qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasd fghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq La Primera Guerra Mundial wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg hjklzxcvbnmrtyuiopasdfghjklzxcvbn mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwert yuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklz xcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnm qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty Curso 2009/2010 LOS GRANDES CONFLICTOS DE FONDO Y LAS RIVALIDADES ENTRE LAS POTENCIAS El ascenso al trono alemán en 1890 de Guillermo II y la consiguiente destitución del anciano Bismarck como canciller supuso un cambio en la política exterior alemana que inició el proceso que finalmente llevó a la I Guerra Mundial. Guillermo II abandonó el complejo sistema de alianzas construido por Bismarck, los sistemas bismarckianos, que había garantizado la paz en Europa durante casi veinte años e impulsó una política alemana de hegemonía mundial, la Weltpolitik. "El Imperio Alemán se ha convertido en un Imperio mundial. Por todas partes, en las regiones más remotas del globo, viven millones de compatriotas nuestros. Los productos alemanes, la ciencia alemana, el espíritu de empresa alemán atraviesan los océanos. Las riquezas que Alemania transporta a través de los mares se cifran en miles de millones. A vosotros os incumbe, señores, el deber de ayudarme a sujetar sólidamente esta gran Alemania a nuestra patria." Discurso de Guillermo II. 1896, 25° aniversario del imperio. Para comprender el camino que llevó a la Gran Guerra es necesario que reparemos en otras transformaciones de fondo que van alterar de manera decisiva el mundo que transitaba del siglo XIX al XX: El ascenso de las potencias extraeuropeas, Estados Unidos y Japón, supuso el paso de un concierto europeo a un concierto mundial de potencias. Dos guerras en el tránsito de siglo ejemplifican esta transformación: la guerra hispano-norteamericana de 1898 y la guerra rusojaponesa de 1905. El cambio tecnológico propiciado por la Segunda Revolución Industrial trajo consigo un cambio en la correlación de fuerzas entre las potencias. La cada vez más poderosa Alemania desafió la ya larga hegemonía británica, este desafío se concretó en dos terrenos: Rivalidad económica, en el terreno industrial, comercial y financiero. En 1896, se publica en Gran Bretaña el libro "Made in Germany" de Ernest E. Williams, que supuso una verdadera señal de alerta ante la creciente competencia de la economía germana. Pero la competencia entre exportadores alemanes e ingleses era muy dura en casi todos los mercados europeos (...) En 1898, las compras efectuadas por Francia en Alemania llegaban apenas a los tres quintos de las que eran efectuadas por ella en Gran Bretaña; en 1913, las importaciones alemanas e inglesas se encontraban casi al mismo nivel. En Bélgica, donde, en 1898, eran más importantes las importaciones inglesas que las alemanas, ahora las alemanas sobrepasaban en 200 millones de francos belgas a las inglesas. Los holandeses compraron, en 1913, 1.051 millones de florines de mercancías alemanas, y solamente 356 millones de mercancías inglesas. En Italia, donde el comercio inglés (...) había conservado clara preponderancia hasta finales del siglo XIX, la situación se había invertido; las importaciones alemanas (626 millones de liras) sobrepasaron en 50 millones de liras en 1912 a las importaciones inglesas. En Rusia, las importaciones alemanas (...) llegaban al cuádruplo de las importaciones inglesas. Por último, las supremacía del comercio alemán sobre el inglés, desde 1890 en Rumanía y desde 1901 en Serbia, se extendió en 1911 a Bulgaria.” Pierre Renouvin. Historia de las relaciones internacionales. “A pesar mío soy cada vez menos inglés. Mi calzado es francés, mi ropa alemana, las sillas de mi despacho son de fabricación alemana, lo mismo ocurre con mis plumas, mi papel y mi alfombra: la cerveza que bebo es alemana. Pronto lo único inglés de mi casa serán mi carne y mis huesos y los sentimientos inmutables que me animan.” (1898). Palabras del cónsul del Reino Unido en Aleppo Rivalidad naval. La Weltpolitik necesitaba de una armada poderosa. Las leyes navales alemanas de 1898 y 1900 significaron un claro desafío a la hegemonía naval británica. El gobierno de Londres respondió en 1907 con la construcción de un nuevo tipo de acorazado, el Dreadnought. La respuesta germana no se hizo esperar. Las potencias se lanzaron a una verdadera carrera de armamentos navales. El colonialismo exacerbó la pugna entre las potencias industriales europeas en busca de territorios y mercados. El imperialismo provocó que los roces entre las potencias desbordaran el marco europeo y tuvieran lugar prácticamente en cualquier parte del globo. El colonialismo y el imperialismo agudizaron las tensiones económicas. Las potencias imperialistas tendieron a establecer economías cerradas con sus colonias, lo que llevó primero a una feroz lucha por territorios y, posteriormente, cuando el reparto estaba prácticamente hecho, a una guerra de aranceles. El proteccionismo