due to their developing mechanisms that are particularly dependent on economical, social, and cultural conditions, are characterized for its persistent transmission. It does not mean, however, that sanitary interventions themselves would not be efficient, or, in some cases, self-sufficient for achieving an acceptable level of infirmity control. Endemies' vulnerability depends on the natural history of the illness, on its epidemiology, and on the power of the available instruments of control. Technologic composition of control of the vector-borne diseases greatest magnitude and reach in the American continent is here presented. Some possible goals for eradication are oncocercosis and lymphatic filariasis. This is not applicable, though, for enzootic transmitted diseases, such as Chagas', yellow fever, and plague, which could be eliminated 24 (assuming as the concept of elimination the interruption of transmission in a country or regional scale). Dengue and cutaneous leishmaniasis are among the less vulnerable infirmities, for which the advent of new control mechanisms is essential. Key-words: Infirmities' control. Endemic diseases. Vectorborne diseases. INTRODUCCIÓN Una cuestión inicial a considerar se refiere al concepto de enfermedad endémica que se está asumiendo, en el sentido de precisar el alcance del tema a ser tratado. En una acepción más estricta sería cualquier enfermedad cuya ocurrencia es esperada, dentro de ciertos límites, para determinado lugar y en un período de tiempo estipulado. En su significación usual, endemias, o grandes endemias, históricamente corresponden a un grupo de enfermedades que tiene como lógica o como factores asociativos: su red causal, los grupos poblacionales bajo riesgo o afectados y el modelo de intervención para su control. Respecto a los determinantes primarios de producción de esas enfermedades y al ambiente físico y social donde ocurren, tienen en común el hecho de que casi siempre están asociadas a la pobreza y a sus consecuencias inmediatas, como desnutrición, desinformación, habitación precaria, etc. A eso se suman la desorganización y/o el deterioro del medio junto a condiciones precarias de saneamiento ambiental. O sea, en el caso de las enfermedades endémicas hay una relación desprotegida del hombre con el ambiente. La población que vive en estas condiciones está sometida a una exposición continua a los factores de riesgo, de enfermarse y morir por enfermedades endémicas. El modelo de intervención en el control de esas enfermedades presenta particularidades y similitudes que justifican también su agrupamiento y que se caracteriza por el enfoque prioritario en prevención primaria (pre-transmisión) o secundaria precoz, así como por acciones predominantemente extramuros y frecuentemente casa por casa. *Correspondencia: Antonio Carlos Silveira. SQN 304-B-302 CEP; 70.736-020 Brasilia DF, Brasil. e-mail: [email protected] 28 BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 Otra característica, propia de los programas de control de las grandes endemias, fue su organización en estructuras verticales, con administración centralizada y desarrollados a través de extensas campañas sanitarias. En síntesis, consideramos endemias, o grandes endemias, aquellas enfermedades transmisibles producidas a partir de condicionantes ambientales y estructurales peculiares, incluyendo no solo elementos del ambiente natural sino también de naturaleza económica, social y cultural. Eso hace que su transmisión sea persistente en el tiempo. Esas características no implican que intervenciones exclusiva o estrictamente sanitarias sean ineficaces o insuficientes para el control de muchas de esas enfermedades. Entre las llamadas grandes endemias están incluidas enfermedades de transmisión vectorial, hídrica y algunas otras que dependen de hábitos, modos y condiciones de vida adversos. Para referir algunas de aquellas prevalentes en Latinoamérica, considerando su magnitud y trascendencia, se debe nombrar: Cólera, Dengue, Enfermedad de Chagas Esquistosomiasis, Fiebre Amarilla, Filariosis, Leishmaniasis, Lepra, Malaria y Tuberculosis. Bajo ese punto de vista predominan aquellas vehiculizadas por