26 LA VANGUARDIA P O L Í T I C A Pablo Iglesias, la pesadilla del PSOE PEDRO VALLÍN Madrid L a política no es tener opinión. Ni siquiera es tener razón. La política es acumular poder”. El que habla así es Pablo Iglesias, líder y rostro de Podemos, la formación política creada el pasado 11 de marzo y que en las elecciones europeas se ha convertido en la tercera fuerza política en cinco comunidades autónomas y la cuarta absoluta en el conjunto del país, captando casi un 8% de los votos. El viernes, Iglesias aseguraba que les ha faltado pista: si se repitieran las elecciones ahora mismo, aún sacaría más votos. Y quizá no le falte razón. Pablo Iglesias es hoy, a efectos prácticos, el capitán de la izquierda no socialista –visto el reparto provincial de sus apoyos, IU está abocada a pactar con él o arriesgarse a sufrir una sangría de escaños– y una de las principales preocupaciones a corto plazo del PSOE, puesto que encarna lo que el voto joven de izquierdas busca para expresar el malestar multiforme que desde el 15-M se ha hecho más que evidente en España. En la semana transcurrida desde las elecciones, Iglesias ha atraído la atención de todo el arco político, como si de súbito fuera obligado tomar postura sobre la personalidad, biografía e ideas de este profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid de sólo 35 años. El sociólogo sevillano Pedro Arriola, uno de los asesores principales de Mariano Rajoy, llamaba a Iglesias “friqui”, expresión con la que subrayaba su condición de advenedizo, de espontáneo llegado a la política aupado sobre la espuma de unos tiempos revueltos. Un Beppe Grillo a la española, o un Ruiz Mateos. Un evento efímero. Es casi paradójico que el apelativo de Arriola esté tan lejos y a la vez tan cerca de la realidad. Porque, usando una expresión muy repetida por Iglesias, efectivamente no pertenece a la casta política, pero la acción política ha sido su ocupación toda la vida. El joven profesor es una amenaza inminente para el crecimiento de IU y un verdadero quebradero de cabeza para el PSOE EL EPO TAJE Pese a la popularidad conseguida en los últimos meses a través de su presencia en tertulias televisivas y al efecto viral de sus vídeos en YouTube –vídeos de más de una hora de duración que acumulan cientos de miles de visitas–, Iglesias es seguramente lo más alejado de un espontáneo. FORMACIÓN POLÍTICA Pablo Iglesias y su equipo llevan muchos años en política, en el entorno de IU IDEARIO Sus ideas, incluso sus simpatías chavistas, son las de IU, salvo en el modo de acción Procedente de una familia de izquierdas “muy politizada”, según su propia expresión –su abuelo fue fusilado, y sus padres militaron en la clandestinidad, y no se llama como el fundador del PSOE por casualidad–, lleva en política desde los 14 años. Tanto Iglesias como los principales miembros de su equipo, Juan Carlos Monedero e Iñigo Errejón, todos ellos vinculados al departamento de Ciencia Política de la Complutense, llevan mucho tiempo trabajando en los aledaños de la política, principalmente como consultores externos de organizaciones de izquierdas, tanto para gobiernos latinoamericanos como para la propia IU. Monedero fue consejero de Gaspar Llamazares entre el 2000 y el 2005, y Errejón e Iglesias fueron asesores “de comunicación y discurso” del equipo de campaña de Cayo Lara en las elecciones del 2011. Quienes hoy pilotan el proyecto Podemos estuvieron en IU intentando llevarla hacia nuevas formas de acción política (han defendido la necesidad de una mayor exposición mediática del diputado y economista malagueño Alberto Garzón, personalidad significativa en el activismo digital que gestó el 15-M), pero abandonaron, según ha explicado Iglesias en varias ocasiones, entendiendo que el funcionamiento interno de la organización está burocratizado y carece de la agilidad imprescindible para dar respuesta a lo ocurrido en la Puerta del Sol, un fenómeno inédito –en el que tanto Monedero como Errejón e Iglesias fueron muy activos– que puso en cuestión la capacidad de los partidos convencionales para vehicular la frustración ciudadana. Es precisamente en este sentido en el que Podemos se ha convertido en una grave preocupación para IU: con un ideario político idéntico al que cobija la coalición (incluida