Psicología transpersonal

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LA PSICOLOGIA TRANSPERSONAL
La psicologÃ−a transpersonal podemos encuadrarla como una disciplina nueva dentro de la psicologÃ−a.
Dicho término fue acuñado por Abraham Maslow y Stanislv Grof.
A mediados de los años setenta la psicologÃ−a estaba dominada por dos grandes corrientes la psicologÃ−a
dinámica, en que sobresale el psicoanálisis, fundado por Freud y la psicologÃ−a conductista fundada por
Watson.
Esta última procura estudiar y tratar esencialmente la conducta del hombre como miembro del reino animal,
su forma de reaccionar frente al ambiente y circunstancias envolventes.
Y es por estos años, los setenta, cuando surgen personajes como Abraham Maslow. Carl Roger, Erich
Fromm, Viktor Frankl y otros muchos que piensan que el hombre es más que el resultado de estas dos
grandes corrientes psicológicas.
Siendo Maslow, principalmente, el que consideró necesario crear una tercera influencia psicológica, a la
que denominó psicologÃ−a humanista, y que sin perder las lÃ−neas freudianas y conductistas consideraba
conceptos necesarios para la autorrealización del hombre, la salud psicológica y los valores del ser.
Esto dio paso a que se considerara necesaria una cuarta corriente, a la que denominó, psicologÃ−a
transpersonal Que quiere decir más allá del ego, transubjetiva. Capaz de abarcar los aspectos espirituales,
transcendentales y mÃ−sticos.
Esta nueva palabra, incluida en el vocabulario de la fenomenologÃ−a paranormal, es prácticamente
desconocida al igual que su significado.
La ignorancia que acompaña realmente al Psicoanálisis y a todos los sistemas terapéuticos que han
evolucionado a partir de ella; la tergiversación de conceptos freudianos y sobre todo jungianos, para
utilizarse como sistema de fundamento de unas teorÃ−as que rozan, a veces, el más absoluto ridÃ−culo,
llegan en este caso de la PSICOLOGà A TRANSPERSONAL, a extremos máximos, asÃ− ocurre con la
Nueva Era, como una mezcla de filosofÃ−a hinduista o de revolución satanista a perseguir por movimientos
religiosos catolicistas.
Stanislav Grof, con un currÃ−culo formado como investigador psiquiátrico en Praga y Marylan, que ha
ocupado la cátedra de psiquiatrÃ−a de la Universidad John Hopkins y que en la actualidad es académico
residente en el Instituto Egalen, nos presenta la realidad de la PsicologÃ−a Transpersonal, o en realidad el
estudio, desde la psicologÃ−a analÃ−tica, de esos estados alterados o extraordinarios de la conciencia, que
puede ir desde el producido por la ingesta de drogas a los estados mÃ−sticos.
Durante treinta años, investigó los estados anormales de la conciencia, con drogas u otros sistemas
farmacológicos, comparando sus resultados con otros grupos de investigadores como antropólogos que
realizaron estudios de campo en culturas aborÃ−genes, investigando prácticas chamánicas, ritos de
transición y ceremonias de curación, tanatólogos en sus exploraciones de la muerte y de experiencias
cercanas a la misma terapeutas que utilizan diversas técnicas experimentales de laboratorio, como
técnicas de aislamiento o saturación sensorial técnicas de biofeedback, sonido holofónico, y otras
tecnologÃ−as del sonido; psiquiatras que trabajan con pacientes en estados no ordinarios de conciencia;
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parapsicólogos que investigaban sobre percepción extrasensorial y fÃ−sicos interesados en la naturaleza del
espacio y del tiempo, asÃ− como en la necesidad de la fÃ−sica cuántica, para comprender la relación entre
materia y conciencia.
Estos años de estudio dieron una serie de observaciones y resultados que permitieron a Staislav Groj, a
finales de los años sesenta, a entrar en contacto con un grupo de profesionales, que compartÃ−an criterios
semejantes : Abraham Maslow, Anthont Sutich y James Fadiman, que habÃ−an ya iniciado un estudio de la
conciencia incluyendo las dimensiones espirituales de la psique. Juntos formaron la llamada Asociación de
PsicologÃ−a Transpersonal ( A.P.T. ), publicando el Journal of Transpersonal Psychology.
Con el tiempo quedó claro que la orientación y perspectiva transpersonales superaba los planteamientos de
la psiquiatrÃ−a, la psicologÃ−a y la psicoterapia, entrando en relación con conceptos como la fÃ−sica
cuántica, la investigación cerebral, la parapsicologÃ−a, la holografÃ−a y el pensamiento holon6 mico,
incluso entrando dentro de la biologÃ−a, embriologÃ−a, genética y el estudio del comportamiento.