vectores (ETVs). Con frecuencia se entiende o se restringe a ellas la designación de enfermedades endémicas. VULNERABILIDAD Y NIVELES DE CONTROL La vulnerabilidad de una enfermedad al control obedece básicamente a dos condiciones: la epidemiología o historia natural de la noxa y la potencia del instrumental de control disponible. Esas condiciones definen el nivel de control que se puede pretender para determinada enfermedad. Una escala decreciente para el “control posible” sería: . erradicación; . eliminación; . control (reducción) de los niveles de transmisión; . reducción o prevención de la ocurrencia de epidemias; . reducción del daño o prevención de formas clínicas graves; . reducción de la mortalidad. Con referencia a los conceptos de erradicación y eliminación se necesita definir exactamente el sentido que se piensa es el más correcto con respecto a una enfermedad transmisible. Erradicación es la interrupción definitiva de la transmisión (incidencia cero) y que se mantiene interrumpida sin que se 29 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira ejerza ninguna acción de control. Eliminación es la interrupción de la transmisión, condicionada a la manutención de determinadas acciones de vigilancia y control (1). Otra definición con frecuencia aceptada para eliminación, corresponde a la erradicación en un territorio geográficamente limitado, aunque pueda ser más o menos extenso, en escala al menos de región o de país (2). Importa mencionar que las metas u objetivos pretendidos pueden ser graduales, inmediatos y mediatos o distintos para diferentes áreas. Asimismo hay límites para el control de algunas enfermedades que dependen de su propia epidemiología o está determinado por circunstancias tales como la insuficiencia de los medios, dificultades operacionales, inaccesibilidad y/o patrones excepcionales de transmisión. Para la mayor parte de las enfermedades endémicas la erradicación no es una meta factible. Algunas de ellas son primitivamente enzootias por lo que el ciclo silvestre de transmisión se mantendrá y estará siempre el riesgo de que ocurra la infección humana, aunque sea accidental o esporádica (enfermedad de Chagas y peste). Otras veces presentan una gran variedad de reservorios y fuentes de infección por lo que serían en la práctica inagotables (enfermedad de Chagas). Por otra parte, dependiendo de los recursos tecnológicos que se utilicen o que sean aplicables en función de la disponibilidad de recursos financieros, será el nivel de control o las metas que se pueden alcanzar. Un ejemplo de esa situación es la esquistosomiasis, en la cual el tratamiento puede prevenir la progresión de la enfermedad hacia formas clínicamente graves (prevención secundaria), mientras la interrupción de la transmisión (prevención primaria) está condicionada indispensablemente al saneamiento básico. MECANISMOS / INSTRUMENTAL DE CONTROL de las ETVs En la cadena de transmisión de las enfermedades transmitidas por vectores, no siempre el vector es el elemento más vulnerable a las acciones de control. Hay enfermedades para las cuales es posible la protección de la población humana por inmunización (fiebre amarilla), hay otras en las cuales el diagnóstico es sencillo, el tratamiento eficaz y sin efectos paralelos importantes (malaria) y que puede ser empleado en amplia escala (esquistosomiasis). En otros casos el control del vector es la única posibilidad de intervención extensiva (dengue, enfermedad de Chagas). Tomando un grupo seleccionado de ETVs, en función de su mayor prevalencia y morbilidad, se detallan los mecanismos e instrumentos aplicables a su control, señalando la importancia 25 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 que corrientemente se está atribuyendo a cada técnica o método. El conjunto de medidas de prevención para determinada enfermedad corresponde a lo que se designa como composición tecnológica del control (Figura 1). Importa aclarar algunos conceptos relativos a lo que se está considerando como “mecanismos o instrumentos de control”, a su alcance y potencia en la prevención de esas enfermedades. Como agotamiento de la infección se entiende la supresión de las fuentes de infección, básicamente