water laws and indigenous rights walir

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WATER LAWS AND INDIGENOUS RIGHTS
WALIR
Estudio sobre marcos normativos indígenas /
consuetudinarios
Versión preliminar
ECUADOR
Paulina Palacios
Enero de 2003
Estudio sobre marcos normativos indígenas /
consuetudinarios
1. INTRODUCCIÓN
2. HIPÓTESIS
3. PLURINACIONALIDAD – DERECHOS COLECTIVOS: ¿Empatía o
contradicción?
PRIMERA PARTE: SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS:
TOTALIDAD Y CULTURA
4. SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS: EL MOVIMIENTO INDÍGENA
AUTODEFINE
5. DILEMAS Y PUNTOS DE VISTA OFICIALES SOBRE EL
RECONOCIMIENTO DE LOS SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS:
6. ANIQUILACIÓN DE LA DINAMICA LOCAL EN LOS MARCOS
NORMATIVOS: ACCION OFICIAL, ONGs Y DESARROLLO
PARTICIPATIVO
7. CONCLUSIONES SOBRE SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS
SEGUNDA PARTE: SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS PARA
LOS RECURSOS HÍDRICOS
1. Elaboración
y
sistematización
de
los
sistemas
indígenas / consuetudinarios para la gestión de los
RR.HH.: reglas, derechos y procedimientos:
2. SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS DE AGUA
3. PRIORIDADES DE ADJUDICACIÓN / REGLAS Y PROCEDIMIENTOS
INTERNOS:
4. PERSPECTIVA DE SI: LOS MARCOS NORMATIVOS INDÍGENAS
Estudio sobre marcos normativos indígenas /
consuetudinarios
1. INTRODUCCION:
En
el
Ecuador
partir
de
la
1990
emergencia
cuando
del
este
movimiento
realiza
el
indígena
a
Levantamiento
Indígena del Inti Raymi, entra a formar parte de la agenda
nacional en todos los ámbitos: Reforma jurídica y política
del
Estado,
participación
cuestionamiento
política
desde
al
los
modelo
económico,
movimientos
sociales,
tanto al interior de la institucionalidad democrático –
electoral, como desde las formas de lucha y resistencia.
Según
apreciaciones
CONAIE,
Ecuador,
de
Confederación
la
la
de
misma
organización
Nacionalidades
producción
agrícola
de
indígena
Indígenas
las
del
comunidades
campesinas, especialmente pertenecientes a la nacionalidad
kichwa,
sustento
asentadas
de
la
en
el
callejón
seguridad
interandino,
alimentaria
nacional
es
el
en
un
porcentaje mayor al 60%.
La Constitución Política del Ecuador, surgida a partir de
una demanda constitutiva de la CONAIE, como organización
nacional
étnica,
y
realizada
en
1998,
tras
el
defenestramiento del presidente populista Abdalá Bucaram,
fruto de la movilización indígena y social, y de acuerdos
con amplios sectores políticos; incorporó a lo largo de su
contenido
elementos
Político
de
la
Derechos
Colectivos
dispersos
CONAIE.
de
Entre
los
del
éstos
Pueblos
denominado
se
Proyecto
encuentran
Indígenas
y
los
Afro
ecuatorianos.
En el marco del Walir, el estudio presente aborda el estado
de la cuestión en las investigaciones sobre normatividad
indígena
relativa
a
recursos
hídricos.
La
literatura
revisada podría relacionarse en torno a dos ámbitos:
1. Dada
la
imbricadas
complejidad
en
un
de
proceso
las
de
demandas
indígenas,
permanente
y
dinámica
“autodefinición” en lo relativo a proyección política,
derechos
y
obligaciones,
institucionalidad
organización
y
inserción
estatal,
formas
resistencia;
Se
en
de
considero
la
lucha,
un
marco
amplio de selección de literatura, referida al tópico
de Administración de Justicia, Derecho Consuetudinario
o Derecho Indígena, de acuerdo a los diversos autores.
2. Estudios específicamente circunscritos a los Sistemas
Normativos Hidráulicos.
2.
HIPÓTESIS:
el
movimiento
indígena
ecuatoriano
ha
visibilizado su actuación en los cambios profundos de la
institucionalidad, crisis política y demandas de reformas
político jurídicas nacionales. Es necesario que el enfoque
hacia
los
sistemas
normativos
en
recursos
hídricos
se
enmarque en la reflexión, autoconcepción y perspectivas que
los sujetos colectivos – movimiento indígena ecuatoriano
manifiestan.
2.
PLURINACIONALIDAD
–
DERECHOS
COLECTIVOS:
¿Empatía o contradicción?
En 1994 la dirigencia de la CONAIE sistematiza y da forma
final a su Proyecto Político. El eje central que dicha
organización
proponía
Confederación
de
su
“Nacionalidades
reconocimiento
jurídico
plurinacional1,
esta
1
desde
del
categoría
constitución
Indígenas”,
estado
que
era
ecuatoriano
parte
de
una
como
el
como
auto
“ESTADO PLURINACIONAL: Es la organización de Gobierno que representa
el poder político, económico y social del conjunto de pueblos y
caracterización,
es
alimentada
al
calor
del
proceso
de
2
participación del movimiento indígena ecuatoriano .
La misma iniciativa, que se visibiliza en los “mandatos”
desde 1989, de realizar una Asamblea Nacional Constituyente
para
refundar
el
estado,
surge
de
la
demanda
del
reconocimiento de la plurinacionalidad. Cuando finalmente,
la
Asamblea
se
realiza,
sin
embargo,
la
Constitución
constriñe dicha demanda jurídico – política, a la inclusión
de
los
Derechos
Colectivos
de
los
Pueblos
Indígenas,
sesgando la inclusión de la categoría de plurinacionalidad.
Al
margen
de
la
participación
activa
del
movimiento
indígena en el proceso de Asamblea Constituyente3, de los
consensos
y
mayorías
con
los
cuales
se
generó
la
Constitución, se vivió un proceso de fortalecimiento al
poder
ejecutivo
del
estado,
la
inserción
de
un
modelo
jurídico que ambientaría reformas y ajustes al estado de
bienestar y la inserción de una basta cuota de derechos
humanos de las tres generaciones. Entre éstos se ubican los
mencionados derechos colectivos.
nacionalidades de un país; es decir, el Estado Plurinacional se forma
cuando varios pueblos y nacionalidades se unen bajo un mismo gobierno,
dirigidos por una Constitución. Distinto al actual Estado Uninacional
que es la representación de los sectores dominantes.”(CONAIE: 1994)
2
Esta propuesta de plurinacionalidad del Estado se revela como una
especie de recurso estratégico-político al cual los indígenas acuden
para superar tanto sus contradicciones internas cuanto sus impasses y
conflictos con el sistema político y el Estado. Un recurso estratégico
que no busca definirse como un discurso acabado ni como una propuesta
eminentemente reflexiva, sino como un proceso de tipo político e
histórico-organizativo en permanente cambio y reformulación desde sus
bases y desde su propio entramado organizativo.(DÁVALOS: 2002)
3
El proceso se iniciará con la “Marcha sobre Quito” y la instalación
de una Asamblea Constituyente de los Pueblos del Ecuador, continua con
la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente dentro del marco
jurídico ecuatoriano. Asimismo, al interior de la institución estatal
el movimiento indígena contó con la participación de asambleístas
indígenas. Simultáneamente al trabajo de la ANC la movilización social
fue una constante.
