Guía de Montaje Otelo

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TODOS AL TEATRO
Guía de Montaje
Otelo
William Shakespeare
(1564 – 1616)
Guía de
Montaje
SET DE ACTIVIDADES TAT 2011
COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
SECCIÓN: DRAMATURGIA
OBRA: OTELO, WILLIAM SHAKESPEARE
GUÍA PARA EL MONTAJE DE LA OBRA
(LECTURA DRAMATIZADA EN LA SALA DE
CLASES)
Tiempo estimado 90 min
Estimada y estimado profesor, la siguiente
es una guía práctica que les servirá a usted
y sus estudiantes de apoyo para la lectura
dramatizada o representación en clase de
fragmentos simplificados de la obra Otelo de
William Shakespeare.
La idea es que sus estudiantes profundicen los
conocimientos sobre el arte escénico, de una
manera acotada y amena.
Para ello, es necesario trabajar en grupos, a
los que se asignará una escena resumida y
simplificada de la obra, proporcionada en este
documento, tanto para su análisis como para
su representación.
Como parte de esta dinámica de trabajo, cada
grupo elegirá:
-Un o una representante encargados de
exponer los análisis y conclusiones frente al
curso;
-Y un nombre para su grupo a usanza de las
compañías de teatro. Como por ejemplo,
Compañía de Teatro Misterium o Compañía de
Teatro Las Teatrinas.
Cada grupo podrá revisar la descripción
de personajes incluida en estas fichas
pedagógicas, de manera que comprendan
la relación existente entre cada uno, y las
relaciones de poder entre ellos.
Cada estudiante escribirá en un papel, con
letra grande, el nombre de su personaje y lo
fijará en la ropa, en un sitio visible, de manera
que sus compañeros sepan de qué personaje
se trata en el momento de la representación.
La principal directriz es lograr una buena
lectura dramatizada del fragmento asignado.
Para ello, se requiere que los y las estudiantes
ensayen y lean en voz alta, proyectando la
voz a un volumen en el que puedan escuchar
todos sus compañeros, independientemente
del tamaño de la sala de clase. Así se
familiarizarán con el texto y su lenguaje, de
manera que logren la suficiente fluidez para
permitir al público comprender el texto.
Para esto, el profesor/profesora, leerá los
primeros parlamentos de la obra en voz
alta, ejemplificando la importancia de la
impostación de la voz y el tono, de acuerdo a
si el personaje está haciendo una pregunta,
respondiéndola, exclamando, etc.
En este punto es importante que se interpele
a los estudiantes acerca de sus opiniones
respecto al modo en que está escrito el texto
(diálogos), y a la importancia de los diálogos
para conocer la acción (en teatro no hay
narrador).
Esta etapa está contemplada para durar no
más de 20 minutos.
Los estudiantes luego, pueden ir a ensayar al
patio o en distintos sectores del salón. Esto
te permitirá ir por cada grupo supervisando
el desarrollo del trabajo o aclarando dudas
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Guía de
Montaje
particulares. Se puede reforzar, para facilitar
la comprensión, el contexto en que se
desenvuelve la acción dramática de cada
personaje.
amor, la intriga o “cahuineo”, la confianza en
los amigos y en la pareja).
En la segunda etapa de la actividad, después
de un pequeño recreo, se distribuirá el salón
a semejanza de una sala de teatro, en donde
cada grupo pasará adelante como si fuera
un pequeño escenario. Si algún grupo se
aventura a actuar primero, hay que aceptarlo
y estimularlo.
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Se le pedirá al jefe de grupo que exponga
las apreciaciones sobre el trabajo personal y
grupal, además de dar a conocer el nombre de
la “Compañía de Teatro”.
A continuación se dará el pase a la lectura
dramatizada, en donde se pondrá acento en la
fluidez de la lectura, el respeto de los signos de
puntuación, el volumen de la voz y el énfasis
de acuerdo a la acción dramática.
Si notas que no se escucha lo suficiente o hay
problemas de fluidez, se sugiere hacer una
pausa, corregir y retomar la lectura.
Después de cada presentación se dará la
palabra a tres o cuatro estudiantes del
“público” para que opinen y hagan sugerencias,
celebrando lo positivo o entregando críticas
constructivas.
Al finalizar la ronda de presentaciones, es
importante volver a dar la palabra para que
los mismos estudiantes y alumnas puedan
reflexionar sobre los aportes que les han
entregado el trabajo en grupo y, por sobre todo,
el conocimiento de la obra y la importancia
actual de los conflictos planteados en ella (el
FRAGMENTO PARA EL PROFESOR
PERSONAJES: Rodrigo, Yago, Brabancio.
En este caso el Profesor puede leer los
personajes o designar dos estudiantes para
que haga uno de ellos.
El texto debe leerse, sin indicar quién es el
personaje, para que no se pierda el sentido
dramático.
Los estudiantes seguirán las lecturas del
profesor y sus compañeros en las copias de sus
propios textos.
Recuerde marcar la entonación de acuerdo con
el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
Hagamos teatro!
Guía de
Montaje
ACTO PRIMERO
ESCENA I
Desdémona y Otelo se han casado en secreto.