Desde este nuevo punto de vista, se revisan conceptos como el nacimiento y la muerte, las experiencias
transpersonales la conciencia e incluso la misma religión y los criterios de la salud mental.
También tenemos que decir que la psicologÃ−a transpersonal tuvo una figura que se adelantó a su
época, se trata de Carl Gustav Jung, quién aportó importantes aspectos psicológicos, de los que
resumirá siete:
1ª) La energÃ−a psÃ−quica, Jung no se circunscribe a la libido propia de las teorÃ−as freudianas, de las
cuales disiente. Ha blando de una energÃ−a psÃ−quica válida para incluirla en la PsicologÃ−a
Transpersonal.
2ª) El inconsciente colectivo, Jung conecta el inconsciente personal al inconsciente colectivo, o sea, al
inconsciente de toda la humanidad. Y es este inconsciente colectivo de Jung el que tiene cabida en la
PsicologÃ−a Transpersonal.
3ª)) Los arquetipos, los arquetipos son los contenidos del inconsciente colectivo, y por ende tienen cabida al
igual que el inconsciente colectivo en la PsicologÃ−a Transpersonal.
4ª)) La sincronizidad, Jung con su sincronizidad admitÃ−a un más allá de las leyes de causa y efecto,
asÃ− como la simultaneidad de los acontecimientos que suceden en un mismo tiempo.
5ª)) El concepto de individualización, la individualización es un concepto de autorrealización, de
desarrollo personal, pero incluye el inconsciente colectivo y los arquetipos.
6ª)) Considerar a la religión como factor importante en la psicologÃ−a.
7ª)) La espiritualidad debe tenerse en cuenta como pare integrante de la mente humana. Pues la cual encaja
en los actos intrapersonales.
Estas aportaciones junto con las aportaciones de Abrahán Maslow, de las que destacamos: El concepto de
salud psicológica en la que Maslow describe y estudia las caracterÃ−sticas de las personas sanas
psicológicamente ( felices y autorrealizadas ) y la jerarquización de las necesidades, existiendo para él
tres tipos de necesidades: elementales, superiores y meta necesidades o valores positivos.
En los elementales encuadra: la salud, sexo, trabajo, protección (frÃ−o, calor, etc.) y satisgfacci6n (comer,
beber etc.).
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En los superiores encuadra: el amor, autoestima, autonomÃ−a, alabanzas, recompensas y necesidad de
pertenencia el grupo.
En las metanecesidades o valores positivos encuadré el altruismo, bondad, amor, honestidad, valentÃ−a,
serenidad y conceptos como, bueno, justo, verdadero, bello
Otro aspecto interesante de Maslow es su aportación respecto a las experiencias cumbre, que para él son
los momentos en los que se uno siente satisfecho plenamente. Es el momento en que el hombre experimenta
una autorrealización cumbre. Es el haber conseguido y unificado lo que se piensa, dice y hace al mismo
tiempo.
Actualmente Ken Wilber es considerado el principal teórico de este movimiento revolucionario, a nivel de
psicologÃ−a, que nació como hemos dicho con Stanilaws Grof y Abraham Maslow llamado psicologÃ−a
transpersonal.
Ken Wilber se graduó en la University de Duke y posterior mente en la Universidad de Nebraska, en
Lincoln, donde completó sus estudios de bioquÃ−mica. Su libro El aspecto de la con ciencia fue su primera
obra importante, escrita antes de la presentación de su tesis doctoral. En 1972 se introdujo en el estudio de
las técnicas Zen y desde entonces se ha producido una determinación para el estudio de la conciencia,
dentro de estos estados especiales cercanos a los procesos mÃ−sticos. Obras como Conciencia sin fronteras;
El Proyecto Atman “; Up fron eden“; “Eye to Eye”; “Un Dios saciable” y otras obras de psicologÃ−a,
filosofÃ−a y religión han sido el precedente sobre la investigación de las modificaciones de la consciencia,
que en el momento actual forman el germen de un huevo libro “System, Self and Structure, And Outline of
Transpersonal Psychology” que revisará los conceptos tradicionales de la psicologÃ−a tradicional —
condicionamiento, aprendizaje, dinámica, estructura, desarrollo, motivación, patologÃ−a, diagnóstico,
terapia, . . . -— desde el punto de vista de las nuevas concepciones de la lÃ−nea de investigación
transpersonal.
En su obra “El aspecto de la conciencia” obra iniciadora de la carrera literaria de. Ken Wilber, como ya he
comentado, busca una interrelación entre el hinduismo, el cristianismo, el budismo, la Terapia Gestalt, el
psicoanálisis y la psicosÃ−ntesis como elementos que se encuentran dentro de la misma zona del espectro de
la consciencia...
