Análisis de ploidía de ADN y fases del ciclo celular por citometría de

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ANÁLISIS DE PLOIDÍA DE ADN Y FASES DEL CICLO CELULAR POR CITOMETRIA DE FLUJO...
urología oncológica
29
4
Arch. Esp. de Urol., 53, 1 (29-36), 2000
Análisis de ploidía de ADN y fases del ciclo celular por citometría de flujo en el
lavado vesical. Experiencia preliminar.
MANUEL RIVAS DEL FRESNO1, ANA SALAS BUSTAMANTE2, JOSÉ AURELIO SUÁREZ GONZÁLEZ1,
ADONINA TARDÓN GARCÍA3 Y ANDRÉS SAMPEDRO NUÑO2.
1
Servicio de Urología. Hospital de Cabueñes. Gijón. Asturias.
Servicio de Citometría. Universidad de Oviedo.
3
Área de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Oviedo. Asturias. España.
2
Resumen.- OBJETIVO: Estimación pronóstica en el
carcinoma vesical del análisis de ploidía de ADN y fases
del ciclo celular por citometría de flujo en el lavado
vesical.
MÉTODOS: Obtención de muestras por lavado vesical
de 25 pacientes, 16 previa a la intervención del tumor y 9
durante la cistoscopia de seguimiento. Tinción con Ioduro
de propidio y análisis en un citómetro FacScan de Becton
Díckinson. El análisis del ciclo celular se realizó mediante el programa Cellfit versión 2.01 de Becton Dickinson.
RESULTADOS: El rendimiento celular fue suficiente
para el análisis citométrico en todos los casos. En las 13
muestras tumorales (8 tumores superficiales y 5
infiltrantes), se detectaron aneuploidías en 3 casos, presentando peor pronóstico: el único tumor superficial en el
que se detectó una población aneuploide, recidivó a los 15
meses después de la intervención; de los 5 tumores
infiltrantes, los dos que presentaban aneuploidías fallecieron por desarrollo de metástasis antes de los 6 meses.
En cuanto a la fracción de fase S, en los pacientes sin
Correspondencia
Manuel Rivas del Fresno
C/ Arquitecto Reguera 3 - 6ºA
33004 Oviedo. España.
Trabajo recibido el 8 de agosto de 1999.
tumor macroscópico se detectó un único caso de aumento
de este porcentaje (19,5% de células en fase S); a este
paciente se le detectó una recidiva tumoral 6 meses
después del análisis. En el grupo de pacientes con tumor
el análisis de la fracción de fase S no resultó significativa
para el pronóstico.
CONCLUSIONES: El análisis de ploidía de ADN y
fases del ciclo celular por citometría de flujo en el lavado
vesical pueden incrementar la capacidad pronóstico en el
carcinoma vesical: las aneuploidías se asocia con peor
pronóstico y un aumento de la fracción de fase S puede
predecir la recidiva tumoral meses antes de su aparición
clínica.
Palabras clave: Neoplasias vesicales. Citometría de
flujo. ADN. Diagnóstico. Pronóstico.
Summary.- OBJECTIVE: To analyze the prognostic
significance in bladder carcinoma of DNA ploidy and cell
phase fractions measured by bladder wash flow cytometry.
METHODS: Samples were obtained from 25 patients
by bladder irrigation; 16 before surgery and 9 during
follow-up cystoscopic examination. Cells were stained
with propidium iodide and analyzed with the FacScan
flow cytometer and Cellfit 2.01 (Becton-Dickinson).
RESULTS: The number of cells obtained was sufficient
for flow cytometric analysis in all cases. In 13 tumor
samples (8 superficial and 5 invasive tumors), aneuploidy
cells were detected in 3 cases that had a worse outcome;
the only superficial tumor in which aneuploidy was detected
presented a recurrent bladder carcinoma 15 months later.
Of the 5 patients with invasive tumors, two patients with
aneuploidy died within 6 months from tumor metastases.
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M. RIVAS DEL FRESNO, A. SALAS BUSTAMANTE, J.A. SUÁREA GONZÁLEZ Y COLS.
Of the patients without macroscopic tumor, only one
showed an increase in the percentage of the S phase
fraction (19.5% of cells in S phase). A recurrent bladder
carcinoma was detected in this patient 6 months after the
analysis. In patients with macroscopic tumor, analysis of
the S phase fraction was not relevant for prognosis.