La plurinacionalidad, como concepto en construcción admite
la necesidad de insertarse en derechos segmentados para los
pueblos
indígenas
autodefinidos
como
nacionalidades
indígenas. Sin embargo, el abanico de transformaciones que
un
estado
incluyente,
participativo,
democrático,
en
definitiva plurinacional se posibilite, queda enmarcado en
el conjunto de derechos que beneficiarían directamente a
las poblaciones indígenas.
De esta manera, surge una contradicción entre el piso que
serían
los
derechos
colectivos
y
el
horizonte
de
la
plurinacionalidad.
Es
en
este
marco
de
reflexión
general
que
se
llevará
adelante la lectura y comprensión de los textos revisados,
bajo la caracterización previamente configurada.
4.
SISTEMAS
NORMATIVOS
INDÍGENAS:
EL
MOVIMIENTO
INDÍGENA AUTODEFINE
En
el
marco
propuesto
conceptualización
de
Normativos
Indígenas
movimiento
indígena
anteriormente
se
Derecho
Indígena
con
literatura
la
agrupado
en
el
iniciará
o
de
Sistemas
“oficial”
eje
la
CONAIE
del
–
Ecuarunari4.
En el Proyecto Político de la CONAIE, el Derecho Indígena
es referido de la siguiente manera:
4
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE esta
constituida por tres organizaciones regionales: CONFENIAE – Amazonía,
Ecuarunari – Sierra, y CONAICE – Costa. Cada una de estas
organizaciones de cuarto grado integra a organizaciones o federaciones
provinciales, y va integrando en la actualidad en el marco del proceso
autodenominado de “reconstitución identitaria” a organizaciones por
nacionalidad y pueblo, trascendiendo las fronteras geográfico –
políticas del país. Refiero el eje CONAIE – Ecuarunari por haber
delimitado el Walir Ecuador a la nacionalidad kichwa de la sierra.
Es el conjunto de normas y leyes de los Pueblos y
Nacionalidades Indígenas para defender y administrar
nuestras tierras y territorios, para mantener la paz y
el orden en nuestras comunidades y pueblos.(CONAIE:
1997)
En esta definición se puede ubicar que la auto referencia
tiene
como
marco
las
demandas
étnicas
en
el
estado
ecuatoriano, además de incluir la posibilidad de normas
referidas a un espacio de normas consuetudinarias.
En
la
propuesta
Ecuarunari5,
de
Ley
realizado
de
Comunas
tras
la
realizada
Asamblea
por
la
Nacional
Constituyente, el articulado remite a un ejercicio de los
derechos colectivos constitucionales:
Art. 6: Fines y funciones de la comunidad:
g) Elaborar el catastro y registro comunal y
determinar las áreas destinadas al uso agrícola,
agroforestal, ganadero y otros;
i)Velar por el pleno ejercicio de sus costumbres tanto
en el sistema educativo, de salud, administración de
justicia y diversidad cultural.
j) Las demás que señale el estatuto y normas internas
de cada comunidad. (Ecuarunari: 1999)
Las normas que integrarían un sistema normativo indígena
remiten a lo local de cada comunidad, y en el caso de
sujetos colectivos que superen esta unidad, a los centros y
nacionalidades:
Art. 1: OBJETIVOS DE LA LEY: La presente ley tiene por
objetivo hacer compatibles la administración de
justicia de las autoridades de los pueblos, que se
autodefinen como nacionalidades indígenas.
Los términos colectivo o colectividad indígena sirven,
en esta ley, para denominar de manera genérica al
grupo indígena sobre el cual la autoridad reconocida
5
Proyecto de ley realizado en el contexto
organización como Confederación de Pueblos
del Ecuador, al que hago referencia como su
incluso en un proyecto así denominado)
Identidad
de una refundación de esta
de la Nacionalidad Kichwa
propuesta (que se inscribe
de Reconstitución de la
por éste ejerce funciones de justicia llámese: centro,
comunidad, pueblo, nacionalidad o cualquiera otra
denominación con la que los indígenas identifiquen al
grupo. (Trujillo, Grijalva y Endara: 2002)6
Complemento este primer acercamiento desde el movimiento
indígena con una cita recogida del documento base para su
participación en la Asamblea Nacional Constituyente:
Los Pueblos del Ecuador, fieles a su raigambre ancestral
y a su proceso histórico; conscientes de que su tarea
vital es construir la unidad nacional sobre la base de
la diversidad de culturas, lenguas y nacionalidades que
conforman la rica base humana de la República;
convencidos de que la unidad nacional y territorial es
fruto de la participación de los pueblos, basada en el
pleno reconocimiento y ejercicio de sus derechos
políticos, económicos y culturales; con la firme
convicción de que el Estado Plurinacional es la
alternativa histórica para la búsqueda del bien común y
el pleno desarrollo material, espiritual y cultural de
las personas y de los pueblos; convencidos de que la
organización de la economía tiene como su
más alta
misión garantizar la solidaridad, la equidad, como base
para una relación armónica entre las personas y los
pueblos entre sí y con la naturaleza; en ejercicio de su
poder soberano, representado en la Asamblea Nacional
Constituyente, dictan y promulgan esta constitución
política.7 (CONAIE: 1997)
De
otra
parte,
Nina
Pacari
Vega
abogada
indígena,
ex
dirigenta de la CONAIE, coautora del Proyecto Político, ex
asambleísta de la ANC, ex diputada nacional al Congreso
Nacional, y actualmente designada por el gobierno entrante8
como Canciller de la República, destaca la sujeción de la
Administración de Justicia Indígena al marco procesal del
debido
proceso,
positivos
6
acerca
los
derechos
de
autoridad
humanos
y
competente,
los
conceptos
competencias,
Salgado: 2002
PROYECTO DE CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO PLURINACIONAL DEL
ECUADOR, Preámbulo
8
Destaco las dignidades de la autora en tanto permiten observar la
permanente connivencia del movimiento indígena entre sus formas
típicas de lucha y reivindicación, y su inserción en los espacios
institucionales.
7
jurisdiccionalidad y división del derecho (Vega: 2002, en
Salgado: 2002.
Quisiera en esta primera parte abordar con el marco de
López
Barcenas,
comprensión
del
las
aparentes
marco
parámetros
del
pluralidad
jurídica
dicotomías
normativo
derecho
positivo
adoptadas
entre
indígena,
y
con
las
bajo
la
los
categorías
fuerza
por
el
de
mismo
9
movimiento indígena.