a través del diagnóstico y tratamiento etiológico específico o en algunos casos, por la eliminación de reservorios (leishmaniasis visceral). Inmunización se refiere a la vacunación, con inmunobiológicos comprobadamente eficaces, brindando la Tabla 1. Composición tecnológica del control de ETVs y nivel de importancia atribuido a las intervenciones ENFERMEDAD MECANISMOS/INSTRUMENTOS DE CONTROL Agotamiento infección Inmunización Control vectorial Saneamiento ambiental Saneamiento domiciliario IEC DEN Ech ESQ (1) (2) FA FIL LV LTA (1) MAL ONC PES (1) ECh: enfermedad de Chagas / DEN: dengue / ESQ: esquistosomiasis / FA: fiebre amarilla / FIL: filariasis linfática LV: leishmaniasis visceral / LTA: leishmaniasis tegumentar / MAL: malaria / PES: peste / ONC: oncocercosis INTERVENCIÓN VIABLE - La intensidad del azul aplicado indica la importancia que está atribuida a cada una de las medidas de control en los actuales programas de control. (1) reducción de las fuentes de infección (2) aplicable a la prevención de la urbanización 26 30 BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 protección de la población humana susceptible. El control vectorial corresponde a acciones ofensivas de combate a los vectores, por el empleo de insecticidas o eventualmente por medio de control biológico. Saneamiento ambiental tiene el significado estricto de manejo físico de las condiciones ambientales extradomiciliarias, excluida la casa y el entorno peridomiciliario. En cuanto al saneamiento domiciliario, se aplica al espacio circunscrito a la vivienda y a sus anexos. Información, educación y comunicación (IEC) incluyen medidas dirigidas a la población bajo riesgo con contenidos específicos, objetivando la participación interesada de las personas en el control y en el desarrollo de hábitos, actitudes y prácticas saludables, para su protección individual y comunitaria. Hay enfermedades endémicas para las cuales no existe tecnología suficiente para hacer la prevención primaria o para impedir que ocurra la transmisión. Los instrumentos de control pueden tener acción limitada o uso restringido a situaciones específicas. Examinaremos cada una de las enfermedades seleccionadas: 1. Dengue (DEN) No hay vacuna ni tratamiento específico, lo que significa que no se puede promover la protección de los susceptibles ni actuar sobre las fuentes de infección, en ese caso exclusivamente el hombre, y evidentemente el vector (el complejo mono-mosquito puede servir como reservorio en parte de Asia y en África occidental)(3). Los recursos tecnológicos para controlar la transmisión están limitados a acciones sobre el vector. No obstante, el vector es poco vulnerable, en función de su rápida multiplicación y dispersión. El manejo de las condiciones ambientales es indispensable, especialmente en el ambiente domiciliario. Hay peculiaridades importantes en los hábitos y comportamiento de Aedes aegypti (vector preferencial, y en las Américas hasta el momento exclusivo) que implican problemas de naturaleza operacional para el control. Así es con su capacidad de proliferación en pequeñas colecciones de agua. Cualquier recipiente que pueda contener agua es un criadero potencial y cualquier descarte inadecuado de envases, puede representar riesgo para la instalación y difusión del vector (4)(5). 31 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira De ese modo es impensable que, sin la participación de la población en la supresión de criaderos y dando un destino adecuado a la basura, se pueda lograr la eliminación del vector. Asimismo, la recolección pública periódica de la basura es una condición necesaria para el control, como es necesario garantizar la provisión domiciliaria regular de agua para consumo, evitando el almacenamiento en condiciones inadecuadas. O sea, tanto el saneamiento domiciliario y ambiental junto con acciones insistentes de IEC, son medidas exigidas para el control. 