Reflexiones en torno al Derecho Internacional Humanitario y al

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REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Y EL NUEVO CODIGO PENAL COLOMBIANO ( LEY 599/200)
Tesis de Grado para optar el Título de
Doctor en Ciencias Jurídicas
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS
DEPARTAMENTO DE DERECHO PENAL
Bogotá, D.C.
2002
PLAN DE TRABAJO
REFLEXIONES EN TORNO AL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
Y EL NUEVO CODIGO PENAL COLOMBIANO ( LEY 599/200)
I–
JUSTIFICACION
II -
OBJETIVOS
1. Conceptos
2. Inclusión en la legislación colombiana
3. Tipificación de estos delitos en el Estatuto de la Corte Penal
Internacional
III -
TABLA DE CONTENIDO
IV -
CRONOGRAMA
BIBLIOGRAFIA
I - JUSTIFICACION
El propósito principal de este trabajo, es hacer un análisis sobre el interesante
tema de DIH, tomando su origen, concepto, naturaleza, desarrollo y lo más
importante su inclusión en el ordenamiento jurídico colombiano, como un capítulo
especial dentro del Nuevo Código Penal, ya que anteriormente se hacía referencia
a él, se tipificaban algunos delitos contra el Derecho Internacional Humanitario,
pero no existía un capítulo exclusivamente dedicado a su tipificación y
penalización.
No es mi objetivo agotar el tema, pero si lo es, reflexionar sobre la trascendencia
que tiene el Derecho Internacional Humanitario, a propósito de la situación de
orden público que vive hoy en día nuestro país, hecho que para mi opinión hacía
indispensable su inclusión en nuestro ordenamiento jurídico, mereciendo por lo
menos estas reflexiones que pretendo hacer, para lograr una de las metas mas
importantes de mi vida, que es obtener el título de abogado de la Pontificia
Universidad Javeriana.
II - OBJETIVOS
1. Conceptos
Definir los conceptos de Derechos Humanos, del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos
y del Derecho Internacional Humanitario y, de sus
fundamentos comunes, diferencias y las personas y bienes protegidos.
Definir los conceptos de las formas de delitos contra el Derecho Internacional
Humanitario
2. Analizar la forma como fueron incluidos en nuestro ordenamiento jurídico
3. Examinar la forma como estos delitos están tipificados en el Estatuto de la
Corte Penal Internacional
III - TABLA DE CONTENIDO
Pag.
INTRODUCCION
1.
CAPITULO PRIMERO
NOCIONES BASICAS CON RESPECTO AL
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
1.1
ORIGEN Y DESARROLLO
1.2
CONCEPTO
1.3
CARACTERÍSTICAS
1.3.1 La importancia del Derecho Internacional Humanitario
1.3.2 La Inalienabilidad de los derechos de las personas protegidas
1.3.3 La inexistencia de la cláusula si omnes o de Reciprocidad
1.4
NATURALEZA
1.4.1. El Derecho Y La Guerra
1.4.2. El derecho y el Estado
1.4.3. El derecho y el individuo
1.5. CAMPO DE APLICACIÓN
1.5.1. Material
1.5.2. Personal
15.3 Temporal
1.5.3.1 Normas relacionadas con el inicio y terminación de hostilidades
1.5.3.2 Normas de aplicación permanente
1.5.3.3 Normas aplicables hasta la consecución de su finalidad
1.5.4 Bienes protegidos
2
CAPITULO SEGUNDO
SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL DERECHO
INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO
INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
5
5
5
11
12
12
15
15
16
16
17
18
18
18
19
20
20
21
21
21
23
2.1.
2.2
2.3
2.3.3
2.4
2.4.1
2.4.2
3.
3.1.1
3.1.2
3.1.3
3.1.4
3.1.5
3.2.
3.2.1
3.2.2
3.3
3.4
3.5.
3.5.1.
3.6
3.6.1
3.6.2
3.6.3
3.6.4
3.6.5
3.6.7
3.7
3.7.1
TEORIAS CON RESPECTO A LA RELACION ENTRE EL
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO Y EL DERECHO
INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
Fundamentos Comunes
Diferencias
Procedimientos de protección
PERSONAS Y BIENES PROTEGIDOS
Personas Protegidas
Bienes protegidos
CAPITULO TERCERO
EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL
ORDENAMIENTO JURIDICO COLOMBIANO
El Tratado de Regularización de la Guerra
La Constitución Política de 1863
El Código Penal Militar de 1881
La Constitución Política de 1886
La Constitución Política de 1991
ALGUNOS ASPECTOS DEL DERECHO INTER ACIONAL
HUMANITARIO FRENTE A LA CONSTITUCIÓN POLITICA
DE COLOMBIA
Aplicación retroactiva de la ley penal humanitaria en Colombia
Imprescriptibilidad
ALCANCE DE LA EXPRESIÓN “REGLAS DEL DERECHO
INTERNACIONAL HUMANITARIO”
LA PREVALENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO EN EL ORDENAMIENTO INTERNO
NORMAS APLICABLES EN COLOMBIA
El concepto de Conflicto armado no internacional
LA APLICABILIDAD DEL PROTOCOLO II DE 1979 Y DEL
ARTICULO 3° COMÚN A LOS CONVENIOS DE GINEBRA
DE 1949 A LA ACTUAL SITUACION COLOMBIANA
Condiciones de aplicabilidad del Protocolo II
El Protocolo II y los disturbios interiores y tensiones internas
Calificación de las condiciones de aplicabilidad del Protocolo II
El principio de no-intervención
El artículo 3° Común a los Convenios de Ginebra de 1949
Acuerdos Especiales
MEDIDAS DE IMPLEMENTACION DEL DERECHO
INTERNACIONAL HUMANITARIO EN COLOMBIA
Medidas Preventivas
23
24
26
30
30
30
31
32
32
34
35
35
36
36
36
38
38
43
48
49
52
52
55
56
57
58
60
60
58
3.7.2
3.7.3
3.8
3.8.1.
3.8.2
3.8.3
3.8.4
Medidas de Control
Medidas Legislativas
TIPIFICACION DE LAS INFRACIONES AL DERECHO
INTERNACIONAL HUMANTARIO
El Código Penal Militar de 1988
El Código Penal de 1980
Proyecto de Ley N° 40 Senado de la República
Nuevo Código Penal Colombiano. Ley 599 de 2000.
62
63
67
68
68
68
70
4.3
4.3.1
4.3.2
4.4.
4.5
4.6.
4.7
CAPITULO CUARTO
EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL
ESTATUTO DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Y SU
RELACION CON COLOMBIA
ANTECEDENTES DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL FRENTE A LA
LEGISLACIÓN COLOMBIANA
CARACTERISTICAS DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL
Jurisdicción complementaria
Competencia material
EL GENOCIDIO
CRIMENES DE GUERRA
CRIMENES DE LESA HUMANIDAD
CRIMENES DE AGRESION
117
120
120
121
122
123
129
131
6.
CONCLUSIONES
132
4.
4.1
4.2.
BIBLIOGRAFIA
115
115
134
IV - CRONOGRAMA
Febrero 7 de 2002
Presentación del Plan de Trabajo
Febrero 28 de 2002
Presentación de la Introducción y el primer capítulo
Marzo 11 de 2002
Presentación del segundo capítulo
Marzo 22 de 2002
Presentación del tercer capítulo
Abril 8 de 2002
Presentación del cuarto capítulo y conclusiones
INTRODUCCIÓN
La entrada en vigencia de una Constitución Política, en la que se consagra un
nuevo concepto de Estado, con instituciones, principios y valores acordes con las
tendencias políticas, sociales y jurídicas que actualmente se aplican en las
sociedades democráticas más avanzadas, impone el examen y la consecuente
adecuación del sistema normativo y con base en ella, la normatividad sustantiva
parte de la regulación de las garantías penales materiales, aunado a los principios
en donde el derecho a la vida pasa a ser el bien jurídico protegido más importante,
la protección de los derechos fundamentales, en unos casos completamente
nuevos y aquellos de naturaleza personalísima sobre los cuales la sociedad ha
manifestado una especial sensibilidad.
De esta manera y complementando lo anterior, los nuevos bienes de naturaleza
colectiva apreciados por la sociedad colombiana en evolución, tienen que tener
también su respaldo, lo mismo que la tipificación de las conductas punibles
relacionadas con ellos.
Consecuentemente, el Nuevo Código Penal en su parte especial, dedicó un
capítulo especial a tipificar los delitos contra las personas y bienes protegidos por
el Derecho Internacional Humanitario, sin definirlo de una manera definitiva, pero
agrupando una serie de tipos penales, que describen y penalizan los
comportamientos que representan las mas graves infracciones a la normatividad
internacional, que Colombia se comprometió a respetar y aplicar.
En tratándose de esa normatividad internacional, tenemos que remitirnos a los
cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 a saber: el primero para
aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en
campaña; el segundo para aliviar la suerte que corren los heridos, enfermos y
náufragos de las fuerzas armadas en el mar; el tercero relativo al trato debido a los
prisioneros de guerra y el cuarto, relativo a la protección debida a las personas en
tiempo de guerra. Convenios que están adicionados por el Protocolo I relativo a la
protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales y el Protocolo
II relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados no
internacionales. Estos Protocolos adicionales de 1977 reafirman los principios
sentados en las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907, en lo que respecta a
las restricciones impuestas en la conducción de las hostilidades y los
complementan con reglas como las de la protección al medio ambiente.
Nuestro país es parte de los cuatro Convenios de 1949 aprobados mediante la Ley
5 de 1960 y vigentes desde el 8 de mayo de 1962; igualmente aprobó mediante
Ley 11 de 1992 el Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra y el Protocolo
II mediante la Ley 171 de 1994. También participó en la Segunda Conferencia
Interamericana celebrada en México, en 1901, en la cual se aprobó la adhesión a
las Convenciones de La Haya de 1899 y en la Convención de 1972, sobre la
prohibición del desarrollo, producción y el almacenamiento de armas
bacteriológicas, biológicas, tóxicas y sobre su destrucción, la cual fue aprobada
mediante la Ley 10 de 1980 y entrada en vigor en 1983.
Todas estas adhesiones de Colombia, le crean una serie de compromisos
internacionales, que no podrán satisfacerse adecuadamente, si no se tipificaban
las conductas, que constituyen graves infracciones a estas instituciones
internacionales que regulan los conflictos armados.
Los instrumentos internacionales, que recogen los derechos humanos, son
principalmente aquellos que hacen parte de dos sistemas normativos: El Derecho
Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional de los
conflictos armados o Derecho Internacional Humanitario, suscritos para otorgar
una fuerza vinculante a los derechos reconocidos y enunciados por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948.
La prevalencia de estos tratados internacionales sobre Derechos Humanos, ha
sido interpretada por la Corte Constitucional, mediante la doctrina del “Bloque de
Constitucionalidad“ según la cual estos tratados hacen parte de un conjunto de
normas y principios que sin “aparecer formalmente en el articulado del texto
constitucional, son utilizados como parámetros de control de constitucionalidad de
las leyes, por cuanto han sido normativamente integradas a la Constitución.1 En
consecuencia, en la actualidad, los tratados en materia de Derechos Humanos,
constituyen pauta suprema del interprete en la tarea de fijar el sentido y el alcance
de las normas de orden constitucional y legal en las cuales sé positivisa la
protección de los derechos del hombre.
En el caso de nuestro conflicto armado, muchas de las conductas que vulneran o
amenazan los Derechos Humanos, son a su vez infracciones al Derecho
Internacional Humanitario y se constituyen en acciones u omisiones de quienes
participan directamente de las hostilidades es decir los combatientes, que
incumplen los deberes o quebrantan las prohibiciones que les ha impuesto el
artículo 3º común a los Cuatro Convenios de Ginebra y el Protocolo II adicional;
de esta forma, el sujeto activo de una infracción al Derecho Internacional
Humanitario, puede ser cualquiera de las personas que dentro de un conflicto
armado, combaten a favor de una u otra parte y las infracciones graves se
denominan en la Jurisprudencia y en la Doctrina Internacionales “ crímenes de
guerra “ concepto este que será motivo de análisis en el capítulo IV de este
trabajo.
Con base, en los elementos anteriores, se establecen tres objetivos principales
que persigue este trabajo, como ser:
1- Definir el concepto de Derecho Internacional Humanitario, su origen, desarrollo,
naturaleza, características, su campo de aplicación y las formas de delitos
contra él. También, definir el concepto del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, y las semejanzas y diferencias con el Derecho
Internacional Humanitario.
2- Analizar la forma como fueron incluidos en nuestro ordenamiento jurídico, su
fundamento legal, basado en las normas de carácter internacional, como los
Convenios de Ginebra de 1949 y sus dos Protocolos I y II de 1977.
3- Examinar la forma como estos delitos están tipificados en el Estatuto de Roma
de la Corte Penal Internacional, dando una descripción de cada uno de ellos.
1
Corte Constitucional. Sentencia C-225 de mayo 18 de 1995.
CAPITULO PRIMERO
1. NOCIONES BÁSICAS CON RESPECTO AL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO
1.1 ORIGEN Y DESARROLLO
El Derecho Internacional Humanitario, también conocido como derecho de la
guerra y técnicamente derecho de los conflictos armados, hunde sus raíces en la
noche de los tiempos. El hombre frente a los horrores de la guerra y ante su
incapacidad de evitar los conflictos armados, ha intentado con relativo éxito paliar
sus consecuencias, buscando que los contendientes tengan un mínimo ético en la
conducción de las hostilidades y en el trato de las personas que no participan en
las mismas o que han dejado de participar.
En la antigüedad, los Estados disponían de toda libertad para hacer uso de la
fuerza e incluso la noción de soberanía estatal, se basaba en el recurso de la
misma, y era ella la que determinaba las relaciones de los Estados, con los demás
miembros de la comunidad internacional.
Según al Doctor Pedro Pablo Camargo2, el desarrollo histórico del Derecho
Internacional Humanitario, como derecho de la guerra, ha tenido las siguientes
etapas, a saber:
La época Pre-estatal se caracterizaba por la ausencia de administración de justicia
e imperio de la vindicta; las guerras entre las tribus eran crueles, quedando el
vencido a merced del vencedor. La ley del Talión. ojo por ojo, diente por diente,
constituye una primera limitación de los tiempos primitivos.
En Asia menor debido a las influencias religiosas del budismo y el confusionismo,
predominó en las antiguas culturas de la India y de la China, la teoría de la guerra
justa en defensa del pueblo.
En los pueblos orientales, no existía límite alguno en el desarrollo de los conflictos
armados; la barbarie imperó, siendo los asirios quienes propulsaron a todos los
demás pueblos, a los prisioneros de guerra se les esclavizaba, mataba o se les
ofrecía en sacrificio a los dioses, previa tortura; la población no combatiente de las
comarcas conquistadas, también era maltratada y esclavizada. No existió en
consecuencia el derecho de la guerra, aunque en el Deuteronomio existen
indicaciones sobre la noción de la guerra santa.
El pueblo griego fue eminentemente guerrero y no existió limitación alguna en los
medios y métodos empleados para la guerra, por el contrario los prisioneros eran
sometidos a la esclavitud o eliminados, los pueblos y comarcas saqueados y
arrasados, llegándose a usar los primeros gases letales en la guerra del
Peloponeso. Solo a partir del siglo IV se empezó a humanizar la guerra.
2
CAMARGO. Pedro Pablo. Derecho Internacional Humanitario, Tomo I, Jurídica Radar Ediciones.
Bogotá, Colombia. 1995.
En la época romana, el pueblo conquistado quedaba a merced del vencedor, las
ciudades saqueadas y los prisioneros asesinados, no obstante, adoptaron normas
especiales para los problemas de la guerra y de la paz. La guerra era una
institución jurídica y solo cuatro causas la justificaban: la violación de los territorios
romanos, la violación contra las prerrogativas de los embajadores, la violación de
los tratados, y la ayuda de un Estado amigo.
En el cristianismo se defendió, propagó y proclamó la paz. Su extensión y
unificación en torno al pontificado y al imperio, conllevó al nacimiento de la
comunidad católica; los horrores de la guerra fueron inicialmente mitigados por el
Segundo Concilio de Letrán de 1139 en el que se prohibió el uso de ballestas y
arcos, como armas mortíferas; el Tercer Concilio de Letrán condenó la
esclavización de los prisioneros de guerra que fueran cristianos. Se hace
distinción entre guerra justa e injusta. La primera para repeler un ataque injusto o
vengar una grave injuria.
San Agustín en el siglo V, formula la teoría de la guerra justa ( bellu justum)3 de
las que hacen parte las Cruzadas, cuyo fundamento era el de la legitimidad en que
se encontraba el soberano para mantener el orden; “por ser el orden natural reflejo
del orden divino, este tiene que restablecerse sin importar cual fuese el método o
medio utilizado. La guerra desarrollada para mantener ese orden, era una guerra
justa, Dios la quiere, el adversario es enemigo de Dios y por ende los actos del
soberano, cualquiera que fueren, se justificaban y perdían todo carácter de
pecado”.
3
VALENCIA VILLA. Alejandro. Derecho Humanitario para Colombia. Defensoría del Pueblo, Serie
Textos de Divulgación, N° 8. Bogotá, Colombia, 1994.
En el islamismo, no existe consenso acerca de las limitaciones en el desarrollo de
las guerras, las que se declaraban y ejecutaban en contra de quienes no eran
musulmanes; si bien, las guerras santas eran precedidas siempre por una
invitación de ingresar al Islam.
La Edad Media se caracterizó por carecer de reglas humanitarias, aunque debe
reconocerse que se lograron algunos avances en contra de la costumbre de matar
o esclavizar a los prisioneros de guerra; igualmente las Cruzadas de los
Caballeros de la Orden de San Juán socorrieron a los enfermos y heridos, pero no
se prestaba asistencia médica en el campo de batalla; los prisioneros y el botín, se
consideraban como de propiedad personal de quien los capturaba.
La historia del Siglo XVIII y XIX estuvo caracterizada por un sinnúmero de
acuerdos entre beligerantes para el intercambio de prisioneros, capitulaciones,
armisticios, y acuerdos que contenían disposiciones en favor de las víctimas de las
confrontaciones armadas. Sin embargo, estos acuerdos tenían un carácter
ocasional, solo obligaba a las partes contratantes bajo un criterio de estricta
reciprocidad y una vez finalizada la contienda, fenecían las obligaciones
contraídas.
Los horrores presenciados por el ginebrino Henry
Dunant en la batalla de
Solferino en 18594, lo llevaron a establecer en la obra Recuerdo de Solferino las
siguientes recomendaciones, a saber: La creación de sociedades voluntarias de
socorro cuya finalidad sea prestar o hacer que se preste, en tiempo de guerra,
asistencia a los heridos, y la formulación de un principio internacional,
convencional y sagrado que, una vez aprobado y ratificado, serviría de base para
4
DUNANT. Henry, Recuerdo de Solferino. pag 117.
las sociedades de socorro a los heridos5, institución que da lugar a que en 1863,
se constituya un comité para la protección de los heridos, que será
posteriormente, el Comité Internacional de la Cruz Roja, el cual logra que el
Gobierno suizo convoque una Conferencia en 1864, que finaliza con la adopción
de un tratado, titulado Convenio de Ginebra para la protección de los heridos y
enfermos en Campaña.
El Convenio de Ginebra de 1864, de tan solo de diez artículos, se constituye en la
piedra angular del Derecho Internacional Humanitario. Por primera vez los Estados
beligerantes reconocen neutrales al personal sanitario, a las ambulancias y a los
hospitales y se comprometen a protegerlos y respetarlos. Asimismo, se establece
que los militares heridos o enfermos serán recogidos y cuidados, sea cual fuere la
nación a que pertenezcan. Finalmente, se adopta un emblema distintivo: una cruz
roja sobre fondo blanco, el cual distinguirá al personal sanitario y a los
establecimientos y transportes sanitarios6.
Con el convenio de 1864, se sientan las bases para la codificación del derecho de
la guerra. Codificación que ha tenido un desarrollo progresivo y cuyos textos más
importantes son:
La Declaración de San Petersburgo de 1868, con el objeto de prohibir el uso de
determinados proyectiles en tiempo de guerra.
La Declaración de la Haya de 1899, prohibiendo el empleo de las balas que se
hinchan o aplastan fácilmente en el cuerpo humano.
5
6
Ibídem pag. 127.
Convenio de Ginebra de 1864. Manual de la Cruz Roja. Ginebra. 1975.
Reglamento de la Haya de 1907, relativo a las leyes y costumbres de la guerra
terrestre.
Protocolo de Ginebra de 1925, sobre la prohibición del uso en la guerra, de gases
asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos.
Convenio de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte de los heridos y enfermos de
las fuerzas armadas en campaña.
Convenio de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte de los heridos, enfermos y
náufragos de las fuerzas armadas en el mar.
Convenio de Ginebra de 1949, sobre el trato a los prisioneros de guerra.
Convenio de Ginebra de 1949, sobre la protección de personas civiles en tiempos
de guerra.
Convención de la Haya de 1954, para la protección de los bienes culturales en
caso de conflicto armado.
Convención de 1972, sobre la prohibición del desarrollo, de la producción y del
almacenamiento de armas bacteriológicas
(biológicas)
y tóxicas y sobre su
destrucción.
Protocolos I y II de 1977, adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949.
Convención de Ginebra de 1980, sobre prohibiciones o restricciones del empleo
de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas
o de efectos indiscriminados con:
-
Protocolo sobre fragmentos no localizables
Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas
trampas y otros artefactos
-
Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas
incendiarias
-
Protocolo sobre armas láser cegadoras de 1995
Convención de 1997, sobre la prohibición del empleo, almacenamiento,
producción y transferencia de minas antipersonales y sobre su destrucción.
Convención de Roma de 1998, sobre el establecimiento de la Corte Penal
Internacional.
1.2.
CONCEPTO
Existe consenso general acerca de lo que debe entenderse por Derecho
Internacional Humanitario, ya que las diversas definiciones que sobre el mismo se
han dado, coinciden en considerarlo como, un conjunto de normas jurídicas de
carácter internacional, de origen convencional o consuetudinario, que limitan el
uso de la violencia en los conflictos armados, internacionales o internos, impiden
que las partes en conflicto elijan libremente los medios y métodos de guerra y
protegen a las personas que no participan o han dejado de participar en las
hostilidades y a los bienes no considerados como objetivos de guerra.
Para el profesor Christophe Swinarski, el Derecho Internacional Humanitario ha
sido definido como “el cuerpo de normas internacionales, de origen convencional o
consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los conflictos
armados, internacionales o no internacionales, y que limita, por razones
humanitarias, el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los métodos
y los medios utilizados en la guerra, o que protege a las personas y a los bienes
afectados, o que puedan estar afectados, por el conflicto".7
Esta definición incluye lo que antiguamente se conocía como derecho de la Haya
y Derecho de Ginebra, distinción que era más formal que real, puesto que en
ambas ciudades, se adoptaron disposiciones que contenían normas relativas a la
conducción de la guerra y normas relativas a la protección de las víctimas. En este
sentido, la Corte Internacional de Justicia, ha dicho expresamente que tanto las
normas relativas a la conducción de las hostilidades, como las que protegen a las
7
SWINARSKI. Christophe, Introducción al Derecho Internacional Humanitario. Comité Internacional de la
Cruz Roja. Instituto Interamericano de Derechos Humanos. CICR-IIDH, Ginebra (Suiza), pág, 11.
personas en poder de la parte adversaria, pertenecen a la rama del Derecho
Internacional Humanitario.8
1.3. CARACTERÍSTICAS
El Derecho Internacional Humanitario, es un derecho de emergencia, que tiene
que intervenir en caso de ruptura del orden internacional o del orden interno.9
Tiene por lo tanto características muy particulares, entre las que se destacan su
imperatividad, inalienabilidad y la inexistencia de la cláusula de reciprocidad.
1.3.1. La imperatividad del Derecho Internacional Humanitario
Las normas del derecho humanitario son de índole imperativa y no dispositiva,
pues las partes en conflicto jamás pueden decidir a su arbitrio si las aplican o no.
Su imperatividad no se deriva del consentimiento de los Estados, sino de su
carácter consuetudinario (ius congens) siendo igualmente obligatorio para los
Estados y las partes en conflicto, aun cuando no hayan aprobado ninguno de los
tratados respectivos.
Afirma el profesor Christophe Swinarski,10 que la universalidad del derecho
internacional, tanto en el ámbito convencional, como consuetudinario, ha permitido
8
Corte Internacional de Justicia. Revista de la Cruz Roja Internacional, No 139, Opinión consultiva con
respecto a la licitud de la amenaza o del empleo de armas nucleares del 8 de julio de 1996., enero-febrero de
1997, pag. 38.