Para el mencionado autor un sistema normativo de pueblos
indígenas nos remitiría a:
“La referencia al derecho como un sistema normativo se
puede formular diciendo que se compone de un conjunto
de normas que prescriben y “evalúan” la conducta
humana;
junto
a
las
cuales
podemos
encontrar
disposiciones
jurídicas
no
normativas
como
definiciones,
disposiciones
derogatorias,
reglas
existenciales, ónticas, etcétera. (LOPEZ BARCENAS:
1999)
Las definiciones extraídas de los documentos de CONAIE y
Ecuarunari se acercan a esta versión. Una característica
otorgada por los indígenas ecuatorianos a su derecho es la
de
localidad
jurídicas.
En
o
generación
este
plano
local
serían
de
normas
normas
sociales
y
existenciales
y
ónticas. Este ámbito remite a una noción de “totalidad” del
conjunto de normas. Es decir, y a eso se debe el sentido
del
presente
capítulo,
un
sistema
normativo
indígena,
siendo local y dinámico, es también un conjunto de normas
que implican la totalidad de la vida del sujeto generador.
“Cuando se habla de sistemas normativos indígenas
implícitamente se reconoce la existencia de un derecho
indígena. Más para entender los sistemas normativos
hay que referirnos a la norma, pues entre esta y aquel
9
Más adelante cito a la misma autora Nina Pacari Vega en un
acercamiento al tema sistema normativo y aguas, en Boelens y Dávila:
1998
existe la misma relación que entre la parte y el todo.
Un sistema normativo no puede concebirse sin normas,
pero estas, sobre todo las jurídicas, no pueden
explicarse si no es en relación con el primero.”
“Anteriormente afirmamos que es importante estudiar
las normas como parte de un sistema para definir su
existencia,
validez
y
eficacia,
características
esenciales de las normas jurídicas en el derecho
escrito que, consideramos, deben existir también en el
derecho consuetudinario; dicho de manera distinta, hay
que demostrar que las normas consuetudinarias poseen
una naturaleza objetiva, sentido, estructura lógica y
pretensión formal de validez similar a las de
cualquier sistema jurídico si se pretende considerarlo
como tal. (LOPEZ BARCENAS: 1999)
La perspectiva señalada por Vega se entiende en el contexto
de
afirmación
del
proyecto
indígena
en
las
demandas
institucionales, que exigen una “aceptación” dentro de los
parámetros teóricos y legales del estado establecido. Solo
como matiz me remito al estudio de Andolina10 sobre la
capacidad del movimiento indígena de insertarse desde la
lucha
de
acción,
resistencia
y
demandas,
al
marco
instituido para su cuestionamiento y proposición.
Al principio explicamos dos maneras distintas de cómo
la teoría del derecho concibe los sistemas jurídicos:
uno con base en la forma en que se crean las normas
que lo integran y otro en la manera en que aplican.
Para el primero, propio de la corriente positivista,
dijimos que el sistema se construye a partir de una
norma fundamental o básica, con validez en sí misma,
que es la que determina la forma de crear las normas
inferiores a ella, estableciendo las autoridades
competentes para hacerlo y una vez que ha sido creada
sirve de fundamento a las demás, y así hasta el
infinito. De ahí surgía una forma de concebir la
validez de las normas que lo integran; junto a las
cuales se encontraban otras, identificadas como
existencia y fuerza vinculante. (LOPEZ BARCENAS: 1999)
10 10
Andolina, Roberto: El movimiento indígena en los espacios ambiguos
del poder. Lecciones de la Asamblea Constituyente y el 21 de enero.
Boletín ICCI, No. 14, mayo del 2000. Quito-Ecuador. (Website:
http://icci.nativeweb.org/boletines)
En
este
mismo
marco
se
inscriben
los
estudios
y
aproximaciones de varios estudiosos del tema en el Ecuador.
Me refiero a Salgado, Galarza, Ayala y Llasag (Salgado:
2002. En contrapunto con esta perspectiva, más cercana a la
perspectiva de los abogados litigantes, se encuentra la
destacada por estudiosos desde la multidisciplinariedad:
La legalización del pluralismo jurídico se entiende
generalmente como un elemento que contribuye a
empoderar a los pueblos indígenas, fortaleciendo la
jurisdicción indígena (Assies, 2000) Sin embargo, y
como anota Assies (2000), existe la posibilidad de que
esta legalización fortalezca a la burocratización de
las estrategias de argumentación a través de la
presión por la codificación y regularización. En otras
palabras,
la
legalización
bien
puede
ser
un
dispositivo del poder, dominación y domesticación.
(Walsh: 2002, en Salgado: 2002)
De manera bastante clara estas dos posiciones las plantea
López Bárcenas cuando dice:
Si quisiéramos construir los sistemas jurídicos
indígenas a partir de este esquema, tendríamos que
aceptar su inexistencia. No porque no exista norma
fundamental o básica que los fundamente, sino porque
siendo normas consuetudinarias las que lo integran, no
es posible identificar autoridad alguna que las cree,
ni procedimiento específico para hacerlo; a menos que
se entienda como autoridad al propio pueblo al que van
destinadas
las
normas
y
al
procedimiento
el
comportamiento cotidiano de sus integrantes, lo cual
nos parece insostenible y perjudicial para los
intereses de los propios pueblos, por más que se
hiciera de buena fe.
Hay que observar que, no obstante ello, las normas
consuetudinarias que integran el derecho indígena
pueden fundar su existencia en su carácter vinculante
y su equiparación a la existencia, pues igual que las
leyes promulgadas por el Estado son obligatorias para
los integrantes de los pueblos de que se trate y
siempre se manifiestan a través de la conducta de los
ciudadanos, aunque no hayan sido promulgadas por
autoridad alguna ni se encuentren escritas.
Visto que ese no es el camino correcto para explicar
los sistemas normativos indígenas podemos intentarlo
con la segunda forma de concebirlo: el realismo
jurídico. Según expusimos, el realismo jurídico
normativista, sobre todo en la obra de H.L. Hart,
construye el sistema jurídico a partir de la
clasificación las reglas o normas en primarias y
secundarias, subdividiendo estas últimas en reglas de
reconocimiento, de cambio y de adjudicación. Las
reglas primarias son las que prescriben a los
individuos realizar ciertos actos obligatorios; las
secundarias indican las características que deben
poseer las normas para que las reglas primarias
cambien de sistema y dan competencia a ciertos
individuos
para
establecer
si
en
una
ocasión
particular, se ha infringido o no una norma primaria.