CONCLUSIONS: Analysis of DNA ploidy and cell
phase fractions by flow cytometry of bladder washings can
increase the prognostic information in bladder carcinoma. Aneuploidy was associated with a worse prognosis
and an increase in the S phase fraction predicted a
recurrent bladder carcinoma months before it manifested
clinically.
que los trabajos de citometría de flujo del lavado
vesical revisados de la literatura, pertenecen únicamente a un número limitado de autores, por lo que cabe
deducir que no es un método generalizado. Asimismo
es preciso apuntar que únicamente uno de ellos (8)
presenta una serie amplia y con buen seguimiento.
Además, todavía siguen apareciendo referencias en la
literatura discutiendo la utilidad de la citometría de
flujo del lavado vesical (9).
Esta problemática es la que nos lleva a plantear el
presente estudio, como comprobación de la viabilidad
de la técnica en clínica diaria y un posible uso más
ambicioso de esta técnica analítica.
Keywords: Bladder neoplasms. Flow cytometry. DNA.
Prognostic. Diagnostic.
PACIENTES, MATERIAL Y
METODOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
El análisis de ploidía celular (definida por el índice
de ácido desoxirribonucleico, o ADN) y fracción celular en proliferación (estimada a partir del 1% de células
en fase S del ciclo celular o porcentaje de células
hiperdiploides) por citometría de flujo del lavado
vesical fue usado inicialmente como técnica de detección precoz de recidivas en el seguimiento de pacientes con tumores vesicales. Definiendo unos criterios
de índice de DNA (ID) y porcentaje de células en fase
S (FCS) para considerar que los cambios celulares
pueden ser sugestivos de la presencia de malignidad,
el análisis por citometría del flujo del lavado vesical
(1, 2) se ha demostrado, en manos de algunos autores,
como más sensible que la citología en la detección de
carcinomas vesicales, siempre durante el seguimiento
de pacientes (2, 3, 4, 5, 6) con antecedentes de estos
tumores.
Otro aspecto interesante de estos trabajos (1, 5, 7) la
existencia de pacientes con ID y FCS dentro de los
valores definidos como sugestivos de malignidad, a
los que no se les encuentra tumor en la búsqueda
clínica. Sin embargo un importante porcentaje de
estos pacientes acaban desarrollando clínicamente
tumor con el tiempo. Es un hecho importante que las
alteraciones celulares detectadas por citometría de
flujo del lavado vesical pueden anteceder hasta meses
al desarrollo de un tumor clínico.
Sin embargo, a la hora de valorar los resultados
publicados hasta ahora, debe ponerse de manifiesto
Se seleccionaron dos grupos de pacientes: tumorales
y no tumorales, según presentasen tumor en el momento del análisis o no.
Pacientes tumorales:
El criterio de inclusión fue la resección transuretral
(RTU) por tumor vesical en el Servicio de Urología del
Hospital de Cabueñes durante los meses de octubre y
noviembre de 1995. Fueron criterios de exclusión la
no presencia de tumor vesical durante la intervención
o la presencia de otros tumores urinarios (próstata y/o
tumores de la vía urinaria superior) concomitantes.
A este grupo de 13 pacientes se les recogió la
muestra en quirófano previamente a la intervención
endoscópica del tumor. Los pacientes eran portadores
de tumores vesicales de estirpe transicional, 8 superficiales y 5 infiltrantes, cuyas características tumorales
se detallan en la Tabla I. A uno de los casos (nº 2) se le
extrajeron dos muestras que fueron procesadas por
distintos métodos, motivo por el que lo incluimos en
la tabla como dos pacientes distintos [2(1) y 2(2)] y las
sumas totales deben incrementarse una unidad a las de
teóricos pacientes. Los tumores se clasificaron según
el estadio local T de la clasificación TNM de la UICC
(Unión Internacional contra el Cáncer) de 1987 (10),
y el grado citológico de malignidad según la clasificación de la OMS (11).
Pacientes no tumorales:
Pacientes a los que se les practicó cistoscopia de
control durante los meses de octubre y noviembre de
ANÁLISIS DE PLOIDÍA DE ADN Y FASES DEL CICLO CELULAR POR CITOMETRIA DE FLUJO...
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TABLA I
CARACTERÍSTICAS DE LOS TUMORES
1995, con la condición de haber sido intervenidos
anteriormente por tumor vesical en nuestro hospital.