2. Enfermedad de Chagas (ECh) Conforme consta en el diagrama presentado, no existe ninguna posibilidad de agotamiento de las fuentes de infección por la gran diversidad de reservorios existentes, tanto domiciliarios como silvestres. Además, la frecuente inapariencia clínica de la infección aguda o reciente, etapa en la que es tratable con quimioterápicos específicos, hace que no sea posible pretender agotar las fuentes de infección humanas. Por otra parte, como no existen vacunas para la enfermedad, no hay protección inmunológica de la población con riesgo de infectarse. La única alternativa para la prevención primaria es la intervención sobre los vectores, por combate directo a las poblaciones domiciliadas de triatominos, con la aplicación regular y periódica de insecticidas de acción residual; o por mejoría de las condiciones de las viviendas, haciendo la casa y el peridomicilio refractarios a la presencia de los insectos transmisores. Este tipo de intervención, que aquí se está considerando como parte del saneamiento domiciliario, es poco factible en amplia escala, en función de los recursos exigidos. Actividades de información, educación y comunicación presentan dificultades adicionales, además de aquellas propias de cualquier cambio que se pretenda en las actitudes y prácticas por la población, resultante de la falta de visibilidad clínica de la enfermedad de Chagas, sobretodo de la infección aguda o de la forma crónica indeterminada, con total ausencia de síntomas. A partir de todo lo mencionado puede parecer que la vulnerabilidad de la endemia chagásica al control es muy baja. Atributos del vector, como su pequeña movilidad, largo ciclo biológico y pequeña variabilidad genética, determinan que las poblaciones domiciliarias sean muy estables y se reponen muy lentamente (6)(7)(8). De ahí resulta que, una vez eliminadas las condiciones necesarias para que ocurra la transmisión, las mismas se podrán restablecer solamente si transcurre un largo tiempo, en el caso de especies autóctonas que pueden reinfectar el ambiente domiciliario desde sus focos naturales (9). 27 BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 3. Esquistosomiasis (ESQ) Una consideración inicial es que no existe propiamente un vector sino un huésped intermedio en la transmisión de la esquistosomiasis, aunque frecuentemente en la práctica se considera como se fuera un vector. La interrupción de la transmisión a pesar de ser una posibilidad concreta, casi siempre se fija como un objetivo de largo plazo, ya que forzosamente implica el agotamiento sanitario en las áreas de riesgo, lo que demanda recursos que no siempre están disponibles. Con el desarrollo de drogas de alta eficacia, sin reacciones colaterales significativas y administradas en dosis única, en el principio de los años 70 se consideró que con el tratamiento masivo y acciones localizadas de saneamiento, como la instalación de letrinas sépticas, seria posible interrumpir la transmisión endémica de la enfermedad. Eso no se confirmó en todos los casos, muy probablemente por la insuficiencia de las obras de saneamiento realizadas, y/o por el uso inadecuado de los equipamientos instalados. Las obras no fueron acompañadas por acciones consistentes y consecuentes de IEC. Un resultado no esperado y de gran significación fue que los casos tratados no desarrollaron las formas graves de la enfermedad: fibrosis hepática o hipertensión portal. De ese modo la esquistosomiasis tiende hoy a ser considerada como una parasitosis común (10). Sin embargo es necesario mantener permanente vigilancia y una búsqueda activa de los casos. A pesar de que existan otros reservorios, epidemiológicamente poco importantes, el tratamiento de los portadores humanos contribuye sin duda a la reducción de las fuentes de infección. De ahí se ha considerado el agotamiento de la infección entre las medidas de control para la esquistosomiasis. Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira obligatoriamente inmunizada, a partir de los nueve meses de edad. Actividades de IEC deben ser mantenidas en carácter regular. 