En una época donde el estudio del elemento espiritual o consciente de la persona se queda reducida a una
serie de pruebas de laberintos con ratas de laboratorio, el concepto tan tratado por los sabios de todos los
tiempos y épocas, y que tan bien resume Frithjof Schoun: No hay ciencia del alma sin bases metafÃ−sicas,
ni remedios espirituales a su disposición `, se ha producido una completa paralización del hombre, a nivel
espiritual, por haberse olvidado lo de abajo y haberse negado lo de arriba , encontrado al hombre sumido en
una conformidad sobre su natura unidimensional. Siendo difÃ−cil extrapolar los conceptos de la conciencia
de una rata en una situación semejante.
El espectro de la conciencia se ha convertido en un clásico que refuta la filosofÃ−a del materialismo,
buscando una sÃ−ntesis entre la religión, la fÃ−sica y la psicologÃ−a que permiten La mostrar la
conciliaci6n en un solo cuerpo, da las dos grandes tradiciones de Oriente y Occidente en la dualidad de la
Naturaleza.
Hasta ahora todo lo que hemos dicho de la PsicologÃ−a Transpersonal, y si lo pensamos detenidamente y
comparamos con los conceptos que las diferentes culturas tienen de la otra vida, muestran un paralelismo
sorprendente; sus imágenes del Cielo, el ParaÃ−so, el Infierno y el Purgatorio y del viaje póstumo del alma
podrÃ−a considerarse arquetÃ−picas y provenientes no de un contexto cultural determinado, sino de un
proceso de muerte y renacimiento contenido en la naturaleza humana. Stanislav, del que ya hemos hablado y
consideramos pieza fundamental e importantÃ−sima en el desarrollo de la psicologÃ−a transpersonal, junto a
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Christina Grot han recopilado información de muchas religiones y culturas la cristiana, la judÃ−a, la
musulmana, la de la Grecia antigua, la persa, la egipcia, la india, la tibetana, la precolombina y varias
sociedades sin escritura. Muestran semejanzas reveladoras con los informes de aquellos que han sobrevivido a
la muerte clÃ−nica y de las experiencias de “muerte y renacimiento” de algunos pacientes esquizofrénicos
y de personas que se han sometido a pruebas psicodélicas bajo control utilizadas y estudiadas en la
psiquiatrÃ−a experimental.
Las descripciones tradicionales de la otra vida pueden servir como guÃ−as para ayudar al difunto, mientras
que el enfrentamiento a la muerte durante la vida puede llevar no so lo a la pérdida del miedo a la muerte,
sino, además, a un modo de vida más satisfactorio, una sabidurÃ−a antigua que la psique moderna está
descubriendo ahora.
Pero personalmente me gustarÃ−a profundizar más en lo transpersonal, en el más allá, para ello
comenzará diciendo que la creencia en una vida posterior forma parte de nuestra tradición religiosa. Y que
las concepciones de la otra vida abarcan una gama muy amplia, desde secuencias de estados muy abstractos
hasta imágenes de otro mundo que se asemeja a la vida en la tierra. Pero en todas estas creencias se toma la
muerte como una transición o transfiguración y no como la aniquilación total del individuo.
Las mitologÃ−as escatológicas no sólo aportan descripciones detalladas de los estados de la mente o
moradas de los fallecidos en la otra vida, tales como el cielo, el paraÃ−so o el infierno, sino que, además,
presentan cartografÃ−as precisas que conducen a los muertos a través de cambios secuénciales que
tienen lugar durante el crÃ−tico periodo de transición.
Estos sistemas de creencias tienen el poder de mitigar el miedo a la muerte y, en sus formas extremas, pueden
incluso invertir los valores signados a los vivos y a los muertos
Algunas veces, la muerte se estima como un escalón dentro de la jerarquÃ−a cosmológica o espiritual; un
ascenso en el mundo de los antepasados venerados, los espÃ−ritus poderosos o semidioses, o una transición
desde la complicada vida terrenal , cargada de sufrimientos y problemas, hacia una existencia feliz en la
región solar o el reino de los dioses
Es más frecuente descubrir que el concepto de la otra vida implica dicotomÃ−as y polaridades; hay infiernos
y purga torios, asÃ− como reinos celestes y estados paradisÃ−acos. El viaje póstumo o de la muerte
mediante el cual el alma transita es complicado y arduo. Por este motivo es esencial estar bien preparado
cuando llegue la muerte. Como mÃ−nimo es necesario adquirir un conocimiento de la cartografÃ−a y las
leyes de la existencia en la otra vida.
En el pasado, la ciencia occidental rechazó la idea de la existencia de otra vida alegando que estaba basada
en la ilusión y la superstición.
Esta afirmación no era el resultado del estudio serio del tema, lo que, por otra parte, es el método
caracterÃ−stico de la investigación cientÃ−fica.
