220-41367 Ref.: Es función del revisor fiscal convocar al máximo órgano social. Aviso recibo de su escrito radicado con el número 2001- 01- 070630 del 9 de agosto del año en curso, con el cual consulta si los socios de una sociedad pueden negarse a asistir a una junta extraordinaria convocada por el revisor fiscal de la compañía, con el argumento de que los puntos a tratar son irrelevantes. Expone como antecedente que el revisor fiscal ha sido cuestionado e irrespetado por los asociados y el orden del día se refería a la defensa que haría a un requerimiento de los mismos. Adicionalmente, formula algunos interrogantes relacionados con las implicaciones del vinculo laboral existente entre el revisor y la empresa, con la que se convinieron 20 horas de trabajo semanal, distribuidas en un horario de 7 a.m. a 12 m. todos los días, salvo el día miércoles, circunstancia que fue informada a la gerencia de la compañía. Para absolver la primera inquietud, es preciso tener en cuenta que en las sociedades en las que es optativo el cargo del revisor fiscal, las funciones serán las estipuladas en el contrato social y, en silencio de éstos, las establecidas en el ordenamiento mercantil (parágrafo del artículo 107 del Código de Comercio). Hecha la anterior precisión, de las normas que regulan las funciones, deberes y obligaciones asignadas a quien desempeña el cargo de revisor fiscal, se colige claramente que el legislador lo facultó expresamente para convocar al máximo órgano social a sesiones extraordinarias, entre otros asuntos, para comunicar a los asociados irregularidades detectadas en el funcionamiento de la compañía; por solicitud de un número de asociados representantes de la cuarta parte o más del capital social o simplemente porque en ejercicio de sus funciones lo considera conveniente (art. 181, 182 en concordancia con el num. 8 del artículo 207 del C. de Co.). Así las cosas, cualquiera que sea el motivo de la convocatoria, siempre que del acto mismo se predique el cumplimiento de los requisitos exigidos en la ley o en los estatutos en cuanto al medio y antelación, será un acto jurídico generador de efectos vinculantes para sus destinatarios quienes en tal virtud adquieren la vocación y el correlativo deber de concurrir a la reunión para constituirse en junta, pues es en el seno de la misma que se deben tomar las determinaciones a que haya lugar (art. 186 ibidem). Una de las funciones asignadas a la asamblea o junta de socios, es precisamente la de conocer los informes del revisor fiscal – núm. 5 art. 187 ibidem., máxime si se trata de requerimientos de los mismos asociados, pues de las normas que regulan el ejercicio del cargo se observa que le está vedado rendir explicaciones individuales o privadas. En esos términos se ha expresado la Entidad en el Oficio J- 10825 de agosto 11 de 1992, publicado en el libro de Doctrinas Contables 1993, Pág. 175 y siguientes, cuando refiriéndose a las explicaciones que debe presentar el revisor fiscal a los asociados expresa que "Cualquier accionista puede pedir explicaciones por escrito al revisor fiscal sobre asuntos de su competencia, pero el revisor no puede suministrarlas en forma privada o particular al accionista sino que debe referirse a ellas cuando redacte su informe a la asamblea general. Desde luego, en el curso de los debates de la asamblea cualquier accionista puede pedir al revisor fiscal cuantas explicaciones quiera sobre los resultados económicos del ejercicio y la marcha de los negocios sociales, que el revisor está en la obligación de darlas (… )". Adicionalmente, no debe perderse de vista que ante un posible incumplimiento de los deberes y obligaciones que correspondan al revisor fiscal, el legislador dotó al máximo órgano social de atribuciones suficientes para solicitar las explicaciones o aclaraciones que fueren necesarias; adelantar acciones penales, civiles, disciplinarias o administrativas a que hubiere lugar; efectuar nuevas designaciones, aunque el período no se haya cumplido o modificar el contrato social suprimiendo aquellas cláusulas que resulten innecesarias, como sería el caso del órgano de fiscalización, cuando de la sociedad no se prediquen las condiciones que la ley exige para el efecto. Contrariamente, ante el aparente desinterés de los asociados al no concurrir a una reunión de asamblea convocada para aclarar conductas propias de la gestión del revisor fiscal que imposibiliten el cabal cumplimiento de sus funciones y dado que éstas procuran principalmente proteger los intereses de la sociedad, asociados y terceros en general, al revisor fiscal le asiste el derecho de presentar renuncia, como mecanismo viable para eximirse de las responsabilidades que el cargo conlleva. En esos términos se ha pronunciado el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, sentencia del 18 de diciembre de 1991, cuando del análisis del artículo 164 del Código de Comercio dicha Corporación ha sostenido que, salvo que haya dejado de ejercer el cargo por renuncia del mismo, (… ) se exonera de toda responsabilidad a partir de la fecha de la desvinculación, aunque su nombramiento se encuentre inscrito en la Cámara de Comercio, en razón de que solo a partir de esa fecha la persona pierde la posibilidad de ejercer las funciones propias del cargo… ". Lo anterior no obsta para que, como colaborador de la entidad gubernamental que ejerce inspección, vigilancia y control sobre las sociedades comerciales, ponga en conocimiento las irregularidades y violaciones a la ley o a los estatutos por parte de los administradores o los asociados con el fin de que se tomen las medidas pertinentes. En segundo lugar, con relación a las condiciones del vinculo laboral existente entre el revisor fiscal y la compañía, sea lo primero advertir que a esta Entidad no le asiste la facultad para referirse a los posibles conflictos que se presenten con la ejecución del trabajo de revisoría fiscal contratado, máxime cuando carece de los elementos de juicio indispensables; por lo tanto se sugiere elevar la correspondiente consulta al Consejo Técnico de la Contaduría, sobre la base de que a ella corresponde "Servir de órgano asesor y consultor … de los particulares en todos los aspectos técnicos relacionados con el desarrollo y el ejercicio de la profesión" (art. 33, núm. 3 de la Ley 43 de 1990). Sin embargo, de un somero análisis de los principios básicos de la ética profesional señalados en el artículo 37 de la citada Ley 43, particularmente el de independencia contenido en el numeral 37.3, la Superintendencia ha expresado que como es uno de los pilares esenciales del ejercicio de la revisoría fiscal, ella no debe ser solo mental sino debe comprender la planeación y ejecución del trabajo, es por ello que de acuerdo con lo previsto en el artículo 210 del Estatuto Mercantil ".. El Revisor Fiscal no puede recibir ordenes que interfieran el libre ejercicio de sus funciones legales. Ya hemos visto como se encuentra sometido solo a la subordinación del máximo órgano social, … sin que esa subordinación pueda interpretarse en el sentido de imponerle determinada cantidad de trabajo o el sometimiento a reglamentos que puedan en algunos casos limitar la libre organización y realización de su labor.. ", excepto, continúa el referido concepto "… cuando se precise previamente la existencia de subordinación prevista en el literal b) del artículo primero ibidem" (se refiere a la Ley 145 de 1960 - Oficio IN- 15380 julio de 1991, publicado en el libro Doctrinas Contables, Pág. 239).