5. Filariasis Linfática (FIL) Es una de las enfermedades en que los instrumentos de control serian suficientes para buscar la erradicación, a través de la búsqueda regular de casos, diagnóstico y tratamiento extensivo y de medidas de combate a los vectores. En focos con transmisión persistente, las obras de saneamiento ambiental pueden ser necesarias. También se recomienda la protección de las casas con el uso de telas metálicas y de medidas de protección individual por la población, lo que determina acciones de IEC. 6. Leishmaniasis Visceral (LV) Las medidas de uso corriente comprenden fundamentalmente el diagnóstico, el tratamiento oportuno de los casos y la eliminación de reservorios animales (perros) posibilitando la reducción de las fuentes de infección. Los flebótomos vectores son extremamente sensibles a los insecticidas y su aplicación en formulaciones de acción residual es una medida indicada regularmente en las áreas de transmisión. Éstas, en algunos países han experimentado una extraordinaria expansión en los últimos anos, afectando incluso núcleos urbanos importantes (Brasil)(11). En caso de brotes epidémicos puede estar aconsejado el empleo de rociados espaciales a través de preparaciones a ultra-bajo-volumen. Actividades de IEC son cumplidas en forma incidental e insuficiente, del mismo modo que el manejo del ambiente domiciliario para la eliminación de basureros que sirvan de criaderos para los vectores. 4. Fiebre Amarilla (FA) La existencia de una vacuna altamente potente y que confiere inmunidad por un largo tiempo hace que el control de la fiebre amarilla sea absolutamente realizable, siempre que se garantice una cobertura satisfactoria en las áreas de riesgo. En las Américas desde el año 1942 no hay transmisión de fiebre amarilla urbana por Aedes aegypti, a excepción de algunos pocos casos conocidos en 1954 en Trinidad y Tobago. Con la reintroducción y amplia dispersión de A. aegypti en el continente se sospechó que grandes epidemias de FA urbana podrían volver a ocurrir. Vacunaciones de bloqueo se realizaron algunas veces en situaciones en que parecía inminente este acontecimiento. Todavía la población de mayor riesgo sigue siendo aquella que reside o se dirige a áreas con transmisión enzoótica y que debe ser 28 7. Leishmaniasis Tegumentar Americana (LTA) Para la leihsmaniais cutánea y muco cutánea hay que distinguir dos situaciones con abordajes enteramente distintos. El patrón clásico de transmisión de la LTA corresponde a áreas de asentamiento reciente, en que el proceso de ocupación ocurre acompañado de deforestación. La transmisión suele ser extradomiciliaria y las acciones de control vectorial son limitadas en términos de resultados. En esta situación la detección y tratamiento de los casos es la medida asequible de control, evitando que haya progresión clínica de la enfermedad, con la aparición de lesiones deformantes. En algunas otras áreas, de colonización antigua, el vector está domiciliado y en ese caso el control químico con insecticidas tiene impacto en la transmisión. Acciones de IEC 32 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 son aplicables a los dos casos ya que posibilitan la protección individual y se recomienda evitar el ingreso en áreas boscosas especialmente después del atardecer, para evitar la exposición a los vectores. 8. Malaria (MAL) Con el advenimiento de los insecticidas clorados de acción residual (DDT) a mediados del siglo pasado, las facilidades para el diagnóstico y la disponibilidad de drogas eficaces para el tratamiento, se creyó posible la completa erradicación de la enfermedad. De hecho se alcanzó la interrupción duradera de la transmisión en muchas áreas, lo que se podría considerar como eliminación, asumiendo el concepto de corte de transmisión en espacios geográficos limitados. El modelo de intervención para la erradicación o algunos de sus supuestos iniciales, como aquel de que la transmisión se hacia siempre en el ambiente domiciliario, se demostró que no tenía validez para todas las situaciones. Por otra parte, no se contaba con el desarrollo de resistencia a algunas drogas. Hoy se actúa en la perspectiva del control, buscando el máximo agotamiento de las fuentes de infección (teóricamente viable) y haciendo el rociado domiciliario con insecticidas en carácter selectivo, algunas veces con aplicación espacial y/o tratamiento anti-larvario. Otras medidas serian el manejo ambiental, con obras de saneamiento más o menos extensas; instalación de barreras de protección física o química en las casas y el desarrollo de hábitos y prácticas protectoras por la población. 