En realidad ocurrÃ−a todo lo contrario, hasta hace poco tiempo, la medicina, la psiquiatrÃ−a y la
psicologÃ−a descuidaban y evitaban sistemáticamente el tema de la muerte. No se rechazó la posibilidad
de que existiese consciencia después de la muerte por el hecho de que fuese contrario a las observaciones
clÃ−nicas, sino, a priori, porque el concepto era incompatible con las teorÃ−as cientÃ−ficas existentes. Sin
embargo no se deben confundir los paradigmas de la ciencia con la realidad o la verdad, como mucho,
representan modelos válidos que organizan las observaciones existentes.
El primer estudio serio del as experiencias al borde de la muerte lo realizó no un psicólogo o psiquiatra del
siglo XX, sino un geólogo eminente del siglo XIX, Albert HerrÃ−n. Después de una caÃ−da mortal en los
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Alpes, durante la cual tuvo una experiencia mÃ−stica, Heim empezó a interesarse por las experiencias
subjetivas relacionadas con la muerte y con situaciones que representaban una amenaza para la vida. Durante
varias décadas recopilé observaciones e informes de gras numero de personas que habÃ−an sobrevivido
a accidentes serios, soldados heridos en combate, albañiles y techadores que habÃ−an sobrevivido en
siniestros en construcciones, sobre montañas y accidentes ferroviarios, y también gran número de
pescadores que habÃ−an estado a punto de ahogarse. Sin embargo, la parte más importante del estudio de
Heim se basaba en los informes de los escaladores alpinos que habÃ−an sobrevivido a caÃ−das mortales.
Llegando a la conclusión, primero, la actividad mental se intensificó y aceleró. La percepción de los
acontecimientos y la previsión de los que iba a suceder se veÃ−a con una claridad sorprendente. El tiempo se
dilataba enormemente y los individuos actuaron con suma rapidez y examinaron la realidad con exactitud. A
esta fase le seguÃ−a un examen rápido de la vida. Lo que culminaba esta experiencia era una sensación de
paz transcendental, en la que aparecÃ−an imágenes de una belleza sobrenatural y se podÃ−a oÃ−r música
celestial.
Según, Heim, los accidentes que suponen un enfrentamiento repentino con la muerte son mucho m horribles
y crueles para los observadores que para las victimas. En muchos casos, los espectadores han quedado
profundamente impresionados e incapacitados a causa del terror y han estado traumatizados durante mucho
tiempo, mientras que la vÃ−ctima, siempre que no haya resultado grave mente herida, so repone del hecho sin
ansiedad ni dolor.
En 1986, Karlis Osis y sus cooperadores analizaron más de seiscientos cuestionarios proporcionados por
médicos y enfermeras que explicaban las experiencias de pacientes moribundos. Una gran proporción de
entre diez por ciento de los pacientes que estaban conscientes antes de morir tuvo visiones impresionantes.
1gunos de las imágenes que tenÃ−an más o menos relacionadas con los conceptos religiosos tradicionales
y representaban el cielo, el paraÃ−so la Ciudad Eterna; otras eran imágenes seculares de belleza
indescriptible, tales como paisajes preciosos con pájaros exóticos o jardines idÃ−licos. Eran menos
corrientes las imágenes seculares invertidas, o sea, imágenes terrorÃ−ficas de demonios y del infierno, o
sensaciones de miedo tales como la de ser quemados vivos. Osis señaló la similitud de estas experiencias
con las de la mitologÃ−a escatológica y también con el fenómeno psicodélico producido por la
mescalina o el LSD.
En 1971, Russell Noyes, catedrático de PsiquiatrÃ−a de la universidad de Iowa, realizó el estudio de una
gran cantidad de in formes de personas que se habÃ−an enfrentado a la muerte, entre los que se encontraban
las aportaciones de Heim acerca de los escaladores suizos, descripciones de la muerte en la literatura y re—
latos autobiográficos de personas notables con Carl Gustav Jung. Noyes pudo apreciar que en todas estas
experiencias habÃ−a consideraciones coincidentes y observa tres etapas sucesivas. La primera, a la que
denominó resistencia, se caracterizaba por ser aquella en la que se detectaba el peligro, el miedo a la muerte,
la lucha por salvar la vida y, finalmente, se aceptaba la muerte. A ésta le seguÃ−a el análisis de la vida,
durante el que el individuo volvÃ−a a vivir recuerdos importantes o experimentaba una repetición
condensada y panorámica de la trayectoria de su vida. Durante la última etapa se entraba en estados de
consciencia mÃ−sticos, religiosos o “cósmicos”
A continuación pondré un ejemplo de un amigo que puede servir para aclarar el análisis hecho por
Noyes. Se trata del relato que contó una chica acerca de un accidente automovilÃ−stico y su repercusión
personal. El coche se quedó sin frenos en una autopista, derrapando durante algunos segundos por estar
además la carretera mojada de la lluvia, durante este derrapaje golpeó a otros coches para terminar
incrustándose finalmente sobre el lateral de un camión de gran tonelaje.