Este modelo es más adecuado que el anterior para
explicara los sistemas normativos indígenas. Es claro
que en ellos podemos encontrar normas o reglas que
establezcan
derechos
y
obligaciones
para
los
individuos que formen parte del pueblo que reclame su
derecho. ... (LOPEZ BARCENAS: 1999)
Como corolario de este capítulo se propone el enunciado con
el
que
la
Intercultural
Facultad
de
los
de
Derecho
Pueblos
de
Indígenas
la
Universidad
prescribe
sus
lineamientos generales:
“Los pueblos indígenas históricamente han conservado y
desarrollado normas, usos y costumbres jurídicas, que
codificados culturalmente, mediante el ejercicio de
autoridad tradicional, y la existencia de instituciones,
se constituyen en sistemas jurídicos, que aplican
mecanismos de administración de justicia, normas y
procedimientos.
Estos
elementos
y
características
fundamentan la existencia del Derecho Indígena.” (TORRES
Y SARANGO: 2000)
Finalmente, en una síntesis de la lucha institucional en
combinación con la tradición de resistencia de la CONAIE,
se
remitió
al
Congreso11,
y
fue
aprobada
por
éste,
constituyendo en la actualidad parte del sistema normativo
ecuatoriano, la Ley Orgánica de Juntas Parroquiales. En
esta propuesta se delimitan atribuciones, competencias y
11
Esta propuesta de Ley fue impulsada por la Dra. Nina Pacari Vega, en
orden a la realización del marco legal secundario de la Constitución
Política del Ecuador, y fue llevada adelante con la participación de
múltiples representantes de organizaciones indígenas, negras y
campesinas del Ecuador.
jurisdicciones
a
la
división
territorial
de
las
Juntas
Parroquiales, parte de las demandas del movimiento indígena
por
una
participación
en
la
organización
estatal
y
la
democratización y descentralización del estado:
Artículo 2.- AMBITO DE APLICACION.- Las disposiciones
contenidas en la presente Ley, se aplicarán en el
ámbito geográfico que corresponda a la circunscripción
territorial de las juntas parroquiales rurales,
constituidas como gobiernos seccionales autónomos.
Artículo 3.- PERSONERIA JURIDICA.- La junta parroquial
rural será persona jurídica de derecho público, con
atribuciones
y
limitaciones
establecidas
en
la
Constitución y demás leyes vigentes, con autonomía
administrativa,
económica
y
financiera
para
el
cumplimiento de sus objetivos. (H. Congreso Nacional
Ecuador: 2000)
5. DILEMAS Y PUNTOS DE VISTA OFICIALES SOBRE EL
RECONOCIMIENTO
DE
LOS
SISTEMAS
NORMATIVOS
INDÍGENAS:
Se
ha
referido
los
planteamientos
indígena ecuatoriano, haciendo
suscritos
en
diversos
desde
énfasis
documentos
el
en
los
movimiento
conceptos
constitutivos
de
su
proceso de lucha. Ahora se tomará nota de la forma en que
el estado, a través de posiciones diversas, matizadas por
enfoques desde una institucionalidad tradicional como el
Consejo
Nacional
de
Recursos
Hídricos,
CNRH,
y,
el
Consorcio de Consejos Provinciales CONCOPE, de una parte; y
de
otra,
una
esfera
moderna
de
coordinación
interinstitucional y un llamado a la concertación con los
actores
alrededor
del
agua,
refiriéndome
a
documentos
presentados en el Foro Nacional del Agua.
De
una parte, en el diagnóstico de la
situación legal
general que vive el Ecuador en el manejo hídrico tenemos:
La propuesta del CONAIE tiene una relación muy directa
entre el Consejo Nacional de Recursos Hídricos, el
cual esta conformado por representantes de diferentes
gremios, por tanto con diferentes visiones y que
aparece como la autoridad hídrica a nivel nacional y
las Agencia Provinciales de Aguas (ARIAS, 2002)
Esta perspectiva remite a la comprensión tradicional, desde
el
derecho
positivo
que
determina
áreas,
divisiones
y
parámetros similares entre la propuesta de Ley de Aguas de
la CONAIE y la realizada por el CNRH.
El Consorcio de Consejos Provinciales inscribe la “temática
indígena” a un ámbito regido por su uso para el riego, una
perspectiva economicista del recurso y una invisibilización
de la compleja relación y contradicción de poder que las
propuestas indígenas han generado en el Ecuador.
'
'
'
'
Finalmente el manejo del agua concluye en dos acciones
principales. Por un lado, la asignación de agua a los
diferentes
usuarios
del
recurso,
según
la
disponibilidad que de ella exista y de la prioridad
social para su uso, y por otro, de los proyectos
encaminados a ampliar su cantidad y disponibilidad.
El recurso agua, por su escasez y condición, se
constituye en un elemento estratégico y fundamental
para el desarrollo nacional y sobre el que pesan
innumerables presiones y expectativas.
La duplicidad de funciones existente entre las
Corporaciones de Desarrollo Regional y los Consejos
Provinciales y Municipios.
La debilidad actual del Consejo Nacional de Recursos
Hídricos – CNRH, como organismo nacional que dicte
las
políticas,
normas
y
regulaciones
para
la
sustentabilidad y utilización del recurso hídrico, en
términos de justicia y promoción del desarrollo
económico, frente a otras instituciones del Gobierno
Central.
La multiplicidad institucional involucradas alrededor
del recurso agua que vuelve complejo su manejo.
Una estructura institucional compleja y múltiple como
la
expuesta
anteriormente,
presenta
serias
limitaciones en la administración pública de los
recursos hídricos. Existen al menos 10 instituciones
que intervienen, en mayor o menor medida, en el manejo
de estos recursos, sin una asignación de roles y
funciones claras que definan su accionar y lo que es
más
preocupante
duplicando
acciones
y
recursos
(CONCOPE, 2002)
De otra parte, la institución nacional encargada de los
recursos
hídricos12
el
Consejo
Nacional
de
Recursos
Hídricos propone para una modificación sustancial en la
Gestión del Agua:
Políticas de Gestión Integral de los Recursos Hídricos
5. Apoyo a los grupos más vulnerables de la población.
La actuación del Estado debe estar regida por el
principio de distribución equitativa de los beneficios
del desarrollo económico, lucha contra la pobreza y
apoyo a los sectores más débiles de la sociedad en la
satisfacción de sus necesidades básicas.
6. Participación. La política de aguas debe propender
a la participación de los usuarios y de las
organizaciones sociales en la GIRH, reflejando de ese
modo el carácter de bien social, económico, ambiental
y cultural de los recursos hídricos. (CNRH: 2002)
El marco propuesto por Camaren, a través de una ponencia
encargada
a
gubernamental
uno
de
dedicada
sus
al
socios,
riego
una
organización
campesino,
el
no
13
IEDECA ,
recrea la gestión integral del agua:
b)
12
La gestión integral de los recursos hídricos.a)
En cuanto al acceso:
- Inventariar y verificar las adjudicaciones hechas a
partir
del
año
72.
Eliminar
las
doble
adjudicaciones.
Implementar
una
política
de
redistribución el agua en caso de verificarse
acaparamiento.