Rodrigo ama a Desdémona y está despechado
por su matrimonio con Otelo.
El alférez Yago odia a Otelo y a Cassio
porque no obtuvo el ascenso de cargo que
esperaba.
RODRIGO: ¡Basta, Yago! ¡El moro, recién casado
con Desdémona! No puedo creer que tú
supieras y no me hubieras dicho nada...
YAGO. : ¡Pero si no sabía!
RODRIGO : ¿Qué no sentías odio por él?
YAGO: ¡Y créeme que lo odio! Tres coroneles
fueron a pedirle que me hiciera su teniente,
que me subiera de rango.
Pero Otelo el moro, inflado de orgullo, rechazó
la demanda con gesto ampuloso: «ya he
elegido a mi oficial».
¿Y a quién eligió como su teniente? A Miguel
Cassio.
RODRIGO: ¿Y entonces por qué sigues a sus
órdenes?
YAGO: Tengo mis razones Rodrigo, yo tengo
mis razones.
Yo sirvo al moro, sólo porque así me sirvo. Sólo
porque así me sirve.
Yo voy a tomarme mi revancha, Rodrigo… Yo no
soy lo que parezco…
RODRIGO: (indica) ¡Ésta es la casa de
Desdémona!
¿Porque teníamos que venir hasta aquí?
YAGO: Llama a su padre. Despiértalo. Entrégale
al moro, acúsalo.
Cuéntale que su hija se casó con un extranjero.
¡Ladrones, Brabancio! ¡Ladrones!
¡Acaban de robarle, señor!
Acaban de robarle lo más sagrado, la mitad
más pura de su alma, la sangre más pura de
su pura sangre.
¡Levántese rápido! ¡Corra a llamar a sus vecinos
y amigos, porque, si no, el diablo lo va a hacer
abuelo!
Aparece Brabancio.
BRABANCIO: Te voy a matar, Rodrigo.
RODRIGO: Máteme si quiere, señor.
Pero antes déjeme decirle algo: sólo dígame
que usted sabía.
Que usted sabía que su hija se había casado
con Otelo,
Si, con el general Otelo, un negro sin patria y
sin hogar.
BRABANCIO: Iré a despertar a mi hija, Rodrigo.
Para taparte la boca para siempre.
Luego, te meteré en la cárcel.
YAGO: Adiós, Rodrigo, voy a reunirme con Otelo.
Izaré frente a él la bandera falsa de mi afecto y
mi obediencia.
Ahora es tu turno: preocúpate de conducir a
Brabancio y a todos los suyos, armados hasta
los dientes, hasta el mismísimo Bar Inglés.
Ahí le tenderemos una trampa. Ahí estaré yo,
reunido conversando con el moro.
FRAGMENTOS SUGERIDOS PARA LOS
ESTUDIANTES
GRUPO N° 1 (6 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Dux, Secretaria, Otelo, Brabancio,
Senador, Desdémona, Oficial.
Al final de esta escena, se puede discutir si las
razones de Otelo, sobre la forma en que obtuvo
el amor de Desdémona son válidas, teniendo
en cuenta que, al enamorarse y casarse con él
a escondidas de su padre, cometía en cierto
sentido una traición.
Un mismo estudiante hace los papeles de
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Guía de
Montaje
Secretaria, Senador y Oficial.
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo
con el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
¡Hagamos teatro!
PRIMER ACTO
ESCENA III
Es la Cámara del Consejo, en el Palacio de
Gobierno.
DUX: Una negra nube se cierne sobre el cielo
de Venecia.
SECRETARIA: Ciento cuarenta naves de los
turcos se dirigen hacia Rodas.
DUX: No lo creo, Senador. Chipre es el objetivo
del Turco.
SECRETARIA: Los reportes señalan a Rodas,
señor.
Entran Brabancio, Otelo, Yago, Rodrigo y
oficiales.
DUX: ¡Una vez más, Otelo!
OTELO: Mi señor.
DUX: ¡Una vez más vamos a necesitar de tu
privilegiada visión de estratega, de tu animal
agilidad en la batalla!
OTELO: ¿Qué sucede señor?
DUX: ¡Los turcos! ¡Una negra nube otomana
comienza a oscurecer el cielo transparente de
Venecia! (ve a Brabancio) ¡Brabancio!
BRABANCIO: Mi señor.
DUX: Me alegro que hayan podido encontrarlo.
Bienvenido. Vamos a necesitar de su consejo,
mi buen Brabancio. Créame.
BRABANCIO: Y yo del suyo, mi buen Dux.
Créame. Y de su ayuda.
Tendrá que comenzar por perdonarme, porque
no me trajeron hasta aquí mis funciones en el
Consejo ni la gravedad de los actuales asuntos
de Estado, que no desconozco ni miro en
menos.
A mí me levantó el dolor, mi buen Dux. El dolor
de mis propios asuntos personales me sacó
del lecho y me puso en pie, aunque ahora en
pie malamente logro sostenerme.
DUX: ¿Qué pasa?
BRABANCIO: Mi hija.
DUX: ¿Está muerta?
BRABANCIO: ¡PARA MÍ, SÍ!
La sedujeron, me la robaron y pervirtieron,
llenándole la cabeza de pájaros oscuros y el
cuerpo de fármacos que atontan y debilitan.