9
SWINARSKI. Christophe, Principales nociones e institutos del Derecho Internacional Humanitario como
sistema internacional de protección de la persona humana. Instituto Interamericano de Derechos Humanos.
San José de Costa Rica, 1990, pag. 87.
10
Ibídem.
que la doctrina considere,
Derecho
Internacional
que una parte de las normas fundamentales del
Humanitario
son
normas
imperativas
de
derecho
internacional general o normas de ius cogens. El profesor Juan Antonio Carrillo,
considera que las convenciones de Ginebra de 1949 al vincular a un amplísimo
número de Estados, (188 Estados a 31 de diciembre de 1997), éstas, deben ser
consideradas como normas de derecho internacional general.11
Aunque existe el consenso sobre la dificultad de definir las normas de ius cogens,
un sector de la doctrina las ha definido, como normas que superan el relativismo
del derecho internacional, porque son superiores a la voluntad de los Estados, al
ponerse en juego los intereses de la comunidad internacional en su conjunto.
Rafael Casado12 define las normas de ius cogens, como normas superiores que la
comunidad internacional en su conjunto, considera vitales para su desarrollo. En
este mismo sentido, el profesor Carrillo Salcedo dice que, las normas de ius
cogens están claramente presentes en la conciencia jurídica de todos los Estados
y son indispensables para la existencia misma de una sociedad internacional,
tratándose de exigencias imperiosas y absolutas que el Derecho Internacional no
puede desconocer, pues acaban por imponerse o desaparece la sociedad
internacional.13
El artículo 53 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, define
la norma imperativa de Derecho Internacional General como una norma aceptada
y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto, como
norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por
11
CARRILLO SALCEDO. Juan Antonio, Curso de Derecho Internacional Público: Introducción a su
Estructura, Dinámica y Funciones, Editorial Tecnos, Madrid, España, 1984. Pág. 245.
12
CASADO RAIGÓN. Rafael, Las obligaciones erga omnes en el Derecho Internacional contemporáneo,
Departamento de Derecho Internacional Universidad de Córdoba. Cordoba, España.
13
-------- . -------- , La Soberanía de Estado y el Derecho Internacional Humanitario. Editorial Tecnos.
Madrid. España, 1995, pag. 159.
una norma ulterior de Derecho Internacional General, que tenga el mismo
carácter.14
El profesor Juan Antonio Carrillo Salcedo, anota que la frase "comunidad
internacional de Estados en su conjunto", no significa en modo alguno, que se
requiera el acuerdo unánime de todos los Estados considerados aisladamente,
sino la necesidad de que exista un consenso general.15
El derecho de los conflictos armados se caracteriza, porque está constituido por
normas imperativas de Derecho Internacional general o normas de ius cogens. La
Corte Internacional de Justicia, en sentencia sobre el Asunto de las Actividades
Militares y Paramilitares de Estados Unidos de América en Nicaragua y contra
esta,16 consideró que existen ciertas normas del Derecho Internacional
Humanitario que son aplicables, independiente de la voluntad de los Estados y
que los convenios de Ginebra, constituyen en ciertos aspectos el desarrollo y la
reafirmación de los principios generales. En este sentido consideró los artículos 1°
y 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Agrega que este último,
enuncia ciertas reglas que deben ser aplicadas en los conflictos armados no
internacionales, como en los que no presentan tal carácter, pues en definitiva, se
trata de reglas que corresponden a consideraciones elementales de humanidad.
14
Artículo 53 de la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados: “ Es nulo todo tratado que, en el
momento de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de Derecho Internacional general.
Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de Derecho Internacional general, es una
norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no
admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de Derecho Internacional
general que tenga el mismo carácter.”
15
CARRILLO SALCEDO. Juan Antonio, El Derecho internacional en un mundo en cambio. Editorial
Tecnos, Madrid, España, 1984, pág. 207.
16
Corte Internacional de Justicia .Sentencia del 27 de junio de 1986, Pags 114 - 118
Si bien es cierto que los tratados de Derecho Internacional Humanitario, son la
expresión de los principios generales y por consiguiente estos se constituyen en
derecho aplicable, independiente de la voluntad de los Estados, también lo es, que
no podría afirmarse de manera categórica, que todas sus normas tienen la
naturaleza de ius cogens. Habrá que analizar en cada caso, cuales normas tienen
esa naturaleza. La Corte ha dicho, que el principio de distinción, tiene por objeto
la protección de la población civil y los bienes civiles, la prohibición de usar armas
de efectos indiscriminados, la prohibición de causar sufrimientos innecesarios a
los combatientes y el hecho de que no es ilimitado el derecho de los Estados a
elegir medios de hacer la guerra, constituyen normas consuetudinarias del
Derecho Internacional Humanitario.17
1.3.2. La inalienabilidad de los derechos de las personas protegidas.
Las personas protegidas, no podrán en ningún caso renunciar, parcial o
totalmente, a los derechos otorgados por el Derecho Internacional Humanitario.18
Esta disposición tiene por objeto proteger a las víctimas de la guerra, e impedir
que estas personas sean objeto de presiones por parte de la Potencia
detentadora.
Los derechos de las personas protegidas son inalienables, y por ende
irrenunciables.
17
Revista de la Cruz Roja Internacional, No 139, enero - febrero de 1997, págs . 39 y 40. Corte Internacional
de Justicia. Opinión consultiva con respecto a la licitud de la amenaza o del empleo de armas nucleares del 8
de junio de 1996.
18
Convenios I, II, III, y Artículo 8º del Convenio IV de Ginebra de 1949.
1.3.3. La inexistencia de la cláusula si omnes o de Reciprocidad
La cláusula si omnes, que establece que una tratado no será aplicable si no ha
sido ratificado por todas las Partes involucradas, fue eliminada en los Convenios
de Ginebra de 1949. En efecto, él artículo 2° común a los Convenios de Ginebra
de 1949, dispuso que, si una de las Potencias contendientes no fuera parte en el
presente Convenio, las Potencias que son partes en éste, quedarán obligadas por
el mismo en sus relaciones recíprocas, así como en sus relaciones con aquella,
siempre que ésta acepte y aplique sus disposiciones. Luego es un derecho que
debe ser aplicado por los Estados beligerantes, partes en las Convenciones,
independiente, que uno o más, no sea parte de dichos tratados. Ahora bien, de
todas formas, los efectos de la cláusula si omnes quedan disminuidos, si se tiene
en cuenta que
los tratados de Derecho Internacional Humanitario, codifican
normas consuetudinarias, generalmente aceptadas y muchas de ellas de ius
cogens.
1.4 NATURALEZA
1.4.1 El Derecho y la Guerra
La guerra responde, se quiera o no, a uno de los más poderosos instintos del ser
humano y durante largo tiempo fue la más importante de las relaciones entre los
pueblos. Durante los últimos 3.400 años, no ha habido en el mundo más que 250
años de paz general.
En la primera guerra Mundial murieron 10 millones de
personas, en la proporción de 20 combatientes por un civil, sin contar los 21
millones de muertes, a causa de las epidemias y en la Segunda Guerra Mundial,
40 millones de personas entre civiles y militares.19
Kant decía que: “el derecho de gentes, durante la guerra es la cosa más delicada
que pueda concebirse. De hecho, ¿cómo prescribir leyes a un estado de
independencia que no las tiene?“.20 Algunos autores han ido más lejos, al afirmar,
que hay una incompatibilidad entre la guerra y el derecho y se basan, en que la
guerra es por definición, la ruptura del orden y el desencadenamiento de la fuerza,
y en contradicción, esta el derecho, que precisamente quiere mantener el orden y
contener la fuerza; por consiguiente, la guerra sería la sustitución del derecho por
la fuerza. Pero esta teoría se basa en un sofisma, porque, si para obligar a su
adversario a rendirse, se necesita emplear cierta dosis de violencia, ¿por qué
debería ésta rebasar ampliamente la finalidad asignada?. Cuando ya es
inofensivo, por estar herido o haber sido capturado, el enemigo no desempeña
cometido alguno en el desarrollo de las operaciones, ni tiene ya influencia sobre el
desenlace de la lucha. Por consiguiente, la guerra es un recurso a la fuerza, pero
no a la fuerza sin freno, no rompe todas las relaciones entre los estados, no puede
suprimir los logros de la civilización; por encima de los actos de violencia, subsiste
un conjunto de derechos y deberes, que son las leyes de la guerra, que proceden
de la razón, tanto como del sentimiento de la humanidad y se han formado del
mismo modo, que el derecho interno de cada estado.
1.4.2 El Derecho y el Estado
19
Pictet. Jean, Desarrollo y Principios de Derecho Internacional Humanitario. Curso dado en la Universidad
de Extrasburgo, en el marco de la Reunión de Enseñanza, organizada por el Instituto Internacional de
Derechos Humanos, 1982
20
Ibídem. Cuarta parte del curso.
El derecho humanitario es un derecho de Estado, firmado y aplicado por los
Estados; ahora bien,
para con las demás naciones, el Estado representa los
intereses de sus súbditos y un instrumento de poder al servicio de las ventajas
más inmediatas de un pueblo.
El derecho internacional no es ante todo, materialmente, más que la resultante de
los intereses de las partes, es decir de los Estados, pero los que asumen una
autoridad en el Estado, pueden ejercer una influencia favorable en su elaboración
y en su aplicación, lo mismo que las instituciones filantrópicas, léase Cruz Roja,
que se preocupan de hacer prevalecer un poco de justicia y de misericordia en el
mundo, incluso, cuando se desencadena la violencia y hacen lo posible por
introducir en este derecho, algunos elementos de humanidad, en beneficio del
individuo.
1.4.3 El derecho y el individuo
Si las disposiciones humanitarias siguen siendo de índole interestatal, no cabe
duda que la protección de la persona humana es su verdadera finalidad, pues el
Estado no es un fin en sí mismo, no es más que un medio y a fin de cuentas, solo
existe en función de los individuos que lo integran. Así se ha llegado a considerar,
que la misión del derecho internacional, es otorgar a todos los seres humanos y en
todo tiempo, un mínimo de garantías, incluso contra las autoridades del respectivo
país de origen. Sin duda alguna, esta evolución continuará, porque concuerda con
las necesidades sociales y con la naturaleza humana; pero seguramente solo
alcanzará el pleno desarrollo, cuando el derecho sea refrendado, por instancias
judiciales y por órganos de control, apoyados a su vez, por una fuerza
internacional, capaz de hacer respetar sus decisiones.
Como conclusión, se puede citar al profesor Stefan Glaser quien manifiesta: “es
hora de que la idea de soberanía del Estado sea reemplazada por la de soberanía
del derecho“.21 De hecho, el verdadero soberano es la ley, puesto que también el
Estado esta sometido a ella y hoy en día, no se puede apelar al principio de
soberanía estatal, contra los derechos sagrados de la persona humana.
1.5. CAMPO DE APLICACIÓN
1.5.1. Material
La aplicación material del Derecho Internacional Humanitario, está prevista para
las situaciones de conflictos armados internacionales y conflictos armados no
internacionales.
Debe ser aplicado tan pronto como se presentan las
circunstancias objetivas.
Su aplicación no depende de la apreciación de las
Partes, sino de la aparición de los hechos, que por regla general, constituyen un
conflicto armado.
El artículo 2° común a los Convenios de Ginebra, dispone que serán aplicables en
caso de guerra declarada, o de cualquier otro conflicto armado, que surja entre las
Altas Partes contratantes, aunque el estado de guerra no haya sido reconocido por
alguna de ellas. Asimismo cuando haya ocupación de la totalidad o parte del
21
PICTET Jean, Desarrollo y Principios del Derecho Internacional Humanitario, Tercer Mundo Editores,
Bogotá, Colombia, 1997.
territorio de una Alta Parte contratante, sin importar que la ocupación no encuentre
resistencia militar.
El Protocolo I en su artículo 1°, dispone que será aplicable en caso de conflicto
armado de carácter internacional y considera que los conflictos armados en que
los pueblos luchan contra la dominación y la ocupación extranjera y contra los
regímenes racistas, en el ejercicio del derecho de los pueblos a la libre
determinación, son también de carácter internacional.
El artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, también
establece la aplicación de algunas de sus normas a los conflictos armados no
internacionales, disposición que es desarrollada por el Protocolo II.
Es importante aclarar, que en la practica diplomática la expresión “ Altas
Partes Contratantes” ,se refiere a los Estados que han firmado o ratificado tratados
internacionales.
1.5.2. Personal
El Derecho Internacional Humanitario, establece una categoría de personas que
deben ser protegidas.
-
Los integrantes de la población civil
-
Las personas que no participan en hostilidades y los civiles en poder de la
parte adversa
-
Heridos enfermos y náufragos, puestos fuera de combate
-
Personal sanitario y religioso
-
Los periodistas en misión o corresponsales de guerra acreditados
-
Los combatientes que hayan depuesto las armas por captura, rendición u otra
causa análoga
-
Quienes antes del comienzo de las hostilidades fueren considerados como
apátridas o refugiados
-
Cualquier otra persona que tenga aquella condición en virtud de los Convenios
I, II, III y IV de Ginebra de 1949 y los Protocolos adicionales I y II de 1977.
1.5.3. Temporal
El Derecho Internacional Humanitario esta compuesto de normas que determinan
su aplicación en el tiempo, así:
1.5.3.1 Normas relacionadas con el inicio y terminación de hostilidades.
El Derecho Internacional Humanitario, se aplica desde el comienzo de cualquiera
de las situaciones previstas en los artículos 2° y 3° comunes de los Convenios de
Ginebra de 1949 y en el artículo 1° de los Protocolos adicionales.
1.5.3.2 Normas de aplicación permanente.
En el Derecho Internacional Humanitario, se consagran normas que son de
aplicación permanente, tales como las que disponen el compromiso de las Altas
Partes Contratantes de respetar y de hacer respetar los Convenios de Ginebra y el
Protocolo I en toda circunstancia, así como las que disponen difundir el Derecho
Internacional Humanitario. En este orden de ideas la obligación de respetar a la
población civil, hace parte de estas normas de carácter permanente.
1.5.3.3 Normas aplicables hasta la consecución de su finalidad.
El Derecho Internacional Humanitario, contiene normas que son aplicables incluso
con posterioridad a la finalización de las operaciones militares. Es el caso, por
ejemplo, de los prisioneros de guerra, quienes continúan beneficiándose de las
disposiciones pertinentes de los Convenios y del Protocolo I, hasta su liberación
definitiva, repatriación o reasentamiento.22
1.5.4 Bienes protegidos
El Derecho Internacional Humanitario protege las siguiente cosas y bienes:
-
Bienes de carácter civil que no sean objetivos militares
-
Bienes culturales y los destinados al culto
-
Bienes indispensables para la supervivencia de la población civil
-
Los elementos que integran el medio ambiente natural
-
22
Las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas
Protocolo I de 1977. Artículo 3°
CAPITULO SEGUNDO
2.
SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO Y EL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS
2.1 TEORÍAS CON RESPECTO A LA RELACIÓN ENTRE EL DIH Y EL DIDH
La relación existente entre los dos es motivo de controversia, en la medida que
algunos autores consideran, que el derecho humanitario es el género del que hace
parte el derecho de la guerra y los derechos humanos, en tanto que otros estiman
que el Derecho Internacional Humanitario es una rama de los derechos humanos,
surgiendo así varias teorías distintas, a saber:23
-
Teoría Integracionista: Incluye el Derecho Internacional Humanitario como
parte de los derechos humanos.
-
Teoría separatista: Se trata de ramas diferentes del derecho; el Derecho
Internacional Humanitario protege a la persona humana en el desarrollo de un
23
CAMARGO. Pedro Pablo, Derecho Internacional Humanitario, tomo I. Bogotá. Colombia. Jurídica Radar
Ediciones, 1995, pag. 88.
conflicto armado, cuando el orden nacional no le puede brindar una protección
eficaz, en tanto que el derecho de los derechos humanos, la protege de las
arbitrariedades del orden jurídico interno.
-
Teoría ecléctica o complementaria: Si bien constituyen dos ramas del derecho,
se complementan. Es la teoría mayormente aceptada y afirma que entre los
dos existe una relación tal, que permite que se presenten interacciones y
perspectivas comunes, en virtud de las cuales, el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, se añade al primero, para hacerlo más universal y eficaz.
Acogiendo esta teoría, que como se anotó anteriormente es la de mayor
aceptación, se puede afirmar, que ambos son dos ramas del Derecho
Internacional público, que tienen por objeto la protección de la persona humana y
el respeto de su dignidad, con algunos principios comunes relacionados con el
respeto a la vida e integridad física y moral, la no-discriminación, las garantías
judiciales y la responsabilidad individual. Sin embargo, tienen connotaciones
propias que los convierten en dos sistemas distintos, aunque en ciertas
circunstancias, coincidan en su aplicación y se complementen.
El Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, como se observará más adelante, se diferencian básicamente en su
origen, evolución, contenido campo de aplicación y en las personas y bienes
protegidos.
2.2 FUNDAMENTOS COMUNES
El Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, están inspirados en el deseo de proteger al hombre contra la
arbitrariedad y tienen una zona común aplicable en todo tiempo y lugar;
compuesta por una serie de normas que tienen el carácter de normas imperativas
o de ius cogens, las cuales deben ser aplicadas independientemente de la
voluntad de los Estados
o de los individuos, y
no pueden ser derogadas o
renunciadas.
Estas garantías, que en el campo de los derechos humanos han sido llamadas el
núcleo duro de los derechos humanos, se reflejan en lo que Jean Pictet24
denominó, principios comunes a los Convenios de Ginebra y a los derechos
humanos:
-
Principio de inviolabilidad, que consiste en que el individuo tiene derecho al
respeto de su vida, integridad física y moral y de los atributos inseparables de
la personalidad
-
Principio de la no-discriminación, según el cual, las personas serán tratadas sin
distinción alguna fundada en la raza, el sexo, la nacionalidad, el idioma, la
clase social, la fortuna, las opiniones políticas, filosóficas
-
Principio de seguridad, según el cual el individuo tiene derecho a la seguridad
de su persona
La denominada zona común de estos dos ordenamientos, se refiere básicamente
a los siguientes derechos:
24
PICTET. Jean, Desarrollo y Principios del Derecho Internacional Humanitario. Tercer Mundo Editores,
.Bogotá, Colombia , 1997.
-
El derecho a la vida y a no ser privado de la misma arbitrariamente, sino en
virtud de sentencia definitiva de un tribunal competente. Aquí se debe hacer la
salvedad, de que existen países que no tienen en su legislación, contemplada
la pena de muerte, entre los que se encuentra Colombia, existiendo prohibición
internacional para que los países que no la contemplan, la puedan establecer
-
El derecho a la integridad física, psíquica, y moral según el cual, nadie debe
ser sometido a torturas, ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes
-
La prohibición de la esclavitud y la servidumbre
-
El Principio de legalidad y de irretroactividad de las leyes
-
La prohibición de imponer la pena de muerte a menores de 18 años. (se hace
la misma salvedad de los países que no tienen en su legislación contemplada
la pena de muerte, Colombia entre ellos)
-
La no-aplicación de la pena de muerte a mujeres embarazadas. (la misma
salvedad)
-
Derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la conmutación de la pena
-
La libertad de pensamiento, conciencia y de religión.
-
La prohibición de la trata de mujeres
-
Derecho del niño a la protección familiar, social y estatal
2.3 DIFERENCIAS
2.3.1 Por su origen y evolución
El Derecho Internacional Humanitario, surge de la necesidad de disminuir los
rigores de la guerra, que se va manifestando a través de normas consuetudinarias,
que con el correr del tiempo, se han convertido en normas convencionales de
carácter internacional y cuya piedra angular es el Convenio de Ginebra de 1864,
para proteger la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en campaña.
Este convenio, es el punto de partida para la codificación y desarrollo del derecho
de los conflictos armados y que en su desarrollo más reciente, tenemos los
Protocolos adicionales de 1977 y la Convención de Ottawa de 1997.
El Derecho Internacional Humanitario se ha ido desarrollando, lamentablemente a
causa de los excesos de los combatientes y como disciplina social, ha procurado
regular las situaciones no cubiertas. Así, la batalla naval de Lissa en 1886, trajo
como consecuencia la protección de las fuerzas armadas en el mar. La Primera
Guerra Mundial, caracterizada por el gran número de prisioneros, propició el
convenio para la protección de los prisioneros de guerra de 1929. La Segunda
Guerra Mundial, caracterizada por el alto numero de víctimas civiles, dio origen al
Convenio de Ginebra para la protección de dichas personas. La guerra civil
española, propició el artículo 3° común a los Convenios de Ginebra para la
protección de las víctimas de los conflictos internos. La proliferación de conflictos
no internacionales y de descolonización, trajo como consecuencia, la revisión de
todo el derecho humanitario y la actualización de las normas relacionadas con la
conducción de las hostilidades, surgiendo así los Protocolos de 1977. Ahora
recientemente, la actividad codificadora se ha centrado en la prohibición o
restricción de cierto tipo de armas. 25
Las normas del Derecho Internacional Humanitario proceden del plano
internacional, en el interés de los Estados por regular la guerra. Normas que
luego son adoptadas en el plano interno, mediante la adopción de medidas
tendientes a garantizar su vigencia, generalmente por la vía de las adhesiones o
ratificaciones.
Los derechos humanos surgieron como normas jurídicas en el transcurso del siglo
XVII al interior de los Estados, como una limitación del poder de los mismos en
relación con sus súbditos, siendo el primer derecho reivindicado, el de la libertad
de opción religiosa. Con anterioridad al siglo XVII, más que derechos existieron
privilegios otorgados por el soberano a ciertas clases sociales, es el caso de la
Carta de Neuchatel de 1214, la Carta Magna de 1215, las disposiciones de Oxford
de 1258, el Código de Magnus Erikson de 1350 y la Pragmática de los Reyes
Católicos de 1480. Con el advenimiento del llamado Siglo de las Luces, surgen los
primeros textos como la Petition of Rights de 1628, el Habeas Corpus Act de 1679,
el Bill of Rights, La Bill of Rights de Virginia de 1776 y la Declaration des Droits
de l'homme et du citoyen de 1789; textos que buscaron poner límites al poder y a
la arbitrariedad. 26
Sin embargo, la internacionalización de los derechos humanos se da en el ámbito
de la Organización de las Naciones Unidas, como consecuencia de la Segunda
Guerra Mundial y como reacción a las atrocidades cometidas por las fuerzas del
25
RAMIREZ QUESADA. Saul Emir. Colombia y el Derecho Internacional Humantirario. Ministerio de
Relaciones Exteriores, Dirección General de Asuntos Especiales, Bogotá, 1999.
Eje. Se inicia con la Declaración Universal de Derechos Humanos, del 10 de
diciembre de 1948 y numerosos tratados, pasando por los Pactos internacionales
de 1966. Es a partir de 1948, que podemos hablar del surgimiento del Derecho
Internacional de los derechos humanos, como “un conjunto de normas que tienden
a proteger los derechos y libertades fundamentales del ser humano, en el ámbito
internacional” 27
2.3.2 Por su contenido y campo de aplicación
El Derecho Internacional Humanitario, está concebido para ser utilizado en
situaciones de conflicto armado. Así, los Convenios de Ginebra de 1949 y los
Protocolos de 1977, establecen que serán aplicables a la guerra internacional y a
los conflictos armados no internacionales. Es un derecho de emergencia, que
busca proteger a las víctimas de la violencia y tiene normas que le son propias,
tales como las relacionadas con la conducción de las hostilidades. El Derecho
Internacional de los Derechos Humanos es aplicable en todo tiempo y lugar, salvo
los derechos que pueden ser suspendidos en tiempo de conflicto armado o en
situaciones de urgencia que amenacen la nación.28 Es ante todo aplicable en
épocas de paz y busca el desarrollo armonioso del individuo. Resoluciones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas establecen. que los derechos
fundamentales del hombre, tales como son aceptados en derecho internacional y
enunciados en instrumentos internacionales, son plenamente aplicables en
situación de conflicto armado.29
26
Ibídem. Pág. 22
VILLÁN DURAN. Carlos, El sistema de Naciones Unidas de Protección de los Derechos Humanos y de
las Instituciones Especializadas, Estrasburgo, 1990.
28
Artículo 4º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Artículo 15 del Convenio Europeo de
Derechos Humanos de 1950; Artículo27 de la Convención Americana de Derechos Humanos de 1969.