Durante estos segundos que el coche estuvo derrapando sobre la calzada, la chica tuvo la sensación de que
habÃ−an pasado siglos. Sintiendo pánico en un principio y luego temor a perder la vida, a continuación
sintió la seguridad de que iba a morir en ese accidento. Y curiosarnente fue entonces cuando irónicamente
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tuvo la sensación de paz, tranquilidad y serenidad jamás experimentada en toda su vida. Fue como si
hubiera implotado. Desde el exterior de su cuerpo, desde la periferia da su ser, hacia el centro de sÃ− misma,
a un lugar interno totalmente imperturbable, completamente silencioso y tranquilo. La pareció que el tiempo
habÃ−a desaparecido, mientras veÃ−a secuencias de su vida que se proyectaba ante ella como una pelÃ−cula
en cinemascope, con una facilidad de recordar y visualizar los acontecimientos que nunca habÃ−a tenido.
Cuando creyó estar muerta la pareció toparse con una cortina opaca de material indescriptible, la cual
atravesó, sintiendo que con su muerte no habÃ−a llagado al final, sino que habÃ−a sido simplemente un
transito, encontrándose corno en otra dimensión, en otro tiempo y espacio. “Es como sentirme transportada
a un lejano y envolvente continuo mas allá de lo que anteriormente habÃ−a creÃ−do que era la muerte. Fue
como si le fuerza que me habÃ−a llevado hacia la muerte y la habÃ−a traspasado siguiese conduciéndome
a través de horizontes que se abrÃ−an anta mi”. Siendo en ese momento de este sentimiento cuando el
coche chocó violentamente contra el gran camión, Cuando se detuvo, miré a mÃ− alrededor y me di
cuenta de que, por algún milagro, todavÃ−a estaba viva. Algo asombroso ocurrió entonces. Mientras estaba
sentada entre el laberinto de metal noté que mis lÃ−mites individuales comenzaban a desvanecerse.
Empezando a fundirme con todo lo que me rodeaba los policÃ−as, los del SAMUR y ambulancias, los restos
del coche que iba conduciendo, el camión contra el que habÃ−a chocado, las plantas e hiervas de los setos
cercanos, la tierra húmeda, Pude ver y sentir mis heridas como si de otra persono se tratase, parecÃ−an no
tener nada que ver conmigo, era como ser simplemente parte de una red que se extendÃ−a rápidamente y
que contenÃ−a mucho mas que mi cuerpo. La luz del sol era extraordinariamente brillan te y dorada y el
mundo entero parecÃ−a irradiar un bello resplandor. Me sentÃ−a feliz y exuberante, incluso en medio de la
catas— trote que me rodeaba, y continué en este estado de animo durante varios dÃ−as en el hospital. El
accidento y la experiencia que con llevó transformaron totalmente su visión del mundo y su modo de
comprender la existencia. Y pasó de ser una persona que no habÃ−a mostrado mucho interés por los
temas espirituales, a concebir el mundo y su existencia en él de un modo totalmente distinto.
El moderno interés en todos estos temas acerca de la experiencia subjetiva de la muerte se ha visto
ampliamente incrementa do gracias al libro de Raymond A.Moody Lfe after lite, publicado en 1975. El autor
médico y psicólogo, analizó, 150 casos de experiencias al borde de la muerte y entrevisté
personalmente a otras ciento cincuenta personas, pacientes, que habÃ−an sobrevivido a la muerte clÃ−nica.
Un rasgo común en todos los informes era el hecho de que la totalidad de los individuos se quejaban de que
estos acontecimientos subjetivos fuesen inenarrables y el lenguaje insuficiente para comunicar su naturaleza
(¿paranormal?). Teniendo en cuenta que lo que bien se puede tener hoy por paranormal, mañana con el
avance cientÃ−fico y su conocimiento llegue a ser un hecho totalmente de lo más normalito. Las
experiencias de la muerte comparten todas esas faltas de palabras para poder describirla junto con los estados
mÃ−sticos que se producen. Otro elemento importante era la sensaci6n convincente de abandono del cuerpo.
Describiéndolo muchas personas corno estar arriba, en el techo, o a distancia, oyendo a los médicos y
demás personas que habÃ−a en la sala. Viendo con detalle las diversas actividades que llevaban a cabo las
personas que se ocupaban de curarle. Es según otros, como un estado de coma después de la muerte.
Algunas veces se pudo con firmar la exactitud de lo que contaban gracias a las investigaciones posteriores.