DUX: Sea quien fuere el que la dopó y
embrujó, sufrirá la aplicación del sangriento
libro de la Ley, en la más implacable de sus
interpretaciones.
BRABANCIO: (apunta a Otelo) Ése es el hombre.
SENADOR 2: Mierda.
Pausa
DUX: (a Otelo.) ¿Qué dices, Otelo?
OTELO. : Muy reverendos y nobles señores,
muy altos y sagaces dueños de la Ciudad…
Es verdad que me llevé a la hija de este anciano
y es verdad que me casé con ella.
Soy rudo en las palabras y no voy ahora a
embellecer mi causa hablando maravillas de
mí mismo ni adornando mis acciones.
Al hueso. Si usted me autoriza, Dux, les narraré
la historia completa de nuestro amor con
Desdémona.
Guía de
Montaje
DUX: Autorizo.
OTELO: Les contaré qué pócimas, qué engaños,
qué mágicos poderes usé para seducir a su
hija…
Dux, quisiera pedirle que envíe a buscar a
Desdémona, al Hotel Nube, para que sea ella
misma, en primera persona, la que complete
mi relato.
BRABANCIO: ¡MONO!
DUX: Autorizo.
El Dux chasquea los dedos y salen dos oficiales
a buscar a Desdémona.
OTELO: Si al cabo de lo dicho me encuentran
culpable, no se contenten con retirarme la
confianza y despojarme de mi cargo.
Hagan rodar mi cabeza sobre el suelo.
BRABANCIO: ¡MONO! ¡No lo dudes!
DUX: (con un gesto, calla a Brabancio). Escucho.
OTELO: Su padre, señores, que destemplado
esta noche me insulta y pide a gritos mi
cabeza, su padre, digo, me quería mucho…
Era habitual que me invitara a su casa, donde
se solazaba, una y otra vez, interrogándome
sobre la accidentada historia de mi vida. Todo
le interesaba: cada batalla, cada asedio, cada
una de las desarregladas suertes que me tocó
enfrentar.
Una tarde llegué y Brabancio no estaba.
Por primera vez, Desdémona dispuso de todo
el tiempo del mundo para conversar conmigo.
Le conté de todas las veces que escapé por
un pelo de la muerte apasionada que me
celaba. Cuando intentaron envenenarme
en la campaña del Líbano. Cuando fui hecho
prisionero y vendido como esclavo a los
egipcios. No le ahorré detalle de las miserias
de la guerra.
Cuando terminé de hablar, me pareció que era
la primera vez que contaba parte de mi vida.
Nos miramos largo rato en silencio.
El amor que nos había tomado por asalto.
Ésa es, señores, la única brujería que he
empleado.
Entran Desdémona, Yago y acompañamiento
BRABANCIO: Sólo una cosa, mi Dux.
Ya que mi hija está aquí presente autoríceme
a preguntarle a ella si fue con su voluntad y
libremente que se entregó en brazos del moro.
DUX: Autorizo.
BRABANCIO: Acérquese, se lo suplico, hermosa
joven.
¿Puede señalar, entre todos los presentes, a
quién debe usted la mayor obediencia?
DESDÉMONA: Mi noble padre, reconozco, entre
los presentes, una obediencia dividida.
A usted le estoy obligada por vida y educación.
Nací su hija y así he crecido, profesándole
respeto incondicional de padre.
Pero en esta sala también está mi esposo.
Y la misma obediencia que en otro tiempo
a usted le declaró mi madre, prefiriéndolo
entonces a su propio padre, ahora reconozco y
declaro yo hacia Otelo, mi bienamado.
BRABANCIO: ¡Suficiente! No tengo más
preguntas no tengo nada más que hablar.
Hija mía, tu escapada a escondidas, como un
ladrón en la noche, me enseñó que no hay
dolor más agudo que la traición recibida de
quien más queremos.
DUX: Permítame reflexionar, noble Brabancio,
aportando visiones que traigan paz.
BRABANCIO: Con todo respeto, mi buen Dux, y
agradeciéndole de corazón sus sabios refranes,
le rogaría que pasáramos, sin más, a los
asuntos de Estado.
DUX: Sin embargo, Brabancio…
BRABANCIO: Insisto.
DUX: Hecho. (a los Senadores) Reporte.
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Montaje
OFICIAL: (cuadrándose) Los turcos se dirigen
hacia Chipre.
DUX: Lo dije… Otelo, los turcos navegan rumbo
a Chipre con la más poderosa flota que jamás
les hayamos visto y Tú Otelo, tú serás quien
comande nuestro ejército y nos conduzca a la
victoria.
OTELO: Siempre los he servido con arrojo,
nobles señores y no será ésta la excepción. Ahí
me quieren, ahí estaré.
Se va llevándose a Desdémona.
BRABANCIO: Mírala con atención, moro, si
tienes ojos para ver. Ha engañado a su padre.
Bien puede engañarte a ti.
OTELO: Pongo mis manos al fuego, señor.
BRABANCIO: Lleva entonces ungüento para las
quemaduras.
Lo vas a necesitar.
GRUPO N° 2 (2 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Yago y Rodrigo.