- Planificar la captación de nuevas fuentes de agua,
en particular aquellas de origen hidrogeológicas.
Desarrollar la captación de agua niebla (para
abastecimiento de poblaciones). Diseño y ejecución
de
obras de trasvase (para riego y abastecimiento
de poblaciones).
En cuanto al aprovechamiento:
Una conclusión muy interesante y acertada en las presentaciones
institucionales del Camaren (Arias: 2002) remite a la superposición de
normas, instituciones y autoridades en el manejo del agua.
13
En la misma propuesta de enfoque de la ambigüedad en que se
representa la lucha indígena señalo que el IEDECA fue uno de los
aliados de la CONAIE en la lucha de 1994 por modificar la Ley de
Desarrollo Agrario y en 1996, en la formulación de la Ley de Aguas de
las organizaciones.
-
c)
Las adjudicaciones deben estar condicionadas al uso
eficiente y a la conservación de las fuentes.
En consecuencia con lo señalado, se debe volver al
régimen de adjudicaciones de plazo fijo.
Es fundamental levantar un plan nacional contra el
desperdicio del agua, los usos inadecuados de este
recurso y la contaminación.
En cuanto al manejo:
-
Manejo integrado del agua a nivel de las diferentes
unidades de planificación y gestión del recurso,
privilegiando las cuencas en sus diversas escalas.
-
Dependiendo de las características particulares,
fomento de planes de manejo de páramos, de planes
de manejo de cuencas, en todas las escalas, y
planes de ordenamiento territorial.
-
En el ámbito nacional es fundamental la elaboración
de un plan nacional de ordenamiento territorial.
-
Elaboración
del
Plan
Hídrico
Nacional.
La
planificación
hídrica
nacional
debe
ser
descentralizada, debe ser diferenciada considerando
la diversidad social, cultural y regional.
-
La planificación y la gestión de los recursos
hídricos deben estar vinculadas, de modo estrecho,
a
las
políticas
de
preservación
de
la
biodiversidad, forestales, de manejo y conservación
de los páramos, del ordenamiento nacional del
territorio, de la seguridad alimentaria nacional,
de la lucha contra la pobreza y el mejoramiento de
la calidad de vida de todos los ecuatorianos
(IEDECA: 2002)
6. ANIQUILACIÓN DE LA DINAMICA LOCAL EN LOS MARCOS
NORMATIVOS: ACCION OFICIAL, ONGs Y DESARROLLO
PARTICIPATIVO
Los términos de referencia propuestos para este estudio
proponen indagar sobre el tratamiento que la literatura
sobre aguas y derechos indígenas ha concedido al tema de la
aniquilación de la dinámica local mediante el proceso de
institucionalización/ legalización. En este sentido, en
Boelens y Ruf, fundamentalmente se encuentra una lectura
amplia de los estudios de caso ha que refieren sus
artículos y libros. En términos generales parecería que en
los sistemas de riego que han tenido mayores influencias
exógenas, sobre todo del estado se ha constreñido la
práctica normativa interna de las comunidades indígenas. En
mucho esto se debería a la perspectiva positivista de un
derecho conocido y acatado por todos, sin ningún espacio
para lo que tardíamente se reconoce como pluralidad
jurídica.
A este respecto también resulta interesante en Walsh y sus
citas de Assies, como las limitaciones a un ejercicio
intercultural del derecho, en un modelo que “recoja”
enunciados de pluralismo legal.
Un tercer grupo de límites al ejercicio de los marcos
normativos se encuentra en el modelo de desarrollo más
reciente, patrocinado por la banca multilateral, y en
muchos casos adoptados sin beneficio de inventario y
acríticamente, por muchas agencias de desarrollo. Me
refiero al modelo de desarrollo que plantea la
participación social, e inclusive en varios casos la acción
colectiva. Boelens en relación a la participación la
denomina como una tiranía, pues bien visto inclusive ésta
como modelo impuesto en localidades en las cuales persisten
dinámicas diferentes, cargos y autoridades tradicionales,
por ejemplo, es un modelo que desarma un andamiaje
normativo establecido y por lo general con niveles de
eficiencia en la resolución de las relaciones sociales
alrededor del agua.
Un marco para la comprensión de este mismo tema, en el
acápite de la selección y oficialización de unos principios
y la exclusión de muchos otros; en mi propia lectura del
principio constitucional del artículo 191 que define el
marco del pluralismo legal para el Ecuador, así como en la
carga epistémica misma de los derechos colectivos, como una
constricción del marco de la plurinacionalidad, se percibe
una inmensa labor14 de tamizar y poner límites exactos a la
puesta en práctica de los marcos normativos indígenas.
7.
CONCLUSIONES
INDÍGENAS
SOBRE
SISTEMAS
NORMATIVOS
Insistiendo en las pautas generales de que la perspectiva
de sistemas normativos indígenas como una totalidad, se
leerá
cierta
literatura
que
permite
un
enfoque
interdisciplinar dado en la teoría. Dicho sea de paso,
entre
otras
situaciones,
estudios,
propuestas
e
intelectuales han sido parte, contrapunto e insumo de la
generación en vivo de las teorías del derecho apuntaladas
por el movimiento indígena ecuatoriano.
En el Ecuador se da también la formulación de la norma
constitucional
que
Assies
e
Irigoyen
observan
en
las
reformas constitucionales inscritas en el pasado decenio en
América Latina.
Las
demandas
indígenas,
las
emergentes
normas
internacionales
y
el
nuevo
constitucionalismo
pluralista,
van
más
allá
de
una
extensión
y
consolidación de los derechos civiles, políticos y
sociales convencionales. Implican un reconocimiento de
derechos colectivos o de grupo así como derechos
territoriales. Esto sugiere que el emergente modelo
multicultural regional” quizá adquiera los fuertes
rasgos de la consociación directa; es decir, del
reconocimiento explícito por parte del Estado del
derecho de los pueblos indígenas al autogobierno, en
un determinado territorio y en un grado especificado,
de acuerdo con sus propias costumbres políticas y
jurídicas. Al reconocimiento formal de los derecho s
14
Por supuesto no voluntaria, ni es la perspectiva propuesta en modo alguno moralizante.
del os pueblos indígenas, según lo expresa Roger
Plant, representa el desafío de lograr un equilibrio
entre, por una parte, la participación indígena en el
Estado y sus instituciones y, por la otra, el respeto
para la autonomía de las instituciones indígenas.
(ASSIES, VAN DER HAAR Y HOEKEMA: 1999)
La construcción de una juridicidad plural en el maraco
de un nuevo Estado pluricultural, exige el diálogo
intercultural y el respeto de la diferencia. Dada la
situación de marginación histórica de los pueblos y
comunidades indígenas, deben realizarse esfuerzos muy
grandes para promover la participación de los mismos,
a fin de que no sean meros receptores de normas
impuestas desde afuera. Una condición para el
desarrollo pleno de los pueblos indígenas y el
ejercicio del derecho a la diferencia cultural, es el
ejercicio simultáneo de derechos económico-políticos
en igualdad de condiciones al resto de los ciudadanos.