fue otro elemento que enrareció las relaciones internacionales. En este marco de creciente competencia entre las potencias, florecieron otras rivalidades, esencialmente de tipo territorial, que están en el origen de la Gran Guerra: Rivalidad franco-germana, ineludible desde la anexión de Alsacia-Lorena por Alemania en 1870. La creciente debilidad turca y el nacionalismo eslavo anti-Habsburgo incrementaron de manera significativa la rivalidad entre Rusia y Austria-Hungría por la hegemonía en los Balcanes. Un último elemento que no debemos olvidar es la rivalidad psicológica entre los pueblos. El creciente nacionalismo fue sistemáticamente fomentado por la prensa y por las campañas de militares y grandes industriales. Los casos más evidentes se dieron en Francia, Alemania y Gran Bretaña. El odio al vecino fue más la norma que la excepción. LA FORMACIÓN DE BLOQUES ENFRENTADOS Bismarck había construido una compleja red de tratados internacionales cuyo elemento clave era la Triple Alianza o Tríplice (1882) que ligaba a Alemania con Austria-Hungría e Italia. El principal objetivo del canciller alemán era el mantenimiento de un status quo que él consideraba beneficioso para Alemania. El delicado edificio diplomático construido por Bismarck se vino abajo con la nueva Weltpolitik impulsada por Guillermo II. Esta nueva actitud de Alemania, ambiciosa y agresiva, desencadenó un proceso de competencia y desconfianza del que nacieron dos bloques de potencias: El primer resultado de la política del nuevo Káiser fue lo que más temió Bismarck, el fin del aislamiento de Francia. En 1893, se firmó la Alianza franco-rusa, acuerdo que suponía un compromiso de ayuda militar en caso de guerra contra Alemania. En 1905, ante la sorpresa mundial Rusia es derrotada en la guerra que le enfrentó contra Japón. Este fracaso hizo que Rusia abandonara sus ambiciones en el Extremo Oriente y centrase su atención en los Balcanes, lo que llevó inevitablemente al choque con Austria-Hungría. Empujadas por la creciente agresividad y ambición colonial de Alemania, Francia y Gran Bretaña pusieron fin a sus diferencias coloniales y firmaron la Entente Cordiale en 1904. Por último, animadas por Francia y tras resolver sus problemas en Asia Central (Persia, Afganistán), en 1907 se firmó el Acuerdo anglo-ruso. Se ponían así las bases de la denominada Triple Entente entre Francia, Gran Bretaña y Rusia. En definitiva, en los años previos al conflicto se había configurado dos grandes alianzas en torno a las que van a pivotar los bloques enfrentados en la Gran Guerra: la Triple Entente y la Triple Alianza. Europa en 1914 Las alianzas enfrentadas LAS CRISIS QUE PRECEDIERON AL CONFLICTO En un contexto de creciente enfrentamiento entre las potencias, en la década anterior a la guerra tuvieron lugar cuatro crisis internacionales que marcaron la evolución hacia el conflicto generalizado: Primera crisis marroquí (1905-1906) Guillermo II, aprovechando una visita a Tánger, proclamó que Alemania no permitiría que Marruecos pasara a ser dominado por una única potencia. Esta advertencia iba claramente dirigida a Francia, cada vez más presente en el reino norteafricano. Este desafío precipitó la convocatoria de la Conferencia de Algeciras (1906), a la que fueron convocadas todas las potencias europeas. Alemania quedó aislada y Francia recibió el claro apoyo británico. La principal consecuencia fue la ratificación de la buena salud de la Entente Cordiale, lo que aprovechó Francia para propiciar el acercamiento entre Gran Bretaña y Rusia. La creciente agresividad germana disipó las diferencias entre Londres y San Petersburgo. En 1907 se firmó el acuerdo anglo-ruso, nacía así la Triple Entente. La anexión austriaca de Bosnia-Herzegovina (1908) Aprovechando la revolución de los Jóvenes Turcos en Turquía, Austria-Hungría se anexionó Bosnia. Alemania apoyó a su aliado y Rusia se vio forzada a ceder ante la agresión austriaca. Ni Francia ni Gran Bretaña se mostraron dispuestas a apoyar a Rusia en un eventual conflicto. La única buena noticia para San Petersburgo fue que, aprovechando la debilidad turca, Bulgaria proclamó su independencia plena, rompiendo los lazos teóricos que aún la unían a Turquía. Los búlgaros, como los demás eslavos de la región, veían a Rusia como la gran potencia protectora eslava. El ambiente en los Balcanes se enrareció aún más en un año en el que la pugna por la hegemonía naval entre Alemania y Gran Bretaña daba una escalada. El incidente de Agadir en Marruecos (1911) El envío de un buque cañonero alemán a Agadir en un claro desafío a Francia provocó una grave crisis que concluyó con la firma de un acuerdo franco-alemán por el que Alemania daba manos libres a Francia en Marruecos a cambio de una parte importante del Congo francés. Mientras la tensión internacional se agudizaba, la alianza franco-británica salió fortalecida al apoyar Londres resueltamente al gobierno de París. Las guerras balcánicas (1912-1913) Dos sucesivas guerras de los estados balcánicos, la primera contra Turquía y la segunda interna entre ellos (Serbia y Grecia y Montenegro contra