Laguna de la Nava A - Fundación Patrimonio Natural de Castilla y

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Algunos consejos
No está permitida la acampada
dentro de los límites del Espacio
Protegido.
No se puede circular con vehículos
a motor por determinados caminos.
Si tienes pensado realizar alguna
ruta por la zona, prepara el calzado
y la ropa adecuada.
Guarda la basura que produzcas en
una bolsa y deposítala en el primer
contenedor que encuentres.
Los mosquitos pueden ser especialmente molestos en verano y otoño.
Una casa señorial del siglo XVII acoge el centro de visitantes,
respetando su estructura original y parte de los elementos
característicos de las casas solariegas de la comarca.
Atardecer en Tierra de Campos.
El mar de Castilla
También debes saber que si vas con
tu perro eres el responsable de los
daños y accidentes que éste pueda
causar; deberás llevarlo controlado.
Está prohibido hacer fuego dentro
del Espacio Protegido.
No arranques plantas; siempre las
podrás fotografiar, dibujar u observar sin más, tanto tú como el que
venga después.
¡Colabora para que todos
disfrutemos del entorno!
Casa del Parque
El Espacio Natural de la Nava y Campos de Palencia se sitúa en el sector suroeste
de la provincia palentina, en plena Tierra de Campos. Con casi 57.000 ha de
superficie, el espacio se dibuja en una extensa llanura cerealista caracterizada
por un relieve llano o ligeramente ondulado donde la superficie arbolada ha quedado reducida a la mínima expresión.
Las estepas de este Espacio Natural representan en buena medida la Castilla tópica, de llanuras infinitas, cultivos de cereal y casas de adobe, donde un gran
número de acontecimientos han dejado una profunda huella: historia, cultura,
arquitectura y un paisaje de enorme singularidad.
Las lagunas, y especialmente la Laguna de La Nava, constituyen un oasis en medio
de Tierra de Campos. Son humedales recuperados en los últimos años como
resultado de la colaboración entre administraciones y O.N.G, que ocupan en conjunto más de cuatrocientas hectáreas, aproximadamente la décima parte de la
superficie que llegó a bañar en tiempos el antiguo «Mar de Campos».
La Nava. Al fondo, Fuentes de Nava.
No se debe beber agua de arroyos o
ríos; tienes fuentes en los pueblos y
algunas áreas recreativas.
Utiliza los observatorios de las lagunas en silencio para contemplar
su fauna. Recomendamos el uso
de telescopios o prismáticos.
En estas lagunas pueden observarse mas de 270 especies de vertebrados, destacando las 248 especies de aves presentes que suponen el 45 % de las identificadas en
España, lo que ha permitido en el año 2000 su reconocimiento como «Humedal de
Importancia Internacional» de acuerdo con el «Convenio RAMSAR».
El centro de visitantes de la laguna de La Nava se encuentra en
Fuentes de Nava. Se realizan visitas guiadas al centro y la laguna
con grupos organizados de martes a viernes, por la mañana. El
resto de los visitantes pueden asisitir por las tardes de martes a
sábado de 16:00 a 18:00 h. en invierno, y de 17:00 a 19:00 h. en
verano, así como los sábados y domingos de 10:00 a 14:00 h.
Cerrado del 26 de agosto al 31 de agosto.
Observatorios y miradores
Podrás contemplar cómodamente las aves de las lagunas desde
los observatorios construídos en sus inmediaciones. El mirador
instalado sobre las viejas bodegas de Autilla del Pino, Castillo
de Montealegre o los
restos del Castillo de
Torremormojón son
buenos puntos para
contemplar la grandeza de Campos.
Pasarela sobre La Nava
y observatorio junto al
río Valdeginate.
Castillo de Ampudia,
al sur del Espacio.
Breve descripción del
Espacio Natural
Rutas e instalaciones
de uso público
Aspersores.
Esta llanura ha sido fácilmente diseccionada por una red hidrográfica
alóctona y cambiante durante el
Pleistoceno, red fluvial de disposición
distinta a la actual que justifica, en
ocasiones, el deficiente avenamiento
de la comarca, quedando patente en
la multitud de fenónemos lagunares
de mayor o menor entidad, y donde
la Laguna de La Nava o la Laguna de
Boada son dos buenos ejemplos en
este sector palentino.
Palomares de Guaza de Campos.
© Carlos P. Sendino
Maizal.
Regadío.
Entramado en adobe.
Frechilla.
Remolacha.
Tierra de Campos desde un
campo cosechado de girasol.
