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La pasión según San Mateo; por Héctor Abad Faciolince
Héctor Abad Faciolince · Monday, March 28th, 2016
Pieza del altar de San Zeno, Verona; por Andrea Mategna. 1460
Tal vez una de las creaciones más grandes y estremecedoras que se le hayan ocurrido
nunca a una mente humana es un oratorio compuesto en Leipzig, Alemania, hace casi
tres siglos: La pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach.
Este monumento musical, que dura casi tres horas, fue creado (algunos prefieren
decir que fue “descubierto” en una especie de mundo ideal donde existe la música
perfecta) hacia 1727. Bach sabía que su obra era casi imposible de montar. La ciudad
donde trabajaba no podía ofrecerle lo que necesitaba: tres coros, dos orquestas y seis
solistas. Era tan difícil de interpretar esta obra en Leipzig, que Bach solo pudo oírla
completa tres veces —si mucho cuatro— en su vida, siempre quejándose de los
músicos y echando mano de toda su familia. Él era consciente, sin embargo, de haber
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creado algo grande. Lo demuestra el cuidado que dedicó al manuscrito de esta obra
maestra.
Pese a su grandeza, La pasión nunca llegó a imprimirse en vida de Bach, y por lo
mismo se volvió casi secreta. Algunos de los 20 hijos de Johann Sebastian, cinco de
ellos músicos también, creían que la música de su anciano padre era un poco pesada y
pasada de moda. Y fue así como durante un siglo el gran oratorio de Bach fue olvidado
y nunca volvió a tocarse completo. Si mucho, algún viernes santo, en las iglesias
luteranas más ortodoxas, se cantaban partes del coro o algunas de sus arias. Un siglo
de olvido para una de las máximas creaciones musicales de todos los tiempos. Incluso,
para algunos entendidos, la más grande. Una grandeza que no alcanzó siquiera hasta
la viuda de Bach, que murió en la indigencia.
Fue un músico romántico de origen judío, Felix Mendelssohn, niño prodigio y joven
con inclinaciones más bien conservadoras en la música clásica, quien rescató, cuando
tenía apenas 20 años, el gran Oratorio del viejo Bach. Según Mendelssohn, la obra de
Johann Sebastian era muchísimo más rica y valiosa que las de sus hijos, y gracias a él,
en 1929, se interpretó en Berlín buena parte de La pasión según San Mateo. Poco
después el mismo Mendelssohn consiguió que se imprimiera por primera vez. Ya por
el solo hecho de haber rescatado y resucitado a Bach, la historia de la música tendría
una deuda inmensa con Mendelssohn. Pero su propia obra es también extraordinaria.
No obstante, a él le pasaría casi lo mismo que a su viejo maestro rescatado: por el
hecho de preferir lo más clásico, contra las innovaciones, y sobre todo por su origen
judío y la antipatía de compositores racistas como Wagner, también Mendelssohn
desapareció del repertorio musical durante casi un siglo.
Pero volvamos al gran oratorio de Bach. Podrá parecer que hablar de una obra de
hace tres siglos, hoy, en vez de referirme a los sucesos de esta semana (Obama en
Cuba, la paz postergada en La Habana, la sangre infamemente derramada en
Bruselas), es como evadir lo actual y lo urgente para irme por las ramas de lo
intemporal. Tal vez no, sin embargo. Si no estoy mal, por estos días estamos en
Semana Santa, y estoy terminando este artículo un viernes santo (que es cuando más
se suele presentar en vivo La pasión según San Mateo). Es más, acabo de salir de oírla
en vivo en la Iglesia Grande de La Haya, con muy buena orquesta, coros y solistas.
Sabía que al oírla, una vez más, me iba a conmover.
Pero si me emocionó tanto, y me parece tan actual, no es porque yo sea un creyente o
un semanasanto de esos rezanderos que comulgan y se confiesan por pascua. No, no
es por eso. Es porque este oratorio sobre un crimen injusto (el de un hombre bueno,
sin culpas, hace 2.000 años, en Jerusalén), nos habla también de lo actual y lo
contemporáneo que acabo de citar: de un Obama que pide perdón, de un Castro que
se traga sus diatribas, de unos fanáticos religiosos que matan inocentes, y de una paz
que sería más fácil de alcanzar si más gente escuchara la música sublime de Bach. No
rezo en Semana Santa. Pero oír a Bach nos reconcilia con el ser humano.
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on Monday, March 28th, 2016 at 1:30 am and is filed under Artes
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