Bulgaria) concluyeron con el Tratado de Bucarest (1913). Las guerras balcánicas provocaron un vuelco en la situación en la zona: o Turquía quedó reducida en los Balcanes a la región en torno a Estambul o Serbia (aliada de Rusia y defensora de los derechos de los eslavos en el imperio austrohúngaro) se consolidó como el principal estado de la región: Austria-Hungría, alarmada por el fortalecimiento serbio, llegó a la conclusión de que solo una guerra preventiva impediría que Serbia encabezara un levantamiento general de los eslavos en el Imperio de los Habsburgo, alentado por la gran potencia eslava, Rusia. Alemania estaba resuelta a apoyar a su aliado austro-húngaro en caso de conflicto. Rusia estaba decidida a intervenir en el caso de que Austria-Hungría atacase a Serbia. Francia, a su vez, era mucho más proclive a apoyar a Rusia en caso de guerra que en 1908. El ambiente bélico se iba extendiendo en las diversas capitales LA CRISIS DEFINITIVA: EL ATENTADO DE SARAJEVO (VERANO 1914) En este ambiente de tensión, el 28 de junio de 1914 fue asesinado el Archiduque Francisco Fernando, sobrino del Emperador Francisco José I y heredero al trono austro-húngaro, en Sarajevo (Bosnia). Un activista serbobosnio, Gavrilo Princip, miembro de la organización nacionalista serbia "La Mano Negra", fue el autor del magnicidio. Este atentado desencadenó una fatal serie de acontecimientos que desembocó en la guerra. Las potencias cumplieron fielmente sus alianzas. He aquí resumida la sucesión de hechos que llevó a la guerra: 28 junio Atentado de Sarajevo 23 julio Tras asegurarse el apoyo alemán, Austria-Hungría lanza un ultimátum a Serbia 28 julio Austria-Hungría declara la guerra a Serbia 30 julio Rusia inicia la movilización general 1 agosto Alemania declara la guerra a Rusia. Francia inicia la movilización general. 3 agosto Alemania declara la guerra a Francia 4 agosto Alemania invade Bélgica, lo que provoca que el Reino Unido le declare la guerra LOS BANDOS ENFRENTADOS A lo largo del conflicto, diversos estados se fueron uniendo a los dos bloques en conflicto. Las nuevas adhesiones tuvieron un papel clave a la hora de definir el vencedor de la guerra. Estos son los principales países contendientes y el año en el que entraron en guerra. Año Agosto 1914 1914 1915 1916 Entente o Aliados Francia Reino Unido Serbia Bélgica Imperios Centrales Alemania Austria-Hungría Japón Turquía Italia Bulgaria Rumanía 1917 Estados Unidos Grecia 1918 Abandono de Rusia (Paz de BrestLitovsk) 1914: LA GUERRA DE MOVIMIENTOS En los inicios del conflicto, nadie esperaba una guerra que se extendería durante más de cuatro años. Los ingenuos soldados que iban al frente aún sonreían y los estados mayores tenían unos planes basados en la derrota rápida del enemigo. La Primera Guerra Mundial preparó, además, las condiciones que hicieron posible la Revolución Rusa y toda una serie de levantamientos socialistas en Europa Central. Indudablemente, ninguno de los países que entró en guerra esperaba ni un conflicto tan largo y sangriento, ni las implantaciones socialistas posteriores. El plan elaborado por el Estado Mayor alemán era claro. No se podía luchar en dos frentes a la vez: el ruso y el francés; por lo tanto, se imponía lograr una rápida victoria en uno para atender con prontitud al opuesto. Se puso en práctica el plan Schlieffen: había que aniquilar al ejército francés. Con la vista en este objetivo, se juzgaba imprescindible atravesar las llanuras belgas con el grueso de las tropas, que después se dirigirían hacia el Sur y luego al Sudeste. El ejército francés quedaría así cercado en el Este. El plan se puso en práctica t, tras aplastar la resistencia belga, los alemanes avanzaron con rapidez. Sin embargo, presionados por los rusos debieron retirar fuerzas del frente occidental: así se hizo imposible para las tropas alemanas conseguir la amplitud de frente necesario, y el arco dirigido contra Francia no pudo cerrarse por la costa. Joffre, mariscal francés, lanzó entonces una fuerte ofensiva que detuvo al ejército enemigo en la batalla del Marne: sólo hacía 30 días que el Estado Mayor alemán había decidido invadir Bélgica. La victoria francesa no dio, con todo, la iniciativa al ejército francés, y las posiciones se estabilizaron en el frente occidental. En el frente oriental, los rusos avanzaron con gran rapidez. Tan espectacular fue el avance, que el ejército del zar quedó dividido en dos partes. Hindenburg, general alemán, cedió terreno sin presentar batalla en terreno abierto. Cuando los rusos se acercaron a Königsberg, los refuerzos del frente occidental habían llegado ya. La ofensiva alemana no se hizo esperar, y el ejército ruso, dividido en dos, fue derrotado en dos batallas sucesivas (Tanneberg y lagos Mazurianos). A mediados de septiembre, Rusia había perdido toda oportunidad de derrotar al Reich. A su vez, Alemania y Austria-Hungría no se atrevieron a invadir el inmenso territorio ruso. También aquí los frentes se estabilizaron. 