Art. Lourdes Garza Caligaris

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¿ALGUIEN SABE
CUÁNTOS SON?
Lourdes Garza Caligaris
P
ara abordar adecuadamente una problemática social y dar una respuesta
satisfactoria es imprescindible partir de la cuantificación del problema. El
trabajo con niños, niñas y jóvenes en situaciones de calle1 no es la excepción.
Para diseñar programas, metodologías de intervención, estrategias y técnicas de
trabajo, partimos de ubicar cuántos y quiénes son. Así, en las décadas de 1970 y 80,
cuando se hizo evidente el gravísimo problema de los niños que se encontraban en
la calle, hubo un intento por comprender el fenómeno partiendo de definir quiénes se encontraban en ella. En ese momento, la UNICEF2 propuso dos categorías:
•Niños de la calle, para referirse a aquéllos que vivían en la calle, habiendo
roto todo vínculo con su familia de origen, y
•Niños en la calle, para referirse a quienes la utilizaban para trabajar durante algunas horas y regresaban a su casa (o cualquier otro espacio familiar)
por la noche.
Durante varios años estas categorías fueron suficientes; sin embargo, hoy limitan
la comprensión cabal del fenómeno, pues hay una gran variedad de usos y modos
de estar en la calle. Por ejemplo, muchos de los niños y jóvenes que antes vivían
en la calle (banqueta, parque, alcantarilla, estación del metro, etc.) hoy duermen
frecuentemente en hoteles o casas de huéspedes y no se consideran a sí mismos niños de la calle. También encontramos niños que están en la calle con su familia; es
decir, viven en la calle sin haber roto los lazos familiares. Otra modalidad consiste
en dormir en la calle algunos días o semanas y pasar una temporada con la familia
(cuando se sienten muy afectados por la falta de reposo adecuado, por el abuso de
drogas o han sido perseguidos por la policía o por algún grupo callejero).
Hoy, tratando de enfatizar estas diferencias, estamos utilizando el término situaciones de calle para dar cuenta de la complejidad del fenómeno. Vale la pena
decir que, seguido de este término, es necesario puntualizar la situación especial
del niño o del grupo.
Pedagoga por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha trabajado como Maestra con
niños y niñas de cero a seis años en centros de desarrollo infantil comunitario, tanto en áreas rurales como urbanas. Desde el año 2004 trabaja con niños y adolescentes en situación de calle. Actualmente se desempeña como Gerente del Área Educativa de Fundación Pro Niños de la Calle, I.A.P.
Utilizamos la expresión situaciones de calle para dar cuenta de los diversos usos que los niños,
niñas y adolescentes hacen de la calle. Hay quienes viven en la calle y no trabajan, quienes viven y
trabajan en la calle, quienes únicamente trabajan en ella pero tienen una residencia fija para dormir y quienes utilizan la calle como espacio de socialización (jugar, drogarse).
2
En Mónica Maccise Duayhe, Aspectos de la discriminación en el acceso a la justicia, la educación y la salud
en niños, niñas y adolescentes en situación de calle en la Ciudad de México. Instituto De Investigaciones
Jurídicas de la UNAM. CONAPRED. 2006.
1
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Revista Iberoaméricana
Ahora sí, ¿cuántos son?
Lamentablemente, no contamos con datos fidedignos acerca del número de niños,
niñas y jóvenes que viven en la calle. Las dificultades para contarlos son grandes.
Primero, porque las personas que viven en la calle presentan una gran movilidad: pueden estar en distintos puntos de la ciudad a lo largo de un día, estar unos
días fuera de la calle (con la familia o en una institución). También van a otros
Estados durante cortas temporadas (Acapulco, Cancún, frontera Norte).
Segundo, porque los conteos que se han llevado a cabo partieron de diversas
definiciones y metodologías, por lo que los resultados no son comparables, como
se muestra en la tabla:
Estudio/censo
Resultados
Menor en situación extraordinaria,
acciones, logros y perspectivas a favor
de los niños trabajadores y de la calle.
UNICEF, DIF, 1990.3
• 1000 niños y jóvenes viviendo en la
calle.
Primer censo de niños y niñas en
situación de calle, UNICEF, DIF, 1992.4
• 11,172 niños de y en la calle.