29
Asamblea General de las Naciones Unidas. Resolución AG 2675 (XXV).
27
El Derecho Internacional Humanitario no admite derogación de sus normas.30
Situación que si es admitida, para ciertos derechos en el campo del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos.
Las
relaciones
que
regula
el
Derecho
Internacional
Humanitario
son
fundamentalmente de tipo interestatal, aunque en los conflictos no internacionales,
las relaciones entre los contendientes no solo crean obligaciones para
Estados, sino
los
también para los individuos. El Derecho Internacional de los
Derechos Humanos regula relaciones entre el Estado y sus ciudadanos y solo
crea obligaciones para cada uno de esos Estados.
2.3.3 Procedimientos de protección
Los sistemas de aplicación del Derecho Internacional Humanitario y del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos son completamente diferentes. En el
Derecho Internacional Humanitario, se tiene que en principio, son los Estados los
encargados de sancionar las infracciones cometidas contra este derecho. Así
mismo, las potencias protectoras, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la
Comisión de Encuesta y ahora la Corte Penal Internacional, coadyuvan al esfuerzo
de velar por la vigencia y respeto del Derecho Internacional Humanitario.
El Derecho Internacional de los Derechos Humanos cuenta con un sinnúmero de
mecanismos de protección, unos de carácter judicial, otros de carácter
semijudicial. En el marco de las Naciones Unidas, tiene fundamentalmente la
Comisión de Derechos Humanos y a nivel regional la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, La Comisión
Europea de Derechos Humanos, y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Estos mecanismos, tienen la característica de que no solo el Estado tiene la
posibilidad de recurrir a ellos, sino que también los individuos pueden hacerlo.
2.4.
PERSONAS Y BIENES PROTEGIDOS
2.4.1 Personas protegidas
El Derecho Internacional de los Derechos Humanos protege a todos los individuos
sin excepción alguna, sin conferirles estatutos particulares, mientras que el
Derecho Internacional Humanitario protege solo a ciertas categorías de personas.
Así las cosas, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos protege a todas
las personas sin importar su nacionalidad, raza, sexo, edad, religión etc. Así
observamos, diferentes expresiones en los textos internacionales a saber: toda
persona, todo individuo, todos, nadie, los hombres y las mujeres.
El Derecho Internacional Humanitario, se refiere básicamente a las siguientes
categorías de personas protegidas a saber: Personas heridas y enfermas, la
población civil, los náufragos, los prisioneros, personal sanitario y religioso,
periodistas en misión o corresponsales de guerra, quienes hayan depuesto las
armas, apátridas y refugiados y en general cualquier otra persona que según los
cuatro Convenios de Ginebra y los dos Protocolos tenga esta condición.
30
Ver normas de irrenunciabilidad en el DIH y normas de no derogación.
2.4.2 Bienes protegidos
El Derecho Internacional Humanitario protege solo a cierta categoría de bienes,
enumerados en la legislación internacional y en el nuevo Código Penal
Colombiano; mientras que el Derecho Internacional de los Derechos Humanos,
protege a todos los bienes sin distinción.
CAPITULO TERCERO
3.
EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ORDENAMIENTO
JURÍDICO COLOMBIANO
3.1 ANTECEDENTES
3.1.1 El Tratado de Regularización de la Guerra
El derecho de los conflictos armados no es ajeno a la tradición jurídica
colombiana; el primer antecedente lo encontramos en el Tratado de la
Regularización de la Guerra celebrado entre los gobiernos de España y Colombia,
el 26 de noviembre de 1829. Cabe la solicitud del libertador Simón Bolívar a Pablo
Murillo, quien había sido designado para adelantar conversaciones con los
independentistas, en el sentido de autorizar a sus diputados para que concluyan
con la República “un tratado verdaderamente santo, que regularice la guerra de
horrores y crímenes que hasta ahora ha inundado de lagrimas y de sangre a
Colombia y que sea un monumento, entre las naciones más cultas de civilización,
libertad y filantropía.“31 Petición que es aceptada y da origen a la firma del acuerdo
que intentó humanizar la guerra de Independencia.
El Tratado de Regularización de la Guerra, se caracteriza por ser quizá el primer
instrumento internacional, por medio del cual se aplican las reglas de la guerra
internacional, a las guerras civiles. En su artículo 1º prescribe que: “A la guerra
entre España y Colombia se hará como lo hacen los pueblos civilizados, siempre
que no se opongan a las practicas de ellos algunos de los artículos del presente
Tratado, que debe ser la primera y más inviolable regla de ambos Gobiernos”.32
Sus disposiciones regulan lo relativo a la protección y canje de prisioneros de
guerra, el trato de los heridos y enfermos, la inmunidad de la población civil y la
sepultura de los combatientes.
El convenio de Regularización, aparte de tomar el derecho consuetudinario en
boga, fue un acuerdo innovador; los espías recibían el trato de prisioneros de
guerra, fuesen civiles o militares33, los comandantes de los ejércitos podían
nombrar comisarios para que se trasladaran a los lugares de reclusión de
prisioneros, examinaran su situación y procuraran mejorarla,
34
se garantizaba una
inmunidad total de la población civil, independientemente de que cometieran actos
hostiles contra los beligerantes,35 se garantizaba que los militares heridos o
31
LIÉVANO AGUIRRE, Bolívar, Editorial La Oveja Negra, Bogotá, 1982, pág. 233.
CAVELIER. Germán, Tratados de Colombia, Tomo I, Editorial Kelly, Bogotá, 1982, pag. 18.
33
Artículo 6º A…serán tratados como prisioneros de guerra, aquellos militares o paisanos que
individualmente o en partidas hagan el servicio de reconocer, observar o tomar noticias de un Ejército para
darlas al Jefe de otro.
34
Artículo 9º Los Jefes de los Ejércitos exigirán que los prisioneros sean asistidos conforme quiera el
Gobierno a quien éstos correspondan, haciéndose abonar mutuamente los costos que causaren. Los mismos
jefes tendrán derecho a nombrar Comisarios que trasladados a los depósitos de los prisioneros respectivos,
examinen su situación, procuren mejorarla y hacer menos penosa su existencia.
35
Artículo 11 Los habitantes de los pueblos que alternativamente se ocuparen por las armas de ambos
Gobiernos, serán altamente respetados, gozarán de una extensa y absoluta libertad y seguridad, sean cuales
fueren o hayan sido sus opiniones, destinos, servicios y condiciones.
32
enfermos que fuesen aprendidos no serían prisioneros de guerra y estarían en
libertad de integrarse a sus ejércitos, tan pronto como se restablecieran.36
3.1.2 La Constitución Política de 1863
La Constitución Política de los Estados Unidos de Colombia, conocida también
como la Constitución de Rionegro, consagró en su artículo 91 que el derecho de
Gentes hacía parte de la legislación nacional. Sus disposiciones regían
especialmente en los casos de guerra civil; en consecuencia, podía ponerse
termino a ésta, por medio de tratados entre los beligerantes, quienes debían
respetar las prácticas de las naciones cristianas y civilizadas. Por primera vez se
consagra en un canon constitucional la obligatoriedad de aplicar el derecho de
gentes en los casos de guerra civil, buscando poner freno a las atrocidades
cometidas en las frecuentes guerras civiles padecidas por el país a lo largo del
siglo XIX.
El sentido de la expresión derecho de gentes se encuentra explicado por Salvador
Camacho Roldán quien afirmaba: “Este (El derecho de gentes) se compone de
las practicas humanitarias, de las atenuaciones introducidas por el Cristianismo y
la Civilización a la ferocidad de los odios; de las prescripciones de respeto y
seguridad a los no combatientes establecidas por la mitigación de las costumbres.
La guerra olvida todo, leyes divinas y leyes humanas; y las únicas garantías que
deja subsistir son las establecidas por las costumbres de las naciones cultas. Así
pues, en tiempo de guerra la conservación de algunas garantías se debe tan solo
36
Artículo 4º Los militares o dependientes de un Ejército que aprehendan heridos o enfermos en los hospitales
o fuera de ellos, no serán prisioneros de guerra y tendrán libertad para restituirse a las banderas a que
pertenecen, luego que se hayan restablecido…se les prestará, por lo menos la misma asistencia, cuidados y
alivios que a los heridos u enfermos del Ejército que los tenga en su poder.
al Derecho de Gentes; y mucho más entre nosotros, porque lo que especialmente
se manda observar por el artículo 91 son las practicas humanitarias de las
naciones cristianas y civilizadas”.37
37
CAMACHO ROLDÁN.
Colombia. 1892-1895
Salvador, Boyacá Bibliografía Regional. Escritos varios. Librería
Colombiana. Bogotá.
3.1.3 El Código Penal Militar de 1881
El Código Penal Militar expedido por medio de la ley 35 del 20 de mayo de
1881,reglamentaba, con fundamento en él artículo 91 de la Constitución de
Rionegro, todo lo concerniente al derecho de gentes que debía ser observado por
los jefes de operaciones militares en situaciones de guerra internacional, de
insurrección, rebelión y guerra civil. Así mismo, se incorporaron la Declaración de
San Petesburgo de 1868 y el Convenio de Ginebra de 1864. Incluía disposiciones
sobre las hostilidades, los combatientes, los prisioneros de guerra, los derechos y
deberes de los ocupantes.38
3.1.4 La Constitución Política de 1886
La Constitución Política de 1886 también consagró el respeto del derecho de
gentes durante los estados de sitio. En los casos de guerra exterior o de
conmoción interior, podía el Presidente, previa audiencia del Consejo de Estado, y
con la firma de todos los Ministros, declarar turbado el orden público y en estado
de sitio toda la República o parte de ella.
Mediante tal declaración quedaba el Presidente investido de las facultades que le
conferían las leyes, y en su defecto, de las que le daba el Derecho de Gentes para
defender los derechos de la Nación o reprimir el alzamiento. Este Artículo. fue
modificado por el Acto Legislativo No. 3 de 1910, que rezaba “En caso de guerra
exterior o conmoción interior podrá el Presidente, con la firma de todos los
38
VALENCIA VILLA. Alejandro, Derecho Humanitario para Colombia, Defensoría del Pueblo. Serie
Textos de Divulgación N°. 8. Bogotá. Colombia. 1994. Págs. 57 a 62.
Ministros, declarar turbado el orden publico y en estado de sitio toda la República
o parte de ella”. Mediante tal declaración, el Gobierno tenía, además, de las
facultades legales, las que conforme a las reglas aceptadas por el Derecho de
Gentes, rigen para la guerra entre naciones. Finalmente por el Acto Legislativo
No. 1 de 1968 se estableció que “En caso de guerra exterior o conmoción interior
podrá el Presidente, con la firma de todos los Ministros, declarar turbado el orden
público y en estado de sitio toda la República o parte de ella”.
Mediante tal
declaración el Gobierno tendrá, además de las facultades legales, las que la
Constitución autoriza para tiempos de guerra o de perturbación del orden público y
las que, conforme a las reglas aceptadas por el Derecho de Gentes, rigen para la
guerra entre naciones.
3.1.5 La Constitución Política de 1991
Los constituyentes de 1991, al regular los estado de excepción establecieron que
durante su vigencia no sería posible suspender los derechos humanos, ni las
libertades fundamentales y que en dichas situaciones de anormalidad se
respetaran las reglas del Derecho Internacional Humanitario. El Artículo. 214
dispone que “los estados de excepción ( guerra exterior, conmoción interior) se
someterán a las siguiente disposiciones... 2. No podrán suspenderse los derechos
humanos ni las libertades fundamentales. En todo caso se respetaran las reglas
del Derecho Internacional Humanitario...”
3.2 ALGUNOS ASPECTOS DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
FRENTE A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA COLOMBIANA
3.2.1 Aplicación retroactiva de la ley penal humanitaria en Colombia.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 29 numeral 2º de la Constitución “Nadie
podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le
imputa, ante el juez o tribunal competente y con la observancia de la plenitud de
las formas propias de cada juicio”.
Norma contemplada también en el artículo 6° del nuevo Código Penal que
consagra el Principio de Legalidad, y que no es sino el desarrollo de preceptos
contenidos en tratados internacionales ratificados por Colombia, que reconocen
derechos humanos y que prohiben su limitación en los estados de excepción,
razón por la cual no solo prevalecen en el orden interno, sino que además tienen
el rango de norma constitucional ( bloque de constitucionalidad) Por ejemplo la
Convención Americana de Derechos Humanos prohibe la suspensión, entre otros
de los principios de Legalidad y Retroactividad, en ningún tiempo, ni aún durante
los estados de excepción.
En consecuencia para poder investigar, juzgar y sancionar penalmente en el
territorio colombiano a una persona que ha realizado una conducta correlativa a
una grave infracción al Derecho Internacional Humanitario, se requiere que ella se
encuentre contemplada como delito dentro de la legislación penal vigente en el
momento en que tuvo ocurrencia. La situación se tornaría distinta en el evento de
que fuese un tribunal internacional o un país distinto a Colombia el que juzgara las
conductas atentatorias contra las personas y bienes protegidas por el Derecho
Internacional Humanitario cometidas en nuestro territorio, ya que en el primer
caso, se requiere que la normativa internacional contemple como delitos esas
conductas, como se encuentran por ejemplo, en el Estatuto de la Corte Penal
Internacional. En el segundo caso, que el país que asume el juzgamiento
contemple como delito en la legislación penal interna eso comportamientos.39
3.2.2 Imprescriptibilidad
El artículo 28 de la Carta Política inciso 2º señala que “ no habrá penas ni medidas
de seguridad imprescriptibles”
La Convención de 1968 sobre la imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y
de Lesa Humanidad, no ha sido ratificada por Colombia, y por ende no se
encuentra inmersa en la legislación interna colombiana, por él contrario, ella no se
ajusta a los preceptos constitucionales y resulta en este momento inaplicable en
Colombia.
El Estatuto de la Corte Penal Internacional en su artículo 29 señala que: “Los
crímenes de la competencia de la Corte no prescribirán.”
.
Como puede observarse, aquí se presenta una incompatibilidad con la
Constitución colombiana, que se trató de resolver, mediante la presentación (
marzo del 2001), al Senado de la República de Colombia, un proyecto de Acto
Legislativo número 14 de 2001, por el cual se incorpora a la Constitución, el
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.40
39
HERNÁNDEZ HOYOS. Diana, Derecho Internacional Humanitario, Como aplicar el DIH a la legislación
y al conflicto interno colombiano, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, Colombia, 2000, pág. 281.
40
Gaceta del Congreso ( Año X, N°77, de fecha 20 de marzo de 2001.
El citado proyecto adiciona al artículo 93 de la Constitución Política, un inciso que
incorpora el Estatuto de Roma al ordenamiento interno y un artículo transitorio que
reviste al Presidente de la República, de precisas facultades extraordinarias para
dictar las disposiciones necesarias tendientes a armonizar la legislación nacional
con ese instrumento internacional.
En relación con la incorporación de un tratado a convenio, mediante Acto
Legislativo, ese procedimiento entra en colisión con el mecanismo consagrado en
el artículo 224 de Constitución para la aprobación de los instrumentos
internacionales por parte el Congreso de la República. Además de pretermitir la
iniciativa que el artículo 189 numeral 2, atribuye al ejecutivo para someter a la
aprobación de la rama legislativa los tratados o convenios internacionales que
celebre.
Respecto al artículo transitorio, no solo de introducirse enmiendas a ese
instrumento, será menester abocarse a futuros actos legislativos, para
incorporarlas la ordenamiento interno, lo cual resulta procesalmente oneroso41
Por estas razones, el senador Jimmy Chamorro, presentó el 23 de mayo de 2001,
en sesión plenaria del Senado de la República, el texto que modifica el Proyecto
de Acto legislativo número 14 de 2001, el cual fue consensuado con el Gobierno
Nacional y aprobado por unanimidad por esa cámara legislativa.
La Cámara de Representantes, en sesión plenaria del 5 de diciembre de 2001,
aprobó el tenor que se transcribe a continuación, del Proyecto de Acto Legislativo
número 14 de 2001, por el cual se adiciona el artículo 93 de la Constitución
Política:
41
Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Informe presentado por el Coordinador de la Corte Penal
Internacional. Bogotá. febrero 14 de 2002.
Artículo 1°. Adiciónese el artículo 93 de la Constitución Política con el siguiente
texto:
“El Estado colombiano puede reconocer la jurisdicción del la Corte Penal
Internacional en los términos previstos en el Estatuto de Roma, adoptado el 17 de
julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones
Unidas y, consecuentemente, aprobar y ratificar ese Tratado de conformidad con
el procedimiento establecido en esta Constitución.
La admisión de un tratamiento diferente en materias substanciales por parte del
Estatuto de Roma, con respecto a las garantías contenidas en la Constitución,
tendrá efectos exclusivamente dentro del ámbito de la materia regulada en él”
Artículo 2° El presente Acto Legislativo rige a partir de su promulgación.
Es preciso señalar, que el tenor de la disposición aprobada conjura las
incompatibilidades existentes entre el Estatuto de Roma y la Constitución Política,
con lo cual es viable, en éste caso, dar curso al procedimiento previsto para la
aprobación y ulterior ratificación de los tratados.
3.3
ALCANCE
DE
LA
EXPRESIÓN
“REGLAS
DEL
DERECHO
INTERNACIONAL HUMANITARIO“
La Corte Constitucional de Colombia, siguiendo al profesor Christophe Swinarski42
ha considerado que la expresión “Derecho Internacional Humanitario” debe ser
42
SWINARSKI, Christophe, El Derecho Internacional Humanitario, es un conjunto de normas
internacionales, de origen convencional o consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los
conflictos armados internacionales o no internacionales, y que limita por razones humanitarias, el derecho de
las partes en conflicto, a escoger libremente los métodos y los medios utilizados en la guerra ( Derecho de la
entendida en su sentido lato, es decir incluyendo lo que para los doctrinantes
tradicionales constituía el Derecho de Ginebra y el Derecho de la Haya.
Al
respecto,
el
la
Corte
ha
dicho
en
la
sentencia
C-225/95
que:
“En
constitucionalismo colombiano el Derecho Internacional Humanitario debe ser
entendido de manera amplia, esto es, como el derecho de los conflictos armados,
el cual comprende las dos ramas tradicionales: el Derecho Internacional
Humanitario en sentido estricto y el derecho de la guerra”.43
Esta opinión ya había sido expresada en la sentencia C-574/92 al manifestar el
alto tribunal que: “...el Derecho Internacional Humanitario contiene normas que
limitan el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los medios y
métodos utilizados en combate, así como disposiciones encaminadas a proteger a
las víctimas y a los bienes susceptibles de verse afectados por un conflicto
armado.”44
La jurisprudencia constitucional ha considerado que él artículo 214 de la Carta
Magna consagra una incorporación automática del Derecho Internacional
Humanitario al ordenamiento interno, sin que sea necesario que los tratados que
lo componen sean aprobados por el Congreso de conformidad con el Artículo.
224 de la Constitución. La sentencia C-574/92 afirma que el texto constitucional al
incorporar el principio del respeto de las reglas del derecho humanitario “no exige
ratificación o adhesión al convenio o tratado. Agrega que en consecuencia, se
acogió la fórmula de la incorporación automática del Derecho Internacional
Humanitario al ordenamiento interno nacional, lo cual, por lo demás, es lo
congruente con el carácter imperativo que, según ya fue explicado, caracteriza a
Haya), o que protege a las personas y a los bienes afectados ( Derecho de Ginebra). Introducción al Derecho
Internacional Humanitario. CICR-IIDH. San José de Costa Rica., 1984, pag. 18.
43
Sentencia No C-225/95. Corte Constitucional, pag.38.
44
Sentencia No C-574/92. Corte Constitucional, pag.107.
los principios axiológicos que hacen que este cuerpo normativo integra el “ius
cogens”45, afirmación reiterada en la Sentencia C-225/95.
Sin embargo, pese a que la Corte Constitucional ha sido reiterativa en el sentido
que la expresión: Reglas del Derecho Internacional Humanitario se refieren a
todos los tratados sobre el derecho de los conflictos armados, ratificados o no, se
considera que el sentir del constituyente fue el que se aplicaran solo los convenios
debidamente aprobados por el Congreso y por supuesto las reglas imperativas del
derecho internacional general ya que son precisamente éstas reglas de ius cogens
las que se aplican independientemente de la voluntad de los Estados, de lo
contrario así lo habría dispuesto.
En particular el constituyente Augusto Ramírez Ocampo señalaba su conformidad
con el examen previo de constitucionalidad de los tratados para que una vez
adoptados, ellos sean norma real y suprema y deban ser aceptados por todos.46
Es de anotar que si bien es cierto, que los Convenios relativos al Derecho
Humanitario son desarrollo de principios considerados de Derecho Internacional
General, también lo es que no todas las normas que contienen dichos
instrumentos tienen tal naturaleza.
De otra parte, él artículo 224 de la Constitución Nacional que regula el tema de las
relaciones internacionales estableció que los tratados para su validez deberán ser
aprobados por el Congreso, estableciendo solo una excepción al permitir la
aplicación provisional de los tratados de naturaleza económica y comercial,
acordados en el ámbito de organismos internacionales que así lo dispusieran,
45
46
Ibídem, pag. 116.
Las Actas de la Comisión I. Obsérvese que los constituyentes no afirman que las normas internacionales
debiendo enviarlos al Congreso para su aprobación tan pronto como entraran en
vigor provisionalmente.
Obsérvese que nada se dijo respecto de los tratados referidos al Derecho
Internacional Humanitario. Ahora bien, si se aceptara la tesis de que el Derecho
Internacional Humanitario hace parte de los derechos humanos, el artículo 93
establece que solo los tratados internacionales ratificados por el congreso que
reconocen los derechos humanos y que prohiben su limitación en los estados de
excepción prevalecen en el orden interno. Luego si los tratados de derechos
humanos deben ser ratificados para que prevalezcan en el orden interno, no se
explica porque, entonces, los tratados de Derecho Internacional Humanitario no
necesitan de la ratificación para que rijan en Colombia. Aunque la Corte
Constitucional reiterativamente ha sostenido que la expresión “ Reglas del
Derecho Internacional Humanitario” se refiere a todos los tratados ratificados o no,
la norma constitucional exige que deben ser aprobados por el Congreso Nacional,
vale decir, ratificados.
3.4 LA PREVALENCIA DEL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN
EL ORDENAMIENTO INTERNO
El artículo 93 de la Constitución Política estableció también que los tratados y
convenios internacionales ratificados por el Congreso, que reconocen los
derechos humanos y que prohiben su limitación en los estados de excepción,
prevalecen en el orden interno. Esta disposición le otorga a los tratados en
mención una categoría superior sobre cualquier tipo de leyes o normas que se
produzcan en el ordenamiento jurídico interno, con excepción de las normas
tengan un carácter supranacional aplicables independientemente de su ratificación.
constitucionales. Luego todas las normas de inferior categoría deben ser ajustadas
a los contenidos de los tratados en mención.
El artículo 2º del nuevo Código Penal establece que: “las normas y postulados que
sobre derechos humanos se encuentren consignados en la Constitución Política,
en los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia, harán parte
integral de este código“. Se consagra así el Principio de Integración por el cual se
pretende integrar a la normatividad penal, el llamado bloque de constitucionalidad,
importante herramienta que permite lograr un efecto conglobante en la
interpretación y aplicación de la legislación penal fundamental.
La Corte Constitucional siguiendo la teoría de la complementariedad del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario,
ha considerado que estas dos normativas hacen parte de un mismo género, es
decir del régimen internacional de protección de los derechos de la persona
humana y que ambos cuerpos normativos están concebidos para proteger los
derechos humanos. En la sentencia C-574/92 afirmó el Derecho Internacional
Humanitario constituye la aplicación esencial, mínima e inderogable de los
principios consagrados en los textos jurídicos sobre los derechos humanos en las
situaciones extremas de los conflictos armados.47
La Corte Constitucional al considerar que el Derecho Internacional Humanitario,
como parte
de la normativa internacional tendente a proteger los derechos
humanos, tiene normas que no pueden ser suspendidas en situaciones de
excepción y que en consecuencia también tienen un carácter prevalente sobre el
ordenamiento interno. Afirma la Corte que en tales circunstancias es claro que los
tratados de Derecho Internacional Humanitario, como los Convenios de Ginebra
de 1949 y sus Protocolos adicionales cumplen con los presupuestos del Artículo.
