Ventanas abiertas
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ventanas abiertas Tú quieres una casa tallada en alta roca; Tú quieres una nube llamando a tu ventana; Tú quieres un paisaje de pastores y barcos... ¡Triste de mí, si sólo puedo darte esperanzas! ¿Tú quieres, mientras tanto, una brizna de hierba? ¿Tú quieres una ola coronada de plata? ¿Tú quieres una maya cortada con mis dedos? ¿Tú quieres que repiquen en tu cristal mis lágrimas? ¡Toma toda mi vida! Yo soy torre en la altura barco, pastor y hierba, ola, nube y montaña. Vive en mí, vida mía, y asómate a mis ojos, dos ventanas abiertas al fondo de mi alma. Y cuando llegue el día del silencio y la sombra... no te olvides, mi vida, de cerrar las ventanas. Enrique Hernández Luike [email protected]