Este, especialmente, es un gran reto de carácter
político-económico pues puede ser muy fácil la
concesión de derechos culturales que sin base
económico-política hace inviable el pleno desarrollo
de los pueblos indígenas, e ilegítimo el Estado que
los represente. Derechos culturales sin derechos
socioeconómicos y políticos pueden convertir la
diferencia
cultural
en
simple
desigualdad
socioeconómica. (IRIGOYEN: 1999)
El artículo 191 de la Constitución Ecuatoriana, con una
redacción muy similar a la mexicana y colombiana, reconoce
la pluralidad jurídica, bajo la limitación de la Ley, los
derechos humanos y lo que se considera el fuero indígena.
Es decir partiendo de la pluralidad jurídica, y sin embargo
de
ella,
la
subordina
a
las
normas
positivas
de
los
estados, al segmento poblacional étnico y al respeto de los
derechos humanos. Este último borde jurídico, aparentemente
natural, sin embargo, coincide con una perspectiva de las
formas de administración de justicia indígena como formas
“inhumanas”
de
recuperación
del
orden
(Vega:
2002,
en
Salgado: 2002)
Una última nota con relación a una comprensión, superada en
los estudios analizados con posterioridad, y que con una
fuerte carga moralizante, preconceptua las conveniencias de
la administración de justicia indígena:
Los indígenas recurren a sus costumbres jurídicas – a
su derecho consuetudinario – como una táctica para
sustraer del impacto del régimen jurídico nacional,
algunos asuntos que consideran de su competencia
exclusiva o que quedan mejor protegidos al margen de
tal régimen. Arreglos familiares endogámicos, formas
particulares de heredara, disposición de los recursos
por debajo o al margen de los mínimos permitidos por
legislaciones agrarias, concertaciones de prestación
ocasional de mano de obra y arreglo de disputas
originadas en este tipo de relaciones, son –
deliberadamente o no – “ocultadas” de la ley y puestas
bajo la tutela de las costumbres locales, aún en
aquellos casos en que éstas impliquen mayores
restricciones, pero siempre que doten de suficiente
legitimidad.
Otro uso importante y creciente de las costumbres
jurídicas indígenas se puede apreciar en los procesos
jurisdiccionales y administrativos, cuando ellas son
exhibidas como
argumentos adlitem para reforzar sus
reclamos, deducir excepciones o influir sobre el
criterio del juez. En el campo del derecho procesal
penal la costumbre es presentada frecuentemente como
atenuante – o agravante si es el caso – de delitos que
involucran a indígenas, junto con otros argumentos
como la particularidad lingüística, la falta de
información, etc. Un uso parecido de las costumbres
jurídicas se aprecia en los procesos de conciliación
ante autoridades informales o de ínfima instancia.
(ITURRALDE: 1993)
De otra parte, y como una perspectiva romanticista de los
derechos indígenas, el concepto expuesto por Beltrán:
Podemos intentar un sencillo resumen y manifestar: Que
el Sistema Legal Indígena se adapta a los diferentes
lugares y tiempos, de acuerdo a los modos de vida y a
la realidad de cada Pueblo o Nacionalidad Indígena.
(BELTRÁN: 2001) DESPUÉS DE QUE DICE Y CARACTERIZA COMO
MILENARIA, COLECTIVA, PERMANENTE PERFECTIBILIDAD, AGIL
OPORTUNA Y DINAMICA Y JUSTA.
SEGUNDA PARTE: SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS PARA
LOS RECURSOS HÍDRICOS
5. Elaboración
y
sistematización
de
los
sistemas
indígenas / consuetudinarios para la gestión de los
RR.HH.: reglas, derechos y procedimientos:
En esta segunda parte se intentará realizar una síntesis de
la profunda literatura que existe referida a los derechos
al agua en las comunidades campesinas – indígenas en el
Ecuador.
Los
referentes
que
Walir
propone
para
esta
parte
del
estudio son los siguientes:
'
'
'
'
'
'
modos y mecanismos de adjudicación de derechos de agua,
condiciones / criterios para la transferencia de
derechos,
los contenidos de los derechos de agua, permisos,
obligaciones, sanciones, etc.
prioridades de adjudicación
reglas y procedimientos informales específicos
relacionamiento con territorio o comunidad
Estos
acápites
han
sido
tratados
con
detalle
y
tras
procesos de investigación teórica y de campo realizados a
profundidad.
Me
refiero fundamentalmente a los
estudios
realizados en Urcuqui por Thierry Ruf, Frédéric Apollin,
Pablo
Núñez;
Chimborazo,
canales
de
investigados
riego
por
en
la
Rutgerd
provincia
Boelens,
de
Gloria
Dávila, Bernita Doornbos, Homero Castanier, Fernando Terán,
Aline
Arroyo,
en
comunidades
salasacas
el
rico
estudio
histórico – antropológico de Ursula Poeschel – Renz.
En
primer
lugar
se
buscará
sintetizar
la
perspectiva
general que sobre la noción Sistema Normativo Indígena y/o
campesino han realizado los autores, con relación a su
constitución para el manejo de los recursos
hídricos. Cabe
mencionar que de manera extensa todos se inscriben en el
acceso al agua de riego y consumo humano fundamentalmente,
estando
la
puntuales,
mayoría
que
inscritos
vienen
a
ser
en
una
sistemas
suerte
de
de
riego
ámbito
jurisdiccional.
6. SISTEMAS NORMATIVOS INDÍGENAS DE AGUA
Los sistemas normativos indígenas remiten a una compleja
relación histórica, en la cual se han ido dando formas de
resistencia, continuidad de la comunidad, permanencia de
ciertas
tradiciones,
reposición
de
costumbres
por
los
cambios externos, utilización de las normas legales del
estado. Frente a esto, dichos sistemas normativos deben ser
entendidos fundamentalmente como entidades en construcción,
formas dinámicas de regular las necesidades. En esta línea,
Boelens
destaca
la
amalgama
de
normas
que
“sirven”
el
manejo del agua en las comunidades campesinas:
“Las llamadas reglas de comportamiento tradicional o
consuetudinario están, y probablemente siempre han
estado, mezcladas con normas provenientes de otras
fuentes de poder y autoridad. Pueden ser generadas fuera
de las comunidades locales, en fuentes tales como las
agencias del estado, enseñanzas religiosas, etc. Lo
mismo sucede con las instituciones involucradas con el
manejo del agua. Algunas están basadas en las posiciones
y consejos de liderazgo tradicional, mientras que otras,
como muchas de las Asociaciones de Usuarios del Agua”,
son instituciones de desarrollo reciente en las cuales
se amalgama la regulación administrativa del estado (y/o
las influencias de las ONGs en el manejo de agua) con
ideas más tradicionales sobre los poderes y procesos de
toma de decisión. Tales reglas e instituciones se ha
hecho conocer como neotradicionales, “leyes híbridas”
(Holleman 1978), “leyes combinadas” (Fitzpatrick 1983) o
“leyes compuestas” (F. Von Benda – Beckmann 1983).