93, ya que reconocen derechos humanos que no pueden ser limitados ni durante
los conflictos armados, ni durante los estados de excepción; agrega la Corte que:
"Además existe una perfecta coincidencia entre los valores protegidos por la
Constitución Colombiana y los convenios de Derecho Internacional Humanitario,
puesto que todos ellos reposan en el respeto de la dignidad de la persona
humana."48
Al aceptarse la prevalencia del Derecho Internacional Humanitario es necesario
determinar el alcance de dicha prevalencia sobre el derecho interno, teniendo en
cuenta que él artículo 4° de la Constitución Nacional establece por una parte que
la Constitución es norma de normas y por la otra, que en todo caso de
incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicaran
las disposiciones constitucionales.49
Ahora
bien,
la
Corte
supraconstitucionalidad
Constitucional
del
Derecho
en
sentencia
Internacional
225/95,
reiteró
la
Humanitario,
desde
la
perspectiva del Artículo. 27 de la Convención de Viena, sobre el derecho de los
tratados, en el sentido de que un Estado no puede invocar normas de derecho
interno para incumplir un tratado, pero indicó que desde la perspectiva del
Derecho
Constitucional
Colombiano
no
puede
hablarse
de
supraconstitucionalidad, sino de un bloque de constitucionalidad, ya que los
tratados de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario están
integrados normativamente en la Constitución, por mandato de la misma,
formando un solo cuerpo.
47
48
Corte Constitucional, Sentencia C-574/92, pag. 108.
Corte Constitucional, Sentencia C-225/95, pag. 42.
Ha dicho la Corte: “...El bloque de constitucionalidad está compuesto por aquellas
normas y principios que, sin aparecer formalmente en el articulado del texto
constitucional, son utilizados como parámetros del control de constitucionalidad de
las leyes, por cuanto han sido normativamente integrados a la Constitución por
diversas vías y por mandato de la propia Constitución. Son pues verdaderos
principios y reglas de valor constitucional, esto es, son normas situadas en el nivel
constitucional, a pesar de que pueda a veces contener mecanismos de reforma,
diversos al de las normas del artículo constitucional stricto sensu.”50
En Colombia son aplicables para los conflictos armados internacionales los
siguientes tratados, a saber:
La Convención de 1972 relativa a la prohibición del empleo en la guerra de gases
asfixiantes tóxicos o similares y medios bacteriológicos (Ley 10 de 1980), los
Convenios de Ginebra de 1949 (Ley 5° de 1960), la Convención de la Haya de
1954 sobre la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado
(Ley 340 de 1996) y el Protocolo I de 1977 (Aprobado por la Comisión Especial
Legislativa. (Ley 11 de 1992)
Para los conflictos armados no internacionales, son aplicables en Colombia:
El artículo 3° común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 ( Ley 5° de 1960)
y el Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra (Ley 171 de 1994)
En el Artículo 4º de la Convención de la Haya de 1954 se consagra la aplicación
de parte de sus disposiciones en los conflictos armados no internacionales. ( Ley
340 de 1996)
49
50
Constitución Política de Colombia, Editorial Temis S.A. Bogotá. Colombia. 1998.
Corte Constitucional, Sentencia C-400/98.
Así mismo, el Protocolo II de la Convención de Ginebra 1980 sobre prohibiciones
o restricciones del empleo de ciertas Armas Convencionales que puedan
considerarse nocivas o de efectos indiscriminados ( Ley 469 de 1998) también se
aplica en tales conflictos.
También son aplicables, tanto para los conflictos armados internacionales como
para los no internacionales, las normas imperativas del Derecho Internacional
General relativas a los conflictos armados. Al respecto, los participantes a la XIV
Mesa Redonda sobre el Derecho Internacional Humanitario, acerca del tema
“Normas del Derecho Internacional Humanitario relativas a la conducción de las
hostilidades en los conflictos armados no internacionales” celebrada por el Instituto
Internacional de Derecho Humanitario, los días 13 y 14 de septiembre de 198951
concluyeron
que
independientemente
de
la
existencia
de
disposiciones
convencionales expresamente aprobadas para los conflictos armados no
internacionales, existen normas que deben ser aplicadas en dichas situaciones
así:
a. En relación con la conducción de las hostilidades las referidas a:
- La distinción entre combatientes y personas civiles
- La prohibición de atacar la población y las personas civiles
- La prohibición de causar males superfluos
- La prohibición de la perfidia
- El respeto y protección del personal sanitario y del personal religioso, así como
de las unidades y de los medios de transporte sanitarios
51
Revista Internacional de la Cruz Roja, septiembre- octubre de 1990, numeral. 101, Normas del Derecho
Internacional Humanitario relativas a la conducción de las hostilidades en los conflictos armados no
- La prohibición de atacar las viviendas y otras instalaciones que sólo sean
utilizadas por la población civil
- La protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la
población civil
- Las medidas de precaución en el ataque
b. En relación con las prohibiciones y limitaciones del empleo de ciertas armas en
los conflictos armados no internacionales la XIV Mesa Redonda, consideró como
normas generales las siguientes:
- La prohibición del empleo de armas químicas y bacteriológicas.
- La prohibición del empleo de balas que se expanden o se aplastan fácilmente
en el cuerpo humano, como las balas de dum-dum.
- La prohibición del empleo de veneno como medio o método de combate.
- La prohibición de emplear armas incendiarias, minas, trampas y otros artefactos
contra la población civil y las personas civiles individualmente consideradas, así
como su uso indiscriminado.52
internacionales, págs. 411 a 438.
52
Declaración de Taormina, emitida por el Consejo del Instituto Internacional del Derecho Humanitario, que
contiene normas generales relativas a la conducción de las hostilidades, aplicables en caso de conflicto
armado, no internacional.
3.5 NORMAS APLICABLES EN COLOMBIA
Han pasado varios años desde el momento en que se superó la discusión de sí
Colombia se encuentra inmersa en un conflicto armado interno. De igual forma,
está superada la discusión acerca de sí el Protocolo II, aplicable a los conflictos
armados no internacionales, es un instrumento aplicable a la situación colombiana.
El reconocimiento por parte del Estado de la existencia del conflicto armado ha
sido expreso hasta el punto que en varias ocasiones se le ha otorgado status
político a diferentes organizaciones armadas que se oponen al Estado. Muchas de
estas organizaciones, luego de un proceso de negociación se han desmovilizado y
hacen parte de la vida política, económica y social de Colombia.
El Estado colombiano, con ocasión del informe sobre sus actividades relativas a la
aplicación del Derecho Internacional Humanitario, presentado a la XXVI
Conferencia Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, advertía que a
pesar de que el Protocolo II entraría en vigor el 15 de febrero de 1996, el Gobierno
de Colombia considera que las disposiciones del Protocolo II de 1977 ya deben
ser obedecidas por los servidores públicos, en particular por todos los miembros
de la Fuerza Publica.53
Ahora bien, la Corte Constitucional en sentencia C-225/95 rehusa analizar si se
dan las condiciones de aplicabilidad del Protocolo II al conflicto armado
colombiano por considerarlo irrelevante, dado que “... conforme al mandato
constitucional (Artículo. 214 numeral 2o), el Derecho Internacional Humanitario,
incluyendo obviamente el Protocolo II, se aplica en Colombia en todo caso, sin que
53
República de Colombia, Ministerio de Relaciones Exteriores, Consejería Presidencial para los Derechos
Humanos, Oficina del Alto Comisionado para la Paz: Actividades del Gobierno de Colombia relativas a la
aplicación de Derecho Internacional Humanitario, Bogotá, 1º de diciembre de 1995, págs.5 y 6.
sea necesario estudiar si el enfrentamiento alcanza los niveles de intensidad
exigidos por el Artículo. 1°”.
El ámbito de aplicación material del Derecho Internacional Humanitario aplicable
en los conflictos internos, nos lleva a analizar el concepto de conflicto armado no
internacional, los requisitos de aplicación del Protocolo II, él Artículo. 3º común a
los Convenios de Ginebra de 1949 y la noción de tensiones y disturbios internos.
3.5.1. El Concepto de Conflicto armado no internacional.
Cuando dos partes opuestas dentro de un Estado, recurren a las armas, con el
objeto de alcanzar el poder público o cuando una gran parte de la población se
levanta contra el gobierno se llama guerra civil, hoy, denominado conflicto armado
no internacional. La guerra civil es una lucha armada que se produce en el
territorio de un Estado entre las fuerzas del gobierno establecido y unas fuerzas
disidentes. Concepto clásico, aceptado con escasas variantes, por todos los
autores.
El Comité de Expertos encargados de examinar el problema de la asistencia a las
Víctimas de los Conflictos Internos54 señaló que cuando se está en presencia de
una acción hostil dirigida contra el Gobierno Legal con carácter colectivo y un
mínimo de organización se está frente a un conflicto armado no internacional.
Agrega la Comisión que conviene tener en cuenta elementos tales como la
duración del conflicto, él número y la forma en que están encuadrados los
rebeldes, su instalación o su acción sobre una parte del territorio, el estado de
54
Comisión de Expertos encargados de examinar el problema de la Asistencia a las Víctimas de los
Conflictos Internos, CICR, Ginebra, 1962.
inseguridad, la existencia de víctimas, los medios puestos en acción por el
gobierno legal para establecer el orden, etc.
Siguiendo al profesor José Luis Fernández Flores55, se encuentran tres variantes
del conflicto armado no internacional: La guerra civil exclusivamente interna, la
guerra civil reconocida y la guerra civil internacionalizada.
La guerra civil exclusivamente interna no presenta ninguna injerencia de terceros
en la misma, ni a favor del gobierno establecido ni a favor de los sublevados. El
gobierno establecido conserva su derecho a reprimir la sublevación con los
medios a su alcance, aplicando sus propias leyes que deben estar en consonancia
con los tratados que protegen los derechos humanos. Los sublevados no tienen
otro derecho que el de ser tratados según el orden interno del Estado.
En la guerra civil reconocida los sublevados son reconocidos como potencia
beligerante. A través de tal reconocimiento un conjunto de individuos recibe una
posición internacional que implica ciertos derechos y deberes. El reconocimiento
de beligerancia puede ser otorgado por el gobierno establecido contra el cual se
enfrentan los sublevados o por terceros Estados.
Los principios que rigen el reconocimiento de beligerancia son esencialmente los
mismos relativos al reconocimiento de Estados y Gobiernos. Son ciertas
condiciones, no tildadas de ilegales por el Derecho Internacional que permiten a
los Estados reconocer la beligerancia de los sublevados y que son:
55
FERNÁNDEZ FLORES. José Luis, La represión de las infracciones del derecho de la guerra cometida
por individuos, Revista Internacional de la Cruz Roja. N°. 105, mayo - junio de 1991.
a) Que los insurgentes tengan la posesión efectiva de una parte del territorio
nacional.
b) Que los insurgentes ejerzan de hecho los elementos de un gobierno regular
sobre la parte del territorio que poseen, es decir que puedan expedir y aplicar
normas obligatorias de conducta con respecto a los habitantes del territorio
dominado.
c) Que la guerra sea conducida por tropas organizadas, sometidas a una disciplina
militar y respeten las leyes y costumbres de la guerra.56
El reconocimiento de beligerancia por parte del gobierno establecido le permite
eximirse de su responsabilidad internacional por los actos de los sublevados
beligerantes, respecto a los intereses de terceros Estados.
Los sublevados
adquieren una cierta personalidad internacional, pudiendo celebrar ciertos
acuerdos
internacionales,
verbigracia,
para
la
establecimiento de representaciones diplomáticas.
compra
de
armas
o
el
Sin embargo, el gobierno
establecido conserva su derecho a reprimir a los sublevados beligerantes, por
todos los medios a su alcance y dentro de las limitaciones impuestas por el orden
interno. Los sublevados beligerantes no adquieren frente al gobierno establecidos
mas derechos y deberes que los que tenían antes.
El reconocimiento de beligerancia por parte de terceros Estados no le impide al
gobierno establecido continuar utilizando todos los medios a su alcance para
reprimir la sublevación. Ahora bien, si el gobierno establecido no ha reconocido a
los sublevados lo más común es que si los reconocimientos están hechos
56
Instituto de Derecho Internacional. Commentaire des Protocoles additionnels du 8 juin, 1977. CICR.
Ginebra. Suiza.
teniendo en cuenta el cumplimiento de las condiciones clásicas por los sublevados
y éstos proceden de Estados significativos en cantidad y número, la realidad
internacional acabe imponiéndose al propio gobierno y prevalezca sobre la actitud
de éste. Si el gobierno establecido también ha reconocido, las relaciones entran
por los cauces internacionales.
Como vemos, el reconocimiento de beligerante tienen efectos limitados y
temporales. Su objeto es otorgar a los sublevados los derechos para mantener la
lucha, con todas las consecuencias. La fracción así reconocida será considerada
como un Estado, pero solamente por lo que respecta a las operaciones de guerra.
El efecto esencial del reconocimiento de beligerancia es la aplicación de las leyes
de la guerra. Aunque las relaciones entre los elementos sublevados y el gobierno
sean de orden interno, los rebeldes serán tratados como si fueran los instrumentos
militares de un Estado beligerante, debiendo ser considerados combatientes
regulares.
Ambos combatientes podrán ejercitar las prerrogativas de la
beligerancia como el ejercicio del derecho de presa, el establecimiento del
bloqueo, etc.
La guerra civil internacionalizada, en la que generalmente hay reconocimiento de
beligerancia, se caracteriza por la intervención de terceros Estados. La
intervención en la guerra civil es licita cuando se interviene a favor del gobierno en
virtud de un tratado o de una petición formal del mismo gobierno. Se considera
igualmente licita la intervención a favor de los insurgentes cuando se trata de
beligerantes y teniendo como fundamento la idea del trato igual de ambas partes,
puesto que se presume que cada una representa la voluntad de una parte del
pueblo. 53
53
RAMIREZ QUESADA. Saul Emir. Colombia y el Derecho Internacional Humanitario. Ministerio de Relaciones
Extiores, Dirección de Asuntos Especiales, Bogotá, Colombia, 1999.
3.6 LA APLICABILIDAD DEL PROTOCOLO II DE 1979 Y DEL ARTÍCULO 3º
COMÚN A LOS CONVENIOS DE GINEBRA DE 1949 A LA ACTUAL
SITUACIÓN COLOMBIANA
3.6.1 Condiciones de aplicabilidad del Protocolo II
El Protocolo II no es aplicable a todos los conflictos internos, sino solamente a
aquellos que reúnan las siguientes condiciones:
a) Que el enfrentamiento armado se desarrolle entre las fuerzas armadas del
gobierno
establecido
y
fuerzas
armadas
disidentes
o
grupos
armados
organizados.
Es la legislación de cada Estado, la que define que cuerpos armados hacen parte
de las fuerzas armadas. En muchos Estados las fuerzas armadas solo están
constituidas por las fuerzas de mar, tierra y aire. En Colombia también comprende
a las fuerzas de policía.
Si una de las partes enfrentadas no es fuerza armada gubernamental no procede
la aplicación del protocolo II, como sería el caso de conflictos armados entre
organizaciones de autodefensa campesina y grupos subversivos.
Las fuerzas armadas disidentes hacen relación a las fuerzas armadas que se
sublevan contra el gobierno establecido.
Las fuerzas armadas disidentes o los grupos armados deben estar organizados,
es decir deben tener una estructura y una disciplina militar a la que se sujete el
conjunto de los rebeldes. Si estos grupos no están organizados no se puede
comprobar la existencia de un conflicto en los términos del Protocolo II.
b) Los grupos armados y/o las fuerzas armadas disidentes deben tener un mando
responsable.
El solo hecho de que estos grupos armados estén organizados como fuerzas
armadas no bastan para estar seguros de que estas fuerzas tengan un nivel de
organización y coherencia suficientes para poder constituir una parte en conflicto.
Necesitan además tener dirección militar o política que asuma la responsabilidad
de las mismas.
La existencia de un mando responsable implica una cierta
organización de los sublevados. Esta autoridad del mando responsable debe ser
reconocida y respetada por los rebeldes, ejerciendo dicha autoridad tanto en la
dirección de las operaciones militares, la imposición de la disciplina y la
organización de las tropas.
c) Control de los sublevados sobre una parte del territorio que les permita realizar
operaciones 57militares sostenidas y concertadas y aplicar el Protocolo II.
El control territorial se manifiesta en el dominio que los rebeldes tienen en una
parte del territorio. Dominio que no exige una porción importante del territorio ni
una posesión efectiva del mismo. En este sentido la exigencia del control del
territorio para el reconocimiento es más amplia ya que exige la posesión efectiva
del territorio. 58
57
58
Ibídem. Pág, 25 - 26.
Ibídem. Pág 27 - 28.
Habrá control del territorio en la medida que los rebeldes puedan realizar
operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el Protocolo; si no tienen
la posibilidad o capacidad de hacerlo no habrá control territorial en los términos del
protocolo II.
d) Realizar operaciones militares sostenidas y concertadas.
Este requisito, que no es autónomo, ya que depende del grado de control territorial
que posea el grupo, busca evitar que actos aislados de violencia o realizados por
personas aisladas puedan considerarse como conflicto armado. Se entienden por
operaciones militares sostenidas aquellas acciones continuas, por oposición a los
actos esporádicos y desordenados de violencia y por concertadas aquellas
acciones acordadas por los rebeldes en orden a lograr un objetivo.
e) Capacidad de aplicar el Protocolo II.
Este requisito tampoco es autónomo, ya que también depende del control
territorial que posea el grupo de los rebeldes que deben estar en capacidad de
aplicar las disposiciones del Protocolo II. Capacidad que se da en la misma
medida en que se reúnan las condiciones anteriores puesto que en esa medida
poseen la infraestructura mínima indispensable. Esta capacidad de aplicar el
Protocolo II implica la obligación de someterse a sus disposiciones.
3.6.2 El Protocolo II y los disturbios interiores y tensiones internas.
El Protocolo II se refiere a las tensiones internas y a los disturbios interiores para
excluirlas del campo de aplicación material por considerar que tales situaciones no
son conflicto armado. El Comité Internacional de la Cruz Roja define los disturbios
interiores como a “situaciones en la que, sin que haya propiamente hablando
conflicto armado sin carácter internacional, existe sin embargo, a nivel interior, un
enfrentamiento que presenta cierto carácter de gravedad o de duración y que da
lugar a la realización de actos de violencia. Estos últimos pueden tener formas
variables, que van desde la generación espontanea de actos de sublevación hasta
la lucha entre grupos mas o menos organizados y las autoridades que ejercen el
poder. En estas situaciones que no degeneran forzosamente en lucha abierta, las
autoridades apelan a cuantiosas fuerzas de policía, o bien a las fuerzas armadas,
para restablecer el orden interno“59
Por lo que respecta a las tensiones internas, se trata de situaciones de tensión
grave (política, religiosa, racial, social, económico, etc.) o secuelas de un conflicto
armado o de disturbios interiores. Estas situaciones presentan todas o algunas de
las características siguientes:
- Detenciones masivas
- Numero elevado de detenidos políticos
- Probables malos tratos o condiciones inhumanas de detención
- Suspensión de las garantías judiciales fundamentales, sea por la promulgación
de un estado de excepción, sea por una situación de hecho
- Denuncias de desaparición de personas.
Concluyendo, hay disturbios interiores, aunque no haya conflicto armado, cuando
el estado utiliza la fuerza armada para mantener el orden: Hay tensión interna,
59
EL CICR, la Liga y el Informe sobre la Reevaluación del Cometido de la Cruz Roja, Ginebra 1979.
aunque no haya disturbios interiores, cuando el empleo de la fuerza es una
medida preventiva para mantener el respeto de la ley y el orden. 60
Con relación a los disturbios interiores, la Corte en Sentencia ya comentada,
afirma que incluso en estas situaciones debe aplicarse todo el Derecho
Internacional Humanitario, interpretación que como ya sé dicho, excede los
alcances del Artículo. 214 numeral 2.
3.6.3. Calificación de las condiciones de aplicabilidad del Protocolo II.
El artículo 1o del Protocolo II, no establece quien es la autoridad competente para
determinar cuando se está en las condiciones previstas para su aplicación.
Durante la votación del Artículo. Colombia presentó una enmienda oral tendiente
a determinar en quien residía la competencia para calificar las condiciones
previstas en dicho Artículo, en los siguientes términos: insértese el texto siguiente
al final del párrafo 1°: " La calificación de las condiciones previstas anteriormente
corresponde al Estado en el cual se desarrolla el conflicto" .61 Colombia
finalmente, retiró la enmienda pero absteniéndose de votar sobre él Artículo. 1°,
por considerar que la aplicación del Artículo.
1° quedaba sujeta a una
interpretación unilateral, al no haber sido posible incluir una norma que definiera a
quien correspondería la calificación de los siguientes elementos:
a) Cuando un grupo disidente o un grupo armado organizado actúa bajo la
dirección de un mando responsable.
60
Ibídem. pág. 8.
Actas de la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo del DIH Aplicable en los
conflictos armados, Ginebra 1974-1977, Vol. VIII, pág. 66.
61
b) Quien define con claridad que el control es ejercido sobre una parte del
territorio.
c) Quien establece cuando se trata de operaciones militares sostenidas y
concertadas.62
Habiéndose omitido determinar quien es el competente para calificar las
condiciones ya anotadas, los Estados deben actuar de buena fe en el
cumplimiento de sus obligaciones internacionales, y proceder a aplicar el
protocolo, inmediatamente se manifiesten objetivamente las condiciones previstas
para su aplicación; ya que ésta no depende de la apreciación de las partes en
conflicto, sino de los hechos, de la realidad. Igual sucede con él Artículo3° común
a los Convenios de Ginebra.
1
2 3.6.4. El principio de no-intervención
El protocolo II, establece en su Artículo. 3°: Que ninguna disposición podrá
invocarse, con el objeto de menoscabar la soberanía de un Estado o la
responsabilidad que incumbe al gobierno de mantener o restablecer la ley y el
orden en el Estado o de defender la unidad nacional y la integridad territorial del
Estado por todos los medios legítimos.
Igualmente prescribe que no puede
invocarse disposición alguna del protocolo como justificación para intervenir,
directa o indirectamente, sea cual fuere la razón, en el conflicto armado o en los
asuntos internos o externos de la Alta Parte Contratante en cuyo territorio tenga
lugar el conflicto.
62
Ibídem, pág. 79 y 80.
El Protocolo II, prohibe que su aplicación sea utilizada como pretexto para
menoscabar la soberanía o intervenir en los asuntos internos o externos del
Estado en que se desarrolle el conflicto armado. La aplicación del Protocolo II
solo tiene consecuencias humanitarias y por consiguiente no afecta el derecho del
Estado de tomar los medios necesarios para mantener o restablecer la ley y el
orden publico, defender la unidad nacional o la integridad territorial. El Estado,
sigue conservando la facultad para combatir a los rebeldes, de conformidad con su
ordenamiento jurídico.
No sobra recalcar, que la aplicación de las disposiciones del Protocolo II, no
conlleva el reconocimiento de beligerancia de los sublevados, por expresa
disposición del Artículo.
3º común a los Convenios de Ginebra de 1949, al
establecer que su aplicación no surte efecto sobre el estatuto jurídico de las partes
en conflicto.
3.6.5. El artículo 3º Común a los Convenios de Ginebra de 1949.
El artículo 3º común63 ha sido considerado un Convenio en miniatura, es la única
disposición común a los convenios de Ginebra que se ocupa de los conflictos
63
Artículo. 3° Común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949. “En caso de conflicto armado que no sea
de índole internacional y que surjan en el territorio en una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las
Partes en conflicto tendrá la obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones: 1. Las personas
que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan
depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier
otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole
desfavorable, basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna, o
cualquier otro criterio análogo. A este respecto, sé prohiben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a
las personas arriba mencionadas: a. Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el
homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios; b. La toma de
rehenes; c. Los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes; d.
Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con
garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados. 2. Los heridos y los
armados no internacionales. Sus disposiciones han sido consideradas por la Corte
Internacional de Justicia, como principios elementales de humanidad64.
El artículo 3º común, deberá ser aplicado a todo conflicto armado sin carácter
internacional. Esta disposición no exige para su aplicación ningún tipo de
condiciones, como si lo hace el Protocolo II. Basta que se presente una acción
hostil, dirigida contra el gobierno establecido con carecer colectivo y un mínimo de
organización.
Establece, que las personas que no participen directamente en las hostilidades,
incluso los miembros de las fuerzas armadas, que han depuesto las armas o que
hayan quedado fuera de combate por enfermedad, herida, detención o cualquiera
otra causa, serán tratadas con humanidad, sin distinción alguna de carácter
desfavorable. Quedando prohibido frente a estas personas, los atentados contra
la vida e integridad personal; la toma de rehenes, los atentados a la dignidad
personal, las condenas dictadas, y las ejecuciones efectuadas sin juicio previo,
emitido por unos tribunales irregularmente constituidos.