1915-1916: LA GUERRA DE POSICIONES El enfrentamiento entre grandes potencias industriales llevó a la guerra a un nivel de violencia y horror nunca antes contemplado. La invención de nuevas armas, las granadas, los lanzallamas, los tanques, el gas... incrementó el horror y las masacres, pero, sin embargo, llevó en el frente occidental a un empate táctico. Los ejércitos se atrincheraron a lo largo de cientos y cientos de kilómetros. La guerra de trincheras se convirtió en un martirio para millones de hombres durante varios años. El panorama habitual de la contienda, sobre todo en el Oeste, lo constituyeron desde entonces los parapetos, trincheras, fortificaciones, duelos artilleros… La estabilidad no significó, sin embargo, ausencia de acciones bélicas de gran importancia y que ocasionaron miles de víctimas. La ruptura, pensaban los altos estados mayores, era el único medio que permitiría volver a iniciar maniobras ofensivas. Durante 1915 los intentos de ruptura fueron constantes. Comenzaron en la primavera en el frente oriental, donde, tras grandes esfuerzos, austriacos y alemanes recuperaron la Galitzia y conquistaron gran parte de Polonia, pero Rusia seguía resistiendo. En el frente occidental los alemanes podían haber conseguido la victoria debido a su superior producción de armamentos, pero quisieron decidir a su favor la guerra en el Este. Por su parte, los aliados quisieron forzar una decisión ampliando el frente y llevando la guerra al aliado más débil de los alemanes: el Imperio Otomano. La expedición inglesa a los Dardanelos fue derrotada, y las contraofensivas en el frente occidental contenidas. La calma del otoño fue aprovechada por los austrohúngaros para aniquilar Servia. A partir de 1916 se inicia una guerra de desgaste. El objetivo consistía no en lograr la ruptura, sino en aprovecharse de la ofensiva para infligir al enemigo un número de pérdidas superiores a las atacantes. Los alemanes practicaron esta táctica en dos tipos de frentes: en el continental y e el marítimo. La batalla de Verdún fue concebida como de desgaste. Se trataba de conseguir que las pérdidas aliadas fueran tres veces superiores a las alemanas. Francia quedaría agotada y pediría la paz. Como se ve, se trataba, más que de ganar terreno en una ruptura, de doblegar la voluntad del enemigo. Entre febrero y junio, Las operaciones se sucedieron y los muertos se elevaron a medio millón. Los aliados respondieron con la misma táctica y entre junio y julio lanzaron la contraofensiva del Somme, con resultado similar al anterior: las posiciones se mantuvieron y las pérdidas de hombres y material fueron inmensas. Los aliados eran partidarios de extender el conflicto al mayor número de frentes posibles, para debilitar así las posibilidades alemanas de concentrar tropas en el frente occidental, que sumaron a la superioridad de material, también la del número. Se trataba de desplegar una intensa actividad diplomática. Los aliados vencieron en esta carrera y consiguieron que Japón, en 1914, se lanzara a la conquista de las colonias alemanas del Pacífico; que en 1916, les siguieran Rumanía y Portugal, y en 1917, Estados unidos, Grecia, China y varios países latinoamericanos. Por su parte, los imperios centrales sólo consiguieron como aliados a Turquía y Bulgaria. Tras las sucesivas incorporaciones a la guerra, los conflictos se extendieron enormemente. Los frentes aumentaron. Además de los de Occidente y Oriente, se combatía en Grecia, en Turquía, en Servia, en Italia, en Suez, en Siria y en las colonias. Al final, ni una táctica ni otra dieron la victoria a uno de los campos. En realidad fue el temor de una ruptura del frente occidental, por parte de los aliadosdebido a la creciente superioridad numérica y material de éstos desde la incorporación de Estados Unidos ala guerra y al agotamiento del ejército alemán-, lo que llevó a Hindenburg y a Ludendorff a proponer a su gobierno que pidiera el armisticio. Pero, ¿cómo se llegó a esta situación? 1917: LA CRISIS DEFINITIVA DE LA GUERRA El enorme costo de vidas en los frentes, las penurias de la población civil y la conciencia de que la guerra no iba a concluir pronto extendieron el desánimo en todos los países contendientes. Los ejemplos son múltiples: oleada de huelgas en Gran Bretaña en 1916, motines en el ejército francés en 1917, aumento de las demandas nacionalistas en Austria-Hungría... Sin embargo, dos acontecimientos claves van a decidir el signo de la guerra: la revolución soviética en Rusia y la entrada de Estados Unidos en el conflicto. El Frente Occidental El año 1917 es fundamental en el desarrollo de la guerra. por una parte, en Rusia estalla una revolución republicana primero y una socialista después. Lenin, en el poder, decide sacrificar territorios rusos antes que poner en peligro el triunfo de la revolución socialista, firma con Alemania la paz de Brest-Litovsk. Por primera vez durante todo el conflicto, las potencias centrales podrán concentrarse en el frente del Oeste. En Occidente también cambia el estado de las cosas. Los alemanes deciden llevar al mar la guerra de desgaste y advierten que hundirán con sus submarinos cualquier barco mercante que se acerque a las costas de sus enemigos. La nueva táctica, aunque ya se