Las experiencias fuera del cuerpo pueden tomar varias formas. Algunas personas se describÃ−an como nubes
amorfas, modelos de energÃ−a o pura consciencia. Otras experimentaban la sensación clara de tener el
cuerpo, pero permeable, invisible e inaudible para todo el mundo. Algunas veces se presentaba el miedo, la
confusión y el deseo de regresar al cuerpo fÃ−sico. En otros casos, los individuos experimentaban
sensaciones estáticas de inexistencia de tiempo y de masa, serenidad y quietud. Muchos aseguraban haber
oÃ−do sonidos peculiares, algunos ruidos realmente desagradables, y otros, melodÃ−as suaves como música
celestial, sobrenatural o majestuosa. Muchas descripciones relataban el paso a través de lugares oscuros y
cerrados, como un Lunel, una cueva, una chimenea, un cilindro, un valle, una cuba o una alcantarilla.
Un gran número de personas afirmaban que so habÃ−an encontrado con otros seres: familiares y amigos
muertos, “espÃ−ritus guardianes o guÃ−as de espÃ−ritus “, siendo comunes la visión de un “Ser de luz” que
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aparecÃ−a la final del túnel como un fuerte resplandor sobrenatural y que mostraba cualidades personales
como eL amor, la cordialidad, la compasión y el sentido del humor. La comunicación con este ser se
llevaba a cabo sin palabras, mediante una transferencia de pensamiento mental, como la telepatÃ−a. Este
encuentro con dicho Ser luminoso o de la luz, conllevaba una experiencia de análisis de la vida, sopesando
los hechos buenos y malos. Corno una valoración divina o autoevaluación.
Un ejemplo serÃ−a el de un hombre que se esta muriendo y, al alcanzar el punto mayor de angustia fÃ−sica,
oye como el medico le declaraba muerto. Comienza a escuchar un sonido desagradable, un timbre o zumbido
muy fuerte, y al mismo tiempo se siente transportado muy rápidamente a través de un túnel oscuro.
Después de esto se encuentra de forma repentina fuera de su cuerpo fÃ−sico, pero aún dentro de su
entorno fÃ−sico, y ve su propio cuerpo a distancia, como si fuera un espectador. Observa el intento de
resurrección desde un lugar privilegiado de ese sitio sintiendo una sensación de agitación emocional Después de un momento so recobra y empieza a acostumbrarse a su extraña condición. Nota que aún
tiene un cuerpo pero de una naturaleza muy distinta y con facultades muy diferentes a las del cuerpo fÃ−sico
que acaba de abandonar. Comienzan entonces a ocurrir otras cosas como la llegada de otras personas a
ayudarle. Reconociendo entre ellas a amigos y familiares ya fallecidos. De entre ellas destace un “Ser de Luz”
que aparece ante él. Este Ser le hace una pregunta de forma telepática o mental, sin hablar, a fin de que
evalué los hechos que ha realizado en la tierra en vida, mostrándole escenas panorámicas e
instantáneas de los mayores acontecimientos de su vida; En algunos momentos se encuentra acercándose a
una especie barrera o frontera, que aparentemente representa el lÃ−mite entre la vida y la muerto, entre la vida
terrenal y la otra vida. Dándose cuenta que tiene que volver a la tierra, la hora de su muerte no ha llegado
todavÃ−a. Se resiste pues se encuentra cómodo con esa vivencia y no quiere regresar. Le envuelve una
intensa sensación de alegrÃ−a, amor y paz. A pesar de su actitud, sin embargo, se reúne con su cuerpo
fÃ−sico y vive.
Mas tarde trata de contárselo a los demás, pero tiene problemas para hacerlo, en primer lugar no encuentra
palabras humanas adecuadas para describir estos episodios sobrenaturales... También descubre que algunos
se burlan, asÃ− que decide no contarlo. Aun asÃ− la experiencia afecta profundamente a su vida,
especialmente su visión de la muerte que ésta tiene con la vid.
Existe un paralelismo chocante entre los estudios de Moody y las descripciones de la literatura escatológica,
especialmente la de los estados Bardos “del libro de los Muertos tibetanos”.
Algunos estudios comparativos de la concepción de la otra vida han revelado grandes similitudes entre
grupos étnicos y religiosos diferentes, incluso aquellos que no habÃ−an tenido ningún contacto
demostrable antes del establecimiento .de sus creencias escatológicas. La repetición de algunos temas es
bastante notable especialmente en lo que se refiere a las dos imágenes opuestas de la vida después de
muerte: la morada de los justos el cielo o el paraÃ−so, y el lugar de los malvados o infierno.
Las caracterÃ−sticas básicas del cielo y el infierno son siempre las mismas: alegrÃ−a y felicidad eternas en
el cielo y torturas sin fin en el infierno, aunque existen mochan variedades que van desde representaciones
concretas, que se asemejan a la vida en la tierra, a imágenes metafÃ−sicas muy abstractas.