9. Oncocercosis (ONC) Es una enfermedad cuya erradicación sería practicable (2)(12) sobre la base del agotamiento de las fuentes de infección, dado que el hombre es el único reservorio natural (la infección inducida en monos fue ya producida), acompañada de aplicación de larvicidas en la lucha antivectorial. La aplicación aérea de insecticidas para la eliminación extensa de criaderos en operaciones de gran escala es también en algunos casos preconizada. Medidas de protección individual, con uso de repelentes a los simulideos vectores puede ser una alternativa, especialmente para evitar la picadura de los insectos, mas que propiamente como prevención de la infección. 33 10. Peste (PES) Es una zoonosis que afecta roedores y sus pulgas, las que transmiten la infección por Yersinia pestis al hombre y otros animales. En el pasado fue responsable por grandes epidemias y pandemias y actualmente está limitada a focos silvestres, pero puede todavía producir epizootias de riesgo para la población humana. En su forma neumónica puede transmitirse por vía aérea o por fomites y es altamente infectante. La vigilancia epidemiológica incluye operaciones complejas, como la captura periódica de roedores, pulgas y monitoreo a través de animales centinela. Se busca con eso mantener la circulación del agente restringida a los focos selváticos. Medidas de control son instituidas siempre que se verifican situaciones en que hay la inminencia de difusión para las viviendas, estableciéndose brotes de transmisión casi siempre limitados a localidades próximas a los focos de origen. El tratamiento precoz de los casos, quimiprofilaxis de los contactos, despulinización y desratización son las acciones recomendadas. Otras acciones de prevención y de sustentación serian el manejo ambiental, en especial medidas que hagan las casas menos vulnerables a la presencia y proliferación de roedores. La vacuna existente proporciona inmunidad de corta duración, por eso es de utilización restringida y solo recomendable en situaciones especiales. METAS FACTIBLES DE CONTROL de las ETVs Comenzamos por considerar las enfermedades más vulnerables al control -aquí se considera la transmisión natural- entre aquellas seleccionadas en función de su alta magnitud y/o trascendencia en el continente americano, se concluye como teóricamente pasibles de erradicación la Filariasis linfática y la Oncocercosis. Aunque esas enfermedades sean susceptibles de erradicación, en términos prácticos se debería hablar de eliminación (Figura 2). En el caso de la oncocercosis por ejemplo, mientras la meta de eliminación no sea realista en África, lo es en la Región de las Américas. Ha habido iniciativas mundiales de lucha contra la oncocercosis desde 1974, cuando se inició el Programa de Lucha contra la Oncocercosis (12). La oncocercosis es endémica en treinta y cuatro países de África, Península Arábiga, y Américas, donde ocurre en Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Venezuela. Los planes para su eliminación con el uso de ivermectina se encuentran en marcha y se ha adoptado normas comunes para la vigilancia (13). Hubo un gran éxito en el control de la enfermedad en África atribuible en principio a la estrategia de 29 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 aplicación masiva de larvicidas en la lucha antivectorial. También allí desde 1998, estas acciones pasaron a ser acompañadas del tratamiento de la población con ivermectina. Sin embargo se estaría todavía muy distante de su eliminación. En la región de las Américas las perspectivas para comprobar la ausencia de la transmisión en algunos de los siete países endémicos están ya bastante próximas. En China desde los años cincuenta la eliminación de la Filariasis se tomó como un tema de interés agro-económico. Las intervenciones incluían la distribución masiva de una mezcla de los comprimidos de diethylcarbamizine (DEC) y DEC/SAL acompañados por una vigilancia extensiva e intensiva. La meta se cumplió. En las Américas hay focos conocidos en Brasil, Costa Rica, República Dominicana, Guyana, Haití, Surinam, Trinidad y Tobago. Varios avances recientes -introducción de medicamentos nuevos, nuevas técnicas en el manejo clínico y en el diagnóstico y una mejor comprensión de la dinámica de la infección, incluido el reconocimiento de la filariasis como una enfermedad de la niñez- indican claramente que esta meta es realmente viable (14). Tabla 2. Niveles de control esperados para Enfermedades Transmitidas por Vectores. ENFERMEDAD METAS Erradicación Eliminación Control Transmisión Natural Prevención Epidemias Reducción del daño Reducción Mortalidad DEN Ech ESQ FA FIL LV LTA MAL ONC PES Nivel de control comprobadamente posible. Nivel de transmisión teóricamente posible. 