Fueron criterio de exclusión la presencia de tumor
macroscópico vesical o de otra localización o la presencia de sonda vesical, infección urinaria o litiasis
vesical por la posibilidad de alteración de la analítica
urinaria. En estos nueve casos se realizó la toma de
muestra durante la exploración cistoscópica,
precisándose la extracción concomitante de muestra
para urinocultivo y citologías.
Muestras biológicas:
La muestra se obtuvo por lavado vesical con suero
salino a través del cistoscopio o resectoscopio obte-
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M. RIVAS DEL FRESNO, A. SALAS BUSTAMANTE, J.A. SUÁREA GONZÁLEZ Y COLS.
niendo 50 ml por paciente.
En las muestras de los dos primeros pacientes (Tabla I) se fijó inmediatamente el material con metanol
y ácido acético (20:1) según Howell y cols. (2). Esta
suspensión era teñida directamente según método de
Vindelöv y Christensen (13).
En la segunda muestra del paciente número 2 y los
20 pacientes restantes se centrifugó esta suspensión a
300 x g durante 10 minutos, y se resuspendió el
sedimento en 1 ml de tampón citrato, conservación y
transporte a -20oC.
Ya en el laboratorio del Servicio de Citometría de la
Universidad de Oviedo, se descongelaba la muestra y
se preparaba mediante adicción de PBS (Phosphate
Buffered Saline o tampón de fosfato sódico) 1OmM +
NaN3 hasta 5 cc. y centriguración en 5 ml de solución
FICOLL de densidad 1.077 (BIOCHROM KG
SEROMED) a 1500 x g durante 15 min. Se resuspende
el sedimiento en 500 ml de tampón citrato.
Para la tinción, lavado de la solución FICOLL
mediante adicción de tampón de citrato hasta completa 5 ml, centrifugación a 300 x g durante 10 min. y
eliminación del sobrenadante por decantado. Tras ello
tinción con Ioduro de Propidio según método de
Vindelöv y Christensen (13).
El análisis se realizó en un citómetro FacScan de
Becton Dickinson (detector FL2, long pass>620 nm).
Para el análisis del ciclo cecular se utilizó el programa
Cellfit Ver. 2.01.2 de Becton Dickinson.
Análisis de los datos:
Dado el tamaño de la muestra (diferencias en grupos de 8 tumores superficiales, 5 tumores infiltrantes
y 9 pacientes sin tumor) no fue posible realizar un
análisis de regresión logística para determinar la relación entre anueploidías o incrementos de fracción
celular de proliferación y el pronóstico.
Se calcularon sensibilidad y especificidad según el
método de 2 x 2.
RESULTADOS
Las dos muestras fijadas con igual volumen de una
solución de metanol y ácido acético 20:1 (12), no
fueron valoradas, por agregados y restos celulares que
artefactaban los resultados del análisis, resultando
imposible la interpretación del histograma obtenido.
Se optó por enfrentar dos muestras del mismo
paciente (paciente nº 2), una fijada según la técnica
propuesta por Howell (12) y otra en la que el material
se procesó en fresco, previa congelación. La primera
no resultó valorable, mientras que en la segunda no
aparecía artefacto que impidiese el análisis. Por todo
esto, a partir de ahora nos referiremos únicamente a la
segunda muestra de este paciente y a las 19 muestras
restantes (10 tumores y 9 no tumorales), que fueron
procesadas igualmente en fresco, previa congelación.
El número de células obtenidas fue suficiente para
el análisis citométrico en todos los casos, con un
mínimo de 5.000 células y un máximo de 80 millones;
la media fue de 47.000 células para los pacientes sin
tumor y 2.500.000 para los pacientes con tumor.
Los coeficientes de variación del pico Go/G1 oscilaron entre 1,8 y 5,8 con una media de 3,9.
El análisis citométrico fue posible en todos los
casos, si bien no fue posible cuantificar porcentaje de
células en proliferación de 5 casos: en dos casos la
presencia de una población aneuploide impedía cuantificar el porcentaje de células en fase S, mientras que
en 3 casos la curva obtenida en el histograma no se
adaptaba a ninguno de los modelos matemáticos para
esta medición del soporte informático del citómetro.
