LA REFORMA CONTRIBUTIVA Y EL DERECHO TRIBUTARIO FULANO DE TAL El Gobierno de PR atraviesa una Crisis Presupuestaria de grandes proporciones que amenaza con provocar el primer impago o incumplimiento con sus obligaciones financieras en su Historia. Con el objetivo de evitar dicho desenlace, el miércoles, once de Feb. del 2015, se radicó en la legislatura el Proy. de la Cám. 2329 (“Proyecto”) 1, el cuál proponía adoptr, entre otras reformas, un Impuesto de Valor Añadido (I.V.A.). Además, de allegar recaudos adicionales, para el fisco, el Proyecto busca fomentar el ahorro y el trabajo, al haber reducido la carga contributiva impuesta a la generación de ingresos y redirigiéndola hacia actividades de consumo.2 Algunos sectores, preocupados por el impacto inmediato del Proyecto en la economía, se opusieron, aun cuándo reconocían las virtudes teóricas de éste.3 Otros, han propuesto, distintas alternativas al IVA, incluyendo el llamado “Impuesto a las megatiendas”,4 y la aprobación de agresivos incentivos económicos que generen empleos, lo que a la larga se piensa que aumentaría los recaudos por concepto de la contribución sobre ingresos.5 El nivel de controversia y división que desató el Proyecto culminó en su derrota, siendo éste rechazado en la cámara de representantes por votación de 22 a 28.6 El hecho de que la imposición de un nuevo impuesto haya desatado un gran debate entre los distintos sectores de nuestra sociedad hace sentido. El Poder de Tributación del Estado es uno de los que mayor impacto tiene en la vida del ciudadano común. A base de esto, es meritorio comprender la función social de la tributación y las distintas protecciones que nuestro ordenamiento les ofrece a los ciudadanos frente al ejercicio de este poder. La función principal de los impuestos es proveerle los recursos al Estado que permitan ofrecerle a la ciudadanía los bienes y servicios públicos que está exige.7 Es por ello que históricamente los ciudadanos se han visto legitimados para exigirle a sus gobernantes el uso prudente de los recursos gubernamentales y mayor participación ciudadana en la toma de decisiones que, en última instancia, estos terminan sufragando8. Desde los tiempos de las 13 colonias, los ciudadanos americanos se habían visto muy preocupados por el ejercicio de este poder, inclusive adoptando el lema no “taxation without representation”, como una de las principales justificaciones de su lucha por la independencia.9 Atendiendo estas mismas preocupaciones, en M’Culloch v. State, el Juez Presidente Marshall de la Corte Suprema de Estados Unidos sostuvo que “the power to tax is the power to destroy.”10 1P de la C 2329, 11 de febrero de 2015, 5ta Ses. Ord., 17ma Asam. Leg. en las páginas 2-5. 3 Resumen de Ponencia del CNE sobre Reforma Contributiva, AGENCIA PARA LA NUEVA ECONOMÍA (5 de febrero de 2015), http://grupocne.org/2015/03/05/resumen-de-ponencia-del-cne-sobre-reforma-contributiva/. 4 Manuel F. Calderón, El impuesto a las mega tienda y su objetivos para el bienestar genera, 80 GRADOS (23 de abril de 2015), http://www.80grados.net/el-impuesto-a-las-mega-tiendas-y-su-objetivo-para-el-bienestar-general/. 5 Rafale Bernabe, Otra partida… o cambiamos el juego, 80 grados, http://www.80grados.net/otra-partida-o-cambiamosde-juego/. 6 Sistema de Información del Trámite Legislativo: P. de la C. 2329, OFICINA DE SERVICIOS LEGISLATIVOS, http://www.oslpr.org/buscar/. 7 Eric M. Zolt, Politics and Taxation: An Introduction, 67 Tax L. Rev. 453, 455 (2014) 8 Id en la página 459. 9 Id en la página 453. Véase además THE DECLARATION OF INDEPENDENCE para. 3 (US 1777). 10 M'Culloch v. State, 17 U.S. (4 Wheat.) 316, 432 (1819). 2Id En el contexto de Puerto Rico, los tribunales han reconocido varios limites constitucionales al poder de tributación del estado, provenientes tanto de la Constitución federal como de la Constitución de Puerto Rico. En primer lugar, el debido proceso de ley tiene implicaciones para el derecho tributario en la medida en que se le exige al estado que al establecer impuesto cuente con un grado de razonabilidad. Así por ejemplo, en International Harvester v. Srio. de Hacienda se cuestionaba un impuesto a un banco que no tenía sucursales en Puerto Rico, más sin embargo tenía una conexión con el foro en la medida en que parte de sus ingresos en intereses provenían de Puerto Rico. El Tribunal Supremo de Puerto Rico determino que la actividad del contribuyente en Puerto Rico era lo suficientemente estrecha como para justiciar el impuesto y elaboró el siguiente escrutinio para este tipo de casos: Las Cláusulas del Debido Proceso de ley de la Constitución de Estados Unidos y de la Constitución del ELA imponen dos requisitos para que puedan tributar localmente los ingresos generados por las actividades de un negocio interestatal. En primer término, debe