sabía que ocasionaría la entrada de Estados Unidos en el conflicto, ocasionaría tan graves pérdidas a los aliados, que serían derrotados antes que los norteamericanos hubiesen intervenido. Libres del frente oriental, los alemanes desencadenaron una gran ofensiva sobre Francia. París estuvo a punto de caer, pero la reacción aliada frenó el avance. Pronto llegaron los ejércitos americanos al continente y la situación quedó invertida: Alemania estaba ahora en inferioridad numérica y de material frente a sus enemigos. Los frentes de Italia y de Turquía cedieron en septiembre de 1918, y en octubre estalló una revolución en Praga que hundió al Imperio Austro-húngaro. En ese mes, austriacos y turcos pidieron la paz. Alemania, aislada aunque no vencida, tuvo que capitular. Las exigencias fueron duras: el Kaiser se vio obligado a renunciar a su trono como condición previa al armisticio. Los levantamientos socialistas de la cuenca del Rhur y del norte de Alemania debilitaron aún más a los germanos. Se formó un gobierno socialista que firmó el armisticio a mediados de noviembre. LOS TRATADOS DE PAZ Las condiciones y estructuras de la renacida paz se organizaron en una seria de tratados firmados junto a la capital francesa en 1919 y 1920, más otros convenios adicionales que s jalonan hasta 1923. El 18 de enero de 1919, los representantes de los países vencedores se reunieron en la denominada Conferencia de París, bajo la dirección del Comité de los Cuatro: el presidente estadounidense Wilson, el premier británico Lloyd George, el primer ministro francés Clemenceau y Orlando, el jefe del ejecutivo italiano. Son los tres primeros, sin embargo, los que realmente dirigieron unas negociaciones a las que los países derrotados no pudieron asistir. El 4 de octubre de 1918, los alemanes habían pedido un armisticio basado en las propuestas recogidas en los "Catorce puntos" de Wilson. La realidad de la derrota fue, sin embargo, más dura. Los países vencedores llegaron a París con ideas diferentes y compromisos, a veces secretos, adquiridos durante la guerra. Pactos firmados por las potencias de la Entente durante la guerra Tratado secreto de Londres (1915) Italia se incorpora al conflicto junto a la Entente tras serle prometido por Francia y Gran Bretaña diversas anexiones: Trentino, Alto Adigio, Istria, la mayor parte de Dalmacia, Libia, Eritrea, Somalia y concesiones en Asia Menor (Anatolia turca) Acuerdo Sykes-Picot (1916) Francia y Gran Bretaña acuerdan el reparto de las posesiones del Imperio Turco. Italia recibe vagas promesas sobre Anatolia. Declaración Balfour (1917) Gran Bretaña promete a las organizaciones sionistas la cesión de parte de Palestina. Aquí nos encontramos con el origen del futuro conflicto árabe-israelí. LAS POSTURAS DIVERGENTES DE LOS VENCEDORES REINO UNIDO - Lloyd George No tenía reivindicaciones territoriales en Europa. Aspiraba, sin embargo, a ganancias coloniales en África y Asia a costa de los imperios alemán y turco. Destrucción del poderío naval alemán. Siguiendo su tradicional política de equilibrio europeo, Gran Bretaña no deseaba hundir a Alemania, para no fortalecer en exceso la posición de Francia en el continente. Una de sus preocupaciones clave fue impedir la extensión de la agitación revolucionaria bolchevique a la Europa central y, especialmente, a Alemania. Indemnizaciones de guerra ESTADOS UNIDOS - Wilson Creación de la Sociedad de Naciones para garantizar la paz en el futuro. Aplicación del principio de las nacionalidades en el diseño de las nuevas fronteras europeas. Esta postura implicó, desde mayo de 1918, la destrucción de Austria-Hungría. Indemnizaciones de guerra FRANCIA - Clemenceau Recuperación de Alsacia-Lorena Ocupación militar de la zona occidental del Rin y posible creación en Renania de un estado independiente. Esta última aspiración encontró la oposición de Gran Bretaña y EE.UU. En el primer caso, porque alteraba el equilibrio europeo, en el segundo, por que iba en contra del principio de las nacionalidades. Explotación económica de la región del Sarre Debilitar militarmente de forma definitiva a Alemania Oposición al Anschluss (unión de Alemania y Austria) Ganancias territoriales a costa de los imperios turco y alemán. Indemnizaciones de guerra ITALIA - Orlando Aplicación del Tratado de Londres: anexión del Trentino, el Alto Adigio, Trieste y partes importantes de Istria y Dalmacia. Esta aspiración italiana encontró la oposición de EE.UU. ya que la anexión de territorios poblados por eslavos (Dalmacia) iba contra el principio de las nacionalidades. Wilson defiende a la recién creada Yugoslavia frente al expansionismo italiano en el Adriático. Ganancias coloniales en Oriente Medio y África. Indemnizaciones de guerra En definitiva, podríamos hablar, simplificando, de que Clemenceau personificó la postura de mayor dureza con Alemania ("Alemania pagará"), los países anglosajones, sin querer dejar de castigar a Alemania, optaron por una actitud más conciliadora, e Italia, infructuosamente, aspiró a compensaciones territoriales que finalmente no va a conseguir. Los representantes de los