Raymon Moody hizo hincapié en la ausencia de elementos mitológicos tales como “el cielo con puertas
do perlas, calles de oro y ángeles alados que tocan el arpa, o el infierno con llamas y demonios con tridentes
que describen los dibujantes”. Sin embargo, en una reciente continuación de su primer libro afirma que está
descubriendo ahora un número cada vez mayor de individuos que durante los encuentros con la muerte
perciben imágenes tÃ−picas y detalladas de paisajes celestiales con ciudades de de la luz, mansiones
palaciegas radiantes, jardines exóticos y rÃ−os magnÃ−ficos. En la parte negativa describÃ−a experiencias
de extensiones astrales con espÃ−ritus perplejos, seres desconcertados y descarnados que no habÃ−an sido
capaces de separarse completamente del mundo fÃ−sico. Por tanto, el problema de la configuración de la
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otra vida en confrontación con la abstracción parece no tanto una cuestión de opiniones o interpretación,
sino un reflejo de tipos o modos diferentes de las experiencias directas del mas allá.
Tanto si se experimentan como algo concreto o como algo abstracto - el cielo y el infierno representan polos
opuestos y, de algún modo, son imágenes simétricas o aspectos complementarios. En las
representaciones artÃ−sticas de estas dos moradas de los muertos, su naturaleza antitética se expresa tanto
en la atmósfera general como en cada detalle especÃ−fico. Los reinos celestiales se caracterizan por su
amplitud, por una sensación de libertad y de luminosidad. Las regiones infernales producen claustrofobia,
son pesadilla, opresivas y oscuras. La misma oposición se encuentra en el paisaje, su arquitectura, sus
habitantes y en las experiencias de los fallecidos enviados. A estos lugares.
El paisaje de los cielos y el paraÃ−so se encuentra caracterÃ−sticamente inundado de luz blanca o dorado
muy brillante y esta lleno de nubes o arco iris luminiscentes. La naturaleza se representa con sus mejores
dones y cualidades: tierra fértil, campos verdes y floridos, bellos oasis y vergeles, jardines exquisitos o
praderas llenas de amapolas, tréboles, margaritas, y demás multitud de florerillas y hiervas del campo.
Los árboles aparecen cargados de frutos suculentos y hojas de color verde brillante. Las carreteras están
pavimentadas con oro, diamantes, rubÃ−es, esmeraldas y otras piedras preciosas. Las fuentes son verdaderos
manantiales de agua de la vida o de la juventud, lagos transparentes y rÃ−os en los que por sus márgenes
corren caudales de leche, miel y aceites esenciales aromatizados, los cuales riegan las huertas existentes en los
campos elÃ−seos. Los seres divinos son de una belleza exquisita: son etéreos, translucidos,
resplandecientes y están rodeados de auras, halos o campos da luz. Mostrándose con los demás en su
relaci6n col ellos benévolos reconfortantes, alentadores protectores. Por el contrario los demonios son
oscuros pesados, con caracterÃ−sticas bestiales y apariencia terrorÃ−fica. Crueles y malvados, representan las
fuerzas da los instintos desatados o incontrolados. Este contraste se hace más claro el los soberanos
supremos del Más Allá, y su más clara imagen es el icono cristiano del Satanás de tres cabezas que
aparece como parodia de la Santa Trinidad.
Ahora se piensa que estos estados experimentales se pueden sufrir o deleitar produciéndolos
voluntariamente en cualquier ser humano bajo efectos psicodélicos (mescalina, LSD, etc.).
Un tema importante y particularmente común en el periplo del alma en la otra vida as el Juicio Divino. Este
so lleva a cabo de diferentes formas, no solo en las tradiciones judaica, cristiana, musulmana, egipcia y
zoroástrica, sino también en paÃ−ses como India. China, Japón, Tibet e incluso en la regiones
mesoamericanas
Dos han sido las culturas que han mostrado particularmente interés por la muerte: los antiguos egipcios y
los tibetanos. Los sacerdotes de estas dos religiones compartÃ−an la creencia en la vida después de la
muerte fÃ−sica.
La mayorÃ−a de los manuales de la muerte medieval coinciden en afirmar que es esencial suministrar al
moribundo la disposición y actitud correctas para afrontar la muerte.
Desde los albores de la Humanidad se ha brindado la oportunidad da experimentar la muerta sin morir
realmente, visitar el reino de los muertos y regresar, o comunicarse con el mundo de los espÃ−ritus desde
muchos marcos distintos. El ejemplo más antiguo se encuentra en el fenómeno del chamanismo. El núcleo
de las pruebas de iniciación de los chamanes siberianos uralalaticos consÃ−stete en un profundo encuentro
con la muerta en forma de aniquilación y renacimiento rituales, Muchos chamanes afirman que durante su
trance de duración de tres a siete dÃ−as tumbados en sus tienda y en un estado cercano al da la muerte.