En este diálogo es importante que los
estudiantes discutan un poco sobre el discurso
acerca de la voluntad por parte de Yago.
También resulta relevante observar el recurso
del “aparte” en que el actor expresa al
público sus pensamientos sin que los demás
personajes “escuchen” (partes subrayadas de
este texto).
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo
con el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
Hagamos teatro!
PRIMER ACTO
ESCENA IV
Se apaga el Salón del Consejo y se ilumina un
farol en la calle,
al tiempo que suena a todo volumen la sirena
de un barco.
Yago y Rodrigo conversan
RODRIGO: ¿Viste eso, Yago?
YAGO: Anda a dormir.
RODRIGO: Ella lo adora… Voy a ahogarme. Voy
a ir al Puente de los Descalzos, a lanzarme a las
aguas del Gran Canal.
YAGO: No seas imbécil…
RODRIGO: Imbécil es vivir cuando la vida es
un tormento. Sé que es una vergüenza estar
enamorado a este nivel, pero no puedo evitarlo.
YAGO: ¿Qué no puedes evitarlo? ¡Un pepino!
Ser de tal o cual manera depende de nosotros.
Nuestro cuerpo es un jardín y nuestra voluntad,
la jardinera.
Ya sea plantando ortigas o sembrando
lechugas, plantando hisopo y arrancando
tomillo, llenándolo de una especie de hierba
o de muchas distintas, dejándolo yermo por
desidia o cultivándolo con celo, el poder y
autoridad para cambiarlo está en la voluntad.
Por supuesto que puedes evitarlo. CON
VOLUNTAD.
RODRIGO: No sé, no sé…
YAGO: Pon voluntad.
RODRIGO: No sé…
YAGO: ¡Sé hombre, Rodrigo! ¡Entero, completo,
de pie! Ahogarte… habrase visto tamaña
Guía de
Montaje
estupidez…
Justo ahora, cuando todo está en movimiento
y nada ocupa aún su lugar definitivo. Justo
cuando gira y gira la rueda de la fortuna y todo
aún podría pasar…
Justo ahora quieres bajarte, por favor…
RODRIGO: No sé, no sé…
YAGO: ¡YO SÍ SÉ, Rodrigo! Y te lo voy a decir,
paso a paso… Echa dinero en tu bolsa, mucho,
porque lo vas a necesitar, ponte una barba
postiza para que nadie te reconozca y síguenos
a la guerra. Las cosas van a cambiar.
RODRIGO: No sé, no sé…
YAGO: Yo odio al moro, Rodrigo. No lo olvides.
RODRIGO: No lo olvido.
YAGO: Y voy a hacer TODO lo que esté a mi
alcance por ayudarte.
RODRIGO: Gracias, Yago.
Sale Rodrigo.
YAGO: Pobre Rodrigo. No logra ver nada. Ni lo
que tiene en frente de sus ojos.
Otelo es rápido y sagaz, hundirá por completo
a la flota turca ganará fácil la batalla.
Todo será fiesta en Chipre. Otelo feliz, Cassio
feliz… Cassio, Cassio es guapo, presencia no le
falta. Es cosa de tiempo y nuestra bella
Desdémona, aburrida del moro, buscará su
amistad sincera. Mientras más amiga de
Cassio, mayores las dudas de Otelo. Ya está,
ya está concebido el plan. Quedan todos
invitados.
¡Que la noche y el infierno asistan al parto de
mi engendro!
GRUPO N° 3 (6 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Desdémona, Cassio, Montano,
Yago, Emilia y Otelo).
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo con
el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
¡Hagamos teatro!
SEGUNDO ACTO
ESCENA I
Fuerte Famagusta. Gran algarabía. Todos
celebran.
Cassio y Montano se encuentran entre los que
celebran.
Entran Desdémona, Emilia, Yago y Rodrigo.
DESDÉMONA: (se acerca a abrazar a Cassio)
¡Cassio mi querido amigo Cassio! Se acabó la
guerra! ¡Quiso el destino ahorrarnos un largo
camino de sangre!
CASSIO: (abrazándola) ¡Quiso el destino
enviarnos a Otelo, mi señora! ¡Afortunado
Chipre y la misma Venecia de contar con su
valor! ¡Qué hermosa está usted! ¡Más juvenil
y reluciente, aún después de largas horas
de viaje! ¡Venga conmigo! (hablándole a
Montano) Montano: ella es Desdémona, la
recién desposada de Otelo, mi general.
MONTANO: ¡No tenía idea, mi señora!
Y bendigo al cielo. Bendigo la hermosa
justicia con que premia a Otelo, el duro, el
infatigable. (besa su mano) Considéreme suyo.
Incondicionalmente y para siempre, hermosa
Desdémona.
CASSIO: (a Desdémona) El Gobernador de
Chipre, mi señora.
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Guía de
Montaje
DESDÉMONA: Considéreme honrada de
conocer su isla.
MONTANO: Déjenos manifestar en su persona
nuestra enorme gratitud por Otelo.
DESDÉMONA.
: Le ruego que no lo haga.
No me cabe mérito alguno en las proezas de
mi esposo.
YAGO:
(cuadrándose)
¡Alférez,
Yago,
Gobernador! A su entero servicio.