haber ‘alguna conexión mínima entre tales actividades y el estado impositor‘. En segundo lugar, ‘el ingreso atribuido al estado para fines contributivos debe estar racionalmente relacionado con ?valores conectados con el estado impositor’.11 En segundo lugar, el gobierno está limitado por la cláusula federal de privilegios en inmunidades. Dicha cláusula busca promover el trato equitativo entre los ciudadanos que se mueven de un estado o territorio estadounidense a otro. Así, en Posley v. Srio de Hacienda 12 un residente de Nueva York impugnó que en Puerto Rico se le aplicara una contribución mayor de la que le aplicaba a los residentes locales. El gobierno justifico la diferencia de la contribución en la dificultad de administrativa de cobrarle a los no residentes. El Tribunal Supremo, por su parte, rechazó el argumento del gobierno y determinó que, aunque ciertas consideraciones podrían hacer conveniente la clasificación de los no residentes, “la igualdad en tales circunstancias es la política de más alto grado, ante la cual deben inclinarse las demás políticas”13. Según el Tribunal, si bien el costo del cobro puede justificar una tasa contributiva mayor, se requiere prueba que tienda a demostrar una relación razonable entre el tipo más alto y los costos del cobro. En tercer lugar, las medidas impositivas hayan una limitación en la cláusula federal sobre el comercio interestatal. Esta cláusula provee a las corporaciones una protección similar a la que la cláusula de privilegios e imunidades le provee a los ciudadanos. Aunque por un tiempo en Puerto Rico se disputó si dicha cláusula aplicaba, desde RCA v. Gobierno de la Capital14 el Tribunal Supremo había sugerido su aplicación a Puerto Rico. Así también, en Sealand Services v. Mun. de San Juan15, la corte federal del distrito de Puerto Rico resolvió que la cláusula de comercio interestatal si aplicaba a Puerto Rico. Finalmente, el Tribunal Supremo de Puerto Rico a se algunos años, en ELA v. Northwestern Selecta,16 sostuvo que la cláusula aplica a Puerto Rico expropio vigore, por lo que el gobierno no puede establecer medidas económicas que afecten el 11 Int'l Harvester Co. v. Srio. de Hacienda, 114 D.P.R. 281 (1983). Posley v. Srio. de Hacienda, 75 D.P.R. 87 (1954). Véase Paine v. Srio. de Hacienda 85 D.P.R. 817 (1963). 13 Id. 14 RCA v. Gobierno de la Capital, 91 D.P.R. 416 (1964). 15 Sealand Services v. Mun. de San Juan, 505 F. Supp. 533 (1980). 16 ELA v. Northwestern Selecta, 185 D.P.R. 40 (2012). 12 comercio interestatal.17 Esto supone que al imponer una contribución sobre alguna actividad económica interestatal se requiere: (1) un nexo sustancial con el estado que impone la contribución; (2) que la contribución esté relacionada a los servicios recibidos del estado; (3) que no se discrimine contra el comercio interestatal, y (4) que la contribución este justamente distribuida a los importes generados en el estado impositor.18 En conclusión, podemos ver que al momento de atender la crisis fiscal del país el gobierno no cuenta con un poder limitado para allegar recaudos al fondo general. El establecimiento de un impuesto implica consideraciones de índole política, económica, fiscal y jurídica. Desde la perspectiva jurídica, el derecho constitucional protege ciertos intereses particulares sobre el interés gubernamental generar de allegar recursos a sus arcas. Es decir, por mas conveniente que resulte desde la perspectiva económica y fiscal un impuesto al capital externo, cabe la interrogante de sí tal impuesto podría ser impugnado bajo el debido proceso de ley o la cláusula de comercio interestatal a la luz de la jurisprudencia mencionada. Igualmente, alteraciones a las tazas de contribuciones sobre ingresos, dependiendo de los residentes a quienes apliquen, podría infringir la cláusula de privilegios inmunidades. Por otro lado, el aumento al impuesto sobre venta pasa el cedazo constitucional en la medida en que no se implementa de manera discriminatoria, acarrea serias preocupaciones económicas.19 De ahí que el proceso de reforma contributiva sea uno sumamente complejo que no debe atenderse a la ligera. 17 En cuanto a la doctrina de incorporación territorial y su aplicación al dilema de la cláusula de comercio, el Tribunal añadió: “La doctrina de incorporación territorial se inventó para permitir al gobierno federal tratar con Puerto Rico libre de las ataduras que la Constitución federal impone a ese gobierno. De ello no se infiere que esa doctrina sirva o pueda servir para liberar al gobierno de Puerto Rico frente al poder federal”.17 Id. 18 Complete Auto Transit, Inc. v. Brady, 97 S. Ct. 1076 (1977). 19Joanasabel González, Impacto a empresas y pymes por IVU agrandado, El Nuevo Día, http://www.elnuevodia.com/negocios/consumo/nota/impactoaempresasypymesporivuagrandado-2050151/