Las verdes parcelas de regadío, dependientes siempre de
algún canal de riego, rompen
en otoño la infinita llanura
cerealista de secano, explotación tradicional del territorio.
«Casetas» a las afueras de Autillo.
El espacio aparece atravesado por el «Canal de
Campos», un ramal del «Canal de Castilla» que
tiene personalidad propia dentro de la comarca.
Su historia es la de un gran proyecto que pretendía unir Segovia con Santander, creando una
red de canales en Castilla que facilitara el transporte de grano y de todo tipo de mercancías,
además traer agua para regar los siempre sedientos campos. Las obras se iniciaron en 1753
y se completaron no sin vicisitudes en 1849.
Dejó de utilizarse como vía de transporte en
1959. Su conservación ha hecho posible la recuperación de los humedales de Campos.
Río Valdeginate y canal que vierte en su cauce.
El hombre ha modificado notablemente el paisaje de esta
comarca, que por su orografía y la gran capacidad de retención
de agua de los suelos, formados sobre arcillas miocénicas, es
idónea para el cultivo del cereal, fundamentalmente cebada.
Adobe.
Esclusa del Canal
en Abarca.
© JCyL
Fachada de ladrillo.
Villada.
Fachadas de tapial en Mazariegos.
Arcillas amarillentas tapizan la planicie de Campos.
Los amplios horizontes y la aparente monotonía del paisaje de Tierra de
Campos le confiere no obstante una gran originalidad que ha sido cantada
por numerosos poetas y especialmente por los de la «Generación del 98».
Desde los páramos situados al sur del espacio natural puede apreciarse todo
el vigor de este paisaje, contemplando el verde o amarillo de los campos,
que cambia con el paso de las estaciones, su luz especial y a lo lejos el perfil de las montañas cantábricas.
El Espacio Natural de la Nava y Campos de Palencia incluye 24 localidades
con un rico patrimonio. Muestra una hermosa y frágil arquitectura con pueblos de casas de adobe, de ladrillo las más nobles y sólo de piedra las iglesias y las espléndidas casas nobiliarias o señoriales. En muchas poblaciones
se conservan magníficos palomares y otras construcciones de adobe y tapial
como corrales, «pósitos» que servían para sostener a los pobres en épocas
de necesidad o «cillas».
© Manuel F. Arranz
Se localiza este Espacio Natural en plena Tierra de Campos, la llanura entre
las llanuras, la más central y la más baja de las que aparecen al norte del
Duero. Las arcillas ocre-amarillentas recubren un tocado herciniano poco o
nada deformado, proporcionando el elemento más característico de su paisaje, las suaves ondulaciones, con pendientes tenues donde se suceden
dilatados interfluvios y amplios valles.
Órgano.
Abarca.
Durante el siglo XVI esta comarca concentró una importante nómina de
escultores y pintores, que acudían por la necesidad de amueblamiento de las
nuevas iglesias y de la catedral de Palencia. Su formación y su origen aportaban la influencia del gótico flamenco y el renacimiento italiano. La confluencia de estas dos distintas formas de concebir la pintura y la escultura va
a crear un nuevo lenguaje artístico, plasmado en las magnificas obras que se
conservan en los templos y museos de Tierra de Campos.
Panorámica de la llanura de Campos desde
los páramos al sur del espacio protegido.
Geología y relieve
Pórtico de la iglesia
de Santa María, en
Fuentes de Nava.
Patrimonio social
y cultural
Álamo negro
o chopo.
«Chupones» de olmo.
envés
porrones comunes
haz
pato cuchara
(macho)
Álamo blanco.
envés
haz
ánade rabudo (macho)
Campos es una zona pobre en vegetación arbórea, limitándose a pies
aislados o pequeños grupos de álamos blancos, chopos, restos de antiguas olmedas, sauces, espinos y frutales en las laderas no cultivadas,
los bordes de algunos caminos o en las cercanías de pueblos, ríos, etc.
Entre los cultivos de secano predomina el de cebada, compaginado
con otros de reciente introducción como el girasol o el lino. El regadío
se dedica a tres especies: remolacha, alfalfa y maíz.
Cardencha.
En los márgenes de los caminos y ribazos prosperan las denominadas
«comunidades ruderales», adaptadas al pisoteo y a los abonos orgánicos, hasta el punto de que son precisamente el hombre y el ganado los
responsables de su dispersión. La mayor parte florecen entre mayo y
junio, aunque la achicoria o el hinojo florecen en verano.