MONTANO: (dándole la mano) Bienvenido,
alférez, bienvenido! ¡Bienvenido sea todo lo que
proviene, se relaciona o huela remotamente a
Otelo, halcón, ángel custodio de las costas de
Chipre!
YAGO: Ella es Emilia, mi mujer, asistenta
personal de mi señora, Desdémona.
MONTANO.
: Bienvenida, Emilia.
EMILIA: Gracias, señor.
CASSIO: ¡Bienvenidos, bienvenidos! (abraza a
Rodrigo).
MONTANO: ¡Bienvenidos! (abraza a Yago).
¡Bienvenidos, bienvenidos!
un abrazo! ¡Ojala estemos vivos por mucho
tiempo! ¡Ojala sean muchos y largos los años
en que disfrute yo de tu compañía!
DESDÉMONA,-
¡Así va a ser, amor! ¡El cielo
está con nosotros!
OTELO.- ¡Ven acá!
DESDÉMONA.- Dichosa yo de tener tus
brazos que me protegen.
OTELO.- Dichoso yo, Desdémona, de tener los
tuyos que me acaricien.
YAGO - (en off) Todo es amor entre los
amantes… Solo yo, sin embargo, alcanzo a
divisar la grieta. La fisura por la que todo se
desplomará.
OTELO.- ¡Yago, ¿estás ahí?!
YAGO- ¡Atento y vigilante, mi señor!
OTELO- ¡Trae mis cosas de la bahía! ¡Quiero
desembarcar!
YAGO.- ¡Así lo haré!
OTELO.- ¡Nos vemos en la ciudad!
TODOS. : ¡Nos vemos allá, Otelo!
Todos salen.
Todos se ríen. Cassio abraza a Desdémona por
el lado, con un brazo, jugando a inmovilizarla.
GRUPO N° 4 (5 ESTUDIANTES)
YAGO: (en Off) Se los dije, se los dije. Cassio
disfrutando de la alegre complicidad y la
confianza de Desdémona. ¿A qué distancia
están el amor de la amistad? ¿Se parecen?
¿acaso se alimentan, el uno del otro? ¿Qué
tan cerca se verán, en la aterrada mirada del
Moro? Ésa será tu pesadilla, Otelo. Infierno en
la Tierra. Yo me ocuparé de confundirlo todo.
Entra Otelo
OTELO: ¡¿Acaso no merezco un abrazo y un
beso de mi bienamada esposa?! ¡Triunfamos,
amor! ¡Triunfamos y estamos vivos!
DESDÉMONA: ¡ESTAMOS VIVOS, AMOR! (sale)
OTELO,- ¡Estamos vivos, amor! ¡Ven a darme
PERSONAJES: Rodrigo, Cassio, Montano, Otelo,
Yago
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo
con el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
Hagamos teatro!
Guía de
Montaje
SEGUNDO ACTO
ESCENA IV
(Rodrigo y Yago se las han arreglado para
armar una pelea en medio de una fiesta con
el fin de desacreditar a Cassio frente a Otelo)
Brutales ruidos de pelea afuera.
Vidrios quebrados, sillas rotas, gritos.
Entra Rodrigo huyendo de Cassio.
RODRIGO : (aterrado)
¡Retiro lo dicho!
¡Retiro lo dicho!
CASSIO: ¡¿Adornarán las baldosas del Hotel
Caterina los sesos desparramados de un perro
chipriota?!
RODRIGO: (aterrado) ¡No me haga
nada, señor! ¡Se lo suplico!
CASSIO: ¡CONTÉSTAME! ¡¿Adornarán o no
adornarán las baldosas?!
RODRIGO: ¡NO ADORNARÁN, señor! ¡No
adornarán las baldosas!
CASSIO: Difiero.
YAGO: Déjalo ir, Cassio.
CASSIO: Yo creo que sí adornarán.
MONTANO: (inmovilizando a Cassio, por la
espalda) ¡Suéltelo, oficial!
CASSIO: (sin ver quién es) ¡Suéltame tú!
MONTANO: ¡No se meta en problemas!
CASSIO: ¡No fui yo quien se metió en
problemas!
Estoy tratando, sin embargo, de salir de ellos…
¿qué no me ven? Dije que me soltaran.
Súbitamente, Cassio dispara y hiere a Montano
Solo entonces se da cuenta que es Montano.
Rodrigo aprovecha la confusión para huir.
MONTANO: Usted no está en sus cabales,
oficial…
CASSIO: Yo…
Entra Otelo
OTELO: ¿Qué pasa aquí?
YAGO: El gobernador Montano, mi general.
MONTANO: Peleas de borrachos, Otelo.
Un clásico de las fiestas. Nada serio,
habitualmente. Aunque esta vez estuvimos al
borde de una tragedia. ¡¿O no, oficial?!
OTELO: ¿Cassio?
MONTANO: Estuvo a punto de desparramar
sobre las baldosas los sesos de un pobre ave
local. Acá mismo. ¡¿O no, oficial?!
OTELO: ¿Estás borracho, Cassio?
¿Acaso nos hemos desilusionado?
¿Acaso la tan rápida victoria sobre el Turco nos
dejó insatisfechos?