Además, la ley estatal usualmente se vuelve parte de los
elementos legales usados en las comunidades rurales.
Boelens 1998, 1)
No debe, empero, confundir esta combinación de normas, que
a la larga responde a una relación interétnica, traducido
al plano jurídico. Los marcos o sistemas normativos, según
el mismo autor, deben tener al menos:
a)
b)
Que tales derechos puedan ser considerados como un
desarrollo histórico a nivel local, libres de
interferencia de instituciones externas como las
agencias administradoras de los estados coloniales o
independientes; y
Que esté sustentada por la práctica real.
Una forma gráfica de la complejidad que asumen los diversos
sistemas normativos para el caso del agua se refiere a la
distribución de la misma, y, de hecho, bajo el parámetro
del autor, a la construcción epistémica de “equidad” para
las comunidades. En los diversos trabajos de investigación
Boelens, recupera esta categoría como circunscrita a las
realidades locales, la disponibilidad del recurso y como un
aporte fundamental en esta pauta originaria de los derechos
al agua: El trabajo y el cumplimiento de los miembros de
las comunidades del conjunto normativo que rige una acción
colectiva, que es fruto de las necesidades de subsistencia,
relacionamiento
social
y
que
incluye
un
complejo
de
relaciones de poder e incluso iniquidad.
Cuando se habla de la temática de la “distribución de
aguas” en el riego campesino, se separa de manera
teórica y conceptual el aspecto físico-social –agua de
riego – de su contexto real en el cual esta separación
generalmente no es posible. En el riego campesino, la
distribución de aguas no sólo se refiere a la
distribución de un cierto volumen y tiempo de agua entre
varios
regantes,
terrenos
o
canales:
las
reglas
prácticas que acompañan la distribución de aguas en
sistemas campesinos se ubican integralmente dentro de
sistemas normativos y productivos más amplios con
historias y lógicas propias. Esto hace, por ejemplo, que
generalmente sea difícil o imposible reemplazar una
cierta forma de distribución existente, por otra nueva,
“técnicamente más racional y eficiente”, sin causar
muchos cambios en otros ámbitos del sistema de riego.
Así, por ejemplo, aparte de reflejar las circunstancias
agro climatológicas y geofísicas de la zona, las reglas
de distribución de aguas guardan una estrecha relación
con las relaciones sociales y la distribución de otros
recursos y beneficios en las comunidades campesinas.
Bajo la formulación genérica de “lo andino”, los sistemas
normativos en estrecha relación con la identidad indígena
subsistente en la historia de los países andinos, sin el
abordaje romanticista, muy vinculado a la utopía de retorno
a
lo
puramente
común
para
la
indígena;
mantiene
regulación
de
los
algunos
derechos
elementos
indígenas
en
y
campesinos al agua. En este tenor: la participación de los
miembros de la comuna, la búsqueda de equidad, el control
sobre un recurso frecuentemente escaso. Estos podrían ser
aspectos
constitutivos
consustancial
con
del
la
principio
búsqueda
de
de
equidad,
normas
para
la
distribución del agua.
De otra parte, los derechos de agua a más de contar con un
origen en la vinculación del sujeto a una comunidad y sus
normas, es un derecho que debe mantenerse (Boelens 1998)
mediante
la
realización
de
las
diversas
obligaciones,
tareas, multas e incluso sanciones. Es decir, las normas
que regulan el uso y distribución del agua, inclusive son
constitutivas
permanentemente
del
contrato
social
subyacente en las relaciones comunitarias.
De
esta
indígenas
manera
en
observamos
el
origen
que
los
de
los
estudios
marcos
normativos
referidos
a
ello
encuentran siempre:
•
Un conjunto de regulaciones relativa a las formas de
adquirir el derecho para acceder al agua. Coinciden
además
en
una
noción
que
incluiría
la
vertiente
étnica. Con esto quiero decir que se encuentra una
noción de historia y comunidad en torno a los derechos
que siguen uniendo a los comuneros indígenas. Cabe
señalar que dicha historia no es, ni la rescatan de
esa manera los estudiosos, una fabulación heroica o un
pasado
perfecto,
relaciones
sino
complejas,
un
entramado
que
incluyen
de
poder
conflictos
y
de
diversos tipos y motivaciones. En este sentido el caso
de Urcuqui, p.e., la acequia Grande de Cacique genera
hasta hoy derechos que se originan en la historia
prehispánica (Apollin, Núñez y Ruf; En Boelens 1998).
La
causa
del
derecho
está
dada
en
un
sistema
de
autoridades, reconocimiento bastante probable tras la
conquista
de
derechos
antiguos
sobre
el
agua.
Parecería que no guarda precisamente este ejemplo un
parecido con las formas de adquisición del derecho del
agua, sin embargo, de esta lectura desprendo que es
pauta común un origen histórico que alude al origen.
•
En las diversas maneras de distribución del agua prima
el objetivo de dar consecución a formas, en muchos
casos locales, dadas por esos sujetos comunitarios de
la equidad. Para el caso es de mucho interés los casos
de Licto (Boelens: 1996, 1998, 2001), Urcuqui, pues
teniendo diferencias sustanciales, pues en el uno se
da un proceso de acompañamiento al proceso de riego,
mientras que en Urcuqui de un proceso que confronta
innumerables conflictos internos y varias formas de
iniquidad, se desprende que siempre esta como objetivo
de la autorregulación para la distribución o para el
reclamo
en
el
conflicto
el
tema
de
conseguir
la
equidad. Las formas de entenderla son diferentes. Se
han resaltado varias clasificaciones: entre las que se
destaca el área a regarse, las necesidades de los
comuneros –sean éstas reales o devengan de su rango,
antigüedad o peso político.
•
El
sentido
comunitario de
necesidad recíproca
para
sostener la unidad hidráulica, del que se desprenden
regulaciones
entre
los
sociales
de
control
comuneros,
marcadas
en
por
social,
un
diálogo
contexto
elementos
permanente
de
de
relaciones
identidades
étnicas.
7. PRIORIDADES DE ADJUDICACIÓN / REGLAS Y PROCEDIMIENTOS
INTERNOS:
En este campo las investigaciones coinciden en que dados
los
niveles
de
exclusión
de
los
pueblos
indígenas,
el
énfasis y en muchos casos la razón de lucha (Poeschel-Renz
2001) es por el agua de consumo humano y de riego para sus
cultivos. Prefigura así un principio que en la Ley de Aguas
vigente se consignan, que se convalida en la propuesta de
la CONAIE15.