su simpatía por los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia, muy común en las filas de IU), la gran diferencia no DOMINGO, 1 JUNIO 2014 Las redes sociales como plataforma política Con un modelo político de partidos fuertes y rígidos como el diseñado en 1978, las redes sociales se han convertido en el método para dar permeabilidad al sistema, permitiendo llegar a los votantes a nuevas formaciones. Sin embargo, el provecho que los nuevos partidos han sacado de la sociedad digital ha sido desigual. PODEMOS Esta recién nacida formación ha basado su éxito en una intensa presencia en televisión y en las redes sociales. Su líder, el carismático Pablo Iglesias, acude a tertulias en cualquier canal que lo invite, de La Sexta a Intereconomía. Tan sólo cuatro meses después de haber decidido presentarse a las elecciones europeas cuentan con más de 323.000 seguidores en Facebook i 174.000 en Twitter, 10.000 de los cuales se apuntaron en sólo un cuarto de hora tras conocerse los resultados. La mayoría de sus seguidores, según estadísticas de Facebook, tienen entre 25 y 34 años y residen en Madrid. Otro estilo. Su vestimenta y peinado, muy comentados, están deliberadamente alejados de los partidos convencionales LA VANGUARDIA 27 POLÍTICA DOMINGO, 1 JUNIO 2014 PRIMAVERA EUROPEA (EQUO) La coalición Primavera Europea, con una identidad en las redes creada sólo un mes antes de las elecciones, no ha acabado de despegar. Su cuenta en Twitter recoge 4.800 seguidores, a los que se suman unos 6.600 de Facebook. El peso de la campaña electoral se ha llevado a cabo desde los perfiles de cada uno de los partidos de la coalición que, debido a su mayor antigüedad, cuentan con más afiliados. Equo, por ejemplo, es seguido por 94.900 usuarios en Facebook y 53.700 más en Twitter. A través de ellos ha anunciado sus actos de campaña y ha dado difusión a las propuestas de su programa. es su presunto “bolivarianismo”, sino su forma de hacer política: Pablo Iglesias, una de cuyos verbos favoritos es empoderar (“hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido”, dice la RAE), pretende politizar la sociedad, es decir, convertir a las clases medias empobrecidas y las clases populares en ciudadanos políticamente activos. Emplea las redes sociales para comunicarse con los nativos digitales con la misma naturalidad y decisión con las que hace uso de la televisión generalista para conectar con las generaciones analógicas. Iglesias emplea un lenguaje alejado de los formulismos, las perífrasis y los eufemismos que han hecho presa en la jerga política institucional, lo que, obviamente, hace que sea acusado de demagogia. Sin embargo, su acción política es mucho más ortodoxa de lo que aparenta porque se ajusta a lo que Lenin postulara en su célebre texto de acción política Qué hacer (1902) cuando describe la acción del agitador y del propagandista. Sólo que Iglesias adecua ese método a una sociedad digital y televisual que necesita poner rostro a las ideas y que huye del subterfugio verbal. Responsable de media docena de libros (como autor único, coautor o coordinador), de verbo raudo y siempre elocuente, con gran capacidad de condensar un mensaje político fuerte en cada intervención y no perder los estribos en los más acalorados debates –y, de paso, conseguir que sus contendientes los pierdan–, logró hace apenas un año ser invitado al programa El gato al agua de Intereconomía y desde entonces las cadenas nacionales han sido su marco de acción política: La Sexta, Cuatro, 13TV y TVE han PARTIDO X El partido que rechazó ponerle cara a sus propuestas ha llevado una actividad desigual durante su campaña electoral, días con más de 100 publicaciones y otros en que no superaban las 30. Sus seguidores se cifran en 79.000 en Facebook y 38.600 en Twitter, donde además siguen de vuelta a 10.500 usuarios, dato destacable ya que la mayoría de estos partidos rondan los 1.000 followings. El Partido X apostó también por llevar a cabo un making-of de su campaña en Instagram, con dos centenares de seguidores. La actividad en todas estas redes ha desaparecido tras no obtener representación en la Eurocámara. hecho de él un rostro popular en apenas unos meses. Y su desempeño televisivo parece el de un personaje de Aaron Sorkin. Y ahí es