Cuando se está en presencia de un conflicto cubierto por el Protocolo II, deberá
aplicarse también él Artículo 3º, ya que el Protocolo II, lo completa y desarrolla.
Por lo tanto deben ser aplicados simultáneamente.
enfermos serán recogidos y asistidos. Un organismo humanitario imparcial tal como el Comité Internacional
de la Cruz Roja podrá ofrecer sus servicios a las Partes en conflicto. Además, las Partes en conflicto harán el
posible por poner en vigor, mediante acuerdos especiales, la totalidad o parte de las otras disposiciones del
presente Convenio. La aplicación de las anteriores disposiciones no surtirá efectos sobre el estatuto jurídico
de las Partes en conflicto.”
64
Corte Internacional de Justicia, Asunto de las Actividades militares y paramilitares en Nicaragua y contra
ésta. Nicaragua contra Estados Unidos de América.
3.6.7. Acuerdos Especiales
El artículo 3° común a los Convenios de Ginebra, establece que las partes en
conflicto se esforzaran en poner en vigor por vía de acuerdos especiales la
totalidad o parte de las disposiciones de los Convenios de Ginebra. Ningún
acuerdo especial podrá perjudicar la situación de los heridos, enfermos,
náufragos, ni de los miembros del personal religioso y sanitario. Estos acuerdos
que celebren las partes, así como la aplicación total del Artículo. 3º, no tienen
efectos sobre el estatuto jurídico de las partes contendientes.
El artículo 6º común a los Convenios I, II, III de Ginebra y al artículo 7° del
Convenio IV, también contempla estos acuerdos especiales.
3.7
MEDIDAS DE IMPLEMENTACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO EN COLOMBIA
3.7.1 Medidas Preventivas
En la última década, ha existido una permanente preocupación, por parte de los
gobiernos de difundir en Colombia el Derecho Internacional Humanitario, para lo
cual han contado con la asesoría y colaboración continua del Comité Internacional
de la Cruz Roja y de la Cruz Roja Colombiana.
Desde el año 1991, a través de la Directiva Presidencial Nº 05 sobre Defensa y
Promoción de los Derechos Humanos, el Gobierno Nacional manifestó su voluntad
de divulgarlo, cumpliendo de esta forma con una parte de las obligaciones
adquiridas al suscribir los Convenios de Ginebra de 1949.65
65
HERNÁNDEZ MONDRAGÓN. Mauricio, Derecho Internacional Humanitario. Su aplicación en
Colombia. República de Colombia. Presidencia de la República. Bogotá. Biblioteca Básica de Derechos
La intensificación sobre su difusión, se ha efectuado con mayor intensidad en los
últimos años, extendiéndose tanto a la Fuerza Pública como a la población civil
más afectada con el conflicto armado; en relación con la Fuerza Pública, se tiene
que a través de la Directiva del Ministerio de Defensa Nº 24 de 1995, se ordenó
revisar y ajustar los programas de formación y entrenamiento e instrucción de las
tropas, con el fin específico de que conocieran y aplicaran el Derecho
Internacional Humanitario y de esta forma se reestructuraron y fortalecieron las
oficinas de Derechos Humanos y de Derecho Internacional Humanitario en las
guarniciones militares y de policía, y se desarrollaron planes y programas de
formación, entrenamiento e instrucción en estas materias. Puntualmente, se han
realizado actividades, como talleres sobre Derecho Internacional Humanitario con
miembros del Ejército Nacional; cursos intensivos sobre derechos Humanos y
Derecho Internacional Humanitario, con la Armada Nacional, y con la Fuerza
Aérea colombiana, y para oficiales y personal de la Justicia Militar de la Policía
Nacional; al igual que en las escuelas de formación militar en Bogotá; capacitación
en el exterior de miembros de las Fuerzas Armadas, sobre Derecho Internacional
Humanitario.66
Así mismo, se adelantaron dos interesantes actividades académicas: Manual
sobre Derecho Internacional Humanitario, que con la colaboración de la Cruz Roja
Colombiana, preparó la Procuraduría General de la Nación y el Ministerio de
Defensa,
y la investigación sobre las medidas nacionales de aplicación del
Derecho Internacional Humanitario, que debe adoptar el Gobierno Nacional,
realizada por la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Cruz Roja Colombiana y la
Humanos, 1992
66
HERNÁNDEZ HOYOS. Diana, Derecho Internacional Humanitario. Por qué y cómo aplicar el DIH a la
legislación y al conflicto interno colombiano, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, Bogotá, Colombia, 2000.
pág. 242.
Consejería Presidencial de los Derechos Humanos67, en la que se diagnosticaron
los vacíos legislativos y administrativos, en cuanto a las medidas nacionales de
aplicación
del
Derecho
Internacional
Humanitario,
y
se
formularon
las
recomendaciones pertinentes al Gobierno Nacional, dirigidas a obtener el
cumplimiento de las obligaciones contraídas por Colombia, al ratificar los
Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales.
Respecto a la población civil, el programa de difusión se refleja en las campañas a
través de mensajes televisivos y radiales dirigidas a sensibilizar a la población,
sobre todo a aquella, que se encuentra en las zonas más afectadas por la
violencia del conflicto armado, acerca de los límites de la guerra; en particular, la
Oficina del Ato Comisionado para la Paz de la Presidencia de la República,
contrató con la Cruz Roja Colombiana, la realización de programas de difusión
masiva del Derecho Internacional Humanitario, lográndose el llamado Programa
Nacional para la Difusión y Aplicación del Derecho Internacional Humanitario en
los municipios afectados por el conflicto armado.
3.7.2 Medidas de Control
El 17 de abril de 1996, se reconoció por parte del Gobierno Nacional, la
competencia de la Comisión Internacional de Encuestas, a través del depósito
ante el Consejo Federal Suizo, de la declaración mediante la cual, se efectuaba el
referido reconocimiento. El principal objetivo de la Comisión de Encuestas, es
asegurar la protección de las víctimas de un conflicto armado internacional,
procurando la observancia de los principios y reglas del Derecho Internacional
Humanitario. Colombia, está al igual que otros países, reconociendo ipso facto y
67
Ibídem, pág. 243 y 244
sin acuerdo especial, la competencia de la Comisión, para situaciones específicas,
que tienen que ver principalmente, con la investigación de hechos supuestamente
violatorios de reglas del Derecho Internacional Humanitario, aplicables a los
conflictos armados internos68
3.7.3 Medidas Legislativas
- Administrativas
Por medio del decreto 1863 de 1996, se creó y puso en operación la Comisión
Gubernamental para la Humanización del Conflicto Armado y la Aplicación del
Derecho Internacional Humanitario, con carácter de órgano consultor y
coordinador permanente del gobierno, adscrita a la Presidencia de la República.
En la ley 282 de 1996, por medio de la cual se dictaron medidas tendientes a
erradicar algunos delitos contra la libertad personal, especialmente el secuestro y
la extorsión, se atribuyó al Director del Programa Presidencial para la Defensa de
la Libertad Personal, la función de velar por el adecuado respeto del Derecho
Internacional Humanitario; por medio de la ley 387 de 1997, se adoptaron medidas
para la prevención del desplazamiento forzado, la atención, protección,
consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados; En 1998, se
promulgó el decreto 860 a través del cual, se reglamenta lo relativo a la protección
y el uso que debe darse al nombre y el emblema de la Cruz Roja, se protegen sus
actividades y se facilita la prestación de los servicios en el territorio nacional.
- Disciplinarias
68
Ibídem , págs. 245 a 247
La Procuraduría Delegada para los Derechos Humanos, hace una interpretación
sistemática de las disposiciones contenidas en la Carta Política, en los estatutos
especiales de las fuerzas militares, de la Policía Nacional (Decretos 0085 de 1989
y 2584 de 1993 respectivamente) y en el régimen común, y aplica disposiciones
sustantivas contenidas en éste último, a faltas cometidas por miembros de la
fuerza pública, que no se encuentran consideradas expresamente como tales, en
los estatutos especiales.69
Es de anotar que el Código Unico Disciplinario, sólo señala como faltas gravísimas
el genocidio y la desaparición forzada, quedando las restantes contempladas en la
ley 200 de 1995 que creó este código, para los servidores públicos distintos a las
fuerzas militares y de Policía, sin posibilidad de sanción.
El Congreso de la República expidió la Ley 734 de 2002, por la cual se adopta el
Código Disciplinario Único, norma que rige a partir del 5 de mayo de 2002.70
En este estatuto, se establece la normatividad sancionatoria aplicable a los
servidores públicos, que incumplan sus obligaciones en relación con la función
pública y sus deberes legales y constitucionales.
En su Libro II Título Unico, “ La descripción de las faltas disciplinarias en
particular”
Capítulo I. Faltas Gravísimas
Artículo. 48. son faltas gravísimas:
69
70
Ibídem, págs. 248 a 250
Ley 734 de 2002, por la cual se adopta el Código Disciplinario Único, norma que rige a partir del 5 de
5- Realizar cualquiera de los actos mencionados a continuación, con la intención
de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial, religioso,
político o social:
a- Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo:
b- Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de
acarrear su destrucción física, total o parcial;
c- Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
d- Traslado por la fuerza de miembros del grupo a otro;
6- Ocasionar, con el propósito de destruir total o parcialmente a un grupo
nacional, étnico, racial, político o colectividad propia fundada en motivos
políticos, por razón de su pertenencia al mismo, la muerte de uno o varios de
sus miembros.
7- Incurrir en graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario.
8- Someter a una o varias personas a privación de la libertad, cualquiera que sea
la forma, seguida de su ocultamiento y de la negativa a reconocer dicha
privación o de dar información sobre su paradero, sustrayéndola del amparo de
la ley.
9- Infligir a una persona dolores o sufrimientos graves físicos o psíquicos con el
fin de obtener de ella o de un tercero información o confesión, de castigarla por
un acto por ella cometido o que se sospeche que ha cometido o de intimidarla
o coaccionarla por cualquier razón que comporte algún tipo de discriminación.
Mayo de 2002
10- Ocasionar mediante violencia u otros actos coactivos dirigidos contra un sector
de la población que uno o varios de sus miembros cambie el lugar de su
residencia.
11- Ocasionar la muerte en forma deliberada y dentro de un mismo contexto de
hechos, a varias personas que se encuentren en situación de indefensión, por
causa de sus opiniones o actividades políticas, creencias religiosas, raza, sexo,
color o idioma.
12- Fomentar o ejecutar actos tendientes a la formación o subsistencia de grupos
armados al margen de la ley; o promoverlos, auspiciarlos, financiarlos,
organizarlos, instruirlos, dirigirlos o colaborar con ellos.
13- Privar de la libertad a una o varias personas y condicionar la vida, la seguridad
y la libertad de ésta o éstas a la satisfacción de cualquier tipo de exigencias.
14- Privar ilegalmente de la libertad a una persona.
Como puede observarse, en el nuevo Código Disciplinario se tipifican las
violaciones graves al Derecho Internacional Humanitario, en forma expresa.
- Judiciales
Colombia no había dado cumplimiento a los compromisos adquiridos con la
comunidad internacional, cuando suscribió los Convenios de Ginebra y sus
Protocolos Adicionales, puesto que en el derogado Código de Justicia Penal
Militar, el artículo 169 supuestamente recogía de manera general e imprecisa,
todos los delitos contra el Derecho Internacional Humanitario y se elaboraron
proyectos de ley tanto por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja, como a
nivel institucional, dirigidos a incluir en el Código Penal, como delitos, aquellas
conductas
que
constituyen
graves
violaciones
Humanitario, resaltando el proyecto de ley Nº 40
al
Derecho
Internacional
presentado por la Fiscalía
General de la Nación, a la Comisión Primera del Senado, en el año de 1998 que
se convertiría en la ley Nº 599 del 2000, por la cual se expide el Nuevo Código
Penal, en el cual, por fin se le dedica en su parte especial “ De los delitos en
particular “ el Título II “Capítulo Unico“, un capítulo dedicado exclusivamente a los
delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario, respondiendo de esta forma, no solo a los compromisos adquiridos
por Colombia internacionalmente, sino a la imperiosa necesidad de adecuar el
sistema penal colombiano, a los principios y postulados señalados en la
Constitución Política Colombiana de 1991, así
como a los pronunciamientos
jurísprudenciales emitidos por la Corte Constitucional. Este tema será tratado en
toda su extensión resaltando toda su importancia en el punto 3.8 de éste
capítulo.71
3.8 TIPIFICACIÓN DE LAS INFRACCIONES AL DERECHO INTERNACIONAL
HUMANITARIO.
Con cierta frecuencia, se cuestiona si las disposiciones del Derecho Internacional
Humanitario son obligatorias para las fuerzas armadas disidentes o grupos
armados organizados que se oponen al gobierno establecido, habida cuenta que
no son parte de los Convenios de Ginebra ni del Protocolo II.
71
HERNÁNDEZ HOYOS. Diana, Derecho Internacional Humanitario. Por qué y cómo aplicar a la
legislación y al conflicto interno colombiano .Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. Bogotá. Colombia. 2000.
Al respecto, el CICR consideró en los debates relacionados con los derechos y
deberes de las partes en conflicto, que el compromiso asumido por el Estado es
válido para la parte insurgente. Ni la manera como se haya constituido la parte
insurgente, ni el hecho de que ésta escape momentáneamente al control del
gobierno establecido, pueden debilitar o extinguir el compromiso asumido por el
Estado, ya que la parte insurgente continua ligada por dicho compromiso.72
Aracely Mangas afirma que aunque es cierto que el Estado al ser Parte de los
Convenios, y eventualmente del Protocolo II, asume un conjunto de derechos y
deberes en nombre de toda la colectividad, sin embargo, cuando estalla el
conflicto armado interno, en la practica no parece que las fuerzas rebeldes,
compartan ese argumento de sentirse parte de la colectividad que ha asumido ese
compromiso convencional.73
Por lo anterior, se hace necesario que los Estados tipifiquen las infracciones al
Derecho Internacional Humanitario, en sus ordenamientos penales y disciplinarios.
Solo así, se garantizaría, que los infractores a esta normativa, sean puestos a
disposición de los tribunales nacionales competentes.
Afortunadamente, la
creación de la Corte Penal Internacional, contribuirá sin duda a disminuir la
impunidad y a perseguir a todo aquel trátese de representantes del Estado o de
grupos armados de oposición que infrinjan gravemente el Derecho Internacional
Humanitario.
págs. 250 a 253
72
Actas de la Conferencia Diplomática sobre la Reafirmación y el Desarrollo del Derecho Internacional
Humanitario aplicable en los Conflictos Armados. Ginebra, 1974-1977. Vol. VIII, pag, 250.
73
MANGAS MARTÍN. Aracely, Conflictos Armados Internos y Derecho Internacional Humanitario, Ediciones
Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 1990.
3.8.1. El Código Penal de 1980
El código Penal de 1980, no contempla ninguna norma que tipifique las
infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
3.8.2. Proyecto de ley Nº 40 Senado de la República.
Ahora bien, el nuevo proyecto de código penal contempla un título denominado
"Delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario” y tipifica las siguientes conductas:
-
Homicidio en persona protegida
-
Lesiones en persona protegida
-
Tortura en persona protegida
-
Utilización de medios y métodos de guerra ilícitos
-
Perfidia
-
Actos de terrorismo
-
Actos de barbarie
-
Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en personas
protegidas
-
Actos de discriminación racial
-
Toma de rehenes
-
Detención ilegal y privación del debido proceso
-
Constreñimiento a apoyo bélico
-
Despojo en el campo de batalla
-
Omisión de medidas de socorro y asistencia humanitaria
-
Obstaculización de tareas sanitarias y humanitarias
-
Destrucción y apropiación de bienes protegidos
-
Destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario
-
Destrucción o utilización ilícita de bienes culturales y de lugares de culto
-
Ataque contra obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas
-
Represalias
-
Deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de población civil
-
Atentados a la subsistencia y devastación
-
Omisión de medidas de protección a la población civil
-
Reclutamiento ilícito
-
Exacción o contribuciones arbitrarias
-
Destrucción del medio ambiente
El proyecto de reforma al Código Penal, fue ciertamente ambicioso, por lo que
respecta a la tipificación de las infracciones al Derecho Internacional Humanitario y
busca dar cumplimiento a las obligaciones contraídas por el Estado Colombiano, y
por otro lado disminuir la comisión de conductas contrarias a esta normativa. Es
de anotar, que es la primera vez que se emprende un esfuerzo de tal envergadura.
3.8.3. Nuevo Código Penal Colombiano. Ley 599 de 2000.
El proyecto de ley Nº 40 presentado por el Fiscal General de la Nación, doctor
Alfonso Gómez Méndez, se convirtió en el Nuevo Código Penal, por medio de la
Ley 599 de Julio 24 de 2000 y recoge de manera casi íntegra lo propuesto en el
Proyecto de Ley No. 40 de 1998, ya que contempla un título denominado “Delitos
contra las personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario“.
En el Libro Segundo, Parte Especial, “de los delitos en particular” Título II Capítulo
Unico, se tipifican de manera expresa las siguientes conductas:
Artículo. 135 Homicidio en persona protegida ( C. P.)
El que con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, ocasione la muerte de
persona protegida conforme a los Convenios Internacionales sobre Derecho
Humanitario ratificados por Colombia, incurrirá en prisión de treinta a cuarenta
años…
El parágrafo, define quienes son las personas que se entienden que están
protegidas por el Derecho Internacional Humanitario, enumeradas en el primer
capítulo de éste trabajo.
Fundamento Legal
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra del 12 de Agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de
los conflictos armados sin carácter internacional, adoptado en Ginebra el 8 de
junio de 1977.
Artículo 4º : Garantías fundamentales
1- Todas las personas que no participen directamente en las hostilidades o que
hayan dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad, tienen
derecho a que se respete su persona, su honor, sus convicciones y sus
prácticas religiosas. Serán tratadas con humanidad en toda circunstancia, sin
ninguna distinción de carácter desfavorable. Queda prohibido ordenar que
haya supervivientes.
2- Sin perjuicio de carácter general de las disposiciones que preceden, están y
quedarán prohibidos en todo tiempo y v se refiere el párrafo 1:
a) Los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las
personas, en particular el homicidio y los tratos crueles tales como la tortura
y las mutilaciones o toda forma de pena corporal.
b) Los castigos colectivos.
c) La toma de rehenes.
d) Los actos de terrorismo.
e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos
humillantes y degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier
forma de atentado al pudor.
f) La esclavitud.
g) El pillaje.
h) Las amenazas de realizar los actos mencionados.
3- Se proporcionará a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y en
particular:
a) Recibirán una educación, incluida la educación religiosa o moral, conforme
a los deseos de los padres, o a falta de ellos, de las personas que la guarda
de estos.
b) Se tomarán medidas oportunas para facilitar la reunión de las familias
temporalmente separadas.
c) Los niños menores de quince años no serán reclutados en las fuerzas o
grupos armados y no se permitirá que participen en las hostilidades.
d) La protección especial prevista en este artículo para los niños menores de
quince años seguirá aplicándose a ellos si, no obstante las disposiciones
del apartado c), han participado directamente en las hostilidades y han sido
capturados.
e) Se tomarán medidas, si procede y siempre que sea posible con el
consentimiento de los padres o de las personas que en virtud de la ley o la
costumbre, tengan en primer lugar la guarda de ellos, para trasladar
temporalmente a los niños de la zona en que tengan lugar las hostilidades a
una zona del país más segura y para que vayan acompañados de personas
que velen por su seguridad y bienestar.
Artículo 136. Lesiones en persona protegida. ( C P.)
El combatiente que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, cause daño
a la integridad física o a la salud de persona protegida conforme al Derecho
Internacional Humanitario, incurrirá en las sanciones previstas para el delito de
lesiones personales, incrementadas hasta en una tercera parte.
Fundamento legal
El Artículo 12 del Convenio I de Ginebra, en relación con heridos y enfermos:
“Esta estrictamente prohibido todo atentado contra su vida y su persona, en
particular matarlos o exterminarlos…"
El Artículo 12 del Convenio II de Ginebra, para aliviar la suerte que corren los
enfermos, heridos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar “Esta
estrictamente prohibido todo atentado contra su vida y su persona…"
El Artículo 13 del Convenio III de Ginebra, relativo al trato debido a los prisioneros
de guerra “Esta prohibido y será considerado como infracción grave contra el
presente convenio, todo acto ilícito o toda omisión ilícita por parte de la potencia
detenedora, que comporte la muerte o ponga en grave peligro la salud de un
prisionero de guerra en su poder".
Artículo 27 del Convenio IV de Ginebra “Las personas protegidas tienen derecho,
en todas las circunstancias, a que su persona, su honor, sus derechos familiares,
sus convicciones y prácticas religiosas, sus hábitos y sus costumbres sean
respetados".
Artículo 4º del Protocolo II de 1977 Adicional a los Convenios de Ginebra de 1949,
párrafo 2º "Están y quedaran prohibidos, en todo tiempo y lugar con respecto a
las personas que no participan directamente en las hostilidades o que hagan
dejado de participar en ellas, estén o no privadas de la libertad: a- Los atentados
contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas, en particular
el homicidio…"
Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949, prohibe: a) Los
atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente, el homicidio en
todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios.
Ley 5ª de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios suscritos por
la Conferencia Diplomática de Ginebra, del 12 de agosto de 1949.
Decreto Nº 1016 de 1990, por el cual se promulgan los Convenios de Ginebra de
1949.
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de
los conflictos armados sin carácter internacional, adoptado en Ginebra el 8 de julio
de 1997.
Decreto Nº 0509 de 1996, por el cual se promulga el Protocolo II adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los
conflictos armados sin carácter internacional.
Artículo 137. Tortura en persona protegida. ( C.P.)
El combatiente que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, infrinja a una
persona dolores o sufrimientos graves, ya sea físicos o psíquicos, con el fin de
obtener de ella o de un tercero información o confesión, de castigarla por un acto
por ella cometido o que se sospeche que ha cometido, o de intimidarla o
coaccionarla por cualquier razón que comporte algún tipo de discriminación,
incurrirá en prisión de diez a veinte años…
Fundamento Legal
Artículo 12º común a los Convenios I y II de Ginebra de 1949, prohibe torturar a
las personas especialmente protegidas.
Artículo 4º párrafo 2 del Protocolo II de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra
de 1949, prohibe los tratos crueles tales como la tortura y las mutilaciones o de
toda forma de pena corporal.
Artículo 3º
común a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949, prohibe la
realización de tratos crueles, torturas, suplicios o atentados contra la dignidad
personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes ( Artículo 3º común a
los Convenios a, y c)
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra, Artículo4º numeral 2º a.
Artículo 138. Acceso carnal violento en persona protegida. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice acceso carnal por
medio de violencia en persona protegida, incurrirá en prisión de diez a dieciocho
años…
Fundamento Legal
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949
Artículo 4º numeral 2º e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial
los tratos humillantes y degradantes, la violación, la prostitución forzada y
cualquier forma de atentado al pudor.
Artículo 139. Actos sexuales violentos en persona protegida. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice acto sexual
diverso al acceso carnal, por medio de violencia en persona protegida, incurrirá en
prisión de cuatro a nueve años.
El artículo 140, señala que las circunstancias de agravación se aplicarán para los
dos artículos anteriores, el artículo 211 del Código Penal.
Fundamento Legal
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949
El mismo artículo 4º numeral 2º e)
Artículo 141. Prostitución forzada o esclavitud sexual. ( C.P.)
El que, mediante el uso de la fuerza y con ocasión y en desarrollo del conflicto
armado obligue a persona protegida a prestar servicios sexuales incurrirá en
prisión de diez a dieciocho años…
Fundamento legal
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
El mismo artículo 4º numeral 2º e)
Artículo 142. Utilización de medios y métodos de guerra ilícitos. ( C.P.)
El que con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, utilice medios o métodos
de guerra prohibidos o destinados a causar sufrimientos o pérdidas innecesarios o
males superfluos incurrirá, por esa sola conducta en prisión de seis a diez años…
Fundamento legal
Artículo 35 del Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
Normas Fundamentales
1. En todo conflicto armado, el derecho de las partes en conflicto a elegir los
métodos y medios de guerra no es ilimitado.
2. Queda prohibido el empleo de armas, proyectiles, materias y métodos de
hacer guerra de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos
innecesarios.