¿Será que en el delirio de los festejos se nos
olvida, por un momento, que el mayor de los
tesoros es la paz?
¡TE PREGUNTÉ SI ESTABAS BORRACHO, CASSIO!
CASSIO: (avergonzado, pero digno) Sí.
OTELO: Yago. ¿Qué viste, exactamente?
YAGO: Entró un hombre corriendo.
OTELO: ¿Cómo era?
YAGO: Flaco, con barba, traía un cuchillo en la
mano.
OTELO: ¿Alguien lo conoce? Sigue, Yago. Te
escucho.
YAGO: El hombre venía arrancando, pero Cassio
le dio alcance. Aquí mismo, lo arrojó al suelo y
le puso la pistola en la cabeza. Yo no creo que
fuera a dispararla, en todo caso. Lo hizo sólo
para calmarlo.
OTELO: ¿Le puso la pistola en la cabeza?
YAGO: En efecto, señor.
OTELO: ¿Para calmarlo?
YAGO: En efecto, señor.
OTELO: Entonces entré yo.
YAGO: En efecto señor
OTELO: No te culpo, Cassio. Nadie conoce ni
controla las nefastas consecuencias de una
riña callejera. Pero yo requiero a mis soldados
serenos. Vigilantes. Lúcidos.
TODOS AL TEATRO
Guía de
Montaje
Todos somos virtuosos Cassio…. Hasta el día en
que dejamos de serlo….
Quedas destituido de tu cargo ya no eres
mi teniente….Vamos gobernador, déjeme
ayudarlo.
Salen todos, menos Cassio y Yago.
GRUPO N° 5 (2 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Yago y Otelo.
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo
con el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
¡Hagamos teatro!
TERCER ACTO
ESCENA V
Se ilumina Otelo.
OTELO: ¿Qué fue lo que oíste?
YAGO: Le ruego que no, mi señor. No tiene
ninguna importancia.
OTELO: Eso lo evaluaré yo. Te escucho.
YAGO: (incómodo) Ah, señor… Es una
trivialidad, es sólo algo raro.
OTELO: ¿Qué tan raro?
YAGO: Señor. Usted sabe que todos los oficiales
dormimos en el mismo lugar.
OTELO: ¿Y?
YAGO: Bueno pasa que nuestro amigo Cassio
habla.
OTELO: ¿Cómo que habla?
YAGO: Bueno, habla dormido. Mientras
sueña…. habla.
OTELO: ¿Y?
YAGO: Hace días que menciona a Desdémona
mi señor.
OTELO: ¿Y? ¿Se puede saber qué es lo que dice?
YAGO: Bueno él le habla a ella en sus sueños.
Quiero decir, se dirige a ella. La última
noche la cosa se puso grave porque todo el
regimiento se enteró se enteró porque él le
daba indicaciones…
o sea en el sueño mientras le hablaba a
Desdémona le daba indicaciones… Se le
entendía poco, pero claramente comenzó a
pedirle que se sacara la ropa.
Se reía. Era como un juego….porque le pedía
cosas muy raras… posiciones muy raras y luego
de un rato dejó de hablar…. porque empezó a
gemir.
Empezó a moverse en la cama, daba vueltas y
gemía y jadeaba y se daba vueltas y empezó a
decirle “toma, toma, toma, toma, toma”.
OTELO: ¡¿Y QUÉ PRUEBA ESO, HIJO DE PERRA?!
¡¿AH?! ¡¿QUÉ MIERDAS PRUEBA TU PUTO
SUEÑO?!
YAGO: ¡NADA, SEÑOR!
OTELO: ¡DE NUEVO! ¡REPITE!
YAGO: ¡NADA, SEÑOR! ¡NO PRUEBA NADA!
OTELO: ¡Perdona, Yago! Tú no tienes la culpa.
Soy yo, estoy nervioso, estoy alterado.
YAGO: Pero no me pida a mí que oficie de
vigilante, mi señor.
OTELO: ¿Y a quién quieres que le pida?
YAGO: Pues… no lo sé, mi señor.
OTELO: Yago…
YAGO: No se lo pida a nadie.
OTELO: Yago, Yago.
YAGO: Deje al tiempo que aclare lo que está
oscuro.
OTELO: ¡Yago! Yo no tengo tiempo. ¿No te das
cuenta? Yo no soy un veinteañero. No tengo
toda la vida por delante.
YAGO: ¡Pero ¿qué quiere, mi señor?! ¡
Guía de
Montaje
¿Verlos, copulando, con sus propios ojos?! ¡¿Eso
quiere?!¡
¿Y si nunca llega a verlos copulando?! ¡Dígame!
¡¿Y si nunca llega a verlos ¿qué probaría eso?
¿Qué son fieles, o que saben esconderse?
¡Dígame!
¿Tiene Desdémona, mi señor, un pañuelo
verde y amarillo, algo brillante, que podría ser
de seda?
OTELO: Sí, ¿por qué?
YAGO: Porque juraría que hoy vi a Cassio que
lo llevaba.
OTELO: ¿Cómo que “jurarías”? ¿Lo llevaba o no
lo llevaba?
YAGO: Y aunque así fuera ¿qué probaría eso?