derrotados no fueron invitados a la Conferencia de Paz. Los acuerdos duramente negociados entre los vencedores y concretados en los diversos tratados de paz, les fueron presentados como un hecho consumado al que simplemente deberían plegarse. Los alemanes, representantes de la recién nacida república de Weimar, firmaron el 28 de junio de 1919 tras ser amenazados con una invasión total de su país. En Alemania se hablaba del Diktat, de la imposición, de Versalles. LOS TRATADOS DE PAZ Cláusulas Territoriales Militares Reparaciones Otras El Tratado de Versalles con Alemania Francia recupera Alsacia y Lorena Eupen y Malmedy pasan a manos de Bélgica El pasillo polaco (Posnania y otras regiones) y el sur de la Alta Silesia se anexionan a la recién nacida Polonia. Esto significaba el aislamiento territorial del resto de Prusia Oriental. Danzig y Memel, poblaciones germanas del Báltico, fueron declaradas ciudades libres Dinamarca se anexiona el norte de Schleswig-Holstein. El conjunto de las pérdidas territoriales de Alemania ascendió a 76.000 kilómetros cuadrados (13% de su territorio), donde vivían 6.5 millones de habitantes (10% de su población) La cuenca carbonífera del Sarre pasa a ser administrada por la Sociedad de Naciones y explotada económicamente por Francia durante 15 años Alemania pierde todas sus colonias, que son repartidas como mandatos de la Sociedad de Naciones entre el Imperio Británico y Francia. Bélgica y Japón se anexionaron territorios muy pequeños. Drástica limitación de la Armada (el grueso de la Armada de guerra fue confiscado y confinado en la base británica de Scapa Flow) y el Ejército (100.000 efectivos, no tanques, aviones, artillería pesada...) Desmilitarización de Renania (zona occidental y franja de 50 km. al este del Rin) Ocupación temporal de la orilla occidental del Rin. Las tropas aliadas se retirarían escalonadamente en plazos que concluirían en 1935. Como responsable de una guerra iniciada por su agresión, Alemania quedó obligada a pagar reparaciones o indemnizaciones de guerra a los vencedores. Conferencia de Spa (1920) fija el porcentaje que recibiría cada país del total: Francia 52%, Gran Bretaña 22%, Italia 10%, Bélgica 8% En la Conferencia de Londres (1920) se fija el monto total de las reparaciones: 140.000 millones de marcos-oro, una enorme cantidad. Alemania reconoce su responsabilidad por la guerra y todos los daños que trajo consigo. Fue la agresión alemana la que desencadenó el conflicto. Prohibición de ingreso en la Sociedad de Naciones. Prohibición del Anschluss (unión Alemania y Austria) Establecimiento del Pacto de la Sociedad de Naciones, como un anexo al Tratado. La Alemania del Tratado de Versalles El Tratado de Saint-Germain con Austria (10 de septiembre) Fin del Imperio Austro-Húngaro, de su ruptura nacen nuevos estados como Polonia, Hungría, Yugoslavia y Checoslovaquia. Italia adquiría el Tirol, el Trentino, Istria y Trieste. Pago de reparaciones. Limitaciones en el ejército (No podría superar los 30.000 hombres) Austria quedaba reducida a un pequeño territorio de raza y lengua germanas, pero con la prohibición del Anschluss con Alemania. El Tratado de Trianon con Hungría (4 de junio) Se despojó a Hungría de todos sus territorios no magiares; su extensión se veía así reducida a la cuarta parte, y su población a la tercera. Eslovaquia y Rutenia pasaban a Checoslovaquia; Transilvania, a Rumanía; Croacia, a Yugoslavia; el Banato se repartía entre las dos últimas naciones. El problema es que importantes minorías húngaras (3 millones, un tercio de la población total) quedan fuera del estado húngaro, en Eslovaquia, Rumanía (Transilvania) y Yugoslavia. Pago de reparaciones Limitaciones en el ejército (No podría superar los 35.000 hombres) El Tratado de Neuilly con Bulgaria (27 de noviembre) Los búlgaros tenían que renunciar a sus conquistas de la guerra mundial y a las adquiridas antes de la guerra de los Balcanes: la Dobrucha pasaba a Rumania; Macedonia, a Yugoslavia y Tracia, a Grecia Pago de reparaciones Limitaciones en el ejército (No podría superar los 33.000 hombres) El Tratado de Sèvres con Turquía (30 de agosto de 1920) Arabia quedaba como reino independiente y Armenia como república. Se produjo el reparto de las posesiones del Oriente Medio entre Francia (Siria, Líbano), Gran Bretaña (Palestina, Irak y Transjordania), Italia (Sur de Anatoli y el puerto de Adalía) y Grecia (Esmirna, Tracia, Gallípoli y las islas egeas no italianas). Desaparecía prácticamente la Turquía europea, reducida a la ciudad de Constantinopla y los estrechos entre el mar Negro y el Mediterráneo, serían neutralizados y abiertos a la libre navegación internacional. El problema soviético La Paz de Brest-Litovsk (marzo 1918) supuso la salida de la guerra de la Rusia soviética y la pérdida de gran cantidad de territorios en beneficio de los Imperios Centrales. Lenin se apresuró a firmar una paz tan dura para centrar al Ejército Rojo en la guerra civil iniciada en Rusia. Los países de la Entente apoyaron, primero con tropas y luego con armas y dinero, al Ejército Blanco en su lucha contra el gobierno