30 34 BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 En la otra extremidad del espectro de posibilidades en cuanto al nivel de control esperado, está la Leishmaniasis Tegumentar Americana (LTA) en su forma epidemiológica clásica. Cuando los vectores no son de hábitos domésticos no hay como intervenir sobre ellos, aunque en situaciones excepcionales se pueda hacer la aplicación espacial en el entorno de viviendas que sean cercanas a montes donde la enzootia esté presente. En esta situación la eliminación entendida como la interrupción de la transmisión en áreas circunscritas- no es posible, a menos que las condiciones ambientales sean progresivamente alteradas. La vigilancia epidemiológica tiene como objetivos la detección y control de focos, buscando no más que la reducción del número de casos, el diagnóstico y tratamiento precoz para prevenir la evolución y las complicaciones de la enfermedad. La LTA está presente en todo el continente americano a excepción de Canadá, Chile y Uruguay. Tal como la LTA, la Leishmaniasis visceral (LV) y la Esquistosomiasis, el principal objetivo del control es la prevención de nivel secundario, por la reducción del daño y en el caso de estas dos enfermedades, de la mortalidad. No obstante, a diferencia de aquella (LTA) es factible el corte sostenido de la transmisión en territorios geográficos más o menos circunscriptos. Las limitaciones están en el hecho de que la LV está íntimamente relacionada a las condiciones sociales y económicas de las poblaciones en riesgo. Es una enfermedad que ha experimentado una gran expansión en algunos países como es el caso de Brasil. En el caso de la esquistosomiasis, para lograr la interrupción continuada de la transmisión, es necesario invertir importantes recursos en el saneamiento ambiental. Enzootias, de gran distribución en el continente americano, como es la Enfermedad de Chagas, la cual está presente desde el Sur de los Estados Unidos hasta la provincia de Chubut en Argentina, o de distribución focal como la Fiebre Amarilla y la Peste, pueden eliminarse (de acuerdo a los conceptos que aquí se presentan). Esto se está logrando para la Tripanosomiasis Americana en muchas áreas, especialmente en el Cono Sur. Con relación a la Fiebre Amarilla y la Peste, hace algunas décadas que la eliminación es un hecho absolutamente confirmado, manteniendo la transmisión limitada al medio silvestre. Una particularidad que merece ser mencionada para la enfermedad de Chagas es que, a pesar de ser en forma característica una enfermedad de curso clínico crónico, las epidemias por ingestión de alimentos contaminados se están observando cada vez con mayor frecuencia. La prevención de esas epidemias parece ser hoy tarea extremadamente difícil, 35 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira por lo imprevisible de su ocurrencia. En la Amazonia donde los episodios se repiten y donde están mejor estudiados, dependen del consumo del fruto del “açaizeiro” (Euterpe oleracea Mart.), se podría pensar en alternativas concretas de control. En otros casos, como ha sucedido recientemente en el estado de Santa Catarina en Brasil, donde la contaminación sucedió por la ingestión de jugo de caña, el evento fue absolutamente accidental y fortuito. Algunas enfermedades podrían ser eliminadas en ciertas áreas pero en otras, con un patrón de transmisión diverso, esta posibilidad se revela en la práctica poco probable. Un caso típico es lo observado con la malaria, eliminada en extensas áreas con transmisión endémica en el pasado. En zonas donde, por