• 1020 viviendo en la calle.
Segundo censo de niños y niñas en
situación de calle, UNICEF, DIF, 1995.5
• 13,373 menores de y en la calle.
• 1850 viviendo en la calle.
Estudio de niños, niñas y adolescentes
trabajadores en cien ciudades, capítulo
de uso indebido de sustancias DIF,
UNICEF, 1997.
• Se identificaron 11,136 puntos de
encuentro.
• Se observaron 114,497 niños y jóvenes
entre 6 y 17 años de edad.
• El 72% son hombres y 28% mujeres.
• El promedio de edad fue de 13 años.
• 2% viven en la calle, siendo 7.6 veces
más frecuente en los varones que en las
niñas.
Estudio de niños, niñas y jóvenes
trabajadores en el Distrito Federal.
UNICEF, DIF, 2000.6
• 14,322 niños, niñas y jóvenes que
viven y/o trabajan en las calles del DF.
• 39% son mujeres
• 75% se encuentran entre los 12 y 17
años de edad.
Segundo estudio de niños, niñas y
adolescentes trabajadores en cien
ciudades, DIF, UNICEF, 2002-2003.
• Se identificaron 4,500 puntos de
encuentro en la vía pública.
• Se observaron 94,795 niñas, niños
y adolescentes que trabajan en los
principales centros urbanos del país
• 61,803 son niños y 32,992, niñas.
• 1.6% de los niños y niñas entre seis y
17 años afirmaron vivir en la calle.
Programa Hijos e hijas de la Ciudad,
DIF DF, 2007.7
• 601 niños y niñas en situación de
abandono viviendo en la calle.
• 147 puntos de encuentro en 10
delegaciones políticas del DF.
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López Echeverri, Ovidio. Menor en situación extraordinaria, acciones, logros y perspectivas a favor de
losniños trabajadores y de la calle. UNICEF, DIF, México. 1990.
4
Primer censo Ciudad de México, estudio de los niños callejeros. UNICEF, GDF, DIF. 1992.
5
Segundo censo de niñas y niños en situación de calle. UNCEF, GDF, DIF. 1995.
6
Estudio de niñas, niños y jóvenes trabajadores en el Distrito Federal. DIF Nacional, DIF D.F. 2000.
7
El número aparece únicamente en el proyecto de modificaciones a la ley que impulsó la ALDF a
través del Diputado Juan Ricardo García Hernández, Iniciativa con proyecto de decreto por el que
se reforman y adicionan diversas disposiciones al Código Civil para el DF (12 de abril de 2007). El
DIF DF no ha hecho público el estudio.
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Revista Iberoaméricana
Y entonces, ¿qué hacemos?
Es necesario reconocer que, aunque sabemos que el problema es grande, difícilmente tendremos una estimación confiable del número de niños, niñas y jóvenes
que viven en las calles de la Ciudad de México. Por ello, hemos optado por hacer
conteos locales; es decir, de los puntos en los que trabajamos, sin pretender que
los resultados sean generalizables a otras zonas.
Hemos encontrado que cada día es más difícil acceder a los niños y jóvenes
que viven en la calle. Esto se debe a que ahora tienen más movilidad, recorren
distancias grandes, en ocasiones se resguardan en hoteles, casas de familiares o
instituciones. También suelen pasar inadvertidos porque su indumentaria ya no
los delata al tener acceso a mayores recursos generados por el trabajo informal.
Una vez que tenemos contacto con un niño o joven en la calle, es difícil atraerlo al Centro de Día y favorecer un proceso que lo lleve a dejar definitivamente la
calle, pues en ella encuentra con facilidad satisfactores pasajeros que no contribuyen a un mejor nivel de vida ni al ejercicio pleno de sus derechos. Mientras esté
en la calle no tiene acceso a la escuela, a los servicios médicos, a la seguridad que
podrían proporcionar los adultos responsables de su cuidado.
Hoy es necesario un trabajo especializado, cuidadoso y responsable para generar en los niños y jóvenes un proceso de reflexión que los lleve a una opción
de vida digna, lejos de las redes sociales hostiles, el consumo de drogas y la explotación sexual de que frecuentemente son objeto. La alianza y la comunicación
efectiva entre instituciones puede hoy hacer la diferencia.
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