bolchevique. Aprovechando la situación creada por la revolución, la derrota ante los Imperios Centrales, la guerra civil rusa, y la posterior victoria de la Entente, diversos territorios del antiguo imperio ruso zarista alcanzaron su independencia: o Finlandia, en diciembre de 1917 o Los países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, a lo largo de 1918 o Polonia y la Rusia soviética se enfrentaron en una guerra que concluyó con el Tratado de Riga (marzo 1921). Este tratado supuso importantes pérdidas territoriales en beneficio del nuevo estado polaco. o Rumanía se anexionó Besarabia. El aislamiento de los Estados Unidos Wilson puso toda su influencia en la constitución de la Sociedad de Naciones. Un elemento clave de la nueva sociedad era el principio de la seguridad colectiva, por el cual EE.UU. y los demas países miembros quedaban comprometidos en la defensa de la seguridad de los demás miembros de la Sociedad. Wilson, presidente del partido demócrata, se encontró con un Senado, que debía ratificar los tratados de paz y el pacto de la Sociedad de Naciones, dominado por el partido republicano. Los republicanos optaron por introducir importantes enmiendas al Pacto de la Sociedad de Naciones, esencialmente dirigidas a limitar el principio de la seguridad colectiva. La negativa de Wilson a negociar llevo a que el problema se solucionara en las elecciones de 1920. La derrota de Wilson y el triunfo del republicano Harding precipitó que EE.UU. no firmara ni los Tratados de Paz ni el Pacto de la Sociedad de Naciones. Posteriormente, en 1921, firmó tratados por separado con Alemania, Austria y Hungría. CONCLUSIÓN: UNOS MALOS TRATADOS DE PAZ Los Tratados firmados tras la Conferencia de París no contribuyeron en absoluto a estabilizar la situación europea y mundial. Al rastrear las causas de la segunda guerra mundial, rápidamente nos encontamos con que los errores cometidos en los tratados que pusieron fin a la Gran Guerra fueron claves a la hora de desencadenar de nuevo los horrores de un conflicto mundial apenas veinte años después de la conclusión de la "guerra que pondría fin a todas las guerras". Alemania Alemania habia aceptado el armisticio tomando como base los "catorce puntos" de Wilson. Sin embargo, se encontró con que no se le permitió participar en la Conferencia de Paz y se la trató duramente en la Paz de Versalles (El "diktat" de Versalles). La postura "dura" de Clemenceau se había impuesto. El ser declarada "responsable del conflicto", las pérdidas territoriales en el este y las enormes reparaciones de guerra a las que se vió obligada fueron las cláusulas especialmente inaceptables para los alemanes. Sin embargo, excepto algunas zonas de Renania temporalmente y la cuenca del Sarre, Alemania no fue ocupada militarmente y su poderío económico no sufrió una merma sustancial. La gran contradicción fue que el Tratado de Versalles trataba de imponer una paz muy dura a un estado que aún era muy poderoso. En estas condiciones, agravadas por las dificultades de la posguerra, las posiciones "revanchistas" contra el Tratado de Versalles pronto se extendieron en Alemania. La falsa noción histórica de haber perdido la guerra no en el frente de batalla sino por "la puñalada por la espalda" de los demócratas, socialistas, judíos... que habían protagonizado la revolución de noviembre de 1918 se propagó entre los ámbitos ideológicos de la derecha alemana. Italia Tras la firma de los tratados de paz en Italia se repetía la frase "Hemos ganado la guerra, pero hemos perdido la paz". Así se resumía la generalizada sensación italiana de haber sido menospreciados en París y haber conseguido pocos beneficios tras haber perdido 460.000 vidas humanas durante el conflicto. La no anexión de territorios en Dalmacia debido a la aplicación del principio de las nacionalidades en la nueva Yugoslavia y las exiguas conquistas coloniales causadas por el egoísmo franco-británico, hicieron que las anexiones del Trentino-Alto Adigio y la península de Istria (9.000 kilómetros cuadrados) parecieran muy poco a muchos italianos. Europa Central y Oriental La aplicación del principio de las nacionalidades a una realidad tan compleja étnica y linguísticamente como la de esta zona provocó una intrincada labor de diseño de fronteras tratando de separar lo que a menudo era inseparable. Las minorías nacionales fueron la regla en los nuevos estados surgidos en la región. La zona estaba llena de focos de conflicto. Francia Pese a imponer duras condiciones a Alemania, Francia no conseguirá que los países anglosajones se comprometieran a un pacto que garantizase su apoyo ante un eventual ataque alemán. La negativa norteamericana a firmar los tratados impidió esta aspiración francesa. La fragilidad de la posición francesa quedó clara en cuanto Hitler reinició el rearme alemán en la década de los treinta. Clemenceau había conseguido un tratado muy duro con Alemania, sin embargo, no había conseguido una situación de fuerza que permitiera su aplicación. Estados Unidos La hegemonía de los republicanos durante los años veinte marcó una clara tendencia aislacionista. La