Nada, mi señor. Absolutamente nada.
La vida es terrible, mi señor. Avanzamos a
oscuras, siempre.
Adivinando, siempre. A oscuras, aunque haya
sol.
GRUPO N° 6 (2 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Otelo y Desdémona.
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo con
el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
¡Hagamos teatro!
QUINTO ACTO
ESCENA IV
Desdémona prende las velas de su velador.
Entra Otelo.
DESDÉMONA: ¿Estás ahí, Otelo?
OTELO: Sí, Desdémona.
DESDÉMONA: ¿Vas a venir a la cama?
OTELO: Sí… Pero no a dormir.
DESDÉMONA: ¿A qué, entonces?
OTELO: Voy a hacer justicia.
DESDÉMONA: ¿Qué quieres decir?
OTELO: Que todo se acaba.
DESDÉMONA: (incorporándose alerta) ¿Qué
significa eso?
OTELO: Que llegó la hora de la verdad.
Nosotros teníamos un juramento de amor.
Para toda la vida. Tú lo rompiste.
DESDÉMONA.
: ¿Qué vas a hacer?
OTELO.: Te lo voy a cobrar.
DESDÉMONA: Otelo, mi amor… Estás
equivocado.
Desconozco por completo el negro camino que
recorriste para llegar a pensar en lo que estás
pensando, pero estás en un error espantoso.
OTELO: Palabras, sólo palabras.
DESDÉMONA: No son sólo palabras.
OTELO: ¡SÍ! ¡No son verdad!
DESDÉMONA: ¡SON VERDAD!
(amorosa) Yo no he roto nuestro juramento. Ni
un solo día, ni en mis pensamientos ni en mis
acciones. Yo te sigo amando, como el primer
día.
OTELO: Ni te imaginas lo que querría poder
creer en tu palabra.
DESDÉMONA: ¡Pero no lo haces!
OTELO: ¡NOO!
¡Porque tu palabra, que era para mí lo más
valioso que había en la Tierra, no logra valer
más que lo que mis ojos vieron y mis oídos
oyeron!
TODOS AL TEATRO
Guía de
Montaje
DESDÉMONA: ¡Pero ¿qué vieron tus ojos?!
¡Dime!
OTELO: ¡Demasiadas cosas!
DESDÉMONA: ¡NO, OTELO! ¡DEMASIADAS, NO
SIRVE!
¡DIME CUÁLES!
OTELO: Te vi abrazándote con Cassio en un
rincón solitario del jardín del hotel.
DESDÉMONA: (sorprendida) ¿Eso? ¿Eso es lo
que viste?
OTELO: Lo reconoces, entonces.
DESDÉMONA: (entre descolocada y dolida)
Pero, mi amor…
OTELO: No me llames “mi amor”.
DESDÉMONA: ¡Te llamo “mi amor”! ¡Más aún,
te llamo “esposo mío”! Porque tú eres mi
esposo ¿o ya se te olvidó?
OTELO: Por favor, Desdémona.
DESDÉMONA: Respóndeme.
OTELO: ¡No, respóndeme tú! ¡
¡¿Qué hacía Cassio con tu pañuelo de seda?!
DESDÉMONA: ¿¿Qué pañuelo??
OTELO: Tu favorito. El amarillo y verde, de seda.
¡¿No te parece un regalo demasiado íntimo
como para un amigo?!
DESDÉMONA: ¿El lo tiene? ¿Dónde lo encontró?
OTELO: ¿Nunca te cansas? ¿No te tienta la idea
de bajar la guardia? ¿Dejar de mentir?
DESDÉMONA: (sincera y tierna) Amor, ¿Acaso
no me casé contigo, desafiando la voluntad de
mi padre? ¿Acaso no te seguí a la guerra, sin
importarme nada? ¿No te trato con dulzura, no
duermo contigo, todas las noches, acariciando
tu pecho y susurrándote al oído? Dime, ¿para
qué querría yo mentirte?
OTELO. : ¡NO LO SÉ! ¡No conozco tus motivos!
¡No sé por qué hiciste lo que hiciste!
¡Y créeme que me lo pregunto el día entero!
DESDÉMONA: Pregúntamelo a mí.
OTELO: Es inútil, Desdémona.
Esto no tiene vuelta atrás, Desdémona.
Es tarde. Demasiado tarde. Ya pasaron las
cosas que pasaron. Nada importa lo que ahora
se diga.
Yo ya no te creo…
DESDÉMONA: (asustada y debilitada) ¿Por qué
no me crees?
OTELO: Tarde también para esa pregunta.
Demasiado tarde. Tarde para arrepentirse.
Tarde para reparar el daño. Es tarde para todo,
salvo para despedirse.
DESDÉMONA: Yo no quiero despedirme.
OTELO: Yo no fui el que te engañó, Desdémona.
DESDÉMONA: Yo tampoco te engañé.
OTELO: Yo no fui el que mintió.
DESDÉMONA: No me mates, amor. Te lo suplico.
OTELO: No me supliques. Te lo ruego.
DESDÉMONA: Mándame lejos. Destiérrame.
OTELO: No puedo.
DESDÉMONA: Déjame vivir hasta mañana.
OTELO: Es tarde.