Viajaban al otro mundo enfrentándose a demonios guardianes y espÃ−ritus ancestrales. Exponiéndose a
dolorosÃ−simos combates y torturas extremas.
Durante todo esta proceso de luchas por la adquisición de sabidurÃ−a el chaman recibÃ−a instrucciones y
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poderes sobrenaturales de manos de esos seres semidivinos con formas humanas, animales o mixtas. Y asÃ−,
al regresar de nuevo a la realidad tras su experiencia, se convertÃ−an en sanadores, videntes, y sacerdotes y
acompañaban a las almas de los difuntos durante sus viajes hacia el otro mundo.
Una categorÃ−a importante de las experiencias transpersonales que tienen que ver con la trascendencia del
tiempo y el espacio, incluye fenómenos de PES (Percepción Extra Sensorial ) , tales como la experiencia de
estar fuera del cuerpo, la telepatÃ−a, predicción, clarividencia y clariaudencia, y viajes por el tiempo y el
espacio.
En un grupo de experiencias tanspersonales la extensión de la consciencia parece ir más lejos del mudo los
fenómenos y del espacio-tiempo, tal y como lo concebimos normalmente. Las experiencias de encuentros
con los espÃ−ritus de personas muertas o seres espirituales sobrehumanos son bastante frecuentes. Los
individuos sometidos a las pruebas con LSD también relatan muchas visiones de formas arquetÃ−picas,
dioses y demonios, asÃ− como de otras imágenes complejas.
Las descripciones tradicionales de la otra vida pueden servirnos de guÃ−a para continuar explorando. Sin
embargo, esta sabidurÃ−a peremne que tiene que ver con la muerte posee otra dimensión inmediata y
verificable: su importancia para la vida.
Y es en esto punto donde personalmente destacarÃ−a a David Christie—Murray ya que actualmente es una
verdadera autoridad en los temas calificados como esotéricos. Ha desarrollado una importante labor
investigadora en el campo de la investigación sobre la reencarnación y el Más Allá, destacando sobre
todo por la objetividad de sus planteamientos, gracias a lo cual puede formular conclusiones tan asombrosas
como acreditadas y serias.
La doctrina de la reencarnación ha formado parte, durante muchos siglos de una gran parte da las distintas
creencias religiosas de todo nuestro planeta. En su obra titulada “Reencarnación” se hace eco y compendio
de la forma en que esta creencia empezó a filtrarse nuevamente en nuestra civilización occidental, hasta el
punto que ahora mismo, una gran cantidad de personas creen realmente en ella, e incluso, es uno de los pilaras
básicos de los movimientos denominados Nueva Era, que tras tremendo auge están adquiriendo en la
mayorÃ−a de los paÃ−ses.
Comenzando con los experimentos de Edgar Cayce, psÃ−quico que diagnosticaba enfermedades y
tratamientos en estado de trance, pero además retrocedÃ− en el tiempo hacia la vida o vidas anteriores de
sus pacientes para explicar, en ocasionas en que ello era necesario, el por qué de sus situaciones actuales,
en aquello casos en que la enfermedad era debida a circunstancias Kármicas, con lo que la desgracia se
transformaba además, en una enseñanza necesaria para la evolución espiritual del paciente en cuestión.
En el periodo que existe entre la muerte fÃ−sica de la persona y su posterior reencarnación algunas almas
eligen (en función de sus necesidades de aprendizaje), las tareas que han de desarrollar. Pero existan
también otras almas que han cometido un exceso de errores y regresa, parce ser que por Ley, a la época y
circunstancias adecuadas para poder superar estos errores y asÃ− poder continuar posteriormente su
evolución.
Existe la tendencia da considerar Karma como castigo. Esto es un completo error. No existe un “castigo” tal
como por costumbre se entiende este concepto, o una “recompensa”, por las buenas o malas acciones
cometidas, simplemente existen las consecuencias de nuestros actos. Cuando un alma vuelve a encarnar con
algún defecto, enfermedad o en una situación o circunstancias difÃ−cil, no es un castigo, es tan solo que
esta situación en la que se encuentra, es necesaria para un determinado aprendizaje. Sin haber aprendido bien
esa lección, no podrÃ−a continuar su evolución.
Muchas cosas en el desarrollo de la vida de las personas sugieren e incluso parecen dejar claro que existe la
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reencarnación pero por supuesto, es indudable que se les pueden dar o buscar otras explicaciones aunque
siempre queda un pequeño residuo al que no existe ningún medio racional de darle explicación, ni
siquiera a través de la memoria genética o el inconsciente colectivo.
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