características eco-epidemiológicas particulares, la acción de los insecticidas es limitada y la detección de los casos operacionalmente difícil, las respuestas se muestran insuficientes para que se pueda lograr la eliminación. Mención especial se debe hacer al dengue. Es sin duda la enfermedad de mayor magnitud entre aquellas aquí consideradas y de alta trascendencia por el riesgo creciente de epidemias de la forma hemorrágica (FHD). Al mismo tiempo presenta muy baja vulnerabilidad al control. La única posibilidad de actuación, en la prevención primaria, es contra el vector. Este, con una extraordinaria capacidad de proliferación, se encuentra actualmente con condiciones que facilitan su difusión, a diferencia de lo que ocurría en el pasado cuando fue erradicado del ámbito continental. Entre los cambios registrados se destacan: la gran concentración poblacional en áreas urbanas, con una organización espacial caótica en los grandes centros, viviendas precarias y sin abastecimiento regular de agua potable; mayor movilidad de las poblaciones, con la posibilidad de desplazamiento a largas distancias y con medios de locomoción más rápidos; la gran oferta de potenciales criaderos y destino inadecuado de recipientes que se descartan. Estas condiciones, que facilitan la dispersión y persistencia del vector, son también limitantes para las operaciones de control, especialmente difíciles por la complejidad de la malla urbana en las grandes ciudades. En mayo del año 2002, la novena sesión plenaria de la 55ª Asamblea Mundial de la Salud “INSTA a los Estados Miembros a que promuevan un mayor compromiso y la adjudicación de más recursos humanos y de otro tipo para mejorar y hacer sostenibles las actividades de prevención y control del dengue.” Y, en adelante: “PIDE a la Directora General de la OMS que siga desarrollando y que apoye la estrategia mundial de prevención y lucha contra la fiebre del dengue y la fiebre hemorrágica, mediante una gestión ambiental integral” (15). Ahí se está reconociendo la 31 Principios del control de endemias, con especial referencia a las ETVs. Antonio Carlos Silveira BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 necesidad de un esfuerzo integrado y un abordaje integral del problema. Ya no se puede pensar que un país de forma aislada tenga éxito, o que exclusivamente el combate químico convencional al vector sea eficaz en el control del dengue. El peso que se está atribuyendo a cada una de las técnicas o métodos de control de esas enfermedades en los actuales programas en operación, en varias situaciones puede no ser exactamente aquel que será esperable en función de su eficacia y efectividad. Varias razones podrían explicar que así sea. Entre ellas la repetición mecánica de viejas prácticas de control, las limitaciones de naturaleza económica y la tardía incorporación de nuevos conocimientos a las rutinas de trabajo. Intervenciones aplicadas en el control. Tabla 3. Composición tecnológica del control de ETVs: necesidades de implementación de las actividades y de producción de conocimiento. ENFERMEDAD Incremento propuesto. Necesidad de producción. MECANISMOS/INSTRUMENTOS DE CONTROL Agotamiento infección Inmunización Control vectorial Saneamiento ambiental Saneamiento domiciliario IEC DEN Ech ESQ FA FIL LV LTA MAL ONC PES En la Tabla 3 se indica el incremento que se piensa necesario dar a cada una de las técnicas o instrumentos de control existentes, reconfigurando la composición tecnológica del control y apoderando mayor eficacia. En el caso específico de dos de las enfermedades (Dengue e LTA), en función de la baja vulnerabilidad al instrumental disponible y de las condiciones favorecedoras para su dispersión o persistencia, considerase que el desarrollo de una vacuna es decididamente imprescindible. En otros términos, un nivel de “control aceptable” depende de la producción de nuevas herramientas para la protección de las poblaciones susceptibles 32 36 BIOMEDICINA, 2005, 1 (1) ISSN: 1510-9747 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 Tauil, P.L. Controle de agravos à saúde: consistência entre objetivos e medidas preventivas. 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