Resultados en muestras tumorales:
En las 13 muestras tumorales (8 superficiales y 5
infiltrantes), se detectaron aneuploidías en 3 casos
(Fig. 1), con índices de ADN de:
1.42 y 2.74 (se trataba de una muestra multiploide)
1.76 (hiperdiploide)
1.86 (hiperdiploide)
Separando por estadios tumorales, en los 8 tumores
superficiales (cuatro tumores estadio Ta Grado 1, dos
tumores Ta G2, uno T1 G1 y uno T1 G3) se detectó una
población aneuploide en un paciente (nº 3) con tumor
Ta G2 (índice de ADN 1.86), que presentó un recidiva
15 meses después de la intervención, siendo la única
recidiva registrada en este grupo, a pesar de existir
tumores con carcinoma in situ asociado, que tienen un
mayor riesgo a priori.
En el caso de los 5 tumores infiltrantes (un tumor T2
G3 y cuatro tumores T3 G3) se detectaron aneuploidías
en dos pacientes con tumores T3 G3 (índices de ADN
1.42 y 2.74 en el multiploide y 1.76 en el hiperdiploide),
los cuales fallecieron por desarrollo de metástasis
antes de los 6 meses de la intervención.
Por tanto la presencia de poblaciones celulares
aneuploides, en relación con la mala evolución, tiene
ANÁLISIS DE PLOIDÍA DE ADN Y FASES DEL CICLO CELULAR POR CITOMETRIA DE FLUJO...
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Fig. 1: Histogramas de ADN correspondientes a los 3 pacientes con poblaciones aneuploides. De izquierda a derecha, caso nº 9, tumor
transicional vesical T3a Grado 3; caso nº 16, tumor transicional vesical estadio T3 Grado 3; caso nº 3, tumor transicional Ta Grado 2.
(en esta serie preliminar) una sensibilidad y especificidad del 100%. En el grupo de pacientes con tumor el
análisis de la fracción de fase S o el porcentaje de
células hiperdiploides no resultó significativa para el
pronóstico.
Por tanto, respecto de la recidiva, el incremento de
la fracción de fase S tiene una sensibilidad del 50%,
con una especificidad del 100%.
DISCUSIÓN
Resultados en muestras no tumorales:
En ninguna de las muestras procedentes de pacientes sin neoformaciones en el momento de la extracción
se encontraron poblaciones aneuploides.
Sin embargo, en el análisis de la fracción de fase S,
en los pacientes sin tumor macroscópico se detectó un
caso de aumento de este porcentaje respecto al resto de
los pacientes sin tumor (19,5% de células en fase S
frente a una media en el resto de muestran sin tumor de
3,65%), el único caso de la serie cuyo porcentaje de
células hiperdiploides superaba los límtes (15%) que
se fijan como sugestivos de presencia de malignidad
(4); a este paciente (nº 14) se le detectó una recidiva
tumoral 6 meses después del análisis. Debemos mencionar que durante los 24 meses de seguimiento únicamente se detectaron dos recidivas, las del enfermo
mencionado, (con cistoscopia normal, pero incremento de células en proliferación y citología sugestiva de
malignidad) y las de otra paciente (nº 12) con citología
negativa para malignidad, y con citometría no sugestiva de malignidad (sin presencia de células aneuploides
y con 0,3% de células en fase S).
Antes de entrar a valorar nuestros resultados creemos conveniente discutir el valor de las variables
aportadas por el análisis de ploidía y cinética celular
por citometría de flujo.
Por mucho que el patólogo valore tamaño y aspecto
nuclear, y número de mitosis, no debemos mezclar
variables cuantitativas citométricas (cantidad de ADN
o porcentaje de células en fase S), con el grado
citológico de malignidad, variable ordinal de carácter
morfológico. Por ello debemos tener muy presente
que la ploidía o la fracción de proliferación celular son
variables complementarias y no deben sustituir a ninguna valoración del patólogo, lo que (como veremos
más adelante) va a ser muy importante en el seguimiento del carcinoma vesical.