donde ese nuevo estilo afecta al PSOE, que lleva desde el 2011 queriendo aglutinar el descontento –recuérdese el tiento con el que, siendo ministro de Interior, Rubalcaba trató la acampada de Sol–. Sin éxito. Al elegir nuevo líder, al PSOE le pesa la sombra de Pablo Iglesias: necesitan un líder que evite que los vo- MOVIMIENTO RED La actividad del partido del juez Elpidio José Silva en las redes sociales es monopolizada desde los perfiles personales del juez en Twitter, con más de 81.900 seguidores, y en Facebook, con unos 6.300. El personalismo de la lista encabezada por el juez del caso Blesa se hace patente hasta en la etiqueta oficial de la campaña #Elpidio25M. En cambio, las páginas estrictamente de la formación política no tienen mucho seguimiento por parte de los usuarios de las redes. La página de Facebook sólo reúne 325 personas, mientras que el perfil de Twitter tiene unos 6.500 followers. tantes descontentos sigan yendo a buscar una alternativa a la fatigada política en Iglesias. Acusado de personalismo por el modo en que centra en su figura toda la actividad de propaganda política de su partido, las urnas parecen haber dado la razón a Iglesias en su treta para evitar la dispersión del voto entre las nuevas formaciones de izquierdas: Podemos colocó su rostro, familiar para muchos espectadores, en el logotipo del partido, de La cuestión del personalismo La papeleta de las europeas ]La principal desavenencia del equipo que hoy forma Podemos con IU afecta al método de acción política y singularmente a una vieja cuestión: el personalismo. Los comunistas rechazaron hace medio siglo personalizar en rostros carismáticos sus ideas. Justo cuando echaba a andar la política televisada. Temían que condujera al caudillismo y al populismo. Así, IU ha exhibido una eficacia proverbial en arrumbar a cualquier rostro que lograra cierta popularidad. De Cristina Almeida, en cuyo despacho se creó la coalición IU, a Gaspar Llamazares, pasando por Inés Sabanés, todos los que fueron célebres han acabado apartados del gobierno de la organización. Pablo Iglesias, en cambio, siempre ha creído que el carisma personal es una forma eficaz de acción política. Y no porque pensara en sí mismo: meses antes de decidir ponerse al frente de Podemos, Iglesias abogaba por promover el salto a la política de la activista barcelonesa Ada Colau, que puso rostro a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. VOX Este partido, a parte del perfil general, creó perfiles especiales para ciudades como Granada, Tarragona, Alicante o Barcelona para acercarse a los votantes de cada región. Desde estas plataformas ha promocionado sus propuestas, a la vez que cargaba contra otros partidos como Podemos, CiU o PP. La página oficial de VOX en Twitter reúne 28.400 seguidores y 9.100 la de Facebook. En este caso, el líder de la formación Alejo Vidal-Quadras también ha usado sus redes para la campaña electoral, pero su popularidad se sitúa un poco por debajo con 24.500 seguidores en Twitter y unos 3.700 en Facebook. forma que apareciera en las papeletas. Este ardid es una buena muestra del pragmatismo que preside la acción de la formación y al que Iglesias siempre alude. En la presentación de un libro, en noviembre pasado, Iglesias explicaba elocuentemente la que habría de ser la estrategia política de Podemos, meses antes de que se creara el partido: “¿Qué es lo que se puede hacer? Pues intentar acumular poder. Hay gente que piensa que la clave es la auREFERENCIA DE LA IZQUIERDA Podemos ha recogido el descontento juvenil que el PSOE trata de canalizar desde el 2011 ESTRATEGIA Iglesias es un pragmático: usa cualquier medio para movilizar el voto toorganización, el trabajo en los barrios, el trabajo de base, crecer poco a poco... Y es verdad, pero a mí me dan mucho miedo esos planteamientos que posponen al futuro lo que no hemos conseguido hacer en los últimos treinta o cuarenta años. Yo creo que cuanto más débiles somos más importante es agarrarse a los instrumentos que tiene el enemigo. Lo que toca ahora es empoderarse en todos los ámbitos, en todos y cada uno de los ámbitos que estén a nuestro alcance”, y recordaba el ejemplo de los comunistas que durante el franquismo se afiliaban al sindicato vertical. “Porque era lo que había”.c