Otras agrupaciones ruderales interesantes son los cardales, con numerosas especies de cardos, entre ellas las altas cardenchas —utilizadas
antiguamente para cardar la lana— o el cardo corredor, junto al que
prosperan las apreciadas setas de cardo.
© Manuel Sosa
El cardo corredor tiene
un peculiar sistema de
colonización: madurado
el fruto, la planta pierde
fortaleza en el tallo y es
arrancada por el viento,
que la hace rodar mientras dispersa sus semillas.
silbón europeo
(macho)
ánade rabudo (hembra)
Las lagunas constituyen un oasis donde pueden encontrarse amplias
superficies pobladas por junquillos y espadañas y en función de la profundidad del agua hasta 125 especies de plantas acuáticas, entre ellas
algunas realmente singulares.
Avanzada la primavera, todas las lagunas salvo la
de Boada, se cubren de vegetación que impide
observar la lámina de agua. Comienza la época
de cría de avefrias, cigüeñuelas, rascones,
polluelas, fochas y aguiluchos laguneros.
Hierbas de Santiago, viboreras, géngivas o rabanillos, capellanes, malvas, hierbas pastel, mastuerzos, salvias, gramas, llantenes, escobas
aujeras, cebadillas o el curioso pepinillo del diablo que expulsa sus
semillas a modo de cañón, son algunas de las especies ruderales que
habitan en los lugares más secos. En zonas más frescas se mezclan
con yezgos, lampazos, marrubio, ortigas, hierba gatera —llamada así
por la atracción que produce sobre los gatos— o la hierba ponedora
que tiene fama de ser buen alimento para las aves de corral.
Carrizal en el río Valdeginate.
Aguilucho cenizo (macho).
zanahoria silvestre
llantén
viborera
alfalfa
amor del hortelano
cardo
El carricerín cejudo es una
rareza mundial que en esta
zona se convierte en protagonista por estar confirmada su
presencia en los últimos años.
Gébena,
falsa
mostaza.
milhojas
geranio
lechetrezna
amapola
malva
aciano
La comarca de Tierra de Campos constituye uno de los últimos reductos en el que
habitan aves esteparias gravemente amenazadas a nivel mundial. Estas especies,
ocultas y camufladas con colores crípticos en la llanura cerealista, hacen de ella un
enclave único y singular en el contexto europeo con altas densidades de avutarda,
el ave voladora más pesada del planeta. Otras especies características de estas estepas son sisones, ortegas, alcaravanes, aguilucho cenizo, o cernícalo primilla.
El chorlitejo chico anida en
el suelo, muy camuflado.
Entre los meses de octubre y marzo las lagunas de La Nava, de Mazariegos y la de
Boada de Campos acogen poblaciones de decenas de miles de aves acuáticas.
Observar la salida de los gansos al amanecer o su llegada al atardecer es sin duda
un espectáculo natural sobrecogedor. Hay también concentraciones importantes de
patos como silbones, frisos, cercetas, azulones y cucharas. Tras el invierno, con la
migración primaveral llegan las aves limícolas, como chorlitos, avefrías, correlimos,
agujas y archibebes, que se concentran en las praderas someramente encharcadas.
Entre julio y septiembre las lagunas se secan transformándose en un paisaje aparentemente vacío, aunque sirven de refugio a importantes bandos de azulones,
cigüeñas y a miles de pequeñas aves que utilizan las lagunas para descansar en su
viaje migratorio otoñal.
mielga
Vegetación y flora
Fauna
• Por la relevancia de su arquitectura popular,
destacando las construcciones de adobe y
tapial, el arte religioso de sus iglesias y la
presencia de infraestructuras tan emblemáticas como el Canal de Castilla.
Castilla y León
espacio natural
LA NAVA Y
CAMPOS DE
PALENCIA
ESPACIO NATURAL
(Palencia)
La Nava y Campos
de Palencia
El Espacio Natural
• Por las poblaciones de especies de fauna y
flora ligadas a los humedales.
• Por su importante población de aves esteparias.
• Por incluir dos tipos de hábitats amenazados
a escala mundial y actualmente reconocidos
y valorados como son las «pseudoestepas
cerealistas» y los humedales esteparios.
¿Por qué se protege La Nava?
De esta manera se busca la mejora de la calidad de vida de los habitantes del espacio
desde la participación —implicando a la
población— pero preservando los usos tradicionales y asegurando los recursos naturales a las
generaciones futuras.
Es una zona rural con valores naturales especiales que deben ser preservados a través de
modelos de desarrollo sostenible.
¿Qué es un
Espacio Natural Protegido?
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