negativa a entrar en la Sociedad de Naciones llevó a un desentendimiento de los asuntos políticos europeos enormemente nocivo para la estabilidad mundial ya que EE.UU. era ya la primera potencia mundial. No obstante, en el terreno económico los norteamericanos no optaron por el aislamiento. Su negativa a condonar las deudas de los aliados de la Entente, en el lado negativo, o su intervención para solucionar el problema de las indemnizaciones de guerra de Alemania con el Plan Dawes de 1924, en el positivo, muestran como el aislacionismo no se dió en las cuestiones económicas. U.R.S.S. Tras intervenir directamente y ayudar al Ejército Blanco durante el guerra civil, las potencias vencedoras optaron por establecer lo que se denominó cordón sanitario en torno a la URSS comunista. Establecimiento de una serie de estados antisoviéticos que cercaran al nuevo estado soviético. Se trataba de impedir la expansión del comunismo y debilitar a la URSS. La U.R.S.S. fue aislada y no se le permitió el ingreso en la Sociedad de Naciones. Otra gran potencia que quedaba fuera del concierto de naciones diseñado en París en 1919. LA SOCIEDAD DE NACIONES Wilson, el gran promotor de la idea, hizo que la Conferencia de París, que había iniciado sus sesiones el 18 de enero de 1919, aprobara una Resolución sobre la creación de una Sociedad de Naciones el día 25. En abril, la Conferencia aprobó el Pacto de la Sociedad de Naciones, que fue anexado a los diversos tratados de paz. Entró en vigor el junio de 1919, cuando se firmó el Tratado de Versalles. La nueva Sociedad fijó su sede en Ginebra (Suiza). Sus principales instituciones eran una Asamblea General, un Consejo, del que eran miembros permanentes las grandes potencias, y un Secretario General, encargado dirigir los más de 600 funcionarios que trabajaban para la Sociedad. Teniendo como como objetivo esencial el mantenimiento de la paz, la Sociedad buscó garantizar la protección de los pequeños países ante las grandes potencias. Se trataba de crear un nuevo orden internacional basado en el principio de la seguridad colectiva. El artículo 10º del Pacto consagraba este principio: "Los miembros de la Sociedad se comprometen a respetar y a mantener contra toda agresión exterior la integridad territorial y la independencia política presente en todos los miembros de la Sociedad. En caso de agresión, de amenaza o de peligro de agresión, el Consejo determinará los medios para asegurar el cumplimiento de esta obligación." La Sociedad de Naciones consiguió algunos éxitos en su labor, ayudó a solventar pacíficamente algunos conflictos en el período inmediato de posguerra y tuvo su apogeo en el período 1924-1929 (Tratado de Locarno, 1925, Ingreso de Alemania en la Sociedad, 1926, Pacto Briand-Kellog, 1928), sin embargo, cuando la situación internacional se enturbió tras la depresión de 1929, la Sociedad de Naciones se mostró totalmente incapaz de mantener la paz. Estos son los principales motivos: Razones del fracaso de la Sociedad de Naciones Ausencia de potencias clave en el concierto mundial: o EE.UU. se negó a entrar en 1920 y nunca participó. o A Alemania se le negó el ingreso en principio, tras el Tratado de Locarno, se adhirió en 1926, para salir de nuevo inmediatamente después del ascenso de Hitler en el poder en 1933. o A la URSS también se le negó el ingreso, accedió en 1934 y fue de nuevo expulsada en 1939 o Japón se marchó en 1933 e Italia en 1936. Falta de medios económicos o militares para imponer sus resoluciones Los catorce puntos del presidente Wilson, 8 de enero de 1818 «Nuestro programa es, pues, el programa de la paz mundial que a nuestro juicio es el único posible, y se compone de los siguientes puntos: 1. Prohibición de la diplomacia secreta en el futuro. 2. Absoluta libertad de navegación en la paz y en la guerra fuera de las aguas jurisdiccionales. 3. Desaparición de las barreras económicas. 4. Garantía de la reducción de los armamentos nacionales. 5. Reajuste, absolutamente imparcial, de las reclamaciones coloniales (...). 6. Evacuación de todo el territorio ruso, dándose a Rusia la oportunidad para su desarrollo. 7. Restauración de Bélgica en su completa y libre soberanía. 8. Liberación de todo el territorio francés y reparación de los perjuicios causados por Prusia en 1871. 9. Reajuste de las fronteras italianas de acuerdo con el principio de nacionalidad. 10. Desarrollo autónomo de los pueblos de Austria- Hungría. 11. Evacuación de Rumania, Serbia y Montenegro, concesión de un acceso al mar a Serbia y arreglo de las relaciones entre los Estados balcánicos de acuerdo con sus sentimientos y el principio de la nacionalidad. 12. Seguridad de desarrollo autónomo de las nacionalidades no turcas del Imperio Otomano. 13. Polonia, Estado independiente, con acceso al mar. 14. Asociación general de naciones, a constituir mecfiante pactos específicos con el propósito de garantizar mutuamente la independencia política y la integración territorial, tanto de los Estados grandes como e los pequeños. Actividad de evaluación 1. Comenta la siguiente caricatura 2. Comenta la siguiente imagen.