En lo relativo a reglas sobre procedimientos específicos,
Boelens, Poeschel-Renz, Apollin-Nuñez y Ruf, coinciden en
que es visible la regulación mediante multas, control sobre
el
cumplimiento
de
las
obligaciones
de
los
comuneros,
presión e inclusive sanciones como el corte de agua cuando
se da alguna infracción fuerte contra lo que se considera
justo
y
equitativo
en
el
sistema
hidráulico
y
su
consecuente marco normativo. En este sentido se volvió a
encontrar pertinencia a lo expresado y citado arriba por
Iturralde,
“gestores
por
de
tanto
esa
desarrollo”
perspectiva
la
legitimo
injerencia
para
a
muchos
evitar
las
injusticias intrínsecas en esas normas. Por ejemplo una
gran parte del modelo modernizador y de desarrollo que
intento
hasta
avanzados
los
ochenta
individualizar
y
campesinizar a los indígenas. (Santana 1983).
15
Cabe recordar que a dicha propuesta siendo conocida y de hecho
trabajada por la CONAIE, se sumaron el conjunto de organizaciones
indígenas y campesinas, con especial énfasis la organización de
campesinos/as confederados en la Confeunassc.
8. PERSPECTIVA DE SI: LOS MARCOS NORMATIVOS INDÍGENAS
La
caracterización
indígena
que
ecuatoriano
diversos
hacen
sobre
actores
los
del
movimiento
marcos
normativos
referidos al agua, es diversa y remite también a la lectura
de la ambigüedad en sus formas de lucha (Andolina 2000).
Para Nina Pacari Vega la Concepción y régimen comunitario
sobre aguas:
En el mundo indígena, el agua, al igual que la piedra,
la montaña, el árbol, etc. Es concebida como un ser vivo
que siente, dialoga, vigila, protege. Es un “igual a
nosotros” (los humanos). Esta concepción se fundamenta
en la relación armónica que se establece entre ser
humano y naturaleza. Una relación de no dominación,
poruq los hombres no son los únicos seres que tienen
alma... esta expresión viva, de la concepción andina que
merodea en la cotidianidad del mundo indígena, es el
indicativo de la necesidad de establecer una relación de
diálogo, de respeto a la naturaleza, de confianza y
reciprocidad para poder comprendernos y aprender a vivir
juntos... (Vega 1998, en Boelens y Dávila 1998)
La misma autora tras esta concepción muy relacionada a la
perspectiva “cosmovisionista” e inclusive animista, procede
a partiendo de que el agua es parte de un todo indiciar su
concepto de equidad en lo que ella llamo en coincidencia
con los demás autores: régimen comunitario sobre aguas.
En primer lugar se destaca la equidad que no es otra
cosa que el goce igualitario y justo del agua entre
todos los regantes. En el caso de existir suficiente
agua, la distribución la realizan en función de la
superficie a regarse. Es decir a mayor cantidad de
tierra, le corresponde mayor volumen de agua. Cuando hay
escasez en cambio, los comuneros acceden a un mismo
volumen determinado en sus asambleas. (Vega 1998)
Caracteriza también al régimen comunitario sobre las aguas
como flexible en el uso y reparto, respondiendo más bien a
lo que denomina dinámica social. Finalmente, plantea, del
mismo
modo
participación
que
otros
comunitaria
autores
la
vigencia
organizada,
existencia de normas que las regulan.
así
de
una
como
la
En la propuesta de Ley de Aguas realizada por la CONAIE, se
define al manejo comunitario como:
Art. 108: Manejo comunitario: corresponde a las
comunidades indígenas, campesinas y afroecuatorianas y
a las Juntas de Usuarios el manejo sostenible de los
recursos hídricos concedidos. Al interior de las
comunidades indígenas, campesinas y afroecuatorianas
la distribución y el manejo de las aguas se realizará
de acuerdo a sus normas y costumbres.(CONAIE 1996)
De esta manera la propuesta indígena radica en los procesos
locales el origen de los marcos normativos que deberían
regular el manejo del agua. Cada comunidad, cabe señalar
indígena, campesina o negra, tendrá su propio “código” o
marco normativo que incluye normas para la distribución,
origen,
transferencia,
mantenimiento
del
derecho,
las
regulaciones que la organización o comunidad aplicarán en
los casos en que se requiera conocer cualquier infracción o
anomalía:
Art. 120: Cuando las controversias son entre indígenas
o
entre
comunidades
indígenas,
campesinas
y/o
afroecuatorianas se tomará en cuenta las normas,
costumbres y situación social de los involucrados.
Como
otras
partes
del
articulado
aquí
los
indígenas
promueven lo que obtendrán parcialmente en la Constitución
de 1998 que es la administración de justicia indígena como
una
forma
Además
de
reconocimiento
constituye
un
aspecto
de
la
pluralidad
interesante
que
jurídica.
con
esta
configuración dicha categoría sea una primicia en la Ley de
Aguas de la CONAIE.
De otra parte, en la misma propuesta y con relación a las
prioridades
indígena
o
prelación
ecuatoriano,
de
varios
adjudicación,
de
los
en
autores
el
mundo
observaron
intrínsecamente una valoración que jerarquizaría el acceso,
en el centro esta la vida de la comunidad, la persona, las
actividades agrarias como principales. En la Ley de Aguas
de la CONAIE existe un tratamiento específico:
Art. 27: El Estado garantizará a las personas
naturales,
jurídicas,
comunidades
indígenas,
campesinas, organizaciones de hecho, agrupaciones que
constituyan unidades en el uso, el uso de las aguas
con la limitación necesaria para su eficiente
aprovechamiento a favor del consumo humano y de la
producción.
Art. 29: tienen derecho al acceso comunitario los
pueblos indígenas, las comunidades campesinas y
afroecuatorianas;
fundamentadas
en
el
Derecho
Tradicional, Ancestral e Histórico y según el uso y
costumbres imperantes en cada región. El acceso
comunitario tendrá prioridad.
Art. 30: el uso y aprovechamiento de aguas están
supeditados a la existencia y disponibilidad del
recurso, a las necesidades reales para los fines a los
que se destine tomando en cuenta los intereses
sociales, comunitarios y de desarrollo sostenible.
En ningún momento se concederá un caudal más allá de
lo necesario. (sic)
Art. 31: Prelación en el uso y aprovechamiento de las
aguas: El orden de preferencia que se seguirá para
otorgar la concesión de los derechos de uso y
aprovechamiento de las aguas será:
a) Para
el
consumo
humano
y
uso
doméstico.
b) Para
la
producción
agrícola
de
productos para el consumo interno, y
en ganadería de subsistencia campesina
y/o indígena.
c) Para
la
agricultura,
ganadería,
piscicultura
y
otras
afines
de
carácter industrial.
d) Para las actividades industriales,
energéticas y mineras,
e) Para otros usos.
Art.
32:
Cuando
las
aguas
disponibles
sean
insuficientes para satisfacer múltiples requerimientos
se dará preferencia en su orden, considerando el
interés social y económico del país.
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