La segunda cuestión a discutir es el sustrato del
análisis: tumor o lavado vesical. Es evidente que lo
ideal sería poder realizarlo en ambos, lo que no siempre es posible. Analizar ADN y cinética celular en
fragmentos tumorales es lo ideal, siendo mucho más
sensible que igual análisis en muestras de lavado
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M. RIVAS DEL FRESNO, A. SALAS BUSTAMANTE, J.A. SUÁREA GONZÁLEZ Y COLS.
vesical (8). Sin embargo el material tumoral puede ser
limitado en el caso de tumores vesicales (sobre todo en
el caso de las recidivas, que se detectan muy
precozmente y son de pequeño tamaño) y encontramos con material insuficiente para dedicar a técnicas
de citometría. Por supuesto este tipo de material únicamente está disponible cuando existe tumor y no en
el seguimiento.
Las muestras celulares obtenidas por lavado vesical
presentan más dificultades (8) para la detección de
poblaciones aneuploides según unos autores, aunque
no es opinión unánime (5). Sin embargo (como en
nuestra experiencia) no existen problemas de falta de
material, por pequeño que sea el tumor. Un aspecto
distinto es la heterogeneidad de la muestra: en el
lavado vesical se obtienen una panoplia de células que
van desde las propias del urotelio normal hasta las
tumorales (con toda la heterogeneidad de dicha población), pasando por toda clase de estadios intermedios
(atipia, displasia, etc.), lo que puede no ser una desventaja, si consideramos que el tumor urotelial es la punta
de lanza de múltiples alteraciones (visibles o no) de
todo el epitelio vesical, alteraciones que informan del
potencial de transofrmación maligna del urotelio y
pueden tener significación pronóstica también. Por
último, la ventaja más significativa del lavado vesical
es la capacidad de repetir la toma de muestras, con
mínimo coste para el paciente, algo fundamental para
el seguimiento.
El uso del análisis de la ploidía y cinética celular por
citometría de flujo como marcador de seguimiento de
pacientes intervenidos por carcinoma vesical necesita
definir unos valores de estas variables que no se
presenten en lavados procedentes de vejigas normales, para que superados estos niveles, la sospecha de
presencia de células tumorales sea elevada. Se suele
establecer el límite en la presencia de poblaciones
aneuploides (un criterio muy sugestivo de presencia
de tumores) o que el porcentaje de células
hiperdiploides supere el 10% de la población celular
para algunos autores o el 15% para otros. Basándose
en estos criterios se ha considerado a esta técnica como
superior a la citología en la detección de carcinomas
vesicales, siempre (2, 3, 4, 5, 6) durante el seguimiento
de pacientes con antecedentes de estos tumores. Sin
embargo, estas comparaciones no nos parecen un buen
planteamiento, pues la experiencia nos dice que alteraciones citológicas (morfológicas) muy importantes
son independientes de alteraciones citométricas, pu-
diendo coexistir (o no) ambas, por lo que la suma de
ambas técnicas ofrece muchas más posibilidades de
detección que ninguna de las dos por separado.
Ciñéndonos a los resultados de esta serie la primera
somos conscientes del carácter preliminar de esta
serie: contando tan solo con 22 pacientes (incluidos no
tumorales, tumores superficiales y tumores infiltrante)
es difícil alcanzar conclusiones definitivas.
A nivel del recuento celular, la posibilidad de usar
el análisis de ploidía y ciclo celular en clínica diaria
parece quedar fuera de duda. Era ésta una premisa
fundamental, tal vez por la cantidad de veces que en
clínica diaria citologías urinarias aparecen como orina
sin material celular alguno. La acelularidad de la orina
suele ocurrir en citologías obtenidas por micción espontánea, generalmente com volúmenes miccionales
escasos. En nuestra experiencia, 50 ml de lavado
vesical han proporcionado células suficientes para su
análisis en todos nuestros casos, resultando una maniobra tolerable para el paciente, hasta en los casos de
examen cistoscópico bajo anestesia tópica únicamente.
Siguiendo el repaso a aspecto técnicos, a pesar de
ser un método normalizado (16), la fijación del material obtenido tras el lavado vesical no nos ha proporcionado buenos resultados en los casos en los que lo
empleamos. Sin embargo hemos obtenido histogramas
de calidad procesando el material inmediatamente,
consiguiendo congelar las células obtenidas a menos
de una hora de su extracción. Resulta más dificultoso
pero creemos que los coeficientes de variación del
pico diploide obtenido (una medida del margen de
error), todos menores del 10% (y, salvo un caso todos
por debajo del 5%), justifican este trabajo.
Por último, nos gustaría comentar dos pequeñas
aportaciones, que no son ajenas a los resultados técnicos obtenidos: el uso sistemático de suero salino en la
obtención de la muestra y la centrifugación en gradiente
de densidad con solución FICOLL.