DESDÉMONA: No quiero morir, Otelo.
OTELO: Silencio.
Él saca un cuchillo y se lo clava en el corazón.
Se extinguen los movimientos de ella.
GRUPO N° 7 (3 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Emilia, Otelo, Yago.
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo
con el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
¡Hagamos teatro!
Guía de
Montaje
QUINTO ACTO
ESCENA V
EMILIA: (muy agitada) ¡Mataron a Cassio, mi
señor!
¡En el gimnasio! ¡Alguien entró y le disparó!
¡Nadie sabe quién fue!
OTELO: (casi sin reacción) Ya se descubrirá.
EMILIA: (extrañada) ¿Usted sabía?
OTELO: Me lo imaginaba.
EMILIA: Tengo que decírselo a mi señora.
OTELO: Difícil, Emilia.
EMILIA: (dirigiéndose a la cama) Eran muy
amigos, mi señor… Tiene que saberlo.
Llega a la cama.
EMILIA: (abrazándola y llorando) ¡Mi señora!
¡No puede ser!
¡Mi señora! ¡Ella no le hizo mal a nadie! ¡Mi
señora!
¡No puede ser!
OTELO: Te equivocas: ella me engañaba ella era
infiel.
EMILIA: ¡Tú fuiste, moro enfermo y estúpido!
¡Te convenciste de que eran ciertas todas las
basuras que alguien te inventó!
OTELO: Pregúntale a tu marido.
EMILIA: ¿¿A mi marido??
OTELO: Él lo sabía.
EMILIA: ¿Fue Yago quien te dijo que ella te era
infiel?
Eres un imbécil…
Emilia toma una pistola y le apunta a Otelo.
EMILIA:(gritando para afuera) ¡¡SOCORROOO!!
¡¡AYUDA!!
Entra Yago corriendo, pistola en mano.
YAGO: (apuntándole a Emilia) ¡EMILIA, BAJA
ESA ARMA!
EMILIA: (sin bajarla) ¿Qué vas a hacer?
¿Dispararme?
¿Matar a tu mujer?
YAGO: ¡¿Qué estás haciendo?!
EMILIA: A ver si eres tan hombre Yago, este
mentiroso dice que tú le contaste que su
mujer lo engañaba.
YAGO: ¡¿Baja el arma Emilia?!
EMILIA.: Habla mierda, ¿le dijiste que ella lo
engañaba?
YAGO: Sí.
EMILIA: ¿Tú la viste?
YAGO: Sí con Cassio y ahora, ¡cállate!
OTELO: Emilia, Yo lo vi. Desdémona le regaló un
pañuelo de seda verde y amarillo a Cassio. Yo lo
vi, yo vi a Cassio con el pañuelo que con tanto
amor yo había entregado a mi mujer.
EMILIA: Dios mío, dios mío…
YAGO: Cállate Emilia
EMILIA: Eres un general idiota.
Ese pañuelo lo encontré yo y se lo pasé a mi
amado esposo porque él me dijo que estaba
melancólico y que el pañuelo le recordaba a su
patria... a su madre... a su tierra...
YAGO: Maldita puta.
EMILIA: Tú se lo diste a Cassio.
Tú eres quien ha llenado de negros
pensamientos la cabeza de este patético
general.
YAGO: Perra traidora.
EMILIA: Estúpido asesino.
Que hacía un idiota como usted con una mujer
tan maravillosa.
Yago descarga su arma sobre Emilia.
Silencio.
Otelo descarga un tiro sobre Yago.
Silencio.
TODOS AL TEATRO
Guía de
Montaje
GRUPO N° 8 (3 ESTUDIANTES)
PERSONAJES: Montano, Otelo, Yago.
El texto de la obra dramática se divide en:
actos, escenas y cuadros.
Recuerda marcar la entonación de acuerdo
con el carácter y el sentimiento del personaje.
Al ser actuada, la obra dramática se
transformará en obra de teatro.
¡Hagamos teatro!
ACTO V
ESCENA VI
Entra Montano con dos guardias.
MONTANO: General, el teniente Cassio ha sido
asesinado.
OTELO: Yo ordené que lo mataran.
MONTANO: Una prostituta afirma que vio a
Yago matar al teniente, General. Tú mataste al
teniente Cassio.
YAGO: No pregunten más, lo que saben es lo
que saben. Desde ahora no diré ni una sola
palabra más.
MONTANO: Otelo, (descubriendo el cadáver de
Emilia y Desdémona). ¿Podría explicar usted
que ha sucedido aquí?
OTELO: Todo esto es muy triste gobernador.
MONTANO: Usted Otelo, queda despojado de
su cargo y poder.
OTELO: Sólo les pido que digan la verdad.
MONTANO: Y cual sería esa verdad.
OTELO: Que nunca fui grande.
Que yo maté a Desdémona.
Y que fui un imbécil por hacerlo.
Que traicioné la confianza de quien más
quería.
Y que fui violento hasta la locura, porque no
podía soportar la sola idea de no contar con su
amor.
Y que me arrepentí, pero ya era tarde.
Y que morí sin haberme perdonado.
MONTANO: Entregue sus armas, Otelo.
Otelo se suicida.
Silencio.
FIN
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