3. Queda prohibido el empleo de métodos o medios de hacer la guerra que
hayan sido concebidos para causar, o de los que quepa prever que causen
daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales.
Artículo 143. Perfidia ( C.P.)
El que con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y con el propósito de dañar
o atacar al adversario, simule la condición de persona protegida, o utilice
indebidamente signos de protección como la Cruz Roja o la Media Luna Roja o de
otros organismos intergubernamentales, la bandera blanca de parlamento o de
rendición, banderas o uniformes de países neutrales o de destacamentos militares
o policiales de las Naciones Unidas u otros signos de protección contemplados en
tratados internacionales ratificados por Colombia, incurrirá por esa sola conducta,
en prisión de tres a ocho años…
Fundamento legal
Artículo 37 del Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de 1949,
prohibe la perfidia, como medio de guerra.
1- Queda prohibido matar, herir o capturar a un adversario valiéndose de medios
pérfidos. Constituirán perfidia los actos que, apelando a la buena fe de un
adversario con intención de traicionarla, den a entender a éste que tiene
derecho a protección, o que está obligado a conocerla, de conformidad con las
normas de derecho internacional aplicables en los conflictos armados. Son
ejemplos de perfidia los siguientes actos:
a) Simular la intención de negociar bajo bandera de parlamento o de
rendición.
b) Simular una incapacitación por herida o enfermedad.
c) Simular el estatuto de persona civil, no combatiente.
d) Simular que se posee un estatuto de protección mediante el uso de signos,
emblemas o uniformes de las Naciones Unidas o de Estados neutrales o de
otros Estados que no sean parte del conflicto.
Los Artículos 38 y 39 del Protocolo I de 1977, enumeran los emblemas y signos
reconocidos por el derecho internacional.
Artículo 38 del Protocolo I. Emblemas reconocidos
1- Queda prohibido hacer uso indebido del signo distintivo de la Cruz Roja, de la
Media Luna Roja o del león o sol rojos, o de otros emblemas, signos o señales
establecidos en los Convenios o en el presente Protocolo. Queda prohibido
también abusar deliberadamente en un conflicto armado de otros emblemas,
signos o señales protectores internacionalmente reconocidos, incluidos la
bandera de parlamento y el emblema protector de los bienes culturales.
2- Queda prohibido hacer uso del emblema distintivo de las naciones, salvo en los
casos en que esa organización los autorice.
Artículo 39 del Protocolo I. Signos de nacionalidad.
1- Queda prohibido hacer uso en un conflicto armado de las banderas o de los
emblemas, insignias o uniformes militares de los Estados neutrales o de otros
Estados que no sean partes en el conflicto.
2- Queda prohibido hacer uso de las banderas o de los emblemas, insignias o
uniformes militares de las partes adversas durante los ataques, o para cubrir,
favorecer, proteger u obstaculizar operaciones militares.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de 1977, adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949, adoptado el 8 de junio de 1977.
Artículo 144. Actos de terrorismo. ( C.P.)
El que, con ocasión de conflicto armado, realice u ordene llevar a cabo ataques
indiscriminados o excesivos o haga objeto a la población civil de ataques,
represalias, actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea
aterrorizarla, incurrirá por esa sola conducta en prisión de quince (15) a veinticinco
(25) años…
Fundamento Legal
Artículo 51 párrafos 2,4,5,6 y 7 del Protocolo I de 1977 adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
3- No será objeto de ataque la población civil como tal ni las personas civiles.
Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal
sea aterrorizar a la población civil.
4- Se prohiben los ataques indiscriminados. Son ataques indiscriminados:
a) Los que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto.
b) Los que emplean medios o métodos de combate que no pueden dirigirse
contra un objetivo militar concreto.
c) Los que emplean métodos o medios de combate cuyos efectos no sea
posible limitar conforme a lo exigido por el presente Protocolo; y que en
consecuencia,
en
cualquiera
de
tales
casos,
pueden
alcanzar
indistintamente a objetivos militares y a personas civiles o a bienes de
carácter civil.
5- Se consideran indiscriminados, entre otros, los siguientes tipos de ataques:
a) Los ataques por bombardeo cualquiera que sean los métodos o medios
utilizados, que traten como objetivo militar único, varios objetivos militares
precisos y claramente separados, situados en una ciudad, un pueblo, una
aldea u otra zona en que haya concentración análoga de personas civiles o
bienes de carácter civil.
b) Los ataques cuando sea de prever que causaran incidentalmente muertos
y heridos dentro de la población civil o daños a bienes de carácter civil, o
ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar
concreta y directa prevista.
6- Se prohiben los ataques dirigidos como represalia contra la población civil o de
personas civiles.
7- La presencia de la población civil o de personas civiles o sus movimientos no
podrán ser utilizados para poner ciertos puntos o zonas a cubierto de ataques
los objetivos militares, ni para cubrir, favorecer u obstaculizar operaciones
militares.
Artículo 13 párrafo 2 del Protocolo II 1977 adicional a los Convenios de Ginebra de
1949: No será objeto de ataque la población civil como tal, ni las personas civiles.
Quedan prohibidos los actos o amenazas de violencia cuya finalidad principal sea
aterrorizar a la población civil.
Ley 11 de 1992, por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales, adoptado en Ginebra el 8 de junio de 1977.
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949, adoptado en Ginebra el 8 de junio de 1977.
Artículo 4º numeral 2º d) Los actos de terrorismo.
Artículo 145. Actos de barbarie. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y fuera de los casos
especialmente previstos como delitos y sancionados con pena mayor, realice
actos de no dar cuartel, atacar a persona fuera de combate, de abandonar a
heridos y enfermos o realice actos dirigidos a no dejar sobrevivientes o a rematar
a los heridos y enfermos u otro tipo de actos de barbarie prohibidos en tratados
internacionales ratificados por Colombia incurrirá, por esa sola conducta, en
prisión de diez (10) a quince (15) años…
Fundamento Legal
Artículo 40 del Protocolo I de Ginebra de 1977. Queda prohibido ordenar que no
haya supervivientes, amenazar con ello al adversario o conducir las hostilidades
en función de tal decisión.
Artículo 41 del Protocolo I de Ginebra de 1977. Salvaguardia del enemigo fuera de
combate
1- Ninguna persona podrá ser objeto de ataque cuando se reconozca o,
atendidas las circunstancias, deba reconocerse que está fuera de combate.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de 1977, adicional a los
Convenios de Ginebra de 1949.
Artículo 146 Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en
persona protegida. ( C.P)
El que, fuera de los casos previstos expresamente como conducta punible, con
ocasión y en desarrollo del conflicto armado, inflija a persona protegida tratos o le
realice prácticas inhumanas o degradantes o le cause grandes sufrimientos o
practique con ella experimentos biológicos, o lo someta a cualquier acto médico
que no este indicado ni conforme a las normas médicas generalmente reconocidas
incurrirá, por esa sola conducta en prisión de cinco(5) a diez(10) años…
Fundamento Legal
Artículo 32 del Convenio IV de Ginebra de 1949." Las altas partes contratantes sé
prohiben expresamente emplear toda medida que pueda causar sufrimientos
físicos o la exterminación de las personas protegidas que estén en su poder. Esta
prohibición se aplica no solamente al homicidio, a la tortura, a los castigos
corporales, a las mutilaciones y a los experimentos médicos o científicos no
requeridos por el tratamiento médico de una persona protegida, sino también a
cualesquiera otros malos tratos por parte de agentes civiles o militares".
Artículo 11 del Protocolo II de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra de
1949. "No se pondrán en peligro mediante ninguna acción u omisión injustificada,
la salud ni la integridad física o mental de las personas en poder de la parte
adversa o que sean internadas, detenidas o privadas de la libertad en cualquier
otra forma a causa de una situación revista en el Artículo 1º. Por consiguiente sé
prohibe someter a las personas a que se refiere el presente artículo a cualquier
acto médico que no este indicado por su estado de salud y que no esté de
acuerdo con las normas médicas generalmente reconocidas que se aplicarían en
análogas circunstancias médicas a los nacionales no privados de la libertad de la
parte que realiza el acto".
Ley 5 de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de la
Conferencia Diplomática de Ginebra del 12 de agosto de 1949.
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 147. Actos de discriminación racial. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, realice prácticas de
segregación racial o ejerza tratos inhumanos o degradantes basados en otras
distinciones de carácter desfavorable que entrañen ultraje contra la dignidad
personal, respecto de cualquier persona protegida, incurrirá en prisión de cinco (5)
a diez (10) años…
Fundamento Legal
Artículo 4º del Título II del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra:
Quedarán prohibidas en todo tiempo y lugar:
e) Los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y
degradantes, la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al
pudor.
Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra, prohibe.
c) Los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes
y degradantes.
Artículo 27 del Convenio IV de Ginebra establece en su párrafo 3º : Habida cuenta
de las disposiciones relativas al estado de salud, a la edad y al sexo, todas las
personas protegidas serán tratadas por parte en conflicto en cuyo poder estén con
las mismas consideraciones, sin distinción alguna desfavorable, especialmente por
lo que atañe a la raza, a la religión o a las opiniones políticas.
Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el acta Final y los Convenios de la
Conferencia Diplomática de Ginebra, del 12 de agosto de 1949.
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 148. Toma de rehenes. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, prive a una persona de su
libertad condicionando ésta o su seguridad a la satisfacción de exigencias
formuladas a la otra parte, o la utilice como defensa, incurrirá en prisión
de
veinte(20) a treinta(30) años…
Fundamento Legal
Artículo 4º del Título del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra prohibe:
c) La toma de rehenes.
Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra proscribe:
b) La toma de rehenes.
Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra
de 1949.
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 149 Detención ilegal y privación del debido proceso. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, prive ilegalmente de su
libertad a una persona y la sustraiga de su derecho a ser juzgada de manera
legítima e imparcial, incurrirá en prisión de diez(10) a quince (15) años…
Fundamento Legal.
Artículo 3º Común a los Cuatro Convenios de Ginebra proscribe:
d) Las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal
legítimamente
constituido,
con
garantías
judiciales
reconocidas
como
indispensables por los pueblos civilizados.
Artículo 6º del Protocolo II adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra señala:
2- No se impondrá condena ni se ejecutará pena alguna respecto de una persona
declarada culpable de una infracción, sino en virtud de sentencia de un tribunal
que ofrezca las garantías esenciales de independencia e imparcialidad.
Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenio de Ginebra
de 1949.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 150. Constreñimiento a apoyo bélico. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, constriña a persona
protegida a servir de cualquier forma en las fuerzas armadas de la parte adversa,
incurrirá en prisión de tres (3) a seis (6) años.
Fundamento Legal
Artículo 31 del Convenio IV de Ginebra: No podrá ejercerse coacción alguna de
índole física o moral contra las personas protegidas, en especial para obtener de
ellas o de terceros, informaciones.
Artículo 51 del mismo Convenio IV: La potencia ocupante no podrá forzar a las
personas protegidas a servir en sus fuerzas armadas o auxiliares, sé prohibe toda
presión o propaganda tendiente a conseguir alistamiento voluntario.
No se podrá obligar a trabajar a las personas protegidas, a no ser que tengan más
de dieciocho años; solo podrá tratarse sin embargo de trabajos que requieran las
necesidades del ejercito de ocupación o los servicios de interés público, la
alimentación, el alojamiento, la vestimenta, el transporte o la salud de la población
del país ocupado. No se podrá obligar a que las personas protegidas realicen
trabajos que las hagan tomar parte en las operaciones militares. La potencia
ocupante no podrá obligar a las personas protegidas a garantizar por la fuerza la
seguridad de las instalaciones donde lleven a cabo un trabajo impuesto.
Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de
1949.
Artículo 151. Despojo en el campo de batalla. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, despoje de sus efectos a
un cadáver o a persona protegida, incurrirá en prisión de tres (3) a diez(10) años…
Fundamento Legal
Artículo 33 del Convenio IV de Ginebra prohibe: el pillaje.
Artículo 4º del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra prohibe: g) El
pillaje
Ley 5º de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra
de 1949.
Ley 171 de 1994, por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 152 Omisión de medidas de socorro y asistencia humanitaria. (C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y estando obligado a
prestarlas, omita las medidas de socorro y asistencia humanitaria a favor de las
personas protegidas, incurrirá en prisión de tres (3) a cinco (5) años…
Fundamento Legal
Artículo 69 párrafo 2º del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra: Las
acciones de socorro en beneficio de la población civil de los territorios ocupados,
se rigen por los artículos 59,60,61.62,108,109,110 y 111 del Cuarto Convenio, así
como lo dispuesto en el artículo 71 de este Protocolo y serán llevados a cabo sin
retraso.
Artículo 55 del Convenio IV de Ginebra: En toda la medida de sus recursos, la
potencia ocupante tiene el deber de abastecer a la población en víveres y
productos médicos; deberá especialmente importar víveres, medicamentos y
cualquier otro artículo necesario cuando sean insuficientes los recursos del
territorio ocupado.
Artículo 59 del mismo Convenio: Cuando la población de un territorio ocupado o
parte de la misma, esté insuficientemente abastecida, la potencia ocupante
aceptará las acciones de socorro a favor de dicha población, facilitándola en toda
la medida de sus medios.
Artículo 56 del mismo Convenio: En toda la medida de sus medios, la potencia
ocupante, tiene el deber de asegurar y mantener la colaboración de las
autoridades nacionales, los establecimientos y los servicios médicos y
hospitalarios, así como la sanidad y la higiene públicas en el territorio ocupado, en
particular tomando y aplicando las medidas profilácticas y preventivas necesarias
para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas y de epidemias.
Artículo18 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra.
2- Cuando la población civil esté padeciendo privaciones extremadas por la falta
de abastecimiento indispensables para su supervivencia, tales como víveres y
suministros sanitarios, se emprenderán, con el consentimiento de la Alta Parte
Contratante interesada, acciones de socorro a favor de la población civil, de
carácter exclusivamente humanitario e imparcial y realizado sin distinción alguna
de carácter desfavorable.
Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de
1949.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 153. Obstaculización de tareas sanitarias y humanitarias. (C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, obstaculice o impida al
personal médico, sanitario o de socorro o a la población civil, la realización de las
tareas sanitarias y humanitarias que de acuerdo con las normas del Derecho
Internacional Humanitario pueden y deben realizarse, incurrirá en prisión de tres(3)
a seis(6) años…
Si para impedirlas u obstaculizarlas, se emplea la fuerza contra los dispositivos,
los medios o las personas que las ejecutan, la pena prevista en el artículo anterior,
se incrementará hasta en la mitad, siempre que la conducta no constituya delito
sancionado con pena mayor.
Fundamento Legal
Artículo 19 del Convenio I de Ginebra: Los establecimientos fijos y las Unidades
Sanitarias Móviles del Servicio de Sanidad, no podrán en ningún caso, ser objeto
de ataques, sino serán en todo tiempo respetados y protegidos por las Partes en
conflicto.
Artículo 35 del mismo Convenio I: Los medios
de transporte de heridos y
enfermos o de material sanitario serán respetados y protegidos del mismo modo
que las Unidades Sanitarias Móviles.
Artículo 36 del mismo Convenio I: Las aeronaves sanitarias, es decir, las
exclusivamente utilizadas para la evacuación de los heridos y de los enfermos, así
como para el transporte del personal y del material sanitarios, no serán objeto de
ataques sino que serán respetadas por los beligerantes durante los vuelos que
efectúen a las altitudes, horas y según itinerarios específicamente convenidos
entre todos los beligerantes interesados.
Artículo 22 del Convenio II de Ginebra respecto a la protección de barcos
hospitales que cumplen labores sanitarias: Los barcos hospitales militares, es
decir, los construidos o adaptados por las Potencias especial y únicamente para
prestar asistencia a los heridos, enfermos y a los náufragos, para atenderlos y
para transportarlos, no podaran, en ningún caso, ser atacados ni apresados, sino
que serán en todo tiempo respetados y protegidos, a condición de que sus
nombres y características hayan sido notificados a las Partes en conflicto, diez
días antes de su utilización con tal finalidad.
Artículo 22 del Convenio IV de Ginebra: Las aeronaves exclusivamente empleadas
para el traslado de los heridos y de los enfermos civiles, de los inválidos y de las
parturientas, o para el transporte de material y de personal sanitarios, no serán
atacadas, sino que serán respetadas durante los vuelos que efectúen a altitudes,
horas y según itinerarios específicamente convenidos, entre las Partes en conflicto
interesadas.
Inciso 3º del Artículo 59 del IV Convenio de Ginebra: Todos los Estados
contratantes deberán autorizar el libre paso de estos envíos, víveres, artículos
médicos y ropa y garantizar su protección.
Inciso final del Artículo 61 del mismo Convenio IV: Todas las partes contratantes
harán lo posible por permitir el tránsito y el transporte gratuito de estos envíos de
socorros con destino a territorios ocupados.
Ley 5 de 1960, por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios suscritos por
la Conferencia Diplomática de Ginebra, del 12 de agosto de 1949.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 7º Protección y asistencia.
1- Todos los heridos, enfermos y náufragos, hayan o no tomado parte en el
conflicto armado, serán respetados y protegidos.
2- En toda circunstancia serán tratados humanamente y recibirán, en toda la
medida de lo posible y en el plazo más breve, los cuidados médicos que exija
su estado. No se hará entre ellos distinción alguna que no esté basada en
criterios médicos.
Artículo 8º Búsqueda. Siempre que las circunstancias lo permitan y en particular
después de un combate, se tomarán sin demora todas las medidas posibles para
buscar y recoger a los heridos, enfermos y náufragos a fin de protegerlos contra el
pillaje y los malos tratos y asegurarles la asistencia médica necesaria, y para
buscar a los muertos, impedir que sean despojados y dar destino a sus restos.
Artículo 9º Protección del personal sanitario y religioso
1- El personal sanitario y religioso será respetado y protegido. Se le proporcionará
la ayuda disponible para el desempeño de sus funciones y no se le obligará a
realizar tareas que no sean compatibles con su misión humanitaria.
2- No se podrá exigir que el personal sanitario, en el cumplimiento de su misión,
de prioridad al tratamiento de persona alguna, salvo por razones de orden
médico.
Artículo 10º Protección general de la misión médica
1- No se castigará a nadie por haber ejercido una actividad médica conforme
con la deontología, cualesquiera que hubieren sido las circunstancias o los
beneficios de dicha actividad.
2- No se podrá obligar a las personas que ejerzan una actividad médica a realizar
actos ni a
efectuar trabajos contrarios a la deontología u otras normas
médicas destinadas a proteger a los heridos y a los enfermos, o a las
disposiciones del presente protocolo, ni abstenerse de realizar actos exigidos
por dichas normas o disposiciones.
3- A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, se respetarán las
obligaciones profesionales de las personas que ejerzan una actividad médica,
en cuanto a la información que puedan adquirir sobre los heridos y los
enfermos por ellas asistidos.
4- A reserva de lo dispuesto en la legislación nacional, la persona que ejerza una
actividad médica no podrá ser sancionada de modo alguno por el hecho de no
negarse a proporcionar información sobre los heridos y los enfermos a quienes
asista o haya asistido.
Artículo 154. Destrucción y apropiación de bienes protegidos. (C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y fuera de los casos
especialmente previstos como conductas punibles sancionadas con pena mayor,
destruya o se apropie por medios ilegales o excesivos en relación con la ventaja
militar concreta prevista, de los bienes protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario, incurrirá en prisión de cinco(5) a diez (10) años…
Parágrafo: Enumera los bienes protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario, tratados ampliamente en el Capítulo I de este trabajo.
Fundamento Legal
El Capítulo III del Título IV del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra, se
titula Bienes de Carácter Civil:
Artículo 52. Protección general de los bienes de carácter civil.
1- Los bienes de carácter civil no serán objeto de ataque ni de represalia. Son
bienes de carácter civil todos los bienes que no son objetivos militares en el
sentido del párrafo 2º.
2- Los ataques se limitarán estrictamente a los objetivos militares. En lo que
respecta a los bienes, los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que
por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización, contribuyan eficazmente a
la acción militar o cuya destrucción total o parcial, captura o neutralización
ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja militar definida.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949:
Artículo 14. Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la
población civil. Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer
hambre a las personas civiles. En consecuencia sé prohibe atacar, destruir,
sustraer o inutilizar con ese fin los bienes indispensables par la población civil,
tales como los artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las
cosechas, el ganado, las instalaciones y reservas de agua potable y las obras de
riego.
Artículo 155. Destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, sin justificación alguna
basada en imperiosas necesidades militares y sin que haya tomado previamente
las medidas de protección adecuadas y oportunas, ataque o destruya ambulancias
o medios de transporte sanitarios, hospitales de campaña o fijos, depósitos de
elementos de socorro, convoyes sanitarios, bienes destinados a la asistencia y
socorro de las personas protegidas, zonas sanitarias y desmilitarizadas, o bienes e
instalaciones de carácter sanitario debidamente señalados con los signos
convencionales de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, incurrirá en prisión de
cinco (5) a diez (10) años…
Fundamento Legal.
Artículo 18 del Convenio IV de Ginebra: En ninguna circunstancia podrán ser
objeto de ataque los hospitales civiles organizados para prestar asistencia a los
heridos, a los enfermos, a los inválidos y a las parturientas; deberán ser siempre
respetados por las Partes en conflicto.
Artículo 21 del mismo Convenio IV: Los tratados de heridos y de enfermos civiles,
de inválidos y de parturientas, efectuados por vía terrestre en convoyes de
vehículos y en trenes-hospitales, o por vía marítima, en barcos asignados para
refutar tales traslados, serán respetados y protegidos del mismo modo que los
hospitales previstos en el artículo 18 y se darán a conocer enarbolando, con
autorización del Estado, el emblema distintivo previsto en el artículo 38 del
Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren
los heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña ( Convenio I)
Artículo 39 del Convenio I: Las aeronaves sanitarias, es decir, las exclusivamente
utilizadas para la evacuación de los heridos, de los enfermos y de los náufragos,
así como para el transporte del personal y del material sanitarios, no serán objetos
de ataques, sino que serán respetados por las partes en conflicto durante los
vuelos que efectúen a las altitudes, horas y según itinerarios específicamente
convenidos entre todas las Partes en conflicto interesadas.
Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de
1949.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional de los Convenios
de Ginebra.
Artículo 11: Protección de unidades y medios de transporte sanitarios
1- Las unidades sanitarias y los medios de transporte sanitario serán respetados y
protegidos en todo momento y no serán objeto de ataques.
3- La protección debida a las unidades y a los medios de transporte sanitarios
solamente podrá cesar cuando haga uso de ellos con objeto de realizar actos
hostiles al margen de sus tareas humanitarias. Sin embargo, la protección
cesará únicamente después de una intimidación que, habiendo fijado cuando
proceda un plazo razonable, no surta efectos.
Artículo 156. Destrucción o utilización ilícita de bienes culturales y lugares de
culto.
( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, sin justificación alguna
basada en imperiosas necesidades militares y sin que previamente haya tomado
las medidas de protección adecuadas y oportunas, ataque y destruya
monumentos históricos, obras de arte, instalaciones educativas o lugares de culto,
que constituyan el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos, debidamente
señalados con los signos convencionales, o utilice tales bienes en apoyo del
esfuerzo militar, incurrirá en prisión de tres (3) a diez (10) años…
Fundamento Legal.
Protocolo I adicional:
Artículo 53: Protección de los bienes culturales y de los lugares de culto. Sin
perjuicio de las disposiciones de la Convención de la Haya del 14 de mayo de
1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado y
de otros instrumentos internacionales aplicables, queda prohibido:
a) Cometer actos de hostilidad dirigidos contra los monumentos históricos, obras
de arte o lugares de culto que constituyen el patrimonio cultural o espiritual de
los pueblos.
b) Utilizar tales bienes en apoyo del esfuerzo militar.
c) Hacer objeto de represalias a tales bienes.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949, Artículo 16. Protección de los bienes culturales y de los
lugares de culto.
Artículo 157.
peligrosas.
Ataque contra obras e instalaciones que contienen fuerzas
(C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, sin justificación alguna
basada en imperiosas necesidades militares, ataque presas, diques, centrales de
energía eléctrica, nucleares u otras instalaciones que contengan fuerzas
peligrosas, debidamente señalados con los signos convencionales, incurrirá en
prisión de diez (10) a quince (15) años…
Si del ataque se deriva la liberación de fuerzas con pérdidas o daños en bienes o
elementos importantes para la subsistencia de la población civil, la pena será de
quince(15) a veinte(20) años de prisión…
Fundamento Legal.
Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra:
Artículo 56. Protección de obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas.
1- Las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, a saber, las
presas, los diques y las centrales nucleares de energía eléctrica no serán
objeto de ataques, aunque sean objetivos militares, cuando tales ataques
puedan producir la liberación de aquellas fuerzas y causar, en consecuencia,
pérdidas importantes en la población civil. Los objetivos militares ubicados en
esas obras o instalaciones o en sus proximidades, no serán objeto de ataques
cuando tales ataques puedan producir la liberación de fuerzas peligrosas y
causar, en consecuencia pérdidas importantes en la población civil.
4- Sé prohibe hacer objeto de represalias a cualquiera de las obras e
instalaciones o de los objetivos militares mencionados en el párrafo 1º .
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949
Artículo 15. Protección de las obras e instalaciones que contienen fuerzas
peligrosas. Las obras o instalaciones que contiene fuerzas peligrosas a saber: las
presas, los diques, y las centrales nucleares de energía eléctrica, no serán objeto
de ataques, aunque sean objetivos militares, cuando tales ataques puedan
producir la liberación de aquellas fuerzas y causar, en consecuencia, pérdidas
importantes en la población civil.
Artículo 158. Represalias. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, haga objeto de
represalias o de actos de hostilidades a personas o bienes protegidos, incurrirá en
prisión de dos (2) a cinco (5) años…
Fundamento legal.
Artículo 20 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra.
Prohibición de represalias: Sé prohiben las represalias contra las personas y los
bienes protegidos por el presente título.
El numeral 6º del Artículo 51 del mismo Protocolo en igual sentido señala: Sé
prohiben los ataques dirigidos como represalias contra la población civil o las
personas civiles.
El numeral 4º del mismo Protocolo referido a la “Protección de los bienes
indispensables para la supervivencia de la población civil”… 6- Estos bienes no
serán objeto de represalias.
El numeral 2º del mismo Protocolo respecto a los bienes que integran el medio
ambiente natural como represalia.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949.
Artículo 159. Deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de la
población civil. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo del conflicto armado y sin que medie
justificación militar, deporte, expulse, traslade o desplace forzadamente de su sitio
de asentamiento a la población civil, incurrirá en prisión de diez (10) a veinte (20)
años…
Fundamento Legal.
Artículo 17 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra.
Prohibición de los desplazamientos forzados:
1- No se podrá ordenar el desplazamiento de la población civil por razones
relacionadas con el conflicto, a no ser que así lo exijan la seguridad de las
personas civiles, o razones militares imperiosos. Si tal desplazamiento tuviera
que efectuarse, se tomarán todas las medidas posibles para que la población
civil sea acogida en condiciones satisfactorias de alojamiento, salubridad,
higiene y alimentación.
2- No se podrá obligar a las personas civiles a abandonar su propio territorio por
razones relacionadas con el conflicto.
Artículo 49 del Convenio IV de Ginebra
Los traslados en masa o individuales, de índole forzosa, así como las
deportaciones de personas protegidas del territorio ocupado al territorio de la
potencia ocupante, o al de cualquier otro país ocupado o no, están prohibidos sea
cual fuere el motivo.
Sin embargo la potencia ocupante podrá efectuar la evacuación total o parcial de
una determinada región ocupada, si así lo requiere la seguridad de la población o
imperiosas
razones
militares.
Las
evacuaciones
no
podrán
implicar
el
desplazamiento de personas protegidas más que en el interior del territorio
ocupado, excepto en casos de imposibilidad material, La población así evacuada
deberá ser devuelta a sus hogares tan pronto como hayan cesado las hostilidades
en ese sector.
La potencia ocupante deberá actuar, al efectuar tales traslados o evacuaciones,
de modo que, en la medida de lo posible, las personas protegidas sean acogidas
en instalaciones adecuadas, que los desplazamientos se lleven a cabo en
satisfactorias condiciones de salubridad, de higiene, de seguridad, de alimentación
y que no se separe, unos de otros, a los miembros de una misma familia.
Ley 5º de 1960 por la cual se aprueba el Acta Final y los Convenios de Ginebra de
1949.
Ley 172 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 17 Prohibición de los desplazamientos forzados.
Artículo 160. Atentados a la subsistencia y devastación (C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, ataque, inutilice, dañe,
retenga o se apodere de bienes o elementos indispensables para la subsistencia
de la población civil, incurrirá en prisión de cinco (5) a diez (10) años…
Fundamento Legal
Artículo 54 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
Protección de bienes indispensables para la supervivencia de la población civil.
1- Queda prohibido como método de guerra hacer padecer hambre a la población
civil.
2- Sé prohibe atacar, destruir, sustraer o inutilizar los bienes indispensables para
la supervivencia de la población civil, tales como los artículos alimenticios y las
zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el ganado, las instalaciones y
reservas de agua potable y las obras de riego, con la intención deliberada de
privar de esos bienes, por su valor como medios de asegurar la subsistencia, a
la población civil a la parte adversa, sea cual fuere el motivo, ya sea para hacer
padecer hambre a las personas civiles, para provocar desplazamientos, o con
cualquier otro propósito.
Artículo 14 del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
Protección de los bienes indispensables para la supervivencia de la población:
Queda prohibido, como método de combate, hacer padecer hambre a las
personas civiles. En consecuencia sé prohibe atacar, destruir, sustraer o inutilizar
con este fin los bienes indispensables para la población civil, tales como los
artículos alimenticios y las zonas agrícolas que los producen, las cosechas, el
ganado, las instalaciones y reservas de agua potables y las obras de riego.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adiciona a los Convenios de
Ginebra de 1949.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II adicional a los Convenios
de Ginebra de 1949.
Artículo 161. Omisión de medidas de protección a la población civil. (C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, estando obligado a
hacerlo, omita la adopción de medidas para la protección de la población civil,
incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años…
Fundamento legal.
Artículo 61 del Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949.
a) Se entiende por “protección civil“ el cumplimiento de alguna o de todas las
tareas humanitarias que se mencionan a continuación, destinadas a proteger a
la población civil contra los peligros de las hostilidades y de las catástrofes y a
ayudarla a recuperar de sus efectos inmediatos, así como a facilitar las
condiciones necesarias para su supervivencia. Estas tareas son las siguientes:
1) Servicio de alarma.
2) Evacuación.
3) Aplicación y organización de refugios.
4) Aplicación de medidas de oscurecimiento.
5) Salvamento.
6) Servicios sanitarios, incluidos los primeros auxilios y asistencia religiosa.
7) Lucha contra incendios.
8) Detección y señalamiento de zonas peligrosas.
9) Descontaminación y medidas similares de protección.
10) Provisión de alojamiento y abastecimiento de urgencias.
11) Ayuda en caso de urgencia para el restablecimiento y el mantenimiento del
orden en las zonas damnificadas.
12) Ayuda en caso urgencia par el restablecimiento de los servicios públicos
indispensables.
13) Servicios funerarios de urgencia.
14) Asistencia para la preservación de los bienes esenciales para la supervivencia.
15) Actividades complementarias necesarias para el desempeño de una
cualquiera de las partes mencionadas, incluyendo entre otras cosas, la
planificación y la organización.
Artículo 76 y 77 del Protocolo II de Ginebra, consagra medidas especiales de
protección a favor de mujeres y niños.
Artículo 76.
1- Las mujeres serán objeto de un respeto especial y protegidas en particular
contra la violación, la prostitución forzada y cualquier otra forma de atentado al
pudor.
2- Serán atendidos con prioridad absoluta los casos de mujeres encinta y de
madres con niños de corta edad a su cargo, que sean arrestadas, detenidas o
internadas, por razones relacionadas con el conflicto armado.
Artículo 77 Protección de los niños.
Los niños serán objeto de un respeto especial y se les protegerá contra cualquier
forma de atentado al pudor. Las partes en conflicto le proporcionaran los cuidados
y la ayuda que necesiten, por su edad o por cualquier otra razón.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I adicional a los Convenios de
Ginebra de 1949.
Artículo 162. Reclutamiento ilícito. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado, reclute menores de
dieciocho (18) años o los obligue a participar directa o indirectamente en las
hostilidades o en acciones armadas, incurrirá en prisión de seis (6) a diez (10)
años…
Fundamento Legal
Artículo 77 numeral 2º del Protocolo I.
Las partes tomarán todas las medidas posibles para que los niños menores de
quince años no participen directamente en las hostilidades, especialmente
absteniéndose de reclutarlos para sus fuerzas armadas. Al reclutar personas de
más de quince años paro menores de dieciocho años, las Partes en conflicto
procurarán alistar en primer lugar a los de más edad.
Artículo 4º del Protocolo II.
c) Los niños menores de quince años no serán reclutados en las fuerzas o grupos
armados y no se permitirá que participen en las hostilidades.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de Ginebra.
Ley 171 de 1994 por la cual se aprueba el Protocolo II de Ginebra.
Artículo 163. Exacción o contribuciones arbitrarias.
El que, con ocasión y en desarrollo de un conflicto armado, imponga
contribuciones arbitrarias, incurrirá en prisión de seis (6) a quince (15) años…
Artículo 164. Destrucción del medio ambiente. ( C.P.)
El que, con ocasión y en desarrollo de un conflicto armado, emplee métodos o
medios concebidos par causar daños extensos duraderos y graves al medio
ambiente natural, incurrirá en prisión de diez(10) a quince(15) años…
Fundamento Legal.
Artículo 55 del Protocolo I de Ginebra. Protección al medio ambiente natural
1- En la realización de la guerra se velará por la protección del medio ambiente
natural contra daños extensos, duraderos y graves. Esta protección incluye la
prohibición de emplear métodos o medios de hacer la guerra que haya sido
concebidos para causar o de los que quepa prever que causen tales daños al
medio ambiente natural, comprometiendo así la salud o la supervivencia de la
población.
Ley 11 de 1992 por la cual se aprueba el Protocolo I de Ginebra de 1977.
Artículo. 165. Desaparición forzada. ( C.P.)
El particular que perteneciendo a un grupo armado al margen de la ley someta a
otra persona a privación de la libertad cualquiera que sea la forma, seguida de su
ocultamiento y de la negativa a reconocer dicha privación o de dar información
sobre su paradero, sustrayéndola del amparo de la ley, incurrirá en prisión de
veinte(20) a treinta(30) años…
A la misma pena será sometido, el servidor público, o el particular que actúe bajo
la determinación o la aquicencia de aquel y realice la conducta descrita en el
inciso anterior.
Artículo 166. Circunstancias de agravación punitiva. ( C.P.)
Se agravará la pena, siempre que concurra en las siguientes circunstancias:
a- Cuando la conducta se cometa por quien ejerza autoridad o jurisdicción.
b- Cuando la conducta se cometa en persona con discapacidad que le impida
valerse por sí misma.
c- Cuando la conducta se ejecute en menor de dieciocho años, mayor de sesenta
o mujer embarazada.
d- Cuando la conducta se cometa, en razón de sus cualidades, contra las
siguientes personas: servidores públicos, comunicadores, defensores de
derechos humanos, candidatos o aspirantes a cargos de elección popular,
dirigentes sindicales, políticos o religiosos, contra testigos de conductas
punibles o disciplinarias, juez de paz, o contra cualquiera que por sus
creencias u opiniones políticas o por motivo que implique alguna forma de
discriminación o intolerancia.
e- Cuando la conducta se cometa en razón y contra los parientes de las personas
mencionadas en el numeral anterior.
f- Cuando se cometa utilizando los bienes del Estado.
g- Si se somete a la víctima a tratos crueles, inhumanos o degradantes durante el
tiempo en que permanezca desaparecida, siempre y cuando la conducta no
configure otro delito.
h- Cuando por causa o con ocasión de la desaparición forzada le sobrevenga a la
víctima la muerte o sufra lesiones físicas o psíquicas.
i- Cuando se cometa cualquier acción sobre el cadáver de la víctima para evitar
su identificación posterior, o para causar daño a terceros.
Artículo 167. Circunstancias de atenuación punitiva. ( C.P.)
a- La pena se reducirá de la mitad a las cinco sextas partes cuando en un término
no superior a quince días, los autores o partícipes liberen a la víctima
voluntariamente en similares condiciones físicas y psíquicas a las que se
encontraba, o suministren información que conduzca a su recuperación
inmediata.
b- Cuando la liberen voluntariamente en un termino mayor a quince días y no
superior a treinta, la pena se reducirá de una tercera parte a la mitad.
c- Si los autores o partícipes suministran información que conduzca a la
recuperación del cadáver, la pena se reducirá hasta en una octava parte.
Las reducciones de penas previstas en este artículo se aplicarán al autor o
partícipe, que libere voluntariamente a la víctima o suministre la información.
Fundamento legal:
Ley 589 del 6 de julio de 2000, por la cual se tipifica el genocidio, la desaparición
forzada, el desplazamiento forzado, y la tortura y se dictan otras disposiciones,
introdujo al Código Penal, su definición.
Estatuto de Roma
Artículo 7º Crímenes de lesa humanidad
Por desaparición forzada de personas se entiende la aprehensión, detención y el
secuestro de personas por un Estado o una organización política, o con su
autorización, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la
privación de la libertad o dar información sobre la suerte o el paradero de esas
personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por un periodo
prolongado.
3.8.5
Convenios y Protocolos sobre Derecho Internacional Humanitario,
ratificados por Colombia.74
Convenio I para aliviar la suerte que corren los heridos y enfermos de las Fuerzas
Armadas en campaña.
Ginebra, 12 de Agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para
elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger las Víctimas de la
Guerra.
Trámite interno:
Ley 5º de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De
conformidad en el literal D del Artículo 44 del Decreto-Ley 2017 de 1968 “Orgánico
74
QUINTANA ARANGUREN. Juan José, Derecho Internacional Humanitario, Colombia y El Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, Universidad Externado de Colombia, Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales, Bogotá, 1994.
del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años después en
el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990.
Decreto de promulgación 1016 de 1990
Trámite internacional:
Firma: 12 de agosto de 1949.
Ratificación: 8 de noviembre de 1961.
Entrada en vigor:
General: 21 de octubre de 1950.
En Colombia: 8 de mayo de 1962 .
Convenio II para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los
náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar.
Ginebra, 12 de agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para
elaborar Convenios Internacionales destinados para proteger a las Víctimas de la
Guerra.
Trámite interno:
Ley 5 de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De
conformidad con el literal D del Decreto- Ley 2017 de 1968 “Orgánico del
Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años después él en
el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990.
Decreto de Promulgación 1016 de 1990
Trámite internacional:
Firma: 12 de agosto de 1949
Ratificación: 8 de noviembre de 1961
Entrada en vigor:
General: 21 de octubre de 1950
En Colombia: 8 de mayo de 1962
Convenio III relativo al trato debido a los prisioneros de guerra.
Ginebra, 12 de agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para
elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las Víctimas de la
Guerra.
Trámite Interno:
Ley 5º de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De
conformidad con el literal D del Artículo 44 del Decreto - Ley
2017 de 1968
“Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años
después en el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990.
Decreto de Promulgación 1016 de 1990.
Trámite internacional:
Firma : 12 de agosto de 1949
Ratificación: 8 de noviembre de 1961.
Entrada en vigor:
General: 21 de octubre de 1950
En Colombia: 8 de mayo de 1962
Convenio IV relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de
guerra.
Ginebra, 12 de agosto de 1949, dentro de la Conferencia Diplomática para
elaborar Convenios Internacionales destinados a proteger a las víctimas de la
guerra.
Trámite interno:
Ley 5º de 1960: esta ley no reprodujo el texto de los Cuatro Convenios. De
conformidad con el literal D del Artículo 44 del Decreto – Ley 2017 de 1968
“Orgánico del Ministerio de Relaciones Exteriores“ el texto fue publicado 30 años
después en el cuerpo del Decreto de Promulgación 1016 de 1990.
Trámite Internacional:
Firma: 12 de agosto de 1949
Ratificación: 8 de noviembre de 1961.
Entrada en vigor:
General: 21 de octubre de 1950
En Colombia: 8 de mayo de 1962
Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949,
relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales.
Ginebra, 8 de junio de 1977, dentro de la Conferencia Diplomática sobre la
Reafirmación y el Desarrollo del Derecho Internacional Humanitario Aplicable en
los Conflictos Armados.
Trámite interno:
Ley 11 de 1992
El Protocolo I había sido aprobado por la Cámara de Representantes al momento
de expedirse la Constitución Política de 1991, razón por la cual es aplicable él
tramite especial previsto en el Artículo 58 transitorio de la nueva Carta. El gobierno
sometió el Protocolo a la Corte Constitucional, junto con una constancia de que la
Comisión Especial Legislativa no lo improbó. En sentencia C – 574 del 28 de
Octubre de 1992, la Corte lo declaró exequible. Sin embargo el trámite del
respectivo proyecto de ley continuó en el Senado, hasta legar a convertirse en la
Ley 11 de 1992. Esta ley fue declarada exequible por la Corte Constitucional
mediante sentencia Nº C- 088 del 26 de febrero de 1993, en la cual se reiteró la
exequibilidad del Protocolo I.
Trámite internacional:
Firma: 8 de junio de 1977
Adhesión: 1º de septiembre de 1993.
Entrada en vigor:
General: 7 de diciembre de 1978
En Colombia: 1º de marzo de 1994
Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949,
relativo a la protección de las víctimas de conflictos armados sin carácter
internacional.
Trámite interno:
Ley 171 de 1994.
Fue sometido a consideración del Congreso de la República en cuatro
oportunidades, en 1985, 1986, 1990, 1994.
Decreto de Promulgación 0509 de 1996.
Trámite internacional:
Firma: 8 de junio de 1977
Adhesión: febrero 15 de 1995
Entrada en vigor:
General: 7 de diciembre de 1978.
En Colombia 15 de febrero de 1996
Protocolo de Ginebra relativo a la prohibición del empleo en la guerra de gases
asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos.
Ginebra, 17 de junio de 1925.
Trámite interno:
Ley 10 de1980, por la cual se autoriza al gobierno para adherir a dicho Protocolo.
La Convención de 1972, sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el
almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) tóxicas y sobre su
destrucción.
Ginebra, 10 de abril de 1972.
Trámite interno:
Ley 10 de 1980, por la cual se autoriza al gobierno a adherir a dicha Convención.
Entrada en vigor:
En Colombia 1983.
Convención de La Haya, para la protección de los bienes culturales en caso de
conflicto armado y Reglamento para su aplicación y el Protocolo para la protección
de los bienes culturales en caso de conflicto armado.
La Haya, 14 de mayo de 1954.
Tramite interno:
Ley 340 de 1996, por medio de la cual se aprueban la Convención, el Reglamento
y el Protocolo para proteger los bienes culturales en caso de conflicto armado.
Comisión Gubernamental para la Humanización del Conflicto Armado Interno y la
Aplicación del Derecho Internacional Humanitario en Colombia.
Tramite interno:
Decreto 1863 de 1966, por el cual se crea la Comisión Gubernamental, como
órgano consultor del Gobierno.
Convención de 1980, sobre prohibiciones y restricciones del empleo de ciertas
armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de
efectos indiscriminados y sus Cuatro Protocolos.
Ginebra, 10 de octubre de 1980.
Tramite interno:
Ley 469 de 1998, por medio de la cual se aprueba dicha Convención y sus Cuatro
Protocolos.
CAPITULO CUARTO
EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO EN EL ESTATUTO DE LA
CORTE PENAL INTERNACIONAL Y SU RELACIÓN CON COLOMBIA.
4.1 ANTECEDENTES DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL.
En 1945, al término de la Segunda Guerra Mundial, los países Aliados
comenzaron a ejercer, a través de los Tribunales Militares Internacionales de
Nuremberg y Tokio, y en nombre de la comunidad internacional, la jurisdicción
penal universal. Estos instrumentos jurisdiccionales fueron encargados de
investigar y sancionar los crímenes de lesa humanidad y de guerra cometidos
durante la Segunda Guerra Mundial, que habían sido cometidos por fuera de sus
territorios y contra personas que no necesariamente eran ciudadanos suyos, ni
residentes en esos países.
Además de éstos, el siglo XX ha conocido la creación de otras tres jurisdicciones
penales internacionales: los Tribunales Penales Internacionales para los territorios
de la Antigua Yugoslavia y para Ruanda y, más recientemente el Tribunal Mixto de
Sierra Leone. La competencia de las dos primeras jurisdicciones, esta limitada en
el tiempo y en el espacio, ya que abarcan los crímenes cometidos en
determinados lugares y en un momento determinado.
La historia ha señalado la necesidad de crear una jurisdicción universal para la
investigación y juzgamiento de los crímenes considerados por toda la humanidad
como de la mayor gravedad. De la misma forma, los horrorosos episodios bélicos
del siglo anterior y los que actualmente se están cometiendo, han dado una idea
clara sobre la necesidad de crear mecanismos, efectivos que permitan socavar las
bases de la impunidad en la que puedan quedar esos delitos y, al mismo tiempo,
han llevado a sensibilizar a la comunidad de países en orden a que construyan y
mejoren todos los sistemas de la protección a las víctimas las violaciones de
derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario.
Desde luego que se tenía noticia doctrinaria y legislativa en varios países sobre la
aplicación extraterritorial de la ley penal, como herramienta para la lucha contra la
delincuencia internacional. No obstante, los mencionados mecanismos son, sin
duda, insuficientes, tanto en su cobertura, en instrumentos, como por el ente que
debe investigar y juzgar. La Corte Penal Internacional es, por su vocación de
permanencia y universalidad, el instrumento por excelencia para contribuir a que
se imparta justicia frente a los crímenes de mayor gravedad, así como para
proteger a la víctima75
La Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo las determinaciones del
Consejo General, en el año 1995, constituye un comité preparatorio para estudiar
el establecimiento de un tribunal penal internacional. Hecho que concluyó con la
creación de la Corte Penal Internacional, el 17 de julio de 1998.
75
Exposición de Motivos del Proyecto de Ley por medio del cual se aprueba el “ Estatuto de Roma de la
Corte Penal Internacional” hecho en Roma el 17 de julio de 1998. Págs 2 y 3.
Con la institucionalización de la Corte Penal Internacional, los transgresores del
derecho de la guerra tendrán que responder penal e individualmente y ya no
podrán escudarse dentro de las fronteras de sus Estados. Se pasó de una
responsabilidad penal interna a una por crímenes de guerra y de lesa humanidad
recaía en los Estados, quienes deberían juzgar a los infractores o en su defecto
extraditarlos para que otro Estado los juzgase. Sin embargo no tuvo éxito alguno.76
El 17 de julio de 1998 se adoptó el texto del Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, por votación de 120 votos a favor, 7 en contra y 21 abstenciones,
votando Colombia a favor. El 10 de diciembre de 1998 el Gobierno Nacional
suscribió el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. La delegación
colombiana ha trabajado activamente en la elaboración de las reglas de
procedimiento y prueba y elementos de los crímenes, en las reuniones de la
Comisión Preparatoria de la Corte Penal Internacional, cuya aprobación definitiva
corresponde a la Asamblea de los Estados Partes.
4.2
LA CORTE PENAL INTERNACIONAL FRENTE A LA LEGISLACIÓN
COLOMBIANA.
Colombia ha participado de manera destacada en las iniciativas pioneras que la
comunidad de los Estados del mundo emprendiera con el fin de reducir el
sufrimiento y la barbarie propios de los enfrentamientos bélicos. Es así como, en la
Conferencia de la Haya de 1907, que dio las bases para el hoy denominado
Derecho Internacional Humanitario, nuestro país intervino en esa cumbre
internacional a través a de una destacada delegación.
76
Artículo 49 Convenio I , Artículo 50, Convenio II, Artículo 129, Convenio III, Artículo 146. Convenio IV,
Artículo 83 y 85 Protocolo I.
De igual manera, nuestro país estuvo presente en la decisiva Conferencia de San
Francisco en 1945 mediante la cual se configuró el orden internacional de la
postguerra y se proclama la expedición de la Carta de Naciones Unidas y la
Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
Desde entonces, el Estado colombiano ha intervenido en la totalidad de las
conferencias internacionales, se ha hecho parte del conjunto de convenciones
internacionales más significativas en procura de hacer suyos los avances jurídicos
de la humanidad y de materializar efectivamente la plena vigencia y garantía de
los derechos humanos y las garantías humanitarias de todos los colombianos,
vulnerados gravemente por los efectos de la violencia y el conflicto interno.
En desarrollo de la Política Gubernamental de Promoción, Garantía y Defensa de
los Derechos Humanos y Aplicación del Derecho Internacional Humanitario,
expedida el 22 de agosto de 1999, los esfuerzos del Gobierno están encaminados
a la ratificación del Estatuto de la Corte Penal Internacional.