Refiriéndonos al uso de suero salino, no es problema en los exámenes cistoscópicos, pues es la solución
líquida habitualmente utilizada. En las intervenciones
endoscópicas el uso de bisturí eléctrico obliga al uso
de solución de Glicina disuelta en agua destilada.
Aunque está descrito efectuar el lavado con esta solución sin mayores problemas (15), hemos querido huir
del posible efecto citolítico de soluciones hipoosmolares, limitándonos al suelo salino isotónico en
todos los casos, aunque implicase lavar la vejiga
ANÁLISIS DE PLOIDÍA DE ADN Y FASES DEL CICLO CELULAR POR CITOMETRIA DE FLUJO...
varias veces para extraer los restos de la solución de
glicina vertida durante el paso del resectoscopio a
vejiga.
La centrifugación en gradiente de densidad (FICOLL
en nuestro caso) fue empleada por su capacidad de
separar hematíes en muestras muy hematúricas (17) lo
que ocurre frecuentemente en lavados de vejigas
tumorales. Sin embargo, su uso sistemático nos ha
demostrado la capacidad de eliminar restos celulares,
permitiendo el diagnóstico de una población
aneuploide en el caso del paciente nº 16, lo que no se
hubiera detectado sin esta purificación en gradiente de
densidad (Fig. 2).
Centrándonos en los aspectos clínicos de los resultados obtenidos, se han cumplido las expectativas en
cuanto a capacidad pronóstica complementaria del
análisis de la ploidía y ciclo celular del lavado vesical
por citometría de flujo.
En los tumores infiltrantes, las aneuploidías se han
asociado con los dos únicos pacientes que han fallecido en el plazo de seguimiento de este trabajo.
Histológicamente eran tumores estadios T3, grado
citológico 3 similares a los otros dos pacientes con
Centrifugado en s. Ficoll
35
tumores de igual grado y estadio local. Sin embargo
estos dos pacientes ya presentaban metástasis al momento del diagnóstico, asociándose, por tanto, alteraciones citométrica a un peor comportamiento clínico
de tumores de igual grado citológico de atipia.
En el caso de los tumores superficiales, la única
recidiva registrada aconteció en el único paciente que
presentó aneuploidía en el lavado vesical. Destacar
que histológicamente era un tumor estadio Ta, grado
citológico 2, similar al de otro paciente que además de
este tumor presentaba un carcinoma in situ asociado
(el más importante factor de recidiva y progresión
tumoral conocido hasta ahora), pero que se mantuvo
libre de recidivas estos 24 meses.
Por último, refiriéndonos a la capacidad de detección tumoral, a pesar de los buenos resultados comunicados en la literatura en cuanto a la capacidad de
detectar (2, 3, 4, 5, 6) alteraciones citométricas que se
asocian significativamente con tumores, en nuestra
experiencia únicamente hubiéramos detectado los tres
tumores que presentaban aneuploidías, pues ninguno
de los tumores llegaba al 10% de células hiperdiploides,
límite más bajo que se cita para sospechar la presencia
Mismo caso sin centr. en s. Ficoll
Fig. 2: Importancia de la centrifugación en gradiente de densidad para eliminar restos celulares, lo que permite detectar poblaciones
aneuploides (figura de la izquierda) que en otro caso no se hubieran detectado (derecha).
36
M. RIVAS DEL FRESNO, A. SALAS BUSTAMANTE, J.A. SUÁREA GONZÁLEZ Y COLS.
de un tumor (1, 2).
A nivel de pacientes no tumorales la única alteración citométrica detectada (gran aumento del FCS) se
asociaron con el desarrollo de un tumor cínico meses
después de la fecha del análisis, lo que concuerda con
los datos de la literatura (1, 2, 5). En nuestra serie
significa haber podido predecir mediante alteraciones
citométricas y citológicas el 50% de las recidivas,
meses antes de su aparición en clínica. Sigue siendo
una incógnita cuántas recidivas podríamos predecir y
a qué tiempos con un seguimiento sistemático de
pacientes con carcinoma vesical superficial con
cistoscopias, citologías y análisis de ploidía y ciclo
celular por citometría de flujo en el lavado vesical.
BIBLIOGRAFÍA Y LECTURAS
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