Colombia tuvo una destacada participación en la Conferencia de Plenipotenciarios
que se llevo a cabo entre el 15 de junio y el 17 de julio de 1998 en Roma, al igual
que en las sucesivas conferencias preparatorias adelantadas en Nueva York, en la
sede general de las Naciones Unidas, con el fin de redactar los instrumentos de
interpretación complementarios que han de servir para el futuro funcionamiento de
la Corte.
La ratificación del Estatuto de Roma, es un proceso único e irrepetible para el
Estado y la Nación colombiana, para su sociedad civil y para todos los hombres,
mujeres y niños que de una forma u otra han sido víctimas del conflicto armado y
la violencia, por cuanto construye las bases de una institucionalidad penal
internacional legítima, neutral, imparcial, equilibrada y universal que tendrá a su
cargo la investigación y penalización de quienes sin distingo alguno, llegaren a
incurrir en las más graves violaciones a los derechos humanos o cometieren
violaciones a las normas del Derecho Internacional Humanitario, que regulan los
conflictos armados internacionales e internos.
El procedimiento de adopción puesto en marcha mediante la combinación de una
enmienda constitucional de autorización y la radicación del correspondiente
proyecto de ley de aprobación, constituye la formula de conciliación entre el
Tratado Internacional y el texto de nuestra Carta Política.
En el mes de marzo de 2001, un grupo de senadores presentó a consideración del
Congreso de la República, el proyecto de Acto Legislativo Nº 14 de 2001 ( 227 de
2001) por el cual se adicionó el artículo 93 de la Constitución Política. Mediante
este acto legislativo ( acto legislativo Nº 2º, promulgado el 27 de diciembre de
2001) se subsanan las incompatibilidades que existían entre las disposiciones del
Estatuto de Roma y de la Constitución Política y se garantiza el manejo de las
relaciones internacionales por parte del Ejecutivo, dejando la vía libre para la
presentación de la ley aprobatoria del Tratado por el Gobierno Nacional77
El día 19 de marzo del año en curso, se presentó al Congreso de la República, por
parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Justicia y del
Derecho y, el Ministerio de Defensa Nacional, con mensaje de urgencia, el
Proyecto de Ley por medio del cual se aprueba el “ Estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional”, hecho en Roma, el diecisiete(17) de julio de mil novecientos
noventa y ocho(1998)
77
Exposición de Motivos del Proyecto de Ley, por medio del cual se aprueba el “ Estatuto de Roma de la
Corte Penal Internacional, pag 1 y 2
El Estatuto, entrará en vigor internacional, de acuerdo con lo dispuesto en su
artículo 126, sesenta días después de que se deposite en poder de la Secretaría
General de las Naciones Unidas, el sexagésimo (60) instrumento de ratificación,
aceptación, aprobación o adhesión.
Respecto de los Estados que ratifiquen, acepten, aprueben o adhieran,
posteriormente el Estatuto entrará en vigor sesenta días después de la fecha en
que hayan depositado su instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o
adhesión.
A la fecha, del presente trabajo, el Estatuto de Roma, ha sido ratificado por
sesenta y seis países y esta corriendo el termino de los sesenta días, que
determina el Artículo 126 del Estatuto.78
4.3 CARACTERÍSTICAS DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL
4.3.1 Jurisdicción complementaria:
La jurisdicción de la Corte Penal Internacional es complementaria de las
jurisdicciones penales nacionales. La Corte fue creada por un Tratado que al ser
ratificado, entrará a formar parte del ordenamiento jurídico nacional de los Estados
que procedan de esa forma; estos continúan con él deber de perseguir y castigar
los delitos tipificados en los Estatutos de la Corte.
La Corte solo asumirá la jurisdicción que normalmente correspondería a los
Estados Partes cuando este frente a las siguientes circunstancias:79
78
Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Informe presentado por el Cordinador de la Corte Penal
Internacional, Bogotá, febrero 14 de 2002.
a) Cuando el Estado concernido, es decir el que tiene jurisdicción, no esté
dispuesto a llevar a cabo la investigación y el enjuiciamiento o no pueda
hacerlo efectivamente. (Artículo 17 CPI)
b) Cuando el Estado concernido ha iniciado la investigación pero decide no iniciar
la acción penal contra la persona de que se trate por no estar dispuesto a llevar
a cabo el enjuiciamiento o no pueda realmente hacerlo. ( Artículo 17 CPI)
c) Cuando la persona ya haya sido condenada o absuelta, la Corte puede asumir
competencia en los siguientes casos: 1- cuando el proceso realizado ha
respondido al propósito de sustraer al acusado de su responsabilidad penal. 2cuando el proceso no ha sido instruido en forma independiente o imparcial de
conformidad con las debidas garantías procesales reconocidas por el derecho
internacional, o lo ha sido de alguna manera que, en las circunstancias del
caso es incompatible con la intención de someterá la persona a la acción de la
justicia. ( Artículo 20 CPI)
d) La Corte solo ejerce jurisdicción, cuando el crimen alegado ha sido cometido
en el territorio de un Estado Parte o por uno de sus nacionales.
Adicionalmente, cuando un Estado no miembro consiente en ello y el crimen ha
sido cometido en el territorio de dicho Estado o el acusado es uno de sus
nacionales. ( Artículo 12 CPI)
e) La Corte solo abocará el conocimiento, cuando considere que las conductas a
investigar son del interés de la comunidad internacional, como ser, una
amenaza para la paz y la seguridad internacionales.
Con relación a la incapacidad de un Estado para investigar o enjuiciar en un
asunto determinado, la Corte examinará si el Estado no puede hacer comparecer
al acusado u obtener las pruebas y los testimonios necesarios o no está en
condiciones de llevar a cabo el juicio.
79
Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artículo 17
4.3.2 Competencia material:
La Corte investigará y juzgará cuatro crímenes bien determinados; en razón de
que los tres primeros crímenes bajo su jurisdicción, ya están definidos en diversas
convenciones internacionales, el Estatuto de la Corte Penal Internacional no está
creando nuevas formas penales, sino agrupándolas en un solo instrumento, es
decir, codificándolas. En el caso de los crímenes de agresión no se indica en qué
consisten80
Los crímenes de competencia de la Corte Penal Internacional son:
1- Genocidio
2- Crímenes de Guerra
3- Crímenes de Lesa Humanidad
4- Crímenes de Agresión
4.4 EL GENOCIDIO
Está definido en la Convención sobre la Prevención y el Castigo al Crimen de
Genocidio, adoptada y abierta a la firma o adhesión por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948 y la cual entra en vigor el 12 de
enero de 1951, ratificada por 123 Estados, entre ellos Colombia y obliga a nuestro
país a partir de la Ley 28 de 1959.
La definición del Artículo 6º del Estatuto81, coincide con la de los artículos 2º y 3º
de la Convención82
80
81
Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artículo 5º
Ibídem, Artículo 6°
La ley 589 de 2000, por medio de la cual se tipifica el genocidio, la desaparición
forzada, el desplazamiento forzado y la tortura, introdujo al Código Penal el
concepto de Genocidio.
El nuevo Código Penal en su Artículo 101 define el Genocidio, como: el que, con
el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial,
religioso, o político que actúe dentro del marco de la ley, por razón de su
pertenencia al mismo, ocasionare la muerte de sus miembros, incurrirá en prisión
de treinta (30) a cuarenta (40) años…
Se atenúa la pena cuando con el mismo propósito se cometiere cualquiera de los
siguientes actos:
a) Lesión grave a la integridad física o mental de miembros del grupo
b) Embarazo forzado
c) Sometimiento de miembros del grupo a condiciones de existencia que hayan
de acarrear su destrucción física, total o parcial.
d) Tomar medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo
e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Artículo 102 Apología del Genocidio ( C.P)
El que, por cualquier medio difunda ideas o doctrinas que propicien o justifiquen
las conductas constitutivas del genocidio o pretendan la rehabilitación de
regímenes o instituciones que amparen prácticas generadoras de las mismas,
incurrirá en prisión de seis (6) a diez (10) años…
82
Convención sobre la Prevención y el Castigo al Crimen de Genocidio, Artículo 2º y 3º
4.5 CRÍMENES DE GUERRA
En los términos del Artículo 8º de la Corte Penal Internacional (CPI), tiene
competencia “ratione materiae" respecto de los crímenes de guerra, “en particular,
cuando se cometan como parte de un plan o política como parte de la comisión en
gran escala de tales crímenes”83
Qué se entiende por crímenes de guerra.
El Artículo 8º del Estatuto de Roma, incluye cuatro categorías de crímenes de
guerra, a saber:
1- Infracciones Graves a los Cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de
1949, se incluyen también aquellos aspectos de los dos Protocolos de Ginebra
de 1977, considerados como ley consuetudinaria de los conflictos armados;
vale recordar que Colombia ratificó los Convenios de Ginebra y los Protocolos I
y II, y son a saber:
a- Matar intencionalmente.
b- Someter a tortura o a tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos.
c- Infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la
integridad física o la salud.
d- Destruir bienes y apropiarse de ellos de manera no justificada por necesidades
militares a gran escala, ilícita y arbitrariamente.
83
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional , Artículo 8º
e- Obligar a un prisionero de guerra o a otra persona protegida a prestar servicio
en las fuerzas de una potencia enemiga.
f- Privar deliberadamente a un prisionero de guerra o a otra persona de sus
derechos a un juicio justo e imparcial.
g- Someter a deportación, traslado o confinamiento ilegales.
h- Tomar rehenes.
2- Otras violaciones graves de las leyes y usos aplicables en los conflictos
armados internacionales dentro del marco del Derecho Internacional, o sea no
solo violaciones graves contra el Derecho de Ginebra, sino también al Derecho
de La Haya, que integran el Derecho Internacional Humanitario o “jus in bello”.
Tales violaciones son:
a- Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil, en cuanto tal o contra
civiles que no participen directamente en las hostilidades.
b- Dirigir intencionalmente, ataques contra objetivos civiles, es decir objetos que
no son objetivos militares.
c- Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material,
unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz,
o de asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles u
objetos civiles con arreglo al Derecho Internacional de los conflictos armados.
d- Lanzar un ataque intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdidas de
vidas, lesiones a civiles o daños a objetos de carácter civil o daños excesivos
en relación con la ventaja militar general concreta y directa que se provea.
e- Atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades, aldeas, pueblos o
edificios que no estén defendidos y que no sean objetivos militares.
f- Causar la muerte o lesiones a un enemigo que haya depuesto las armas o que,
al no tener medios para defenderse, se haya rendido a discreción.
g- Utilizar de modo indebido la bandera blanca, la bandera nacional o las
insignias militares o el uniforme del enemigo, o de las Naciones Unidas, así
como los emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra y causar la muerte
o lesiones graves.
h- El traslado, directa o indirectamente, por la potencia ocupante de parte de su
población civil al territorio que ocupa o la deportación o el traslado de la
totalidad o parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de ese
territorio.
i- Los ataques dirigidos intencionalmente contra edificios dedicados al culto
religioso, las artes, la ciencia o la beneficencia, los monumentos, los
hospitales, y los lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, siempre que
no sean objetivos militares.
j- Someter a personas que estén en poder del perpetrador a mutilaciones físicas
o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que no estén
justificados en razón de un tratamiento médico, dental u hospitalario, ni se
lleven a cabo en su interés y que causen la muerte o pongan gravemente en
peligro su salud
k- Matar o herir a traición a personas perteneciente a la Nación o al ejército
enemigo.
l- Declarar que no se dará cuartel.
m- Destruir o confiscar bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la
guerra lo hagan imperativo.
n- Declarar abolidos, suspendidos o inadmisibles ante un tribunal los derechos y
acciones de los nacionales de la parte enemiga.
o- Obligar a las nacionales de la parte enemiga a participar en operaciones
bélicas dirigidas contra su propio país, aunque hubieran estado a su servicio
antes del inicio de la guerra.
p- Saquear una ciudad o una plaza, incluso cuando es tomada por asalto.
Sé prohibe, asimismo, los siguientes actos repudiados por el Derecho de La Haya:
a- Utilizar veneno o armas envenenadas.
b- Usar gases asfixiantes, tóxicos y similares o cualquier líquido, material o
dispositivo análogo.
c- Usar balas que se abran o aplasten fácilmente en el cuerpo humano, como
balas de camisa dura que no cubra totalmente la parte inferior o que tenga
incisiones.
d- Emplear armas, proyectiles, materiales y métodos de guerra que, por su propia
naturaleza, causen daños superfluos o sufrimientos innecesarios o surtan
efectos indiscriminados en violaciones del Derecho Internacional Humanitario
de los conflictos armados, a condición de que esas armas sean objeto de una
prohibición completa y estén incluidas del presente Estatuto en virtud de una
enmienda aprobada de conformidad con las disposiciones que, sobre el
particular, figuran en los Artículos 110 y 111.
e- Cometer ultrajes contra la dignidad de la persona, en particular tratos
humillantes y degradantes.
f- Cometer acto de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo
forzado, esterilización forzada, y cualquier otro forma de violencia sexual que
constituya una violación grave de los Convenios de Ginebra.
g- Aprovechar la presencia de civiles y otras personas protegidas para que
queden inmunes de operaciones militares, determinados puntos, zonas o
fuerzas militares.
h- Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y vehículos
sanitarios y contra personal habilitado para utilizar los emblemas distintivos de
los Convenios de Ginebra de conformidad con el Derecho Internacional.
i- Provocar intencionalmente la inanición de la población civil como método de
hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para la supervivencia,
incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro
de conformidad con los Convenios de Ginebra.
j- Reclutar o alistar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas
nacionales o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades.
3- Las violaciones graves del Artículo 3º común a los Convenios de Ginebra, en
caso
de conflicto armado que no sea de carácter internacional, esto es
nacional o interno, y son cualquiera de los siguientes actos cometidos contra
personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los
miembros de las fuerzas que hayan depuesto las armas y los que hayan
quedado fuera de combate por enfermedad, lesiones, detención o por cualquier
otra causa, a saber:84
a- Actos de violencia contra la vida y la persona, en particular el homicidio en
todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura.
b- Los ultrajes contra la dignidad personal, en particular los tratos humillantes
y degradantes.
c- La toma de rehenes.
d- Las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin sentencia previa
pronunciada por un tribunal constituido regularmente y que haya ofrecido
todas
las
garantías
indispensables.
judiciales
generalmente
reconocidas
como
Lo anterior no se aplica a situaciones de disturbios o tensiones internas, tales
como motines, actos aislados y esporádicos de violencia u otros actos de
carácter similar.
4- Otras Violaciones Graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos
armados que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido de
Derecho Internacional, a saber:85
a- Dirigir intencionalmente ataques contra población civil como tal o contra civiles
que no participa en las hostilidades.
b- Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y vehículos
sanitarios y contra el personal habilitado para utilizar los emblemas distintivos
de los Convenios de Ginebra de conformidad con el Derecho Internacional.
c- Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material,
unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o
de asistencia humanitaria
de conformidad con la Carta de las Naciones
Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles con
arreglo a derechos de los conflictos armados.
d- Dirigir intencionalmente ataques contra edificios de culto religioso, la
educación, las ciencias o la beneficencia, los monumentos, los hospitales, y
otros lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, a condición de que no
sean objetivos militares.
e- Saquear una ciudad o plaza, incluso cuando es tomada por asalto.
f- Cometer actos de violaciones, esclavitud sexual, prostitución forzada,
embarazo forzado, esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia
84
85
Estatuto de la Corte Penal Internacional, Artículo 8º, numeral 3°
Ibídem , Artículo 8º, numeral 4º
sexual que constituya también una violación grave del Artículo 3º común a los
cuatro Convenios de Ginebra.
g- Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o
utilizarlos para participar activamente en las hostilidades.
h- Ordenar el desplazamiento forzado de la población civil por razones
relacionadas con el conflicto, a menos que así lo exija la seguridad de los
civiles de que se trate o por razones militares imperativas.
i- Matar o herir a traición a un combatiente enemigo.
j- Declarar que no se dará cuartel.
k- Someter a las personas que están en poder de otra parte en el conflicto a
mutilaciones físicas o a experimentos médicos y científicos de cualquier tipo
que no estén justificados en razón del tratamiento médico, dental u
hospitalarios de la persona de que se trate, ni lleven a cabo su interés y que
provoquen la muerte o pongan gravemente en peligro su salud.
l- Destruir y confiscar bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la
guerra lo hagan imperativo.
En conclusión la Corte Penal Internacional tiene competencia para investigar y
enjuiciar a responsables de 42 delitos de guerra stricto sensu.
4.6 CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD.
El Estatuto de Roma, en su artículo 7º86 repite el Artículo6º de la Carta de
Nuremberg, el Artículo 5º del Tribunal Penal Internacional para la ex–Yugoslavia y
el Artículo 3º del Tribunal Penal Internacional para Ruanda. La norma incluye
también otras modalidades de crímenes que se enmarcan como de lesa
humanidad; hace una clara distinción entre los delitos de lesa humanidad
(Artículo7º) y los delitos de guerra stricto sensu ( Artículo8º), ambos de
competencia de la Corte Penal Internacional.
Se entiende por crímenes de lesa humanidad, cualquiera de los siguientes actos,
cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una
población civil y con conocimiento de dicho ataque:
a- Asesinato.
b- Exterminio.
c- Esclavitud.
d- Deportación o traslado forzoso de población.
e- Encarcelación u otra privación grave de la libertad física, en violación de
normas fundamentales de Derecho Internacional.
f- Tortura.
g- Violación,
esclavitud
sexual,
prostitución
forzada,
embarazo
forzado,
esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad
comparable.
h- Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia, fundada en
motivos políticos, raciales, religiosos, étnicos, nacionales, culturales, de género
u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al
derecho internacional, en conexión con cualquier competencia de la Corte.
i- Desaparición forzada de personas.
j- El crimen de apartheid. Por crimen de apartheid, se entenderán los actos
inhumanos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una
población civil y con conocimiento de dicho ataque, cometidos en el contexto
de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemáticas de un
86
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, Artículo 7º
grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener
ese régimen.
k- Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente
grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud
mental o física.
4.7 CRÍMENES DE AGRESIÓN
Está entre los crímenes enumerados por el artículo 5°87 del Estatuto, pero no ha
sido definido, por lo cual la Corte ejercerá competencia respecto de él una vez que
la Asamblea de Estados Partes apruebe una disposición en que se defina el
crimen y se enuncien las condiciones dentro de las cuales lo hará. Esa disposición
será compatible con las disposiciones pertinentes de las Carta de las Naciones
Unidas y no entrará en vigor sino respecto de los estados que la hayan
aceptado88.
87
88
Ibídem , Artículo5°
Ibídem, Artículo 121, numeral 5°
CONCLUSIONES
El conflicto interno que padece Colombia, no es la excepción en la práctica de
conductas ilícitas que se han cometido en otros conflictos armados de carácter
nacional e internacional, y en algunos casos los autores de delitos contra el
Derecho Internacional Humanitario, no han sido sancionados o lo han sido muy
levemente. Por ello, es de imperiosa necesidad el establecimiento de normas y
corporaciones judiciales con capacidad de mediar, resolver e imponer sanciones a
los responsables de actuaciones, que afectan o ponen en peligro los valores
integrados del orden social. Es indispensable, asimismo, que entre a operar de
manera complementaria, la justicia internacional.
De tiempo atrás, el Estado colombiano ha venido centrando su atención en estas
materias, sin que se concretara en una normatividad especial. Recogiendo esta
situación, el nuevo Código Penal, señala uno por uno, los delitos contra las
personas y bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario,
estableciendo penas privativas de la libertad, penas pecuniarias o multas e
inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas.
Igualmente el nuevo Código Disciplinario ( Ley 734 de 2002), que entrará en
vigencia en mayo del presente año, contempla de manera exhaustiva, todos los
delitos contra el Derecho Internacional Humanitario.
Por último, con la presentación al Congreso de la República, en marzo del año en
curso, del Proyecto de Ley, por medio del cual se aprueba el Estatuto de Roma de
la Corte Penal Internacional, por parte del Ministerio de Justicia y del Derecho, del
Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Colombia
se encamina a ser parte de tan importante instrumento de justicia internacional.
Al terminar este trabajo, que pretende hacer un somero análisis del Derecho
Internacional Humanitario, puedo sin lugar a dudas, llegar a la conclusión de que,
hoy en día, el Derecho Internacional Humanitario, está contemplado, tipificado y
puede ser aplicado en Colombia, mediante los instrumentos legales, que tanto los
tratados internacionales, como las normas de carácter interno vigentes, tenemos a
disposición.
Nunca fue mi pretensión agotar el tema. Sin embargo, he constatado con
satisfacción que finalmente nuestro país cuenta con herramientas muy valiosas
para contrarrestar las violaciones de los Derechos Humanos y específicamente del
Derecho Internacional Humanitario, que se han constituido en un flagelo de la
humanidad que pone en grave riesgo la estabilidad nacional y mundial.
Estas herramientas se constituyen en:
-
Ley 599 de 2000, por la cual se aprueba el Nuevo Código Penal Colombiano,
el cual en su parte especial, tipifica y sanciona los delitos contra las personas y
bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario.
-
Ley 734 de 2002, por la cual se aprueba el Nuevo Código Disciplinario, el cual
en su libro II capítulo I, da la descripción de las faltas disciplinarias, en
particular las faltas gravisimas, contemplando de manera exhaustiva todos los
delitos contra el Derecho Internacional Humanitario.
-
Decreto 1863 de 1996, por el cual se crea la Comisión Gubernamental para la
Humanización del Conflicto Armado Interno y la Aplicación del Derecho
Internacional Humanitario en Colombia
-
Convenios y Protocolos sobre Derecho Internacional Humanitario, ratificados
por Colombia.
Protocolo de Ginebra de 1925, relativo a la prohibición del empleo
en la
guerra de gases asfixiantes tóxicos o similares y de medios
bacteriológicos, aprobado por la Ley 10 de 1980
-
Convenio I de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte que corren los
heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña; aprobado por la
ley 5ª de 1960 y vigente en Colombia, desde el 8 de mayo de 1962.
-
Convenio II de Ginebra de 1949, para aliviar la suerte que corren los
heridos, enfermos y náufragos
de las Fuerzas Armadas en el mar,
aprobado por la Ley 5ª de 1960, y vigente en Colombia, desde el 8 de mayo
de 1962.
-
Convenio III de Ginebra de 1949, relativo al trato debido a los
prisioneros de guerra, aprobado por la Ley 5ª de 1960, y vigente en
Colombia, desde el 8 de mayo de 1962.
-
Convenio IV de Ginebra de 1949, relativo a la protección de vida a
las personas civiles en tiempo de guerra; aprobado por la Ley 5ª de 1960, y
vigente en Colombia, desde el 8 de mayo de 1962.
-
Protocolo I de 1977, adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de
Agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos
armados internacionales; aprobado por la Ley 11 de 1992 y vigente en
Colombia, desde el 1° de marzo de 1994.
-
Protocolo II de 1977 adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de
agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de conflictos
armados sin carácter internacional; aprobado por la Ley 171 de 1994 y
vigente en Colombia, desde el 15 febrero de 1996.
-
Convención de Ginebra de 1972, sobre la prohibición del desarrollo,
la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas)
tóxicas y sobre su destrucción, aprobada por la Ley 10 de 1980, y vigente
en Colombia, desde el año 1983.
-
Convención de la Haya de 1954, para la protección de los bienes
culturales en caso de conflicto armado y Reglamento para su aplicación y el
Protocolo para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto
armado, aprobado por la Ley 340 de 1996.
-
Convención de Ginebra de 1980, sobre prohibiciones y restricciones
del empleo de ciertas amas convencionales que pueda considerarse
excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados y sus Cuatro
Protocolos, aprobada por la Ley 469 de 1998
Respecto de la Convención de 1997 sobre la prohibición del empleo,
almacenamiento, producción, y transferencia de minas anti- personales y sobre su
destrucción, y la Convención de Roma de 1998, sobre el establecimiento de la
Corte Penal Internacional, su aprobación y ratificación, se encuentran actualmente
en trámite
Me resta sólo expresar la confianza en que las personas que tienen el deber y el
derecho de aplicar toda ésta normatividad, tengan la fuerza y la voluntad
suficientes para hacerlo a la luz de la justicia, la verdad, la equidad y la sabiduría,
que deben ser los elementos unificadores de las naciones del mundo.
V – BIBLIOGRAFIA
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